BOLETÍN LITERARIO BASTA YA - NOVIEMBRE -DICIEMBRE 2018

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¡Basta ya! Boletín Literario Año 13 – n° 151 Noviembre – Diciembre 2018 EDICION ESPECIAL

DIALOGANDO CON POETAS

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¡Basta ya! Boletín Literario Año 13 – Nº 151 / Noviembre - Diciembre 2018 Director: Eduardo Alberto Planas. Colaboradores permanentes: Lily Chavez, Jorge Carranza, Alfredo Lemon, Sergio Pravaz, Jorge Torres Roggero, Leonardo Arce. Registro Propiedad Intelectual Nº 598958. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. Contacto: eduardoplanas2001@hotmail.com www.boletinliterariobastaya.blogspot.com – Teléfono: 156170141. Esta revista se terminó de imprimir en Grafica 21 – Duarte Quiroz N° 1702, Córdoba. Diseño y diagramación: Laura Pozzo. Fotografías: Gretel Martínez Photography. Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de los editores. CONTENIDOS Editorial: Los tiempos actuales // Correo – Jorge Luis Carranza // Los ojos del búho – Alfredo Lemon // Poemas de Ricardo Gutiérrez // La Lengua y el Lenguaje – Álvaro Olmedo // Dialogando con poetas: Laura López Morales, Pablo del Corro, Cristina Ramb, Gabriel Marco, Christian Hertel y Leticia Ressia

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EDITORIAL Los tiempos actuales Para los que no lo saben el ¡Basta ya! nació en el otoño del 2005, en el lugar menos pensado, como una simple hoja de poesía y era virtual. Hemos transitado un largo camino. Demás está decir que prácticamente todos los poetas de Córdoba, consagrados o no, fueron publicados. Es nuestro orgullo. Se trabajó siempre respetando al autor, tratando de brindar la plataforma estética para que su obra se luciera como merece. Ese era – y es- la tarea del editor. Por otro lado, cada cambio de formato fue efectuado con la idea de crecer. Todo realizado con un profundo amor a la palabra y sus voceros. Ha posteado recientemente en redes sociales, el poeta y editor Alejo Carbonell de Editorial Caballo Negro: “Los costos de imprenta se dispararon, si le trasladamos eso al precio de venta al público se hace imposible vender. Si no lo trasladamos se hace imposible imprimir". Lamentablemente es así. Todo está muy pero muy difícil para los emprendimientos culturales independientes. En nuestro caso no es la culpa de la imprenta -que acomoda los costos como puede- sino de los mayoristas y papeleras monopólicas. Todos los que estamos en el tema literario lo hacemos por amor a la palabra, a la poesía. Después de un impasse necesario, para debatir algunas cuestiones y distintas alternativas editoriales, se ha decidido publicar este último número del año, discontinuar la edición del boletín que de ahora en más se editara trimestralmente y reducir el número de páginas, respetando la calidad gráfica. Son tiempos difíciles económica y culturalmente hablando. La palabra aparece vilipendiada, tergiversada, se la utiliza para ocultar, para destruir, se dice una cosa en tanto se hace exactamente lo contrario. No interesa la verdad de los hechos sino el impacto emocional que producen, lo que ahora se ha dado en llamar pos verdad. Por eso decidimos continuar. Creemos que todas las voces son necesarias en estos momentos; sobre todo las que ayudan a reflexionar, al pensamiento crítico, a enriquecernos, a crecer individualmente y como país. Hay mucho para decir. Creemos que planificando nuevas estrategias, abriendo fronteras y creando lazos, saldremos adelante. Como novedad incorporamos una sección “Dialogando con Poetas”, en donde trascribimos entrevistas mantenidas con los mismos en el ámbito radial. En ellas se pueden apreciar los materiales de su poesía, la visión que cada poeta tiene de la poesía, la literatura y también como ciudadano. Siempre hemos sostenido que no vemos al poeta aislado en su torre de marfil, sino inmerso en la realidad, al ras del suelo, con sus pies en el “barro de la historia”, dando cuenta del suceder, comprometido con las causas nobles, siempre con la mirada en la belleza. En este número se encontraran con las palabras de Laura López Morales, Pablo del Corro, Cristina Ramb, Gabriel Marco, Christian Hertel, y Leticia Ressia. Por los motivos apuntados no hemos podido publicar a todos quienes nos enviaron sus textos. Pedimos las disculpas del caso.

EDUARDO ALBERTO PLANAS

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CORREO Siempre estรก lloviendo silencio, siempre. Llueve de mil formas. Con furia. Con viento. Con sol. Tenuemente. Su fino correo no cesa de llegar. Siempre estรก lloviendo silencio, siempre. Pasa que no nos damos cuenta, eso pasa. JORGE LUIS CARRANZA

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LOS OJOS DEL BÚHO No soy filósofo. Antes de preguntarme el porqué de las cosas, prefiero vivir.

Soy incapaz de entender qué pasó con nuestras ansias, caídas, ambiciones.

¿Qué fue de aquel amor que duró tantos años sin haber sido nunca ? ¿Cómo entrever esperanza en el revés de la tristeza?

Tras el espejo de la realidad hay una imagen secreta, y en el fondo, otra más fiel, que nadie conoce y apenas vislumbra.

La verdad es puro maquillaje.

Quizás, para sentirse feliz habría que eludir los pensamientos, huir del cuerpo y elevarse en oración como los místicos o los mendigos. 5


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Quizás, para sentirse en paz habría que abandonarlo todo, ofrendarse al cielo en un cáliz como los amantes o los suicidas.

Las dudas sacuden el ánimo, el tiempo nos suspende en un patíbulo y las pupilas del misterio eclipsan la fe.

No soy filósofo.

La verdad es puro maquillaje.

ALFREDO LEMON

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POEMAS DE RICARDO GUTIERREZ n unas líneas de” Algunas propiedades de escribir”, Ricardo Gutiérrez da pistas acerca del carozo de su escritura. Allí dice entre otras cosas: “…escribir reduce los niveles de angustia, realismo, finitud y conciencia. “ Ricardo escribe desde un lugar que le permite y nos permite a quienes lo leemos, entrar y salir de la realidad cotidiana. Escribe con la naturalidad con la que pasa la luz por la ventana y entibia la habitación. Sus textos, ya sea en verso o en prosa con respiración poética sobrevuelan la vida jugando con las palabras. Así las palabras juegan con la vida y así la vida no duele tanto. Así sucede una serena alegría que se queda y para bien.

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A mi hija Ana

Mi hija, la que está en España, dice que allá el calor hostiga. Dice que hoy acomoda su casa, que un día de estos abrirá la puerta, Invitará amigos para una fiesta y beberán un vino argentino en la playa Mi hija, la que está en España le quita candados al desengaño, entreabre retornos cuando peina a sus hijas frente a las cerradas palabras Mi hija, la que está en España, ya de niña coleccionaba llaves. * Soy un “inconveniente” en este país, porque soy loco, soy pobre, puto y re puta soy, soy artista, soy preso, drogadicta y hippie soy, soy peruano, boliviano, paraguaya soy mogólico, ciego, enana y gorda soy, soy coya, toba y mapuche, soy villero, joven y vieja soy soy ateo, hija de la Tierra u otro Dios, soy rockerito, niña, equilibrista, invisible… soy. Soy la enorme multitud fragmentada, descuartizada por el odio y temor de los pequeños pocos que no soy. Pero más inconveniente soy porque puedo amar. *

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ALGUNAS PROPIEDADES DEL ESCRIBIR El escribir fortalece el sistema inmunológico El escribir actúa como antioxidante y retrasa el envejecimiento de las ideas El escribir es una fuente natural de proteínas exorcistas El escribir facilita la síntesis de sustancias simbólicas El escribir contiene silencios que ayudan a la absorción de sensaciones El escribir previene el cáncer de las prohibiciones El escribir ayuda a perder el peso de la tristeza El escribir vigoriza los espermas de la creatividad y regula la ovulación inspiratoria El escribir modera las náuseas existenciales El escribir es un generador de pigmentos metafóricos El escribir ocupa un lugar destacado en la pirámide de alimentos culturales El escribir es un diurético que ayuda a reducir la acumulación de venenos El escribir es un regenerador de los tejidos libertarios El escribir posee un alto contenido en sustancias amatorias El escribir aporta mayor agilidad a las articulaciones discursivas El escribir reduce los niveles de angustia, realismo, finitud y conciencia El escribir neutraliza el mal aliento del alma El escribir elimina las toxinas televisadas El escribir desinfecta el entendimiento El escribir nos ayuda a resistir frente a la bestia de los despojos y las masacres El escribir se reproduce después de aparearse con la lectura * Se quitó los anteojos los zapatos la ropa las palabras y el miedo Se quitó la piel la carne los huesos y el dolor Se quitó la historia el tiempo el origen y el misterio Se quitó la vida la existencia y a los otros maquillajes Pero no pudo quitarse el amor RICARDO GUTIÉRREZ 8


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LA LENGUA Y EL LENGUAJE

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o es verdad que el neoliberalismo y su expresión de mercado: el capitalismo, sean solamente formas de producción o acciones y procesos que se desenvuelvan en el ámbito económico. El sistema de mercado que beneficia a unos pocos y empobrece a la gran mayoría, necesita de manera imprescindible de un lenguaje legitimante.

Ya terminado el fraude histórico y los Golpes de Estado sangrientos, el neoliberalismo se reinventa. Crea un nuevo sistema lingüístico y comunicacional. Se apodera de los medios de comunicación, y ahora, con una nueva vanguardia, con Clarín a la cabeza, y un complejo y hegemónico multimedios arremete contra cualquier valor e intento nacional y popular. Golpeó a Alfonsín hasta quebrarlo, condicionó a Menem y a De la Rúa, se alió o enfrentó a Kirchner (según sus propios intereses) y terminó en una guerra frontal contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Después de golpear y debilitar a la expresidenta en una guerra mediática sin cuartel, el establishment inventó (sin comillas) a Mauricio Macri para que trunque cualquier salida popular y le exigió cumplir con todos sus intereses corporativos. Nos quieren hacer creer que “oligarquía” es un vocablo antiguo, y que cuando Arturo Jauretche, Evita o Perón hablaban de la oligarquía terrateniente era un invento populista. Hoy hablan de “empresarios”, “emprendedores”, “emprendedurismo” (como una energía vital y creadora), de “elites innovadoras”, de “vanguardias del marketing”. Todos inventos lingüísticos para esconder la nueva oligarquía (idéntica a la vieja) que la más de las veces se enriquece del Estado y del trabajo del pueblo. Para terminar con los valores del Estado de Bienestar quieren denostar sus principios y los términos que los expresan: “pueblo”, “nación”, “justicia social”, “igualdad de oportunidades” “solidaridad”, “compañerismo”, etc. El lenguaje no solo es una forma de decir, es una forma de deconstruir y construir valores políticos. El neoliberalismo es eso, es una construcción de valores que busca naturalizar el sistema de desigualdades y acumulación. Justifica toda asimetría en las recompensas con el término “meritocracia”: “el esfuerzo individual es el que marca la diferencia”. En realidad se trata de un darwinismo social en donde los semejantes son escalones de la pirámide. Ahí vale más pisar las cabezas que tender una mano solidaria. En el neoliberalismo no cabe “él y yo”. Es “él o yo”. Para reafirmar la fuerza y la cuantía individual (y exprimir al máximo el capital individual) se recurre al “líder” o más, al “coaching” que forme líderes. Mediante esa energía disparada se pretende lograr un emprendedor ambicioso y salvaje que con su aporte contribuirá de manera indirecta a la sociedad. “Si cada uno pone su máximo, la sociedad logrará su máximo” reza un apotegma liberal. Y el que sobresalga será por su propio esfuerzo. Y si algunos (o muchos) quedan excluidos del sistema será porque no hicieron suficientes méritos. El “sálvese quien pueda” es una forma de estructurar el orden. Y el Estado no debe recurrir en auxilio de los excluidos y marginados del mercado, eso sería prostituir el “orden natural”, eso sería castigar a los “exitosos” del 9


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sistema. Sería perjudicar al que logró hacer una empresa de sí mismo y supo venderse en el mercado, único regulador de los méritos. Todo esfuerzo que no sea capaz de cotizar en el Dios-mercado es un esfuerzo inútil y banal. Hasta la cultura o el arte que no busquen resultados económicos serán ineficientes y despreciables. La individuación del individuo llega a tal punto que se busca lograr un sujeto, Dios y esclavo al mismo tiempo, explotador y explotado por sí mismo al máximo de su capacidad y resistencia. En este nuevo lenguaje la “igualdad de oportunidades” y cualquier igualdad sistémica, está excluida, la desigualdad se asume y presupone como absolutamente natural. En este marco, hoy como ayer, los brutales ajustes en las tarifas son llamados: “sinceramiento”; la pérdida de derechos: reforma o flexibilidad laboral; el justo reclamo de los trabajadores: “industria del juicio”; la pérdida del salario real: “devaluación”; el despido: “reforma de la organización”; el endeudamiento y la sumisión: “integración en el mundo”, y así sucesivamente hay toda una construcción lingüística que deforma, que renombra, que esconde y que por fin: miente. Desde la posverdad (mentira a medias o mentira a secas impuesta a base de repetición) hay que crear una subjetividad positiva, una creencia que todo se está haciendo bien. Hay todo un andamiaje lingüístico que estructura un orden y busca afanosamente legitimarse a sí mismo. Tiene que legitimar la desigualdad que es injusticia. Las palabras no son inocuas ni neutras: nombran, dicen, ocultan, en fin… ponen en valor. Romper con la vieja terminología es parte de romper con el viejo orden (Estado de Bienestar). Imponer las nuevas es un requisito de sustentabilidad del sistema, del credo funcional y fundamentalista de los intereses del sistema capitalista. Las elites y el establishment tienen una usina para generar, encubrir, las palabras. A las que denuncian la verdad hay que enviarlas atrás del escenario y a las más duras hay que disfrazarlas con cascabeles para que hagan de arlequín.

LIC. ÁLVARO OLMEDO Politólogo

ÁLVARO OLMEDO Nació en San Juan, Argentina. De niño asumió el pincel y más tarde la pluma. Es politólogo, poeta, docente y periodista. Editó varias Obras de poesía. Fue guionista de la Fiesta Nacional del Sol (Ed. 2010 y 2011). En prosa publicó biografía de personajes célebres. Publicó “Raíces del Cuyum – Mitos y leyendas de San Juan”. Tiene una novela inédita pronta a ver la luz. Tiene más de 100 artículos periodísticos publicados sobre política, sociedad y cultura. Tiene algunos premios locales y nacionales pero en poesía descree de los CV. Es un activo gestor cultural.

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DIALOGANDO CON POETAS LAURA LÓPEZ MORALES “El alimento de la poesía es la vida misma”

Laura López Morales, nació en Villa Dolores. Ha publicado los siguientes libros: “Las desperdigadas minucias” (2013), “También afuera es todo esto” (2014) y “La Médula” (2016). Por este último libro recibió la Mención Premio Provincial de Poesía de Córdoba. Ha participado en múltiples antologías. Es una voz muy particular; una poeta que escribe con pudor; que no precisa levantar la voz; tiene una claridad que viene de lo profundo de lo oscuro. Sus poemas llevan en su vientre mucho silencio y un silencio que puede oírse antes y después de su palabra. * - Laura, hablaremos sobre la poesía, la escritura, el mundo. Vamos a comenzar reflexionando sobre el título de tus libros: “Las Desperdigadas Minucias”. ¿Por qué elegiste ese título? - Antes de hablar de “Las Desperdigadas Minucias” yo quería aclarar que era en principio una pequeña plaqueta de siete poemas. Una edición totalmente casera hecha por mí y que después en 2015 fue reeditada por Barnacle Libros, una editorial de Buenos Aires. Hicieron una edición muy hermosa con una tapa con la fotografía de Catalina Bocardo; una edición muy cuidada que salió allá en Buenos Aires. ¿Por qué “Las Desperdigadas Minucias”? En realidad fue una imagen que me llegó del paisaje, como la mayoría de mis poemas. Eso tan pequeño que siempre hay en el monte: pequeños insectos, pequeñas ramitas, pequeñas cosas que están como olvidadas o muy debajo de otras cosas, todas desperdigadas y que en realidad por ahí nunca nos detenemos en eso. - Rescatar; un poco traerlas. - Rescatar, creo que desde ese lugar nació ese nombre. Lo minucioso que está por todos lados y que no vemos. - “También afuera es todo esto”, que está en una línea de un poema del libro. 11


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- Ese libro fue editado por Llanto de Mudo en 2014. El título por lo general yo lo saco de los poemas. - ¿Extraes de ahí? - Si, excepto el último, pero éste también salió de ahí, precisamente por el paisaje que es lo principal desde donde toma mi poesía. Todo eso que está ahí afuera que también está adentro. De alguna manera es eso. Creo que ese estar adentro se expande como en ese afuera y de ahí se escribe también. - “La Médula” ya lo lleva a un punto más todavía porque lo sitúa en un lugar muy tuyo. -“La Médula”, pero más allá de todo lo que significa la palabra y que nos lleva a ese centro, a ese lugar del hueso a lo medular, también es el lugar físico en el que vivió mi abuela, en el que nació mi mamá, en el que se criaron mis tíos y mis primos y en el que yo iba con mis hermanos fin de semana de por medio a visitar. Ese lugar está casi en el límite con San Luis, Córdoba y La Rioja se llama así, se llama La Médula. - Vemos que en tu poesía los poemas no tienen título. - No. - Hay poetas que colocan títulos y que tiene que ver, está encaballado, juega un poco con el contenido ¿vos siempre has sido así Laura? - Por lo general si, ha habido veces en las que he puesto título a los poemas, pero no estaban publicados y después he decidido que no, es como que me resulta un poco, de alguna manera, no me sale la palabra ahora pero es como que lo condiciono, lo condiciono bastante al poema y eso es lo que no me gusta del título es algo como que me siento ya atrapada en esa palabra, no me puedo correr de ahí. El titulo pone algo por delante, que no digo que no, que en algún momento no se. Hoy por hoy no me nace. También me pasa como que los poemas tienen una cierta respiración que al ponerle el título más allá de condicionarlos, es como que ya estás delimitando la lectura para que lado llevarla y me gusta que la persona, el que lo va a leer, el lector pueda llevarlo para su lado. - Laura, ¿de qué se alimenta tu poesía, qué es lo que la nutre? ¿Cuáles son sus materiales. - Fundamentalmente creo que de paisajes, como lo primero, como lo que está en el fondo, después hay mucho, obviamente que de emociones de la vida misma. El paisaje juega un papel fundamental; después muchas lecturas, muchas cuestiones vividas desde la misma poesía. Ayer se cumplieron 20 años del Taller Literario Piedra Viva al que yo fui, en el que estuve muchos años compartiendo con gente muy hermosa.Ese bagaje de tanto compartir y de tanto estar ahí y alrededor de la palabra y de la poesía es como que deja muchas experiencias muy fuertes y creo que han ido adentrándose en lo que escribo actualmente. - La poesía, la palabra es un hecho colectivo, compartido. No es ese poeta que esta allá arriba, en su torre de marfil, si no que va recibiendo voces, se va nutriendo, ¿Hay algo de eso? - Si, pero me pasa que la escritura la siento como algo muy íntimo. Me tengo que aislar bastante para poder escribir y estar en esa sintonía de poder escribir, que no 12


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siempre sucede. Pero es verdad que el alimento de la poesía es la vida misma, siento que es eso. - Los alimentos iniciales son sagrados parecería insensato no serle fiel. En tu poesía, el guadal, el orcón, el corral, el vidriecito ese del espejo están. Esos alimentos iniciales. Vas a ese pozo de dónde has sacado el agua. - Las imágenes de la infancia que uno por ahí cree que se van a diluir en el tiempo, pero lo fuerte es que están en uno; de eso no se toma conciencia quizás hasta que lo plasmás en algo escrito. No era tan conciente de esas imágenes pero estaban, estaban indudablemente en mí. Yo que no viví en este lugar en La Médula pero si mis primos, mi abuela, el ir cada tanto, son impresiones que te quedan muy fuertes. - ¿La poesía en general no tiene género? ¿O pensás que hay una poética que podríamos clasificar como femenina y una poética masculina o un tono, una temática femenina? - No, no adscribo mucho a eso; siento que la poesía es una. Si puede haber distintas miradas en cuanto a lo que se escribe pero no puedo o no creo en una poesía que sea escrita por mujeres y una poesía escrita por hombres. Sí creo que la poesía de la mujer, escrita por mujeres ha estado muy muy relegada, por ejemplo yo ahora traigo a Libertad de Mitrópulos para leer un poema de ella, que es una escritora inmensa argentina, muy poco conocida. Era de Jujuy Libertad de Mitrópulos ya murió, tiene muchos libros de novelas publicados y este es su único libro de poemas. - Bueno, ya nos vas a leer. - Si. Y yo pensaba cuando hablamos de qué se alimenta la poesía y demás, hace poco reflexionábamos con los amigos de Piedra Viva de lo fuerte que es el tema de que hemos estado formados en la lectura por poetas varones en la lectura no solo de poesía si no filosofía, historia. - Hay una impronta. - Hay una impronta muy fuerte y lo poco, nada, ver tu biblioteca y darte cuenta también de eso. - Hay como una prepotencia masculina. - Totalmente, totalmente pero bueno que tenemos que empezar a revertirla de a poco. -Laura ¿cuándo sentís que un poema ya está escrito? El poeta te suelta, ¿vos lo soltás? - Esa es una parte complicada en mí porque está bueno poder soltarlo uno. A mí me pasa que yo escribo y la verdad es que no me doy cuenta cuando un poema ya está pero si me sirve el dejarlo un tiempo y no verlo y no leerlo y volver después a leerlo. Dejarlo que leude. - ¿Pensás que le tiene que gotear el silencio al poema? - Exactamente porque si no uno también está como corrigiendo y hasta qué punto no acabamos un poema corrigiéndolo, el tema es ese. A lo mejor terminás destruyendo un poema de tanto corregirlo. 13


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¿Has tenido períodos yermos? Períodos en los que la poesía no aparece. ¿Cómo los llevás? - Es algo fuerte el tema de la poesía porque están viniendo imágenes y si está la necesidad siempre de anotar y de estar con un lápiz a mano y por ahí eso va quedando. Pero si hay épocas en que con eso siento que no puedo hacer nada, que son simplemente imágenes sueltas que no puedo escribir, también tiene que ver mucho con cómo está uno, internamente, emocionalmente entonces me pasa que en las épocas en las que he estado como mal, triste o bajoneada es cuando más escribo. Si estoy bien, no. Leo mucho, me gusta mucho leer. - Vamos a la parte más del mundo ¿cómo ves la situación actual del mundo, de nuestro país, cómo lo sentís, qué te surge? - Bueno me surge mucha desazón. Me surge sentir que se está yendo todo muy por la borda y no hay una dirigencia política que pueda estar a la altura de llevar a un país como tendría que ser y que, bueno, obviamente, el país ahora actualmente está dirigido me parece que por gente muy inepta y que no es tan, a ver, inepta en un punto pero a la vez no son inocentes en esa ineptitud. Pero lo que me molesta por ahí es que los dirigentes no activan. -Laura, vos como ciudadana ¿participas o actúas en algún nivel o el hecho por ejemplo de asistir a una marcha por ejemplo? - Si a las marchas siempre asisto y por ejemplo en este momento he sentido como muchos, mucha impotencia y bronca de que no haya organizaciones que estén convocando a un paro a una marcha y decir, bueno, pero desde donde se actúa, cómo se hace para que eso se active? Pero si no hay organizaciones que puedan activar, las ganas y el esfuerzo de una sola persona me parece que no sirven para nada. Yo no milito, no milito partidariamente, creo que desde la poesía también se milita, o sea, siento que el poder de estar ahora en una mesa hablando de poesía creo que ya hace algo. -Es una forma, un espacio, de resistir con la palabra, un espacio para decir tus cosas. - A ver, yo creo que es un espacio de resistencia que por ahí puede sonar como egoísta y hasta un poco individualista pero también siento que no hay muchos lugares de resistencia actualmente que no estén canalizado. - Cambiando un poco de tema, Laura: ¿Qué pensás de las redes sociales? ¿Tenés un blog? - No, yo no tengo blog de literatura; en realidad soy bastante mala para estas cuestiones. Si me gusta leer muchísimos blogs en los que ingreso y leo y las redes sociales. Creo que hay que ver, hay que dividir algunas cosas. En realidad me parece que están muy buenas para la difusión de la poesía. Creo que es algo muy importante y que se da en gente de nuestra edad. La difusión de poesía por ese medio está muy bien, pero hay que seleccionar.

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PABLO DEL CORRO “El balbuceo arquetípico”

Pablo del Corro ha publicado tres libros: “Palabras en el agua”, 2013, “Cuaderno Azul”, 2016 y “Rapsodia de un hormiguero”, 2018. - Pablo, un poco como para comenzar este diálogo, ¿cómo aparece el poema en vos? - Que bien la pregunta, el verbo: aparece y es todo lo que te puedo decir, el cómo no tengo la menor idea pero aparece, tiene identidad por sí mismo el poema. Uno pone la voz, acomoda la forma, el papel, el libro, sobre un soporte pero el poema tiene entidad por sí mismo, no puedo explicarlo, no sé cómo. Aparece y de eso estoy seguro. - Aparece y es como un ser que nace. Y que se va desarrollando. - Exactamente, tiene entidad por sí mismo, ya existe, ya está ahí, está ahí. - Ajá… está bueno eso. - No me preguntes donde. - Y aparece de un tirón, digamos, completo o viene por partes. - Respecto de lo que uno después lee o escucha porque cuando uno escribe se está escuchando si puede ser de un tirón, pero esa voz, a mí me costó mucho tiempo, muchos años, entender de dónde, cómo era esto que aparecía y una vez leí en un reportaje a Cortázar que hablaba sobre sus textos obviamente, diciendo que él, apostaba a sostener, ese balbuceo arquetípico. Bueno, esa manifestación, ese aparecer del poema, cuando escribo es un balbuceo arquetípico; todo lo demás es la palabra, las infinitas formas de la palabra como posibilidad. Creo que uno a esa forma o la elige o la adopta, pero ese balbuceo, eso arquetípico, eso que no está en uno, está en todos, yo si no fuera por los otros no podría escribir, el poema no lo escribo yo, lo escriben ustedes, yo lo paso al papel. - Hay algunos que dicen que se termina con el lector el poema o con el oyente ¿Hay algo de eso Pablo? 15


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- Yo creo que empieza y se termina con el lector, con el otro, ese posible lector como quien está ahora del otro lado de la radio, ese es el otro, ese es el poema leitmotiv, lo tienen ellos, uno simplemente lo ve cuando aparece y hay que captar el instante, es un clic de cámara a eso que me estoy refiriendo que no sé cómo nombrar, es como un clic de la cámara, si se te pasó se te pasó. - Parecería como que el poeta tendría que tener como una atención alerta, para ver cuando aparece. - Algo de eso debe haber porque a veces son unas sin fin de manifestaciones. Si yo digo, si hablo de los ojos del mendigo, del otro lado del planeta alguien dirá seguramente eso es un lugar común, yo les pregunto a ustedes dos que me están mirando, ¿les parece los ojos de un mendigo un lugar común? Pero en qué nos estamos convirtiendo, por Dios si ese es un lugar común, elijo vivir en un lugar común. - ¿Cuándo sentís que ya un poema está terminado? ¿Qué pensás sobre ello? - El poema está terminado, yo no uso sintaxis prácticamente, el poema está terminado cuando clavo el punto. En mis poemas aparece un solo punto, ahí se acabó el poema y está terminado y no hay más. - Es como que el poema ha dicho lo que quería decir. - Esa es la manifestación, así apareció, se asomó y así se queda, lo siento mucho. - No sos de volver sobre el poema que ha escrito, para corregirlo. - No. - Una segunda escritura… - No hay segundas escrituras, si hay algo que me parece importantísimo, de una conversación con uno de los pocos poetas que he podido conocer en mi vida, ese señor, hablando conmigo en la vereda del bar Pizarrón, una noche me dijo, a mí me gusta leer pero todo lo que encuentro parece haber sido escrito para cinco iluminados en un sótano por eso busco otro lenguaje, eso me dijo Jorge Carranza hace muchos años, un señor que está sentado aquí que me ha invitado hoy a leer y a raíz de ese comentario yo comencé a rever no lo que tenía escrito si no lo que me venía y traté también de poner la palabra en su expresión más pura, para poder leer sobre todo. El último poema que voy a leer hoy, si me dejan, tiene que ver con eso, con la forma de leer, lo que aprendí de la lectura. No concibo un poema que no vaya a ser leído. Borges decía, qué hacemos con un texto guardado en un cajón, es un sin número de signos que no sirven para nada, de ahí el publicar. Pero tiene que ser de una lectura ágil sobre todo para la oralidad, cuando uno va a leer en público tiene que elegir bien qué va a leer, distinto es el papel, el libro, a mí me encanta la lectura posible del otro el poema pero para la oralidad que es lo que más me gusta, prefiero la voz al papel, el poema vivo al texto. Es fundamental que se pueda leer en voz alta, que no demande ese lector que está escuchando demasiado esfuerzo intelectual, siempre hay que desglosar la metáfora o la búsqueda del poema pero hagámosle algo fácil al otro. - ¿Qué pensás de la publicación de poemas en las redes sociales?

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- Bueno no puedo hablar del fenómeno de las redes sociales porque, insisto y repito, así como muchos creen que el amor está entre las piernas, son muchos y casi siempre son los mismos que piensan eso, los que creen que la poesía está en la punta de un lápiz. Para mi poesía y vida son la misma cosa absolutamente, esas manifestaciones, es la vida misma que está pasando por delante sentado en el escritorio con una hoja y un lápiz o con un teclado que es el lápiz moderno, difícilmente vea pasar la vida, la vida está en el otro, hay que caminarlo al otro, hay que escucharlo, el reservorio de la poesía son ellos, no nosotros, nosotros tenemos la facilidad, no sé, ese no sé qué, como diría Borges, si me preguntan no sé, si no me lo preguntan, sé. - Pablo, ¿cuáles son los materiales de tu poesía? - El otro, el otro… -Te influye por ejemplo haber visto una noticia, algo que pasó, un encuentro con alguien, un sucedido - Si, eso está claro, es involuntario el recolectar, después hay un proceso que tampoco lo puedo explicar, pero sí, hay que andar, hay que escuchar, escucharlo al otro en la palabra y uno no la tiene a la palabra. -Pablo, el título de tus libros, el primero “Palabras en el Agua”, ¿por qué elegiste ese título? - Ese título no lo elegí, yo tengo una editora de lujo, que cada tanto cambia todo y cambia el nombre, ahora la editora es Baguales Ediciones pero el alma es Carito. El nombre de ese primer libro lo eligió Carito, el formato y todo. Mi editora, la Carito, leyendo todo lo que recopiló para publicar ese libro que fue un regalo, una navidad me cayó con una bolsa con 50 libros, ella eligió ese título porque hay un poema muy breve en ese libro, Palabras en el Agua, que dice, “la lluvia desliza soledad sobre los techos, nada va a brillar hoy pero cada gota encierra algo del sol de ayer para mañana tus palabras en el agua”. De ese poema ella eligió el título para mi primer libro. - Bueno pero estamos un poco intrigados ¿Quién es Carito poeta? - Bueno, es mi hija menor que vive en Rosario y que en una mesita a diente y pulmón ella cose. Y hace cosas maravillosas. - ¿Y “Cuaderno Azul”? Este segundo libro del año 2016. -Es más tangible. Si porque en el lugar donde yo vivo, hay un cuaderno azul. Ese cuaderno azul es un regalo. Un cuaderno azul, forrado a mano, por alguien que no tiene la particularidad de tener esa habilidad y de eso surgió un libro porque era un cuaderno en blanco, entonces a medida que ha ido a parar algo ahí fue tomando forma ese cuaderno azul, de ahí el título, es tangible, el Cuaderno Azul es tangible. - ¿Y “Rapsodia de un Hormiguero”, que está recién salido del horno? -La rapsodia, es decir esa sucesión de cosas vinculadas aleatoriamente entre sí, recortes, esos retazos de todo, sería una lista interminable explicarlo pero es una rapsodia, un rejunte de los retazos, a veces son retazos de uno mismo y si esto que transitamos todos no es un hormiguero entonces ¿qué es? Yo en la infancia, pasé el mayor tiempo desculando hormigas, así literalmente y de esa observación todavía sigo sacando cosas para admirar, uno ve un desfile de hormigas y es una cosa maravillosa, tanto las que van como las que vuelven, están absolutamente locas. Y lo hacen a una 17


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velocidad increíble y todo lo tienen predeterminado y se respetan y se chocan y cuando se chocan entre ellas y se sientan a observar dos minutos van a ver que hacen lo más importante de todo, se frotan los hocicos, cosa que hemos dejado de hacer. - Quería hacerte una pregunta Pablo, con respecto a tu pensamiento con relación a la situación actual, concretamente de lo social, como la vés como ciudadano. - Me sorprendí hace poco viendo un video, los títulos, dos títulos, incluso voy a tener que recordarlo al título si es que anda por ahí, bueno, no importa, son dos títulos importantísimos, uno es 1984 de Orwell que plantea desde la ficción ese mundo a futuro que es el de hoy y el otro autor es Hussley, Un mundo feliz, claro y ahí se habla de las dos cosas que están ocurriendo en simultáneo, por un lado el manejo absoluto de las voluntades a través de las represiones, esa tremenda habitación 101 de 1984, donde te convencían de todo, me remitió a la Perla inmediatamente, a todos estos reductos donde han masacrado la voz. Por otro lado Un mundo feliz de soma, la droga, lo somático, la saturación de la información vacua sin sentido, querés ver que está pasando y terminás viendo un gol de Messi. Facebook, Netflix, intentan convencernos que fusilar gente con una ametralladora, pegarle un tiro en la cabeza al otro es normal, la naturalización del asesinato. En la conjunción de esos dos libros, de esa ficción hacia delante que estos dos tremendos autores proyectaron, ahí está lo que está pasando, la saturación, la robotización, el soma, la droga, para que pensemos en esa andanada de información que nos tiran y al que no, al que se distrae, quiere decir algo o la represión, es lo que está pasando. - Vamos a una parte lúdica, creativa que todos tenemos adentro. La relación tuya con el cine. ¿Ha habido películas que te llegaron, te conmovieron? - Si muchas, obviamente, el séptimo arte está hecho para todos. Pero si puedo sintetizar en algún título, por ejemplo Expreso de Medianoche, sacando el alegato ante el jurado, patético, como ciudadano norteamericano dueño absoluto de todos los derechos universales, el único pupocéntrico por ser nada más que ciudadano norteamericano, sacando ese dislate absoluto de la película, me parece perfecta. La condición humana llevada al límite. Expreso de medianoche, la debo haber visto 15 veces y la volvería a ver. Pero si tengo que elegir un título me quedo con Un Lugar llamado Nothing Hill, películas románticas si las hay, pero no por la película, que es una película rosa más, con unas actuaciones increíbles. Hay una escena, que hace que vuelva a ver como hizo el tipo, el guionista para poner ese texto ahí, como hizo Julia Roberts para interpretar ese texto de esa manera, delante del terrible pelotudo que es Hugh Grant porque no se puede decir otra cosa, en esa película el tipo no la ve, le queda grande lo que tiene delante de sí y delante de sí tiene a una chica diciéndole al chico, que la quiera. - Queríamos saber también alguna canción con la cual te identifiques. - Si justamente habíamos buscado con Fabiana, mi compañera, habíamos buscado la noche anterior a que ustedes me invitaran, Mandarinas de Víctor Heredia. Tiene una representación universal de Víctor Heredia, que como tantos otros a manos de la dictadura militar perdió a su hermana. Todavía la está buscando.

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PH GRETEL MARTINEZ

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CRISTINA RAMB “El poema me salva”

Cristina Ramb es Lic., en Psicología por la UNC. Ha publicado los siguientes libros “Escandalosamente viva“(Sol Rojo Editora, 2001); “La luna del centauro” “(Sol Rojo Editora, 2004); “Bendita sed” (“El asunto editorial”, 2011) y “Al límite de la tarde “(Editorial Lago Editora, 2016). Ha participado en diversas antologías. Integró el grupo literario “El Andén de los juglares”, los grupos “Noche de Bandada” y “Ultrafinas y Tramontinas del dolor”. Unas líneas de Cristina Ramb en su poema “Pez raro” del libro “Al límite de la tarde” dicen: “Soy un pez que ha crecido con una sola aleta, la de nadar hacia sí mismo”. Los verdaderos poetas son peces raros. Con una sola aleta; con su carencia y su dificultad; con su pobreza; van por el mundo yendo hacia ellos mismos una y otra vez. Cristina escribe con el cuerpo. Desde lo más profundo y oscuro –Cristina es una poeta nocturna- su linterna interior, la que le ilumina el nado; la recorre por dentro y recorre el mundo con esos innumerables otros a los cuales ella tierna, comprensiva y ferozmente nombra incansable. Los abraza con su única aleta. Y así los salva y se salva. -Cristina, en primer lugar, queríamos preguntarte con relación al título de tus dos últimos libros, “Bendita sed” y “Al Límite de la Tarde” ¿A qué obedecen? - “Bendita Sed” hace referencia al deseo básicamente, creo que el deseo es la sed que nos mueve a todos, escribir es esa búsqueda de ese agua que es la escritura, la palabra. Que ojalá nunca se nos termine de saciar porque creo que en eso tiene que ver la búsqueda de la palabra, un algo que nunca vamos a alcanzar que nos mantiene permanente en esa búsqueda. - Como una tensión, que va detrás. Ese deseo es como una tensión entre la palabra y el silencio. ¿Hay una relación ahí? 20


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- Si, es como una pulsión que nos lleva a querer romper el silencio que es donde se guarda el verdadero significado para tratar de explicar algo que se siente, nunca se alcanza en el poema, ni describir una imagen en el cual uno la ve o la siente, un sentimiento pero esa es la búsqueda que nos lleva a la poesía, ese lenguaje que nunca alcanza. Y por ello es bendita. - ¿Y “Al Límite de la Tarde”? - Al “Límite de la Tarde” tiene que ver, porque es un libro más intimista, un libro que habla de alcanzar determinada edad, determinada época de la vida donde uno ve pasar, empieza a entender algunas cosas, deja de creer en otras, se da cuenta de que algunas utopías que a lo mejor uno persiguió durante toda la vida no eran tales; hay como un cambio de postura ante la vida cuando llega determinada edad y eso tiene que ver con el límite de la tarde, una metáfora en cuanto a las edades, la tarde. - La noche todavía no empezó y el día se está yendo. ¿Hay ahí al medio algo no? - Al Límite de la Tarde para no decir se me vino la noche, pasa por ahí. - Vemos que hay mucha noche, sobre todo en el último poemario. La noche es algo que te inspira, es un momento fuerte para vos. ¿Qué significa? - Yo siento que somos dos personas diferentes durante el día y durante la noche, en la noche hay como un más meternos hacia adentro, es un espacio más calmo para escribir, para pensarse, el silencio de la noche. El día con lo cotidiano, con las urgencias y con toda la vorágine es como que, si bien uno observa y todo lo que observa es poesía, lo puede plasmar recién cuando logra ese estado de calma que tiene la noche, lo bohemio, el silencio. - Cuando vos decidís el título de un libro, eso aparece al final, ¿lo vas cambiando? ¿Ves todo el conjunto? - Aparece al final, me aparece, en general pero en mi caso yo escribo poemas que van surgiendo y en algún momento me encuentro con un conjunto de poemas que tienen que ver con determinada etapa y tengo la necesidad de cerrarlo o juntarlos y ver a que hace referencia ese momento o esa etapa y de ahí surge el título. - Ahí es donde te das cuenta que todos los poemas van a formar parte de un libro. - Van a formar parte de un libro y se van porque tienen que irse. - ¿Sos de corregir mucho, de volver sobre el poema? - SI, me pasa eso, escribo desde la emoción, otras veces también lo he explicado, escribo en caliente, escribo desde la emoción, la bronca, la tristeza, desde lo que me conmocionó en ese momento y lo dejo ahí que repose y cuando ya puedo alejarme de esa sensación lo leo desde cierta objetividad para corregirlo, para tratar de que sea más claro el texto. - Así que la génesis es una emoción, algo que sentiste. - No me pasa como a otros poetas que tiene determinados momentos durante el día que dicen me siento a escribir, a mí me asalta el momento, me despierto a la noche por sed simplemente y en ese momento me quedé pensando en algo y ahí surgió la idea. 21


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- Un poeta nos dijo que a él se le aparecía el poema. -Aparece el poema, si, en eso coincidimos. - Quizás una primera línea y después se va como empezando a andar. ¿O te sale de un tirón? - Algo que vi y me quedé, una frase, alguna palabra, algo que soñé. - En el último libro hay como una referencia al otro, al semejante, no digo poesía social pero como que hay una referencia a una situación. Por ejemplo en el poema De Qué, de “Al Límite de la Tarde”. - Si. Y es un poco con lo que te decía recién con el título del libro, hay momentos en los que he escrito, los poetas cuando recién empezamos hablamos mucho de nosotros mismos y hay una etapa en que nos damos cuenta que somos el todo, somos el otro, el que nos crió, el pasado, el futuro, el que vemos en la calle y en este libro también me planteo mucho para qué sirve, por qué escribo, cuál es el fin de esto que hago, es algo narcisista para hablar de mi o puedo llegar a modificar algo en la poesía? Cuando te pedí que pusieras el tema de Marilina Ross justamente que le comentaba a una amiga ayer, que Marilina, la primera vez que fui a verla en el año 82 y pesqué esa simpleza de lenguaje y lo que lograba y motivaba a la gente fue mi primer recital, yo salí emocionada y dije quiero ser poeta, quiero hacer esto. Encontré en ese espacio de comunicación que no es un espacio porque si digamos, si no que en el discurso algo modificó en mí y modifica en el otro, creo que la poesía tiene que ser eso, servir para algo, aunque más no sea para que el otro piense. - Estimamos que vos no temés decir las cosas por su nombre, no temés tampoco ser clara, o sea, las ponés a las cosas, es algo que está puesto ahí, tu cuerpo, tu pasado, tus relaciones, la relación con el mundo. Un poco lo has dicho pero profundicemos sobre los materiales de tu poesía. - Materiales hay muchos, el amor, pero básicamente no el amor en el momento feliz del amor. Me cuesta escribir desde el momento de la plenitud, de la felicidad, si el amor en cuanto a las ausencias, los abandonos, todo lo que pueda llegar a producir cierta emoción más dura es lo que me hace salir el poema, es como una forma de decirlo o ponerlo afuera. - Por eso vos decís el poema me salva en algún punto. - El poema me salva, si, no queda adentro doliendo algo o haciendo ruido si no que sale. - Vos decías sentimiento, como material está tu cuerpo ahí también… - Si, pasa por ahí, también podemos hablar en el poema a través del mensaje que a veces enmascara porque si bien decimos lo que no podemos hablar a veces ni siquiera en el poema lo podemos decir, entonces viene la metáfora, la imagen. - Cambiando de tema, como te llevas con la narrativa, porque hay un relato breve tuyo, que se llama “Cuando Güemes no era cheto”, haciendo referencia a barrio Güemes, ¿vos naciste ahí? - Yo nací en el centro, en la calle Alvear y más o menos a los cuatro o cinco años fui a vivir ahí que es la casa de mi mamá, de mis abuelos y estuve viviendo ahí hasta adulta, hasta que me casé y luego después volví cuando me separé a la casa de mi 22


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mamá hasta que esa casa se vendió pero si, más de la mitad de mi vida he vivido ahí en la calle Belgrano, cerca de la cárcel de Encausados. En ese relato esta todo el folclore y toda la mística que tiene Güemes; lo he visto pasar de ser un barrio humilde, trabajador a lo que es hoy que es San Telmo prácticamente. Si bien lo mío es la poesía y la narrativa descriptiva es la que puedo hacer así en relatos breves, me hubiera encantado escribir una novela, pero tiendo a terminar los cuentos demasiado rápido. - Vos decías que arrancás de una emoción, ¿qué cosas te emocionan, conmueven, te movilizan escribir? - Muchas cosas que me emocionan y me conmueven, bueno, el poema Invisible que te leía recién por ejemplo, ver gente durmiendo en la calle y desde esa angustia surge el poema. - ¿Cuál es tu visión de la situación actual? - ¡Que tema, no! Lamentablemente me pone muy mal la situación actual, desde todo, no solo desde lo económico y político, creo que como sociedad estamos quebrados, no nos escuchamos, el maltrato, las redes sociales; las redes sociales son un lugar donde todos somos revolucionarios del dedo gordo como le digo yo porque sale de debajo de la sábana y sirve para insultar al otro, para agredir al otro y de repente cuando pedís un dador de sangre no aparece un solo revolucionario. Entonces veo como, que es el oponerse por oponerse, el no escucharse, hasta comentarios tontos, que alguien pone y ya viene quien lo insulta gratuitamente porque no está de acuerdo, ni siquiera le plantea porque no está de acuerdo, creo que ese daño que surgió en la famosa llamada grieta se nos ha ido de las manos y hemos llegado a un punto en que no se escucha al otro, directamente se lo ataca, eso me duele muchísimo porque bueno, la situación económica, estamos en una crisis económica fea, volvemos a lugares donde no deberíamos estar pero nuestro país es como cíclico, 10 años bien, 10 años mal pero en este momento siento que hay algo más oscuro y más triste de fondo que es que no estamos funcionando como sociedad. - Diríamos que falta silencio, el silencio limpia, limpia la palabra. -Esto, sentarnos a conversar, poder plantearnos, nosotros a veces hemos diferido en muchas cuestiones políticas pero las podemos hablar, a vos que te parece porque paso esto y no perdemos el vínculo, simplemente cuando te ponés a hilar finito te das cuenta que en realidad los dos queremos lo mismo. Y a veces hasta te cuesta poner algo lindo o algo agradable, porque si no hablás de cosas angustiantes o violentas de la sociedad y si colgaste un poema de amor, ¿en qué planeta vivís? También te critican por eso. - La situación de la mujer en el mundo ¿cómo la ves, en Argentina y el mundo? - Creo que es fantástico lo que está pasando, la mujer se ha levantado en cosas muy positivas a reclamar sus derechos, la igualdad, estoy a favor de la igualdad, no de pisarle la cabeza al hombre tampoco, creo en la igualdad, que reclamemos derechos y que vamos codo a codo y está muy bueno lo que está pasando, a nivel mundial es este movimiento y se lo ha ganado en la calle.

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GABRIEL MARCO “En toda poesía hay una metafísica”

Gabriel Marco, es Licenciado en Letras Modernas; conferencista, tallerista, compositor de canciones. Es columnista de Radio Rock & Pop desde hace varios años. Ha dado charlas en el Festival de cine fantástico y de terror de Córdoba. Impresiona en su poesía la naturalidad con que fluyen los versos que dejan como al pasar, como si se le cayeran sin que se dé cuenta; sentires que quedan allí flotando. Su poesía recuerda para bien esas películas de Woody Allen que entran y salen como si nada de la filosofía, la psicología , la religión, el amor, el desamor y tienen en su vientre humor; una de las más altas muestras de la inteligencia humana. -Gabriel: Conversaremos sobre la poesía, sobre el arte, sobre el mundo; un poco para conocerte más en profundidad. Empecemos con el título de tu libro: “Ese Dolor en Paz Serás” y con respecto seudonimo: Marcial Bregó. - Si, en realidad el título es un acróstico de la destinataria de los poemas, el seudónimo es un acróstico de mi nombre. En realidad el libro es un experimento literario; yo estaba muy fascinado con los poetas barrocos y con los poetas latinos. Retomo en el prólogo al primer poeta argentino y de Córdoba que es Luis de Tejeda y Guzmán que era un poeta barroco y como todo ocurre en Córdoba. Es una historia de amor, torturada y bohemia. También está el tema de Carmina Burana, los poetas galiardescos; es como un epitafio en latín pero esconde el nombre de la destinataria real. - ¿Los materiales de tu poesía dónde los encontrás? - Que buena pregunta. Mirá te digo la verdad, siempre digo que uno escribe no lo que quiere si no lo que puede, lo que le sale, la inspiración viste como es. Hay etapas. Este es un libro de hace 15 o 20 años que me animé a sacarlo, son poemas juveniles universitarios y tuve varias etapas, esta es la etapa amorosa y después me puse más comprometido, busqué temas, la verdad es que me encuentran los temas. Hay temas que están siempre, ya lo dijo Gelman, la literatura y la poesía en sí misma es un tema, el amor, la muerte, también hay temas metafísicos, el tiempo. Creo que uno de los poemas más lindos del libro es el poema que habla que en la poesía hay una metafísica. Todo el libro lo escribí en la plaza de barrio General Paz o sea que es un homenaje a barrio General Paz, y habla que en toda poesía hay una metafísica, en cada pena y en cada flor este verano intentará explicar la muerte. Creo que las 24


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religiones y las filosofías tratan de la metafísica, la explicación del universo, del ser, todo eso pero como la poesía habla de todo o puede hablar de todo, por eso digo en ese verso que en toda poesía también hay una metafísica, en cada pena y en cada flor. - Impresiona la pobreza de la poesía que hace que tome de todo algo, entonces, esa es su riqueza. - Totalmente sí, yo creo que está subestimada porque la versión escolar es como que… mirá había un artista, yo creo que Mollo de Divididos que decía, Borges también lo dijo, Borges dice, en vez de darme el Código Civil de una cultura dame el cancionero, que tal vez lo explican mejor, en los mitos, en los relatos, en las canciones, en las poesías; Mollo dice lo mismo respecto de las canciones, tal vez ahí hay más política o filosofía o sociología. - Vos Gabriel sos como un especialista en Borges - Si, soy fanático de Borges, algo hay que elegir entonces elegí a Borges en lo literario y a Chomsky en lo político. - Das talleres sobre ellos. - Si, hace un par de años. Pasó de ser un hobby a decir, me lo voy a tomar en serio y a investigarlo y a compartirlo, la misión es esa. Elegí a Borges porque más allá de que hay tantos autores, creo que Borges, de hecho Borges es el que me llevó a la literatura. - A ver cómo fue, que poema te hincó así - Aclaro que me pone incómodo hablar de mi porque me parece que es tan intrascendente hablar de uno, pero la anécdota es esta, yo tenía una banda de rock en el colegio, a los 15 años hacíamos punk rock y un día entré a una biblioteca popular y descubrí las obras completas de Borges y ahí leí el soneto a Edgar Allan Poe. O sea que para mí el rock y Borges fueron las dos puertas a la música y la literatura porque a partir de Borges entrás a la literatura moderna, a la literatura griega, a la biblia, a la Mesopotamia, a la literatura universal. Antes de Borges no existía creo un autor así. -Es así, es así y acá en el programa Gabriel nos permitimos también ir un poco a ese Gabriel ciudadano, vos tocaste, te fuiste para el lado de Chomsky, hay ahí algo con la vida diaria, lo cotidiano, lo comunicacional, háblanos un poco de eso. - Exacto, yo era un chico de los 80 y los 90; me crie durante el menemismo y nunca fui activista. Nunca me involucre en política, nos habíamos criado con eso que no había que meterse en política. - La política era mala. - Claro y yo como venía de letras desconfiaba un poco, uno es desconfiado. Había una versión de la historia liberal, una peronista, entonces no creía en nadie y estaba buscando. Descubrí en Chomsky hace dos o tres años un marco teórico académico cientificista que a mí me proporcionó un marco teórico serio para analizar la realidad política. Chomsky básicamente es anarco sindicalista, retoma la tradición anarquista y es crítico con la versión liberal y neo liberal, con el marxismo ortodoxo, incluso con los posmodernistas como Foucault, todos los posmodernistas franceses. A partir de él empecé a involucrarme en política hace dos o tres años, con ese marco teórico a mí me dio como una seguridad y ahí empecé a hacer mi granito de arena de activismo. Escuchaba a la poeta de la semana pasada que Uds. invitaron, ella milita en las villas, admiro eso muchísimo y desde mi lugar estoy dando la teoría de la propaganda de Chomsky porque lo que hace no es solo ser un líder típico de la izquierda que es como 25


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ensayístico o especulativo, el tipo propone modelos científicos, marcos teóricos para analizar la realidad, con estadísticas, por eso lo odian un poco los típicos intelectuales funcionales al poder. - Tiene todo relativo a la propaganda, el tema de los medios de comunicación. ¿Cuál es tu opinión? Vos estás también en un medio de comunicación, en la radio. - Exacto. Chomsky es un lingüista, es el Darwin de la lingüística pero él es activista entonces la actitud que él tomó, no me interesa el debate de las ciencias sociales, no me interesa si esto es o no científico, porque a él le interesan las luchas populares, como viene del anarquismo y desconfía de todos los intelectuales, llámese periodistas académicos que terminan sirviendo a los intereses de la élite. El desarrolla un modelo de análisis de cómo funcionan los medios de comunicación en los capitalismos, o sea, como funciona la propaganda y lo estamos viendo en la Argentina, en Latinoamérica, clarísimo. Chomsky hace todo un estudio, una historia y proporciona un modelo teórico que es muy sencillo y es el que yo enseño en los talleres. Él dice que en las democracias capitalistas desde que se produce un hecho y la noticia llega al consumidor, tiene que pasar tres filtros, uno los intereses de los propietarios, luego los anunciantes y tercero los agentes de noticias. Como toda la industria está formada por empresas capitalistas que están orientadas a la rentabilidad, ninguna noticia va a afectar los intereses de sus dueños o los intereses de sus anunciantes y las agencias de noticias son también empresas. - Componés canciones también. ¿Hay puentes entre la poesía y la música? - Si, totalmente, totalmente. Yo de hecho empecé por las canciones. Hablando de literatura, poesía y política para resumir esto que quedaba, de esto de la poesía comprometida, poesía social, mi punto de vista es que el arte, es lo que dijo ya Cortázar, para mí el compromiso de un escritor o de un poeta es hacer buena poesía, ser honesto y hacer buen arte y luego en lo político bueno, que cada cual se exprese más allá de que sabemos que todo está mezclado y está bueno también pero en principio eso y con lo que me preguntabas de Chomsky y el anarquismo un poco mi mensaje es el que doy todo el tiempo: lean libros, lean poesía, desinfórmense porque si tenemos una cultura que no lee libros y lo único que te importa es el mundial y claro nos van a llevar de las pestañas. Los valores de la tradición anarquista que nadie te los enseñas son la solidaridad, la cooperación, el bien común, el otro, no fomentar la competencia y la destrucción si no fomentar que cada uno puede ser dueño de su propio trabajo y ser dueño de su propio destino y de sus propias políticas, esos son principios que viene del siglo XVIII, del siglo de las luces, teniendo a la persona como centro. - El semejante, el otro aunque sea diferente. - O sea, cosas que ya las había dicho el primer cristianismo, el budismo, la compasión, la solidaridad, el amor. - Y después arriba ponéle lo que quieras. - Exacto y después se expresa en lo político se expresa, cree en la economía social, en la economía solidaria, en economías alternativas, en los medios alternativos, en las empresas recuperadas, en las fábricas recuperadas. Tiene ese tipo de cosas que no es nada del otro mundo. - Bueno, Gabriel gracias por habernos acompañado y mostrado verdaderamente tu posición ante el mundo también, no solamente tu arte, que eso es lo que nosotros valoramos.

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CHRISTIAN HERTEL “Reivindicar a través de la palabra”

Christian Hertel nació en Córdoba, en el año 1983. Ha publicado dos poemarios: “Los restos permanentes”, Editorial Borde Perdido en el año 2015 y “La erosión”, Editorial de acá, año 2017. Ha recibido una mención en el “III Concurso Latinoamericano de Poesía Fundación Pablo Neruda”. Christian Hertel no precisa levantar la voz. Su palabra está llena de silencio. Detiene el mundo y va dejando pequeñas señales, sin estridencias, sin énfasis. De ese silencio contemplativo emergen imágenes que dicen lo que dicen y mucho más de lo que dicen. - Christian en primer lugar, vamos a hablar sobre la literatura, la poesía, también la situación actual, quería nos digas dos palabritas en relación al título de tus libros: “Los Restos Permanentes” y “La Erosión”. - “Los Restos Permanentes” es el primer libro, el proceso de ese libro fue haber escrito muchos poemas sin intención de libro y llegado un momento había un hilo común, de ahí fui trabajando hasta que quedaron la cantidad de poemas que representan al libro y me di cuenta que en los temas que por ahí había tocado, queriendo o sin querer en el libro, hablaba de esas cosas que aparentemente son desechos insignificantes, restos, pero que tenían una presencia en la vida cotidiana mía permanente. Por ahí son poemas que representan esas cosas que a veces parecen insignificantes pero que terminan siendo lo que nos constituye. - Como el sedimento que hay debajo, donde abreva quizás el ser. - Exacto. Bueno en ese libro hay algún poema sobre un recuerdo, hay algún poema sobre alguna situación en la infancia. - El cementerio, la ida a pescar… - Si, detalles que pueden parecer insignificantes o minucias pero que bueno, habían ganado como un protagonismo en lo que yo venía escribiendo que hacían que, por eso, de ahí viene el título. - ¿Y “La Erosión”?

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- Este libro es un libro complicado de escribir, a diferencia del primero este fue saliendo un poema atrás del otro en una situación muy particular de mi vida. La Erosión justamente habla sobre el amor y a veces sucede que el amor sufre un desgaste invisible que puede, similar a los que la piedra sufre con los embates del agua, por eso ese título. -Los materiales de tu poesía ¿Los podes identificar? - Yo creo que todos escribimos un poco de lo mismo, yo no creo que haya temas muy nuevos. A mí me preocupa mucho el tiempo, la muerte, el amor, los vínculos, recuerdos. Creo que viene por ahí pero incluso yo lo que si tengo una certeza es que nunca me ha pasado de querer hablar de un tema, si no que el tema me interpela por algún motivo, a veces es una imagen, a veces un recuerdo, a veces es escuchar que alguien dice algo y despierta una intención de escritura. - Un poeta ha dicho que escribimos sobre lo que no podemos decir ¿qué pensás de eso, hay algo de eso? O sea, lo que cae, lo que queda en la poesía. - Yo siento que no es algo nuevo, no es algo dicho solamente por mí, pero creo que si uno escribe, es porque hay cierta disconformidad con las cosas como están planteadas y hay una necesidad de reivindicar a través de la palabra, a través de la música, a través de un cuadro pero hay una necesidad de decir algo que en su momento quizás no fue dicho y uno tiene a veces la oportunidad de decirlo a través de un poema. - Vos recién explicaste como era el génesis de los poemas, los poemas, acá dijo también otro poeta -Pablo del Corro- que se le aparecen, vos ¿estás de acuerdo con eso? - Totalmente, yo por eso te decía recién que nunca fui a buscar un poema, no puedo sentarme a escribir un poema, es eso poético que sucede que me sienta a escribir y me pasa de diferentes maneras, a veces he estado dos o tres meses con un verso en la cabeza y uno va a veces manejando, en el ascensor, en el trabajo, mientras está comiendo y por algo ese verso, a lo mejor son tres palabras, cinco, siete, no sé, están, están, están hasta que algún evento fortuito, inesperado, no buscado por uno termina como armando ese esqueleto que después termina. Facundo Cabral decía ser poeta y andar atento por la vida, por ahí es eso, es dejarse ser permeable y dejarse atravesar por esas cosas y algunas cosas que te suelen pasar son muy importantes y no sale ningún poema de ahí y a veces cosas insignificantes que a veces podrían no ser poéticas terminan siendo poemas. - ¿Eso de escribir en relación a una consigna? - A mí me ha costado mucho, yo hice un solo taller acá en Córdoba, poco tiempo y era la parte que más me costaba. Generalmente terminaba haciendo otra cosa que no era la consigna y bueno, era una forma de rebelión también. -¿Sos de volver sobre los poemas antes de que se publiquen? - Es una linda pregunta esa porque para mí la instancia de la corrección es tan importante como la de la creación, incluso hay algo que me pasa que te diría que disfruto más la corrección, ¿por qué? Porque en el momento en que uno está creando un poema no hay ningún tipo de certeza de que eso vaya a ser un poema. Uno muchas veces empieza embalado y le gusta lo que va diciendo y en algún momento 29


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se cae o se desata el eslabón que uno cree que venía teniendo y al otro día lo lee y uno dice esto no es nada y lo hace un bollo y lo tira, pero cuando uno vuelve a corregir un poema es porque ya está la certeza del poema, uno ya llega, en mi caso, mucho más tranquilo a esa instancia y se permite otro tipo de juego con la palabra. Siempre intento volver desde lo musical, es muy importante la música de las palabras, la música en los versos, mucho más a veces, incluso si es o no la palabra adecuada. -¿Pensás que el poema se completa cuando uno lo lee y cuando la otra persona lo escucha? - Estoy completamente de acuerdo con eso. - ¿Y cuándo sentís que está concluido? ¿Al poema, lo soltás o te suelta? - Me suelta, hay un momento donde, incluso pasa, cuando a veces uno se empecina con algo que uno empieza a escribir y el poema te dice acá no hay nada y uno se empecina en que haya algo, uno estira, lo trabaja, vuelve repetidamente al texto y el poema es mucho más sabio que el poeta. Está dos pasos adelante. Siempre. - ¿Hay tiempos en los cuales no escribís, de la hoja en blanco? Tipo yermos diríamos. ¿Cómo te llevás con eso? - Estoy ahora atravesando un periodo largo de no escritura que siento que está ligado directamente a la realidad política que estamos viviendo, como si el eje se hubiese corrido hacia otro lado y hoy la precepción de las cosas tiene otro color, otro matiz, otra intensidad. -Se nota este trabajo tuyo en la poesía. Hay mucho silencio, debe haber más poda que otra cosa. Porque se ve esa poesía breve que dice mucho con poco. - Más allá de que pueda parecer eso, no soy de escribir largo, no tengo poemas largos y no es porque nazcan largos y yo los haya recortado hasta que queden cortitos, hay poca poda. Generalmente pasa, me pasa otra cosa, que a la hora de escribir no hay una búsqueda muy grande si no que ya viene lo que yo quiero decir en pocas palabras y después es por ahí el trabajo más técnico es la parte estética, esta palabra no suena, esta va mejor, acá hay un salto de párrafo. Pero nunca se me ha dado que venga el poema largo o muy verborrágico. - ¿Hay algún poema de otro autor que te identifique, que te represente aunque sea tu voz en la voz de otro digamos? - Bueno, es difícil, muy difícil la verdad, que un poema en mi caso me represente porque un poema no dice todo lo que uno es, uno es mucho más que lo que dice un poema. Incluso las instancias, uno amigo, uno compañero de trabajo, uno padre entonces hay tantos poemas como poetas. - Vamos a continuar sobre la situación actual, el momento del país, del mundo, ¿cómo te sentís, que pensás? -Lo vivo con mucha preocupación. Me pasa es que es el primer gobierno neoliberal que tengo que afrontar como padre. Yo viví la época menemista siendo niño, de siete ocho nueve diez años y los padres siempre se desviven para que en la casa, los que menos noten el neoliberalismo sean los hijos. Eso es lo que más o menos estoy haciendo hoy. La verdad es que me preocupa muchísimo, aclaro que no voté, no elegí 30


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este gobierno. Me preocupa mucho hacia dónde va llevando la política económica. No creo que no se le salgan las cosas, sino que me parece que es un plan más que claro, porque uno puede trazar paralelismo con épocas anteriores, de endeudamiento, de pedirle una mano al FMI y no hay un solo caso de ningún país latinoamericano que el fondo monetario haya entrado y haya ayudado a la gente; la está pagando el pueblo, la clase trabajadora. -Es importante encontrar lugares donde uno habla, porque los medios de comunicación no ayudan. -Claramente que no, los medios persiguen sus propios intereses, con lo cual se vuelve difícil informarse, hay mucha basura dando vuelta, lo cual genera confusión. Cuando doy la discusión por algún tema político uno se da cuenta, apenas empieza a hablar con una persona, a los pocos minutos se da cuenta qué radio escucha, qué diario lee y qué canal de televisión ve porque repiten todo y a la repregunta de lo que uno a veces escarba un poquito, nota una fachada, que es una cáscara, que atrás no hay un fundamento real para defender, por ejemplo, este modelo. Un modelo en que el otro sobra, es un número que hay que borrar. - Pensás que están equivocados, ¿que no saben a dónde van? -Para nada, incluso nos han engañado mucho tiempo durante esta gestión justamente con eso, hacernos creer que habían intentado algo y no había salido y entonces iban por otro lado, prueba y error; escuchabas mucha gente que decían que habían que dejarlos gobernar, dejarlos gobernar era dejarlos que vacíen el país como lo están haciendo.

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LETICIA RESSIA “La lectura de la poesía es una invocación”

Leticia Ressia nació en Pellegrini, provincia de Buenos Aires. Vive en Córdoba. Estudió Letras Modernas en la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC). Ha publicado “Día de los inocentes” (Editorial cooperativa La Fiaca, 2001), participó en las antologías “Dora Narra” (Caballo Negro y Recovecos, 2010), “15 Poetas mujeres de Córdoba” (Editorial Tinta de negros, 2011); publicó en 2012 “La selva oscura” (Editorial Pan Comido y Gráfica 29 de mayo, y en el 2014 “El hielo de la guerra”, Edit Caballo Negro. La voz de Leticia Ressia es lúcida, franca, descarnada. Es feroz y tierna; tierna y feroz. Lleva en su vientre un dolor que no se olvida y que está allí. Su animal interior muerde y abraza y da calor en partes iguales. Está solo, desolado y lleno de amor. Alberto Girri dice que el poeta debe ser fiel a los alimentos esenciales. En la poesía de Leticia esos alimentos pueden verse, pueden tocarse: el campo, la pampa, la inundación, el alambrado; los caballos, el auto, el capot del auto; la ventana del tren del oeste; el padre- siempre el padre, siempre ahí. - Leticia, un poco como para ir comenzando, el título de tus libros, “Día de los Inocentes” ¿qué determinó la elección de ese título? -“Día de los Inocentes”, de hecho parte de una cita bíblica, de la masacre de los inocentes, entonces ver también esa realidad. Cada escritor ofrece una visión de la realidad, acotada, universal también en un punto. Hay temas que atraviesan toda la literatura, no solamente lo que es la poesía, la muerte, la vida, la angustia, la soledad, el hambre, el amor, el desamor y porque todos somos atravesados por eso, la angustia, las cosas que nos angustian. Día de los Inocentes tenía que ver con eso, con esa cosa infantil también rota, el lenguaje que yo uso, esta cosa de la osamenta, no basta para mi este entierro en manos infantiles decía una, que es un animal muerto, donde los chicos pasan, lo pisan y sin querer inocentemente lo llevan a su casa, que es también algo de la tragedia diaria que nos toca que uno termina llevando a su casa quizás con la total inocencia, utilizando la infancia como una metáfora, una representación un poco más allá de las palabras. - ¿”La Selva Oscura”? - Yo trato de que cada libro tenga su tono, no quiero decir temática, no creo en las temáticas pero si un recorrido, creo que es como los discos; un disco también tiene un 32


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recorrido por las canciones, cada poema habla por sí mismo pero también en conjunto es algo coral, es una obra coral. En el caso de “La Selva Oscura” lo que quería era cerrar un poco esa vida mía, esa idea bucólica de un pueblo, de La Pampa, del alambre, de esa vivencia con mi familia, las mujeres de mi familia, de hecho está dedicado a las mujeres de mi familia, mi abuela. - Las Ressia. - Si, las Ressia que serían las Cuello también, con el apellido de mi madre. Mi abuela, mi madre, mis hermanas, habitantes, mi padre también, yo lo tengo muy presente a mi padre, creo que uno, parte de la idealización de la infancia y a partir de esas cosas que uno tiene con los elementos que uno tiene con los cuales construye esa visión del mundo está representada la realidad. De hecho ese “Día de los Inocentes”, fue trabajado en una cárcel y lo veían como otro tema, se disparan otros sentires, cada uno ve no lo que quiere ver, si no cada uno ve y explora los sentidos que cada libro tiene. La poesía tiene esa vitalidad y esa virtud de poder explotar todos los sentidos. Entonces lo que a mí me parece que me acerca más a una cosa a otro lo acerca la otra y a otro le pasará con otra cosa y me parece que eso es lo más interesante, que nunca se acaba, no hay un sentido acabado, cada lector va a completar como mejor le quede. - “El Hielo de la Guerra” ya va a otra cosa ya más general… - En “El Hielo de la Guerra” lo que intento es abordar más que nada la vida. Clausurada un poco esa visión bucólica de la infancia, los espacios que yo circulaba en la infancia, asumir un poco la edad adulta en algunos aspectos, adulta también en la manera de escribir y en los espacios, creo que salvo dos o tres reminiscencias pero básicamente arranca hablando de un espacio de la ciudad, de los agobios de esa ciudad. Hay dos versos que son muy crueles en ese libro que me parece que todos los hemos sentido en algún momento que dice, “esto que queda de puro sirve el dinero que gano”, es decir, esta corrupción del capitalismo sobre las personas, vos venís con todo un universo original, inocente. - Paradisíaco en algún punto. - Exactamente, que uno trae, que tiene que ver inclusive con ese libro anterior, con “La Selva Oscura” entonces ya en “El Hielo de la Guerra” es otra cosa, es decir, esto que queda de puro sirve el dinero que gano, todo esto que yo construí en mi infancia, en mi relación con mis hermanas, con mi tierra, con el lugar donde viví de dónde vengo tiene que ver con eso, con una sombra y con algo que ya se rompió, tiene una suerte de desesperanza, no me queda otra. - Es lo que queda y queda algo adentro, pero es. - Pero eso que queda adentro está puesto al servicio de lo que te hace vivir, de esta realidad, también es un darse cuenta de mirá ésta es la realidad. - Hay un poema tuyo que comienza diciendo: fui pura y hermosa. - Exactamente, como algo pasado, fui pura y hermosa y entonces no había odio ni desconsolado amor si no ésta mancha oscura paterna. - Los poemas se van acumulando Leticia y de repente vos ves ese corpus y ahí es donde aparece el título. ¿Vos lo vas buscando? - Emergen, los títulos emergen, yo no escribo alrededor de un título, el título sale del poema. Día de los Inocentes salió, no me acuerdo como fue, en el caso de “La Selva Oscura” nace de un poema muy breve que son tres versos, “yo tuve encierro y otras cárceles pero nada se pareció a tu sombra”, esa selva oscura que además tiene otras 33


34 lecturas digamos. “La Selva Oscura” es un libro que edito a eso de los 30 años y me remite a esos primeros versos del Dante, en su Divina Comedia, pero no porque quiera parecer algo a eso si no porque básicamente cuando el Dante dice estando en la mitad de la vida me encontré con selva oscura, la mitad de la vida para él era sus 30 años, teniendo en cuenta que no vivían tanto, entonces para mí es un libro que yo lo escribí como a la mitad de la vida, espero que no, espero tener muchos más. - Notamos que en tus escritos hay ironía y humor, un relámpago que hay sobre ese tema, ¿qué efecto producen en tus textos esas dos presencias de la ironía y el humor? - La ironía y el humor son dos niveles de intencionalidad que uno tiene, quizás para disipar esto que es tan crudo. Yo siempre me acuerdo de una frase de la Metamorfosis de Ovidio que dice “el gesto del mundo se ha convertido en un gran visaje”, cuando yo me encontré con esa frase, dije ¿qué es visaje? Fui y la busqué y habla del visaje como una mueca es una risa que es una mueca, no es una risa real, es una mueca que en realidad lo que está escondiendo es otro fondo, que quizás es más oscuro, que es más perturbador y eso también tiene el humor. - El humor y la ironía además te permite entrar y salir, hay una distancia que te preserva un poco, que también alivia un poco en algún punto. - Si, descomprime, es como una puñalada, es como una puñalada pero no en el sentido de cuchillo si no como una daga, la daga tiene la virtud de que tiene dos filos, o sea, corta por ambos lados. - ¿Cuándo decís acá este poema ya puede andar? - A mí me gusta que el poema cierre, básicamente que cierre en cuanto a su música y en cuanto a lo que yo intenté decir porque uno puede empezar con una idea y termina otra cosa que no tenía pensado. Cierro el poema cuando ya siento que no tengo más nada para decir y si ya no tengo más nada para decir quiero que además cierre bien, entonces ahí tengo que trabajarlo, como lo trabajo quiero que termine bien, no me gustan esos finales abiertos Yo leo con determinado tono, hay gente que lee el poema como si leyera el diario, cosa que está bien, cada uno lee como tiene ganas, yo siento que la lectura de la poesía es irrupción ritual vamos a decirlo en una realidad y que también es como una invocación. Para mí es como una cuestión sagrada, yo en este momento tomo la palabra que tampoco es del todo mía, si no que pertenece a otra cosa, es como una cuestión un poco más. Es como el gran río, si venía en el gran río y le demos este espacio, este espacio pero el río tiene que sonar. - La voz, el sonido, la música, el silencio, están. Con el poema sentimos que está terminado porque está escrito pero sin embargo cuando se le está faltando algo de la voz. - Eso que le falta de la voz como mencionas es porque hay que volver a la fuente, la poesía no fue escrita, la poesía es oral, primariamente fue oral, originariamente fue oral, entonces indudablemente tenemos que volver a la oralidad. - Entonces vos pensás que el poema se completa con la oralidad, el que lo lee, aparte en la historia, que lo escuchen. - Si, si se completa con el otro, no con uno mismo. Siempre está el otro esperando ahí. - Leticia las influencias son inevitables, qué voces te influenciaron y si hay algo en común en ellas. - No sé qué decir en relación a las influencias, por ahí a esas cosas se las dejo a otros, no porque no tenga miedo de nombrar si no porque en mi caso particular yo estudié 34


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una carrera que tiene mucho que ver; yo venía escribiendo de adolescente pero toda la tradición de la literatura a mí me la da la universidad. Pero a su vez la universidad no te dan a leer poesía, en la poesía que te dan en la universidad es de gente muerta y de los clásicos entonces como que vos llegás al siglo XX y te mostraron un poquito por acá y nada más. Entonces después ya es otro recorrido, obviamente que uno tiene influencia de los amigos, de los que no son amigos, los poetas muertos, de los que están un poco más vivos, de tradiciones, del romanticismo, del barroco no, del barroco no pero del romanticismo si o de otras tendencias que uno va escuchando. Yo básicamente cuando estoy escribiendo no leo poesía, leo narrativa, me gusta más, es más inspirador y además tengo un gran temor, cuando uno lee poesía de otros se pegan los modos, se pegan los giros y porque no algún verso que te parece que es genial y en realidad es robado de ahí y nunca te diste cuenta. - Leticia, quería saber si hay tiempo yermo en tu escritura, si hay periodos de silencio. - ¿Escribiendo? Si, muchísimo, me han angustiado mucho. - Eso queríamos saber, ¿cómo te llevás? - Si, en realidad me acostumbré, yo no soy muy prolífica, he tenido mis etapas, cuando escribí esto, mi primer libro, digo esto como si me estuvieran viendo, escribía mucho, escribía mucho en papelitos, en cositas chiquitas, después uno es atravesado por la realidad y la realidad te exige presencia, entonces, esa energía, eso que queda de puro es real y es literal porque vos ante ciertas preocupaciones y la verdad es que no me da la cabeza, no tengo en este momento, mis urgencias son otras, cuando uno dice eso piensa que son económicas, no, puede ser que te pasó algo en tu vida y tenés que ver cómo te reacomodás o lo que sea, pero yo he pasado muchos periodos sin publicar. Yo soy de escribir poco pero sé cuándo se termina una etapa y comienza otra. - Así que vos decís Leticia que sos de leer prosa y escribís a veces prosa y a veces poesía, vemos que vos pasas naturalmente de una a otra como si no hubiera límites. - A mí lo que me pasa con la prosa que leo, que me gusta más la prosa que es, que tiene algunos tintes o algunos giros más profundos, idílicos, hablamos de Moyano, de Héctor Tizón o lo que tengo ahí, lees “Una Sombra Donde Sueña Camila O‘Gorman” de Enrique Molina, por eso digo que hablo de románticos, el realismo me gusta hasta pro ahí nomás. ¿Qué hay acá atrás de la descripción? ¿Cuál es la vuelta de tuerca, cuál es la rosca que falta? - Tiene que ver quizás la prosa, esa lectura, esa comodidad tuya de la prosa con el paisaje que te ha, en donde te has criado, esa cosa extendida, el horizonte… - Puede ser, yo creo que hay un imaginario cultural que uno trae, un imaginario cultural que uno construye, pienso en esto, no sé quién decía, que cuando hablaba de los cubanos en el imaginario cultural que ellos tenían de estar sentados frente al mar durante horas y mirar ese horizonte. Yo lo imaginé como estar parada frente al horizonte de la llanura que es tan angustiante como mirar el mar, porque nosotros no tenemos río, no tenemos montaña, no tenemos nada, es lo llano y lo aplastante, entonces vos ves todo el recorrido del sol y eso es apabullante y entonces sí creo que puede ser. - Cambiando un poquito de tema ¿vos publicás en las redes sociales, qué pensás de los pro y los contra de las redes? 35


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- Yo lo que hago, soy muy poco de publicar lo que yo escribo, las redes sociales yo las uso para divertirme. - ¿Twitter? - Twitter lo tengo pero medio muerto, ya lo voy a retomar porque Facebook me aburre un poco entonces estoy con el Instagram ahora donde la gente es toda linda, vos entrás al Instagram y la gente es feliz no se putea, no se dice nada, no hay brechas, es como un mundo lindo. Facebook lo que tiene es que se está volviendo muy nocivo, las redes sociales en esto que yo le llamo el gordo ideológico, el gordo ideológico es un concepto que yo acuñé y lo voy a decir ahora y quede grabado así el día de mañana algún filósofo no, no quiero que venga Darío Sztajnszrajber y me pueda robar mi concepto de gordo ideológico, pero esta idea de construir ideología desde la cocina, viste cuando antes te decían todo el mundo arregla el mundo desde la cocina. Bueno, la cocina ahora está en Facebook. - Claro, no te lo dicen en la cara… - No, pero construyen ideología y construyen pensamiento. ¿Por qué ganó el macrismo? El macrismo además de ganar por un montón de otras cosas, pero fíjate vos cuantas personas fueron a la asunción de Macri. - Era virtual eso. - Es virtual, es virtual, lo que pasa es que llovía, uno ve, no hay que irse doce años para atrás, ándate muchos años atrás, Perón, Irigoyen, no importa si llovía, si no llovía, si seguimos la mitología de la Revolución de Mayo, si ese día llovía no hubiera habido revolución de mayo entonces hoy las redes sociales lo que hacen es eso, parece que la persona que inventó Facebook particularmente es una persona que ha sido muy inteligente, muy bien paga seguramente y ha sabido canalizar las pulsiones de los ciudadanos, es decir, antes se enojaban iban y rompían, vos ahora te enojás y puteás en donde, en las redes sociales. - Hemos pasado a la realidad actual ¿Qué cosas te conmueven, te duelen, te movilizan del hoy Leticia? - Y yo creo que todo, no es fácil la situación, las injusticas. No es de hoy, es de siempre, me parecen terribles, injustica que viene con la desigualdad, con la falta de equidad, con la falta de derechos, con la hipocresía, con la corrupción, con todas esas cosas que nosotros como poetas, como gente del arte, nos sensibilizan quizás de otra manera, hay gente que dice como esto está pasando. Aparte porque estamos anestesiados, yo no puedo hacerme la tonta si alguien sube al colectivo, más allá que no tenga que darle, una moneda o que no pueda comprarle algo, porque también me pasa, me pasó, que lo conté en Facebook justamente, un hecho muy simple, yo tengo que tomarme dos bondis para volverme a mi casa y para ir también, entonces entre uno y otro corro porque no quiero perder el colectivo y entre esas corridas me encuentro con un papá con dos niños vendiéndome medias y yo, tengo dos laburos, formales en la educación que no junto ni diez mil pesos, pago ocho de alquiler y tengo un taller en mi casa y vos contás y no te dan las cuentas entonces como que cada moneda vos la cuidás al extremo hoy por hoy, todos lo hacemos y dice quiere comprar un par de medias y yo lo miré y le dije no y automáticamente me paré porque me parece que hay algo que no tiene que ver con el intercambio económico sino que tiene que ver con la mirada, el registro del otro, entonces automáticamente me di vuelta, lo llamé y le dije perdóname, si dame un par de medias y además también me hacían falta, lo miré, vi que iba con dos criaturas y hacía muchísimo frío ese día, muchísimo frío y la verdad es que ese día yo llegué llorando a mi casa. 36


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- El otro, de carne y hueso - El otro¿no? Pero no solamente por el otro, sino también por mí; eso de decir voy a hacer lo que hace todo el mundo, mirar para el otro lado, ojo, también uno tiene que cuidarse porque uno no puede estar llorando todo el tiempo, conmocionándose todo el tiempo; me parece que esas cosas tienen que servir para movilizar y organizarse, uno no puede llevar encima todas las causas, porque eso es cierto, qué pasó ahora con lo del aborto, eh porque no van por las mujeres se mueren de cáncer de mama, ¿porque no van a protestar por la policía que mataron? Bueno, esperen, cada uno elija su causa, no quiere decir que uno no mire las otras, quiere decir que uno se focaliza en eso porque si no te volvés loco. Yo estuve militando en Ni una menos, al principio y me acuerdo que una de las cosas que más nos conmovían y que más impotencia nos daban es que te escribían los mensajes privados de Facebook diciéndote mi marido me está golpeando la puerta y quiere entrar a mi casa, ¿qué hago? Ayúdenme. - Bueno Leticia, hablaríamos horas de este tema. Es grave. Es un tema muy importante, que nos toca en estos momentos y creemos que este espacio es para la reflexión.

PH GRETEL MARTINEZ

PH GRETEL MARTINEZ

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