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Capítulo 14: Me convertiré en un apicultor -Parte 1.................................................Pp

CAPÍTULO 14 %

ME CONVERTIRÉ EN UN APICULTOR -PARTE 1-

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Cuando la nieve se derritió y aparecieron retoños de plantas en el suelo, marcó el inicio de la tan esperada temporada para la apicultura. De acuerdo a la investigaciónde papá, las abejas de miel pueden sobrevivir el invierno. Por lo visto, se amontonan y mueven sus alas para mantener la temperatura de la colmena a unos treinta grados centígrados. También almacenan miel para sobrevivir durante el invierno.

Sin perder tiempo, tomé las colmenas y me dirigí al bosque. Hasta el momento solo he fabricado dos. Llevaba una con una soga y otra en mi mano. Sieg dijo que también me ayudaría, pero ya que el color de su cabello podría agitar a las abejas, opté por hacerlo solo.

Conseguí cajas de madera de la dueña de la tienda para construir las colmenas. Por un costado hice agujeros cuadrados asemejando a ventanas, así como pequeños orificios para que las abejas pasaran por ellos. Luego coloqué una red por encima. Adentro de la colmena es necesario que contenga marcos sencillos para que las abejas asienten sus propios panales. Construí marcos cuadrados e instalé varitas de madera para formar una cruz. Había unos seis de ellos en el interior de cada colmena y servirá para evitar quelos panales colapsen.

Las abejas de miel crearán panales apoyándose de los marcos y allí reunirán la miel. Sin embargo, esa miel no será el producto final. El contenido de azúcar es bajo, pues solo es néctar de las flores. A partir de eso, la sustancia cambiará varias veces dentro de los cuerpos de las abejas, calentando y endulzando la miel.

Solo entonces podré recolectar la miel terminada.

El informe de papá tenía una descripción detallada sobre cómo recolectar la miel. Mencionaba una centrifugadora, en la cual se colocarían adentro los panales y se giraría para separar la miel de ellos. Suena realmente conveniente, pero no tengo información al respecto, así que no puedo fabricarla. Bueno, apenas es el primer año, así que decidí que mi objetivo sería conseguir miel.

Coloqué las colmenas cerca de un campo de flores en el bosque. La luz del sol era buena y no soplaba mucho viento, así que era el lugar idóneo para hacer miel.

La siguiente parte es conseguir las abejas. En las colmenas coloqué restos de un panal con miel, a fin de atraerlas con el olor. Hace un par de días, sucede que recibí un panal con miel de Teoporon, así que decidí usarlo.

Después de eso, visité las colmenas todos los días. En ninguna de ellas habían migrado abejas de miel.

Ya que eso no funcionó, seguí con el siguiente método. Una vez que pasa el invierno, la colmena reconoce a una nueva reina. La abeja reina anterior se lleva la mitad de las abejas obreras y forma un nuevo nido. El método que hice antes fue una táctica para tratar de atraer a las abejas salvajes, pero no sirvió. Por eso, en esta ocasión, opté por capturar un enjambre.

Durante este periodo, al parecer las abejas de miel se reúnen en formas esféricas alrededor de la abeja reina. Supuestamente para protegerla. Necesito capturar ese enjambre en una red.

Ya que voy a llevar a cabo el plan de captura, vine fuertemente armado. Até una red tejida muy estrechamente a un sombrero para evitar que se acercaran a mi cara y me aseguré que ninguna parte de mi cuerpo estuviera expuesta. Después, busqué la esfera de abejas de miel en el bosque. Siendo exactos, un enjambre. Encontré un panal, pero ni una sola esfera de abejas.

Como era deprimente regresar, así como así, pensé: La abeja reina no saldrá del panal~, y observé el panal que colgaba de una rama. Sin embargo, un suceso inesperado apareció.

—¡¡Auch!!

Un fuerte dolor subió por mi pantorrilla. De inmediato me di cuenta que había sido picado por una abeja. Pensar que no podrían picarme si usaba ropa gruesa de invierno, por lo visto fue un error. Si entraba aquí en pánico, podría terminar agitando los panales ocultos alrededor de la zona. Así que decidí marcharme del área lentamente.

Había caminado por los bosques desde hace mucho tiempo, pero era la primera vez que me picaba una abeja. Un dolor sordo gradualmente apareció donde me picó. Me dijeron que se tenían que retirar los aguijones de inmediato, pero tenía que alejarme del panal, así que soporté el dolor. Fui a un riachuelo y con cuidado doblé hacia arriba el pantalón. Desde luego, la parte donde me picó se había inflamado. No podía ver ningún aguijón, así que de inmediato lavé la zona infectada con agua. Leí que las cosas frías eran buenas para las picaduras, así que sumergí mi pie en el agua y esperé.

Al parecer, la mieltambién funciona bien para los piquetes. De alguna forma alivia el dolor o eso me dijeron.

Ladeé la cabeza mientras me preguntaba por qué me picó, pero si lo pienso con cuidado, un humano observando el panal solo puede ser considerado como sospechoso. No me sorprende que hayan atacado.

Las abejas no perdonan a aquellos que tienen en la mira a sus panales. Por eso, no se pudo evitar que me atacaran. Reflexioné profundamente.

Como una abeja me picó el día de hoy, tenía el espíritu hecho trizas. El sol también se estaba poniendo, así que regresé a casa luego de recolectar hierbas.

—¡Ya regresé!

Cuando volví, Sieg estaba lavando la ropa. Arno estaba en su espalda y dormía profundamente. Incluso cuando tenía los ojos cerrados, era sorpresivamente lindo. Ese es nuestro hijo.

—¿Quieres que ponga a Arno en la cuna?

—Sí, ¿podrías hacerlo?

—¡Déjamelo a mí!

Mientras sujetaba a Arno con una mano, desamarré la tela atada alrededor del abdomen de Sieg. El cuerpo de un infante durmiente era cálido. Tan solo tocarlo me relajaba. Lo acosté sobre la cuna en la sala de estar y contemplé su rostro. Gordito con un ligero rubor en las mejillas. Solo presenciar sus manos fuertemente cerradas fue sanador. Mientras observaba el rostro durmiente de mi hijo, Sieg entró.

—Extendí todas las hierbas en la canasta para que se secaran.

—Gracias.

Hay dos tipos de hierbas: aquellas que deben secarse y las que se hierven. Al parecer Sieg recordó las clases a la perfección y su reacción también fue perfecta.

—Hoy tampoco tuve suerte, Sieg.

—Entiendo.

Inesperadamente era difícil interactuar con las abejas. Experimentaba eso cada día. Siendo franco, me gustaría terminar el reporte hasta aquí, pero ya que estoy siendo un apicultor gracias a la cooperación de mi familia, no debería ocultarles nada. Tengo que contarle sobre la picadura que recibí hoy de la abeja. Respiré profundamente y dije:

—A-a decir verdad, hoy me picó una abeja por primera vez en mi vida.

—¡¿Qué?!

Sieg estaba preocupada, pero que me picaran por error era un tema muy vergonzoso.

—¿Dónde te picó? ¿Está inflamado?

—Estoy bien.

—Muéstrame.

—No, eeh, jajaja.

Traté de restarle importancia riéndome, pero me reprendió y demandó verlo. Luego de levantarme el pantalón, se arrodilló y miró de cerca la zona afectada.

—¿Te duele?

—No en particular.

—¿Tienes dificultad para respirar o te sientesmareado?

—Para nada.

Cuando le pregunté por qué estaba tan preocupada sobre eso, respondió que en una ocasión vio a una persona desmayarse por un piquete de abeja cuando estaba en el ejército.

—Son casos raros, pero aparentemente en ocasiones el cuerporeacciona de manera agresiva contra las picaduras, lo cual conduce a la muerte. Escuché eso de un doctor hace mucho tiempo.

—Ya veo.

Me comentó que tuviera cuidado con mi cuerpo si me picaba una abeja.

—Eso haré.

—Por favor.

Luego, Sieg trajo el botiquín de primeros auxilios que compró durante nuestra luna de miel y aplicó amablemente el ungüento para mordeduras y picaduras de insectos. Una vez que terminó con eso, colocó la caja de regreso en el estante y tomó asiento junto a mí. Se cruzó de brazos ycomenzó a charlar con una expresión serena.

—De ser posible, me gustaría acompañarte… —U~m.

El color del cabello de Sieg dispara los instintos defensivos de las abejas de miel, además, Arno no tiene anticuerpos, así que no podemos salir juntos.

—Bueno, en este periodo no hay nada que pueda hacer al respecto. Pero, algún día, yo también-

—Sí, desde luego.

Si peinamos apropiadamente su cabello y lo ocultamos bajo un sombrero, no debería haber problema. Me siento feliz de que esté dispuesta a cooperar, poreso creo que sería agradable si pudiéramos hacerlo juntos en el futuro.

Sieg me miró con una expresión sorprendida.

—¿Qué pasa?

—Na-nada, es solo que pensé que no me dejarías ayudar.

—Aunque, eso pasará solo si tenemos éxito en conseguir miel.

Cierto.Primero tengo que capturar abejas de miel. Otro problema será conseguir una forma segura de recolectar miel. El camino para convertirse en apicultor es arduo.

—Hasta entonces, Sieg, por favor, conviértete en mi flor exclusiva.

Si fuera una flor floreciendo en un lugar seguro, estaría tranquilo, ya que ningún otro insecto se acercaría, pero Sieg es muy trabajadora y una persona activa. Aunque esos también son sus puntos buenos.

Sieg de súbito se quedó callada, como estaba sentada junto a mí, eché un vistazo y noté que sus mejillas estaban teñidas de rojo.

—¡¿Q-qué tienes?!

—Es porque dijiste algo absurdo.

Al parecer se avergonzó por ser descrita como una flor. Cuando vi esa expresión, yo también sentí pena.

—Pero es la verdad.

Yo solo soy un insecto atraído por una gran flor llamada Sieg. Sin embargo, nunca le diré eso.

Aunque, Sieg avergonzada se veía muy linda, tanto que moriría por eso. Cuando nuestros ojos se encontraron, ella desvió la mirada.

¡Hasta esa actitud fría era linda!

Disfruté lentamente y por completo a Sieg que estaba mostrando unas reacciones imposibles de soportar.

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