A l v a r a d o — C a r t a g o — E l G u a r c o — J i m é n e z — L a U n i ó n — O r e a m u n o — P a r a í s o — Tu r r i a l b a Revista #11, Volumen 2 - Julio – Agosto, 2017
ISSN: 2215-4515
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:45 am. Alarma, desayuno y caminata, tres horas bajando, bus a Cartago y luego a San José. Asiste a clases y regresa por el mismo camino para encontrar la cena tibia sobre la mesa de la cocina. Todo el día alejado de los quehaceres familiares que por generaciones sostuvieron la finca productora de verduras. Ahora él pone su empeño y recursos en una profesión que lo mantendrá excluido para siempre de su tierra. Pensamos que cada uno es libre para decidir su modo de vida, sin atarse a tradiciones o necesidades temporales. Pero ¿de verdad somos libres de elegir o nuestras decisiones están condicionadas? ¿por qué lo está más allá de Ochomogo nos resulta tan atractivo y mejor? Todo cartaginés de cepa guarda en su corazón el orgullo de “ser de aquí” aunque en la práctica aspire a “tener lo de allá”. Dicen que después de 1910 algunos no quisieron regresar, y los valientes que se arremangaron y vinieron a reconstruir, guardaron un pizca de temor y desconfianza que sembraron en las mentes futuras como “allá es mejor”. Esta provincia con tradición y economía puesta en el agro, que sufre con la imagen del campesino desgastada por medios y humoristas que lo disfrazan de ignorante, tanto como por la educación centrada en el estilo urbano. Además es oprimido con políticas empeñadas en transformar la agri-cultura en agro-negocio. Así es difícil que los jóvenes aspiren a meter las manos en la tierra. Creemos tanto eso de “aquí no pasa nada” que dejamos sillas vacías en cada presentación de teatro, música, danza o lo que sea y somos capaces de viajar una hora para ver lo mismo “allá”. Premisas no conscientes, arraigadas y perpetuadas, arrastran más de cien mil personas cada día a buscar vida fuera de la provincia. Trabajadores, estudiantes y consumidores salen creyendo que “allá” es mejor. Pasan en buses más de 1000 horas de su vida al año (tiempo suficiente para dominar un idioma). No hay carreteras ni sistemas de transportes que soporte el aumento constante de esta cansada romería inversa de todos los días. Hay brotes de cambio que cultivar y afianzar: estudiantes en el INA de La Chinchilla buscan alternativas nuevas a producciones tradicionales, el CUC prepara técnicos a la altura de las exigencias, zonas francas que ofrecen empleos calificados, mercaditos novedosos donde se consigue de todo hecho aquí, asociaciones que organizan eventos culturales, inversiones privadas en medios y espacios de calidad. Solo falta un empujón de confianza, que miremos hacia adentro, buscando ideas generadoras y exigiendo las transformaciones que demanda un mundo más equilibrado, de pequeñas comunidades solidarias donde podamos desarrollar los talentos trabajando y conviviendo entre familiares, vecinos y conocidos.
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Puertas Abiertas
a la Cultura
La creación del Museo responde a la necesidad de la ciudad por conservar su patrimonio histórico, social y arquitectónico, así como el de aprender acerca de la historia, la cultura y la naturaleza de la provincia de Cartago El Museo Municipal de Cartago abrió sus puertas a la comunidad en la antigua Comandancia el 23 de abril del año 2010 El Museo Municipal de Cartago es un organismo sin fines de lucro cuya misión es brindar a la comunidad cartaginesa el acceso al conocimiento y recreación del patrimonio histórico cultural y natural de la provincia, a través del acopio, conservación, investigación y difusión del patrimonio tangible e intangible que constituye parte de la memoria historica de Costa Rica. Contamos con:
www.muni-carta.go.cr ENTRADA GRATUITA
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Contenido
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Portada: Romería Inversa: más de 100 mil personas a diario se van de Cartago. Dejan su talento fuera de la provincia que les añora y espera su regreso cada noche después de un cansado y tortuoso trayecto a casa.
Créditos
Revista Cartago Mío es una revista costarricense, de capital e ideales independientes, gestionada y administrada por Fractal21. Dirección editorial y administrativa: Dedé Coseani Dirección de Arte, y diseño editorial: Francisco Chavarría Equipo de columnistas: Fabricio Monge Rita Leiva Li Sáenz Alice Brenes Youset Vega Carlos Guvarsol Fotografías: Francisco Chavarría Impresión: MasterLitho,S.A. Aplicación para dispositivos móbiles: ISSUU
Dedé
Contacto: revistacartagomio@gmail.com Tels.: 506+ 2551-5596 8364-9530 8593-1163 Ventas - Raúl Morales:
Tel.: 506+8345-8243
Fabricio
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Carlos
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Primera iglesia de calicanto construida en el siglo XVII en UxarracĂ en honor a la Virgen del Rescate.
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Pasión
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os ingredientes forman, con el arte innato de quien ama la cocina, un rompecabezas gastronómico. Entre las piezas se cuelan el queso de cabra, crocantes de harina y flores comestibles de intenso color. Las manos de Julián obedecen al instinto de una vida, sazonado con formación profesional de siete años, para dar geometría y estética a una explosión de sabor que hace de un plato rectangular su escenario. “A mí me gusta darle altura”, piensa en voz alta el chef tejareño al acomodar los cilindros que formó a base de quinua. Pequeña es la creación gourmet, mas amplias dimensiones alcanza su conjugación de elementos. Como ellas, grande es la visión de este soñador, forjador de su destino, quien en junio de 2016 trajo a Cartago, orgulloso de su conquista y humilde de corazón, un título de relevancia global. Su emprendedurismo lo llevó solo, sin apoyo de un chef u hotel, por una ruta “difícil y dolorosa”, en la que muchos le “dieron la espalda”. Pero la Exphore Copa Culinaria Mundial Junior resonaba, en categoría individual, como portal al éxito. Su profesor de gastronomía, Gustavo Méndez Graciano, fue el impulso que colocó la competencia en sus oídos. La inventiva de Julián Sánchez Cordero y su salmón caramelizado darían la razón al ojo experto de su instructor.
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gourmet
RITA LEIVA.
Periodista y docente ritaleiva@gmail.com
Más de 30 ingredientes reunió aquella propuesta merecedora de la Medalla de Bronce Mundial, premio otorgado por el Foro Panamericano de Sociedades Gastronómicas Profesionales. Toda una historia de retos encierra el reconocimiento. Elevado fue el costo económico, significativo el desafío ante oponentes de alto nivel y complejo el proceso que colocó la presea en su cuello. Suma seriedad requirió el prepararse. “Yo parecía un arquitecto dibujando el plato. Agarraba una hojita y decía esto lo voy a hacer así, acá simetría en esto… Ahí es donde lográs la victoria, todo con su orden”. Una nutricionista estandarizaría su receta con sello profesional. “Es muy tedioso porque hay que sacar pesos, montar un menú y presentarlo como en un restaurante, ¡y hay que hacerlo realidad!”. Llega la competencia. “No se duerme, se sufre, no se come bien”, narra con adrenalina en la memoria. “El salmón fue porque ningún chef se animaba. Es muy difícil. Si no lo cocinás bien se despedaza. Todos lo cortan cuadrado. ¡Yo lo quise triangular!”.
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El fuego de su cocina es metáfora de la pasión que lo condujo a competir en la copa mundial celebrada en Costa Rica.
Exigentes estándares pedían perfección en el montaje, el sabor, la sanidad y la simetría. Sólo 90 minutos tendría el joven de 28 años, hora y media inolvidable de su vida, para montar cuatro platos principales. “Usé la técnica de confitado de remolacha con eneldo ¡y solo eso duraba media hora!”. Sus manos tiemblan (¡vívido aún lo recuerda!) cuando los jueces se acercan mientras cocina y diseña. Tic-tac, tic-tac. El tiempo no tiene piedad. ¡Los minutos atropellan! El corazón late, los poros se dilatan… los nervios invaden y la respiración aumenta. El cerebro piensa, la vista se enfoca y las manos… ¡son precisas aún cuando tiemblan! Olfato, mirada y gusto concuerdan. No habría medalla de oro en su categoría. Nadie logró obtenerla. Perseverancia y exquisitez hecha platillo: Julián complació, demandante, el paladar del jurado. Uno de los dos únicos vencedores… lágrimas ruedan.
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Andanza de 25 años
LI SÁENZ.
lisaenzu@gmail.com
Actualmente Andanza consta de una compañía de 14 bailarines, un equipo de producción, y una asistente. Los coreógrafos nacionales que montan con el grupo se llevan una gran impresión de los bailarines por su compromiso y disciplina.
l mirar a la pequeña de 4 años afuera del salón, entusiasmadísima repitiendo al ritmo del piano los movimientos de las otras chicas, el maestro ruso la invitó a pasar ofreciéndole el respaldo de una silla para sustituir la barra, pues ella era muy chiquita para alcanzarla. Así empezó a practicar las primeras posiciones de la hermosa disciplina artística del ballet. Lorenlaine Varela fue esa niñita, no pudo imaginar que en esa clase, nacería el gran proyecto de su vida: ser bailarina, maestra y gestora de una escuela, que perduraría en el tiempo, desde el año 1986 hasta hoy, en el centro de Cartago. –Chiquitilla seguí yendo a aquellas clases, después estuve en la academia de Paulina Peralta. Era lindísimo porque nos enseñaba bailes de muchas partes del mundo y hacíamos presentaciones. Se graduó en educación y luego hizo la
carrera de danza en la UNA. Desde 1981 es bailarina de la Compañía Nacional de Danza, y en pocos años será la primera pensionada de esa importante institución. En Cartago todo comenzó cuando la llamaron a trabajar en el gimnasio de la Escuela Jesús Jiménez. ¡Eran 60 chiquitos! les daba folclor y montaba coreografías con ellos. Al tiempo del Edificio Pirie, hoy Casa de la Ciudad, le propusieron dar ballet en su recinto. Un coordinador, una secretaria y Lorenlaine como maestra, era el personal de la nueva escuela. Se comenzó de cero, barriendo, corriendo muebles para las sesiones, primero con niñas de 3 a 6 años, que recibían expresión corporal. Luego con lecciones de pre-ballet y ballet por niveles. –Año con año llegaban más alumnas y después alumnos, ¡y no paran de llegar de todos los rincones de la provincia!, de Pacayas, Tierra Blanca, Churuca, Agua Caliente… El primer muchacho entró en el 2004
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y en el 2007 entraron 8 bailarines más. –¿Por qué tanto interés en el ballet? –¡Esta provincia es cuna de artistas!. Y a los papás siempre les gusta que sus hijas bailen ballet. Yo me propuse formar de manera profesional, con exigencia y disciplina, aunque no se dediquen a ello. Me gusta enseñarles de todo, que es un camerino, como se llama el compositor de la música que pongo, como comportarse en una función. Lorenlaine tuvo ideas de avanzada desde el inicio: no seguía algunas normas rígidas para hacer danza, como la de tener el cuerpo delgado. Se han matriculado gorditas, altas, sin ninguna formación previa. Eso era una verdadera transgresión. Pero ella quería ¡hacer accesible el gozo del movimiento! –He tenido alumnas secretarias, empleadas, muchachas de colegio, a ellas les daba danza moderna y luego ballet, eso facilita el aprendizaje. A menudo me critican por estas ideas.
Andanza
– La compañía Andanza nace con el primer grupo en 1992. Eran las chicas más grandes, yo les montaba piezas sencillas con música popular. Tuvo varias etapas, unas mejores que otras. Se hacía mucha extensión a comunidades de todo el país, íbamos a plazas, bailábamos en el concreto, andábamos de bus en bus con los vestuarios arrollados en los brazos. ¡Era todo un festín! Andanza es un proyecto artístico, que produce, invita a coreógrafos de otras escuelas a montar y que este año cumple ¡25 años! –¿Cómo se siente Lorenlaine con este logro? –Muy orgullosa de compartir mi experiencia. Tengo muchas ex alumnas bailarinas, con academias, otras que solo han disfrutado bailar ¡eso es una gran satisfacción! Sin embargo algo falta y es el lugar que se merece Andanzas en el ámbito cultural. Siendo un proyecto consolidado, ejemplo para grupos cartagineses, no se le ha dado espacio en eventos nacionales importantes, como en encuentros o festivales… queda un gran signo de pregunta. Con el deseo que los 25 años de Andanza sean reconocidos como se merece, nos unimos a la celebración. Felicitamos a todos los bailarines, a la Casa de la Ciudad y a esta maestra extraordinaria que, a través del arte de los cuerpos en movimiento, ha transmitido la pasión y gozo que sintió, en su primera clase de ballet tomada del respaldo de una silla, a los 4 años.
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Fotos por Carlos Guvarsol
Edmundo y el oficio de librero
Carlos Guvarsol
carlosguvarsol@gmail.com
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Librería La Hoja de Aire: 100 metros este y 25 metros sur del gimnasio del Colegio San Luis Gonzaga.
ras cerrar el cuaderno donde recién escribió el inicio de un poema, Edmundo reacomoda sus estantes, cambia la posición de algunos libros, ordena ese ejemplar que hace poco un cliente ojeó y que al final decidió no comprar. Parece ser un día de esos que no ocurrirá gran cosa. Por la mañana la señora que preguntó por algún libro de lectura obligatoria que quizá un hijo necesite para el colegio, el hombre que buscaba con urgencia un diccionario de inglés-español, los universitarios que escudriñaron en el estante de las novelas clásicas y algún oculto escritor que se fue feliz a casa con varios libritos de poesía bajo el brazo. Dispuesto a continuar el poema, vuelve al cuaderno, se sienta en su silla plástica que acomodó en ese espacio entre mostrador y oficina que se oculta entre paredes de libros viejos, hasta que se ve interrumpido por alguien que cruza la puerta, cargando en sus brazos una mediana caja de cartón.
Como quien olfatea una fortuna, Edmundo deja por un instante su cuaderno y va a inspeccionar esa caja que el visitante coloca con cuidado sobre el piso de madera. Le brillan los ojos, porque, dice él, es como abrir un cofre que no se sabe qué tesoros puede tener adentro. En otras ocasiones le ha tocado encontrarse un volumen intacto de la edición sudamericana de Cien Años de Soledad o alguna edición antigua de Hojas de Hierba. Esos de inmediato se los guarda para él, dice que como librero hay que moverse en el límite de lo que se puede vender y de lo que será para su colección. Este es el oficio que decidió emprender de un tiempo acá, ser librero, tener su propia librería de viejo (o de libros usados), ese espacio que siempre anduvo rondado en su cabeza y que se prometió volverlo realidad. Mientras bucea entre la caja de los libros recién llegados recuerda que, para él, las librerías de viejo fueron esa especie de bar en el que siempre recaló, ese lugar al que se ha de regresar. La suya inició con 300 libros de su biblioteca personal y otros 700 que
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logró recolectar entre amigos y allegados, decisión que tomó luego de verse reflejado en un hombre viejo que vendía libros en una feria del agricultor. La Hoja de Aire (nombre de la librería, en honor a su amigo y mentor Joaquín Gutiérrez) es toda una aventura, quien ingresa a este lugar de inmediato siente la necesidad de volver. Ya no es solo el antojo personal de un poeta, con el tiempo ha pasado a ser un espacio de tertulia y de encuentro. Culminado el negocio con el hombre de la caja, ambos se estrechan la mano y se dan por satisfechos. El visitante se marcha con algunos billetes y Edmundo se toma un tiempo para inspeccionar las nuevas adquisiciones. Unos irán al estante de los libros privilegiados. Luego vuelve a su cuaderno y continúa a ese otro oficio que es la poesía. Parecía ser un día de esos que no ocurriría gran cosa, pero al final de la tarde, a punto de marcharse para su casa, Edmundo abre el cuaderno. Labor cumplida. Se ilumina. Lee.
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lexible, un hilo conductor se extiende, fluye ¡y avanza! Resistente, su existencia sabe de tres siglos e, invisible, trasciende. Pasa por un ejército, las calles de Cartago y el rock and roll. Sus fibras, ondas sonoras, enlazan épocas, personajes, acontecer. Construye historia y se transmuta. Sus extremos se hacen pentagrama y sostienen notas, que graves y agudas escapan, de mano de los intérpretes, para cargar de significado el espacio. Percusión y viento la componen, Banda de Conciertos de Cartago lleva por nombre. Veintiún años de independencia habían vivido quienes, en la Vieja Metrópoli de 1843, le escucharon nacer: Banda Militar de Cartago. Marzo fue su primer testigo, audiencia de un ritmo que, como banda formal regalaban, acompañados solo de clarín y clarinete, los tambores. Bélico fue su origen en aquella Costa Rica que, escasos 13 años después, pelearía una guerra. Entretenimiento a tropas y servicio al protocolo, corcheas y negras suenan. Pero los civiles ¡también cuentan! Celosos reclaman melodías en recreos y retretas. A 57 años de sonoro trayecto por los 1800s, daría la institución su salto al siglo vigésimo. La nueva centuria traería terremoto, revolución y ceniza, urbanidad y progreso. Sigue el quehacer, cambia Cartago y, a lo largo de los hechos, resuena la banda ¡por otros cien años! Ese viaje metafórico, recorrer centenario, le cambiaría de traje. Adiós dirá la milicia, ¡abolición del ejército! Abre camino el calendario y 1971 da a luz a un Ministerio. Cultura y juventud son su centro, nuevo abrigo estrena la Banda de Conciertos. Yuxtaposición de talentos… directores, músicos, compositores, engalanan oídos, sociedad y sentimiento. Mariano Herrera Solís hereda Serenata en 1935, Daube Barquero Sánchez toma la batuta en 1954 y, en 1968, Rafael Navarro Martínez, ejecuta su trompeta.
Aunque la música en vivo es su alma, su visión contempla continuar con las grabaciones, registro valioso para la posteridad.
El listado es extenso, como lo es la historia que permea la banda. Una ojiva del 48 atravesó, de La Tosca, sus partituras, que hoy entrelazan compases con el recuerdo de una balacera; mientras que, en blanco y negro, una foto trae a vida un desfile que, por el parque de Cartago, ofrecieran los músicos de 1975. Como en ese caminar acústico, entre percusiones y soplos, transcurren segundos y horas. El fin de los 90, conduce, certero, hacia el umbral de otro milenio. Un tercer siglo asoma sus días por el cartaginés do re mi de la Banda de Conciertos. Y, con él, la experiencia de Ricardo Vargas González, director, gesticula ingenio. Marimba, saxofón, eufonio y triángulo emiten, en complicidad con demás instrumentos, contagioso vibrar que, del movimiento sinfónico de ayer, de Mozart y Haydn, difieren. Balance con la modernidad: ¡Con permiso!, dicen la salsa y el mambo; el reggae hace eco. La música clásica, amable y colaboradora, el paso cede. No se va. Innegable, su riqueza es
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perenne, mas, contemporáneos, se cuelan atrevidos los estilos, en un proyecto artístico que, propone, evoluciona y crece. ¡Aplausos, danzar y silbidos, eufóricos lo agradecen! Una hora de música semanal, 62 programas al año. Repertorios disímiles, semana a semana, tras cuatro mañanas de ensayo, emergen. Incipientes propuestas abren el martes y cierran, fuertes, el viernes. El sol de domingo saluda y, a las 11:00 les recibe, circular escenario, el Anfiteatro de Cartago. Treintaiún artistas ejecutores, sendos atriles. Cuatro son los percusionistas que, al fondo se desplazan: izquierda, derecha, rápido, con múltiples instrumentos dan abasto. Cuatro asimismo cuentan las mujeres, que al frente, hacen cantar a flauta traversa, oboe y clarinete. El concierto va a iniciar. Profesionales, especializados, los músicos esperan. La energía grupal que solo ellos comprenden, mística les hace coincidir, comunicarse sin hablar. ¡Silencio! Ojos sobre la particella. Su vista periférica, al director les muestra. Guía la batuta, e intensa, ¡la música vuela!
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RITA LEIVA.
Periodista y docente ritaleiva@gmail.com
Como la magia de películas y fábulas, personajes y desafíos de video juegos encuentran, entre sonidos y claves musicales, un espacio en Cartago, con la Banda de Conciertos.
Narraciones son las melodías, que permutan, en las butacas, curiosidad y expectativa por una lectura rítmica, personal… ¡Aunque el lenguaje es universal! A veces habla del cine, de King Kong, Superman y Gladiador. En un aclamado viaje de ciencia ficción, se impulsa y cruza el espacio, para presenciar, imaginaria, La Guerra de las Galaxias. Otro momento, ideal será para trazar gestos de recuerdo, son melancólico. Trae al auditorio, culpable saxofón, con su típico andar, a la Pantera Rosa. Y, acompañados de dinosaurios, Vilma y Pedro, Betty y Pablo… ¡Yabadabadu!… Los Picapiedra, rústicos, afloran. El auditorio, entre risas y picardía, asiente cuando escucha y reconoce. Proyectos musicales, cinematográfico y caricaturesco, la Banda de Conciertos de Cartago con ellos innova y, con inherente iniciativa llega, múltiples veces, de primero. Colaborativo es su modelo, participativa creación. Reúne ideas, atiende opiniones. Se concretan todas, con voz propia, en un novedoso guión.
Particellas antiguas atrapan los ojos ante el manuscrito de Ramón Rojas Rivero, ¡puño y pluma de 1889!
El podio también se comparte. En él se posa, sub-directora, María del Pilar Redondo Vega, quien abriera para su género, 29 años atrás, el camino de la banda, a lo profundo, a su interior. Conocedora y segura, ante rockeros adultos o niños de preescolar, ¡distintos retos!, dirige a sus compañeros. Apertura que beneficia, convergencia de expertos, tempo y acento también marcan, en complejas partituras, los directores ajenos que, invitados por la banda de Cartago, como Rafael Antonio Rodríguez, hacen concierto. Y con cada profesional y meditado experimento, el resonar de tuba y xilófono, campanitas y corno francés, conjugados con el resto de los instrumentales miembros, proyecta su alcance, placentera efervescencia, que no entiende de fronteras. República Dominicana, Argentina, y Estados Unidos, ¡de Cartago aprenden! Un simposio sin precedentes, con la aventurera banda cartaginesa por sede, reunió del Programa de Bandas del Ministerio de Cultura y Juventud, a sus directores.
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Viktor Quesada Brenes es sinónimo de la Banda de Conciertos de Cartago. Esencial su trabajo, por 49 años pasó de trompetista a biblotecólogo. Ordena partituras, asiste, y ¡vive! su energética armonía.
Juntos, moldearon saber, bajo la guía de los doctores Thomas Verrier y Chirstopher Hughes, quienes desde sus universidades, en Tennessee y Nueva York, coincidieron con su homólogo cartaginés, Ricardo Vargas, para instruir, los tres, y compartir conocimiento. Pero no sólo de anfitriona, cumple papel la brumosa banda. Toma además alas y con su reconocida oferta explora, por terrenos nacionales y por la lejana y argentina ciudad de Córdoba. Panamá, en el 2007, le abrió sus puertas, y los planes y proyectos de viaje, en la agenda futura se anotan. Perfil mutado, metas claras, optimista horizonte. Susurra Cartago, sobre una banda militar costarricense, la más antigua historia. Y así, pionera desde su génesis, a 172 años de su despertar, con ánimo vanguardista por nutriente, la Banda de Conciertos de Cartago marca, aún, la ruta.
Los orígenes de las artes plásticas
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n el número anterior trajimos a la memoria los artistas cartagineses que sembraron las raíces del arte plástico del país, ahora continuamos este andar retrospectivo recordando el hacer y la influencia de estas destacadas personalidades. FABRICIO MONGE.
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Artista Visual. Gestor Cultural engacam@yahoo.es
Hernán Hidalgo Hidalgo ( 1930 -1998)
Escultor de Dulce Nombre de Cartago, fue uno de los últimos representantes de los imagineros clásicos, hacedores de Santos para las Iglesias, semillero de la escultura costarricense. Desde muy joven mostró una habilidad natural para desarrollar figuras. Esta habilidad lo llevó a ser discípulo del reconocido imaginero tico Manuel Zúñiga. Allí en el taller del maestro Zúñiga, don Hernán empezó a elaborar sus primeras imágenes religiosas. Más adelante, ingresó a la Universidad de Costa Rica, donde se graduó en Artes Plásticas. Fundó en Dulce Nombre el ‘Taller de Escultura Hernán Hidalgo’, empresa familiar dedicada a la restauración y elaboración de imágenes religiosas. El taller continúa en manos de su familia. En homenaje a su legado el Colegio Universitario de Cartago estableció la Muestra Internacional de Arte Libre Hernán Hidalgo H.
Juan Ramón Bonilla (1882- 1944)
Es el primer gran representante histórico de la escultura en el país y el principal vocero de la escultura académica en Costa Rica. Como estudiante del Colegio San Luis Gonzaga recibió la influencia del cura y pintor colombiano Santiago Páramo. Fue becado para estudiar en Europa con el fin de convertirse en marmolero, es decir, escultor de imágenes para las tumbas de los cementerios. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Carrara y el Instituto de Bellas Artes de Roma. Fue el primer escultor costarricense en exponer en Europa, donde obtuvo buena crítica, le otorgan diversos premios y medallas. Con la obra “El caminante”, le fue concedida una medalla de oro por parte del rey Víctor Manuel II.
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Ya en Costa Rica, donó al estado la escultura Los héroes de la miseria, que aún permanece en el vestíbulo del Teatro Nacional. Sin embargo se vio confrontado con el pintor español, Tomás Povedano, director de Escuela Nacional de Bellas Artes, que lanzó criticas contra el valor estético de la obra y cuestionó su pericia en la escultura. Juan Ramón es nombrado como maestro de dibujo en una escuela primaria. En adelante y hasta su muerte, alterna su trabajo como escultor con lecciones de dibujo y artes manuales. Con Juan Ramón Bonilla aparecen nuevos criterios estéticos para la apreciación de la escultura. Dos obras suyas, los bustos de los insignes benefactores cartagineses el padre Peralta y de el Dr. Max Peralta, engalanan el vestíbulo de la municipalidad de Cartago.
en Cartago
(parte2)
Marco Aurelio Aguilar Mata (1913-2000)
En el campo del arte fue un autodidacta hábil, constante y profundamente estudioso de la herencia y el patrimonio pictórico de Cartago. Docente en varios colegios de la región, fue corresponsal de algunos diarios y se le recuerda su incursión en Radio Rumbo. Este pintor y dibujante fue promotor y mentor de varias generaciones de artistas plásticos cartagineses de la segunda mitad del siglo XX. Como profesor de arte en el Colegio de San Luis Gonzaga y en la Escuela Juan Ramón Bonilla, impulsó a los jóvenes de aquella época, entre ellos Fernando Carballo, Luis Fernando Quirós y Adrian Gómez. Por eso es considerado maestro de maestros. La Municipalidad de Cartago reconoció su aporte a la cultura instaurando el Premio Marco Aurelio Aguilar y el CUC dio su nombre a la sala de exposiciones. Gran cantidad de sus obras, especialmente pinturas al óleo, se encuentran en colecciones privadas y en instituciones.
Aún hay grandes nombres y huellas profundas que revisar y estudiar para valorar la historia del arte plástico en Cartago.
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Bienestar Estarbien
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a Economía Social Solidaria toma fuerza ante la necesidad global de establecer un intercambio de bienes y servicios de forma sensible, inclusivo, respetuoso y sostenible, capaz de favorecer un desarrollo local ajustado a las necesidades del contexto. Este modo de vida integra procesos y actitudes que habían sido excluidos de la cadena productiva tradicional, basada en un modelo económico extractivo, interesado en generar riqueza para unos cuantos, con costos humanos y ambientales importantes. El modelo económico extractivo nos heredó importantes secuelas ambientales y costos en la salud humana que son palpables y crecen cada día más. La práctica de la Economía Social Solidaria y la Agroecología genera cadenas de
REBECA LAZO
Asociada Fundadora Cartago Orgánico
intercambio basadas en valores, donde las personas y grupos participantes actúan generosamente con el principio de fomentar mayores estados de bienestar reflejados en la calidad de vida de la población y sus entornos. El Mercadito Azul se inspira en este modelo de intercambio que fomenta el balance en los ecosistemas y ofrece productos saludables con un altísimo valor en su cadena productiva basada
Relojería y Joyería
Valerín Álvaro Valerín Vega
Venta y reparación de Relojes y Joyas Confección de todo en Oro y Plata
2591-9800
Centro Comercial, El Dorado local #9-1, Cartago, CR.
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en una economía familiar y local cuya producción de alimentos se da en armonía con la naturaleza, libres de agroquímicos, rescatando practicas ancestrales e implementando conocimientos innovadores. Cada participante en el Mercadito Azul gana nuevas experiencias, aprendizajes y un ingreso económico justo, en un proceso donde es copartícipe en la construcción de un nuevo mercado con rostro humano. PHOTO By FaBiAN
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Banderillas?
l noroeste de la ciudad de Cartago una enorme masa de sedimentos, rocas y materia vegetal se mueve a la velocidad de un metro por mes hacia el cauce del río Reventado. Es uno de los deslizamientos más activos de Latinoamérica con un volumen de 63 millones de metros cúbicos. Por estas características se lo considera una amenaza natural. ¿Impresionante?
El río Reventado bordea la parte norte y oeste de la ciudad de Cartago, atravesando o pasando cerca de poblados como: Ochomogo, Taras y La Lima (cantón de Cartago) y Tejar (El Guarco). Ante un posible desastre, es canal natural para el transporte de esa ¨gran masa¨ aguas abajo, lo que podría ocasionar avalanchas y flujos de lodo. La población afectada sería numerosa. Bien dicen los abuelos ¨refrescar la memoria es bueno¨: el desastre ocurrido en 1963 fue por una avalancha de gran magnitud que se desplazó aguas abajo por el cauce del Reventado, trayendo consigo una gran cantidad de muerte y destrucción, marcando al territorio cartaginés y al país por completo.
Conviviendo con la amenaza
Desde la década de los setentas opera en el sitio una empresa privada que aprovecha el material en balance con la adecuada gestión del riesgo. Año con año, esta empresa extrae, procesa y comercializa gran parte de los materiales del deslizamiento Banderillas. La empresa conoce las condiciones que se presentan en la zona y la enorme responsabilidad que le genera el permiso para extraer material en un sitio altamente vulnerable. En Quebrador Ochomogo saben que una inadecuada manipulación del ¨cuerpo¨ podría provocar un desastre. Por eso se dedican al estudio y conocimiento del sitio: tienen detalles de las características geológicas del área, así determinan el tipo de material, las fallas existentes, conocen la velocidad del movimiento, la dirección, el volumen de la “gran masa” y otros aspectos claves para el manejo del deslizamiento. En caso de no existir una extracción de material, gran parte del deslizamiento ya hubiera llegado hasta el cauce del rio Reventado. El material acumulado en el cauce tendría serias consecuencias
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Foto Red GERDAR
¿Conoce usted el deslizamiento
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pendiente abajo para los habitantes, la infraestructura y los cuerpos de atención de emergencias. Las secuelas se extenderían mucho más allá de la zonas de influencia del río. Este trabajo conjunto de la empresa privada y las instituciones del estado, muestran como es posible realizar una actividad económica rentable y a la vez beneficiosa para el ambiente. Comprobando cómo varios sectores se pueden beneficiar si se actúa en forma responsable y adecuada, estableciendo los mecanismos de control y garantizando la permanencia de la actividad mitigadora, de ese modo, los que vivimos en la zona de influencia del deslizamiento, seguiríamos seguros. Ustedes, nosotros, el adulto mayor, el niño, la mujer embarazada, todos, somos responsables de promover una adecuada gestión del riesgo, estar informados, conocer el territorio, mantenernos atentos y vigilantes.
SONIA SERRANO
Geóloga - Red GERDAR sserranofedemucartago@gmail.com
Próxima edición A partir del 8 de septiembre 2017 nos podrá recibir en su casa por correo o encontrarnos en los siguientes puntos.
Dra. María José Morales
PUNTOS DE DISTRIBUCIÓN Alvarado • Restaurante La Posada de La Luna: Cervantes • Restaurante Bocadito del Cielo: 3km. NE del Centro de Cervantes • Municipalidad – Pacayas Cartago • Joyería y Relojería Valerín – CC El Dorado • Clínica Goretti 50m O de la entrada N. del Estadio Cartago • Museo Municipal de Cartago – 200 N. de las Ruinas • Municipalidad de Cartago • Oliver Boutique – Metrocentro • Distribuidora Freddy Masís CC El Dorado • La Casa de la Biblia CC El Dorado • Colegio Universitario de Cartago CUC • Biblioteca Pública San Nicolás: • Abastecedor y Panadería MC, 250m Oeste de la Delegación de la Fuerza Pública • Taller Hermanos Gutierrez: Taras, diagonal a la delegación de Tránsito • Pet Shop Guau Guau, Taras CC Paseo del Sol Tierra Blanca: • Tiendita de Regalos La Casona
Medicina Paliativa y Cáncer • Visita domiciliar especializada • Dolor crónico • Cáncer
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Dra. María José Morales. Medicina Paliativa y Cáncer
El Guarco • Municipalidad de El Guarco • Amubis Asociación: Costado Sur de la plaza de deportes San Isidro, El Guarco Jiménez • Municipalidad – Juan Viñas • Súper La Canasta – Juan Viñas La Unión • Cafetería Arte y Naturaleza Li: CC Plaza Estación, 2° Piso Diag. a M x M. - Tres Ríos • Taller del Artista: 350m Este, Saint Gregory - calle vieja - Tres Ríos. • Pepermint: Centro Comercial Vía San Juan 200m E. Wallmart - calle vieja - Tres Ríos. • Solerti Panadería Artesanal: Centro Comercial Tres Ríos. • Municipalidad de La Unión – Tres Ríos Oreamuno • Farmacia y Consultorio Espíritu Santo: 150m N del EBAIS de Cot • Biblioteca Púbica de Cot Paraíso • Palacio Municipal • Biblioteca Pública de Paraíso • Jardín Botánico Lankester Orosi: • Museo de la Iglesia Colonial de Orosi • Hotel Río Perlas Turrialba • Maskoticas – Boutique Canina, Veterinaria y Farmacia Turrialba: Diagonal al Mega Super • Veterinaria Diprovet - Santa Cruz • Aromas D’ Café Cafetería Gourmet: Calle Puntarenas, costado S. Balneario Las Américas
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LA IMPORTANCIA DE LA INDUSTRIA DEL
Publi Reportaje
ha demostrado su inocuidad tanto para la salud, como para el medio ambiente. Ésta moderna industria ha demostrado su compromiso con los temas ambientales, an antiguo y habitual que pasa implementando procesos e invirtiendo en casi inadvertido, aunque forma tecnología que la hace cada día más amigable parte de la vida cotidiana. con la naturaleza. En Vicesa esta práctica es tan Perfectos envases de vidrio clara como el vidrio, ejemplo de ellos es que: pasan por nuestras manos provenientes de • Se utilizan hornos de última tecnología que materiales tan nobles y naturales como arena, optimizan la combustión y disminuyen las feldespato, dolomita y cal. emisiones. Confiamos en frascos y botellas de vidrio • Existe un incremento constante de la cantidad para guardar alimentos o medicinas; la experiencia de siglos nos enseñó de vidrio de reciclaje en la fórmula lo que reduce el consumo de que permanecen inalterables, se puede lavar y reutilizar todas las veces combustible para su fundición. que lo necesite a nivel doméstico y el comercio puede usar un envase • Posee el más moderno equipo de control de emisiones para industria de retornable hasta cuarenta veces ¿conoce algún otro empaque con estas vidrio en Latinoamérica. características? • Cumple con normativas europeas que sobrepasan las exigencias locales. La nobleza del vidrio es innegable, total e infinitamente reciclable, el envase de vidrio siempre será otro envase. La ecocultura de un país se “Esto nos ha valido el reconocimiento de autoridades municiaples, de conoce por la fórmula usada en la fabricación de vidrio: en Europa el 90% salud, ambiente, y sobre todo de la población local, que encuentra en es material recuperado, en Costa Rica 50%, Estados Unidos 30% y África VICAL una empresa con un firme compromiso con la población y el medio 1%. “Más se reutiliza menos se extrae de la naturaleza”, apunta con cierto ambiente” dijo Ordóñez. orgullo Don Eduardo Ordoñez, vocero de Grupo Vical, subrayando que “El consumidor tienen el poder en sus manos. Al final es su decisión la que paso a paso centroamérica se esfuerza por alcanzar el estándar europeo modela la oferta de productos. porque “tenemos la capacidad de hacerlo”. Elegir vidrio, elegir retornable, es darle un respiro al planeta” agregó. En estos 7.000 años como compañero de viaje de la humanidad, el vidrio
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REDACCIÓN revistacartagomio@gmail.com El parque central de Paraíso refleja el espíritu de superación
onocer la historia de un pueblo con voz propia es el privilegio que se nos permite gracias al trabajo profundo y concienzudo del Centro Cultural Paraiseño, la coordinación de Silvia Qurós y el apoyo de la UCR. En el 2008 entrevistaron a diecinueve antecesores paraiseños, nacidos entre 1915 y 1930,
registrando fielmente sus testimonios en el libro “Paraíso, los abuelos y las abuelas cuentan su historia...” publicado en 2010. Aquí reseñamos algunas memorias de Don Claudio Orozco Granados (1924-2013) sobre la fundación de ”El Paraíso”: “la gente de Ujarrás se trasladó por la explotación del café, no por enfermedades o algo así. Los
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hombres adinerados de Cartago vieron que el valle tenía buena tierra para la producción del café. Venían a Paraíso llorando, los sacaron del valle a la fuerza y no venían cantando de alegría como muchos cuentan” En 1832 el Decreto Ejecutivo L ordena el traslado de la población de Ujarrás a un
nuevo asentamiento cinco kilómetros al noroeste, llamando a este nuevo poblado El Paraíso, argumentando que la población de Ujarrás estaba siendo afectada por una serie de enfermedades. “Vamos a hablar de lo que conozco y he oído de muchos ancianos que ya descansan en paz, dice Don Claudio, cuando Ujarrás se trasladó a estas tierras, la pobreza era tal vez de un ochenta por ciento. Las personas adineradas fueron reubicadas donde hoy es Arrabará, cerca de Cervantes, eran tierras del gobierno y se las regalaron. Los peones iban desde Paraíso, hacían el día de jornal y volvían con su carga de leña, con unos palos para ir levantando sus ranchos, en esta tierra estéril. Aquí por gracia de Dios, la alegría era oír un pajarillo cantar, abundaba la hormiga zompopa, había muchos perros lobos, este era un llano, que no era un paraíso, era un llano, el hombre y la mujer que llegaron aquí, vinieron a trabajar juntos, tan valiente era el hombre como la mujer. Las muchachas solteras eran tan peones como cualquier hombre, enyugaban su yunta de bueyes, araban, surcaban, sembraban y aporreaban frijol, entregaban el grano ya listo para que vinieran los comerciantes de San José y Heredia a comprarlos”. El historiador Manuel Benavides plantea que la propuesta de reubicar Ujarrás en Los Riachuelos, fue un engaño. Era un lugar de tierra arcillosa, infértil, sin mayores riquezas que una serie de colinas y riachuelos que dificultaron enormemente a los ujarraceños su asentamiento. Explica don Claudio que “ ...se le prohibió a la gente de estos llanos ir a trabajar a Ujarrás porque como usted sabe a nuestros antepasados les hicieron creer que Ujarrás era un valle de muerte, donde había tifoidea, paludismo, lepra, ... había que salir huyendo de ahí. No fue que se vinieron, sino que los sacaron. ¿Por qué?, la industria del café ya comenzaba a desarrollarse,
entonces como el pueblo se resistió, lo sacaron por la ley de la fuerza.
Si llega a poner el oído en las paredes de las ruinas, usted puede oír la gritería, los susurros y el canto de un pueblo de campesinos, de guerreros, de capitanes, de gobernadores, de indios, de un pueblo que soñaba con ser algo y a la fuerza los trajeron a estas tierras. Los de Paraíso, se iban como jornaleros a Pedregal, al Yas... ese hombre bajaba por el Picacho, la Mica, la Pelona, el Calvario, cuestas ingratas por dónde caminaban desde las tres de la mañana. A las seis tenía que estar en el corte, no para ir a jugar sino a sembrar caña o café, a picar leña, aporrear, a toda esas luchas. Pero, esa industria no era de Paraíso, era de gente adinerada de Cartago, de San José, de Alajuela. Así vivió el campesino de Paraíso cerca de 150 años, bajando y subiendo, bajando y subiendo...”. Después del traslado, indica M. Benavides, a tan solo tres meses de decretado, las autoridades gubernamentales declaran nulos los derechos comunales de los ujarraceños sobre aquellas exquisitas tierras iniciando el proceso de compra y venta, de dueños de la tierra pasan ahora a jornaleros en las tierras de otros. Relata don Claudio que aquellos paraiseños desarraigados, “...iban por comida a Ujarrás, el sábado el dueño de los cafetales, de la agricultura, del trapiche; destazaba un novillo, tantos peones, tantos molones de carne, un racimo de plátano, medio ayote, tantos chayotes, tiquizque, eso es tuyo, ahí hay un caballillo, llevátelo, quedate con él, me lo traés el sábado; y otros además de traer aquella carne al hombro, traían una carga de leña, porque aquí en Paraíso no había leña. Con unos bananos, con unos plátanos, así subsistió Paraíso”.
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La investigación de M. Benavides dice que la vida de la Villa del Paraíso quedó paralizada por bastante tiempo después del traslado. Poco a poco camina Paraíso, y en 1841 el terremoto de San Antolín arremete con lo ganado, obligando de nuevo a las tareas de reconstrucción. Según don Claudio, “la gente de Paraíso manejaba los frijoles y el tabaco, hacían puros y cigarros. Por dicha de Dios llega el ferrocarril, y el paraiseño que no era nada lento, se metió en la parranda del ferrocarril y así el que tenía bueyes, traía carretadas de piedra para la línea a dos pesos, el picapedrero, cobra lo suyo… y vinieron los italianos, les gustó el clima, el empuje de la gente, el hambre de aprender. De aquí salieron albañiles, carpinteros, mecánicos. Las mujeres comenzaron a bordar, a tejer a dos agujas, a manejar la harina y hacer tallarines. Paraíso fue como una flor cuando abre sus pétalos. A las muchachas de Paraíso comenzaron a gustarles los machos que venían, los europeos se casaron con las de acá; y las machas que venían se casaban con los de acá y se fue haciendo esta mezcla. Esos hombres enseñaron a nuestros hombres a no depender de la agricultura. Les enseñaron a ser picapedreros, en cualquier casilla se encontraba un viejillo sentado, con una piedra y un cincel haciendo las bases, porque las casas hay que sentarlas en bases, así no se pudren. Otros ya se ensuciaban con aceite las manos, ya comenzaron a manejar los rieles, a manejar aquellas máquinas que venían, a clavar aquellos clavos enormes. Ahí comenzó la industria de Paraíso. Las mujeres hacían panes y los iban a vender los días de pago, vendían sus bizcochos en los trenes. No faltaba un paraiseño que iba metido en una máquina, trabajando, manejando ruedas y cosas...” Y el progreso esquivo, que costó tanto arrancar, ya no se detiene.
–Ella me iba guiando hasta llegar a su sabor, y de verdad viera, lo que me enseñó mamá ¡me queda igualito!. Mis hermanas dicen que yo heredé su mano para cocinar. Quiero llevar algo especial y muy tico a un café con amigos. Recordé a doña Samadi que prepara recetas tradicionales por encargo. Marqué su número. Con voz amistosa y a fuego lento, me fue llevando por suculentos recuerdos, aromáticos ingredientes y humeantes ollas imaginarias, que me hacían la boca agua. –Aprendí a cocinar a los siete años, mamá tenía un molino, yo era la encargada de la comida mientras ella molía maíz. Ella aprendió viendo a las cocineras de las casas donde trabajaba limpiando. Ponía mucha atención y por eso aprendió tan bien, así me enseñó. –Entre tantas cosas ricas, imagino que usted hace tamalito asado– pregunté con antojada esperanza. –¡Ah claro yo lo hago! también al estilo de mamá, con su lechita agria, natilla, coco, ¡ese sí es un tamal de verdad, nada comercial!
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Doña Samadi hace picadillos, tamales, arroces y más delicias: –El otro día hice un picadillo de arracache para un novenario, le puse chicasquil como las abuelas, a la gente le encantó. ¡Es que cualquier comida debe llevar amor! Me contó cómo sancochar las papas para que el picadillo quede más rico y de los sabrosos tamales de mostaza con papa y pipián (con maní, una pizquita de achiote y aceite de oliva) que aprendió a hacer con Tía Florita. Doña Samadi, mantiene vivo el gusto por nuestros sabores tradicionales con su pasión y cariño. Mañana la conoceré en persona, recogeré el tamalito asado con el sabor de su mamá, que compartiré con mis amigos. Y a usted ¿le gustaría una probadita? LI SÁENZ.
lisaenzu@gmail.com
El Secreto
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Soledad
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res la materia de que están hechas las paredes de mi casa, Te escurres e inundas las habitaciones de pálidos matices No hay nada que hacer es inevitable. La comida, el mañana igual a tantos otros. Ahora solo soy yo flotando sin rumbo entre los recuerdos casi idos y la presunta necesidad de sentir…
Rogelio Francisco Coto Alfaro Poeta y escritor cartaginés. Su poesía trata de encontrar la sorpresa en el mundo y de comunicar sentimientos y realidades. Jorge Debravo, Isaac Felipe Azofeifa son los poetas nacionales que ha leído y admira. Miembro de la Sociedad de Poetas Cartagineses
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Si...
oy de lo que nunca se habla. Vivo en el recuerdo de alguien emergiendo entre los minutos de la eternidad. Se me filtra en las venas el tema de amor de Blade Runner y me diluyo penando un sax alto a las tres de la mañana de una madrugada cualquiera. Quisiera no sentir los infartos del mundo, ni los cuchillos afilados en los cuerpos vivir-morir como una luciérnaga, luz tenue que solo se percibe en el infinito.
l Universo se me entró en el alma, ríos eternos fluyeron buscando mi vena profunda, el ser se hizo en todas las cosas, así de sencillo me morí hoy, mañana, ayer y resucité siempre. Esa es la verdad de todo…
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Cartago
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un paraíso para el ciclismo
YOUSET VEGA
yousetdvdv@gmail.com
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o es casualidad que en el territorio cartaginés se desarrollen muchos de los mejores ciclistas a nivel nacional, pero ¿cuál es el secreto de este terruño que llamamos Cartago? Un conjunto de factores geográficos crean un ambiente diverso para desarrollar todas las áreas y destrezas.
Planos
La Altura
Cartago es la provincia con la mayor altura media del país, no solo eso sino también el único sitio en el país, junto al cantón de Dota donde comparte límite, que es factible rodar sobre los 2500 metros de altura, donde el oxígeno disminuye a nivel que a muchos puede causarles el famoso mal de altura. La altitud es una gran fortaleza a la hora de enfrentarse con otras poblaciones, no hay que ir tan lejos, el altiplano cartaginés se sume a una altura promedio de 1400 msnm con lugares cercanos para ascender a más de 2000 como Llano Grande, Tierra Blanca, Pacayas y sus alturas, montañas de Tobosi o la Interamericana Sur.
Relieve irregular
Si lo que nos interesa son esos zig zags, podemos optar por cualquiera de los tantos paisajes quebrados que dan acumulados tan elevados como subir el volcán Irazú o más, si bien la región circundante al valle de El Guarco es muy quebrada, también podemos elegir El Infiernillo (Juan Viñas), Ruta del Duán, realizar circuitos en la mediación de Cervantes y Turrialba (San Juan, Colorado) o bien el distrito de Tobosi y Corralillo, son excelentes por sus muchas colinas.
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Si alguien afirma que en Cartago no hay buenos planos es bueno aclarar el error, los valles cartagineses pese a estar rodeados de cañones y gargantas poseen los sectores más planos del valle Central, estos corresponden a Coris, Turrialba, Ujarrás y Orosi o bien la Vuelta al Lago de Cachí.
Acceso a entornos naturales
¡Qué más que estar rodeados de dos cordilleras, dos volcanes activos y números parques y reservas! Si lo que se quiere es barro, naturaleza, sentir el sol, calor, lluvia, neblina y un intenso frío podemos hacerlo en un único pero cansado circuito. Somos afortunados de poseer este valle rodeado de sorpresas y mucha historia, solo falta salir a pedalear.
Acercate a nuestros puntos de distribución en toda la provincia y obtené tu propia revista para coleccionarla. (Lista en la página 18)
Paraíso: #27: Desarrollo Humano #53: Esperanza de Vida #35: Conocimiento #23: Bienestar Material
Índices nacionales en relación a 81 Cantones
Fuente: Atlas de Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica 2016. - Universidad de Costa Rica http://desarrollohumano.or.cr/mapa-cantonal/index.php/ranking-idh#ranking-por-ibm
Coleccionable
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