CNaP17_Arqueología de Urgencia y Arqueología Preventiva

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ACTAS 4, 5 y 6 abril abril

2017




Edita Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón Año de publicación: 2018 ISBN: 978-84-608-8580-1 Depósito Legal: Z-800-2018 Impreso en España Diseño y maquetación Ana Durán Boldova

© Autores de los textos Recoge los contenidos presentados a I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA)


ACTAS 4, 5 y 6 de abril de 2017



Editores

Comité organizador

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Presidencia Dña. Josefina Cambra Giné Vicepresidencia Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Miembro de Honor D. Francisco Javier Lambán Montañés Secretariado Dña. Agnès Creus Dña. Ana Durán Boldova

Comité Científico

Vocales y

coordinadores

Aragón: D. José Ignacio Lorenzo Lizalde Cádiz: Dña. Virginia Pinto Toro Cantabria: D. Lino Mantecón Callejo Córdoba: Dª. Silvia Carmona Berenguer Galicia: D. ª M. Carmen García Cabezudo Granada: Dª. María José Mártir Alario Sevilla: D. Marcos A. Hunt Ortiz

Alicante: Dña. Araceli Guardiola Martínez y D. Fernando E. Tendero Fernández Asturias: D. Nicolás Alonso Baleares: D. Mateu Riera Rullan Castilla la Mancha: Dña. Ana Mª Segovia Fernández Madrid: D. César Heras Martínez Murcia: D. Antonio Javier Murcia Muñoz Valencia: D. Llorenç Alapont Martín Navarra: D. Jaime Aznar Auzmendi



PRÓLOGO

La Arqueología Profesional

España: 27 años construyendo la profesión desde los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias en

El Congreso Nacional de Arqueología Profesional (CNaP 2017) que se ha celebrado los días 4, 5 y 6 de abril del 2017 nace en el seno del Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, contando con el apoyo del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón. Emerge con el objetivo de mostrar a la sociedad la calidad de los trabajos que desarrollan los profesionales de la arqueológica y su voluntad de comunicar a la sociedad el resultado de sus investigaciones. El Consejo General de CDL agrupa a más de 1.500 arqueólogos profesionales, de todo el Estado español, que pese a la dura crisis que padecemos han manteniendo los estándares de calidad en su actividad profesional. El principal fundamento del Congreso es incrementar la cultura científica, tecnológica e innovadora en el ámbito de la Arqueología, la presentación de la realidad actual de la arqueología profesional y su actual problemática, las novedades en el campo de la investigación arqueológica profesional en España, la aplicación de nuevas tecnologías en este campo, su plasmación en la didáctica del patrimonio arqueológico, en la musealización y la divulgación de yacimientos. En el acto de inauguración contamos con la presencia del Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón Ignacio Escuin Borao, en representación del Presidente de la Comunidad Autónoma; del Director del espacio CaixaForum Zaragoza D. Ricardo Alfós; y de la Presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Filosofía y Letras y Ciencias y Presidenta del Congreso, Dña. Josefina Cambra, junto con el Decano del Colegio de Filosofía y Letras y Ciencias de Aragón y Vicepresidente del Congreso, D. José Ignacio Lorenzo. Desde Portugal, la conferencia inaugural la dictó la Dra. Dña. Eva PargaDans, sobre “La situación de la arqueología comercial en España: Perspectivas futuras y vías de investigación”, la mayor especialista en la materia en nuestro País. Durante tres días más de 100 profesionales, han acudido a este encuentro donde se han presentado 70 comunicaciones y 10 poster y se han desarrollado 3 mesas de debate. La calidad y nivel de las propuestas presentadas dotan al evento de un alto nivel innovador, y supone un referente a nivel del territorio español. Este Congreso supone un antes y un después, dejando patente la labor desinteresada que desarrollan la gran mayoría de los arqueólogos que trabajan todos los días sobre este patrimonio y que están contribuyendo positivamente al conocimiento del Patrimonio y la formación permanente mostrado por la incorporación de las nuevas tecnologías. Hemos realizado un largo recorrido para consolidar nuestra profesión de arqueólogos. En 1983 se constituyó la Asociación Profesional de Arqueólogos integrada mayoritariamente por profesores universitarios de Madrid. En 1984 se crea la Comisión de Patrimonio en el seno del CDL de Cataluña en la que forman un grupo de trabajo los arqueólogos quienes en 1987 organizan en Barcelona las I Jornadas sobre la situación profesional en la arqueológica, con asistencia de profesionales de otras CCAA.


En 1990 se constituyen las Secciones de arqueología de los CDL en Madrid y Zaragoza. En 1992 se crea la del CDL de Castellón-Valencia y posteriormente Castilla-León, Alicante, Sevilla-Huelva, Granada-AlmeríaJaén, Málaga, Cádiz, Baleares, Castilla la Mancha, Asturias, Galicia, Murcia, Navarra, Cantabria. En 1998, a propuesta de la Sección de arqueología de Madrid comienzan unas reuniones semestrales, con la participación de asociaciones profesionales. La última se celebró en 2009. Uno de los objetivos de las Secciones de arqueología de los CDL era el tener presencia en el Consejo General de CDL y en el programa de la Presidencia del Consejo del 2008 se contempla la creación de una Comisión de Arqueología que realiza su primera reunión el 28 de febrero del 2009, en la sede del Consejo de Madrid. La decisión de redactar el Código de la profesión fue aprobada por el Pleno del Consejo General en el 2014. Se nombró una comisión integrada por tres especialistas para la redacción del documento, integrada por el Doctor. Felipe Criado-Boado, Profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Director del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC (INCIPIT) quien ha trabajado sobre aspectos de la profesionalización de la arqueología; la Doctora Silvia Carmona Berenguer, Decana del Colegio de Córdoba y arqueóloga profesional en ejercicio con un largo curriculum; ésta participó con anterioridad en la redacción del Código de la profesión de arqueólogo que fue aprobado en 2001, por todos los representantes de los CDL que contaban con Sección de arqueología. Finalmente el Doctor José Ignacio Lorenzo Lizalde, Decano del CDL de Aragón, con una dilatada experiencia profesional y que fue ya impulsor del precedente Código de la Profesión de arqueólogo. El Código fue aprobado por unanimidad en el Pleno del Consejo General el 28-29 de noviembre de 2014. Otro de los objetivos del colectivo profesional era el contar con un Congreso Nacional de arqueología profesional y en el Programa de la Presidenta del Consejo se incluye este punto. Este I Congreso pretende ser un lugar de encuentro y de debate, en el marco de Consejo General de CDL. En la actualidad la profesión está sumida en una profunda crisis motivada por la crisis económica que ha afectado a la construcción y a la obra pública en España. A pesar de que el colectivo se ha visto reducido en más de un 60% este encuentro muestra su vitalidad. A pesar de esta situación de crisis evidente, desde mi veteranía no puedo menos que valorar la consolidación de la profesión. Ya contamos con títulos universitarios en varias universidades, tanto a nivel de grados como de máster. Se ha creado una estructura administrativa en la que la arqueología está presente en todas las CCAA, contando con cargos directivos ocupados por compañeros de nuestra profesión. El Consejo de Europa está comprometiéndose cada vez más en los temas que afectan al Patrimonio Cultural común. Su comité europeo para los problemas criminales está trabajando con un proyecto de Convención del Consejo de Europa sobre las infracciones que tratan sobre los bienes culturales, sensibilizado especialmente con el tráfico ilícito de bienes culturales, especialmente en los países en guerra. Es preciso que los arqueólogos, desde el Conejo General podamos participar en las organizaciones europeas para aportar nuestro conocimiento.


Esperamos que este CNaP se institucionalice con una periodicidad bianual. Hemos intentado que el Congreso sea lo más participativo posible, contando con las limitaciones de tiempo. En esta línea se solicitó que los participantes manifestaran cuales eran los objetivos que consideraban más relevantes: El resultado ha sido muy variado, valorando la necesidad de un cambio normativo, trabajando por contar con un reglamento de arqueología que homogeneice los procedimientos. Algunos compañeros envidian el llamado modelo francés. Solicitan impulsar la Ley de Mecenazgo para dinamizar las intervenciones sobre el Patrimonio Cultural. Se ha valorado el contar con un visado colegial regulado y que en las licitaciones públicas aparezca separado lo que es obra de lo que supone la intervención arqueológica y contar con convenios laborales aplicables. Finalmente tenemos que agradecer el apoyo de todos los CDL integrados en el Consejo General sin cuya colaboración este Congreso nunca se hubiera realizado. Agradezco a todos los compañeros que han participado en la organización del Congreso y a quienes ha presentado sus trabajos para que todos constaremos la calidad de la profesión en España. Seguiremos trabajando por los profesionales desde en Consejo y espero volver a vernos todos en el 2019.

Zaragoza, 14 de junio de 2017

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde. Vicepresidente del CNaP 2017


1. INVESTIGACIÓN PROFESIONAL


2

Arqueología de urgencia

3

Arqueología preventiva

1. Investigación profesional

2. Arqueología de urgencia

5. Sistemas de Teledetección

8. Apps

3. Arqueología de preventiva

6. Programas de gestión

9. Redes Sociales

4. Dibujo y Realidad Virtual

7. Tendencias en difusión y divulgación

10. Póster



S U M A R 135-146

147-156

157-165

I

O

PROYECTO DE ACONDICIONAMIENTO Y PUESTA EN VALOR DEL CIRCO ROMANO DE TOLEDO Autores: Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio José Gómez Laguna, Juan Ángel Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha NUEVOS DATOS EN RELACIÓN CON LA GESTIÓN DEL AGUA EN EL MONASTERIO DE SAN PELAYO DE CERRATO (PALENCIA) Autores: Angel Luis Palomino Lázaro, Manuel Moratinos García, Ines María Centeno Cea y Maria Negredo García HALLAZGO CASUAL EN LA AV. DE PORTUGAL DE VALENCIA: CEMENTERIO Y CRIPTA DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII Autores: María Luisa Serrano Marcos, Juan Jose Ruiz López y Llorens Alapont Marti

167-177

ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA URGENTE EN LA MODERNIZACIÓN DE REGADÍOS DE LAS VEGAS BAJAS DEL GUADALQUIVIR (JAÉN) Autores: Emilio Plazas Beltrán y Alicia Nieto Ruiz

181-191

ARQUEOLOGÍA Y PLANES DIRECTORES. LAS CATEDRALES DE ARAGÓN Autores: José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González

193-201

CONSERVACIÓN – RESTAURACIÓN, (2016) RECINTO SUPERIOR DEL CASTELL DE XIVERT. ALCALÀ DE XIVERT Autores: Anna Viciach i Safont, Manuel Burdeus Rubert y Neus Arquer i Gasch

203-215

LOS VILLARES DE ALHAMBRA, UNA NUEVA VILLA ALTO-IMPERIAL EN EL AGER LAMINITANUS: PRIMEROS RESULTADOS Autor: José Luis Fuentes Sánchez

217-225

¿HAN GANADO ELLAS? ARQUEÓLOGAS VS CONSTRUCTORAS Autores: Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso

227-237

LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA ANTIGUA IGLESIA DE LA EPIFANÍA Y CEMENTERIO DE LA BARONÍA DE ESCRICHE (CORBALÁN, TERUEL, ARAGÓN) Autores: Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo

239-248

ESTUDIO ARQUEOLÓGICO EN LA IGLESIA DE SAN ANTÓN (Y ANTIGUA SINAGOGA) DE HÍJAR (TERUEL) Autores: Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo

249-255

EL ALFAR DE LA CALLE CORREDERA DE LORCA: PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN Autores: José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar y Juan Gallardo Carrillo


2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

2

Arqueología de urgencia


PROYECTO DE ACONDICIONAMIENTO Y PUESTA EN VALOR DEL CIRCO ROMANO DE TOLEDO PROJECT OF CONDITIONING AND SETTING IN VALUE OF THE ROMAN CIRCUS OF TOLEDO

Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio José Gómez Laguna, Juan Ángel Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha Autor de contacto/Contact author: Antonio José Gómez Laguna, globalarqueologia@gmail.com

RESUMEN Este proyecto de recuperación del Circo Romano fue realizado por el Ayuntamiento de Toledo, con fondos del Ministerio de Cultura, durante los años 2011-2012, bajo la dirección del Arquitecto Ignacio Álvarez Ahedo. El resultado ha sido la recuperación visual de más de 240 metros del muro exterior SE y dejar vistas las Carceres de salida por primera vez. En total se ha actuado sobre más de 22.000 m2. El proyecto ha desarrollado cuatro actuaciones: intervención arqueológica, consolidación y conservación de las ruinas, cerramiento del espacio del Circo y puesta en valor del monumento. Entre las actuaciones realizadas destaca: clausura definitiva del aparcamiento incontrolado que había en esta zona, creación de uno fuera del edificio, urbanización de las calles que lo rodea y cerramiento con una valla la zona de los restos. Para dar una mayor amplitud visual al graderío SE, se ha desmantelado la calle Canónigos, que cortaba perpendicularmente su trazado. Esta última es la actuación más destacada del proyecto urbanístico, debido a que es la primera vez que se elimina un vial para recuperar una parte del Circo, en este caso el Graderío SE. En estos trabajos se ha incluido la limpieza del perímetro interior, eliminado todas las tuberías, canalizaciones, postes y líneas de luz, etc. que existían en su interior. La intervención arqueológica, además del seguimiento y control arqueológico de los trabajos de urbanización, se ha centrado en la recuperación de las catas realizadas entre los años 1929 y 1931, situadas en las Carceres y el Graderío SE.

PALABRAS CLAVE: Circo Romano; Carceres; Graderío S.E. Hemiciclo.

ABSTRACT This project of recovery of the Roman Circus was done by the City of Toledo, with funds from the Ministry of Culture, during the years 2011-2012, under the direction of the Architect Ignacio Álvarez Ahedo. The result has been the visual recovery of more than 240 meters of the outer wall and, for the first time, to leave sight of the Carceres. It has acted on 14.200 m2. The project has developed four actions: archaeological intervention, consolidation and conservation of the ruins, closure of the circus space and enhancement of the monument. Among the actions carried out, it stands out: the definitive closure of the uncontrolled parking in this area, the creation of one outside the building, the urbanization of the streets surrounding it and the closure with a fence in the area of the ​​ remains. To give a greater visual amplitude to the SE stand, the Canónigos street has been dismantled, which cuts perpendicularly its layout. This last one is the most outstanding performance of the urban project, because it is the first time that a vial is removed to recover a part of the Circus, in this case the SE Graderio. In these works the cleaning of the inner perimeter has been included, eliminating all pipes, posts and light lines, etc. That existed within it. The archaeological intervention, in addition to the archaeological monitoring and control of the urbanization works, has focused on the recovery of the tastings made between 1929 and 1931, located in the Carceres and the SE Graderio.

KEY WORDS: Roman Circus; Carceres; Graderío S.E. Hemicycle.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

1. INTRODUCCIÓN El Circo Romano es el único edificio de carácter lúdico que se conserva de la antigua ciudad romana de Toletum. De los otros edificios, se conoce el lugar de ubicación del Anfiteatro, junto al actual Hospital Tavera, a unos 500 m al este del circo y no hay referencias de la ubicación del Teatro. Respecto a otras ciudades romanas, en toda Hispania solo existen dos circos similares en dimensiones y magnificencia al de Toledo, los de Mérida (Emerita Agusta) y Tarragona (Tarraco). Para su emplazamiento se eligió una zona llana, ligeramente inclinada hacia el río Tajo, al noreste del cerro sobre el que se levantó la ciudad. Su construcción muestra la importancia que llegó a tener Toletum en su época y la capacidad constructiva de su élite social. Junto a él discurría la calzada que comunicaba la ciudad con Emerita Augusta.

utilizado para las carreras hasta principios del siglo V dC, con varias reformas, entre otras la ampliación de su longitud y la reforma de las Carceres de salida. Es más que probable su reutilización en época visigoda (ss. VI-VIII). Con la ocupación islámica (ss. VIIIXII), comenzó el expolio de sus sillares y piedras para la construcción de otros edificios. Su funcionalidad cambió, pasó a ser una zona de producción de cerámica y tejas como atestiguan los hornos encontrados. También, a partir del siglo X y XI la zona se utilizó como espacio de enterramiento o Maqbara. Este uso de necrópolis lo mantendrían los cristianos al ocupar la ciudad en el año 1086 y se mantuvo hasta el siglo XV. El resultado de toda esta superposición de fases culturales, es uno de los yacimientos arqueológicos más interesante de la ciudad de Toledo.

El Circo fue construido en el siglo I dC, en época de la dinastía Julio-Claudia o comienzos de la Flavia, siendo

Esta importancia que tiene desde el punto de vista científico, no ha sido acompañada en su conservación y mantenimiento. Desde el siglo XVI sobre él se comenzaron a construir varios edificios, aprovechando sus cimientos. Entre otros podemos citar la capilla de Los Monteros, el Brasero de la Vega y el Convento de San Bartolomé de la Vega. A estos hay que añadir que a finales del siglo XIX, se construyó en 1906 la Venta de Aires, sobre la spina. También en este siglo, se transformó el extremo del hemiciclo en un parqueescolar (jardín) y se consolidan como calles los caminos que lo atraviesan: Avda. de Carlos III, la calle de Los Canónigos y el Paseo del Circo. Por último, esta

Figura 1. Situación del Circo romano en la ciudad de Toledo.

Figura 2. Actuación antes y después de la limpieza en el Hemiciclo los años 1999-2000.

El edificio llegó a tener 427,18 metros de longitud y 100,80 metros de ancho. Su orientación NE-SW se debe a dos factores, la topografía de la zona y el desarrollo del espectáculo. De esta forma, ningún auriga se vería cegado o molestado por el sol durante la carrera. El lado NE se cierra en forma de hemiciclo, mientras que en el extremo opuesto, con el radio más abierto se colocaron las 12 casillas de salida o Carceres.


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Figura 3. Proyecto de actuación en el Circo en los años 2011-2012. zona abierta junto a la Venta de Aires, desde mediados del siglo XX se utilizó como escombrera y basurero, en especial la zona de las Cárceres de salida. Este proceso de abandono que tuvo el edificio a lo largo del siglo XX, comenzó a ser revertido el año 1999. El Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo, bajo la dirección de D. Ignacio Álvarez, acometió la limpieza y acondicionamiento de la zona del Hemiciclo. Esta zona delimitada entre las Avda. de Reconquista y Carlos III se cerró todo el perímetro con una verja. Además se desarrollaron diferentes visitas programadas, con colocación de cartelería, etc. Fuera de esta zona de actuación se encontraba el lado SW del Circo. Esta zona del edificio se encontraba oculto por el Camping del Circo, la Venta de Aires, diferentes calles y los restos de un jardín muy degradado. Gran parte de este espacio se encontraba reutilizado como una zona de aparcamiento incontrolado. La intervención de 2011-2012 se centró en rehabilitar este espacio, de más de 22.000 m2, que incluye una nueva urbanización de las calles, limpieza y cerramiento del edificio.

2. OBJETIVO El objetivo del proyecto era recuperar el tramo del edificio conservado al SW de la calle Carlos III, entre

el Paseo del Circo y el frente NE. El proyecto incluía, no solo la actuación en el interior del edificio, sino en todas las calles que lo rodean. La solución urbanística propuesta, pretende convertir todo el espacio creado, en un nexo de unión entre el barrio de ReconquistaSanta Teresa y el Casco Histórico, sirviendo de punto de encuentro de ambos. El proyecto ha permitido clausurar el aparcamiento incontrolado en que se había convertido esta zona, a la vez que se creaba uno fuera del edificio. A la vez se sometía a una limpieza completa del perímetro interior, eliminado todas las tuberías, canalizaciones, postes y líneas de luz, etc. que existían en su interior. También todos los escombros arrojados en su interior en el último siglo. Con la finalidad de recuperar la amplitud visual al graderío SE, se desmanteló la calle Canónigos. Esta es la actuación más destacada del proyecto urbanístico. Por primera vez se ha eliminado una calle consolidada, para recuperar una parte del edificio. La actuación arqueológica fue limitada y con un objetivo muy claro. Además desarrollar el seguimiento y control arqueológico de los trabajos de urbanización, solo se ha centrado en la recuperación de las catas realizadas entre los años 1929 y 1931, situadas en las Cárceres y el Graderío SE. También se ha dejado preparada la zona para su posterior excavación.

Proyecto de acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio J. Gómez Laguna, Juan Á. Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha


2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

Figura 4. Vista aérea del Circo Romano en 2012, con las tres zonas: parque, zona de actuación y Camping/Venta de Aires aun sin actuar en ella.

Los trabajos de conservación se extendieron a lo largo de todo el edificio: hemiciclo, graderío NW, etc. En ellas se realizó un programa de restauración intensivo, con la finalidad de mantener los restos. Por último se realizó una puesta en valor del yacimiento, mediante la protección con una valla de madera del perímetro, cubrición con gravas, colocación de panelería, etc. Estos trabajos de conservación/limpieza se mantienen con la creación anual de un Campo de Trabajo Internacional para la limpieza del edificio.

3. METODOLOGÍA La intervención arqueológica ha sido desarrollada por un equipo multidisciplinar, integrado por arqueólogos, arquitectos, restauradores, topógrafos, estudiantes, etc. Además del Ayuntamiento de Toledo, como promotor del Proyecto, han colaborado el Ministerio de Cultura, el Área de Historia Antigua de la Universidad de Castilla La Mancha y el Centro Superior de Investigaciones Científicas. La intervención ha sido supervisada por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Se han realizado de forma simultánea dos tipos de trabajos. Por un lado, el control y seguimiento arqueológico permanente de la obra de urbanización y movimientos mecánicos de tierra del acondicionamiento del entorno. Un segundo trabajo ha sido la intervención arqueológica en el interior edificio. Tras completar el desbroce y limpieza de todo el perímetro, delimitado por la valla, se ha cuadriculado por completo la superficie, para facilitar así las tareas de localización y documentación de los restos arqueológicos. El empleo de una metodología basada en la generación de ortofotos mediante fotogrametría, por primera vez aplicada en un yacimiento de este tipo en Toledo, ha permitido ubicar en UTM reales las estructuras del Circo, tumbas medievales, etc. También situar el edificio con una precisión milimétrica y obtener las dimensiones reales del Circo, mal medido hasta este momento. La excavación arqueológica realizada, se ha centrado, en las zonas ya excavadas entre 1927 y 1931. La primera, en el graderío SE y la segunda en la zona de las Cárceres. En el graderío SE, un sondeo transversal, ha


obtenido una secuencia completa de las fases culturales del yacimiento. En las Cárceres, se han documentado los sistemas constructivos y dimensiones del edificio, dejando la zona visible para el público. Las nuevas estructuras descubiertas, han sido restauradas con los mismos principios que en el Hemiciclo. Los cortes estratigráficos se han protegido con una masa de mortero de cal hidráulica, aplicada sobre una malla, y las estructuras y suelos se han protegido con dos tipos de gravas. Una de color claro para indicar la arena en la que corrían los carros y una grava oscura para señalar la posición del muro del podium (Graderío SE) y del muro interior de las Cárceres. El perímetro recuperado del Circo se ha señalado mediante grava clara.

4. EL CIRCO ROMANO DE TOLEDO La primera noticia que se tiene de una excavación en el Circo Romano de Toledo data del s. XIX. En esta época se realizó una excavación dirigida por la Sociedad Arqueológica de Toledo, poniéndose al descubierto restos de sillares del podium.

Entre los años 1892 y 1899, D. Venancio Prada y el pintor toledano Ricardo Arredondo, realizan diferentes intervenciones, en especial en la zona de las Cárceres. Se localizan los restos del muro exterior y algunos trabajos en la zona del Arco de la Venta de Aires. Durante los años 1927 y 1929 se realizaron tres campañas de excavación en este recinto, dirigidas por D. Alfonso Rey Pastor, D. F. De B. San Román, D. Ismael del Pan, D. Pedro Román Martínez y D. Manuel Castaños Montijano. Estas campañas tenían por objeto determinar si los restos se correspondían con un Circo. Para ello se tomó como modelo el de Mérida, excavado pocos años antes por el profesor Mélida. Para obtener la planta completa del Circo, se realizó la excavación de la zona de las 12 Cárceres de salida, ya descubiertas por Arredondo. Paralelamente se trabajó en el Hemiciclo, dejando al descubierto 22 bóvedas y 2 escaleras de acceso al graderío. Habría que esperar hasta los años 1982-1983, cuando D. J. Sánchez Palencia, D. J. Pereira Sieso y D. R. Izquierdo Benito, realizaron la única excavación del Circo Romano, asociada a un proyecto de investigación científico, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Toledo el Ministerio de Cultura y el INEM. Se centró en el Parque Escolar, con algunos sondeos en las Cárceres. Se determinó el proceso de construcción del edificio, la cronología del mismo, la existencia de una fase medieval islámica de hornos (s. IX) y se documentaron las diversas necrópolis que existían en el interior del perímetro del Circo, desde época islámica (s. X) hasta época bajomedieval (s. XV). Desde entonces el Ayuntamiento de Toledo ha acometido, con fondos del Ministerio de Cultura dos grandes intervenciones. Entre 1998 y 1999 en la zona del Hemiciclo, también dirigida por el arquitecto D. Álvarez Ahedo y los arqueólogos Dª M. J. Sainz y D. J. M. Rojas. Esta actuación se centró en la recuperación, limpieza, adecuación de los restos. La intervención arqueológica en 2011-2012, ha sido llevada a cabo por los arqueólogos A. Guio Gómez, J.A. Ruiz Sabina, A. J. Gómez Laguna y J. García González, contando con la participación de alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha. Es la primera que ha actuado de forma general en el graderío SE y ha permitido recuperar, desde 1931 de nuevo, una parte de las Cárceres de salida. La excavación arqueológica ha sido muy localizada y se ha centrado en la recuperación de las cuadrículas realizadas en 1929-1931 en la zona de las Cárceres y en el Vomitorio del lado SE. Gracias a ella, por primera vez es visible la longitud total del edificio al conectar el Hemiciclo con las Cárceres de salida.

Figura 5. Vista del Graderío SE. 1927 y 2012.

El Circo de Toledo fue uno de los primeros construidos fuera de la Península Itálica, en el siglo I d.C. Tenía unas dimensiones originales de 409 metros de longitud

Proyecto de acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio J. Gómez Laguna, Juan Á. Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

Figura 7. Plata general del Circo Romano de Toledo.

Figura 6. Vista del Graderío SE. 1927 y 2012.

Figura 8. Vista aérea de la actuación en las Carceres de salida del Circo Romano de Toledo.


y 100 metros de anchura. Su construcción muestra la importancia que llegó a tener la ciudad de Toletum en época romana, a pesar de ser tan solo un municipum, y la pujanza de la élite social que lo construyó y mantuvo en uso durante cinco siglos. Un dato que demuestra la importancia que se concedió a este edificio, es que se amplió la zona de las Cárceres, hasta sumar una longitud de 427 m, muy cercana al de Mérida (Emerita Agusta). Tuvo otras reformas menores, que hicieron que se mantuviera en uso hasta más allá del siglo V dC.

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Los resultados de la excavación de 2012, permiten indicar la presencia de edificios y actividades de cronología Visigoda en las Cárceres y el Graderíos S.E. esta última datada por C-14 AMS. Las hipótesis y teorías que indican la importancia que tuvo este edificio para la Monarquía Visigoda, quedan de esta forma confirmadas. Tras el abandono del Circo y de su actividad principal, este se transforma en un área de cantera (expolio) y zona de fabricación de cerámicas durante los siglos X-XI, como constatan los hornos localizados. A esta transformación, ayudó la disposición de los muros romanos y el desnivel que presentaba el terreno. Aunque en principio esta actividad parecía marginal y excepcional, los hallazgos de la campaña de 1982, han demostrado que buena parte del Circo se reutilizó para esta actividad manufacturera, antes incluso de ser utilizada, como Necrópolis Islámica. En el caso de los Hornos hallados en 2011 en el Graderío NE, el hecho que una tumba islámica haya cortado el relleno que colmata uno de estos hornos (nº 1), refuerza esta hipótesis y podría ser un indicio de una mayor antigüedad. Hasta el momento se han documentado ocho hornos cerámicos, cinco en 1982 y tres en 2011, en diferentes estados de conservación y con diversas instalaciones asociadas a los mismos. La producción cotidiana de los hornos, se componía, tanto de cerámicas bizcochadas y pintadas, como de vidriadas. Estos hornos, responden a lo que se define como de tipo vertical con dos cámaras, una de combustión y otra de cocción, separadas por un piso horadado o rejilla, a través de la que pasa el aire caliente en su camino al exterior. El tipo en cuestión, más que parecerse a los ejemplos romanos precedentes, tienen unos paralelos formales con los hornos utilizados en el Magreb, Siria y Palestina. Tras el abandono de los hornos, continúa siendo una zona de cantera. Ya en ruina se convierte en el cementerio de la ciudad de Toledo, tanto en época del dominio musulmán (S.IX-XI), como en posteriores etapas, mudéjar (S. XIII - XIV) y bajomedieval cristiana (S. XV - XVI). Se calcula en 35.000 los enterramientos existentes en el interior del perímetro del Circo. Los enterramientos islámicos son sencillos, de acuerdo con la austeridad y la norma igualatoria del Islam.

Figura 9. Vista general de la actuación en las Carceres de salida. El ritual imponía lavar el cadáver, los rezos por el difunto, el amortajamiento con un simple sudario, el acompañamiento y la inhumación directamente en la tierra, en posición lateral y mirando al SE, es decir, hacia La Meca. La orientación de estos enterramientos es SO - NE, situándose la cabecera al SO. Los enterramientos cristianos se diferencian y caracterizan a su vez, por enterrar al difunto dentro de un ataúd de madera, o sobre una simple parihuela del mismo material, con el cuerpo en posición de decúbito supino (apoyado sobre la espalda) y con los brazos sobre el pecho, o rectos a lo largo del cuerpo. La orientación del cuerpo suele situar la cabeza del difunto mirando hacia el SE, es decir, hacia Jerusalén. No obstante, en el caso del Circo Romano, parece ser que es la propia orientación del edificio la que marca la de los enterramientos, haciendo que, tanto musulmanes como cristianos, se entierren paralelamente a los muros del edificio del Circo. Atendiendo a la morfología de las tumbas, se pueden establecer diferentes tipos de enterramientos: de fosa simple (con el ataúd directamente en la tierra); de cubierta plana (de forma rectangular o trapezoidal y con la superficie formada por pequeñas piedras o ladrillos unidos con cal. La cubierta se remarca con un cajeado de ladrillos dispuestos de canto. Pueden tener también

Proyecto de acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio J. Gómez Laguna, Juan Á. Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha


2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

Figura 10. Vista antes y después Carceres de salida.

Figura 11. Vista antes y después Graderío S.E.

la cubierta de madera y cipo en la cabecera. SS. XIIXIV); en lucillo (con bóveda de ladrillos unidos con cal y planta trapezoidal, más alta y ancha en la cabecera. Época mudéjar. SS.XII-XV); fosa en alcaén (excavadas en terreno duro arcillo-arenoso de color anaranjado, estrechas y con individuos semiflexionados, sin ataúd, en decúbito lateral derecho y mirando al SE. Pueden tener cubierta de tejas. SS. IX - XI). Como se ha indicado desde el siglo XVI sobre él se levantan varios edificios, aprovechando sus cimientos: capilla de Los Monteros, el Brasero de la Vega y el Convento de San Bartolomé de la Vega. Además sufre, las voladuras de una parte de los muros para la construcción del Convento de San Bartolomé (s. XVI) y las mandadas por el Cardenal Lorenzana (s.XVIII) que ordena “…lodar las cuevas o subterráneos del circo, destruyéndolas a propósito, para evitar que fueran albergues de gentes de mala vida y constumbres” ubicadas en el frente SW. Llega en tal ruina y abandono que no se reconoce como Circo Romano hasta 1929.

Figura 12. Circo Romano en el plano de Arroyo Palomeque (s.XVIII), con los edificios construidos sobre sus cimientos.


5. El PROYECTO DE 2011-2012 El espacio degradado en que se había transformado el espacio delante de la Venta de Aires, un antiguo jardín abandonado, indujo al Servicio de Urbanismo de la ciudad, bajo la dirección de D. Ignacio Ávares Ahedo, a plantear un proyecto urbanístico de recuperación de este entorno. Contó con un equipo integrado por arquitectos, restauradores, historiadores, arqueólogos, ingenieros, etc La intervención arqueológica en los restos fue limitada, pero con una especial atención del sector de las Cárceres, junto a una importante intervención de restauración en los restos ya conocidos y visibles del Hemiciclo y del graderío NW. De especial mención merece el análisis de las causas del proceso de destrucción de los restos conservados en el Hemiciclo. Una vez detectado el origen del problema, se pudo plantear, una solución para contrarrestarlos. Trabajos Urbanísticos. Desarrollados por la empresa Construcciones Lozoya, los trabajos fueron los siguientes: - Eliminación del aparcamiento del interior del circo, mediante el desbroce preliminar de la zona. - Creación de un aparcamiento fuera del circo romano en el extremo SW del Paseo del Circo. - Eliminación del arbolado y vegetación existente en el interior del Circo y aparcamiento. - Creación de una calle peatonal en el lado SE del Paseo del Circo (Calle 1), con la instalación de diferentes servicios: saneamiento, agua, etc. Para no abrir nuevas zanjas se aprovecharon las ya existentes en las calles antiguas y se transformaron en multiservicios de luz, agua, saneamiento. - Conexión de los servicios ubicados en la Calle 1 con los de la Calle 2. - Creación de una acera y una zona de aparcamiento en batería, en el lado NW del Paseo del Circo (Calle 2), con la colocación en una zanja de diferentes servicios - Demolición del tramo del Paseo de los Canónigos situado encima del Circo. - Retirada de todos los elementos modernos existentes en el interior del Circo. La creación de nuevas instalaciones de servicios: luz, agua, saneamiento, etc, fuera del perímetro del edificio, permitió la retirada de todos los servicios existentes en el interior del perímetro del circo. - Construcción de una valla perimetral de madera de la zona actuación.

Trabajos de Seguimiento y Control arqueológicos asociados al proyecto urbanístico. -Control del desbroce de las calles y del área del nuevo aparcamiento. - Control de la apertura de las zanjas para la instalación de los nuevos servicios: saneamiento, luz, agua, etc. - Control del rebaje para la construcción de las aceras y bordillos. - Control de la retirada de las tuberías de saneamiento, canalización de aguas, cables de luz, así como el rebaje de los registros de saneamientos, existentes en el interior del perímetro del Circo. - Control de la retirada, dentro de la zona de intervención, con medios mecánicos, de los escombros acumulados en el interior del perímetro del Circo, hasta llegar a la cota de uso del siglo XVII (8.760 m2 y un total de 9.000 m3). - Control de la retirada de la vegetación degradada (setos y árboles) existentes en la zona de intervención, así como de la hiedra que cubría los restos arqueológicos. - Recuperación con medios mecánicos y limpieza manual de los sondeos realizados en la Campaña de 1927 a 1931, en la zona del Graderío SE y de las Cárceres. - Seguimiento y control arqueológico de los trabajos de rehabilitación del Hemiciclo y del frente NW del Parque Escolar. En especial de la actuación en el subsuelo, como la zanja de drenaje para evitar las humedades en las pilae de las cáveas. - Coordinación de los trabajos de restauración de los elementos degradados en las Cárceres y el Graderío NE. Trabajos de Restauración. Desarrollados por la empresa especializada Kerkide S.L. (en UTE con Construcciones Lozoya) se han centrado en contrarrestar y retrasar el proceso de destrucción de las ruinas. Todos los tratamientos aplicados en el Circo han empleado cal, agua, piedra y arena, los mismos materiales con los que se construyó. Entre las actuaciones llevadas a cabo en los muros del Hemiciclo, podemos citar las siguientes: -Limpieza manual con la eliminación de vegetación inferior, mediante la aplicación de biocidas en el Hemiciclo. -Consolidación de los restos disgregados, mediante silicato de etilo. -Eliminación de las humedades por capilaridad, con la colocación de un sistema de drenaje en la base de las pilae.

Proyecto de acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio J. Gómez Laguna, Juan Á. Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

-Eliminado con medios mecánicos (microchorro) la costra negra, grafitis, etc. Relleno de las oquedades se han empleado morteros de cal, pigmentados con la aportación de material pétreo, en aquellas zonas en las que el grosor del muro así lo requería. Para las grietas y zonas huecas se han aplicado morteros de inyección con base de cal. - Eliminación de las zonas con eflorescencias salinas, mediante la aplicación de pulpa de papel embebida en agua destilada. -Rellenado las partes debilitadas de las arcadas y se han completado las zonas erosionadas de las pilae, para asegurar su estabilidad. -Estabilización de los bloques ya caídos, mediante estructuras de tipo gaviones. -Colocación de estructuras de acero inoxidable, con la finalidad de frenar el proceso de colapso de las cáveas de opus caementicum que soportaban el graderío del Hemiciclo. Estos elementos contrarrestan la ausencia de empuje lateral provocado por la rotura y desaparición de algunas de las bóvedas. Con este sistema se retrasa el derrumbe de toda la estructura por un efecto en cadena. Aunque la intervención se ha centrado en el Hemiciclo, también se han realizado algunas intervenciones en el graderío SE. En esta última zona, podemos citar los siguientes trabajos: -Aplicación de tratamientos de consolidación en los muros para su conservación. -Restauración y reintegración de los volúmenes perdidos en las cimentaciones de los nuevos muros localizados en las Cárceres y en el Graderío NE. - Recimentación de los muros de las Cárceres y del Vomitorio, muy afectadas por la excavación arqueológica de 1927 a 1931. -Reintegración del volumen perdido de los muros como consecuencia del uso de la zona como área de aparcamiento incontrolado. -Protección de los restos arqueológicos mediante su cubrición con geotextil y grava seleccionada. -Protección, mediante mortero hidráulico aplicado sobre una malla metálica, de los perfiles resultantes en la excavación arqueológica. Trabajos de Excavación Arqueológica. Limitados a los sondeos de las Campaña de 1927 a 1931, en la zona del Graderío SE (150 m2) y de las tres primeras casillas de salida de las Cárceres (600 m2).

Figuras 13 a 16. Trabajos de restauración en el Hemiciclo del Circo Romano


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Figura 17. Sección trasversal del Graderío SW del Circo Romano.

El empleo de una metodología basada en la generación de ortofotos mediante fotogrametría, ubicadas en UTM reales, ha permitido situar con una precisión milimétrica las estructuras del Circo, tumbas medievales, etc. Un resultado de la aplicación de este método ha permitido obtener las dimensiones reales del Circo (427,18 metros de longitud y 100,80 metros de ancho). Entre otros, los trabajos han sido los siguientes: - Limpieza manual de los restos y rellenos arqueológicos conservados en el Graderío NE y la zona de las Cárceres. - Cuadriculación completa de la zona del área de trabajo del Circo Romano, en cuadrículas de 20 por 20 m. - Excavación manual con la colaboración de estudiantes de la Universidad de Castilla La Mancha y peones proporcionados por la empresa constructora de un sondeo trasversal al graderío NE (49 m2) y de una pequeña área en las Cárceres (59 m2). - Obtención de una planimetría completa mediante fotogrametría, de los restos conservados del Circo Romano en la zona de intervención, incluidos los hallazgos asociados al Control de los trabajos de urbanización. - Documentación gráfica (dibujo y fotografía) de los alzados de los muros y elementos del edificio, incluidas las cáveas del Hemiciclo. - Toma de muestras para la datación mediante C-14 (AMS) de los restos. Trabajos de puesta en valor del edificio. Asociados a esta actuación, se han desarrollado los siguientes trabajos: -Protección de los restos arqueológicos mediante su cubrición con geotextil y grava seleccionada. -Señalización y delimitación de las estructuras relacionadas con el Circo romano. Para resaltarlos

se han empleado gravas de diferentes colores y texturas. También se han colocado en el emplazamiento original piedras de granito, como sillares romanos y bloques de cantería recuperados en las labores de construcción y en calles adyacentes. -Creación de Panees informativos (8), sobre: Situación del Circo, Presentación del Proyecto de Acondicionamiento, Proyecto de excavación, Historia de las intervenciones arqueológicas en el Circo, Trabajos de rehabilitación y restauración, El Circo Romano de Toledo, Fase de Necrópolis y Fase de uso como zona de instalación de hornos.

5. CONCLUSIONES El proyecto de urbanización desarrollado en este sector del Circo Romano de Toledo, ha permitido revertir la situación de degradación que tenía este sector del edificio. Con esta actuación en el Circo, se ha logrado sacar del estado de abandono y la falta de urbanización que presentaba la zona. Se trata de un primer paso, iniciado con la puesta en valor de una parte del yacimiento arqueológico. Con su presencia actual, se ha integrado en los circuitos turísticos de la ciudad de Toledo. En total se han recuperado más de 240 m del muro exterior del graderío SE y tres de las doce Carceres de salida. Además, los trabajos de consolidación y restauración desarrollados en el Hemiciclo y en la zona del Graderío NE permiten asegurar, por unos años, la estabilidad de las cimentaciones de opus caementicum de esta zona. Aunque la excavación arqueológica no tenía como finalidad resolver las múltiples incógnitas que tiene el edificio, ya planteadas por los especialistas, los trabajos desarrollados si han permitido documentar múltiples reformas en el momento de uso (ss. I-V d.C.) Destaca la reforma de las Cárceres de salida. Esta ampliación, de las casillas de salida, desarrollada

Proyecto de acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo Ignacio Álvarez Ahedo, Antonio J. Gómez Laguna, Juan Á. Ruiz Sabina, Antonio Guio Gómez, Javier García González y Javier García Almarcha


2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

en un momento indeterminado entre los siglos I y III d.C. amplió el edificio primigenio de los 409 m hasta alcanzar los 427 m, muy cercano al gran circo de Mérida (Emerita Agusta). Para confirmarlo, se realizó de forma específica una cata. También hay indicios, de otra reforma del lateral de las Cárceres, en época Tardonatigua que incluía la edificación de una columnata. Las reformas y ampliaciones, detectadas indican la importancia que tuvo el edificio para las élites de la ciudad de Toletum, que lo mantuvo en uso durante cinco siglos. En la actualidad el mantenimiento del edificio se asegura por el empleo de los medios técnicos que dispone el Excmo. Ayto de Toledo. También con la realización de forma anual, desde 2013, de un Campo de Trabajo Internacional desarrollado por la JJ.CC. de Castilla-La Mancha y apoyado por las Concejalías de Juventud y Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo. Por último, la creación de marcos y modelos de colaboración entre las instituciones: Ayuntamiento de Toledo, Consejería de Educación, Cultura y Deportes y la Facultad de Humanidades de la UCLM, para la realización de la excavación arqueológica ha servido de modelo, para otras actuaciones en yacimientos cercanos a la ciudad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Álvarez Ahedo, I. y J.C. Fernández Layos (2011): Proyecto de Acondicionamiento y puesta en valor del Circo Romano de Toledo. Ayto. de Toledo. Toledo. De Juan García, A (1987): Los enterramientos musulmanes del Circo Romano de Toledo, Nº 2. Museo de Santa Cruz, Estudios y Monografías. Maquedano, Carrasco, B, J.M. Rojas, E.I. Sanchez, M.J. Sáiz Pascula y R. Villa (2002): Nuevas aportaciones al conocimiento de las necrópolis medievales de la Vega Baja de Toledo (I), en TULAYTULA, Nº 9, Primer Semestre pp. 19-51 Rojas, J.M. y A. Gómez (2008): Intervención arqueológica en la Vega Baja de Toledo. El centro político y religioso del reino visigodo, en Visigodos y Omeyas, Anejos de ESPA, LI, Mérida, pp. 45-90. Rubio Rivera, R. (2011): El circo romano de Toledo y la Vega Baja en época romana, en La Vega Baja. Investigación, documentación y hallazgos, Cuenca, pp. 35-56. Sánchez Palencia F.J., M.J. Sáinz Pascual, S. Martínez Lillo, A. de Juan García, J. Pereira, R. Izquierdo y L. Olmo (1996): Circo Romano en Toledo; Arqueología en la Ciudad, Patrimonio Histórico-Arqueología de Castilla-La Mancha, Nº 13. Toledo. Sánchez-Palencia, J. y Sainz, M.J. (1988): El circo romano de Toledo: estratigrafía y arquitectura, en Estudios y Monografías, Nº 4, Consejería de Educación y Cultura. Sánchez-Palencia, F.J. (1989): El marfil de Hipólito del circo romano de Toledo, en Homenaje al Profesor Antonio Blanco Frijeiro, U.C.M. Madrid.

Figura 18. Muro de cierre original de las Carceres del Circo Primigenio detectado delante de las Carceres.


NUEVOS DATOS EN RELACIÓN CON LA GESTIÓN DEL AGUA EN EL MONASTERIO DE SAN PELAYO DE CERRATO (PALENCIA) NEW DATA IN RELATION TO THE MANAGEMENT OF WATER IN THE MONASTERY OF SAN PELAYO DE CERRATO (PALENCIA) Angel Luis Palomino Lázaro1, Manuel Moratinos García2 Ines María Centeno Cea2 y Maria Negredo García2 1

Patrimonio Inteligente Castilla y León, SL 2 Proyectos y Propuestas Culturales, SL

Autor de contacto/Contact author: Angel Luis Palomino Lázaro, angelpalomino@patrimoniointeligentecyl.com

RESUMEN El monasterio de San Pelayo de Cerrato se encuentra en la zona suroriental de la provincial de Palencia. Su rehabilitación como sede de la Fundación Grupo Siro ha conllevado un intenso proceso de documentación arqueológica entre los años 2007 y 2016, que ha generado un importante volumen de información, gracias a la cual ha sido posible conocer en detalle la historia de este monasterio desde su “fundación oficial” a principios del siglo X, hasta su Desamortización. Dicha fundación no hace sino visibilizar una realidad que ya existía con anterioridad en la comunidad eremítica que ocupaba el covacho, cuyo origen y desarrollo se había mantenido al margen de las estructuras político-administrativas del momento, a saber, el poder condal castellano dependiente del reino de León, que en estos momentos representan las entidades políticas dominantes en este territorio. Será precisamente la entrada en escena de dichos poderes el detonante de la monumentalización del monasterio, hasta entonces reducido al “humilde” covacho en el que los primeros freires trataron de encontrar la espiritualidad de acuerdo con modelos que entroncan directamente con las primeras manifestaciones del cristianismo primitivo. La excavación ha permitido documentar un interesante complejo de canalizaciones y estructuras que, abasteciéndose de un imponente manantial existente al norte del complejo monumental, pone de manifiesto una perfecta planificación en la gestión del agua -con un importante complejo de letrinas, pozos, saneamiento de las cocinas-, destacando la existencia de una fuente en el interior de la iglesia monástica y una más que probable “sala de baños” en una pequeña habitación que se abre en lado del evangelio y que tiene acceso desde la nave central del templo. Esta construcción supone una importante novedad funcional de los monasterios castellanos a la vez que pone de manifiesto comportamientos y costumbres apenas registradas en las fuentes documentales escritas.

PALABRAS CLAVE: Monasterio; Eremítica; Covacho; Baños; Canalizaciones.

ABSTRACT The monastery of San Pelayo de Cerrato is located in the southeast of the province of Palencia. Its rehabilitation to host the headquarters of the Grupo Siro Foundation has entailed an intense process of archaeological documentation from 2007 to 2016, which has generated an important amount of information, thanks to which it has been possible to know in detail the history of this Monastery from its “official foundation” at the beginning of century X, until his Confiscation. This foundation only makes visible a reality that already existed previously in the eremitical community that occupied the cave, whose origin and development had remained outside the political-administrative structures of the time, namely the power of the Castilian county dependent of the kingdom of Leon that represented at those moments the dominant political entities in this territory. It would be precisely the entrance of these powers to the trigger of the monumentalization of the monastery, reduced until then to the “humble” cave in which the first friars tried to find spirituality according to the models that directly connected with the early manifestations of early Christianity. The excavation has made it possible to document an interesting complex of canalizations and structures that, being supplied by an imposing spring in the north of the monumental complex, reveals a perfect planning in the water management - with an important complex of latrines, wells, sanitation of the kitchens sanitation-, highlighting the existence of a fountain inside the monastic church and a more than likely “bath room” in a small chapel that opens on the gospel side and has access from the central nave of the temple. This construction supposes an important functional novelty of the Castilian monasteries at the same time that it manifests behaviours and customs hardly registered in the written documentary sources.

KEY WORDS: Monastery; Eremitic; Cave; Baths; Canalizations.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

1. INTRODUCCIÓN El monasterio de San Pelayo se levantó en la localidad palentina de Cevico Navero, en una comarca, El Cerrato, que posee una fuerte personalidad cultural e histórica. Nos encontramos en la zona media de la Cuenca del Duero, inmediatamente al Norte del río, en un paisaje dominado por amplias parameras y profundos valles labrados por numerosos arroyos y regatos subsidiarios de la margen izquierda del río Pisuerga.

documentados, como es la gestión del agua, por entender que el mismo aporta, a día de hoy, interesantes novedades en el contexto de la arqueología monástica. En efecto, el emplazamiento del monasterio estuvo determinado por la existencia de un abundante manantial que brota en la zona media de la pronunciada ladera del páramo que delimita por el Norte el estrecho valle del arroyo Maderón. Dicho manantial coincide, a su vez, con una amplia plataforma estructural que se desarrolla sobre un potente afloramiento rocoso de toba, dando lugar a una superficie relativamente llana que domina topográficamente sobre la vega que se extiende a sus pies. El monasterio ocupará a lo largo de su historia buena parte de este espacio, resguardado de los vientos del Norte y gozando de una prologada exposición solar al situarse en la vertiente meridional de la ladera. A su vez, y como se verá más adelante, el sustrato geológico rocoso formado por el paquete de toba, no solo aportará material pétreo fácilmente manipulable, sino que permitirá la apertura de un covacho artificial que está en el inicio del proceso histórico que dio lugar al monasterio.

Figura 1. Localización de San Pelayo de Cerrato en Castilla y León. El proyecto de recuperación de este monasterio, promovido por la Fundación Grupo Siro (Moratinos y Palomino, 2010), ha supuesto el desarrollo de un amplio programa de investigación histórica y arqueológica, iniciado en el año 2007 y mantenido, en función del propio avance del proyecto rehabilitador, hasta 2016. En total se han efectuado siete campañas de excavación que han permitido documentar íntegramente el solar ocupado por el cenobio en sus diferentes fases; el único sector en el que no se ha intervenido es el eremitorio rupestre, al que más tarde nos referiremos. A su vez, se ha llevado a cabo un estudio de las estructuras constructivas conservadas aplicando la metodología propia de la arqueología de la arquitectura (Palomino, et alii, 2011). También se ha realizado un estudio intensivo de las fuentes documentales escritas– transcripción del Libro Becerro, análisis de buena parte de los documentos producidos entre los siglos XVI-XIX, así como los relacionados con el proceso de desamortización-(Moratinos y Palomino, 2011 a y b), que nos permiten disponer a día de hoy de un volumen considerable de información como para poder analizar en profundidad el desarrollo de este complejo monástico. En esta comunicación hemos optado por abordar uno de los aspectos más interesantes de todos los

Figura 2. Monasterio de San Pelayo: emplazamiento (fase inicial del proyecto de recuperación).

2. CONTEXTO HISTÓRICO Su origen debe entenderse en el contexto de los complejos procesos de cristianización de este territorio que se producen en el tránsito de la antigüedad tardía a la alta edad media. Para esta primera fase apenas si contamos con otras referencias que las que se pueden inferir a partir de la existencia del complejo eremítico abierto en la toba y que, como se ha dicho, no ha sido aún objeto de excavación arqueológica. La primera reseña escrita que alude a este monasterio se fecha el día de Año Nuevo de 934. Oveco Díaz y su mujer Gutina donan en testamento al abad Pedro y su comunidad el lugar llamado valle de los avellanos para que levanten allí un monasterio en honor al joven Pelayo, martirizado unos años antes en la capital califal (Fernández, 1973: 287-288; Moratinos y Palomino 2011a). Esta referencia con toda seguridad alude a la comunidad eremítica que desde tiempo atrás venía ocupando el covacho excavado en la roca, que pasaría a


ser dúplice, desplazándose las monjas al monasterio de Santa Cruz en la cercana localidad de Reinoso de Cerrato (Backmund, 1956: 179). Desde este momento y hasta bien avanzado el siglo XIV –confirmación del privilegio de Pedro I en 1353- San Pelayo acumuló un importante patrimonio gracias a las numerosas donaciones de la monarquía, la nobleza local, derechos sobre vasallos y tributos reales sobre la propia villa de Cevico Navero, convirtiéndose en una de las mayores abadías premostratenses de la Corona de Castilla.

Figura 3. Acceso al eremitorio (covacho) abierto en la roca. convertirse así en cenobítica. Por otra parte, este hecho estaría representando la apropiación de este lugar por parte de uno de los poderes territoriales vinculados al poder condal castellano que, desde principios del siglo X, está consolidando su dominio en este sector del valle del Duero. Su emplazamiento, además, tiene lugar en un sector que a principios de dicha centuria se encuentra en la frontera occidental del condado castellano, marcando su área de expansión máxima en el aspecto político-territorial y que tendrá su contrapunto por parte del poder leonés en el monasterio de San Isidro de Dueñas (en Dueñas, Palencia), apenas distante de San Pelayo 30 km (Reglero, 2005). En este proceso, la donación hecha por el poder local al grupo religioso estaría poniendo de manifiesto, a su vez, la integración de San Pelayo en la red de monasterios familiares que a partir de este momento proliferaron en este territorio (Martín, 1996: 92-93). San Pelayo se convierte así en un referente para la familia aristocrática que lo dotó, garante no solo de su seguridad espiritual, sino también material –receptor de sus bienes más preciados depositados a modo de ofrendas-, acogiendo en la comunidad a los miembros de la familia, incluso a las mujeres, constituyéndose así en un centro dúplice (Orlandis, 1971: 25-27). La aparición entre los firmantes de la referida donación de varios nombres femeninos –como Gontrode, Flámula o Apalla- ha sido considerada por unos como monjas del cenobio (Fernández, 1973: 281), si bien el padre Diego de Vergara, en su redacción del Libro Becerro, las identifica como tres de las hijas de la familia fundadora (Moratinos y Palomino, 2011a: XVI). Hasta la llegada de los monjes premostratenses en 1156 ó 1159 (López, 1997: 455, notas 7 y 8)1, la comunidad estuvo regida por Canónigos Regulares2. Los nuevos monjes, procedentes del monasterio de Nuestra Señora de La Vid (Burgos), toman posesión del cenobio, incorporándolo a la recién creada Orden de los monjes blancos de San Norberto, momento en el que deja de

Esta situación cambiará poco después como consecuencia de la crisis o Gran Depresión producida por la guerra civil que terminó con el ascenso al trono de Enrique II de Trastámara en 1369 (Valdeón, 1996: 333-4). Crisis que se agudizó a lo largo del siglo siguiente con la vinculación de los abades a las grandes familias nobiliarias, periodo comúnmente conocido como de los abades comendatarios, y que supuso el expolio a favor de éstas de buena parte de las posesiones monásticas. En el caso de San Pelayo, fray Diego de Vergara denomina a esta etapa como tercera edad o fase oscura, ya que implicó la pérdida de buena parte de las propiedades y derechos del monasterio. A partir del gobierno de Pedro Almazán de Mendoza (1493-1531), el cenobio intentó recuperar algunas de esas posesiones, no sin tener que litigar duramente ante el Tribunal de la Real Chancillería de Valladolid con buena parte de las villas y familias nobiliarias implantadas en el Cerrato palentino. Esta situación se mantuvo a lo largo del siglo XVI, lo que supuso un importante esfuerzo económico que no siempre se tradujo en la recuperación de los bienes enajenados. Un hito importante en la historia de San Pelayo fue la creación en 1568 de un Colegio de Humanidades, ampliado a partir del siglo XVIII con un Estudio de Filosofía para los canónigos de la Congregación (López, 1997: 457). En el último tercio del siglo XVI el monasterio estará bajo el patronazgo de Pedro de Zúñiga y Ana de Cabrera, marqueses de Aguilafuente, lo que supuso una aparente recuperación a corto plazo, que sin embargo no fue tal, ya que el monasterio decayó de forma definitiva durante los siglos XVII y XVIII alejado de los grandes centros económicos y políticos del país. Esta situación culmina en el primer tercio del siglo XIX, periodo en el que San Pelayo sufre hasta tres exclaustraciones: la primera el 30 de octubre de 1809, la segunda en abril de 1821 coincidiendo con el triunfo de la revolución liberal y la implantación del llamado Trienio Constitucional (1820-1823) y la tercera que supuso la exclaustración definitiva el 11 de octubre de 1835. Ese día, por orden del obispado de Palencia, Mariano Rojo cura teniente de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz de la localidad de Cevico Navero, realizó, un Inventario de las alhajas, libros, vasos sagrados

Nuevos datos en relación con la gestión del agua en el Mto. de San Pelayo de Cerrato (Palencia) Angel Luis Palomino Lázaro, Manuel Moratinos García, Ines María Centeno Cea y Maria Negredo García

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

y demás que abajo se expresarán destinados al culto divino pertenecientes al extinguido Convento de San Pelayo de Cerrato (Moratinos y Palomino, 2011b: 29). El destino del monasterio quedó definitivamente sellado el 17 de noviembre de 1843, mediante la publicación en el Boletín Oficial de Ventas de Bienes Nacionales, de la venta del Convento de San Pelayo de Cerrato en Cevico Navero, que por un precio de salida de 25.000 reales fue adquirido por Bernardino Padillo por la cantidad de 25.010 reales (Revuelta, 1992: 79).

3. EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA 3.1. Secuencia ocupacional Como se ha dicho ya, la intervención arqueológica ha estado estrechamente relacionada con el desarrollo del proceso de las obras de rehabilitación funcional del monasterio como sede de la Fundación Grupo Siro. Asumiendo desde un principio la complejidad que para el registro estratigráfico implicaba la excavación de una extensión considerable (la superficie total se ha estimado en 6.500 m²) y el diferente significado de los espacios que configuran la estructura monástica, todo el área se organizó en 23 sectores –identificados alfabéticamente- atendiendo a su significado funcional, partiendo de las referencias que en los inicios del proceso se tenía para los mismos. El dilatado proceso de investigación en este monasterio, en el que como se ha señalado se han integrado tanto las informaciones aportadas por el registro escrito como las estrictamente arqueológicas –excavación y lectura de paramentos-, ha permitido establecer una secuencia bastante aproximada de su desarrollo, diferenciándose siete grandes fases:

Figura 4. Ordenación por sectores de excavación del espacio monástico.

·

Fase I: altomedieval (ss. VI/VII?-X),

·

Fase II: plenomedieval (ss. XI-principios del XII),

·

Fase III: plenomedieval (s. XII),

·

Fase IV: bajomedieval (ss. XIII-principios del XIV),

·

Fase V: bajomedieval (ss. XIV-XV),

·

Fase VI: moderna (ss. XVI-XVII)

·

Fase VII: contemporánea Desamortización).

(s.

XVIII-

A la Fase I corresponderían las evidencias relacionadas con la transformación del covacho en eremitorio llevada a cabo por la comunidad originaria. Su punto de partida es difícil de precisar al no haberse intervenido todavía en dicho espacio, si bien su máximo desarrollo coincidiría con la donación hecha a la comunidad por el poder local en el año 934. La Fase II representa la construcción de las primeras estructuras en la plataforma que se extiende por encima del covacho, iniciándose en este momento el proceso de monumentalización del monasterio, cuyo principal exponente sería la Sala Capitular, una dependencia que jerarquizó desde el mismo momento de su construcción la ordenación de este sector. El sistema constructivo empleado, un encofrado de cal y arena, la diferencian del resto de edificaciones de San Pelayo -construidas con técnicas mixtas de cantería y encofrado o sencillamente de cantería-. Este fue el ámbito elegido para albergar una serie de enterramientos (9) que, por lo concienzudo de su construcción -tumbas antropomorfas excavadas en la roca con sus cabeceras destacadas y con entalles para contener una doble cubierta, compuesta por un primer cierre de sillares o bloques de toba calcárea y sobre éste una lápida de caliza, en más de un caso

Figura 5. Detalle interior del complejo eremítico colmatado por derrubios y desprendimientos laterales.


monolítica, y por la riqueza de los ajuares localizados, al menos en dos de ellos-, han sido interpretados como pertenecientes a algunos de los primeros abades que gobernaron la comunidad, incluso con anterioridad a la llegada de los premonstratenses. Asociados a esta dependencia se reconocieron otras estancias, muy parcialmente conservadas, que denotan un desarrollo importante del complejo monástico. La Fase III identifica las dependencias relacionadas con el posible monasterio femenino dúplice. El movimiento desarrollado por Roberto de Xanten admitía la existencia de comunidades dobles con dos casas contiguas bajo un único gobierno, y no será hasta el capítulo general de 1140 cuando, siguiendo los preceptos del II Concilio de Letrán del año anterior, se acuerde la disolución de los monasterios dobles y la salida de las sororibus a otros monasterios o granjas alejados (Sabaté, 2009: 139). En este caso, la comunidad femenina se trasladó al cercano monasterio de Santa Cruz, en Reinoso de Cerrato (Palencia) a comienzos de 1156, coincidiendo esta fecha con la posible llegada de los premonstratenses (López, 1997: 455).

calefactorio. En este momento se construyen buena parte de las dependencias que completan la estructura del monasterio, que serán reformadas o amortizadas en fases posteriores. Durante la Fase V la Sala Capitular volvió a sufrir una importante reforma que muy posiblemente trata de resolver los problemas estructurales que desde un primer momento manifestaba, reforzándose su muro norte con dos grandes contrafuertes. Esta aparatosa reforma podría guardar una estrecha relación con la mención escrita en el Libro Becerro justificando la enajenación de la granja de Villasoña, llevada a cabo en 1411 por el abad Juan de Gumiel, ante los gastos que la comunidad ha de afrontar frente a la necesidad de hacer y reparar la claustra del dicho monasterio que está derribada (Moratinos, Palomino, 2011a: CLXXXIV).

Figura 7. Estructuras pertenecientes al monasterio dúplice.

Figura 6. Sala Capitular y estructuras asociadas. La Fase IV implicó una profunda remodelación que terminará por configurar la planta definitiva del monasterio. De este modo la iglesia quedó ubicada en el extremo norte del recinto, situándose el claustro reglar inmediatamente al sur, construido en estilo gótico. A su vez, la Sala Capitular se transforma, incorporándose a la panda este del claustro gótico, cuya construcción se estaba llevando a cabo en esos momentos, quedando los primitivos enterramientos sepultados bajo una gruesa capa de tierra que, además de recrecer la estancia, preservó los sepulcros de cualquier intrusión futura. Esta sala reformada se encontraba junto a la sala de monjes, separadas ambas por un pasillo -comúnmente llamado “paso a la huerta”-, que daba acceso a la zona rústica situada al este del complejo monástico. La sala de monjes estuvo compartimentada en dos ámbitos, el menor de los cuales habría operado como

La Fase VI implicó la renovación del claustro, sustituyéndose el gótico original por el renacentista que, muy parcialmente conservado, ha llegado hasta nuestros días. En este momento la Sala Capitular, que aún se mantenía funcional, sufrió nuevas remodelaciones, desmantelándose avanzada la misma y aprovechándose sus restos como material constructivo en la reestructuración que se realizó en esa parte del claustro antes de 1545, como de nuevo queda constancia en el citado Libro Becerro: Don Miguel de Castillejo fue abad hasta el año de MDXLV, éste edificó y cubrió dos paños del claustro y dejó todo hecho y descubierto, hizo el capítulo, refectorio, la escalera y las seis celdas del dormitorio (Moratinos y Palomino, 2011a: XXXII). Por último, ya en el siglo XVIII coincidiendo con la Fase VII-, se adosó al muro exterior de la reformada panda este un edificio de gruesos muros, el cual presentaba la particularidad de carecer de un vano de paso desde el exterior, por lo que su acceso se tuvo

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

que realizar desde alguna de las habitaciones del piso superior a través de una escalera móvil, toda vez que en la pared no ha quedado huella alguna que evidencie la presencia de unas escaleras de obra. Esta fase representa a su vez la exclaustración de los monjes y el comienzo de la ruina y expolio del monasterio una vez desamortizado.

3.2. Estructuras hidráulicas El conjunto de las estructuras relacionadas con la gestión del agua, objeto de esta comunicación, se localizan en todo el espacio monástico siguiendo una planificación perfectamente pautada. En este sentido, y a pesar de la parquedad del registro documental escrito al respecto, sí tenemos constancia de la bondad y del valor terapéutico de las aguas de San Pelayo, tanto a escala local, como entre miembros relevantes de la orden3. Este complejo de estructuras ya fue objeto de una primera aproximación en la que se puso de manifiesto la importancia que este recurso tuvo para el desarrollo de las actividades cotidianas de la comunidad monástica (Moratinos y Palomino, 2013). En dicho trabajo se llevó a cabo una detallada descripción de las estructuras hidráulicas tanto desde el punto de vista formalconstructivo, como de su articulación en el sistema general de gestión del agua dentro del monasterio. A su vez, se planteó el significado simbólico de algunas de estas estructuras, atestiguado en la presencia de una fuente dentro de la iglesia y la más que probable existencia de una “sala de baños” cuyo acceso se abre en el interior de la iglesia, concretamente lado norte –del evangelio- del transepto. Sin embargo, el motivo que nos trae aquí es el reciente descubrimiento de las letrinas originales del complejo monástico, cuyo reconocimiento en la campaña de excavación finalizada en noviembre de 2016, completa el repertorio de estructuras vinculadas a la gestión del agua en el monasterio de San Pelayo de Cerrato.

Figura 8. Monasterio de San Pelayo: estado inicial (desde el ángulo suroeste del claustro).

Figura 9. Planta general del monasterio: estructuras hidráulicas. Esta instalación se localiza en el extremo oriental del complejo monástico, situándose en el momento de su construcción relativamente alejada del resto de las dependencias. Este espacio había sido previamente acondicionado para su ocupación mediante la nivelación de todo el área con una serie de aportes sedimentarios que amortizan la pendiente del terreno, regularizándolo. Este proceso habría tenido lugar en un momento avanzado de la Fase II (entrado ya el siglo XII), como puede deducirse de las cerámicas presentes en dichos depósitos, fundamentalmente piezas cerradas elaboradas a torneta de pastas grisáceas, ocasionalmente decoradas con motivos incisos lineales y ondulados, herederas de las llamadas “cerámicas de repoblación” en sus últimas producciones (García, 1966: 415-18). Con posterioridad, ya a comienzos de la Fase III, se construyó un muro de contención que permitió la integración definitiva en el ámbito monástico de un área hasta entonces “marginal”, que pasó a albergar las primeras letrinas del monasterio.

Figura 10. Planta general del monasterio: localización de las letrinas y estructuras excavadas en 2016.


En efecto, avanzada ya la Fase III tuvo lugar la edificación de un conjunto de estructuras que definen un complejo sistema hidráulico, integrado por un gran aljibe, un registro y un canal de desagüe. Su construcción implicó un importante desmonte de la toba calcárea natural, sobre todo en sus lados norte, sur y oeste, donde se observa claramente la impronta del corte producido en la roca, que en las zonas donde ha podido documentarse alcanza una altura máxima de 1,35 m. Dicho corte da lugar a una superficie de contacto lo suficientemente resistente como para contrarrestar los fuertes empujes que generaría el agua almacenada, sobre todo en el caso del aljibe. Apoyándose en el interior de dicho corte se levantan los muros que definen todo el conjunto. El aljibe se abastecería mediante dos canalizaciones excavadas en el substrato rocoso de toba: una lo aprovisionaría por el norte, posiblemente proveniente del manantial principal, y la otra llegaría por el lado oeste desde la “sala de baños” tras cruzar la iglesia y la sacristía desde el pozo de registro localizado en la capilla lateral sur. La salida del agua se produce a través de una apertura practicada en la base del muro oriental del aljibe, dirigiéndose hacia un registro en el que se abre un canal excavado en la roca de unos 0,30 m de profundidad y 0,70 m de anchura. Este registro regulaba su caudal mediante una trampilla, de la que se han conservado los rebajes laterales; tuvo también una escalera lateral adosada al muro este que permitiría el acceso directo a la trampilla reguladora. A través de ésta, el agua saldría directamente a un canal de 1 m de ancho, con un alzado máximo conservado de 1,35 m, que tiene una longitud total documentada de 8,20 m, aunque sería más largo ya que se proyecta fuera del área CANAL DESAGÜE

excavada. Tiene una marcada proyección oeste-este, si bien en su tramo final deriva ligeramente hacia el sur, en dirección a la ladera, proyectando las aguas residuales hacia el arroyo Maderón. En sus primeros 4 m está construido con una cuidada técnica, empelando para ello una primera hilada de sillares de caliza sobre la que se levanta una pared de sillarejo bien careado, trabándose toda la fábrica con una rica argamasa. Conserva un suelo de grandes lajas de caliza cuyas juntas están igualmente reforzadas con un mortero de buena calidad. En sentido estricto el primer tramo de este canal –los 4 m que presentan una fábrica más elaborada- se correspondería con las letrinas, cuya estructura principal, hoy desaparecida, se encontraría inmediatamente por encima –aérea-, mientras que el resto de su recorrido debería considerarse como canal de desagüe propiamente dicho. Las similitudes formales de este complejo con respecto a otros bien documentados –caso por ejemplo del monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela en Zamora (Martín et alii, 2008: 433-37)-, así nos llevan a interpretarlo. El edificio que albergaba las letrinas se identifica a partir de una serie de muros que lo delimitarían por su lado norte y en parte por el este, así como de otro construido sobre el muro sur del canal cuyo alzado no se ha conservado. En cualquier caso, esta estructura se correspondería con la primera edificación de las letrinas, en un momento en el que éstas se encuentran al margen y relativamente alejadas del resto de las dependencias monásticas. La posterior ampliación del monasterio en esta área implicó una transformación de dicho edificio, como más adelante se detallará. Esta interpretación nos sitúa ante las primeras evidencias de letrinas en un monasterio premonstratense en la Península Ibérica. Este tipo de instalaciones, aunque no muy frecuentes, sí son conocidas en monasterios de otras órdenes religiosas. En aquellos donde se han conservado siempre se ubicaban en un extremo del conjunto arquitectónico, con el fin de facilitar lo más

REGISTRO ALJIBE

Figura 11. Letrinas.

Figura 12. Registro: escaleras y trampilla reguladora.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

Figura 13. Salida del caudal al canal de desagüe. posible la evacuación de las inmundicias, evitando de este modo los malos olores, tal ocurre en el caso ya citado de Santa María de Moreruela. El emplazamiento de las letrinas en San Pelayo responde, por tanto, a dicho planteamiento: su situación en el borde de la plataforma facilitaría la evacuación de las aguas residuales en dirección al arroyo Maderón, como pone de manifiesto claramente la disposición y orientación del canal de desagüe; a su vez, su localización marginal con respecto a las dependencias monásticas existentes en ese momento las dotaba, en cierta medida, de ese carácter íntimo necesario para la función que desempeñaban. Este complejo de letrinas se habría construido y mantenido operativo durante la Fase III (siglo XII), amortizándose antes de su finalización o a lo sumo a comienzos de la Fase IV (siglo XIII), tal y como quedaría atestiguado por los materiales cerámicos recuperados entre los sedimentos que han colmatado tanto la estructura del registro, como las letrinas y el canal de desagüe, formados por producciones elaboradas mayoritariamente a torno rápido de paredes engobadas, entre las que predominan la vajilla de mesa de formas cerradas de “tipo mudéjar”, siendo muy residuales las producciones características del momento anterior –elaboradas a torneta de pastas grises-. Por su parte, el aljibe es objeto de una profunda transformación, perdiendo tal función y pasando a convertirse en una dependencia muy posiblemente de almacenaje, compartimentada en su mitad por un endeble muro de mampostería. Esta modificación necesariamente hubo de implicar la anulación de las canalizaciones que antaño lo abastecían –circunstancia que también ha podido determinar las dificultades encontradas a la hora de identificar su conexión con el primitivo depósito-. El carácter semisubterráneo de esta dependencia habría favorecido sin duda su reutilización con cambio en su funcionalidad: su calidad constructiva y sus buenas condiciones ambientales como estructura

subterránea, una vez minimizadas y/o anuladas las humedades, habrían resultado determinantes en este sentido. Este “nuevo” edificio habría tenido una cubierta de entramado de madera y teja curva, como cabe deducir del potente derrumbe que amortizó el antiguo aljibe, accediéndose a la parte subterránea muy posiblemente a través de sendas trampillas abiertas en el suelo –las dependencias no están conectadas-. Su ruina y abandono definitivos habrían tenido lugar avanzada ya la Fase IV, sin alcanzar en ningún caso el siglo XIV, tal y como lo ponen de manifiesto los restos de cultura material recuperados en los sedimentos de relleno, con predominio casi absoluto de las producciones engobadas de “tipo mudéjar” (Villanueva, 1998 y 2011). El motivo de dicha amortización y posterior transformación funcional de parte de sus estructuras, fue la construcción en sus inmediaciones de un gran edificio, que vino a ocupar el espacio que hasta ese momento se encontraba “libre” de construcciones entre las letrinas y las edificaciones más orientales de monasterio. Esta nueva edificación supuso una importante transformación de todo este ámbito, que pasó a integrare en la estructura orgánica del monasterio a principios del siglo XIII. Este proceso de ampliación del monasterio necesariamente implicó un cambio significativo en relación con el complejo hidro-sanitario, que hasta estos momentos se habría encontrado al margen y relativamente alejado de las dependencias monásticas, pasando a estar a partir de ahora en sus inmediaciones. Por ello, la comunidad se vio en la necesidad de construir un nuevo cierre que separara dichos ámbitos y que integrara en un nuevo edificio las letrinas; esta nueva edificación muy posiblemente mantendría el

Figura 14. Planta general del complejo de letrinas y gran edificación posterior.


cierre original por el flanco sur -canal-, mientras que por norte se construyó un nuevo muro que lo amplio ligeramente hacia el sureste. Desde el momento en que este complejo fue amortizado no se tiene constancia (ni documental ni arqueológica por el momento) de la existencia de otra instalación que viniera a cumplir esta función en San Pelayo. Al menos eso es lo que se puede deducir del hecho documentado en 1653 cuando los visitadores de la Orden mandaran al abad construir unos baños para beneficio del monasterio: Yten por quando emos visto la indecencia que se causan en la casa y celdas por no aver necesarias mandamos al Abad disponga una parte a donde acerlas pues es cosa que con poco gasto podrá quitar cosa que parece tan mal4. Si bien desconocemos si tal instrucción fue finalmente cumplida, ya que no hemos identificado dicha instalación.

6. CONCLUSIONES El proyecto de recuperación el monasterio de San Pelayo de Cerrato como sede de la Fundación Grupo Siro, ha permitido conocer en detalle la historia de este monasterio desde su “fundación oficial” en el siglo X, hasta su desamortización en el siglo XIX. De entre los muchos aspectos que la intervención arqueológica ha permitido documentar, destacan el conjunto de estructuras relacionadas con la gestión del agua y muy particularmente el complejo de letrinas del que disfrutó la comunidad monástica durante los siglos XII y XIII. Su amortización vendría a coincidir en términos temporales con la construcción de una posible “sala de baños” junto a la iglesia, una circunstancia patente a partir de la arqueología, pero sobre la que las fuentes documentales escritas guardan absoluto silencio. El conjunto de estructuras documentadas nos sitúan ante una realidad ciertamente compleja, en la que la objetividad de las evidencias no siempre encaja en el discurso tradicionalmente aceptado para este tipo de comunidades, elaborado fundamentalmente a partir de los documentos escritos. Las aportaciones de la arqueología, por tanto, no solo contribuyen a enriquecer el debate, sino que también nos amplían los puntos de mira a la hora de afrontar el análisis del monacato medieval.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

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NOTAS ACLARATORIAS 1

Por la fecha de 1156 se decanta el histórico cronista de la Orden E. Noriega; mientras que por 1159 está el gran investigador de la Orden Norberto Backmund. 2

Escritura de donación del lugar de Villanueva con el monasterio de San Miguel y Santa María, dentro del alfoz de Baltanás, realizada por Alfonso VII el 2 de febrero de 1145 (Fernández, 1973:289-290): dono, concedo et confirmo dicto monasterio sancti Pelagii et tibi domino Johanni abbati eiusdem tuisque succesoribus et canonicis ibi degentibus presentibus atque futuris . 3

En 1535 Íñigo López de Mendoza, abad comendatario perpetuo del monasterio de Nuestra Señora de la Vid y obispo de Burgos, emprendió viaje a San Pelayo de Cerrato con el fin de curar el mal de calenturas que le aquejaba, por ser un lugar muy rico y saludable que tenía unas aguas medicinales famosas (López, 1997: 233-4; nota 40). 4

Archivo Histórico Nacional. Sección Clero. Desamortización, legajo 5.360, s/f.


HALLAZGO CASUAL EN LA AV. DE PORTUGAL DE VALENCIA: CEMENTERIO Y CRIPTA DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII CASUAL DISCOVERY IN THE AV. OF PORTUGAL, VALENCIA. GRAVEYARD AND CRYPT OF THE 17TH, 18TH CENTURY

María Luisa Serrano Marcos1, Juan Jose Ruiz López2 y Llorens Alapont Marti3 1 SEMAR ARQUEOLOGIA S.L. Museo Arqueológico de Chelva. 3 Universidad Europea de Valencia 2

Autor de contacto/Contact author: María Luisa Serrano Marcos, marisa@semararqueologia.es

RESUMEN La Av. De Portugal de la ciudad de Valencia se encontraba fuera del ámbito de protección arqueológica, pero por motivo de la aparición de un hallazgo casual, se realizó una actuación arqueológica, recuperando los siguientes elementos: cementerio a cielo abierto y una cripta del siglo XVII-XVIII pertenecientes ambos al convento de la Esperanza, con restos óseos de 15 individuos, cerámicas, ataúdes y bombas de cañón. Destacan dos platos de Muel y cinco platos de loza dorada de Paterna completos del siglo XVII, que responden al ritual de dar la extremaunción a los enfermos, tras lo cual las piezas utilizadas eran depositadas en las iglesias, o, se llenaban con sal y se colocaban en los enterramientos sobre el cadáver. PALABRAS CLAVE: Cementerio; Cripta; Enterramientos; Cerámica; Valencia.

ABSTRACT The Av. De Portugal of the city of Valencia was outside the scope of archaeological protection, but due to the appearance of a casual find, an archaeological performance was carried out, recovering the following elements: open graveyard and a crypt of the 17th-18th century, both belong to the convent of Hope, with skeletal remains of 15 individuals, ceramics, coffins and cannon bombs. Two dishes of Muel and five completed dishes of golden earthenware of Paterna of 17th century, that respond to the ritual of giving the extreme unction to the sick, after which the used pieces were deposited in the churches, or, they were filled with salt and Placed in the burials on the corpse. KEY WORDS: Emetery; Crypt; Burials; Ceramics; Valencia.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

1. INTRODUCCIÓN La intervención se realizó entre los días 7 y 10 de septiembre de 2012, como consecuencia de las obras de urbanización-conexión de la Avenida Portugal con la Avenida Burjassot de Valencia, donde se produjo el hallazgo casual de un subterráneo con cuatro muros de distinta técnica constructiva que formaban una estancia cubierta por una bóveda, El recinto contaba con unas dimensiones de 4,5m de Este a Oeste, 4m de Norte a Sur y una profundidad de 3,30m, donde se exhumaron materiales muebles: bombas de hierro, platos enteros de Muel y Paterna del siglo XVII y restos óseos humanos. La ubicación de la zona de intervención se sitúa en las coordenadas UTM ETRS 89, de X: 724.747, Y: 4.374.049 y Z: 32m sobre el nivel del mar. Se documentaron cuatro fases: Fase I: contemporánea, Fase II: cripta mediados a finales Siglo XVIII, Fase III: Posible Cementerio Finales siglo XVII – inicios siglo XVIII y Fase IV: Geológica. La arquitectura y tipología constructiva de la cripta y los restos esqueléticos encontrados en su interior indican que se trataba de un espacio común de inhumación colectiva. La inhumación primaria de individuos articulados en la cripta termina con la desarticulación de los componentes óseos, debido a que se realiza una deposición arbitraria del cuerpo y porque se producen constantes remociones con el fin de habilitar espacio para las sucesivas inhumaciones.

2. OBJETIVOS El objetivo de la excavación arqueológica era recuperar, documentar y datar el hallazgo casual de un subterráneo, donde se apreciaban a simple vista cuatro muros de distinta técnica constructiva que formaban una estancia cubierta por una bóveda. Tras el trabajo de campo, destacan no sólo las estructuras halladas sino también los materiales muebles, pues hay bombas de hierro y platos enteros de Muel y Paterna del siglo XVII, que podrían explicar el uso del recinto estudiado. Además de la interpretación de los gestos y prácticas funerarias y el conocimiento de las características físicas y biológicas y la forma y condiciones de vida y muerte de los individuos enterrados en la cripta del convento de la Esperanza.

3. METODOLOGÍA La documentación de los restos arqueológicos, planimetrías, inventario y dibujo de piezas estuvo a cargo de los arqueólogos María Luisa Serrano Marcos y Juan José Ruiz López. Se contó con el apoyo de dos peones que se hicieron cargo de la limpieza de los restos óseos y desescombro de la estructura. El estudio de los restos óseos humanos fue realizado por el antropólogo Llorens Alapont.

El sistema de registro de la secuencia estratigráfica que se empleó fue el método Harris, que consiste básicamente en la documentación arqueológica de campo, a través de la definición de UU.EE. (unidades estratigráficas) in situ, las cuales se excavan en orden inverso a su génesis y las cuales se relacionan entre sí, estos hechos se ven reflejados en un diagrama cronoestratigráfico o “matriz de Harris”. En cuanto al estudio antropológico, los restos esqueléticos se registraron en fichas antropológicas de campo elaboradas específicamente para el registro exhaustivo de toda la información arqueológica y biológica. La ficha de registro más conveniente para documentar los restos esqueléticos y conocer Número Mínimo de Individuos masculinos y femeninos y su edad aproximada era la ficha de reducción de enterramientos colectivos creada por el autor a partir de la elaborada para la necrópolis de Bordeneuve por D. Bonnissant (INRAP GSO), modificada por P. Courtand (LAPP-PACEA. Burdeos, 2004). Durante la excavación se pudieron distinguir dos unidades estratigráficas. La mayoría de los componentes óseos se encontraban semiartículados y desarticulados, por este motivo resultaba necesario calcular el número mínimo de individuos que conforman la base de nuestro estudio. El cálculo fue realizado sobre ciertos elementos esqueléticos como son el cráneo, maxilar, mandíbula, atlas, axis, sacro, esternón, manubrio y huesos pares como clavículas, escápulas, coxales, rótulas, fémures y tibias, así como carpos y metacarpos y tarsos y metatarsos. De cada componente esquelético se realizó el análisis métrico y morfológico, con el


fin de determinar sus características biológicas y la estimación de edad, sexo y estatura. Así mismo se efectuó la descripción y diagnóstico de las patologías óseas y dentales y de los marcadores de actividad.

Tabla 1. Listado de UU.EE.

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4. RESULTADOS A modo de introducción del presente apartado, comentar que, durante el proceso de excavación y documentación, realizado en la intervención arqueológica de urgencia en la conexión de la Avenida Portugal con las calles adyacentes, se han diferenciado quince unidades estratigráficas englobadas en cuatro fases cronológicas. Es conveniente exponer el listado de unidades estratigráficas para mejor comprensión de la posterior descripción de los hallazgos, los cuales se insertan en las siguientes fases: ·

Fase I: contemporáneo

·

Fase II: cripta mediados a finales Siglo XVIII

·

Fase III: Posible Cementerio Finales siglo XVII – inicios siglo XVIII

·

Fase IV: Geológico

Seguidamente se comentarán, los hallazgos por fases, para una mejor comprensión del lector se explicarán en orden de cómo se han depositado cronológicamente, es decir; de los más antiguo a los más moderno.

Fase IV: Geológica Se localiza tan sólo la unidad estratigráfica 1015, que es un estrato de limos. Se localiza en toda la zona excavada, son unos limos de coloración amarillenta anaranjada, muy compactos, donde abunda la fracción fina sin localizar fracción gruesa, sin materiales arqueológicos asociados, Por lo que respecta a sus cotas oscilan entre 27,52m sobre el nivel del mar en la parte Este y 27,28m sobre el nivel del mar en la parte Oeste.

Figura 1. Plano de ubicación.

Fase III: Cementerio Finales siglo XVII – inicios siglo XVIII Se localizan en esta fase, seis unidades estratigráficas, que corresponden a dos muros de mampostería (UU. EE. 1013 y 1014) y dos fosas (1004 y 1006) con sus respectivos rellenos (1003 y 1005), se había planteado la posibilidad de interpretar estos muros de mampostería como una acequia, pero esta hipótesis pierde fuerza por las siguientes razones: la anchura del espacio entre los dos muros (en torno a cuatro metros) es demasiado larga para una acequia, en todo caso tras consultar planos y a expertos en el tema, por allí, como mucho, pasaría un ramal de Petra que difícilmente llegaría a dos metros de anchura, por otro lado, las acequias suelen dejar niveles de sedimentación del paso del agua con coloraciones grises y con materiales arqueológicos, se ha documentado el estrato 1015 de

Figura 2. U.E. 1015. Hallazgo casual en la Avenida de Portugal de Valencia María Luisa Serrano Marcos, Juan Jose Ruiz López, Llorens Alapont Marti


2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

limos pero no cuenta con materiales y el color es muy claro, corresponde al geológico que se aprecia en otras partes de la obra, otra razón para desestimar la función de acequia es que no hay restos de erosión de los muros por paso de corriente de aguas. En contrapartida, hay motivos para pensar que el espacio entre muros sí tendría una función de cementerio: por la cercanía del convento de la Esperanza, la zona de intervención está enclavada en el huerto del convento en cuestión y es sabido la tendencia de ubicar los cementerios de los conventos en sus propios huertos, además hay una fosa (U.E. 1004) de esta fase que en su relleno (U.E. 1003) se hallan restos humanos, el posterior uso como cripta también evoca a pensar que anteriormente exista el cementerio, el cual estaría al descubierto. La unidad estratigráfica 1014, corresponde al muro sur, construido con la técnica de mampostería trabado con mortero, cuenta con un revestimiento de mortero bastante desconchado, su orientación es Este – Oeste, cuenta con unas dimensiones conservadas en la zona de excavación de 4,50 metros de longitud y un alzado de 1,70m en la parte Este y 1,74m en la parte Oeste, la anchura no se sabe pues quedaba fuera de la zona de intervención, indicar que el muro continúa dirección Este y Oeste pero no se ha podido documentar. Cuenta con nueve hiladas de mampostería, usando una piedra caliza muy irregular en cuanto a tamaño y morfología, con unos tamaños individuales que van desde los 20cm x 30cm a los 50cm x 40cm. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 29,20m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,50m y 27,46m sobre el nivel del mar. Por lo que respecta a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1010, se le apoya o adosa 1007 y 1008. La unidad estratigráfica 1013, corresponde al muro norte, construido con la técnica de mampostería trabado con mortero, cuenta con un revestimiento de mortero bastante desconchado, su orientación es Este – Oeste, cuenta con unas dimensiones conservadas en la zona de excavación de 4,60 metros de longitud y un alzado de 1,90m en la parte Este y 1,75m en la parte Oeste, la anchura no se sabe pues quedaba fuera de la zona de intervención, indicar que el muro continúa dirección Este y Oeste pero no se ha podido documentar. Cuenta con nueve hiladas de mampostería, usando una piedra caliza muy irregular en cuanto a tamaño y morfología, con unos tamaños individuales que van desde los 20cm x 30cm a los 50cm x 40cm. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 29,18m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,28m y 27,35m sobre el nivel del mar. Por lo que respecta a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1009 y se le apoya o adosa 1007 y 1008. La unidad estratigráfica 1004, corresponde a la fosa situada en la parte Este, su orientación es Norte - Sur, cuenta con unas dimensiones conservadas en la zona de excavación de 0,95 metros de longitud, aunque se prolonga hacia el sur (zona por exhumar), por 0,35

Figura 3. U.E. 1013

Figura 4. U.E. 1003

metros de anchura (aunque se prolonga hacia el Este (zona por exhumar), y una profundidad de 0,28 metros. Su morfología sería ovalada, aunque muy irregular, Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 27,35m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,07m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cortando a 1015, lo cubre 1002 y 1007 y está rellenado por 1003. La unidad estratigráfica 1003, corresponde al estrato de relleno de la fosa 1004, estrato limoso arcilloso de coloración marrón grisácea, poco compacto, se hallan materiales muebles de huesos humanos y cerámica entre las que destaca un azulejo datado a finales del siglo XVII. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 27,35m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,07m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está rellenando a 1004, lo cubre 1002 y 1007. Hecho importante que la fosa y su relleno 1003 estén por debajo del muro 1007 de la fase anterior, por tanto.


La unidad estratigráfica 1006, corresponde a la fosa situada en la parte Oeste, su orientación es Norte - Sur, cuenta con unas dimensiones conservadas en la zona de excavación de 2,40 metros de longitud, aunque se prolonga hacia el sur (zona por exhumar), por 0,40 metros de anchura (aunque se prolonga hacia el Oeste (zona por exhumar), y una profundidad de 0,33 metros. Su morfología sería rectangular, aunque muy irregular, Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 27,28m sobre el nivel del mar y las inferiores a 26,95m en la parte sur y 27,01m en la norte sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cortando a 1015, lo cubre 1002 y 1008 y está rellenado por 1005. La unidad estratigráfica 1005, corresponde al estrato de relleno de la fosa 1006, estrato limoso arcilloso de coloración marrón grisácea, poco compacto, no se hallan materiales muebles. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 27,28m sobre el nivel del mar y las inferiores a 26,95m en la parte sur y 27,01m en la norte sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está rellenando a 1006 cubierto por 1002 y 1013. Hecho importante que la fosa y su relleno 1005 estén por debajo del muro 1008 de la fase anterior, por tanto.

Fase II: Cripta de mediados a finales del siglo XVIII Se localizan en esta fase, siete unidades estratigráficas, que corresponden a dos muros de aparejo de ladrillo (UU.EE. 1007 y 1008), dos recrecidos de muros anteriores (UU.EE. 1009 y 1010), una cubierta abovedada (U.E. 1011) un acceso superior a la cripta (U.E. 1012) y un estrato de uso de la cripta (U.E. 1002). La interpretación para esta fase es la de una cripta, pues se usan los muros de mampostería de la fase anterior para cerrar y cubrir el espacio, el cementerio anterior estaba al descubierto, para ello se colocan dos tabiques o muros de ladrillos formando un habitáculo de 4m x 4m aproximadamente, se recrecen los muros de mampostería con ladrillos y se coloca mediante una cimbra con cañizos y maderas una bóveda de mortero, a la que se le inserta un acceso de ladrillo por la parte superior, por donde se depositarán los restos humanos, cerámicos, ataúdes, bombas de cañón e incluso materiales de construcción, llama especialmente la atención una serie de dos platos de Muel y cinco platos de loza dorada de Paterna totalmente enteros fabricados en el siglo XVII (números de inventario 1 al 7), que responden a un ritual religioso según Mª Isabel Álvaro Zamora en su obra La Cerámica Aragonesa vol. III. “la vajilla de mesa común pudo emplearse con una utilidad religiosa, como la unción, es decir, para dar la extremaunción a los enfermos, tras lo cual las piezas utilizadas eran depositadas por respeto en las iglesias, o, igualmente, pudieron llenarse con sal y colocarse en

los enterramientos sobre el cadáver, con la creencia que así se lograba una más larga conservación del cuerpo”. La unidad estratigráfica 1007, corresponde al muro Este, construido con la técnica de aparejo de ladrillo macizo colocados a soga y tizón diatónico, aunque se aprecian 4 hiladas de mampostería conformando un opus mixtum, cada ladrillo mide (30 x 13,5 x 3cm), no cuenta con revestimiento alguno, el aparejo está trabado con mortero rico en gravilla, que compone la llaga horizontal entre hiladas de ladrillo con un alzado de 5cm, la orientación de este muro es Norte - Sur, cuenta con unas dimensiones conservadas de 3,95m de longitud, la anchura no se sabe seguro pues no se rompió el muro pero todo parece indicar que sería de 30cm y el alzado es de 3,28m. Cuenta con 31 hiladas de ladrillos que se ajustan a la bóveda y 4 de mampostería. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 30,70m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,42m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1011, cubre a 1003, 1004 y 1015, se adosa a 1013 y 1014, traba con 1009 y 1010, se le adosa 1002. La unidad estratigráfica 1008, corresponde al muro Oeste, construido con la técnica de aparejo de ladrillo macizo colocados a soga y tizón diatónico, aunque se aprecian 2 hiladas de mampostería conformando un opus mixtum, cada ladrillo mide (30 x 13,5 x 3cm), no cuenta con revestimiento alguno, el aparejo está trabado con mortero rico en gravilla, que compone la llaga horizontal entre hiladas de ladrillo con un alzado de 5cm, la orientación de este muro es Norte - Sur, cuenta con unas dimensiones conservadas de 4,10m de longitud, la anchura no se sabe seguro pues no se rompió el muro, pero todo parece indicar que sería de 30cm y el alzado es de 3,32m. Cuenta con 35 hiladas de ladrillos que se ajustan a la bóveda y 2 de

Figura 5. U.E. 1007

Hallazgo casual en la Avenida de Portugal de Valencia María Luisa Serrano Marcos, Juan Jose Ruiz López, Llorens Alapont Marti

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

mampostería. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 30,70m sobre el nivel del mar y las inferiores a 27,38m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1011, cubre a 1005, 1006 y 1015, se adosa a 1013 y 1014, traba con 1009 y 1010, se le adosa 1002. La unidad estratigráfica 1009 y 1010, corresponden al recrecido del muro 1013 y 1014, sirve como base para la cubierta abovedada, construido con la técnica de aparejo de ladrillo macizo colocados a soga y tizón diatónico, cada ladrillo mide (30 x 13,5 x 3cm), no cuenta con revestimiento alguno, el aparejo está trabado con mortero rico en gravilla, que compone la llaga horizontal entre hiladas de ladrillo con un alzado de 5cm, la orientación de esta estructura es Este Oeste, cuentan con unas dimensiones conservadas de 4,50m de longitud, la anchura no se sabe y el alzado varía entre 40 y 50cm. Cuenta con 4 ó 5 hiladas de ladrillos que se ajustan a la bóveda. La unidad estratigráfica 1011, corresponde a la bóveda de la cripta, construido con mortero mediante una cimbra de cañizo y maderas, pues aún se aprecian las improntas el mortero es rico en gravilla y cal de color blanquecino grisáceo, esta estructura tiene una orientación Este - Oeste, cuenta con unas dimensiones conservadas de 4,60m de longitud, la anchura es de 4,10m y el alzado de 90cm y un grosor de 30cm. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 30,70m sobre el nivel del mar y las inferiores a 29,78m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por los niveles contemporáneos de calle, se apoya en 1009 y 1010, cubre a 1007 y 1008, traba con 1012.

Figura 7. U.E. 1002 esta estructura tiene una orientación Este - Oeste, cuenta con unas dimensiones conservadas de 1,10m de longitud, la anchura es de 0,80m y el alzado de 30cm la parte Norte es donde se aprecia conservado. Por lo que respecta a sus cotas superiores están a 31m sobre el nivel del mar y las inferiores a 30,70m sobre el nivel del mar. En relación a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por los niveles contemporáneos de calle y traba con 1012. El estrato 1002, corresponde al uso de la cripta, donde se depositaban desde el acceso superior materiales cerámicos, vidrios, maderas, restos humanos, metales como las bombas, restos de ataúdes. Se localiza sobre todo en el centro de la cripta, hace forma de colina,

La unidad estratigráfica 1012, corresponde al acceso superior de la cripta, aunque muy destruido se aprecia que estaría enmarcado con ladrillo macizo formando un rectángulo, dejado el hueco al realizar la bóveda,

Figura 6. U.E. 1011

Figura 8. Muestra del inventario de piezas U.E. 1002


que se extiende 3,80m x 3,80m, teniendo una mayor potencia en el centro (40cm), que se va disipando en los laterales, el estrato es de un color marrón grisáceo, con alto componente orgánico descompuesto, muy poco compacto, Por lo que respecta a sus cotas superiores oscilan entre 27,80m sobre el nivel del mar en la parte central y a los lados de 27,60m sus cotas inferiores son de 27,40m y 27,52m sobre el nivel del mar. Por lo que respecta a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1001, cubre a 1015, 1003, 1005, se apoya en 1007, 1008, 1013, 1014.

Fase I: Contemporáneo Se localiza el estrato 1001, que son los escombros que caen cuando en la obra se descubre la cripta. Se localiza sólo en el centro de la cripta, con un diámetro de 80cm, el estrato es de un color blanco grisáceo, muy poco compacto, con restos de ladrillos. Por lo que respecta a sus cotas superiores oscilan entre 27,92m sobre el nivel del mar y 27,80m sobre el nivel del mar. Por lo que respecta a sus relaciones estratigráficas: cubre a 1002. En la fase de construcción de la calle anterior se cerró el acceso a la cripta.

la contracción del diafragma los habría llevado a la restricción de la función pulmonar y posterior deterioro físico. Además, el movimiento de diversas articulaciones resultaría limitado debido a la osificación del tejido blando circundante. La etiología de DISH es desconocida, pero se ha demostrado su asociación con la obesidad y diabetes. Una alta prevalencia de DISH se ha demostrado en antiguos clérigos y ciudadanos de alto rango que gozaban de una sobrealimentación de grasas saturadas y abundante suministro alcohólico (Verlaan J.J., Oner F.C., Maat G. J. R., 2007). Por tanto, se plantea la hipótesis de que “un estilo de vida eclesiástico” puede predisponer a DISH (Mays, S. 2009) (Alapont 1999, p.46).

Resultados estudio Antropológico Todos los individuos resultaban adultos, de edad adulta, algún resto indica una edad más avanzada, incluso más allá de los 60 años. Número Mínimo de Individuos y estimación de sexo y edad:

5. CONCLUSIONES Se documentaron quince unidades estratigráficas englobadas en cuatro fases: Fase I: contemporánea, Fase II: cripta mediados a finales Siglo XVIII, Fase III: Posible Cementerio Finales siglo XVII – inicios siglo XVIII y Fase IV: Geológica.

N.M.I: 15 N.M: Individuos Masculinos: 7 N.M: Individuos Femeninos: 4 N.M: Individuos de sexo indeterminados: 8 De nuevo DISH en clérigos: Varios de los componentes óseos analizados mostraban osteaortrosis, sobre todo, en las vértebras lumbares y torácicas y la articulación de la rodilla e incluso se detectó una fractura de Pott en la epífisis distal de un peroné izquierdo. Pero es destaca el caso de un individuo semiarticulado que mostraba Hiperostosis esquelética idiopática difusa (DISH) con el ligamento longitudinal anterior de la columna vertebral osificado y múltiples entesopatías axiales y periféricas presentes. Concretamente se observaron entesofitos en el talón de Aquiles y ala iliaca y osificación de la inserción del músculo subescapular del húmero derecho. También era patente la osificación de los ligamentos esternocostal y la anquilosis de varias costillas con fracturas cicatrizadas. DISH pudo haber afectado seriamente al aparato locomotor y cardiopulmonar del sujeto. La anquilosis de la caja torácica forzó al individuo a ventilar por

La fase geológica se caracteriza por ser unos limos de coloración amarillenta anaranjada, muy compactos, aparecen a una cota entre 27,52m sobre el nivel del mar en la parte Este y 27,28m sobre el nivel del mar. Por lo que respecta a sus relaciones estratigráficas: está cubierto por 1002, cortado por 1004, 1006 y las zanjas de construcción de los muros. La Fase III: Posible Cementerio Finales siglo XVII – inicios siglo XVIII, abarca seis unidades estratigráficas, que corresponden a dos muros de mampostería (UU. EE. 1013 y 1014) y dos fosas (1004 y 1006) con sus respectivos rellenos (1003 y 1005), existen indicios para pensar que el espacio entre muros sí tendría una función de cementerio a cielo abierto: por la cercanía del convento de la Esperanza, la zona de intervención está enclavada en el huerto del convento en cuestión y es sabido la tendencia de ubicar los cementerios de los conventos en sus propios huertos, además hay una fosa (U.E. 1004) de esta fase que en su relleno (U.E. 1003) se hallan restos humanos, Hecho importante que

Hallazgo casual en la Avenida de Portugal de Valencia María Luisa Serrano Marcos, Juan Jose Ruiz López, Llorens Alapont Marti

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

la fosa y su relleno 1003 estén por debajo del muro 1007 de la fase posterior uso como cripta esto también da lugar que anteriormente exista el cementerio, el cual estaría al descubierto. Fase II: Cripta de mediados a finales Siglo XVIII, se localizan en esta fase, siete unidades estratigráficas, que corresponden a dos muros de aparejo de ladrillo (UU.EE. 1007 y 1008), dos recrecidos de muros anteriores (UU.EE. 1009 y 1010), una cubierta abovedada (U.E. 1011) un acceso superior a la cripta (U.E. 1012) y un estrato de uso de la cripta (U.E. 1002). La interpretación para esta fase es la de una cripta, pues se usan los muros de mampostería de la fase anterior para cerrar y cubrir el espacio, el cementerio anterior estaba al descubierto, para ello se colocan dos tabiques o muros de ladrillos formando un habitáculo de 4m x 4m aproximadamente, se recrecen los muros de mampostería con ladrillos y se coloca mediante una cimbra con cañizos y maderas una bóveda de mortero, a la que se le inserta un acceso de ladrillo por la parte superior, por donde se depositarán los restos humanos, cerámicos, ataúdes, bombas de cañón e incluso materiales de construcción, llama especialmente la atención una serie de dos platos de Muel y cinco platos de loza dorada de Paterna totalmente enteros fabricados en el siglo XVII (números de inventario 1 al 7), que responden a un ritual religioso según Mª Isabel Álvaro Zamora en su obra La Cerámica Aragonesa vol. III. “la vajilla de mesa común pudo emplearse con una utilidad religiosa, como la unción, es decir, para dar la extremaunción a los enfermos, tras lo cual las piezas utilizadas eran depositadas por respeto en las iglesias, o, igualmente, pudieron llenarse con sal y colocarse en los enterramientos sobre el cadáver, con la creencia que así se lograba una más larga conservación del cuerpo”. Fase I: Contemporánea, se localiza el estrato 1001, que son los escombros que caen cuando en la obra se descubre la cripta.

Figura 10. Sección Norte – Sur

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Alapont Martin, Llorenç. (1999): The Skeletal Remains from Newton St. Leonard. https://www.academia. edu/5138278/The_Skeletal_Remains_from_Newton_ St._Leonard Courtaud, Patrice. 1996. Anthropologie de sauvetage: vers une optimisation des méthodes Bulletins et Mémoires de la Société d’anthropologie de Paris Année Volume 8 Numéro 3 pp. 157-167 Álvaro Zamora, M.I. (1981): Léxico de la cerámica y alfarería aragonesa. Editorial Pórtico. Zaragoza. Harris (1991): Principios de estratigrafía Arqueológica. Editorial Crítica. Barcelona Mays, S. (2009): The ostyeology of monasticism in Medieval England. Social Archaeology of Funerary Remains. Ed. Gowland, R. and Knüsel. Oxford.UK (pp.179-189)

Figura 9. Planta de Unidades Estratigráficas

Mangue Alférez, I. (1999): Marxalenes: de alquería islámica a barrio de la ciudad de Valencia. Ajuntament Álvaro Zamora, M.I. (2004). La Cerámica Aragonesa vol. III. Ibercaja. Zaragoza.


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Mesquida García, M. (2002): La Cerámica de Paterna reflejos del Mediterráneo. Museo de Bellas Artes de Valencia.

Verlaan J.J., F.C. Oner, G.J.R. Maat (2007): Diffuse idiopathic skeletal hyperostosis in ancient clergymen Eur Spine J (2007) 16:1129–1135 DOI 10.1007/ s00586-007-0342-x

Mesquida García, M. (2002): La Vajilla Azul en la Cerámica de Paterna.

Hallazgo casual en la Avenida de Portugal de Valencia María Luisa Serrano Marcos, Juan Jose Ruiz López, Llorens Alapont Marti

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ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA URGENTE EN LA MODERNIZACIÓN DE REGADÍOS DE LAS VEGAS BAJAS DEL GUADALQUIVIR (JAÉN) URGENT ARCHAEOLOGICAL ACTIVITY IN THE MODERNIZATION OF IRRIGATION OF LAS VEGAS BAJAS DEL GUADALQUIVIR (JAÉN) Emilio Plazas Beltrán y Alicia Nieto Ruiz Arqueólogo profesional/Arqueo Iliturgi S.L.P. Autor de contacto/Contact author: Emilio Plazas Beltrán, arqueo.iliturgi@gmail.com

RESUMEN Con motivo de la modernización de regadíos en las Vegas Bajas del Guadalquivir, en la provincia de Jaén, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir acomete en 2011 unas obras sin las correspondientes autorizaciones de la Consejería de Cultura, por lo que la Delegación de Cultura en Jaén insta a la administración promotora a realizar una Actividad Arqueológica de Urgencia, ante el inminente riesgo de destrucción del Patrimonio Arqueológico. Dicha intervención arqueológica ha sido dirigida por el arqueólogo Emilio Plazas y ha contado con un equipo técnico de 9 arqueólogos y 6 obreros especializados, todos ellos contratados por el Estudio de Arqueología “Arqueo Iliturgi” (de Mengíbar). Los trabajos constructivos han supuesto la modernización de los regadíos mediante la introducción de una nueva red de riego (tuberías principales, secundarias y terciarias, nuevas balsas de decantación y almacenamiento, tuberías de impulsión y retorno, etc.), consistiendo la actividad arqueológica en una Prospección Arqueológica Superficial de todas las zonas afectadas por las obras, el Control Arqueológico de todos los movimientos de tierras, y la Excavación con metodología arqueológica de todos los restos arqueológicos detectados. Para ello toda la obra ha sido subdividida en diferentes sectores (correspondientes con los Sectores de las Vegas Bajas del Guadalquivir afectados), habiendo en cada uno de ellos un arqueólogo responsable de los trabajos arqueológicos, y siendo la Dirección Arqueológica la coordinadora de todo el equipo arqueológico con la Dirección de Obra, las empresas constructoras y de Asistencia Técnica, y la propia promotora (CHG). Durante 5 años de intervención arqueológica se han localizado numerosos yacimientos arqueológicos nuevos y se ha intervenido en diferentes yacimientos previamente catalogados, dando como resultado una extensa documentación arqueológica e información para los diferentes términos municipales afectados: Mengíbar, Jabalquinto, Espelúy, Cazalilla, Villanueva de la Reina, Andújar y Marmolejo (Jaén).

PALABRAS CLAVE: Prospección; Control Arqueológico; Excavación; Regadíos; Jaén.

ABSTRACT Due to the modernization of irrigation in “Las Vegas Bajas” of Guadalquivir river, in the province of Jaén, the Guadalquivir Hydrographic Confederation (CHG) starts in 2011 works without the corresponding authorizations by the Ministry of Culture, so the Delegation of Culture in Jaén urges the promoting administration to carry out an Archaeological Activity of Urgency, because of the imminent risk of destruction of the Archaeological Patrimony. This archaeological intervention was led by the archaeologist Emilio Plazas who has had a technical team of 9 archaeologists and 6 specialized workers, all of them contracted by “Arqueo Iliturgi” Archeology Study (from Mengíbar). The construction works consisted in the modernization of irrigation systems through the introduction of a new irrigation network (main, secondary and tertiary pipelines, new decantation and storage ponds, pipelines of flow and return, etc.), so archaeological investigation has consisted of a Superficial Archaeological Prospection of all the areas affected by the works, the Archaeological Control of all lands movements and, in those cases where archaeological remains were detected, to its Excavation with archaeological methodology All the work has been subdivided into different sectors (corresponding to the sectors of “Las Vegas Bajas” of Guadalquivir), having each one an archaeologist responsible for the archaeological work, and the Archaeological Direction being the coordinator of all the archaeological team, Construction Management, construction companies, Technical Assistance, and the promoter itself (CHG). During 5 years of archaeological interventions a large new archaeological sites have been located and different deposits previously cataloged have been intervened in, giving as a result an extensive archaeological documentation and information for the different affected municipal terms: Mengíbar, Jabalquinto, Espelúy, Cazalilla, Villanueva de la Reina, Andújar and Marmolejo (Jaén).

KEY WORDS: Prospecting; Archaeological Control; Excavation; Irrigation; Jaén.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

Figura 1. Localización de los Sectores de las Vegas Bajas y términos municipales afectados.

1. INTRODUCCIÓN Desde mediados del siglo XX se instalaron en la provincia de Jaén una serie de regadíos en las tierras más próximas al río Guadalquivir, estando subdivididas en Vegas Altas, Vegas Medias y Vegas Bajas y éstas, a su vez, en distintos sectores. Para el caso que nos ocupa, el de las Vegas Bajas del Guadalquivir, los sectores afectados por las obras fueron los Sectores I, II, III, IV y V-VI, que comprenderían los términos municipales de Mengíbar, Jabalquinto, Espelúy, Cazalilla, Villanueva de la Reina, Andújar y Marmolejo. A comienzos del siglo XXI estos regadíos se habían quedado obsoletos, desaprovechándose bastante agua, por lo que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, decidió acometer un proyecto de modernización de regadíos para las Vegas Bajas del Guadalquivir, consistente en la ejecución de una nueva red de riego subterránea, así como en la construcción de una serie de balsas de decantación y almacenamiento que permitieran regular los riegos en épocas de sequías. De este modo, en 2011 se inician los trabajos constructivos sin los preceptivos proyectos arqueológicos y las correspondientes autorizaciones de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, por lo que la Delegación de Cultura en Jaén insta a la administración promotora a realizar una Actividad Arqueológica de Urgencia, ante el inminente riesgo

de destrucción del Patrimonio Arqueológico, tal y como queda recogido en el Reglamento de Actividades Arqueológicas de Andalucía. Dicha intervención arqueológica fue dirigida por el arqueólogo Emilio Plazas Beltrán, colegiado nº 8000 del Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Granada, Jaén y Almería, y contó con un equipo técnico de 9 arqueólogos (todos ellos colegiados en el mismo CDL), una restauradora, 6 obreros especializados en arqueología (contratados por el Estudio de Arqueología “Arqueo Iliturgi”, de Mengíbar), además de una cartógrafa que colaboró con la documentación planimétrica.

2. OBJETIVOS En los trabajos constructivos para la modernización de los regadíos se introdujo una nueva red de riego que afectó a unas 4.060 hectáreas de cultivo, principalmente de olivar y en menor medida de algodón o cereal, con unos 400 km aproximados de tuberías principales, secundarias y terciarias, unas 145 casetas de agrupaciones, cerca de 2.242 hidrantes, 6 nuevas balsas de decantación y otras 6 de almacenamiento, más de 7 kilómetros de tuberías de impulsión y retorno, 5 estaciones de bombeo y filtrado, etc. La actividad arqueológica realizada a raíz de estos trabajos consistió en una Prospección Arqueológica Superficial de todas las zonas afectadas por las obras,


el Control Arqueológico de todos de tierras que faltaba por realizar la intervención arqueológica, y con metodología arqueológica de arqueológicos que se detectaron.

los movimientos al dar comienzo la Excavación todos los restos

conservarse soterrados en las zonas directamente afectadas por los trabajos de construcción, de manera que se pudiera evitar su destrucción incontrolada.

2.3. Excavación Arqueológica El objetivo de la Excavación Arqueológica era la documentación de todas aquellas estructuras, restos o niveles estratigráficos de carácter arqueológico detectados en el transcurso de los trabajos de excavación mecánica dentro de las áreas de afección directa de las obras. En este sentido debemos indicar que los trabajos de excavación arqueológica se llevaron a cabo simultáneamente a los trabajos de control de los movimientos de tierras.

3. METODOLOGÍA Figura 2. Parcelas y nueva red de riego en uno de los Sectores.

2.1. Prospección Arqueológica Superficial En el momento de dar comienzo los trabajos arqueológicos, las obras para la modernización de los regadíos ya se encontraban en marcha, encontrándose cada Sector en una fase distinta de su desarrollo, estando algunos ya muy avanzados o prácticamente finalizados (como en el caso del Sector I), mientras que otros se encontraban en una fase de desarrollo intermedio. Así, en el caso de la Prospección Arqueológica superficial realizada en los terrenos afectados por los trabajos de construcción, se perseguían dos objetivos principalmente. Por un lado se pretendía localizar de forma previa a la realización de las excavaciones mecánicas que aún restaba por hacer los yacimientos arqueológicos que pudiesen existir a lo largo del trazado, con el fin de prevenir y evitar la destrucción de las posibles estructuras arqueológicas que pudiese haber en esos lugares. Y por otro lado se pretendía detectar a posteriori aquellas zonas donde los trabajos de excavación mecánica ya realizados podían haber afectado a algún yacimiento arqueológico soterrado, estudiando para ello el trazado de las zanjas ya tapadas con el objetivo de detectar a nivel superficial restos materiales en sus rellenos que pudieran ser indicativos de la presencia en las inmediaciones de yacimientos arqueológicos.

2.2. Control Arqueológico Movimientos de Tierra

de

los

El principal objetivo del Control Arqueológico era la detección en el transcurso de los trabajos de excavación mecánica de todas aquellas estructuras, restos o niveles estratigráficos de carácter arqueológico que pudieran

Toda la obra fue subdividida en diferentes sectores (correspondientes con los Sectores de las Vegas Bajas del Guadalquivir), habiendo en cada uno de ellos un arqueólogo responsable de los trabajos arqueológicos, y siendo la Dirección Arqueológica la coordinadora de todo el equipo arqueológico con la Dirección de Obra, las empresas constructoras y de Asistencia Técnica, y la propia promotora (CHG).

3.1. Prospección Arqueológica Superficial En cuanto a la metodología arqueológica empleada para la prospección, se realizó un estudio exhaustivo de la mayor parte del terreno afectado por las obras de construcción hidráulica. Así, se prospectaron casi todas aquellas zonas en las que se encontraba proyectada la excavación de las zanjas por las que discurrirían las tuberías de riego (ya fuesen tuberías principales, secundarias, hidrantes…), así como gran parte de las restantes estructuras relacionadas con las mismas que aún no habían sido construidas en el momento de dar comienzo los trabajos arqueológicos (casetas, estaciones de filtrado y bombeo, Balsas de los Sectores II, III, IV y de Nuestra Señora de los Dolores). Para ello se empleó planimetría topográfica, ortofotografías y la planimetría propia de la obra, empleando además una PDA con dispositivo de gps integrado, de manera que se pudiera ubicar con mayor facilidad sobre el terreno la situación y el trazado de las zanjas a estudiar, así como las dispersiones de materiales arqueológicos que se pudieran localizar como consecuencia de dichos trabajos. En cuanto al sistema de registro de datos, de manera previa al inicio de los trabajos se elaboró un sistema de fichas de Prospección estandarizadas en las que reflejar todos los datos relativos a cada zanja prospectada a medida que avanzaban los trabajos de campo, rellenándose sobre el terreno e indicando en ellas todos los aspectos que se considerasen más importantes desde

Actividad arqueológica urgente en ña modernizaciónd e regadíos de las Vegas Bajas del Guadalquivir (Jaén) Emilio Plazas Beltrán y Alicia Nieto Ruiz

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

el punto de vista arqueológico (denominación de cada infraestructura, localización, orientación, dimensiones, elementos asociados, estado del terreno, condiciones de visibilidad, restos arqueológicos detectados, etc.). Todo esto nos permitió crear una base de datos en la que se recogen todos los datos relativos a las zonas estudiadas.

3.2. Control Arqueológico Movimientos de Tierra

de

los

Los trabajos se plantearon de manera que cada máquina que se encontrase realizando excavaciones estuviera controlada por uno de los arqueólogos que formaban parte del equipo, de manera que no se produjera ninguna excavación incontrolada que pudiera afectar al posible sustrato arqueológico.

de estas excavaciones fue recogida en los pertinentes inventarios de fichas de registro. Por otra parte, cada Complejo Estructural o Unidad Estratigráfica excavada así como sus secciones y perfiles fueron dibujados a distintas escalas dependiendo del nivel de detalle que se precisase en cada caso. Así, la escala más empleada fue la E/1:20, pudiendo emplear también la E/1:50 siempre que se consideró oportuno y el nivel de detalle requerido así lo permitiera. En este sentido debemos señalar que para la orientación de toda la planimetría se tomó como referencia el Norte Magnético (NM) de la fecha en curso. Además, para georreferenciar todas aquellas estructuras arqueológicas localizadas se tomaron las coordenadas U.T.M. (Universal Transversal de Mercator) de cada uno de sus vértices o de sus puntos de referencia, empleando para ello una estación total, lo que nos permitió trasladar los datos tomados en campo a la planimetría georreferenciada en CAD facilitada por las empresas constructoras, y todo estos datos se volcaron en un Sistema de Información Geográfica (SIG).

Figura 3. Trabajos de prospección arqueológica. Como en el caso anterior, en lo referente al sistema de registro de datos, de manera previa al inicio de los trabajos Seguimiento se diseñó una ficha estándar de control para la excavación de zanjas en la que se recogían los datos más relevantes de las mismas, tales como su localización espacial, dimensiones, secuencia estratigráfica, documentación fotográfica, planimetría, y una breve descripción de aquellos aspectos que se considerasen más relevantes. De este modo se pretendía recopilar un completo dossier mediante la elaboración de una ficha por cada zanja controlada, lo que permitiría tener la mayor información posible de las zonas intervenidas. De esta manera se pudo hacer un registro exhaustivo de todas aquellas zanjas abiertas desde el inicio de los trabajos arqueológicos.

3.3. Excavación Arqueológica En cuanto a la metodología empleada en la Excavación, se documentaron todas las Unidades Estratigráficas (sedimentarias, excavadas o construidas), Complejos Estructurales y demás datos relevantes de las estructuras arqueológicas detectadas. Toda la información derivada

Figura 4. Trabajos de excavación arqueológica.

4. RESULTADOS 4.1. Prospección Arqueológica Superficial Como resultado de los trabajos de Prospección se detectaron diversas áreas de dispersión de materiales en casi todos los Sectores de la obra, todos ellos de distinta entidad y adscripción cronológica, coincidiendo en algunos casos con la delimitación de yacimientos arqueológicos ya catalogados. De este modo, se localizaron un total de 26 áreas arqueológicas, de las cuales 15 se corresponderían con nuevos sitios arqueológicos y 11 con yacimientos ya inventariados por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. A continuación resumimos muy brevemente las características de dichas áreas.


4.1.1. Sector I

- Área arqueológica 6 (Villanueva de la Reina):

En este Sector se detectaron 3 áreas arqueológicas, todas ellas nuevas. - Área arqueológica 1 (Mengíbar): Estaría incluida dentro del yacimiento “Plaza de Armas del Cerro de la Muela”, catalogado por la Junta de Andalucía, donde se observaba abundante material cerámico de Época Ibérica. - Área arqueológica 2 (Mengíbar): Situada en las proximidades del yacimiento de la “Vega Baja de Mengíbar”, apareciendo en ella materiales cerámicos y constructivos de distintos períodos. - Área arqueológica 3 (Mengíbar): Se correspondería con un tramo del conocido como “Camino de los Romanos” a su paso por Mengíbar, tradicionalmente identificado con la Vía Augusta, observándose grandes bloques de conglomerado a ambos lados del camino en distintos puntos. 4.1.2. Sector III En este Sector se detectaron en total 10 áreas arqueológicas (6 de ellas nuevas). - Área arqueológica 1 (Villanueva de la Reina): Situada al pie del Cerro de Santa Ana, documentándose abundantes materiales cerámicos posiblemente islámicos y material de construcción antiguo. - Área arqueológica 2 (Villanueva de la Reina): Ubicada en una zona conocida como “El Tamujal”, localizándose material lítico y cerámica prehistórica. - Área arqueológica 3 (Villanueva de la Reina): Ubicada en la zona de “El Tamujal”, presentaba abundante cerámica y material lítico de Época Prehistórica (posiblemente Calcolítico). - Área arqueológica 4 (Espeluy): Localizada en el yacimiento de “Las Tiesas”, catalogado por la Junta de Andalucía, apareciendo abundante material lítico y cerámico de distinta cronología (Época Prehistórica, Romana e Islámica). - Área arqueológica 5 (Villanueva de la Reina): Situada muy cerca del límite del yacimiento “Este del Arroyo del Tesoro”, con presencia de abundante material principalmente prehistórico (Calcolítico), así como ibérico y romano.

Emplazada en una zona próxima al yacimiento “Este del Arroyo del Tesoro”, presentaba una gran concentración de material cerámico y constructivo de Época Romana y Medieval. - Área arqueológica 7 (Cazalilla): Ubicada en la zona de “El Calvario”, documentándose cierta abundancia de material cerámico y constructivo de Época Romana. - Área arqueológica 8 (Villanueva de la Reina): Coincidiría parcialmente con el yacimiento “Huerta de En medio”, catalogado por la Junta de Andalucía, apareciendo principalmente material cerámico y constructivo de Época Romana. - Área arqueológica 9 (Espeluy): Emplazada en la zona de “La Mejorada”, donde se observaba gran cantidad de material cerámico y constructivo de Época Romana. - Área arqueológica 10 (Cazalilla): Situada en las inmediaciones de Villanueva de la Reina, presentando material cerámico y constructivo en superficie de Época Romana o Medieval. 4.1.3. Sector IV-a. En este Sector se detectaron en total 7 áreas arqueológicas (2 de ellas nuevas). - Área arqueológica 1 (Andújar): Situada junto al “Camino de Carne” o “Vereda Mesta”, detectándose en ella materiales y restos constructivos de Época Romana. - Área arqueológica 2 (Andújar): Estaría incluida dentro del yacimiento de “Marqués de la Merced”, catalogado por la Junta de Andalucía, apareciendo en ella abundante tegula romana. - Área arqueológica 3 (Andújar): Localizada en el yacimiento “Casillas de Peones Camineros”, catalogado por la Junta de Andalucía, con abundante presencia de cerámica medieval y restos posiblemente romanos. - Área arqueológica 4 (Andújar): Quedaría englobada en el yacimiento de “Los Barrios”, catalogado por la Junta de Andalucía, apareciendo abundante material cerámico y constructivo de Época Romana. - Área arqueológica 5 (Andújar): Situada en el límite Sur del yacimiento “Cortijo de Aguade”, catalogado por la Junta de Andalucía,

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

con restos cerámicos y constructivos de distintos períodos cronológicos. - Área arqueológica 6 (Andújar): Coincidiría con el yacimiento “Sudeste del Cortijo de Bosteza”, catalogado por la Junta de Andalucía, localizándose abundante material cerámico de Época Romana. - Área arqueológica 7 (Andújar): Quedaría parcialmente incluida dentro del yacimiento de “Los Barrios”, catalogado por la Junta de Andalucía, donde apareció cierta densidad de materiales ibero-romanos. 4.1.4. Sector V-VI En este Sector se detectaron en total 5 áreas arqueológicas (3 de ellas nuevas). - Área arqueológica 1 (Marmolejo): Situada al Norte del Polígono Industrial, apreciándose cierta abundancia de material cerámico y constructivo de cronología imprecisa. - Área arqueológica 2 (Marmolejo): Parcialmente afectada por el yacimiento “Frente Arroyo Salado”, catalogado por la Junta de Andalucía, observándose escasos materiales dispersos y rodados de cronología indeterminada. - Área arqueológica 3 (Marmolejo): Ubicada al NW del Sector, apareciendo cierta abundancia de material cerámico y constructivo de Época Romana. - Área arqueológica 4 (Marmolejo): Localizada al Sur del Sector, pudiéndose documentar en esta zona gran densidad de material constructivo, incluyendo restos romanos y cerámica de Época Ibero-romana. - Área arqueológica 5 (Marmolejo): Quedaría parcialmente englobada en el yacimiento “Norte de San Julián”, catalogado por la Junta de Andalucía, observándose material lítico y cerámico de diversas épocas. 4.1.5. Balsa Nuestra Señora de los Dolores En este Sector se detectó 1 área arqueológica nueva, siendo ésta la siguiente. - Área arqueológica 1 (Andújar): En esta zona, junto al río Guadalquvir, se detectó material cerámico de distintas épocas, principalmente Época Contemporánea.

Figura 5. Material arqueológico localizado en prospección.

4.2. Control Arqueológico Movimientos de Tierra

de

los

En el transcurso del seguimiento de máquina se detectó la presencia de restos arqueológicos en varias de las zanjas e infraestructuras hidráulicas excavadas, dando como resultado la detección de al menos 24 zonas o áreas arqueológicas. De ellas solo 2 se corresponderían con yacimientos ya inventariados y catalogados por la Consejería de Cultura, siendo los 22 restantes sitios arqueológicos nuevos. A continuación resumimos muy brevemente las características de dichas áreas. 4.2.1. Sector I. En este Sector se detectaron 3 áreas arqueológicas, todas ellas nuevas. - Área arqueológica 1 (Mengíbar): Los restos detectados se localizarían en la parte baja de la ladera Este del Cerro de la Muela, yacimiento catalogado por la Junta de Andalucía, donde se localizaron evidencias de diversas estructuras de mampostería de Época Ibérica. - Área arqueológica 2 (Mengíbar): Los restos hallados estarían muy próximos al extremo SW del yacimiento de la “Vega Baja de Mengíbar”, apareciendo una pequeña acumulación de piedra de función indeterminada. - Área arqueológica 3 (Mengíbar): Muy próximo a la intersección del Camino de los Romanos con la Ctra. de Confederación se detectaron varias estructuras murarias de Época Romana, algunas de ellas de gran envergadura, construidas con grandes losas, bloques de piedra y tegula.


Situada al Este del Sector, se localizó un nivel de incendio de origen desconocido con cerámica asociada de cronología imprecisa. 4.2.4. Sector IV-a. En este Sector se detectaron 7 áreas arqueológicas, siendo 6 de ellas nuevas. - Área arqueológica 1 (Andújar): Situada cerca del yacimiento del “Marqués de la Merced”, donde se detectó lo que parecían las cubiertas de tegula de varias tumbas de Época Romana justo en la base de la zanja. Figura 6. Trabajos de control arqueológico en balsas.

4.2.2. Sector II En este Sector se detectó 1 área arqueológica nueva, siendo ésta la siguiente. - Área arqueológica 1 (Jabalquinto): Se localizaría en el extremo SE del emplazamiento de la Balsa, donde se detectaron cuatro fosas ovaladas excavadas en la base geológica interpretadas a priori como tumbas de Época Prehistórica o Protohistórica. 4.2.3. Sector III En este Sector se detectaron 5 áreas arqueológicas, todas ellas nuevas. - Área arqueológica 1 (Villanueva de la Reina): Situada en la zona de “El Tamujal”, habiendo aparecido una importante acumulación de piedras con material cerámico asociado posiblemente del Bronce Final. - Área arqueológica 2 (Villanueva de la Reina): Localizada bajo la superficie del camino de “El Tamujal”, donde se detectaron grandes cantos rodados dispuestos de forma longitunidal con abundante material cerámico asociado sin rodar. - Área arqueológica 3 (Villanueva de la Reina): Los restos aparecían al W del Sector, tratándose de un empedrado de interpretación dudosa. Además, en los alrededores aparecían algunos restos cerámicos ibero-romanos. - Área arqueológica 4 (Cazalilla): Ubicada en la zona de “El Calvario”, donde se detectaron abundantes restos de tegula y cerámica romana, aunque no estructuras constructivas. - Área arqueológica 5 (Villanueva de la Reina):

- Área arqueológica 2 (Andújar): En esta zona al W del Sector se detectó una estructura construida con piedras de forma irregular y de mediano o gran tamaño. - Área arqueológica 3 (Andújar): Casi en el límite con el término municipal de Marmolejo se localizó una vasija ovoide elaborada a mano con restos óseos quemados vinculados probablemente con la presencia de alguna necrópolis prehistórica. - Área arqueológica 4 (Andújar): Se situaría cerca del yacimiento del “Marqués de la Merced”, donde se detectaron dos posibles estructuras de piedra con algunas tegulas asociadas. - Área arqueológica 5 (Andújar): Ubicada en la zona de “Llanos del Sotillo”, en ella aparecieron unas estructuras de piedra indefinidas y algunos materiales ibero-romanos. - Área arqueológica 6 (Andújar): Se localizaría al SE del Sector, y en ella se localizó una mancha de ceniza y tierra quemada en los perfiles de la zanja de interpretación indeterminada. - Área arqueológica 7 (Andújar): Estaría parcialmente incluida dentro del yacimiento de “Los Barrios”, y en ella se detectaron algunas alineaciones o acumulaciones de grandes cantos rodados o bolos de piedra que podrían corresponderse con las cubiertas de diversas tumbas, apreciándose en algunos casos fragmentos de tegula asociados. 4.2.5. Sector V-VI. En este Sector se detectaron 7 áreas arqueológicas, siendo 6 de ellas nuevas. - Área arqueológica 1 (Marmolejo): Situada en el paraje denominado “Dehesa Olmaz”, donde apareció una necrópolis, un empedrado y

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

varios silos medievales, así como parte de unos fosos posiblemente prehistóricos. - Área arqueológica 2 (Marmolejo): Estaría próxima al yacimiento “Codo del Río”, y en ella se documentó una fosa con abundantes piedras y ladrillos, apareciendo también en la zona material contemporáneo y algunas tejas. - Área arqueológica 3 (Marmolejo): Localizada al SE del yacimiento “Codo del Río”, en ella aparecieron varios silos medievales, unas estructuras murarias de mampostería de Época Romana, y una fosa indeterminada con cerámica vidriada. - Área arqueológica 4 (Marmolejo): Al NW del Sector se detectaron tres hornos de Época Romana construidos en ladrillo. - Área arqueológica 5 (Marmolejo): En esta zona, situada al final del “Camino del Ropero”, se documentaron abundantes restos de arrolladas relacionados, sin duda, con un arroyo cercano. - Área arqueológica 6 (Marmolejo): Estaría próxima al yacimiento “Norte de San Julián”, y en ella se detectó material posiblemente asociado a la presencia de algún horno romano, así como un vertido de piedras indefinido con material del mismo período. - Área arqueológica 7: Quedaría englobada dentro del yacimiento “Norte de San Julián”, aunque tan solo se detectó una pequeña acumulación de piedras aparentemente prehistórica (silo). 4.2.6. Balsa Nuestra Señora de los Dolores.

4.3. Excavación Arqueológica Por lo que respecta al desarrollo de los trabajos de Excavación, en total se plantearon 33 sondeos arqueológicos con diferentes dimensiones (desde pequeños cortes a excavaciones en extensión), en un total de 15 áreas arqueológicas, de las cuales 12 eran sitios arqueológicos nuevos y solo 3 se corresponderían con yacimientos ya inventariados. La distribución de los sondeos realizados sería la siguiente: - Sector I: sondeo 17. - Sector II: sondeo 29. - Sector III: sondeos 6, 7, 8. - Sector IV-a: sondeos 1, 2, 3, 10, 11, 20, 23, 24, 25. - Sector V-VI: sondeos 4, 5, 9, 12, 13, 14, 15, 16, 18, 19, 21, 22, 26, 27, 28, 30, 31, 32. - Balsa Ntra. Sra. Dolores: sondeo 33. 4.3.1. Sector I En este Sector tan solo se excavó en una de las zonas que habían sido detectadas, planteándose para ello un único sondeo. - Área arqueológica 1 (Mengíbar): La excavación permitió documentar los restos aparecidos en el Cerro de la Muela (Mengíbar), donde se localizaron distintos muros de mampostería (algunos de ellos de gran envergadura) vinculados con diversas estructuras habitacionales de un asentamiento u oppidum de cierta entidad fechado en Época Ibérica (posiblemente Iliturgi). 4.3.2. Sector II En este caso se planteó un único sondeo arqueológico para documentar los restos aparecidos en el emplazamiento de la Balsa.

En este caso se detectó 1 área arqueológica nueva en el emplazamiento de la Balsa. - Área arqueológica 1 (Andújar): En esta zona se documentaron diversas manchas de tierra oscura de tendencia circular en algunos casos (silos y cabañas prehistóricas) o estrechas y alargadas en otros (tumbas islámicas), todas ellas excavadas en la base geológica.

Figura 7. Trabajos de seguimiento de máquina.


- Área arqueológica 2 (Andújar): Se correspondería con el Área 2 del Seguimiento, confirmándose con la excavación la presencia de parte de una estructura habitacional con zócalo de mampostería y posible alzado de adobe, pudiendo datar de Época Romana. - Área arqueológica 3 (Andújar):

Figura 8. Excavación arqueológica en el Cerro de la Muela.

Se correspondería con el Área 3 del Seguimiento, confirmándose con la excavación la existencia de una necrópolis del Bronce Final o Inicios del Hierro Antiguo (Siglos X-VIII a.C.). Se documentaron 16 inhumaciones que aparecían en posición fetal o decúbito supino, cubiertas con amontonamientos de cantos rodados, muchas de ellas con recipientes cerámicos a modo de ajuar o como contenedores de ofrendas. - Área arqueológica 4 (Andújar):

- Área arqueológica 1 (Jabalquinto): En ella se excavaron cuatro fosas que formarían parte de una necrópolis de Época Prehistórica o Protohistórica (Edad del Bronce o Ibérico Antiguo), siendo fosas ovaladas de inhumación excavadas en el sustrato geológico a escasa profundidad. 4.3.3. Sector III En este caso se plantearon tres sondeos arqueológicos en dos de los yacimientos que habían sido previamente detectados. - Área arqueológica 1 (Villanueva de la Reina): Situada en la zona de “El Tamujal”, donde se excavaron varias estructuras de piedra de Época Prehistórica (incluyendo parte de una cabaña con zócalo de piedra). - Área arqueológica 2 (Villanueva de la Reina): Estaría situada también en la zona de “El Tamujal”, y en ella se excavó una estructura longitudinal con sección ataluzada construida de mampostería y fechada en Época Romana. 4.3.4. Sector IV-a. En este caso se plantearon nueve sondeos arqueológicos en cuatro de los yacimientos que habían sido previamente detectados. - Área arqueológica 1 (Andújar): Se correspondería con el Área 1 de Prospección, y en ella se excavaron varias estructuras murarias con zócalo de mampostería (posiblemente con alzados de tapial o adobe revestido de yeso y cal, y cubierta de tegulae) de Época Romana (Siglos I y II d.C.).

Se correspondería con el Área 5 del Seguimiento, permitiendo la excavación interpretar los restos hallados como parte de un camino antiguo, posiblemente de Época Ibero-romana. 4.3.5. Sector V-VI. En este caso se plantearon 18 sondeos arqueológicos en seis de los yacimientos que habían sido previamente detectados. - Área arqueológica 1 (Marmolejo): En ella se excavó una necrópolis visigoda en la que se detectaron al menos 15 posibles tumbas de inhumación excavadas en el terreno con orientación SW - NE y cubiertas con varias lajas de piedra, con los individuos enterrados en posición decúbito supino y sin ajuar. Además se documentaron tres fosos de Época Neolítica excavados en el sustrato geológico, así como varias estructuras medievales posiblemente asociadas a la necrópolis (varios muros de mampostería, un silo y un posible canal de agua). - Área arqueológica 2 (Marmolejo): La zona quedaría incluida dentro del yacimiento de las “Calañas de Marmolejo”, y en ella se detectó un silo de cronología imprecisa, un posible pozo de captación de agua medieval, y parte de unas estructuras habitacionales de mampostería y una acequia que podrían datar de Época Romana. - Área arqueológica 3 (Marmolejo): Se correspondería con el Área 4 del Seguimiento, permitiendo la excavación documentar parcialmente tres hornos de doble cámara de Época Romana, así como restos de un pequeño murete de piedra que podría haber formado parte de la delimitación de esta zona de producción industrial.

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2. ARQUEOLOGÍA DE URGENCIA

- Área arqueológica 4 (Marmolejo): En ella tan solo se documentó la base de un silo de la Edad del Cobre excavado en la base geológica. - Área arqueológica 5 (Marmolejo): En esta zona, muy próxima a la anterior y casi en el límite Este del yacimiento “Norte de San Julián”, se documentó la presencia de un muro de mampostería de cronología indeterminada. - Área arqueológica 6 (Marmolejo): En esta zona, muy próxima al yacimiento “Norte de San Julián”, se documentó la existencia de un empedrado muy irregular de Época Ibérica Antigua de función indeterminada (tal vez relacionado con rituales funerarios) sobre niveles prehistóricos, un silo colmatado en Época Moderna, y una fosa ovalada medieval de funcionalidad desconocida. 4.3.6. Balsa Nuestra Señora de los Dolores. En este caso se planteó un solo sondeo arqueológico al NW de la Balsa de Almacenamiento. - Área arqueológica 1 (Andújar): En ella se excavaron varias estructuras murarias (algunas de gran envergadura aunque de difícil interpretación), un silo y la base de un posible molino, pudiendo estar relacionadas con la existencia de una alquería medieval. Además se localizó parte de una necrópolis islámica, con más de 150 fosas orientadas de SW-NE o W-E, algunas de ellas con cubierta de tejas, apareciendo las inhumaciones en decúbito lateral derecho y sin ajuar. También se documentaron algunas estructuras de hábitat y/o almacenamiento de Época Prehistórica excavadas en el terreno.

Figura 9. Horno romano excavado en Marmolejo.

5. CONCLUSIONES Durante 5 años de intervención arqueológica se han localizado numerosos yacimientos arqueológicos nuevos y se ha intervenido en diferentes yacimientos previamente catalogados, dando como resultado una extensa documentación arqueológica e información para los diferentes términos municipales afectados: Mengíbar, Jabalquinto, Espelúy, Cazalilla, Villanueva de la Reina, Andújar y Marmolejo (Jaén), y que puede servir para planificar con mayor precisión el desarrollo urbanístico de cada municipio.

AGRADECIMIENTOS En primer lugar, quisiéramos agradecer su participación al amplio equipo técnico que formó parte de estos trabajos, equipo que estuvo compuesto por 9 arqueólogos (Emilio Plazas Beltrán como Dirección Arqueológica y Alicia Nieto Ruiz, Marcos Soto Civantos, Yolanda de la Torre Robles, Vanesa Portero Fernández, Miguel Ángel Lechuga Chica, Toñi García Martín, Isabel Ruiz Cáceres y Antonio Ortiz Villarejo como arqueólogos técnicos), una restauradora (Mari Paz López Rodríguez) y una cartógrafa (Gema Zarrías Martos), así como a la inspectora de la Delegación de Cultura de Jaén, Concepción Choclán Sabina. A la promotora de la actuación, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por confiar en nuestro Estudio de Arqueología para llevar a cabo estos importantes trabajos, a los responsables de las empresas de asistencia técnica de cada uno de los sectores, coordinadores de seguridad, jefes de obra y encargados de las distintas empresas constructoras, y a todos los maquinistas y obreros que durante estos años pasaron por las distintas obras de modernización.

Figura 10. Excavación arqueológica en extensión en balsa.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Nieto Ruiz, A. y E. Plazas Beltrán (2015): Proyecto de Actividad Arqueológica Preventiva en la Balsa del Sector III de las Vegas Bajas del Guadalquivir. Término municipal de Espeluy (Jaén). Control Arqueológico de los Movimientos de Tierra. Delegación Territorial de Cultura en Jaén. Nieto Ruiz, A. y E. Plazas Beltrán (2016): Memoria Preliminar de la Actividad Arqueológica Preventiva en la Balsa del Sector III de las Vegas Bajas del Guadalquivir. Término municipal de Espeluy (Jaén). Control Arqueológico de los Movimientos de Tierras. Delegación Territorial de Cultura en Jaén. Plazas Beltrán, E., A. Nieto Ruiz, A. Fernández Ordoñez, Mª.A. García Martín, A. Ortíz Villerejo, I.Mª Ruiz Cáceres, M.J. Torres Soria, M. Soto Civantos, M.A. Lechuga Chica, V. Portero Fernández e Y. de la Torre Robles (2011): Proyecto de Actividad Arqueológica Urgente: Prospección Arqueológica y Control Arqueológico de Movimientos de Tierra en los Sectores I, II, III, IV-a y V-VI de las Vegas Bajas del Guadalquivir (Jaén). Delegación Territorial de Cultura en Jaén. Plazas Beltrán, E. y A. Nieto Ruiz (2014): Informe detallado de Actividad Arqueológica Urgente: Prospección Arqueológica y Control Arqueológico de los Movimientos de Tierra en los Sectores I, II, III, IV y V-VI de las Vegas Bajas del Guadalquivir (Jaén). Delegación Territorial de Cultura en Jaén.

Figura 11.Porta de la Memoria Preliminar de la intervención.

Plazas Beltrán, E., A. Nieto Ruiz, M. Soto Civantos, Y. de la Torre Robles, Mª.A. García Martín, V. Portero Fernández, I.Mª. Ruiz Cáceres, A. Ortíz Villerejo y M.A. Lechuga Chica (2015): Memoria Preliminar de Actividad Arqueológica Urgente: Prospección, Excavación y Control Arqueológico de los Movimientos de Tierra para la modernización de los regadíos en los Sectores I, II, III, IV-a, IV-b, y V-VI de las Vegas Bajas del Guadalquivir (Jaén). Delegación Territorial de Cultura en Jaén.

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3.

ArqueologĂ­a preventiva


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


ARQUEOLOGÍA Y PLANES DIRECTORES LAS CATEDRALES DE ARAGÓN ARCHEOLOGY AND MASTER PLANS. THE CATHEDRALS OF ARAGON

José F. Casabona Sebastián1 y Javier Ibáñez González2 2

1 Contrafuerte. Técnicos en Patrimonio Qualcina. Arqueología Cultura y Patrimonio, S.L.

Autor de contacto/Contact author: José Francisco Casabona Sebastián, jfcasabona@gmail.com

RESUMEN La Arqueología empezó a estar presente en la restauración arquitectónica a mediados de los años 80 del siglo pasado, en un proceso no exento de dificultades. Primero se aplico para evitar la destrucción de contextos arqueológicos conservados en los edificios; después, como parte integrante del proceso de restauración; y finalmente, dentro de la propia redacción de planes directores y del proyecto restaurador, en un contexto de interdisciplinaridad. Debido a sus peculiaridades históricas, Aragón cuenta con un importante número de catedrales. A las generadas en el medievo, durante la formación del Reino y que a menudo hunden sus raíces en el mundo tardorromano, se suman las constituidas durante la Edad Moderna. La trascendencia de los trabajos arqueológicos realizados queda patente en la información histórica recuperada, los elementos patrimoniales salvaguardados y en las importantes aportaciones realizadas en el proceso de restauración. Prueba de ello, son los evidentes contrastes entre las restauraciones realizadas antes y después del desarrollo normativo patrimonial (leyes del Patrimonio Histórico Español y del Patrimonio Cultural Aragonés) y la irreparable pérdida de información en las intervenciones realizadas sin trabajos arqueológicos. PALABRAS CLAVE: Catedrales; Aragón; Restauración; Interdisciplinariedad; Antigüedad Tardía; Edad Media.

ABSTRACT

In the mid 80´s Archaeology began to have a place in the architectural restoration in a non easy process. At the beginning was applied to avoid destruction of the preserved contexts in buildings, later as a part of the restoration process and finally in the Master Plans itself and Restoration Projects, in an interdisciplinary context. Thanks to its historical peculiarities, Aragon has a large number of Cathedrals. From those built in the Middle Ages, during the Reign formation, often with Late Roman roots, to those built in the Modern period. The historical recovered data, the preserved heritage and the important contribution to the restoration, shows the transcendence of archaeological works. As the matter of fact, the difference between the restorations made before and after the heritage legislation development (Spanish Historical Heritage Laws and Aragonese Cultural Heritage Laws) are obvious while the missed data in those works without archaeological intervention is irremediable lost. KEY WORDS: Cathedrals; Aragon; Restoration; Interdisciplinarity; Late Antiquity; Middle Ages.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. INTRODUCCIÓN

2. OBJETIVOS

Como consecuencia de su compleja historia, el antiguo Reino de Aragón cuenta con un excepcional número de catedrales (fig. 1), de una diversidad cronológica que va desde las más antiguas surgidas durante la Reconquista, como San Vicente de Roda de Isábena, a las más recientes, como Santa María del Romeral de Monzón, creada tras la desagregación de la diócesis ilerdense; y ello sin olvidar el peculiar binomino cesaraugustano Pilar - Seo, catedrales unidas en un único cabildo desde el siglo XVII. También hay que tener presente que algunas sedes son de origen romano: Huesca, Tarazona y Zaragoza. Si a esto le añadimos la conversión de algunas en mezquitas durante el periodo islámico, y su posterior nueva consagración como catedrales, resulta evidente la complejidad del fenómeno catedralicio en Aragón.

Son numerosas las publicaciones sobre el papel del arqueólogo en la restauración monumental, no siendo necesario insistir en este tema. Por ello, centraremos nuestra reflexión en las tres últimas décadas de intervención sobre los conjuntos catedralicios aragoneses, periodo de evidente cambio metódológico en el que, al tiempo que los arquitectos restauradores definían su disciplina, la arqueología profesional se perfilaba como una actividad diferenciada.

Esta singularidad queda también patente en el hecho de que algunas de estas obras son consideradas piezas clave en la Historia del Arte; la catedral de Jaca, para el románico; la de Tarazona para el gótico francés; la de Teruel en el llamado arte mudéjar; la Seo Zaragozana por su singularidad tipológica; y el Pilar por la trascendencia para la arquitectura del siglo XVIII.

Mientras que en una parte de Europa (en Alemania y Francia especialmente) se excavaban las catedrales dañadas por las guerras mundiales, proporcionando una ingente información sobre sus fases más antiguas, en España se obviaba esta parte del proceso; esto derivo en una irrecuperable pérdida de información, de la que sólo se salvaron algunas meritorias intervenciones. En no pocos casos, unos deficientes estudios previos y la ausencia de una metodología definida, derivó en interpretaciones erróneas y auténticas “restauraciones fallidas”, generando lagunas de conocimiento y graves problemas en la interpretación arquitectónica. Aragón no fue ajena a esa situación; las primeras restauraciones (consideradas como tales), se realizaron en edificios tan emblemáticos como las catedrales de Roda de Isábena, Jaca, Huesca, Teruel y Tarazona, sin que hubiera un registro arqueológico en ninguna de ellas; tan sólo referencias a la aparición de elementos sueltos. En otros casos, la construcción de grandes túneles de calefacción llevó a la destrucción de niveles y estructuras arqueológicas, que hoy serían claves para completar los resultados de las recientes excavaciones. Por otra parte, la evolución litúrgica y la pérdida de funcionalidad de numerosas estructuras vinculadas a la gestión y almacenaje, favoreció el abandono de elementos tan definitorios de la vida catedralicia como los claustros y otras dependencias anexas; y llevó a la aparición de áreas degradas, que fueron aprovechadas para la reordenación urbana de su entorno, con la consiguiente desaparición de estructuras sustanciales en la interpretación de los conjuntos.

Figura 1. Mapa de situación de las catedrales de Aragón.

El punto de inflexión se produjo en la segunda mitad de los años 80, con la aprobación de la Ley 16/1985 de Parimonio Histórico Español, reforzada por el posterior desarrollo legislativo autonómico. En el caso concreto del tipo de bienes que nos ocupa, también tuvo especial transcendencia el Plan Nacional de Catedrales (IPHE - Ministerio de Cultura), elaborado a partir de 1987 y aprobado en 1990, del que se beneficiaron diversas seos aragonesas (Monzón, Albarracín, Teruel y Tarazona); en su seno surgieron los modelos de planes directores, en los que ya se incorporaba la Arqueología como herramienta de salvaguarda, obtención de información y aporte de criterios. No obstante, la adecuación entre el


espíritu de las leyes, el desarrollo normativo y la praxis, pasará por distintos estadios, no exentos de situaciones complejas. En estos primeros momentos se realizaron dos actuaciones de notable relevancia para el futuro de la arqueolgía catedralicia: la Seo de Zaragoza, donde el fallecido J. A. Souto efectuó la primera recuperación seria de información arqueológica; y la de Tarazona, donde el inicio de la intervención arqueológica se vió envuelto de una gran polémica, ante la obstrucción de los ejecutores de los trabajos de apeo del templo.

Figura 2. Túnel de calefacción y servicios en el claustro de la catedral de Jaca, Afección generalizada en las catedrales aragonesas y que han implicado pérdidas irreversibles del registro arqueológico.

3. LAS CATEDRALES ARAGONESAS 3.1. Catedral de San Pedro (Jaca) Pese a la trascendencia internacional del monumento, las obras de restauración del siglo XX no contaron con estudios arqueológicos; y eso que en los años 60, el propio arquitecto Lorente Junquera señaló la posibilidad de encontrar restos del claustro románico durante la restauración. En 1970-71 se realizaron importantes obras en el claustro que afectaron al subsuelo (fig. 2), sin que se realizara ninguna labor de documentación; sólo subsiste en la memoria del clero catedralicio la aparición del arranque del ábside mayor, derribado en el siglo XVIII. Tras la redacción del Plan Director (1997-99)1, la Arqueología pasará a formar parte de la programación de las obras. En 2004 se realizó un primer sondeo en el patio del claustro. Y en 2009, en el curso de su adecuación como Museo Diocesano, se excavaron varias galerías y dependencias (fig. 3); la intervención, adaptada a las necesidades del proyecto, permitio estudiar parte de las dependencias del ala Este del claustro, localizando las capillas medievales de Santa

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Figura 3. Catedral de Jaca. Vista de los enterramientos del ángulo N.W. del claustro.

Margarita, Santa Lucía y San Felipe, que a partir de las reformas de los años 1786-90 habian sido convertidas en una nave única paralela al claustro. Se pudo datar la construcción del altar de la capilla de San Felipe gracias a un lote numismático de Jaime I y Jaime II, en excelente estado de conservación. También se localizó el pasillo de salida al exterior. El pavimento de la capilla del Pilar, antiguo refectorio, habia reutilizado las lápidas de los enterramientos del claustro, lo que proporcionó un amplio conjunto epigráfico. En el patio del claustro se descubrió el

Figura 4. Catedral de Jaca. Plano del siglo XVIII con las capillas localizadas en la excavación (Archivo Catedralicio). Arqueología y planes directores. Las Catedrales de Aragón José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 5. La Torreta (Catedral de Jaca). Enteramientos tardoantiguos y moldes de fundición de campanas. sistema de drenajes que conducía las aguas hasta el pozo central. Y en las dependencias del sector NW. del claustro se identificaron los espacios de fabricación de campanas (con sus moldes, fig. 5), además de documentar enterramientos y niveles tardorromanos relacionados con los de la contigua la plaza de San Pedro.

3.2. Catedral de San Vicente (Roda de Isábena) Las obras de restauración no han contado con control arqueológico hasta fechas recientes, pese a ser considerada la catedral más antigua de Aragón y a que durante las obras se localizaron importantes estructuras, que dieron pie a diversas hipótesis cronológicas (ábside Sur). En la reparación de la cubierta del claustro ya se realizó seguimiento arqueológico, en el que se ha documentado la existencia de un interesante sistema de conducciones intramurales para conducir el agua de los tejados hasta el aljibe. Otra muestra de la importancia de la presencia arqueológica, en sus diversas especialidades, fueron los hallazgos realizados en el interior del sepulcro románico de San Ramón, tanto en lo antropológico como los excepcionales elementos textiles de tradición islámica.

Figura 6. Seo de Huesca. Excavación del Patio del Obispo Juan I. medieval, con restos arquitectónicos musulmanes reaprovechados (modillón, columnas), posibles cimentaciones de esa cronología, zonas cementeriales, sistemas de drenaje y captación de aguas… Por debajo de estos se evidencian restos de cronología romana, poco definidos, que continúan en el resto del espacio que rodea la catedral; también diversos aterrazamientos vinculados con un segundo recinto amurallado, que podría estar en relación con la importante muralla islámica de la Ronda de Montearagón.

3.4. Catedral de Nuestra Señora de la Asunción (Barbastro) En 1989, Nieves Juste dirigió una importante intervención arqueológica, asociada a las obras de urbanización de la plaza de la Catedral de Barbastro; bajo una serie de construcciones en ruinas, aparecieron toda una serie de dependencias vinculadas al conjunto

3.3. Catedral de Santa María (Huesca) La Seo oscense adolece de una problemática similar a otras catedrales: unas primeras restauraciones de gran entidad sin intervención arqueológica, posteriores actuaciones en espacios periféricos y arqueología sistemática en las obras más recientes (fig. 6)2. El entorno catedralicio es muy extenso al tener asociado un conjunto episcopal, del que se conservan estructuras tan destacadas como el salón del Tanto Monta, así como otras dependencias en ruinas (Sala de la Limosna) y diversas áreas de servicios. Se han documentado las cimentaciones del palacio episcopal

Figura 7. Catedral de Barbastro. Plano de estructuras (Juste, 1991, 380).


catedralicio (grandes depósitos de almacenaje y cripta), así como estructuras correspondientes a fases anteriores que podrían pertenecer a la mezquita, convertida en catedral tras la conquista cristiana (fig. 7). Desde el Gobierno de Aragón se optó por la conservación de los restos, creando uno de los primeros “jardines arqueológicos”. Pero su configuración urbana ha sido profundamente modificada en fechas recientes, quedando bajo el pavimento la mayor parte de las estructuras. Este radical cambio de orientación puede servir de punto de referencia para el debate sobre la integración y convivencia de los restos arqueológicos en la trama urbana actual.

3.5. Catedral de Nuestra Señora del Romeral (Monzón) Santa María es un curioso ejemplo de progreso jerárquico, que no se ha visto acompañado por la fortuna arquitectónica. En 1607 obtiene la condición de colegiata; y en 1995, a raiz de la segregación de los territorios aragoneses de la diócesis de Lérida, el de concatedral (unida a Barbastro). Pero cuando alcanzó esta condición, ya había perdido el claustro, reconvertido en dependencias parroquiales (fig. 8). Es con la contratación del Plan Director en 19983, cuando se contempla la necesidad de incorporar la Arqueología a los trabajos de restauración, sin que las obras realizadas hasta la fecha lo hayan propiciado. Las características de los aparejos de la base de los ábsides, relacionables con las fases cristianas del castillo, y la posibilidad de ubiación de la mezquita, subrayan la necesidad de estas intervenciones en el conjunto catedralicio.

3.6. Catedral del Salvador (Zaragoza) La seo zaragozana ejemplifica lo que debiera haber sido el modelo de habitual de trabajo. En 1980, al inicio de los trabajos de restauración, J. A. Souto documentó los restos de la mezquita aljama, a los que seguirán los del claustro gótico. Posteriormente, J. A. Hernández Vera continuó la excavación integral del templo, en un momento en el que ya se había intervenido en los espacios que rodeaban la catedral: plaza de la Seo, gran solar de Sepulcro 1-15, calle San Valero... De este modo, los resultados del interior del templo se pudieron poner en relación con los del exterior, obteniendo la información definitiva sobre el conjunto forense romano de Caesaragusta, incluido un templo que se sumaba al localizado frente al edificio del Ayuntamiento. Se documentó también la mezquita aljama, las fases constructivas del edificio medieval hasta la gran ampliación de D. Hernando de Aragón, los ajuares episcopales, restos antropológicos de especial interés, etc. Sin olvidar las improntas sobre el mortero, que permitieron reconstruir el alzado del alminar islámico. Más recientemente, en las obras de la parroquieta y bajo la dirección de Francisco Javier Gutiérrez, se han encontrado importantes restos góticos, certificando una vez más la efectividad del modelo y la función del arqueólogo profesional en las obras de restauración.

3.7. Catedral de Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza) Es sin duda el templo de referencia para el territorio aragonés, formando, a partir de la Bula de Unión de 1676, un solo cabildo con el de la Seo del Salvador. Su historia reciente ha estado jalonada de obras, que la han convertido en un tópico sobre la prolongación de los trabajos. Pese al hallazgo de restos de época romana y a la existencia de abundante información textual y gráfica sobre el templo anterior, no se han realizado excavaciones en su interior; y eso ha hecho crecer las hipótesis sobre su posible funcionalidad, no siempre con suficiente fundamento. En el exterior se han recuperado materiales de las fases cristianas más antiguas.

3.8. Catedral del Salvador (Albarracín)

Figura 8. Monzón. Espacio que ocupó el claustro de Santa María Sólo quedan las improntas en el muro de la iglesia.

La Seo de Albarracín, en su configuración actual del siglo XVI, se edificó utilizando la arqueología como fórmula para reafirmar su antigüedad, como lo demuestra la incorporación de dos lápidas romanas en un lugar visible. Como en otros muchos casos, sólo con los recientes trabajos de restauración se ha efectuado la correspondiente intervención arqueológica, a cargo de Jesús G. Franco y Antonio Hernández. Arqueología y planes directores. Las Catedrales de Aragón José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

3.9. Catedral de Santa María de Mediavilla (Teruel)

hallazgos, algunos de los cuales han sido corroborados en los últimos años.

Documentada en el último 1/4 del siglo XII, Santa María de Mediavilla fue desde sus orígenes la iglesia más relevante de la villa de Teruel, como lo demuestran diversas disposiciones forales. Esta primacía se consolidó con su erección en Colegiata en 1342, alcanzando el rango catedralicio en 1577. Tras la construcción del Baptisterio en 1792-97, el conjunto adquirió su volumetría actual, sólo alterada por la incorporación de la portada neomudéjar (1909).

En 1991 se realizó la primera intervención arqueológica en el conjunto catedralicio, centrada en el campanario mudéjar y dirigida por J. L. Ona y J. Mª Viladés. En la misma, no se detectó la cimentación de la torre, llegándose a la errónea y controvertida conclusión de que carecía de ella. En 1997-98, J. Ibáñez supervisó la sustitución del pavimento del templo, que corroboró la existencia de los ábsides que cerraban la cabecera de las dos naves laterales del templo románico (fig. 10 y 11).

El templo resultó muy dañado en la Guerra Civil, siendo objeto de importantes obras de restauración, que afectaron prácticamente a todo el edificio, y que se prolongaron hasta 1954. En los años siguientes se realizaron algunas obras de menor entidad, aunque alguna de gran impacto arqueológico, como el sistema de calefacción (1964-65). Todas estas intervenciones carecieron de seguimiento arqueológico; por fortuna, fueron frecuentemente visitadas por D. Ángel Novella Mateo (1901-1993), artista, docente y estudioso del Patrimonio turolense, que dejó constancia de múltiples

Figura 9. Catedral de El Salvador, podium del templo romano, según Hernández (1997).

En 19994, el Plan Director de la Catedral supuso la definitiva incorporación del método arqueológico a las sucesivas fases de restauración del conjunto, con el consiguiente aporte de información sobre el templo medieval (fig. 10) y su proceso evolutivo. Una de las primeras intervenciones realizadas fue la restauración del tejado de la nave central (2008), cuyos aleros se encuentran decorados con pintura mudéjar muy deteriorada (fig. 12). Además de recuperar varios

Figura 10. Santa María de Mediavilla (Teruel): principales hallazgos arqueológicos correspondientes a finales s. XII y 1ª mitad del s. XIII.


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Figura 11. Catedral de Teruel. Ábside de la nave de la Epístola.

Figura 13. Catedral de Teruel. Puerta descubierta a los pies del templo.

Figura 12. Catedral de Teruel. Detalle del alero decorado de la nave central.

canes originales de dicho alero, se pudo establecer la configuración original de los vanos que iluminaban el interior del templo. En el año 2016 se acometió la restauración de las cubiertas y del conjunto de las fachadas de la Catedral. En la intervención arqueológica asociada se descubrió la puerta de los pies del templo (fig. 13), de finales del siglo XII o primeras décadas del XIII, realizada con fábrica de ladrillo y delimitada por una moldura a modo de alfiz; se encontraba enmascarada por un zócalo de sillería de Edad Moderna. La presencia de este vano determinó la ubicación exacta del campanario mudéjar. En esta misma intervención se identificaron varias estructuras de ladrillo (fig. 14) del desaparecido claustro (documentado desde 1251 y demolido en 1731-37), lo que permite establecer su traza (fig. 15); se estudiaron vanos, fábricas y fases constructivas ocultas por revoques posteriores; y se detectó la errónea extrapolación de los agramilados de la fachada meridional a otros paños en las que originariamente

Figura 14. Catedral de Teruel. Estructuras del claustro conservadas en la fachada de la calle Santa Emerenciana.

no existían, realizada durante la restauración de postguerra, así como el desplazamiento del paso aéreo que comunica con el Palacio Episcopal. Actualmente está en curso la intervención arqueológica asociada a la restauración del campanario mudéjar. A falta de completar los trabajos, se han descubierto los cimientos de la torre (no detectados en 1991) y se ha estudiado la relación del campanario con los edificios que se han sucedido en el solar contiguo (Casa del Deán). Arqueología y planes directores. Las Catedrales de Aragón José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

3.10. Catedral de Nuestra Señora de la Huerta (Tarazona) La arqueología en la catedral de Tarazona empieza en el año 1985 con las obras de restauración, en un periodo en el que el encaje de esta actividad en los procesos de restauración no era bien entendido, a pesar del marco legal vigente. Varios equipos mantendrán el seguimiento arqueológico de las diversas obras hasta que, en 1997, con el Plan Director5, se realice una serie de catas arqueológicas en el marco del diagnóstico general del estado de la catedral, quizás una de las más deterioradas del Estado en ese momento.

Figura 15. Catedral de Teruel. Reconstrucción en alzado del claustro a partir de las evidencias detectadas en la fachada de C/ Santa Emerenciana.

Conviene destacar el contraste existente entre los importantes resultados obtenidos dentro del conjunto catedralicio, con el vacío de información existente en los viales que lo delimitan, pese a que en los últimos años se ha realizado la sustitución del pavimento y de las redes subterráneas de gran parte de ellos. Sorprende especialmente que no se localizasen restos arqueológicos en la calle Santa Emerenciana, vial abierto en 1731-37 en el espacio ocupado por el clasutro y sus capillas, el cementerio y otras dependencias auxiliares. Otro tanto se puede decir de la parte de la Plaza de la Catedral contigua a su portada, en el que se encontraba el amplio portegado bajo el que se impartía justicia y se reunio el concejo durante buena parte de la Baja Edad Media. Y en callejón que une la plaza de la Catedral con la del Venerable Francés de Aranda, en el que las excavaciones en curso si que han detectado la presencia de restos arqueológicos.

Hasta el año 2005 se realizaron trabajos de seguimiento arqueológico, en el marco de la necesidad primordial de asegurar la estructura del edificio. Entre 2005 y 2008 se realizó la excavación sistemática del interior del templo, que fue inaugurado en 2012. En el 2013, durante los trabajos previos para la remodelación de la plaza de la Seo, se comprobó la continuidad de los restos; en concreto de un gran edificio semicircular (fig. 17), con mosaicos del siglo IV, sobre el que asentaban los restos de un posible baptisterio (fig. 18) así como numerosos enterramientos; las excavaciones permitieron localizar la fase romana de la acequia de Orbo y la continuidad de las construcciones de este periodo al otro lado de la misma, definiendo una edificación romana de grandes dimensiones con un conjunto musivariode gran interés. La plaza, que ha recuperado su volumetría barroca, conserva en su interior todo el conjunto, pendiente de completar su excavación y la necesaria musealización. Los restos previos a la catedral constituyen el conjunto monumental sobre el que se asentó la pujante nueva comunidad, bien documentada desde al menos el siglo V d.C. Las excavaciones han aportado información sobre el templo hispanovisigodo, la adecuación románica del mismo (fig. 19) y las distintas fases de la catedral gótica y su desarrollo: evolución del claustro, construcción de capillas, realización de campanas…; y ello sin olvidar el proceso constructivo en alzado, los cambios de aparejos, reformas y reparaciones, trabajo en el que se ha formado parte del equipo interdisciplinar de arquitectos, restauradores e historiadores. Junto a los grandes trazos de la evolución del monumento, se han documentado las acometidas de agua para la Fuente de los Canónigos, estructuras convertidas hoy en un jardín arqueológico, pero también el pozo que sirvió para surtir de agua a la fábrica medieval o algunos escondites para tiempos de guerra, grafitti que han permitido la datación de algunas fases constructivas e incluso restos de las herramientas de los canteros que trabajaron durante la construcción. El ámbito funeario ha ofrecido resultados singulares, como los restos de los obispos Pérez Calvillo, interesantes tanto en lo antropológico, como por el


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Figura 16. Catedral de Tarazona. Planta general de arqueología. Equipo Plan Director.

Figura 17. Tarazona. Edificio semicircular del siglo IV d.C. sobre el que se asienta un baptisterio y una casa medieval.

Figura 18. Tarazona. Posible baptisterio sobre los mosaicos del siglo IV d.C.; sobre este uno de los pilares del pórtico mayor.

ajuar episcopal del siglo XIV, de quienes fueron parte de la corte del Papa Luna.

Plan se ha prestado atención a otra faceta del mismo: la difusión; tras décadas cerrada y en obras, era necesario explicar a la sociedad el trabajo desarrollado, la complejidad, los resultados y también las expectativas de cara al futuro.

Los trabajos arqueológicos, al igual que la restauración, no están concluidos; pero en esta fase de ejecución del

Arqueología y planes directores. Las Catedrales de Aragón José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 19. Catedral de Tarazona. Abside románico.

4. CONCLUSIONES Desde los años 90 del siglo pasado, las catedrales aragonesas han sido un marco habitual y preferente para el desarrollo de la arqueología profesional, sin que haya faltado la participación de miembros de la comunidad universitaria (J. A. Hernández Vera en las seos de Zaragoza y Tarazona) o de los museos (J. A. Lasheras en 1997 en la de Tarazona). También constituyen el espacio para la relación con los otros ámbitos profesionales que participan en la restauración arquitectónica: arquitectos (que ejercen la direcciones facultativa), aparejadores, restauradores (con quienes compartimos espacio de trabajo en la arqueología mural, parte sustancial de la arqueología de la arquitectura), documentalistas e historiadores del arte. Esta estrecha relación proporciona mejores herramientas para el conocimiento de los monumentos y la restauración científica, además de perfeccionar las capacidades profesionales de todos los miembros del equipo. Como era de esperar, la interrelación con la arqueología urbana, marco habitual de nuestro trabajo profesional, se ha demostrado muy fructífera. Las grandes catedrales asentadas sobre restos romanos han proporcionado nuevas claves sobre la evolución urbana de estas ciudades; muestra de ello es el Salvador de Zaragoza y su integración en el conjunto forense; la seo turiasonense, en relación con la ciudad en su margen derecha y la proyección sobre los espacios circundantes; o San Pedro de Jaca y los restos de las plazas de la Seo y Biscós; otro tanto sucederá cuando se intervenga en el entorno de Santa María de Huesca, aún pendiente de excavación. Las catedrales que se asientan sobre fundaciones medievales, con un recorrido más corto, han sido claves para su evolución histórica.

Figura 20. Catedral de Tarazona. Exposición “Reencuentros con la catedral”, en el claustro.

En algunos casos, los límites de los conjuntos catedralícios han variado substancialmente a lo largo del tiempo, lo que acentúa aún más su importancia en el conocimiento de los núcleos urbanos en los que se asientan. La catedral de Tarazona proyecta sus fases de ocupación más antiguas bajo la plaza de la Seo, más allá incluso de los límites tradicionales de la acequia de Orbo, mientras que en lo cronológico desborda el marco del edificio medieval. En la de Teruel se reflejan las inevitables tensiones entre un núcleo urbano cada vez más densamente poblado y un edificio (primero colegial y luego catedralicio) paulatinamente más grande y costreñido; tensiones que durante la Baja Edad Media se saldaron a favor del conjunto religioso (instalación de la torre sobre una calle), pero que en la Edad Moderna acabaron con una merma del mismo (demolición del claustro, el portegado y otras dependencias para apertura de viales y la construcción de viviendas). En Huesca, las excavaciones permiten intuir un conjunto recuperable acorde con la monumentalidad del entorno. Todo ello da pie a un serio debate sobre la incorporación de los restos, antes enterrados, en el conjunto restaurado, como se evidencia en el entorno de Barbastro. Por último, aún reconociendo la evidente integración lograda en este ámbito profesional, es preciso reivindicar un perfeccionamiento en los aspectos colaterales que acompañan a estas tareas: mejora en de la formación técnica impartida en las facultades universitarias; adquisición de capacidades en temas labolares (seguridad y salud); avance en la definición competencial; y, en último término, una apuesta clara y decidida por la participación del arqueólogo en todas sus diversas especialidades (forense, arqueología de la arquitectura, excavación…).


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Casabona Sebastián, J.F. (2012): “La arqueología y la Historia” en Aguerri et alii. La catedral de Tarazona. Plan Director y Restauración. Reencuentros con la catedral, Tarazona, pp. 24-37. Hernández Vera, J.A., J.J. Bienes Calvo y J.I. Casasús Alcaine (1997): “Excavaciones en la Seo del Salvador de Zaragoza”, en Arqueología Aragonesa 1994, Zaragoza, pp. 419-462. Ibáñez González, J. (2010): “La arqueología urbana del Teruel medieval y moderno: resultados y visión crítica”, en Ortega, J.M. y C. Escriche (ed.) Iª Jornadas de Arqueología Medieval en Aragón. Balances y novedades, Teruel, pp. 289-332. Juste, MªN. (1991): “Informe de las excavaciones efectuadas en el entorno de la Catedral de Bargastro (Huesca) en 1989” en Arqueología Aragonesa 19881989. Zaragoza, pp. 379-383.

Justes, J. y J.I. Royo (2010): “La ocupación tardorromana e hispanovisigoda de Jaca: Los inicios del cambio” en Revista Villa nº 3. Universidad de Toulouse-Le Mirail. Tolouse. Lorenzo Lizalde, J.I. y C. Lasa Gracia (1992): “Exhumación del sarcófago románico de San Ramón”, en Arqueología Aragonesa 1990, Zaragoza, pp. 36369. Malpica, A. (2016): “Arqueólogos y arquitectos. Un debate necesario” en Arqueología medieval y Restauración, Granada, pp. 15-32. Peropadre, A. y J.A. Souto (1986): “Restos arquitectónicos de época islámica en el subsuelo de la Seo del Salvador (Zaragoza). Campaña de 1980” en Boletín de la Asociación Española de Orientalistas, XXII, pp. 347-367. Souto, J.A. (1986): “Sobre el papel del arqueólogo medievalista en las obras de restauración de monumentos arquitectónicos” en Actas I Congreso de Arqueología Medieval Española I, Zaragoza, pp. 89-105.

NOTAS ACLARATORIAS 1

Bajo la dirección de los arquitectos R. Marco y J. Ibargüen.

2

Del 18 al 25 de abril de 2017 se ha realizado, organizado por el IEA, un ciclo de conferencias sobre la arqueología de las catedrales del Alto Aragón, donde ha quedad evidenciada esta problemática (con la participación en la de Huesca de J.Rey, J.F. Casabona y A. Alagón). 3

Bajo la dirección del arquitecto J, Ibargüen.

4

Dirigido por J. Andrés, siendo J. Ibáñez el responsable de la parte arqueológica y de las demás intervenciones arqueológicas asociadas al mismo. 5

Dirigido por los arquitectos Fernando Aguerri y José Ignacio Aguerri. Arqueología y planes directores. Las Catedrales de Aragón José F. Casabona Sebastián y Javier Ibáñez González

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


INTERVENCIÓN DE CONSERVACIÓN – RESTAURACIÓN, DURANTE LA CAMPAÑA DEL 2016, EN EL RECINTO SUPERIOR DEL CASTELL DE XIVERT. ALCALÀ DE XIVERT, COMUNITAT VALENCIANA CONSERVATION INTERVENTION - RESTORATION,DURING THE 2016 CAMPAIGN, IN THE SUPERIOR ENCLOSURE OF THE CASTELL OF XIVERT. ALCALÀ DE XIVERT, COMUNITAT VALENCIANA Anna Viciach i Safont, Manuel Burdeus Rubert y Neus Arquer i Gasch Autor de contacto/Contact author: Anna Viciach i Safont, annaviciach@gmail.com

RESUMEN En este artículo presentamos los trabajos de conservación y restauración, realizados durante la campaña de 2016, en el Recinto Superior del Castillo de Xivert, Alcalà de Xivert (Comunitat Valenciana). El equipo de restauración arqueológica colabora desde el año 2008 en las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en este conjunto monumental. El proyecto sigue las directrices marcadas en el Plan de Actuación redactado por la arqueóloga y gestora de patrimonio Neus Arquer, que junto a Ferran Falomir, arqueólogo del Servei de Prehistòria i Arqueologia de la Diputació de Castelló han dirigido las excavaciones. También haremos referencia a las intervenciones de restauración arquitectónica de los edificios conservados en el Recinto Superior, dirigidas por la arquitecta Vera Hofbauerova, entre 1997 y 2005. PALABRAS CLAVE: Restauración; Tapial; Grafiti; Castillo Xivert.

ABSTRACT In this article we present the works of conservation and restoration, realized during the campaign of 2016, in the Superior Place of the Castle of Xivert, Alcalà de Xivert (Comunitat Valenciana). The archaeological restoration team collaborates since 2008 in the archaeological interventions carried out in this monumental complex. The project follows the guidelines set out in the action plan drafted by the archaeologist and heritage manager Neus Arquer, who along with Ferran Falomir, archaeologist of the Servei of Prehistory and Archeology of the Diputació de Castelló have directed the excavations. We will also make reference to the architectural restoration interventions of the buildings preserved in the Superior Place, directed by the architect Vera Hofbauerova, between 1997 and 2005. KEY WORDS: Restoration; All tapial; Graffiti; Castle of Xivert.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. EL CASTILLO DE XIVERT EN SU MARCO GEOGRÁFICO Y CRONOLÓGICO El conjunto fortificado del Castillo de Xivert se encuentra en el extremo occidental de la Serra d’Irta, en la comarca valenciana del Baix Maestrat (Figura 1). Situado a una altura de 370 metros sobre el nivel del mar, ocupa la cumbre de una plataforma roqueda aislada y circundada por precipicios, a excepción del collado suroeste donde se une a una estribación del interior de la sierra. Esta localización le confiere un importante rasgo de control territorial, tanto del interior, como de la costa. Asimismo, constituye un punto de observación de la vía de comunicación que recorre de norte a sur la rambla de Alcalà, que conecta la planicie litoral de Benicarló con los terrenos pantanosos de Torreblanca. Este camino constituye un nexo de unión entre los valles agrícolas del Estopet y la Foia, y los caminos ganaderos que discurren sobre las crestas del Atmeller y atraviesan la Serra d’Irta hacia Polpis y Peníscola al norte.

al menos el primer cuarto del siglo I a.n.e (Falomir et al., 2004-2005: 423). Durante este dilatado periodo de tiempo se llevaran a cabo diversas reformas arquitectónicas, pero el urbanismo ibérico mantendrá en buena medida la estructuración espacial de la fase del Hierro (Arquer et al., Inédito). Aunque resulta difícil saber con exactitud la fecha de construcción de las primeras estructuras castrales, probablemente ya desde el siglo XI a.n.e. (Hofbauerová, 1997-2001a: 1) el castillo de Xivert formaría parte de una red de núcleos fortificados andalusís. Estos núcleos, se caracterizaban por localizarse en lugares inexpugnables y por actuar como centros administrativos y sociales de un territorio. Este, se articulaba en pequeñas comunidades rurales, las alquerías que, generalmente, tenían unas decenas de casas (Guichard, 2013: 17). La campaña de excavación llevada a cabo el año 2005 en el recinto superior, permitió documentar su evolución arquitectónica desde la primera fase de ocupación islámica de época califal (Falomir et al., 2004-2005: 423) hasta el periodo almohade (primer tercio del siglo XIII). Durante el Imperio almohade (1172-1229) Xivert se convirtió en frontera temporal ante el avance de la Corona de Aragón (Hernández Ruano, 2003: 27). De este periodo datan diversas construcciones de carácter defensivo, entre las que destaca la Torre Celòquia. La ocupación de Morella por parte de noble aragonés Blasco de Alagón, entre 1231 y 1232, será el desencadenante decisivo que llevará al rey Jaume I a iniciar la conquista del que será el futuro Regne de València.

Figura 1. Localización del castillo de Xivert. La primera fase de ocupación documentada hasta el momento, se remonta a la Edad del Bronce (II Milenio a.n.e). Durante las excavaciones llevadas a cabo entre 1996 y 1997 en el recinto superior se pudo detectar la presencia de restos arqueológicos adscritos a esta cronología (De Antonio, 1998:7). En los sondeos realizados en estas primeras intervenciones se recuperaron también materiales del Hierro Antiguo, siglo VII a.n.e (Neumaier, et al.; 1998). Pero fue la excavación en extensión de toda la zona norte del recinto superior, llevada a cabo el año 2008, la que permitió identificar parte del hábitat correspondiente a esta fase (Arquer et al., 2008: 209). El siguiente periodo de ocupación corresponde a la época ibérica y abarca desde el siglo VI a.n.e, hasta

La hegemonía andalusí en Xivert finalizó el año 1234, cuando por medio de un pacto de rendición el castillo de Xivert pasó a formar parte de las posesiones de la Orden militar y religiosa del Temple. Este documento, primera fuente escrita extensa referida a Xivert, especificaba como mientras que los nuevos habitantes cristianos, pasarían a ocupar el recinto superior (castrum) y el albacar (albacarum) (Hofbauerová, 1997-2001a: 1) los mudéjares tendrían que permanecer en el poblado (arravalum). Mudéjar es una palabra que se acuña en el siglo XVI y que los historiadores aplican a la población islámica bajo dominio cristiano (Mira, 2009: 9). También denominados moros o sarracenos en la documentación histórica a partir de la conquista, se verán obligados a coexistir con la población cristiana en un ambiente de progresivo rechazo y creciente crispación social. Este proceso desembocará en la aparición de las morerías, barrios donde vivía segregada la población musulmana. En este contexto debemos situar la aljama de Xivert desde el año 1234.


Por otra parte, respecto al recinto superior, durante el periodo de gobierno templario, será profundamente remodelado para poder adaptarlo a los parámetros de la Orden. Dentro de la arquitectura del Temple en Xivert, cabe destacar la construcción de una capilla, un aljibe y un gran lienzo de muralla circundado por dos torres. Tras la disolución de la Orden del Temple (concilio de Vienne de 1312) el castillo de Xivert, junto con el resto de bienes templarios, pasará a formar parte de la nueva orden militar de Santa María de Montesa, creada en 1317 (Díaz Manteca, 1999: 223). Las reformas realizadas en este período tuvieron un menor impacto sobre las edificaciones anteriores. A partir del último tercio del siglo XV el castillo fue perdiendo paulatinamente sus funciones y la ocupación de la fortaleza se hizo intermitente. Esto supuso el progresivo deterioro de sus estructuras arquitectónicas que quedaran definitivamente dañadas el año 1521, debido al incendio del castillo y la aljama por parte de las tropas del agermanado Miquel Estellés. El saqueo y destrucción de Xivert se produce en el contexto de la Guerra de las Germanías, conflicto que enfrentó a los gremios valencianos contra la nobleza y la monarquía. A pesar del abandono del castrum, en la aljama continúo habitando la población morisca (nombre que recibirán los mudéjares después de los bautismos forzosos del siglo XVI). El clima de crispación y desconfianza hacia los moriscos desembocará el año 1609 en una orden de expulsión generalizada decretada por Felipe III y que tendría graves consecuencias tanto económicas como demográficas para el Reino de València. Después de la expulsión, la aljama de Xivert se intentó repoblar con habitantes cristianos. Esta repoblación tuvo un éxito escaso, debido a las fuertes presiones fiscales impuestas por la Orden de Montesa y el poblado quedó definitivamente abandonado el primer tercio del siglo XVII (Hofbauerová, 1997-2001a: 6). Hasta el momento no se conoce documentación histórica que haga referencia a la ocupación de castillo en las guerras carlistas, pero los hallazgos arqueológicos realizados en las excavaciones del recinto superior (años 2005 i 2008) indican que fue adaptado y utilizado entonces como refugio (Hofbauerová, 19972001a:10). Por contra si existen tanto notas escritas, como improntas de impactos en los muros y hallazgos de municiones de la última guerra civil (Hofbaurevá, 2001: 2).

2. DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO DE XIVERT El conjunto fortificado de Xivert ocupa un total de 15.000 m. Este espacio construido podemos diferenciarlo en tres partes (Figura 2):

195 Figura 2. Vista des del sur del castillo de Xivert. - El recinto superior, donde se localizan tanto las principales construcciones, como los restos arqueológicos de los asentamientos prehistóricos y protohistóricos, excavados. - El albacar, contiguo al recinto superior, es un espacio auxiliar también amurallado donde destaca el muro de Alafia. Se trata de una estructura construida en tapial calicostrado con decoración que imita la construcción a base de grandes sillares de piedra de aparejo isódomo. Lo que hace del muro de Alafia una obra excepcional es una inscripción en árabe realizada en estuco de cal, según Carmen Barcelo se puede leer: al-fatih Allah, que esta autora traduce como “El que concede la victoria es Dios” y podría datarse en el siglo XII (Hofbauerová, 1997-2001b: 4). - El poblado o aljama, localizado en las vertientes sur y oeste del cerro. Con un origen probablemente de cronología almohade (Vizcaíno, et al. 2002), presenta las características típicas de un asentamiento de montaña. El espacio habitable se consigue, mediante el aterrazamiento de la pendiente y la construcción de edificios de diversas alturas. Centrándonos en el recinto superior (Figura 3), éste constituye el núcleo principal de la fortaleza. Se encuentra elevado alrededor de unos cuatro metros sobre las zonas contiguas y constituye un espacio de tendencia hexagonal que ocupa unos 1200 m2. Se halla circundado por una muralla perimetral articulada por ocho torres. En el cierre oeste encontramos de sur a norte: la torre de Ponent, la torre Derruida y la torre de Tramuntana. A los dos extremos del muro de cierre norte del recinto se localizan dos torres semicirculares. En el cierre este encontramos la torre Celòquia y la torre Sud o Major del Migdia. Mientras que en la zona del acceso encontramos el cuerpo de guardia (Hofbauerová, 1997-2001d: 2). A nivel general la arquitectura andalusí del recinto superior se caracteriza por el uso de la tapia de

Conservación – Restauración, (2016) Recinto Superior del Castell de Xivert. Alcalà De Xivert Anna Viciach i Safont, Manuel Burdeus Rubert y Neus Arquer i Gasch


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

mampostería para el alzado de los muros y calicostrada para los remates. Entre las estructuras de esta cronología destaca la torre Celòquia, de época almohade (primer tercio del siglo XIII) (Falomir et al., 2004-2005: 423). Se trata de una estructura maciza en su primer cuerpo, de planta trapezoidal y con un alzado ligeramente cónico. Presenta unas medidas aproximadas de 4 por 5 metros de ancho y una altura conservada de 8 metros. De similar cronología también destaca la torre de Ponent, que presenta una planta rectangular y una morfología ligeramente troncopiramidal. Mide aproximadamente 4 por 5 metros y destaca una estancia interior con cubierta abovedada. El remate de la torre es almenado y se observan aspilleras en los puntos estratégicos (Vizcaino et al., 2002: 10). Dentro del programa arquitectónico de la Orden del Temple se construye en el recinto superior un lienzo de muralla almenado, flanqueado por dos torres semicirculares que simbolizan su prestigio y poder. Con una finalidad religiosa, se levanta una capilla de una sola nave (de aproximadamente 6 por 12 metros) rematada por un ábside semicircular aprovechando elementos anteriores como la Torre Celòquia, donde se conservan los arranques de los arcos que sujetarían la cubierta. Y por último, destinado al aprovechamiento hidráulico, se construye soterrado bajo la plaza de armas un gran aljibe (11 por 5 metros) parcialmente excavado en la roca. Presenta una planta rectangular y se encuentra cubierto por una bóveda de cañón, situándose las entradas de agua en la parte superior de los paramentos transversales. La arquitectura del temple en Xivert se caracteriza, a nivel general, por el uso del aparejo isódomo de sillares perfectamente trabajados con marcas de cantero y asentados con el mínimo mortero (Hofbauerová, 1997-2001c: 4). Durante el periodo de gobierno de la Orden de Montesa se produce una reestructuración de las estancias interiores, conformándose el espacio que las fuentes denominan de caballerizas y cocina. Se trata de varias estancias de diversas formas y dimensiones entre las que destaca una gran sala de planta rectangular

Figura 3. El recinto superior.

con una banqueta al sur-oeste y un pesebre adosado al paramento noreste. Actualmente aún se conservan los arranques de los arcos que compartimentaban las diferentes estancias y que, posiblemente, sostendrían la cubierta. Así como también algunos restos de muros de tapia de fases anteriores, sobre los que se ha actuado en la Campaña de consolidación llevada a cabo durante el año 2016. Otra zona donde se ha intervenido es en la torre Sud o Major del Migdia, profundamente reformada en época feudal pero cuyo origen lo debemos situar en época islámica (Hofbauerová, 1997-2001f). Tiene una funcionalidad defensiva, así como de redistribución y habitabilidad del recinto superior. Presenta una planta trapezoidal y el espacio interior se divide en dos estancias mediante un arco diafragma. Durante la época medieval es usual hallar en las diferentes edificaciones, grafitos esquemáticos de representaciones iconográficas de índole variada. Entre ellas uno de los conjuntos más destacados lo ocupan las representaciones de embarcaciones. Muchos de ellos están realizados mediante incisiones sobre los lucidos de las paredes.. En el Castillo de Xivert, en la denominada torre Mayor del Migdia se conserva uno que tiene estas características. En el muro oeste de esta torre, en el interior, frente a la entrada y sobre el lucido medieval, se conserva parte de un interesante grafiti (Figura 4). Se encuentra realizado con un objeto punzante y representa una escena marítima de forma muy esquemática. La parte central del conjunto es la representación iconográfica a babor de una galera monorreme, con una sola fila de remos. La proa de la embarcación se encuentra a la izquierda, mientras que a la derecha aparece el castillo de popa. El casco de la nave está elaborado mediante tres líneas horizontales y paralelas que se unen para conformar la popa. Debido al deterioro producido a lo largo del tiempo la parte de la proa no se conserva. Se pueden observar diversas incisiones longitudinales que se corresponden con los remos, se identifican un

Figura 4. Dibujo del grafiti de la torre Sud.


total de cinco, y una perpendicular que pertenece al mástil. Los remos, que están sobre la cubierta, aparecen cortados a la altura de las palas, lo que hace pensar que se encuentran sumergidos en el mar. La vela, principal elemento de propulsión de este tipo de embarcaciones, se encuentra izada. Por ello no conocemos el tipo de vela que utilizaría la embarcación, ya sea de tipo latina o cuadrada. La arboladura consta de un único mástil y muestra un aparejo simple. El sistema de gobierno es un remo que hace las veces de timón.

3. INTERVENCIONES DE CONSERVACIÓN RESTAURACIÓN

A partir de todos estos datos podemos inferir que la embarcación navega o está fondeada en un día con el mar en calma.

Las excavaciones arqueológicas, iniciadas el año 1996 por José Manuel de Antonio y David Vizcaíno (campos de trabajo los veranos entre 1995 y 2007) y posteriormente por Ferran Falomir y Joan Palmer (campaña de 2005), sacaron a la luz gran parte de las estructuras conservadas en el castillo, especialmente en el recinto superior y el albacar.

Durante la Edad Media la embarcación predominante para la guerra en el Mediterráneo será la galera. Aunque su diseño a lo largo del tiempo cambiará para adaptarse a las nuevas circunstancias, todas tendrán una serie de características comunes: una importante capacidad operativa a la hora de transportar al contingente militar; un diseño alargado y ligero, con poco calado; y un sistema de propulsión, sin descartar la vela, predominantemente rémica (Soto 2003). Los principales problemas que presentaba este tipo de embarcación estaban relacionados con su diseño y su propulsión. Por una parte, su construcción con una quilla poco prominente hacia dificultosa su navegación con fuerte oleaje, especialmente en invierno, cuando la inestabilidad del tiempo producía una mayor cantidad de tormentas y temporales. Por otra parte, su propulsión a través de los remos requería la presencia de un elevado número de tripulantes, con los gastos que ello podía ocasionar. En la iconografía se representa una nave de pequeño tamaño que se correspondería con una nave auxiliar. Estas pequeñas embarcaciones servían de soporte para los grandes navíos en tareas que estos no podían ejecutar, como la descarga en puertos de poco calado o para desembarcar tropas donde estas no podían acceder; asimismo eran utilizadas en actividades pesqueras costeras.

Antes del inicio de los trabajos en el castillo, en los años 90, el estado de conservación era ruinoso, aunque los muros conservaban buena parte del alzado, toda la superficie estaba cubierta por tierra y vegetación. El crecimiento de la vegetación afectaba, especialmente al poblado, donde en los años 60 se había llevado a cabo una reforestación con abundantes pinos.

Unos años más tarde, continuaron estas intervenciones, destacando el estudio de todo el conjunto, realizado el año 2007 por Neus Arquer para la redacción de un plan de actuación arqueológica. Así como el inicio de una nueva etapa de excavaciones arqueológicas en el recinto superior, dirigidas por Neus Arquer (campañas del año 2007 y 2008) y Ferran Falomir (campañas del 2008 y 2013). Todas estas intervenciones nos han permitido la documentación de todo el conjunto de estructuras conservadas en el recinto superior. Las intervenciones de conservación - restauración en el Castillo de Xivert podemos dividirlas en 2 fases. La primera de ellas comprende las intervenciones arquitectónicas realizadas entre el año 1997 y el año 2005, bajo la dirección de la arquitecta Vera Hofbauerová. Durante este período en el recinto superior se restauró la torre de Ponent, la torre Sud o Major del Migdia, la cinta Muraria del Castrum, el cuerpo de guardia y la torre de Tramuntana. Otras de las intervenciones llevadas a cabo en esta primera fase fueron la restauración del muro de Alafia y la restauración de una casa del poblado.

En la galera representada aparece todavía el timónremo como forma de gobierno, que será paulatinamente substituido por el timón-codaste a partir del siglo XIV. Posiblemente la elaboración del grafiti sea durante la segunda mitad del XIII o la primera del XIV, coincidiendo con las reformas efectuadas por la Orden de Montesa sobre la Torre Major del Migdia. Figura 5. Muro de tapial 1, antes de la intervención. Conservación – Restauración, (2016) Recinto Superior del Castell de Xivert. Alcalà De Xivert Anna Viciach i Safont, Manuel Burdeus Rubert y Neus Arquer i Gasch

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

La segunda fase de intervenciones de conservación restauración, corresponde al periodo entre 2008 y la actualidad. En que hemos trabajado sobre las estructuras arqueológicas y algunos elementos arquitectónicos que han aparecido durante las excavaciones, llevadas a cabo por el Sevei de Prehistòria i Arqueologia de la Diputació de Castelló, bajo la dirección técnica de Neus Arquer, Ferran Falomir y Anna Viciach como restauradora, con la colaboración técnica de Manolo Burdeus. Los trabajados se han realizado en campañas de 1 o 2 meses. El año 2008, se iniciaron los trabajos con la consolidación de los restos del poblado ibérico situado en el extremo noroeste del recinto. Durante esta campaña también se intervino en el interior de la torre Celòquia. Posteriormente, durante la campaña del 2013, se trabajó en la consolidación de las estructuras de la base de la torre de Tramuntana, así como en la Gran Sala adyacente a esta torre. El año 2014 se continuó con una nueva campaña de consolidación centrada en la capilla templaría y el muro Oeste de la Torre Celòquia. Por último, en la campaña del 2016 se actuó sobre las dependencias situadas al este de la torre de Ponent y en el interior de la torre Sud o Major del Migdia.

4. LA CAMPAÑA DEL 2016 En este apartado realizaremos una descripción de los procesos llevados a cabo en la campaña del 2016, comenzaremos por las dependencias adyacentes a la torre de Ponent y continuaremos con el interior de la torre Major del Migdia. Las estructuras que forman parte de las dependencias adyacentes a la torre de Ponent, se habían restaurado en la intervención realizada el año 1997, a partir del proyecto y la dirección de la arquitecta Vera Hofbauerová (Hofbauerová, 1997-2001e). En el proceso de análisis del estado de conservación de las estructuras se observó la existencia de unos muros de tapial que no se habían tratado, además estaban sufriendo un importante proceso de deterioro (Figura 5). Por este motivo se tomó la decisión de intervenir en esta zona. Se trataba de dos muros realizados mediante la técnica del tapial calicostrado. Esta técnica consiste en la aplicación sobre las paredes de la caja del tapial de una capa de mortero de cal, antes de empezar a depositar la tierra, que va compactándose. Este procedimiento se repite cada tongada, de manera que en el exterior queda una capa continua de mortero de cal que protege el interior del muro de tierra.

Figura 6. Proceso de conservación – restauración del muro 2. Ambos muros estaban muy erosionados y habían perdido la costra exterior de mortero de cal, quedando expuesta a los agentes de degradación la tierra del interior. Presentaban vegetación sobre la superficie, cuyas raíces habían realizado orificios que penetraban en el interior de los muros. Además, un acopio de piedras sobre uno de los muros provocaba presión, ocasionando la aparición de grietas. Por otra parte también se intervino en el interior de la torre Sud o torre Major del Migdia. Esta torre se restauró el año 1999, a partir del proyecto y la dirección de la arquitecta Vera Hofbauerová (Hofbauerová, 1997-2001f). El interior de esta torre había sufrido, des del momento de la intervención, un importante proceso de degradación debido principalmente a la acción humana. En primer lugar había sido objeto de multitud de actos vandálicos, principalmente la realización de pintadas sobre la superficie de los muros. En segundo lugar, se había utilizado como almacén, donde se habían ido depositando multitud de objetos de forma descontrolada. La principal problemática originada por estas acciones había sido la erosión de los enlucidos de los muros. Cabe destacar la existencia, sobre el enlucido del muro este de la torre, del grafiti con la escena marítima que hemos descrito anteriormente. Se trata de un muro de tapial de piedra o mampostería encajonada, compuesto por piedras calizas, areniscas y mortero de cal. En la restauración del muro del año 1999, no se trató el grafiti, ya que se encontraba en buenas condiciones de conservación. Pero el paso de los años y la acción de diferentes actos de vandalismo provocaron la erosión del soporte, por lo que ha sido necesaria esta intervención. Después de la realización de los estudios preliminares, del análisis de los productos de alteración y de los agentes de degradación, se redactó la propuesta de intervención, teniendo en cuenta los criterios actuales de conservación - restauración.


Los criterios de intervención de conservación – restauración en yacimientos arqueológicos se establecen según los conceptos teóricos dictados en diferentes reuniones internacionales, congresos, cartas de restauración, acuerdos internacionales de la Unión Europea o la UNESCO, y teniendo en cuenta la legislación actual. Algunos de estos criterios son; el establecimiento de los tratamientos de forma individualizada para cada yacimiento, respetando la materia constructiva y estructural, la mínima intervención, la documentación del proceso, la reversibilidad de las intervenciones y de las reintegraciones, el respeto por el entorno, facilitar la lectura, etc. El tratamiento realizado en los muros de tapial de las estancias adyacentes a la torre de Ponent, se centró en dos aspectos: por un lado la realización de la limpieza mecánica para la eliminación de la suciedad acumulada sobre la superficie y la vegetación y por el otro la protección del muro original. En primer lugar se procedió al traslado de los sillares acumulados sobre uno de los muros, siguiendo con la eliminación de la vegetación, con tijeras de podar, extrayendo, posteriormente, de forma manual las raíces. A continuación se realizó la limpieza mecánica, utilizando, paletas, paletinas y aspiradora. Después de la extracción de la suciedad superficial se procedió a la protección de los muros, mediante el encapsulado de la superficie interior conservada. Para ello se protegió el original con un tejido geotéxtil, siguiendo con el encapsulado (Figura 6).

Respecto a la intervención realizada en el interior de la torre Sud o Major del Migdia, en primer lugar fue necesaria la extracción de los objetos y materiales acumulados, estanterías, carteles, maderas, sillas, mesas, etc. Así como la limpieza de todo el interior donde se acumulaba gran cantidad de basura, polvo y piedras. A continuación se pudo intervenir sobre los enlucidos originales conservados sobre los muros. Comenzando por la extracción de la suciedad superficial con pinceles, paletinas y aspiradora. Después de la limpieza comprobamos la existencia de diferentes tipos de morteros, por una parte, un mortero de color blanco realizado mediante áridos de granulometría gruesa que se utilizaría como traba. Otro mortero de color beige realizado mediante áridos de granulometría más pequeña, que posiblemente formaría parte de la costra de las cajas y que también aparece en la parte inferior del arco. Por último el enlucido, realizado con mortero de cal muy fino, aplicado mediante espátulas pequeñas, la marca de las cuales podemos observar en la zona del grafiti. También se documentaron restos de pintura de color rojo, aplicada en una fase posterior a la realización del grafiti. Por otro lado, también se documentó la existencia de algunos de los orificios de la agujas de las cajas utilizadas para la construcción del muro. En siguiente paso fue la consolidación de los enlucidos, ya que presentaban problemas de descohesión del soporte, grietas, etc. Para ello se utilizó una resina acrílica disuelta al 5 % en agua destilada, aplicada por inyección (Figura 8) y mediante el uso de pinceles.

El proceso de encapsulado se realizó siguiendo una técnica constructiva similar a la del tapial calicostrado. Para ello, se creó una capa exterior de mortero de cal y el interior se rellenó con un mortero de tierra (Figura 7).

Por último se realizó un perfilado de los enlucidos conservados mediante un mortero de cal hidráulica y arenas de granulometría fina, aplicado con espátula. Este mismo mortero se utilizó para la reintegración de las lagunas, el relleno de los orificios, así como las grietas.

Figura 7. Muro de tapial 1, después de la intervención.

Figura 8. Consolidación del soporte del grafiti.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

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Figura 9. Grafiti, después de la intervención.

5. CONCLUSIONES El Castell de Xivert es un magnífico ejemplo de un conjunto monumental defensivo de carácter rural que todavía en la actualidad preserva sus dos entidades más significativas: el recinto superior y la aljama.

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De cara a futuras intervenciones proponemos la finalización de los trabajos de conservaciónrestauración de las estructuras conservadas en el recinto superior del Castell de Xivert, teniendo en cuenta tanto la preservación de estas estructuras, como facilitar la lectura por parte de los visitantes. Pero el proceso de musealización necesita de otras labores, como son la instalación de paneles explicativos, la publicación de trípticos, la realización de visitas guiadas y especialmente el mantenimiento que implica la limpieza de escombros acumulados, reparación de los cerramientos, eliminación de la vegetación, etc.

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Conservación – Restauración, (2016) Recinto Superior del Castell de Xivert. Alcalà De Xivert Anna Viciach i Safont, Manuel Burdeus Rubert y Neus Arquer i Gasch

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


LOS VILLARES DE ALHAMBRA, UNA NUEVA VILLA ALTO-IMPERIAL EN EL AGER LAMINITANVS: primeros resultados THE VILLARES OF ALHAMBRA, A NEW VILLA ALTO-IMPERIAL IN THE AGER LAMINITANUS: firts results

José Luis Fuentes Sánchez Oppida Autor de contacto/Contact author: José Luis Fuentes Sánchez, jose.l.fuentes.s@hotmail.com

RESUMEN Los trabajos de excavación de urgencia desarrollados en un olivar próximo a la umbría de la Sierra de Alhambra (Alhambra, Ciudad Real), al W de la ciudad homónima, han permitido la exhumación de una parte muy reducida de un hábitat rural de considerables dimensiones, en el que se han detectado diversas fases de ocupación cultural como la romana e islámica. Los Villares de Alhambra es un paraje inédito en la Oretania septentrional, en el que se ha certificado la existencia de un establecimiento rural de época alto-imperial, marcado por la presencia de un conjunto de estructuras propias de una domus de ocio, y en el que destacan varios ambientes ricamente decorados con pavimentos de opus tessellatum, sectile, signinum, y en cuyos paramentos se han conservado restos de la decoración pictórica estucada en los llamativos colores ocre, negro, verde y azul. Los materiales cerámicos hallados en su superficie y los propios de los contextos analizados, ratifican la existencia de ocupación en el lugar desde el ultimo cuarto del s.I a.C. hasta finales del s. II d.C. momento en el que se produce un hiato cultural hasta la llegada de la población islámica que edifica y habita una alquería entre los ss. IX-XI. El estudio de los restos hallados en superficie y los propios de sus contextos arqueológicos, la prospección del entorno, la geolocalización de los ámbitos rurales de época romana en el territorio que comprende el ager laminitanus, su conexión con la viaria de la zona y la propia de la región oretana, son una excepcional fuente de información para incorporar a esta villa, en la senda del conocimiento de las dinámicas de uso y disfrute del territorio por parte de una elite que tiene acceso a la riqueza necesaria que posibilita la edificación de una domus dedicada al otium en el s. I d.C.

PALABRAS CLAVE: Laminium; Alhambra; Oretania; Villa; Domus; Opus tessellatum.

ABSTRACT This study examines the urgent excavation carried out in an olive grove by the shady spot of Sierra de Alhambra (Alhambra, Ciudad Real, Spain), located to the west of the city. This excavation has enabled the exhumation of a small proportion of a considerably large rural community , in which roman and arab vestiges are found. This site, known as Los Villares de Alhambra, is an unknown place located in northern Oretania, where a set of structures of a domus otium belonging to the high-imperial period forms a rural establishment. This establishment is decorated with opus tessellatum, sectile and signinum pavements; its wall hangings maintain the pictorial decoration stuccoed with flashy colours such as ochre, black, green and blue. The ceramic materials found on the surface have been analysed and, as a result, the existence of inhabitants from the last quarter of the first century B.C. until the last years of the second century A.C. is verified. During the second century A.C a cultural hiatus occurs and lasts until the arrival of the arabs, who build a farmhouse and live there between the ninth and eleventh century. The study of the archaeological remains found at the surface, the environment, the geolocation of the rural areas in ager laminitanus, their connection with the road system and with Oretania area are a combination to form an outstanding information source to consider this villa one of those places where the elite were wealthy enough to enable the construction of a domus dedicated to otium in the first century A.C.

KEY WORDS: Laminium; Alhambra; Oretania; Villa; Domus; Opus tessellatum.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. INTRODUCCIÓN El municipio de Alhambra se encuentra localizado en el vértice oriental de la provincia de Ciudad Real, constituyendo el límite septentrional del Campo de Montiel. En la actualidad cuenta con un término municipal de 580 km2, siendo una cuarta parte del que tendría en época medieval (2000 km2) e inferior al territorio que constituiría el ager laminitanus (Plin. N.h. III, 6). Las investigaciones arqueológicas aquí desarrolladas han resuelto las posibles dudas existentes acerca de la reducción geográfica de Laminium, y su correspondencia con el oppidum que se localiza en la altiplanicie del cerro-testigo de calco-arenisca sobre el que se halla el actual municipio de Alhambra, en torno a la cota de 861 mts. Se trata de un importante poblado ibérico cuyas fases Antigua y Plena nos son aún poco conocidas, aunque se están produciendo avances en la etapa del Ibérico Final, merced a las recientes excavaciones en el solar de la calle Calvario, 6, donde se identifican rasgos propios de la raíz cultural oretana, y en el que los vestigios arqueológicos demuestran cómo fue sometido este oppidum a un temprano proceso de romanización desde la anexión de esta región en Oretania septentrional. Los laminitanii serán uno de los tres pueblos de la Oretania septentrional que tuvieron la consideración de oppida stipendiaria (Plin. N.h. III, 25). La relevancia minera del enclave caracterizaría su progresión económica en época romana, por explotarse en su territorio las canteras de las apreciadas areniscas rojas de Laminium. En efecto, las cotes laminitae ex Hispania citeriore (Plin. N.h. XXXVI, 165) son desde antiguo utilizadas para el afiliado de los instrumentos agrícolas, domésticos y también de las armas. El control de estos recursos localizados en el propio cerro, y en parajes circundantes, se ejerció necesariamente desde la posición elevada del oppidum, lo que confiere un amplio control visual de buena parte del territorio circundante y cuyas referencias visuales pueden alcanzar hasta los 30 kmts. Desde este privilegiado enclave estarían vigilados los accesos a las vías de comunicación que transitan y/o parten de Laminium (Carrasco Serrano, 2016, 44; Carrasco Serrano, 2011, 324). La red viaria estuvo unida intrínsecamente al comercio de esta ciudad y a la prosperidad hacia época augustea y desde este periodo, para toda la etapa Julio-Claudia y Flavia. Los hallazgos en el vertedero meridional de la ciudad no dejan lugar a dudas; el contenido artefactual de este nuevo yacimiento en proceso de excavación, sitúan a Laminium, como un centro de consumo de primer nivel (Fuentes Sánchez, 2018: en prensa).

El desarrollo de estas y otras actividades comerciales conferirán a la ciudad un actividad y promoción que cristalizará en época Flavia en la concesión del rango de municipium iuris Latini (Alföldy, 1987, 32-37; Abascal 2013, 298, Carrasco Serrano, 1999, 309-310). Esta nueva condición jurídica tendría sus efectos en la llegada y ascenso de nuevos personajes a los puestos de élite en la administración, así como en el gobierno y gestión de los recursos de Laminium y su ager. Hombres cuya riqueza posibilitaría la construcción de nuevas y magníficas viviendas en el pomerium de la ciudad y en el territorio circundante, traducido en forma de residencias rurales, como el ejemplo que supone Los Villares.

2. OBJETIVOS La presente aportación se enmarca dentro de un proyecto amplio que tiene como finalidad la localización y estudio del poblamiento urbano, periurbano y rural del ager de Laminium. Un territorio de vital transcendencia para el conocimiento de la presencia romana en Oretania septentrional desde época republicana. Estos objetivos se desarrollan mediante el estudio en detalle de la coyuntura diaria que se produce en el termino municipal de Alhambra. La instrumentalización de diversos proyectos autónomos de gestión patrimonial que se materializan ante la administración provincial y regional por medio de la incoación de los correspondientes expedientes de urgencia, preventivos, sistemáticos y de investigación, posibilitan en su conjunto la intervención-objetiva en nuevos emplazamientos. Todo ello redunda en beneficio de un mejor conocimiento sobre el grado de presión al que se está sometiendo de continuo el conjunto arqueológico y monumental de Alhambra. Entre los factores que provocan esta dinámica sobre los bienes patrimoniales de la ciudad y su entorno, se hallan los propios de las actividades urbanísticas, agrícolas, profesionales, las intrusivas y las de expolio, que se practican de continuo en las propiedades públicas y privadas que conforman lo que resta del antiguo ager de Laminium. Como antídoto a esta realidad es del todo efectiva la estrecha colaboración que debe de existir entre los agentes locales, propietarios de los bienes afectados, Ayuntamiento de Alhambra, la comunidad vecinal, las asociaciones, los equipos de investigación y la administración regional. La suma de todos, permitiría coordinar cualquier actividad que pueda tener como consecuencia la merma y/o daño sobre los elementos patrimoniales. La organización de la cuantiosa información que se obtiene de cada expediente, contribuye sensiblemente a mejorar científicamente nuestro estado en el


conocimiento de la cuestión histórica en este territorio, máxime cuando se considera necesaria una nueva figura en la gestión y protección patrimonial, que vaya más allá de lo logrado hasta ahora en los inventarios de bienes patrimoniales, Carta Arqueológica y expedientes BIC´s. De lo conseguido en el territorio urbano y periurbano de Alhambra, dependerá en buena medida el futuro de Laminium y su declaración como Zona Arqueológica. Esta figura de protección patrimonial contemplada en el ordenamiento jurídico de nuestra comunidad autónoma, puede significar la activación de un polo tractor de riqueza, que posibilitaría abrir un nuevo modelo de sostenimiento económico para el municipio. Los trabajos desarrollados en Los Villares de Alhambra, constituyen un magnífico ejemplo de esta dinámica. En la coyuntura de un expediente de intervención de urgencia, que ha posibilitado el descubrimiento de una nueva villa romana de época alto-imperial, se ha articulado un proyecto en el que han concurrido los propietarios, el Ayuntamiento, las asociaciones locales, el equipo de investigación y la Administración Autonómica.

2.1. Una nueva villa en el ager laminitanvs Los Villares se encuentra en el contexto geográfico y típico de una villa romana orientada a albergar el hábitat de sus propietarios. Forma parte de un paisaje dotado de riqueza ambiental que acompaña el necesario sostenimiento económico de la hacienda y su mejor comunicación con la metrópoli. Debemos considerar como esencial este último aspecto, ya que garantizará la llegada de bienes de consumo y la salida de los excedentes de producción. En el margen meridional del fértil valle centrooccidental del arroyo del Alhambra, se localiza en la cota de 765.00 mts. Los Villares. El yacimiento se halla posicionado sobre una terraza fluvial que forma parte de un cono de deyección del Pleistoceno. Pertenecen estas terrazas no inundables por el curso del Alhambra a la vertiente septentrional de un afloramiento Armoricano del Tremadociense, constituido por cuarcitas en bancos gruesos (Sierra de Alhambra), sobre el que descienden arroyos que vertebran un abanico fluvial con destino a la cuenca de este importante arroyo que vierte en el Azuer varios kilómetros al W. La zona de estudio se encuentra caracterizada por la existencia de materiales prehistóricos, antiguos y medievales que se hallan dispersos en una extensión cercana a las 4 has. en el denominado sector N de una amplia parcela de 267 has. dedicadas al cultivo del olivar de secano, con matorral bajo y riqueza cinegética. En lugar es relacionado topográficamente con la Loma del Ángel, en el que se ubican lutitas rojas con niveles

de areniscas, yesos, conglomerados y dolomías, con facies de borde de la Meseta propias del Carniense. Es en este sector meridional de la finca, situado en cota cercana a los 900.00 mts. dónde se han identificado zonas de posible extracción de areniscas rojas que pudieron estar destinadas a la construcción por su fácil talla, y cercanía (Fig.1). El emplazamiento que ocupa el yacimiento dispone de unas adecuadas condiciones hídricas que favorecieron el aprovisionamiento de aguas en torno a la cota de 780,00 mts. A esta altura se han formado ya diversos arroyuelos que nacen unos cientos de metros más arriba, en la umbría del Juego de Bolos (1080 mts.), buscando suavemente la vega del Alhambra y confiriendo fertilidad al territorio que conformaría la pars rustica de la villa. La elección del emplazamiento de Los Villares fue una decisión en la que no solo debieron concurrir criterios ambientales y/o geológicos. Los aspectos estratégicos contribuirían de forma decisiva en la seguridad y la logística del emplazamiento. En efecto, el hábitat se encuentra a una distancia de 4.7 kmts. de la ciudad, es decir a 3 milia pasum, en perfecta conexión visual con el espolón rocoso hoy conocido como “El Calvario”, y en el que comenzamos a barajar la posibilidad de la existencia de un emplazamiento militar desde el que se ejercería el control del territorio y por ende de la red viaria que transita, llega y parte del oppidum. La fase tardorrepublicana documentada en las excavaciones de la c/ Calvario 6, está asociada al hallazgo en contexto de elementos típicos del pertrecho militar romano, tales como fíbulas tipo omega, numerario contramarcado, vajilla fina de mesa bruñida republicana, además de barniz negro y otros elementos culturales republicanos (Fuentes Sánchez, 2018, en prensa). Ya en época alto-imperial para conectar con Laminium

Figura 1. Perfil N-S del relieve en Los Villares de Alhambra, al pie de la sierra y arroyo homónimos. (OPPIDA).

Los Villares de Alhambra, una nueva villa alto-imperial en el ager laminitanus: primeros resultados José Luis Fuentes Sánchez

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 2. Localización de Los Villares de Alhambra y su posición con respecto al poblamiento periurbano y rural conocido hasta el momento en torno a la ciudad de Laminium. (OPPIDA). seria imprescindible utilizar las calzadas descritas en el Itinerario Antonino como la vía Per Lvsitaniam ab Emerita Caesarea Augvsta (It. Ant. 444, 3 - 446,3), o el Item a Liminio Toletum (It. Ant. 446, 4-7), o el Item a Laminio alio itinere Caesarea Augusta (It. Ant. 446, 8-448,1). Estas vías en su conjunto, posibilitarán la conexión de la ciudad con el cuadrante NE de la Península, y cuyo destino es Caesarea Augusta (Carrasco Serrano, 2012, 154-157). Pero también con la fachada mediterránea por Libisosa (Carrasco Serrano, 2009-2010, 158). Hacia el S con Castulo, y virando al E en Mariana, hacia la Oretania septentrional. Para nosotros esta red viaria debió complementarse con otras conexiones más directas de la officina laminitana con el resto de territorio y mercados oretanos. Este es el caso de una vía no descrita en las fuentes, y que debió unir necesariamente los oppida del área central de la región oretana, como Oretum germanorum y Carcuvium o Lacurris con los de la zona oriental, Laminium y Libisosa. La conexión se realizaría a través del valle occidental que se abre al N desde la Sierra de Alhambra hasta el valle del Jabalón, ubicado en el corazón de la región oretana septentrional. Una vía cuyo tránsito quedaría fosilizado en el actual Camino de los Carreteros, vía que posibilita inusualmente la comunicación directa entre las poblaciones de Alhambra y Pozuelo de Calatrava. Esta vía transita

enclaves con presencia de restos iberorromanos como Las Cobatillas, Puerto de Vallehermoso, Casa de las Alcabaleras, Ermita de la Magdalena, Venta de Borondo, Los Palacios, Torrobilla, Las Nieves y La Colonia. Los Villares se encontraría en las proximidades de esta vía secundaria, lo que permitiría la comunicación con otros ámbitos del territorio existente mas allá del ager laminitanus. Del análisis del patrón de asentamiento rural que se interpreta de la geolocalización de los yacimientos y emplazamientos conocidos con evidencias materiales de cronología romana en torno a Laminium, se desprende una ordenada dispersión del poblamiento con múltiples hábitats periurbanos no muy extensos, que se encuentran ubicados en el perímetro de la ciudad, equidistantes entre ellos, con visión directa sobre el promontorio amesetado de la urbe y a una distancia no superior de 1,5 kmts.- 1 milia pasum (Fig.2). Para este tipo de hábitat hallamos 6 localizaciones: Los Tablazos, Casa del Marqués, La Encomienda, Loma de Martín, Fuentecillas; lugares que se someten al territorio en llanos y promontorios hídricamente viables y bien comunicados. Otro grupo de hábitats son aquellos que se localizan en el valle occidental del arroyo del Alhambra, cuya


posición es longitudinal E/W a este curso hídrico, y radial en torno a la ciudad. Estos se sitúan a una distancia próxima a los 5 kmts, entre 3-4 milia pasum. Su tamaño a juzgar por el área de dispersión de los materiales, pueden superar en algunos casos las 2 has. y dónde identificamos la Villa del Médico, Las Cobatillas I-II y Los Villares. Por ultimo, hemos geolocalizado un tercer grupo de establecimientos que se hallan en un área rural plenamente abierta, con tendencia a la disposición radial y sin conexión visual con la urbe laminitana de la que llegan a distar más de 10 kmts. entre 6-7 milia pasum. Se trata de los Los Palacios, Casa Rubio, Puerto de Vallehermoso I, II y III, yacimientos todos que por otra parte, se sitúan muy próximos a los cauces del Azuer y/o en la confluencia con el Alhambra. En estos asentamientos de naturaleza extraurbana se han sucedido de continuo hallazgos epigráficos, estructurales y materiales que han posibilitado la fijación de sus localizaciones en el ideario colectivo desde épocas muy tempranas, y ahora para la investigación son de obligada referencia. Un ejemplo de ello lo encontramos en el ara hallada en Las Cobatillas; documento epigráfico en el que un mercator, Decimus Cornelius Britto, dedicó a Mercurio un altar (Alföldy, 1987, 246-247). Por otro lado, la contestación a la pregunta 56 de las RR.TT. de Felipe II, permiten constatar otro ejemplo no conservado de epigrafía latina en las inmediaciones y despoblados de Alhambra: “…un epitafio que dice qvinque statuas et quinqve signa de onvm” (Viñas y Paz, 1973, 45). En Fuenllana (Ciudad Real), se conserva uno de los epígrafes latinos más importantes de los hallados en Oretania septentrional (CIL II 3228). Se trata de un altar dedicado por Lucio Livio Lupo al Genio laminitano, el mismo que es documentado por las fuentes modernas (RR.TT.) que concretan además el lugar del hallazgo :“… y asimismo hay una piedra con un letrero antiguo en una portada de un vecino de esta villa que se llama Juan Patón que se puso en la dicha portada habrá cuarenta años poco más o menos, y se trajo la dicha piedra con su letrero hecho de unos villares que están donde dicen el Puerto de Vallermoso, que habrá de esta villa tres leguas” (Campos y Fernández de Sevilla, 2009, 503-504). Por ultimo, en la colección museográfica de Alhambra se encuentran depositadas interesantes piezas procedentes de algunas de estas villas y hábitats rurales a los que hacemos referencia, destacando por la singularidad de los mismos, el juego de instrumentos quirúrgicos hallados en la denominada Villa del Médico, localizada en las proximidades de las canteras de areniscas rojas conocida como Los Molares.

2.2. El yacimiento La intervención en Los Villares, es motivada por el interés de la propiedad en conocer las causas por las que una zona concreta de la parcela, superior a las 4 has. presentaba un desequilibrio productivo con respecto al resto de las 38 has. cultivadas de olivar de secano. El fracaso agrícola en la zona afectada ya se había repetido con anterioridad tras la roturación y su posterior plantación de cereal. En este sentido, se preveía por parte de la propiedad la replantación de las fallas de olivar producidas, suponiendo este hecho una actividad que generaría nuevos e irreversibles daños en las hipotéticas estructuras del lugar. El hallazgo en los majanos de la finca de numerosos sillares trabajados en arenisca roja, basas de columnas, tegula, teselas, fragmentos de opus signinum, ladrillos y cerámicas de época romana e islámica, supusieron indicios suficientes para proceder al planteamiento de una intervención de urgencia que posibilitase evaluar la relevancia del lugar; de esta manera se aplicarían las medidas preventivas necesarias para la debida conservación del yacimiento con respecto a las actividades agrícolas y del expolio sistemático al que desde antiguo se había sometido el yacimiento. Desarrollados los trabajos previos, el Servicio de Cultura de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación Cultura y Deportes de la JJ.CC de CastillaLa Mancha, autorizó el proyecto de documentación, prospección y excavación recogidos en el expediente 160331-P.

3. MÉTODOS DE TRABAJO En interés de la investigación y pese a que la intervención en Los Villares trataba, mediante un expediente de urgencia, dar respuesta a la alta presencia de materiales romanos en un lugar desconocido para la Arqueología, los hallazgos producidos en el mismo bajo cota cero, han transformado eventualmente el proyecto en una intervención preventiva al objeto de salvaguardar los frágiles y excepcionales restos que fueron hallados en el transcurso de las diferentes fases de la intervención. Uno de los aspectos más importantes ha sido el empleo de tecnología de ultima generación, que de forma generalizada ha sido aplicada en los trabajos de documentación previa y excavación. Este hecho constituye una fuente inagotable de datos y de posibilidades de cara al futuro para la interpretación del lugar (Fig.3).

Los Villares de Alhambra, una nueva villa alto-imperial en el ager laminitanus: primeros resultados José Luis Fuentes Sánchez

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 3. Materiales hallados en superficie y su registro en 3D (Foto: OPPIDA).

3.1. Documentación, geolocalización

planimetría

y

Por tratarse de un yacimiento inédito para el registro arqueológico de Alhambra, se realizaron labores de documentación previa orientadas a conocer aspectos históricos, paisajísticos y económicos de la parcela afectada. Entre estos nuevos datos se accedió a información relativa al año de la roturación (1997). También se localizaron elementos constructivos de época antigua que fueron sellados por las labores agrícolas desde 1980, así como otros datos de interés, como los relacionados con el topónimo por el que se conoce en Alhambra el enclave, ya que la denominación Casas Viejas no se ajusta topográficamente al lugar de la intervención.

obtención de 5.388 puntos georreferenciados por el método de posicionamiento diferencial. Al objeto de conocer la dispersión de los materiales en el entorno y su grado de correspondencia con ambientes y/o estructuras, los materiales hallados durante la prospección fueron geolocalizados, fotografiados y seriados antes de proceder a su recogida (Fig.4). La georreferenciación de los restos en superficie contó con una catalogación in situ de los mismo, incorporando información complementaria al descriptor de cada clase de objeto. El trabajo de campo realizado en este sentido ha permitido discriminar por capas la situación de los materiales, estableciendo valores determinados para su clase (cerámica, piedra, metal o hueso), y cronología

Al objeto de conocer su situación tridimensional, se procedió a la georreferenciación del yacimiento en base al sistema de coordenadas proyectadas UTM ETRS84, mediante la utilización de un equipo de GPS diferencial TOPCOM GR5, cuyo emisor fue instalado en el V.G Las Cardonchas (78742) de la R.G.N. En paralelo se creó una nueva planimetría aérea fotogramétrica mediante el empleo de un dron tetráptero que posibilitó obtener varios modelos tridimensionales aéreos a 25 y 50 mts. de altura. Metodológicamente se realizó una división de la zona de estudio en 4 áreas (A-I/II/III/IV), procediéndose a la subdivisión de las mismas en 9 sectores longitudinales N/S (S.1-S.9) que segmentan una superficie total de 42.800 m2. Se efectuó una prospección intensiva en los sectores S.1-S.9 de las áreas A-I y A-II, que posibilitó la

Figura 4. Distribución de los cortes sobre la proyección estadística de la dispersión de restos resultante de la prospección georreferenciada (Foto: OPPIDA).


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Figura 5. Columna estrato-fotogramétrica del A1S1C1. Orto imagen de la Planta 5 (final). Fosa de relleno (U.E-39). Cerámicas omeyas (Foto: OPPIDA).

relativa (épocas prehistórica, ibérica, romana, islámica, cristiana, moderna y actual). Los valores obtenidos en este sentido han posibilitado la obtención de un modelo digital cuantitativo basado en la probabilidad matemática. La documentación planimétrica durante el proceso de excavación se realizó mediante el empleo de técnicas fotogramétricas avanzadas con cámara digital montada sobre pértiga a 4 mts. La planimetría de detalle, secciones, particularidades, muestras, piezas, individuos etc, se realizó mediante el empleo de cámara réflex. En lo que respecta a la secuencia estratigráfica, esta fue documentada mediante el registro en 3D por captación fotogramétrica y su correspondiente proyección en modo de columna fotogramétrica georreferenciada.

3.2. Excavación El proyecto de intervención contemplaba la realización de un total de 8 sondeos estratigráficos a desarrollar en 2 fases en 2016. Los trabajos de excavación se desarrollaron entre los meses de marzo y septiembre, contando con la colaboración de voluntarios en practicas procedentes de 9 universidades españolas, europeas y americanas. El objetivo principal de estos sondeos aleatorios radicaba en delimitar la extensión del yacimiento, conocimiento de la secuencia crono-cultural existente, evaluación y gestión del estado de conservación.

3.2.1. AIS1C1 Se encuentra localizado en el límite W del A-I en el Sector 1; la intervención en este lugar se vio justificada por encontrarse en una zona amesetada, en el que la geoprospección inicial había detectado baja dispersión de restos del 5% (tegula, cerámica común romana, islámica). Se realizó un sondeo de 4x4 mts. con orientación NE/SW que permitió exhumar a baja cota un estrato de relleno y nivelación de las terrazas aluviales. El aporte material más significativo lo ofreció una fosa de relleno con cenizas y cerámicas datantes pintadas omeyas de probable época califal s. IX-X s. C. (Fig.5). 3.2.2. AIS2C1 En el límite W del majano central del yacimiento, en el denominado Sector 2, se estableció un sondeo de 4x4 mts. Los razonamientos que llevaron a esta ubicación se justifican por ser un punto de conexión entre una zona roturada con cultivo extensivo y una zona aún virgen utilizada para la acumulación de materiales procedentes del lugar. La existencia de encinar y matorrales de baja altura, permiten redundar en la idea de que el majano es uno de los pocos elementos no alterados por la acción antrópica en el lugar. Los hallazgos en U.E.-1 se sitúan en torno al 5%15% siendo principalmente, cerámica común romana, tegula, imbrex y ladrillos con restos de mortero de cal.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 6. Columna estrato-fotogramétrica del A1S2C1. Orto imagen de la Planta 5 (final). Materiales constructivos (U.E.-40). Estructura hidráulica (Foto: OPPIDA).

La excavación de este sector, permitió documentar la existencia de un amplio nivel de derrumbe de mampuestos calizos irregulares (U.E.-36), que se hallaron sobre un pavimento de losas calizas (U.E.-43) de pequeño/mediano tamaño y talla irregular, que se construyó sobre un estrato de arcillas compactadas con ripio de diverso tamaño y restos de mortero de cal. Este nivel aportó restos de diversa opera romana, opus signinum fraguado con cantos rodados de pequeño tamaño, fragmentos de opus tessellatum, opus reticulatum (cerámico), y ladrillos circulares 12-23 cmts. de diámetro que suelen estar asociados a pilae hypocaustum caldarium y sudatio (U.E.-40). El dato más sobresaliente de este corte, lo supuso el hallazgo del ángulo W de una estructura construida a base de opus caementicium y revestida de opus signinum. Está constituida por dos muros de 0,35 mts. de grosor y 0,55 de alto que imbrican en un ángulo de 45º. Se trata de una estructura asociada o geminada a otra de similar naturaleza (no conservada), debido a que la cara exterior de la misma se hallaba revocada con mortero fino en signinum, conservando intacto en la cara interna el cuarto de bocel (0,8 mts. grosor) (UU. EE.-44-45-115-116) (Fig.6). 3.2.3. AIS2C2 Este corte se halla en el vértice N del majano central del yacimiento y en la primera fase se dispuso un sondeo longitudinal con orientación E/W de 3 x 8 mts., que fue ampliado en el transcurso de la segunda fase.

La disposición del mismo se justifica por encontrarse un 80% de su superficie en una zona no roturada y 20% en un área cultivada. En este lugar la geoprospección realizada detectó una presencia de materiales que oscilaba entre el 5% al 50% . La excavación de este corte deparó el hallazgo de una estructura longitudinal E/W construida a base de opus cuadratum tallados en arenisca roja del lugar. La estructura (U.E.-5) es sencilla, de una sola hilada de sillares y presenta un frente descubierto hasta el momento de 7,49 mts. El grosor de la estructura oscila entre 0,45 mts en el límite E, y los 0,65 mts. en su extremo W. Sobre los niveles de relleno de esta estructura, se documentan a priori dos fases. Los sillares de cuadratum mantienen cierta regularidad en torno a los 0.85-0,90 mts. de largo y 0,55 mts. de ancho (Fig. 7). Se constató la existencia de un nivel de abandono, un nivel de reutilización que podría estar relacionado con la existencia de una alquería de época islámica, así como un tercer nivel que podría estar relacionado con las fases más antiguas de la construcción del muro, en el que se documentan sillares regulares y bien modulados. 3.2.3. AIS3C1 La proyección de este sondeo de 5x5 mts. (Fig. 8) con orientación NW/SE, se debió a criterios estadísticos relacionados con la aparición en las proximidades de


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Figura 7. Columna estrato-fotogramétrica del A1S2C2. Orto imagen de la Planta 5 (1 Fase). Materiales constructivos (U.E.-4). Sillares triangulares retallados (Foto: OPPIDA).

Figura 8. Columna estrato-fotogramétrica del A1S3C1 (1 Fase). Localización del corte. Orto imagen de la Planta 6 (1 Fase). Proceso de excavación. Detalle del nivel de abandono de la domus. Sección del pavimento (mosaico) (Foto: OPPIDA). Los Villares de Alhambra, una nueva villa alto-imperial en el ager laminitanus: primeros resultados José Luis Fuentes Sánchez


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

un volumen considerable de materiales procedentes de diversas opera romanas (tessellatum, signinum, caementicium) que podrían estar relacionadas con pavimentaciones o estructuras próximas. La concentración de restos en este lugar se situó en torno a un 50% -70%, abundando por otro lado la cerámica pintada ibérica de tradición, cerámica común romana, vajilla fina de mesa romana (sig.-it, sig-sd, sig-his, parfin, lucerna), así como tegulae, imbreces y escorias cerámicas. Este primer sondeo en el S3, se correspondió con una zona roturada (40%) y otra no roturada (60%), situándose en el vértice E del majano central, lugar que presenta un desnivel hacia el N, con origen en la terraza fluvial sobre la que se asienta. La excavación permitió la documentación de un nivel arcilloso y compacto, con abundante teja (imbrex) (U.E.-4), bajo el que se halló un estrato regularizado de tendencia horizontal, integrado por fragmentos de tegulae, imbrices, arcillas, argamasas, estucos y cerámica (U.E.-4/79). Inmediatamente debajo de este nivel de abandono, se halló un pavimento construido en opus tessellatum (U.E.-3) que limitaba al W con una estructura de piedra y tapial (U.E.-8). Se trata de un muro de tapial con orientación N/S que presenta un alzado creciente al S de + 0,70 mts de altura. En la pared E se conservaban signos evidentes de decoración estucada en colores rojo, negro, verde y amarillo. Al W de esta estructura muraria se halló un posible segundo ambiente con pavimento en opus signinum (U.E.-10), cortado en el frente N por una roturación antigua, y cuyo desarrollo se describe hacia el S y W del corte. El pavimento con decoración musiva presenta un estado de conservación óptimo por lo que respecta a la zona central y S, apareciendo parcialmente afectado en el frente N, debido a la roturación ejercida en este lugar. La primera fase de la excavación en este corte, ha posibilitado la exhumación de una superficie continua de 9,60 m2. de pavimento musivo, hallándose continuidad del mismo en los perfiles S (3 mts) y E (4,50 mts), lo que permite proyectar una extensión próxima a los 50 m2 conservados (Fig. 9). Sobre la roca base del emplazamiento, compuesta por conglomerados de gravas y arenas compactadas de origen fluvial, que fueron previamente acondicionadas y enrasadas, se construyó un suelo de guijarros, grava y mortero de cal (U.E.-9), que sirvió de capa de nivelación a un pavimento de opus signinum (U.E.-6) sobre el que se dispusieron los motivos decorativos del mosaico (U.E.-2) . Este mosaico bícromo está integrado por tessellae cuadradas y pseudo cuadradas de diferentes tamaños, en los colores blanco y negro. La analítica arqueométrica practicada a las teselas ha demostrado

Figura 9. Orto imagen de la parte excavada del pavimento de opus tessellatum hallado en el Amb.1.1. Planta 5 (1 Fase) (Foto: OPPIDA). que la composición de las teselas blancas es de calcita pura, mientras que para las negras se usó basalto. El mosaico presenta emblema con decoración geométrica a base de tres módulos diferenciados: cuadrados de 30x30, 18x18 y 9x9 ctms. que se encuentran segmentados en dos partes, y en los que el artista aplicó una división diagonal en oposición bícromatica en todos ellos. En el cartón se añadieron además rectángulos blancos y negros que mantienen un único módulo de 9x18 cmts. repitiéndose y alternando con los cuadrados bícromos más pequeños (9x9). Se advierte un juego compositivo que permite la asociación conceptual de la geométrica alternante de los cuadrados bícromos de distinto tamaño, con copas blancas y negras que podrían estar asociadas a un programa decorativo concreto y funcionalidad del ambiente. El programa decorativo del cartón incorporó, además, decoración vegetal para la banda de enlace central, realizada a base de roleos vegetales en tesela basáltica, en oposición cromática a una banda longitudinal blanca en la técnica de opus vermeculatum. Sobre el motivo de un tallo central, se bifurcan brotes, hojas y tallos más cortos, siguiendo un esquema compositivo continuo de roleos con terminación en hoja de acanto esquematizada. En el perfil S, se observa otra banda decorativa a base de roleos vegetales (acantos), cuyo modulo más robusto y definido transita de E/W y difiere del que segmenta de N/S el pavimento. Junto el muro de tapial que constituye el cierre occidental del ambiente, se conserva una orla compuesta por una banda lineal en calcita, entre la que se insertó una fina línea longitudinal de teselas en basalto que supone el cierre del mosaico en esta zona del pavimento.


La existencia de una costra consistente de carbonato cálcico sobre el pavimento ha posibilitado en cierto modo la óptima conservación del mismo; estos carbonatos serán retirados en el momento de proceder a la restauración del mosaico. En lo que respecta a la cronología de este pavimento, solo podemos incidir en la clara inspiración en modelos de origen itálico propios del s. I d.C. En Hispania hallamos ciertos paralelos en el esquema compositivo del mosaico de la Casa de Salvivs en Cartagena (Madrid Balanza, Celdrán Beltrán, Vidal Nieto, 2005, 126). 3.2.4. AIS4C1 En el S4 se proyectó un sondeo longitudinal E/W de 10 x 3 mts. en un lugar en el que se habían producido fallas de olivar. Se trata de una zona plenamente roturada en el que se observó una alta concentración de materiales cerámicos (70%-90%), hueso, metal, tegula y restos constructivos diversos de factura romana. La excavación permitió hallar bajo la tierra de labor (U.E.-1), un estrato arcilloso con abundantes tegulae en posición pseudo-horizontal a modo de estrato de nivelación (UU.EE.-4,16), además de cerámica romana, teselas, piedras de afilar, fichas de juego, hierro y restos de hueso humano y animal. Bajo estos niveles, se hallaron alineaciones de losas en arenisca roja local, orientadas al E (UU.EE.-11, 31,

14, correspondiendo estas a 3 inhumaciones islámicas; (Inh.1, Inh.2, Inh. 8); solo 2 se hallaron en posición primaria, aquellas que conservaban las losas de cobertura (Inh.3, Inh. 8) encontrándose la Inh. 2 vacía. Entre dichos materiales destaca el hallazgo sobre el pavimento de un lagynos cerámico mono ansado de cocción oxidante, engobado y con decoración pintada roja en bandas horizontales, trazos estriados, reticulados y puntos. Se trata de una jarra para el vino, que hibrida forma con los lagonae alto imperiales que se documentan en el área septentrional Tarraconense. En la parte central del corte, se halló el cierre S de un ambiente (Amb.3.1) en el que se pudieron diferenciar tres estructuras correlacionadas estratigráficamente, construidas con mampuestos de mediano y gran tamaño en arenisca y mortero sin cal en modo de paramento doble cuyo ancho era de 0,56 mts. (UU.EE.-12, 13, 18). El pavimento de este ambiente fue construido a base de grandes losas de pizarras, sobre las que se hallaron materiales cerámicos de época alto-imperial (sig-his, parfin, comro, lucerna). Este ejemplar se asemeja a la forma Vegas 38 (Vegas, 1973, 92), producida entre los ss. II a.C.-I d.C. En el mismo contexto se documentan tapaderas con borde de ala de cerámica tosca, ollas sin asas de borde vuelto, cuerpo piriforme y fondo plano en cerámica tosca del tipo Vegas I (Vegas, 1973, 11).

Figura 10. Columna estrato-gramétrica del A1S4C1. Orto imagen de la Planta 4 (1 Fase).Inhumación 1 (U.E.31). Pavimento de pizarras del Amb. 3.1 (U.E.-23). Lagynos decorado (P.015) (Foto: OPPIDA). Los Villares de Alhambra, una nueva villa alto-imperial en el ager laminitanus: primeros resultados José Luis Fuentes Sánchez

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

4. RESULTADOS PRELIMINARES La intervención desarrollada en la primera fase de Los Villares ha confirmado la existencia de una villa de época romana, en la que se conservan estructuras y ambientes relacionados con una domus que albergó entre sus dependencias, un ambiente dotado de una interesante pavimentación geométrica y vegetal, además de pinturas murales parietales. La intervención preventiva programada posibilitará la plena comprensión del espacio y su funcionalidad, así como la articulación de estos ambientes con respecto al principal de la vivienda. También ha sido posible documentar estructuras hidráulicas que podrían fijar la situación del balneum y las dependencias asociadas al mismo. Por otro lado, los ambientes orientales presentan unas características constructivas propias de pertenecer a una zona de la vivienda menos suntuaria que podría estar en relación con las dependencias auxiliares de la villa (pars fructuraria y/o pars rustica). La existencia de niveles de abandono en todos los ambientes hallados hasta el momento, permiten conferir fiabilidad al análisis de los contextos materiales documentados sobre las pavimentaciones de los mismos. Una primera datación cronológica sitúa el momento de abandono del ambiente 3.1 (AIS4C1) hacia mediados/finales del s. I d.C. a juzgar por el hallazgo de un lagynos/lagonae (P. 015), pieza perteneciente a la vajilla fina de mesa romana engobada que puede no superar el s. I d.C. Por lo que respecta a las tapaderas de cerámica tosca con borde en ala y sobre todo las ollas de borde almendrado y cuerpo piriforme, si bien no constituyen una aportación cronológica fiable, ratifican con su presencia otras evidencias artefactuales de alto valor cronológico. En este sentido se documentaron entre y bajo el nivel de derrumbe de la techumbre sobre el ambiente, dos ánforas empleadas para el envasado, conservación y transporte de salsas piscícolas: Dr. 8 Bética (P.035) producida entre finales ss. I a.C.-I d.C. (Bertoldi, 2012, 48) y Dr.17 (P.050) producida en el s. I d.C. hasta la primera mitad s. II d.C. procedente de la Bahía de Cádiz (Bertoldi, 2012, 52). También se documentó bajo las losas de la Inh. 1-Ind. 3 una lucerna de volutas decorada Dr.14 propia de contextos del s. I d.C. que alcanza su mayor difusión en época Flavia. Los instrumenta cerámicos hallados en el proceso de prospección, podemos concretar la escasez en algunos casos de materiales de factura itálica, al que se añade la presencia marginal de sigillata gálica. La mayoría de esta clase cerámica lo constituye la sigillata hispana con equilibrio entre las producciones de los complejos de Tritium Magallum e Isturgi (Tabla 1). Estas ultimas se corresponden mayoritariamente

con las producciones de la IIª generación de alfareros del complejo de Los Villares de Andújar (Fernández, Serrano, 2013, 92-93); así lo evidencian los estudios formales (Hisp. 7. 15/17, 27), de pastas y barnices, y el propio derivado de las marcas de alfarero halladas, entre las que identificamos las officinae de C L y M P.

Tabla 1. Distribución porcentual de vajilla fina de mesa (terra sigillata).

La inexistencia de materiales de cronología tardorromana y visigoda, sugieren un cese en la intensidad del hábitat en Los Villares que acaecería hacia finales del s. II d.C. El marginal porcentaje de materiales del s. III d.C. y la inexistencia de cerámicas del s. IV conducen a pensar en la existencia de un hiato cultural en el emplazamiento, que no volvería a ser ocupado intensivamente hasta 700 años después. Por lo que respecta a las construcciones y evidencias funerarias de época islámica, queda perfectamente justificada la posibilidad de una alquería islámica fortificada que se establece en Los Villares en torno a los ss. IX-X d.C.

5. CONCLUSIONES Los hallazgos producidos en Los Villares de Alhambra suponen un extraordinario impulso al proceso de investigación arqueológica en Laminium. Para la realidad patrimonial de Alhambra, se ha descubierto un referente arqueológico que deberá ser gestionado a corto plazo desde la Arqueología preventiva. No debe de obviarse que desde este momento Los Villares se encuentra entre la nómina de los excepcionales emplazamientos en Oretania septentrional que poseen una de las pocas construcciones dedicadas al lujo y al ocio en un entorno rural en época alto-imperial. Las villas rurales de Puente de la Olmilla, Albaladejo (García Bueno, 1994, 116) y Calvario, Terrinches, (Benítez de Lugo et alii, 2011a, 77) son consideradas de momento emplazamientos tardíos (ss. III- IV d.C.). Únicamente Sisapo (La Bienvenida-Almodóvar del Campo) presenta un paralelo cronológico similar pero en contexto urbano y perteneciendo a una realidad político-administrativa muy distinta a la laminitana, siendo también tardíos los pavimentos musivos de Alcázar de San Juan.


La intervención en Los Villares de Alhambra, supone todo un descubrimiento que posibilitará en el futuro conocer el comportamiento constructivo, productivo y de consumo de los habitantes de una villa romana de época alto-imperial, fundada en el s. I d.C., que pudo quedar en desuso hacia finales del s. II d.C. Este hecho significaría una extraordinaria aportación científica para el estudio de la antigüedad clásica en Laminium, Oretania septentrional y el Conventus Carthaginiensis, debido a la fiabilidad de los contextos que se están descubriendo y su estado de conservación. La alquería islámica fortificada que se está documentando es con mucho una joya que posibilitará ampliar el grado de conocimiento de estos emplazamientos rurales desde el siglo IX en el Campo de Montiel y a mayor beneficio en la Meseta meridional.

AGRADECIMIENTOS El equipo de OPPIDA para Los Villares de Alhambra ha contado con la participación de: David Gallego (Codirector-científico Los Villares de AlhambraAlquería Islámica), Ester Molina Muñoz, David Romero Fernández, Eduardo Vicente Sevilla (arqueólogos OPPIDA), Genma Ortega Vidal, Víctor Hidalgo Pinillos (arqueólogos, AIRON S.L). David Guirao Polo (arqueómetra), María Benito, Isabel Beltrán (antropólogas), María Isabel Angulo (restauradora). Los trabajos de excavación desarrollados en Los Villares de Alhambra, han sido posible gracias a la colaboración bajo el modelo de voluntariado de 40 alumnos en prácticas de diversas universidades españolas y extranjeras: UA, UAM, UCM, UCLM, UG, US, UGR, UB, UB (New York). Empresas colaboradoras: Global Arqueología S.L., AIRON S.L. Excmo. Ayuntamiento de Alhambra. Asociación Cultural “Alhambra Tierra Roja”, y en especial de su presidente Francisco Gómez Horcajada. D. Carlos Requena propietario de la finca.

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(2011): “Villa en el municipium Mentesa oretana. Termas romanas y necrópolis tardorromana en La Ontivia (Terrinches, Ciudad Real). Resultados de la investigación y proyecto de musealización”, Heraklion 4, pp. 69-124. Bertoldi, T. (2012): Guida alle anfore romane si età imperiale. Forme, impasti e distribuzione, Espera, Roma. Campos y Fernández de Sevilla, F.J. (2009): Los pueblos de Ciudad Real en las Relaciones Topográficas de Felipe II. Diputación de Ciudad Real, Ciudad Real. Carrasco Serrano, G. (1999): “Sobre los municipia del ámbito territorial castellano-manchego”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie Hª. Antigua, XII, pp. 309-323. Carrasco Serrano, G. (2009-2010): “Contribución al análisis del proceso de romanización de la provincia de Albacete”, HAnt, XXXIII-XXXIV, pp. 157-168. Carrasco Serrano, G. (2011): “Vías y mansiones romanas en el territorio del Campo de Montiel”, HAnt, XXXV, pp. 321-335. Carrasco Serrano, G. (2012): “Aportación al estudio de las vías romanas de Toledo y Ciudad Real”, HAnt, XXXVI, pp. 151-162. Carrasco Serrano, G. (2016): “Vías de comunicación romanas y mansiones de la provincia de Ciudad Real” en Carrasco Serrano, G. (coord.), Vías de comunicación romanas en Castilla-La Mancha, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, pp. 33-62. Fernández-García, Mª.I. y B. Serrano Arnáez (2014): “Estructuras humanas de producción” en FernándezGarcía, Mª. Isabel (coord.) Una aproximación a Istvrgi romana: El complejo alfarero de Los Villares de Andújar, Jaén, España, Roma, 2013, pp. 91-108. Fuentes Sánchez, J.L. (2018): “Oretania Septentrional: Contextos materiales republicanos en la provincia de Ciudad Real” en Uroz Rodríguez, H. y Ribera i Lacomba, A, Congreso internacional de Arqueología, Cultura material romana en la Hispania republicana. Contextos privilegiados y estado de la cuestión, 22 y 23 abril de 2016, Lezuza (Albacete), en prensa. Madrid Balanza, Mª.J. y E. Celdrán Beltrán y M. Vidal Nieto (2005): “La Domus de Salvius. Una casa de época alto-imperial en la Calle del Alto de Cartagena (PERI CA-4/Barrio Universitario)”, Mastia, 4, pp. 117- 152. Vegas, M. (1973): Cerámica Común Romana del Mediterráneo Occidental. Universidad de Barcelona, Instituto de Arqueología y Prehistoria, 22, Barcelona. Viñas Mey, C. y R. Paz (1971): Relaciones histórico - geográfico - estadísticas de los pueblos de España, Ciudad Real, Madrid.

Los Villares de Alhambra, una nueva villa alto-imperial en el ager laminitanus: primeros resultados José Luis Fuentes Sánchez

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


¿HAN GANADO ELLAS? ARQUEÓLOGAS VS CONSTRUCTORAS REFLEXIONES Y POSIBLES VÍAS PARA SALVAR LA ARQUEOLOGÍA DE LOS DEPREDADORES DE CULTURA HAVE THEY WON? ARQUEÓLOGAS VS CONSTRUCTORAS REFLECTIONS AND POSSIBLE WAYS TO SAVE ARCHEOLOGY OF CULTURE PREDATORS

Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso LURE Arqueologia Autor de contacto/Contact author: Mª Lourdes López Martínez, llopez@lurearqueologia.es

RESUMEN La arqueología en España está en crisis. Para nosotros nunca ha dejado de estar en crisis. Nació en crisis, creció en crisis y ahora atraviesa su particular crisis de los 40. Este es un artículo que pretende, al igual que la charla de la que surge, generar discusión y debate. Una reflexión necesaria para cambiar, con la unión de todo el colectivo, la situación desastrosa de la arqueología en España. Debemos mirar hacia el futuro y diseñar estrategias claras que nos permitan cambiar esta situación de una vez por todas. Escribir y opinar en un artículo científico o en la barra de un bar sobre el mal estado de nuestra profesión, no va a solucionar el problema. ¡Pasemos a la acción! Proponemos dos vías: la unión del colectivo para extirpar las constructoras de los yacimientos arqueológicos, recuperando, así, los yacimientos para la arqueología, y el activismo arqueológico con el fin de conseguir un mayor respaldo social. PALABRAS CLAVE: Activismo arqueológico; Construcción; Futuro; Gestión del Patrimonio Arqueológico.

ABSTRACT Archeology in Spain is in crisis. For us it always have been in crisis. It was born in crisis, grew in crisis and now goes through its particular middle age crisis. This is an article that seeks, as the talk from which it arises, to generate discussion and debate. A reflection we think necessary to change, with the union of the whole collective, the disastrous situation of archeology in Spain. We must look to the future with courage, but with a clear strategy that allows us to change this situation once and for all. And stop writing and saying, at the bar or in a scientific article, how bad we are without acting. Let’s take action! We propose two ways: the union of the collective to remove the builders from the archaeological sites, recover the archaeological sites for archeology, and archaeological activism to achieve greater social support. KEY WORDS: Archeological activism; Builders; Future; Archaeological heritage.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. LOS ORÍGENES ¿Cuántos de los que estáis leyendo esto sois arqueólogos de obra? ¿Cuántos de vosotros tenéis a constructoras y promotoras relacionadas con la construcción como principal fuente de ingresos? Nosotros también. Y eso es lo que ha definido buena parte de nuestra trayectoria profesional. Queremos ir a los orígenes de esta situación para explicar cómo hemos llegado hasta aquí. Todo comenzó veinte años atrás. Nosotros estudiamos arqueología, por vocación, a pesar de nuestra familia y nuestro entorno, que nos decían, “¡no lo hagáis!” y aun así persistíamos en nuestro empeño. ¡Cuántas veces oímos en esa época “pero esto no tiene salidas!” “¡os vais a morir de hambre!”. Creemos que muchos hemos tenido unos orígenes similares ¿verdad? Nosotros acabamos la carrera allá por el inicio del año 2002. Nadie de nuestro entorno creía en nosotros, en nuestro futuro. Y de repente... ¡una oferta de trabajo! Se trataba de una excavación en una carretera. ¡Nos pagaban por excavar! ¿Os acordáis qué sentisteis cuando os pasó a vosotros? ¿Ese primer trabajo en arqueología? En un instante ser arqueólogo era viable. La suerte nos sonreía. No nos lo podíamos creer... Y en aquellos momentos nos encontrábamos con nuestros colegas del barrio, ahora abogados, economistas, etc, y les preguntábamos “-¿qué tal? -y respondían- la cosa está difícil. Me han dicho de un curro de teleoperador. ¿Y tú?”. -Pues muy bien. Entro a trabajar en un yacimiento. Me han contratado. -Y ojipláticos contestaban- ¿dónde? -En una excavación. De hecho, entro el lunes.” Fueron buenos tiempos. Nuestra nómina al mes; excavaciones con mucha gente de nuestra edad; buen ambiente en el trabajo; las cañas de los viernes...Un poco como los constructores, los especuladores, los bancos, los políticos corruptos…también, a nuestro nivel, éramos felices e inconscientes en esos años. Y fuimos creciendo. Primera dirección, también en una carretera, en una de aquellas grandes obras por supuesto. Todo nos iba sobre ruedas… Empezamos a sentir que lo que hacían nuestros jefes nosotros también podíamos hacerlo. Incluso pensábamos que lo podíamos hacer mejor. Nos sentíamos con ganas; nos comíamos el mundo… Y empezamos, como muchos de vosotros, un proyecto por nuestra cuenta. En nuestro caso concreto montamos una web. La arqueología en el mundo on-line, en esos años, ni estaba ni se la esperaba. Y más mal que bien “metimos la cabeza”.

Después nos fuimos moviendo, fuimos haciendo clientes. Y de repente nos vimos trabajando por cuenta propia a pleno rendimiento, obra por aquí, obra por allá, zanja por aquí, solar por allá… Nos convertimos en un perfecto engranaje del Sistema (sí, con mayúsculas). Nuestro mundo se llena de maquinistas, constructoras, ingenieros, etc. Y empezamos a lidiar con presiones, con decisiones de la Administración con las que no estamos de acuerdo, con “te echo de la obra”, con “te rateo esto”; “te hago la vida imposible porque eres problemático”; “con no te queremos porque no te pliegas”; “porque difundes por las redes”,.... Entonces te sientes incomprendido, “friki”, raro, fuera de lugar... Y, nosotros, personalmente, es ahí, cuando económicamente nos iba mejor que nunca; nuestra familia y entorno nos miraban con orgullo; éramos un ejemplo para mucha gente, cuando empezamos a ser plenamente conscientes de que algo no funcionaba en todo esto. ¡Hemos llegado a ser arqueólogos! Pero miramos nuestra realidad y no se parecía en nada a lo que habíamos soñado. Así fuimos adquiriendo poco a poco consciencia de que para nada éramos unos trabajadores de la cultura, sino que lo que éramos, en lo que nos habíamos convertido, era un simple eslabón más en el proceso de recalificación de terrenos (Díaz del Río Español, 2000).

2. PRECAUCIÓN: ZONA ARQUEOLÓGICA Pasemos a la “Zona Arqueológica”: el redil que ha preparado el Sistema para nosotros. Bien cercado y acotado. Donde nos quieren encerrados, acallados, enterrados, divididos... Y desde esta arqueología encarcelada, donde estamos, vamos a escribir este artículo y lo vamos a hacer en tres fases: 1. Analizando qué es lo que otros arqueólogos han opinado y escrito hasta ahora sobre este tema. 2. Después vamos a intentar desentrañar la madeja e ir a lo que nosotros consideramos la “Raíz del problema”. 3. Y, finalmente, vamos a proponer soluciones: hacer propuestas en positivo para cambiar las cosas.

3. ACLARANDO CONCEPTOS Cuando se comienza a leer sobre la gestión del patrimonio arqueológico en España, sorprende la gran cantidad de autores que han reflexionado, escrito y publicado sobre ello.


Y, así mismo, son opiniones que llaman la atención por su rabiosa actualidad a pesar de haberse escrito, algunos de ellos, más de 30 años atrás. Aunque, al mismo tiempo, también hay que reseñar una tendencia general a que estos artículos y opiniones se orientan. de forma mayoritaria, hacia lo mal que estamos, la cantidad de problemas que tenemos, etc. Siempre mirándonos a nosotros mismos. A nivel horizontal. Son muchos los conceptos recogidos en las publicaciones, aunque casi siempre en este sentido, y muchos de ellos, además, se repiten de forma recurrente a lo largo de los años. Conceptos que ahondan, por un lado, en la brecha existente en el binomio “Academia-Urgencia”. Siempre la culpa es del otro. Del de al lado. Palabras como envidia (Castillo Mena, 2011), competencia desleal, “arqueología de verdad” (Frigoli, 2011), no estar a la altura, falta de escrúpulos (Domínguez Alonso, 1994), arqueólogo adecuado, mala formación, falta de investigación, generación de conocimiento, élites (Comendador Rey, 2011), “torre de marfil”, inmovilismo (Morín de Pablos y Barroso Cabrera, 2015), etc. También los autores parecen mostrar como preocupaciones principales la calidad del trabajo del arqueólogo de “urgencia” (Domínguez Alonso et al., 2011), las presiones que sufrimos; la prisa (Vaquerizo Gil, 2015), la supuesta lealtad al cliente (Moya Maleno, 2011) el ser un obstáculo al desarrollo (Velasco Steigrad, 1991), o, también, la precariedad laboral, la subsistencia, el autoempleo, la arqueología como salida laboral (Díaz del Río Español, 2000). La llamada burbuja arqueológica, la rentabilidad económica, la alienación del arqueólogo, el voluntarismo, los sueldos bajos, los mercenarios, la autoexplotación, los obreros de lujo (Penedo Cobo y Gómez, 2000), los excavadores profesionales (Acien Almansa, 1994), el dinero (Gil García, 2011), y un largo etc.

la desestructuración (Comendador Rey, 2011), la falta de cooperación (Blanco-Rotea, 2011), de renovación, el individualismo (Díaz del Río Español, 2000), las rencillas personales (Gil García, 2011; Álvarez Martínez, 2011), la ausencia de debate (Domínguez Alonso et al., 1994), etc. Y llegamos a la reflexión final, el “para qué”. ¿Para qué hacemos nuestro trabajo? ¿Para liberar solares? ¿Para crear ciencia? ¿Para darlo a conocer a la sociedad? La falta de publicaciones, la falta de visibilidad, la inexistencia de conciencia ciudadana. Esto “son sólo 4 piedras, pincelito” (Castro Carrera, 2011). La falta de difusión (Domínguez Alonso et Al., 1994; Morín de Pablos, Penedo Cobo Et Al., 1997; Martín Aguilera, 2011; Vaquerizo Gil, 2015), la opinión social de que “lo nuestro es un pasatiempo”, la desconexión, la falta de exposiciones. Estos conceptos, los que podéis leer arriba, son resultado de un exhaustivo vaciado bibliográfico realizado para este artículo, aunque, al mismo tiempo, son palabras que pueden oírse en la “barra de bar” (Varón Hernández, comunicación personal). Además de la repetición de ideas lo siguiente que sorprende en el análisis de las publicaciones existentes es que no nos ponemos de acuerdo ni en cómo llamarnos. No nos sabemos autodenominar. ¡Estamos indefinidos! Y de esta manera podemos encontrar que somos Arqueólogos -hasta ahí todos más o menos de acuerdopero cuando tenemos que adjetivar nuestro trabajo, definirlo, empezamos con el baile de nombres: de urgencia, profesionales, de gestión, comerciales, de empresa, preventivos, privados, contractuales, liberales, administrativos, etc (González Álvarez, 2011). Compartimos plenamente la conclusión a la que llegan María Ángeles Querol y Alicia Martínez:

En cuanto a lo “mala” que es la todopoderosa Administración, aparecen conceptos como la falta de control, los sistemas clientelares (Vaquerizo Gil, 2015), las listas negras (Zarco Martínez, 2011), las memorias sin entregar y sin publicar, la literatura gris, las trabas burocráticas (Morín de Pablos, Penedo Cobo et al., 1997), la lentitud, la falta de ayudas (Morín de Pablos y Barroso Cabrera, 2015), de inversión, la falta de inspectores (Domínguez Alonso, et al., 1994), los elementos inoperantes o los depósitos mudos en los museos (Gutiérrez Lloret , 2011). Sobre si en verdad somos un colectivo. Si alguna vez lo hemos sido en estos 40 años también hay un sinfín de reflexiones: gremio insolidario (Moya Maleno, 2010; Castillo Mena, 2011), el Colegio profesional, la falta de reglamento (Zarco Martínez, 2011), el desencanto,

Figura 2. Nube de conceptos arqueológicos. ¿Han ganado ellas? Arqueólogas vs Constructoras Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

“el primer problema al que se enfrentan es el de la indefinición de su propia categoría profesional, ya que, al no tratarse de una “profesión titulada”, los riesgos de intrusismo y de infravaloración de su trabajo son grandes” (Querol Rodríguez y Martínez Mena, 1994:186)” Por tanto, profesión la nuestra indefinida y además dividida. Y desconocida, incluso para nosotros mismos. ¡Empezamos bien! Como dice el profesor Gonzalo Ruiz Zapatero: “falta una radiografía del sector” (Ruiz Zapatero, 2016). No sabemos nada. Todo es de oídas; de sensaciones vividas; de lo que otros nos han contado, etc. Gracias a los estudios de Eva Parga Dans (Parga Dans, 2009, 2010, 2011, 2014), que, recordemos, están basados en encuestas a “Empresas de Arqueología” y no a profesionales en general, tenemos una aproximación a la realidad de la Arqueología como actividad empresarial en España. Sin embargo, la falta de un código CNAE no sólo implica que el Estado no esté reconociendo la Arqueología como actividad económica, sino que dificulta mucho obtener datos estadísticos fiables sobre la situación de nuestro sector.

4. VIAJE EN EL TIEMPO Y, para realizar este estado de la cuestión, esta búsqueda de nosotros mismos, y bucear en lo que otros arqueólogos han reflexionado, y publicado sobre nosotros mismos, empezamos por lo más reciente, la tesis de Jaime Almansa, de 2017; 2016 las actas del “Congreso Rescate: Del registro estratigráfico a la sociedad del conocimiento: el patrimonio arqueológico como agente de desarrollo sostenible”, con artículos que abordan de frente este tema como el de Paloma Berrocal, (Berrocal Ruiz, 2016) o el de Gonzalo RuizZapatero (Ruiz-Zapatero, 2016). En el 2015 podemos mencionar la publicación de Desiderio Vaquerizo “Arqueología para un futuro incierto... La profesión de arqueólogo tras la crisis devastadora del “pelotazo”. (Vaquerizo Gil, 2015). En seguida, a medida que devorábamos los párrafos, nos dimos cuenta que había artículos dedicados a este tema también en 2010 (Moya Maleno, 2010) en el que se introducen términos como “precariedad”. Continuando nuestro viaje atrás en el tiempo hasta el año 2000 el artículo de consulta obligada de Pedro Díaz del Río “Arqueología Comercial y Estructura de Clase” (Díaz Del Río Español, 2000); También en el lejano 1994, el artículo de Rosa María Domínguez

Figura 3. Línea del tiempo y conceptos.


(Domínguez Alonso et Al., 1994) de referencia y con una descripción sobre problemas que han permanecido intactos hasta la actualidad; 1991 el de Fernando Velasco (Velasco Steigard, 1991) donde el autor escribe sobre la dicotomía entre arqueología de investigación y de urgencia o administrativa; incluso en el lejano 1981, antes de la Ley de Patrimonio Histórico, el artículo de Manuel Fernández Miranda que ya por aquel entonces escribía cosas como “(...) ataque generalizado de abulia, ausencia de responsabilidad, incapacidad legislativa, desconfianza en las posibilidades futuras (...)”(Fernández Miranda, 1981) cuando hablaba del colectivo de arqueólogos. Tras comparar y analizar todas estas lecturas y, también en base a nuestra propia experiencia personal, la conclusión nos parece evidente. Nuestro problema es claramente estructural. Este problema puede verse agravado por las crisis, sin duda, con algunos matices nuevos que van surgiendo, otros que se “resuelven”. Pero al fin y al cabo “estructural”, esto es, de diseño de modelo. Lo que Olalla López Costas define en su artículo como una:

“Arqueología como pulga de un perro llamado construcción: compartir la misma sangre se adquieren los peores vicios: buscar rapidez en vez de calidad, trabajo inestable, falta de especialistas, pan para hoy y hambre para mañana.”(López Costas, 2011).

5. PROBLEMA ESTRUCTURAL. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA Si es un problema estructural entonces ¿cuál es la estructura de este sistema? Tenemos una sociedad que supuestamente demanda un respeto por la arqueología, y, por ello, una regulación, un marco legal. Y se crea un sistema en base a una administración encargada de aplicar la ley y hacer que se cumpla. Una administración técnica pero controlada por el poder político. Y, en la calle, poniendo en práctica las prescripciones marcadas por esa administración, un sector de arqueólogos profesionales, contratados por las propias constructoras o promotoras de obra (muchas veces la propia administración), y con un sistema totalmente liberalizado basado en el concepto: “El que la hace lo paga…” (Díaz Del Río Español, 2000). Tenemos pues, un sistema en el que estamos completamente controlados por lo “mejor” de este país: por la “marca España”. No hay más que ojear los periódicos o ver los telediarios para darse cuenta en medio de qué mundo está inmersa la arqueología. Un mundo en el que, por supuesto, prima el interés por el ciudadano, por mejorar la sociedad, por la cultura. (-léase en tono irónico-). Eso es precisamente lo que nos pide nuestro cliente, lo que espera de nosotros. Ese cliente que es el que nos paga. Vamos a despertar de este sueño, tan alejado de la realidad, que vivimos día a día, que se parece más a la ilustración de la figura 4, en la que en un lado estamos nosotros y en el otro nuestro cliente. Al que no le importa la cultura y la arqueología como productora de conocimiento, sino la arqueología como liberadora de solares. Esa arqueología que se dedica más a los “papeles” que a la tierra. Y en la guerra de guerrillas que es la arqueología (apelativo, de guerrilla, que creemos que se ajusta más a la realidad que otros de los adjetivos anteriormente planteados) nosotros, como suponemos que todos vosotros, hemos tenido que sufrir presiones verbales. Muchas de ellas las hemos recogido en un proyecto que pretende poner en evidencia la existencia de una actitud generalizada de violencia verbal hacia el arqueólogo en obra.

Figura 4. Chiste de elaboración propia con arqueóloga tratando con su cliente “ideal”.

Este proyecto se llama “Frases de Ingenieros para la Historia”. Se trata de un grupo de Facebook donde se han ido incluyendo algunas de estas “frases ingeniosas” que hemos tenido que oír (léase sufrir) en persona y muchas de otros compañeros. ¿Han ganado ellas? Arqueólogas vs Constructoras Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Os ponemos en contexto: primera reunión de obra con el gerente de una UTE y nos dice: “-la Arqueología es un lujo que no nos podemos permitir en estos tiempos”. Justo en ese preciso instante nos dimos cuenta de que no estamos en el mismo bando. Que da igual. Que es como si intentáramos convencer a un procesualista de la subjetividad de la arqueología. De que la ideología no es que sea necesaria, es que es imprescindible y, sobre todo, inevitable...

separados leñe, ya veréis como lo vea Seguridad de Obra…” “¿Por qué los neolíticos construyeron las minas precisamente donde tenemos que hacer la obra?” “Si porque encuentres algo no vas a cobrar más…”

Por tanto, somos “los otros”, los “raros” los “frikis”. Y siempre lo seremos. No penséis que no va a ser así. No hablamos el mismo idioma. Nuestro trabajo no es serio ni importante como el suyo. En el fondo, para ellos, ¡jugamos con la tierra!

6. DIOS, SISTEMA Y EL “STATUS QUO”

Aquí os dejamos con algunas de las frases más célebres recogidas en el grupo de Facebook:

Arriba del todo tenemos a dios, colocando a cada uno en su sitio, haciendo y deshaciendo.

“Te voy a tirar unos huesos del cocido a ver si nos vamos de vacaciones una temporada y te entretienes un rato” “En un campo de silos, llega el ingeniero de turno y me suelta:” “Pero ¿por qué hacéis los agujeros tan juntos? ¿No veis que así es muy peligroso y os podéis caer dentro?, Hacedlos más

Lo que podéis ver en la figura 5 es nuestra visión del “status quo”.

Este dios está constituido por el poder, los políticos y los constructores o dicho de otro modo, lo que viene a ser el capital. En el centro de la imagen está la sociedad, en el nivel terrenal, alumbrada por dios. Y esta sociedad, sólo ve algunas cosas de la arqueología, aquellas que sobresalen. La punta del iceberg: Atapuerca, Altamira, los Parques Arqueológicos, a los que como sabéis, dios no ha tratado muy bien.

Figura 5. Nuestra visión del “Status Quo” en el mundo arqueológico.


Ya sabemos que a dios le gusta mucho hacer nuevos proyectos, inaugurar, mover dinero, pero mantener, mantener, eso no ¿verdad? De mantener se saca poco rédito.

ahora vivimos, y parece que va a seguir así, lo hemos creado, aceptado y mantenido nosotros, todos nosotros. Y creemos que ya va siendo hora de cambiarlo, si queremos mejorar nuestras perspectivas de futuro.

Por último, en una posición muy arqueológica, en el subsuelo, estamos nosotros, los arqueólogos. Invisibilizados, acallados, acotados y peleados, no vayamos a enseñar a la sociedad cosas que no gustan.

Proponemos dos vías de “ataque” para destruir, de romper el sistema. Es hora de hacer, pero ahora de verdad, “borrón y cuenta nueva” (Domínguez Alonso, 2011).

En este inframundo, en el que nos movemos muchos de nosotros, es en el que hemos focalizado nuestro descontento a lo largo de las últimas décadas, como hemos visto en los anteriores apartados. En definitiva y repitiendo conceptos: que la culpa es de la Administración; de los otros, que son unos piratas; de la universidad; de las empresas.

7. UNA DE FOCO...POR FAVOR Si, compañeros y colega, hay que girar, hay que focalizar el descontento a lo que realmente provoca la situación: hacia el sistema. Si no hacemos esto seguiremos igual: estaremos perdiendo el tiempo. Creemos que las feministas que nos lean entenderán muy rápido el sentido de lo que estamos diciendo al utilizar un paralelismo: “sororidad”. Es un término propio de la lucha feminista, pero cuya esencia es aplicable a muchos otros aspectos de la vida. Significa unión. Porque lo que deberíamos tener claro es que desunidos y enfrentados no hacemos sino favorecer el mantenimiento del sistema. Unidos y con el foco hacia donde debería estar nos hacemos fuertes, y sólo así podremos lograr lo que nos propongamos. Recordemos los términos SORORIDAD y FOCO a la hora de definir nuestras actitudes y nuestras opiniones y podremos empezar a cambiar las cosas. En resumen, para nosotros esta cuestión no se limita sólo a un, “bueno, estamos en crisis”. Es un problema de identidad, de autodefinición y de razón de ser, y por ello nos parece interesante poner sobre la mesa este tema en el primer Congreso de Arqueología Profesional que se celebra en España.

8.1. Unión de colectivo Por un lado, la “unión del colectivo”. Este concepto no es nada nuevo, ya que, como también hemos observado, y viene siendo habitual, llevamos escribiendo sobre ello mucho tiempo (Díaz del Río Español, 2000). Esta unión es importante porque debemos someter a debate, a reflexión, si este sistema es el que más conviene; si es el que más se amolda a lo que queremos ser como colectivo. Y acabar de una vez por todas con esas lacras, de las que tantas veces nos hemos quejado y que llevamos arrastrando desde que empezó la arqueología (de urgencia, de empresa, de guerrilla) en España. Nuestra propuesta pasa por lo que hemos llamado “la rotura del vínculo”. O, dicho de otra manera, debemos “extirpar a las constructoras de los yacimientos arqueológicos”. Y parafraseando lo que nos dijo el ingeniero aquel: la arqueología y el patrimonio arqueológico no pueden permitirse el lujo de que nuestro principal cliente tenga unos intereses tan contrapuestos a los nuestros. El dinero que está destinado para la arqueología, tanto si es una obra de promoción privada como pública (y más en este caso) no debe pasar jamás por las manos de la constructora. No podemos permitirnos ese lujo. Para nosotros el sistema alternativo es claro: sin poner en duda el mecanismo de “el que hace paga”, lo que tenemos claro es que ese dinero debe gestionarlo un organismo superior que debería constituirse para este fin.

“La arqueología no tiene vida propia y de su situación somos corresponsables todos los que intervenimos en ella” (Domínguez Alonso, 2011)

Porque, para nosotros, un yacimiento nunca debería ser una obra, donde haya más peones sin formación que arqueólogos formados o en formación. Y para más inri, esos peones son contratados por la constructora. Los arqueólogos hemos dejado de tener control en el personal que pisa y excava el yacimiento. Ellos (léase constructoras) están avanzando y nosotros cada vez más pequeños, más atomizados. Pero podemos pararlo. Es tan fácil como exigir a la Administración que en los permisos solicite que el equipo técnico deba estar constituido mayoritariamente por unos arqueólogos titulados o en formación.

Como dice Rosa Domínguez en la cita de arriba, toca asumir responsabilidades. Porque este sistema, el que

Y en este punto nos surge otra preocupación: ¿qué vamos a hacer con las nuevas generaciones de

8. UNA LUCHA EN DOS FRENTES

¿Han ganado ellas? Arqueólogas vs Constructoras Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

arqueólogos que nunca han tocado tierra? ¿O es que pensamos que un arqueólogo no debe tocar tierra? Tenemos que ser muy conscientes, las generaciones que estamos trabajando ahora, que todos empezamos desde abajo, siendo auxiliares, con el pico, la pala, el capazo y la carretilla, pero siempre cobrando.

los problemas que el sector de la arqueología tiene y del que todos, o muchos, somos conscientes (y desde hace mucho tiempo como hemos visto).

Porque esas nuevas generaciones quieren trabajar, pero el sistema actual, que hemos permitido todos, se lo impide en la gran mayoría de las veces. Y cuando salen al mercado se plantean montarse algo por su cuenta, con todo el derecho, y ahí surgen los problemas. No están preparados para defenderse, para ser inflexibles a las presiones. Son “dóciles” ante las constructoras. Y de ello las constructoras se han dado cuenta, siendo éste en ocasiones el perfil que buscan. ¿Un ejemplo? Recogemos a continuación un fragmento de un email que recibimos no hace mucho tiempo:

2.- Expulsar a las constructoras de los yacimientos arqueológicos. Nos tenemos que hacer fuertes en nuestro espacio.

“Necesito un arqueólogo recién graduado. No es necesaria experiencia. Nosotros nos encargamos de todo. Ahora, eso sí, él tendría que firmar los papeles (...)”

8.2. Respaldo social Para nosotros la arqueología no tiene sentido sin la sociedad en la que está inmersa: a la que sirve. Debemos reflexionar si esa sociedad demanda realmente nuestro trabajo y al mismo tiempo hacer reflexionar a esa sociedad sobre la importancia del patrimonio arqueológico. Porque sin respaldo social no podremos nunca cambiar el sistema, ni cambiar las leyes que lo sustentan. Para conseguir ese respaldo proponemos un activismo arqueológico. Un activismo que lleve la arqueología a la calle. Una arqueología activista no para mejorar sus condiciones propias (que llegará más tarde) ni para aleccionar a nadie, sino para generar debate y reflexión. Partimos de la base de que no hay una conciencia ciudadana de lo que está pasando. Creemos que la mayor parte de la sociedad es “ignorante” de la situación que sufre el patrimonio arqueológico en España. Y es nuestro deber ponérselo delante de forma contundente y clara. Y desde ese punto de vista, desde la arqueología activista estamos trabajando, a través de CRAS, Centro Revolucionario de Arqueología Social, colectivo de arqueólogos de reciente constitución.

9. CONCLUSIONES Esta es nuestra visión de la situación que vive actualmente la arqueología en España. Esperamos que todo lo dicho sirva para generar reflexión y debate y que ayude con ello a encontrar soluciones a

Por tanto, resumiendo, estas son nuestras propuestas: 1.- Cambiar el foco y conseguir una unión del colectivo

3.- Generar mayor respaldo social a través del “activismo arqueológico” que consiga, a su vez, un mayor eco mediático. Podemos lograrlo si queremos. Y si no al menos nos sentimos en la obligación de intentarlo. Recordar el inicio de esta ponencia: somos arqueólogos, no nos caracterizamos por ser personas “realistas”, prácticas y por dejarnos vencer fácilmente por la realidad.

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¿Han ganado ellas? Arqueólogas vs Constructoras Mª Lourdes López Martínez y Jesús Martín Alonso

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA ANTIGUA IGLESIA DE LA EPIFANÍA Y CEMENTERIO DE LA BARONÍA DE ESCRICHE (CORBALÁN, TERUEL, ARAGÓN) THE ARCHAEOLOGICAL EXCAVATION IN THE OLD CHURCH OF THE EPIPHANY AND CEMETERY OF THE BARONY OF ESCRICHE (CORBALÁN, TERUEL, ARAGÓN)

Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo Acrótera Gestión del Patrimonio Autor de contacto/Contact author: Antonio Hernández Pardos, arqueoantonio@acrotera.net

RESUMEN

La Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel) constituye un importante complejo constructivo, formado por varios edificios de interés: la Casa Grande -que constituyó la residencia del Barón de Escriche-, la iglesia de San Bartolomé y la antigua iglesia de la Epifanía, que sirvió también como cementerio. La excavación arqueológica ha descubierto un área funeraria formada por 128 tumbas, desde el siglo XV a mediados del siglo XX. Además, el cementerio está instalado sobre las ruinas de la antigua iglesia de la Epifanía, construida en la segunda mitad del siglo XIII. Se trata, por ello, de una de las iglesias conservadas más antiguas de la provincia de Teruel, y un interesante ejemplo de la arquitectura de repoblación desarrollada tras la conquista de la Extremadura aragonesa a partir del siglo XII. Los resultados obtenidos, sobre la base de una rigurosa estratigrafía, constituyen un valioso conjunto funerario -tanto antropológico, como material- de la sociedad rural en época moderna y contemporánea. PALABRAS CLAVE: Baronía de Escriche; Restos antropológicos; Ajuar funerario; Edad Media; Edad Moderna; Teruel.

ABSTRACT The Baronia de Escriche (Corbalán, Teruel) is an important building complex, consisting of several buildings of interest: the Casa Grande, which was the residence of the Baron de Escriche, the church of San Bartolomé and the old church of the Epiphany, which also served as a cemetery. The archaeological excavation has discovered a funeral area formed by 128 tombs, from the fifteenth century to the middle of the twentieth century. In addition, the cemetery is installed on the ruins of the old church of the Epiphany, built in the second half of the thirteenth century. It is, therefore, one of the oldest preserved churches in the province of Teruel, and an interesting example of the repopulation architecture developed after the conquest of southern Aragon from the twelfth century. The results obtained, based on a rigorous stratigraphy, constitute a valuable funeral complex - anthropological and material - of rural society in modern and contemporary times. KEY WORDS: Baronia de Escriche; Anthropological remains; Funerary furnishings; Middle Age; Modern Age; Teruel.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. INTRODUCCIÓN El municipio de Corbalán (Teruel) está situado próximo a la ciudad de Teruel, al NE de aquella, y desde mediados del siglo XIX tiene incorporado a su término municipal el territorio que perteneció a la antigua villa de Escriche. Este despoblado, mas conocido como Baronía de Escriche, estaba formado por un hábitat disperso de masías: la Casa Grande, la Casa Baja, La Fuen del Berro, El Espinal, La Hita, La Rinconada, La Solana y La Peñuela. Normalmente constan de un gran edificio principal, que era la casa de los masoveros, y una serie de edificios auxiliares, que servirían para almacenes y para el ganado.

en recuperar la antigua iglesia de la Epifanía para usos culturales, instalando una nueva cubierta y redescubriendo el nivel de suelo original. Este proyecto exigía llevar a cabo la excavación completa del interior de la iglesia, hasta los niveles de ocupación primitiva, retirando los elementos de acumulación posterior, así como los restos humanos de los enterramientos efectuados. La metodología aplicada vino marcada por el objetivo señalado. En ese sentido, los trabajos han sido realizados por la empresa Acrótera Gestión del Patrimonio, especializada en arqueología y restauración y se ha aplicado la metodología propia de la disciplina. Se ha contado con personal técnico especializado en arqueología, restauración de bienes culturales y antropología física, pudiéndose actuar con el rigor que se exigía en el proyecto de intervención. Los trabajos arqueológicos desarrollados siguieron las indicaciones señaladas en el “Proyecto de intervención arqueológica en la antigua Iglesia de la Epifanía de la Baronía de Escriche”: -Redacción del proyecto y solicitud de autorizaciones. -Documentación inicial del estado de conservación del yacimiento.

Figura 1. Plano de ubicación de la Baronía de Escriche Entre todas las masías, ejerciendo la capitalidad de la villa, destaca la Casa Grande, cuyo nombre procede del imponente edificio que sirvió como residencia del Barón de Escriche. Está situada a 7 kilómetros de la localidad de Corbalán, y alberga un conjunto urbanístico de carácter monumental. Es en época moderna cuando el principal núcleo de población de la villa de Escriche se transforma en núcleo residencial de los barones. De este conjunto destaca, desde el punto de vista histórico-artístico, la iglesia de san Bartolomé, del siglo XVIII, y la Casa Grande, palacio del siglo XVII, cuyo interior estuvo decorado con un extraordinario conjunto de pinturas murales de temática profana –mitológica- de estilo barroco tardío. Se completaba con otros edificios, como la casa del alcalde y guardia de Escriche, e instalaciones agropecuarias como corrales y pajares. A los pies del conjunto urbano, y junto al camino, se ubica el cementerio de la Baronía de Escriche, instalado sobre las ruinas de la antigua iglesia de la Adoración de los Reyes Magos, y al que se dedica el presente trabajado.

2. OBJETIVOS Esta intervención arqueológica está motivada por el interés del propietario de la finca de la Baronía de Escriche, la Diputación Provincial de Teruel,

-Instalación de puerta de acero galvanizada. -Excavación estratigráfica manual de los depósitos arqueológicos existentes hasta alcanzar el suelo original de la iglesia. -Excavación y delimitación individualizada de forma manual y minuciosa de 128 tumbas, con realización de fichas y fotografías, así como recogida del ajuar funerario para su estudio y depósito en el Museo de Teruel. Tomando como base la secuencia estratigráfica, donde ha quedado reflejado el proceso de formación de los enterramientos, se incorporarán los datos cronológicos que se puedan extraer de los estudios del ajuar funerario: monedas, cerámica, botones, etc. -Estudio antropológico realizado por arqueólogo forense en los 55 esqueletos que se encontraban en buen estado y más o menos completos para poder realizar el estudio. -Limpieza, embolsado y embalado en cajas de plástico, facilitadas por el Museo de Teruel, para su depósito en el lugar que indique el promotor. -Carga manual de escombros procedentes de la excavación y traslado a contenedor. -Consolidación y protección de los elementos arquitectónicos asociados a la antigua iglesia. Previamente a la excavación, realizamos varios sondeos arqueológicos tanto en el interior como en el exterior de la antigua iglesia, para reconocer la estratigrafía y ajustar la futura intervención.


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Figura 2. Planta arqueológica de la iglesia en su primera fase.

3. RESULTADOS Si bien las primeras noticias acerca de este núcleo de población aparecen en la década de 1260, es muy probable que su origen se remonte a la época andalusí, configurándose por entonces como un núcleo rural tipo alquería -quizás dotado de una pequeña fortificación a modo de torreón-. Los trabajos arqueológicos realizados entre 2004 y 2008 en el solar de la propia Casa Grande de la Baronía localizaron restos dispersos de un hábitat rural andalusí. Como ocurre en muchos otros lugares de la Extremadura aragonesa, este territorio debió de quedarse casi despoblado por la huida de la población ante el avance de los feudales, siendo reocupado por los colonizadores aragoneses tras la estabilización de la frontera con la fundación de la villa de Teruel. La posibilidad de que estuviera despoblado puede considerarse teniendo en cuenta que Escriche no aparece citado en la relación de aldeas pertenecientes al capítulo de racioneros de Teruel realizado en 1212. A partir de este momento, este lugar va a quedar incorporado al inmenso territorio adscrito a Teruel y sus aldeas. Su repoblación probablemente haya que vincularla con el establecimiento de alguna heredad o dominio en este extenso paraje forestal, lo que permitirá el asentamiento de nuevos pobladores en Escriche, a partir de inicios del siglo XIII. Esta circunstancia forma parte del extendido procedimiento feudal de concesión

de un dominio por parte del rey a un caballero en agradecimiento por sus servicios militares. A pesar de la existencia de algún caballero citado “de Escrich” en los documentos del período, no es hasta 1260 cuando se cita por primera vez al núcleo de población de Escriche como tal, en la confirmación que otorgó el papa Alejandro IV al obispo zaragozano Arnaldo de Peralta de las iglesias que pertenecían a su diócesis. Es significativo que sea en el año 1264 cuando el concejo de Teruel confirma los límites de este dominio como propiedad de García Ruiz de Varea, dentro del extenso territorio de realengo perteneciente a la Comunidad de aldeas de Teruel. En esta primera etapa histórica, el señorío quedará en manos del linaje de los Varea, familia de origen navarro que formaba parte de la órbita de los todopoderosos Ruiz de Azagra, señores de Albarracín y tenentes de Teruel, y que llegaron a ocupar importantes cargos en la administración de la villa (LOPEZ 2016).

3.1. Iglesia, a partir de 1260 aprox. El substrato geológico está constituido por una roca metamórfica tipo dolomía, un conglomerado de gran dureza que contiene bloques de cuarcita escasamente redondeados. Se ha localizado en algunas de las fosas de enterramiento más profundas. Cubriendo la superficie rocosa se deposita una capa de arcilla, cubierta por un nivel de argamasa con gravilla o calicanto. Ambos

La excavación arqueológica en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel, Aragón) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

niveles se pueden considerar como la evidencia más antigua, ya que pertenecen al proceso de construcción de la iglesia. La fábrica original de la iglesia de los Reyes Magos es reconocible a nivel estructural por los restos constructivos que se conservan en pie. El edifico presenta una única nave alargada dividida en tres tramos separados por pilastras, que soportan arcos diafragma apuntados, diferenciados de la pilastra por una moldura simple y lisa. La cabecera es en ábside semicircular alargado, con probable arquería de media naranja. Se completaría con una probable cubierta de madera a dos aguas. El aparejo utilizado parece ser una mampostería irregular trabada con argamasa, acompañada de sillares en las esquinas. La portada presenta un arco apuntado simple elaborado en sillería de travertino, con una chambrana o banda exterior decorada con puntas de diamante, tallada sobre piedra arenisca. No se observan o conservan vanos de iluminación en todo el edificio.

Argente -levantada también en el siglo XIII- con un banco corrido a lo largo de todo el perímetro interior de la nave. Este tramo quedaba a una cota inferior al resto del suelo de la iglesia, ambos comunicados a través de un escalón alineado con el último arco situado en el extremo oeste de la iglesia. En el ábside apareció una estructura, de lado a lado excepto por un pequeño hueco, identificada como el apoyo de un retablo, que dejaría tras él una pequeño espacio a modo de sacristía. Teniendo en cuenta las referencias documentales y los aspectos arquitectónicos del templo, en proceso de transición del románico al gótico, es probable que la construcción de esta iglesia se llevara a cabo a inicios de la segunda mitad del siglo XIII, cuando el núcleo de población de Escriche, ya consolidado, requiere la existencia de una iglesia digna de su titularidad.

El acceso al templo se realizaba a través de dos escalones interiores, elaborados mediante una fábrica de mampostería regular y argamasa de yeso, a través de los cuales se salva el desnivel existente entre la portada y el suelo interior. El suelo de la iglesia está formado por un nivel de tierra compactada con presencia de pequeños carboncillo y yesos, si bien presentaba un gran desnivel entre los dos extremos de la iglesia. El tramo 1 de la nave, situado a los pies, presenta un lienzo adosada a los tres muros perimetrales del edifico, elaborado mediante encofrado de argamasa de yeso mezclado con piedras y aljezones, enlucido por las dos caras visibles, con una anchura de 40 cm. y una altura de 60 cm. Parece corresponder a un banco corrido destinado a asiento, con otros ejemplos similares en la mitad meridional de Aragón, como la iglesia de

Figura 3. Imagen de la iglesia desde el exterior.

Figura 4. Restos del banco corrido situados a los pies de la iglesia. La iglesia de la Epifanía de Escriche constituye, junto con otros templos turolenses como Santa Quiteria de Argente y Nuestra Señora del Consuelo de Camañas, un perfecto ejemplo del tipo de “arquitectura de repoblación”, tal y como viene siendo definido (HERNANDO 2004). Se trata de construcciones de estilo románico evolucionado, pero adecuadas a las condiciones socioeconómicas de este período, lo que se traduce en una simplicidad de líneas, sencillez de materiales y austeridad decorativa. Evidentemente, esta arquitectura se utiliza en las iglesias parroquiales de las aldeas de reciente creación. El hecho de que hayan conservado su estado primitivo, especialmente en el caso de Escriche, se debe a la propia dinámica de estos núcleos de población, que nunca concentraron muchos habitantes ni obtuvieron demasiadas rentas. Aunque puede resultar chocante a primera vista, la escasez de medios materiales utilizados en el suelo del templo, no hay que olvidar que éste responde a las circunstancias socioeconómicas no excesivamente


boyantes que caracterizan a gran parte del siglo XIII, durante la primera colonización del Teruel aragonés. No obstante, si bien la austeridad define la arquitectura de esta iglesia, en consonancia con las posibilidades económicas que tendría por entonces el señorío de Escriche, su propia construcción es el mejor reflejo de la consolidación política del mismo, y de su crecimiento demográfico y económico.

3.2. Iglesia, a partir de 1350 aprox. En una segunda fase se lleva a cabo una reforma de la iglesia, destinada básicamente a su embellecimiento interior. El templo es dotado de un nuevo suelo de mayor calidad, mediante un consistente pavimento de argamasa de yeso que ocupa toda la superficie, el cual busca mayor horizontalidad, y que se nos ha conservado principalmente en las esquinas. Esta reforma supone la amortización de un escalón de acceso, del banco corrido situado en la zona de los pies y de la base del retablo situado en el ábside. Sin embargo, y pese a la elevación de la cota del suelo, se seguirán necesitando dos escalones a lo largo de la iglesia para salvar el desnivel hasta alcanzar el altar.

3.3. Iglesia, época moderna El aumento de población en Escriche durante la época moderna, quizás a consecuencia de una explotación más intensa de sus recursos agropecuarios, tuvo su reflejo en la iglesia parroquial, que vuelve a ser reformada. Durante ese periodo se lleva a cabo una reforma en el pavimento del presbiterio. Todas las reformas que se han realizado en la iglesia a lo largo de toda su historia buscaban principalmente la horizontalidad del suelo. Pese a ello no se consigue hasta esta última reforma, en la que para evitar el desnivel existente en el presbiterio se colocaron dos peldaños y un nuevo suelo dotado de lajas de caliza. Sin embargo, estos cambios fueron más intensos al exterior, con la construcción de un pórtico situado delante de la portada, y de un edificio de servicio anexo pegado a la iglesia y al pórtico. El acceso a aquél se realzaba desde el interior de la iglesia a través de un vano que se abrió en el primer tramo. También se levantó en esta área un coro sobreelevado. La función del espacio exterior posiblemente fue albergar

El presbiterio se dotó de un nuevo retablo, aunque dispuesto más atrasado de lo que estaba en la fase anterior. Estaría colocado sobre una estructura de 45 cms de anchura, y quedaría sujeto mediante dos postes de madera, reconocibles por los hoyos de apoyo. Este embellecimiento de la iglesia, fechado a partir de mediados del siglo XIV, se puede relacionar con la consolidación financiera que experimenta el señorío a lo largo del siglo XIV, cuando el señorío de Escriche fue ostentado por el linaje turolense de los Sánchez Muñoz, que durante ese período va a convertirse en la principal familia del estamento caballeresco de Teruel.

Figura 5. Estructura de apoyo del retablo, en su segunda fase.

Figura 6. Planta arqueológica de la iglesia en su segunda fase.

Figura 7. Pavimento, en su tercera fase.

La excavación arqueológica en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel, Aragón) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 8. Vano de acceso hacia sacristía Figura 9. Bacín pintado de procedencia turolense la sacristía, motivo por el que se vuelve a modificar la ubicación del retablo, retrasa hasta el fondo de la iglesia, haciendo que prácticamente desaparezca el espacio que allí existía dedicado a ese menester. Durante esta fase ya se realizan enterramientos en el interior de la iglesia, quizás asociados a los habitantes de la aldea de Escriche, que serán enterrados en fosas sin ataúd.

3.4. Cementerio, a partir de 1750 aprox. Hacia 1723 la vieja iglesia de la Epifanía todavía se encontraba en pie y destinada al culto, según el testimonio del libro de visitas del obispo de Teruel a la parroquia de Escriche (LOPEZ 2016). Entonces, la iglesia contaba con un retablo mayor dedicado a la Epifanía –su advocación originaria- y otro a San Bartolomé, elegido patrón de la parroquia desde mediados del siglo XVI. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII se llevó a cabo construcción de la iglesia de San Bartolomé, un gran edificio de planta de cruz latina levantado contiguo al palacio de la Casa Grande. La edificación de este nuevo templo pone de manifiesto el abandono de la vieja iglesia, que conduce finalmente al desmoronamiento de su cubierta y arcos. La ruina debió llevarse a cabo de modo traumático, puesto que varias piezas del mobiliario litúrgico quedaron atrapadas bajo los escombros. Entre aquellas destaca un espectacular bacín esmaltado en azul de fabricación turolense, pintado con motivos animales, y datado hacia inicios del XVIII. Todo el espacio interior de la iglesia quedó cubierto por la acumulación de restos constructivos procedentes del derrumbe de arcos y paredes. Los materiales dignos de reutilizarse, como piedras escuadradas, tejas y vigas de madera fueron extraídos. A partir de entonces, las ruinas de la antigua iglesia sirvieron como cementerio parroquial destinado a la población que habita en las masías de la villa. Directamente sobre los niveles de

escombro, se fueron abriendo las fosas para llevar a cabo las inhumaciones, en su mayor parte realizadas en ataúdes de madera, hasta la década de los sesenta del siglo XX. Dadas las reducidas dimensiones del espacio, los enterradores se vieron obligados a alterar y destruir los enterramientos ya existentes. De este momento, se ha conservado una base de piedra situada en el antiguo presbiterio, que servía de apoyo a una cruz de madera. Sin embargo, la emigración rural de los años 50-60 trajo como consecuencia la despoblación de las masías de la Baronía, y el abandono definitivo del cementerio. Muy pocos ejemplares de lápidas funerarias han llegado a conservarse, posiblemente a consecuencia del expolio o traslado de enterramientos a Corbalán. El epitafio más reciente es de los años 60 del siglo XX, lo que constituye el último testimonio de los habitantes de la villa de Escriche antes de su despoblamiento definitivo.

Figura 10. Base de sujeción de una cruz de madera


4. EL CONJUNTO FUNERARIO Las fosas presentan plantas ovaladas o rectangulares, situadas a diferentes cotas, cortándose unas a otras. Tras la revisión de la secuencia estratigráfica, se ha observado una pauta genérica en los tipos de enterramiento, en la cual las inhumaciones más antiguas están exclusivamente en fosa y con orientación E-W o W-E. Existe una fase intermedia en la que las tumbas tienen una orientación N-S o S-N, y finalmente las más recientes presentan ataúd y no tienen una orientación fija.

permitido reconocer determinados comportamientos y prácticas sociales. Los objetos que más se repiten son los rosarios, botones y gemelos, pero también otros objetos menos comunes, como broches, calzado, monedas y envases.

El número total de tumbas excavadas e individualizadas es de 128, datadas entre el siglo XV y mediados del XX. En general presentan poco ajuar, aunque una buena parte de los enterramientos pertenecientes al siglo XIX y XX conservaban diversos objetos pertenecientes, tanto a la vestimenta como al ajuar funerario, lo que ha

En muchas ocasiones, los enterramientos se encuentran muy afectados por otras tumbas posteriores, por lo que el esqueleto se conserva incompleto. El enterramiento sucesivo en un espacio reducido provocó que las fosas funerarias más recientes rompieran y desmantelaran las más antiguas, generándose una enorme cantidad de huesos sueltos incorporados a los diferentes rellenos de las tumbas. Con todos estos huesos sueltos se ha podido establecer que el número mínimo de individuos enterrados en este pequeño espacio alcanzaría la elevada cifra de 172. En todo caso, estuvo muy por encima de nuestra estimación inicial de 60, tras realizar los sondeos arqueológicos previos.

Figura 11. Tres enterramientos en ataúd de época contemporánea

Figura 13. Detalle de la vestimenta: botones y gemelos

Figura 12. Superposición de tumbas

Figura 14. Detalle del ajuar funerario: rosario alrededor de las manos

La excavación arqueológica en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel, Aragón) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

5. EL CONJUNTO ANTROPOLÓGICO El numeroso conjunto de restos antropológicos recuperado en la antigua iglesia permitió desarrollar un realizó un estudio forense, por parte de la arqueóloga antropóloga Belén Gimeno Martínez, sobre los individuos que estaban más completos. - Edades biológicas muy diversas, desde neonatos hasta seniles, siendo la edad adulta madura la menos representada. Por lo que la esperanza de vida sería alta una vez superada las fases infantiles.

Figura 16. Esqueleto con trepanación. Figura 15. Acumulación de huesos sueltos en un relleno de tumba. - Presencia por igual de sexo masculino y femenino. - Estaturas medias en individuos adultos entre 1,57 y 1,65, siendo un poco más alto los individuos masculinos. - Patologías detectadas: problemas dentales, procesos artrósicos y artríticos, espondilitis arquilopoyética (presente en varios individuos que puede señalar una relación familiar entre ellos), alguna fractura (que produciría cojera) y marcadores de estrés (por trabajo continuado o la marcha en terrenos irregulares). - No se localizan, en cambio, causas de muerte violenta. - Una de las observaciones más llamativas e interesantes corresponde a la presencia de 4 individuos con incisión de tipo quirúrgico en el área craneal a modo de trepanaciones, relacionado con algún tipo de práctica de autopsia forense que se debió realizar hacia finales del siglo XIX o inicios del XX.

6. VALORACIÓN La excavación arqueológica realizada en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Teruel) constituye un sobresaliente ejemplo de la arqueología preventiva desarrollada en Aragón y

vinculada a proyectos de restauración de edificios del Patrimonio Histórico-Artístico. Y esta consideración se basa en dos aspectos. Por un lado, la intervención no se llevó a cabo en un gran monumento -tipo catedral o monasterio-, dotado de una adecuada financiación, sino en una pequeña iglesia de aspecto similar a una ermita. Las excavaciones arqueológicas realizadas hasta ahora en Aragón en grandes monumentos religiosos todavía no han aportado resultados bibliográficos que permitan conocer las aportaciones de la cultura material al desarrollo de la ciencia histórica. Por otro, la rigurosa metodología y la calidad del trabajo manual permitió individualizar y documentar un elevado número de enterramientos y sus ajuares in situ. Son muy pocos los conjuntos funerarios excavados en Aragón en estas condiciones. Sin embargo, los resultados de esta intervención arqueológica son consecuencia de unas adecuadas condiciones materiales de trabajo, poco frecuentes en la Arqueología aragonesa, absolutamente abandonada en manos de la oferta económica más barata. En este sentido, hay que resaltar el interés demostrado por el promotor y propietario de la Baronía de Escriche, la Diputación Provincial de Teruel, y de la dirección facultativa, el director del Museo de Teruel, en dotar y exigir una excavación arqueológica de calidad.


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Figuras 17 y 18. Proceso de excavación.

Figuras 20 y 21. Aspecto final de la excavación con la superficie de las fosas de enterramiento. Figuras 19. Proceso de excavación. La excavación arqueológica en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel, Aragón) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

7. CONCLUSIONES

8. FICHA TÉCNICA

La excavación arqueológica desarrollada en el cementerio de la Baronía de Escriche ha permitido identificar una buena parte de la evolución histórica del edificio –al menos en lo que afecta a nivel del subsueloy confirmar que los elementos constructivos que se conservaban a la vista pertenece a la antigua iglesia de la Epifanía, conocida a partir de la documentación escrita. Este templo, erigido probablemente a partir de mediados del siglo XIII como parroquia de la aldea de Escriche, constituye un extraordinario testimonio de iglesias levantadas tras la conquista aragonesa, puesto que ha conservado su aspecto originario sin apenas modificaciones.

- Tipo de actuación: Excavación arqueológica

Por otro lado, y quizás tiendo una mayor importancia, el enorme conjunto funerario recuperado, tanto de restos antropológicos como de objetos de ajuar, constituye un extraordinario testimonio histórico de la población masovera que cultivó las tierras de propiedad señorial y, gracias a su esfuerzo, contribuyó mediante los tributos exigidos a la financiación de los grandes monumentos, como palacios, castillos, iglesias y monasterios.

- Directores: Antonio Hernández y Jesús Franco - Director facultativo: Jaime Vicente Redón (director del Museo de Teruel) - Empresa adjudicataria: Acrótera Gestión del Patrimonio - Resto del equipo: Lorena Hernández y Patricia Hernández, auxiliares de excavación; Belén Gimeno, antropóloga; Mª Pilar Castellano, restauradora. - Nº expediente: 123/12/2013 - Fecha de la actuación: septiembre de 2013-enero 2014 - Promotor: Sociedad Baronía de Escriche, S. L.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Lopez Rajadel, F. (2016): Libro del linaje de los Marcilla, señores de Escriche, Monografías turolenses, 11, Teruel. Hernando, P.L. (2004): “Iglesias medievales de una nave con ábside semicircular en la provincia de Teruel”, Studium: Revista de humanidades, 10, pp. 112-134.


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Figura 22. Planimetría de la iglesia con todos los enterramientos documentados. La excavación arqueológica en la antigua iglesia de la Epifanía y cementerio de la Baronía de Escriche (Corbalán, Teruel, Aragón) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA


ESTUDIO ARQUEOLÓGICO EN LA IGLESIA DE SAN ANTÓN (Y ANTIGUA SINAGOGA) DE HÍJAR (TERUEL) ARCHAEOLOGICAL STUDY IN THE CHURCH OF SAN ANTÓN (AND OLD SYNAGOGUE) OF HÍJAR (TERUEL)

Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo Acrótera Gestión del Patrimonio Autor de contacto/Contact author: Antonio Hernández Pardos, arqueoantonio@acrotera.net

RESUMEN La iglesia de San Antón de Híjar (Teruel, Aragón) está situada en el antiguo barrio de la Judería de esta localidad, y se considera heredera de la antigua sinagoga medieval, aunque con pocas evidencias que avalen esta tradición. En enero-febrero de 2017, se ha realizado una excavación arqueológica en el interior del edificio, previamente al inicio de las obras de restauración del monumento. Como resultado, se han localizado restos constructivos que pueden ser identificados claramente como pertenecientes a la bimá, el estrado elevado desde el cual se lee la Torá: su base y dos escalerillas de acceso. Corresponde a uno de los elementos fundamentales en el ritual judío que se desarrolla en el interior de la sinagoga, el cual cuenta con interesantes representaciones en miniaturas medievales. Además, se ha constatado la existencia de un asentamiento previo de carácter urbano, fechado entre los siglos III a. C. y I d. C, desconocido hasta el momento. Tras el reciente hallazgo arqueológico de la judería de Lorca (Murcia) y Molina de Aragón (Guadalajara), los restos arqueológicos de Híjar constituyen un excepcional testimonio material de la sociedad judía medieval en la Península Ibérica, además de una de las evidencias arqueológicas más importantes de Sefarad en el actual Aragón. PALABRAS CLAVE: Híjar; Sinagoga; Arqueología; Bimá; Edad Media; Aragón.

ABSTRACT The church of San Antón de Híjar (Teruel, Aragón) is located in the old Jewish quarter of this town, and is considered heir to the old medieval synagogue, although with little evidence to support this tradition. In January and February 2017, an archaeological excavation has been carried inside the building, prior to the beginning of the restoration works of the monument. As a result, constructive remains have been found which can be clearly identified as belonging to the “bimá”, the raised platform from which the “Torá” is read: its base and two access ladders. It corresponds to one of the fundamental elements in the Jewish ritual that takes place inside the synagogue, which has interesting representations in medieval miniatures. In addition, it has been verified the existence of a previous settlement of urban character, dated between the centuries III b. C. and I a. C, unknown so far. After the recent archaeological find of the Lorca (Murcia) and Molina de Aragón (Guadalajara), the archaeological remains of Híjar constitute an exceptional material testimony of medieval Jewish society in the Iberian Peninsula, in addition to one of the most important archaeological evidence of Sefarad in the present Aragon. KEY WORDS: Híjar; Synagogue; Medieval archeology; Bimá; Middle Ages, Aragón.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. INTRODUCCIÓN El municipio de Híjar (Aragón, Teruel) cuenta con un interesante casco histórico, cuyo origen se remonta al siglo XII, como núcleo de repoblación surgido con la conquista feudal. Este núcleo de población experimentará un rápido crecimiento al convertirse en señorío en tiempos de Jaime I, dignificado como ducado en tiempos de Fernando el Católico.

A partir de una escueta referencia documental de 1517, publicada de modo incompleto (LASALA 1953), diversos autores han ubicado la antigua sinagoga en el terreno ocupado actualmente por la ermita (MOTIS 2002). Esta vinculación entre antigua sinagoga y actual ermita se ha ido consolidando en las últimas décadas, llegándose a acuñar, a modo popular, el concepto de sinagoga de San Antón.

Figura 1. Plano de emplazamiento de la ermita (Planimetría de Suelo y Vivienda de Aragón). Uno de los elementos urbanísticos e históricos más interesantes de esta población corresponde a su aljama judía. Si bien todavía no ha sido objeto de un estudio en detalle (MOTIS 1990, 2002), parece que se desarrolló a partir del siglo XIV (CASAUS 1997). A pesar de este carácter tardío, alcanzó un gran desarrollo económico y social durante la segunda mitad de esta centuria, probablemente a consecuencia de la iniciativa del propio señorío de los Fernández de Híjar, llegando a funcionar una de las imprentas más antiguas de la Península Ibérica, desde al menos el año 1485 (BLASCO 2002). Se viene señalando que esta judería bajomedieval corresponde con el actual barrio de San Antón (MOTIS 1997), que se articula en torno a una alargada plaza, en una de cuyos extremos se levanta la ermita dedicada al santo, y a la que se refiere el presente trabajo. Todo este conjunto urbano está declarado como Bien Catalogado desde 2002.

2. OBJETIVOS La motivación de la excavación arqueológica desarrollada en el interior de la iglesia ha sido el proyecto de consolidación estructural del edificio, promovido por Suelo y Vivienda de Aragón. Por ello, la intervención arqueológica ha tenido carácter preventivo, con el objeto y reconocer la estratigrafía y evaluar la incidencia del propio proyecto de obra sobre los posibles restos, y la modificación de aquel.

Figura 2. Fachada principal, tras los trabajos de consolidación (Cristina Bazan).

Figura 3. Interior, con el coro.

3. RESULTADOS A partir de los restos arqueológicos documentados, las referencias documentales y las fuentes iconográficas, se ha esbozado una evolución histórica del espacio ocupado por la ermita de San Antón de Híjar.

3.1. Asentamiento urbano, ss. II a.C. – I d.C. Si bien las estructuras bajomedievales localizadas han impedido profundizar más, aprovechamos las fosas de cimentación para reconocer la estratigrafía subyacente. Los restos más antiguos localizados en el solar intervenido corresponden con dos lienzos de gran envergadura elaborados con grandes bloques de


piedra caliza y arenisca trabados con barro y encajados en zanja de cimentación. Se extienden con una orientación ligeramente N/S y, en el caso del lienzo oriental, recorre todo el solar, llegando a continuar por debajo de las medianeras de la iglesia. Este muro sirve, además, como base para las pilastras de la medianera E del edificio.

3.2. Asentamiento andalusí, s. XI

Estas estructuras se asientan sobre un nivel con cerámica ibérica pintada y campaniense. A su vez, todo el conjunto queda amortizado por otro nivel con terra sigillata hispánica.

3.3. Sinagoga antigua, siglo XIV

La extensión del área y características de los muros corresponden a una estructura urbanística de carácter urbano, lo que indica la existencia de algún asentamiento urbano que se asentó durante los siglos II a. C. y I d. C. –al menos- sobre la muela hoy ocupada por la barrio de San Antón de Híjar. Al respecto, hay que recordar el hallazgo de una inscripción romana localizada en La Puebla de Híjar, en la que cita a la ciudad romana de Osicerda (BELTRAN 1996), lo que permite ubicarla en su entorno, en el yacimiento de La Romana o, tal vez, en Hijar.

Los niveles de amortización y nivelación de las ruinas del asentamiento romano han proporcionado también cerámica andalusí de cocina, común pintada y mesa vidriada, en este caso con dos únicos fragmentos de ataifor carenado, conjunto que no supera el siglo XI.

Sobre dichos depósitos de amortización se construyen varias estancias de planta cuadrada y comunicadas entre sí. La existencia de estructuras posteriores ha limitado la documentación de esta fase, aunque se deduce que acoge los antecedentes constructivos del edificio: el lienzo de sillares y calicanto localizado bajo la sacristía, y el lienzo de tapial y cantos rodados con pilastras adosadas en la medianera N, así como el pavimento inferior. Se trata de un edificio de menores dimensiones que el edificio actual, dotado de un pavimento de argamasa de yeso, el cual va precedido de dos espacios, situados bajo la 4ª crujía del edificio actual, que quizás correspondieron al patio de acceso. En este punto, resulta muy pertinaz recurrir a un permiso otorgado en 1410 por el arzobispo de Zaragoza a la aljama judía de Híjar para la reforma de la sinagoga de Híjar (RIERA 2006, doc. 331), puesto que alude a la existencia de un edificio que se había quedado viejo. En este sentido, la utilización del aparejo de sillares alargados está constatada en el Bajo Aragón durante los siglos XIII y XIV, y encaja en aquella cronología.

3.4. La sinagoga nueva, siglo XV Sobre el parcelario previo y aprovechando algunos de los muros medianeros existentes construidos en la fase precedente, se levanta un nuevo edificio mediante fábricas murarias de tapial de yeso con relleno de piedra, combinado con arcos de ladrillo. El edificio Figura 4. Restos del muro romano bajo el coro.

Figura 5. Cerámica romana.

Figura 6. Cerámica andalusí.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Estos elementos pertenecen, a la tribuna elevada, llamada bimá o tevá, que preside la liturgia judaica, y que pasamos a describir a continuación.

Figura 7. Estructuras vinculadas a la sinagoga antigua. resultante -con una superficie algo mayor que el anterior al incorporar los dos espacios situados al N y que servirían como patio de acceso- presenta una nave única subdividida en cuatro crujías con arcos diafragma apuntados y cubierta de madera a dos aguas. Se trata de un edificio de dimensiones muy respetables, con unas medidas interiores de 15 x 9’4 m y una superficie de 141 m2. La identificación de este edificio como sinagoga se basa en los elementos constructivos hallados en la excavación: un estructura de planta cuadrada y dotada de pilares esquineros para soportar una planta superior de madera, así como el arranque de dos escalerillas de madera, dispuestas de modo enfrentado al N y S de la bimá, y por las que se accedería al estrado.

El tercio central de la crujía está ocupado en su totalidad por esta estructura, conservada en buen estado debido a la calidad constructiva de la misma. Se trata de un espacio de planta cuadrada de grandes dimensiones -6 m2-, dotado de un pavimento de argamasa de yeso de 7 cm. de espesor, del que son reconocibles las diversas tramadas en las que fue ejecutado, UE 097. Estaría rodeado por un murete perpendicular de poca altura. Toda la estructura está levantada sobre una plataforma previa de argamasa de yeso y piedra, y con un acabado horizontal en fino, en el cual se observan las marcas de los dedos de los alarifes, UE 101. Esta cimentación se ve reforzada en las esquinas por sendos bloques de argamasa de planta cuadrada UE 104, de los que se conservan tres excepto en la esquina NO. Además, en el caso de las dos esquinas meridionales, el pavimento 101 muestra dos pequeñas muescas de planta cuadrada perforadas por cuatro vástagos de hierro, a modo de remaches de alguna estructura vertical. Situados en los lados N y S de la estructura cuadrada, se conservan dos pares de improntas sobre argamasa de yeso –una de poste con las esquinas recortadas de 9,5 x 6 cm., y otro de tablero de 4,5 cm. de anchura dispuesto en posición inclinada a 45 º- UE 083. Estas marcas están realizadas en dos emplastes de yeso, con una distancia exterior entre ambas de 86 cm. La impronta oriental ha desaparecido, en parte, por el recorte de la fosa del enterramiento 2. Muestra una orientación de 10º. Corresponden, sin duda, al arranque de una

Figura 8. Restos de la base de la bimá, con el apoyo de los pilares en las esquinas.


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Figura 9. Planimetría de la sinagoga nueva de Híjar, del siglo XV (Antonio Hernández). teniendo una mayor carga simbólica y proyección social (ESPINOSA 2009). Ambos muebles, ubicados en el eje longitudinal de la sala y enfrentados entre sí, ordenan el espacio, lo que obliga a los fieles a ubicarse en los laterales. La bimá se dispone o bien en el centro, o bien retranqueada hacia el extremo contrario al arca. Esta disposición influye en la ubicación del acceso principal, el cual suele situarse en una esquina, alejado desde luego de los dos principales elementos.

Figura 10. Impronta de las escalerillas de acceso a la tevá. escalerilla de madera por la que se accedería al piso superior o estrado de la bimá. La bimá, denominada tevá en los documentos hispanos bajomedievales, corresponde a un estrado elevado habitualmente sobre una tarima desde la que el oficiante dirige la oración, y procede a la lectura de la Ley o Torá, cuyos rollos se extienden sobre una mesa, lo que determina que tenga cierta superficie. Se trata, junto con el tabernáculo o arón-kodes, de los dos principales muebles necesarios para el desarrollo de la liturgia judía. Si bien su solución arquitectónica es algo variada, siempre debe estar sobreelevada para que todos los asistentes puedan ver y oír al oficiante, con una o dos escaleras de acceso y rodeada de una barandilla para reforzar el carácter sagrado. Se trata del elemento que mayor atención tiene, por lo que acaba

Las miniaturas procedentes de las Hagadot sefardíes, un libro litúrgico judío dedicado a la fiesta de Pesah, incluyen varias representaciones del interior de sinagogas. Hay que destacar que en ellas, la tribuna elevada presenta un aspecto poderoso, y concuerda perfectamente con los restos arqueológicos localizados en Híjar. Además, la sala de oración contaba también con un soporte, situado en la segunda crujía y orientado E/O, que quizás soportara una lámpara ritual de aceite, la cual ayudaría a orientar la oración, así bancos de madera, de los que se ha conservado algún impronta en el pavimento. No se han localizado restos del tabernáculo, el cual podría situarse muy probablemente en la medianera sur, bajo el actual retablo mayor de la iglesia, teniendo en cuenta que la ubicación de la bimá en la 2ª crujía obliga a alejar al máximo la situación del arca, y facilitar la distribución de los asistentes. La gran calidad que muestra el pavimento –dotado de piedrecillas a modo de terrazo- en el entorno al actual presbiterio, y la existencia de un murete permiten pensar en esta posibilidad.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

testimonios orales indican que, antes de la restauración de 1950, existían unas ventanas a la altura del coro, que comunicaban con aquella vivienda. También existirían diversas ventanas ubicadas a una altura elevada, que probablemente estarían decoradas, como lo demuestran los fragmentos de yeserías descubiertos. La licencia otorgado en 1410 por el arzobispo de Zaragoza para la reforma de la sinagoga de Híjar, anteriormente citada puede ponerse en relación con la construcción de los restos arqueológicos hallados, puesto que constituyen la transformación del edificio previo. En los depósitos de tierra situados bajo el pavimento, aparte de cerámica romana, se ha hallado algún fragmento de cerámica vidriada de mediados del siglo XIV, término post quem.

3.5. La iglesia mediados siglo XVI-inicios XX

Figura 11. Miniatura de la Hagadá de Sarajevo, con representación del interior de una sinagoga sefardí aragonesa. La composición se completa con el probable acceso principal a la sinagoga, a través del tramo de escalones descendientes situados en la medianera oriental. De este modo, el acceso a la sinagoga se realizaría a través de un callizo o patio trasero -en todo caso no directamente desde la calle o plaza- como es habitual en este tipo de edificio. La sinagoga contaría, probablemente y como ocurre en las sinagogas sefardíes conservadas, con una galería elevada lateral destinada a las mujeres, que quizás podría situarse al N, en el espacio conocido posteriormente como la casa del Rabí. Algunos

Figura 12. Escalones pertenecientes al acceso a la sinagoga.

Tras la expulsión de los judíos, las juderías quedaron en manos de los estamentos feudales, así que la sinagoga queda en manos del señorío de Híjar, el cual acabará destinando el edificio a uso religioso. Conocemos que el duque Luis Fernández de Híjar, en su testamento de 1517, destina una manda piadosa para que se oficiara un misa de réquiem perpetuo “legamos por las dichas ánimas y por la nuestra una misa que se diga perpetuamente cada día en la iglesia que será de San Antonio en la casa que nos havemos dado, y de presente damos, para dicha yglesia, sitiada en la nuestra villa de Ixar, que en tiempo pasado era sinagoga de judios” (LASALA 1953). La conversión de la antigua sinagoga en iglesia supuso el desmantelamiento de los elementos rituales de la sinagoga, pero manteniendo el edificio e incluso respetando la cota del suelo de la sinagoga. No se ha localizado ningún pavimento asociado a esta fase, a excepción del embaldosado de la sacristía y el tramo de escaleras embaldosadas que comunica con la puerta

Figura 13. Hoyos de poste.


renacentista, actualmente tapiada. En ambos casos se ha utilizado el mismo tipo de baldosa rústica, y por estratigrafía se puede fechar a partir del siglo XVII. Para el interior de la iglesia, es muy probable que la iglesia fuera dotada de un suelo de tarima, soportado por bases de madera, para las cuales se abrieron la mayor parte de los hoyos circulares localizados. El uso de varios tipos de hoyos puede indicar la existencia de reformas o sustituciones de dicha tarima. En todo caso, la cota de este pavimento sería -100, coincidente con la cota del pavimento de la sacristía y con el escalón superior de las escaleras de acceso.

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Es a principios de esta etapa cuando se debió construir la portada de arco de medio punto decorado, situada a los pies del edificio, para que se accediera directamente desde la plaza, al contrario de lo había venido ocurriendo un siglo antes en la sinagoga. Desde el punto de vista estilístico, este tipo de arco se puede fechar hacia mediados del siglo XVI. Poco es lo que sabemos de la distribución interior de la iglesia. La iglesia contaba con un altar plateresco, y dos pequeños altares laterales (LABORDA 1980), que se situarían probablemente enfrentados en la 2ª crujía. A esta fase corresponden los tres enterramientos localizados, dos en la 2ª crujía –delante del altar mayor- y otro en la 1ª crujía, en el lado de la Epístola. En los tres casos, las inhumaciones fueron depositadas en fosas, con el cadáver dispuesto decúbito supino con orientación N/S y los antebrazos extendidos en el caso de las tumbas 1 y 2. En el caso 3, el individuo fue hallado decúbito supino con orientación S/N, y los brazos flexionados y apoyados sobre el vientre. Éste último ha proporcionado un pendiente en forma de aro con enganche simple, por lo que se puede pensar que se trata de una mujer. El estado de conservación de todos los esqueletos es pésimo, con un avanzado estado de pulverización. Estos enterramientos constituyen, el testimonio arqueológico más claro del uso del edificio como iglesia, en una etapa temprana, teniendo en cuenta la ausencia de ataúdes. Hacia finales del siglo XVII se añade la estancia de la sacristía, ocupando un solar trasero que venía siendo utilizado como corral, pero que probablemente formó parte del patio de acceso a la antigua sinagoga. Los niveles del basurero localizado bajo la sacristía han proporcionado cerámica de los siglos XVI-XVII, de procedencia zaragozana, muelense y turolense.

3.6. Durante la Guerra Civil 1936-1939 La iglesia de San Antón sufre el saqueo e incendio del mobiliario por parte de las columnas milicianas que llegaron desde Cataluña en agosto de 1936, dentro del saqueo al cual sometieron a los edificios religiosos, así como los archivos. Es muy probable que, a partir de entonces, el edificio fuera reocupado y destinado a

Figura 14. Portada de la iglesia, del siglo XVI, tras los trabajos de consolidación.

Figura 15. Cerámica del siglo XVII hallada bajo la sacristía. otros usos vinculados con la colectivización que se puso en marcha meses después. Al respecto, conocemos que el 5 de junio de 1937 el Ayuntamiento acuerda ceder el local de la ermita como escuela, que se llamaría “Casa de la Joven Antifascista” (LABORDA 1980, p. 334). No descartamos que alguno de los hoyos alineados pueda corresponder a esta etapa, a subdivisiones del espacio interior de la antigua iglesia.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Figura 16. Planimetría de la iglesia en época moderna. El 13 de marzo de 1938 la población fue ocupada por los nacionales, después de un bombardeo que se ensañó especialmente en el barrio de San Antón, cayendo algún proyectil en el interior del templo, a consecuencia del cual se derrumbaron varios tramos de la cubierta mudéjar de la techumbre. Es probable que los dos proyectiles de fusil pertenezcan a este período.

reabre la iglesia inaugurándose el nuevo altar mayor para la festividad de San Antón (LABORDA 1980).

El aspecto que presenta actualmente la iglesia es consecuencia de la restauración llevada a cabo en la postguerra, hacia finales de los 40 e inicios de los 50, en todo caso con anterioridad al añ0 1951, cuando se

Si bien no contamos con referencias documentales acerca de estas obras, la documentación arqueológica permite situar en este período la reparación generalizada de los muros mediante engrosamiento interior y zanja de cimentación, el refuerzo del arco diafragma septentrional, la reparación del coro, y la colocación del pavimento de tarima sobre una gruesa capa de escombro generado durante las obras, que cubrían el último nivel de suelo. Entre el material recuperado, destacan dos proyectiles de fusil –sin disparar-, así como restos de varios elementos de papel: una hoja de periódico, y varias cajetillas de fósforos.

Figura 17. Proyectiles relacionados con la Guerra Civil.

Figura 18. Cajetillas de fósforos, primer tercio siglo XX.

3.7. A partir de 1945


4. CONCLUSIONES

5. VALORACIÓN

Los restos arqueológicos hallados en el subsuelo de la iglesia de San Antón de Híjar son de un enorme valor histórico y patrimonial, puesto que constituyen unas evidencias materiales muy claras de una sinagoga medieval, con la posibilidad –pendiente de documentar arqueológicamente y confirmar- de que el edificio de la iglesia pertenezca también a la sinagoga. De las sinagogas que conservan restos materiales en Aragón, el caso de Híjar constituye, hasta el momento, el único ejemplo que conserva restos arqueológicos contrastados y que aportan escasas dudas, aspecto que le aporta una enorme relevancia. Si bien se ha planteado la posibilidad de que algunos restos arqueológicos o edificios localizados en otras localidades que contaron con poderosas juderías, como Calatayud o Uncastillo, puedan pertenecer a una sinagoga, también plantean numerosas dudas.

La intervención arqueológica referida finalizó a mediados de 2017. Constituye un buen ejemplo de la arqueología preventiva desarrollada en Aragón y vinculada a proyectos de restauración de edificios del Patrimonio Histórico-Artístico. Teniendo en cuenta los resultados, su interpretación y la valoración patrimonial dada, el Informe emitido propuso llevar a cabo varias medidas a corto plazo, dentro del proyecto de consolidación estructural del edificio:

El caso de Híjar (Teruel) constituye, junto con los ejemplos de Lorca (Murcia) y Molina de Aragón (Guadalajara), uno de los escasos testimonios arqueológicos de sinagoga peninsular de época medieval. En el caso de Lorca, llama la atención no solo la semejanza arquitectónica con la de Híjar, puesto que ambas responden a un mismo esquema constructivo, sino también las similares dimensiones, alrededor de 150 m2.

-el control y seguimiento arqueológicos en paramentos y cubierta durante la ejecución de las obras, para documentar fábricas, vanos ocultos y evolución constructiva.

Además, la existencia de un asentamiento urbano de época ibero-romana situado bajo el casco urbano de Híjar –o al menos, en la barriada de San Antón o judería-, constituye toda una novedad de gran interés, puesto que la ciudad romana de Osicerda parece situarse en algún punto todavía no aclarado de las localidades de Híjar y La Puebla de Híjar.

En el momento de cerrar este artículo, está previsto que se inicien las obras previstas en la ermita, que deberían conducir a recuperar la antigua sinagoga de Híjar, excepcional referente de nuestra memoria.

Figura 19. Vista general de los restos arqueológicos desde lo alto del coro: base de bimá y fosas funerarias.

- la cubrición del suelo y la protección de los restos arqueológicos de cara a las obras previstas - la instalación de un pavimento de madera, ligero y de carácter reversible, que permita dar un uso al edificio tras su consolidación, y, a medio plazo, poner en valor los restos arqueológicos, o incluso continuar la excavación arqueológica.

Finalmente, y a medio plazo, y una vez finalizadas las obras de consolidación del edificio, será necesario abordar la continuación de la investigación arqueológica y la revalorización de la antigua sinagoga, y del asentamiento de época romana.

Figura 20. Aspecto interior de la sinagoga, tras los trabajos de consolidación.

Estudio arqueológico en la iglesia de San Antón (y antigua sinagoga) de Híjar (Teruel) Antonio Hernández Pardos y Jesús G. Franco Calvo

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

6. FICHA TÉCNICA -Tipo de actuación: Excavación arqueológica. -Directores: Antonio Hernández y Jesús Franco. -Empresa adjudicataria: Acrótera Gestión del Patrimonio. -Resto del equipo: Cristina Bazán y Almuayad Royo, auxiliares de excavación. -Nº expediente: 009/2017. -Fecha de la actuación: enero-febrero de 2017. -Promotor: Suelo y Vivienda de Aragón, S.L.U.

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AGRADECIMIENTOS En primer lugar, hay que agradecer a Suelo y Vivienda de Aragón, empresa pública del Departamento de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, el habernos confiado la dirección y ejecución de la intervención arqueológica.

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EL ALFAR DE LA CALLE CORREDERA DE LORCA: PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIÓN THE ALFAR OF LORCA´S CORREDERA STREET: PERSPECTIVES OF INVESTIGATION

José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar y Juan Gallardo Carrillo Patrimonio Inteligente Autor de contacto/Contact author: José Manuel Crespo Valero, jmcrespo@patrimoniointeligente.com

RESUMEN La excavación preventiva, efectuada en la calle Corredera esquina Terrer Leonés del municipio de Lorca, permitió documentar, bajo niveles contemporáneos y modernos, la presencia de un complejo alfarero que conservaba numerosas infraestructuras para el desarrollo de esta actividad artesanal. Si bien la configuración del área de excavación en forma de “L” no ha permitido la excavación total del taller, se han podido constatar restos pertenecientes a distintos espacios de la factoría, delimitados algunos por muros de tapial de tierra, así como restos de una pileta para decantación de arcilla, dos zonas de torneado, una zona de secado de piezas previo a la cocción, un horno, y un testar. Algunas estructuras sufrieron importantes daños por las remodelaciones de periodos posteriores, otras estructuras se han preservado en perfectas condiciones por este mismo hecho. Tal es el caso de horno, el cual se ha mantenido prácticamente intacto gracias a la existencia de un suelo empedrado situado en su parte superior. El estado de conservación del alfar ha permitido constatar que su abandono se produce en un momento en el cual se encontraba pleno funcionamiento, ante la existencia de materiales propios del proceso de trabajo tanto en la pileta de decantación como en la zona de secado de materiales y, por supuesto, en el interior del horno, donde se han documentado fases diferenciadas de uso, así como distintas remodelaciones y abandonos con piezas adscritas a distintas franjas cronológicas. El gran volumen de materiales obtenido de su interior se encuentra actualmente en proceso de estudio por medio de la realización de una tesis doctoral, en la cual se están aplicando nuevas tecnologías de representación gráfica en tres dimensiones.

PALABRAS CLAVE: Arqueología de la Producción; Alfar; Cerámica; Hornos; Tornos; Lorca.

ABSTRACT The preventive excavation, carried out in the street Corredera Terrer Leonés corner of the municipality of Lorca, allowed to document, under contemporary and modern levels, the presence of a potter complex that preserved numerous infrastructures for the development of this artisan activity. Although the configuration of the “L” shaped excavation area has not allowed the total excavation of the workshop, it has been possible to verify remains belonging to different spaces of the factory, delimited some by mud walls, as well as remains of a decanting basin for clay, two areas for turning, a zone for drying pots before cooking, a kiln, and a dump area. Some structures suffered major damage due to the remodeling of later periods, other structures have been preserved in perfect conditions by the same fact. Such is the case of pottery kiln, which has remained practically intact thanks to the existence of a paved floor located at its top. The state of conservation of the pottery has allowed to verify that its abandonment occurs at a time when it was fully operational, given the existence of materials specific to the work process in both the decanting basin and the drying area of ​​materials and, of course, inside the kiln, where distinct phases of use have been documented, as well as different remodeling and abandonment with pieces attached to different chronological strips. The large volume of materials obtained from its interior is currently being studied by means of a doctoral thesis, in which innovative technologies of graphic representation in three dimensions are being applied.

KEY WORDS: Archaeology of production; Potter’s workshop; Pottery; Kilns; Potter’s wheel; Lorca.

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

1. INTRODUCCIÓN Los trabajos de excavación arqueológica se efectuaron en el solar situado en la calle Corredera número 34, alcanzando por su parte sur la calle General Terrer Leonés (Manzana 48, Finca 4). La necesidad de esta intervención viene justificada por la construcción de los sótanos de un nuevo edificio. El área de excavación se emplaza en zona de interés arqueológico, tal y como viene especificado en la ficha del Plan Especial de Protección y Rehabilitación del municipio de Lorca.

2. OBJETIVOS A lo largo de los últimos años, en el área en el que se enmarca el solar, se han efectuado numerosas intervenciones arqueológicas, con diversos resultados, que han permitido marcar las diferentes funcionalidades que ha tenido este sector de la ciudad desde la Edad del Cobre hasta la actualidad, y su uso en cada uno de los momentos culturales. Por ello, esta intervención pretendía completar la información arqueológica existente en este emplazamiento y ponerla en relación con las coetáneas. Al tratarse de un emplazamiento urbano, reutilizado desde el calcolítico, existían distintos objetivos científicos dependiendo de la cronología que nos encontrásemos, ya que, por ejemplo, el solar se encuentra en una zona limítrofe con el cementerio de época tardoantigua, del cual no se sabe a ciencia cierta su extensión y del cual han aparecido restos en solares cercanos. Los restos más importantes aparecidos en la parcela se corresponderían con un centro de producción alfarero que debió tener un periodo de uso bastante prolongado en tiempo, abarcando desde el siglo XII hasta el momento de abandono, con la conquista cristiana de la ciudad a mediados del siglo XIII. La documentación de este obrador, es significativamente interesante al contraponerlo con la información arqueológica existente de este periodo en el entorno. La historiografía ha considerado esta zona, en esta cronología, como una zona de relacionada con la actividad alfarera, fundamentalmente por la presencia de numerosos testares, zona de desechos de producción, y de los cuales se tiene bastante información de las producciones que se efectuaban en la Lorca del siglo XII y XIII. Sin embargo, la información acerca de infraestructuras de producción en esta zona es muy escasa, mal estudiada o incluso no publicada. Solo se conoce la aparición de otros dos hornos de barras, de los cuales solo existe la fotografía de uno de ellos. Por lo que la información que hemos obtenido supone la posibilidad de empezar a estudiar otros campos hasta el momento

Figura 1. Planta de la ubicación del solar

desconocidos en la localidad como es el de los centros centros productivos.

3. METODOLOGÍA La intervención arqueológica se realizó en open area hasta agotar el depósito sedimentario antrópico, excepto en el margen de seguridad contiguo al bloque situado en la parte suroeste, que se efectuó la excavación por medio de bataches, si bien los límites del solar impidieron completar la delimitación total de la superficie del alfar. Documentamos restos estructurales de 4 fases cronológicas diferentes: época contemporánea (siglos XXI y XIX), época moderna (siglos XVIII y XVI), época almohade (siglos XII y XIII) y calcolítica (III y II milenio a. C.). Si bien, los más relevantes serían los datados en época islámica con el hallazgo de un alfar alfarero en condiciones bastante aceptables.

4. RESULTADOS 4.1. Época contemporánea y moderna De época contemporánea pudimos documentar los restos pertenecientes a dos viviendas dispuestas en la parcela previamente a la demolición. Se ubicaban siguiendo el trazado de las calles Corredera y Terrer Leonés. La parte oriental de la parcela estaría compuesta por un patio con algunos elementos como pequeños depósitos, o almacenes, realizados en cemento, si bien los muros de la vivienda están realizados en mampostería con aglutinante de mortero de cal. Esta vivienda estaba cimentada sobre estructuras más antiguas pertenecientes a una vivienda del siglo XVIII y XIX, donde se documentaron diferentes estancias y restos de hogares.


Los espacios de la parte sur del solar tienen forma rectangular, si bien uno de ellos, denominado espacio 29, situado en la parte este, se documentó en sus cuatro muros. En el espacio 30 no pudo documentarse completamente el cierre, además de ubicarse el torno de este sector y parte del secadero, por lo que la hipótesis de que se trate de un espacio abierto. La parte situada al norte de estas habitaciones se encontraba muy arrasada, si bien es interesante la existencia de material de origen aluvial y pequeños cantos rodados, lo que viene a indicar la existencia de cierto cauce de agua superficial en esta zona y que alcanzaría, dependiendo de la época, parte del solar. Esta información es fundamental para conocer el porqué del establecimiento de un obrador en esta zona y de un barrio alfarero, la presencia más o menos continua de pequeños cauces de agua. Figura 2. Imagen cenital del área de los restos de la fase contemporánea.

La construcción de esta vivienda alteró significativamente las estructuras pertenecientes al alfar islámico, debido a los diversos pozos ciegos que efectuaron en el solar.

4.2. Época medieval islámica De este periodo pudimos documentar la existencia de un complejo alfarero. el alfar formaría parte de uno de los obradores que se ubicarían en este barrio, ya que se ha podido documentar un muro de cierre del recinto realizado en mampostería trabada con barro de un metro de anchura, que marca una separación entre lo que sería el obrador y la calle de Terrer Leonés. Este muro, del cual se conservaba escasa potencia por las alteraciones de épocas posteriores, es tipológicamente distinto a los presentes en el obrador, ya que todos están realizados con tapial de tierra. En el interior del obrador se nos marcan dos zonas diferenciadas. Una ubicada en la parte sur del solar, en la que se documentaron dos estancias realizadas en tapial de tierra relacionadas directamente con un torno, una zona de secadero y el horno; y otra zona emplazada en la parte noroeste del solar donde se documentaron otras dos estancias, con la misma técnica constructiva, que contaría con la presencia de otro torno de alfarero. Las zonas se encontrarían separadas por un muro de tierra de 5,20 metros de longitud, que se encontraba seccionado por la fosa de cimentación de la casa del siglo XIX, circunstancia que impidió observar la anchura del mismo y sus posibles cambios de sentido. Resulta significativo que en su línea de desarrollo se encuentra la pileta de decantación, por lo que estimamos que el muro no la alcanzaría.

Los espacios situados en la parte norte del solar se encontraban muy arrasados por las construcciones contemporáneas, por lo que fue imposible documentar la forma completa de los mismos, si bien es cierto que su funcionalidad podría ser de uso doméstico. Además, se documentó un reposadero excavado en el nivel geológico recubierto por una fina capa de argamasa. Los muros de todas estas estancias del interior del obrador están realizados con tapial de tierra, llegando a conservarse hasta 60 centímetros de altura, siendo la anchura de estos de 50 centímetros. Otro de los restos pertenecientes al alfar es la pileta de decantación de la arcilla. La estructura se encontraba seccionada por un pozo ciego contemporáneo, sin embargo pudimos tomar suficiente documentación para afirmar algunas de sus características como su forma ovalada, su altura, así como recuperar sedimento arcilloso que todavía contenía.

Figura 3. Planimetría del recinto Alfarero.

El alfar de la calle Corredera de Lorca: Perspectivas de investigación José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar y Juan Gallardo Carrillo

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3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

Además, pudimos documentar la existencia de dos tornos alfareros, cada uno dentro de un espacio que probablemente se encontraría cerrado. Cada uno de ellos estaría realizado mediante una fosa cilíndrica excavada en el suelo. Aparecieron con una deposición de tierra negruzca con carbones, muy probablemente procedentes de los maderos que se quemarían en la cámara de cocción del horno y que se abocarían en el momento de abandono del alfar. Abandono parece que inesperado en vista de que, como veremos más adelante, el alfar se encontraba en pleno funcionamiento. Tipológicamente, ambos se tratarían de tornos rápidos de inercia de base semiexcavada, del tipo de Paterno y Manises, pero sin torno fijo. Ambos tornos tendrían un diámetro aproximado de 1,5 m. La zona de secado poseía una superficie rectangular y se encontraba dispuesta en sentido norte-sur. Su parte occidental se adapta al nivel geológico formando una superficie continua entre pared y suelo. Su superficie está realizada mediante capas de arcilla grosera, seca y apisonada de color rojizo, donde se documentaron partes de cerámica sin cocer en posición, además de observarse la impronta de piezas que no se han conservado. El elemento más significativo de cualquier alfar es el horno, ya que en su interior se produce la trasformación de la materia prima en el elemento rígido que conocemos. El horno aparecido en nuestro solar pertenece tipológicamente al grupo denominado como horno de barras. La construcción de este tipo de hornos requiere la realización previa de una fosa para construirlo dentro de ella. En nuestro caso, el horno se localizaría en la parte central y está ubicado utilizando

Figura 4. Fotografías del torno 1.

una fosa preexistente, cuya funcionalidad original consistía en un enterramiento múltiple de época calcolítica. Este tipo de hornos es bastante peculiar, ya que no se identifica con los convencionales divididos verticalmente en dos zonas, cámaras de fuego y de cocción separadas por una parrilla, sino que la cámara de fuego está adjunta a la de cocción, y con el mismo acceso para ambas desde el pozo de la cámara de fuego. Las dimensiones completas del horno son desconocidas. Únicamente pudimos documentar la cámara de cocción donde se encuentra la carga de materiales. Faltaría por documentar la boca del horno que se encuentra bajo el solar contiguo, y que suele tener entre un metro y metro y medio de longitud y suele ser de planta rectangular. La cámara de cocción es de sección circular, de 2,05 metros de diámetro interior, y una altura conservada de 2,20 metros, por lo que la altura de este horno sería mayor que otras documentadas en la península Ibérica. Con la excavación y el desmontaje de este horno obtuvimos información muy valiosa para la reconstrucción edilicia y las fases constructivas. La forma del horno en altura es ovoide, siendo la base más estrecha que el cuerpo medio. La cubierta no se conservó ni apareció en el derrumbe interior. Su construcción se realizaría por medio de un encintado de ladrillos de barro, que se colocarían a contra tierra. Esta capa de ladrillos de barro posee un grosor de 20 centímetros, y la cara que posteriormente sería la cámara se encontraría totalmente alisada. Sobre esta superficie se colocarían otros ladrillos de barro que formarían los diversos bancos corridos y que funcionarían como estantes de las barras, quizás las más largas, para colocar las piezas más grandes y pesadas o para diferenciar cada altura por tipos cerámicos. Posteriormente se aplicaría una nueva capa de barro que recubriría todo el interior del horno y donde suelen ser visibles las huellas de la herramienta para el alisado interior. Esta pared del horno está formada por una aplicación de barro bien decantado, sin impurezas demasiado llamativas y de un notable color rojizo, causado por la alteración térmica, y posee una dureza considerable. El enlucido de las paredes del horno se efectuó con una capa muy diluida y decantada de arcilla, con un grosor muy fino. En las paredes se conservan hasta cinco hiladas de orificios circulares, separadas en altura entre 34 y 40 centímetros. El diámetro de estos orificios se sitúa entre 4 y 6 centímetros. Estos orificios servirían para colocar los rollos o barras de alfar. Las separaciones entre estos agujeros oscilan entre los 3 a los 6 centímetros. Se realizarían cuando el repellado de barro se encontraba fresco, lo que facilitaba la fácil penetración de las barras sobre la pared.


253 Figura 5. Sección del horno de barras. De la cubierta no se han encontrado restos, ni en el derrumbe de barras que se encontró en el interior, por lo que desconocemos el número de chimeneas que pudo tener. El fondo de la cámara de cocción ofrece una forma acampanada, a fin de permitir la acumulación de cenizas hacia la concavidad. El horno fue excavado siguiendo la secuencia estratigráfica que se iba presentando y en sección, dividiendo el horno en dos. De esta forma pudimos documentar en su interior la siguiente secuencia: En primer lugar un suelo de época moderna y un muro de mampostería del siglo XVIII, que sirvió para sellar los restos, al menos hasta donde no necesitaron desmontar, ya que en torno a la ubicación del horno, y en contextos de dicho periodo se documentaron numerosos restos de barras de alfar. Este suelo fue realizado mediante un empedrado y el muro de mampostería se ubicaba sobre la pared norte del horno. A continuación, un importante derrumbe de barras de alfar, de 60 centímetros de longitud, con escasos fragmentos cerámicos. En tercer lugar una serie de 9 lechadas donde se sucedía una capa de carbones, de color negro, con algunos fragmentos de cerámica, y una capa compuesta de paja quemada con numerosos restos cerámicos. Esta secuencia se repetiría hasta casi la base del horno y se correspondería con la última cocción y producción del horno. Luego, un derrumbe de material constructivo, perteneciente a una fase en la que el horno sufre una importante remodelación. Finalmente, una nueva serie compuesta por 2 lechadas, de los estratos de carbones y la capa de paja quemada. Con esta secuencia, así como con el desmonte del horno pudimos observar que, en un momento dado del siglo XII, este horno, que ya se encontraba en uso, sufre una remodelación que provoca que una de las bancadas cambie de altura y la realicen más arriba. También es significativo que los desperfectos que sufrió el horno no fuesen retirados y quedasen sobre el suelo. El último elemento perteneciente al alfar se trataría de un pequeño testar, del que se recogieron piezas con defectos de cocción.

Figura 6. Vista del interior del horno.

4.3. Edad del Cobre De la fase prehistórica registrada en el solar, fechable en época calcolítica, se documentaron en total tres fosas con distintos usos. Una de ellas, situada en la parte sur del solar, tuvo como función la de ser un vertedero, encontrándose en ella restos cerámicos adscritos a esta cronología; en una segunda fosa, bastante pequeña situada en la parte central del área de excavación, se halló un enterramiento infantil con presencia de ajuar compuesto por algunas cerámicas y un fragmento de cuarcita; y una tercera fosa, que fue documentada bajo el horno, ya que para su construcción en el siglo XII aprovecharon el lugar. La funcionalidad de esta última fosa fue la de enterramiento múltiple compuesto por cinco individuos, dos infantiles y tres adultos, con numerosos restos cerámicos y restos también de fauna.

5. CONCLUSIONES La excavación arqueológica en este solar de la calle Corredera esquina con Terrer Leonés, ha permitido documentar un importante complejo alfarero, donde se aprecian prácticamente todas las infraestructuras necesarias para la elaboración de cerámica. Se trata de un obrador que tuvo una larga vida, con numerosas modificaciones y mejoras de sus infraestructuras, como se puede ver en el caso del horno, y que tiene relación directa con otros elementos productivos del entorno. Este complejo alfarero pertenece a una zona de arrabal en la que podemos decir, cada vez con mayor seguridad, que no hay una producción testimonial, sino importantes complejos alfareros que servirían para nutrir tanto a las necesidades locales como a requerimientos de poblaciones cercanas, y los estudios arqueométricos servirán, como se observa para el caso de otros enclaves, como Paterna, Málaga o

El alfar de la calle Corredera de Lorca: Perspectivas de investigación José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar y Juan Gallardo Carrillo


3. ARQUEOLOGÍA PREVENTIVA

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Figura 8. Plano de las distintas áreas que componen el complejo alfarero.

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El alfar de la calle Corredera de Lorca: Perspectivas de investigación José Manuel Crespo Valero, Celso M. Sánchez Mondéjar y Juan Gallardo Carrillo

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