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BIM EN LA OBRA PÚBLICA. ENTREVISTA A JOSÉ LAKS
EN ENTREVISTA CON SEBASTIÁN ORREGO (DIRECTOR DE LA ESCUELA DE GESTIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN), JOSÉ LAKS (ASESOR BIM) NOS COMENTA SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN Y EL FUTURO DE BIM EN EL ESTADO.
Sebastián: Sería bueno comenzar con una breve presentación: quién sos, qué hacés dentro de la estructura del Ministerio de Obras Públicas…
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ENTREVISTA A JOSÉ LAKS
José: Soy asesor BIM del Ministerio de Obras Públicas desde hace dos años. Me dedico al tema de la transformación digital de la industria de la construcción desde mis primeros años como arquitecto. Ya desde la aparición de los primeros sistemas CAD me interesó esta relación entre informática y arquitectura. Trabajé tanto en el ámbito privado como en el público en desarrollo de software, capacitación, asesoramiento y también en el ejercicio mismo de la profesión de arquitecto. Ejercer la profesión y al mismo tiempo experimentar como usuario los cambios tecnológicos me permitió tener una visión más realista de lo que sirve y de lo que no. Desde hace unos años puedo verificar personalmente el impacto positivo del BIM gracias a mi trabajo como Director General de Infraestructura en la Universidad Nacional de José C. Paz, donde gradualmente vamos incorporándolo en las obras del campus. En síntesis, en el sector público, lo que siempre se busca es que con los mismos recursos con los que construíamos cuatro edificios, ahora podamos construir cinco, y con más calidad. Profundizamos en el uso de BIM con ese objetivo.
Sebastián: Interesante, José. Por qué crees que estás trabajando para que BIM sea una realidad dentro de la obra pública en Argentina?
José: Por un lado, me motiva aportar a que la obra pública en Argentina sea cada vez mejor, más transparente e inclusiva. Pero si estoy hoy en este rol de asesoramiento al Ministerio de Obras Públicas es porque siempre estuve vinculado al mundo de la informática en la construcción. Hay muchas cosas que me parecen interesantes del BIM y me impulsaron a profundizar en el tema. Quizá la primera fue la potencialidad de manipular objetos 3D con información. Por ejemplo, automatizar procesos como la documentación de obra, el cómputo y presupuesto, etc. También me interesó la oportunidad de estandarizar. Siempre me pareció increíble que no existiera un estándar de layers para la construcción en Argentina. BIM aparece, fomentado por los gobiernos de todo el mundo, con la posibilidad de algo superador a la organización de los layers, que es el tema del estándar IFC1. Lo que me entusiasma de todo eso es pensar en la posibilidad
1 IFC es un estándar que define cómo se puede describir un edificio, ruta, puente o cualquier construcción y guardar esa información en un archivo que pueda ser abierto y leído por cualquier software. De esta manera, un proyecto se convierte en un objeto 3D digital, estándar y reutilizable, sin importar el software con el que se haya modelado.
SEGÚN LAKS, HAY TRES OLAS DENTRO DE LA TECNOLOGÍA: de ir hacia una verdadera big data de la construcción en la cual los proyectos de los edificios sean accesibles como objetos reutilizables. Por ejemplo, si alguien proyecta un centro cultural en algún lugar del mundo, otro profesional puede acceder a la información completa del proyecto, mirarlo, modificarlo y generar algo nuevo a partir de lo anterior. Obviamente, esto trastoca un montón de límites actuales como, por ejemplo, la propiedad intelectual de un proyecto y otros temas que en algún momento habrá que discutir. A veces me sorprende que la potencialidad del IFC y de tomar a una obra como un objeto estándar no sea de lo más importante de las charlas de BIM. ¡Para mí lo es! Me parece que con el tiempo será puesto en su verdadero valor, porque cuando entramos en temas vinculados con obra pública, sin el estándar IFC, no se puede estar hablando de entregables digitales realmente utilizables.
LA DEL CAD FUE LA PRIMERA, Y MUY IMPORTANTE, PORQUE TRANSFORMÓ EL PAPEL EN SOPORTE DIGITAL.
LA SEGUNDA FUE INTERNET. TODO PROCESO COLABORATIVO SE BASA EN LA EXISTENCIA DE INTERNET.
LA TERCERA ES EL BIM, NO TAN FUERTE COMO INTERNET EN CUANTO AL IMPACTO TECNOLÓGICO. NO EXISTE LA POSIBILIDAD DE EXPEDIENTES DIGITALES SIN CAD Y SIN INTERNET.
Sebastián: Entonces, la pregunta es: ¿cuál es el rol del Estado en BIM?
José: El Estado tiene que hacer más obras y generar más y mejor empleo. Y lo que aporta el uso de BIM es permitir la producción de mejores proyectos y documentaciones técnicas que hagan disminuir los costos indirectos y los retrasos de obras por imprevistos. Y a todo esto se suma el impulso desde el Estado de estándares abiertos, con neutralidad tecnológica, para no hacer que el manejo de la información se convierta en un monopolio de una sola marca comercial. Por ese motivo, en el Ministerio de Obras Públicas nos manejamos con el estándar IFC. No hay ningún Estado hoy que solicite como obligatoriedad entregables BIM en un formato propietario2; todos nos hemos adherido al IFC como medio de emitir y recibir proyectos.
Sebastián: ¿Eso aplica al sector privado?
José: Sí, porque le permite al sector privado elegir libremente la tec- nología con la que trabaja, sin ninguna imposición de marca comercial por parte del Estado. Pero, a su vez, le impone al sector privado estándares de calidad más altos que los actuales en cuanto al manejo de información de una obra, tanto en su etapa licitatoria como en la etapa de construcción y finalización.
Sebastián: ¿El Estado debe pedir entregables o tiene que pedir que el privado emplee determinada tecnología para producir el entregable?
José: En mi opinión, si el entregable está bien especificado, no es necesario auditar el proceso metodológico o tecnológico mediante el cual fue producido. Es verdad que sin emplear metodologías adecuadas es muy difícil llegar a los resultados que se solicitan en cuanto a estándares e información a incluir en el entregable, pero eso es otro tema. Estamos viviendo una etapa de transición en la evolución del BIM, en la cual es posible que se necesiten algunas pautas metodológicas dispuestas por el Estado para producir el entregable. Pero a mi entender, cuando los estándares de modelos 3D con información ya sean habituales, no será necesario solicitar nada más que el entregable. Por otra parte, el proceso de intercambio público-privado más habitual en el Estado argentino es el momento en el que el Estado entrega al privado un entregable para que el privado elabore su oferta y, en caso de ganar la licitación, ejecute la obra. Lo que va a suceder en ese caso es que el Estado entregue un modelo IFC con mucha más información que la que actualmente recibe el privado para cotizar. Al privado le va a importar poco el proceso metodológico o la tecnología que el Estado haya utilizado para producir el entregable.
Sebastián: ¿Cuál es la voluntad del ministerio para aplicar BIM?
José: El uso de BIM hoy forma parte del plan estratégico de transformación digital del Ministerio de Obras Públicas, que consiste en la implementación de herramientas tecnológicas que contribuyan a hacer más transparente, participativa y eficiente la obra pública nacional. A mi entender, la decisión de ir a fondo con el uso del BIM en el tiene como límite solo la madurez misma del uso del BIM en la industria de la construcción. A veces, por más que “desde arriba” la decisión de implementar BIM esté tomada, los resultados pueden tardar, porque las oficinas técnicas no siempre pueden absorber los cambios con tanta rapidez. Escucho frecuentemente a funcionarios de gobierno diciendo “no hace falta que me convenzas del uso de BIM; implementémoslo ya mismo en obras”. En un principio parecía que lo más importante era convencer a la gestión de impulsar el uso de BIM, pero en la práctica aparecen otros problemas, como, por ejemplo, la falta de experiencia práctica, lo que vuelve al cambio un poco “académico” y poco práctico. Y el Estado tiene tiempos y urgencias que a veces no permiten la madurez de los temas.
2 Formato propietario es el formato de un archivo en el que no está documentado cómo se arma y solo se puede abrir, leer o grabar con un software en particular. Los formatos de código abierto (opensource), que son la base del open BIM, son neutros y abiertos. Y la estrella de todo eso es el IFC.
“EL TEMA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL YA VIENE APLICÁNDOSE A UN MONTÓN DE COSAS Y ES MUY POSITIVO; EL TEMA ES CÓMO TRADUCIRLO A LAS NECESIDADES DE UNA OFICINA TÉCNICA DE DOS ARQUITECTOS Y TRES DIBUJANTES QUE HACEN ESCUELAS EN UN PUEBLO. ¿CÓMO SE TRADUCE TODO ESO EN LA REALIDAD DE LOS ORGANISMOS PÚBLICOS Y DE LAS OFICINAS TÉCNICAS? ESE ES MI DESAFÍO PRINCIPAL; ESO ES LO QUE MÁS ME INTERESA, PORQUE SIN ESA TRADUCCIÓN, QUEDA DIVORCIADA LA PROPUESTA DE LA REALIDAD”. JOSÉ LAKS.
Sebastián: ¿Cuál es el futuro próximo de BIM en el Estado?
José: Desde el Ministerio de Obras Públicas estamos concretando la implementación de BIM en cuatro organismos concretos: Vialidad Nacional, Corredores Viales, ENOHSA y la Dirección Nacional de Arquitectura. En los cuatro casos se generaron términos de referencia para la contratación de consultoras especializadas que acompañarán técnicamente la implementación de BIM. Creo que estas experiencias piloto ayudan. Pero el verdadero empuje se dará más “de abajo hacia arriba”. O sea, profesionales que están trabajando en las miles de oficinas técnicas de organismos públicos nacionales, provinciales, municipales, etc., que impulsan a comenzar a modelar en 3D, aumentar el grado de automatización de documentaciones técnicas, computar y presupuestar de manera más precisa, comunicar los proyectos con más eficiencia, etc. Ese empuje “desde abajo”, combinado con la decisión política “desde arriba”, producirá grados crecientes de uso de BIM, a veces de manera caótica y otras veces, ordenada. Pero en todos los casos, inevitable.
Sebastián: Dos preguntas para cerrar. En primer lugar, si están pensando que BIM sirva dentro del Ministerio de Obras Públicas para conectar sobre la idea colaborativa de un único modelo a distinta dependencia al que proyecta, al que ejecuta, al constructor el día de mañana, al que paga, al que verifica, ¿cómo piensan ese nodo más virtuoso para que no sean todos silos estancos? Y segundo, como asesor del Ministerio de Obras Públicas, ¿qué cosas les recomendarías a los constructores privados que vayan teniendo en cuenta para lo que se viene?
José: Pensar hoy en un único modelo que se aproveche de manera colaborativa en distintas dependencias todavía no es técnicamente viable. La realidad concreta es conformarnos con que el entregable pueda ser continuado por otra organización. Se generan modelos ‘para’ un determinado fin. Pero es verdad que cada modelo se basa en el modelo anterior. Yo confío en que próximamente ese umbral se venza, que exista la posibilidad de generar modelos mucho mayores en tamaño con capacidades de software y de hardware que permitan la concreción de un modelo único, en el cual se vuelque absolutamente todo. Creo que eso va a venir de rincones tecnológicos inesperados; por ejemplo, del mundo de los videojuegos y de los modelos del mundo de la inteligencia artificial. De lugares donde la capacidad de procesamiento sea mucho más alta que la actual. Y en general me parece que será todo “nube”; no con los softwares que conocemos hoy. A mí me encantaría que el Estado sea el protagonista de esa coyuntura en Argentina, pero para eso habría que formar programadores y que estén trabajando sobre tecnologías de código abierto. La nube con la que se trabaje en el Estado deberá estar vinculada con los expedientes electrónicos y, por lo tanto, no pueden ser nubes de marcas comerciales, sino nubes desarrolladas por el propio Estado.
Sebastián: ¿Qué cosas esperás del sector privado en función del plan que están llevando adelante para la adopción de BIM?
José: Espero que el sector privado comprenda que, con el uso de BIM, el Estado licitará obras públicas con mejores proyectos que los actuales. Proyectos mucho más coherentes, sin incongruencias que generen adicionales. Es inconcebible que a esta altura no estemos perfeccionando la relación entre el proyecto, el pliego y la planilla de cómputo y certificaciones de obra. Tiene que haber una relación muy fuerte entre ellas para pasar a procesos de seguimiento y certificación más eficientes. Los cómputos métricos oficiales serán muy preciosos, por lo que se eliminarán las distorsiones que generan errores en los procesos licitatorios y también en la certificación de obra. Bajo este nuevo modo de trabajo de obras, con más información y precisión, el sector privado también podrá beneficiarse cuando la obra no provenga del Estado. Las constructoras se acostumbrarán a solicitar los modelos 3D en formato IFC y podrán sacar provecho tanto en el momento de licitar como en la gestión de la obra. Quizá aparezcan, entonces, sistemas de contratación más flexibles a partir de poder generar modificaciones en los proyectos con mucha más soltura y transparencia, en función de que el modelo tenga vinculado el certificado, el certificado tenga vinculado el pliego y que no haya incongruencias. Ese me parece que es el primer cambio en el cual el BIM va a entrar de lleno y habrá que estar preparado. De eso se trata finalmente el BIM: de tener mayor información, tanto en el momento de cotizar como en el momento de gestionar. ▪