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Algunos ejemplos de grass-roots lobbying

Las cuestiones sobre alimentación han sido recurrentemente actividades de lobbying que se estructuran a partir de dos situaciones:

- Las regulaciones nacionales e internacionales sobre los peligros de una mala alimentación para potenciar determinadas enfermedades. Los casos son múltiples, pero el más paradigmático es el consumo del tabaco. En estos casos, los aspectos de regulación son apoyados por colectivos médicos, colectivos de pacientes, colectivos ciudadanos y la propia administración ya que suponen gastos sanitarios, tanto para la prevención como para la curación.

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- El intento de los productores de determinados productos para su no regulación puesto que inciden en la faceta de uso privado que no afecta a terceros. Como argumentos utilizados suelen ser las aportaciones económicas —vía impuestos— que obtienen los Estados, el volumen de producción que implica un mantenimiento de puestos laborales y que implica que, en muchas ocasiones, las organizaciones sindicales estén en contra de esa normativa.

Campaña sin azúcar

Una de los últimos focos de atención de la opinión pública y de los públicos y colectivos implicados ha sido el consumo de azúcar. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el informe “Las políticas fiscales para la dieta y la Prevención de Enfermedades no Transmisibles” (ENT), publicado el 11 de octubre de 2016, recomendaba reducir el consumo de azúcar a menos de doce cucharadas al día. Para la organización internacional, una de las posibles iniciativas era de la primar el consumo del azúcar mediante el incremento impositivo en, al menos, 20 % en las bebidas azucaradas, lo que podría reducir de manera significativa el consumo de esos productos al ser una demanda elástica.

Uno de los ejemplos de grass-roots es la iniciativa particular de Antonio Rodríguez Estrada, que desarrolla su actividad profesional como consultor tecnológico y fotógrafo. La actividad es sencilla pero muy efectiva y visual, algo propio de la sociedad actual. Consiste en explicar el azúcar que contiene alimentos de uso cotidiano con una fotografía del producto y el número de cucharadas en forma de terrón de azúcar. Como se puede ver en la imagen 1, la campaña se denomina SinAzúcar.org y se estructura a partir de fotografía de productos de consumo masivo. Se observa una serie de fotografías específicas sobre productos infantiles que es uno de los vectores principales de consumo social de azúcar.

En el espacio web se pueden observar numerosos ejemplos de uso cotidiano como acción visual que permite calcular con facilidad el Imagen 1. Campaña sin azúcar consumo diario de azúcar de cualquier persona y así verificar un consumo adecuado o no de azúcar.

En este sentido, esta campaña se caracteriza por la sencillez y una excelente adecuación a la cultura visual de nuestras sociedades contemporáneas. No se trata de una campaña dirigida a los gobernantes, sino que se enfoca sobre la creación de una conciencia crítica sobre un producto que es difícil de percibir su consumo debido a que está integrado en otros.

Madres contra las armas

En el caso de Estados Unidos, la venta de armas ha sido y es objeto de múltiples discusiones públicas sobre su regulación. Por un lado, la Asociación Nacional de Rifle defiende el derecho de todo ciudadano a portar armas y a restringir su regulación. Las iniciativas federales y estatales son numerosas y en constante confrontación sobre su venta y uso por parte de los ciudadanos. Por otro lado, numerosos lobbies defienden unas restricciones sobre la venta de armas. Uno de los más relevantes es creado por el grupo Madres contra las Armas (Moms Demand Action) que desarrollan iniciativas contra la violencia causada por las armas.

Las iniciativas abarcan numerosas actividades que se dirigen a candidatos estatales en el Congreso y el Senado, con actividades hacia ellos como reuniones, acciones de correspondencia de la ciudadanía con los representantes, iniciativas en centros escolares y todo tipo de documentación y documentos sobre los fallecimientos, datos económicos, etc. Es una iniciativa que se dirige desde un colectivo (Madres) para la lucha contra una poderosa industria.

Sistema bancario en España

En el aspecto económico, las entidades financieras desempeñan un papel esencial para la economía y son un grupo de interés muy po- deroso por su especial configuración en el sistema económico de un país. Ese poder económico se transfiere a otras industrias como son los medios de comunicación, en forma de participación en el accionariado de las empresas de comunicación ya sea como accionistas, por la concesión de créditos o por la publicidad que puedan insertar en los medios. Sin embargo, la irrupción de las redes sociales ha reducido las barreras de entrada para crear un medio de comunicación en línea y, para posibilitar que cualquier grupo de interés pueda llegar a amplios colectivos de la ciudadanía.

El lobby de los bancos, estructurados en la Asociación Española de la Banca (AEB), tal como se señala en su propia página web, “se creó para defender los intereses de los bancos en el marco de la libre competencia de mercado y el respeto por la labor de las autoridades y las decisiones judiciales”, a raíz de la crisis económica de 2008 en la que la banca ha sido objeto de críticas por la ciudadanía debido a los impagos de créditos y el desahucio de la vivienda a las personas. También, otros hechos como las condiciones de los préstamos que han sido anuladas por la justicia europea. Para poder contrarrestar la negativa percepción social, realizan un concurso para la contratación de una empresa de relaciones públicas que ayude a mejorar su imagen social.

El objetivo de esa campaña de grass-roots es mejorar la percepción social sobre la banca y establecer unos discursos sobre la realidad de la banca en la sociedad en términos de poder económico, número de personas contratadas, la potenciación de la responsabilidad social, la cantidad de impuestos que paga al Estado y unas nuevas relaciones con los clientes, en particular, y con los ciudadanos, en general.

El lobby de los cazadores

En el programa de televisión Salvados, realizado en 2013 en la cadena La Sexta, se ofreció el reportaje titulado El lobby Feroz, en el que el periodista del programa Jordi Évole entrevistaba a Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, y en las que señalaba al lobby de la caza como uno de los más importantes de España. En estos años, se han incrementado de manera considerable grupos de interés de defensa de los animales y de medio ambiente en el que han demandado insistentemente la anulación de la caza. La confrontación social ha ido aumentando y, desde las asociaciones de defensa de la caza, se han ido desarrollando numerosas acciones de grass-roots como una manera de concienciar a la población sobre su papel económico y de defensa de puestos de trabajo. Estos lobbies han planificado acciones dirigidas a los medios de comunicación en las que mimetizan las recomendaciones que Ivy Leedbetter Lee realizadas a principios del siglo XX al empresario Rockefeller.

Los datos aparecidos en el diario ABC también han tenido reflejo en otros medios de comunicación con las mismas cifras y datos, es un ejemplo de una correcta gestión de comunicación con los medios y que busca aparecer como tema en el ecosistema mediático.

Por otro lado, como consecuencia de la importancia que se le confiere a las redes sociales y la multiplicidad de emisores que supone que llegan a la colectividad, se han desarrollado iniciativas sobre cómo gestionar la imagen de la caza. Así, la fundación Artemisan ha desarrollado un vídeo en el que se dan una serie de instrucciones a los cazadores sobre el uso de las redes sociales acerca del tipo de contenido, las personas que aparecen, los planos más adecuados, etc.

Lobby y cambio climático

Otro de los aspectos de mayor significación social en los últimos años ha sido el cambio climático en el que han participado numerosos lobbies con la creación de campañas dirigidas hacia las opiniones públicas nacionales.

Plataformas ciudadanas

Con las redes sociales, se ha modificado el papel tradicional del grass-roots debido a que, como se ha señalado en anterioridad, la movilizaciones sobre la base han pasado de necesitar el acceso a los medios de comunicación, las manifestaciones en la calle y la remisión de cartas a los representantes públicos (parlamentarios, miembros de ejecutivo), a la posibilidad de llegar a la ciudadanía mediante el entorno digital y la consiguiente movilización viral que se pueda producir entre la ciudadanía.

Al socaire de estas nuevas capacidades digitales, han surgido plataformas ciudadanas como Change.org, que son un ejemplo de ese poder social, pero al mismo tiempo aglutinador de voluntades individuales. La imagen 2, es ejemplo de una iniciativa realizada por una persona individual y que ha concitado numerosas firmas de apoyo.

Sin embargo, estas iniciativas no siempre llegan a los decisores públicos por una escasa estructuración de la campaña de lobby, lo que conlleva no poder ser vehiculizadas hacia el sistema político. Asimismo, las innumerables campañas de todo tipo que se realizan hacen perder la fuerza de esas iniciativas.

Por otro lado, también las normativas de los Estados permiten que los ciudadanos puedan formular peticiones al legislativo con el objetivo de que puedan tomar en consideración peticiones directas desde la sociedad. En España, existe la Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo, reguladora de la iniciativa legislativa popular, que desarrolla el artículo 87.3 de la Constitución. Para poder realizar una proposición de Ley se establece que la iniciativa popular se ejerce mediante la presentación de proposiciones de Ley suscritas por las firmas de, al menos, 500.000 electores autenticadas. Estas iniciativas han sido muy numerosas en las últimas décadas.

Redes sociales y lobbies

Debido al papel comunicativo de las redes sociales, los propios lobbies han desarrollado sus estrategias de comunicación para poder participar en el ecosistema comunicativo digital. Para ello, han creado perfiles en redes sociales, como es el caso del UNESA, como lobby del sector eléctrico en España. Con su cambio de denominación como Aelēc, centra su actividad en la difusión, divulgación y promoción de los aspectos técnicos y regulados de las actividades eléctricas, en par- ticular en la distribución. Asimismo, trabaja para posicionarse como un actor clave que ayude a desarrollar una adecuada transición energética en España.

Organizaciones no gubernamentales y grass roots

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) han sido uno de los sujetos tradicionales en el recurso a la movilización de las personas para conseguir modificar la legislación de los países. Estas organizaciones desarrollan poder social frente al poder económico, más usual de las organizaciones empresariales.

Para ello, tal como se observa en la imagen 3, se fomenta que los propios ciudadanos sean los que se dirijan a los gobernantes en una acción de apoyo. Este planteamiento muestra claramente que es una campaña organizada por Greenpeace y, no persigue tanto desarrollar poder social, sino mostrar el apoyo que las demandas de las ONG poseen entre la ciudadanía. Para una mayor efectividad, otras organizaciones fomentan ese tipo de escritos pero sin formularios o documentos proforma, sino que sugieren algunos textos o comentarios pero dejando que sea el propio ciudadano quién escriba con su terminología y sus palabras, dando una imagen de mayor espontaneidad. En este sentido, estas campañas de las ONGs buscan conseguir un posicionamiento propio entre los poderes públicos con el fin de legitimarse socialmente, conseguir ubicaciones como asociación relevante y convertirse en interlocutor válido en las relaciones con la administración o, el legislativo cuando se deban realizar actividades legislativas o administrativas relacionadas con su ámbito de actuación (Almansa-Martínez, 2014).

Conclusiones

En la actividad de influencia de los grupos de interés se deben planificar estrategias y actividades que están relacionadas con el contexto político en el que desarrollan sus acciones de lobby. Saber acometer el proceso de una manera adecuada, con los recursos pertinentes, actuando sobre las personas relevantes y conocer cuándo y cómo presionar son elementos esenciales en toda estrategia

de lobbying.

En las sociedades contemporáneas en las que la información es un elemento ínsito al proceso democrático, planificar acciones sobre la opinión pública y sobre los públicos de la sociedad es un elemento inherente a la campaña de lobby puesto que, los gobernantes deben tomar decisiones que cuenten con una cierta aquiescencia de los ciudadanos o mostrar que se cuenta con ese apoyo. Por esto es que, las campañas públicas que han crecido de una manera exponencial se coordinan con otro tipo de iniciativas legislativas o administrativas.

A lo largo de la historia de la teoría de los lobbies, los medios de comunicación, por su especial configuración en el sistema informativo y cognitivo de las sociedades, han sido uno de los actores más privilegiados de las campañas de opinión pública. Por esta razón, los medios han sido receptores de acciones para influir sobre su contenido informativo ya sea asumiendo la propiedad de los medios, participando en su accionariado o realizando acciones comunicativas que les permita participar en el proceso comunicativo. Estas actividades van a depender, sobremanera, de la propia capacidad del grupo de interés por lo que, los lobbies que pueden desarrollar poder financiero o económico tienen mayores posibilidades de influir sobre el contenido de los medios siendo propietarios, accionistas o a través de la inversión publicitaria de los medios. Por el contrario, aquellos lobbies que no cuentan con un gran soporte económico “negocian” su presencia mediática a través de, acciones de sus gabinetes de comunicación con el objetivo de conseguir presencia en los medios, tales como actos espectaculares, acciones de protesta, organización de ruedas de prensa o remisión de comunicados de prensa.

Poder conseguir que los medios publiquen, informen o apoyen las demandas de los grupos de interés confiere la posibilidad de que esas expresiones informativas sean apoyos sociales a las demandas de los grupos mostrando un poder social que debe ser respondido y tratado. Así, el papel de la construcción del temario permite que los lobbies planteen un problema de solución y tratamiento político excluyendo a otras temáticas. Y, además, si es posible presentar cómo resolver ese problema social a través de un determinado encuadre sería una muy buena estrategia de comunicación.

Ese poder social de los medios de comunicación tradicionales implica que los grupos de interés son elementos externos al proceso comunicativo, puesto que ser actores con poder comunicativo está muy restringido en términos económico e incluso legislativos (frecuencias de radio y de televisión). Sin embargo, con las redes sociales se rompe esa barrera y, ahora, ya es posible que cualquier grupo de interés pueda comunicarse con la ciudadanía y desarrollar estrategias de comunicación propias (Almansa-Martínez y Fernández-Torres, 2011; Castillo-Esparcia y Almansa-Martínez, 2005; Castillo-Esparcia, 2010). Por este motivo, muchas campañas se trasladan a la esfera digital ya sea movilizando a las personas, difundiendo información, creando contenidos virales o comunicando a los individuos. Pero, los lobbies no deben olvidar cómo los gobernantes se informan y cómo confieren el papel de quién y qué es expresión de la opinión pública. Y, en la actualidad, todavía impera un modelo tradicional de acceso a la información de los decisores que otorgan preeminencia a los medios tradicionales por lo que el ideal comunicativo debe implicar presencia en los medios de referencia.

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