URUGUAY / Tercera época / Año XL / Nº 8 / Octubre 2018 / www.issuu.com/bsuru
José “Gato” Morgade: El nombre de La Reina de La Teja es “en homenaje a María Auxiliadora” Comunidades que hicieron y hacen sus Iglesias
EL QUE QUEREMOS
SUMARIO PÁG. 3 CARTA DEL DIRECTOR Una casa salesiana sin PATRIMONIO es como un cuerpo sin alma
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FAMILIA EN OBRA Mag. Julieta Keldjian Aquellas pequeñas películas familiares…
¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL! Patrimonio arquitectónico: La comunidad que hace su Iglesia
HACIENDO HISTORIA P. Jorge Martínez Lena sdb: “Si mis canciones sirven para ayudar a rezar, con eso me basta”
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SINTONIZANDO CON DON BOSCO Don Ángel Fernández Artime “¡Los amo, Salesianos!”
PÁG. 12 VALE LA PENA VIVIR ASÍ José “Gato” Morgade: “ `La ola´ marcó mi infancia y alrededor de ella crecí en valores”
PÁG. 16 CON NOMBRE Y APELLIDO La Magia sigue intacta El P. Félix Bruno a través de la mirada de la Hna. Blanca Suárez, Rafael García y el P. Manuel Pérez sdb
PÁG. 23 PÁG. 22 GALERÍA DE FACEBOOK Y TWITTER
PÁG. 29
ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO P. Francisco Lezama sdb “Volver a mirar”
SABOR A BUENAS NOCHES Que no se pierda, Señor
PÁG. 30 DEL ÁRBOL SALESIANO Hna. Martha Franco HMA Dos veces bendecida por Don Bosco
PAG. 21 SINTONIZANDO CON DON BOSCO Madre Yvonne Reungoat fma “Monumentos vivos de gratitud”
PÁG. 24 AQUÍ Y AHORA “El rico Patrimonio de los Orientales”
PÁG. 32 UNA MANO AMIGA Formarnos para Servir Mejor
PÁG. 35 GALERÍA DE INSTAGRAM
Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Columnistas: P. Francisco Lezama sdb, P. José Adrián García sdb y Mag. Julieta Keldjian Equipo de redacción y responsables de secciones: P. Daniel Bernardoni sdb, Gianfranco Brandi sdb, Hna. María Baffundo hma, Sofía Cayota, Lic. Natalia Roba, Lic. Marcelo Hernández, Lic. Joaquín Castro, Nicolás Vilche y Juan José Malvárez, Prof. Stella Pérez. Fotografía: Sebastián Andión, Sofía Cayota, de Pixabay y fotos de archivo Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: gustavo@tanganika.com.uy
Foto de tapa: Campana de la Parroquia San Isidro de Las Piedras Impresión: Mosca Departamento Comercial: Luis Gómez E‐mail: boletinsalesianouruguay@gmail.com Celular: 092 432 286 Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. / Depósito Legal: 366.191
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P. Sergio Álvarez sdb
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¡Hola! Estoy parafraseando una clásica expresión en nuestros ambientes, viene de Don Bosco y es en referencia a la música. Tiene sus años, pero la mayoría la hemos escuchado. Sea una persona, un edificio o un objeto, sin quererlo se convierten en Patrimonio. No se autoproclaman Patrimonio, es la gente que los carga de valor patrimonial. Se vuelven referencias, a ellos queremos llegar, casi siempre para interactuar, esa es la sensibilidad de nuestra época. No nos basta con verlos, por lo menos queremos tocarlos, que nos pase algo, que podamos llegar al “sentir algo”.
Va mucho en cada uno el hasta dónde llega en esa experiencia de encuentro con la realidad patrimonial. Me salgo de las casillas por escribirte más sobre lo que significa que nuestras casas salesianas, nuestra Familia Salesiana, estén enrique‐ cidas por personas, edificios, objetos con valor patrimonial. Lo que pasa es que llegué a esto porque leí lo que tienes entre manos, un Boletín Salesiano que disfruté por la lectura, por las i‐ mágenes, de punta a punta. Así que te invito a pasar… ¡léelo, te vas a encontrar! En nombre del Equipo de Producción, un fraterno saludo…
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¡SÍ,HAYALGONUEVO BAJOELSOL!
Parroquia San Isidro
Parroquia María Auxiliadora
Santuario Nacional de María Auxiliadora, Villa Colón
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Basilica Nuestra Sra. del Rosario
o de Las Piedras
Patrimonio arquitectónico
LA COMUNIDAD QUE HACE SU IGLESIA “El Patrimonio es un tema de significados. Una Iglesia, como cualquier otro edificio, no vale nada sin las personas, es la comunidad la que le da un determinado valor”, asegura el Arquitecto Gabriel De Benedetti, quien tuvo a su cargo las mejoras más recientes de la Parroquia San Isidro en Las Piedras. Al repasar las historias que, en grandísimas pinceladas compartimos, de la construc‐ ción de cuatro Iglesias que forman parte del Patrimonio en manos de Salesianos (dos del siglo XIX y dos del siglo XX, dos en el interior del país y dos en Montevideo), es posible confirmar la aseveración del arquitecto De Benedetti: en todos los casos “fue la comunidad católica la que hizo su templo” y lo sigue haciendo.
a (Talleres Don Bosco)
o y San Benito de Palermo (Paysandú)
Basilica de Paysandú tras su destrucción en la guerra civil
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PARROQUIA SAN ISIDRO LABRADOR DE LAS PIEDRAS La construcción de la Iglesia de San Isidro Labrador demandó alrededor de 13 años siendo culminada en 1868. La obra estuvo a cargo de los maestros de obra Antonio Fongibell y Vicente Mayol y fue realizada en‐ teramente en ladrillos. Las escaleras interiores de ascenso a las torres se realizaron empleando técnicas propias de la albañilería tradicional catalana. Se sustentan en arcos de ladrillos colocados “a la espiga”, prácticamente sin cimbras ni encofrados. Antonio Fongibell llegó a Uruguay en plena Guerra Grande y estableció relación con Manuel Oribe. Este vínculo lo llevó a realizar trabajos de gran envergadura, como un puente de ladrillos, la Plaza de Toros de la Unión, la Iglesia San Agustín de la Unión y la Iglesia Inmaculada Con‐ cepción del Paso del Molino, así como la construcción de parte de lo que ahora es el Hospital Pasteur. Posteriormente, al comienzo de la construcción de la Iglesia de San Isi‐ dro, se radicó en San José de Mayo donde proyectó y construyó la Igle‐ sia Catedral actual de dicha ciudad. La Iglesia de San Isidro responde a una tipología basilical simple, con una amplia nave central sostenida por siete columnas. Cuenta con un retablo con columnas y ornamentaciones de carácter ecléctico, sobre el cual, originalmente, se adosaba el altar mayor. La fachada tiene pro‐ porciones muy esbeltas y su conformación estilística se relaciona con la sobriedad de la arquitectura colonial. El P. Joaquín Moreno fue el gran promotor de la construcción y último cura secular de Las Piedras. En 1879, Mons. Jacinto Vera, Obispo del U‐ ruguay, entregó la Parroquia a los Padres Salesianos, quienes dieron gran dinamismo a la Parroquia y en esta primera etapa realizaron va‐ rios aportes importantes. En 1882 adquirieron e instalaron un reloj en la torre Sur, que al día de hoy se encuentra en funcionamiento. En 1890 se adquirió, también, un carrillón de cinco campanas, fundidas en Údi‐ ne, Italia. En la primera década del siglo XX, por consejo de técnicos del gobierno de entonces, se comenzó la demolición de la Iglesia derribándose los techos. Por intervención del pueblo, liderados por Pilar Cabrera, se de‐ tuvo la demolición. Así comenzó, hacia 1912, la construcción del nuevo techo de madera y chapas de zinc. En la década de 1940 se realizaron diversas obras de acondicionamien‐ to y mejoras. Para ello se convocó a un importante arquitecto de la é‐ poca, Rafael Ruano, que estaba realizando obras de restauración en la Catedral de Montevideo. En 1952 se sustituyó el techo de madera por bóvedas y cúpulas de hor‐ migón armado, proyectadas por el arquitecto Carlos Alfredo Trobo y calculadas por el ingeniero Walter Hill. En 1978, Trobo proyectó un so‐ bretecho de protección sobre las bóvedas.
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SANTUARIO NACIONAL DE MARÍA AUXILIADORA Lo que hoy conocemos como Santuario Nacional de María Auxiliadora, fue construido unos años antes de la llegada de los Salesianos al Uru‐ guay, en 1876. En ese entonces era una Capilla dedicada a Santa Rosa. Años más tarde, y bajo la dirección del Padre Rota, la Capilla comenzó a
sufrir modificaciones, buscando mejorar su aspecto, embelleciendo su interior y transformando de manera sustancial su fachada. Cuenta el Padre Francisco Pose sdb, en su libro “Soler y los Salesianos”, que en el año 1898 en honor a Cristo Redentor, Monseñor Mariano So‐ ler, primer Arzobispo de Montevideo, instituye una serie de templos votivos, la mayoría de ellos con denominación mariana. Valorando la presencia de las Hijas de María Auxiliadora y de los Salesianos de Don Bosco en la zona, les encargó el cuidado y la propagación de la devo‐ ción. El flamante Santuario fue inaugurado entre el sábado 14 y domingo 15 de diciembre de 1904, sin haber terminado todas las reformas que se tenían proyectadas. Fue un fin de semana lluvioso, donde se congrega‐ ron muchos fieles para consagrarse a la Auxiliadora. Además de la Misa presidida por Soler, se desarrolló una procesión con la imagen de la Auxiliadora. En el atrio del Santuario fue colocada una placa que re‐ cuerda este acontecimiento. En la década del 20 fue declarada Parroquia y como llevaba como santo protector a San José, fue al mismo tiempo Parroquia San José y Santua‐ rio de María Auxiliadora. Cuando el Padre María Bosco fue director del Colegio Pío realizó las gestiones ante el Arzobispo Partelli, para que fuera Parroquia y Santuario María Auxiliadora como se la denomina hasta nuestros días
"Una Iglesia, como cualquier otro edificio,no vale nada sin las personas, es la comunidad la que le da un determinado valor Arquitecto Gabriel De Benedetti Un hecho curioso es que el templo recién fue consagrado en el año 1978, por el Obispo Auxiliar de Montevideo, Monseñor Rubio, exalum‐ no del Colegio Pío. Desde el punto de vista arquitectónico, en el Santuario conviven dos estilos: el presbiterio es de estilo Barroco, con el camarín de la Virgen al centro. Además, acompañan a la Auxiliadora, seis cuadros del pintor Domingo Zullani que relatan el desarrollo de la devoción a María Auxi‐ liadora. El resto del templo conserva un estilo colonial con una nave central y dos laterales. En la nave derecha se encuentra el sagrario y las imágenes de Don Bosco y Domingo Savio. En la izquierda, la pila bau‐ tismal y la imagen de Madre Mazzarello. El Arzobispo de Montevideo escribió el 18 de diciembre de 1904, en el libro de visitas del Santuario, la siguiente inscripción: “Te he coronado, Virgen poderosa, para obligarte a ayudarnos en nuestras necesidades”, según detalla el Padre Pose en su libro. BASÍLICA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO Y SAN BENITO DE PALER‐ MO (Paysandú) En 1855 Juan José de Arteaga, Diputado del departamento, solicitó a la Junta Económica Administrativa la construcción de un nuevo templo y en 1857 recibió la resolución con la autorización. El 14 de mayo de 1860 se firmó un contrato para la construcción de la nueva Iglesia con los italianos Bernardo y Francisco Poncini.
Inicialmente fue diseñada en el más puro es‐ tilo renacentista. Ese mismo año con la ayuda del Párroco, José Oriol de San Germán, y del Jefe Político, Basilio Pinilla, se comenzó la construc‐ ción. La piedra fundamental fue colocada el 25 de agosto. Este edificio fue testigo de la heroica Defensa de Paysandú, sufrió los ataques del bombar‐ deo brasilero que apoyaba a Venancio Flores y la guerra civil que terminó con el fusilamiento de Leandro Gómez. La destruyeron casi total‐ mente cuando faltaba poco para finalizar su construcción. En 1872 se realizó la recons‐ trucción y en 1873 se inauguró, ahora en es‐ tilo neoclásico. Recién a fines de 1879 se con‐ cluyó la obra. En 1898 se contrató para la decoración in‐ terior al pintor italiano Antonio Buscaglia, i‐ naugurándose esas obras dos años después. El profesor Miguel Ángel Pías expresó al re‐ ferirse a las obras: “[…] es un paseo por el cielo: flores de variadas formas y colores, ángeles que se sostienen en una nube, rayos de sol que llenan todo de luz…”. Mons. Jacinto Vera, en 1881, entregó la Parro‐ quia a la Congregación Salesiana, asumiendo como Párroco el P. Juan Allaven. Ese mismo año quedó terminado el altar mayor junto al retablo. La alegría duró poco. En marzo de 1882 un incendio destruyó totalmente el altar y la imagen primitiva de Ntra. Sra. del Rosario. Se llamó nuevamente a Pibernat quien se com‐ prometió a hacer un nuevo altar según el mis‐ mo plano y por el mismo precio, donando, a‐ demás, la estatua de San Benito que se ubica en el nicho superior. En 1883 fue inaugurado el nuevo altar cuyo magnífico dorado está aún hoy proclamando su excelencia en el retablo. Además, se encargó a Europa la nueva imagen de la Virgen del Rosario para el altar mayor. Entre 1883 y 1884 fueron construidas las es‐ calinatas del atrio en mármol de Carrara. En 1906 se colocó el mosaico y se adquirieron seis campanas forjadas en Italia. Ese mismo año se compró el Órgano, único en América y declarado patrimonio nacional. A esas cam‐ panas se agregó la que el Gral. Rivera había donado a Paysandú, traída de las misiones je‐ suíticas. Desde su consagración el 4 de octubre de 1947 por el Obispo Diocesano Mons. Alfredo
Arq. Gabriel De Benedetti
Viola, teniendo en cuenta la devoción del pue‐ blo sanducero, se denominó a esta Iglesia: “Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo”. El 11 de noviembre de 1949 el Papa Pío XII le otorgó el título de Basílica Menor. CRIPTA DE MARÍA AUXILIADORA EN MON‐ TEVIDEO En 1883 se fundaron los Talleres Don Bosco que contaban con dos oratorios provisorios. En 1915, los devotos de María Auxiliadora, edificaron una bella cripta para Ella dedicada con intenciones de elevar encima de la misma un grandioso templo, según proyecto de D. Luis Galo Fernández. Lo bendijo el 21 de abril Mons. Ricardo Isasa y se constituyó en centro maravilloso de devoción mariana, visitada a toda hora del día. Exhibía una hermosísima estatua de la Virgen colocada en el altar ma‐ yor, tallada en los talleres salesianos de Sarriá y donada por el Caballero de María Auxilia‐ dora Fernando Carballo. Fue magníficamente decorada y enriquecida con piedras de valor, por el mismo insigne Cooperador. El 24 de mayo de 1916 Mons. Nicolás Luquese coronó la imagen con dos valiosisimas coronas y un
cetro hechos con joyas y piedras preciosas obsequiadas por Cooperadores y fieles, al igual de la estatua de Villa Colón. Con el correr del tiempo se advirtió la necesidad imperiosa de edificar un templo de proporciones mucho más grandiosas. Se puso manos a la obra, siendo bendecida la piedra fundamental el 26 de mayo de 1945 por Mons. Alberto Lévame, Nuncio Apostólico, Y he aquí que con planos y dirección del P. Florencio Martínez sdb, y con la iniciativa y labor tesonera del P. José M. Labrada sdb, se levantó la nueva Iglesia con su cripta, sus amplias naves, sus magníficas ga‐ lerías y un regio camarín donde campeará el cuadro de María Auxiliadora, copia exacta del de Lorenzone del Santuario de Turín, con su altísima torre que albergará un concierto de campanas.
Agradecemos las informaciones aportadas por el Arq. Gabriel De Benedetti (Pquia. San Isidro), el P. Francisco Pose (Santuario Ma. Auxiliadora Villa Colón) al P. Claudio Muniz que nos acercó la información sobre la Parroquia Ma. Auxiliadora y a la Prof. Stella López (Basílica Ntra. Sra. del Rosario y San Benito de Palermo, Paysandú).
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FAMILIAENOBRA
Aquellas pequeñas películas familiares El medio audiovisual en general y el cinema‐ tográfico en particular se encuentran someti‐ dos a constantes cambios tecnológicos. Una película familiar filmada en 1930 en soporte fílmico de 16 mm corre riesgo de desapare‐ cer pero, también, un video doméstico (VHS) grabado durante los años de 1980. ¿Pero es acaso la llegada de la digitalización el reme‐ dio definitivo para la conservación de las i‐ mágenes? Definitivamente no lo es. En los pocos años que llevamos de cultura digital hemos verificado la rapidez con la que ope‐ ran los cambios (de formatos, de sistemas, de plataformas, de soportes) y el poco con‐ trol que tenemos como usuarios sobre los documentos que guardamos. Por esta razón nos proponemos reflexionar sobre la relevancia de conservar el cine fa‐ miliar y amateur. Los registros audiovisuales domésticos pertenecen a una categoría difí‐ cil de delimitar ya que comprende un grupo heterogéneo de materiales audiovisuales entre los que se ubican las películas familiares pro‐ piamente dichas, pero también películas e‐ ducativas, experimentales, filmaciones case‐ ras documentales, diarios de viajes, frag‐ mentos de informativos, etc. Las películas familiares, al capturar momen‐ tos de la vida privada, se constituyen me‐ diante su estudio en documentos histórico‐ ‐culturales que aportan un punto de vista original para la investigación social. Su im‐ portancia reside en el alto valor antropológi‐ co, histórico, sociológico y en la calidad fíl‐ mica en algunos casos. Por tanto, forman 1
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http://www.centerforhomemovies.org
parte del patrimonio inmaterial de una co‐ munidad. La noción de patrimonio cultural es dinámica y está sujeta a constantes redefiniciones. Por un lado, porque es un objeto de estudio al cual se abocan distintas disciplinas como la estética, la arqueología, la historia, la arqui‐ tectura y, por otro, porque se trata de un concepto fuertemente dependiente de los cambios sociales, la política, la ideología, la sensibilidad de un momento determinado en la historia. Para definir qué es patrimonio se aplican procesos de valoración y selección que dependen en gran medida de aquello que una comunidad determinada valora co‐ mo patrimonial (Coma Quintana, 2011). Esta concepción más integral del patrimonio ofrece una perspectiva que relativiza la im‐ portancia de los objetos y da lugar a la cons‐ trucción del concepto de patrimonio cultural inmaterial, plasmado en la Convención para la salvaguardia del Patrimonio Cultural In‐ material (UNESCO, 2003). En la clasificación tradicional, el patrimonio puede ser cultural, natural, mueble, inmueble, material o inma‐ terial. En este sentido, los registros audiovi‐ suales mantienen unidos los objetos y sig‐ nificados mediante la representación. Lo in‐ material es aquello contenido en las imáge‐ nes, los objetos allí representados. Pongamos por caso la ciudad. Las imágenes de la ciudad en el pasado recomponen la unión del territorio con el significado atribui‐ do a ese espacio en el presente: la filmación
de la construcción de un edificio emblemáti‐ co, un predio donde antes había una plaza ahora devenido en centro comercial, una playa turística antiguamente ocupada por carros con bueyes, carretas y pescadores ar‐ tesanales. Estas imágenes están contenidas en un so‐ porte material que necesita conservarse y resguardarse de la acción natural del paso del tiempo y la fragilidad del propio soporte, pero fundamentalmente del olvido. En Uru‐ guay, desde hace ya cinco años, se organiza una actividad dedicada a estas películas. Se trata de una celebración internacional pro‐ movida por el Center for home movies1, que consiste en un día de encuentro, que ocurre en simultáneo en varios puntos del mundo, para dar visibilidad y valor a los registros a‐ mateurs, cotidianos y domésticos.
Mag. Julieta Keldjian. Docente del Depto. de Comunicación (UCU). Por más información: Cine Casero UY (en Face‐ book) Bibliografía: COMA QUINTANA, L. (2011). Actividades educativas y didáctica del patrimonio en las ciudades españolas [Tesis de doctorado]. Barcelona: Universidad de Barcelona. UNESCO. (2003). Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Paris: UNESCO.
SINTONIZANDO CONDONBOSCO
Queridos amigos y lectores del Boletín: Con el Sínodo que se celebra en Roma, la Iglesia quiere escuchar los sueños de los jóvenes y responder con toda su "maternidad". En perfec‐ ta armonía con la Iglesia, los Salesianos nos preparamos para hacer lo mismo con la celebra‐ ción del Capítulo General que estamos prepa‐ rando. Queremos escuchar los corazones de los jóve‐ nes, todos los jóvenes: desde los más cercanos a los más lejanos o aquellos de quienes estamos más distantes. Les preguntaremos qué esperan de nosotros, cómo podemos ayudarlos y cómo pueden ayudarnos a ser más fieles al Señor, co‐ mo Don Bosco. Su participación en la asamblea del Capítulo será más que "simbólica"; pero incluso si no pueden participar físicamente en todos los momentos del CG28, estarán presen‐ tes con su palabra joven, fuerte, valiente e in‐ cluso "atrevida", que acogeremos con un co‐ razón dispuesto. El tema del Capítulo será "¿Qué Salesianos para los jóvenes de hoy?". La pregunta más bella y coherente que se puede hacer. También el filó‐ sofo Umberto Galimberti explica: «Los jóvenes piden profesores motivados y carismáticos, por‐ que se aprende por fascinación». Y los adultos dicen: "No les odiamos, de hecho estamos agra‐ decidos si pueden ayudarnos a lograr lo que queremos llegar a ser, porque tenemos un sueño y no queremos verlo desaparecer como las es‐ trellas fugaces". A modo de ejemplo, me gustaría compartir con ustedes fragmentos de dos escritos que me han llegado recientemente. El primero es un men‐ saje personal en "facebook"; y el otro es un tes‐ timonio de un joven que conocí en una de mis últimas visitas. Querido don Ángel: Acabo de ver su mensaje sobre el Capítulo General 28 y decidí escribirle solo para decirle algo; el tema del Capítulo me pareció mara‐ villoso. Ya había tomado un poco de tiempo para reflexionar sobre la figura salesiana que necesita nuestra realidad y que necesitamos los jóvenes.
P. Ángel Fernández Artime / Rector Mayor de los SDB
¡LOS AMO, Salesianos! Inspirado por la experiencia personal que he vivido con los Salesianos que me han acompaña‐ do a lo largo de mi crecimiento (…) Honestamen‐ te, algunas veces me sentí un poco triste porque aparentemente, para algunos Salesianos, pare‐ cen ser más importantes otras cosas como las cuentas, los objetos de la casa, la economía, los edificios, la administración, etc.
valientes como él, soportar tantas situaciones sin desesperarnos y sin rendirnos, siempre lu‐ chando por nuestros sueños, aunque no sabe‐ mos hasta dónde podemos llegar. Muchos de nosotros seguimos preguntándonos qué hemos hecho para ser elegidos para conocer y vivir en un Oratorio, y para aprender a compartir el e‐ jemplo de Don Bosco.
Sin embargo, la invitación a poner las cosas del corazón en primer lugar me llena de alegría; me llena realmente de gran esperanza el reto de salir de la zona de confort, porque necesitamos Salesianos con convicción, sueño, pasión, que puedan ser testimonios vivos del amor de Cristo y puedan ser para nosotros un ejemplo de todo lo que profesaba Don Bosco (…)
Nos apasiona saber cómo ha dedicado tiempo y vida a los más necesitados, dándoles un lugar para vivir, enviando personas que nos acompa‐ ñan, transmitiéndonos la misma energía para creer en Jesús y vivir de acuerdo con su ejemplo (…). No imaginamos una vida sin Don Bosco, sin Salesianos, y podemos afirmar que no estaría‐ mos enamorados de Dios de una manera "loca", llena de risas y grandes experiencias, sin él…
En mi última visita a México, un joven del Movi‐ miento Juvenil Salesiano me dio esta carta, des‐ pués de leerla en público. Hola, don Ángel: Mi nombre es A.K. y tengo 23 años. Soy origina‐ rio de la frontera, Nuevo Laredo, Tamaulipas (…) Le digo que conozco a los Salesianos desde hace 10 años. Considero una gran bendición haber visto el nacimiento de un Oratorio de un verda‐ dero basurero (…) Fue difícil mantener vivo el Oratorio, debido al ambiente lleno de drogas, alcohol, tráfico de drogas, migración ilegal, don‐ de los más expuestos son los niños y niñas (…) Se debe reconocer el apoyo de la comunidad sale‐ siana y de los voluntarios que nos acompañan y que buscan liberar a los jóvenes de estas situa‐ ciones (…) Los jóvenes de Nuevo Laredo quere‐ mos decirle a Don Bosco que queremos ser
Aquí hay dos testimonios que nos dicen lo im‐ portante que es para estos jóvenes el camino de la vida en el entorno salesiano en el que se en‐ cuentran, y cómo este entorno los lleva a un en‐ cuentro con Jesús. Al mismo tiempo nos piden estar cercanos, caminar junto a ellos, especial‐ mente en las decisiones importantes, las más profundas, aquellas que verdaderamente tocan sus vidas y sus corazones. Somos hijos de un soñador y no permitiremos que los sueños de los jóvenes desaparezcan co‐ mo estrellas fugaces.
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HACIENDOHISTORIA
El patrimonio musical de los Salesianos en Uruguay
P. Jorge Martínez Lena sdb:
“Si mis canciones sirven para ayudar a rezar, con eso me basta” “Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Procura tú que tus coplas vayan al pueblo a parar, aunque dejen de ser tuyas para ser de los demás. Que, al fundir el corazón en el alma popular, lo que se pierde de nombre se gana de eterni‐ dad”. Aludiendo a “La copla” del poeta Manuel Machado, el sacerdote Sa‐ lesiano Jorge Martínez explicita el sentido más profundo de las bellas com‐ posiciones que él mismo ha regalado a nuestra Iglesia y que han enri‐ quecido nuestro cancionero. El P. Jorge forma parte de ese importante repertorio de grandes músicos salesianos, que han dejado huella desde los tiempos en que cada casa sa‐ lesiana había un encargado de la música nombrado por el Padre Inspector. Los tiempos y sus urgencias cambiaron y ya no hay un Salesiano en cada ca‐ sa dedicado a la música pero esta sigue siendo el alma de cada fiesta y cele‐ bración. 10
¿Cómo comienza a incursionar en la música y el coro la Familia Salesiana? En la época de Don Bosco los coros eran muy im‐ portantes. Se habla de que en tiempos del Ora‐ torio hubo una fiesta de María Auxiliadora con dos coros simultáneos dentro de la Basílica, que cantaban a ocho voces (cuatro cada coro), con el respectivo acompañamiento de órgano, dirigidos por un solo director y que sonaban una cosa im‐ presionante, con centenares de cantantes. Don Bos‐ co siempre cultivó la música, él la amaba. Siendo adolescente y joven tocaba el violín, pero des‐ pués lo abandonó por razones personales. Él era también amante de la música como compositor. En estos días celebramos al ángel custodio, bue‐ no, Don Bosco le escribió una canción al ángel de la guarda, la música y la letra: ”Angelito de mi Dios" (Angioletto del mio Dio).
“Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Procura tú que tus coplas vayan al pueblo a parar, aunque dejen de ser tuyas para ser de los demás. Que, al fundir el corazón en el alma popular, lo que se pierde de nombre se gana de eternidad” “La copla”, del poeta Manuel Machado ¿Cómo llega la música al Oratorio? Como tradición, en el Oratorio había música, co‐ ros. La frase famosa "una casa salesiana sin mú‐ sica es como un cuerpo sin alma" expresa esa importancia que tenía la música para Don Bos‐ co. ¿Y por qué la tenía para Don Bosco? porque la tenía para los jóvenes, y entonces todo lo que era importante para los jóvenes, era importante para Don Bosco; la música generaba en el Ora‐ torio ese clima de alegría, de entusiasmo, que marcaba el ambiente. Los Salesianos misioneros a donde viajaran organizaban un coro. Es más, era importante que en cada casa hubiera un Sa‐ lesiano que entendiera de música y que se en‐ cargara del aspecto musical. Formaba parte de las obediencias, es decir, un Inspector al dis‐ tribuir a los Salesianos en las comunidades, po‐ nía al director, al prefecto (encargado de la eco‐ nomía), al consejero (encargado de la discipli‐ na), al catequista (encargado de la catequesis y del buen ambiente), a los asistentes, que estu‐ vieran junto a los chiquilines todo el día como ángel de la guarda, y al músico, siempre ponía un músico. ¿En Uruguay quiénes fueron los primeros que recibieron el encargo de la música? Recuerdo a muchísimos Salesianos uruguayos, o que trabajaron en el Uruguay como misioneros, que se dedicaron a la música y que tuvieron una actividad muy destacada. Por ejemplo, a los Pa‐ dres Ochoa y Rota que compusieron música. En‐ tre todos ellos se destaca Alberto González, un Salesiano Hermano Coadjutor (religioso no sa‐ cerdote), al que todos llamaban Gonzalito. Él compuso la música del himno del III Congreso Eucarístico Nacional y también del himno a la Virgen de Treinta y Tres,"Estrella del Alba" (can‐ ta), cuya letra es de otro Salesiano, el P. Arturo Mossman. Ellos trabajaban en tandem, Moss‐ man hacía las letras y Gonzalito le ponía la música a muchos himnos, canciones religiosas que se extendieron, que se cantaron en todas las casas salesianas, muchas de las cuales trascen‐ dieron también a las Parroquias. Otra composi‐ ción musical de estos Salesianos fue el himno jubilar de las bodas de brillante de la obra de Don Bosco en el Uruguay, escrito también por Mossman y Gonzalito …”Padre del buen trigo, dueño de las lluvias y del sol amigo, que a los lirios diste” ...(canta). ¿Conociste a Gonzalito y a Mossman? Claro. Gonzalito hizo su noviciado en el Manga, ya veterano, en el año 59. Yo entré en el 55, era
aspirante e integraba el coro que ese año él di‐ rigió. El Padre Iglesias, que era el director del co‐ ro del Manga, tuvo que irse a Talleres para su‐ plirlo a él en la parte musical mientras hacía el noviciado. Si sería importante la música que no podían dejar a Talleres sin música.
para cantar en las Fiestas Patronales de acá y del interior. ¿Cuántas personas integraban el coro en el Manga? En el coro seríamos unos 50, 60, aspirantes y Salesianos jóvenes. Otro coro muy importante fue el de Talleres Don Bosco, formado por Sa‐ lesianos, pupilos y maestros. Una figura impor‐ tantísima en los coros fue el Padre Eduardo Iglesias, al cual le debo muchísimo mi formación musical estando en el Manga, porque era un gallego con una sensibilidad musical impresio‐ nante. ¿Se puede decir que el Coro del Manga era el más reconocido? Sí, sin dudas y después el de Talleres. Pero hubo otros buenos también. El Padre Pascuala Apice‐ lla estuvo en el km.16 y formó un coro ¡a cuatro voces! El Padre Carlos Reyno también tuvo una actividad destacada en Maturana, por los años 60 y 70. En el 75 fue para Las Piedras y entonces me mandaron a mí a Maturana para que me en‐ cargara del corito de las voces todo ese año. A mí me impresionó siempre el Padre Iglesias, que era profesor de educación musical en el liceo. Escuchaba una melodía o una sinfonía y decía: “Mayor, tono mayor”.., ahora para mí es un bo‐ leto eso, pero en ese momento yo decía "Einstein", "cómo puede saber tanto". Iglesias era apasionado por el fútbol, petizo, geniudo y siempre estaba alegre. Cuando estuve en Mer‐ cedes, alrededor del año 2000, formé en el Co‐ legio San Miguel un coro con alumnos y ex‐ alumnos, y lo llamé coro Padre Apicella. Allí re‐ cogí a cantantes que siendo niños habían par‐ ticipado en el coro con Apicella, una figura tam‐ bién luminosa.
¿Cómo era Gonzalito? Un hombre serio, muy dedicado a lo suyo, muy profesional, que no estaba siempre riendo. ¿Y Mossman? Mossman tenía una linda faceta de humor, era un gran director espiritual, a eso se dedicaba en el Juan XXIII, que era entonces el Sagrado Co‐ razón, no solo estaba en la composición de la música. A las bandas salesianas de distintas o‐ bras como Talleres Don Bosco, de Juan Lacaze, Paysandú, los coros salesianos y la polifónica Santa Cecilia de la casa de formación del Manga (donde estaba yo) nos llamaban de todos lados
¿Qué pensás a la hora de escribir las canciones? En realidad siempre he escrito respondiendo a pedidos concretos. Siempre venía alguien y me decía: “Jorge nos falta una canción para esto, y yo decía bueno”. Y ahí me ponía a trabajar, se me ocurría la melodía y enseguida la anotaba. Una vez me encontré con un cancionero alemán en el que aparece la canción de las Letanías que compuse y decía: “Autor anónimo latinoameri‐ cano”. ¿Cuál considerás que es tu aporte desde la música que componés? Si mis canciones sirven para ayudar a rezar, con eso me basta. 11
VALELAPENAVIVIRASÍ
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LA OLA, patrimonio salesiano para La Teja
José “Gato” Morgade:
“`La ola´ marcó mi infancia y alrededor de ella crecí en valores”
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El Director del Colegio “La Divina Providen‐ cia”, Lic. Francisco Varela, explicó que "La ola" es algo “tan característico y querido” que se ha convertido en el símbolo y logo de la institución. Pero mucho más que un artefacto recreati‐ vo, "La ola" es representativa de los valores de amistad, alegría y encuentro de esta casa salesiana. "La ola" es “testigo de todo lo que acontece en el patio”, asegura Varela. En el año 1937 fueron traídas por los Sa‐ lesianos, desde Italia, cuatro olas que se ins‐ talaron en diferentes colegios. Además de en La Divina Providencia, hubo una en Ma‐ turana, y otras dos en el interior, las que ya hace años fueron desmanteladas, quedan‐ do en funcionamiento solo la de La Teja. Se llama "La ola" porque al principio tenía un movimiento oscilante, de vaivén, que la hacía girar como una ola del mar. Con el correr del tiempo, se le sumaron unas ca‐ denas que unen el centro con cada asiento, lo que aportó mayor seguridad pero quitó ese movimiento similar al oleaje. 14
UNA MARCA DE LA INFANCIA Uno de los exalumnos que disfrutó de "La ola" durante su niñez y adolescencia, al i‐ gual que su padre, sus tíos, sus hijos y hoy sus nietos, es el artista, murguista, director de DAECPU y 'alma mater' de la murga “La Reina de La Teja”, José “Gato” Morgade. A
tenía 5 años mi madre falleció y este fue mi hogar. Eran épocas de los Padres Ferrando, Blanc, Berrutti. Teníamos una barra linda de fútbol. Había competencia con el Pío, el Maturana... De mi generación salieron va‐ rios jugadores profesionales. En 5to. y en 6to. fui cantinero. Una camada de gurises
“La Reina de La Teja” es “en homenaje a María Auxiliadora”. “Para los salesianos Ella es nuestra reina. Ha hecho todo para nosotros” José “Gato” Morgade
sus 65 años rememoró, con emoción, sus épocas de estudiante y sus vivencias com‐ partidas con tantos compañeros y amigos alrededor de esa ola. “Mi viejo es uno de los fundadores del Co‐ legio como alumno, y junto a los Bermúdez, los Vázquez, y otras familias, fundaron lo que hoy es 'el Club de la Alegría', donde nos juntábamos los exalumnos”, recordó. “Cuando
bárbara. Hay matemáticos, músicos, y a mí me tocó salir murguista”, contó Morgade. Reveló que el nombre de su murga “La Rei‐ na de La Teja”, es en homenaje a María Aux‐ iliadora. “Para los salesianos Ella es nuestra reina. Ha hecho todo para nosotros. Cuan‐ do se ordenó `el curita de La Teja´, el sacer‐ dote Julio González, cantó la murga en el Colegio y estrenamos la despedida 'A la
“Este es un ícono de La Teja. Es parte importante de mi historia, y de toda mi generación, y de las que pasaron por el Colegio” José “Gato” Morgade
amistad' en 1993. Estaba toda la Curia, y quedó en la retina para siempre de los teja‐ nos”, narró emocionado José. Recordó que cuando cursaba 2do. de es‐ cuela fue monaguillo. “Estábamos casi co‐ mo pupilos, porque veníamos de 8 a 11 y de 13 a 17, pero me quedaba a almorzar”. Cuando el “Gato” vio por primera vez a "La ola" sintió “una emoción enorme”. “Este es un ícono de La Teja. Es parte importante de mi historia, y de toda mi generación, y de las que pasaron por el Colegio”, aseguró. “Cuando nos reuníamos con los Padres Mateo, Julio González, Chicho, Acuña y Daniel Sturla y hablábamos de nuestra formación, al reme‐ morar la niñez a mí me venía 'La ola'. 'La ola' marcó mi infancia y alrededor de ella, crecí en valores”. Tal fue el amor de Morgade por esta calesita que cuando el Colegio cumplió 80 años de presencia salesiana en La Teja y se la decla‐ ró “Patrimonio de la comunidad” se estrenó un himno a "La ola" escrito por Morgade, que fue cantado por unas 1000 personas, siendo el momento más emotivo de los festejos. Ese día se colocó una placa en homenaje a Danilo, un exoratoriano, que ya adulto no faltaba nunca al Oratorio solo para cuidar a los niños cuando jugaban en
“La ola” y que había fallecido unos meses antes. Morgade le dedicó la letra del himno. “La ola era una parte sustancial del patio. Era festejo, alegría, pero cada tanto se caía uno y había que curarlo. Fue una etapa bo‐ nita de mi vida, de los compañeros y de las mamás de ellos, que me cuidaban. Tengo una estampita de mi generación con los nombres de todos mis compañeros. Crecí
en valores. Me formaron. Vemos que en el mundo la Iglesia tiene problemas, pero nunca viví nada malo, todo bueno, lo mejor”, re‐ memoró. Han pasado 81 años y cada tanto algún chi‐ co se sigue cayendo y hay que atenderlo, pero “La ola” sigue girando con el ritmo, la velocidad y la alegría del primer día.
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CONNOMBREYAPELLIDO
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Padre Félix Bruno sdb
La magia sigue intacta Una figura entrañable, con una picardía única que lo hace ser querido por todos aquellos que lo ro‐ dean. Con una confianza ciega y amor inmenso a María, dedicó su vida al servicio de los demás. Siem‐ pre alegre y buscando contagiar una sonrisa. A sus 97 años el Padre Félix Bruno es un emblema sale‐ siano y un patrimonio de todos. Poseedor de una memoria privilegiada, aún recuerda y siempre deja constancia de que la conmemo‐ ración mensual a María Auxiliadora en todo el mundo nació en la comunidad salesiana uruguaya del Sagrado Corazón (actualmente Juan XXIII), donde Don Pablo Álbera, siendo Visitador, conoció esa cos‐ tumbre y, tras ser elegido Rector Mayor, promulgó la celebración cada 24 de mes en todas las presen‐ cias salesianas. La Hermana Blanca Suárez, perteneciente a la congregación “Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor”, Rafael García, Subdirector del Instituto Juan XXIII, y el Padre Manuel “Manolo” Pérez, com‐ parten con el BS su experiencia de vida compartida con el Padre Félix: el guía, el abuelo, el hermano…
¿Cómo conocieron al Padre Félix Bruno? H. Blanca: En nuestra comunidad no contábamos con la facilidad de tener un sacerdote para nuestra Iglesia. Entonces comenzamos a ir al Juan XXIII y conocimos allí al Padre Bruno. Cuando fui nombrada superiora mayor de Uruguay, él me animó a charlar sobre temas en los que yo necesitaba profundizar porque era joven, tenía unos 35 años y me daba miedo. Ese paso era algo difícil para mí, entonces iba con el Padre Bruno y con su sencillez y sabiduría me ayudaba a tomar algunas decisiones, y a emprender algunas iniciativas. Rafael: Al Padre Félix lo conocí siendo alumno del Juan, aunque más en el tránsito de alumno a exalumno. Yo cursé en los años 76 y 77, justo en el momento en el que se vino a vivir nuevamente al Colegio y desde entonces está de forma ininterrumpida. Durante algunos años su contacto con el Juan fue muy de paso ya que tenía dos en‐ cargos por fuera de este centro educativo: por un lado fue el res‐ ponsable en Uruguay de las Obras Misionales Pontificias y, por otro lado, se desempeñó como por 30 años como Secretario del Nuncio en el Uruguay. Con el transcurrir del tiempo compartido nos fuimos afianzando en el vínculo y te podría decir que nació una larga amistad. Cuando yo ya llevaba varios años en el equipo de direc‐ ción, consolidamos definitivamente esa amistad.
P. Manolo: En nuestra vida salesiana hay her‐ manos a los que vas conociendo en diversos encuentros que se van dando, pero nunca profundamente hasta que vives con ellos. Así me sucedió con el P. Félix. En el año 1985 inicié mi integración a la comunidad del Juan XXIII, como director, y el P. Félix formaba par‐ te de la comunidad. Esos seis años que com‐ partimos fueron muy buenos tanto para nuestra vida de comunidad salesiana como para la comunidad educativa, él fue para mí un pun‐ tal. Apenas tenía experiencia de director (un año en el Colegio Pío) y con mis 40 años i‐ niciaba mi período en el Juan. ¿Qué lo caracteriza? H. Blanca: La claridad y la sencillez en el Evan‐ gelio. Con sencillez nos lleva a valorar y a a‐ dentrarnos en el Evangelio y lo hace con mu‐ cha espontaneidad. El don de la alegría es al‐ go que siempre tuvo y nunca perdió. Tiene esa disposición interior de llevar la alegría y 17
la esperanza a otros, porque él la vive. Uno llega con confianza a su encuentro, es una persona que te acoge fácilmente, como un padre, con paciencia, seguimiento y sin de‐ jarte nunca solo. A pesar de tener ya mis 80 años, todavía lo sigo buscando para pregun‐ tarle cosas. Nunca abandona su rol, lo asume con mucho amor y responsabilidad. Siempre buscando la paz para otras personas. Rafael: “El viejo” es una figura muy entraña‐ ble, muy bicho; sus actividades lo dotaron de una lucidez y picardía increíbles. Los encuen‐ tros de patio con los alumnos a través de las pruebas de magia te lo pintan de cuerpo en‐ tero, o cómo siempre le pedía algún anillo a las estudiantes nuevas y se los hacía desapa‐ recer. Cuando él hablaba con alguna pareja siempre les decía que tuvieran en cuenta que en el hogar el hombre es la cabeza, pero la mujer es el cuello y hace con la cabeza lo que quiere. Tenía esas picardías, que atrás de lo que podía tener de jocoso guardaban una sabiduría de vida muy fuerte. A todo esto se le suma el estar siempre dispuesto a tender una mano para tratar de buscar una solución a una situación conflictiva. Siempre estuvo en el lugar del abuelo, el cómplice, el ban‐ dido, el pícaro, el que no tiene que poner lí‐ mites porque eso es propio de los padres. Desde que lo conozco ha asumido ese rol, y uno a los abuelos les tiene cariño, respeto, empatía y los vemos como a un aliado. P. Manolo: Una característica que lo dibuja 18
tal cual, es su presencia como educador con los jóvenes. Si las paredes del Juan hablaran nos contarían de su muy frecuente presencia salesiana en el patio y como profesor en los inicios del Instituto. Por muchos años su vida y la historia del Juan se entrelazan y se iden‐ tifican: siempre aportando, como educador salesiano, sus criterios, su simpatía atractiva con los trucos de magia y el “¿cómo te va flaco?”, “¿cómo te va flaca?” para iniciar una conversación, saliendo al encuentro y provo‐ cando el encuentro informal en el patio. ¿Qué enseñanzas les dejó en su vida? H. Blanca: Muchas veces he tenido miedo a la hora de asumir cosas importantes en mi Congregación. Me acuerdo que teníamos los Capítulos Generales en Roma, era muy joven y tenía terror, además todavía estaba for‐ mándome, y él me decía: “No tenga miedo. Vaya, que el Espíritu Santo va a estar con us‐ ted, abra su corazón y no tenga miedo”. Ade‐ más venía a dirección espiritual con él, en‐ tonces encontraba fortaleza, aclaración de mis dudas y, por sobre todo, un amor a la Virgen que yo tenía pero no tan intensamen‐ te. Ese amor me unió mucho con él. Rafael: Claramente la alegría. Tenía una gran capacidad para disimular su malestar y sus momentos de angustia, siempre emergía su jovialidad. La magia siempre fue una ayuda muy importante en sus vínculos, lo es hasta ahora y eso se ve cuando se pone a hacer alguna prueba ante los alumnos. Él es un
poco mago en la vida, eso es lo primero que destaco. Lo segundo la confidencialidad… ¡Pu‐ cha que sabía guardar secretos! P. Manolo: Con su larga experiencia y consejo me respaldó incondicionalmente en aquellos años que compartimos en el Juan, fueron muy felices y desafiantes al mismo tiempo. Junto a él, a los hermanos de la comunidad y tantos laicos pude aprender y experimentar ¡qué hermosa es la vocación salesiana que nos regala ser educadores‐pastores con el corazón de Don Bosco! ¿Qué destacarían del Padre Félix Salesiano? H. Blanca: El Evangelio es lo más importante para él. Con el Evangelio me guía y eso yo se lo trasmito a otros, sus reflexiones son muy ciertas y muy buenas a la vez de sencillas. Para todo pone siempre su cuota de alegría y esperanza. Tiene ese espíritu de dar lo que Dios le inspira, lo comparte y hace bien a o‐ tros. Siempre me decía: “Hay que encontrar esa alegría porque se lo debemos a Dios, to‐ do se lo debemos a Dios. No podemos estar tristes y abandonarnos en la melancolía de que algo es imposible”. Su profundo amor a la Virgen es una de las cosas que lo destacan, está muy seguro de que cuando llegue su momento María va a estar allí para tomarlo de la mano y acompañarlo. En base a sus cre‐ encias sabe trasmitirte seguridad y cómo so‐ portar con paz lo que Dios permite. Incluso ahora que está con sus nanas, siempre da un ejemplo de fortaleza, estando donde lo lla‐
Rafael
Hna. Blanca
man. Es un ejemplo de vida, de fidelidad, a‐ mor a su vocación y a sus hermanos. Siempre fue más allá de su zona de confort. Rafael: Su amor a la Virgen, es muy fuerte y creíble desde su vivencia. Después su dispo‐ sición, siempre estaba disponible para quien lo viniera a buscar. En lo concreto en el Juan su cercanía con el mundo adulto, para mí eso fue algo muy importante. En general, los Sa‐ lesianos tienen mucha facilidad para el con‐ tacto con los niños y con los jóvenes pero no tanto con el mundo adulto. Por décadas, fue una referencia en la sala de profesores, todos los días en la mañana iba y hacia un chiste, se daba una vuelta, estaba a la orden de algún profesor que tuviera algún problema. Nunca con la obligación de confesión pero si de sa‐ ber que estaba disponible para una charla, para un compartir. La disponibilidad y cer‐ canía para con los adultos fue algo que marcó muchísimo, pocos curas lo han dejado como testimonio. P. Manolo: Resaltaría en primer lugar su gran
P. Manolo
amor a la Iglesia. Por las mañanas, luego de haber estado en la vuelta en el patio compar‐ tiendo el inicio de la jornada con los chiquili‐ nes y los educadores, se iba a la Nunciatura Apostólica. Fueron muchos los años en los que, como secretario personal, aportó su co‐ razón salesiano y sus dones al servicio de es‐ te delicado compromiso como es el de acom‐ pañar, en su trabajo y misión, a los diversos Nuncios Apostólicos. No es un secreto que la vida de la Iglesia tiene momentos muy bo‐ nitos y también sus sinsabores; él los vivió en aquella tarea, con el compromiso y la pru‐ dencia que lo caracteriza. Su corazón pas‐ toral aprovechó, también, la oportunidad que le daba ser Encargado de las Obras Mi‐ sionales Pontificias en el Uruguay. Por un pe‐ ríodo muy prolongado fue sembrando, con diversas iniciativas, la inquietud misionera en tantos niños y jóvenes de las comunida‐ des de tantos colegios y parroquias. Había que verlo, con la inquietud que lo caracteriza, ir recorriendo cada lugar, buscando las ma‐ neras de hacer llegar los múltiples subsidios que recibía de España para la promoción de
la conciencia misionera en las diversas comu‐ nidades eclesiales. Para concluir, el Padre Félix Bruno es… H. Blanca: Santo. Para mí es un santo con todo lo que ello implica. Un santo tiene sus defectos también, pero para mí Bruno es una persona santa. Fiel al Evangelio, trasmitién‐ dolo con sencillez y mucho amor. Con una alegría y humildad constante. Todo eso tiene un santo. Es un hombre hecho y derecho con una gracia especial del Espíritu. Rafael: Salesiano, cura y buen abuelo, que nos ha regalado muchísimos años de presen‐ cia entre el mundo adulto y en el patio con los gurises, siempre con una sonrisa en sus la‐ bios. P. Manolo: Un hermano, muy atento para lo que fuera necesario: desde cuidar mi salud con gestos muy fraternos, hasta al desempe‐ ño de la tarea que tenía tanto en la comuni‐ dad salesiana como en el Instituto. 19
MUSEO HISTÓRICO Y DE CIENCIAS NATURALES VISITAS GUIADAS
CHARLAS LÚDICAS
ACTIVIDADES VARIAS
Viernes 15 a 18 horas | Sábados 10 a 14 horas
Por mayor información o para agendar visitas: Cel. 094707494 Museos “Colegio Pío” museosdelcolegiopio@gmail.com
Avda. Lezica 6475, Villa Colón
SINTONIZANDO CONDONBOSCO
Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA
Monumentos vivos de gratitud Queridos amigos de la Familia Salesiana de Uruguay: Tengo presente que noviembre, para la Familia Sa‐ lesiana de Uruguay tiene una significación par‐ ticular; hace 142 años que salía la expedición misio‐ nera de los Salesianos hacia el Colegio Pío. Doce meses después lo hacía el primer grupo de Hijas de María Auxiliadora a América, también a Villa Colón, precisamente… ¿Qué ardía en el corazón de aquellos religiosos y religiosas, tan jóvenes, que dejaban su familia, su tierra, sus costumbres y su lengua, para plantar nuevos Valdocco y nuevos Mornés en Amé‐rica? Ellos, como semillas llevadas por el viento, apenas enraizadas, se esparcieron para multiplicar el Evangelio a través de la educa‐ ción. Desde entonces, los rasgos distintivos de toda la Familia Salesiana, aquellos hechos carne en Don Bosco y en María Mazzarello, se fueron convirtiendo en patrimonio de América, como ya eran de Europa. ¿Cuáles son esos rasgos; cuáles son esas marcas que nos identifican, doquiera estamos? Permítanme decirlo desde mi realidad de Hija de María Auxilia‐ dora. Don Bosco quiso que nuestro Instituto fuera monu‐ mento vivo de gratitud a María Auxiliadora. De la misma forma que sintió que debía dedicar un tem‐ plo a la Madre de Jesús, la Basílica de Turín –cuyo
150º aniversario celebramos hace algunos meses– casi inmediatamente supo que la Virgen le pedía un monumento vivo, y encontró que las Hijas de la Inmaculada de Mornés, entre las que se destacaba María Mazzarello, ya vivían, prácticamente, todo lo que bullía en el corazón de sus Salesianos… Nosotras sabemos que como monumento vivo a María debemos ser “verdadera imagen de María”, a lo que Madre Mazzarello exhortaba a sus hijas, porque un monumento sirve, sobre todo, para hacer memoria. Alguno podría decir: "¿Y para qué, hoy, queremos monumentos? ¿Por qué perpetuar lo que ya fue? ¡Vivamos el momento presente!". Sin em‐ bargo, el presente sin referencia al pasado y sin proyección al futuro resulta episódico y privado de un sentido global. Ser monumento vivo de gratitud es custodiar la me‐ moria y entregarla a las generaciones futuras. Nada puede ser transmitido si no se tuvo la experiencia de haberlo “visto, oído y tocado” con el corazón. Recor‐ dar es volver a pasar por el corazón. Solo se puede hacer brotar del corazón lo que ha sido interiorizado en el silencio y en la contemplación. Un monumento sin esta base de interioridad y de oración es frágil; es un monumento sin cimientos.
Pero no podemos olvidar para quiénes quiso Don Bosco erigir un monumento a la Virgen: para los muchachos de Valdocco y para las niñas de Mornés, y desde ahí, de todo el mundo… Podemos ser mo‐ numento vivo con los jóvenes si los educamos en el estilo del Sistema Preventivo, el estilo que María misma inspiró a Don Bosco: “No con golpes, sino persuadiéndolos y con bondad ganarás a tus a‐ migos”. Este es el patrimonio que hemos heredado; esta es la herencia que aquellos religiosos jóvenes trasplan‐ taron a América. El método es el de prevenir con la razón y la bondad, ayudando a los jóvenes a cultivar grandes deseos, grandes sueños, grandes ideales. Sobre todo mostrárselos encarnados con el testi‐ monio de nuestra vida de comunidades educativas. Los jóvenes formados según la espiritualidad mariana del Sistema Preventivo son los más indicados para “regenerar la sociedad” desde dentro. Y esto vale no solo para nosotras, las Hijas de María Auxiliadora, sino para todos los que participan de la espiritualidad y de la misión de Don Bosco.
DEOTROSLARES Actas del Congreso Internacional "Pasto‐ ral Juvenil y Familia" Menos de un año después de la celebra‐ ción del Congreso Internacional “Pastoral Juvenil y Familia”, el Dicasterio de Pastoral Juvenil Salesiano publica las “Actas del congreso”. Pretenden ser un instrumento al servicio de la animación del Pastoral Juvenil Salesiana en el mundo, sobre la guía de los dos Sínodos de los Obispos dedicados a la familia (2014‐2015), y sobre Descargar aquí la publicación de la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” (2016), en armonía con el Sínodo de los Obispos dedicado a “Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacio‐ nal”. Los textos de las Actas se encuentran disponibles en los cinco idiomas oficiales del Congreso: francés, inglés, italiano, portugués y español. Fuente: ANS
La "historia de Don Bosco" en las paredes de Valdocco La vida de Don Bosco y su acción a favor de los jóvenes, se retratan en un mural que habla a los jóvenes, a los peregrinos y a los habitantes de Valdocco. Fuente: ANS
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MEGUSTACOMENTOCOMPARTO
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VOLVER A MIRAR Esta página se refiere a la lectura del Evangelio según San Marcos (10,46‐52) proclamado en la Misa del 28 de octubre, Domingo XXX del Tiempo Ordinario. Hace más de 20 años, en Las Piedras, charlando con una compañera de animación, le comenté lo ru nario que se volvían los viajes en ómnibus a Montevideo, todos los días mirando lo mismo por las ventanillas del CODET. Entonces ella me dijo: “Mirá para arriba y siempre vas a encon‐ trar cosas nuevas”. La frase tenía un sen do muy básico, y verdadero: el paisaje de la ciudad ene elementos sorprendentes y frecuentemente inadver dos tres metros para arriba. Pero también, sin muchas compli‐ caciones, se puede captar que ene un sen do más profundo, referido a la necesidad de un cambio de mirada para renovar nuestra visión de la realidad. Muchos años después, aprendiendo el idioma griego para la lectura del Nuevo Testamento, encontré un detalle en esta lengua clásica que me hizo volver al consejo de mi amiga. Aprendí que en el griego en el que fueron escritos los evangelios, el verbo anablepo ene dos significa‐ dos: quiere decir “volver a ver” y también “ver hacia arriba”. Por el contexto, quienes enen que traducir o interpretar estos textos, se vuelcan por uno u otro significado, pero los lectores originales de la obra tenían ambos en la mente. Se me ocurrió, entonces, que quizás no son sen dos muy alejados o inconexos entre sí. En el relato en el que Jesús pasa por debajo del árbol donde está Zaqueo (Lc 19,5), Jesús “mira para arriba” (hacia donde estaba el pe so cobrador de impuestos), pero es tam‐ bién en cierto sen do una “mirada nueva”, una nueva oportunidad que le P. Francisco Lezama sdb da el Señor a este pecador. Y de manera similar, el milagro que le concede Jesús a Bar ‐ meo (en el texto de este domingo) no es solo que “vuelva a ver”, sino también la capacidad de ver hacia arriba, de alzar la mirada, de reno‐ varla para renovar su relación con el mundo y el propio sen do de su vida. Esto vale también para el vínculo que tenemos con el espacio que habi‐ tamos. ¡Qué bien que nos viene tener oportunidades para mirar nues‐ tra realidad de un modo nuevo! Habitar nuestras ciudades quiere decir también ser capaces de redescubrirlas, de conectar con el patrimonio que hemos recibido para poder darles hoy un sen do nuevo, para re‐ encontrarnos también con las personas de una manera diferente. Por eso, bienvenidas todas las oportunidades que nos ayuden a volver a mirar, y también a levantar la mirada.
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AQUÍYAHORA
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“El RICO PATRIMONIO DE LOS ORIENTALES”
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El Día del Patrimonio 2018 presentó algunas nove‐ dades para las que se venía trabajando desde hacía meses o incluso años: reabrió la Capilla Narbona de Carmelo, en el departamento de Colonia, una de las primeras construcciones del país que data de 1732 cuando el inmigrante español Juan de Narbona instaló una calera y un aserradero que servía a los cons‐ tructores de Buenos Aires y Colonia del Sacramento. En San José se reinstaló uno de los querubines (án‐ geles) que rodea el obelisco de la plaza de la ciudad que había sido vandalizado, y en Canelones se volvió a abrir la monumental Iglesia de Cristo Obrero, diseñada y construida por el arquitecto Eladio Dieste en Atlán‐ tida.
Basilica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo (Paysandú)
La Lista de Patrimonio Mundial cuenta con 1073 sitios inscritos, de los cuales 832 son bienes culturales, 206 bienes naturales y 35 bienes mixtos, situados en 167 Estados Partes. En Uruguay hay dos sitios declarados Patrimonio por la Unesco: el barrio histórico de Colonia y el frigorífico Anglo de Fray Bentos.
En todos esos proyectos intervino la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación. Si bien la actividad más notoria de la comisión es la organización del Día del Patrimonio para la que trabaja con 400 institu‐ ciones y se organizan más de 1000 actividades cada año, el trabajo es mucho más variado e intenso.
José Cozzo, secretario de la Comisión aseguró que se encuentran desbordados. “La Comisión recibe planteamientos de distinta índole de Intendencias, de privados, alguien que posee un bien y quiere valorarlo, planteamientos de grupos de personas que quieren estimular la designación de un edificio como patrimonio histórico”. Como ejemplos de esas intervenciones contó que participó en la polémica por la venta del Dique Mauá en la rambla sur, como antes lo había hecho en la venta de la playa de la Agraciada para instalar una aceitera, o en un planteo de dos legisladores de trasladar los restos del libertador Juan Antonio Lavalleja de Montevideo a Minas, donde nació. Los 10 miembros que integran la Comisión –entre ellos directores de museos, antropólogos, arquitectos, historiadores, un abogado que se encarga de los asuntos legales‐ se reúnen cada miércoles para analizar los planteos que llegan en forma electrónica y de a decenas. La mayoría son miembros honorarios; el único cargo rentado es el del presidente quien trabaja junto a dos direcciones, cuyos técnicos son presupuestados: la de Arquitectura y la de Antropología, por donde pasan todos los proyectos para evaluar su viabilidad y urgencia. La Comisión también debe autorizar las obras que requiera cualquier monumento del país, así como debe revisar cualquier refacción que se pretenda realizar en la Ciudad Vieja –declarada área protegida‐. Pero la tarea no termina ahí: tiene injerencia en tráfico ilícito y robo de obras de arte, para lo que deben estar en contacto con rematadores y supervisar que no se venda en el mercado. “La Comisión tiene una demanda mayor que sus reales posibilidades de cumplirlas y la tendencia es que la tarea aumente”, admitió. En su opinión en parte la demanda se debe a que la sensibilización de la gente ha ido cambiando. “Antes era visto como algo técnico, hoy el tema está más en la conversación cotidiana y despierta un interés que hace que haya más expedientes”, agregó. Para acompañar esa mayor demanda es que reclaman modificaciones de la normativa que creó la comisión en 1971 incluidas en un proyecto de ley que se envió al Parlamento y que en opinión de Cozzo debería aprobarse “a la brevedad”. Ese proyecto, entre otras cosas, propone fortalecer algunas áreas para darle más agilidad al trabajo, designa gestores que estarán a cargo de la conservación del patrimonio, y reconocerá el patrimonio inmaterial, como el tango y el candombe.
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EL TRABAJO DEL ARTISTA Si el trabajo de la Comisión puede no ser conocido, menos lo es el de los restauradores que se encargan de que obras o monumentos descuidados, deteriorados o escondidos vuelvan a relucir. Así pasó con las paredes del zaguán de la entrada del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde fueron descubiertos murales del siglo XIX debajo de cinco capas de pintura.
Las investigaciones dirigidas por la restau‐ radora Claudia Frigerio permitieron descubrir que la obra pertenecería al artista suizo Mar‐ tino Perlasca (1860‐1899), quien también pa‐ só su pincel por la Sala Verdi, el Club Uruguay, el Club Católico, la Embajada de Francia –don‐ de funcionó el arzobispado‐, y en San José, en la Capilla del Santísimo Sacramento de la Ca‐ tedral. Frigerio contó que para llegar a la obra de Perlasca tuvo que retirar capa por capa de pintura, bisturí en mano, hasta llegar a la ori‐ ginal. Se hicieron “calas estratigráficas” que permiten identificar la sucesión de capas de pintura. “Se hacen infinidad de pruebas de pequeños fragmentos de pintura que se ana‐ lizan y se etiquetan diferentes químicos”, se‐ ñaló. Esos estudios fueron realizados en Mé‐ xico.
autoridades se animen a restaurar porque no se percibe la necesidad de invertir en ello. “Es difícil porque la cultura se aprecia como algo superfluo. Va quedando para atrás, y se va des‐ cuidando todo”, subrayó. “Es como un círculo vicioso. No hay valo‐ rización, no hay conservación, no puede ha‐ ber apreciación”, dijo y puso el ejemplo de que en una ponencia que está preparando pa‐ ra presentar en Suiza sobre las obras de Per‐ lasca, debe admitir que en seis edificios donde
cimientos reales se necesitan”. Por eso dijo que trata de revalorizar la tarea que se realiza en Uruguay presentando los trabajos en con‐ gresos internacionales. Frigerio destacó que no trabaja sola. El trabajo del restaurador es multidisciplinario y requie‐ re de trabajo en equipo con diversos especia‐ listas. “Tenés que asesorarte. Uno no puede conocer todo, se tienen conocimientos bási‐ cos de todo, pero se requieren químicos, bió‐ logos, geólogos, historiadores”, afirmó.
“La última capa estaba tan adherida que si la sacábamos nos llevábamos el original. Tuvi‐ mos que analizar esa capa especialmente pa‐ ra saber cuál era el solvente necesario para re‐ vertirla. Un químico nos hizo un gel especial con el que fuimos revirtiendo esa capa con bisturí”, contó. Una vez “descubierta” la obra hubo que de‐ volverle el brillo y color. Para ello se realizó “la reintegración cromática, en la que cada punto de color que falta se vuelve a pintar”, explicó Frigerio. Además reveló un aspecto clave de la conservación: “Todos los materiales que se aplican tienen que ser reversibles porque si en el futuro surge una mejor técnica para con‐ servar se puede retirar con solo pasarle thi‐ nner como si se borrara un pizarrón”, ejem‐ plificó. OBSTÁCULOS Frigerio coincidió con Cozzo en que existe una mayor sensibilización en la gente sobre los bienes patrimoniales. “Al uruguayo promedio le encanta ver las obras. El Día del Patrimonio la gente sale, también expresan preocupación por las redes sociales o internet por tal mural que se está viniendo abajo, el uruguayo es sensible a los bienes patrimoniales. La gente lo disfruta, le gusta. Ha tomado mucho vuelo”. De todos modos, lamentó que falte cultura de conservación. En su opinión cuesta que las
Reloj de la Parroquia San Isidro de Las Piedras
estas se encuentran fueron pintadas por arri‐ ba, como ocurrió en el Palacio Santos.
Tampoco hay demasiada gente capacitada porque no existe una carrera de conservación. Solo hay una especialización en la Facultad de Arquitectura, donde Frigerio fue invitada a dar clases. En su caso se formó en la Escuela de Artes y Artesanías Pedro Figari (UTU), y estudió Antropología en la Facultad de Hu‐ manidades, luego formó parte de un progra‐ ma de actualización organizado por Unesco en México.
Como ejemplo de ese trabajo en equipo contó que en 2013 realizó una asesoría para el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en el Cabildo para recuperar la piedra del edificio. “La piedra original del Cabildo es de 1800, sacada de las canteras de la costa de Uruguay. Había que conseguir el mismo tipo pétreo pero hubo que hacer una investigación con el asesoramiento de un geólogo de la Intendencia de Montevideo para determinar de dónde venía y ubicar de donde la sacá‐ bamos. En el Molino de Pérez (Punta Gorda) encontramos una piedra expuesta a las mis‐ mas condiciones climáticas que la del Cabildo. Mandamos traer de Italia y Alemania dos con‐ solidantes, los aplicamos y estudiamos el comportamiento. Al final se usó el alemán y se le aplicó a todo el Cabildo”.
Aun así, a diario se enfrenta a que “se asocia la conservación al bricolaje, a algo artesanal o a un hobby. No se sabe qué es y qué cono‐
También se necesitó el asesoramiento de o‐ tros profesionales –químicos‐ para restaurar el monumento ecuestre de Artigas, ubicado
Esa falta de demanda de la tarea hace que además sea muy costosa. “Cada vez que vas a hacer un trabajo hay que importar todos los químicos porque acá no se consiguen”.
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en la Plaza Independencia. “Cuando llegamos arriba nos dimos cuenta de que era un co‐ lador. Tenía la enfermedad del bronce o cán‐ cer del bronce que no es más que un tipo de corrosión cuyo desencadenante es el ácido del excremento de las palomas. Se limpió, se estabilizó y se selló agujerito por agujerito”.
apareciendo los colores del revoque. Es una técnica italiana, valiosísima. En el Palacio Le‐ gislativo esos esgrafiados están en un nivel de deterioro que supone un 30 o 40% de pér‐ dida”, estimó. La lista de obras y monumentos a reparar es
A su juicio para revalorizar la tarea hay que trabajar mucho en los inventarios nacionales, y destacó el acervo importantísimo que hay de pintura mural en el que “algo se empezó a hacer”. Como parte de ese “algo”, dirige los trabajos de restauración del mural pintado por el artista constructivista Julio Alpuy en el Liceo Dámaso y que quedará pronto en abril de 2019.
“Al uruguayo promedio le encanta ver las obras. El Día del Patrimonio la gente sale... lo disfruta, le gusta. Ha tomado mucho vuelo”
También se comprometió a restaurar, en for‐ ma honoraria, el mural que Jonio Montiel, del taller de Torres García, pintó en los años 50 en la Escuela Francia, donde ella cursó primaria. La investigación previa le llevará cerca de un mes. Frigerio sueña con restaurar los esgrafiados de los patios interiores del Palacio Legislativo. “Es una técnica parecida a una pintura mural pero en lugar de pintarla superficialmente lo que hacían era colocar capas de estuco sobre el muro de colores. Luego, sobre las capas se hacía el dibujo y se iba a sacando la capa e iban 28
Claudia Frigerio larga y la cifra es corta. Cada año la comisión de Patrimonio recibe un presupuesto de alrededor de 9 millones de pesos (menos de US$ 3 millones) que se debe destinar a las obras más urgentes para que ese legado que la actual generación recibe de los antepa‐ sados se preserve.
URUGUAY Y LOS SITIOS QUE SON PATRIMO‐ NIO MUNDIAL Los monumentos y sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) cumplen una función de hitos en el planeta, de símbolos y emblemas, así como de la transmisión de ese Patrimonio a las generaciones futuras, explica el propio organismo en sus documentos. Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial cuenta con 1073 sitios inscritos, de los cuales 832 son bienes culturales, 206 bienes na‐ turales y 35 bienes mixtos, situados en 167 Es‐ tados Partes. En Uruguay hay dos sitios decla‐ rados Patrimonio por la Unesco: el barrio his‐ tórico de Colonia y el frigorífico Anglo de Fray Bentos. Además el país ha presentado otras obras culturales ante la Unesco: el Palacio Legislati‐ vo; Chamangá: un área de pinturas rupestres; el área insular y bahía de Colonia del Sacra‐ mento; la Rambla de Montevideo; la Ciudad Vieja; la Iglesia Cristo Obrero de Dieste; el barrio de Peñarol; y el paisaje cultural de la Isla de Flores y su contexto fluvio‐marino. Co‐ mo Patrimonio cultural inmaterial presentó al candombe y al tango. En total la lista que pre‐ sentó Uruguay incluye 150 obras en todo el país. 27
SABORABUENASNOCHES
Que no se pierda, Señor La enorme cantidad de taperas en nuestra campaña son antiguas señales de un tiempo distinto, no solo por la piedra o el terrón en la que fueron formadas, sino por el recuerdo de convivencia de sus habitantes, añorándo‐ lo con mucha nostalgia. Al contemplar y escuchar esta realidad me ha llevado a ciertos diálogos en mi interior, conversando con Tata Dios, buscando ecos de lo que hoy la comunidad rural, de su pa‐ sado, quiere conservar y valorar. ‐Mira Señor a tu pueblo criollo, ‐ Escucha sus lamentos, préstale oído a sus inquietudes, danos sabiduría para saber lo que es de tu agrado, soltar lo que ya no tiene sentido, quedarnos con aquello que vale la pena seguir conservando y haciendo nuevo todo lo que es de tu voluntad. ‐Que no perdamos la memoria, para traer al presente lo antiguo... lo que se ha perdido, lo que hemos descuidado, y podamos dejarlo como una bella artesanía, haciendo lucir su verdadero valor ancestral. ‐Que no perdamos el sentido de tu presen‐ cia creadora y protecto‐ P. Adrián García sdb ra, en medio de nuestros quehaceres domésticos y en las duras tareas de campo, reconociendo que sin ti nada podemos hacer. Como también, el jinete baqueano domando al potro bravo, no se olvide nunca de per‐ signarse antes de montar. ‐Que no perdamos la devoción a tu madre, nuestra patrona de la Patria, la “Virgen de los Treinta y Tres”, que ella siga siempre abrien‐
do los desfiles de a caballo, escoltada por los tres pabellones. ‐Que no perdamos nuestra identidad en‐ vueltos en medio de tantas otras, así en‐ tonces que el joven rural, estudiante en la capital, sienta orgullo de llevar su boina, calzar alpargatas y vestir la cómoda bomba‐ cha de campo. ‐Que sigan habiendo más y mejores oportu‐ nidades para que el joven del campo, no se tenga que ir de su entorno o, luego de prepararse afuera, pueda volver a hacer producir la tierra con lo aprendido. ‐Que sigan habiendo agrupaciones nativis‐ tas, que mantengan nuestras valiosas tradi‐ ciones, así como fiestas que nos ayuden a despertar aquello que la globalización ha logrado hacerlo dormitar. ‐Que no falten las abuelas, que enseñen a sus nietos a rezar el rosario y el “Ángel de la guarda” antes de irse a dormir. ‐Que no falten las comisiones de padres que cinchan duro y parejo, junto a la maestra ru‐ ral, para sacar adelante la escuelita y el va‐ lioso destacamento policial. ‐Que nunca falten los payadores que poéti‐ camente mantienen vivas las tradiciones, di‐ chas con razón, brotando versos como de manantial desde su corazón. ‐Que nunca falte una fiesta en la estancia, sea la yerra, con muchos vecinos para ayu‐ dar, donde todos se divierten a la par, co‐ miendo en la misma mesa, el patrón y el pe‐ ón, como así el capataz. ‐Que nunca falten las convidadas de vecinos a vecinos, del mejor de los frutos de la faena, como de un surtido completo para aquella familia, que necesita mucho más. ‐Que no se pierda el valor de la palabra en un contrato, de la honradez en el trabajo bien cumplido y del patrón que pague lo que tiene
que pagar. ‐Que no se pierdan las tardes de charlas de las comadres, bizcochitos caseros con el mate dul‐ ce o de yuyos, y si es posible, que siempre ha‐ blen bien de los demás. ‐Que no se pierdan las noches de purrete, de conga o de truco, pegados a la estufa, por más que ahora haya luz corriente, que no se apague al “farol de los encuentros de familia”. ‐Que no se pierda el respeto, que todos valga‐ mos por igual, tanto el varón robusto como la mujer cálida y laboriosa, siempre dignos y plu‐ rales. ‐Que no se pierda el olorcito a la comida ca‐ sera, del pirón, de la mazamorra, del charque, el gofio, el arroz con leche. Que lo hecho con cariño y dedicación, no sea menos que la e‐ tiqueta de una confitería, de no sé dónde, ni de quien. ‐Que no se pierda el sentido de la herramienta, que está para el trabajo mío, pero también del vecino, que la puede necesitar, que él la sabrá devolver a tiempo y en su misma calidad. ‐En fin, que no se pierda el brillo de las cosas, por más que no se vean, esconden siempre un tesoro, si lo sabemos valorar. Tata Dios te damos gracias por hacernos pro‐ tagonistas de tu creación, danos siempre la creatividad, para continuar dando a luz nuevas y mejores tradiciones, como así conservar to‐ do lo bueno que otros, antes que nosotros, nos han dejado para poder disfrutar. No dejes que se pierda nuestra capacidad de memoria agra‐ decida, nuestra valoración acertada y la genia‐ lidad de hacer de este mundo un lugar mejor para todos, donde el amor sea la mayor priori‐ dad.
DELÁRBOLSALESIANO
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DOS VECES BENDECIDA POR DON BOSCO Un lienzo con una pintura de María Auxiliadora sosteniendo a un Niño Jesús sonriente, acompañó desde la primera hora a las hermanas salesianas misioneras que llegaron a Uruguay a fines del siglo XIX. Aún permanece en Villa Colón, donde sigue recibiendo “sencilla y solícita” a tantos jóvenes, exalumnas y vecinos, ofreciéndoles “la confianza en su Hijo que con su sonrisa anima a la Esperanza”, destaca la Hija de María Auxiliadora, Martha Franco, quien narra para BS la historia de este “cuadro milagroso”, bendecido dos veces por Don Bosco. Cuando en 1877 partía el primer grupo de HMA misioneras, envia‐ das a América y más precisamente a Uruguay, Don Bosco y María Mazzarello estuvieron presentes en el puerto de Sampierdarena para despedirlas. Entre la emoción del momento llegó don Juan Cagliero y con la intención de animar a las hermanas, llevó un lienzo con una hermosa pintura de María Auxiliadora con un Niño sonrien‐ te y exclamó: “Lo robé de la sacristía de Valdocco, lo robé para ustedes. Lo pintó un señor enfermo de la vista y a punto de quedarse ciego. Recurrió a Don Bosco, el cual después de guiarle un poco el pincel sobre el lienzo lo bendijo. En aquel momento, el enfermo se sintió curado y nos ha regalado esta Virgen tan hermosa. Es un cuadro milagroso. ¡Solo verlo da alegría! Don Bosco lo ha bendecido de nuevo y se lo manda a las misioneras. Llévenlo y que la Virgen las bendiga y las acompañe en este largo viaje”. 1 La imagen acompañó el largo mes de travesía en el barco, la “cua‐ rentena de cinco días” de las Hermanas en la Isla de Flores y la posterior estadía en el Convento de las Hermanas Salesas. “María Auxiliadora era así la principal animadora del andar de estas her‐ manas jóvenes y dispuestas al sacrificio que se arriesgaron a dejarlo todo para evangelizar los corazones de muchas chicas americanas”, destaca la Hna. Franco. Una vez que pudieron establecerse en su primera casa en Villa Co‐ lón, en calle Iturbe, la mayor alegría que tuvieron, fue poder pre‐ parar una pieza como Capilla. Cinco días después tuvieron la alegría de celebrar la primera Misa y desde entonces tener con ellas a Jesús Sacramentado. “¡Ahora sí la casa estaba completa! Aunque las paredes estuvieran despojadas de todo, no faltaba el rostro de la Auxiliadora y de su Niño, para alentarlas en el arduo trabajo”, des‐ taca Martha. La Hna. Directora Ángela Vallese cuenta en una carta a Don Cagliero el 4 de junio del 78: “Le agradecemos tanto el cuadro de María Auxiliadora que nos ha dado. ¡Si lo viese! Está aquí en nuestra Capilla que es tan pequeña que cubre casi toda la pared”. Más tarde, en octubre de 1879 le escribirá a Don Bosco: “En el día de fiesta, por falta de Iglesia en estas inmediaciones, nuestra Capilla se llena de gente, que viene a tomar parte de nuestras funciones. Todos quedan conquistados de nuestro hermoso cuadro de María Auxiliadora y alaban a nuestra querida Madre”.
"Hacia fines del mismo año, la pequeña comunidad se trasladó a vivir en la actual casa de calle Lezica, y con ella llevaron a la Auxilia‐ dora misionera, de pies descalzos y sonriente Hijo que parece querer escaparse de sus brazos”, narra Martha. Cuando en 1884 se bendijo la Capilla de la casa, la primera que en América llevará el nombre de María Auxiliadora, la imagen ocupó el lugar central y “desde en‐tonces fue testigo del camino de fidelidad recorrido por tantas her‐manas, que inspiradas por las misioneras de la primera hora, bus‐can actualizar el carisma salesiano en tierra uruguaya”, resalta la religiosa salesiana. Las primeras hermanas supieron trasmitir con pasión su conciencia de que esa pintura, cuyo autor no se conoce, es la Madre regalada por Don Bosco desde la hora de la partida. El 12 de diciembre de 1909, la crónica de la casa de Villa Colón registra: “EL Padre Inspec‐ tor José Gamba que deseaba desde hace mucho tiempo coronar la imagen de María Auxiliadora de nuestra Capilla, por ser esta la primera enviada por Don Bosco a América, obsequió a la Virgen colocando sobre su frente una preciosa diadema, adquirida en su viaje como Visitador de Bolivia. Esta diadema, es digna desde su origen. Fue regalada por el Arzobispo de Sucre, Monseñor Taborga, a Monseñor Costamagna cuando éste fue a consagrarle Obispo”. “Y ha sido una Auxiliadora realmente viajera, porque otras dos ve‐ ces cruzó el Atlántico y volvió a Italia para ser restaurada”, comenta la Hna. Martha. La primera vez fue en 1975, mientras se preparaba el centenario de las misiones Salesianas; la tela se había rasgado por la corona tan pesada que llevaba y manos de artistas supieron dejarla nueva. Otra uruguaya amante de la Auxiliadora, la Hna. Juli‐ ta Castaing, que era entonces Inspectora en Ecuador, regaló una nueva diadema más sencilla para ceñir la frente de la Auxiliadora justamente el día 12 de diciembre de 1977, celebrando así los 100 años de la llegada del primer grupo misionero. Ya comenzado este nuevo siglo, retornó a Italia en 2008. “Con nue‐ vas técnicas, fue restaurada recuperando sus colores originales; muchos sentirán no verla más con su regia diadema, pero es así como la vieron las primeras misioneras, es así como se acercaron a ella tantas generaciones de jóvenes y vecinos de Villa Colón, sen‐ cilla, solícita, ofreciendo a todos la confianza en su Hijo que con su sonrisa anima a la Esperanza”, subraya la Hna. Franco. 1
SOR G. CAPETTI, Cronohistoria II, pág 245.
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UNAMANOAMIGA
“… si estos jóvenes hubieran tenido un amigo que se preocupara por ellos, los acompañara y les mostrase el amor de Dios, quien sabe si no se hubieran alejado de esta vida que llevan…” Don Bosco (MO)
Formarnos para Servir Mejor El trabajo con nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes requiere que estemos siempre activos y preparados para poder responder a sus necesidades y acompañarlos en su crecimiento. Por este motivo, en este artículo que‐ remos compartir algunos encuentros formativos que como Sector Obras Sociales hemos tenido para seguir pre‐ parándonos para servir mejor a nuestros gurises.
Foto grupal del encuentro de regional norte
“Desarrollando personas en el medio laboral”, 9 de agosto Encuentro de Encargados y Coordinadores de los proyectos Animados por la Psic. Patricia Bonet, dedicada a la psicología laboral y a la selección de personal, nos reunimos en Casa Inspectorial de los Salesianos con el objetivo de reflexionar acerca de la evaluación de nuestros equipos y aprender algunas herramientas que nos ayuden a mirar nuestro desempeño para un proceso de mejora.
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Compartimos el testimonio de Claudia Correa, participante del curso: “Más allá del tema, este tipo de jornadas están buenas porque el encuentro con otros que están en tu mismo rol te permite compartir situaciones y criterios que a veces uno tiene que tomarlas solo y obvio, le podemos errar. Te permite que te devuelvan una mirada distinta a la tuya y eso siempre es bueno. “En relación a la temática de esta vez, creo que es válida y necesaria. Es un tema delicado porque evaluar el desempeño de tu equipo es importante, pero se tiene que hacer con cuidado por aquellos que son evaluados y también por la población con la que estamos trabajan‐ do. Me parece que poder ser objetivo es importante y para eso tenemos que tener claro qué es lo que vamos a evaluar, desde dónde vamos a mirar la tarea del otro, cómo puedo inspirar al otro a mejorar. La jornada nos permitió compartir la mirada de cada uno. Ahora viene el trabajo local, para que estos instrumentos que aprendimos se hagan colectivos con los compañeros, los otros coordinadores, los Salesianos de la casa donde estamos. Estuvo bueno como primer paso para ver la evaluación como un camino de crecimiento y mejora. La jornada fue enriquecedora.” Claudia Correa ‐ Coordinadora del Centro Juvenil “Casa Joven” – Mov. Tacurú
“¿Qué nos genera y cómo acompañar la situación de desprotección de nuestros gurises?”, 7 de setiembre Encuentro de Educadores de la Región Norte Desde temprano en la mañana, nos encontramos los educadores de Paysandú y Salto, estos últimos como excelentes an‐ fitriones, para reflexionar sobre nuestro vínculo educativo con los gurises con los que compartimos la vida cada día. El objetivo del encuentro fue darnos el espacio para analizar lo que nos provocan las situaciones de desprotección que viven nuestros gurises y el vínculo que vamos generando con ellos: reconocer nuestras fortalezas y también nuestras debilidades. Para ello profundizamos en el concepto y la vivencia del apego que se da en nuestros vínculos educativos para reconocer cuándo ayu‐ dan y cuándo no, en el crecimiento. La jornada fue preparada, en sus contenidos, por el equipo técnico de los proyectos de la Obra Don Bosco de Salto que nos motivó para ir a lo largo de la jornada reconociendo y reflexionando sobre nuestra acción educativa. Compartimos el testimonio de Rosana Sosa, participante del curso: “El encuentro y la capacitación estuvieron muy buenas. El tema que nos convocó fue muy bien abordado; el documental que se utilizó como disparador fue muy novedoso y ayudó a comprender la temática. Se dieron ricas intervenciones que mostraron un trabajo de estudio y análisis previo del equipo técnico que preparó. Los aportes fueron claros y entendibles considerando el amplio espectro de personas presentes. Las dinámicas nos hicieron reflexionar e intercambiar experiencias y miradas diferen‐ tes entre los integrantes de cada equipo… Quedó claro el NO a la crítica rápida hacia madres o familias sino la necesidad de generar empatía hacia estas situaciones de abandono que se nos plantean… poder reconocer el dolor que está presente en cada una de estas familias para acompañarlas. Queremos agradecer el recibimiento que nos hicieron con tanto afecto y disposición que se notó en todos los detalles: en el cuidado de los lugares, en la comida muy rica y abundante, en la disponibilidad para tener la Obra con las puertas abiertas para recorrer y conocer. ¡Que María Auxiliadora y Don Bosco los bendiga siempre!” Rosana Sosa ‐ Coordinadora General del Proyecto Múltiple Santa Mónica ‐ Paysandú
Parte del equipo técnico de Obra Social Don Bosco que preparó la jornada: Juan Goñi, Lucía Minutti, Sandra Silveira, Irene Minuti y P. Raúl García sdb
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¡INTENSAMENTE! La regulación emocional del educador ante el acompañamiento de las realidades familiares de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, 11 de setiembre Encuentro de Educadores Regional Sur En la mañana del 11 de setiembre nos fuimos reuniendo en el Club de la Alegría (La Teja) todos los educadores de los proyectos de nuestras obras sociales de Montevideo, Las Piedras, Melo y Sarandí del Yí. Nos sentimos convocados para una jornada que tenía como objetivo darnos un tiempo para reflexionar sobre nuestro cui‐ dado como educadores ante tantas situaciones de dolor que acompañamos en nuestros gurises y también se‐ guir enriqueciéndonos de algunas herramientas que nos ayudan a esos acompañamientos. La convocatoria fue muy buena ya que nos encontramos cerca de unos 120 educadores que pudimos compartir en diversas diná‐ micas de trabajo nuestras experiencias, preocupaciones y búsquedas. Durante la mañana nos enriquecimos, por segundo año, con la experiencia y el saber de la Dra. en Psicología Delfina Miller quien, integrando la perspectiva salesiana, nos ayudó a través de una exposición participativa a pensarnos desde las emociones que se involucran en nuestros procesos educativos. Por la tarde, luego de darnos este tiempo para mirarnos en cómo manejar nuestro mundo emocional ante el sufrimiento de nuestros gurises, nos vimos acompañados por algunos representantes de diversas organizacio‐ nes que, a través de la metodología de talleres optativos, nos enriquecieron ofreciéndonos herramientas para acompañar mejor algunas situaciones que vamos encontrando en nuestra realidad. Ellos son: Acompañamiento del educador a situaciones de gurises con consumo problemático de sus tancias (Amor Exigente) Acompañamiento del educador a gurises que inician una vida de convivencia en pareja (Casa Lunas) Acompañamiento a gurises que comparten con el educador sus experiencias de violencia barrial (INAU) Acompañamiento a gurises que comparten con el educador experiencias de violencia intrafamiliar (El Paso)
Compartimos el testimonio de Bibiana y de Sofía, participantes de los talleres: “En el encuentro participé del taller animado por Casa Lunas, sobre el embarazo en la adolescencia y me parece que el taller tuvo una modalidad muy buena porque permitió empatizar con las personas que viven esta experiencia, madres y padres, también las familias que acompañan a estos adolescentes. Estuvo bueno poder utilizar el recurso de `juego de roles´ porque brindaba otra perspectiva que permitía ponerse en el lugar del otro y no solo en el lugar de la joven embarazada, sino de los otros actores que participan de esta vivencia, del en‐ torno de estos jóvenes, incluidos los educadores del centro. Esto ayudó a vivenciar y aportó a que en la puesta en común se ofrecieran herramientas para poder aconmpañar de una manera más cercana a quienes viven esta situación. El poner en común y compartir cómo se sienten ellos, ayudó a pensar qué cosas están necesitando y qué les podemos brindar los educadores… qué están esperando de nosotros. Aportó desde lo vivencial y desde pensar el acompañamiento”. Bibiana Nuñez de Moraes ‐ maestra del Club de Niños “Puertas Abiertas”, Parroquia San Lorenzo “Compartir la instancia del Encuentro de Obras Sociales fue una buena experiencia personal y grupal. Encontrar‐ nos con los compañeros que compartimos el trabajo todos los días en una casa que nos recibe, y disponernos a vivir una instancia de formación y de encuentro, ayuda a conocernos en otros espacios y a tener un intercambio distinto. Está muy bueno lo que compartimos entra las Obras Sociales desde las experiencias que vive cada trabajador y trabajadora en su rol, desde las realidades de cada barrio en las que se implica y en ese intercambio encontrar tantos puntos en común como también cosas nuevas… así se aprende. En mi experiencia, el taller en que participé sirvió para escucharnos, poner en palabras lo que cada uno/a vive, sentirse acompañado al verse reflejado en la experiencia de otro, identificarse con el objetivo que tienen los demás desde los diversos roles. El encuentro me ayudó a parar un poco y poder resignificar mi rol como animadora y cuestionarme cómo vivo y cómo lo están viviendo los y las chiquilinas que acompaño en su pasaje en la Escuela de Oficios Don Bosco”. Sofía Piaggio ‐ animadora de la Escuela de Oficios Don Bosco ‐ Mov. Tacurú. 34
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