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Capítulo 07: El Festín extranjero........................................................................................Pp

CAPÍTULO 07 %

EL FESTÍN EXTRANJERO

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Tras ver el menú de la taberna de las Tierra Remotas, “El Águila Carmesí”, mamá comentó:

—El menú está lleno de cosas para ancianos.

Bueno, un hombre viejo de treinta años lo creó, así que no se puede evitar. No tengo idea de qué podría gustarles a los jóvenes. Además, tampoco había mucha variedad de ingredientes, así que era difícil.

—Entonces, ¿qué tal, pasta?

—¿Pasta? ¿Podría ser algo que comiste en el extranjero?

—Correcto~.

Al parecer la pasta se hace con una masaa base de harina, huevos y agua, a la cual se le puede dar diferentes formas. Luego, se hierve y se come con una variedad de salsas distintas. No la podía imaginar en lo absoluto.

—¿La preparamos?

—¿Qué? ¿Trabajaste en un restaurante?

—Una señora en unaposada me enseñó.

—Eeeh~.

Encima de eso, consiguieron ser buenas amigas a pesar de que no hablaban el mismo idioma. Durante su estadía, papá siguió un desafortunado horario de trabajar por la noche y dormir en el día, así que no podía servir de intérprete para ellas. De verdad es una criatura absurdamente ineficaz.

—Ah, pero, ¿no necesitamos huevos para hacer la pasta?

Los huevos se interponen otra vez. Como no podemos usarlos, el menú en general se inclinó hacia el gusto de los mayores. Sin embargo, mamá dijo que no habría problema.

—Hay pasta que no usa huevos.

—Ya veo.

Sin perder tiempo, mamá se dirigió a la cocina para preparar pasta.

Además, luego de que mamá regresara, Ruruporon nos permitió usar la cocina otra vez. Me pregunto si nos estará animando a su modo. Su ánimo era cálido, lo cual me hizo sentir feliz. Sin mencionar que el día de hoy la familia Rango estaba descansando.

—¡En ese caso, hay que hacerla lo antes posible!

—¡Lo espero con ansias!

Cuando mamá enseña cosas, por algún motivo,utiliza una forma de hablar educada. La razón es desconocida.

—Solo necesitamos tres ingredientes.

Los ingredientes para la pasta que haremos son: harina, sal y aceite de oliva. Esos son todos.

—Ahora comenzaremos a preparar pasta de orecchiette~.

«Orecchiette» significa oreja pequeña en italiano.

—¡Primero, pesemos la harina!

A fin de poder hacerla yo mismo más tarde, apunté la receta en un trozo de papel. La mitad de la harina es del tipo que se usa para el pan, mientras que la otra mitad es trigo molido grueso llamado sémola. Por lo general, la sémola se utiliza como sustituto de las migas de pan cuando se fríe, o para hornear bocadillos como galletas y pasteles.

En un recipiente mezclamos la harina, agua tibia, aceite de oliva y la sal usando las manos. Al parecer requería bastante fuerza, ya que mamá comenzó a sudar. Sin embargo, a pesar de que le ofrecí mi ayuda, ella se rehusó.

Una vez que la masa estaba formada, colocamos un trozo de tela encima del recipiente para asegurarnos que la masa no se secara y luego la dejamos en un lugar frío por unas horas.

Dos horas más tarde.

Tomamos un pedazo de la masa y la estiramos hasta formar un palo delgado, luego la cortamos en trozos más pequeños. Después, sujetamos uno de estos trozos pequeños con el dedo por la parte del frente mientras presionamos la masa con un cuchillo hacia nosotros, al terminar se voltea la masa. Tal parece que mantener esta forma era la clave. Dejamos secar por un rato la pasta terminada.

—Para la salsa podríamos usar brócoli hervido, es delicioso.

—No venden eso por aquí.

—Perdón~.

Ya que no podíamos hacer nada al respecto, hice una salsa con ingredientes que teníamos en casa. Al parecer, por lo general se usaba salsa de tomate para la pasta.

—Entonces, hagamos salsa de tomatecon tocino.

—Está bien.

Había muchas latas de tomate y tocino. Por eso, pienso que este platillo se podría añadir al menú de la taberna.

Mientras mamá se preparaba para hervir la pasta, yo hice la salsa de tomate. Los ingredientes eran tomates preservados que hicimos en verano: agua, tocino y vegetales. Primero, freí un poco de ajo con aceite de oliva. Luego, quité el ajo y freí cebollas picadas hasta que adquirieron un tono marrón claro, las cuales trasladé a un plato diferente, al final freí el tocino. Una vez que estaba ligeramente cocinado, agregué las cebollas, tomate, agua y especias, y las calenté para hacer la salsa de tomate.

Por lo visto, la pasta quedó lista al mismo tiempo que la salsa. El día de hoy invitamos a la familia Rango para almorzar.

Sobre la mesa había otro platillo extraño además de la pasta. Cuando pregunté de qué se trataba, mamá contestó que era un platillo que aprendió a cocinar durante su estadía en un lugar con personas que lucían similares a los Rango.

—Cuando me fui, conseguí muchas~ especias raras.

—Eeeh, ya veo.

Había un tipo de pan hecho de maíz con vegetales finamente cortados y carne encima de eso, junto con una salsa roja con especias.

—¿Esto también es salsa de tomate?

—Algo así~.

Mamá dio una explicación muybreve. Había bastantes platillos exóticos, por lo que se volvió un festín refinado. Cuando estábamos a punto de terminar con los preparativos, los Rango llegaron. Se presentaron con un enorme trozo de carne ahumada de oso como obsequio. Faltaba poco para las noches polares, así que estaba muy feliz. Los saludé golpeando mi pecho con el puño. Cuando los guié hacia el comedor, ellos felizmente miraron a Arno mientras dormía en su cuna. A todos les gustan los niños. Cuando Sieg saludó a los tres, excepto por Ruruporon, regresaron a sus expresiones estoicas de costumbre.

Mamá les pidió que tomaran asiento. Antes de que comenzáramos a comer, ellos tres susurraron algo con las manos sobre el pecho. Quizá sean oraciones antes de una comida. Nosotros también rezamos al Espíritu. Cuando acabamos con eso, mamá presentó los platillos.

—¡Estos son tacos! ¿Me pregunto si Rango-san también los ha probado~?

Cuando le ofreció la comida, Teoporon se golpeó el pecho y tomó un bocado del platillo que mamá llamó taco. Luego, abrió con sorpresa los ojos y miró a Ruruporon, la cual estaba sentada junto a él. Al ver eso, Ruruporon también lo probó. En cuanto comió un poco del taco, comenzaron a caer lágrimas por sus mejillas.

—¡Eh, ¿qué pasa, Ruru-san?! Vaya, qué debería hacer. ¿Acaso está muy picoso? — murmuró mamá, así que yo también probé un poco.

—¡Uwa, qué picoso!

La descripción que mamá dio, sin duda fue muy escueta. Arriba del taco había una gran cantidad de especias picantes extranjeras llamadas chile. Yo también tenía lágrimas bajando por mis mejillas como Ruruporon.

—¡Oh, no, Ritz-chan, no tú también!

Sieg me dio un poco de agua. Qué amable…

Estaba picoso, pero sentí que podría acostumbrarme a ello. Mi cuerpo también entró en calor.

Antes de darme cuenta, Miruporon estaba comiéndolo sin cambiar de expresión. Asimismo, Ruruporon se tranquilizó y empezó a comer con una sonrisa. Tal parece que les gustó el platillo que hizo mamá.

—¿A lo mejor lo extrañaban?

—Ah, eso podría ser.

Aquí no podemos conseguir la especia llamada chile. Quizá estuvieron felices por haber probado los sabores de su tierra luego de mucho tiempo.

—¡Ah, es verdad!

Seguíamos comiendo, pero mamá salió. Unos minutos más tarde, regresó con algo en sus manos.

—Estos son chiles y semillas de chile que recibí mientras viajaba, Ruru-san.

Ya que no hacemos muchos platillos que utilicen chile, mamá decidió regalárselos a los Rango. Ruruporon los recibió con una expresión de sorpresa y comenzó a llorar otra vez. En su lugar, Teoporon golpeó su pecho e hizo una reverencia.

—Me alegra que te gustaran.

Desconozco cuál sea el ambiente para cultivar chiles, pero pensé que sería bueno si su cosecha fuera exitosa. Creo que será una buena idea preguntar a un mercante si es posible traer chiles aquí.

Luego de eso, seguimos con la pasta de salsa de tomate y tocino.

—¡Ah, delicioso!

La pasta era elástica y como la bañamos con la salsa, se mezcló bien. Fue un platillo bastante satisfactorio. También era sencillo de hacer, así que pensé que sería perfecto para la taberna.

Los integrantes de la familia Rango disfrutaron de igual forma la pasta. Eso me hizo sentir feliz por alguna razón.

—¡Teoporon, Ruruporon y Miruporon, muchas gracias por todo!

Una vez más, le agradecí a los Rango.

He pasado más de una década con ellos, pero nunca había hecho algo como esto. Podría excusarme diciendo que tenía mucho tiempo libre, aunque eso sería muy vergonzoso. Gracias a mamá y Sieg, finalmente podía disfrutar de algo de tiempo y lo estaba pasando de manera muy agradable.

De ser posible, me gustaría tener otra comida como la de hoy con ellos.

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