Basta ya! BoletIn Literario ¡ Año 13 / N° 150 Junio – Julio 2018 El Basta ya en la radio Dossier: La poesía en el cine
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3 Basta ya! Boletín Literario Año 13 – Nº 150 / Junio – Julio de 2018 El Basta ya en la radio / Dossier: La Poesía en el cine
Director: Eduardo Alberto Planas. Colaboradores permanentes: Lily Chavez, Jorge Carranza, Alfredo Lemon, Sergio Pravaz, Jorge Torres Roggero, Leonardo Arce. Registro Propiedad Intelectual Nº 598958. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. Contacto: eduardoplanas2001@hotmail.com - www.boletinliterariobastaya.blogspot.com - Tel: 0351- 4886974 – 156170141. Esta revista se terminó de imprimir en Grafica 21 – Duarte Quiroz N° 1702, Córdoba. Diseño y diagramación: Laura Pozzo. Dibujos: www.pinterest.com
CONTENIDOS Editorial: Nuevos rumbos / Poemas de Susana Cabuchi / Marcelo Dughetti / Osvaldo Guevara / Lucas Tejerina / Cristina Ramb / Juan Martin Velázquez y Pablo Del Corro. Palabras de Sophia de Mello sobre la Poesía / Dossier: Poesía en el cine: Paren los relojes – W. H. Hauden // Los hombres huecos – T.S. Eliot // Milonga de Manuel Flores – Jorge Luis Borges // Promesas Rotas – Anónimo irlandés // Hollywood – Bertolt Brecht // En algún sitio donde no he ido nunca – E.E.Cummings // Cuando era chico – Arseny Tarkosvky // La Abeijón - Sergio Pravaz // Review – Isabel Ramón // Upa, Paciencia, El duelo, – Pascual Fidelio // Nos robaron ó perdimos el domingo – Daniel Ponti // Música de otro planeta – Eduardo Alberto Planas // Olivier Messiaen en dos cuartillas – Alfredo Gómez Alonso- El escribe, nosotros hacemos el resto - Una cosa trae la otra - Lily Chavez.
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EDITORIAL: NUEVOS RUMBOS Este año el Basta ya decidió emprender un nuevo camino, el de la difusión radial. Todos los martes a las 21 horas estamos en la radio FM Libre 92.7 del dial, una radio comunitaria del barrio de Alberdi de nuestra ciudad de Córdoba. Uno de los motivos por lo cual encaramos este nuevo proyecto, junto con Jorge Carranza, fue “porque amamos a ese “árbol sin hojas que da sombra “que es la poesía al decir de Juan Gelman; la palabra que nace y viene desde lo más profundo del hombre y busca al hombre como destinatario. ¿Por qué elegimos hacerlo en radio? Porque sentimos que en una era de la imagen; el poder de la palabra simplemente dicha, desnuda , que viaja por el éter hacia quien la escucha es un diálogo; un ida y vuelta que termina de completarse con el oyente. ¿Por qué elegimos hacerlo en este momento histórico? Porque entendemos que especialmente en este tiempo la palabra está bastardeada; relativizada, presa del marketing y de los intereses de ocasión. La palabra poética recupera ese decir que no especula; que no intenta manipular, convencer y dominar. Es un espacio de libertad; que todo hombre; todo pueblo necesita para ser; para crecer. ¿Por qué elegimos hacerlo en esta Radio FM Libre 92.7?
Porque esta radio que nos abrió generosamente sus puertas está inserta en un proyecto comprometido con la realidad popular; con el hombre de a pie; con el pueblo. Y nosotros queremos hacer nuestro aporte. Aprovechamos esta oportunidad para brindar nuestro más cálido reconocimiento a Lily Chávez quien viene desde hace 9 años difundiendo desde su programa Luna de Pájaros, la poesía de Córdoba. No creemos en un arte ni en una literatura para goce o regodeo intelectual de unos pocos. No vemos al poeta allá, aislado en su torre de marfil. Entendemos a la poesía como aquella comprometida con su tiempo. La poesía no puede desentenderse de lo esencialmente humano. “El poeta debe ser emisario de lo humano”, dice el maestro Osvaldo Guevara en una entrevista realizada el año pasado con motivo de la Feria del Libro 2018 donde se lo homenajeó junto a dos consagrados poetas cordobeses. Entendemos que el poeta debe meterse en el barro de la historia, estar con los maestros, con quienes todos los días construyen la dignidad con su trabajo, con las mujeres, nuestras compañeras defendiendo su género contra el accionar violento, con quienes defienden nuestro bosque nativo de la voracidad de quienes desarrollan un falso progre-
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so, por la defensa del medio ambiente, para que no conviertan pueblos tranquilos en basurales tóxicos. Debemos recordar las treinta mil flores que ya no están, reclamando memoria, verdad y justicia. La palabra recuerda, la palabra es memoria y ella es fundamental en estos tiempos. Para terminar entendemos con Roque Dalton que nuestra tarea es: “custodiar el tiempo que nos toca”. Publicamos en este número los poemas leídos en los cuatro primeros programas a saber: Susana Cabuchi, Marcelo Dughetti, Osvaldo Guevara, Lucas Tejerina, Cristina Ramb, Juan Martín Velázquez y Pablo Del Corro Por otro lado, este número tiene un Dossier especial sobre Poesía en el Cine. ¿Qué decir de la relación de la poesía y el cine? Habría que hablar primero de la relación de los que amamos la poesía y el cine por igual. La poesía detiene el mundo y se asoma a lo que hay más allá de las cosas. Religa y recrea. El cine, las películas, crean un universo paralelo, nos toman de la mano y por un rato
estamos ahí dentro viendo, oyendo, sintiendo. El alma, de los que amamos la poesía y el cine se ha fundido con ellas; en medio de este mundo brutal y hermoso. Hay veces que el cine toma un poema y lo incorpora a su universo de imágenes, colores, sonidos, y música. Allí se produce el abrazo entre el universo austero, despojado del poema con solo palabras y silencio y ese universo diverso, lleno de imágenes, sonidos y música de las películas. Y es entonces que el poema con su desnudez y su pobreza pasa a ser el carozo, el corazón, el núcleo que late en el vientre de la película. Entonces ocurre el banquete, la fiesta del alma. En este número intentaremos asomarnos a ese abrazo que tan bien nos hace a quienes amamos la poesía y el cine por igual. Ojalá lo logremos. Aclaramos que este número está ilustrado con afiches, imágenes de películas o dibujos relacionados al cine, aunque no coincidan con los textos..
1986 ody Allen hermanas – Wo s su y ah nn Ha
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POEMAS DE SUSANA CABUCHi Nació en Jesús María, Córdoba, en 1948. Ha publicado: El Corazón de las Manzanas (1978), Patio Solo (1986), Álbum Familiar (2000), El Dulce País y otros poemas (2004), Detrás de las Máscaras (2008), Poética (2010) y Álbum de famille - Livre CD (Paris, Francia, 2015).
IVQue sé, que desconozco para que ella repita varios meses después, Susana, no lo olvide -suena firme su voz en el teléfonoescriba sobre Siria. Qué espera, qué me pide? Hablaré de Quneitra. Del pasto crecido sobre los escombros, de los testimonios del Golán? Ibrahim me muestra unos montículos de nada y dice: esta era mi casa. Por esta calle iba a la escuela cada mañana. Y señala la escuela , lo que debo creer que era una escuela, cemento y hierros arrasados por las topadoras. De quiénes eran las tumbas? Cuántos lloraban entre los olivos? Alguien preguntó sobre la poesía después de Auschwitz, también yo lo pregunto desde las ruinas de Quneitra, sus hospitales, sus muertos, sus calles incendiadas, las infinitas filas de cruces blancas sobre la vergüenza del mundo. De quién son las tumbas? Cuántos lloran entre los olivos? *
7 ÁLBUM FAMILIAR Los padres fueron una vez a Mendoza. Me dejaron una foto con nieve a orillas del camino con un gran auto negro y con amigos. Me dejaron una foto con nieve y este frío. MEDIODIA Hoy comemos bajo los parrales. He lavado las frutas de la palta que golpeara el verano y brillan sobre las tablas de la mesa. El sol ilumina los rostros y suspende las uvas negras sobre cada cabeza. Los niños han entrado corriendo a preguntar quién quiere jugar al marinero. Y yo he aceptado. Yo quiero navegar en este barco. 12 DE JUNIO Esa mano que muere no está sola. El anillo dorado la devuelve a una danza de bodas y a sus giros. A una siesta de parrales ardientes. A los vinos guardados para las grandes fechas. Está el metal redondo sosteniendo que todo fue verdad. El anillo de bodas de mi padre en la mano en la vida de mi padre. En el día de la muerte de mi padre. *
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POEMAS DE MARCELO DUGHETTI Villa María- Córdoba (1970). Maestro de Enseñanza Primaria. Ha publicado “La joroba de bronce” (2003); “Dónde cayó está muerta” (2003); “El monte de los árboles sogueros” (2007);” Los caballos de Isabel” (2009); “Hospital” (2011); “Sioux” (2013); “Fui a cuidar a los árboles” (2014). En narrativa publicó “La bicicleta roja” (2007)
GILLESPI Hoy llovió a mares quise morirme varias veces y varias veces salí a ver la lluvia cayeron piedras chiquitas como una vergüenza de amor fui al ciber en la esquina de la policía para escribirte un poema que tuviera caballos entré empapado y pedí una máquina en las catacumbas de los juegos electrónicos los pibes buscaban felicidad gritaban “muerte al francotirador” “muerte a los que viven debajo de las piedras”; “a los que usan turbante”, “a los que hablan a los camellos”, “a los que inventaron la poesía”, qué alegría de matar a tantos al sonido de las pistolas jericho ametrallando familias completas no quise oír más, armé los auriculares con música de Gillespi y mientras llovía y ametrallaban y gritaban muerte y caían piedras pequeñas como vergüenza de amor yo te escribía este poema al borde de todas las guerras del mundo. *
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CONFESIÓN . Hija yo no puedo salvarte de nada pero te prometo un paraguas roto un poema a media mañana la soledad de la única flor de la enredadera la canción con la que te acuné los feriados al sol leyéndote cuentos la mamadera tibia los caramelos de menta mi abrazo que es como la flor de esa enredadera una oración el arroz pasado con aceite normal según vos cualquiera que no sea de oliva las aceitunas de las pizzas que pedimos los viernes los automóviles con patentes impares el color rojo la lluvia en las mañanas del sábado los grillos en la caja de fósforos los caminos que siempre van a Roma y los otros que nunca se sabe bueno, que duermas bien te extraño mayo se ha perdido junio es un animalito suelto en el patio. *
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IIICompré jabón blanco lavé mi chaqueta con un cuidado ritual mañana a las seis de la mañana se reinicia el ciclo trabajo, sucedo sin gloria a las diez como un trozo de pan con queso escondido tras el armario guardé un grillo en la cajita de las llaves las llaves abren armarios amurallados de libros los niños de la escuela me llaman por mi nombre y cada vez que me nombran me bendicen entonces abro la caja del grillo y lo escucho llamar, llamar y llamar con tal insistencia que ni los satélites pueden ser sordos. He amado tanto… perfume de jabón blanco la chaqueta se agita en los alambres como un pentagrama hermoso la noche y su música se hace breve en el mirador de la terraza. Soy un hombre solo. *
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FAULKNER DEJA DE ESCRIBIR Con mi hija construimos un barco para escapar al centro de la tierra. Todos los domingos le agregamos detalles Mi madre encerrada en su urna de hueso suele desearnos suerte nos prepara un té de odio y lo sirve envuelta en su capullo. Cuando llega la noche y el lunes muerde su pan de furia, miramos con ternura el barco fantástico la cruz de palo santo el osito rojo en la cabecera la dulce mortaja que cubrirá el futuro.
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POEMAS DE OSVALDO GUEVARA Río Cuarto, 1931. Radicado en Villa Dolores desde el año 1976. Tiene publicados 13 libros de poesía y narrativa, entre ellos: “Oda al Sapo” (1960), “La sangre en armas” (1962), “Los zapatos de asfalto” (1967), “Solo sonetos “(1990), “Primera persona” (1994).
UVITAS DEL CAMPO ¡Tanta pena, tanta! Carlos Pezoa Véliz Invisibles las uvitas del campo. Carmen y yo las sorprendimos en nuestras caminatas desentumecedoras de los usados cuerpos torpes. El alambrado del baldío bullente de yuyales vuelve inhábiles los dedos estirándose. El sol de rojas fauces no arroja aún a nuestro paso sus paladas de fuego. En un árbol todavía con noche entre sus ramas gorjea un pájaro alcanzable y remoto. El cansancio de ser va con nosotros garronéandonos.
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Con el sabor silvestre de las uvitas ágiles efímeramente regresamos a la niñez borrosa como una lámpara en la bruma. Nos acompañan los dolores mudos. Nos duela la osamenta en retirada. Nos duelen los insomnios de los seres amados tan amados. Nos duele el país joven con la piel Hecha jirones por colmillos viejos. Terminan por dolernos las huidizas uvitas del campo que al menor roce saltan como lágrimas. *
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POLIZÓN Sol naciente en el barrio. Claro el viento. Canta un tren lejanías por el campo. Un tren. A las ocho abre mi oficina. Un tren. El sol. Viajar. Vivir despacio. En ómnibus yo al centro. Pero antes este perfume que no tiene horario de yuyo analfabeto y masticable, de verde suburbano. Un tren. Lejos. Los índices del humo. El horizonte tierno como un pasto. Ir con el tren. Adónde? Adonde sea. Ir con el tren eléctrico y elástico. Me gusta ver andar a mi vecina. Morena. Pies con talco. En ómnibus al centro. El sol. El verde. Un tren pitando azul es casi un barco. La oficina. La gente. La corbata en su sitio. En sus puestos los semáforos. En el barrio las calles se desvisten. La luz y las personas van despacio. Salta al ómnibus, suelta, mi vecina. Subo. Ella y su vestido son livianos. Nos miramos de reojo. Después, nada. (En un tren yo me le sentaba al lado.) La oficina. La agenda. La birome. Voy bien: las ocho menos cuarto. Casi un barco aquel tren. Cierro los ojos. Casi un tren. Casi un barco. Vaivén. De barco y tren. Vaivén eterno. No me quiero bajar. Esto es un barco. Esto es un tren. Esto es un barco. Esto es un barco. Ah, un barco. (Los zapatos de asfalto, 1967)
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A MI MANERA Déjenme mi manera de mirar a los otros mis pactos de lealtad con los anónimos mi cucharón de sopa humeante para entibiar los agujeros de ropas y de casas. Déjenme mi manera de envejecer junto a mi esposa besándole los miedos. Déjenme mi manera de invocar únicamente a aquellos dioses que no nos ponen de rodillas.
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LA CAJERA DEL SÚPER Chaqueta azul y pantalón también crepuscular. la cajera del Súper. Andanadas de números voraces le adormecen los dedos. A lo mejor todavía no le duelen los pies ni la sonrisa. A lo mejor pueda hoy rendir pronto la caja y huir como sintiendo a sus espaldas las botas rojas de un incendio. A lo mejor le arde ya en la cintura un hijo no buscado y otro la espera en casa para untarle con sol el corazón. A lo mejor mientras se escurre en las chinelas se suelta el pelo y canta. A lo mejor un acento feudal le demande la cena tamborileando el vaso en el mantel. A lo mejor algún jefe se embosque a la salida en su automóvil carcelario.
A lo mejor la cajera del Súper sueña que cambiará de dueños algún día el cruel supermercado del planeta y que ella por fin sonreirá a la gente junto a la caja como una concertista de pie al lado de su piano
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PALABRAS DE SOPHIA DE MELLO SOBRE LA POESÍA Poeta portuguesa nacida en Porto en 1919 radicada en Lisboa Portugal. “La poesía no me pide exactamente una especialización porque su arte es una arte del ser. Tampoco es tiempo o trabajo lo que la poesía me pide. Ni me pide una ciencia ni una estética ni una teoría. Antes me pide una entereza de mi ser, una conciencia más honda que mi inteligencia, una fidelidad más pura que aquella que puedo controlar. Me pide una intransigencia sin pausa. Me pide que saque de mi vida que se quiebra, gasta, corrompe y diluye una túnica sin costura. Me pide que viva atenta como una antena, me pide que viva siempre, que no me olvide”.
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POEMAS DE LUCAS TEJERINA Nació en Bell Ville en 1974. Libros publicados “Provincia tristeza” (2002); “Automotrices” (2005); “Vuelve”(2009); “Historia de amor” (2010); “Cuarteto bolche” (2016). Si estas líneas blancas y amarillas no vinieran conmigo metro a metro, si este largo tendido de postes y cables no hicieran de mí su motivo de guardia; si el lugar donde voy no estuviera viniendo a mi encuentro, como viene hacia mí un transporte pesado, entonces la nostalgia que llevo y me lleva simplemente sería por épocas pasadas, sin embargo es por la edad perdida mi nostalgia, es por la edad perdida.
que partir es la mitad de un camino siempre vano que perfecciona el volver. Pero no lo completa.
El auto que me cruza está regresando, el hombre que cree, ciegamente, conducir ese auto, está regresando, el camino que lleva de retorno a ese hombre está regresando; ¿de dónde es que se vuelve, Dios mío, de dónde es que se vuelve? ¿ y qué es lo que se deja qué es lo que se deja cuando se cierra la puerta y se emprende la marcha?
(de Automotrices)
Es más porqué marchamos? si ya hemos comprobado que llegar nunca se llega,
¿Por qué no me detengo a orinar estos cardos? ¿Por qué fumo, uno tras otro, un tabaco inconcluso? Esas cosas las creo, intuyo otras. Íntimamente sé que la vida es basura. Igual soy brutalmente feliz, como un tractor.
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ANHELO Es lindo tenerte abrazada mirando Belgrano- Aldosivi en el Chateu. Aunque estamos lejos de la pelota y los arcos te tengo cerca tu espalda en mi pecho. Luego nos vamos lentos comentamos lo lindo que retumban los goles en las tribunas bajas. Hay sol Belgrano está puntero vamos hacia el Tropezón no hay apuro, no hay miedo vos estás a mi lado nos sentimos ligeros es domingo a la tarde. Cosa rara, no hay nostalgia de nadie, de nada. Vos estás a mi lado, Belgrano está puntero. (de “Vuelve”)
12 Eres la única razón por la que no desando la calle que después de un par de barrios se convierte en avenida que después de tres hipermercados se convierte en ruta. Nada me ata a una ciudad donde el apetito humano
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es más voraz que mi motor V8. Invéntame una patente y te llevo a tu casa. Iremos con las ventanillas bajas, seremos fucilazos dados en las ancas del mundo. Guardo rencor como para andar 25.000 kilómetros gritándole tu nombre a la humanidad. (de Automotrices)
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9 Los días pasan a 90 kilómetros por hora, las hojas otoñales que levantan a su paso se mecen como gotas de aceite lubricante. Dentro del motor todo danza al ritmo que impone el pie sobre el acelerador. Es una bella danza la de la velocidad. El azar se adhiere al caño de escape. La fatalidad acomoda sus piernas sentada al filo del guardabarros trasero. Las calles son urnas que la noche no alumbra. Las puertas del cerebro son las puertas de un garaje. Nunca el cerebro podrá ser un garaje. En la redondez del volante entra en la carencia del mundo. Carteles que se iluminan con la luz alta, carteles que se disuelven en el espejo retrovisor. Todo ha de terminar de unirse en chapa y alma En una esquina donde no se alcance A frenar del todo. Dichoso quien no deja descendencia. (de Automotrices).
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POEMAS DE CRISTINA RAMB Licenciada en Psicología. Ha publicado los siguientes libros. “Escandalosamente viva” (2001); “La luna del centauro” (2004); “Bendita sed” (2011) y “Al límite de la tarde” (2016)
SOMBRA Abro los brazos y mi sombra me crucifica soy un lánguido Cristo colgando de mis puños no me cabe en las palmas una palabra un vestigio de viento un milagro. Abro mis dedos y mi sombra suelta brotes entre ramas el calvario se torna primavera. Mis hombros liberan pájaros de tarde. Soy mi dios, mi hombre de barro masa informe que muta y se recrea en un espectro. Cae la luna sobre mi cabeza mi sombra es apenas un charco de mí bajo los pies. (de “Al límite de la tarde”) CAFÉ El ambiguo desierto de la noche las ventanitas de la ciudad prenden y apagan en una está mi historia, la que me toca. La madrugada cuenta de a ruidos las soledades. En el quinto llora un bebé sus padres agotados por el día demoran en calmarlo. La del tercero no duermen, las pastillas ya no alcanzan baldea, encera, arrastra muebles, limpia lo limpio necesita ordenar sus suciedades. Alguien acelera su moto en la Cañada desierta
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corre contra nadie, dispara de sus miedos. Una sirena anuncia otro robo, otra muerte absurda. Una radio de a ratos trae en el viento un tunga tunga. La travesti de la esquina taconea su noche floja su rímel impecable bajo el rocío y la helada. Un humo dulce sube desde el primero el estudiante norteño vuela entre libros de medicina. Alguien hace el amor como si fuera la primera vez. Pienso en poesía mientras preparo mi café y miro las luces. Escribo, con la emoción de saberme viva creo estar a salvo sobre el papel pero el tiempo no es una cuestión de fe. (de “Al límite de la tarde”) .
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DIGO, LA PALABRA La palabra que se quita la ropa
y muestra sin pudores las heridas los rastros de las lágrimas las cicatrices del tiempo. La que no se maquilla para los otros ni adula los oídos como una prostituta que miente su sonrisa. La palabra sin piel que se cae del pecho del poeta cuando ya se han quebrado los espejos. La palabra que calla para dar lugar al beso que vendrá a decir con los sentidos. La palabra disparo sin un blanco preciso traspasando los muros de las censuras previas. La palabra que vuela encima de las letras como límites ciertos que surge del abismo del instinto, del fuego. Esa palabra digo tan pura tan obscena que no se escribe nunca con lápiz ni con tinta La que no se pronuncia para adornar un verso. Las palabras que amo se forma con la sangre de la arteria más honda descarnada de formas perdida en el silencio la verdad del sentido la palabra que amo la que hace el poema. (de “Bendita sed”).
25 MARCHA DEL INUNDADO Van a venir cuando baje el agua las turbas de los pueblos los chicos del hambre los descamisados de Perón los jubilados que perdieron sus ahorros las mujeres que perdieron su dignidad los indios del Chaco los de la Patagonia los obesos y los desnutridos Puerto Madero y los del puerto los supuestos planeros los supuestos gorilas. Los estudiantes que no quieren estudiar los médicos que carecen de algodón los empresarios que perdieron la empresa. la realidad y la prensa el basurero y la basura el ama de casa y la casa del amo. Van a venir desde todos los rincones los perros abandonados y los caniches de peluquería el Opus Dei y los homosexuales. Van a venir porque cuando baja el agua queda la mugre, el dolor , la intemperie. El agua no discrimina nos lleva las ganancias o lo poco que tenemos. No es de soja el Arca de Noé. Ni tu bandera ni tu odio ni tu soberbia, nos frena la creciente. Cuando el barro y el frío nos muestre tal cual somos vamos a venir todos a sabernos iguales a morirnos de vergüenza y a pedirnos perdón. (de “Al límite de la tarde”).
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POEMAS DE JUAN MARTÍN VELAZQUEZ Narrador, escritor y poeta para niños. Ha publicado en diarios y revistas del país y del extranjero. Publicó los siguientes libros: Bichimentos, 1996; Casa de Papel, Colección La Manzana, Alción, 1993; Cuentos con pocas luces, Colección Dulce de Leche, 1994; Duendespistes, Colección Solcitos Sol Rojo Editora, 2005. Ha participado de numerosas antologías y grupos de narración oral en Córdoba: El Caldero de los Cuenteros, El Andén de los juglares, y Noche de Bandada, publicando en las recopilaciones de los años 1994, 1995, 1996 y 1997, y El Anden de los Juglares Antología IV 2003 y en la revista Hotel Panorama, Papeles de Córdoba, 1996,1997. Tiene material inédito.
LAS MIGAS DE PAN ¡Qué pena me dan Las migas de pan! Se caen al suelo buscando consuelo. En las servilletas retozan inquietas y quieren bailar después de almorzar. Dentro del mantel en puntas de pies, graciosas caminan y nunca las ves. ¡Qué pena me dan no sé dónde van, desparramaditas las niñas miguitas!
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Y el asunto ya es que don pan francés está muy afligido de haberlas perdido. ¡Hay una reunión con Baguette Mignón que a asistir obliga la Liga de Migas! Algunas quemadas en las mermeladas tristonas se untaron y allí se juntaron. Las otras que quedan no creo ya puedan agitarse y bailar después de cenar. Tan quietas esperan y mas no toleran untarse con miel dentro del mantel. ¡Súper pegajosas y fieles golosas! Las migas de pan… ¡qué pena me dan! -Pedimos volver
Si eso puede ser: ¡estamos perdidas y un tanto aturdidas! Algunas salvadas fueron liberadas… Hallaron sus vidas Al ser sacudidas… Cayeron al suelo ¡qué gran desconsuelo! y allí los gorriones comieron glotones… *
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LA CASA Antesala Desde sus cimientos La casa reclama ser habitada. y que todo huésped la barra de sombras con su sola presencia. I Nudos y contranudos. La casa está anudada. Tenuemente envuelta or una tela delgada. Y el frío mortecino a punto de cortarla. II La casa está en sombras -o acaso en penumbrasda lo mismo… Roedores escudriñan, por claraboyas y ventanas. A oscuras desvanece en el invierno que nos sucede. III La casa se nostalgia. Se apenumbra de añoranzas. Un temblor espera que la ternura se umbrale detrás de la puerta.
IV Y será otra luz quién anide en los rincones. Hasta enceguecer estas ansias de habita V La penumbra roe los ladrillos, retuerce dinteles, ovilla los recuerdos… Ciertamente amurados por orden y pudores. Y nadie se atreve a despintar los adioses. VI Muralla aquí pasillo allá desván del miedo, Abajo muy abajo. Mi casa no sabe que tan a menudo quisiera escapar. Me ahogan los gestos con el rostro entre las manos de esta pena hermafrodita caracol sin sombra. Lontananza Después de la tempestad sale el arco iris. Y un náufrago en la tormenta
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arremansa su dolor. Que duele menos pero duele. Juguemos al amor en el patio de atrรกs. En los fondos del olvido. Dรณnde nadie nos vea. Reinventar el amor para que no muera Aun derrotado sobrevive a los incendios.
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POEMAS DE PABLO DEL CORRO CONFUSIÓN Sajones de ojos celestes sueltan globos amarillos y perros de colores Perros Azules Perros Grises en las calles buscan y eliminan creaturas negras, transparentes Cuidan oscuros Arzobispados y lo blanco de tus Bienes Rojo Sangre Balas Plomo Verde horqueta Aguaribay En esa confusión puede caer cualquiera. * GRIETA Vivimos en dos mundos paralelos Andamos en los autos que nos lavan esperamos el verde en sus esquinas cenamos en los bares que ellos limpian habitamos las casas que ellos refaccionan paseamos perros que no tienen y cuidamos nuestros hijos de ellos Vivimos en dos mundos diferentes tan bien tan frescos tan abrigados tan pobrecitos de nosotros tan neuróticos que no nos damos cuenta. Pero ellos sí Ellos sí se han dado cuenta
Siempre.
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INFALIBLE Ideamos con el viejo un sistema infalible que logra sortear la curvatura de su espalda el tiempo que tarda en llegar hasta la mesita de luz lo hipoacúsico, que avanza con los años La dificultad para girarse en la cama y atender la poca paciencia de algunos que no entendieron cuando pasó los setenta ni después de los ochenta ni a los noventa y tantos Lo pensamos infalible y resultó infalible: un celular siempre conmigo el teléfono fijo al lado de su cama un aparato inalámbrico en el bolsillo de él el otro aparato inalámbrico en mi dormitorio acuerdos tácitos de padre a hijo para cubrir toda la casa: si suena hasta tres veces, atendés vos si suena más, es porque no escuchaste, entonces atiendo yo In-fa-li-ble de forma tal que si alguien llama atendemos No vaya a ser que algo grave pase y uno acá, sin saber Debía ser así pero si suena todo el tiempo y nadie atiende es que no estamos ni él ni yo porque a él le encanta salir conmigo a media mañana cada tres meses
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si sigue vivo si no no Vamos en auto me dice: qué lindos los árboles que tiene Carlos Paz Se baja despacio le digo que espere ahí tomado de un árbol Doy la vuelta, le alcanzo el bastón y lo acompaño Jura que está vivo, delante de un policía que firma y sella un papelito Inmediatamente, regresamos Mirá si llamaron justo ahora, que salimos Revisá el contestador, ¿No hay mensajes? No, no hay ¿Seguro? Seguro viejo, es infalible Cada tres meses, lo chequeamos: funciona Lo que no hemos podido resolver todavía es qué hacer mes a mes cuando ninguno de ellos llama.
POESÍA Se retuercen algunos Se enroscan Intentan decir qué es Poesía y qué no
babean y mueren Una mujer hermosa dejó de llorar al escucharme Cierro mis ojos y duermo Pienso que encontré las palabras para ella. *
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CURRÍCULUM Prefiero el barro, o la sal pero nací en el asfalto en una casa de barrio con parras y Aguaribay Mis viejos coleccionaban hijos Mi hermano, pajaritos Jaulas de puertas abiertas niñez de encierros ajenos la red de las mariposas se fue ajando con el tiempo Llevo un silencio profundo un cáncer de paladar es una oquedad sin ecos donde no puedo nombrarte Allí caen las palabras como pájaros Como: Crisálida Como: Alambres Como: Nido.
CUADERNO AZUL Aquí están inmóviles los muebles en este espacio tan supuestamente mío En los cajones cosas que uso a diario o que no recuerdo Un pequeño placard con mi ropa habitual y otro con la que uso cuando hago de albañil algunos pocos libros y un tablado
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en el que suelo escribir mi cama, una alfombra al pie y nada más Todo el desorden se concentra en un par de zapatos fuera de lugar El resto, en mi cabeza Suelo llamar a este mínimo reducto mi casa Aquí han de ocurrirme asuntos importantes como recuerdos Hay una foto de mi madre exacta diciéndome buen día y otra de Tobías que habla de un amor para toda la vida Así estarán éstas mis cosas el día que no regrese y al otro y al siguiente... Alguien sabrá después que en un cuaderno azul amé. *
EN UNA PEQUEÑA PLAZA En una pequeña plaza sembrada de rosas en Barcelona solté al viento el alma de mi vieja Hoy han florecido bajo el gris del cielo todos los rosales de la fotografía.
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SE LLAMABA MARTA Se llamaba Marta la profe del secundario Hablaba tranquila y con tonada serrana Todas las clases me hacía leer de pie Ese ejercicio me incomodaba, pero sirvió luego en el teatro, aunque no prosperé Con el tiempo se me dio por escribir Volví a leer en voz alta, una y otra vez a veces solo, a veces no Hay que fijar el renglón de punta a punta, como un verso memorizar el siguiente y decir el anterior Esto permite intermitencias respetar los silencios graduar la voz Estoy usando oraciones para que puedas leer Después del punto, un silencio... Si no lo puse seguí con lo que veas debajo La cosa es así: mirás esa línea te grabás la que sigue leés la primera con la vista en la hoja la segunda ya está esperando en tu boca... Levantás la vista notás quien te atiende y quién no Le falta tilde a ese quien que lo corrija tu hermana si ya empezaste a leer Es un instante muy breve lo que permite el papel Podés hacer un paneo si son muchos los que escuchan Vas a ver gente hermosa y uno que otro infeliz No problem Vos seguí
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Fui una vez con mi hermano a un basural abierto: cuando se hizo de noche comenzaron a salir por sobre cada montículo unos ojitos de rata invitándonos a huir Conté sin pestañear más de doscientas cuarenta Suficiente para huir Cuando hay público, es igual: te agarran ganas de huir pero el texto está primero Leés y mirás Leés y mirás Leés lo que sea, mirás lo que hay: gente conocida, gente extraña Volvés al papel Toda distracción es válida Lo que no está permitido es quedarse inmóvil o enmudecer A ellos les quedará el texto un quiebre en tu voz algo que los conmovió Tal vez tu nombre asociado al poema... O el recuerdo del vino que tomaron al salir A vos te quedan los rostros algunas ausencias una mirada Dos años depués confirmás bajo la piel que el amor era para siempre.
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DOSSIER: POESIA EN EL CINE
Escena de la película “La Doble vida de Verónica” de Kieslovsky
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PAREN LOS RELOJES (W. H. AUDEN) Paren los relojes, descuelguen el teléfono denle al perro un buen hueso para que no ladre, acallen los pianos, suene sordo el tambor, levanten el cajón y el cortejo, que avance. Que los aeroplanos den vueltas gimiendo y garabateen en el cielo: “ Él ha muerto”; a cada paloma pública cuélguenle un crespón, y la policía que dirija el tráfico usando guantes negros de algodón. El era mi Sur, mi Norte; mi Este y mi Oeste era, mi semana laboral y mi descanso de domingo, mi charla, mi canto, mi alta noche y mi mediodía. Pensé que el amor por siempre duraría: estaba en un error. Ya no hacen falta estrellas, sáquenlas a todas; desmantelen el sol y la luna sea guardada; desagoten el mar y acaben con el bosque; nada de todo eso sirva ya para nada. PELÍCULA “CUATRO BODAS Y UN FUNERAL” (1994)
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LOS HOMBRES HUECOS- T. S. ELIOTT Somos los hombres huecos somos los hombres disecados recostados unos en otro rellena de paja la cabeza ¡Ay¡ Nuestras voces resecas cuando juntos susurramos son quedas y nada significan omo viento en el paso seco o patas de ratas en el vidrio roto de nuestra seca bodega. Figura sin forma, sombra sin color.
Fuerza paralizada, gesto sin movimiento; Aquellos que ha cruzado Con mirada fija, al otro Reino de la muerte Nos recuerdan – si lo hacen- no como violentas Almas perdidas, sino solo como los hombres huecos los hombres disecados. II Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños En el reino del sueño de la muerte esos no aparecen: Allí los ojos son La luz del sol sobre una columna rota Allí hay un árbol que se agita y las voces son en el canto del viento Más lejanas y más solemnes que una estrella evanescente. No esté yo más cerca del reino de sueño de la muerte vista yo también esos disfraces deliberados piel de rata, piel de cuervo- palos cruzados-
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En un campo comportándome como lo hace el viento No más cerca. No ese encuentro final En el reino del crepúsculo. III Esta es la tierra muerta Esta es la tierra del cactus Aquí se levantan las imágenes de piedra, Aquí reciben la súplica De la mano de un muerto Bajo el titilar de una estrella evanescente. Así es En el otro reino de la muerte Despertar solo A la hora en que estamos Temblando de ternura Labios que besarían Hacen ruegos a la piedra rota. IV Los ojos no están aquí No hay ojos aquí En este valle de estrellas moribundas En este valle hueco Esta quijada rota de nuestros reinos perdidos En éste, el último de los lugares de encuentro Vamos a tientas juntos Y evitamos hablar Reunidos en esta playa del río crecido Sin ver a menos que los ojos reaparezcan Como la estrella perpetua Risa multifoliada Del reino crepuscular de la muerte. La sola esperanza De hombres vacíos.
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V Aquí bailamos en torno al tunal, en torno al tunal, en torno al tunal. Aquí bailamos en torno al tunal a las cinco de la mañana. Entre la idea y la realidad Entre el impulso y el acto Cae la Sombra Porque Tuyo es el Reino. Entre la concepción y la creación Entre la emoción y la respuesta Cae la Sombra La Vida es muy larga. Entre el deseo y el espasmo Entre la potencia y la existencia Entre la esencia y el descenso Cae la Sombra Porque Tuyo es el Reino. Porque Tuyo es La vida es Porque Tuyo es el Así termina el mundo Así termina el mundo Así termina el mundo No con una explosión, sino un gemido. PELÍCULA “APOCALIPSIS NOW”- FRANCIS FORD COPPOLA 1979
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MILONGA DE MANUEL FLORES- JORGE L. BORGES Manuel Flores va a morir. Eso es moneda corriente; Morir es una costumbre, que sabe tener la gente. Y sin embargo me duele decirle adiós a la vida, esa cosa tan de siempre, tan dulce y tan conocida. Miro en el alba mis manos, miro en las manos las venas; con extrañeza las miro como si fueran ajenas. Mañana vendrá la bala y con la bala el olvido lo dijo el sabio Merlín: morir es haber nacido. ¿Cuánta cosa en su camino estos ojos habrán visto? quién sabe lo que verán después que me juzgue Cristo. Manuel Flores va a morir. Eso es moneda corriente; morir es una costumbre que sabe tener la gente. PELÍCULA “INVASIÓN” (1969) DE HUGO SANTIAGO
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PROMESAS ROTAS- ANÓNIMO IRLANDÉS Anoche ya tarde el perro habló de ti el reyezuelo hablaba de ti en lo profundo del pantano. Dicen que eres el ave solitaria de los bosques y que no tendrás compañera hasta que me encuentres Que hiciste una promesa y me mentiste y que estarás ante mí cuando las ovejas se arrebañen. Canté y clamé por ti con versos y no hallé sino un cordero que plañía. Me prometiste algo difícil de conseguir: un barco de oro bajo un mástil de plata, doce ciudades con un mercado en cada una, y una hermosa senda blanca a orillas del mar. Me prometiste algo imposible; que me traerías guantes de escamas, que me traerías zapatos de plumas y un vestido de la seda más cara de Irlanda. Mi madre me dijo que no hablara contigo ni hoy, ni mañana, ni el domingo. Mal momento eligió para decirlo. Fue como cerrar la puerta cuando el ladrón ya había entrado. Me has arrebatado el Este. Me has arrebatado el Oeste. No has dejado nada delante de mí nada dejaste tras de mí. Te has llevado la luna te has llevado el sol y mucho me temo que te has llevado a Dios. PELÍCULA “DESDE AHORA Y PARA SIEMPRE” (1987) DE JOHN HUSTON *
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EN ALGÚN SITIO ADONDE NO HE IDO NUNCA.-
E.E. CUMMINGS
en algún sitio adonde no he ido nunca, alegremente más allá de toda experiencia, tus ojos tienen su silencio; en tu gesto más frágil hay cosas que me encierran, o que no puedo tocar porque están demasiado cerca tu mirada más leve fácilmente me abre aunque yo me haya cerrado como dedos, tú me abres siempre pétalo a pétalo como la primavera /abre (tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa. o si tu deseo es cerrarme, yo y mi vida nos cerraremos muy bellamente, repentinamente, como cuando el corazón de esta flor se imagina la nieve cuidadosamente por todas partes cayendo; nada que podamos percibir en este mundo se iguala al poder de tu intensa fragilidad; cuya textura me compete con el color de sus países rindiendo muerte y para siempre en cada aliento (yo no sé qué hay en ti que se cierra y se abre; algo en mí entiende solamente que la voz de tus ojos es más honda que las rosas) nadie, ni siquiera la lluvia tiene manos tan pequeñas
PELICULA “HANNAH Y SUS HERMANAS “ – WODDY ALLEN – 1986
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CUANDO ERA CHICO- ARSENY TARKOVSKY Cuando era chico una vez me enfermé de hambre y de miedo. Se me pelaban los labios con duras costras y yo me las lamía. Todavía me acuerdo del gusto que tenían, salado y frío. Y todo el tiempo caminaba, caminaba y caminaba. Me sentaba en las escaleras de la entrada para calentarme, y después seguía caminando despreocupado como /bailando al son del cazador de ratas, por la orilla del río. Y me /sentaba para calentarme en la escalera, temblando como una hoja. Y madre que está allí regañándome, es como si la tuviera cerca, pero no puedo subir hasta ella: Voy hacia ella, la tengo a siete escalones de distancia, me regaña; voy hacia ella, la tengo a siete escalones de distancia y me regaña. Tenía mucho calor, me desabroché el botón del cuello y me acosté en el suelo y entonces empezaron a sonar trompetas, golpes de luz caían sobre mis párpados, galopaban caballos y madre volando sobre el camino, me regañaba y se iba volando… Y ahora mi sueño es un hospital, blanco, a la vera de los manzanos, blanco como la sábana que tengo hasta el mentón blanco como el médico que me mira, blanco como la enfermera parada a los pies de la cama moviendo las alas. Y ahí se quedaban. Y madre volvió para regañarme y se fue volando… PELÍCULA “NOSTALGIA”- ANDREI TARKOVSKY – 1983
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LA “ABEIJÓN” Las mujeres de la Biblioteca Popular Asencio Abeijón llevan tatuado en su cuerpo la marca del hacer. La exhiben con orgullo y ante quien sea arremeten para realizar una de las más hermosas tareas que hay en la sociedad humana, porque abrir espacios para que la gente se reúna, comparta, colabore, observe, participe, intervenga y además lea, es una dura bendición laica que no todos están dispuestos a asumir. Porque nunca alcanza el recurso humano, ni el económico, los apoyos oficiales siempre son escasos, los privados ni hablar, porque hay que robarle tiempo al descanso y dinero al propio bolsillo y así y todo, estas mujeres, es decir, las diez que integran el politburó de la Abeijón, acometen sin dudar y a como dé lugar, ellas construyen, hacen, definen. Son capaces de sacar agua de las piedras y hasta le ponen una canilla para que sea más útil para todos. Si ellas hubiesen estado en la revolución de octubre, seguro que Lenin las ponía a comandar vastas y complejas organizaciones cuyo incierto destino hubiese hallado un noble y efectivo cauce, sin dudas. Tienen ese don y lo contagian. Miran para arriba un rato, lo detectan a Kandinski que aún en el cielo sigue trabajando y cuando regresan con la mirada enrojecida, trazan un círculo con las manos mientras murmuran
poemas extraños y bellos, y aparece en la ventana que da al mar -donde habitualmente se llevan a cabo las presentaciones de libros- un ocaso alucinante con unos colores que no existen de puro divinos que están. Ellas son así. Deben ser parientes de las malabaristas de Río Senguer porque proceden con la misma determinación y su universo está regido también por los libros. No hacen malabares como las musas senguerinas pero sí operan otro tipo de magia poderosa, nomás hay que mirar un rato lo rápidas que son para soñar, agarran carbón, dibujan unos garabatos en el piso, se miran entre todas, aparece la sonrisa de la complicidad aún en la disidencia y salen disparadas hacia arriba. Y saben porque? Ellas son quienes dicen que de todo laberinto se sale por arriba, y ahí van, con Marechal en la cartera junto al labial, armando un fixture más completo que el de la FIFA y por cierto más limpio y con mayores posibilidades de dejarle algo suculento a quienes atinan a pasar por el edificio de la primera fila de Playa Unión. Allí se toparán con talleres de todo tipo, de gimnasia mental, de reciclado, de folclore, tango, teatro comunitario y también infantil, clases de italiano, de crochet, de tejido con lana merino, dibujo para niños y para adultos, clases de apoyo escolar, guitarra y además, allí funciona nada menos que el Plan Fines II sede Emma para que los adul-
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tos puedan terminar su educación secundaria. También se hacen presentaciones de libros, de obras de teatro, de narración oral y espectáculos de música. Miren la pizarra de la vereda, ese émulo del periódico mural que tanto informa; es una muestra de cómo se toman las cosas estas mujeres. Allí está todo y adentro hay mucho más; pasen y vean diría González Tuñón; entren y váyase de viaje con la vida porque ese pilar insustituible que es la lectura es otra de las perlas que tienen las bibliotecas; cualquiera de ellas contienen toneladas de aventuras, romances, tragedias, conocimientos varios, tomen un libro y vuelen, sigan su instinto, déjense llevar, tiren los hombros para adelante y que les surjan esas alas que siempre quisieron y salgan de viaje al instante; solo hay que estar dispuesto. El edificio es breve y además, prestado, pero a pesar de eso, la “Abeijón” tiene una puerta en un escaso pasillo que apenas se distingue, pero si uno acierta a abrirla durante los días en que la marea lanza ese aroma que apenas se percibe pero que define en un segundo un recuerdo completo, se puede ingresar a un oscuro laberinto de extensas galerías en las cuales descansan, en anaqueles irregulares que suben y bajan según el accidente geográfico sobre el cual fueron construidos, todos los libros del mundo que alguna vez fueron leídos. Hay volúmenes de todas las épocas, están los
prohibidos por las iglesias, los censurados por la moral y los descatalogados por los ejecutivos de cuentas. Los hay bien escritos y también están los libros mal escritos. Hay una sección dedicada a los que tienen poquísimos lectores, otra para los que consumen voluntades a montones, una para los premiados y otra para los que fueron quemados en las épocas oscuras. Y por supuesto que también están esos libros que son capaces de iluminar una vida completa y cuando eso sucede, ellos mismos se dan por bien pagados, se retiran, hacen votos de silencio y se cierran como una ostra vieja para que nadie los vuelva a abrir. Pero estas diez mujeres que comandan con mano volcánica los destinos de la biblioteca Popular Asencio Abeijón tienen la llave de ese libro y de todos los libros alguna vez leídos y por eso saben que tarde o temprano alguien aparecerá y se encontrará con él, que es lo mismo que toparse con el destino, porque se crea o no se crea, el libro es como la rueda, las vacunas o los viajes espaciales. Siempre existirá y siempre necesitaremos de él.
Sergio Pravaz
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REVIEW La cocina de la casa era el espacio físico donde se desarrollaban todas nuestras actividades diarias: hacíamos los deberes, estudiábamos y jugábamos. -¡Qué digo! Si hasta andábamos en bicicleta alrededor de la mesa los días lluviosos con nuestras perras persiguiéndonos. (Cada uno de nosotros tenía una). Mamá, sobre una mesada de granito gris, extensa y ancha, mientras preparaba alguna de sus exquisiteces, nos controlaba con atención, especialmente por si no hacíamos las tareas escolares. Cierta noche de invierno, papá llegó del trabajo con un reproductor- grabador. La novedad del momento. Así entró la tecnología a la casa. Con esa inquietud e impaciencia de la niñez, nos reunimos los tres hijos a su alrededor. Para probar cómo funcionaba, sentó a mi hermanita sobre la mesa. Tendría entonces tres años. Todos juntos la incentivamos a cantar: ...” Todos los patitos se fueron a bañar / y el más chiquitito se quiso quedar…/ la mamá enojada le quiso pegar/ y el pobre patito se puso a llorar”… Al terminar la canción, papá apretó una tecla y de repente…, tocó otra… y allí salieron nuestras voces. Y, por supuesto, mi hermanita cantando. Asombrados, nos miramos con esa picardía que solo la infancia puede expresar (le siguieron sonrisas). La hora de ir a dormir nos encontró apretando una y otra vez las dos teclas mágicas que hacían salir nuestras voces por el pequeño y fascinante aparato negro. Cuando papá cumplió sus 70 años, impensadamente apareció esa cinta en un amarillento cassette. Ya no en la cocina sino alrededor de la mesa de siempre, nos volvimos a escuchar. La misma esencia pero ahora con una emoción más profunda. El tiempo y su obra. La misma tecla, una y otra vez: Review: rebobinar. Isabel Ramón
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NOS ROBARON ó PERDIMOS EL DOMINGO El olor del domingo, Oh, el olor del Domingo. Ya no se respira el olor del Domingo, ese perfume que en nuestra memoria huele a nostalgia, a naftalina y asado. Como una foto en sepia llegaban los parientes endomingados. Las mujeres con delantales alcanzaban las empanadas y la ensalada, para acompañar la carne. Al domingo siguiente era otro el menú, la mamma orgullosa, traía la fuente de buona pasta amasada por sus propias manos, con un apetitoso olor a tuco. En los viejos tiempos, el domingo tenía personalidad. Era remilgado, pero tenía un fondo de firmeza, algo que inspiraba tranquilidad y nos hacía sentir cierta seguridad. Era el más firme e inconmovible de todos los días y la gente podía confiar en él. Tenía cierta estructura: uno se levantaba tarde, devoraba un suculento almuerzo, leía el periódico hasta la hora de la siesta, cenaba y terminaba de leer el periódico. Quizá se asistía a la iglesia o se llamaba por teléfono a la familia, desde el teléfono fijo, claro, porque no había celular. No se hacía la compra de la semana, ni se iba por un rato a la oficina; no se aprovechaba para lavarse la cabeza, ni se realizaban otras tareas domésticas. Miro a través de mi ventana y descubro que el domingo ha desaparecido. No es
que alguien se lo hubiera robado, pero algo le falta a este noble día. Enseguida advertí que pasaba: el domingo se ha convertido en martes, en virtud del feriado largo de Carnaval. La gente ya no camina sin preocupación por la calle. Al parecer tienen un propósito en mente que se refleja en el brillo de entre semana centellando en sus ojos. Veo que entran y salen de prisa, en vez de pasear despreocupados mirando los azules jacarandaes, o las tipas de la cañada. La escena es tan movida como la de cualquier día laborable desequilibrando la semana. Ahora, al margen del feriado largo, el domingo es sólo un día más y parece haber perdido su verdadera finalidad. El domingo era el único día en que se podía haraganear con la conciencia tranquila, ya que los demás tampoco hacían nada. Pero, ¿cómo poder remolonear por la casa un domingo en la actualidad… sabiendo que medio mundo ha salido a hacer cosas? Aun los que afirman estar descansando, están corriendo por el parque o ejercitándose. Necesitamos que el domingo vuelva a ser lo que era, un amortiguador del fin de semana, a menos que se haya agotado su utilidad y la gente sólo planee pasar del sábado al lunes sin esa apacible y antigua hamaca de un día, extendida entre ambos. Daniel V. Ponti
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UPA Mamá y yo somos felices es día de paseo caminamos hasta la plaza cantando y nos reímos mucho mucho. En la esquina me hace upa porque un señor feo con bastón y sombrero nos habla “Es igual a usted Clarita” y me pellizca el brazo mientras le mira el escote. Ella es toda mía pongo la mano en su pecho y parece que este hombre debe ser tonto “Cuándo puedo verla Clarita” dice pero ahora mismo la está viendo es tonto nomás. Debajo de la nariz tiene pelos blancos y algunos negros si fuera inteligente los tendría todos de un solo color. Mamá contesta yo no la escucho porque me acuerdo del día que usé el maquillaje de la cajita blanca y me pinté la boca y los ojos hasta que vino ella “No tenés necesidad de esto” me quitó todo si vos también te pintás le dije. Se fue gritando “De algo hay que vivir y ojalá cuando sea vieja me falle la memoria así no necesito dar explicaciones”. El señor pasa los dedos ásperos por mis piernitas desnudas y pregunta si no soy grande como para estar a upa. Yo sé que no hay edad una vez escuché ruidos en la pieza de atrás fui en puntas de pie abrí la puerta y antes que mamá dijera “Dios mío” la vi a upa de no sé quien desvestido pero con zoquetes. Después de eso me mandan dos o tres veces por semana a la casa de la tía Cecilia. El hombre de bigotes ahora se va nosotras seguimos caminando pero no es lo mismo. Mamá está triste dejó de cantar pienso si
habré hecho algo malo le pido a diosito por favor esta noche quiero quedarme con ella y prender una vela para que no aparezca nadie ni el señor de zoquetes ni el de bastón y sombrero ni cualquier otro fantasma. Paciencia Dispongo lentamente las piezas del barco en la botella. Cuando está listo suben el capitán, la tripulación y los pasajeros que saludan agitando manos y pañuelos. Aseguro el tapón sellándolo con lacre. Ahora espero que se acabe el aire. El duelo Había una vez un hombre santo que materializó una mujer desde un puñado de arena. Entonces llegó el viento. Pascual Fidelio, Córdoba, 1963. Desde el año 2010 asiste al Taller "Gente de Palabra" coordinado por la escritora Susana Cabuchi. En 2011 fue premiado en el IV Certamen Nacional de Poesía y Cuento Breve de Ediciones Ruinas Circulares e incluido en la IV Antología Cuento/Poesía de la misma editorial. Textos literarios, científicos y académicos de su autoría han sido difundidos en diversos medios del país. Actualmente trabaja en el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba.
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MUSICA DE OTRO PLANETA
El conjunto británico Radiohead, liderado por el compositor y cantante Thom Yorke e integrado por Jonny Greenwood, Ed O¨Brien, Colin Greenwood y Phil Selway, luego de nueve años de ausencia, volvió a tocar en nuestro país. Lo hizo el catorce de abril en el predio de Tecnópolis, Buenos Aires, en el marco del Festival Shoundhearts. El concierto, previsto para las veinte y treinta horas, comenzó media hora más tarde. Previamente habían pasado por el escenario las bandas soportes, Rocco Posca, Junun, que es en realidad el proyecto solista del guitarrista Jonny Greenwood, y Flying Lotus. Cuarenta mil almas esperaban impacientemente cuando se apagaron las luces y una esfera blanca gigante, cual supernova, comenzó a desplegar luces por todo el predio. El público enardeció con una lista de temas (set list) que combinaba armoniosamente clásicos de la banda con sus últimos trabajos, culminando con una sorpresa ya que interpretó Creep, el tema con el que se hicieron famosos, de su primer álbum Pablo Honey. Una innovación total ya que Thom hacia siete años que no la cantaba porque decía que la odiaba. Parece que se reconcilió con el tema para delicias del público argentino presente. Se había comentado que en Chile había hecho varios de sus hits, como High & Dry, Fake plastic trees, pero este tema no lo había tocado. El show había sido calificado por la prensa especializada del país trasandino como “un concierto narcótico” (¿?). El sonido impecable, teniendo en cuenta que el predio elegido no se caracteriza casualmente por su acústica. La voz de Thom Yorke está intacta y demostró ser un
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“frontman” de aquellos. Puro talento, sumamente carismático, las veces que hablo con el público lo hizo en castellano y agradeciendo siempre. Momentos sublimes se vivieron con temas con Lucky, Pyramid Song, con un trabajo exquisito del guitarrista y donde sobresalían los matices de la voz del cantante. Los bises hicieron delirar al público: 2+2=5, Paranoid Android. Hay que señalar que el público de Radiohead no acostumbra a filmar el concierto, sino que prefiere disfrutarlo, sentirlo, vivirlo plenamente. Parados, quietos o moviendo levemente la cabeza. En las canciones más rítmicas se animaban a un suave y cadencioso baile, aunque a veces un poco desarticulado. Se suscitó un problema promediando el concierto, cuando un pequeño grupo supero el vallado. Quince minutos estuvo suspendido el show. Thom interpreto “a capella” la canción interrumpida:“The Gloaming”. Una belleza total. Solo cuando la solución estaba ya en manos del cuerpo de seguridad, continuó con el recital. Un show impecable, que demostró la vigencia absoluta de esta magnífica banda, que algunos calificaban de depresiva y que en su momento fue comparada con la exitosa banda irlandesa U2. Nada que ver, porque son totalmente distintos. Todo estaría bien si Radiohead fuera solamente una banda de rock. Pero Radiohead es mucho más que eso. Radiohead a fin de los noventa, con Ok Computer no solo le canto a una generación, sino que le conto al mundo la vida de esa generación. Tal como hizo Nirvana con la post-Reegan, con el grupo explosivo del grunge de Seattle, Radiohead lo hizo con una generación cansada de la prolija, metódica pero cínica civilización industrial. La música de Radiohead no se puede calificar de rock puro, aunque sí había ciertos rasgos en sus orígenes, pero tampoco es punk, ni música electrónica, alternativa, experimental o espacial, como dicen algunos al estilo de los Pink Floyd. Son únicos, en lo suyo, son únicos realmente. Cuando salimos del concierto, todos concluimos: “Estos tipos, estos tipos… son de otro planeta”. Eduardo Alberto Planas
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OLIVIER MESSIAEN EN DOS CUARTILLAS Al compositor francés Olivier Messiaen se le considera, de consenso, autor de varias de las piezas más extensas del siglo veinte; Messiaen es una personalidad aislada no sólo dentro del sonido contemporáneo, sino en toda la cronología histórica de la música occidental: él se autodefine “compositor y ritmicista”, aunque también es un consumado profesional del órgano, gran pianista, estudioso de las músicas orientales y por extraño que parezca al lector, ha realizado un extenso trabajo en el terreno de la ornitología que abarca siete volúmenes enormes donde se hallan registrados en pentagramas, o sea, con notación musical, el canto de una infinidad de pájaros de muchas partes del mundo. Pero no debe considerarse ociosa esta descomunal compilación de Messiaen: algunos de estos cantos pajarísticos aparecen textualmente
anotados en sus obras y en ocasiones puede escucharse varios simultáneamente de modo que aun tratándose de aves pertenecientes a países diversos o tierras continentales distantes, Messiaen los reúne creando una polifonía o más bien una panfonía internacional de pájaros cantores coexistiendo en el ámbito de sus obras algo sin precedentes en la historia de la música y aún sin sucesores a casi treinta años de la muerte del francés: tengamos en cuenta que nació en 1908 -en Île de France- y falleció en 1992; a Messiaen no interesa rugidos de león ni balidos de cabras sino únicamente el canto de los pájaros porque en esos sonidos él entiende mejor representadas las sonoridades de la naturaleza algo que le interesa transmitir como símbolo del Dios cristiano del que es un creyente riguroso; cuando a este compositor se le realizan pregun-
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tas sobre sus obras sobre su estructura orquestación y otros tópicos técnicos de inmediato cita una serie de elementos de la naturaleza algo que ha desconcertado a los especialistas por lo pintoresco de sus explicaciones, por ejemplo, una respuesta típica de Messiaen podría ser: “en esta obra utilizo el Ruiseñor Tropical, la Oropéndola y el Mirlo Negro, luego aparecen las espirales invertidas, el tema de la estatua y un momento final de luminosidad iridiscente”; no podemos precisar si estas respuestas aclaran algo al lector, pero esperamos sirvan para caracterizar sucintamente al compositor; la música de Messiaen no se parece en absoluto a la de otro creador… y esto no sólo sucede por la inclusión de cantos de pájaros, sino porque este músico creó un total de siete escalas, dos de ellas que ya existían y él sistematizó y otras cinco originales a cuyas escalas nombró: Modos de Transposición Limitada. Por otra parte inventó un artilugio rítmico llamado Valor Añadido, en francés: Valeur Ajouté, que consiste en agregarle pequeñas duraciones adicionales a la música, creando defasajes rítmicos que desplazan el pulso métrico: el resultado sonoro es un ritmo asimétrico, irregular y no periódico; esta combinación de elementos sistémicos para componer ha llevado a los especialistas a describir la música del francés como: tonal, atonal, modal,
consonante, disonante, y otras categorías habitualmente antagónicas o aplicables a músicas muy diferentes y que tratándose de la producción de un mismo músico parecen contradictorias, razón por la que se pudiera llegar a considerar su arte como un mamarracho ecléctico. La música de Olivier Messiaen está muy lejos de encarnar su vida no ha estado exenta de momentos escabrosos, ya que fue apresado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y vivió en un campo de concentración, donde tuvo la suficiente presencia de ánimo como para componer y estrenar, con temperaturas bajo cero, una de sus obras más conocidas: el Cuarteto para el Fin de los Tiempos, el propio autor sentado al piano; entre otros datos, estuvo casado con la pianista Ivonne Loriod, intérprete de excepción de muchas de sus obras y en el ámbito musical, fue profesor del Conservatorio de París (1941-1978 y organista de la Iglesia de la Santísima Trinidad durante 60 años; tiene como mérito el haber dado relieve y puesto de moda un instrumento como el Ondas Martenot haciendo del mismo un uso artístico con el que otros compositores ni siquiera soñaron y que puede escucharse magistralmente incorporado a la orquesta en su sinfonía de diez movimientos, Turangalila. Algunas obras corales de Messiaen han sido ásperamente criticadas señalán-
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dose el cristianismo desbordante y fanático de los textos, a veces rayano en la cursilería; no obstante, la solidez y calidad extraordinaria de la obra toda del compositor galo se han impuesto mundialmente y su música es interpre-
tada tanto por instrumentistas individuales como por coros y orquestas de los cuatro puntos cardinales, además de estudiarse y analizarse en las facultades de los más prestigiosos centros universitarios: por ejemplo la mencionada sinfonía Turangalila, es una especie de obra de choque para cualquier director de orquesta, por su longitud y complejidad; una de sus piezas más conocidas, El Mirlo Negro, para flauta y piano, ha sido pieza obligada en infinidad de concursos internacionales y grabada por los más virtuosos flautistas de nuestra época; a esta lista puede agregarse las Veinte Miradas al Niño Jesús para solo de piano, una obra en veinte partes de casi dos horas de duración, que exhibe un modo muy personal de tratar técnicamente este instrumento, y La Natividad de Nuestro Señor, para solo de órgano, obra de diez movimientos en la que Messiaen nos regala una joya de su originalidad creativa, haciendo sonar este teclado con texturas desconcertantes, solitarias monodias, y sonoridades infrecuentes que en algo anticipan la música de generación electrónica. La obra que comentaremos aquí está escrita para sólo de órgano, y se llama El Aspecto de la Catedral Eterna: consta de un solo movimiento, cuya estructura consiste en una pirámide realizada con el volumen, un gran crescendo que alcanza su apoteosis hacia el centro de la obra, para
luego ir decreciendo y regresar a la dinámica del comienzo; su factura es totalmente acordal, porque no hay en ella melodías o contrapuntos de líneas individuales, algo que la vincula con las formas arcaicas de la polifonía medieval, en que la música no pasaba de ser una consecución de acordes paralelos, característica esta que le confiere una profunda cualidad hierática; la obra progresa sobre la base de fragmentos cortos de varios acordes, que siempre van desde las disonancias hacia las consonancias, seguidos por sincopas graves en los pedales, fragmentos estos que aquí llamaremos enunciados: al comienzo, los enunciados prácticamente no se escuchan, pero van ganando volumen en la medida que se acercan al punto medio de la pieza, verdadero centro de gravedad donde, el órgano bramando por todos sus tubos, la armonía exhibe una progresión de acordes de La bemol menor, Si bemol menor y Do mayor que se repite, el órgano tronando, a partir de la cual el volumen comienza a disminuir gradualmente, hasta llegar punto menos que a desaparecer, retomando, como ya se dijo, la dinámica inicial: en este sentido, podría decirse que la música sale de la nada para regresar a la nada cumpliendo una suerte de trayecto circular, como una serpiente que se muerde la cola.
Alfredo Gómez Alonso
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EL ESCRIBE, NOSOTROS HACEMOS EL RESTO. Ruben Capodaqua presentó su libro “Hagamos el resto” con toda la magia que el mismo tiene en cada cosa que emprende.
Lily Chavez Los libros de “Hagamos el resto” vienen amarraditos. No podía ser de otra manera: nacieron y crecieron juntos, mellizos al que El Mensú Ediciones les puso tutor. Su autor es Rubén Capodaqua, nacido en 1963 en Oncativo. Como digo en el Proemio del libro de narrativa, Rubén tiene muchas cualidades que lo ligan al arte: es actor, titiritero, fotógrafo, escritor y por lo tanto su imaginación despliega brotes todo el tiempo. En abril se realizó la presentación de su libro en el Teatro Victoria de Oncativo y tuvo la misma magia que tiene el autor en cada cosa que emprende: títeres sentados entre el público y en los palcos; artistas de la voz sobre el escenario y fotografías del autor hilvanando goces en la mirada de todos. Se percibía en aire la emoción, el autor de Hagamos el resto es sembrador de amigos y todo el tiempo está recogido sus frutos. Rubén puede escribir textos maravillosos, dotados de fantasía, de dolor, de humor o intriga o simplemente acariciarnos con recuerdos llenos de ternura. El libro de narrativa consta de tres partes visibles (si hay otras, las descubrirá el lector). La primera, nacida de la experiencia de sus viajes, de las imágenes que conservó en sus retinas y en su cámara. La segunda donde el autor, Vuelve a pasar por el corazón y se reencuentra con aquello que sustentó y fortaleció su vida. Y finalmente Astillas, flashes, palabras que caen de la imagen, como el rocío en la mañana. Tiene en su contratapa palabras de Marta Elena Guzmán y de Mario Arietto responsable del dibujo de tapa y otros que acompañan los poemas. Algunos de sus textos: DACHAU 2, ALEMANIA – Campo de Concentración Trae una valija de metal, un habano apagado en la otra mano y un papel manuscrito. Deja la maleta en la silla oxidada y tapa con un trapo el único lugar por donde entra la luz del sol. Quedo sumergido en la frialdad de las sombras. El silencio atraviesa el aire y un olor a carne quemada avanza desde el fondo. El estruendo de una música me paraliza. No quiero mirar al hombre, sé quién es, sé a lo que viene. Siento cómo manipula “sus herramientas”; reconozco el sonido metálico del instrumental al caer sobre la bandeja de chapa.
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El agua helada en mi cabeza es la señal de inicio. Después todo es borroso: las botas, el agua en el piso, la mano con guante sosteniendo el cable. El dolor. El grito * ONCATIVO Nos reunió a los tres bajo el paraíso, se sentó en una sillita baja, puso la fruta en la falda y con el cuchillo grande, cortó…y comenzó a dividir en tajadas. Todo rojo para los ojos. La abuela nos pidió permiso para comerse el corazón de la sandía. * El libro de poesía por su parte lleva Prólogo de Griselda Rulfo quien encuentra en los poemas “la presencia de la búsqueda, el desencuentro, la armonía pero sobre todo –dice- la presencia del hombre con su existencia de oro y barro en cada vocablo”. La contratapa pertenece a compañeras de la palabra: Ornella , Meli y las integrantes del Grupo Literario El Altillo. Palabras bellas y merecidas para el autor del libro. Y algunos de sus poemas: Despierto melancólico engrisado No hay contraste con el afuera con el jardín sin verdes con los callados pájaros no hay contraste con esa lluvia que encadena como gotas mis recuerdos. * En el patio florece la higuera flores amarillas no visibles en el cuenco de lo que será fruto. El gato intenta rasguñar al sol
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mientras una fila de caracoles caminan erguidos por la pared. Algunas nubes cobijan la retama. La nona destapa la pipa y con su voz marrรณn nos dice que mientras haya vida habrรก esperanza.
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Una cosa trae la otra Cuando niña me gustaba desde coleccionar figuritas a servilletas de papel. Todo venía a mi cabeza en serie. Si sabía el nombre de un pájaro bastaba para que investigara el nombre de otros. Como aquella vez que la señorita Berta dijo que bailaríamos el minué y cansé a mi madre preguntando sobre otras danzas o cuando Teresita Varela en cuarto grado dijo que hiciéramos nosotros mismos un sombrero de copa. Esa semana, como por arte de magia, algo ayudaría a mi asombro. Llegó a casa la Enciclopedia Estudiantil (como todos los jueves) y oh sorpresa, en la tapa había un árbol y en cada rama colgaba un sombrero. Fui entusiasmada a la escuela el lunes siguiente, llevaba por supuesto, la revista en el portafolios y le enseñé a mis compañeros todos los sombreros que existían en el mundo: los gorros de piel que se usaban en Rusia, cascos, tricornio, fez, bicornio, birretes, solideo, tiara, mitra, turbantes, cofias, boinas, gorras, sombrero hongo, calañés, de paja y otros tantos. Por eso, aunque muchos renieguen de la opulencia de las bodas reales ( y yo también) me gusta observar los sombreros, velos y “fascinators” que usan las mujeres y ver cómo hacen para llevar en sus cabezas algo tan pesado, feo (en su mayoría) e incómodo, y desarticular con esa extravagancia toda seriedad de la ceremonia. El que más me gustó fue el Kitty Spencer. Dicen que los sombreros son caros y no lo dudo. Todavía recuerdo cuando en 2011, la princesa Beatriz (Hija del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson) lució durante el casamiento real de su primo el príncipe Guillermo con Kate Middleton, un sombrero tan estrafalario y criticado que Facebook tuvo que salir a defender al diseñador Philip Treacy de las agresiones recibidas. Pero, crease o no, hace unos días el sobrero fue subastado por eBay y vendido a la módica suma de 131.341 dólares (wuauu). Lo único bueno es que la ganancia será destinada a UNICEF y a Children in Crisis. Mi mente viaja, me trae a Silvio Rodriguez y su canción Oleo de una mujer con sombrero…se me da por tararear la parte que recuerdo: “…Una mujer con sombrero / como un cuadro del viejo Chagall / corrompiéndome al centro del miedo / y yo que no soy bueno me puse a llorar…” Y Silvio tuvo que nombrar a Chagall y entonces, pensé en otros pintores, en otras mujeres con sombrero, en la mujer con cofia de Raimundo de Madrazo; en aquella sentada en un gran sofá, de William Morritt Chase; en Gustav Klimt y el sombrero azul y negro, de piel, sobre la cabellera rubia de una mujer, en la Venus con sombrero de Vincent Van Gogh o La niña con sombrero de paja de Mary Cassat.
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Pero no solo se me da por evocar sombreros en mujeres, una cosa trae la otra y se presta para seguir el hilo y recordar por ejemplo, el bombín de Carlitos Chaplin inseparable de su personaje, o el inolvidable sombrero texano de James Dean o Johnny Depp interpretando al sombrerero loco en Alicia en el país de las Maravillas de Tim Burton; bailar al compás de Quiero un sombrero de Los Wawancó; regocijarnos con Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris , de Sui Generis; o responderle a Neruda cuando pregunta: ¿Qué pensarán de mi sombrero, / en cien años más, los polacos? // ¿Qué dirán de mi poesía / los que no tocaron mi sangre?// ¿Cómo se mide la espuma / que resbala de la cerveza? // ¿Qué hace una mosca encarcelada / en un soneto de Petrarca? Tanto para conocer y divertirnos pero seguiremos en la próxima por ahora solo digo: Sombrero Sombreritus conviérteme en Superhijitus… Manuel García Ferrer – de seguro - hubiese querido ser nombrado en el artículo. Lily Chavez
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