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I La utilidad de las asociaciones para el instalador
Asociaciones: ¿deben evolucionar para seguir siendo útiles al instalador?
El asociacionismo ha sido y sigue siendo algo habitual entre las empresas instaladoras. Pero, ¿están cambiando también los servicios al ritmo del sector? Este medio ha charlado con entidades de diferentes zonas geográficas de España para conocer su opinión.
“Las empresas instaladoras cambian y se adaptan a un ritmo vertiginoso para poder entender y ofrecer lo mejor a sus clientes, y así competir en el mercado. Las asociaciones deberían hacer lo mismo: ser rápidas, ágiles, y poder ofrecer el mejor de los servicios”. Con estas palabras se expresa Raúl
Rodríguez, director general de FEGiCAT (Federación Catalana de Empresas Instaladoras), cuando se refiere a la relación actual entre los instaladores y las asociaciones que los representan.
Todas ellas son conscientes de que sus asociados tienen nuevas necesidades y que la incorporación de jóvenes instaladores también requerirá de nuevos procesos a los que estos están más acostumbrados: “La mayor diferencia que observamos es la manera de relacionarse con la asociación, más digital y menos presencial, con una mayor predisposición a la formación online y a los recursos tecnológicos”, afirma la directora general de Agremia (Asociación del Sector de las Instalaciones y la Energía), Inmaculada Peiró, sobre las nuevas generaciones de instaladores de calefacción, climatización, fontanería o gas.
Por su parte, Blanca Gómez, directora de CNI (Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores), asegura que “estamos en un proceso de cambio y las asociaciones y los asociados tienen que cambiar y adaptarse a otra forma de trabajar. Algunas asociaciones lo han hecho ya, otras tienen todavía que encontrar la forma, y otras desaparecerán”.
¿Por qué se asocian los instaladores?
“Por razones históricas, los profesionales de oficios siempre han tenido una mayor tendencia a asociarse que los profesionales de otras áreas de actividad, y esta tradición ha continuado de una manera u otra casi hasta nuestros días”, cuenta a Cuadernos de Climatización y Confort Inma Peiró.
“De hecho- especifica -, en nuestro caso y centrándonos en la Comunidad de Madrid, el 70 % de nuestros asociados (que suponen más del 70 % de las empresas dedicadas a la actividad de las instalaciones energéticas en esta comunidad) continúan siéndolo durante toda su vida empresarial”.
No obstante, los servicios que ofrecen este tipo de asociaciones también han evolucionado. Así lo comenta José Cueto, responsable de Comunicación de CONAIF (Confederación Nacional de Asociaciones de Empresas de Fontanería, Gas, Calefacción, Climatización, Protección contra Incendios, Electricidad y Afines): “Antes, el instalador tenía que ir de forma presencial a realizar tramitaciones ante el Ministerio de Industria. Este estaba trabajando y no podía hacerlas, por lo que nosotros le solucionábamos la papeleta en este sentido”.
“Hasta ahora, y con frecuencia, los profesionales se asociaban cuando eran empresas muy grandes para unir fuerzas en el sector, y, si eran pequeñas, para obtener servicios a modo de gestoría”, agrega Blanca Gómez.
“Ahora -añade Cueto-,y más con la incorporación de las nuevas generaciones de instaladores, además de los servicios básicos que siguen siendo necesarios (ya que estos profesionales al dirigir empresas pequeñas o medianas, de otra forma, no podrían acceder a ellos), hemos intensificado mucho otro tipo de servicios más relacionados con la representación en defensa del sector”.
“Lo que más valoro de estar en una asociación -confiesa a este medio Borja Galán, uno de los instaladores más jóvenes de Agremia- es la empatía que tengan conmigo. Algo que se traduce en que se preocupen por mí, asesorándome en el momento que lo necesito e informándome, por ejemplo, de cursos que me puedan ser de utilidad para mi desarrollo y crecimiento profesional”.
Galán afirma que, en su caso, estar en Agremia “me ayuda muchísimo, ya que evitan que yo pierda tiempo en gestiones como dar de alta todos mis proyectos de fontanería o gas”.
“Además, cuando no pueden hacer algo ellos directamente, me dicen cómo debo hacerlo, resolviéndome rápido el problema”, señala. “Creo que me dan mucho más de lo que pago, sinceramente”, revela este joven instalador que en el mes de noviembre cumplirá 27 años.
Los servicios más demandados
“En la provincia de Córdoba, donde el grado de asociacionismo ronda el 70 %, lo que más demandan los instaladores tiene que ver con información sobre normativas, formaciones específicas y también nuestro papel a la hora de alcanzar convenios para el sector”, dice Inmaculada Gordillo, gerente de AEFICO (Asociación de Empresarios instaladores de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción, Climatización, mantenimiento y afines de Córdoba).
Algo que también comparte Iván Rodríguez, gerente de la Asociación Empresarial de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción y Afines de Fontanería de Bizkaia (AFONVI): “Lo que más interesa a nuestros asociados creo que es estar amparados por una asociación ante un problema y, por supuesto, el sentido de pertenencia”.
Rodríguez confirma a este medio que en la provincia vasca “el número de empresas que hay ahora mismo en el Registro Integrado Industrial (RII) es de 601 y asociadas hay unas 300, por lo que el grado de asociacionismo actual es del 50 %”.
Es más, y así lo pone sobre la mesa el director de Comunicación de CONAIF: “Ahora el
Las asociaciones coinciden en que el instalador valora mucho más los servicios que le ofrecen en el escenario legislativo.
instalador valora mucho más nuestros servicios en un escenario legislativo. Nosotros participamos en proyectos de elaboración reglamentaria. Las asociaciones somos las que, en estos procesos, aportamos el punto de vista del instalador. Y eso, indudablemente, el colectivo lo valora y mucho”.
Asimismo, y tal y como señala el director general de FEGiCAT, “otro aspecto relevante es que participar de la asociación permite a los instaladores entender hacia dónde se dirige el sector, qué movimientos se producen en el mismo y te ayuda a orientar las decisiones estratégicas”.
“Si no participas del mundo asociativo - aclara -, esa perspectiva se diluye en el día a día. Las asociaciones permiten poder visualizar las oportunidades de negocio y ayuda a tomar las mejores decisiones estratégicas para posicionarse mejor en el mercado”.
“Participar de la asociación y, por tanto, del mundo colectivo- continúa detallando Raúl Rodríguez – no solo te da la parte de servicios internos, sino que además facilita tener una visión completa de 360 grados sobre el sector en el que operan estas empresas”.
“Esto permite cometer menos errores y más aciertos a la hora de plantear estrategias empresariales”, agrega.
“Al final el instalador trabaja donde hay trabajo y cada Comunidad Autónoma tiene sus propias peculiaridades y requisitos. Un instalador de Guadalajara (Castilla- La Mancha), que vaya a prestar sus servicios a Madrid capital, tendrá que conocer los carnets que necesita en esa Comunidad Autónoma, así como sus reglamentos y requisitos, y ahí las asociaciones somos clave”, subraya José Cueto.
Aún así, y tal y como concluyen desde la Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores, queda camino por recorrer: “En el ámbito del asociacionismo en España falta la formación previa en ámbitos universitarios y de FP para que los futuros instaladores entiendan la necesidad de asociarse para ser más fuertes en su negocio. Por poner un ejemplo, en Reino Unido y USA, es normal poner en tu currículum de qué asociación eres miembro: es una forma de etiquetarse”