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Capítulo 39:Pescando y Sieglinde con ropa de primavera............................................Pp

CAPÍTULO 39 %

PESCANDO Y SIEGLINDE CON ROPA DE PRIMAVERA

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Cuando la primavera casi había pasado, gran parte de la nieve se había derretido y el suelo estaba cubierto con una suave alfombra verde. Con las señales del verano acercándose, los aldeanos también vibraban con alegría. A diferencia del invierno sombrío, la primavera tranquilizaba el corazón de las personas.

El día de hoy fuimos a pescar.

El lago, donde hicimos pesca en hielo antes, ahora solo tenía pequeños trozos de hielo flotando alrededor.

Una vez que la nieve se derretía, el método de transporte se convertía en caminar o contratar caballos de un mercante. El lago no estaba muy lejos, así que jalé un pequeño trineo para colocar el equipaje con un polín; también aprovechamos para sacar a pasear a los perros.

Como iríamos a pescar después de mucho tiempo, mi cabeza estaba repleta con imágenes de peces. Si hablamos de pescados en primavera, entonces estaba el lucio europeo. Se trataba de un pescado de agua dulce con motas en su cuerpo y boca cilíndrica.

—Los lucios son buenos en esta temporada~ Sería lindo si pudiéramos atrapar algunos. —Tienes razón. A veces extraño el pescado. …Qué bien, Sieg está anhelando el pescado.

Mientras pensaba en cosas triviales, procedí por el bosque frondoso. Aproximadamente una hora después, arribamos al lago más cercano a la aldea. —Este lugar es diferente al que visitamos la última vez. —Cuando llega la primavera todos visitan este lago. —Este lago recibe más luz del sol, así que no es adecuado para la pesca en hielo. —Ah, es verdad, este lugar no tiene nada de nieve. —Así es. Solo en este lugar disfrutamos de una escena 100% de primavera.

Ya que estaríamos pescando, les quité las correas a los perros para que salieran a jugar. Regresarán cuando sople el silbato, así que no hay porque preocuparse.

Ahora que los perros se habían ido, reinó el silencio en el lago y lo contemplé junto a Sieg. —Qué lindo. —¿En serio?

Un claro cielo azul con nubes blancas, acompañado de hojas tiernas, se veía reflejado de manera preciosa sobre la superficie del lago. No obstante, se trataba de una escena a la que estaba acostumbrado desde que era niño, así que no me distraje por esto.

Si miraba el perfil de Sieg ahora, me fulminaría con sus ojos raptores, por eso tomé precauciones para que no me descubriera y retrocedí unos cuantos pasos.

Sobre lo que pensaba hacer, iba a disfrutar la apariencia de Sieglinde desde atrás. …Sí. Bien. Maravilloso.

Para la ropa tradicional que se usaba a principios de primavera, encargué una con un diseño más femenino. El que había hecho antes era más varonil, así que presioné apasionadamente por una falda como la que usaban las mujeres de la aldea, creando una hermosa línea desde la cintura hasta la cadera. La ropa es más ajustada que las anteriores, así que también poseen cortes a lo largo para facilitar el movimiento. Cada vez que Sieg se agachaba, revelaba sus muslos. A pesar de eso, había pantalones debajo de eso, así que no puedo ver su piel desnuda, aun así era feliz.

Me imaginé abrazándola por la cintura y disfrutando del hermoso escenario juntos; pero vi que sufría de su patada giratoria antes, por eso no actúe precipitadamente. —¿Qué pasa? —¡¿Eh?! ¡No, solo estaba pensando que la vista es hermosa! —¿?

No puedo decirle que estaba mirando fijamente su cintura y cadera con ojos pervertidos. —¡Bien, bien! Vayamos a pescar… ¡Aaah!-

Cuando retrocedí un par de pasos, me tropecé con una roca. Tuve mi merecido.

❄❄❄ —¡He aquí la carnada que estaremos usando!

Estaremos pescando con una carnada falsa hecha de cornamenta reno, la tallé en forma de un pez pequeño. —Eeeh, así que esto también funciona.

Le enseñé apropiadamente a Sieg cómo usarla y luego a fui a prepararme para pescar lucios.

—Los lucios también son conocidos como “el pez agresivo”. —Es un nombre muy fuerte. Aunque no se compara al de Sieg, “Águila Carmesí”. Sin darle voz a mis pensamientos, proseguí explicando sobre el lucio. —Sus dientes son como agujas y están muy afilados. Hasta puede cortar las redes de pesca —Duele bastante si te llega a morder. Así que uno debe ser cuidadoso cuando los pesca—. Tal vez deberías pescar algo más pequeño después de todo.

Le entregué pequeñas carnadas con forma de insectos. Como sería malo que saliera lastimada por pescar lucios, le pedí que pescara algo más pequeño.

Luego de explicarle, comenzamos a pescar.

Atamos la carnada falsa a la cuerda y luego la arrojamos al lago. Después, manipulábamos la caña para que pareciera un pez nadando. Todo lo que hacía falta era aguardar a que el pescado pique el anzuelo.

Sieg atrapó el primer pez. —Ah, una trucha.

Cuando Sieg jaló con fuerzas la caña, el pescado enloqueció en el agua. Una vez que acercó el pescado a la orilla, lo atrapamos usando una red. —Eres muy buena. —Parece que el día de hoy estoy en buenas condiciones.

Luego de eso, Sieg pescó otros dos más. Tras un rato, llegó la hora del almuerzo, a pesar de que todavía no podía pescar nada. —Pues bien, por qué no comemos un poco.

Recogí ramas por la zona y encendí una fogata. Usando un cuchillo afilé unas cuantas ramas y ensarté unas salchichas que traje de casa. Luego de preparar unas cuatro, le pedí a Sieg que las vigilara. Mientras se rostizaban las salchichas, busqué la trucha que Sieg pescó. —¿También piensas asar eso? —No, lo comeremos crudo.

Apliqué sal sobre los tres pescados para eliminar el olor, luego los lavé con agua que traje de casa. Acto seguido, los sazoné con sal y pimienta, así como vinagre y hierbas. Luego, las deje así por un rato. Tras lavarme las manos en el lago, saqué pan de una bolsa.

—¿Qué es eso?

—Hapankorppu~

Sieg abrió los ojos de par en par ante el pan plano y largo. Por lo visto, era la primera vez que lo veía.

Happankorppu es un pan seco conveniente para comer cuando sales fuera, ya que no abarcaba mucho espacio.

Corté el pan en pedazos pequeños, luego agregué rebanadas delgadas de queso y el pescado que recién había terminado de cocinarse. —Las salchichas también parecen estar listas. —En ese caso, ¡comamos!

Primero mordí una salchicha que Sieg cocinó, con un sonido crujiente la salchicha explotó dentro de mi boca. El mercante había dicho que las especias que contenía eran fuertes, por eso no era necesario sazonarlo y, fiel a su palabra, el jugo de la carne fluía en abundancia. El perfecto sabor salado era insoportable. Sentí que iría muy bien con alcohol. Tal vez deberíamos haberlo comido en casa.

A continuación, probé el pan con pescado. —Qué interesante.

Sieg lo comió mientras decía que era interesante. El pan que era más duro que una galleta, tenía trozos de bayas aplastadas. La textura era interesante y el sabor de las bayas también era bueno.

De igual forma, el pescado fresco era delicioso.

Luego de almorzar, resumimos nuestra pesca.

Una hora más tarde… —Aaah~….

No pudimos atrapar ni uno solo, así que me acosté sobre el césped. Respiré el agradable aroma del pasto para tranquilizarme. —¿Regresamos, Sieg? —No, solo un poco más.

Sieg ya había atrapado más de diez pescados. Generalmente dice que deberíamos regresar pronto cuando estamos cazando; sin embargo, extrañamente se queda más tiempo cuando pescamos.

—¡Ritz! —¿Umm? ¿Pescaste algo más, Sieg? —¡No, Ritz, tu caña! —¿Eh?

Cuando me senté, el final de la caña estaba oscilando débilmente. En cuanto la sujeté, se dobló bastante.

—¡U-uwa! —Al jalarla en pánico, sentí una reacción a modo de confirmación— . ¡Cómo pesa!

Si jalaba demasiado fuerte, la cuerda se rompería. Debo tener cuidado con esto.

Luego de jugar al tira y afloja con el pescado por un rato, sentí que se estaba debilitando. Aproveché esa oportunidad y jalé con fuerza, finalmente pude ver una sombra oscura luchando en el agua. Sieg trajo una vara con una red para atraparlo. —¡Ten cuidado con los dientes,Sieg! —Entendido.

El pescado que atrapé tenía casi la misma longitud que mi pierna. Era tan sorprendentemente grande que Sieg y yo miramos sobrecogidos. —Que atrapará un pescando tan grande con una caña a la que ni siquiera me esforcé en cuidar…

Nadie puede saber lo que sucederá en la vida.

❄❄❄

Cansados de jugar, los perros regresaron por su propia cuenta a pesar de que no los había llamado.

Con el ocaso como telón de fondo, regresamos a casa.

Dividimos el lucio en dos para compartir con la familia de Teoporon. El asado de hierbas preparadousando la mitad del pescado estuvo delicioso, tal y como se esperaba de un pescado de temporada. La grasa también fue grandiosa.

Para la cena, saboreamos una comida que solo podíamos probar en primavera.

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