p a p i r o s
Los que se encuentran Por Mariel Turrent La puerta del Círculo Polar Ártico Juvenal Acosta Planeta 2021 340p “Si hubiera un lugar donde pudiera empezar de nuevo…”
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n algún lugar leí que tal vez no podemos cambiar el mundo, pero que un acto nuestro puede cambiar el mundo de una persona, y, si todos cambiáramos para bien el mundo de una persona, tal vez el mundo cambiaría. Hay libros que dejan una huella que nos marca, libros cuyas imágenes se fijan en la mente y en el alma como una fotografía real de algo que hemos vivido. Hay libros a los que vuelvo una y otra vez porque sé que ahí dice algo importante y quiero recordarlo o mostrárselo a mi hija, a mi amigo, tal vez, solo una frase que toque las
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fibras más sensibles, que mueva algo y provoque un cambio positivo: eso es La Puerta del Círculo Polar Ártico. En las primeras pláticas que tuve con Juvenal Acosta hace unos años, me dijo que escribía un libro sobre las mujeres que se van. Hoy tengo en mis manos ese libro, lo he leído y releído, y he encontrado, entres sus líneas, en esa ficción perfectamente bien construida, la voz de su autor, de ese autor que ha sido poeta, filósofo y constructor de ficciones, pero sobre todo de ese autor que es un ser humano sensible y se conmueve ante el panorama incierto del futuro de la humanidad. Un libro escrito para nuestros hijos: las nuevas generaciones. La puerta del Círculo Polar Ártico es la fotografía de una civilización que, lejos de evolucionar, arrastra una historia llena de rencores: la violencia entre razas, entre géneros, entre clases sociales, el resentimiento heredado y el propio que después legamos. ¿Hay acaso una esperanza? Tal vez la esperanza de que alguien en algún lugar lea algo que le haga sentido; la esperanza de que vea en
esta historia las consecuencias de sus propios actos y decida ser una mejor versión de sí mismo. Con una prosa densa en contenido, pero cuyas alas son tan grandes que avanza sin detener su ritmo acompasado, Juvenal Acosta nos sacude al mostrar lo más inhumano del ser humano (los que esparcen rumores, los bulis, fundamentalistas religiosos, ricos extremos y pobres extremos, políticos corruptos, torturadores, cazadores, secuestradores, narcotraficantes, violadores…) y un planeta hermoso moribundo donde lo mejor es no nacer porque ponemos en riesgo la integridad del ecosistema y de todas las especies. La novela inicia con tres escenas impactantes, minuciosamente descritas con pericia cinematográfica que se incrustan en la mente y nos dejan con el corazón estrujado. Los protagonistas, Violeta y Anders, en busca de esa identidad que no tienen “quienes nacen donde no les corresponde”, empacan lo poco que les pertenece y se lanzan a una aventura que coincide en San Francisco. Una historia sobre un amor poco conven-