Análisis documental "Pequeñas voces"

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“Tres dimensiones: estética, animación y documental” Análisis de género documental animado como propuesta en “Pequeñas Voces” de Jairo Eduardo Carrillo y Oscar Andrade Por Juan Esteban Ramírez

”Para hacer cine hay que tener fe. En el cine, fe es creer en lo que no se ha revelado" Luis Alfonso Ospina Partimos del híbrido “documental animado” para analizar el film Pequeñas voces que es pionero en animación 3D en Colombia. Iniciando con un debate entre la definición del Documental y la Animación como géneros que últimamente han sido ligados para presentar historias poco convencionales, encontramos posiciones radicalistas que aseguran que estos géneros no pueden estar en el mismo subgénero sin perder sus características principales o esencia natural. Por esto debemos pasar por un breve recorrido a través de la historia donde veremos diferentes propuestas que no solo son innovadoras si no que han demostrado un punto de vista más post-moderno que cobija desde la realidad documental hasta la atracción que incluye un film animado. Esto nos da paso para adentrarnos de lleno en la clasificación que ha recibido Pequeñas voces desde los diferentes contextos en que ha sido presentado, vemos críticas y juicios con respecto a lo que proyecta la pantalla y lo que se dice que es. Llevándonos a analizar desde la ética del autor el tratamiento de la temática de la historia –el conflicto armado- con respecto al punto de vista que tenían los personajes y lo que se mostro finalmente. Por ultimo ahondaremos en elementos como las técnicas utilizadas, motivación, historia, y narración en general que tuvieron los directores para conseguir tan excelente trabajo. Conceptos y definiciones individuales Si nos devolvemos unos cuantos años atrás, olvidando el vacío concepto del documental como una realidad frente a la cámara y mejor retomamos a John Grierson 1 y el pensamiento de la escuela británica que consideraban este género como una especie de plataforma que anima una reforma social al exponer no sólo los problemas que enfrenta al ser humano frente a la naturaleza, sino los que vive en sociedad por los efectos injustos del sistema económico capitalista, creemos que Pequeñas voces cumple con los requerimientos planteados para hacer parte de este género y si además, al mencionar el papel del documentalista como un ser capaz de encontrar los 1

http://documental.kinoki.org/johngrierson.htm 1


medios que le permitan aprovechar el dominio que posee de su arte, para enfrentar al hombre con sus propios problemas, trabajos y condiciones, estamos de acuerdo que la decisión de utilizar el 3D junto con la animación para llegar al público, es solo un ejemplo de los medios que se pueden explotar en este campo para obtener un mejor resultado y lograr transmitir el mensaje deseado. La animación como género ha sido definida como la ilusión óptica capaz de dar la sensación de movimiento a imágenes, dibujos o a cualquier tipo de objeto o material inanimado, en cuanto a sus temáticas es completamente abierto y permite abarcar cualquier tipo de concepto y el 3D es ese valor agregado, ese bonus que hace más atractiva la historia a mostrar, pues para nadie es un secreto que estos dos elementos no solo juegan con la percepción visual, si no también con la temporalidad y la espacialidad. Hasta este punto tenemos tres conceptos separados y claramente definidos pero que para llevar a cabo nuestro debate sobre el género al cual pertenece el film Pequeñas voces debemos conocer un poco más del contexto en que han sido aplicados cada uno de ellos y como se han unido a lo largo de la historia. Una propuesta innovadora desarrollada en el siglo XX aprovechada

que no ha sido

El origen del documental animado se remonta al año 1918 cuando el pionero en animación Winsor McCay realizo El hundimiento del Lusitania, un corto de doce minutos que recrea el ataque de un submarino alemán a un lujoso crucero británico con 2000 pasajeros en 1915, el cual dio paso a la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. De este acontecimiento no se tienen registros fotográficos, Winsor solo contaba con su inigualable talento como dibujante, testimonios y algunos registros de audio de quienes vivieron la tragedia y con esto literalmente saco a flote una de las producciones más habladas en el mundo de la animación. Jairo Eduardo Carrillo al igual que Winsor no registro los hechos directamente, pero hizo uso de sus habilidades como comunicador social y animador para retratar –El conflicto armado y la violencia Colombiana- un tema que ya esta muy trillado pero que supo aprovechar utilizando su talento y afinidad para trabajar con niños para plasmar otro punto de vista del conflicto, el que no se muestra en televisión ni imprimen los periódicos. Un espacio dedicado a obras audiovisuales de alta calidad… lastima que la cultura no este preparada para acogerla Nos encontramos en pleno siglo XXI y la alcaldía de Medellín permite la entrada gratuita al Parque Explora para los habitantes de estratos uno, dos y tres. Este parque interactivo cuenta con la primera sala de la ciudad que proyecta material audiovisual de alta calidad con contenidos selectos que no solo 2


educan sino que también divierten y que además lo hace en formato 3D, lo raro es que a pesar de contar con todas estas características el cine del parque explora es uno de los menos visitados e incluso conocidos por los habitantes del valle de aburra. Pequeñas voces se estreno el 16 de septiembre de 2011 en las salas nacionales, anunciándose a si misma como un producto solido, pionero en el documental animado en 3D en América Latina, parecía ser lo suficientemente atractiva como para alcanzar el éxito, pero esta obra tuvo cierto fracaso en cuanto a cifras en proyección nacional, pues solo tuvo nueve mil espectadores en sus dos semanas de exhibición, que comparados con el millón y medio de espectadores que tuvo El Paseo en el mismo año deja muchos que pensar de los espectadores Colombianos. De igual forma aparecen Los colores de la montaña, otra propuesta con temática de violencia-guerra-desplazamiento que tuvo mayor acogida en el público al mantener una línea conservadora de producción y que se vio claramente reflejada en su taquilla a nivel nacional. Es en este punto donde nos preguntamos si ¿sería lo complejo de la temática en cierta medida lo que alejo al público infantil? o ¿si la tendencia a relacionar la animación con productos infantiles fue la que alejo a cierta población adulta? que al desconocer por completo el contenido del largometraje y que por su formato de documental animado suena un poco contradictorio, complejo e infantilizado f ue lo que condeno al film. Es inexplicable saber por qué la comunidad no hace uso de estos recursos, por qué temáticas tan parecidas no tienen la misma acogida y cómo a pesar que Pequeñas voces contaba con intenciones comerciales que apostaban a la innovación y en palabras del propio Jairo Eduardo Carrillo “Queremos apostarle a las nuevas tecnologías como el 3D, uno le apuesta a las nuevas tecnologías para llegarle a la gente. ¿no?. Porque por ejemplo si yo estreno esta película en 35 mm documental animado de pronto no va tanta gente, entonces si le colocamos 3D colombiana entonces de pronto la gente si puede ir mas, es como una apuesta de mercadeo”. Al parecer son apuestas bastante arriesgadas para una industria cultural que aún no se encuentra preparada para acoger este tipo de productos. Decálogo del cineasta por Luis Ospina, Punto seis: No dirija, corrija La figura del documental empieza a verse borrosa ante las posibilidades que brinda la animación digital para aumentar “el efecto de lo real” y acentuar el poder de lo verosímil que permite convencer y sumergir al espectador en la historia bajo argumentos narrativos que se tejen alrededor de los personajes.

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La llamada seguridad del guión ya no funciona, pero mediante la manipulación de la imagen el guión puede mutar y obtener en los diálogos testimoniales de los personajes en nuestro caso los niños, nuevas imágenes que permitan describir los sucesos con mayor intensidad y carga dramática. En el documental no hay puntos en común frente al valor de las entrevistas y el estilo apropiado para ellas, razón por la cual Jairo estuvo trabajando con 120 niños en Bogotá de barrios de Ciudad Bolívar, los cuales fueron desplazados debido a la violencia. Durante el proceso de recolección de información Jairo les permitió que contaran su historia y dibujaran libremente, por esta razón resultaron 220 horas de grabación que se convirtieron en toda una odisea para conseguir un largometraje de hora y media. Es aquí donde entra a jugar la ética del autor y su posición frente a la temática a tratar, ¿cómo utiliza el material recogido? ¿cómo es su trato con los personajes? ¿cuál es su visión personal? ¿en qué se quiere enfocar? Por esto es importante mencionar que Jairo trabajó de la mano de Oscar Andrade quién le ayudo a tomar varias decisiones. Oscar tiene una posición más abierta en cuanto a la libertad narrativa y las posibilidades que le ofrece la ficción a la animación, esta libertad junto con la narrativa propia del documental que quiere expresar Carrillo, iniciaron una construcción donde los testimonios e imágenes sirven de soporte, la realidad que plasmaban y expresaban los niños fueron los cimientos de una propuesta bastante innovadora que año tras año, gracias al apoyo económico del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, del Göteborg International Film Festival, del Jan Vrijman Fund y del Tribeca Film Festival, fue tomando forma y color. En el documental es indispensable para el autor tener un referente, puesto que además de hacer discursos, el autor debe hacer llamados y aserciones acerca de la realidad extra fílmica, esto le permitirá potenciar activamente lo que quiere representar ya que los antecedentes permiten conocer más el tema, presentar límites dentro de la narración y en algunas cuestiones éticas le da pautas sobre la verdad para que logre expresar la realidad del personaje, desde su punto de vista sin dejar de lado al espectador. Es por esto que la violencia y el conflicto armado a pesar de ser la problemática central, no se roba el protagonismo de la historia. La temática se ve claramente plasmada en las armas, bombas, tiroteos, en esa guerra absurda que atemoriza a millones de Colombianos y que Carrillo logra plasmar teniendo en cuenta la estructura de los tres actos – presenta los personajes, sus vidas y distintas formas de captar la realidad, luego llega el problema, vemos varias confrontaciones, altibajos en los personajes debido a las decisiones que deben tomar, son niños que deben actuar y pensar como adultos, esto nos da paso a la crisis central que en cada historia hace alusión al desprendimiento al 4


desplazamiento forzado que su fin ultimo es presentar una realidad que viven a diario muchos niños Colombianos a través de los ojos de cuatro pequeños. Un cambio en el paradigma documental La cuestión no reside en esperar que el cine nos muestre la verdad de lo real, sino en conseguir, simplemente, que el propio cine nos muestre las trampas de nuestra relación con lo tangible. Este hecho provoca un curioso cambio de perspectiva. No es lo documental lo que surge de la ficción, sino la ficción la que estalla dentro del tejido documental. Para retomar nuestro debate en los últimos años, “ciertos representantes de la ortodoxia documental no han cesado de bendecir la pureza de la categoría, creando consideraciones éticas en torno al registro o singularizándolo como alteridad del cine” 2. Presentamos entonces algunas aclaraciones que hace Jairo Carrillo con respecto a cómo se eligieron las historias: "Una de las cosas más importantes es que las historias no fueran repetitivas", al añadir que otro motivo esencial para elegirlas era que los niños pudieran explicarse de forma natural "porque puede haber historias que sean dramáticamente fuertes pero si el niño no es fluido entonces no podrían considerarse". Y esto "porque lo importante es que son testimonios reales y eso es lo que le llega a la gente, que piense: lo que estoy escuchando sí pasó, no es ficción y no es un actor". A partir de la manipulación técnica de las escenas bajo las posibilidades que permite la animación digital, muchos mensajes se refuerzan a partir de los significantes que se crean con la alteración de la realidad bajo la excusa narrativa. La realidad de estos niños entonces se ordena y se convierte en relato, aprovechando la cronicidad de los hechos para mostrar al inicio de la película la situación presente de los niños en la ciudad, para retomar luego el pasado que antecedió a los hechos. La ficción es el fruto de ese proceso de puesta en orden y del deseo de dramatizar lo real para hacer más efectivas las intenciones narrativas y de alguna manera explicar cómo estos niños llegan a la ciudad.

Algunas comparaciones que aportan al debate 2

Cuando la ficción estalla desde el documental – Angel Quintana http://es.scribd.com/doc/76649181/Cahiers-du-cinema-Espana-n%C2%BA-19-enero-2009

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La revista Variety comparó la cinta de Carrillo y Andrade con el documental animado Vals con Bashir, de Israel, nominado al premio Óscar como Mejor 3 película extranjera en 2008. Las posibilidades narrativas que brinda la animación para tocar temas tan serios como la guerra bajo una protección de confidencialidad en la imagen es lo que hizo de otra propuesta como Vals con Bashir un producto que pudo entrar en la categoría de documental animado. Faltaría ver entonces en el debate de la producción audiovisual que se entiende por documental, y hasta qué punto deja de serlo para mutar a formas como el documental animado. Bajo el análisis del género del documental animado podemos encontrar algunos referentes como Vals con Bashir, que también bajo la temática de la guerra, logran reconstruir relatos de personas que vivieron estas experiencias, pero al tener en este caso a los niños como personajes, la percepción de lo real parece perderse entre la inocencia de los trazos que distan del realismo de Vals con Bashir. La mirada que marca la diferencia en cuanto al tratamiento del tema de la guerra es la inclusión de la figura del victimario, o del guerrillero en este caso, como un personaje más que se transforma durante la película y no simplemente asume una etiqueta de malo. El reflejo que transmite su experiencia en el campo de entrenamiento o en momentos de vida o muerte terminan por enganchar al espectador con su situación dramática, que hace uso de transiciones de colores a rojo por ejemplo para acentuar el efecto dramático. Al igual que Vals con Bashir, el material no es exactamente adecuado para niños, sumando también que para algunos ver estas escenas protagonizadas por niños, así sean animaciones, termina siendo traumática. El manejo del audio logra una sincronía con los personajes, algunos de los cuales no necesitan hablar pues sus acciones van al tiempo de las palabras del narrador, que da un ritmo fluido a la historia y enfatiza en otros gestos de los personajes, como gruñidos, llanto o risas. Teorías para el debate final Cuando la animación se convierte en el último estadio del documental, las fronteras se diluyen de forma definitiva. Entonces deja de tener sentido continuar hablando del documental como si fuera un cine aparte. Es el documental quien muta de formas al enriquecerse de elementos de la narrativa del cine como el control sobre la cronicidad de los hechos, los diálogos, lo que en apariencia representa a lo real pero no hace parte de una realidad definida. 3

Revista Variety – Articulo http://www.variety.com/review/VE1117943440/?categoryid=3716&cs=1&nid=2562%2520

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Esta nueva apuesta hacia las tecnologías presenta un desafío para los modelos de desarrollo, ya que la agilidad, la ligereza y los pequeños presupuestos que permiten las nuevas tecnologías modifican las condiciones de rodaje y de escritura de las películas, que, de hecho, se vuelven porosas a la realidad física, y económica, en la que se construyen. Según la reconocida animadora y documentalista independiente Sheila M. Sofian el documental de animación se refiere a –toda película animada que parte de materiales de no ficción- razón por la cual se podría asegurar que pequeñas voces pertenece a esta categoría, a pesar de que haya muchos críticos y documentalistas radicales que se opongan a este concepto. Es así como lo verdaderamente importante consiste en arriesgarse, como en el caso de “Pequeñas voces” a crear un producto que no busque solo vender en taquillas, sino que posibilite a quienes vean estos productos el poder también pensar en la posibilidad de desarrollarlos, ya que es este un espacio inexplorado y como dijo Oscar Andrade en una entrevista: “Representar ante los demás lo que les está pasando, lo que ellos sienten. Y en esa medida como somos espejo de la realidad, y también posibilitamos la fantasía, creo que la animación es muy indicada para retratar cosas que Latinoamérica todavía está en mora de retratar” Apuestas conceptuales y apuestas comerciales Este proyecto nace con una primera versión hecha en 2003 solo con dibujos y narraciones, un corto de 19 minutos también llamado Pequeñas voces4. Esta producción, animada en dos dimensiones, fue seleccionada en Venecia en la sección „Nuevos Territorios‟, vista en cerca de 40 festivales de cine del mundo y ganó nueve premios internacionales. Este primer producto sirvió como soporte para dar a conocer el proyecto posterior que fue llevar este mismo formato a 3D. "Pequeñas voces" se estreno en las salas de cine colombianas el 16 de septiembre después de haber pasado por importantes festivales cinematográficos internacionales como el de Berlín y Venecia. EFE. Lo que se anunció en su momento como una gran innovación para el cine colombiano, la primera película desarrollada en 3D, después de dos semanas de exhibición a nivel nacional dejo mucho que desear, no por su contenido, sino por la falta de audiencia en las taquillas para hacer viables este tipo de propuestas. De Jairo Eduardo Carrillo se destaca el talento para trabajar con los niños, interesándose particularmente en propiciar que ellos expresen sus ideas a 4

Algunos dibujos originales de la obra http://www.youtube.com/watch?v=PeO7SHLcPsA

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través de la narración usando animación por computador. Las voces y dibujos en “Pequeñas Voces” son reales y, según Carrillo, “es una reflexión acerca del país desde la mirada de los niños, es como ven ellos el conflicto, sin ideologías de izquierda ni derecha”. Desde el principio Carrillo buscó, con su investigación, contar cómo los niños veían las situaciones de violencia. El proyecto lo inició cuando hacía una maestría de animación por computador en la Metropolitan University, en Inglaterra. Allí había hecho un documental similar sobre cómo los niños en un hospital percibían la enfermedad. Les pidió que dibujaran lo que vivían allí e hizo animaciones con sus versiones 5 de jeringas y radiografías. Esta vez, las animaciones digitales se basarían en el desplazamiento. Seleccionó con su equipo las historias más representativas y eligieron testimonios. Para la realización del proyecto, que tomó 10 años, Jairo Carrillo entrevistó a 120 niños entre 8 y 13 años, quienes hicieron dibujos a partir de sus experiencias, las cuales fueron animadas posteriormente. Desde las voces del directorio Jairo Carrillo, la película es en sí un proyecto social: "es una película hecha por un colombiano y para un público colombiano, para que se utilice como material educativo, que lo coja una ONG internacional y lo podamos distribuir en todas las escuelas, para que haya una reflexión". Teniendo en cuenta que se pensó para 2012 distribuir la película gratuitamente, junto con cartillas educativas, en colegios y escuelas del país. Para eso cuentan con el apoyo del Centro de Investigación y Formación en Educación (CIFE) de la Universidad de los Andes, vemos que la apuesta por un producto que fuera tanto comercial como educativo termino siendo positiva, marcando un precedente por ser una producción pionera en cuanto a la técnica usada, e innovadora en cuanto al hilo narrativo desde perspectivas y voces que usualmente se ignoran. “La animación y el 3D pueden contar temas serios. Esa es la apuesta”, expresa Carrillo, esto con la intención de mostrar como válida la apuesta por un producto de animación no necesariamente de entretenimiento, sino con una finalidad educativa y reflexiva de fondo. Lo complejo del análisis es entender que la intención narrativa es contar la historia e identificar el contexto desde la mirada de los niños, por lo que muchos mensajes diferentes se pueden interpretar si se piensa la película con ojos adultos, cosas como las condiciones desfavorables del campesino, la no identificación de grupos armados por su nombre, lo sugerente de la ciudad como solución a la violencia como si se tratara de una aceptación pasiva del 5

Tres dimensiones del conflicto - Articulo http://www.uniandes.edu.co/component/content/article/440-tres-dimensiones-del-conflicto-

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desplazamiento forzado. Sin embargo, al considerar que son estos relatos narrados por niños, se entiende que no tengan esa mirada sesgada y condicionada del adulto, y le den más prioridad a cosas simples como la convivencia en el entorno familiar, el conflicto armado pasa a un segundo plano para darle paso a las historias de vida. Se ha criticado la postura ausente frente al conflicto, y ante esa neutralidad sobre lo que supuestamente es bueno o malo, el mismo Oscar Andrade contestó: “Una crítica que recibí sobre la película es que la situación de la guerra interna colombiana (sus orígenes sociales y económicos) está ausente, pero precisamente esta decisión salió de los testimonios de los mismos niños, quienes no distinguen un guerillero de un paramilitar y solo ven que el dolor y muerte que ellos causan no tiene color alguno”. 6 Los resultados de una apuesta novedosa, medidos en taquilla Desde sus directores, Jairo Eduardo Carrillo y Oscar Andrade, podemos percibir dos miradas diferentes que convergen, pero que se diferencian en cuanto a la intención documental del producto. Mientras que Oscar Andrade piensa más en la libertad narrativa y las posibilidades de ficción que puede soportar la animación, Jairo Carrillo le aporta a la narrativa partiendo de testimonios e imágenes referentes a la realidad misma de los niños. En 2006, el codirector Andrade entró a hacer parte de un pequeño equipo de producción, de 25 personas, en el que "cada cual aportó a cada cuadro detalles únicos". Y poco a poco el proyecto fue reuniendo el dinero necesario para convertirse en el sexto largometraje animado hecho en Colombia. En 2010, convertido, por fin, en un documental de 880 planos con un presupuesto de 500.000 dólares, estaba listo para aquella premier mundial en Venecia que "catapultó las ventas internacionales". Su estreno el 16 de septiembre de 2011 en salas nacionales, anunciándose a si misma como la primera realización de documental animado en 3D en América Latina parecía anunciar un producto solido con éxito asegurado, pero predominaron otros productos, siendo más la importancia que recibió este film en el exterior que en las salas de cine nacional. Este producto tuvo cierto fracaso en cuanto a cifras en proyección nacional, pues solo tuvo nueve mil espectadores en sus dos semanas de exhibición, que comparados con el millón y medio de espectadores que tuvo El Paseo en el mismo año, o Los colores de la montaña, otra propuesta sobre la temática de la guerra que tuvo mayor acogida al mantener una línea conservadora de producción que se vio reflejada en taquilla a nivel nacional.

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Las nuevas búsquedas del cine Colombiano – Sara Chavarriaga Restrepo. http://www.ecbloguer.com/cinefagos/?p=2531

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Lo complejo de la temática en cierta medida alejo al público infantil, y la tendencia a relacionar la animación con productos infantiles pudo alejar a cierta población adulta que desconoció por completo el contenido del largometraje y condeno al film por su forma, por su formato de documental animado que suena contradictorio, complejo e infantilizado. Las intenciones comerciales del film apostaban a la innovación, con palabras como las de Jairo Eduardo Carrillo en una entrevista: “Queremos apostarle a las nuevas tecnologías como el 3D, uno le apuesta a las nuevas tecnologías para llegarle a la gente. ¿no?. Porque por ejemplo si yo estreno esta película en 35 mm documental animado de pronto no va tanta gente, entonces si le colocamos 3D colombiana entonces de pronto la gente si puede ir mas, es como una apuesta de mercadeo”. Esta fue una apuesta bastante arriesgada para una industria cultural aun no preparada para acoger a este tipo de productos. El equipo de trabajo fue creciendo con el codirector Óscar Andrade; la directora de Arte, Adela Manotas, y los animadores Manuel D' Macedo, Ricardo García y David Correa, todo fue tomando forma. Este equipo de trabajo estableció una postura frente a las prioridades en la narración: "fijamos los siguientes tres criterios para elegir las que finalmente harían parte de la película: primero, que contaran un drama de principio a fin; segundo, que sus protagonistas, a pesar de sus edades, las pudieran narrar con fluidez, y, tercero, que los relatos describieran las diferentes caras de la guerra: que hablaran de las víctimas, los victimarios, las desapariciones, las minas, los reclutamientos irregulares". 7 La animación para plasmar realidades difíciles de capturar Es acertado entonces el uso de un formato novedoso en la producción audiovisual, el documental animado, como soporte para recrear el mundo de los niños desde la perspectiva de sus experiencias en temas tan álgidos como lo es el conflicto armado colombiano. Este documental apunta a la necesidad de una lectura neutral de los discursos bélicos como medio reflexivo frente a la configuración de los discursos morales. La libertad que permite este formato, ante la realidad del sonido contrastada con la ausencia de una imagen que puede ser construida según una intencionalidad por parte del autor, nos lleva a cuestionar el manejo que se hace de esa realidad sustituida en la animación, el uso de los recursos de la imagen como legitimadora de las acciones que narran las voces, valiéndose del documental para reforzar una reconstrucción en ficción.

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Infierno Según niños - Articulo http://www.semana.com/cultura/infierno-segun-ninos/160804-3.aspx

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Haciendo uso del lenguaje no verbal por parte de los demás personajes de la película, se logra por ejemplo transmitir símbolos como el persignarse en señal de oración, gesto que solo hacen los personajes identificados como víctimas del conflicto en la historia, mientras que los actores del conflicto armado muestran otro tipo de lenguaje no verbal reforzado con los balbuceos y gritos incomprensibles como efecto sonoro que forma un preconcepto de agresividad. Tanto las memorias individuales como las colectivas son a la vez políticas, sociales, culturales e históricas. Las voces de los testimonios nos hablan sin rencor y sin odio, con tristeza pero con una inocencia, dando un carácter neutral a la narración que apela a enseñar a perdonar y a tener la esperanza de un retorno a la vida que algún día se tuvo. Los recuerdos que aprendemos a juzgar como inocuos, impropios o abiertamente contrapuestos al interés de la nación, las instituciones, los grupos o las comunidades tienen muy poco de azar y mucho de construcción política y social. Desde los comentarios realizados por de Oscar Andrade en la conferencia de Campus Party 2010 8, se ilustro el proceso de creación de la película y en especifico, de la planificación de las escenas, con ejemplos como el de la primera amenaza de la guerrilla al tío de uno de los niños, donde en el storyboard se definió intencionalmente que el personaje tropezara para que al mostrar el plano donde se encuentra con los guerrilleros, se diera una impresión de sometimiento, de estar “a los pies” de estos personajes. Más allá de la discusión de que tanto de ficción hay en esta historia que aparece bajo el formato documental, es importante identificar en la narración como aparecen los discursos bélicos como los configuradores de la mor al frente a la cotidianidad de la guerra. Se muestra como el silencio frente a la barbarie como factor que lleva a la aceptación pasiva del problema, como las relaciones sociales ocurridas con los actores del conflicto son de sumisión, de miedo o de respeto. Si retomamos la historia siguiendo el tiempo de la narración, vemos una clara intencionalidad de restarle importancia al tiempo presente donde existe un conflicto, y se le ubica al comienzo de la película para hacer una elipsis en donde se muestran los sucesos desencadenantes de la llegada de estos niños a Bogotá. Si esta escena fuese el final de la película, seguramente el mensaje que proyectaría sería contrario. A pesar de las muchas críticas que pueda generar este nuevo tipo de formatos documentales, estas posiciones opuestas entre la realidad documental y la ficción aportan a la elaboración de un discurso que tome de ambas partes los 8

Conferencia disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=C6WgiiQTWxM

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mejores elementos y permita mejores creaciones bajo estas nuevas técnicas de producción. Los impedimentos técnicos para contar una historia bajo la animación están ligados a los recursos económicos de las producciones, pero es este trabajo una muestra de la posibilidad de producir contenidos con la financiación y apoyo de la industria. Lo complejo del formato es que al parecer, sus ventajas para reforzar la narrativa generan en el espectador una duda sobre si lo que se representa corresponde a una realidad o es todo una ficción. La postura del documentalista da paso entonces a la intencionalidad del animador como artista, y a los recursos que se disponga para representar el mensaje que se pretenda comunicar. En el caso de Pequeñas Voces, el valerse de las imágenes de dibujos de los niños les permite en cierta medida legitimar el discurso que se expone mediante las imágenes, pero a su vez se genera un choque entre diferentes estilos, uno de estética “naif” que busca mostrar la inocencia de los trazos de los niños, y otro estilo en los personajes centrales con un estilo más bien refinado, adulto, evidentemente manipulado por fines estéticos para resaltar estos personajes y dar un toque más comercial en general. El conjunto de objetos como escapularios y sombreros tradicionales logran reforzar una identificación con la ideología del bueno, frente a camuflados, armas y botas para los personajes malos, identificados como aquellos que generan terror. “Como apuesta estética, el mismo director ha reconocido que omitió el uso de la sangre como un elemento sensacionalista para que el relieve de la historia esté más en los personajes (vivos y muertos) que en los elementos grotescos de la historia. “ 9 La presencia del miedo como un factor que regula la vida cotidiana, cimienta silencios y temores y restringe las posibilidades, creando fenómenos como el desplazamiento forzado. Un desplazamiento que en Pequeñas voces es contado de manera poética con música y pocos diálogos, restándole el dramatismo real y enfocando la atención a la salida del conflicto que en un inicio les ofrece la ciudad para llegar a la resolución de sus conflictos particulares. Lo interesante de la forma como este fenómeno es narrado, es que se recurre a contar varias vidas en paralelo para comprender diferentes razones muy generales en donde las historias convergen sobre la misma problemática, pero desde diferentes puntos de vista. Al argumento de presentar la ciudad como la esperanza a la resolución de un conflicto se le suman, además, todo ese vaciamiento político al no tener voces 9

Una nueva visión sobre el conflicto armado http://jeronimorivera.com/2011/03/06/una-nueva-vision-sobre-el-conflicto-armado/

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adultas que refuercen una postura. Algunas de las posturas más críticas son las de las mismas voces de los niños al comienzo de la película, con frases como “Cualquier hombre armado inspira terror”, en referencia a la estigmatización de los buenos y los malos, desafiando la configuración del discurso bélico del conflicto que toma como buenos a la fuerza pública, cuando ellos también pueden ser agentes de ese terror. En la ciudad los niños vienen a una peor tragedia: la segregación, la humillación y la desprotección, pero estas realidades no son las que se pretenden mostrar para dar cierre al conflicto inicial, por el contrario, se muestra una adaptación a estas nuevas problemáticas. La salida al conflicto se muestra entonces como la necesidad de las relaciones humanas soportadas en valores, bajo la figura de la familia como núcleo de apoyo y la sociedad como articuladora de estas relaciones. Podríamos decir, en síntesis, que este documental está cargado de ficciones en la recreación de unos testimonios que se sirven del estilo del documental para acentuar su realismo. Las posibilidades de la animación para contar temas difíciles donde se requiere anonimato o una adaptación más general del lenguaje complejo de los conflictos, pues Latinoamérica está en mora de hablar de muchos temas que si bien no se pueden documentar directamente pues son parte de un pasado no registrado, si aportan a construir una memoria colectiva. En los audios quedaron los recuerdos de cómo se desprendieron de sus mascotas, de su gente y de sus tierras. Jairo Carrillo comenta que en estos niños “Hay un vínculo increíble con la naturaleza. En sus relatos hablan de ríos, frutas, y se siente el apego hacia los animales. Todo esto se ve quebrantado con el desplazamiento”. Se toma el fenómeno del desplazamiento como hilo común entre las historias, jugando con el tiempo de la narración para mostrarnos el pasado de estos niños que llegan a la ciudad. La película, que busca una perspectiva distinta del conflicto, utiliza mucha subjetividad visual y auditiva: “La idea es ponerse en los zapatos de los niños”, explica Carrillo, conmovido por cómo se vuelve cotidiana la violencia para ellos. 10 Memoria histórica y documental animado En una sociedad en conflicto, la guerra produce un cierto tipo de orden fundado en la polarización. Esa polarización se despliega no solo en los campos de batalla sino que también deja su impronta en todos los espacios de la vida en sociedad. El tener una historia polarizada es en parte por las producciones 10

El director de cine Jairo Eduardo Carrillo, habla sobre 'Pequeñas Voces’, primera película colombiana en 3D. - La W Radio | Agosto 6 de 2011 http://www.wradio.com.co/oir.aspx?id=1527377

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audiovisuales y los discursos que estas manejan. Siendo la guerra un escenario tan complejo para documentar, surge entonces la necesidad de contar una historia que se extienda más allá de los intereses particulares y busque una reflexión a fondo y no una simple propaganda a un discurso. También es importante en la elaboración de esta memoria histórica la inclusión de ambas partes del conflicto, como en el caso de Pequeñas Voces, la inclusión de la víctima y el victimario como iguales, como afectados del fenómeno de violencia con vivencias particulares, pero conectadas por el dolor que trajo la guerra a sus vidas. La memoria de estos hechos se convierte en un mecanismo de empoderamiento de las víctimas, y a su vez les permite cierto anonimato. Las víctimas de la violencia, ya sean sujetos individuales o colectivos, no son seres con experiencias aisladas, los efectos de la violencia afectan a la comunidad entera, y en la medida que estas experiencias sean contadas, serán de mayor utilidad en la reflexión de nuestro momento histórico. La elaboración de relatos históricos, hasta ahora lugar de supresión de las diferencias y los disensos políticos, puede convertirse en un escenario de reconocimiento y de posicionamiento de las diversas identidades social y culturalmente devaluadas. El caso del reclutamiento de niños para la guerra es uno de esos asuntos que pasa desapercibido en la construcción de nuestra historia reciente, y son estos diferentes puntos de vista una clave para entender los orígenes del conflicto desde una postura abierta a otras ideologías. Al evolucionar la narración nos muestran como la violencia tiene un efecto destructivo en las relaciones sociales. La inclusión de las voces ignoradas en el conflicto como herramienta para la construcción de una memoria histórica. Las víctimas de la violencia, ya sean sujetos individuales o colectivos, no son seres con experiencias aisladas, los efectos de la violencia afectan a la comunidad. Testimonios como hilo narrativo Este tipo de iniciativas de construcción de una historia basada en testimonios de las víctimas del conflicto sería útil en los procesos de justicia y reparación actuales del país. La narración soportada en testimonios permite construir un sentido de quiénes somos, de nuestra identidad, a partir de experiencias, sentimientos y reminiscencias del pasado. Esta referencia directa da cuenta de las razones que posibilitaron el surgimiento y evolución del conflicto, dando lugar a las voces de las víctimas. Solo desde una mirada testimonial que comprenda las afectaciones del conflicto es posible indagar por las distintas formas en que las víctimas están 14


procesando los daños propiciados y asumir el inmenso grupo de personas que son parte de esta historia. Los testimonios que en ocasiones son olvidados son los de los mismos victimarios, que en ocasiones optan por la guerra por falta de oportunidades, y son estas voces otra forma de llevar a la reflexión sobre el conflicto desde las causas que llevan a perpetuarlo. La narración soportada en testimonios permite construir un sentido de quiénes somos, de nuestra identidad, a partir de experiencias, sentimientos y conflictos del pasado. Esta referencia directa da cuenta de las razones que posibilitaron el surgimiento y evolución del conflicto, dándole lugar a las voces de las víctimas en el registro histórico. Al representar los testimonios en un lenguaje visual, los hechos tienen una eficacia propia, se producen así no correspondan con la subjetividad de los actores que los relatan. A pesar que los adultos no poseen un lenguaje articulado, sus acciones y representaciones a través de símbolos crean unas relaciones de significado común para el espectador. Mediante la composición en la animación se logran recrear lazos de los personajes a través de sentimientos en las acciones para identificar las figuras de la familia de cada personaje, cumpliendo estos símbolos una función de identidad grupal. La memoria de estos hechos se convierte en un mecanismo de empoderamiento de las víctimas, mostrando que este formato documental puede tener también una función social en la reparación y la construcción de una memoria histórica. Los impactos y las huellas de la violencia no solo están determinados por los hechos violentos, también cuentan las características personales de las víctimas, la edad, el género, las redes y soportes de apoyo, incidiendo en las emociones y conductas y, por tanto, en las disposiciones personales para expresar o callar. Anque los trazos son infantiles nunca nos desconectamos de la narración realista, nos llevan a un mundo particular lleno de colores y texturas, con elementos del lenguaje del comic, unidos a la música y los sonidos incidentales, el manejo alternado de los testimonios y las puestas en escena de los relatos de los niños. En este sentido, Carrillo hizo referencia a la labor del presidente de Colombia: "Lo que está haciendo (Juan Manuel) Santos con la Ley de Víctimas es muy interesante y muy importante, que la sociedad acoja estas cosas y que los niños sepan que vivimos en un país con problemas pero con mucha esperanza". 11 Comentarios finales 11

Articulo Revista Arcadia - 2011-08-10 http://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/colombia-estrena-3d-filme-sobre-ninos-conflictoarmado/25833

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La propuesta de Pequeñas voces tiene un carácter de denuncia, que a pesar de su formato poco usual logra darle un sentido a los relatos de los niños víctimas del conflicto, o al menos de algunas historias que convergen en esta problemática. Es una muestra de cómo las herramientas tecnológicas proporcionadas por la industria cinematográfica pueden crear nuevas formas de concebir el mundo, de recrear una visión particular a través de la imagen y legitimar los discursos de voces que desde una representación ajena a la realidad como lo es la animación, logra un sentido de realidad que toma muchos elementos del documental, sin dejar de ser ficción al mismo tiempo. Esta producción sienta las bases para futuros desarrollos cinematográficos bajo el formato de la animación para narrar muchas otras realidades, que pueden tomar mayor fuerza bajo el realce y anonimato de la animación. Lo que imposibilita este tipo de producciones es la necesidad económica para hacer posible un proyecto de este tipo, que lleva también a pensar en la producción apuntada a un mercado más comercial, y bajo la excusa de ser novedosa en cuanto a formato, esta producción logro colarse en un público que pudo entender esta realidad más allá de la construcción de una ficción, pues conocen de entrada las cifras que publica la UNICEF sobre esta realidad particular. Pequeñas Voces es un intento por estar en igualdad de condiciones para crear animación, pero más allá de la técnica, rompe con la monotonía de producciones anteriores sobre el tema, con un acercamiento más íntimo del conflicto. Este desarrollo posibilita diseñar el género documental como parte de la memoria histórica bajo la narración de la historia testimonial, cumpliendo la función de visibilizar el conflicto desde las voces de los niños.

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