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Munduari begira / Una mirada al mundo

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Abian / En marcha

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Haití en el corazón

El pasado 12 de enero hizo cuatro años del devastador terremoto que asoló el país de Haití, donde fallecieron más de 300.000 personas, un millón y medio perdieron sus hogares y dos millones más tuvieron que desplazarse. Desde entonces, y gracias a la solidaridad de la ciudadanía de Bizkaia, en Cáritas hemos estado trabajando en diferentes iniciativas que hemos podido conocer de primera mano este pasado mes de abril cuando viajamos al país junto con dos voluntarias de la ONG Lanbi.

Caritas Bizkaia, en los primeros momentos de la emergencia, se sumó a la respuesta humanitaria de la red de Cáritas Internacional con la distribución de alimentos, agua, refugio, asistencia médica, etc… En una segunda fase, comenzamos a trabajar en Arreguy, una población rural situada en el Sureste del país, en el distrito de Jacmel. Este pueblo tiene una vinculación muy especial con Portugalete y la Zona Minera. Desde hace más de 10 años organizaciones y grupos de la zona colaboran con las hermanas misioneras de Madre Laura, “Las Lauritas” establecidas en Arreguy. De la mano de la Parroquia San Ignacio de Loyola de Portugalete hemos trabajado en el acceso al agua de la población. Arreguy está situada en una zona muy montañosa y accidentada. La población vive dispersa en este territorio en pequeños núcleos sin acceso al agua. La parroquia, a petición de la población organizada de Arreguy y junto con las hermanas, comenzó en el 2007 apoyando la instalación de tanques estancos, que les facilita la recogida de agua de lluvia.

Esta iniciativa permite que las familias tengan agua para cocinar, para la higiene y para su consumo. Con la entrega de los tanques se dan además capacitaciones sobre el mantenimiento y cuidado de la instalación, la importancia del agua para la vida y el tratamiento del agua para beber. Con esta medida se pretende que las familias mejoren sus condiciones de salud e higiene evitando enfermedades como el cólera. En nuestra visita pudimos comprobar el impacto directo en la mejora de la salud de las mujeres quienes, antes de la instalación de los tanques, se lavaban con el agua del río y, debido a la contaminación, padecían muchas infecciones. Hasta el día de hoy se han colocado 1.150 tanques.

Emergentzia egoeraren hasieran, Cáritas Bizkaiak bat egin zuen Nazioarteko Cáritasek emandako erantzunarekin. Elikagaiak, ura, aterpea, laguntza medikoa eta abar eman zituzten.

También en Arreguy, y con la colaboración de las ONGD Lanbi de Portugalete y Arregialde de Zona Minera, estamos trabajando un proyecto de reforestación. Nuestras organizaciones socias allí son las Hermanas Lauritas y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Haití sufre una deforestación brutal (el 98% de su territorio) lo que le hace ser mucho más vulnerable ante cualquier desastre natural. Esta deforestación se debe a que el 80% de sus habitantes cocinan con leña, que junto al carbón, suponen las dos principales fuentes de energía del país.

El proyecto que se ha desarrollado durante el 2011-2013 ha tenido los siguientes componentes: actividades agrícolas y de seguridad alimentaria (vivero y distribución de más de 125.000 plántulas frutales y forestales y semillas de cultivos de la zona a las familias), construcción y distribución de 1.750 cocinas isleñas ahorradoras de energía, un 50% menos de consumo de leña, establecimiento de una granja avícola para la producción de huevos y más de 90 capacitaciones y sesiones de sensibilización de todas las actividades. En este viaje hemos comprobado los resultados y el impacto de este proyecto. Hemos aprovechado para hacer un diagnóstico con las organizaciones de Arreguy y ver cómo fortalecer el tejido asociativo de la comunidad para que puedan tener más capacidad de participación y gestión de las actividades. Nuestro objetivo es trabajar por la sostenibilidad de todas las acciones que se hagan y que la población sea la protagonista y se apropie del proceso.

Otro de los proyectos que apoyamos conjuntamente con la Parroquia de San Ignacio de Loyola es educativo; a través de becas a niños, niñas y jóvenes que no tienen oportunidad de acceder a la educación. Haití es un país donde no hay un sistema de educación público y los pocos colegios públicos que había se cayeron con el terremoto. Según datos de UNICEF el 80% de la población haitiana es analfabeta y sólo el 50% de los niños y niñas en edad escolar va a la escuela. Con estas becas se pretende formar a la población para un futuro digno y evitar la exclusión, la marginalidad y la pobreza de estos menores. Como aliado para esta actividad contamos con el Padre jesuita Kawas François. Con su hacer apoya aproximadamente a 80 niños, niñas y jóvenes de barrios marginales en Puerto Príncipe y en Pilates y Dondon, ciudades situadas al norte del país.

El viaje a Haití nos ha permitido convivir con el trabajo de las Hermanas Lauritas y palpar su relación con las personas de la comunidad de Arreguy. Son muchos los retos que tienen las gentes de este lugar y nuestro objetivo es trabajar con ellas en iniciativas útiles para conseguir condiciones de vida dignas y frenar la migración forzosa, sobre todo, de la juventud.

Eskerrik asko! o como se dice en creole (idioma oficial de Haití junto con el francés) Merci anpil! a todas las personas que han hecho y hacen posible esta vinculación de trabajo conjunto y solidaridad.

San Ignacio de Loyola Parrokiarekin hezkuntza arloko proiektu batean parte hartzen ari gara. Hezkuntza eskubidea gauzatzeko zailtasunak dituzten haur eta gazteentzako bekak ematen ditugu.

Vía Crucis Intercultural

Los Grupos Interculturales que se acompañan desde Cáritas organizamos el 12 de abril nuestro tradicional Vía Crucis Intercultural en la parroquia Corazón de Maria, en el barrio bilbaíno de San Francisco.

Paciencia Okon

Elegimos como tema para este año la esperanza, bajo el lema

“Desde la Cruz de Jesús vivamos con esperanza”

Se trata de una actividad participativa en la que los grupos trabajan los contenidos; se busca, a la luz del Evangelio, leer el propio proyecto migratorio y la realidad social, poniendo palabra, voz y rostro a lo que vivimos cada día.

Las personas migradas y la sociedad vizcaína seguimos cargando con la cruz. Sin embargo, entendemos que también existen caminos de esperanza, y las dificultades no la pueden ahogar aunque razones no nos falten. En un contexto social lleno de pesimismo por los efectos y las consecuencias de la crisis, creemos que no podemos dejarnos contaminar por la desesperanza. Hay una necesidad de nutrirnos de esperanza, uniéndonos a aquellas personas que trabajan por la justicia, participando desde lo pequeño y lo local, acogiendo al que se tiene al lado, escuchando y siendo escuchados. Son pequeñas cosas que nutren nuestra esperanza.

Este año, como los anteriores, se sumó el grupo de mujeres Torre de Babel de la Fundación Ellacuria y, por primera vez, la nueva delegación de Pastoral de Migraciones de la Diócesis de Bilbao; además de los grupos Suhaitz, Pangea. Sendas Nuevas, Porturaices, Txoko y Misa latinoamericana Guztiok Lagun, y la Cáritas Parroquial de Torre Urizar.

Agradecemos un año más la acogida de la parroquia Corazón de María y sobre todo a Patxi Sádaba, párroco de la misma.

La valoración de la actividad por parte de toda la ciudadanía que acudió a la celebración fue positiva apreciando los momentos de silencio, contemplación, y también de participación. El Vía Crucis acabó con un compartir fraterno. Esperamos seguir mejorando el curso próximo.

Parte-hartzeko ekimen bat da eta lan-taldeek edukiak lantzen dituzte; migrazio arloko proiektua bera eta errealitate soziala Ebanjelioaren arabera aztertu nahi ditugu, eguneroko bizipenei hitzak eta aurpegiak jarriz.

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