16 Cartago Mío

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A l v a r a d o — C a r t a g o — E l G u a r c o — J i m é n e z — L a U n i ó n — O r e a m u n o — P a r a í s o — Tu r r i a l b a Revista #16, Volumen 3 - Mayo – Junio, 2018

ISSN: 2215-4515


Mรกs contenido

videos, fotos, referencias y documentos

Tu provincia va siempre con vos

Simple y genial


C

ontradiciendo el postulado aristotélico “el hombre es un ser social”, Thomas Hobbes en 1651, categórico y pesimista, afirma que el humano es un ser aislado por naturaleza, egoísta y antisocial; con un perpetuo e incansable deseo de poder que cesa sólo con la muerte. Siendo capaz, por temor a una guerra de todos contra todos, de pactar con el otro una convivencia en sociedad, con leyes que limiten y ordenen su rapacidad.

Noticias certifican que trabajamos por un ficticio progreso en contra de la vida; asistimos y participamos tal vez sin saberlo, de injusticias, mentiras, manipulaciones, patrañas y ocultamientos vergonzosos; permanecemos desorientados ante versiones opuestas del mismo asunto... Entonces sentimos el impulso de darle la razón al Sr. Hobbes. Ya enfrentados al profundo “sí mismo”, poco importan las discusiones filosóficas sobre la naturaleza humana, lo que vale es en qué sistema de creencias nos movemos. Por demasiado tiempo creímos que la agresividad y la competencia haría que los “más aptos” ocupen altos espacios de poder para guiar con magnanimidad a los menos favorecidos, incluyendo en esa idea el subtexto de “si no logras ser el mejor y estar arriba, por encima de otros, es por tu propia incapacidad y pereza”, sin considerar las condiciones adversas o de privilegios que rodean las circunstancias de cada persona.

Ahora sabemos que la competencia y el deseo de ganar hacen que se recurra a métodos deshonestos, provocando un ciclo en el que se paga rencor con rencor, perpetuando modelos de abuso y dolor. Sin embargo, los que practicamos esta especie de “optimismo realista”, entendemos que si la humanidad aún existe es porque, en lo oculto y silencioso, está el gran trabajo de los cultivadores de virtudes que sostienen acciones dignificadoras mediante la cooperación altruista, donde la asociatividad va más allá de la conveniencia. Se trata de pasar de la vida egoísta, precaria e incompleta, a la vida fraternal, algo más segura y algo más dichosa. Se trata, de unir idealmente por el espíritu lo que está realmente separado por el cuerpo... La vida de las abejas Maurice Maeterlinck. (1901) La motivación cooperativa es poner todas las capacidades individuales para producir, con el trabajo mancomunado, un impacto positivo en la sociedad y donde la única posibilidad de crecimiento está en la mutualidad, la confianza y la reciprocidad.

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Contenido

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Portada: La natural mutualidad de las abejas, trabajan coordinadas para su subsistencia de su comunidad y a la vez, sin proponérselo producen miel, cera, propóleo y enseñanza para todos.

Créditos

Revista Cartago Mío es una revista costarricense, de capital e ideas independientes, gestionada y administrada por Fractal21. Dirección editorial y administrativa: Dirección de Arte, y diseño editorial: Equipo de columnistas: Fotografías: Impresión: Aplicación para dispositivos móbiles:

Dedé Coseani Francisco Chavarría Rita Leiva Alice Brenes Youset Vega Carlos Guvarsol Francisco Chavarría Jiménez & Tanzi

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Contacto: revistacartagomio@gmail.com Tels.: 2551-5596 8364-9530 8593-1163 Gestor de Patrocinios Raúl Morales Tel.:

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www.cartagomio.com


Despertando en la campiña de Turrialba los parajes nos sorprenden. Fotografía de Franco Chavarría Cruz.

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Próxima edición

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A partir del 8 de junio 2018 nos podrá recibir en su casa por correo o encontrarnos en los siguientes puntos.

PUNTOS DE DISTRIBUCIÓN Alvarado • Restaurante La Posada de La Luna: Cervantes • Restaurante Bocadito del Cielo: 3km. NE del Centro de Cervantes • Municipalidad – Pacayas

del poeta ausente

Cartago • Joyería y Relojería Valerín – CC El Dorado • Clínica Goretti 50m O de la entrada N. del Estadio Cartago • Museo Municipal de Cartago – 200 N. de las Ruinas • Municipalidad de Cartago • Oliver Boutique – Metrocentro • Distribuidora Freddy Masís CC El Dorado • La Casa de la Biblia CC El Dorado • Colegio Universitario de Cartago CUC • Biblioteca Pública San Nicolás: • Abastecedor y Panadería MC, 250m Oeste de la Delegación de la Fuerza Pública • Taller Hermanos Gutierrez: Taras, diagonal a la delegación de Tránsito • Pet Shop Guau Guau, Taras CC Paseo del Sol Tierra Blanca: • Tiendita de Regalos La Casona

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El Guarco • Municipalidad de El Guarco • Amubis Asociación: Costado Sur de la plaza de deportes San Isidro, El Guarco Jiménez • Municipalidad – Juan Viñas • Súper La Canasta – Juan Viñas La Unión • Cafetería Arte y Naturaleza Li: CC Plaza Estación, 2° Piso Diag. a M x M. - Tres Ríos • Taller del Artista: 350m Este, Saint Gregory - calle vieja - Tres Ríos. • Pepermint: Centro Comercial Vía San Juan 200m E. Wallmart - calle vieja - Tres Ríos. • Solerti Panadería Artesanal: Centro Comercial Tres Ríos. • Municipalidad de La Unión – Tres Ríos Oreamuno • Farmacia y Consultorio Espíritu Santo: 150m N del EBAIS de Cot • Biblioteca Púbica de Cot Paraíso • Palacio Municipal • Biblioteca Pública de Paraíso • Jardín Botánico Lankester Orosi: • Museo de la Iglesia Colonial de Orosi • Hotel Río Perlas

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Turrialba • Maskoticas – Boutique Canina, Veterinaria y Farmacia Turrialba: Diagonal al Mega Super • Veterinaria Diprovet - Santa Cruz • Aromas D’ Café Cafetería Gourmet: Plaza Rojitas, frente a la Mucap, segundo piso.


Alude el nombre del proyecto a lo vivido… lo que absorbemos, y a la hydra, ser microscópico que se rejuvenece y tiene vida extensísima.

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L

as cuerdas vibran, embriagantes ondas sonoras, al unísono con la percusión, en pluralidad de ritmos y tempos, con energía de aborigen, árbol y mujer. El Neón, hecho melodía, transporta al escucha a lo alto, donde puede ver, de lejos, el brillo de la ciudad, para dejarle caer luego, abrupto, al ensordecedor ruido urbano de vehículos y luces. Sulayöm, en amable contraparte, traslada la mente en un liviano viaje a la verde y frondosa Talamanca. Allí le muestra el poder de una montaña, centro ceremonial, sagrado. El ánimo y el imaginario de la audiencia viajarán por distintos planos y momentos, acordes con el individual entender, rehén de los cantos del charango y el golpe del violín. Hydra Cognitiva es sueño materializado en verdad: en tonadas electroacústicas, estudios, micrófonos y giras. Compone, según su sentir y pensamiento, Mario Portuguez Castro. La música surge espontánea, sin tropiezo ni titubeo, de sus dedos, guitarra e ingenio, en una, otra, y otra noche que se convierten en madrugada y armonía. Innata pasión rítmica se subyuga al deseo de imprimir audible huella… una que sobreviva allá, mucho más allá, de la física existencia de quien crea. Su compleja colección podría engañar al oyente, al aparentar ejecutores varios, pero Portuguez interpreta, acompañado solo de su sentimiento, bajo, cajón y demás resonantes sistemas. Autodidacta búsqueda de lo que pueden dar los instrumentos, origen es de 15 álbumes y 250 piezas, experiencia ideada desde fecha distante, que eligió brotar en 2016.

RITA LEIVA.

Periodista y docente ritaleiva@gmail.com

En un complaciente rincón de Tres Ríos, estudio propio, nace el conjunto de obras que Hydra Cognitiva ofrece al mundo entero.

Patrones hiperrealistas del ser ególatra Vol. 1 fue el disco primigenio, despedida de una etapa musical anterior. Dos años han transcurrido, trazando cambios, crecimiento y eufónicas pistas. En medio de ellas, Silencio abre el 2017, el segundo logro discográfico de este emprendimiento, pero el primero en captar, sin batería ni distorsiones, la esencia misma de Hydra Cognitiva. Con identidad propia, intrínsecamente regenerativa, emanan posteriores títulos. Ie’, Biotexturas, Kapá y Automatism enriquecen la secuencia de sus propuestas. Sincrónicos con voz y palabra de Víctor Mora, los tonos de Aliendígenas traen, a multiplicidad de oídos, mensajes de semillas, casas cónicas y cosmovisión ancestral. Las culturas prehispánicas y sus sorprendentes alcances cruzan las paredes del tiempo por medio de antipoesía y eco de guitarra; son ellas influencia que al compositor intriga.

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Orgánico… orientado hacia la naturaleza, describe así el músico su proyecto, que comprime el trabajo artístico en la agenda y, acelerado, produce abundante e inspirador sonido. Hydra Cognitiva consciente es de la filosófica hiperrealidad, en una crítica a la actitud banal y consumista de quienes se ven absortos en un Mundo Ordinario que les manipula. Nuestro humano transitar no está exento de consecuencias. De esa sencilla y a la vez profunda postura se nutre este exitoso experimento, que apenas despega. Cinco nuevos discos se aproximan, paralelos al arte gráfico que el talento y pulso de Portuguez tatuarán en sus compactos. Con ellos seguirá el artista externalizando emoción, conceptos y símbolos… con innovaciones que, espontáneas surgirán, y que hoy, para él mismo son misterio.


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Han llegado cabécares desde Limón y Ujarrás a compartir con pobladores de Paso Marcos. Les preocupa que algunos, los más jóvenes, ya no hablan la lengua cabécar y muchas de las tradiciones, que alguna vez oyeron de sus abuelos, ya no las practican. “A los jóvenes les dicen que sin un título no valen nada y por eso abandonan la zona, se dedican solo al español y abandonan nuestra lengua y cultura”, lamenta Abraham, quien desde hace cuatro años labora para el Ministerio de Educación

Carlos Guvarsol

carlosguvarsol@gmail.com

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n gato se estira perezoso en la baranda del corredor de una casa de madera. Por la ventana abierta dos niñas curiosas se asoman de vez en cuando. No es un día como todos, hay caras desconocidas en la comunidad, y el salón, cubierto de palmas, se hace diminuto ante la llegada de los visitantes. El pueblo de Paso Marcos se viste de una lenta niebla y cada cierto tiempo cae una llovizna que baña los verdes árboles de la montaña. “La Madre Tierra siente

que hay personas que no son de acá y por eso se manifiesta con un cambio de clima rotundo, llueve y deja de llover, es una unión y en cada unión hay lágrimas, tres distintos pueblos cabécares se reúnen en un mismo lugar y la Madre Tierra está feliz”, no duda en decir Abraham Herrera, artesano, educador y uno de los líderes en el Encuentro Cabécar, una actividad realizada a inicios de marzo en ese poblado indígena que pertenece al distrito de Chirripó de Turrialba.

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como profesor de Cultura y Lengua Cabécar y lucha por el rescate de tradiciones, creencias y cultura del poblado indígena al que pertenece. El Encuentro Cabécar es parte de ese esfuerzo. En tres días de reunión se habla de diferentes temas de su cultura y se recalca la importancia de conservarla y no perder la identidad, muchas veces amenazada por intromisiones de ciertos sectores, como el religioso. “La religión ha venido a interponer diferentes normas, introducen actividades que ellos realizan, achacan que las que nosotros hacemos son incorrectas”, dijo Abraham. Simiriñak, como se denomina a Paso Marcos en lengua Cabécar, es una pequeña comunidad en la montaña, a unas dos horas del centro de Turrialba. Entre el verdor natural y los caminos empedrados viven unas 300 personas, en su mayoría


Fotografías de Carlos Guvarsol

dedicadas a la agricultura. Esta comunidad forma parte del territorio indígena Chirripó, que en total se compone por unos 10 mil habitantes, según cuenta Abraham, quien es vecino de un poblado más lejano llamado Alto Pacuare. En el pueblo muchos viajan a caballo, otros caminan extensos recorridos de un sitio a otro entre la montaña. Callados, respetuosos de la naturaleza, de inquisitiva mirada y veloces de mente a la hora de responder. Así son los cabécares.

En la escuela de Paso Marcos, alojamiento provisional para los visitantes, han preparado una comida tradicional a base de cerdo, arroz y algunos tubérculos. Cada quien lleva su guacal o recipiente y se sienta a la mesa o en los pasillos del centro educativo. El rescate gastronómico también fue parte de los temas que se hablaron en esta actividad. “Muy importante este tipo de encuentros, es muy valioso lo que comentan los mayores, lo que ellos mencionan es un aprendizaje para nosotros poder darle un ejemplo a nuestros niños de la importancia de que tengamos nuestra cultura propia”, recalcó Misael Jiménez, quien vive en Paso Marcos y labora como profesor desde hace 18 años. Al frente de la escuela, los niños y jóvenes, en botas o descalzos, se aglomeran para iniciar la mejenga vespertina, en un sector de la plaza. Del otro lado, un caballo

recorta el pasto y un pequeño cerdo de patas embarrialadas cruza presuroso haciendo revolotear a unas gallinas. Al tercer día, la Madre Tierra nos despide con un sol que ha secado por completo el camino. Alguien grita: ¡Mépa! que es adiós

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en cabécar. Atrás va quedando el Pacuare, como serpiente cristalina que avanza en medio de la arboleda, en ese mundo que los cabécares protegen y donde luchan cada día, aunque para el resto del país parezca una simple montaña abandonada.


Foto Prensa / RECOPE

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ALICE BRENES MAYKALL.

Experta en gestión de Riesgos virilla@racsa.co.cr

P

oco se habla de desastres originados en la producción, almacenamiento, transporte, comercialización y manejo de sustancias peligrosas y tecnologías afines. Además del impacto económico, los accidentes químico-tecnológicos dejan significativas huellas en el ambiente y en la salud, humana y animal, expuestas al evento dañino. El desastre sucede cuando el sistema productivo, de servicios públicos, privados o doméstico se ve excedido en la capacidad de respuesta dada la magnitud y complejidad del evento. La emergencia tecnológica se refiere a un accidente que se maneja y controla de forma autónoma con los recursos propios. Según el tipo de evento, sus efectos se manifiestan en el largo plazo. En algunas ocasiones, la víctima se vuelve una alta fuente de contaminación para el personal de respuesta, en otras se amerita una intervención altamente especializada por los niveles de contaminación a las que ha sido sometido el medio y sus ocupantes.

En esta provincia, se registran varios accidentes químico-tecnológicos. Algunos de los documentados por la CNE y la prensa escrita, son: • 1994: intoxicación de 30 niños en una escuela por exposición a un plaguicida (Cartago). • 2002: Más de 1.200 personas con problemas respiratorios producto del escape de gas cloro en una fábrica de productos de limpieza (La Unión) • 2002: Alrededor de 59 personas evacuadas por fuga de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de camión cisterna cuando estaba por iniciarse trasvase a una fábrica de helados (Cartago). • 2011: Un hombre muere luego que estalla un cilindro de gas (GLP) en la soda donde se encontraba (Paraíso). • 2015: derrame de 270 kilos de mezcla química compuesta por ácido nítrico y ácido fosfórico (El Guarco) • 2017: Recope contaminó con residuos de hidrocarburos el cauce del río Arriaz (Ochomogo)

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Donde más se presenta este tipo de incidentes es en complejos industriales, centros educativos que enseñan oficios y profesiones que usan sustancias peligrosas y depósitos donde se almacenan estos productos. Igualmente, en los hogares y pequeños negocios (sodas) donde el mal uso de tanques Gas Licuado de Petróleo (GLP) ocasionan todos los años explosiones desencadenando incendios estructurales. En 2013, expertos en la materia, concluían que un 88 % de las industrias en Cartago se encuentran sobre aguas subterráneas. El río Chiquito y Taras están bajo amenaza de verse afectados en caso de un desastre. La prevención de los accidentes químicotecnológicos es un tema del cual debe ocuparse el ordenamiento y planificación territorial para que aquellas actividades relacionadas con su producción, manejo y transporte se localicen en zonas conformes a los riesgos asociados a estas actividades y cuenten con planes de emergencia. Las residencias o centros educativos no deberían compartir vecindad con gasolineras, expendios de gas, bodegas de químicos o manejo de pólvora (por más legal que sea); pero es muy posible que esto igual suceda. Es importante que los vecinos organizados y concientes estén atentos a: • participar en la definición o actualización del plan regulador y proponer que se zonifiquen áreas especiales para la actividad industrial; • verificar que tales establecimientos estén a derecho con sus permisos; • conocer sus planes de emergencia y brigadas en funcionamiento, no solo en papel; • analizar si incluyen la protección a los residentes de la zona de impacto en un posible accidente. Estar siempre atentos a las amenazas para exigir la prevención adecuada.


Consultorio

Dra. Ethel Carranza

Diabetes La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía que proviene de los alimentos. La insulina, hormona que produce el páncreas, hace que la glucosa ingrese a las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo produce poco o nada de insulina, o no la usa adecuadamente, por lo que la glucosa se queda en la sangre, causando diabetes. Si usted es diabético, debe acudir al médico cada 3 meses, ya que esta enfermedad puede causar daños en ojos, riñones, nervios, corazón y vasos sanguíneos, generando problemas circulatorios, que afectan principalmente los pies y piel, pudiendo desarrollar úlceras y si no se atienden a tiempo se puede llegar a la amputación del miembro, por lo que es muy importante revisar y cuidar sus pies todos los días. En caso de notar un inicio de úlcera, debe consultar de inmediato. En la Clínica Señora de los Ángeles, contamos con un equipo especializado en el manejo de úlceras crónicas, desde su diagnóstico, hasta su tratamiento. La consulta de valoración inicial es gratuita, puede llamarnos al 2552-5252. Clínica Señora de los Ángeles.

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E

l término de semana trae consigo caluroso amanecer de sábado. Su sol y temperatura oportunidad ofrecen para desplegar, una vez más, toldos, tarimas, mostradores y movimiento en una feria sobre piso de tierra y cortísimo zacate, a lo largo de un caminito que guía el paso de los visitantes. En la esquina de ese pequeño trillo con forma de escuadra, una lona verde toma prestado el color de la naturaleza para dar sombra a un vendedor, sus clientes y la exquisita exhibición de productos varios, sanos y nutritivos que la tierra parió a kilómetros de distancia. Se acercan las miradas y encuentran una mixtura de tonos naturales que tientan el paladar. Pepinos de intenso verdor, roja sandía de jugosa consistencia, y amarillo brillante de maíz acompañan al naranja de las zanahorias y el morado de la remolacha. Las texturas dispares de las legumbres, la piña y su dura cáscara, las hojas de lechuga, y la epidermis delicada de los tomates enriquecen la canasta de uno y otro comprador con vitaminas, carotenos, calcio, hierro y demás integrantes de una dieta balanceada.

Llegan a la mesa los alimentos orgánicos tras un corto transitar desde el Mercadito Azul, en El Molino de Cartago, pero detrás suyo hay extenso camino, eras, poda, controladores biológicos y jornadas largas de vocación y labranza que difieren de aquellas en una finca convencional. Detrás suyo hay conciencia de ambiente, futuro y bienestar físico. Espinaca, puerro, romero y perejil crecen del seno terrestre, nutriéndose de su humus y de los abonos orgánicos que un par de manos le cedan, sin intervención artificial de sustancias tóxicas que queman y destruyen. Tarea ardua es garantizar, ante confianza y satisfacción de los consumidores, la ausencia certificada de fungicidas, fertilizantes, nematicidas y demás agroquímicos que facilitan la labor agrícola pero a costo de dañar corteza, agua subterránea, flora y fauna. 7.500 metros cuadrados de fertilidad son producto del concienzudo trabajo de más de 15 años en la finca La Pavilla. Resultado son del saber y convencimiento de que las prácticas ancestrales de cultura agrícola pueden, aún hoy, proveernos salud y gastronómico placer.

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Década y media de buen trato, compostaje y protección del suelo se traducen en un listado de productos que compiten, sin intimidarse, con su contraparte, pues mito es que los vegetales orgánicos son pequeños y verdad reconocida constituye la ventaja de su sabor y pureza natural. Dos trozos de territorio en Cipreses de Oreamuno dan sostén a esta empresa familiar. Extraño al glifosato, el aclonifén, el bromoxinil y demás compuestos sintéticos, este útero terrestre responde al cuido de Alicia Granados Poveda y sus hijos, Mauricio, Verónica y Jonathan Castro Granados. Su tesoro productivo es acogedor, fresco, lleno del canto de las aves. Accesible por una calle sin aslfato, de idílica ruralidad, muestra por doquier hojas de tonalidad distinta que señalan la presencia de herbáceas, arbustos, árboles y flores, respiradero que no inhala ni expele polución. Junto a los responsables de este paraíso agroforestal, cuatro colaboradores cosechan ajos, ayote, brócoli y decenas de hortalizas más, inspirados por la visión de Álvaro Rodrigo Castro Gómez, quien vislumbró esta realidad y dio impulso a la apertura de la


Más detalles, documentos y fuentes escaneando el “QR”

RITA LEIVA.

Periodista y docente ritaleiva@gmail.com

Izquierda – Abandonan su lecho las cosechas para viajar a ferias agrícolas en Pavas y Coronado y a entregas domiciliarias en algunos vecindarios cartagineses.

Asociación de Productores Orgánicos de la Zona Norte de Cartago. APROZONOC son sus siglas y 1997 su año de nacimiento. Su objetivo es conservacionista y humano, de apoyo, acompañamiento y estudio. Desde entonces trabajó Don Álvaro, con inquebrantable convicción, al lado de su familia, a la cual heredó deferencia por el subsuelo, el alimento y la salud propia y ajena. Muchos iniciaron con él la ruta hacia métodos de producción sanos pero, rendidos, la abandonaron; no obstante, él no retrocedería en esa senda sostenible, aunque probara ser larga y absorbiera paciencia. No es sencilla de atravesar; tiene cuestas, obstáculos y tramos oscuros y escabrosos. Pero la dificultad se convierte en el esfuerzo y la perseverancia de quien cree. Un suelo dañado por químicos rapaces se confiesa incapaz de rendir en igualad de condiciones que el sustrato natural de miles de años que es virgen ante herbi, insecti y otros tantos cidas del abanico agroquímico. Recuperar el suelo es meta fundamental. La preparación de los abonos amigables con el ecosistema requiere ciencia, tiempo microorganismos de montaña, química y mediciones. Con calendario en mano,

Centro – La riqueza alimenticia que sale cada viernes de La Pavilla se suma a frutas y verduras orgánicas de otras fincas y regiones para suplir la fiel demanda en un marco solidario de comercio justo.

técnica, herramientas e insumos aliados como la melaza y la semolina, La Pavilla vela por la calidad de sus suelos. Los delicados sembradíos exigen también protección del arrogante viento, de los insectos, ácaros y hongos que los atacan y hacen enfermar, y de la cristalina lluvia que a veces sobra en el concierto de un aguacero y a veces no se escucha ni se ve. Espantapájaros, microtúneles, trampas para insectos, y desyerbe son amigos fieles de los productores orgánicos. En el vientre de esa tierra, protegida con respeto, bocashi y biofermentos líquidos y sólidos, revienta la semilla y las plantas de almácigo dan fruto en medio de un cercado hecho con Poró y Saúco, escudo celoso que defiende la propiedad de los químicos circundantes que buscan colarse sin invitación pero que chocan contra implacables maderos y follaje. Cuanto más se tupa esa cerca, mayor resguardo recibirán los sistemas internos, factor que no escapa del ojo de la agencia certificadora que, estricta y metódica, hará ingreso imparcial a la unidad productiva para chequear, con lupa y detalle, el cumplimiento de las normas. Cada año

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Derecha – Los precios de cada producto se fijan semestrestralmente en un rango amable con los bolsillos. Don Álvaro Castro profesaba el derecho de todos de acceder a comida sana.

renovará, ante evaluación positiva, el cartoncito que da fe de la cualidad orgánica de los productos. Pala, garabato, azada y tractor manual ejercen labor insustituible para palpar esa meta. Conocen el cuerpo del suelo en La Pavilla, sus lombrices, nutrimentos y acidez. Remueven, con la contundencia del metal, las partículas orgánicas e inorgánicas que lo componen, y permiten acomodar los nuevos siembros, luego de una cosecha, en huecos, hileras y camas. Rotan los agricultores las familias vegetales a depositar en la tierra, procedimiento esencial de quienes cargan la bandera del uso sustentable del recurso que el planeta nos presta. Intercala los productos quien siembra; la fila de un cultivo colinda con uno distinto: evitan, juntos, la perpetuación de las plagas. Combinados en una científica convergencia que no amenaza, contamina ni hiere, todos estos procesos que ensucian manos, pantalón y botas, que doblan espaldas y queman rostros, y que rocían vida con más vida, se esconden, silenciosos y humildes, detrás de un sabroso y seguro bocado de alimento orgánico.


Bienestar Estarbien

E

l corre-corre del trajín diario nos hace salir más temprano para evitar la presa, madrugar aunque haya trasnochado. Podemos cambiar la alimentación y no sucumbir a la tentación de comer algo que nos aleje del objetivo. Personas de avanzada edad deciden aumentar su conocimiento y atestados volviendo a estudiar o lo hacen por primera vez. Otros que nunca hicieron deporte y en cuestión de meses de entrenamiento corren una Maratón. Para algunos estas acciones son normales mientras que para otros son una locura o un imposible y admiran lo que aquellos hacen. ¿Qué es eso que nos mueve? ¿Qué hace que nos levantemos todos los

ALEJANDO CONEJO Colaborador

días sin importar el poco descanso? ¿Qué nos mantiene firmes en el objetivo de alcanzan metas que parecen imposibles? Esa fuerza se llama voluntad, una energía que mueve al mundo, que es inversamente proporcional a las limitaciones de cada quien: a menores facultades, mayor es la voluntad empleada para alcanzar el objetivo. Voluntad que se alimenta de las pasiones, valores y determinaciones de cada quien, voluntad que mueve voluntariosos voluntarios a entregar todo su ser a una causa que al parecer no les ofrece ninguna recompensa. ¿Entonces por qué unos si y otros no? La respuesta está en la motivación:

qué se quiere alcanzar, a dónde se quiere llegar, para qué o para quién. Nadie carece de voluntad todos vamos en busca de la satisfacción, son las pasiones y valores los que determinan el logro del objetivo. No hay tarea pequeña, ni esfuerzo en vano cada quien su meta. ¡Piensa! ¿que te mueve? ¿Donde están tus sueños ? no es falta de voluntad es falta de sueños, de anhelos por alcanzar. De la idea nace el deseo y del deseo la acción, ahí está toda la fuerza de voluntad a tu disposición.

PHOTO By FaBiAN

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A I

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ASOCIACIÓN IBEROAMERICANA DE CENTROS DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN VIAL

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El petroglifo en cuestión, removido de la calzada,para evitar su deterioro. 2004

“Mapa Estelar” re-dibujado de O´Reilly1979

En el año 2002 entrevisté a Michael O’Reilly F. en relación a su artículo “Un muy probable mapa estelar” publicado 23 años antes en un periódico de circulación nacional. Este es un extracto de aquella conversación que forma parte del capítulo XXI de mi libro “Esferas de piedra en Costa Rica-Un ancestral legado Amerindio”.

A

llá por 1970 el joven fotógrafo norteamericano y aficionado a la astronomía, Michael O’Reilly F. se instala en un apartamento de dos plantas en Moravia, esa ubicación le permite observar, con ayuda de un telescopio, los cielos meridionales. Dicha contemplación apasiona sus noches, pues el muchacho proviene de latitudes septentrionales y aquello es para él, “cielos nuevos”. Cinco años más tarde, visita el Monumento Nacional de Guayabo. En este místico lugar envuelto por un paradisíaco bosque pluvial premontano se encuentran vestigios de una arcaica ciudad atribuida a los aborígenes Huetares. Calzadas; puentes; tumbas; grandes basamentos de piedra de hasta 4,5m de altura y 30m de diámetro;

tanques de captación y acueductos; esculturas impresionantes y petroglifos misteriosos, demuestran el excelso desarrollo de aquella civilización olvidada, poseedora de una ingeniería civil, una arquitectura y un desarrollo urbanístico que se extiende por más de una veintena de hectáreas, aunque solo una pequeña parte ha sido excavada. Caminaba Michael muy de mañana por el adoquinado que bordea un amplio montículo, basamento donde se erigiera una descomunal edificación de madera y palma, cuando sus desarregladas tenis tropezaron con una laja del empedrado camino, aprovecha el momento para amarrar los cordones y observa que la piedra de su tropiezo está ligeramente inclinada y posee un singular petroglifo

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que le evocó la representación primitiva de una araña. Apuntó su lente fotográfico a la piedra, pero como su objetivo era documentar la estructura de un antiguo acueducto, que milagrosamente aun funciona, decidió economizar el cuadro y continuó su caminata por los senderos de Guayabo. Sin embargo la imagen primitiva de aquel gravado le venía insistente a la memoria. Empezaba a caer la tarde, cuando una traviesa analogía irrumpió en su pensamiento, “ese petroglifo parece una carta estelar”. Entonces corrió hacia el lugar de su hallazgo, con la intención de ganarle a la caída al sol y salvar la indispensable luz para sus disparos fotográficos. Sudoroso y sin aliento, logro capturar la imagen de la piedra utilizando los últimos cuadros del rollo. Invadido por la ansiedad, se encerró en su cuarto oscuro y procedió sin dilación a revelar las imágenes. De inmediato advierte que el petroglifo esta dividido en 24 sectores, misma técnica usada en las actuales cartas siderales.


ALBERTO SIBAJA Escritor

La madrugada lo sorprendió hurgando entre su amplia colección de mapas estelares. Pero ninguno concordaba con los primitivos trazos en la piedra. El aire estaba impregnado ya con aroma a café recién chorreado, Michael, en su desvelo, estaba a punto de desechar su descontextualizada idea, pero su testarudez le obligó a desplegar un plano más. Este mostraba los cuerpos celestes ubicados bajo el cielo meridional. El mapa contenía los puntos astrales, visibles desde un rango de latitud sur de -90 ° y los -60°. Michael quedó perplejo al corroborar como el moderno mapa estelar encajaba a la perfección con el petroglifo de Guayabo. La hipótesis de Michael, nace en principio de la incomprensible sincronicidad de que es capaz nuestro pensamiento analógico. Luego completa su idea, con argumentos lógicos y racionales, entregándonos un análisis metódico, serio y por demás intrigante. O’Reilly concluye su trabajo diciéndonos: 1. El petroglifo en la piedra de Guayabo representa un primitivo mapa del cielo meridional, ubicado

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exactamente entre los -90° y -60° grados de latitud sur. 2. Quienes concibieron el mapa, comprendían el movimiento de la esfera celeste a tal nivel que colocaron el punto del observador en la precisa latitud de +10° norte. 3. Pese a que el petroglifo representa un calendario astronómico, no se enfoca a los movimientos lunares ni en la ubicación de estrellas, señala en cambio objetos no estelares como puntos de interés. Esos hitos les permitieron calcular el día más largo del año, las épocas de precipitación pluvial etc. Michael O’Reilly F. reconoce no ser científico, pero tiene la esperanza que arqueólogos y astrónomos profesionales, tomen en cuenta sus observaciones y se considere o descarte su hipótesis. La Arqueoastronomía, ciencia que estudia la visión que poseyeron los pueblos antiguos de los cielos diurnos y nocturnos, no ha tenido desarrollo en Costa Rica. Nuestros antropólogos no consideran descabellada la idea de un complejo conocimiento astronómico por parte de aborígenes costarricenses. Sin embargo no tenemos estudios en esta dirección.

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onito día de sol, los habitantes del Valle del Guarco miran al Sur una gran muralla azul que pareciera impenetrable. No es raro que durante varias centurias los cartagineses, acostumbrados a la cotidiana vida tranquila, evitaran enfrentar la cruda realidad de atravesar esta impresionante frontera. A mediados del siglo XIX surgieron los primeros interesados, así familias enteras abrieron paso entre las mesetas para acercase al desconocido Sur, que ni en mapas de Costa Rica aparecía, solo corrían rumores sobre la tierra de Térrabas y Borucas. Todo ciclista sabe que el Cerro de la Muerte es un trofeo bien merecido y su exigencia se debe, no solo al grado de pendiente, como algunos volcanes, sino a lo extenso del ascenso que debilita casi a cualquiera. Uno de los privilegios que nos da esta tierra es rodar viendo ambos océanos, volcanes activos y otras imponentes montañas como El Dragón, a lo lejos. Son tan solo 15 kms y se observan las eólicas, sector que forma un nudo de montañas con las que vienen de la fila Bustamante y

los Montes de Escazú, allí muchos ciclistas nos encontramos, como lo hicieron antaño los viajeros de Desamparados con los cartagineses que venían del Norte, es un Empalme, no hay casualidad en el nombre del poblado que a partir de la cuesta llamada Vara del Roble hace encontrar al Valle de los Santos con los pobladores mencionados. Ahora la ruta comienza a verse cada vez más arbolada ¡y como no! si estamos en la reserva Río Macho, tan virgen e importante que da vida a cientos de miles en el Valle Central con sus cristalinas aguas. Estamos cerca del km 60 y nos topamos pequeños pueblos fríos entre grandes robledales, hablamos de El Cañón de El Guarco y Trinidad de Dota que nos avisan que estamos a mitad de la ruta al trofeo. Si Madre Selva no nos da una legítima idea de por qué se llama así, entonces miren las turberas de la Chonta y la espesa vegetación que nos dice, bienvenidos al Parque Nacional Tapantí, uno de los más imponentes y extensos del territorio Nacional. Llegamos al km 78 y escondido entre cañuela y robles tenemos a nuestro lado

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YOUSET VEGA

el Cerro Vueltas. Si bien todo ciclista que recorre el Macizo se conoce cada bajada entre el asfixiante ascenso, pues Ojo de Agua el último pueblo nos da a entender que estamos entre un collado del Cerro Vueltas y el Buena Vista (cumbre). Aquí, la parte en que el frío nos obliga a tomar medidas, a 3000 metros la altitud nos atrapan los cambios bruscos de clima. Un refugio abandonado recuerda a los viajeros que se protegían del frío intenso y congelante, algunos perecieron en días de arduo camino por la selva al Valle del General. Entramos a la Muerte, nombre con que exploradores y caminantes llamaron al punto más difícil y frío, hacían referencia a los cerros Sákira, Sábila, Asunción y Zacatales, el páramo toma su lugar y debemos rendir nuestra energía para lo más difícil, alcanzar el Buena Vista a 3490 msnm. No es solo una cumbre, sino un sitio que recuerda la grandeza de la Tierra, tenemos la fortuna de contar con uno de los mas bellos caminos del planeta y es el punto más alto de nuestras carreteras nacionales.


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Jiménez: #65: Desarrollo Humano #62: Esperanza de Vida #60: Conocimiento #63: Bienestar Material Índices nacionales en relación a 81 Cantones

Fuente: Atlas de Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica 2016. - Universidad de Costa Rica http://desarrollohumano.or.cr/mapa-cantonal/index.php/ranking-idh#ranking-por-ibm


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