3 minute read
Qué entendemos por enfoque generacional?
Diferencias entre sexo y género
Sexo
Advertisement
Biológico Innato No se puede cambiar de forma natural Cultural
Género
Aprendido socialmente Se puede cambiar
El enfoque de género enriquece el concepto de infancia, pues explicita El enfoque de género aboga por la necesidad de igualar las oportuniun cambio en las relaciones de gédades entre niñas y niños, derrumnero que produzca espacios para bando estereotipos y roles de géla expresión de las diferencias en nero que imposibilitan el desarrollo condiciones de igualdad. de prácticas ciudadanas igualitarias. No es solo la inclusión, sino la La incorporación del género en los transformación. derechos de la infancia implica el respeto a la diversidad, la no discriminación y la igualdad de oportunidades de todos los niños y las niñas y de todas las adolescentes mujeres y los adolescentes hombres. El ya mencionado principio de diversidad y no discriminación significa, desde el enfoque de género, el reconocimiento de la infancia como un grupo heterogéneo. Las realidades de los niños y niñas son diversas al compararse con aquellas de otros grupos sociales que sufren vulneraciones de derechos. Para que se aplique este enfoque, es necesario generar una dialéctica real, en donde cultura y naturaleza, público y privado, hombre y mujer, adulto y niño coexistan como polos diferentes pero no contrapuestos. Esto implica reconocer la pluralidad de los modos de vida, generando cambios en la estructura social, no para que los sujetos sean incluidos en una estructura prexistente, sino para que participen como iguales en un nuevo momento, en el que debemos admitir que no existe una sola manera de definir masculino ni lo femenino, sino que se trata de categorías construidas cultural y contextualmente.
¿Qué entendemos por enfoque generacional?
Este enfoque respalda el análisis de las relaciones intergeneracionales en contextos históricos, sociales, económicos, políticos y culturales determinados, tomando en cuenta los ciclos de vida, roles, acciones e imaginarios simbólicos que la persona establece con sus entornos, la sociedad y sus instituciones.
Este enfoque es potencialmente complementario con el enfoque de género, en la medida en que juntos pueden crear y mejorar las condiciones, siendo aplicables a:
a. El desarrollo humano sustentable b. La convivencia, la integración, la equidad, la reparación y la plena vigencia c. La aplicación y la exigibilidad de un enfoque de derechos integral y universal que respete y afirme las diversidades
El enfoque generacional considera todo el ciclo vital de una persona y permite comprender las formas en que los adultos se relacionan con las niñas, los niños y las y los adolescentes en función de sus posibilidades, expectativas, necesidades y prioridades. En ese sentido, las intervenciones institucionales deben ajustarse en todos sus alcances a la identidad generacional y sus características.
Recordemos una historia
En 1874, en Nueva York, la niña Mary Ellen fue gravemente maltratada por sus progenitores, pero las leyes no estaban preparadas para la defensa de la niña, por lo que la causa judicial debió manejarse bajo la ley de protección animal. Hoy, gracias a acuerdos internacionales, convenciones y declaraciones, esto ya se encuentra regulado. Te invitamos a conocer el caso completo de Mary Ellen:
https://www.cuartopoder.es/ideas/opinion/2014/12/14/el-caso-maryellen-y-la-defensa-de-los-animales/
Desde el punto de vista generacional, la niñez y adolescencia son el grupo poblacional que más recibe los efectos de las desigualdades estructurales. Por eso, es necesario destacar que estas inequidades se sostienen sobre estructuras androcéntricas y adultocéntricas, en donde la hegemonía del poder la ostentan, generalmente, los adultos masculinos, quedando las niñas, los niños y las y los adolescentes en una posición de subordinación por su edad.
Las relaciones intergeneracionales determinan (y son determinadas) por una condición de poder de la persona adulta sobre el niño o niña y eventualmente pueden transformase en relaciones de dominación. Esta verticalidad en la relación ha impuesto normas sociales que impiden a niñas, niños y adolescentes rebatir, cuestionar o defenderse de vulneraciones que los adultos cometen