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DE CUARENTENA SOBRE LA FOTOGRAFÍA

APOCALÍPTICOS
PENSAMIENTOS

Recopilación: Cecilia Estalles foto de tapa y contratapa: Benetton Foto de interior: BLACK FACE PERFORMERS Buenos Aires, 11/08/2020

#3 - ESTO JAMÁS SERÁ UN FOTOLIBRO

#3 ESTO JAMÁS SERÁ UN FOTO LIBRO

Introducción TRAP...............................................................................................................p. 3 Por Ceci Estalles

Bajo el lente del blanqueamiento............................................................................ p. 5 a 8 Por Mayra Da Silva (Uruguay)

Romina Luna..........................................................................................................................p. 9 a 10

Acerca de los usos utilitarios del arte y otras reflexiones odiosas ................. p.11 a 14 Por Inmensidades

¿Qué significa ser vistx? fotografía y visibilidad queer ..............................................p. 15 a 17 *Por Luis Juárez

Para que desaparezcan las distancias................................................................p. 19 a 24 *Por Florencia Mamaní

Introducción Trap

Ridiculxs

Predecibles Institucionalizadxs Acartonadxs

Parecidxs Libreto en mano Amantes del buen arte Incoloros

Insípidos Aburridxs Sonrientes Críticxs Academicxs Buena onda Educadxs Aburridoh Categóricos Diseccionadores lame anos del jefe Sin humor Sin gusto y sin olfato Hay que hacerles hisopado

Una especie rara como Une hije de milei con majul Y nos juran ser lo cool

disfraz de teletubi triste No sé cómo subiste pero sé como bajarte, solo falta que me harte

Para mí es un halago y un honor no encajar en el arte de los pakis todo siempre tan vulgar.

Bajo el lente del blanqueamiento

*Por Mayra Da Silva

Las desigualdades que sufren las personas afrodescendientes –en un contexto mundial de tensiones, conflictos e incertidumbres que se evidencia– parece que los mass-media sólo logran visualizarlas cuando el racismo y la discriminación terminan con la vida de un afrodescendiente.

Sobredosis visual en las redes sociales que arrastra a muchísimas personas a un mar de consumismo y ahogan en señales de tímida empatía con la lucha antirracista.

¿Qué sucede cuando el tema en boga pasa de moda? ¿Seguimos usando el #?

Entonces, este es el momento en el que también me pregunto: ¿Qué tan capaces somos de sostener esta lucha antirracista, cambiar las concepciones eurocéntricas dominantes y llevar adelante nuevas formas en nuestro accionar?

Comprender la reivindicaciones de los diversos movimientos afro e indígenas, es saber que estas comunidades se encuentran en una situación sistémica de desigualdad y desventaja, mientras que otras comunidades, tienen menos obstáculos para alcanzar sus logros.

Los indicadores de educación, vivienda, salud, y acceso al mercado laboral en la población afrodescendiente evidencian la existencia de desigualdades respecto a la población no afrodescendiente; bajos resultados educativos, trayectorias laborales inestables, altos niveles de pobreza, precarización laboral, desigualdad racial y discriminación étnica son componentes que determinan la (im)posibilidad que tienen de ocupar y acceder a determinados espacios.

Este es un fenómeno complejo y está envuelto en la herida colonial, originada en la trata esclavista, con consecuencias y daños por reparar hasta la actualidad en las comunidades afrodescendientes y también en las indígenas, encontrándose ambas en situación desfavorecida.

En el ámbito nacional, se pueden reconocer esfuerzos y logros en materia de acciones afirmativas y políticas públicas focalizadas en la población afrouruguaya, con cambios pendientes y la necesidad de intensificar estas políticas en materia social, educativa, laboral y cultural.

Las demandas por el reconocimiento como manera de reconstruir la identidad afrouruguaya y los esfuerzos de recuperación de la memoria histórica son procesos comprendidos por la exclusión sistemática de su presencia en el ámbito público, donde prima «lo blanco y culto» ligado a las tradiciones culturales coloniales y establecido como modelo hegemónico.

Por ejemplo, la escena del arte contemporáneo, tan políticamente correcta, presenta grandes lagunas en relación a un pensamiento crítico sobre esta condición hegemónica, por lo que aún persisten narrativas excluyentes que imposibilitan la representación de otros cuerpos fuera de la cristalización folcklorizante.

Entonces, podemos afirmar que la poca presencia de les artistas afrodescendientes en el circuito del arte y la fotografía contemporánea en Uruguay y América Latina, puede ser entendida como el resultado de un conjunto de múltiples factores sociales, económicos, políticos y culturales que excluye a quienes no pueden ser reducidos a este «modelo blanco».

Muchas veces estos espacios están sostenidos por estructuras de posicionamiento y jerarquización, que además son reservados para un «cis tema» blanco y heteronormativo, que está legítimamente instaurado.

Las personas afrodescendientes no dejan de ser representades bajo un lente difuso y un discurso incorrecto, que intenta borrar la historia a través de una narrativa colonialista y estereotipada donde se continúa produciendo conocimiento incoherente y cómodo para este tipo de relato cultural.

No hay posibilidad de pensar el campo de las artes visuales al margen de procesos históricos y se hace urgente establecer un cambio en el paradigma establecido, que permita problematizar un debate profundo en las artes visuales.

Dar lugar a otras (nuestras) narrativas para que dinamicen, activen y tejan procesos que dejen de ser construidos por una mirada complaciente con las opresiones y la interseccionalidad en relación género, raza, territorio y clase, y que fortalezcan las perspectivas étnico raciales para habilitar nuevos discursos y formas de producción.

Encontrar nuestros cuerpos en colectivo y en un estado de duelo constante, nos confirma la necesidad de romper las connotaciones negativas sobre nosotres y reafirmar el impulso de un pluralismo que radique en una constante transformación social y que evidencie que somos nosotres quienes tenemos que contar nuestras historias, y así elevar el discurso invisibilizado durante años.

El desafío es entender la blanquitud y su hegemonía como un sistema de poder y posición social dentro de nuestra coyuntura local y territorial, en tanto se trata de una posición construida a partir del establecimiento de un sistema de privilegios. Plantearse la necesidad de revisar las miradas teóricas, sociales y políticas acerca de la población afro, de tal forma que permitan una mayor y mejor comprensión de las opresiones que las afectan.

Es necesario cuestionar prácticas y representaciones, tenemos la responsabilidad de intervenir y generar un análisis buscando modos de centrar nuestras experiencias para contrarrestar las narrativas que han logrado eliminarlas.

Para eso, es necesario que los museos, las salas expositivas, la academia y las instituciones hagan memoria y generen una mirada crítica, con el propósito de analizar los discursos existentes.

Para eso, es necesario que los museos, las salas expositivas, la academia y las instituciones hagan memoria y generen una mirada crítica, con el propósito de analizar los discursos existentes.

Nos encontramos en la eterna búsqueda de ocupar los lugares alternativos y tomar la calle para desde allí levantar nuestra voz, poder habitar nuestro cuerpo como espacio de memoria y hacer visible lo que está silenciado, oculto, y que actúa como proceso de sanación constante.

De esta manera, el desafío está en trazar nuevas fronteras materiales y simbólicas haciendo hincapié en la acción colectiva, en las experiencias de resistencia heredadas de nuestres anecestres y que hoy reivindicamos con orgullo.

Nosotres les artivistas podemos estimular cambios, pero necesitamos la ayuda y el compromiso de todes.

El día que entre a una sala y los dedos de mis manos ya no me alcancen para contar cuántas personas racializadas nos encontramos presentes, gritaré bien alto: ¡se está haciendo justicia!

* Artista visual, comunicadora, activista. Integrante del Bloque Antirracista de Uruguay.

¿Por qué piensan que somos timidez, retraidxs, vergonzosxs?

Si siempre me/nos retrataste después de robarnos todo, hasta las ganas de sonreír.

Ya no quiero más sonreír a tu camara blancx

Ya no quiero más ser objeto de adorno en tus fotos andinas

Ya no quiero más que me quieras enseñar siempre desde tu mundo colonizador de mierda Dejame aprender con lxs mixs, que tenemos el pasado siempre delante nuestro Estoy harta de NO VERME!!!

De que desprecien mi color en lugares donde ni si quiera me/nos dejarían pasar al baño. Nos quisieron hacer olvidar, borrando nuestros archivos, ¿dónde están nuestras fotos sonrientes sacadas por nosotrxs mismxs?

Estamos acá hace mucho Y no venimos en son de paz

Romi Luna, fotógrafa marrón

Acerca de los usos utilitarios del arte y otras reflexiones odiosas

*Por Inmensidades

Suena por el parlante “Yo no sé si tú mañana me va’ a querer, o si después de hoy te voa’ perder”1. Domingo por la tarde en un recóndito barrio del oeste del conurbano bonaerense. Capas sobre capas de introspección, desmotivación creativa de aislamiento, que las palabras no bajen, que las palabras no se hagan cuerpo. Premisa uno: nadie es inocente. En los 10 años que llevo en el mundo de la fotografía me he encontrado con un gran abanico de situaciones que me hizo conflictuar directamente con las formas y los modos, la gente y las clases, los cuerpos y la ocupación del espacio. De un tiempo para acá muchxs parecían o querían ser aliadxs, pero aliadxs de qué y por qué y para qué. Con esas preguntas suelo comenzar las clases que vengo dando hace un tiempo. Parece muy simple pero no. ¿Por qué empecé a sacar fotografías? ¿Para qué o para quién lo hice? Para no morir, claro, para salir de La Matanza, también, para encontrar amigxs tan freaks como yo que no tengan miedo de acariciar mi estómago con suavidad. Como buena alternapunki amante de la cultura subterránea, los recis de mala muerte, y lxs amigxs encontradxs al márgen, empecé a sacar fotos por las meras ganas de retratar todo eso que no quería olvidar y me hacia salir del lugar social que se me había otorgado: el silencio de ser un cuerpo no muy posible de ser ni de amar. Del punk para acá, mucho amor. Un reci en Merlo al fondo, una caminata de 10 kilómetros drogada en la madrugada, viajes, dedos, cuerpos, carne, sexo, miedos, peligros y alegrías. Personas, muchas personas increíbles, que verles me generaba tanta inspiración como ganas de vivir y de construir junto a ellxs. Ganas de ir construyendo un retrato poético de la vida y el mirar. “Esa nena cuando baila me vuelve loco y yo pago ese show. E’ callaita’ pero la motiva el dembow”2

Un día llegaron las muestras y mis ganas de ocupar la vida que me habían robado. Crecemos, vemos como la inocencia del mundo cae. De pronto somos interesantes para alguien. Está bueno llegar a este punto con las preguntas anteriores respondidas para unx porque sino la vorágine nos puede llevar puestxs. ¿Qué vieron en mis fotos? ¿Cuáles son las intenciones de la gente cuando te invitan a exponer? ¿Vieron amor o solo una buena idea a explotar? ¿Pudieron ver ambas? ¿Para quién o qué queremos explotarlos?

Premisa dos: a la gente le gustan las cosas “lindas”. Hay algo en lo superficial (o profundo) de la estética que muchas veces en mi vida me devolvió las ganas de todo. Pero ¿cómo se mide la estética? ¿a qué estética respondo? Hace poco hablando con una amiga pensábamos formas estéticas no ligadas a los parámetros coloniales. ¿Respondemos a eso? ¿Cómo podría generarse una estética por fuera de la educación del ojo equilibrado con la que venimos? Ese ojo, ¿es un ojo que apunta a un primer mundo o decide recortar los pedazos rotos de este tercer mundo que habitamos con cansancio y cariño? “Tu me conociste arrebatado, la noche prendida los ojos apagado igual sigo confiado que si te llego a besar yo se que tu te vas a estremecer”2 Hace unos años le decía a un amigo que yo bien resentida desconfiaba de todas las grupalidades en las que no había alguien gordx. En muchos espacios del under o de la foto me veía a mi siendo la única con buen passing por piba piola, bonita de cara, graciosa, intensa, blanca. Siempre que señalo algo que me parece mal en los tiempos que corren se que va a haber alguien muy de la buena conciencia que me va a decir que tengo razón y que va a hacer de mi

idea un potencial negocio o mejor aún: un enriquecimiento propio, cultural, sobre el sentir ajeno. Aprendí a moverme con cuidado. Hace unos años siento que algunos espacios del arte nos aceptaron porque tuvieron un devenir United Colors of Benneton, osea, una representación visual de unx de cada etnia, unx de cada género, unx de cada cuerpo, bastante macabra. Obvio igual que Benneton solo contrato personas cis o un estereotipo bien estilizado y andrógino, cero gordxs ni otres diversxs corporales, mientras se encarga de explotar y expropiar territorio Mapuche al sur de nuestra latitud. No sé si el arte me abrió puertas en ese tiro o me la puso más compleja: mi espíritu es porfiado y si abrazan el márgen, yo quiero correrme más al límite.

Premisa tres: lxs fexs no tenemos plata. Un 80% de los artistas que conozco se la pasan presentándose a becas, un 10% las gana. Yo no gané nunca un subsidio, solo una vez una beca que no alcanzaba ni en un 20% para desarrollar la idea (todxs trabajamos gratis) y como el soporte de la idea no les servía pero si el contenido, nos insistieron hasta que cedimos en transformar nuestra propuesta en algo más espectaculizable, por ende vendible.

“Peleamo. Nos arreglamos, nos mantenemos en esa pero nos amamos”3

Hace un tiempo escribí una carta de porque soy precaria y más en cuarentena, estoy hace días revisando el correo para ver si llegaron los resultados, y no. ¿Capaz no soy lo suficientemente precaria? ¿O no soy lo suficientemente artista? Osea monotributo no tengo y la semana pasada se me partieron dos muelas que me las sacaré en una salita pública de Morón Sur en medio de crisis covid. Y creía llevar 10 años dedicándome a generar propuestas visuales, reviendo formas de ver, formas de retratar, formas de exponer, ideas, eso no es un poco el arte? Siempre me pregunto cuáles son los criterios de selección para estas cosas, tal vez el escribir como pienso me juega en contra. O capaz no soy lo suficientemente feminista cliché con mis palabras o no las utilizó para hacer escuchar lo que quieren escuchar, sino otro copy-paste más indignante. Me duele hacer por momentos un producto de mi, tanto que lo hago mal. Por más de ser muy social nunca hago el suficiente lobby como para ser artista de museo en la época que corre. Si total siempre consigo lo que quiero aunque eso sea exigirme hasta el hartazgo las ideas y el cuerpo. Porque lo que quiero tiene que ver con la red y la autogestión, con vivir alejada del centro, con mancharme las manos con tinta serigráfica y fumarme un porrito al sol con quienes me vienen a visitar al taller mientras trabajamos: confío solo en aquellxs que cruzan la general paz y no piden permiso para hacer una muestra okupa en un baño público. Supe fundar una editorial, una productora audiovisual, un archivo, una casa, todxs pobres pero todxs colectivos y con mucha convicción. Yo sé que aunque no tenga el mony, tengo la fuerza necesaria, el poder y las ganas de intentar construir en colectivo de manera horizontal y cooperativista. Pero el problema es que la cosa, osea el arte, y sus lógicas no se trata de mí, se trata de un aparatejo bien complejo y expulsivo que deja a muchos más afuera. Ojalá que si no me dan el subsidio a mí se lo den a alguien que ni siquiera tiene cámara y quiere hacer de su vida algo menos miserable. “¿Por qué sigues con él? Si borracha me confesaste que él no te lo hace bien, tú le calientas la comida, pero él no te sabe comer”4

Invoco la caída de este mundo y el surgimiento de otro, un nuevo mundo que abrace al caos, uno que se mire bien a los ojos, que baile cumbiayregeton en la inauguraciones, pero sin choripanes because ningún animal merece ser muerto para alimento humano. “F5” señorx progresista.

Saco fotos porque la efervescencia de la vida me parece algo muy erótico y también porque no me cabe trabajar para contribuir al capital verticalista ajeno. Yo solita, de La Matanza para el mundo bby.

“Cuando el DJ pone la música, ella baila como nunca. Y ahora al oscuro y sin disimulo. Olvidando las penas la pillé” 5

Playlist

1-Sensualidad de Prince Royce, Bad Bunny, J Balvin 2-Hola de Dalex, Lenny Tavárez y Chencho Corleone 3-Ay vamos de J Balvin 4-Sigues con él de Dímelo Flow, Arcangel, Sech 5-Otro trago de Sech y muchos más.

* Inmensidades, 1992, La Matanza. Fotógrafa documental. Gorda. Bisexual. Punki. Alterna. Antitodo. Editora en Profundo ediciones. Transmite sus conocimientos de autoedición con bajos recursos para fotografxs e interesadxs en las artes visuales, vía virtual (mood covid). Su práctica artística retrata la micropolítica cotidiana de marginadxs sexuales y corporales como un modo de vida posible, atravesado por la amistad, lo erótico, el conurbano, los viajes y las redes afectivas. Integrante del Archivo de Culturas Subterraneas, pasa sus días en el oeste del conurbano bonaerense viviendo en un hogar-taller colectivo haciendo serigrafía y durmiendo con gatitxs y perritxs.

¿Qué significa ser vistx? fotografía y visibilidad queer

Hablar sobre cómo es la fotografía en Argentina es como ir a un túnel sin fin. La verdad que nunca se me dio un espacio para escribir acerca de ello por fuera de Revista Balam, acerca de mis experiencias y de mis realidades en torno a este campo. Así que primero que nada agradezco mucho a Ceci Estalles por crear estos espacios de lucha anti hegemónica, anti machista y anti racista que se vive en este CIStema blanco heterosexual.

Siempre me consideré una persona externa al ámbito o mundillo de la fotografía en Argentina. A medida que me acerco me cuesta creer y relacionarme por fuera de mis proyectos. De adolescente quise pertenecer a estos espacios que en Honduras no encontraba y que pensé que iba a encontrar tras haber emigrado a los 18 años a Buenos Aires. En Argentina pude “salir” del closet o más bien pude reafirmar mi identidad sin miedo. Esto fue gracias a mis amigxs (familia), rotas y bien maricas, la mayoría migrantes que ya no viven más acá y algunxs argentinxs. Siempre me relacioné y me sentí más cómodo con las personas extranjeras, migrantes que con los locales.

¿Por que siempre me consideré externo o digo esto? Porque nunca pude encontrar los espacios que se identificaran conmigo y nunca pudieron representarme. Es por esto que, cómo decía anteriormente en un posteo que hice hace unos días, pienso que el mundo de la fotografía, los espacios de visibilidad, ferias, instituciones, etc, son demasiado heterosexuales y snob. Siempre reducido para un cierto tipo de público tanto de artistas como de audiencia donde no hay lugar para la inclusión de nuestras realidades marginales y disidentes. Espacios donde hay que ser políticamente correcto. Espacios construidos y financiados por el hombre cis blanco. Es por esto que creo que uno de los grandes problemas está en las personas maricas que son parte de estos espacios como fotógrafxs, gestorxs, productorxs, organizadorxs de ferias, escuelas, etc, que son absorbidos y reprimidos no pudiendo ni queriendo manifestar la lucha de su propia comunidad. Operan desde la comodidad, desde una blanquitud heterosexual sistemica que les dice qué hacer, personas inteligentes por supuesto, pero con falta de empatía y una desviación de las temáticas que realmente necesitan ser tocadas para potenciar la lucha contra la discriminación de nuestra comunidad.

Estos espacios definidos como “legitimos” existen para satisfacer las necesidades y las comodidades de los ojos del público patriarcal que además son los que financian este CIStema propio. Realmente me pregunto: ¿Por qué las maricas que trabajan para este sistema y que realmente pueden guiar y cambiar el paradigma de la fotografía en Argentina no accionan? ¿Es acaso su misión una realización individual, sin contexto? ¿Hacia dónde quieren ir?

Las imágenes que nos rodean y sobre todo la sociedad en la que vivimos están regidas y hechas por personas blancas, sobre todo heterosexuales y esto influye en la percepción del mundo. Dejando de lado representaciones que generan discriminación y no empatía por el otro. Esto refuerza aún más la separación y aumenta más el racismo.

¿En dónde está la constante visibilidad sobre la importancia de la carga histórica de nuestra lucha en estos espacios? Las temáticas de género, de disidencias, de discriminación y todo lo que deriva son temáticas que urgen siempre ser tocadas para una conciencitización y democratización de la cultura. No es algo pasajero, no es una cuestión del momento. No alimentarlas es parte de una construcción facista e imperialista.

¿Dónde están lxs fotógrafxs maricas, provenientes de la disidencia sexual que en su obra hablan y muestran su sexualidad, su comunidad, sus vivencias? ¿Son acaso reprimidos o se reprimen por querer pertenecer al sistema y tener esa legitimidad? ¿Cuales son las temáticas de la fotografía en Argentina que están moldeando a todas estas personas? ¿Quieren ser vistos y ser respetados por haber desarrollado en sus obras una conceptualización imparcial correcta, normal y que el propio sistema del capitalismo los obligue y les diga que eso es lo que mejor se vende en el mercado?

El problema está cuando se quiere pertenecer a grupos por determinadas características, que validan temáticas en torno a la imagen. En donde unx como artista o persona de minoría se niega y no cuestiona a lxs otrxs del grupo (que probablemente en su mayoría son heteros que no se cuestionan a sí mismos porque siempre vivieron en comodidad) invisibilizando nuestra lucha.

Uno de los grandes compromisos que tenemos las personas LGBTIQ+ con la fotografía tiene que ser nunca bajar la guardia con nuestra lucha y las luchas de lxs que hoy ya no están. Hemos ganado espacios, ciertos tipos de “libertades” que igual aún no son de todxs y para todxs, y muchxs tuvieron que morir para que podamxs conseguirlo. Utilizamos a la fotografía como el medio. Nuestra herramienta para seguir construyendo realidad y así confrontar al CIStema racista normado que sigue existiendo y que excluye a la marica, a la marrona, a la gorda, a la trans. Un CIStema que nunca supo lo que es ser abucheado, expulsado de la familia, inferiorizado y marginalizado, nunca sabrá lo que es realmente nuestra realidad.

Siempre fuí la marica que no pudo ser tomada en cuenta, que no pudo pertenecer a estos espacios, fui rechazado, lo intenté muchas veces y lo deje. Mis inseguridades aumentaron, me sentí inferior. Y así no pudiendo encontrarme en estos lugares, los fui creando para mi pero sobre todo para muchxs compañerxs que hoy en día nos nutrimos e intercambiamos nuestras existencias potenciándolas. Por supuesto me fui encontrando con ciertos abusos, ciertas observaciones una vez creados estos proyectos. Cuando se tornan de interés para espacios legítimos nos invitan pero nunca nos valoran, todo por “el amor al arte” no hay dinero, sin la visibilidad ni el respeto que merecemos. El problema está cuando decidimos acceder a seguir alimentando esta red (me pasó y muchas veces) y en otras palabras terminamos siendo parte de un pinkwashing y alimentando esa ideología engañosa.

Cómo tambien encuentro un problema de superficialidad y apropiación de nuestros trabajos en los espacios creados por personas blancas heteros que manifiestan la inclusión y dicen estar a favor de nuestra lucha pero que realmente en sus equipos no trabajan con ninguna persona disidente, marica, marrona o negra. No basta con solo ser feminista. Es como comer un helado bañado de chocolate que por fuera es marrón y cuando das la mordida por

dentro es blanco. Para mi la fotografía es la memoria y la reafirmación de donde venimos y qué es lo que estamos construyendo para dirigirnos. ¿Cuáles son las imágenes y los temas que debemos discutir hoy en día? ¿Qué es lo que se investiga en la fotografía en relación a nuestros cuerpos y pensamientos?.

Personalmente, el miedo y sobre todo la inferioridad la perdí el día que mi padre falleció, miedos y rechazos que fueron obtenidos por la propia sociedad. Ese miedo lo convertí en espacios “alternativos” por llamarlos de alguna manera, para que muchas maricas, feas y con pensamientos raros puedan estar y encontrar refugios afectivos. Escribo este artículo como una reflexión para seguir organizándonos desde nuestros propios espacios y luchas, para entender cómo funciona este CIStema que pone en evidencia la desigualdad, nos usan pero realmente no trabajan con nosotrxs. Espacios que siguen tocando contenidos para su propio provecho elitista cis. Esta lucha es eterna y apredimos a luchar porque nos enseñaron que ser marica es lo peor que existe, exigimos una mayor y una real integración en estos espacios pero sobre todo para las nuevas generaciones. Son pocos los lugares donde podemos decir por fin no estoy solx.

De vuelta ¿Por qué nunca pude ser parte de la fotografía en Argentina? porque nunca me la dio, quien me dio ese refugio real fue la noche y mis amigxs no fotógrafxs, las personas que realemente me inspiran a seguir siendo lo mas marica posible. Para que realmente podamos vivir y sentir a la fotografía solo hay que salir afuera de ella.

*Luis Juárez es hondureño migrante y hace 11 años que vive en Buenos Aires. Es editor y gestor cultural.

Para que desaparezcan las distancias

Siempre nos quedará Jujuy. Un Mamaní argentino nos habla de esas canciones de indierock. Algún Laptra lejano al que fui. ¿Dónde estaba mi cara marrona en sus videoclips? Junto a la de una turista parisina? Eso fue hace tiempo.

5.528 años es el tiempo futuro. Hace 500 años que no me veo ni en mi continente, ni tampoco en MTV. Pero yo estoy en sus recitales.

Voy a generar mis propias imágenes. Imágenes de amor. Creo recordar esa conquista. A mi me gusta el rock. Te pogueo un carnavalito y te comparto las coplas tristes de mamá por whatsapp, mais tu ne me comprends pas.

Yo no entendía ni a Milagro Sala. Y eso que tenemos más en común. A Irene le gustaban los Strokes. Le compré unos ojos verdes y otros rasgos que me vendieron como más lindos... “más mejores”. Las publicidades que aprendí a diseñar.

Es noche, hay luces rojas hilvanando las siluetas de esas mujeres rockeras. No sé si es muy tarde o muy temprano pero tengo que hacer algo ya. Decirle que me parece linda o algo así. Las chicas cantaban y no les estaba dando bola. Pensaba en Santiago. Siempre pienso mal. Mi compañera de Tipografía me llamaba, parece que una piba con mi nombre, mi color de piel, mi pelo negro, aprobaba una materia de la FADU, otra Mamaní argentina aprobando materias de la UBA. Era una yo, o alguna versión mía. Mas naïve. Ay! Esas caritas marronas universitarias que molestas son.

Una álbum de fotos de muchas Quispes recibiéndose de indumentaria. Viltes y Condorís también.

Después de una elipsis indefinida alguna conocida me cuenta que vio a Irene por París. Poco antes de los barbijos que taparon mis sonrisas.

Por teléfono me caen las malas noticias, vida y muerte pasean detrás de las pantallas y ellas nos esconden.

Sé de las que quisimos llorar pero estuvimos ahí igual, frente a una cámara o celular que hace de cámara.

Otra clase virtual. Quería aprender a vivir de otro modo. Pausa. Stop. Rewind.

Otro Flashback despierta, El Mató empieza a sonar mientras me cuenta de esos barrios de Amelie. Creo que ya no me importa Montmartre pero tengo una foto en digital. Pausa. Stop. Forward.

Estoy otra vez anclada mirando una pantalla.

Tengo que dejar de usar al celular de cámara y pedirle urgente una ambulancia al PAMI para mamá. Mi imagen paralizada en mi monitor de demasiadas pulgadas. Forward.

Quería entender cosas con las que no crecí.

Una manera distinta de vernos, un Ayllu 2.0. Sin tocarnos. Mi lado arisco quiere abrazar(te) toda.

Su color de piel cambió. Su color de pelo es oscuro. Sus ojos también. Marrón. Mi presente se parece más a mi. Marrona. Y era otra piel tersa que quería acariciar.

¿Puedo hacer que me deseen aunque las publicidades nunca me lo hayan vendido?

No es tan mala mi piel, no son tan feos mis ojos ni mi pelo.

¿Voy a desear otra vez a miles de kilómetros?

Mi anhelo también mutó, deseo apoyar mi cabeza en otro hombro. Muteé mi tristeza mientras atendía a otro cliente.

A los supervisores les gusta que laburemos aún hechas mierda. Monoambiente, monogamia. Monos y más monos. Monos tapándose la cara.

A veces me da vergüenza decir lo que me gusta a través de una pantalla. Y los monitos se tapan la cara. Un emoticon me salva. Pandemia obliga. Mi cara en la pantalla constante. Mi estado emocional intermitente. Mis ganas no pueden cruzar la General Paz.

¿Quién está del otro lado?

Se mi amiga. No no lo seas. Quedate. No no te quedes. Una justicia cósmica me enseñará a cuidar a alguna otra mujer que apenas me conozca. Pero ahora es el Sol o yo. De Leo. O ella, la que leo de Leo. Y me reinicio el cablemodem para desconectarte de acá, mi aorta te llora de un modo horrible. No sé si estoy fracasando de nuevo o me estoy enamorando de una realidad en stand-by. Tenía alguna foto rota. La pegué con cintascotch y la guardé. Me hice bichito bolita con mi gato debajo de un cubrecama ajeno. Cuesta creer que todo esto va a pasar. Que vamos para allá, hacia algún lado. Dejar de pensar. Verlo como ese puente andino que conecta dualidades. #Chacana

No tengo nada. Dolores. Chau cubrecama! Ya no toso.

Pongo en duda todo lo que creo. Miro las noticias. Pero me voy a quedar en este continente. No voy a cruzar un mar por una europea otra vez. Esa anécdota era graciosa y simpática a la vez. Existió porque capaz quise que exista. Pero ya está. Se vemoh conquérant! ¿Puedo creer en lo que vemos o en lo que creé en mi mente? las construcciones que somos. Vos y yo. Existimos en algún otro tiempo? Tantas creaciones y yo. Y en mi soledad, puede que me agite. Puede que se me entrecorte la respiración de tanto pensar(te) debajo de las sábanas. Una runner corriéndose. Las palabras me fueron enseñadas en castellano. Yo las articulo hoy en base a algunos textos que fui leyendo. Pero las lanzo en base a las emociones que fui sintiendo, le dije a un celular que lo amaba. Lo miré y se lo dije. Esto no es de hoy, son tironeos de todas esas situaciones que las generaron, y eso que es dolor y bronca para mi, serán sonrisas y superación para otras. Otras yo del futuro. Sigo usando una foto de perfil mía a los 4 años. Mi mirada siempre es firme. El amor... puede ser para las dos? El desamor separa bienes de un modo injusto. Bajo mis almohadas. En las noches, cuando reinstale el whatsapp de nuevo voy a preguntarme de nuevo qué estoy haciendo.

Pedir y pedirme perdón.

Fue hace rato un momento efímero de alguna red social? capaz allá por los Andes vos sí me cautivabas otra vez. Atrapada en este presente de salidas canceladas. Hay una otra yo queriendo quererme por Jujuy?

... Paso todo el día pensando en vos.

No tengo más memoria para stalkear. Ya vi tus fotos felices de otros tiempos. Turbia. Espero no hayas visto las mías. Turbia.

Y ellas me buscarán por mi nombre? Mi pseudónimo? Mi celular? Mi mail?

Todas con amigos en común. Se dicen cosas lindas después de unos Chopps. Buscame por mi cara, encontrame en muchos países andinos. En Buenos Aires o París muchos lectores de Cortázar me deben haber creído Boliviana o Peruana. La Mamani de Urdapilleta no es la Mamaní que escribe esto.

Todos los días de mi vida. Una lucha personal. No amar. No desear. Hoy me prohíben todo menos morir.

Lucha que nos traslada a un más allá, ese pasado futuro andino, como una causa personal. Un amor imposible a cosas que nadie sabe si es que van a poder existir o seguirán existiendo. Ya hablé de esto acá. Más arriba, por el norte. Yo sigo acá. Frente al teclado queriendo atravesar muros. Mis miedos me esperan afuera. Si nos caemos se cae todo? O es solo la inversión entre el mundo de arriba y el mundo de abajo.

Invertir los colores de una foto argentina en blanco y negro. Nosotras le correspondemos a ambos mundos porque esta en nuestra esencia a veces perdida, a veces colonizada. Pero no, no nos conquistaron si en este presente estamos vivas.

Soy la chica de oro y vos, marrona linda, también.

Tenés miles de nombres. Sos de oro pese a toda la xenofobia y racismo que nos tocó compartir a miles de kilómetros.

Sos de oro aunque hayan limpiado Potosí.

Sos de oro aunque nos hayamos equivocado. Pasa.

Digitalizá tus fotos de infancias marronas.

Hoy no hay abrazos colectivos, toca cuidarse para el bien de todas. Pero quiero romper la pantalla, de bronca, de impotencia, de deseo, de desamor y amor. Todo junto.

Congelo imágenes para sostener realidades. Virtuales despedidas. Screenshoteé tu sonrisa y te desconectaste igual. Y adiós. Y hola. Muchas lesbianas.

Ojalá pudiéramos por un micro-segundo elegir a alguien a quien abrazar, combatir esta virtualidad y su imposibilidad de rozar cuerpos.

Es el micro segundo de este impasse virósico donde todo nos pasa porque esa es parte de esta filosofía, andina, donde todo está en equilibrio e #hipervinculado en nuestro pariverso.

La parisina habrá pensado en Walter Benjamin. Yo la había querido mucho de modo occidental y andino.

Estoy medio loca. Y cuando termine todo esto #kevaser? voy a seguir hablando así? Muchas queremos soñar muchas cosas

La revolución

Creer en cambiarlo todo La muerte

El día en que nos volvíamos a abrazar La imaginación

.

.

Esa injusticia personal que necesito sanar (me)

La realidad

Tus brazos tapándome fuerte La cerveza

Teclado con luces embriagándose La frialdad Teclados nuevos por mensajería

El amor de hojas secas en verano. El plástico Marzo se pasa a Octubre La paciencia Carrera en título El esfuerzo

El tío haciendo asado Vivo.

El otro tío despidiéndose Para siempre.

Una noche larga, que demanda un cambio. Quiero volver a ir a recitales de rock. Que bares o lugares esconderá Jujuy para mi? Yo también paseo como turista por Tilcara y tengo esta cara de india. Somos seres iniciando otro nuevo ciclo, encontrándonos una vez más. Ya estuvimos acá.

Bienvenido nuevo ciclo, este abrazo es hacia vos o algo así. #pachakuti #intiraymi jkdffl mk kg j f m vmvmvmvfvmgv mv mmv

Me gusta cuando el celular de pantalla rota tiene cosas para decir. Tu cara fragmentada es hermosa igual.

No pensaba cruzarte en estas calles o red. Pero así fue. El amor es medio así. Tuve miedo pero ya se fue. Yo tengo un radar para lo lejano. Voy a vos.

No somos, estamos.

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PD: Rosario eterna, se puede volver a empezar. O a amar. me.

Semanas vacías completan los meses más largos del año sin embargo sigo sintiendo el encanto de los días que pasamos igual que las olas, que nos separaron seguimos juntos, seguimos juntos

*Florencia Mamaní Instagram: @coyacareta Hija de madre y padre jujeños Nací y crecí en Buenos Aires Dirección de Cine – FUC Diseño Gráfico – UBA Integrante marrona de @identidadmarron Nadie entiende muy bien de dónde soy. Yo tampoco. Estoy viendo que onda. Me importa.

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