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Prólogo Foreword
Alberto Mora Rodríguez1 Universidad de Murcia Murcia, España alberto.mora@um.es
Desde hace ya más de dos décadas se viene sucediendo un amplio debate académico y social en torno a las potencialidades que Internet y las nuevas tecnologías de la información ofrecen no solo para la interconexión de unos ciudadanos con otros, sino también para el planteamiento de nuevas formas de interacción entre administrados y representantes públicos. A partir de la aparición del fenómeno web
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2.0 y empujada por los efectos de la americanización en el desarrollo de las campañas electorales, la comunicación política y las lógicas de los procesos de comunicación han sufrido una enorme transformación. Sin embargo, las expectativas depositadas en la tecnificación de la política, arduamente teorizada a partir de conceptos como ciberdemocracia, ciberpolítica o tecnopolítica, que, en su esencia, suponían una revolución en la forma de hacer política, poniendo al ciudadano en el centro del proceso de toma de decisiones, no han contribuido todavía de forma decisiva a la consecución de una democracia más participativa y directa.
¿Estamos aprovechando las potencialidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información o simplemente estamos reproduciendo en la arena digital las mismas lógicas comunicativas de antaño?
Con el ánimo de dar respuesta a este interrogante, nace el presente libro compilado, que se nutre de las contribuciones de la mesa Ciberdemocracia y ciudadanía, presentadas en el marco del VIII Congreso Internacional de Comunicación Política y Estrategias de Campaña de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE). En esta obra se busca concretar cuáles son las implicaciones reales de la ciberdemocracia y comprender cómo los diferentes actores del sistema político (partidos, candidatos, instituciones, lobbies, administraciones públicas y medios) han ido incorporado las nuevas tecnologías de la información y la comunicación propias del escenario digital a sus estrategias de interacción social, información y persuasión.
En las páginas que construyen este libro, el lector encontrará ocho investigaciones elaboradas desde diferentes marcos conceptuales y abordajes metodológicos, pero que coinciden en el anhelo de aportar nueva evidencia empírica y profundizar en el conocimiento general del papel de las nuevas tecnologías de la información en los procesos de comunicación política e institucional.
De este modo, la profesora Ana Almansa realiza, en el capítulo denominado Ciberdemocracia en España. Estudio comparativo de los parlamentarios en la década 2011-2021, una radiografía de la actividad digital de los parlamentarios españoles, siguiendo una perspectiva longitudinal a lo largo de una década. Almansa concluye que los avances en el campo de la ciberdemoracia han sido más bien escasos, pues, si bien la actividad digital es ahora mucho mayor que hace 10 años, en buena parte de los casos dicha actividad se caracteriza por una enorme endogamia comunicativa, reiterando el mensaje del partido y el líder y, en general, desaprovechando la potencialidad que ofrecen las TIC para interaccionar con la ciudadanía y hacerla partícipe en la toma de decisiones.
Gabriela Baquerizo-Neira, Ingrid Ríos y Héctor Bujanda, por su parte, analizan, en el capítulo titulado Mujer política en Facebook. Análisis de los mensajes emitidos por las candidatas alcaldesas durante las elecciones seccionales en Ecuador 2019, mediante una metodología centrada en las funciones del lenguaje de Jakobson, la actividad en Facebook de cuatro mujeres candidatas a la alcaldía de las ciudades de Guayaquil y Quito. Los investigadores detectaron en la actividad digital, entre otras, las funciones referencial y promocional, el enfoque de cambio y continuidad, así como la presencia de rasgos de feminidad para la construcción de la imagen pública y el liderazgo de las candidatas objeto de estudio.
Alejandro Álvarez analiza, en su capítulo Herramientas de ciber participación ciudadana para el diseño y el control de las metas de gobierno local. Caso: ocho años del Plan de Metas de Gobierno de la Ciudad de Córdoba (Argentina), un caso de éxito que pone de manifiesto la potencialidad de la gestión pública para el fortalecimiento ciudadano y la calidad democrática, a través de la implantación de herramientas de ciber participación ciudadana.
En este libro, también se presta atención a otro de los actores que influyen sobre la toma de decisiones por parte de la ciudadanía y de los representantes públicos: los lobbies. Antonio Castillo y Andrea Moreno abordan, en el capítulo denominado El grass-roots lobbying. Estrategia social de los lobbies, cómo estos actores han ido incorporando las acciones digitales a sus estrategias de persuasión, si bien se concluye la necesidad de continuar manteniendo las pautas de información convencionales, por medio de los canales tradicionales, como modelo de interacción preferente con los responsables de la toma de decisiones. La incorporación de las nuevas tecnologías al ámbito de la competición político-electoral en general, y particularmente al despliegue de la comunicación en las campañas electorales, ha sido una lógica reproducida con transversalidad en las democracias contemporáneas. No obstante, la incorporación de elementos tecnológicos a los procesos electorales no necesariamente implica una mejora de la calidad del debate público ni de la calidad democrática de aquellos escenarios en los que se implementan estas novedosas tecnologías de la información y la comunicación. Sobre estas cuestiones reflexionan Andrés Valdez
Zepeda y Delia A. Huerta y Miguel Flores Zepeda, en el estudio titulado Social media, campañas electorales y calidad democrática. El caso de América Latina
Las Administraciones Públicas también han ido incorporado las nuevas tecnologías de la información en sus estrategias de comunicación gubernamental. Juan Manuel Ramírez, en el capítulo titulado Construyendo una propuesta para estudiar el e-gobierno desde la comunicación gubernamental, del control político al consenso social. Estudio comparativo entre dos municipios mexicanos, plantea una propuesta metodológica, la etnografía online, para acercarse a comprender cuáles son los lineamientos estratégicos y la intencionalidad comunicativa de las instituciones públicas con el uso de las técnicas, soportes y canales tecnológicos.
En el capítulo titulado Desafíos de la comunicación política en período ciberelectoral, Luis Felipe Vergara reflexiona alrededor del impacto que las redes sociales y, en general, el ámbito digital han tenido sobre los procesos de comunicación política y sobre las relaciones que, entre ciudadanos y partidos —o candidatos— se establecen en el marco de las campañas electorales. Las campañas parecen haberse dotado de los instrumentos y las herramientas tecnológicas del siglo XXI, pero el mensaje político, caracterizado por la unidireccionalidad, sigue siendo del siglo XX, concluye el autor.
Por último, Alejandro Cárdenas, en su capítulo titulado Elecciones en Coahuila de 2017: economía política de la comunicación y el uso de
Facebook y Twitter como degradación institucional, analiza cómo fue la conversación digital en los momentos previos y posteriores al cierre de casillas del día de votación en una elección respecto a la que plantearon serias dudas sobre el correcto uso de los gastos de propaganda electoral en Facebook por parte de unos de los contendientes. En este capítulo, también se atiende a la reacción de la sociedad civil en defensa del voto libre, así como se reflexiona sobre el papel que juega el negocio digital en las garantías que deben cumplirse en el marco de los procesos electorales.
Finalizo este breve prólogo agradeciendo a las profesoras Gabriela Baquerizo-Neira y Ana Almansa-Martínez no solo el esfuerzo de realizar la coordinación y edición de esta obra colectiva, sino también su relevante implicación con la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales y su compromiso con la divulgación del conocimiento científico en materia de comunicación política.