RETO 1
actualiza tus conocimientos en metodología de enseñanza.
La preparación se consigue mayormente a través de la actualización. Parte de estar preparado para atender a las necesidades de esta modalidad es entender que un enfoque tradicional de transmisión y recepción de información a través de lecciones expositivas deja de tener sentido y utilidad en este nuevo contexto. Como profesor, dejas de ser un mero transmisor de información para, más bien, formular problemas relevantes, planificar estrategias para buscar información, ofrecer espacios de análisis y valoración de datos encontrados, entre otros; actividades de aprendizaje que hoy en día son cada vez más habituales en la práctica educativa.
RETO 2
incrementa tus estrategias y fuentes de información.
La planificación es importante para toda modalidad en la que se enseñe, pero es necesaria la versatilidad al momento de planificar cuando se habla de semipresencialidad. Necesitas incrementar tus actividades y recursos metodológicos, así como las fuentes de información que empleas. Las páginas web, hoy en día, poseen gran cantidad de información que no solo puede incrementar el conocimiento, sino que hace mucho más dinámica la experiencia mostrando el contenido de diversas maneras. Tu destreza se refleja cuando seleccionas y empleas contenidos virtuales que no solo son confiables, sino que también son agradables para quienes lo revisan.
RETO 3
reorganiza y aprovecha mejor tus tiempos.
Trabajar bajo la modalidad semipresencial, implica también, reacomodar tiempos y espacios. La distribución de una clase regular estuvo pensada en respuesta a la mera transmisión de conocimientos. Pero, al incorporar otros espacios de aprendizaje como los virtuales, toca comprender la flexibilidad con que se pueden alcanzar los objetivos de aprendizaje. Lo relevante no es el número de horas que están juntos en una clase tú y tus estudiantes, sino la cumplimentación por parte de los estudiantes de las tareas establecidas y tutorizadas por ti. En ese sentido, el espacio presencial debe dotarse de un nuevo sentido y utilidad.
RETO 4
integra adecuadamente tecnologías en tu práctica.
Enseñar bajo esta modalidad también implica considerar otros recursos de apoyo para tu enseñanza, pero considerarlos no solo requiere saber usarlos, sino también, incorporarlos oportuna y adecuadamente en tu planificación. Integrar de manera genuina las TIC significa dotarlas de sentido didáctico al focalizarlas en lo que ocurre en el aula y conectarlas con la propuesta de enseñanza. En ese sentido, el desafío para ti se centra en cómo vincular y articular las potencialidades de cada uno de los entornos donde enseñas (presencial y virtual) comenzando por redefinir el rol de las TIC como recursos que se integran con objetivos pedagógicos claros.
RETO 5
comunícate y comparte tu conocimiento sin límites.
Las tecnologías nos brindan nuevos recursos para comunicarnos. Sobrepasando los límites de espacio y tiempo, las herramientas virtuales permiten establecer una comunicación y dar a conocer las dudas casi al instante. Manejar estas herramientas implicaría una reformulación de tu rol docente, donde actúas como facilitador de información a este nivel, es decir, en cualquier tiempo y espacio. Además de ello, comienza a considerar la posibilidad de contribuir con información no solo a los espacios de interacción que tienes con tus estudiantes, para trabajar de manera colaborativa en otros espacios donde se genera una misma interacción. Las herramientas virtuales ofrecen la posibilidad de crear comunidades educativas virtuales, de esta forma cualquier docente puede ponerse en contacto con colegas de otros centros y planificar experiencias educativas de colaboración entre sus estudiantes.
RETO 6
fomenta la autonomía en tus estudiantes.
Emplear tecnologías en la práctica exige un modelo educativo caracterizado por el incremento de la capacidad de decisión del estudiante sobre su proceso de aprendizaje, así como para seleccionar y organizar su malla formativa. Al contar con espacios virtuales dentro de un curso, el estudiante puede establecer su propio ritmo e intensidad de aprendizaje adecuándose a sus propios intereses y actividades. Es vital que reconozcas esto como una ventaja y que no represente una dificultad en la planificación de tu enseñanza. Acompañar al estudiante en su proceso de aprendizaje implica facilitar todos los recursos que necesite para aprender, pero también, implica crear una cultura de responsabilidad y autogestión de lo que se aprende.
Como puedes ver, los retos que esta modalidad te presenta requieren de ti mucha preparación y apertura para incorporar a tu práctica, elementos que logren aprendizajes significativos en tus estudiantes. Además de ello, una mirada más crítica sobre cómo implementar las actividades de manera que se aprovechen plenamente los espacios y el tiempo. Después de explorar las características, ventajas, elementos y retos que posee esta modalidad de enseñanza aprendizaje, es momento de que evalúes el aprendizaje que has alcanzado hasta el momento. Para ello, hemos preparado una prueba objetiva que cuenta con 10 preguntas, tiene un solo intento, dura 30 minutos y vale 20 puntos. Recuerda que antes de rendir tu prueba, puedes revisar este módulo cuantas veces lo desees. Cuando estés listo, da clic en el botón “Dar mi prueba” para rendir tu evaluación.