Blue Eye Photomagazine 22th April 2018

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BLUEEYE 22 PHOTOMAGAZINE

REMEMBER THE 70’

MARIA MOLINS . LAURA SANCHO . SILVIA ARANDA . STUDIO 54 . SUPER POP



SUMARIO ABRIL 2018

06 26 40 56 70 Trío de Damas

Guy Bourdin

Suiza

10 series Interviú de televisión Punto y final inolvidables de los 70

Beatles versus Super Pop Rolling Stones

Marc Fàbregas

Irving Penn

La publicidad en los 70

Televisión

Exposiciones La Librería

Raül Tortosa

Yves Studio 54 Saint Laurent

78 88 100 112 122

132 14 160 168 178 Camins tancats

180 186 188

Críticas de cine


EDITORIAL

Hoy me gustaría hablar sobre el término Censura. Según el diccionario: “Acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir”. Lo cierto es que los tres parámetros determinantes están muy sobrevalorados últimamente. De los políticos mejor no hablar, de los religiosos allá cada uno con la que quiera practicar y los morales, bueno eso depende del listón donde lo ponga cada uno. Por suerte solo se me censuró un par de veces en Facebook un par de fotografías que todavía no entiendo el motivo, vista la pornografía que se puede encontrar fácilmente en esa misma red social. Pero bueno, aprendí la lección y ahora mis imágenes son blancas como la nieve, dignas de una catálogo Disney. Aunque en aquel momento (el de la censura) me entró una cierta paranoia y sospechaba de todos los “amigos” que tenía en Face, cualquiera podía haber denunciado la foto, y por supuesto face, nunca te dicen ni el denunciante ni el motivo. Tengo también perfil en Instagram pero allí nunca he tenido ningún problema y si en algún momento de mi vida he querido subir alguna foto más “subida de tono” lo he hecho a través de la web Flickr donde no existe prácticamente censura. El problema es que si miraba las estadísticas de likes de mis fotos, ¿Adivináis cuáles eran las que tenían mayor aceptación? pues eso, las que se veía más carne. En fin, con el tiempo he aprendido a recelar de cualquier web, red social o grupo fotográfico, porque al final priman otros valores sobre la calidad en sí de la foto. Vivimos en tiempos difíciles para la libertad de expresión, cuando no puedes mostrar una foto, cantar una canción, hacer una película o escribir un libro sin pasar por un “comité de censura”, decidido por no se sabe quién y con qué criterios particulares. A mí que me tocaron vivir los setenta, quizás no fui muy consciente de ello en aquella época, pero ahora sí que me molesta profundamente.

DIRECTOR: Guillem Medina



LA ENTREVISTA


TRÍO DE DAMAS

Laura Sancho, Sílvia Aranda

y Maria Molins on fire


SILVIA ARANDA

Con lo guapa y divertida que eres últimamente te dan papeles trágicos que no levantan cabeza, je, je je. ¿Cómo fue el personaje de Joana Ponsa que interpretabas en la tele serie autonómica La Riera? El personaje de Joana fue un gran reto, es el personaje con más carga dramática que he interpretado hasta ahora. Tuve que lidiar en terrenos muy alejados a mi: la depresión, las autolesiones, el suicidio... Fue un recorrido duro e intenso, pero muy interesante. Aprendí un montón interpretando a Joana, aprendí sobre mi misma y sobre la complejidad naturaleza humana. Realmente no sabemos de lo que somos capaces de hacer hasta que nos encontramos frente a ello. Y hay que aprender a respetar el camino que cada uno elije.

¿Crees que de alguna forma se te ha encasillado en el género dramático? Creo que la campaña contra la violencia de género “Hay salida”, que protagonicé a nivel nacional en 2015, me abrió un campo de personajes más dramáticos, como puede ser el personaje de “Joana Ponsa”.Pero, curiosamente, en los últimos rodajes que he realizado en Madrid, me han dado personajes más duros y pragmáticos; como la política de ultra derecha que interpreté en B&b; la madre pija, repelente y borde en “Estoy vivo”; la dura abogada especialista en medicina o la arquitecta soberbia y prepotente ambas en “Centro médico”... Así que ya ves, he interpretado registros muy diferentes, y ese es precisamente el encanto de nuestra profe sión!

Si te dejasen escoger que tipo de personaje te gustaría hacer? Me gustaría hacer un personaje de mala, una mala llena de matices, con sus sombras y por supuesto

algunas luces, el ser humano es muy complejo y lo interesante es mostrar esa complejidad. Y por otro lado es un regalo poder experimentar con sentimientos y sensaciones que no nos atrevemos a mostrar en nuestra vida diaria.

Se te ha podido ver también haciendo un papel en la serie de TV1 Estoy vivo ¿Has notado mucha diferencia entre hacer una tele serie autonómica o hacerlo a nivel nacional? En ambos lados me he sentido muy bien y rodeada por equipos de grandísimos profesionales que dan lo mejor de sí en todo momento. En realidad la diferencia está entre hacer una serie semanal o una serie diaria. Los medios de los que se dispone y el tiempo con el que se cuenta para terminar un capítulo son muy distintos. En una serie semanal suele haber más presupuesto y tiempo. Se trabaja cada plano con sumo cuidado: iluminación, atmósfera, entorno, la intención y matices de cada personaje. En una serie diaria, el presupuesto suele ser menor y hay menos tiempo para realizar cada capítulo. La iluminación suele estar predeterminada en el set y los personajes tienen que venir más preparados de casa ya que el tiempo de ensayo es muy limitado y a veces una primera toma ya se da por buena.Aunque también he de decirte que cada vez va todo más apretado y se hacen las producciones en menos tiempo, apurando con largas jornadas de rodaje para todo el equipo.

¿Con qué te quedarías: Cine, teatro o televisión? Con todo y de todo corazón! Me encanta sentir la vibración del público en directo, el teatro es vida, todo está en tus manos y las de tus compañeros de escena, estas creando una realidad alternativa y muy poderosa, aquí y ahora, irreemplazable!




El cine es la magia del momento en que escuchas la palabra “acción”, esa chispa que se prende en tu interior y que te permite experimentar ese romance con la cámara, sabiendo que es capaz de leer en tus ojos todo lo que pasa por tu mente. Me fascina!Y la televisión sería una mezcla de los anteriores, la chispa del momento mezclada con la verdad de tu personaje, que tiene que estar a tope para poder dar lo mejor de ti en esa primera toma, porque posiblemente no tendrás mucho margen de repetición. Todo un reto!

Es algo que ha estado ahí desde siempre, desde pequeñita, de hecho estudié Bellas Artes y Arte dramático simultáneamente. La escultura es otra de mis pasiones, otra forma de canalizar la energía creativa con la ventaja de que no dependes de nadie, todo está en tus manos. He tenido algunos encargos de esculturas concretas y me ronda por la mente poder compaginar ambas pasiones en un futuro no muy lejano.

-¿De qué papel de los que has hecho a lo largo de tu carrera te sientes más orgullosa? Es una pregunta difícil de responder, ya que cada vez tus personajes tienen más matices y evolucionan según tu evoluciones en la vida. Así que en principio, tus últimos trabajos siempre serán más interesantes. Estoy muy orgullosa de “Joana Ponsa”, he sufrido mucho en su piel, pero ha sido todo un regalazo de personaje. Por otro lado te he de reconocer que guardo con un cariño muy especial el personaje de “Sara Medina” en “El cor de la ciutat”, fue mi primer personaje con continuidad. Entré para una temporada y me quedé hasta el final, 3 temporadas. Con “Sara” aprendí muchísimo y estaré eternamente agradecida a Esteve Rovira por darme esa oportunidad.

-Tu estudiaste interpretación en la escuela Nancy Tuñón ¿Crees que estudiar en un sitio u otro condiciona la forma de interpretar o la forma como afrontar los personajes? Estudié en Nancy Tuñón, y también estudié con Boris Rotenstein, un director ruso muy interesante, con él formamos compañía profesional, lo cual supuso mi debut en el teatro profesional. También he hecho un montón de cursos y cursillos con diferentes profesionales. Al final pienso que es bueno conocer y descubrir los diferentes métodos y técnicas, para acabar creando tu propio método de trabajo, tomando de cada escuela lo que a ti mejor te funciona o te resulta más efectivo. Por otro lado las personas estamos en constante evolución y el mejor recorrido es el que te aportan tus experiencias vitales, tal y como crezcas tu, irán creciendo tus personajes.

-Me ha sorprendido tu faceta y talento como escultora ¿Es simplemente un hobbie o en algún momento pensaste dedicarte más seriamente?

-¿Recuerdas la primera vez que subiste a un escenario? Uf.....sí, fue a los 16 años, haciendo de Virgen Maria en “Los Pastorets” de Josep Maria Folck i

-¿Cómo llenas los espacios entre una actuación y otra? En realidad nunca paras. Cuando no estás en un proyecto, estás buscando, te estás moviendo para que se activen cosas, recordando continuamente a tus contactos que pueden contar contigo. Porque si tu no te mueves, nadie viene a buscarte a casa. Tu eres tu propia empresa y has de dar a conocer el “producto” que eres TU!

-Cómo ves las nuevas generaciones de actores en cuanto a ideales y preparación? Cada vez hay más gente bien preparada y muy formada. Pero lo peligroso en esta profesión es que te llegue el éxito rápido y fácil, ya que nuestro oficio es una carrera de fondo y nadie te prepara para ello, o lo aprendes tu sola o te pierdes por el camino, y eso no tiene nada que ver con el talento.


Torres, en el teatro “La Palma” de Teià. Allí empecé mi andadura por los escenarios y allí fue creciendo ese gusanito que cuando te entra ya no te suelta!

-¿Qué persona crees que ha influido más en tu carrera? Cuando era pequeña en mi casa se veía mucho cine, así que más que una persona concreta, me vienen a la mente grandes actrices de la época dorada de Hollywood como: Katherine Hepburn, Greta Garbo, Vivien Leigh... Las adoro, crecí viendo sus películas y recuerdo que despertaban en mi una profunda admiración, me fascinaban esas películas en blanco y negro en las que me podía sumergir y perderme durante horas.Y resulta que aquello que tanto me fascinaba era una profesión! Así que decidí que eso es lo que yo quería ser de mayor. -¿Crees que todavía se ha de luchar mucho por la igualdad entre hombres y mujeres dentro de

la profesión? Sí, totalmente, es un tema que está en todas las profesiones y la nuestra no es una excepción. Hay muchas mujeres directoras, guionistas, creativas, con historias interesantísimas por explicar, a las que se les ha de dar la oportunidad de llevarlas a cabo, porque cuando eso sucede aparecen películas maravillosas como “Estiu 1993” de Carla Simón.Vendría muy bien una regeneración de historias, historias sobre mujeres y escritas por mujeres, y así refrescar un poco tanto tópico y tanta historia llena de testosterona en el celuloide!

-¿Cómo te gustaría verte profesionalmente hablando dentro de 10 años? Con una muy buena trayectoria a mis espaldas, tanto en teatro, como en cine y televisión. Firmemente consolidada en mi profesión. Y con grandes perspectivas y muy buenas propuestas por delante, entre las cuales tener el privilegio de poder elegir las más interesantes.



LAURA SANCHO

¿Porque decides en un momento de tu vida ser actriz? Desde los 16 años formé parte de una asociación de barrio donde hacíamos teatro, danza y canto coral. Durante muchos años esta parte artística formó parte de mi vida y notaba que me llenaba más que cualquiera del resto de las cosas en las que trabajaba o estudiaba, pero no me podía permitir dejarlo todo y dedicarme exclusivamente a estudiar teatro, a parte que en mi casa no estaba bien visto por parte de mi padre. Me hablaron de la escuela Memory, donde se podían estudiar todas las disciplinas en horario nocturno. Me apunté, entré directamente en segundo y una vez dentro me dio la fuerza y los contactos para poder presentarme a castings. Una amiga me pidió que me presentara con ella a un casting para una obra del director Calixto Bieito y a ella no la cogieron y a mi sí. Así empezó mi carrera.

¿Te has arrepentido alguna vez de tu decisión? Arrepentirme no sería la palabra, porque me encanta mi profesión, pero si he pensado alguna vez que quizás me irían mejor las cosas con un trabajo más estable, pero como ya lo he tenido y ya se lo que es, enseguida lo borro de mi cabeza. Mi profesión me hace muy feliz.

¿Qué persona consideras más importante en tu trayectoria laboral? No podría decir una sola persona. Josep Costa que me ofreció papeles increíbles como Sally Bowles, Teresa Devant con la que he disfrutado al máximo de la interpretación y la que me presentó a un guapísimo actor que luego sería mi marido, Esteve Rovira quien me ofreció la gran oportunidad de trabajar en televisión y sobretodo Ivan Campillo, mi marido, actor, autor, director, mi gran apoyo en toda mi carrera profesional y con el que he compartido escenario tantas veces y

espero y deseo que hayan muchas más oportunidades porque es un placer.

En una de tus primeras obras teatrales, L’auca del senyor Esteve, al Teatre Nacional de Catalunya te dirige Adolfo Marsillach ¿Cómo era como director y como persona? Cuando Adolfo Marsillach vino al Nacional a dirigir l'Auca ya estaba enfermo. eEl espectáculo era de tal envergadura que tenía un ayudante de dirección que se encargaba de dirigir al elenco mientras el llevaba a los protagonistas. Por suerte lo pudimos disfrutar durante las últimas semanas antes del estreno. Marsillach desbordaba experiencia y sabiduría pero también gastaba bastante mal humor. Una experiencia inolvidable.

Hay una cierta crisis actual en el teatro, pero ¿Cuál crees que es el principal problema: falta de oferta, precios más baratos, no se hace suficiente promoción? Si, la crisis se debe a varios factores: se debería acercar más el teatro al público, sobretodo promocionándolo en todos los canales y medios de comunicación diariamente. Hay suficiente oferta y los precios no se pueden abaratar más porque si no, no saldría a cuenta, hablo sobretodo de salas alternativas, quizás en los teatros públicos si se deberían hacer más descuentos para llegar a un mayor número de personas con poder adquisitivo menor.

¿Crees que hay pocos papeles interesantes para mujeres de cuarenta años? Por supuesto. En general las mujeres ya lo tenemos más difícil para encontrar buenos personajes, tanto en cine como en teatro hay más papeles para hombres que para mujeres y si además tienes más de 40 todavía se complica más todo. Entonces es cuando empiezas a cuestionarte la profesión. En nuestro país muchas actri-




ces tiran la toalla y en Hollywood se operan de tal manera que parecen clones. Los 30 años no regresan, pero la experiencia de vida a partir de los 40 debería inspirar a autores y guionistas para escribir buenos personajes.

Tu pareja es también actor y director teatral ¿Eso ayuda o es peor? ¿Cómo es como director? A mi me ayuda, he tenido la suerte de trabajar juntos compartiendo escenario y también bajo su direcciín. Como actor nos compenetramos muy bien, tenemos mucha complicidad. Como director es exigente, perfeccionista y muy didáctico, el resultado siempre es genial

En la teleserie autonómica El cor de la ciutat hiciste el personaje de Iris, un transexual, ¿Crees que sirvió para dar una cierta visibilidad a un colectivo que normalmente no se representa en series de televisión? Pues si, era la primera vez que se trataba el tema en TV3, tuvo mucha difusión, nos entrevistaron en diversos programas entre ellos el magazín de la tarde donde invitaron también a una chica transexual operada y transformada en su totalidad, fue interesantísimo.

Buscando en tu currículum me ha sorprendido una obra, El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, representada en El Paso, Texas ¿Cómo fue esta experiencia? Viajar trabajando es de las mejores cosas que me han sucedido. La juventud de aquel momento también hizo que lo disfrutáramos aún más y tenía a mi pareja conmigo haciendo de Don Juan, ¡qué más se puede pedir!. Además el público fue increíblemente agradecido. En un momento de tu vida un hecho trastoca todo tu mundo. Te diagnostican cáncer de

pecho con todo lo que esto conlleva. Visto ahora en la distancia y que afortunadamente lo has superado, ¿Estamos preparados para afrontar un hecho así? No, no lo estamos. Ya nos cuesta despedirnos de un ser querido que por edad ya le toca marchar, imagínate una bofetada tan grande en un momento de la vida en la que te sientes joven, con proyectos de futuro, laborales y personales como tener hijos y te tienes que enfrentar a la muerte y batallar. Yo me derrumbé totalmente, lo reconozco, necesité medicación y terapia para sobrellevar todo el proceso.

¿Qué es lo que más te ayudó en momentos como estos? Tuve la gran suerte de tener cerca a unos amigos incondicionales que me acompañaron en el trayecto, también familia y sobre todo a mi amor y compañero de vida Ivan. ¡Gracias de nuevo a todos!

Últimamente te hemos visto en microteatros ¿Crees que es un género a reivindicar? Los microteatros son un género vanguardista que ha llegado en un muy buen momento a Barcelona y a nuestras vidas. En una ciudad en la que siempre trabajan los mismos actores, tanto en teatro como en televisión, el resto que estamos en un limbo extraño tenemos la suerte de reinventarnos y reivindicarnos en las distintas ofertas de micros que existen.

¿Cuáles son tus próximos proyectos? He tenido la suerte de conocer a unas actrices estupendas y maravillosas personas también con las que estamos trabajando en microteatro y pensado en nuevos proyectos. Deseo y espero también volver a trabajar en teatro alternativo como he hecho anteriormente en más de 30 montajes y en televisión claro.


MARIA MOLINS

Aunque ya habías empezado a trabajar hacía unos años, fuiste especialmente conocida a raíz del papel de Isabeleta en la serie autonómica El cor de la ciutat. ¿Qué supuso de repente convertirte en un personaje tan público? A nivel personal fueron ocho años de emisión del personaje, y eso al principio me producía alegría, la gente me conocía por la calle, en los restaurantes me dejaban pasar delante, etc. pero cuando llevaba ya cuatro años se me hizo bastante pesado, en el metro la gente me hacía fotos con el móbil etc.. Y eso se me hacía muy agobiante cuando no tenía un buen día. Pero al final llega un momento que ni te das cuenta de que la gente te señala por la calle o hablan de ti. A nivel profesional en cambio, supuso un antes y un después, salir en una serie de forma diaria te da una cierta proyección y los teatros públicos empezaron a contar conmigo para encabezar obras importantes, tuve unos años muy buenos. La televisión te da una repercusión que si la sabes aprovechar puedes hacer grandes cosas.

Tu personaje estaba muy influido sobre la religión ¿Cuál es tu opinión sobre ella? No queríamos en principio que el personaje formase parte de ninguna religión concreta, pero lo que más se parecía eran los Testigos de Jehová, que usan la Biblia para justificar cualquier acto de su vida cotidiana. Así que me metí un tiempo en una congregación para saber cómo manejaban esta temática. Pero bueno, con una vez tuve suficiente, incluso me inspiré en una de las personas que estaba allí. Personalmente no soy nada dogmática, me considero una persona espiritual, me he quedado con un amor muy grande por la libertad de culto de la persona. Creo que hay algo más allá, vida después de esta vida, energía que nos conecta a todos los seres hu-

manos. Poco a poco los dogmatismos tienen los días contados, los seres humanos somos cada vez más abiertos y conectados con la libertad. No creo que tengamos que movernos por patrones fijos, somos seres individuales conectados.

¿Fue difícil sacarte de encima el encasillamiento en este tipo de personajes? No fue fácil, porque el personaje, que en principio solo tenía que aparecer tres meses, tuvo muy buena respuesta por parte de la audiencia, y se quedó ocho años. Cada vez que acababa la temporada pensaba que se acabaría el personaje pero siempre acababan renovándolo. Es un personaje que gustó, que marcó. Lo malo es que por la calle la gente se pensaba que era como el personaje. En el teatro incluso la gente me llamaba por el nombre del personaje.

En 2016 entras a trabajar en la serie La embajada para Antena3, explícame tu papel en la serie. Interpretaba el papel de la secretaria de dirección dentro de una embajada en la que había mucha corrupción, la misma que puede haber hoy en día en este gobierno, pero trasladado a una embajada que está a miles de quilómetros de España. Mi personaje era el único que no estaba al tanto de la corrupción ni tenía acceso directo a los documentos. Caían sospechas sobre ella, pero al final se veía que no tenía nada que ver ni con los asesinatos ni con la corrupción.

¿Se notan grandes diferencias entre trabajar en una teleserie autonómica y trabajar en una serie a nivel nacional desde Madrid? La diferencia es casi nula, todos competimos con otras antenas. Pero si que hay una diferencia entre las televisiones públicas y privadas. Las privadas tienen una exigencia mayor en cuanto




a audiencia, por lo que la competencia es feroz porque si la serie no gusta al segundo capítulo la pueden retirar. En TV3 a nivel autonómico la audiencia está prácticamente asegurada, el nivel no es inferior, pero el ritmo de trabajo es bastante más pausado. En las privadas el productor ha de minimizar el riesgo económico, tienes menos horas para ensayar, para preparar los personajes, todo se acorta. Pero la ventaja es que todo el mundo tiene las pilas puestas a tope desde el primer minuto.

En 2010 te nominan como mejor actriz a los premios Gaudís por el film A la deriva, ¿Cómo viviste esta primera nominación? La primera nominación fue un sorpresón, me llamó la que era en aquel momento mi representante y no me lo podía creer. Pienso que yo entré en el cine tarde, pero fue por la puerta grande gracias a Ventura Pons, pero yo ya tenía una edad. Además era un personaje muy duro, pero me dio muchas satisfacciones.

Tres años más tarde ganarías por fin el galardón por tu papel en El bosc, un film rural con toques de ciencia ficción ¿Qué te interesó del personaje? El personaje era maravilloso, no tenía realmente mucho diálogo pero lo explicaba todo con los silencios, las miradas, con la relación con los otros personajes y en la dureza de la situación que le toca vivir. Lo definiría como una mujer rural, que durante la Guerra Civil vivía en el campo, cuyo marido terrateniente lo querían matar, el personaje se esconde en el bosque donde dos veces al año aparecen unas luces que al atravesarlas te llevan a un mundo fantástico. Dora, mi personaje, mientras, se quedaba sola en la casa debiendo hacer frente a la situación sin ninguna ayuda.

-Gaudís, Goyas, Oscars… supongo que toda actriz aspira a conseguir uno, pero ¿Real-

mente notaste que te cambiase la vida después de ganar el Gaudí o notaste que la profesión te percibía de una forma diferente? Poco después de ganar el Gaudí parí a mi hija y me centré muchísimo en cuidarla, se me llevó mucha parte de mi, pero fue lo mejor que me ha pasado. Tuve alguna oferta buenísima para rodar, por ejemplo en la India, que la tuve que rechazar. A los pocos meses ya empecé a rodar una co-producción internacional, con Inglaterra y Estados Unidos, Sebe, basada en la vida de Severiano Ballesteros, me fui a rodar en Asturias donde yo interpretaba a la madre del protagonista cuando era niño. En cuanto a la profesión no percibí un gran cambio por haber ganado un premio. Con el tiempo ahora ves cuando te ofrecen un trabajo que haber ganado un premio te da un cierto prestigio y las ofertas te vienen con la frase “sería un honor poder contar contigo”… Y la verdad, que alguien te trate así de bien me hace mucha ilusión.

Recientemente te hemos podido ver con el espectáculo Cabareta donde bailas, cantas, improvisas etc.. eres una todo terreno, y como se dice muchas veces (y con razón) si estuvieses en Estados Unidos te merecerías un musical de Broadway ¿Sigues teniendo la sensación que aquí se desaprovecha el talento de los actores? Me encantaría que alguien me ofreciera un musical a mi medida, es una faceta que he descubierto tarde, pero que me la he trabajado mucho. Me siento mucho una todoterreno, en Cabareta también doy rienda suelta a mi faceta de escritora, además de bailarina (entré en el Institut del Teatre en esa faceta) y además estudié Bellas Artes y me gusta pintar. En todas las facetas artísticas me siento muy a gusto, al contrario que con los números que me siento muy negada. Me siento también con ganas de dirigir en un futuro. Soy muy trabajadora, muy constante, me tomé en serio el hecho de cantar, ya había hecho cla-


ses de canto, pero me preparé un año entero con Ruth Bellido con la que encontré la técnica para poder estar tranquila en el escenario. Considero que tengo un espíritu jovial, continuo teniendo ilusión como cuando era una niña. Es verdad que Broadway es la meca del espectáculo porque destinan unos presupuestos astronómicos, pero aquí con los pocos recursos económicos que tenemos, Barcelona ha sido y es una ciudad referente teatral, hacemos proyectos muy interesantes.

¿Todavía recuerdas la primera vez que subiste a un escenario? Esto nunca se olvida si eres actor. Debía tener 4 o 5 años representando un cuento en el parvulario, tengo la sensación que lo pasé muy bien. Profesionalmente en cambio fue para bailar, mi carrera antes de ser actriz era la de bailarina, lo dejé porque tuve una lesión y fue una carrera que se truncó. Esa emoción y esas mariposas en la barriga no me las quita nadie.

¿Qué prefieres, cine, teatro o televisión? Yo cuando estoy haciendo una obra de teatro, pienso que es lo mejor, porque disfruto como una enana. En cambio, cuando estoy en el cine estoy rodando también disfruto porque es a lo que he llegado más tarde. El teatro seria como mi marido porque es con el que llevo más años juntos. Mi novio en cambio seria el cine, que todavía me despierta mucha curiosidad incluso técnica. Yo siempre parto de la verdad a la hora de actuar y pienso que me es más fácil ante la cámara, me gusta interpretar con los ojos y la cámara es la que mejor me capta. En televisión incluso tengo la sensación que sigo con el formato cine, porque la calidad muchas veces es la misma y los equipos técnicos que trabajan, directores o guionistas también ayudan. Cada vez se parece más uno a otro lenguaje.

Tu papel de Ágata en la teleserie autonómica La Riera fue un cambio radical en tus registros, un personaje totalmente liberado sexualmente y que además usa su condición para competir de igual a igual con los hombres. ¿Qué es lo que más te atrajo del personaje? Fue un regalazo que me hizo el director, Esteve Rovira y la guonista, Silvia Munt, con la que tengo una gran amistad. Ágata de hecho era un personaje real que existió, que se dedicó durante un tiempo a la prostitución de lujo que al final murió. Formaba parte de la clase alta y que a pesar de tener estudios y medios, decidió libremente ejercer esta profesión. Rompía en público con todos los tabúes de su clase social, era una especie de rebelde con causa. Yo descubrí la libertad con mayúsculas interpretando este personaje. A las mujeres y sobre todo a las actrices, ¿todavía les queda mucho terreno por conquistar en la lucha por la igualdad? Todavía falta muchísimo camino para la igualdad profesional y más todavía para la visibilidad. Nos llegan muchas veces muchas propuestas de guiones con personajes femeninos estereotipos: eres la buena, la mala, la puta… o eres la mujer de o la mujer. Hay pocos personajes donde se vean las aristas, los claros, los oscuros, que hayan matices. En cambio los personajes masculinos sí que son así y es injusto. El feminismo lo que lucha es para que no hayan tantas barreras ni tantas definiciones, que diluyamos un poco más los límites entre masculino y femenino. El camino todavía es largo y no habrá visibilidad hasta que no haya el mismo número de autores y autoras, directores y directoras etc.

Recientemente has sido madre, ¿Te ha cambiado el orden de prioridades en tu vida? Cuando eres madre te cambia el orden de prioridades, no alteras el orden sino que entra algo tan importante que altera todo lo que está a tu alre-



dedor. Cuando interpretas a una madre, habiendo sido madre es diferente porque tengo las herramientas y la experiencia para hacerlo de otra forma. Mi hija no solo ha entrado en mi vida, sino que afecta a mi profesión en positivo, y pienso que ahora soy menos egoísta. Cuando me dieron el Gaudí, compartí experiencias con el director Bayona y él me decía que prefería elegir actrices que habían sido madre porque decía que sacan una parte de sí mismas que es más verdad, más animal. Y es verdad, yo no conocía mi parte animal antes de haber parido.

¿Qué le aconsejarías a tu hija si quisiera seguir tus pasos en la interpretación? Intentaría ayudarla, pero sin modificarla o influirla o ser dogmática. Me gustaría que descubriese el mundo de la actuación desde la libertad, pero sobre todo le diría que en esta profesión se ha de trabajar mucho y tener mucho amor por ella, ha de ser una vocación sino no estarás nunca preparada.

Tienes a punto de estrenar El árbol de la sangre de Julio Medem ¿qué puedes contarme de tu personaje? Ha sido una gran oportunidad que me ha dado el director y la directora de cásting, Rosa Estevez, es un personaje bonito, grande, no puedo contar nada del personaje, pero Julio dice que es su mejor película, era un guión que tenía en un cajón hacia años y habla de algo muy íntimo y familiar para el director. Ocurre en tres zonas de España, en Catalunya, País Vasco y Andalucía son tres familias que por sangre se ven truncadas en un mismo árbol.

¿Impone trabajar con un director como Medem? ¿Cuál es su método de trabajo? No impone nada, es una persona de una grandísima sensibilidad, enseguida entendí lo que quería, porque era muy cercano. Me emocionaba lo que explicaba y era muy fácil de construir el personaje. El habla muchísimo de los personajes, estuvimos ensayando 3 o 4 semanas antes de rodar y el graba los ensayos y a partir de ahí decide el rodaje.

Esta profesión te ha permitido conocer numerosos actores pero… ¿Eres mitómana? Siempre he sido mitómana, lo era de pequeña pero cada vez menos. He ido conociendo grandes personalidades y veo que hay una humanidad detrás del personaje. Con Julio Medem tenia nervios el dia anterior pero luego lo conoces en persona y conectas muy fácilmente. Cada vez entiendo mas la vida desde la humanidad.

¿Cómo te gustaría verte en unos diez años profesionalmente hablando? Me gustaría haber trabajado en varias películas, seguir dando rienda suelta a la hora de crear nuevos espectáculos, me gustaría seguir cantando porque me da muchas alas y me hace conectar con el público. Mi padre era pianista así que pasé buena parte de mi infancia escuchando música, forma parte de mi adn como la pintura porque mi madre es pintora. Me gustaría seguir haciendo teatro con obras que me motiven muchísimo, ya que se me lleva buena parte de mi energía, tengo que dosificar esa intensidad que dedico al teatro. Y por que no, dirigir?. Fotos y texto: Guillem Medina



LOS CLÁSICOS

GUY BOURDIN

The Color of the Seventies



Guy Bourdin, de nombre real Guy Louis Banarès fue un dibujante y fotógrafo de moda y de publicidad francés (nacido en París, en 1928 y fallecido en 1991), uno de los más destacados de la segunda mitad del Siglo XX. Fue un personaje obsesionado y apasionado por su trabajo que construyó un mundo de imágenes surrealistas, extrañas, llenas de violencia y sexualidad. Al año de nacer, fue adoptado por Maurice Desire Bourdin y su madre, Marguerite Legay, quienes lo criaron. Durante los años 1948 y 1949 asumió labores militares en la fuerza aérea de Francia. Aquel año, recibió su primer entrenamiento en fotografía y fue destinado a vivir en Dakar, Senegal.

En 1950, exhibe por primera vez su trabajo, un conjunto de dibujos y pinturas en la galería Rue de la Bourgogne en París. Dos años después, ofrece una muestra fotográfica en la Galerie 29. Este catálogo incluye una presentación del artista estadounidense Man Ray. En 1955 se publicaron sus primeras fotografías de moda, en la portada de la revista Vogue francesa. En 1961 se casó con Solange Louise Gèze, que le daría un hijo, Samuel, y moriría 10 años más tarde. En 1967 fue el responsable de la campaña publicitaria de la marca de calzados Charles Jourdan (para el que trabajaría hasta 1981), además de realizar su primera editorial de fotografías de moda en las revistas Harper’s Bazaar y Photo. Durante los años siguientes, Bourdin realizó editoriales de moda por primera vez para la revista Vogue, en su edición italiana en 1972 y su edición británica en 1974. Mientras tanto, en 1973, sus fotos fueron requeridas por la agencia de publicidad Mafia, en París. En 1975, elaboró las fotografías publicitarias para el diseñador japonés Issey Miyake. Al año siguiente, realizó el catálogo de lencería de la marca Sighs and Whispers para la tienda Bloomingdale's de Nueva York. También participó en campañas publicitarias para los diseñadores italianos Gianfranco Ferré y Gianni Versace, además de la marca Loewe. En 1977, realizó su

primer editorial fotográfico para la revista Vogue Hommes. Sus imágenes fueron mostradas en la gira de exhibiciones llamada The History of Fashion Photography en diversos locales de Estados Unidos, incluyendo el Museo Internacional de Fotografía., la Casa George Eastman y los museos de arte moderno de Rochester, Nueva York y San Francisco. Al año siguiente, Guy confeccionó la campaña publicitaria para el diseñador francés Claude Montana, además de colaborar nuevamente para la feria de arte Photokina 66 y realizar calendarios para Issey Miyake y la marca de cámaras fotográficas Yashica. En 1981 confeccionó el calendario de la marca Pentx. En 1985, realizó la campaña para el diseñador francés Emanuel Ungaro.En ese mismo año el Ministerio de Cultura de Francia le otorgó el Gran Premio Nacional de Fotografía, pero Bourdin se negó a aceptarlo. En 1988, el Centro Internacional de Fotografía, de Nueva York, le otorga el premio Infinity Award.Muere en 1991.

En 2001, aunque él había dicho que destruyeran su archivo, su hijo Samuel Bourdin co-edita con Fernando Delgado un libro "Exhibit A" con las obras más artísticas de su padre. En 2003 se realiza una exhibición retrospectiva en el Victoria & Albert Museum de Londres, que después viaja a la National Gallery of Victoria en Melbourne y al Jeu de Paume en Paris. En 2010 se realiza por primera vez una exposición en España: La Comunidad de Madrid presenta en su Sala Canal de Isabel II. Calificado de exigente en sus sesiones, una de sus modelos confesó que para trabajar con él había que ser masoquista. Es uno de los primeros fotógrafos en crear una narrativa compleja para sus sesiones, extraer un momento (provocador, sensual, siniestro), un fotograma de esa historia y plasmarlo en una fotografía de moda. Junto a Helmut Newton es uno de los artífices de que las publicaciones de moda se acercasen a la fotografía artística.Las imágenes de ambos inundaron el Vogue de elementos fetichistas, zapatos de tacón imposible, corsés, cuero ceñido.




"los Ăşnicos retratos honestos son los de personas muertas o inconscientes"







BIBLIOGRAFÍA


Les Dieux du Stade CALENDARIO 2018 por Errikos Sandreou



LA ENTREVISTA

RAÜL TORTOSA

“El hecho de formar parte de esta profesión y vivir la realidad del sector, que es muy dura, te pone los pies en la tierra y ya sabes qué se esconde detrás de las alfombras rojas y el postureo”



Seguramente su rostro os sonará de teleseries españolas como Acacias 38 o El secreto de puente viejo. Pero la carrera de Raül Tortosa pretende ser una carrera de fondo superando mil y un obstáculos, trabajando donde le llamen y entregándose al máximo en cada nuevo proyecto. Seguro que sus respuestas no os dejan indiferentes

En un momento de tu vida te planteas dejar la carrera de Veterinario que es lo que estudiaste para dedicarte a la interpretación, ¿Cuál fue el detonante? Detonante?… no recuerdo ningún detonante concreto más allá del hecho de que me di cuenta de que la medicina veterinaria no sería la profesión con la que me sentiría satisfecho. Eso sucedió en mitad de la carrera y después de haber hecho prácticas en clínicas veterinarias durante dos años. La veterinaria es una profesión muy hermosa y también una profesión que conlleva una gran responsabilidad. Al fin y al cabo estas trabajando con seres vivos y su salud depende de ti. Yo tenía claro que, si trabajas como veterinario, tienes la obligación moral de ser muy bueno porque cada paciente se lo merece. Llegar a eso implica dedicarse en cuerpo y alma a estudiar y mejorar continuamente y para ello tienes que sentir esa vocación y asumir esa responsabilidad y no era mi caso. Ahí empezó todo. En ese momento me planteé reorientarme hacia el rodaje de documentales sobre naturaleza (se ve que en esos equipos participan veterinarios y biólogos), pero la idea no prosperó. A pesar de todo, acabe la carrera y, por casualidad, hice un curso intensivo de verano de interpretación y fue ahí donde descubrí lo que realmente me movía. Desde siempre me había gustado el cine y de pequeño hacia videos de magia y hasta dos cortos de miedo con mis hermanos y unos amigos, pero nunca me planteé la posibilidad real de ser actor hasta ese verano. Así que me formé en interpretación y compaginé mis primeros trabajos como actor con trabajos en investigación biomédica. Hasta hice un máster en

neurociencias y el doctorado en medicina veterinaria!

¿Recuerdas tu primera actuación frente al público? ¿Cómo te sentías? Si te refieres a mi primera actuación profesional en teatro, fue en el Teatre Gaudí Barcelona, con la obra Tu digues que l’estimes, con la compañía Apunta Teatre. Yo me incorporé al espectáculo sustituyendo a otro actor y cuando la obra funcionaba desde hacía tres meses. Yo abría la obra con un monólogo en un teatro que tiene como peculiaridad el escenario en el medio y el público alrededor del mismo. Imagínate la presión… No olvidaré la sensación de estar esperando detrás de bambalinas, sintiendo como se hacía el oscuro en el teatro y como subía la música que daba pie a mi entrada. Era una sensación de que el mundo se acabaría antes de que yo saliera a escena, de que eso, por alguna razón, no iba a suceder. Pero sucedió y fue como entrar en un tobogán hasta los aplausos finales. Tengo muy buen recuerdo de aquella noche. Después de tantos años y haber conocido tanta gente ¿cómo llevas el tema de la timidez? Bueno, yo me considero tímido pero creo que con el tiempo he mejorado en este aspecto. Me dicen que si empiezo a hablar, no paro, pero de eso no soy muy consciente. Lo que sí que no soy es un relaciones públicas. No me va el rollo de hablar y hablar por hacer la rosca y todo eso que se lleva tanto. Si la persona me cae bien y estoy a gusto, adelante! Pero si no, que no me busquen.

Hablando de actores que impresionan, participaste en un episodio de Juegos de Tronos que era uno de tus sueños, ¿Cómo surgió la oportunidad? Si, participé en un episodio de la sexta temporada. Fue una experiencia genial. La oportunidad surgió cuando abrieron la convocatoria de extras para rodar en Girona. Yo tenía claro que lo iba a hacer.




Me daba igual hacer de extra porque el motivo no era puramente profesional; eran las ganas de ver de cerca como se hacía la adaptación de unos libros que me parecen una obra maestra. Si eres seguidor de la saga y vienen a la puerta de tu casa a rodar y te dedicas a esto, ¿cómo no lo vas a intentar? Así que le dije a mi representante que iría a hacer las colas para la selección de extras y recuerdo que ella me dijo que no valía la pena, desde el punto de vista profesional, claro, pero le dije que era cuestión de admiración por la serie, que ya sabía que probablemente sería el ciudadano de King’s Landing número 367 y que no me importaba. Hice las colas, me hicieron las fotos de rigor junto a las otras 2000 personas y al cabo de unas semanas recibií la confirmación de que me habían seleccionado para hacer de ciudadano de King’s Landing. Y eso ya moló mucho, ja ja ja. Semanas después de hacer las pruebas de vestuario, etc. me llamó la representante y me dijo que habían contactado con ella porque les faltaba un actor para hacer de capitán de un ejército y que, después de revisar mis fotos se habían interesado por mí. Fui de nuevo a Girona, consideraron que encajaba, hicimos una nueva prueba de vestuario y de ahí, a ensayar la escena y a rodar durante cinco días. La vida tiene estas cosas.

¿Intimida participar en una producción de estas características? Un poco sí, porque nunca había visto un equipo de rodaje con tantos profesionales detrás de las cámaras. En la escena del asalto al Septo de Baelor debería haber unas 300 personas detrás de las cámaras y unos 600 extras entre soldados, monjes y ciudadanos, además de 6 de los protagonistas de la serie. Si lo piensas, intimida un poco pero a la vez es muy excitante. Y si además el director del episodio es Jack Bender, director de algunos episodios de Lost y Los Soprano, ya ni te digo.

En televisión, a nivel estatal, se te ha podido ver en diferentes series de época, una de las

primeras Acacias 38 donde interpretabas al duque Hermelando de Somoza (menudo nombre!), ¿Cómo llegaste a ella? Sí, creo que nunca volveré a interpretar un personaje con un nombre tan complicado. Nadie en el rodaje lo decíamos bien a la primera, así que al final se referían a mí como “el Duque”. El trabajo me llego gracias mi representante, Lis Vida, y a las directoras de casting Eva Leira y Yolanda Serrano.

¿Te gusta verte actuando y vestido en series de época? Que sea de época tiene sus pros y sus contras. El vestuario puede ser un arma de doble filo, ya que por un lado te facilita la construcción del personaje pero por otro, en algunos casos, puede llegar a ser un poco incómodo, más que nada por el hecho que no estamos acostumbrados a llevar este tipo de ropa y accesorios. Al principio te sientes raro, pero luego lo incorporas y pasa a sumarte mucho al personaje. Además aprovecho para decirte que el equipo de vestuario de la productora Boomerang TV, es espectacular. Lo que hace Tania Álvarez y su gente es para quitarse el sombrero (de copa en este caso).

Tú ya tenías experiencia en la televisión autonómica en series como El cor de la ciutat, La Riera… ¿qué diferencias viste entre trabajar en un sitio y en otro? Entre trabajar en El Cor de La Ciutat y en La Riera no había demasiada diferencia ya que el equipo y la manera de hacer las cosas era prácticamente la misma. Si comparo esta experiencia con la de trabajar en Acacias 38 o El Secreto de Puente Viejo, la cosa cambia. Principalmente por la duración de la jornada de trabajo, que en lugar de ser de 8:00 a 15:00 pasa a ser de 8:00 a 18:00 o más. Los capítulos de las diarias nacionales que he rodado son más largos y por tanto hay que dedicar más tiempo al rodaje. En algunos casos, cuando tienes 11 o 12 secuencias diarias puede ser realmente extenuante. Yo me quito el sombrero ante compañeros como Sara Miquel, Gon-


zalo Trujillo o Yara Puebla y tantos otros que defienden papeles protagonistas y que se dejan la piel cada día con jornadas interminables que, después de rodar, continúan en casa con el estudio de los guiones que se rodaran al día siguiente. Hay que verlo para entender el nivel de estrés que comporta este trabajo. Además de los horarios también difieren en que las últimas han sido series de época, por lo que los guiones son más difíciles de aprender y dominar. Sobre todo al principio, porque después parece que el cerebro te hace un clic y estudiar se vuelve más fácil. También, este tipo de lenguaje de época hace que pueda ser mas difícil alcanzar una naturalidad a la que estamos acostumbrados como espectadores, y como actores hemos de hacer todo lo posible para eliminar esa barrera.

Posteriormente te incorporas al reparto de El secreto de Puente viejo en el papel de Aquilino Benegas, ¿Cómo era tu papel? Pues Aquilino es un hombre de negocios que llega a Puente Viejo con un plan para reflotar el negocio de perfumería de la familia Dos Casas. Es un hombre con una moral un tanto discutible y que tiene el hacer dinero como máxima aspiración en la vida. La historia se complica cuando se encapricha de la hija de los Dos Casas y, mediante chantaje y aprovechándose de una mala racha sentimental de la chica, se aprovecha de ella. Yo me lo he pasado muy bien interpretando a este personaje y trabajando con este equipazo de Puente Viejo, que ya lleva 7 años de rodaje a sus espaldas. Además, hacer de malo siempre es divertido.

¿Eres mitómano ¿ Has tenido oportunidad de conocer a alguno de tus ídolos en el mundo del cine? Me gustaría conocer o haber conocido, a varios actores, actrices y directores a los que admiro. Paul Newman y Michael Caine. Seria genial char-

lar con ellos. O con Heath Ledger, por ejemplo. Supongo que es normal fantasear con escuchar a aquellos cuyos trabajos te han marcado o que son un referente para uno. En mi caso, Juego de Tronos me permitió conocer a algunos de los protagonistas de la serie y también al director del capítulo. Con Roger Ashton-Griffiths (Mace Tyrrel en la serie) estuvimos charlando un buen rato y me pareció un tipo muy agradable e interesante. Y ese interés o curiosidad nada tiene que ver con la idealización que nos vende el concepto de “starsystem”. El hecho de formar parte de esta profesión y vivir la realidad del sector, que es muy dura, te pone los pies en la tierra y ya sabes qué se esconde detrás de las alfombras rojas y el postureo. ¿Cómo es el ritmo de grabar una serie de estas características? En el caso de El Secreto de Puente Viejo y Acacias 38, el ritmo de rodaje es vertiginoso. Es lo que te comentaba antes, sesiones maratonianas que dependiendo del número de secuencias a rodar pueden llegar a las 12 horas y después tienes que añadirle las horas de estudio para la jornada siguiente. Si tienes un papel secundario, este ritmo es soportable porque no trabajas cada día y porque no se suele llegar a ese número de secuencias, pero los papeles protagonistas lo sufren bastante. Es muy duro, pero es trabajo.

¿A estas alturas de tu carrera qué prefieres teatro, cine o televisión? Mi escenario ideal sería el de hacer cine y series semanales o prime-time y alternarlas con teatro. No está mal ¿eh? Por imaginar que no quede! Creo que poder compaginar el audiovisual con el teatro es la combinación perfecta ya que los dos campos te permiten practicar herramientas y técnicas muy diferentes y eso hace del actor un profesional más completo. El teatro te permite vivir y disfrutar de un viaje completo del tirón, cosa que el cine o la televisión, no. Por otro lado, ser una



pieza del gran engranaje que es una película es muy reconfortante pero de otra manera. Lo dicho, preferiría compaginar las dos vertientes.

¿Qué es lo que más te gusta de la profesión, y lo que más detestas? Me gustan muchas cosas… a ver… el hecho de experimentar otras vidas y, en el caso del teatro, compartir a su vez esa experiencia con el público. La adrenalina que sientes cuanto te dejas llevar actuando es una sensación que te engancha. Es un poco loco, pero el mirar de verdad a tu compañero desde los ojos de tu personaje, que es otra persona distinta a ti, es mágico. Poder llegar a crear verdad es muy satisfactorio. Y que conste que no siempre se consigue… Y lo que más detesto, es la inestabilidad de la profesión. Es una profesión que choca directamente con la estructura que tiene nuestra sociedad ahora mismo. Ser actor o actriz y poder comprarte un vivienda o tener una familia es un deporte de mucho riesgo. Pero bueno, hay gente que se tira al ruedo y sale adelante. Pero es muy complicado.

¿Funcionas por libre o tienes agente? Tengo agente, Lis Vida, desde hace unos 4 años. Un agente es necesario ya que es la persona que está al corriente de los proyectos que van saliendo y a quien se dirigen los directores de casting a la hora de buscar actores y actrices.

Actualmente estás en gira con las obras de teatro Sota la Catifa y A voz ahogada, homenaje a Miguel Hernández ¿Por qué decides implicarte en estos proyectos y cómo son tus personajes? Con Sota la Catifa, con la que estuvimos en el Teatre Gaudi Barcelona casi tres meses el pasado verano, tenemos cerrados actualmente 7 bolos entre el mes de febrero y el mes de octubre

y esperamos que se vayan confirmando algunos más en los próximos meses. Nos gustaría además hacer una segunda temporada en Barcelona ya que la primera fue un éxito de público. Me incorporé a esta obra gracias a la invitación de Ramon Godino, un actor y buen amigo, con el que he trabajado en varios espectáculos teatrales. En esta obra interpreto a Alex, un detective privado que sufre de trastorno obsesivo compulsivo y que se ve envuelto junto a otros dos colegas de profesión en la investigación accidental de un posible asesinato. Creo que el éxito que está teniendo esta obra se debe a lo desenfadada que es, a su ritmo y a la química que hemos conseguido entre los cuatro actores (Ramon Godino, Jordi Cadellans y Óscar Jarque), algo que hemos trabajado a fondo con el director Oscar Molina.

Al proyecto A Voz Ahogada, un homenaje a Miguel Hernandez, de Iván Campillo, le tengo una estima especial por todo lo que me ha aportado el proceso de creación del personaje. Aquí interpreto a Lluís Martí Bielsa, un ex-preso político de la dictadura franquista al que he tenido la suerte y el honor de haber conocido. Creo que es la personificación de la integridad, del compromiso con las ideas, de la resistencia y de la lucha por lo que es justo. Si repasas su vida no puedes dar crédito a las cosas por las que ha pasado: combatiente republicano durante la Guerra Civil española, miembro de la resistencia contra los nazis en Francia, editor clandestino de propaganda antifranquista durante la dictadura, organizador del partido comunista en la cárcel Modelo en Barcelona, etc… Y si hablas con él ahora, a la edad de 96 años, destila una vitalidad y una energía propia de un joven de 30! Para la preparación del personaje, leí su autobiografía y tuvimos largas charlas. Fue un proceso precioso. Además, tener a Lluís de público en las representaciones (porque ha venido a muchas), hace que el espectá-




culo tome otra dimensión. Solo por verlo tan feliz, ya ha valido la pena tirar adelante este proyecto. Ha valido la pena por él, por todos los presos políticos y por poder ser un instrumento de transmisión de este pedazo de nuestra historia que muchos, los herederos del franquismo, pretenden enterrar y silenciar.

Vivir en Barcelona y trabajar en Madrid supone algún problema? Hablas con los compañeros de Madrid sobre la situación política y social reciente de Catalunya?¿Crees que entienden lo que está pasando? Principalmente supone un problema económico, ya que implica viajar constantemente en tren o en avión, y no resulta nada barato. Aquí en Barcelona se produce ficción, pero en Madrid se concentran muchos más proyectos, de ahí que los actores de aquí tengamos que movernos de un lado a otro. Si te sale un proyecto con cara y ojos, sale a cuenta decirle adiós al mar y vivir una temporada en Madrid. Sobre la situación política y social en Catalunya, si ha salido en la conversación con amigos de Madrid, en mi caso no ha sido un problema. Pero no me extrañaría si llega a serlo en alguna ocasión, ya que, por lo que he podido comprobar casi a diario, es que la información que le llega a la gente de a pie a través de los medios de comunicación está completamente sesgada. La mayoría de medios pertenecen a grupos que tienen intereses o “deudas” con ciertos poderes y estos últimos acaban dictando la línea editorial. Bueno, no es nada nuevo (leamos a Chomsky) pero no deja de ser alarmante. Con respeto, podemos hablar de todo y creo que tengo por amigos a personas respetuosas, así que no hay problema. Tu pareja también es actriz ¿Es más fácil convivir con alguien que también esté metido en la profesión o al final resulta muy monotemático? Tiene su parte positiva y su parte negativa. La

parte positiva es que entiende cómo funciona la profesión, los horarios, los cambios de planes a última hora, los ensayos, lo que conlleva preparar un personaje, etc. Por otro lado, la parte negativa es el detalle de llegar a fin de mes. Que las dos personas estén a merced de la inestabilidad económica inherente a esta profesión puede resultar en situaciones difíciles que requieren paciencia y perseverancia. Pero bueno, nadie dijo que esto sería fácil! En cuanto a si se vuelve monotemático… mmm, sí que es cierto que se tiende a hablar del trabajo, como en cualquier pareja, pero no creo que sea diferente de aquellas parejas que tienen un comercio o que trabajan en la misma oficina. Es muy llevable. Lo peor es si tus amistades son también del mundo de la farándula, ahí es cuando después de un tiempo, necesitas desconectar y hablar con gente que no tenga nada que ver con esta profesión.

Me ha sorprendido descubrir que participas en un grupo musical Una hora más, ¿cómo surgió este proyecto? Seguís dedicándole tiempo a la música? Si, sacamos un disco titulado Tiempo de Locos en el 2012 y estábamos preparando un segundo LP pero la cosa se quedó en el tintero. Lamentablemente creo que este último no saldrá a la luz. Cada miembro del grupo tenía sus prioridades y la música, si quieres llegar a algún sitio, como todas las artes, requiere mucho tiempo y dedicación. El ideólogo del proyecto fue mi amigo Iván Arnal, de profesión ilustrador, y fue él quien me invitó a que entrase en la banda para sustituir a la cantante que tuvo que dejarlo por motivos profesionales. Hacíamos pop-rock y fue muy bonito mientras duró. De hecho puedes escuchar el disco en Spotify y en YouTube puedes encontrar el videoclip dirigido por María Verdú de uno de los temas titulado Si Vuelves.

Tienes pendiente de estreno el film San Martí, explícame el argumento y tu personaje.


Sant Martí es una película de género slasher, o sea de sangre y vísceras, al estilo La matanza de Texas pero con toques de humor negro y ambientada en una Girona rural. La historia trata sobre un grupo de jóvenes que se dirigen a un festival de rock pero que acaban perdidos llegando a un pueblo con unos habitantes y unas costumbres un poco peculiares. Mi personaje es Romi, una estrella de Rock venida a menos y con problemas de adicción a cualquier vicio imaginable. La verdad es que fue un rodaje intenso y muy divertido del que me llevo muy buenos recuerdos.

Después de tu paso por Juego de tronos creo que te ha quedado el regusto de seguir encaminando tus pasos hacia la interpretación a nivel internacional. ¿América, Gran Bretaña… donde te llamen?

Me encantaría trabajar en el extranjero. Poder trabajar aquí y en otros países como EEUU o Gran Bretaña sería estupendo. Lamentablemente, no es dicho y hecho. Para poder trabajar en otros países necesitas superar una serie de trámites burocráticos que no son fáciles y conocer la manera de funcionar de la industria cinematográfica en el país de interés (agentes, plataformas de casting, productoras, etc…). Resulta que la globalización que nos vendieron a gritos es global sólo para lo que les interesa a algunos. Lo positivo es que trabajar en el extranjero no es imposible. Es ponerse manos a la obra, con paciencia, perseverancia y dinero. Dentro de un tiempo te explico qué tal. Texto y fotos: Guillem Medina



EL BOOK



FASHION WORLD


YVES SAINT LAURENT

El genio de la Rive Gauche


El legado de Yves Saint Laurent (1936-2008) es incuestionable aunque su carrera estuvo repleta de altibajos, de momentos de gloria y muchos otros de sombras y desequilibrios emocionales. Procedente de una acaudalada familia instalada en Argelia, pronto vio que su afición sería el diseño de moda. Animado por Michel de Brunhoff, redactor jefe de Vogue a principios de los años 40, estudiaría en la Chambre Syndicale de la Couture. El mismo Brunhoff también le animaría a presentar sus diseños a la casa Dior donde el gran maestro le acoge con los brazos abiertos y, a su muerte, le sucede como modisto de la casa de alta costura. Tan solo tenía 21 años. Pero en 1960 un hecho trágico trastoca su vida y su carrera: debe alistarse para hacer el servicio militar. No dudaría ni 20 días, teniendo que ser hospitalizado, sufriendo stress debido al trato vejatorio de sus compañeros. La casa Dior aprovechó para despedirlo y poner a Marc Bohan en su lugar, hecho que empeoró el estado de Saint Laurent teniendo que ser ingresado en el psiquiátrico de Val-de-Grâce donde fue tratado con electroshocks y le administraron sedantes y otras drogas. Con la compensación que le dieron en Dior y la ayuda de Pierre Bergé (pareja del diseñador durante décadas) abre su propio taller consiguiendo numerosos éxitos y algunos fracasos a partes iguales. Algunas de sus citas, como las expresadas por Chanel han pasado a la historia como “Un buen diseño puede soportar la moda de 10 años”. En los cuarenta años de Yves Saint Laurent al frente de su marca, éste dotó a la indumentaria femenina de vida, líneas rectas y elegancia, sacó la moda a la calle y entronizó y refinó prendas históricas como el chaquetón, el esmoquin, la túnica, el blusón marinero, el trench o la sahariana. Su relación con el arte se plasmó en una línea de vestidos inspirados en Mondrian. En el 71 consolidó el blazer y el traje de chaqueta a rayas en una colección que marcó un antes y un después. También lo hicieron la colección basada en China, la inspirada en África, la que lo hacía en Picasso, en Matisse, en el cubismo, etc...En 2002 el diseñador decide retirarse de la moda, el grupo PRP se quedó con la marca y puso como diseñador primero a Tom Ford, después Stefano Pilati y posteriormente Hedi Slimane. En 2008 Saint Laurent fallecía víctima de un cáncer. Su muerte fue muy sentida por sus amigos.









Nuevos rostros GEMMA IGLESIAS Lugar y fecha de nacimiento Barcelona 15/05/1989

Estudios de interpretación Empecé con 10 años a cumplimentar mis extraescolares de pintura, ballet y piano con unos talleres de teatro de Silvia Servan en la escuela "La unió" de Sant Cugat del Vallès. De allí, con 17 años, empecé a cursar dos años de interpretación en la Escola d'actors de Barcelona, dónde me enseñaron, cámara, mimo, clown, máscara neutra, comedia del arte, danza y esgrima. A los 21, entré en la escuela Coco Comin, allí estuve durante tres años y conseguí el título de Comedia Musical con especialidad en canto, teatro y danza. En aquella época también hice algún curso de técnica Stanislavski en el Col.legi del Teatre. Y hace un par de años, también hice un año de interpretación delante de la cámara con Esteve Rovira.

Persona que más te haya ayudado en tu profesión Creo que la persona que más me ha ayudado ha sido mi madre, la que me ha ayudado con mis estudios y ha creído en mí siempre.

Primera actuación ante el público Fue en una obra infantil en la que yo hacía de una princesa mala. Mi primer papel fue el de mala, malísima. Si hablamos de primera actuación profesional diría que fue en una obra en la que yo hacía de una presentadora de un programa de misterio, y entrábamos en una mansión encantada, dónde ocurrían cosas extrañas.

Actores a los que admiras Por dónde empezar, Jessica Lange, Meryl Streep, Natalie Portman. Son las tres primeras que me vienen a la cabeza, pero seguro que podría mencionar a muchas más. Lange en la segunda temporada de American Horror Story (y todas ellas) Streep en Agosto, por mencionar alguna reciente.

Interpretación de la que te sientas más orgulloso, Martirio, de La casa de Bernarda Alba ¿Por qué? Pues porque he tenido la suerte de poder interpretarla durante 3 años de mi vida. Suerte de tener entre mis labios un texto de Federico García Lorca. Y un personaje tan profundo como Martirio. Ella es oscura, pero de esa oscuridad que hemos vivido todos alguna vez en nuestra vida. La oscuridad de los celos, del no ser correspondido, del despecho. Simplemente, ha sido un gran regalo poder vivirla.

¿Qué es lo que más te gusta de la profesión, y lo que más detestas? Me encanta el trabajo de mesa, el experimentar, la incertidumbre, los nervios, la depresión en la que me veo envuelta en algún punto de la creación, el creer que no puedo y finalmente lograrlo, los ojos emocionados de personas entre el público. Amo esta profesión. Lástima que tengamos tan poca ayuda, lástima que seamos a veces tan difíciles de acceder por precios, y tan difícil de acceder a según qué círculos. Lástima que el arte esté en nuestra tierra tan poco valorado. Y por último, lástima que haya quién se aprovecha de la ilusión de las personas para poder hacer negocio, y no arte.

¿Teatro, cine o televisión? No puedo elegir. El teatro está vivo. La cámara es tan real en el modo de interpretar. No hay una sin la otra para mí.

¿Próximo proyecto? Estamos en proceso de creación de un nuevo espectáculo musical, en el que se habla de transtornos psicológicos con un toque de humor, pero con mucho cariño, respeto y empatía

¿Cómo te ves profesionalmente hablando en diez años? Espero que feliz. Sea como sea y dónde sea. Feliz y entre bambalinas.



Nuevos rostros DANI REBOLLO Lugar y fecha de nacimiento. 21-8-1979

Estudios de interpretación. El Galliner de Girona, El Timbal, Barcelona i l’Institut del Teatre

Persona que más te haya ayudado en tu profesión. Mi socio i amigo de batallas varia Juan Moliner.

Primera actuación ante el público. Con 15 años en el papel de Buby en Tres Sombreros de copa de Miguel Mihura.

Actores a los que admiras. Los que luchan día a día sin tener un gran escenario ni un sueldo digno, todos los que creen en si mismos, en sus sueños y capacidades.

Interpretación de la que te sientas más orgulloso, ¿Por qué? En el papel que hice en La vi(d)a del pollastre, una pequeña producción con la que recorrimos kilómetros y que me enseñó tantísimo de esta profesión.

¿Qué es lo que más te gusta de la profesión, y lo que más detestas? Admiro la pasión, detesto la soberbia. ¿Teatro, cine o televisión?

Teatro, siempre. Soy demasiado romántico.

¿Próximo proyecto? Un largometraje del que aún no puedo contar mucho.

¿Cómo te ves profesionalmente hablando en diez años? Trabajando, cómo no he dejado de hacer hace 25 años.



ICONOS


54

STUDIO Donde cualquier exceso estรก permido


Discotecas hubo y sigue habiendo muchas, pero si hay una realmente mítica esa fue Studio 54, local en el que se permitieron todos los excesos de mundo y donde se citaban la crème de la crème mundial. El local, que era un antiguo teatro, había sido una sede operística en 1927 con el nombre de Gallo Opera House, pasó luego a ser local teatral y de variedades y en los años cuarenta fue adquirido por la CBS que la empleó para retransmisiones de radio y televisión. En 1977 Steve Rubell, un empresario de la noche, decide adquirir el local situado en la Calle 54 Oeste en Manhattan junto a su socio Ian Schrager. Tuvieron suerte que en su camino se topase Carmen D'Alessio, relaciones públicas del modisto Valentino, la cual se ofreció a organizar la fiesta de inauguración. D’Alessio conocía prácticamente a todo quien valía la pena conocer y se llegaron a enviar cinco mil invitaciones. El opening fue todo un éxito y acudieron Diana Ross, Mick Jagger y su entonces esposa, Bianca, Salvador Dalí, Liza Minnelli, Donald Trump y su esposa Ivana, Debbie Harry, Brooke Shields, etc. Dos cosas caracterizaban el local: el férrero control en la puerta, tan aleatorio que permitía entrar a todo chico/a mono/a aunque fuese un don nadie, y a veces vetaba el paso a una estrella de

Hollywood. Una vez se traspasaba la puerta, cualquier exceso era permitido, los palcos del antiguo teatro servían para encuentros sexuales, se consumía el alcohol y la droga como si el mundo se fuese a acabar al día siguiente y cualquier exceso era bien visto. El propio Rubell aseguraba «El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría». Es bien conocida la fiesta de aniversario en honor a Bianca Jagger en la que esta apareció montada en un caballo blanco. Yves Saint Laurent, Andy Warhol, John Travolta, Grace Jones (quien cantó allí su versión de La vie en rose), Donna Summer, Eartha Kitt, Alice Cooper, Farrah Fawcett, Gia Carangi, Al Pacino y estrellas más veteranas como Elizabeth Taylor, Zsa Zsa Gabor, Gloria Swanson o Bette Davis fueron habituales incluso Amanda Lear le dedicó una canción al local y su peculiar fauna. En 1980 se vendió el negocio, no sin antes montar una gran fiesta de despedida por todo lo alto. Posteriormente se abriría y cerraría varias veces pero ya no fue lo mismo. Un dato más: también hubo un Studio 54 en Barcelona que abrió en 1980, estaba en pleno Paralelo, cerró sus puertas definitivamente en 1994, años más tarde que la original, y todavía hay nostálgicos que la recuerdan con cariño.







VIAJANDO


SUIZA Fotos: Mario Gil


Qué ver en Suiza:

Ginebra

Denominada ‘capital de la paz’ por ser sede europea de la ONU y Cruz Roja, Ginebra es uno de los imprescindibles que visitar en Suiza. El "Jet d'eau", surtidor de agua de 140 metros de altura en la orilla del Lago Lemán, es uno de sus símbolos más representativos, al igual que el “Horloge Fleurie”, reloj de flores del Jardín Inglés, que recuerda que nos encontramos en la cuna del prestigioso arte relojero. A escasos minutos en coche, el Mont Salève invita a irse de excursión en un paisaje de cuento.

Zúrich

Más de cincuenta pinacotecas, cien galerías y tiendas de antigüedades son la excusa perfecta para viajar a Suiza si eres un amante del arte. O, si prefieres la moda, en Bahnhofstrasse encontrarás las más renombradas marcas de moda, accesorios, joyas y relojes. Zúrich presume de la densidad de clubs nocturnos más alta del país, sin hora de cierre conocida, y especialmente destacables en la temporada estival, con muchos de ellos al aire libre.

Berna

Rodeada de campiña, el tiempo parece haberse detenido en las calles de su zona antigua, declarada Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco, y rodeadas de seis kilómetros de soportales bajo los que refugiarse de la intemperie o curiosear entre pintorescas tiendas y bares en bodegas subterráneas. Berna es otra de las villas que ver en Suiza y no necesitas más de un día para recorrerla, con paradas obligatorias en sus fuentes decorativas, Torre del Reloj y catedral.

Lucerna

Puerta de entrada a la Suiza Central, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones, es uno de los lugares más turísticos de Suiza. Su casco antiguo, con estrechas callejuelas y pintorescas plazas, le da ese aspecto característico de localidad medieval que puede contemplarse desde el puente de la Capilla, uno de los más antiguos de Europa, techado y de madera. En contraste, el modernísimo Centro de Culturas y Congresos (KKL) de Jean Nouvel.





Zermatt

Clásica entre los clásicos, esta exclusiva estación de esquí a los pies del monte Cervino es otro de los lugares de interés en Suiza, aunque no te guste lo más mínimo este deporte. Los vehículos que usan combustible tienen prohibida la entrada en un empeño por conservar su patrimonio histórico, aunque sí es posible circular con coches eléctricos. Accesible en tren desde Täsch y Visp, Zermatt es un destino mítico y único en los Alpes desde hace siglos, con restaurantes de altísimo nivel.

Verbier

Sede cada verano de uno de los festivales de música clásica más importantes del mundo, Verbier es la más cosmopolita de las estaciones del Valais, con incomparables vistas panorámicas sobre el macizo de Combins y el Mont Blanc. Si en invierno resulta ideal para esquiadores profesionales y principiantes, en verano se pueden recorrer a pie o en bicicleta más de 500 kilómetros de senderos señalizados, así como practicar parapente, golf o escalada.

Friburgo

Pocas ciudades pueden presumir de un casco medieval como el de Friburgo, con más de 200 fachadas góticas del siglo XV. Uno de los lugares más turísticos de Suiza invita a subir al ‘Funi’, funicular que lleva en funcionamiento desde 1989, sin electricidad ni gases contaminantes, y que utiliza aguas depuradas de la ciudad para impulsarse. Tampoco hay que olvidar la catedral, consagrada a San Nicolás, con una torre de 74 metros desde la que se divisa la urbe a vista de pájaro.

Interlaken

Una envidiable red de senderos, más de 45 ferrocarriles de montaña y funiculares aéreos convierten a Interlaken en el punto de partida idóneo para numerosas actividades y excursiones. Además, 200 kilómetros de pistas con acceso en telesilla o telesquí, y trayectos en barco por los lagos de Thun y Brienz,





10


SERIES DE

TELEVISIÓN

INOLVIDABLES DE LOS 70’


Los ángeles de Charlie (1976-1981)

La serie iba de tres antiguas policías que un señor llamado Charlie (al que nunca vemos la cara) contrata para trabajar en su agencia de detectives privados. Kelly era la guapa, Sabrina la lista y Jill la deportista de maravillosa melena e interminable sonrisa. Al terminar la primera temporada se le subieron los humos a Farrah, dejando la serie y siendo substituida por otros “ángeles” más sosos y con menos glamour.


Vacaciones en el mar (1977-1987)

La serie estaba ambienta en un barco de cruceros donde la mayor parte del pasaje eran antiguas glorias de Hollywood y jóvenes actores que debutaban. Allí los pasajeros se enamoraban, se enfadaban, reían y alternaban con el servicio. Los rostros de la tripulación se hicieron muy populares entre los telespectadores especialmente el Capitan Stubing y su ayudante Judy.


Starsky y Hutch (1975-1979)

Parejas de policías ha habido muchísimas en la historia de la televisión pero ninguna como la formada por Dave Starsky (el moreno) y Ken Hutch (el rubio). Pusieron de moda las americanas de piel marrón, las chaquetas de punto con motivos pirineicos y, sobre todo el vehículo con el que se desplazaban un Ford Torino del 75 rojo al que cruzaba una raya blanca en el lateral. Muchos quisieron copiar el modelo con resultados un tanto catastróficos.


Con ocho basta (1977-1981)

La televisión norteamericana nos ha ofrecido infinidad de familias de todos los tipos, desde los monstruosos como los Addams y los Munsters, a los ricos Ewing o Carrington. Los Bradford, en cambio, eran bastante más humilde, de hecho vivían todos del sueldo del padre, un humilde periodista del diario local. El peinado del más pequeño, Nicholas, y el guaperas de Tommy hicieron suspirar a las adolescentes del momento.


Baretta (1975-1978)

En los setenta abundaron las series de detectives, policías e investigadores de todo pelaje. Uno de ellos fue el barriobajero Tony Baretta que resolvía casos en Nueva York, y cuya peculiaridad era que vivía junto a una cacatúa blanca. Su protagonista, por mucho que lo intentó, no volvió a conseguir un éxito como este.


Kojak (1973-1978)

Telly Savalas ya tenĂ­a una cierta carrera en el cine con films como El hombre de Alcatraz, La batalla de las Ardenas, Doce del patĂ­bulo o 007 al servicio secreto de su Majestad. Pero Kojak le hizo popular a nivel mundial convirtiĂŠndose en un sex simbol a pesar de su calvicie. Su particularidad: siempre andaba con un chupa chup en la boca.


McMillan y su mujer (1971-1977)

El matrimonio que resuelve casos unidos permanece unidos. Esta debería ser la máxima de algunas series de matrimonio/detectives. La baza de esta serie era contar con la estrella Rock Hudson, ídolo de las féminas en los años 50 y 60 y de una asistenta interpretada por la siempre genial Nancy Walker. Puro kitsh setentero.


La casa de la pradera (1974-1983)

Michael Landon fue el culpable que pasásemos las sobremesas de los domingos llorando a moco tendido. La casa de la pradera, basada en las vivencias de Laura Ingalls, era un compendio de alegrias, desgracias, y algunas risas. Puso de moda la “moda rural” y cuando la cosa ya no dio más de sí, Landon se convirtió en un ángel en otra serie lacrimógena “Autopista hacia el cielo”.


Espacio 1999 (1975-1977)

Tras este profético título se esconde una serie de ciencia ficción bastante kistch, por no decir cutre, en la que una nave va surcando las galaxias encontrando nuevas especies. La pareja protagonista la formaban el hierático Martin Landay y la rubia Barbara Bain (pareja en la vida real), pero lo mejor era el personaje de Maya que se podía transformar en cualquier ser vivo.


Kung Fu (1972-1975)

Ver un chino practicando Kung Fu por los puebluchos del medio oeste norteamericano era tan raro como un perro verde, pero a pesar de todo la serie tuvo un éxito sin precedentes, y propició que se abriesen muchas academias de artes marciales en España. Su protagonista David Carradine se convertiría en una estrella y en los noventa volvería con nuevos capítulos.


INTERVIU


punto y final


Antonio Asensio fue el hacedor de Interviú, una de las publicaciones más representativas de la España de la Transición. Su fallecimiento dejó huérfanos los quioscos de prensa, pero Interviú siguió batallando por mantener su cita semanal con los lectores. Lo mismo le ocurrió a Tiempo, una revista de información política que salió para quitarle lectores a Cambio 16, la vedette de la Transición.

Interviú sale a la venta por primera vez en 1976 bajo el paraguas de la Transición, a la que encomendó sus célebres portadas. Interviú fue al destape lo que Tiempo a la política. La prensa de papel vivía una época dorada y la revista Interviú, que derrochaba esplendor, se permitía el lujo de pagar muy bien a sus colaboradores. Los mejor pagados en 1977 eran Josep Meliá y Emilio Romero, que por cuatro artículos mensuales cobraban 500.000 pesetas. El resto percibía algo menos, pero también era una cifra sustanciosa. Antonio Asensio había dejado claro que los colaboradores deberían estar muy bien pagados, y así fue.

Aparte de Romero y Meliá destacaban las firmas de Nicolás Sartorius, que a veces mandaba a su mayordomo a recoger el cheque y las de algunos articulistas químicamente puros, como Vazquez Montalbán, Francisco Umbral, Camilo José Cela, Fernando Claudín, así como Manuel Martin Ferrand, Cándido, Angel Antonio Herrera y Juan José Millas. Sin olvidar a José María García, Raúl del Pozo o Tip y Coll. También aparecían de pronto algunos fichajes arbitrarios, como El Lute y Bosé. Y Antonio Alvarez Solís, que aparte de director también fue una firma de lujo.

En cuanto a reporteros, Xavier Vinader enseguida se convirtió en un clásico. Brujuleaba por la política y sus aledaños ( ETA y el GAL) y entre sus éxitos los compañeros recuerdan un reportaje sobre "las gestoras pro amnistía, el bar Yon Cola y la discoteca Stadium", tema al que la izquierda radical vasca contestó quemando varios quioscos. Era su particular acuse de recibo. Eliseo Bayo, otro periodista con olfato de sabueso, triunfó con "el tráfico de armas en Los Pirineos" y María Antonia Iglesias, a medias con Germán Gallego, dio la campanada investigando el tema de "los bebes robados", un tema que los autores se tomaron como propio manteniendo las denuncias hasta el final.

Un reportaje que hizo época fue la juerga sexual de Roldán y sus amigos, un bombazo que debió de sonrojar a más de uno. Precisamente de ahí se extrajeron las fotos del ex director general de la guardia civil en calzoncillos que habrían de dar la vuelta al mundo. Pero no acaba ahí el Ricardo Cid Cañaveral se empleó a fondo con "el aceite de Redondela" y José Luis Morales escribió los crímenes de "Los Rosones", una investigación sobre unos hechos sucedidos en Galicia después de la guerra civil. Por este reportaje, el juez ordenó el secuestro del número de Interviú. Pepe Rielo, gerente de la revista y representante legal del grupo Zeta en Madrid, fue el encargado de ir a recoger los ejemplares secuestrados. "Estaban en los sótanos de la DGT. Yo mismo me los llevé".

Pepe Rielo recuerda una estrategia muy típica de Asensio: "Cuando no existía Defensor del Pueblo, nosotros éramos los defensores del pueblo. Si denunciábamos un tema, siempre aportábamos la



mitad de las pruebas y nos quedábamos con la otra mitad. Así, si respondían que mentíamos, sacábamos la segunda mitad y le poníamos el titulo que rezaba: "Tenemos las pruebas". Y las teníamos. En el caso del reportaje de los Rosones, Antonio Asensio quiso que se publicara la segunda parte titulando "POR ROSONES". Y ciertamente, tenía razón. La suya fue una decisión por Rosones. O sea, por cojones"

Pedro Costa, José Catalán, Enrique Barrueco, Manolo Cerdán y Antonio Rubio, completaban la pléyade de reporteros estrella. Y Luis Otero, que era un periodista a la medida de si mismo, un astro del universo Cela que brillaba como el que más. Junto a ellos, los ilustradores Martín Morales, Forges y Chumy Chumez.

Pero el buque insignia de Zeta no habría sido nada sin las chicas de portada, cuyo personaje más icónico fue Marisol, el primer desnudo en cuatricromía. Sin conservantes ni colorantes. Sin

siliconas ni aditamentos. En el número 16 de la revista, Marisol, fotografíada por Cesar Lucas, dio la mejor imagen de si misma, lejos del folklore de sus ancestros. De aquel número se tiraron 680.000 y Antonio Asensio dio una paga a los trabajadores por el éxito editorial. Más adelante se desnudó Lola Flores y la revista alcanzó 1.600.000 ejemplares de tirada, pero la puerta del éxito ya la había Marisol antes. Ese día, Asensio llamó a un notario y lo citó en los talleres gráficos donde se tiraba la revista para que a la vista del tacómetro, levantara de las vueltas que daba la rotativa. "El notario se llamaba José Aristónico García Sanchez", sentencia Pepe Rielo. "Eso no se olvida, como no se olvida que Marta Sanchez fue de las que más cobró o que con Sabrina repetimos la edición porque en la calle estaban vendiendo la revista fotocopiada". En los últimos años han sido las protagonistas de las diversas ediciones de Gran Hermano u OT las que han ilustrado las portadas y páginas interiores alegremente.









ICONOS

BEATLES VERSUS


ROLLING STONES


Si hay un grupo musical que haya marcado un hito en el mundo de la música ese es sin duda alguna The Beatles, o lo que es lo mismo: Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, cuatro de los músicos más talentosos del siglo XX. Aunque los principales compositores fueron el tándem Lennon-McCartney, tanto Harrison como Starr pusieron su granito de arena en muchas ocasiones, no solo en la interpretación sino también en la composición. Los cuatro formaban un equipo excelente, tanto musical como personalmente, y aunque algunos de ellos hubieran podido triunfar por separado, está claro que se necesitaban los unos a los otros para llegar a ser lo que fueron. Ellos fueron los precursores de un nuevo tipo de música, abrieron caminos a otros grupos que llegaron después, algunos duraderos y otros no tanto. Los Beatles cambiaron el rumbo de la música del siglo XX y podemos decir sin complejos que son los Mozart, Beethoven o Tchaikovsky de nuestro tiempo. Sin ellos nada habría sido igual, son unos genios musicales que llegaron en el momento preciso para cambiar la historia de la música. Estuvieron en activo desde 1960 hasta 1970, sobre todo grabando en estudio ya que su vida pública de conciertos acabo en 1966, pero en esos pocos años consiguieron más que muchos grupos que han sobrevivido muchos más años. Compusieron canciones memorables y grabaron obras maestras como Revolver, Sgt.Pepper’s, Abbey Road o Let it Be, siendo los primeros en utilizar instrumentos clásicos en sus canciones, llegando a grabar con grandes orquestas y cuartetos de cuerda para dejarnos joyas como Yesterday, Eleanor Rigby, Penny Lane, A Day in the life o Strawberry Fields Forever, entre muchísimas otras. Como decíamos antes, los Beatles abrieron el camino a otros grupos, y uno de ellos fue The Rolling Stones, los niños malos de la música en comparación con los Beatles que eran los niños buenos. El caso es que ni unos eran tan malos ni otros eran tan buenos, y aunque nos los quisieron vender como “enemigos”, la verdad que entre ellos no había rivalidad alguna sino una amistad

que se ha mantenido a lo largo de los años. La banda fue creada en 1962 y a día de hoy siguen en activo con el carismático Mick Jagger como líder, secundado por Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood, aunque a lo largo de los años otros miembros han ido subiendo y bajando del carro como es el caso de Brian Jones, fallecido en 1969 o Bill Wyman, entre otros. Su primer éxito fue una composición creada especialmente para ellos por Lennon y McCartney, I wanna be your man, y entre sus canciones más memorables se encuentran Angie, Start me Up, It’s only Rock & Roll y la popularísima (I can’t get no) Satisfaction. Los Beatles no solamente hicieron música, sino que crearon tendencia y todo lo que hacían, decían o lucían era lo más. Sus peinados fueron imitados por los jóvenes que pasaron de llevar el pelo literalmente enganchado con brillantina a llevar melenas sueltas con flequillo, algo que hoy en día nos parece normal, pero que entonces fue toda una revolución. Durante los primeros años los Beatles vistieron muy modositos con impecables trajes hechos a medida, camisas blancas o jerséis de cuello alto, estrechas corbatas y las llamadas botas “Beatle”, pero según fue avanzando la década cambiaron los serios trajes oscuros por pantalones de colores, fulares, corbatas anchas de estampados psicodélicos, abrigos de piel, americanas de grandes estampados, chalecos, y por supuesto las míticas gafas redondas de John Lennon. Ellos fueron los primeros en vestir la moda psicodélica que compraban en boutiques como Granny takes a Trip en King’s Road o en las míticas boutiques de Carnaby Street. Lo mismo se puede aplicar a los Rolling Stones, que de ir enfundados en serios trajes pasaron a lucir los más vistosos modelos de King’s Road. Y vosotros ¿de quienes sois? ¿de los Beatles o de los Rolling? La respuesta en nuestro caso no es nada objetiva: Beatles forever!! Texto: Núria Simón











En 1977 aparece en el mercado una nueva revista musical. Anteriormente ya hubo otras como Mundo Joven, pero Super Pop apuesta por un diseño rompedor y moderno y unos contenidos mucho más variopintos, casi siempre dedicados al público femenino (entre los 12 y los 18 años). El primer número que se entregaba con la revista Pronto tenía en portada a Camilo Sesto, Lorenzo Santamaría y Angel Nieto. Además destacaba un álbum de fotos de Miguel Gallardo y posters de Gallardo, Sandro Giacobbe y Paul McCartney. Y es que el tema del poster siempre fue imprescindible para atraer la atención, esos posters con fotografías, a veces hechas en conciertos, de dudosa calidad pero que servían para empapelar las habitaciones y suspirar mientras se estudiaba. Y fotos, muchas fotos, que luego se recortaban y se enganchaban en la carpeta escolar o en las libretas. Y es que por la revista pasaron todos, ídolos nacionales o internacionales, en noticias reales o inventadas. Eran habituales los grandes titulares como “El desnudo total de....” refiriéndose a una extensa encuesta que le hacían al famoso de turno o “En la cama con...” para lo mismo. O más lanzados todavía “La primera experiencia sexual de...” y es que la revista como el Nuevo Vale conectaba con una adolescente que empezaba a tener sus primeros escar-

ceos amorosos, y a la que hablaban con un lenguaje directo y claro sobre temas que le importaban. Además se regalaban todo tipo de merchandising, desde carpetas, libros con fotos, agenda con direcciones (reales) de los famosos... En cuanto al contenido, encontrábamos de todo un poco: noticias, cancionero, recomendaciones de cine, moda, pero sobre todo fotos y más fotos. Con el tiempo los gustos fueron cambiando y también los ídolos, aparecieron los Hombres G, Aha, Rob Lowe, Duran Duran, Spandau Ballet, Madonna (una de las pocas mujeres amadas, imitadas pero también odiadas), los personajes de Sensación de vivir, Michael Jackson en todas sus variantes epidérmicas, Mecano, los personajes de Crepúsculo, los de teleseries como El príncipe de Bel Air o UPA Dance e incluso las Spice Girls. La lista sería interminable. En su momento de mayor gloria la revista llegó a vender un millón de ejemplares. Pero en el 2011 las cosas habían cambiado y las ventas cayeron en picado. Por lo que la revista desaparece en su versión impresa, manteniendo algo parecido pero en formato digital. Lógicamente no es lo mismo y ya no tenía mucha razón de ser porque lo que el fan quería eran fotos (¿lo he dicho ya?), regalitos y cuantos más gadget con la imagen de su ídolo mejor, del que parecía que no se cansaban nunca.









LA ENTREVISTA


MARC FÀBREGAS

“Se han de aceptar todos los proyectos que te proponen, siempre y cuando te gusten, aunque la mayoría de las veces sea a modo de colaboración, porqué en este sector que hemos escogido, una de las premisas fundamentales es la visibilidad”


Marc Fàbregas a escrito, dirigido e incluso interpretado un buen número de cortometrajes y un par de largometrajes (Cuinant y Colisión). Actualmente prepara una webserie donde los personajes diseccionan el mundo de la pareja. Pero su mente no para de dar vueltas y cuando no encuentra el financiamiento posible para un proyecto rápidamente se pone con otro. Porque lleva el celuloide en las venas

Acabas de estrenar el cortometraje Rubicón, que podríamos decir que es una historia de venganza, ¿Cuál fue la génesis de estas historia? "Rubicón" nace con la idea de explicar seis historias de venganza, con el nexo en común, a parte de la temática, de que algunos de los actores repitan en las otras historias, pero al final el proyecto no cuajó. No teníamos presupuesto (que novedad) y cada uno hizo lo que pudo. A parte de “Rubicón”, hay algunos estrenados como “Ecuánime” de Hugo Cobo, “Poison” de Anna Camus y a “Room 109” de Andreu Rojas le falta poco. Ya que no podía hacerse la película y dado que ya había rodado y montado mí pieza, decidí sacarlo adelante en formato de corto. El cortometraje es un formato muy interesante, pero o lo puedo plantear de una forma diferente y jugar con él, o ya no le encuentro ningún atractivo. Así que tanto el punto de vista por el que opté durante los 16 minutos, como algunas licencias técnicas, creo que lo hacen, como mínimo, diferente a la mayoría de historias que pueden verse. Que después te interese o no lo que se cuente, esto ya es otro tema…

En este cortometraje vuelves a trabajar con la actriz Chus Pereiro con la que ya habías colaborado en tus dos largometrajes, Cuinant y Colisión. La conozco y sé que es maravillosa pero ¿Qué tiene para ti esta actriz? Conocí a Chus por casualidad (algo que pasa la mayoría de las veces, ¿no?) en el rodaje de una película y nos hicimos buenos amigos. Como persona era excelente, pero como actriz no la conocía mucho, pero me gustó lo poco que vi. Así fue como aposté por ella en mi salto hacia el largo-

metraje, lo mismo que ella hizo por mí. Y la verdad es que ahora no podría imaginarme “Cuinant” sin Chus.

¿Acostumbras a repetir con tus actores? ¿Qué han de tener para que te interesen? Me gusta tanto repetir con los actores como trabajar con nuevos, solo tengo una premisa, que sean buenos. A parte de Chus, el caso más claro es Octavi Pujades, con el que ya he rodado una película, una obra de microteatro y ha participado en las tres webseries que he dirigido. Para mí, los actores pueden haber trabajado mucho, pero si no me los creo, no hay nada que hacer. En cambio, pueden tener poca experiencia, pero si me los creo, entonces vamos allá. No me considero un gran director de actores, un buen director, no es aquel que solamente sabe dirigir bien a sus actores, sino que trabaja con aquellos que son buenos y que no te hacen perder un tiempo que en el rodaje es oro y así evitas tener que explicar mucho lo que quieres, repetir muchas tomas, etc. Por suerte, con los actores y actrices que he trabajado no ha sido así. “Cuinant” se rodó en 8 días, “Colisión” en 7, la webserie “13mil” con 8 capítulos, en dos días… Esto solo puedes hacerlo con actores que sabes que te va a funcionar. Si con buenos actores la cagas, el malo eres tú.

Cuinant, estrenada en 2014 fue tu primer largometraje, un hombre y una mujer en una cocina hablando sobre su relación ¿Fue muy difícil la gestación? No mucho. La verdad es que tenía (y tengo) un guión de cine negro, con actores de primera línea interesados y que estuve moviendo durante más de un año, iluso de mí, con productoras, yendo a televisiones, pidiendo ayudas, subvenciones… Nada. Al final, decidí tirar de ahorros, familia, amigos y conocidos y hacer algo que pudiera controlar yo solo, sin depender mucho de nadie. Y así surgió “Cuinant”, rodada en la cocina del piso donde vivía (y que ya no tengo), con solo dos actores y un equipo de apenas diez personas. Escribir el guión fue lo más fácil, como yo digo, una historia normalmente se sostiene de cuatro patas:




lo que has vivido, lo que te explican, lo que te inventas y tus referentes. Visualicé muy bien la planificación, algo nada fácil en una pequeña cocina, donde la cámara no sale de ella durante hora y media, y todo en 8 días, por lo que estoy muy contento con el resultado. Si ahora me preguntaras si la haría igual, te contestaría un sí rotundo si el tiempo y el presupuesto fueran el mismo. Y si salió como salió, fue gracias a todo el equipo, en especial a Miquel Sitjar, porqué salir en una película de un tipo que se estrenaba en la dirección de largos, a quien no conocía de nada y que encerraría en una cocina durante 8 días a finales de julio, con el horno en marcha sin aire acondicionado, la verdad es que lo que es necesitarlo, no creo que lo necesitara… Y, evidentemente, no me olvido de Chus y del brutal trabajo del resto del equipo que es muy probable que adelgazaran algunos quilos el verano de 2013.

¿Se puede entender este film como un decálogo de las relaciones de pareja? Por una parte, hablar de diez puntos en el caso de las relaciones de pareja sería quedarse corto, pero por otra, en el fondo a todos nos pasa lo mismo, los temas son comunes, los que cambiamos somos nosotros. En el caso de “Cuinant”, repaso algunos de ellos, como la confianza, los ex, los cuernos, el respeto y el despecho, con mejor o menor acierto, y me dejo otros, porqué si no, hubiese hecho una serie o vete a saber qué. Algunas de las cosas que me han dicho de “Cuinant”, y que más me han llegado, han sido cuando tanto hombres como mujeres se sentían identificados o conocían a alguien como Àlex i Paula, los personajes principales y únicos, de la película. Aquí me daba cuenta de que la ficción se acercaba a la realidad o incluso, porque no, la igualaba. En tu caso das clase en la escuela ESART

¿Qué ideas tienen los alumnos que quieren dedicarse al cine? ¿Son realistas o eres tú el que les has de inculcar el realismo? Creo que a los 16, 17 años no sabes muy bien que es lo que quieres hacer en la vida, con 44, yo todavía me lo pregunto a veces. Algunos de mis alumnos lo tienen claro y quieren ser directores de cine, de fotografía o directores de vestuario o de arte, pero la mayoría todavía está ojeando todas las cartas de la baraja para ver por cual apostar. No lo tienen nada fácil, pero tienen una cosa que con los años se va perdiendo: energía. Yo les digo siempre que hagan cosas, que no paren. Un buen amigo y actor me dijo una vez que se apunta a casi todos los proyectos que le proponen, siempre y cuando le gusten, aunque la mayoría de las veces sea a modo de colaboración, porqué en este sector que hemos escogido, una de las premisas fundamentales es la visibilidad. Tras unos meses sin hacer nada, lo tienes más difícil para volver a remontar el vuelo. Por esto les digo a los alumnos que cojan su móvil, su cámara y salgan a grabar cosas por el mundo. Nunca sabes que te va a salir y quien lo va ver. Les paso películas de muy bajo presupuesto que funcionaron muy bien, películas como "Clerks" (unos 30 mil dólares), "The Blair With Project" (60 mil dólares) o "Following" (6 mil dólares) , etc. Films que ellos pueden llegar a hacer. Creo que no sirve de nada introducir a los alumnos en el mundo del cine, con producciones de millones, algo que difícilmente conseguirán. Con títulos como los mencionados, ven que con poco se puede hacer mucho, y es el ejemplo que yo he seguido y que nadie me ha enseñado. Lo aprendí viendo estas películas y esto es lo que quiero que aprendan. Para mí, la realidad actual del cine es esta y muchos siguen viendo, solo, las grandes producciones que se estrenan en las grandes multisalas, ignorando otras más pequeñas y a menudo más interesante. Lo que sí que es verdad, es que ahora los chicos y chicas ven menos


cine, cuando realmente tienen muchas más posibilidades de hacerlo.

Tengo la sensación que muchas veces, cuando uno está estudiando cine o acaba la carrera, se está tan ofuscado intentando dirigir el primer cortometraje que luego no se sabe exactamente. Siguiendo con lo que te decía antes, tienes que lanzarte. Es como esquiar, que aprendes a base de hostias. Quien dice esquiar, habla de ligar, de conducir, de todo. No digo nada nuevo con esto, tienes que lanzarte… con un poco de cabeza, claro, no empezarás el guión de tu primer corto o película con una persecución de helicópteros, ni empezarás en el mundo del esquí bajando por fuera pistas… Pero se tiene que empezar, de eso no hay duda y nunca estaremos preparados. En 2007, hice un primer intento de lanzarme al largometraje y no me salió bien. Fue un desastre, no estaba preparado. Perdí dinero, tampoco quedé muy bien con el equipo, aunque nadie del equipo me reprochó nada, algo que les agradezco, pero no me gustó como hice las cosas. Aprendí la lección y me sirvió para llevar mejor “Cuinant” y luego “Colisión” y otros rodajes que he hecho después.

Tienes fama de rodar rápido y ser efectivo, ¿Es solo una cuestión económica o que ya tienes siempre las cosas muy claras antes de gritar “acción”? Rodar vale mucho dinero. Más allá de que el equipo colabore contigo, hay unos gastos técnicos que no te los quita nadie, igual que las partidas de producción del propio proyecto, como el transporte, dietas, alojamiento, por no contar con los mil y un imprevistos que van saliendo y que se tienen que solucionar sobre la marcha y al momento. Siempre he tenido claro que, encima que alguien te hace un favor, no puedes esperar que su vida gire en torno a la tuya. Si piensas esto, dedícate a otra cosa o espera a conseguir alguna subvención. Por esto que, ni se me pasa por la cabeza tener a una treintena de personas

a la espera de lo que digas, y contestes: "no lo tengo claro”, “ahora no lo sé”, “espera un poco”… Durante un rodaje, este tipo de respuestas son inadmisibles. Como he dicho, pueden surgir imprevistos, pero si el director no lo tiene claro, mejor irnos todos para casa. Así que siempre tengo claro dónde va la cámara y, previamente, he hecho antes un buen trabajo de preproducción, localizando, ensayando cuando se puede, probando material, conocer la previsión meteorológica por si ruedo en exteriores y un largo etc. Cuando todo son luces verdes, adelante, si después se van poniendo rojas, ya lo arreglaremos, pero si empiezas con luces rojas, adiós. Teatro, cine o webseries… tengo la sensación que tienes un cajón lleno de proyectos que todavía no han visto la luz ¿Cómo decides que una historia será cortometraje u obra de teatro? No te equivocas. Siempre he dicho que ante todo, soy guionista y normalmente siempre pienso antes como quiero que sea el recipiente final, si largo, corto, webserie, teatro, etc. A partir de aquí, empiezo a pensar en la historia y a darle forma. Y es importante decir que me cuesta dirigir algo que no he escrito, básicamente porqué siempre tienes otra manera de verlo, como es normal, y ya está liada. He dicho no a dirigir algún proyecto, (cortos más que nada) porque no lo veía claro, y si me meto, lo hago hasta el fondo. Lo digo por experiencia, porque he hecho alguna cosa a medio gas y no estoy del todo satisfecho. El formato que quizás últimamente me gusta más y en el que me siento más cómodo, es el de la webserie, porque lo puedes controlar con más facilidad y sin contar con un gran presupuesto y equipo, puedes hacer cosas muy chulas. El problema es la distribución, pero esta es otra guerra, por no decir la madre de todas las guerras. ¿Te quedarías con alguna de las tres disciplinas? Aunque como he dicho me siento muy cómodo





con las webseries, siempre he sido un fan del cine. Ver tu película por primera vez en una pantalla de casi cinco metros es algo impresionante. No hay nada igualable a esto, audiovisualmente hablando, claro. En casa, como mucho, tendrás un proyector que te dará para unos dos metros de pantalla y seguro que no lo oirás igual. Esto no quita, para nada, que encuentre interesante y necesario el teatro, la televisión o como he dicho antes, las webseries. Pero ahora no es tanto lo que prefiero si no las posibilidades que tienes de poder estrenar, durante cuánto tiempo y como hacer que el público lo vea. Con una media de 10 a 12 estrenos semanales en cines, con estrenos de decenas de series de calidad y de gran presupuesto en plataformas online como, Netflix, Amazon, Movistar, HBO, etc. Salas de teatro que están copadas muchas veces por grandes nombres y producciones, y con las pequeñas, que repiten con los mismos equipos y compañías, una y otra vez... Pocas opciones té quedan para que tu producción tenga visibilidad. ¿La solución? Ni idea... quizás hablar con Tommy Wiseau. En 2016 estrenas Colisión, de nuevo dos parejas que tienen más problemas de los que confiesan. Tengo entendido que te gusta

hacer cine negro, pero al final eres un experto en las relaciones humanas, ¿o quizás no? Experto para nada. Dime de qué presumes y te diré de qué careces... jajajajaja... No, en serio, nunca he presumido de nada, lo he dicho porque me hacía gracia. Creo que no hay nadie "experto en relaciones humanas" si lo hubiera, la gente se daría con todo para contratarlo (yo también). La verdad es que me interesan mucho las relaciones humanas, en concreto las de pareja y más en concreto las que son entre el hombre y mujer. Quizás es el pensar en cómo dos seres tan diferentes se atraen y se repelen con tanta... ¿facilidad? Cómo puede ser posible que de la noche a la mañana, o de la mañana a la noche (para los malpensados), todo se puede haber acabado. Y sí, otro género que también me gusta mucho es el cine negro, donde los supuestos antagonistas o "malos" de turno, no lo son tanto, y el policía, o el "bueno", no es como nos pensamos... Algo que, tristemente, es fácil de ver reflejado en la sociedad actual.

¿Hombre y mujeres están predestinados a no entenderse? Supongo que para muchos vivir así es normal, o lo han hecho normal, antes de atreverse a dejar


la relación, en el caso de que hablemos de parejas, claro. En una relación de amistad entre un hombre y una mujer, siempre y cuando sea clara por ambas partes (y no solo por una) es fácil que ambos sexos se entiendan. Conozco a mujeres con las que me entiendo muy bien, porqué los dos nos vemos igual, como amigos, o esto es lo que hemos hablado, porque si ya no somos sinceros, apaga y vámonos. Pero también ha habido mujeres con las que no me he entendido y que, más allá de coincidir o no en la forma de ser y en ver las cosas, son los sentimientos en lo que no coincidíamos... Siempre me ha gustado la frase "es el momento de superar nuestra amistad", pues cuando uno decide esto y el otro no, es bastante probable que la relación se vaya a hacer puñetas. Tanto rollo y creo que no he contestado la pregunta, así que diré que supongo que en el fondo no, no nos entendemos, y la "gracia" es tratar de arreglarlo, cosa que a veces pasa y otras no.

De hecho en tu nueva webserie vuelves a tocar el tema de la pareja y cómo reaccionan los miembros de cada una frente a un problema ¿Cómo surgió la idea? Siempre estoy buscando nuevas ideas y recu-

peré una serie de la HBO del 2007, titulada “Dime que me quieres”, que lamentablemente solo tuvo una temporada, en la que se explica la relación entre 4 parejas, que van de los 30 a los 60 años. Algunos visitan a una terapeuta y, con los problemas que van saliendo, empecé a pensar en construir algo sencillo y con cierta originalidad. Quise buscar parejas de actores en la vida real o que lo habían sido, y la verdad es que hay bastantes que lo son, algo que ha hecho que saliera mucho mejor. Seguían un guión, del que también soy responsable, pero siempre me ha gustado que los actores aporten lo que crean necesario, porqué he comprobado que la mayoría de las veces es para mejorar y así ha sido. Lo importante, y es una de la cosas que destacaría por encima de todo, es que en “Me quieres o no”, nos lo hemos pasado de coña grabando los capítulos y después montándolos y esto se nota en el resultado, a ver si pueden verse en breve.

Pongamos que tengo una idea buenísima para realizar un largometraje, y no necesito mucho dinero para financiarlo ¿Qué pasos debo seguir? Primero tienes que tener las ganas y contar con energía y tiempo suficiente para poder llevarlo a


cabo. No estás escribiendo un libro por lo que no solo depende de ti, sino de todo un equipo en el que tienes que confiar, sino estás muerto antes de empezar. La preparación es esencial, tienes que intentar tapar todos los agujeros que puedan ir surgiendo, ya que durante el rodaje, cada problema se multiplicará por diez y te será mucho más difícil encontrar la solución. Una vez esto claro no, clarísimo, tienes que marcar el tiempo de rodaje (días y horas), algo que es muy complicado, pero tienes que hacerlo. Si tienes a alguien de producción (altamente recomendable) y un ayudante de dirección, te pueden echar un buen cable al respecto, si no, te las apañas tu solo. Durante el rodaje, para mi es esencial no perder los papeles. Los otros los pueden perder, tu no, no te lo puedes permitir. Una fuerte discusión puede arruinar un rodaje, con lo que esto supone, no sólo económicamente, sino también por todo el equipo que te ha apoyado en todo momento. Y, finalmente, y no menos importante, hablamos de la posproducción: montaje, sonorización, color… Como mejor se haya hecho el trabajo durante la preproducción y el rodaje, menos trabajo tendrás aquí. Esto es lo que a mí me ha funcionado y no significa que existan otras opciones, evidentemente, pero todo esto no creo que sea lo más difícil. Lo realmente difícil es saber que hacer una vez tienes tu película acabada, como moverla, la promoción o en una palabra: La distribución. Y aquí, si no tienes a alguien que sepa moverlo bien y no te has dejado algo del presupuesto para invertir, podrás tener una muy buena película, pero que solo va a ver tu equipo, familiares, amigos y algunos conocidos.

En Catalunya siempre se dice que se ha de impulsar el cine de aquí, pero a la hora de la verdad, ¿Se puede optar a ayudas por parte de los organismos oficiales sin enchufe? Supongo que sí, pero por desgracia (o por suerte) no te puedo hablar desde la experiencia. Yo lo in-

tenté y no me fue bien. También es verdad que “sólo” lo intenté durante un par de años y en dos proyectos, pero conozco a compañeros que llevan varios años, más de dos y tres, intentando levantar un proyecto con la ayuda de una productora que confía en ellos y tiran del carro con él, y que hacen todos los trámites para conseguir ayudas y subvenciones y… siguen esperando… Me recuerda un poco la sala de espera de “Bitelchús”. A mí esto me quema mucho. Prefiero invertir el tiempo en producciones más económicas, como las webseries y, sin dejar de lado proyectos más ambiciosos, tratar de ir levantándolos a mi manera, pero al margen de ayudas oficiales. Y me repito, habrá personas a las que les funcionará o les han funcionado estas ayudas, a mí no. De aquí que pensara (utópicamente) en crear una plataforma/premios independientes, para que películas como las mías fueran más visibles para el público.

Y hablando de entidades oficiales, tenemos los premios Gaudís que, digamos premian un tipo de películas, como los Goyas o los Oscars. Frente a eso tu creaste los premios PICCAT (Premis Independents del Cinema Català) para premiar films de bajo presupuesto, ¿Cómo funcionó la experiencia? Mal. A veces, todos somos muy buenos siendo parte del problema y pocos lo somos de la solución. Junto a dos amigos del sector, tratamos de crear unos premios independientes, que premiaran a películas de muy bajo presupuesto, creo que el BOE considera películas de bajo presupuesto las inferiores a los 300.000€, no sé si todavía es así. Nosotros hablamos de hacerlo por debajo de los 100.000€, y así poder ayudar a películas que tienen muy difícil su distribución y exhibición, y que raramente llegan al espectador. Tras "Cuinant", quería echar una mano a aquellos directores que hacían películas como la mía, creando una plataforma para que nuevos y no tan nuevos directores, guionistas, actores, actrices,



directores de foto, coloristas, responsables de maquillaje y vestuario, etc., tuvieran más posibilidades de que su trabajo fuera visible y pudieran acceder a producciones de más presupuesto y estuvieran mejor pagados. Creo que era ( y es) una buena idea que ya hubo personas que la criticaron diciendo que "como que no le dan un premio, se lo hace a medida." Comentario que sería acertado si pudiese presentar mi película, algo que quedaría francamente mal, así que los PICCAT, no solo no me ayudarían en mis proyectos de futuro, sino que también se me criticaba por el hecho de intentar ayudar a otros. En este país somos así de majos criticando a los demás sin aportar soluciones. Hablamos con pequeñas productoras, con gente del sector, con la Acadèmia del Cinema en Català, con el ICEC (Institut Català d'Empreses Culturals), y todos me recibieron, pero la Acadèmia me dijo que los Premis Gaudí ya reflejan todo el panorama cinematográfico actual, o que se hace lo posible para que así sea. No digo que no lo hagan, o mejor dicho, que no lo intenten, pero a mí no me representan. El cine

que yo hago está claramente fuera de esta industria. Lo que me dijeron desde el ICEC era más esperanzador, es decir, que si un volumen importante de productoras catalanas les parecía bien la iniciativa, podríamos reunirnos y hablar de hacer alguna cosa al respecto. ¿El problema? Pues que cada productora tiene sus intereses, supongo que muy lícitos todos ellos, pero pocas piensan en grupo, quiero decir, tengo un proyecto y quiero lo mejor para él, el resto es secundario. Esto nos hundió. No se pueden hacer unos premios a la carta, en los que cada uno dice lo que quiere y así todo el mundo contento. Es muy difícil llegar a un consenso inicial. El Festival de Sitges empezó con unas pocas bases que fueron creciendo con los años, para llegar a ser el festival de referencia a nivel mundial que es hoy en día. En resumen, si ni nosotros, los pequeños, no nos pusimos de acuerdo, ¿cómo podríamos llegar a convencer a nadie al respecto? Los PICCAT, murieron antes de nacer. Me equivoqué en pensar que podría arreglar algo. Tuve un sueño que se volvió en pesadilla.


¿Hacer cine en este país es un imposible? Hay personas que hacen cine y viven de él y el ejemplo es que no paran de estrenarse películas, lo que pasa es que no todos tenemos las mismas posibilidades. Las películas que ganan algún gran premio en nuestro país, me refiero a los Goya, Málaga, San Sebastián, los Gaudí… muy pocas veces tienen un presupuesto inferior al millón de euros y no han tenido ayudas, subvenciones y no hay alguna o más de una televisión detrás. Es más, difícil es que el festival o premios en cuestión, la acepten en su sección oficial. Sin nombres reconocidos detrás, ya sean actores, director, el productor, la productora… La cosa es

muy complicada. Claro que películas “pequeñas” se han llevado algún que otro Goya, Gaudí y varios premios en festivales, pero en contadas, muy contadas ocasiones. Una solución quizás sería abrir las ayudas a películas de menos de 300.000€… algo que diría que no se ha hecho. En un artículo de Europress que leí el año pasado, y que he rebuscado para asegurarme y no cagarla, ponía que el Gobierno dio 18 millones de ayudas a 20 películas, dos menos que el 2016… ¿Imposible hacer cine? No, si uno de los 20 proyectos elegidos es el tuyo.

¿Cuál será tu próximo proyecto? Como siempre, tengo un poco de todo. Me gustaría poder sacar adelante mi tercer largometraje, esta vez en inglés, con el que cuento con la actriz, Mari Cielo Pajares, un thriller psicológico con pocos personajes (que raro) y se llama “The Cellar” , y cuyo teaser, https://vimeo.com/226731843, se presentó en el pasado Festival de Sitges. Veremos si primero consigo alguna productora interesada en ayudarme y que apueste por él, y después algo de presupuesto para poderlo rodar, y evitar no cargármelo a la espalda, como en “Cuinant” y “Colisión”. Será difícil, pero ahí sigo. También tengo escrita una obra de teatro, un dramón con solo dos actores, algo también utópico si lo que quiero es estrenar en Barcelona y Madrid sin que pierda dinero y, finalmente, otro proyecto de webserie, muy gamberra y muy incorrecta, con un par de personajes inadaptados socialmente que no se callan nada que les pasa por la cabeza. Y es que me apetece mucho ir un poco a la contra, en un momento en el que el humor brilla por su ausencia en la sociedad y por decir según qué cosas te crucifican sin piedad. Posiblemente, quedaré bien retratado, y no me importa demasiado, la verdad. Quizás me importa un poco más (solo un poco), que no “volveré” a tener ninguna opción “más” para entrar en la industria, pero me lo pasaré un rato bien, eso seguro. A ver si tengo los, corrijo, el valor de hacerlo y no sólo de ir de bocas. Ya veremos. Texto y fotos: Guillem Medina


LOS CLÁSICOS

IRVING PENN El retrato elegante



Irving Penn es junto a Richard Avedon y Helmut Newton uno de los grandes retratistas y fotógrafos de moda estadounidense. La carrera de Penn abarcó casi seis décadas y un amplio espectro de trabajos, especialmente para la revista Vogue, pero también retratos, fotografías publicitaria y de tribus. El clásico ‘menos es más’ se convirtió en su lema. Revivió la técnica de platino-paladio. El dominio de la luz en estudio y el fuerte contrate del blanco y negro fueron su marca personal. Nacido en Plainfield, Nueva Jersey, el 16 de junio de 1917, estudió dibujo, pintura y diseño gráfico en la Escuela de Artes Industriales del Museo de Filadelfia –actual University of the Arts– donde se licenció en 1938. Su profesor fue Alexey Brodovitch, quien más tarde también sería su supervisor en la revista Harper’s Bazaar, donde Penn trabajó a sus órdenes en su etapa de estudiante. En este periodo, Harper’s Bazaar publicó varios dibujos suyos en la revista. Trabajó durante dos años como diseñador freelance y empezó a realizar sus primeras fotografías como amateur antes de que en 1940 Brodovitch fuera contratado como director de arte en los almacenes de lujo Saks en la Quinta Avenida. Una vez dentro, el maestro quiso contar nuevamente con el talento de Penn, que estuvo trabajando en Saks durante un año antes de partir rumbo a México, donde se dedicó a la pintura durante un año. Cuando Irving Penn volvió a Nueva York, Alexander Liberman le ofreció entrar en el Departamento de Arte de la revista Vogue. Después de un tiempo trabajando como diseñador, Liberman le impulsó que probara con la fotografía. Pronto descubrió su pasión por esta disciplina.

Tras largas horas de experimentación con la luz y en el cuarto oscuro, Penn logró el dominio técnico. Pero el secreto de su arte partía de una convicción: el ingrediente más importante en la fotografía está en la captura un alma –ya sea a través del vuelo de un vestido o un trozo de carne–, es parte de un mismo misterio que no

puede ser conocido. La primera portada para Vogue de Penn fue publicada en octubre de 1943. El fotógrafo pidió una cámara prestada. Por aquel momento aún no figuraban modelos en la portada, y arregló un bodegón con un bolso de piel y tela marrón, un pañuelo gris, una lámina con cítricos y una nota colgada en una pared en que se anunciaban los contenidos del mes: ‘zapatos y accesorios’. Fue el lanzamiento de una larga carrera en la que continuó trabajando en la revista fotografiando cubiertas, retratos, naturalezas muertas, la moda, y ensayos fotográficos.

La modelo Lisa Fonssagrives-Penn fue su esposa y su musa, a la que inmortalizó en la famosa Woman With Roses, tomada en 1950. Truman Capote, Jean Cocteau, Marlene Dietrich, Jean Cocteau, Colette, Alfred Hitchcock o Miles Davis son otros de los personajes que quedaron inmortalizados por su cámara.Irving Penn marcó con su técnica un antes y un después en la fotografía de moda apoyado en un enfoque vanguardista, el uso agresivo del contraste en el blanco y negro, y el tratamiento de los retratados como objetos. La sencillez era su marca y en base a ella Irving Penn sacaba a la luz lo mejor de aquello que retrataba, ya fuera una modelo, un personaje famoso o un objeto. En sus fotografías, el sujeto solía posar ante un sencillo fondo blanco o gris, usando la simplicidad más efectivamente que otros fotógrafos del momento. Permaneció fiel durante toda su vida a las tomas en estudio y bajo determinadas condiciones de iluminación. Penn era un compositor de imágenes, en su estudio trabajaba casi como un pintor con su lienzo. A finales de los sesenta viajó a Latinoamérica y África, donde trasladó su estudio portátil, para fotografiar nativos pero descontextualizados de su hábitat, con su misma técnica de fondo. En 1983 conoce al diseñador de moda Issey Miyake con quien estableció una estrecha colaboración desde 1983 hasta 1999. Murió en Nueva York, el 7 de octubre de 2009



LA MODA



LAS CELEBRITIES



LOS BODEGONES




BIBLIOGRAFÍA


TEATRO


CAMINS TANCATS

Fotos: Guillem Medina


La compañía teatral La Maula se presenta como un colectivo de seis personas apasionados por el teatro y con interés en representar historias que ayuden a visibilizar ciertas problemáticas sociales con las que convivimos diariamente.

El primer proyecto iniciado es Camins Tancats, un drama que narra dos historias relacionadas sobre los refugiados, tanto los de ahora como los de antes. Son dos historias de gente que huye, que sufren los efectos de la guerra y de la maldad humana más extrema.

La primera historia trata sobre la huida de una pareja de trabajadores de Barcelona al Pirineo catalán debido a la eclosión de la Guerra Civil. Es una historia que sigue la vida de Gisela, ejemplo de tantas mujeres víctimas de la dictadura franquista. Luego nos trasladamos a la actualidad pero un poco más lejos, a Siria.

Ahmed es un refugiado sirio que se presenta a escena. Está esperando a un amigo y mientras lo espera nos cuenta como ha llegado allí. Otra tragedia más pero explicada de una manera tan cruda que es imposible no empatizar y conmoverse. El nexo común de las dos historias nos lo enlaza un narrador, un Maestro de Cerimonias que interpelará directamente al público, situándolo en el contexto de los dos dramas y al mismo tiempo aleccionándolo por la natural convivencia con estas historias no tan lejanas, ni en tiempo ni en espacio. Al espectador no le quedará otra que escuchar las historias y no rehusar las miradas.

Con este bautizo, Companyia La Maula quiere hacer llegar por todo el territorio estas dos tragedias para que la gente reflexione y no nieguen la mirada al refugiado, a un ser humano que como nuestros abuelos ha tenido que huir de su casa.

Martí Figueras Martínez

Jesús U. Labay


Enric Barba


Ivette CallĂ­s


Ivรกn Caelles


Ivรกn Caelles


Ane Lekanda


la publicida


ad en los

70


Después de unos años negros, la economía española pareció resurgir así como el poder adquisitivo de la población media. Es lo se denominó el desarrollismo que tanto publicitó el régimen del momento. El españolito medio podía aspirar a tener vivienda, coche, la casa llena de electrodomésticos (entre ellos el apreciado televisor) e incluso pasar las vacaciones en la costa. Toda esa “felicidad” además se podía pagar a plazos por lo que la sociedad capitalista del consumismo entró como un huracán a través de la televisión, los anuncios en la prensa, el cine o las gigantescas vallas publicitarias, así nadie podía escapar a su mágica influencia Hasta 32.000 millones se invertían en publicidad en aquella época! El mensaje publicitario en los años setenta cambió ligeramente la forma de mostrar los productos al público, aunque seguían perpetuándose formas y roles y algunos productos estarían hoy en día considerados políticamente muy incorrectos. Ya no hablemos de toda la publicidad centrada en el “glamuroso” mundo del tabaco, sino también el alcohol que se consume a diario social y particularmente e incluso en fiestas de aniversario (“Dele, dele sabor” decía el anuncio mientras una joven rocía abundantemente un pastel con Licor 43). España sigue exportando la imagen de la flamenca, los toros y la pandereta, no solo por la omnipresente figura del toro de Osborne en las carreteras sino en publicidades como Tio Pepe “Sol de Andalucía embotellado” donde no falta la sevillana de turno. Un cierto aperturismo permitió mostrar otras realidades, ya fuese la que proponía Coca Cola (donde mientras sonaba “Al mundo entero quiero dar un mensaje de paz” se veían jóvenes de estética hippie de todas las razas y religiones) o los tejanos (cuyos spots tenían un marcado tono sexual, como Wangler que bajo el slogan “Resiste si tú resistes” muestra una mujer desabrochando los pantalones de un hombre). La publicidad distinguía perfectamente los spots en cuanto a sexo: los dedicados a las tareas del hogar, la cocina, la salud de la familia los protagonizaban mujeres o mujeres acompañadas de niñas. Los spots de tabaco, alcohol, automó-

viles, perfumes o actividades al aire libre en general se dirigían al público masculino, aunque siempre se mostrase un hombre distante, tipo maniquí de grandes almacenes, nunca era un objeto seductor ni interesante.

Hasta 1978 las mujeres españolas casadas no podían trabajar, abrir una cuenta corriente o fijar su domicilio sin permiso del marido y no se concebía que ejerciesen muchos oficios o profesiones. Esto que podrían parecer las normas de un país islámico en la actualidad pasaba en la España de los setenta, que pretendía ir de moderna y democrática. Era normal pues que en la publicidad la mujer se mostrase como un simple objeto del deseo al servició del hombre. La mujer solo se arreglaba para seducir al hombre, ya fuese mostrando la nueva y “descocada” ropa interior, los alegres bikinis o adquiriendo una crema o un perfume. La compañía Iberia lanzaba por aquellas fechas el slogan ‘Con un marido Jet, se pasan menos noches sola”, como si la mujer no pudiese vivir soltera, o el machista y hoy día bastante retrógado spot “La depilación no es para hombres, sino todo lo contrario… para mujeres muy femeninas” de Epilan. El papel de la mujer en la publicidad seguía siendo el de la ama de casa eficiente que se preocupa por alimentar a la familia cuyo feudo se limita a la cocina (“Préparate para disfrutar en la cocina” rezaba el slogan de una batidora), y encima se perpetuaba el rol de madres a hijas (“Enséñale desde niña a proteger sus manos en las labores caseras” aconsejaban los guantes de látex Picot, o la cerveza El Aguila que bajo el slogan “Familia grande, botella grande” muestra una madre poniendo la mesa con la única ayuda de la hija). Otro rol es el de es madre con pocas aspiraciones (“Begoña, 27 años... y esperando el tercero” mostraba un anuncio de Colon), esposa que espera pacientemente en casa que llegue el marido de trabajar, preparándole las pantuflas y una copita (“Todas las mujeres lo compramos para nuestros maridos, porque Soberano, es cosa de hombres”!).









LA CRÍTICA BLACK PANTHER Héroe tribal

Black Panther es la historia personal de otro miembro de Los Vengadores. Este personaje ya se presentó en Civil War, y prometía mucho. Pero a mi parecer no aguanta muy bien como protagonista absoluto de su película. La trama es sencilla, muy exótica, tribal y original en varios aspectos, pero simplona. El conflicto familiar es demasiado similar a la fórmula que utiliza la compañía para Thor. Tiene un par de secundarios destacables y carismáticos. Es entretenida y tiene el estilo marveliano que tanto gusta al público, en el que me incluyo. Pero hay que tener en cuenta que le preceden films más histriónicos, trepidantes, y sobretodo, con muchos cameos o mezcla de héroes, y eso le pasa factura, o no, depende de tu criterio. Las interpretaciones son correctas y el casting también, pero no le encuentro elementos a destacar o un carisma suficiente para justificar esta aventura en solitario. Esperemos que sea porque al tratarse de un capítulo más, era necesario ponernos en contexto para futuras incursiones del personaje en esta enorme franquicia que ha redefinido el concepto de saga. . Mi opinión: Entretenida y un capítulo más de la saga

Por Joaquim Bundó


WINCHESTER Terror televisivo

Una premisa original y basada en hechos reales, una época de cuento, un cast de lujo, con Helen Mirren entre ellos, una fotografía fantástica... pero un guión ausente.

Un cuento victoriano de fantasmas puede funcionar bien, como ya pasó con “La mujer de negro”, y más si se trata de una historia real sobre una casa, cuya propietaria nunca dejó de construir habitaciones para retener y/o ayudar a fantasmas que la acosaban. Original, por supuesto. La historia podía haber dado mucho de sí. Pero a medio film, la sensación de que estás viendo un producto televisivo venido a más, aumenta. Ni siquiera las escenas de terror compensan el vaivén de su trama, incoherente y con un final muy poco trabajado. No es difícil engancharse al film, repito que su ambientación y temática ayudan, pero en este caso hacen todo el trabajo, y es una lástima que todo ese maravilloso trabajo artístico no venga acompañado de un buen guion, con algo que sorprenda o, aunque no lo hagas y sea tópico, que funcione. No es un mal film en absoluto, es un film normalito. Pero con presupuesto y ambientación de peliculón que hace destacar más su mediocridad.

Mi opinión: Para pasar la tarde


TELEVISIÓN V: desde Sirius con amor Cincuenta enormes naves nodrizas, en forma de disco, surcan los cielos de las capitales más importantes de la Tierra, comunicándose por radio frecuencia en los idiomas locales de cada una de sus ciudades. Poco después, los Visitantes, como se autodenominan sus ocupantes, deciden mostrarse a la humanidad aterrizando una de sus lanzaderas sobre el edificio de las Naciones Unidas. Desde la lanzadera, el supremo comandante de los Visitantes (Richard Herd) se dirige en sueco al secretario general de las Naciones Unidas, su idioma materno, invitándole a pasar a su interior. Este accede y, minutos después, ambos líderes salen del aparato para dirigirse a los expectantes terrícolas.

El aspecto humano de John, el supremo comandante −su nombre real sería impronunciable para nosotros−, tranquiliza a la población mundial que en ese momento se encuentra viendo la retransmisión en directo. Al margen de su uniforme, tan solo su voz y sus gafas oscuras resultan extrañas a los espectadores, que respiran aliviados y confían en su aspecto amable. John pide ayuda a los habitantes de la Tierra y explica la desesperada situación en la que se encuentra su raza. Su pueblo implora caridad, solicitando a los terrestres productos químicos de máxima necesidad para su supervivencia, a cambio de la cesión de grandes avances tecnológicos y científicos. Por lo visto, su planeta de origen se encuentra al borde de la extinción tras haber agotado sus recursos naturales y por ese motivo han venido a la Tierra desde Sirius 4 −un pequeño planeta que orbita la estrella homónima Sirius en la constelación de Canis Mayor−, con la misión de salvar a su especie... una raza militarizada de lagartos liderados por un dictador megalómano conocido simplemente como el Líder.

Con el paso de los días, la relación entre humanos y Visitantes es próspera e inmejorable, incluso demasiado... tanta bondad es sospechosa y oculta unos fines mucho más siniestros. Estas

Por Miguel Ángel Parra

intenciones no tardan en ser descubiertas por el aguerrido operador de cámara Michael Donovan (Marc Singer) que, tras ocultarse en uno de los conductos de ventilación de la Nave Nodriza de Los Ángeles, observa atónito como la oficial científico y comandante Diana (Jane Badler) y el jefe de seguridad Steven (Andrew Prine), desencajan sus mandíbulas para darse un festín de cobayas vivas y otros roedores. Mientras los dos lagartos discuten sobre sus ambiciosos planes de dominación mundial, Donovan, que observa otra habitación en ese momento, es pillado in fraganti por un oficial siriano al que despelleja en el fragor de la batalla antes de escapar. Gracias a ello, Mike descubre la ladina mascarada de los Visitantes... una raza reptiliana camuflada tras una capa de piel sintética con la intención de esclavizarnos, explotar nuestros recursos naturales e incluso convertirnos en suministro alimenticio, almacenando nuestros cuerpos en un enorme frigorífico. Poco después de este primer enfrentamiento, Donovan une sus fuerzas con la bióloga Julie Parrish (Faye Grant), el antropólogo Robert Maxwell (Michael Durrell), el doctor en medicina Ben Taylor (Richard Lawson) y su hermano, el ratero Elias Taylor (Michael Wright), para crear el movimiento antivisitante conocido como la Resistencia. El grupo no está solo en su empresa y son ayudados en su dura lucha por la Quinta Columna, un equipo de Visitantes pacifistas afines a la causa humana, entre los que se encuentran Martin (Frank Ashmore) y Willie (Robert Englund); más conocido en España como "el lagarto bueno".

Una de las principales causas de la creación de esta primera formación de la Resistencia es la exclusión social a la que se ve sometida la comunidad científica y sus familias, y a la que pertenecen personajes como Julie, Robert o Ben, tras ser señalados por los Visitantes como la fuente de todos los grandes males de la humanidad.



Esta “primera invasión” −como llaman los personajes a este periodo de su historia−, tiene lugar en los dos capítulos originales de noventa minutos de los que consta la miniserie V (V: The Original Miniseries, 1983), escrita y dirigida por Kenneth Jonhson.

La intención original de Johnson, que ya había trabajado anteriormente en otras producciones de éxito como La mujer biónica (The Bionic Woman, 1976-78) o El increíble Hulk (The Incredible Hulk, 1977-82), es realizar una serie sobre la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, basada vagamente en las ideas expuestas en la novela Eso no puede pasar aquí (It Can’t Happen Here, 1935) de Sinclair Lewis. La recepción del proyecto, titulado provisionalmente como Storm Warnings, no es muy buena por parte de los ejecutivos de NBC, y el propósito del guionista es tachado de ser demasiado cerebral para los espectadores de los ochenta. Johnson decide no tirar la toalla e inspirado por el éxito de la saga de Star Wars y otros éxitos de la ciencia ficción de la época, reescribe el proyecto convirtiendo a los fascistas de su guion en invasores de otro mundo, con la clara intención de hacerlo más comercial según los cánones del momento. Esa idea hace que Johnson dé en el clavo y, sin saberlo, crea casi accidentalmente uno de los fenómenos más célebres de la cultura popular de la década de los ochenta.

El éxito de los dos capítulos de esta alegoría del fascismo nazi da pie a una secuela de otros tres episodios de noventa minutos: V: La batalla final (V: The Final Battle, 1984), con la que supuestamente se iba a poner punto final a la historia que había quedado inconclusa en su predecesora. Durante la producción de esta segunda miniserie, Johnson abandona el proyecto debido a las graves diferencias creativas con NBC; diferencias muy evidentes que el espectador avispado podrá vislumbrar claramente con el paso de

los episodios, en los que el tono sobrio y serio de los primeros capítulos va diluyéndose poco a poco, para dar paso a un tono mucho más festivo y fantástico, que raya la horterada en los últimos minutos del tercer episodio. A pesar de las intenciones de Johnson, NBC está lejos de querer concluir la historia y a V: La batalla final, le sucede V: La serie (V: The Series, 1984-85), una serie semanal de capítulos de cuarenta y cinco minutos, situada cronológicamente un año después, de la que el creador se desmarca por completo. Contra todo pronóstico, la serie es cancelada diecinueve episodios después, dejando inconclusa la resolución del cliffhanger final del capítulo, en el que Diana atenta contra la vida del Gran Líder colocando una bomba en su lanzadera.

Tras la cancelación de la serie, DC Comics tiene permiso para concluir esa historia inacabada en la colección que publica en esos momentos, pero las negociaciones que mantiene Blatt-Singer Productions durante meses con NBC para conseguir su vuelta a la pequeña pantalla, hacen que la historia quede colgada para siempre. Parte de esos cabos sueltos iban a quedar aclarados en The Attack, el episodio número veinte de la serie, que nunca llega a filmarse debido a la abrupta interrupción. Curiosamente, al contrario que en Estados Unidos, en España la serie es un fenómeno de masas y el visionado de sus capítulos se convierte en todo un acontecimiento social las tardes de los sábados. Si los últimos capítulos de la segunda miniserie poco tienen que ver con el espíritu y la alegoría de la original, la serie semanal es un despiporre de proporciones épicas, más cercana en algunos momentos a series tan diferentes entre sí, como Dinastía (Dinasty, 1981-89) o El equipo A (The ATeam, 1983-87). En cualquier caso, y aunque probablemente Johnson no esté de acuerdo con estas palabras, esta última serie está repleta de



momentos camp memorables que son pequeños placeres culpables para los espectadores que aún los recordamos: la metamorfosis de la Niña de las Estrellas (Jennifer Cooke) al salir de su crisálida, la boda de una degradada Diana con el nuevo supremo comandante Charles (Duncan Regehr) o el posterior combate ceremonial entre las comandantes Diana y Lydia (June Chadwick)... todo ello sazonado con hombreras gigantes, leotardos ajustados, bañadores de leopardo y grandes peinados cubiertos de laca. Años después, en 1989, J. Michael Straczynski −creador de la serie de culto Babylon 5 (199498)− propone a Warner una nueva miniserie titulada V: The Next Chapter, situada en Chicago cinco años después de la última entrega y protagonizada por Ham Tyler (Michael Ironside), el miembro de la Resistencia visto anteriormente en La batalla final y en la serie regular. Lamentablemente, Warner rechaza el proyecto y los habitantes de Sirius 4 quedan en un forzado estado de hibernación durante casi dos décadas más.

En 2008, tras varios intentos fallidos de resucitar la serie, Kenneth Johnson publica la novela V: The Second Generation, una continuación directa de la miniserie original que omite en sus páginas todo lo sucedido en La batalla final y la serie semanal. Situada veinte años después, The Second Generation narra el futuro apocalíptico de una Tierra dominada por los Visitantes en la que los supervivientes de la Resistencia continúan luchando una batalla perdida hasta la llegada de los Zedti, una nueva y sospechosa raza alienígena que responde a la llamada de socorro enviada por Julie al final de la miniserie original. Nunca es tarde si la dicha es buena... o tal vez sí. Tras su publicación, Warner Bros. Television −propietaria de los derechos para televisión− rechaza la idea de la novela de Johnson para producir una nueva serie y, en su lugar, frustrando

las intenciones del creador de llevarla al cine sin ellos, le pisa el terreno realizando un reboot desde cero que originalmente ni le acredita en los títulos de crédito. Error que, por suerte, es enmendado antes de la emisión de su primer capítulo, probablemente por sugerencia de los abogados de la productora.

La nueva visión de este mito televisivo se estrena en ABC el 3 de octubre de 2009, con una recepción más bien tibia por parte del público. Si antes de empezar su emisión, Warner recula acreditando a Johnson, antes de acabar la primera temporada vuelve a hacerlo recuperando elementos de la serie original, con la intención de satisfacer a una audiencia poco convencida con el nuevo rumbo argumental. Scott Peters, productor ejecutivo del reboot, no contento con esos pequeños guiños al espectador, trae de vuelta a Marc Singer y a Jane Badler para su segunda y última temporada; esto último, uno de los grandes aciertos de la serie, en la que Badler interpreta a Diana... la madre de la nueva reina de los lagartos, Anna (Morena Baccarin).

Paralelamente a la producción de esta nueva serie, el incombustible Johnson no se rinde y sigue moviendo hilos para conseguir que su idea sea llevada finalmente a la gran pantalla, al ser este el propietario de los derechos de explotación del producto para todo lo que no sea televisión. A pesar de su empeño, desde 2009, el proyecto permanece estancado hasta principios de 2018, cuando los estudios Desilu anuncian la producción de la primera entrega de una trilogía cinematográfica escrita y dirigida por el creador de la saga. Aún así, esta nueva visión de V, que promete reflejar la idea tal y como fue concebida desde el principio por Kenneth Johnson, permanece en standby en busca de inversores que impulsen económicamente el proyecto.



EXPOSICIONES

Músicas en la antigüedad

Este es un viaje por la música de la antigüedad que revela el rol de esta como legitimadora del poder, como complemento de lo sagrado y como fuente de efectos mágicos más allá del placer estético de escuchar. Un trayecto por un largo periodo histórico que también vio el nacimiento del músico profesional y de una industria instrumental difundida por todo el Mediterráneo, desde Oriente Próximo hasta la Galia.

Cerca de 400 obras de gran variedad, algunas de ellas nunca mostradas al público hasta ahora por su fragilidad, procedentes de las colecciones del Louvre y de una veintena de instituciones internacionales, incluyendo el Museo Arqueológico Nacional de Atenas y el Metropolitan Museum de Nueva York, permiten al visitante escuchar y comprender un paisaje sonoro de más de tres mil años de historia.

Caixa Forum Av. Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8, Barcelona Tel. 93 476 86 00 Del 9 de febrero al 6 de mayo de 2018


Archivo Paco Gómez. El instante poético y la imagen arquitectónica

Fundación Foto Colectania C/ Passeig Picasso, 14, Barcelona Tel: 93 217 16 26 Del 21 de marzo al 17 de junio de 2018

Jo faig el carrer por Joan Colom

En 'Jo faig el carrer' se expondrán las fotografías realizadas entre 1958 y 1961, cuando el conocido fotógrafo se adentraba regularmente en el 'Barrio Chino' de Barcelona para captar de manera furtiva la vida de sus calles, los personajes peculiares que deambulaban y escenas comprometidas del negocio de la prostitución. También se expondrán los reportajes que realizó en los barrios del Somorrostro y del Born, o los que dedicó al tema de los toros. La exposición presentará, asimismo, las imágenes en color, la mayoría inéditas, realizadas a partir de los años 90, cuando Colom vuelve a la fotografía, que había abandonado voluntariamente en 1964.

Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) Palau Nacional, Parc de Montjuïc, s/n Barcelona Tel. 936 22 03 60 Del 11 de diciembre al 25 de mayo de 2018

El objetivo de esta exposición es mostrar diversas facetas de la amplia trayectoria fotográfica de Francisco Gómez, a través de más de 150 fotografías y otros materiales como revistas y publicaciones, en un recorrido que nos lleva desde la parte más canónica y divulgada de su creación -el instante poético que suspende el tiempo y traspasa lo real- a la imagen arquitectónica como interpretación poética de la arquitectura. Es precisamente en la fotografía de arquitectura donde incide de manera especial esta muestra, un campo de trabajo tan extenso como escasamente conocido de Francisco Gómez, al que, sin embargo, dedicó la mayor parte de su trayectoria a través de una amplia colaboración con la revista Arquitectura..


LA LIBRERÍA

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COMIC

Sam Pezzo, un detective, una ciudad Vittorio Giardino 20 €

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The Wicked+The Divine 3 Suicido comercial Kieron Gillen , Jamie McKelviey Matthew Wilson. 19 €


y en el próximo número...

especial CIRCUS




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