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Catherine Rendón

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Ricardo Campos

Ricardo Campos

LO QUE OCULTAN LAS BIBLIOTECAS

[Relato escrito]

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Cuando trabajé en la Red de bibliotecas del Quindío creamos un proyecto que se llamó La ruta literaria. Este proyecto tenía dos objetivos principales: uno, que se establecieran en las bibliotecas públicas los centros literarios locales en donde los usuarios y lectores encontraran las ediciones hechas en las regiones y las publicaciones de los autores locales, y dos, que se identificaran, apropiaran y difundieran, desde las bibliotecas, los autores regionales. El proyecto tenía varias fases; iniciaba con escoger un autor o autora que el pueblo reconociera o identificara como parte de las narrativas del municipio, es decir, eran los habitantes del pueblo (docentes, gestores culturales, lectores, usuarios recurrentes en la biblioteca, estudiantes, entre otros) los que postulaban y elegían un autor o autora; luego un artista le hacía un mural-retrato en la biblioteca y con ese mural, como identificación de los autores de la región, se iniciaban proyectos de recopilación bibliográfica de ese autor primeramente y luego de los demás autores locales, además de iniciar la creación de clubes de lectura a partir de esas obras. Yo trabajé hasta la primera fase, que fue ir a los municipios, congregar a la gente en las bibliotecas, escuchar los listados de nombres que cada persona postulaba para el mural, votar, elegir el autor o autora y acompañar la realización de los murales. En toda esa primera fase me

Lo que ocultan las bibliotecas impactó la cantidad de autores que había y de los que no se tenía información ni libros en las bibliotecas, además que tampoco eran conocidos por las personas de otros municipios. En este proceso también me impactó la falta de mujeres autoras postuladas, por cada cinco nombres de hombres había una mujer, y cada vez que en las postulaciones relucía el nombre de alguna, ésta me suscitaba mucho interés. Tengo que decirlo con mucha tristeza y pena: cuando terminó la primera fase y se pintaron todos los murales, no hubo uno solo de alguna mujer escritora, aunque sí hubo varias mujeres que estuvieron postuladas. Ahí fue cuando escuché por primera vez, en mi visita a Quimbaya, el nombre de Dalila Jaramillo. Cuando me topaba con algún autor no conocido (fueron varios) yo trataba de buscar información sobre ellos e incluso revisaba con mucha minucia en distintos catálogos de otras bibliotecas si había libros publicados. Mi fuente casi siempre, cuando me encontraba con autores sin mucha información, era el profesor Carlos Castrillón, quien tiene casi todos los libros que se han publicado en la región de manera independiente o por autoedición y además se ha empeñado en estudiar con mucha dedicación la literatura de la región. Supongo que le pregunté por Dalila Jaramillo. La verdad, no recuerdo si él me habló de ella o fue quien me dio los poemas que luego leí; el caso es que si recuerdo conservar algunos poemas que obtuve y fue una sorpresa muy grata encontrarme con la poesía de Dalila Jaramillo, como también fue muy grato encontrarme con otras muchas autoras. De la poesía de Dalila me cautivó la fuerza de su voz. Había en ella una rabia contra el mundo, con la sociedad y las formas de entrar en ella. Y a la vez, había poemas muy íntimos, coloquiales, cercanos a la vida cotidiana de los pueblos. También tenía poemas muy comprometidos con su tiempo como ese de “El grito del pueblo”, que evidencia que no estaba

distanciada de los acontecimientos políticos del país. No sé si ella fue comprometida políticamente, es decir si militó, pero ese poema y otro que no tenía título o no lo recuerdo ahora, en medio de otros tantos que leí que tenían una carga íntima de la vida y la forma del mundo, me impactaron mucho porque pensaba en Dalila como una mujer que encontró en la poesía el medio para desatar toda su furia y dolor de mundo.

¦¦¦ Biografía Dalila Jaramillo

Catherine Rendón

Editora y promotora de lectura. Fue directora del Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales y de la Red Departamental de Bibliotecas Públicas del Quindío, en Colombia. Ha participado en la realización de diversas ferias, festivales y proyectos de literatura y promoción de la lectura tales como: la I Feria del Libro de Armenia, el Concurso de cuento Circasia es otro cuento, el proyecto Voces de paz y libertad AIC, la creación de las colecciones literarias para la promoción de la lectura y la oralidad: Espresso Literario y Cafeto Cartonera. Ha publicado textos en la revista La Palabra y el Hombre de la Editorial de la Universidad Veracruzana, la revista iibi del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de Información de la Universidad Autónoma de México UNAM, los diarios Maremoto Maristain, El espectador, La crónica del Quindío y El Quindiano. Actualmente es editora de la revista digital Corónica.

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