f o t o g r a f í a
Fotografías de este artículo: Angélica Mercado (2020).
La fotografía en tiempos de pandemia Por Angélica Mercado
E
stábamos en Paamul cuando se hizo realidad el rumor de la cuarentena. Por un breve momento, ahí mojados en la playa, discutimos la posibilidad de quedarnos, al menos, mientras pasaba el pánico de las compras, los vuelos saturados y todas aquellas lecciones que aprendes en cada huracán. Al día siguiente, se notaba que todos hacíamos lo mismo: atender las noticias desde el celular. Tal cual sucede previo a un huracán, muchos contaban con información detallada sobre el tema y la comunicaban como todos unos especialistas, entre otras acciones que saturaban la señal de nuestro medio de comunicación por excelencia; hasta entonces, todo era familiar. Hicimos paddle, nadamos, hice algunas fotos y caminamos a desayunar al único restaurante de la zona. Los chilaquiles llegaron con la noticia de que iban a cerrar aero-
puertos y de que el personal estaba esperando instrucciones sobre el posible cierre del lugar. Esa noche fue bombardeada de mensajes, noticias, anuncios oficiales y, claro, memes. Por la mañana, se anunció el cierre de las fronteras en Perú, y poco después, un editor me pedía fotos de los grupos que se habían quedado varados en el aeropuerto de Cancún. Las noticias sobre los cambios fluían, las imágenes llegaban en cascada desde todos los rincones del mundo, los rostros protegidos; y los ya lejanos tumultos en tiendas, centrales de autobuses, etc. eran tendencia en redes. Empezaban las preguntas, y con ellas, la incertidumbre y la contradicción. Se empezaba a percibir lo que Wilhelm Reich llamó “La plaga emocional”, cuya característica esencial es que “la acción y la razón dada para ella nunca son congruentes. El verdadero motivo siempre se encubre y se lo reemplaza por un motivo aparente”. Habrá mucha foto, pensé. Esa tarde, me comí el lugar a fotos y el mar a brazadas: quería perpetuar la certeza del momento, antes de
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