3 minute read

Juan Pittaluga

tuvimos en ese proceso. Lo traigo para ejemplificar lo difícil que puede ser. Los periodistas tenemos que hacer autocrítica, destinar mayor esfuerzo, más tiempo, más cabeza, pero necesitamos también que no sea tan difícil, no pasa por los equipos de comunicación, que siempre tienen la mejor disposición, tiene que ver con otra cosa. Así como en el acceso a la información pública hay unos plazos, creo que debería haber una obligación de las instituciones de responder. Porque parece que estamos pidiendo un favor. Y si no vamos, no podemos informar cuál es la situación, más en este contexto de hacinamiento y los distintos problemas de convivencia que se pueden estar generando” .

Juan Francisco Pittaluga

Advertisement

“Me voy a referir a la cobertura del sistema carcelario en general y no únicamente a las mujeres privadas de libertad. El diagnóstico respecto a las coberturas que me toca hacer en esa área, tiene mucho en común con lo que planteó Betania. Está el tema del acceso físico a las cárceles, pero me voy a enfocar en el acceso a datos. Petit habló de periodismo de calidad, y para las investigaciones y los artículos que hacemos los periodistas, para contextualizar notas y darle un valor agregado a los artículos, es necesario acceder con más facilidad a datos, indicadores e informes” , remarcó.

“En el sistema carcelario, me pasa a nivel general cuando cubro el Ministerio del Interior, muchas veces la limitante para darte ese tipo de accesos, es la sensibilidad de la información. Porque está la posibilidad de infringir la identidad de la persona privada de libertad, de sus familias, de los propios funcionarios policiales y para evitar entorpecer las investigaciones policiales. Entiendo que hay información que el Ministerio tiene que resguardar pero hay una base de información que no es necesario que te pongan limitaciones, me refiero a indicadores como muertes, suicidios, denuncias de personas privadas de libertad, o cosas más simples como la cantidad de personas que hay en el sistema (se podría actualizar mensualmente), cuántas personas hay por unidad de rehabilitación, cuántos hombres, cuántas mujeres, los delitos que cometieron, denuncias de abusos, que te pueden dar mucho valor a un artículo. A veces hay que depender de lo que haga Petit o de terceros. Y no es información que surge desde las propias instituciones. Algo que sería tan sencillo como entrar a un sitio web o a una base de datos, como pasa en otras áreas de gobierno. Es momento de facilitarlo” , solicitó.

Añadió que sería valioso tener acceso a “análisis o informes que se hacen desde el INR, las propuestas que realizan para que los presos se rehabiliten. Cosas sencillas que hasta a las instituciones les convendría divulgarlas. Muchas veces quedan olvidadas. No es solo ir a un partido de rugby sino aprovechar otras instancias para que los periodistas generen confianza con las instituciones y con los operadores que trabajan ahí. Por otro lado, más allá de lo que nos pueda servir a nosotros, nos ayudarían a evitar confusiones. En un sitio web podría estar escrito cómo es el régimen de máxima seguridad, qué puede hacer un preso, cuál es la vigilancia sobre él. No creo que con esa información, se infrinja la intimidad de la persona ni se ponga en peligro su seguridad y la del funcionario que lo custodia” .

“Apoyo lo que dice Betania y Pablo, el acceso físico, sobre todo los que trabajan en lo audiovisual, agrega valor, el poder entrevistar a las personas privadas, el poder sacar fotografías más allá de una reja o un candado. Me ha pasado de hacer notas y los fotógrafos que están ahí, hacen solicitudes para acceder a una Unidad de Rehabilitación,

This article is from: