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Capítulo extra 01:Informe de Actividades ~Teoporon~...............................................Pp

CAPÍTULO EXTRA 01 %

INFORME DE ACTIVIDADES ~TEOPORON~

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Durante toda nuestra vida no podíamos alejarnos de los horizontes infinitos que representan las llanuras.

El verde fértil era prácticamente inexistente. Nuestra fuente de alimento se basaba en los grandes bisontes que merodeaban las tierras. Montábamos nuestros caballos y los perseguíamos hasta los acantilados para cazarlos.

Todos los días rezábamos por paz a los antiguos espíritus.

En nuestra aldea se vivía en tiendas hechas de madera y piel de bisonte. Teníamos un estilo de vida nómada, solo protegiendo a nuestras ovejas y moviéndonos una vez que la comida de ese lugar se agotara.

Cuando nos encontrábamos con otras tribus mientras nos trasladábamos, a veces luchábamos con nuestros tesoros, las ovejas o los caballos, en juego. Una aldea poseía alrededor de veinte familias. Allí, el Cacique, un “Gran Rey” gobernaba el lugar. El “Gran Rey” tenía más de cien ovejas y cerca de veinte esposas.

Por culpa de los invasores que cazaban nuestra fuente principal de alimento, los bisontes, éstos comenzaron a reducir sus números. Por eso, no había suficiente alimento y en ocasiones teníamos que matar a nuestros tesoros, las ovejas.

Vivíamos en esa clase de medio ambiente.

Durante la mayor parte del año un viento frío y fuerte barría las tierras, además la temporada de frío era breve. Algunos no podían sobrevivir el duro estilo de vida nómada; sin embargo, incluso en esos momentos, como una familia, nos apoyábamos entre nosotros y subsistíamos.

No heredé mucho de mis padres y llevé una vida modesta; pero, pasaba todos los días rodeado por mi amable esposa y mi linda hija.

Así fue hasta que un incidente sucedió. El Cacique demandó que le entregara a mi esposa.

Mi esposa me aconsejó que me rindiera; después de todo, las órdenes del Gran Rey eran absolutas. Incluso me propuso darme docenas de ovejas a cambio.

Si tuviera tantos tesoros, podría criar a mi hija sin muchas preocupaciones y cuando se casara podría irse con muchas ovejas.

Aun así, un futuro como ese no podía suceder. Sentí que solamente podía ser extremadamente feliz en mi vida si estaba junto a mi esposa e hija.

Esa noche, le dije a mi esposa que nos marcharíamos. Ella estuvo de acuerdo con los ojos llorosos, debe haber estado sufriendo y sintiéndose ansiosa. Me arrepentí de no haber tomado esa decisión antes.

Cuando se lo mencioné a mis parientes, ellos me condenaron, argumentando que salir corriendo era algo que un cobarde haría.

Que no tenía el derecho de ser llamado un orgulloso guerrero.

Sin embargo, incluso si eso significaba que podía estar con mi familia, no me sentí avergonzado de que me llamaran un cobarde.

Consideré pelear contra el Rey; pero, si ganaba, su gran cantidad de tesoros y sus veinte mujeres serían mías. Yo no quería eso. Y si perdía, mi hija tenía que trabajar como la esclava de alguien más por el resto de su vida. Desde luego, la derrota significaría la muerte, así que sería incapaz de ayudarla.

Marcharse era la mejor opción. Mi orgullo como guerrero no importaba.

Me llevé solo siete ovejas, más de esas solo me estorbarían. Luego, cargué mi equipaje sobre el caballo e hice que mi esposae hija lo cabalgaran. Yo jalaría las riendas desde el frente.

Por último, rompí mi lanza, el símbolo de un guerrero. Ya no era más un guerrero. Solo un hombre sencillo que apreciaba mucho a su familia.

De esa forma, nuestro largo viaje inició.

Vivía a base de la naturaleza. Cazaba animales con un cuchillo y pescaba cuando llegaba a las riberas de los ríos.

No obstante, no pude cazar bien desde el principio. Tuve que recapacitar por volverme arrogante cuando solo cazaba ganado grande.

En un inicio, ni siquiera podía atrapar a un pequeño conejo, así que mi familia tuvo que pasar hambre algunos días. Sin embargo, mi esposa hizo un poco de sopa con algo de carne seca, gracias a eso pudimos soportarlo.

El viaje sin fin prosiguió.

Después, ya que teníamos que cruzar las montañas, vendí el caballo en una aldea.

Ahora que no teníamos un caballo, estuvimos deambulando de verdad.

La tormenta de nieve siguió azotando. Pasamos las noches en oscuras y frías cuevas. Pero, junto a mi esposa e hija, de alguna forma perseveré.

Poco tiempo después, fui capaz de rastrear el movimiento de los animales salvajes. Comprendí cuando se movían y cómo corrían. Una vez que entendí eso, no fue tan difícil cazar.

Fui muy feliz de que pudiera llenar los estómagos de mi esposa e hija con carne.

Un día conocimos a cierta mujer extranjera. Ella estaba usando ropas que no pertenecían a estas zonas.

Esa persona parecía estar pidiendo ayuda. No pude entender sus palabras, pero eso fue lo que sentí.

Cuando la seguí, había un hombre sentado bajo la sombra de un árbol. Cuando lo vi con más atención, estaba inconsciente y temblaba con el rostro pálido.

—……Rest easy. This is not a mortal disease. (……Puedes estar tranquila. No es una enfermedad mortal). —¡¿?!

Cuando negué con la cabeza, el rostro de la mujer se convirtió en una expresión de desesperanza. Al parecer, mi mensaje no fue transmitido. Miré a mi esposa y le pedí que tranquilizara a la mujer.

Lo que agotó la energía del hombre fue la altura de la montaña. Este lugar parecía unacolina con una pendiente suave; sin embargo, el oxígeno disminuía conforme uno se adentraba más y más. Este tipo de paisaje es común por estas partes y ha provocado que muchas personas, como ese hombre, sufran de falta de oxígeno.

Afortunadamente, estamos en el punto más alto; así que solo tenemos que esperar hasta que sus síntomas cedan y luego bajarlo.

En cuanto su condición mejoró, lo cargué en mi espalda y descendimos la montaña. Estaba un poco inseguro ya que no podía sujetar apropiadamente mi cuchillo; aun así, mi esposa caminó al frente y estuvo alerta. Mi hija y la mujer extranjera también nos seguían bien de cerca detrás de nosotros.

Luego de bajar, la conciencia del hombre regresó y su salud mejoró.

Después de eso, comenzamos a viajar con esa pareja.

El hombre poseía una buena educación y rápidamente comprendió nuestro idioma, por lo que fue capaz de comunicarse con nosotros.

Se trataba de una pareja que viajaba desde un país nevado muy lejano. Teníamos situaciones similares, de modo que encontramos espíritus afines entre nosotros. Aunque, la diferencia era que su viaje sí tenía fin. Ellos tenían un hogar al cual regresar. —Ah~ I see~

(Ah~ Ya veo~).

El hombre extranjero dijo arrastrando un poco sus palabras. Cuando nuestra conversación se profundizó más debido al alcohol, me hizo una propuesta sorprendente. —Then, come to our village. Okay? (Entonces, ven a nuestra aldea, ¿está bien?)

Primero habló en nuestro idioma y luego en el suyo para conseguir el consentimiento de su esposa. —¡Oh, vaya, está bien!~ Esa es una gran idea~ Además, probablemente Ritz-chan se siente solo~.

No entendí sus palabras; pero también dijo algo medio arrastrando sus palabras. Tal vez sean de esas parejas que se parecen mucho entre ellos.

El viaje sin fin concluyó refrescantemente.

Escuché sobre el frío extremo de las tierras a las que nos trajeron; pero, ya que sentí más frío durante nuestro viaje, me encontraba inesperadamente impasible.

El nuevo Cacique de aquí era un hombre joven llamado Ritzhard Salonen Revontulet. Era más bajo que mi esposa y me dio la impresión de ser poco confiable por algún motivo.

A diferencia de su padre, él no nos podía entender. Traté de enseñarle nuestro idioma, pero hablar otros idiomas era difícil; así que se rindió rápidamente.

Pese a eso, intentó activamente de comunicarse con nosotros por medio de gestos. En poco tiempo fuimos capaces de tener conversaciones sencillas solo a través del lenguaje corporal.

En esta aldea cazan usando una extraña cosa de metal. El joven Cacique la apuntó y me dijo su nombre. También aprendí como usarla y darle mantenimiento; pero, simplemente continúe cazando con un cuchillo.

El problema era que había muchos animales feroces en esta región y, por desgracia, no había vacas por aquí.

Todos los días le ofrecía al Cacique los conejos que cazaba. Él estaba siendo humilde, pero pensé que solo un conejo era un pago demasiado pequeño por una casa cálida.

Mi esposa cocinaba en la casa. Todos los platillos extranjeros que aprendió de la madre del Cacique eran deliciosos. Mi hija creció sin problemas y comenzó a ayudar con un poco de trabajo doméstico ligero.

Quería obsequiarle al Cacique una gran bestia por brindarnos esta vida. Ese deseo se volvió cada día más fuerte dentro de mí.

Una noche encontré una enorme bestia que nunca había visto antes. Se trataba de una criatura misteriosa que caminaba en cuatro patas, tenía pelaje marrón, orejas redondas, pero afilados dientes y garras.

Luego de una larga pelea, de alguna forma conseguí salir victorioso.

Cuando regresé, el Cacique estaba boquiabierto. A lo mejor se debió a que estaba cubierto de sangre. Aunque la mayoría de ella era de la bestia. Una vez que se dio cuenta de eso, el Cacique lució tremendamente aliviado. Después, puso una expresión como si hubiera tenido una idea y se fue hacia algún lado.

Al cabo de un rato, regresó con una lanza en su mano. —Oye, sé que Teoporon es fuerte; pero, usa esto a partir de ahora.

— …

El Cacique dijo algo y extendió la lanza hacia mí.

Me deshice de mi orgullo como guerrero cuando abandoné la tribu. Así que no podía aceptarla.

Como rechacé la lanza, el Cacique parecía preocupado.

Luego intentó comunicarme algo con gestos, como de costumbre.

Primero me apuntó a mí, luego flexionó sus músculos y asintió un par de veces. Me pregunto si quiere decir que aprueba mis habilidades de caza.

Luego, me mostró su dedo índice, que significa esposa, y su dedo medio, que significa hija, enseguida apretó el puño. Finalmente se golpeó su pecho con el puño. —So, are you trying to tell me to protect my family? (Entonces, ¿tratas de decirme que proteja a mi familia?)

El Cacique sonrió y extendió la lanza hacia mí nuevamente.

Fuerza para proteger a mi familia. Y fuerza para proteger a este amable joven.

Me está diciendo que use esa fuerza para ayudar.

En un instante me sentí decidido y acepté la lanza. —Yes. Now, I acknowledge my master as the ‘great king’ and I shall set forth as a warrior with my spear!

(Sí. ¡Ahora, reconozco a mi maestro como el “Gran Rey” y actuaré como un guerrero con mi lanza!)

Con sentimientos de gratitud me di un golpe en el pecho, puse una rodilla en el piso y recibí la lanza.

Aquí, en estas nuevas tierras, me convertí nuevamente en un guerrero sirviendo a un nuevo rey.

—¡Seguiré contando contigo, Teoporon! Ante las palabras del Gran Rey, golpeé mi pecho a modo de respuesta.

Aunque se dice que estas tierras son un lugar duro y remoto, para nosotros son un paraíso.

Con mi esposa y mi hija continuamos viviendo con el Gran Rey.

Unos cuantos años después de eso, el Rey consiguió una esposa fuerte y valiente, también se vio rodeado por muchos hijos; pero, esa es una historia para otra ocasión.

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