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Contexto histórico de la cubierta habitable

16| CUBIERTAS HABITABLES EN ESPACIOS UNIVERSITARIOS

Contexto histórico de la cubierta habitable

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Figura 9 Los jardines de Babilonia según Athanasius Kircher (1602-1680).

La cubierta nace de la necesidad de tener un refugio para la protección de diferentes agentes externos y condiciones climáticas, que ha medida fue evolucionando, tomando nuevas formas y necesidades donde vino la idea de habitarlas, generando un espacio y un uso diferente.

Desde la Mesopotamia (10.000 – 5.500 a.c) se puede empezar hablar de la cubierta habitada con los famosos Jardines Colgantes de Babilonia donde surge “Salir afuera desde arriba” generando unas terrazas escalonadas con jardines artificiales permitiendo pasear y explayar la vista, como dice Graus (2005) “Se convierte así en un espacio de retiro, de placeres privados, de dominio sobre el paisaje” (p.3). Así mismo como en Babilonia, la cubierta habitada se empieza a implementar en otras civilizaciones y épocas como Egipto, Grecia, Creta y Roma con técnicas, materiales, y usos diferentes.

Durante el siglo XVIII, se renuevan las intenciones de la cubierta habitada, enfocada en la posibilidad de respirar el aire puro, de observar el cielo, reunirse, y entre otras, dando paso a la construcción de miradores en los palacios y observatorios astronómicos. Tras la llegada de la revolución industrial, siglo XIX, se implementaron nuevos materiales de hierro y acero, y un poco más tarde el hormigón armado y la impermeabilización de la misma, para la construcción de cubiertas planas con el fin de generar más viviendas y azoteas que permitieran su alquiler.

A medida que las ciudades fueron creciendo, durante el siglo XX, se busca una “montaña mágica” donde se pueda respirar aire puro y se tenga contacto con la naturaleza. En esta época se vuelve de moda los sanatorios en montañas, apartamentos cerca a la playa y viviendas con terrazas y azoteas dentro de la misma ciudad; las primeras décadas de este siglo, están marcadas por la experimentación de las vanguardias artísticas con la búsqueda de las visiones múltiples del espacio, la delimitación y experiencias constructivas que favorecieron la asimilación formal de una arquitectura con cubiertas planas.

En el año 1925, Le Corbusier razonaba técnicamente de qué manera la cubierta plana se comportaba mejor que la inclinada en diferentes climas, y que más tarde anunciaría el principio del toit-jardin dentro de los 5 puntos de la arquitectura de 1927, “la azotea debe recuperar el espacio de suelo perdido al construir el edificio y, evidentemente, debe ser un jardín, un lugar de uso que recupere la cultura al aire libre.” (Le Corbusier citado por Graus, 2005, p.31).

En la última posguerra se implica el triunfo del movimiento moderno en urbanismo, la arquitectura y su construcción, dejando a un lado la construcción tradicional, adoptando estilos y soluciones fuera del contexto cultural y el clima, permitiendo a la globalización una entrada de la tecnología a favor del control de calidades y costos.

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