La ins贸lita mirada Ir贸nica de
APECO
La ins贸lita mirada Ir贸nica de
APECO Santiago de los caballeros, Marzo-junio 2O15
^Presentación María Amalia león de jorge ^ DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN EDUARDO
LEÓN JIMENES Y CENTRO LEÓN
La insólita mirada irónica de APECO Wilfredo García planteó una vez que “el fotógrafo es el poeta de la imagen”. Esa poesía de la que hablaba entonces el insigne maestro dominicano, no era la edulcorada versión de los hechos reales o imaginados, sino la manifestación de la belleza que el artista del lente busca a través de su cámara. Esa belleza, poco tiene que ver con las definiciones convencionales de ese nombre, sino más bien con el resultado conjugado por las intencionalidades del artista y las propiedades artísticas logradas en la obra misma. Natalio Puras Penzo, APECO, fue un artista que supo encontrar y abrir espacios de veracidad dentro de esa realidad fugaz y tantas veces reiterativa que nos rodea. Como un saca punta de lápices, APECO extraía de lo ordinario excepcionalidad de punta; de una sala de estar desha-
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^ Ojo de fotógrafo, C. 2004. Imagen digital. Copia de 2015. 60 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
bitada conseguía desenvainar presencia, incertidumbre, expectativa, es decir, humanidad. Sus miradas nos deslumbran, porque las nuestras, tan acostumbradas a una misma visión de lo cotidiano, quedan en suspenso y en reflexión, ante su propuesta visual de asombros, sencillamente radical y siempre enternecedora. La Insólita Mirada de APECO, tuvo una primera versión que fue expuesta en la ciudad de Sao Paolo del 23 marzo al 30 de junio del 2013, como parte de un proyecto de colaboración interinstitucional entre la Pinacoteca del Estado de Sao Paulo en Brasil y el Centro León. Para esta segunda versión, la ciudad de Santiago de los Caballeros acoge esta exposición y por tales motivos, quisimos aumentar la muestra precisamente en las diferentes facetas con la que APECO trabajó la universalidad de lo dominicano y de lo santiaguero en específico. Manteniendo fidelidad a la concepción curatorial de su primera versión, esta segunda edición muestra los cinco ámbitos que conformaron la muestra expuesta en Sao Paolo. Un primer ámbito, APECO por APECO, aborda la obra de Natalio Puras Penzo, en el que se sintetiza su oficio no solo de fotógrafo, sino también de coleccionista. Un segundo espacio llamado Los otros que me habitan, está dedicado al auto-retrato, género en la que APECO desarrolla toda su versatilidad como artista integral, añadiendo a su prodigioso saber técnico y conceptual, sus dotes teatrales. El nosotros trascendido exhibe una muestra de sus principales retratos, en los que la maestría de APECO logra capturar las realidades sociales y culturales de los dominicanos de su tiempo. Espacios como historias conforma el cuarto ámbito y nos lleva a apreciar los espacios físicos –exteriores e interiores– como escenarios de humanidad, sin la necesidad de presencia notable de seres humanos en ellos. La mirada insólita, quinta estación del recorrido, aloja una muestra de los trabajos intervenidos por el artista, en el que toda su faceta experimental le imprime a sus obras un sello personal a partir de una intencionalidad alucinante y llena de contemporaneidad artística. Para esta segunda edición de la exposición, se adicionan cuatro espacios que funcionan como catalizadores de memorias y provocadores de reflexiones. Estos espacios temáticos son: Ser social; El Santiago de APECO; Performance y salvación y APECO genial. Ser social es un ámbito que recoge el rol extraordinario de APECO como fotógrafo popular de la sociedad dominicana. La importancia de este ámbito reside no solo en su testimonio como captador de momentos familiares importantes, sino también en el hecho de que este
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^ La puerta I, C. 1982. Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
grupo significativo de fotografías se convierten en material etnográfico del contexto social y de la cultura en que vivió y trabajó APECO. Santiago de APECO, por otro lado, recoge en una mirada cartográfica de su ciudad y los puntos en los que APECO habitaba. Los lugares que frecuentaba, los espacios de interrelación con sus amigos, sus puntos favoritos de la ciudad que definen una geografía en la que logramos entender el Santiago de APECO. Como investigador de la dramaturgia humana, APECO utilizó el performance y el teatro como vías para explorar novedosas posibilidades de la fotografía, cuyos registros son documentados en Performance y salvación. Por último, APECO genial recoge el trabajo de 18 artistas del lente que captaron al artista en sus andanzas y proyectos como estudiantes o discípulos. Estos fotógrafos fueron sus amigos, compañeros de viajes y experiencias. La curaduría de este espacio se le agradece especialmente al trabajo de José Manuel Antuñano, quien siempre estuvo a su lado y a la vez resalta la figura del siempre bien recordado Fonso Khouri, uno de sus aliados más consecuentes y autor, junto a Danilo de los Santos, de la importante obra APECO, fotografía, Historia y Vida. Para la realización de esta exposición queremos externar nuestra gratitud a la Cervecería Nacional Dominicana, por el respaldo brindado para hacer posible esta muestra. De igual manera, queremos reconocer el trabajo excepcional de los equipos curatoriales de la Pinacoteca de Sao Paolo como del Centro León, que diseñaron tanto la primera como esta segunda versión de la exposición. La insólita mirada irónica de APECO no es una mera retrospectiva de la obra realizada por APECO, sino una lectura de su obra fotográfica, un acercamiento a las narrativas que convirtieron su trabajo creador en una trayectoria única, aunque firmemente enraizada en su medio social y de un gran poder renovador con respecto al curso de la fotografía dominicana de la segunda mitad del siglo XX. Con esta exposición, el Centro Cultural Eduardo León Jimenes reafirma su compromiso con la promoción de las artes y en especial con el trabajo de nuestros artistas, quienes nos permiten conocer a través de sus obras, las diferentes realidades, visibles e intangibles, de nuestra cultura y de su cultor principal: el pueblo dominicano.
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^ APECO y el muñeco, C. 1960. Imagen digital de un facsímil realizado a partir de una imagen gráfica. Copia de 2015. 41 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^Ese fotógrafo que soy
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Natalio Puras Penzo, APECO ^ Artista
Honestamente, si nos vamos a llevar de la apreciación que hubiera tenido alguien acerca de mis aptitudes iniciales, yo nunca habría sido fotógrafo. Por ejemplo, cuando niño me imaginaba que, si uno estaba fotografiando a una muchacha y volteaba la cámara, ella saldría en la foto con la falda en la cara. Yo nací así, pero me formé viendo y tomando muchas fotos. En el fondo, el fotógrafo sabe que va a tener en su vida unas diez o veinte tomas buenísimas. Yo siempre decía: ¡Esa es!
1 Este texto ha sido construido por José M. Fernández Pequeño a partir de numerosas entrevistas que Natalio Puras Penzo, APECO, concedió a lo largo de su carrera. Integra criterios suyos tomados de: Fotogrupo: “Nuestros fotógrafos, Natalio Puras APECO”, en Listín Diario, 15 de marzo de 1980, Santo Domingo, p. 16. Rose Mary Lora:
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La fotografía comenzó a interesarme en los años cincuenta porque estaba enamorado de una muchacha de Mao que era voleibolista, y quise sorprenderla para perpetuar su belleza. Como nadie me prestó una cámara, compré una y retraté tanto a esa joven que me fui perfeccionando. A tal punto me perfeccioné, que luego cambié de instrumento aunque no de modelo. Me dediqué ya con más seriedad a la fotografía a mediados del siglo
xx.
Al recorrer mental-
mente el tiempo transcurrido, observo que mi formación se debe principalmente a tres cosas: primero, los “descubrimientos” que fui haciendo en la técnica, los materiales y los equipos seleccionados para realizar mi labor; segundo, la educación, es decir, la integración de todos los conocimientos adquiridos, sean o no relacionados directamente con la fotografía; y tercero, una actitud mental siempre inquieta, siempre en búsqueda, siempre sensible. Si comentamos la primera de esas fuentes, caeremos otra vez en la vieja expresión de que lo importante no es el cañón sino el hombre que está detrás. Es decir, más que tener buenas cámaras, hay que tener la educación necesaria. Cuando pienso en la técnica, recuerdo siempre a mi amiga Lisa Stainer, fotógrafa argentina, a quien acompañé durante su estancia en Santo Domingo, en 1971, cuando ella trabajaba para las revistas Time y Life. Cada vez que yo le salía con un tecnicismo, ella me contestaba: “Ay, APECO, deja eso, que la técnica es algo que se debe aprender y luego olvidar”. En efecto, la fotografía es un poco de técnica y mucho de inspiración. Cuando una fotografía reproduce un hecho, una escena, esa reproducción posee un toque personal, el carácter interpretativo que le confiere el autor. La foto ante todo es la expresión de una idea, según la interpretación de las experiencias personales del autor, quien se manifiesta
“APECO y el estilo fotográfico”, en La información, 30 de abril de 1984, Santiago de los Caballeros, p. 5-A. Arleny Lantigua: “APECO: El poeta de la fotografía”, en Ventana, Listín Diario, 30 de agosto de 2008, Santo Domingo, p. 95-96. Elizabeth Toribio Fermín: “Una breve mirada a la fotografía dominicana”, en Ventana, Listín Diario, 24 de julio de 2005, Santo Domingo, p. 76-77. Yamira Taveras: “APECO: Fotografía, historia y vida en la ciudad de Santiago”, en Hoy, 27 de agosto de 2008, p. 26. Igualmente, se han tomado fragmentos de los muchos borradores manuscritos por APECO que forman parte del Fondo Natalio Puras Penzo de Fotografía Dominicana, conservado por propia voluntad del fotógrafo en el Centro León y puesto en valor por esta institución cultural en el año 2009. Esta singular colección puede ser consultada en: http://www.centroleon.org.do/ eMuseum/code/emuseum.asp?emu_action=collection&collection=88&collectionname=Fondo%20APECO&currentrecord=1&moduleid=1
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a su vez a través de la imagen. El fotógrafo debe contar siempre con el fantasma, esa dosis de cosas que cada uno de nosotros pone en la imagen observada y que no están representadas materialmente en ella. Ese fantasma reside en la emoción. Experiencias he tenido de ser mal interpretado, incluso para mi propio bien. En el año 60 iba caminando por el barrio de Gonaive y me detuve ante una escena que mi experiencia visual me indicaba era muy interesante. Se trataba de un niño que jugaba sobre un piso de tierra. Vestía solamente un pedazo de cartón amarrado con una soguita. La puerta de la casa estaba abierta y tenía un letrero que decía: “Yo por Trujillo me vuelvo cenizas”. Después que copié la foto, al cabo del tiempo, la vio alguien que tenía fama de chivato y yo me quedé frío. Pero el tipo dijo: “¡Qué maravilla! ¡Qué lealtad al Jefe!” Yo había intentado decir a través de la foto que aquella familia realmente estaba vuelta cenizas debido a la dictadura, pero ahí viene el asunto de la percepción. Si el chivato no pone su propio fantasma y solo hubiera captado lo que quise decir desde mi propia experiencia, quien hubiera resultado hecho cenizas hubiese sido yo. Siempre he sido exigente conmigo mismo. Aunque me emociono en la creación de las imágenes o en las tareas técnicas de las tomas y del laboratorio, al final, muchas veces he pensado que alguna fotografía no merece llegar al público. A pesar de ello, algo siempre queda que pueda hoy recordar, como en aquel 1958, cuando tenía mi camarita de medio cuadro, la Universal Mercury II, con la que participé en el Salón de Otoño de la Dirección General de Bellas Artes, presentando dos fotos. Me sorprendí y me alegré cuando vi en la prensa que una de ellas había ganado. Con la adquisición en 1962 y 1963 de una Mamiyaflex y de una Linhof Technika, me metí al profesionalismo de verdad. Confieso que la rutina de ese profesionalismo local me desvió del quehacer creativo, pero pude mandar algunas fotos y ganar algunos premios en los concursos de los Salones de Otoño, el concurso Ilford, y el de Los Derechos Humanos, en el que gané el premio Iberia, consistente en un viaje a España que, por cierto, no fui nunca a reclamar. Soy perfeccionista en el enfoque y un técnico en el positivado. Me gusta poseer cámaras sofisticadas, entre las que cuento mi cámara favorita de antaño, la francesa Semflex, con su lente Berthiot. ¡Qué inolvidables tonos de grises! Mis mejores cámaras han sido: Linhof Kardan Color 4 x 5 y Linhof Technika 70, Arca, Hasselblad motorizada y Mamiya R. B. 67. Es en cámaras en lo que más dinero he gastado. En realidad, poco me ha sobrado, pues contrariamente a lo
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^ Autorretrato, APECO se asume cámara fotográfica, C. 2006. Positivo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 38 cm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
que mucha gente pueda creer, la fotografía como medio de vida no me ha hecho rico. Y eso que a veces me pregunto si habrá alguien a quien no le haya tomado una foto en la ciudad de Santiago y en otras muchas ciudades del país porque siempre he sido bien acucioso y he trabajado para todas las clases sociales. Pero no es por estas cosas que me siento un artista, sino por el contacto que hago al oprimir el botón disparador; contacto que hace mi yo con el universo; contacto entre mi ente individual y la naturaleza. Siento entonces que voy a expresar lo que media entre dos mundos, entre mi ego y mi entorno, lo que observa mi cámara oscura, que no es un simple ojo de vidrio, ni una reproducción de lo que la lente “ve”, sino una vivencia. La fotografía es un testimonio de nuestra identificación espiritual con el mundo. El rostro humano siempre me ha subyugado y, pedanteando un poco, me considero retratista. Entiendo que el retrato es tan difícil como el paisaje. A la plástica facial le dedico mucha concentración. Mucho más que la atención que pueda poner en un trabajo comercial que no contenga el elemento humano. Todo retrato es el final de un proceso que depende de la interacción entre el fotógrafo y la persona fotografiada. El retrato, si es verdaderamente un retrato, debe reflejar la personalidad individual de cada quien. En cuanto a la naturaleza, a veces consigo una visión diferente “quitándole” algo, pero también logro cosas cuando agrego un elemento nuevo e insospechado. Ante todo está el compromiso conmigo mismo porque la fotografía es libertad para expresar un sentir y el arte es transformación sutil de la cosa natural en cosa humana. La participación del artista en ese proceso es lo que hace inefable y sin medida la obra de arte. A fin de cuentas, la foto es más artística a medida que se va apartando de la forma cotidiana de ver las cosas. Para sobrevivir hay que reinventar. Aunque practico fotografía experimental, al componer trato de mantenerme dentro de los cánones clásicos. Siempre busco el equilibrio dentro de un cosmos plástico y euclidiano. La fotografía artística no es solo un “detener el tiempo”, es también un trastrueque de los ingredientes formales que aporta la naturaleza, como si se tratara de una realidad falsa o incompleta. El arte de la fotografía consiste en hacer fotos admirables, aunque tengamos que modificar la naturaleza, que muchas veces no nos parece tan hermosa. Pero, a pesar de que los jurados, los críticos y otros profanos así lo piensen, la foto puede ser arte sin ser un objeto particularmente bello.
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^ Autorretrato, APECO cámara en mano, C.
1960. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 38 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
Búsqueda, elaboración, experimentación es lo que yo hago con la fotografía. Ansel Adams dice que una fotografía “se hace”, no “se toma”. Cuando hago una buena foto, la estoy elaborando mucho antes de producir el clic. La estoy pensando desde antes de poner la película en la cámara, pero tampoco esto es así en todos los casos. El mismo Adams tomó su gran foto, Orto de la luna, en tan breve tiempo que solo pudo aprovechar lo que llamaba Cartier-Bresson “el momento decisivo”. No sé por qué siempre tengo la impresión de que todavía me falta aprender mucho, incluso mirar obras de los grandes maestros de la pintura. Puede que esto se deba a que la experiencia final de pintura y foto es un encuentro con la luz. Pero, después de tantos años en el oficio, recomiendo que cuando un fotógrafo llegue a la cúspide y se sienta reconocido, lo mejor que puede hacer es volver al principio, teniendo en cuenta siempre que la fotografía más extraordinaria aún no se ha tomado y que es precisamente a través de este criterio que el profesional en esta área puede ser siempre mejor. A fin de cuentas, una foto sirve para verte a ti mismo como eres ahora y como seremos mañana.
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^Para una
cartografía de la mirada insólita Karenia Guillarón ^ historiadora del Arte José M. Fernández Pequeño ^ escritor
Lograr un discurso curatorial capaz de poner a la vista los núcleos significativos fundamentales de la obra fotográfica que realizó Natalio Puras Penzo, APECO, es una tarea retadora.1 Y no solo por la amplitud o la calidad de ese universo, que a estas alturas son indiscutibles, sino también por la atención con que es necesario evaluar las numerosas pistas que se van abriendo a medida que nos introducimos en un ámbito vital y creativo donde la rotunda sinceridad pudiera hacer pensar que la verdad está a flor de piel, cuando resulta todo lo contrario. No pocas de
1 Los autores de este texto quieren dejar constancia de su deuda con las especialistas Sara Hermann e Ia Estrella, quienes formaron parte del equipo que realizó la investigación curatorial para el desarrollo de este proyecto.
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^ Maco, vendedor de cacao y velas, 1967. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 61 x 60 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
esas pistas conducen a perspectivas parciales o se desvanecen en el gesto teatral. El propio APECO, a su modo irónico, lo advirtió mientras reflexionaba sobre su oficio: “La fotografía es un mundo de descubrimientos”.2 En principio, estamos hablando de un carácter peculiar, en muchos modos único. Hombre de notable cultura e inteligencia, APECO fue una figura de pueblo, y lo fue a tal punto, que su vida llegó a fundirse con la ciudad de Santiago de los Caballeros, de donde tomó sus mejores savias y a través de la cual se expresó artísticamente con una intensidad que hasta hoy tiene poco parangón. Intuitivo, de asombrosa imaginación, más bien solitario y decididamente distinto, fue también solidario y entregado a la construcción de la cultura social a través de lo único que quería ser: artista. Por eso ganó el cariño de todos, incluyendo el de aquellos que lo tildaron de loco, sin entender que Natalio Puras Penzo vivió su individualidad encarnando con absoluta coherencia una variedad de personajes cuya multiperspectividad le permitió entender y expresar la vida a través de la creación artística. Así lo vio Myrna Guerrero: Amante de la soledad, [APECO] nunca ha pretendido ser maestro ni tener seguidores, ni escuela. Sin embargo, su respeto a la calidad, su defensa de la estética innovadora, su decisión irrevocable de hacer profesión de fe con el arte, su desinterés materialista y su filiación a los valores trascendentes, le han convertido en figura señera del arte nacional, reconocido y apreciado no solo por todos los fotógrafos del país, jóvenes y no tan jóvenes, sino también por los demás artistas y críticos. Observadas correctamente, las características de esa personalidad tan singular pueden ser de gran ayuda a la hora de develar las claves que explican la obra realizada por APECO, del mismo modo que una mirada ligera, amarrada a lo anecdótico, terminaría atrapada en las poses, siempre circunstanciales y perecederas. Igual sucede con la amplitud y el carácter multidisciplinario de la actividad artística que durante más de sesenta años desplegó Natalio Puras Penzo, tanto en el terreno de la fotografía, como dentro del teatro y la literatura.3 Una
2 Borrador manuscrito sin titular. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León. 3 Ver la cronología que aparece más adelante en este catálogo.
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representan un real ahorcamiento, la demencia en la asombrosa gesticulación o el dramático desgarramiento infligido por objeto punzante; autorretratos no complacientes, porque son introspectivos, testimoniales y sobre todo, arte que traduce el fantasma sincero y subyacente del autor”.4 Es decir, desde el punto de vista temático y conceptual, el actor-dramaturgo y el fotógrafo se funden hasta hacerse “una dualidad inseparable”,5 capaz de alcanzar el objetivo cardinal de un fotógrafo para el cual “la foto es más artística a medida que se va apartando de la forma cotidiana de ver las cosas porque el arte es develación y no descripción”.6 Hay más. Gran parte de los monólogos y performances desarrollados por APECO a lo largo de su vida están referidos, de una forma u otra, al oficio del fotógrafo. En este sentido, puede afirmarse que el creador utilizó el teatro como una vía para investigar las posibilidades de la fotografía y detectar múltiples registros de esta que de otra forma hubieran sido más difíciles de abordar. Esta reflexión sobre el lenguaje fotográfico desde el teatro permitió a APECO dar una mayor proyección a su figura de fotógrafo, trajo a su producción fuertes acentos dramáticos, aportó una condición performática que es muy notable sobre todo en sus autorretratos y fue decisiva para su intención de narrar historias desde y sobre la fotografía. Algo parecido ocurre con el notable trabajo de coleccionismo que APECO llevó adelante durante toda su vida. La historia de la fotografía dominicana debe a ese esfuerzo el conocer a través de originales y facsímiles buena parte de la capital obra realizada por pioneros del arte fotográfico en el país, como Nidio Fermín, Santiago Bueno, Pelegrín, Federico Lithgow, Cristóbal Olivo, Francisco Palau, Luis Mañón, Jim Lowe (El Francés), así como algunos autores desconocidos o no identificados. Esa noble tarea es el resultado de la dedicación con que Natalio Puras Penzo estudió la fotografía nacional, no solo para aprender el oficio, sino también para registrar los caminos formales y conceptuales seguidos por esa fotografía y definir cuáles
4 Danilo de los Santos: “El arte de la luz y la vida”, en APECO: Fotografía, historia y vida. Santo Domingo, Cámara de Diputados de la República Dominicana, 2008, p. 80-81. 5 Ibid., p. 84-85. 6 Borrador manuscrito sin titular. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
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debían de ser los derroteros de su propia obra. Una mirada al sub-ámbito del coleccionista, que se exhibe en el primer ámbito de la muestra, permite observar de qué formas y con qué originalidad APECO se apropió de ese legado para enriquecerlo, al tiempo que asumía las demandas socio-estéticas que el momento planteaba a su oficio. Lo testimonian esas calles completamente desiertas, las imágenes de árboles que personifican estados de ánimo y los retratos que más tarde APECO recreará innovadoramente en su propia obra. Y, cuando nos referimos a APECO, estamos hablando de un oficio fotográfico con numerosos registros. Natalio Puras Penzo se inició en la fotografía como aficionado en 1955, año en el cual cerró sus puertas en Santiago el negocio familiar, Ferretería Moderna de Augusto Penzo y Co. (APECO), de la cual adoptaría el seudónimo tres años después, en 1958, cuando su destino de fotógrafo comenzaba a consolidarse. En 1961 se convirtió en profesional, al abrir en su ciudad natal el establecimiento Foto-Estudio APECO y comenzar a ofrecer sus servicios con notable éxito. Entre 1968 y 1978, durante uno de los gobiernos de Joaquín Balaguer, APECO se trasladó a Santo Domingo para trabajar como Fotógrafo Oficial de la Presidencia de la República Dominicana y Encargado del Departamento de Fotografía de Radio Televisión Dominicana. A lo largo de todos esos años, el fotógrafo comercial alternó su trabajo en estudio o en eventos sociales con el fotógrafo documental, el corresponsal de prensa y el foto-reportero. Para un profesional autodidacta, como es el caso que nos ocupa, todo ese trabajo fue fundamental en su maduración técnica y en su capacidad de experimentación con las posibilidades comunicativas que ofrecía el lenguaje fotográfico, pero sobre todo para el dominio del que sin dudas es su temario artístico más contundente: El retrato. Una lectura de su enorme obra como fotógrafo comercial y documental permite asegurarlo sin la más mínima duda. Como es posible colegir de lo hasta aquí dicho, APECO se inscribe en la historia de la fotografía dominicana como un artista multidisciplinario, pero esa pluralidad expresiva se manifiesta no en la elección y práctica individual de las disciplinas y modalidades diversas en las que incursionó, sino en la relación, integración y síntesis entre ellas. Esto es, el fotógrafo comercial y documental, el corresponsal de prensa, el foto-reportero, el coleccionista, el profesor, el actor, el dramaturgo y el escritor fueron componentes necesarios para estructurar al fotógrafo artista, dimensión que resume la personalidad creadora de APECO, aquella a
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^ Registro visual de la obra fotográfica
“Promesa y esperanza”, 1970. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 61 x 45 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
través de la cual pudo expresar mejor su peculiar e inquieto espíritu creador y legarnos una obra marcada por la originalidad, el carácter provocador y la visión penetrante. Es esta la razón por la cual La insólita mirada irónica de APECO centra su atención en el quehacer como fotógrafo artista de APECO.
Cuando yo puede significar nosotros Santiago de los Caballeros, el escenario esencial para la formación y la producción fotográfica de APECO, tiene un papel fundacional en la fotografía dominicana. Desde el siglo
xix,
esa
ciudad acogió a una gran cantidad de fotógrafos viajeros que en sus calles instalaron estudios. Del mismo modo, un importante número de pioneros de la fotografía nacional, vinculados al trabajo científico y en particular a la medicina, desarrollaron su labor en la región durante la primera mitad del siglo xx. La consolidación de la fotografía moderna en la República Dominicana tuvo también en Santiago de los Caballeros su punto de despegue y algunos de sus momentos más definitorios. A ese período corresponde el trabajo de APECO que, sin embargo, muestra profundos rasgos distintivos en su trayectoria. Tras el ajusticiamiento del dictador Rafael L. Trujillo (1961), Santiago de los Caballeros conoció importantes aperturas económicas, educativas y sociales que contribuyeron al progreso de la zona y crearon un ambiente propicio para el desarrollo de iniciativas artísticas. Entre estas se incluye la aparición de colectivos fotográficos interesados en captar una nueva imagen nacional, contrapuesta a la producción aupada durante la dictadura y dirigida a exaltar el régimen trujillista por medio de imágenes edulcoradas o, al menos, desligadas de cualquier expresión que pudiera considerarse crítica sobre la asfixiante situación nacional. Dentro de esta nueva vertiente, se desarrolló el trabajo de Jueves 68, colectivo fundado por Wifredo García en Santiago de los Caballeros, que aglutinó a un importante grupo de fotógrafos de la región Norte en torno a un trabajo preocupado por investigar las identidades y redescubrir el entorno nacional, tanto geográfico como social. A esos esfuerzos contribuyó no solo un tenso y combativo clima sociopolítico –el malogrado ensayo democrático presidido por Juan Bosch (1963), la intervención norteamericana de 1965, la Revolución de Abril en ese mismo año, los tristemente célebres doce años de Joaquín Balaguer (1966-1978), etc.–, sino también las numerosas y notables investigaciones que desde la antropología, la historia y la
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cultura comenzaron a aparecer por la época con el objetivo de replantearse la fisonomía de lo dominicano y romper la falacia de una identidad cultural unitaria y predominantemente hispana. Desde los primeros años sesenta, Natalio Puras Penzo se había convertido en un adelantado de esos nuevos propósitos dentro de la fotografía nacional, pero prefirió mantenerse al margen del trabajo colectivo que se desarrollaba en Jueves 68 y que luego continuaron otras agrupaciones de gran importancia, como Fotogrupo, creado también por Wifredo García en Santo Domingo durante 1977. Así, desplegó una trayectoria personalísima y cuyos derroteros fueron escogidos con una lucidez pasmosa, que se forjó en el ejercicio cotidiano de la fotografía y en el estudio de la obra creada por los fotógrafos que lo habían precedido, a quienes llamó naturalistas por su amor a la naturaleza y su tendencia a reproducir su belleza sin apenas intervención del fotógrafo.7 Pero, del mismo modo, encontró en algunos de esos pioneros naturalistas (como Santiago Bueno o Federico Lithgow, por ejemplo) señales muy puntuales acerca de las enormes posibilidades que ofrecía el arte fotográfico para recrear la realidad y convertirse en un medio para expresar las más acendradas apetencias del creador. Al mismo tiempo, ese empírico incansable que fue APECO se dedicó al estudio de lo que estaba ocurriendo en el mundo de la fotografía internacional y a experimentar sobre las posibilidades expresivas de este medio con el empleo de las más disímiles fuentes, desde la historia del arte, la música y la creación literaria, hasta la dramaturgia y el performance, como ha sido dicho antes. Así, mientras la mayoría de sus contemporáneos volvió la mirada hacia el paisaje rural como reservorio privilegiado de identidad nacional, APECO creó una iconografía sui géneris, en la que sobresalen el retrato, el autorretrato y la humanización de los espacios, tanto urbanos como rurales. Todos estos registros son atravesados por la experimentación, sin dudas el método esencial de APECO para dar cuerpo a sus procesos creadores y sus abordajes estéticos de la realidad. No en balde se le reconoce hoy de manera unánime como un pionero
7 Vid. Natalio Puras Penzo, APECO: “Notas sobre historia de la fotografía dominicana”, en APECO: Fotografía, historia y vida, p. 310.
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de la fotografía experimental en la República Dominicana, que practicó lo mismo en formato análogo que a través de los recursos traídos luego por la era digital. Contrario a lo que podrían pensar quienes no supieron ver en su carácter especialísimo y su manera libérrima de vivir otra cosa que la expresión de un ser imprevisible y desinhibido, basta leer cuanto escribió u opinó sobre fotografía desde los años sesenta hasta casi su muerte para observar con admiración la extrema coherencia y solidez de su filosofía creadora, así como la diáfana manera en que fue delineando conscientemente los principios y los objetivos de su trabajo como fotógrafo artista. En atención al espacio que puede conceder este texto, intentaremos resumir los rasgos más notables de esa filosofía: ^^ Concepción de la fotografía –y del arte en general– como creación a través de la humanización y no por la simple descripción de la realidad. ^^ Irrestricta conciencia de la fotografía artística como un modo especial de comunicación, que se torna más auténtico en la medida que el artista expresa libremente su intimidad. ^^ La polisemia inherente a la fotografía artística entendida como una de sus cualidades más importantes y como un aliado perfecto para el creador. ^^ Pertinencia de la experimentación, sobre la base de la libertad que todo fotógrafo tiene para transformar la realidad y de la técnica como un medio y no como un fin. ^^ Amplia capacidad para narrar historias a través de la fotografía por medio de una habilísima captación del tiempo. Puesto ante el debate de qué es más difícil en fotografía, si el trabajo con la figura humana o con la naturaleza, APECO respondió: Lo más difícil son las historias. ^^ Distinción entre la belleza estética y la simple hermosura inherente a la realidad, por “perfectas” que las imágenes de esta última pudieran parecer. ^^ Concepción del retrato como una búsqueda en el interior de lo retratado que parte de la interacción entre este y el fotógrafo, de cuya imaginación, a fin de cuentas, depende el resultado final. ^^ Preferencia por las historias individuales y los ambientes fragmentados, más acordes para sus propósitos estéticos que los grandes relatos colectivos y el panorama paisajístico. ^^ Amplio aprecio por la fotografía en blanco y negro, al considerar que esta podía lograr una mayor profundidad expresiva y ofrecer un resultado artístico más acorde con sus objetivos como creador.
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^ Fecundidad, 1975. Imagen digital. Copia de 2015. 41 x 61 cm. Fondo de Fotograf铆a Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donaci贸n del artista. Colecci贸n Eduardo Le贸n Jimenes de Artes Visuales.
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^ APECO en acción, 1968. Autor desconocido. Diapositiva blanco y negro en formato 35 mm. Copia de 2015. 78 x 122 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación de Natalio Puras Penzo (APECO). Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
En fin, poco en la obra fotográfica de APECO se debe a la casualidad o a una intuición ingobernable. Mientras la mayor parte de sus contemporáneos buscaban en el entorno físico y social cuál era la imagen que mejor representaría la idiosincrasia y la cultura nacional, propósito muy loable y oportuno en aquel momento, Natalio Puras Penzo se preguntó cómo podía expresarse mejor a sí mismo, ser él de la forma más auténtica a través de la fotografía. Y sí que lo logró. Cada personaje callejero, cada edificación y calle desolada, cada árbol de ramaje enrevesado que captó por medio de la lente de su imaginación es de muchas formas un autorretrato de APECO, que con sorprendente espíritu innovador logró corporeizar sus demonios internos y, merced a esa sinceridad, expresar su sociedad y su cultura en las más espléndidas y también en las más terribles intimidades. Por eso su obra resulta tan diferente y prefigura rasgos sobre la identidad social de los dominicanos que hasta ese momento –e incluso en el nuestro– habían sido poco o mal reconocidos. El universo fotográfico de APECO habla de un tiempo y un contexto específicos. De esa manera, su obra contiene un valor añadido de carácter autobiográfico, al reflejar en cada una de sus aristas un componente relacionado con su ciudad, su entorno, sus relacionados, y en primera instancia, consigo mismo.
La insólita mirada irónica Esa coherencia ideológica y estética resulta el primer aliado a la hora de elaborar un discurso expositivo capaz de presentar en esencia la obra elaborada por APECO. En principio, porque se traduce en un cuerpo de trabajo signado por la consistencia y centrado en un número específico de temarios que el artista trabajó a lo largo de su vida con obsesionada intensidad. Esos escenarios creativos son el autorretrato, el retrato y el tratamiento de los espacios, todos conectados a través de un diálogo íntimo y altamente significativo, a la vez que atravesados transversalmente por el gesto experimentador y la audacia innovadora. La insólita mirada irónica de APECO ha sido estructurada en nueve ámbitos conceptuales que, en su transcurso discursivo, persiguen propiciar al público un diálogo altamente comprensivo con las narrativas de Natalio Puras Penzo, de modo que este pueda reinterpretarlas a partir de su propia experiencia y acercarse a la cultura dominicana gracias a las similitudes pero también a las diferencias que existen entre esta y su propia cultura.
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ámbito^
APECO por APECO
Este primer ámbito ha sido pensado como un espacio de inmersión, cuyo propósito es presentar la figura y la obra de APECO en sus diferentes dimensiones. Busca responder a la pregunta: ¿Quién es este artista multidisciplinario y de dónde viene? Para lograrlo, nada mejor que utilizar como centro organizador la obra Autorretrato del 78, síntesis de las características formales y conceptuales del espíritu innovador que marcaron el trabajo de APECO como fotógrafo artista, lo que se constituye en un primer aviso acerca del universo creativo que se expone a partir del ámbito siguiente. Complementando esa primera imagen, se ofrece una infografía que, a modo de grafismo, muestra las diferentes facetas de este creador múltiple; otras dos obras, una de las cuales en-
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^ Doble página anterior.
Autorretrato del 78, 1978. Negativo formato medio 6 x 7 cm. Copia de 2015. 122 x 113 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Vista nocturna de Santiago, 1979.
Negativo formato medio 6 x 7 cm. Copia de 2015. 122 x 135 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
trega un panorama nocturno de Santiago –espacio vital y creador del artista–, mientras la otra lo sorprende en plena faena fotográfica; alrededor de treinta piezas que forman parte de la colección reunida por APECO a lo largo de sus trabajos de investigación sobre la fotografía dominicana; y un texto sobre el entorno social donde se desarrolló el creador. De este modo, es posible acercarse a la obra del artista, que la exposición despliega luego, a través de los afluentes que la nutrieron, además de identificar las líneas de sentido que ese cuerpo de trabajo intercambia con el accionar del hombre de pueblo, el coleccionista y el fotógrafo comercial. Por último, Natalio Puras Penzo camina en un video por la ciudad de Santiago, manipula el equipo fotográfico, actúa en un monólogo y opina acerca de la fotografía. Tratándose de un creador que logró fundir el acto de crear, de entender y de vivir en una obra singularísima, resulta de vital importancia que su carácter y personalidad reciban al visitante en este primer ámbito y establezcan con él una comunicación sensible y emocional, que será de gran importancia para el diálogo con las imágenes que aparecen en los ámbitos siguientes.
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ámbito^
Los otros que me habitan Está dedicado al autorretrato, escenario creativo que APECO introdujo desde los años 1960 en la fotografía dominicana y cultivó durante toda su trayectoria desde una óptica muy personal y con planteamientos estéticos vanguardistas. Buscando tender una línea de continuidad con el ámbito primero, este comienza con una serie de tres imágenes que recogen las distintas fases para la creación de Autorretrato del 78, lo cual además hace visible algunos de los procesos de trabajo que este autor utilizó habitualmente.
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^ Doble página anterior.
Autorretrato intervenido con color, 1978. Fotografía de gelatina a blanco y negro intervenida con color sobre papel. Copia de 2015. 61 x 51 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artist.Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Autorretrato, 1982. Negativo formato medio 6 x 7 cm. Copia de 2015. 61 x 44 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
Los autorretratos incluidos en el ámbito muestran una intención consciente por parte del fotógrafo, que emplea la propia fisonomía y sus condiciones histriónicas para construir relatos personales capaces de extender una reflexión hacia su entorno social y experimentar con las posibilidades del discurso narrativo elaborado desde la fotografía. A diferencia de los autorretratos que aparecen en el Ámbito V, dedicado a la fotografía experimental, los incluidos en este espacio no presentan mayores modificaciones a través de la manipulación técnica o los recursos de montaje, y se organizan a partir de dos vertientes que, en ocasiones, aparecen entremezcladas: 1) La captación del autor en su condición de fotógrafo, con lo cual se estructura un metarrelato que dimensiona y hace presente el oficio. 2) Imágenes que registran al autor interpretando distintos personajes, lo que consolida una narrativa de fuertes acentos dramatúrgicos y visuales. ¿Cuál de esos personajes es APECO? Probablemente todos… o ninguno. En el autorretrato, el vínculo entre la personalidad del fotógrafo y su obra resulta más obvio, pero –¡atención!– las dimensiones significativas de este cuerpo de trabajo están lejos de agotarse ahí. Es un conjunto provocador, libérrimo e impactante, signado por la autenticidad en la transmisión de estados de ánimo y emociones, aunque también por la ironía de un artista que se atrevió a decir: “La foto sirve para verte a ti mismo como eres ahora y como seremos mañana”.1 Tal criterio, enigmático por la unión en una misma oración de dos formas del verbo ser con número y persona distintos –“eres” y “seremos”–, nos está pidiendo que abandonemos nuestra posición de espectadores y nos convoca a preguntarnos: ¿Cuánto de mí y de mi vida hay en las historias que cuentan estas imágenes? ¿Será ese, de alguna manera, también mi autorretrato?
1 Toribio Fermín, Elizabeth. Una breve mirada a la fotografía dominicana. In: Ventana, Listín Diario, Santo Domingo, 24 jul.2005, p.76-77.
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^ Autorretrato en rojo, 1978.
Fotografía análoga a color intervenida a mano sobre papel. Copia de 2015. 61 x 44 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Autorretrato, APECO actor impresionado, 1978.
Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doble página anterior.
Autorretrato, APECO actor sentado en un portal, 1985. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Autorretrato, APECO actor gritando contra fantasmas
del interior de su casa, 1980. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doble página anterior.
APECO en las ruinas de Santiago I, 1980. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 40 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ APECO en las ruinas de Santiago II, 1980. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 40 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Autorretrato, APECO como Adán I, 1955. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 59 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Autorretrato, APECO como Adán II, 1955. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 61 x 59 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Rastreando imágenes II, 1978. Negativo formato medio 6 x 7 cm. Copia de 2015. 61 x 50 cm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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ámbito^
El nosotros trascendido
El tercer ámbito gira en torno al retrato, género por excelencia en el universo fotográfico que APECO creó. Si en el ámbito anterior la reflexión sobre la sociedad partía de la autorrepresentación, ahora la operación se invierte y parte de los contextos culturales colectivos para pasar por la individualización de los personajes retratados y, de ahí, llegar a la expresión de los gustos y obsesiones del propio autor. Este cuerpo de trabajo se desarrolla también en dos vertientes: 1) Individuos o grupos inmersos en contextos de gran fuerza patrimonial para la cultura dominicana (el carnaval, los oficios, el baquiní, los bateyes azucareros, los lugares de esparcimiento etc.); 2) Personajes populares de Santiago de los Caballeros que presentan peculiaridades distintivas (marginados, indigentes, perturbados, entre otros).
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^ Doble página anterior.
Actor en medio de instalación, C. 1967. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 61 x 53 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Leyendo el periódico, C. 1967.
Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 47 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Doble página siguiente.
Enamorados frente a carro fúnebre, C. 1964. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 40 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
Se trata de imágenes que adelantan una profunda exploración en las identidades, tanto individuales como colectivas, y construyen narrativas retadoras para la sensibilidad y la imaginación del público. Esta zona de la producción artística rubricada por APECO resulta coherente con las intenciones de la fotografía dominicana postdictadura, que exploró ambientes y grupos sociales desatendidos por la mayoría de los fotógrafos que desarrollaron su labor durante la dictadura. Ahora bien, en el caso de APECO, la representación de lo colectivo se aparta de los tipicismos para expresarse a través de una fuerte humanización, filtrada por la complicidad del artista, cuyo yo –sobre todo en el caso de los retratos individuales– parece fundirse con la personalidad de los sujetos fotografiados. Son, en realidad, dos vías de expresión profundamente entrelazadas. De un lado, la capacidad de meterse dentro de los personajes retratados y encontrarnos a todos en los rasgos más íntimos de esos personajes a veces disparatados.1 Del otro, está la historia subyacente en la haitiana embarazada que camina entre dos carros cargados de caña, o la que emana del movimiento atrapado en la postura de una pareja, o la que se impone desde objetos al parecer inocuos situados en el entorno. No importa, en todos los casos ese aparentemente simple objeto bidimensional que es la fotografía nos está exigiendo que completemos la vida de esos seres por medio de nuestra propia experiencia.
1 En palabras del propio APECO: “El retrato debe de tener un propósito: interpretar el carácter de la persona retratada. Como decía el gran Leonardo, se retrata lo que está en la mente”. Borrador manuscrito de “Reflexiones de la fotografía I”. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo, (APECO). Centro León.
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^ Pareja en el camino, 1964.
Imagen digital. Copia de 2015. 56 x 61 cm. Fondo de Fotograf铆a Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donaci贸n del artista. Colecci贸n Eduardo Le贸n Jimenes de Artes Visuales.
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^ Funeral de un niño de nadie, C. 1967.
Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 60 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Familia de La Sierra. c.1991. Negativo análogo a color en formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 48 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (Apeco). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Niños junto
a la barranca, C. 1967. Negativo formato medio 6 x 7 cm. Copia de 2015. 61 x 48 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Partida de dominó
en Samaná, 1970. Negativo formato 35 mm. 65 x 41 cm. Copia de 2015. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doble página anterior.
Factoría de tabaco, C. 1970. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 39.4 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Roba la gallina III, C. 1970. Diapositiva blanco y negro en formato 35 mm. Copia de 2015. 50.8 x 33cm. Donación del artista. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ En el carnaval de Santiago, C. 2006. Positivo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 40 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Jardinero de la
frontera, 2004. Positivo formato 35 mm. Copia de 2015. 39 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales
^ Doble página siguiente.
Presintiendo la muerte, 1960. Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 42 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ El Abejón, señor de las
capitales, C. 1967. Diapositiva blanco y negro en formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista.Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales
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4
ámbito^
Espacios como historias
Este es un ámbito también dominado por la narrativa fotográfica, pero ahora a través de la caracterización y de la humanización de espacios y edificios. Las imágenes que ofrece fueron escogidas entre la fotografía urbana de APECO, uno de sus temarios favoritos, en el que empleó una perspectiva y un sentido representacional distintos a los puestos en práctica por la fotografía urbana de su época. Debido a su capacidad de penetración en lo representado, se trata de un trabajo que guarda puntos muy interesantes en común con sus retratos, pero en
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^ Hotel Sevilla. s/f.
Negativo análogo blanco y negro en formato 35mm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (Apeco). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Doble página siguiente.
La puerta II, C. 1982. Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ La puerta III, C. 1982.
Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
el cual las historias no se construyen, por lo general, a partir de la figura humana, sino de las edificaciones y los espacios, interiores y exteriores. Cada una de estas imágenes está tocada por un halo de misterio y posee un fuerte carácter escenográfico, acentuado por la frecuente ausencia de la figura humana o por su masificación, que la difumina. La narrativa, en este caso, se establece a partir de tres recursos: 1) La manifestación del tiempo a través de los rasgos que dan personalidad a una edificación que el fotógrafo retrata como si fuese una persona; 2) La presencia de un elemento contextual –el árbol de extraña forma o el burro que olfatea la cámara– articula una atmósfera que otorga fuerza y vitalidad a la imagen; 3) La soledad de los espacios, que hace pensar inmediatamente en la acción del hombre, cuya huella es presentida de algún modo como parte del lugar. En este último caso, se manifiesta una de las contradicciones más ricas del discurso artístico, aquella mediante la cual un elemento logra acentuar su presencia y significatividad a través de su ausencia.1 Sea de la forma que fuere, este original repertorio de trabajo no sólo ofrece un resultado emotivo y humano, sino que además concreta una inusual mirada hacia algunas costumbres, hábitos y lugares característicos de la dominicanidad. Al mismo tiempo, esta peculiar manera de trabajar la fragmentación y el aislamiento de los elementos tiende una expedita conexión con el resto de los temarios trabajados por APECO, cuya singularísima personalidad parece estar nuevamente presente en cada imagen.
1 Es lo que luri Lotman (1922-1993) ha llamado “ausencia significativa”, donde el elemento ausente –o “cero significativo”– logra una relevancia mayor que si estuviera presente. Ver lotman, luri. El retrato. In: mosquera, Gerardo (Ed.). Interfaces: retrato y comunicación. Madrid: PHEBooks/La Fábrica Editorial, 2011. p. 31.
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^ Doble página anterior
De la calle de Las Rosas, C. 1984. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 41 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Vista de un balcón de vivienda en el centro histórico
de Santiago I, C. 1982. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 38 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Vista de un balcón de vivienda en el centro histórico
de Santiago II, C. 1982. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 38 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Vivienda en el centro histórico de Santiago I, C. 1980.
Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 39 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Vivienda en el centro histórico de Santiago II, C. 1980.
Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 38 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doble página siguiente.
Parque Ramfis de Santiago, 1954. Negativo formato medio 6 x 6 cm. Copia de 2015. 61 x 60 cm. Fondo de Fotografía dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Burro en el Gran Teatro del Cibao, 1995. Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. Copia de 2015. 48 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Edificaciones del Centro Urbano de Santiago, C. 1982. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 35 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ El Palacio Consistorial de Santiago, C. 1982.
Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 60 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Antiguo Palacio de Justicia de Santiago, C. 1980.
Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 39 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ El Hotel Mercedes de
Santiago. 2000. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 40 x 61 cm. Fondo de Fotograf铆a Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donaci贸n del artista. Colecci贸n Eduardo Le贸n Jimenes de Artes Visuales.
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ámbito^
La mirada insólita
El ambito V muestra parte de los resultados más decididamente experimentales conseguidos por APECO. Llegados a este punto, se hace necesario aclarar que en su caso esa vocación experimental, que tanto ha aplaudido la crítica dominicana, rebasa la simple intención de ser y hacer las cosas de forma diferente; más bien resulta de la búsqueda por construir un discurso narrativo por medio de la fotografía y se convierte en un punto de síntesis creadora, una intensificación del carácter innovador y original que marca toda su obra. Esto da al Ámbito V un carácter especial, al tiempo que muestra las mejores cualidades de la investigación estética y expresiva desplegada por APECO durante su vida, que ya habían sido vistas en los ámbitos anteriores y atraviesan de diferentes maneras todos los repertorios del artista. Los procedimientos experimentales empleados por APECO desde la década de 1960 encon-
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^ Doble página anterior.
Autorretrato morado, c. 1980. Diapositiva a color 35 mm. Copia de 2015. 61 x 39 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
traron un ambiente propicio en el momento artístico que se desarrollaba dentro y fuera de la República Dominicana, marcado por la ruptura de las barreras entre los géneros y por el uso de diferentes elementos y técnicas –como el fotomontaje, el collage y el sándwich, en el caso de APECO– para la construcción de una nueva imagen. De este modo, el fotógrafo dominicano logró alterar y renovar la mirada con la finalidad de reconstruir la realidad y de revelar esencias humanas y sociales ocultas a la percepción convencional, algo que por otra parte encajaba muy bien con su incesante búsqueda por atrapar y proponer historias desde el estricto espacio de la fotografía. En su caso, fue una operación realizada con toda conciencia: “A veces consigo una visión diferente ‘quitándole’ algo a la naturaleza, pero también logro algo cuando agrego un elemento nuevo e insospechado. Ante todo está el compromiso conmigo mismo”.1 Al introducir un motivo insólito en la imagen, APECO produce un desplazamiento de fuerte carácter irónico y nos obliga a reflexionar sobre la realidad cotidiana con una actitud salvada de la rutina y, por tanto, capaz de encontrar significaciones que el día a día nos oculta. Al mismo tiempo, estas imágenes intervenidas y el consiguiente resultado irónico reclaman un inusitado diálogo con las figuras estrafalarias y los espacios que recrean las obras de los ámbitos anteriores. En tanto síntesis y resumen, este ámbito regresa a los temarios ya vistos e invita a replantearse sus obras, ahora desde una más acendrada perspectiva. Mientras la voz de APECO en el performance Adán en el Edén hace sentir en el ámbito la soltura imaginativa y la penetrante ironía que caracterizaron el accionar de este artista, las imágenes intervenidas que cuelgan en las paredes advierten sobre las infinitas formas que existen para ver la realidad y entendernos a nosotros mismos, nos retan a volver atrás y repasar las obras vistas en los ámbitos anteriores para repensarlas desde otros puntos de vista, con lo cual el discurso curatorial continua y hace presente el principio que animó la capacidad de asombro y el espíritu cuestionador de APECO: El hombre libre y creador está comenzando siempre.
1 Fotogrupo, op. cit., p. 27.
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^ Homenaje a Armando Villamil, C. 2002. Imagen digital. Copia de 2015. 40 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Doble página siguiente.
Rostro femenino, C. 1980. Imagen digital. Copia de 2015. 41 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Diseño para multiplicar risitas lúdicas I, 1979.
Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. Copia de 2015. 48 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Diseño para multiplicar risitas lúdicas II, 1979.
Imagen digital. Copia de 2015. 50 x 61 cm. Fondo de Fotografía dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doble página siguiente.
Lechón de los años 50, C. 1950. Diapositiva blanco y negro en formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 40 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Roba la gallina II,
C. 1962. Diapositiva blanco y negro en formato 35 mm. Copia de 2015. 38 x 31 cm. Fondo de Fotograf铆a Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donaci贸n del artista. Colecci贸n Eduardo Le贸n Jimenes de Artes Visuales.
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^ Goyito Medina, una de las leyendas del viejo carnaval de
Santiago, con su célebre disfraz de muñeco, C. 1975. Diapositiva a color en formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 37 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Después del incendio, C. 2006. Imagen digital. Copia de 2015. 46 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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ámbito^
SER SOCIAL
Ser social es un ámbito que recoge el importante rol de APECO como uno de los fotógrafos más célebres y solicitados de la ciudad de Santiago. El valor de este ámbito no solo reside en su popularidad como captor de momentos familiares importantes, sino también en el hecho de que este grupo significativo de fotografías se convierten en alegoría del contexto en que vivió y trabajó APECO. Esto debido a que el artista realiza esta fotografía desde “dentro” de los códigos representacionales de la propia cultura, del propio grupo social que incorpora. APECO fue requerido por personajes y familias para captar lo que ellos consideraban como los acontecimientos colectivos más sobresalientes. El sociólogo Pierre Bourdieu establece una indisoluble relación entre la fotografía, como práctica, y la familia. Menciona que cierta práctica fotográfica existe por su función familiar y consiste en “solemnizar y eternizar los grandes momentos de la
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^ Doble página anterior.
Profesor Andrés Avelino García Solano. s/f Fotografía análoga blanco y negro sobre papel 41.5 x 34.2 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Doctor Carlos Dobal. 1990. Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. 38 x 46 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
vida de la familia, reforzar en suma la integración del grupo familiar reafirmando el sentimiento que tiene de sí mismo y de su unidad”. Sin duda, en el conjunto de la producción de APECO, la fotografía de eventos sociales familiares es también una modalidad ritualizada, debido a que el fotógrafo asumía cada tarea con la misma fuerza e histrionismo que su otro cuerpo de obra; porque ella misma forma parte de un ritual propiamente dicho. Pero, incluso en esta modalidad, se puede advertir un cambio general en la actitud ante la fotografía, que fue variando al perder paulatinamente solemnidad para irse haciendo más casual o íntima.
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^ Doña Vanesa Vega de Bonelly. s/f Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. 45.8 x 30.5 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. ^ Dr. Salomón Jorge. s/f Negativo análogo blanco y negro en formato 6 x 7 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Don Eduardo León Asensio fumando y sonriendo. s/f Fotografía análoga a color sobre papel. 24.3 x 19.7 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. ^ Don Guillermo León Asensio. s/f Transparencia análoga a color en formato 6 x 7 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (Apeco). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Gustavo E. Vega E. con Magníficat de K. Penderesky. 1982. Negativo análogo blanco y negro en formato 35 mm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (Apeco). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. ^ Bailarina Lama en acción. s/f Negativo análogo blanco y negro en formato 6 x 7 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Ángela Carrasco con guitarra. s/f Negativo análogo blanco y negro en formato 6 x 7 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ María Magdalena Ovalle de Zaldívar. 1996. Imagen digital blanco y negro. Donación de María Magdalena Ovalle de Zaldívar. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. ^ Doble página siguiente.
Yoryi Morel con Héctor Incháustegui. s/f Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. 37.3 x 50.2 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Doña Clara León Asensio y doña Rosa Leon Asensio. s/f Negativo análogo a color en formato 35 mm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (Apeco). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Myrna Guerrero. s/f Fotografía análoga blanco y negro sobre papel. 17.1 x 12.5 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Reina del carnaval popular de Santiago. 2000. Negativo análogo a color en formato 35 mm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. ^ Jacinto Domínguez. s/f Fotografía análoga a color sobre papel. 25.5 x 20.2 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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^ Una novia. s/f Negativo análogo a color en formato 6 x 7 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Una novia. s/f Fotografía análoga a color sobre papel. 20.2 x 10.3 cm. Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
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ámbito^ ^ Fragmento de mapa
extraído de: Por las rutas del Cibao. Santiago de los Caballeros: Oficina de Estadística y Cartografía, Policía Nacional, [19--].-- v: il map R/RD/917.2935/P832r.
El Santiago de APECO
Este espacio temático recoge en una mirada cartográfica de su ciudad, Santiago de los Caballeros, los puntos en los que APECO habitaba. Los lugares que frecuentaba y los espacios de interrelación con sus amigos. Sus sitios favoritos de la ciudad dibujan un espacio cartográfico que puede ser llamado el Santiago de APECO. Aquí se pretende mostrar cómo el fotógrafo, artista del performance y ser humano se apodera de su entorno y lo transforma a partir de su mirada inquisitiva. Este espacio temático es una reflexión acerca de la manera en la que la cartografía se constituye en un discurso personal y produce una imagen íntima del territorio. El énfasis en el mapa, en cuanto discurso, busca introducir la pregunta de las implicaciones individuales de la cartografía y sus conexiones con las interpretaciones del territorio y el comportamiento espacial del individuo. Este acercamiento nos permite plantear las posibilidades de los «mapas cognitivos» para la confección de cartografías a partir de la mirada de los personajes de nuestra cultura y nuestras comunidades locales. Así, a partir del Santiago de APECO, planteamos retos para la construcción de una cartografía colaborativa y dialogante.
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ámbito^
Performance y salvación
El performance para APECO fue una estrategia de supervivencia, de salvación. En el performance como manifestación, el artista fue uno de los pioneros en la República Dominicana. Lo comenzó a cultivar en los años sesenta, cuando nadie en el país se atrevía aún a suponer que alguna vez llegaría a ser un reconocido género dentro de las artes visuales. Gran parte de los monólogos y performances desarrollados por APECO a lo largo de su vida están referidos, de una forma u otra, al oficio del fotógrafo. En este sentido, puede afirmarse que el creador utilizó el teatro y el performance como una vía para investigar las posibilidades de la fotografía y detectar múltiples registros de esta que de otra forma hubieran sido más difíciles de abordar. Esta vinculación trae a colación el hecho de que desde sus inicios la fotografía siempre ha
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^ Doble página anterior. José Enrique Tavárez (Santiago de los Caballeros, 1962). Dreams. 2006. Fotografía digital a color. Colección privada del artista.
^ Carlos Núñez (Wachao) (Santiago de los Caballeros, 1968). Apeco cuerpo y alma I. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
mantenido una extendida relación con la práctica del performance y el teatro, permeándose entre ellas de manera permanente y sistemática. Al mismo tiempo, ambos medios están tradicionalmente situados en los extremos opuestos, en cuanto a su relación con lo temporal, de las manifestaciones de producción visual. Dentro de la historia del teatro y estudios de performance (cuyo ámbito de aplicación no se define sólo por las formas contemporáneas de teatralidad), la fotografía ocupa un lugar privilegiado. Ya no se considera un «residuo» del performance, sino, por el contrario, es parte integral de una historia visual, de una historia cultural, que se centra principalmente en el lugar del performance en la sociedad
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^ Doble página siguiente. Carlos Núñez (Wachao) (Santiago de los Caballeros, 1968). Apeco cuerpo y alma II. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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ámbito^
APECO genial
APECO genial, recoge el trabajo de 18 artistas del lente que, como alumnos o seguidores, captaron al artista en sus andanzas y proyectos. Estos fotógrafos fueron sus amigos, compañeros de viajes y experiencias. La curaduría de este espacio se le agradece especialmente al trabajo de José Manuel Antuñano, quien siempre estuvo a su lado y a la vez resalta la figura de Fonso Khouri, importante fotógrafo santiaguero y uno de sus aliados más consecuentes, quien escribió junto a Danilo de los Santos un volumen que recoge críticamente buena parte de la producción de APECO. Estas obras integraron una exposición que se tituló de la misma manera que el ámbito que las contiene y que ha recorrido diversos espacios del país en un reconocimiento merecido de sus compañeros de arte. Del catálogo de esta muestra podemos puntualizar lo que constituyó un desafío para sus autores: “Reinterpretar la figura de tan importante personaje del mundo artístico nacional es el tema planteado y motivo de esta celebración, el mismo, resulta un reto por partida doble, la realización de retratos es una labor llena de complejidades técnicas y sociales, que implica perspicacia, especialmente, cuando se trata de revelar en imágenes,
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^ Doble página anterior. Willy Javier (Santiago de los Caballeros, 1981). Apeco transfigurado. 2008. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Abraham Khouri (Santiago de los Caballeros, 1961). Pensador II. 2005. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
apreciaciones personales del talento de una figura polifacética y enigmática. Estos provocativos retratos son más que recursos visuales, testimonios que ponen de manifiesto al ser humano sensible que reside en APECO, desde múltiples apreciaciones tamizadas por la admiración de profesionales del lente de generaciones posteriores. ”Mirar hacia dentro: Ver lejos La insólita mirada irónica de APECO propone un diálogo con la particular fisonomía estética de este autor y, en tal sentido, desarrolla su discurso sobre la base de dos núcleos organizadores fundamentales: La fotografía artística, en la que convergen el resto de las dimensiones expresivas de APECO; y la fotografía experimental, que sintetiza los rasgos esenciales de su obra. El conjunto expuesto nos deja frente a un artista cuya sinceridad, compromiso consigo mismo y entrega al ejercicio profesional desembocan en la concreción de una obra auténtica y provocadora, a través de la que pudo expresarse tal cual era y, precisamente por esto, logró mostrar dimensiones de su realidad y de la vida que nos estremecen y nos enseñan. ¿Cómo fue posible? Lo fue por la inextricable identificación que se produce entre APECO y la realidad por él fotografiada. En este sentido, y analizado con las herramientas de la contemporaneidad, podría decirse que toda la obra fotográfica de Natalio Puras Penzo es susceptible de ser ubicada dentro del retrato como género. No importa si el objeto es un árbol, una calle, un edificio o un grupo de personas, su actitud en tanto creador es siempre la de un retratista, género que él definió así: “Todo retrato es el final de un proceso que depende de la interacción entre el fotógrafo y la persona fotografiada. El retrato debe reflejar la personalidad individual de cada quien”.1 Y eso fue en el fondo lo que hizo: Humanizar la realidad y personificarse a través de esta. De tal forma, además del carácter pionero que hoy reconocemos a APECO dentro del performance, el autorretrato fotográfico y la fotografía experimental, habría que agregar sus aportes en la ampliación de los límites y la reevaluación –tanto conceptual como estilística– del retrato, género en el cual logró nuevamente adelantarse a su tiempo y prefigurar nuestra contemporaneidad.
1 Es decir, la personalidad de ambos: El fotógrafo y el fotografiado. Borrador manuscrito por APECO donde habla sobre su experiencia en la fotografía comercial. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
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^ Carlos Núñez (Wachao)
(Santiago de los Caballeros, 1968). Apeco cuerpo y alma 1. 2009. 83 x 62 cm. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ José Enrique Tavárez (Santiago de los Caballeros, 1962). Apeco + 6 = Apeco. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta. ^ José Manuel Antuñano Peralta (Santiago de los Caballeros, 1971). Vestigios y complicidad I. 2008 . Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Francisco-Paco-Salguero (Ciudad México, México, 1971).
perfil. 2006. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Fonso Khouri (Santiago de los Caballeros, 1955-2014).
Apeco azul. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Pedro Martínez (Santiago de los Caballeros, 1982). Loco perfecto. 2005. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Abel Cruz (Santiago de los Caballeros, 1963). El mártir. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Leandro Montes (Santiago de los Caballeros, 1947).
Dramatismo. 2007. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Juan Carlos Durán (Santiago de los Caballeros, 1976). El alma del rollo. 2007. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Ricardo Batista (Santiago de los Caballeros, 1956).
Dos grandes Maestros de la fotografía Dominicana. 2008. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Ricardo Batista (Santiago de los Caballeros, 1956). Préstame tus ojos. 2008. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ María Consuelo Sepúlveda (Santiago de los Caballeros, 1990). El niño y su juguete. 2007. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Rayner Peña (Santiago de los Caballeros, 1975)
Alegría. 2005. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Carlos Núñez (Wachao) (Santiago de los Caballeros, 1968).
Apeco cuerpo y alma. 2009. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Amaury Suárez (Santiago de los Caballeros, 1979). Rompiendo paradigmas. 2006. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Félix Sepúlveda (Santiago de los Caballeros, 1959). Homenaje a Yoryi Morel. 1998. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Francisco-Paco-Salguero (Ciudad México, México, 1971). Bohemia tu luz. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Óliver Flambert (Bruselas, Bélgica, 1973).
Imaginación, conocimiento y dramatismo. 1998. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta. ^ César Payamps (Santiago de los Caballeros, 1967). Homenaje al Maestro. 2006. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^ Francisco-Paco-Salguero (Ciudad México, México, 1971). Body Parts. 2009. Fotografía análoga a color sobre canvas. 83 x 62 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
^ Anthony Grullón (Santiago de los Caballeros, 1971). Encuentro divino. 2008. Fotografía análoga blanco y negro sobre canvas. 62 x 83 cm. Cedida en préstamo por José Manuel Antuñano Peralta.
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^APECO,
un fotógrafo dominicano, auténtico y diferente Marianne de Tolentino ^ Gestora cultural, crítica de arte
Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
¿Loca o cuerda? La fotografía puede ser lo uno o lo otro. Roland Barthes
“La fotografía pertenece al gran cuerpo del pensamiento cultural, y nadie puede negarle el vigoroso poder emocional que ese medio tiene como arte, medio que ha llegado a ser una confirmación de la vida”.1 Esto lo escribió Jesús Natalio Puras Penzo, para todos nosotros APECO, su nombre de artista,2 y –¿sin quererlo?– se autodefinió así óptimamente: la fotografía dominicana y
1 Borrador manuscrito de un texto escrito por APECO sobre la exposición Domingo Batista XL. Caminando con la luz. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León. 2 El nombre de artista proviene de las siglas del negocio familiar, Augusto Penzo y Compañía.
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^ Doble página anterior.
APECO y el collage, C. 1960. Imagen digital de un facsímil realizado a partir de una imagen gráfica. Copia de 2015. 61 x 44 cm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
APECO en particular se destacan en el caudal del arte y la cultura nacionales, generan emociones, transmiten la vida y la identidad. Su auténtica naturaleza, apartando las inevitables propuestas decorativas, se ha adueñado de un poder de representación fuerte, de un compromiso –ético y estético– debajo de la superficie de la imagen.
De la identidad al juego En un compromiso consigo mismo, APECO fue el fotógrafo dominicano que más lidió con el autorretrato. En estas deslumbrantes y plurales imágenes de sí mismo, ciertamente no teme a que lo califiquen de exhibicionista o narcisista, y él provoca reacciones incontenibles, hasta el susto... Su autorretrato más conocido, el que en nuestra opinión constituye el clímax de la Colección del Centro León, no encarna a un personaje externo sino que “se mete” en la propia angustia de su autor, grita en silencio, se lastima aun, rastrillándose la mejilla con una horquilla, cual una mano mutante. La cara, adrede desenfocada y semiborrosa, cuestiona la visión real y comunica un aura sobrenatural. Sin embargo no es el único enfoque, sino la culminación o el primero de una secuencia: según nuestra sensibilidad, los ojos, la mirada, nos asocian al drama interior o se refugian en la introspección. Aunque no llegue a expresar la alucinación, tal vez él estaba viendo a uno de los fantasmas del interior de su casa, entonces “haciéndose imágenes múltiples veces,”3 y compartimos la ansiedad inscrita en el rostro. Ahora bien, APECO fue un performancista, un intérprete de los monólogos escritos por él, habiendo dicho en escena cosas extraordinarias: “Disculpen, pero es que como yo fui actor o estudiante del Teatro Escuela, a veces ni sé discriminar si estoy actuando o estoy en la vida real.”4 Más que entrada en escena reveladora, es una confesión, y en otros autorretratos vamos a encontrarle actuando y percibimos un auténtico talento de mimo.
3 Borrador manuscrito de “Reflexiones de la fotografía”. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León. 4 Borrador manuscrito de un texto guía para la presentación de un monólogo, s/f. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
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El juego del comediante interviene, el autorretrato se vuelve lúdico, animado, de cuerpo entero, en un lugar, en un tiempo. APECO (se) cuenta historias… Su monólogo Adán en el Edén, héroe dialogando con la manzana… y pecador en acción, es una pequeña obra maestra: dos personajes, ¡y uno, la fruta, se ríe! El artista logra una comunicación privilegiada en base a la expresividad del rostro, los gestos, los movimientos, como si fuera una pantomima. La fotografía proyecta hasta una manera de decir, un mensaje hacia el espectador que ese percibe sin voz ni palabras. Hay otras metamorfosis, autorretratos voluntariamente más efectistas y perturbadores, transfigurados por el claroscuro. Finalmente, el APECO serio, digno, profesional, posa, la cámara en mano… o se asume como tal.
Observador y espejo de su mundo Los autorretratos figuran entre las imágenes más contundentes de APECO, pero prácticamente toda su producción es de índole autobiográfica, tanto encargos como fotos profesionales –que económicamente le permitían dedicarse a su vocación creativa, como muchos en la historia de la fotografía–, aunque son una categoría distinta, ¡están integrados a su diario vivir! Ese observador, sedentario y en búsqueda permanente, sabía mirar al hombre en su medio, a la gente en su vida doméstica y cotidiana, se convertía en testigo de la condición humana a su alrededor. Colocaba su trípode, más allá de cuando era requerido, cuando y donde él lo sentía: Símbolo de ello es el “APECO en acción” de autor desconocido… encaramado sobre el techo del inconfundible carrito. ¿APECO espejo de su mundo? Otra vida surgía de la foto, y en muchos de estos retratos tenemos la impresión de que él jugaba el papel del otro, se volvía el alter ego del modelo, ciertamente no temía a la trivialidad o a la degradación, y en sus “amigos” hallamos una nueva heroicidad de la extrema pobreza y/o de la enajenación como valores humanos, sin caer jamás en la caricatura. Esa compenetración era a la vez instintiva y deliberada, irresistible y profunda: para él, “el
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^ Anciana con libro, 1979. Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 52 cm. Fondo de Fotografía Dominicana. Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
retrato debe tener un propósito: interpretar el carácter de la persona retratada”.5 Ahora bien, al “retratar lo que está en la mente”, encontramos de nuevo el fenómeno de espejo.6 Esos personajes errantes, extraños bufones callejeros de Santiago, curiosamente complacidos ante el lente –así Busuco o el Abejón de Coco–, él les quería, se identificaba con sus (des)gracias, más cómicas que siniestras, según las proyectaba, aparte de un curioso efecto de careta. Se palpa el afecto, como si se tratara de otro yo, y dista de ser compasión: no está lejos el ingrediente de autorretrato, compartiendo la soledad de esas criaturas marginales, transformándolos en sus héroes. A pesar de la evidente indigencia de ellos, no la sentimos, al menos en una primera mirada, como el valor principal que expresa y busca la foto, e impacta más una crispada e histriónica mueca de máscara. Es en escenarios llanos y áridos, en fragmentos del mundo circundante, en circunstancias no previstas, donde apreciamos más una vertiente sociológica perturbadora, hasta indignada, la crítica aflorando debajo de la banalidad aparente. Obligatoriamente, la mirada se demora y la lectura se complica… Así los Enamorados frente al carro fúnebre son una versión criolla de Eros y Thanatos, y, mediante una pintoresca imagen local, la pulsión de vida y de placer confronta a la realidad inexorable de muerte y destrucción.
Testimonios para pensar Más estremecedoras aún son las imágenes de Fecundidad. La embarazada, pequeño bulto blanco perdido en el espacio entre dos bloques oscuros, fríos, impenetrables, y de Funeral de un niño de nadie, diminuto ataúd apenas pesando sobre una de seis mujeres en fila… cual saco de víveres: ambas nos refieren a la condición femenina, marginada, abandonada, abusada, vientre que da la vida, hombro que carga al muertito, hombres que no están. Estas dos fotografías dicen más que un manifiesto. Otras se relacionan ya directamente con la
5 “Reflexiones de la fotografía”, Op. cit. 6 Referencia a la famosa exposición y planteamiento de John Szarkowski, Mirrors and Windows. Por cierto, las fotografías de APECO a menudo abarcan ambas vertientes: espejo y ventana.
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^ La palma de guano y los niños, 2008. Imagen digital. Copia de 2015. 61 x 41 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
situación popular, el hacinamiento, el juego, los trabajadores, la familia campesina, los chiquillos miserables. En cuanto a las vistas y vivencias carnavalescas, aunque a APECO le encantaba su carnaval santiaguero, más que la fiesta y la algarabía, apreciamos cómo sobresalen ciertos personajes: Roba la Gallina hasta en toma de estudio–, Nicolás Dendén o las chicas/ chicos con gafas y pelucas, iconografía de lo grotesco y el travestismo: cuán lejos de esa mirada irónica y cargada de un humor rechinante está la promoción turística carnavalesca de otras fotografías dominicanas, ¡que en su estilo primario pueden ser excelentes! APECO observa, busca y encuentra imágenes que él tiene en sí mismo (o tenía subconscientemente), es testigo de cosas y de casos vistos en cualquier momento de su existencia… Si no reivindica de modo radical –desconociendo el panfleto–, él presenta siempre una dimensión social. Aunque sea transversal y soterradamente, la imagen sugiere y hace reflexionar, más allá del objeto captado. Así decía Roland Barthes a propósito de la fotografía de Kertesz y sus imágenes que “hablaban demasiado”: “En el fondo la Fotografía es subversiva, no cuando espanta, se vuelve revulsiva o aun estigmatiza, sino cuando induce a pensar”.7 Ahora bien, hubo en tiempos de la tiranía una foto “preparada” por APECO, Presintiendo la muerte, directamente política, y que causó a su comprometido autor prisión y torturas: era la puesta en escena de un compañero y joven activista antitrujillista, en un cementerio y en proceso de enterramiento, la tierra fresca pronto lo sepultaría… Chanza, juego tal vez, pero de hecho ¡al compañero lo mataron una semana más tarde! Y el fotógrafo caro pagó esa premonición. Notaremos el contraste cromático, blanco(s) versus negro, luminosidad y oscuridad, que, en otras tomas, refieren también a una situación dramática, ocurrida o en cierne.
Los paisajes de la memoria “Hay fotógrafos que se dedican solo a las líneas y formas, a la textura y al ritmo”, planteó APECO refiriéndose al diseño en la fotografía.8 Sea por oficio como reportero o por encargo
7 Roland Barthes: La chambre claire, note sur la photographie. Paris, Edition de l’Etoile, Gallimard, Le Seuil, 1980, p. 65. 8 “Reflexiones de la fotografía”, Op. cit.
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^ Doble página siguiente.
Busuco, foto para una cédula anónima, 1967. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 32 cm. Fondo de Fotografía Dominicana . Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
^ Retrato de actor como pintor, C. 196. Diapositiva en formato 35 mm. Copia de 2015. 61 x 40 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
especial, sea por placer e interés personal, o conjugando ambas motivaciones, él retrató varios inmuebles de Santiago, destacando necesariamente líneas, formas, ritmos y texturas... Él captó principalmente monumentos, casonas, construcciones con un valor histórico, sin llegar a una arqueología urbana, de los cuales se presenta aquí solamente una ínfima muestra, observación por cierto valedera para los demás temas y sujetos. ¡Fueron millares de fotografías! En estos paisajes de la ciudad no aparecen viviendas nuevas, y menos aun del tipo de ofertas-de-agencias-inmobiliarias: cada morada particular o edificio público –salvo excepciones– pertenece al marco de vida santiagués, tradicional y/o secular. Esas imágenes, a menudo añejas y poéticas, evocan bienes patrimoniales u hogares donde el artista hubiera querido habitar e instalar su estudio… los anónimos multifamiliares que constelan el Santiago actual y ya se erguían en terrenos baldíos periféricos… o de casas solariegas destruidas por el ansia salvaje de ganancias, debieron afligir los últimos años de ese medular residente de la ciudad de Santiago. Impresiona el hecho de que prácticamente no hay seres humanos en esas fotos del hábitat, pero el hombre está presente por su ausencia… ¿alusión al cataclismo de la modernidad que lo ha desplazado, éxodo voluntario de los tiempos anteriores, recuerdos encerrados en muros ya no videntes, historias sin principio ni fin? Pero la memoria no se borra… así los opíparos desayunos del Hotel Mercedes, un poco como la “madeleine” proustiana, resucitan gracias al discurso fotográfico, mientras sus ventanales y balcones –como los hubiera querido Alejo Carpentier– albergarán los secretos de alcobas para siempre. APECO los ha atesorado… El fotógrafo no se limita a retratar la arquitectura en su conjunto, sino que “sorprende” partes de las casas, se centra en refinados detalles, hasta penetra en interiores pulcramente decorados… El proceso siempre está cuidadosamente elegido por APECO, ¡que define y enumera 25 artificios para que una foto alcance su máxima estética y expresión! Es entonces cuando el tiempo se anima, la mirada se intimiza, el alma trasparece. Las puertas, abiertas o cerradas, humildes o señoriales, no solamente atraen al fotógrafo por su geometría sensible y su estilo propio, sino que lo cautivan por los misterios que encierran. Quizás el clímax del romanticismo y la supremacía del detallismo se alojen en el piso de balcones, donde el lente al acecho perenniza sombras de elegantes balaustradas y las fusiona con florituras mosaicadas en su armoniosa escritura de la luz. En la fotografía, las funciones esenciales del paisaje son describir, informar y documentar. APE-
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CO les añadía una correspondencia introspectiva con momentos e inquietudes existenciales, siendo a veces lo subjetivo más importante. En el ámbito rural, él tenía una predilección por los árboles, no tanto como vegetación tropical y protagonistas del amigo y pintor Yoryi Morel, sino nuevamente como manifestación de la vida, de la fuerza, de la resistencia al tiempo. El artista estaba fascinado por el vigor de los troncos y sus raíces –como en el caso de la fotografía de Santiago Bueno y pieza de su colección– o, al contrario, por su degradación y derribo. Induciríamos un fenómeno de identificación personal, donde la potencia emocional y el “yo” sobrepasan a la restitución iconográfica de la naturaleza, una manera de ver muy diferente de aquella típica en otros grandes fotógrafos dominicanos que dieron al paisaje una expresión gloriosa y deslumbrante.
Oficio de por vida Sin embargo, no debemos sobredimensionar esta producción “independiente” de imágenes como discrecional y medagalanaria. APECO vivió por la fotografía y de la fotografía, siendo también profesional de estudio y de encargo, de instituciones oficiales y de medios periodísticos, durante muchos años. Al igual que otros maestros del lente –es casi un cliché citar a Cartier-Bresson, por cierto muy admirado por APECO–, un elemento de foto reportaje podía ser una obra maestra, entre arte y testimonio, aunque no son la mayoría: decía metafóricamente Cartier-Bresson: “Yo fotografío perros arrollados [les chiens écrasés], mi material corriente”.9 Por su parte, el fotógrafo dominicano, usualmente discreto en sus observaciones, ha analizado con agudeza la dificultad de hacer ciertos retratos planeados o formales, por ejemplo “cuando el sujeto fotografiado no pone cooperación en el proceso”.10 La exposición, lógicamente, no enfatiza esa vertiente, más que necesaria, imprescindible, y con varios ejemplos a tomar en cuenta.
9 Peter Galassi: Henri Cartier-Bresson: The Early Work. The Museum of Modern Art; segunda edición. New York, 1993, p. 24. 10 Borrador manuscrito sobre la fotografía. Forma parte del Fondo Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
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Ciertamente, una fotografía de oficio, contundente y de archivo, es aquella que tomó APECO de Mario Vargas Llosa en el despacho del presidente Balaguer en 1974. La visión testimonial provoca reflexiones de quienes han leído La fiesta del Chivo y la opinión del escritor peruano. En cuanto a la magnífica construcción y geometría de los Invitados a la iglesia, se acerca más a la experimentación artística que a un encargo convencional. Es una fotografía totalizante que, simétrica, se abre triangularmente de dos bloques oscuros a la pequeña estructura blanquecina de los novios. Una iluminación cenital irradia la parte superior y en la parte inferior el último escalón establece un contraste entre el antes y el después del sacramento. Aparte de una composición excepcional –hasta en su propio autor–, el concepto formal instrumenta el misticismo y la religiosidad ceremonial, ¡escucharíamos aun la música nupcial! Una imagen de antología…
Un fotógrafo que no conoce límites No cabe duda de que APECO, en un tiempo de timidez e inhibición de la fotografía nacional, dominada por la bonitura social y el oficialismo dictatorial, se adelantó a su época y se sumergió en la experimentación. El collage, el sandwich, el montaje, la yuxtaposición, en fin, vías nuevas de la creación fotográfica, le apasionaban. No siempre los resultados correspondieron a las intenciones, pero la investigación y las experiencias prácticas tienen el mérito formidable de una vanguardia local. Y hay sin duda imágenes sobrecogedoras, principalmente las que surgen de su mirada irónica y tiernamente satírica. En esta categoría, situamos el Diseño para multiplicar risitas lúdicas I y II, superpoblación de bebés metaforizada por un hombre que no dejó descendencia y tal vez se “autorretrató” infante, traviesamente inserto entre filas de muñecos seriales. Y por supuesto, la fotografía, daliniana y barroca, alusiva y alegórica, de APECO y el collage es una realización a la vez fantasiosa, calculada y reflexiva. ¡El fotógrafo luce imponente! APECO cristalizó sus intereses existenciales, profesionales, artísticos en torno a la fotografía pero, en este contexto, no se limitó a su propia obra. Él reconoció, admiró, comentó las imágenes de colegas fotógrafos –su texto sobre la exposición de Domingo Batista en el Centro León es una pieza crítica–, y reunió una colección testimonial de fotografías de otros autores dominicanos, sobresaliendo Federico Lithgow, a los que salvó del olvido o de un abandono parcial.
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^ Doble página siguiente.
Edificio de la Ferretería Lara de Santiago II, C. 1982. Negativo formato 35 mm. Copia de 2015. 60 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
Más que la autosatisfacción de un coleccionista, fue una preocupación altruista y nacionalista. Esa generosidad culminó en la donación por APECO de un conjunto invaluable a través del Centro León, depositario de su devoción y absoluta confianza, a la Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. El material, verdaderamente histórico –que comprende originales y reproducciones facsimilares– es fundamental para un estudio exhaustivo de la dominicanidad fotográfica y forma parte del Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO), conservado y puesto en valor por el Centro León en 2009.
Coda Ese conjunto extraordinario, cuyo núcleo está constituido evidentemente por la producción personal, fue aportado por el artista en vida y mediante varias entregas. Ocupa el lugar destacado que le corresponde en las colecciones fotográficas del Centro León, entre las más importantes de la República Dominicana. No sin emoción, inevitable cuando se habla de APECO, le dejamos las palabras finales: “Los muy buenos fotógrafos dicen poco con la boca pero dicen mucho con sus imágenes”.11
11 Ibid.
171
172
1933 Nace en Santiago de los Caballeros, el 25 de diciembre, en el seno de una familia de comerciantes, propietarios de la Ferretería Moderna de Augusto Penzo y Compañía (APECO).
1946 Muestra interés hacia las artes escénicas: actúa de manera informal en su casa y asiste a espectáculos teatrales en la ciudad.
1951 Se gradúa de bachiller en la Escuela Normal de Santiago de los Caballeros.
1952 Ingresa en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Santo Domingo, donde realiza estudios de Ingeniería Civil.
1955 Se produce el cierre de
cronología
Natalio Puras Penzo APECO 174
la Ferretería Moderna de Augusto Penzo y Compañía (APECO). Manifiesta su inclinación hacia la fotografía. Se inicia en esta disciplina como aficionado. Es uno de los fundadores de la Escuela de Teatro de Santiago. Forma parte del grupo dramático Orfeo.
1958
1961
1967
Adopta APECO como su
Abandona sus estudios
Presenta su segunda
nombre artístico.
de Ingeniería Civil en la
exposición individual en la
Junto a un grupo de amigos
Universidad de Santo
Universidad Católica Madre
aficionados a la fotografía,
Domingo. Establece en
y Maestra (UCMM), de
comparte sus experiencias
Santiago de los Caballeros
Santiago de los Caballeros.
sobre esta disciplina.
Foto-Estudio APECO, desde
Contrae matrimonio con la
Obtiene un permio en el
donde comienza a desarrollar
Dra. Antonia Jorge.
Concurso ILFORD.
un trabajo comercial de gran
Asiste al II Salón de Otoño de
demanda.
la Fotografía, en el Palacio
Reanuda su trabajo como
de Bellas Artes de Santo
Realiza una fotografía a su
actor.
Domingo, donde obtiene un
amigo Víctor González donde
Lleva a cabo un programa
premio.
este finge estar muerto en
por la cadena Radio Azul en
una fosa del cementerio de
el que interpreta al Doctor
Santiago de los Caballeros.
Crimorti y apela al horror
Se convierte en Fotógrafo
Posteriormente, González cae
como género.
Oficial de la Presidencia de
1959
preso y es asesinado por el régimen de Rafael L. Trujillo.
1962
1968 la República Dominicana durante uno de los gobiernos
Presenta su primera
de Joaquín Balaguer (1968-
exposición individual en el
1978).
Por su vínculo con
Centro Cultural Domínico-
Es encargado del
agrupaciones clandestinas
Americano de Santiago de
Departamento Fotográfico de
contrarias al dictador Trujillo
los Caballeros.
Radio Televisión Dominicana
(1930-1961), es apresado
Comienza a escribir la
hasta 1978.
y torturado en las cárceles La
columna Acotaciones en el
Colabora como fotógrafo
40 y La Victoria. Es liberado
periódico La Información, de
en la revista internacional
más adelante debido a la
su ciudad natal.
Bohemia Libre.
196O
intervención de un amigo de la familia.
1965
1969
Presenta el performance Adán
Obtiene el premio fotográfico
en El Edén, en los jardines
Iberia.
de la Pizzería El Edén, en Santiago de los Caballeros.
1966
1974 Como fotógrafo, forma parte de la delegación oficial que
Ofrece una conferencia sobre
asiste a la Casa Blanca,
música concreta y poesía
Washington D.C., junto al
“desobliterada” en la Alianza
presidente Joaquín Balaguer.
Francesa de Santiago de los Caballeros.
175
1976
1982
1999
Es el fotógrafo oficial para la
Presenta Millenium III en
Presenta el monólogo
visita de los Reyes de España
la Galería Yoryi Morel del
Noche de tres lunas, como
a la República Dominicana.
Centro de la Cultura de
parte de las actividades
Santiago de los Caballeros,
del Festival Arte Vivo,
espectáculo que contó con
convocado por Casa de
Su obra forma parte,
la proyección de imágenes
Arte, en Santiago de los
junto a la de otros autores
de su autoría, textos de
Caballeros.
dominicanos, de una
Ramón Franco Fondeur y una
exposición permanente de
selección musical.
1979
fotografía en la Galería de Arte Moderno de Santo
1985
2OO2 Presenta un performance en homenaje al artista
Domingo.
Es nombrado miembro de
santiaguero Leo Núñez
Participa en una exposición
honor del colectivo Fotogrupo.
(1973-2001).
colectiva para la inauguración del Centro de la Cultura de
1986
2OO4
Santiago.
Es el fotógrafo oficial de los
Presenta el performance El
Obtiene el Premio Barón
XV Juegos Centroamericanos
hombre azul en el Centro
Castillo, en la XIV Bienal
y del Caribe, celebrados en
León, como parte de las
Nacional de Artes Plásticas,
Santiago de los Caballeros.
actividades organizadas
en Santo Domingo.
1980
1995 Como homenaje a Henri
por esa institución en ocasión de la exposición Eugenio Granell.
Recibe el Premio Rodríguez
Cartier-Bresson, presenta
Urdaneta en el Concurso
el performance Un viaje al
de la Oficina de Patrimonio
milagro, en Casa de Arte, de
En el antiguo Palacio
Cultural.
Santiago de los Caballeros.
Consistorial de Santiago
1981
1996
2OO5 de los Caballeros y durante el Festival Arte
Presenta Monólogo del
Es invitado a las exposiciones
Vivo, convocado por
fotógrafo en Casa de Teatro,
y tertulias del Grupo
Casa de Arte, se presenta
Santo Domingo, espectáculo
Fotográfico de Santiago
APECO. Cazador de
que contó con la proyección
(GRUFOS), colectivo fundado
medio siglo, exposición de
de imágenes de su autoría,
en ese año.
carácter retrospectivo como
textos de Ramón Franco
Forma parte de la exposición
homenaje a los cincuenta
Fondeur y una selección
Antología del arte santiaguero
años del artista en el
musical.
del siglo XX.
mundo de la fotografía.
176
2OO6 Presenta los performances Memorias del río y Un framboyán en el desierto en el Centro León, como parte de las actividades de esa institución en el marco del centenario del natalicio del artista santiaguero Yoryi Morel. Junto a los fotógrafos Wifredo García y Domingo Batista, forma parte de la exposición Sala de Maestros, en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, durante la primera edición del festival de fotografía Photoimagen.
2OO8 La Cámara de Diputados de la República Dominicana publica la monografía APECO. Fotografía, historia y
Integran la muestra retratos del artisya hechos por miembros del Grupo Fotográfico de Santiago (GRUFOS) y otros artistas del lente.
^ Fragmento donle página anterior y Doble página siguiente. Autorretrato, 2006. Imagen digital. Copia de 2015. 36 x 61 cm. Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO). Donación del artista. Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
2OO9 Se presenta APECO genial en Casa de Teatro, Santo Domingo. Luego de un proceso de investigación y catalogación, el Centro León pone en valor el Fondo de Fotografía Dominicana Natalio Puras (APECO), integrado por obras del artista y de otros fotógrafos, que fueron donadas a la institución por el autor.
201O Muere el 16 de enero en Santiago de los Caballeros.
vida, de los autores Danilo De los Santos y Alfonso Khouri. El Ministerio de Cultura, a través del Viceministerio para la Región Norte, convoca al I Concurso Nacional de Fotografía a Blanco y Negro Natalio Puras (APECO). Para conmemorar el 75 aniversario de su natalicio, se presenta la exposición APECO genial, en el Palacio Consistorial de Santiago de los Caballeros.
177
180
The unusual ironic gaze of APECO María Amalia León de Jorge ^ Director Fundación Eduardo León Jimenes and Centro León
a as collector was displayed. A second segment of the exhibit titled The others that inhabit me, is dedicated to the self-portrait, genre in which APECO develops all his versatility as an integral artist, adding his theatrical talents to his prodigious technical and conceptual knowledge. The third space, The transcended us, shows a sample of his main portraits, in which with his mastery manages to capture the social and cultural realities of Dominicans of his time. Spaces as stories constitute the
Wifredo Garcia stated once that “the photographer is
fourth area and lead us to appreciate the physical spac-
the poet of the image.” The poetry to which the outstand-
es –interior and exterior- as scenarios of humanity with-
ing Dominican Master referred to at that time was not the
out the need of the notable presence of human beings
watered down version of the facts, real or imagined, but
in it. The unusual gaze, fifth segment of the exhibition,
the manifestation of the beauty that only an artist is able
houses a sample of the works intervened by the artist,
to find through the camera lens. That beauty has little to
in which his experimental facet imbues the works with
do with its conventional definitions, but rather the conju-
a personal stamp of a startling intentionality and full of
gated result of the intentions of the artist and the artistic
contemporary artistic quality.
properties achieved by the work itself.
For this second edition of the exhibition, four spaces that
Natalio Puras Penzo, APECO, was an artist that who
function as catalysts provoking memories and reflections
knew how to find and open spaces of truth within that
are added. These thematic areas are: Social Being; The
fleeting and so often repetitive reality that surrounds us.
Santiago of APECO; Performance and salvation and
Like a pencil sharpener, APECO extracted the exception-
Genius APECO.
ality of the sharpened point from the ordinary; from an
Social Being is an area that comprises the extraordinary
inhabited living room he drew presence, uncertainty, ex-
role of APECO as one of the most popular photogra-
pectations, i.e., humanity. His gazes dazzle us because
phers of Dominican society. The importance of this area
ours, so accustomed to the same vision of everyday life,
lies not only in his testimony as a gauge of important
is left suspended and in reflection in front of his full of
family moments, but also in the fact that this significant
amazement visual proposal, simply radical and always
group of photographs become ethnographic material on
poignant.
the social context and culture in which APECO lived and
The exhibition untitled The unusual ironic gaze of APE-
worked. The Santiago of APECO, on the other hand,
CO, had a first version that was exhibited in the city
presents a cartographic view of his city and the sites
of Sao Paulo, from March 23rd to June 30th 2013,
which APECO inhabited. The places he frequented, the
as part of an inter-institutional collaboration project be-
spaces of interaction with his friends, his favorite spots
tween the Pinacoteca del Estado de Sao Paulo in Bra-
in the city define a geography in which we understand
zil and Centro León. For this second version, the city
the Santiago of APECO. As a researcher of human dra-
of Santiago de los Caballeros hosts this exhibition and
ma, APECO used performance and theater as ways to
for that reason, we wanted to accurately enhance the
explore new possibilities of photography, whose records
exhibit and incorporate the different facets with which
are documented in Performance and salvation. Finally,
APECO worked the universality of the Dominican and
Genius APECO includes the work of 18 photographers
the Santiago specific.
that, as students or disciples, captured the artist in his
Continuing within the frame of references of the first ver-
adventures and projects. These photographers were his
sion’s curatorial concept, this second edition shows the
friends, colleagues of travels and experiences. We are
five thematic spaces that constructed the exhibition dis-
especially grateful to José Manuel Antuñano the curator
played in Sao Paulo. A first thematic space APECO by
of this segment of the exhibition, who was always at
APECO, approaches the work of Natalio Puras Penzo,
APECO’s side. At the same time we want to acknowl-
in this nucleus his craft as a photographer and his ability
edge the figure of the always well remembered Fonso
181
Khouri, one of his most consistent allies and author with
Basically, the photographer knows that in his life he will
Danilo de los Santos of the important editorial volume
take ten or twenty amazing shots. I always said: That’s it!
APECO, photography, History and Life.
Photography began interest me in the fifties, because I
For the realization of this exhibition we thank the Cer-
was in love with a girl who was volleyball player from
vecería Nacional Dominicana for all their support. Simi-
Mao, and I wanted to surprise and to perpetuate her
larly, we recognize the commendable work of the curato-
beauty. Since nobody lent me a camera, I bought one
rial teams at the Pinacoteca of Sao Paulo and the Centro
and photograph her so much that I polished my tech-
León, who designed the two versions of the exhibition.
nique. I perfected it so much that I changed the instru-
The unusual ironic gaze of APECO is not a retrospec-
ment but not the model.
tive of the artist, but a suggested reading of his work,
Then I focused more seriously in photography in the mid
through the narratives that transformed his creative work
twentieth century. Mentally touring the elapsed time, I
into a single pathway, with a great avant-gardist power
note that my training is due to mainly three things: first,
and deeply rooted in its social environment and of a
the “discoveries” I was doing in the technique, the se-
renewing power in the course of the Dominican photog-
lected materials and equipment to do my work; second,
raphy of the second half of the twentieth century.
education, ie, the integration of all acquired knowledge,
With this exhibition, the Centro Cultural Eduardo León
whether or not directly related to photography; and
Jimenes reaffirms its commitment to the Dominican arts
third, a mental attitude always restless, always search-
and especially to the work of our artists that allows us to
ing, always sensitive.
identify the different realities, visible and intangible, of
To discuss the first one of those sources, we have to fall
our culture and its main cultivator: the Dominican people.
back into the old expression that what matters is not the
The photographer that I am 1 Natalio Puras Penzo, APECO^ Artist
gun but the man behind it. That is, rather than having good cameras, we must have the necessary education. When I think on the technique, I always remember my friend Lisa Stainer, an Argenitian photographer, whom I accompanied during her stay in Santo Domingo in 1971, when she worked for Time and Life magazines. Every time I would retort with a technicality, she answered me: “Oh, APECO, stop that, technique is some-
Honestly, if we follow the appreciation that anybody
thing to learn and then forget.” Indeed, photography is
could have about my initial skills, I would never have
a little technical and much more inspirational.
been a photographer. For example, as a child I imag-
When a photograph reproduces a fact, a scene, that re-
ined that if one photographs a girl and with the camera
production has the author’s personal touch, his interpre-
upside down, she would be captured with her skirt on
tative nature. Above all photography is the expression of
her face. I was born that way, but I was trained watch-
an idea, as interpreted by the personal experiences of
ing and taking lots of pictures.
ribio Fermín: “Una breve mirada a la fotografía dominicana”,
182
1 This text has been constructed by José M. Fernández Pequeño
in Ventana, Listín Diario, July 24, 2005, Santo Domingo, p.
from numerous inteviews that Natalio Puras Penzo, APECO,
76-77. Yamira Taveras: “APECO: Fotografía, historia y vida en
gave throughout his career. Integrates quotes taken from: Foto-
la ciudad de Santiago”, in Hoy, August 27, 2008, p. 26. In
grupo: “Nuestros fotógrafos, Natalio Puras APECO”, in Listín
the same way some fragments of handwritten drafts wrote by
Diario, March 15, 1980, Santo Domingo, p. 16. Rose Mary
APECO were incorporated to this text. This singular collection
Lora: “APECO y el estilo fotográfico”, in La información, April
can be consulted in the following link: http://www.centroleon.
30, 1984, Santiago de los Caballeros, p. 5-A. Arleny Lanti-
org.do/eMuseum/code/emuseum.asp?emu_action=collec-
gua: “APECO: El poeta de la fotografía”, in Ventana, Listín Dia-
tion&collection=88&collectionname=Fondo%20APECO&cur-
rio, August 30, 2008, Santo Domingo, p. 95-96. Elizabeth To-
rentrecord=1&moduleid=1
the author, who in turn manifests himself through the im-
a Mamiya RB 67. It is in cameras which have spent
age. The photographer must always counts on the ghost,
more money. In fact, I have little left, because contrary
that dose of things that each of us adds to the observed
to what many people might believe, to be a photogra-
image and are not necessarily physically represented in
pher hasn’t made me rich. And that sometimes I wonder
it. That ghost resides in emotion.
if there’s someone who I haven’t photographed in the
I have had experiences of being misunderstood, even
city of Santiago and many other cities in the country
for my own good. In 1960 I was walking through the
because I have always been well diligent and have
neighborhood of Gonaives and stopped before a scene
worked for all social classes.
that my visual experience told me was very interesting.
But is not for these facts that I’m an artist, but for the
It was a child playing on a dirt floor. He wore only a
connection I make by pressing the shutter button; that
bit of cardboard tied with a piece of string. The front
contact blend the ME with the universe; that contact be-
door of the house was open and had a sign that read
tween my individual self and nature. I feel I could ex-
“For Trujillo I become ashes.” After I printed the picture,
press what mediates between two worlds, between my
sometime after, someone who was reputed for being a
ego and my surroundings, what my darkroom detects,
snitch saw it, and I was left cold. But the guy said, “How
which is not a simple glass eye, or a reproduction of
wonderful! What a loyalty to the Chief!” Through that
what the lens “sees” but an experience. Photography is
family photo I was trying to state that they were really
a testament of our spiritual identification with the world.
ashes back because of the dictatorship, but here comes
The human face has always captivated me and, brag-
the matter of perception. If the informer does not add his
ging a bit, I consider myself a portraitist. I recognize
own ghost and just grasped what I stated from my own
that portrait is as difficult as landscape. I devote a lot of
experience, I would be the one turned to ashes.
concentration to facial aesthetics. I give it more attention
I’ve always been hard on myself. Although I get excited
than to a commercial job that does not contain the hu-
in creating images or with the technical tasks and labo-
man element. Every portrait is the end of a process that
ratory crafts, in the end, I have often thought that a pho-
depends on the interaction between the photographer
tograph should not reach the audiences. However, there
and the photographed person. The portrait, if it is truly
is always something to remember, as in 1958 when I
a portrait should reflect the individual nature of each
had my little half-frame camera, the Universal Mercury
person.
II, with which I participated in the Salón de Otoño of
As for nature, sometimes I get a different view “taking
the Dirección General de Bellas Artes, presenting two
away” some elements, but also I achieve new views
photos. I was surprised and glad when I saw in the press
when I add an original and unexpected element. First
that one of them had won a prize.
and foremost is the commitment to myself because pho-
With my acquisition of a Mamiyaflex and a Linhof Tech-
tography is freedom to express a feeling and art is a
nika in 1962 and 1963, I became a truly professional.
subtle transformation of the natural element into a human
I confess that the routine of that local professionalism di-
element. What makes untranslatable and immeasurable
verted me from the creative work, but I was able to send
the artwork is the artist’s participation in that process.
some photos and win some prizes in competitions of the
After all, the picture is more artistic when it parts from
Salones de Otoño, the Ilford contest, and the Human
the everyday way of seeing things. To survive you have
Rights contest, which won the Iberia Award consisting
to reinvent.
of a trip to Spain which, incidentally, I never went to
Although I practice experimental photography, in each
request.
composition I try to stay within the classical canons. I al-
I consider myself a perfectionist in focusing and a tech-
ways look for balance in an aesthetic Euclidean cosmos.
nician in printing. I like to have sophisticated cameras,
Artistic photography is not just a “frozen time”, it is also
including my favorite old camera, the French Semflex,
a mélange of formal ingredients that nature provides, as
with its Berthiot lens. What unforgettable shades of gray!
if it was a false or incomplete reality. The art of photog-
My best cameras were: Linhof Kardan Color 4 x 5 and
raphy is to capture admirable images, even if we have
Linhof Technika 70, Arca, a motorized Hasselblad and
to change nature, which often doesn’t seem so beautiful.
183
tograph, I am working long before a click occurs. I’m
For a cartography of the unusual gaze
thinking since before placing the film in the camera, but
Karenia Guillarón
this is not true in all cases. The same Adams took his
José M. Fernández Pequeño
But despite that juries, critics and other profanes thinks so, photography can be art without being a particularly beautiful object. Research, development, experimentation is what I do with photography. Ansel Adams said that a photograph “becomes” is not “taken”. When I make a good pho-
great photography Orto Moon, in such a short time that To survive you have to reinvent.
he could only take advantage of what Cartier-Bresson
Natalio Puras Penzo, APECO
called “the decisive moment”. Do not know why I always have the impression that I still have to learn a lot, even to look at works of the great Masters of painting. This may be because the final paint-
In search of the elusive reason
ing and photo experience is an encounter with light. But
Achieving a curatorial discourse capable of bringing out
after so many years in the business, I recommend that
into the open the significant and fundamental cores of
when a photographer reaches the top and feels recog-
Natalio Puras Penzo APECO’s photographic work is a
nized, the best thing to do is go back to the beginning,
challenging task. 2 And not only for the breadth or quality
always bearing in mind that the most extraordinary pho-
of that universe, which at this point is indisputable, but
to has not yet been taken and it is precisely through this
also for the attentiveness needed to assess the numerous
criterion that a professional in this area can be always
tracks opened as we enter into the vital and creative
better. After all, a picture helps to seeing yourself as you
areas where the sincerity might suggest that truth is on
are now and will be tomorrow.
the surface, where it’s just the opposite. A few of these hints lead to partial perspectives or fade in the theatrical gesture. APECO himself, in his ironic way, said it as he reflected on his craft: “Photography is a world of discovery”.3 In principle, we are talking about a particular character in many unique ways. A man of remarkable culture and intelligence, APECO was a figure of the people, and it was to the point that his life came to merge with the city of Santiago de los Caballeros, from where he took his best saps and through which he expressed artistically with an intensity that has little comparison until today. Intuitive, of a wonderful imagination, rather solitary and decidedly different, he was also supportive and commit-
2 The authors of this text want to acknowledge their debt to the specialists Sara Hermann and Ia Estrella, who formed part of the curatorial team that conducted the research for the development of this project. 3 Untitled manuscript draft. Part of the Fund Natalio APECO Dominican Pure Photography, Centro León.
184
ted to the construction of a social culture through all he
newing power with respect to the Dominican photog-
wanted to be: an artist. That is why he won everyone’s
raphy development after the execution of the dictator
affection, including those who branded him crazy, not
Rafael L. Trujillo in 1961. Additionally and for this same
understanding that Natalio Puras Penzo lived his individ-
reason, the axis of the exhibition is constituted by his
uality incarnating with absolute consistency a variety of
artistic nature´s photography. The fundamental question
characters whose multiple perspectives allowed him to
here is: Why artistic photography?
understand and express life through artistic creation. Just as Myrna Guerrero saw it:
Multiple paths: One destination
A lover of solitude [APECO] never intended to be a
From an early age, APECO felt admiration for the per-
teacher or to have followers, or a School. However, his
forming arts and this attraction lasted until the last years
respect for quality, his advocacy to innovative aesthetics,
of the artist’s life. In 1955 he was a founding member
his irrevocable decision to make an act of faith with art,
of the first theater group in his hometown, the Escuela
with his materialistic indifference and his affiliation to
de Teatro de Santiago, under the direction of the Span-
transcendent values, have made him a leading figure of
iard José Veliz Domingo. In his youth he also worked
national art, recognized and appreciated not only by all
as an actor and author of radio soap operas that were
photographers of the country, young and not so young,
transmitted by Radio Azul. Throughout this trajectory
but also by other artists and critics.
linked to the performing arts career, it is remarkable his
Adequately perceived the characteristics of this unique
preference for working alone, especially through mono-
personality can be of great help in unveiling the keys
logues and performances, in this latest medium APECO
to the work done by APECO; as well as a frivolous ap-
was one of the pioneers in the Dominican Republic and
proach, tied to the anecdotal would end up trapped
began to cultivate it in the sixties, when no one in the
in the poses, always circumstantial and perishable. The
country –not even himself- dared to suppose that would
same happens with the extent and multidisciplinary na-
ever be a recognized genre in the visual arts. The trend
ture of the artistic activity that for more than sixty years
to work solo is a first link between the actor-playwright
Natalio Puras Penzo deployed, in the photography field,
and photographer, as Natalio Puras Penzo always re-
and within theater and literature. Once the curatorial re-
fused to join photographic groups, at times -the sixties
search started, in order to determine the best strategies
and seventies of last century-, when the photographic
to present the work of APECO, it became clear that in
collectives were a general trend in the country.
this case it was necessary to find that point where they
It is not the only linkage: “His theatrical skills are translat-
could be synthesized in the fundamental principles of the
ed into eloquent self-portraits that represent a real hang-
creator. The possibility of the existence of that cohesive
ing, the dementia in the amazing gesticulation or the
point was revealed in the amazing cohesion of the artis-
dramatic tear inflicted by a sharp object; not complacent
tic universe created by APECO.
self-portraits, because they were introspective, testimoni-
For this reason, The unusual ironic gaze of APECO is not
als and an art that translates the sincere and underlying
a retrospective of his artistic universe, but a critical read-
ghost of the author”.6
ing of the photographic work of Natalio Puras Penzo by
That is, from the thematic and conceptual point of view,
revealing what became his creative work´s narrative as
the actor-playwright and photographer merge to become
a singular path within the Dominican RepubliC. although
“an inseparable duality” 7 capable of achieving the over-
firmly rooted in its social environment, and a large re-
arching goal of a photographer for whom “the picture is
4
5
4 Myrna Guerrero: “An artist with a vocation for transcendence” in La Información, August 17, 1995, Santiago de los Ca-
6 Danilo de los Santos: “El arte de la luz y la vida”, in APECO:
balleros, p. 39-40.
Fotografía, historia y vida. Santo Domingo, Cámara de Diputa-
5 See the timeline that appears later in this catalog.
dos de la República Dominicana, 2008, p. 80-81.
7 Ibid., p. 84-85.
185
more artistic as it departs from the quotidian way of see-
in 1955, year in which his family business closed in
8
ing things, because art is unveiling and not description”.
Santiago, Ferretería Moderna de Augusto Penzo y Co.
There is more. Much of the monologues and performanc-
(APECO), from which he adopted the pseudonym three
es developed by APECO throughout his life are referred,
years later, in 1958 when his destiny as a photographer
in one way or another, to the photographer’s work. In
began to consolidate. In 1961 he became profession-
this sense, one can say that the creator used the theater
al, opening in his hometown Foto-Estudio APECO and
as a way to investigate the possibilities of photography
offering his services with remarkable success. Between
and detect multiple records from this that otherwise would
1968 and 1978, during one of the governments of
have been more difficult to address. This reflection on the
Joaquín Balaguer, APECO moved to Santo Domingo to
photographic language from the theater allowed APECO
work as the Official Photographer of the Presidency of
to give greater projection to his figure as a photographer,
the Dominican Republic and Head of the Department of
add strong dramatic accents to his production, brought a
Photography of Radio Televisión Dominicana. Through-
performative condition that is very significant, especially
out all these years, the commercial photographer alter-
in his self-portraits and was decisive in his intention of
nated his work in studio or social events with the doc-
narrating stories from and about photography.
umentary photographer, the newspaper correspondent
Something similar happens with the remarkable work of
and the photographic reporter. For a self-taught profes-
collecting that APECO carried on throughout his life. The
sional, as is the case, all that work was fundamental in
history of the Dominican photography owes to that effort
his technical maturity and ability to experiment with the
the knowledge, through original and facsimiles, much
communicative possibilities offered by the photograph-
of the capital work by pioneers of the photographic art
ic language, but especially in the expertise of what
in the country, such as Nidio Fermín, Santiago Bueno,
undoubtedly is its stronger artistic thematic range: The
Pelegrín, Federico Lithgow, Cristóbal Olivo, Francisco
portrait. An analysis of his vast work as a commercial
Palau, Luis Mañón, Jim Lowe (El Francés), and some
and documentary photographer allows us to confirm it
unknown or unidentified authors. That noble task is the
without the slightest doubt.
result of the dedication with which Natalio Puro Penzo
As we may gather from what has been said here, APE-
studied photography, not only to learn the craft, but also
CO is inscribed in the history of Dominican photography
to have a record of the formal and conceptual paths
as a multidisciplinary artist, but that expressive plurality
followed by that photographic work and define what
manifests not in the choice and individual practice of
should be the routes of his own work. A look at the
the disciplines and various forms in which he worked in,
thematic space dedicated to the collector, which is dis-
but in the relationship, integration and synthesis between
played in the first nucleus of the exhibition, allows us to
them. That is, the commercial and documentary photog-
observe the ways and the originality with which APECO
rapher, newspaper correspondent, photographic report-
appropriated that legacy to enrich it, at the same time
er, the collector, teacher, actor, playwright and writer
that he assumed in his craft the social-aesthetic demands
were necessary components to structure the photogra-
of his time. The testimonies of this approach are the com-
pher artist, dimension that summarizes the creative per-
pletely deserted streets, the images of trees that embod-
sonality of APECO, one through which he could better
ied moods and the portraits that later APECO would
express his peculiar and restless creative spirit and leave
recreate in an innovative way.
us a work marked by originality, provocative character
And when we refer to APECO, we are talking about a
and penetrating vision. This is the reason why The unusu-
photographic craft with numerous registers.
al ironic gaze of APECO focuses on APECO’s corpus of
Natalio Puras Penzo started photography as an amateur
work as an artist photographer. When I can mean us Santiago de los Caballeros, the essential scenario for
8 Untitled manuscript draft. Part of the Fund Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
186
APECO’s training and photographic production has a foundational role in the Dominican photography. Since
the nineteenth century, the city hosted a lot of traveling
very personal trajectory whose paths were taken with
photographers who settled their studios on the streets.
astonishing lucidity that was forged in the daily practice
Similarly, a significant number of pioneers of the nation-
of photography and in the study of the work created by
al photography, linked to scientific work and especially
photographers who had preceded him, whom he called
medicine, developed their work in the region during the
naturalists for their love of nature and their tendency to re-
first half of the twentieth century. The consolidation of
produce its beauty with little photographic intervention.
modern photography in the Dominican Republic also
9 But, likewise, in some of those naturalists pioneers (like
had its takeoff and some of its most defining moments in
Santiago Bueno or Federico Lithgow) he found very spe-
Santiago de los Caballeros. APECO’s work corresponds
cific gestures about the enormous possibilities offered by
to this period, however, shows many distinctive features
the photographic art to recreate reality and become a
in his trajectory.
mean of expressing the most pure desires of the creator.
After the execution of the dictator Rafael L. Trujillo (1961),
At the same time, the tireless empiric APECO was de-
Santiago de los Caballeros had important economiC.
voted to the study of what was happening in the world
educational and social openings that contributed to the
of international photography and to experiment with the
progress of the area and created a propitious environ-
expressive possibilities of this field with the use of the
ment for the development of artistic initiatives. These
most diverse sources, from art history, music and liter-
include the emergence of photographic collectives inter-
ary creation, even playwriting and performance, as has
ested in capturing a new national image, as opposed
been said before. So while most of his contemporaries
to the production during the dictatorship that led to exalt
looked towards the rural landscape as a privileged res-
the Trujillo regime through pleasing images or, images
ervoir of national identity, APECO created a sui generis
detached from any expression that could be considered
iconography, in which the portrait, self-portrait and the
critical to the suffocating national situation. Within this
humanization of the spaces, both urban and rural stand
new situation, the work of Jueves 68 was developed, a
out. All these records are crossed contaminated by the
collective founded by Wilfredo García in Santiago de
experimentation, undoubtedly APECO’s essential meth-
los Caballeros, which brought together a large group
od to embody his creator processes and aesthetic ap-
photographers in the northern region around a concern
proaches to reality. No wonder today he is unanimously
on researching the identities and rediscovering the na-
recognized as a pioneer of experimental photography
tional environment, both geographically and socially. To
in the Dominican Republic which he practiced both
those efforts contributed not only a tense and combative
in analog format and later through with the resources
sociopolitical climate –the short term democratic project
brought by the digital era.
headed by Juan Bosch (1963), The military North-Amer-
Contrary to what might think the people who failed to
ican intervention in 1965, the April Revolution in the
see in his distinctive character and his entirely free way
same year, and the infamous twelve years of Joaquín
of living nothing but the expression of an unpredictable
Balaguer (1966 – 1978), etc.-, but also the numerous
and un-inhibited being, is enough to read what he wrote
and notable researchs that from anthropology, history
regarding photography since the sixties until times near
and culture began to appear in order to rethink the phys-
his death to observe with admiration the extreme consis-
iognomy of the Dominican and end with the fallacy of
tency and solidness of his creative philosophy as well
a unitary cultural identity and predominantly Hispanic
as the clear way he was consciously outlining the prin-
heritage.
ciples and objectives of his work as a photographer. In
Since the early sixties, Natalio Puras Penzo had become
observance of the space that can grant this essay, we
a leader in these new commitments within the national photography, but he preferred to stay out of the collective work that took place in Jueves 68, that will later continue with other groups of great importance as Fotogrupo, also created by Wilfredo García in Santo Domingo during 1977. Therefore, APECO developed a
9 Vid. Natalio Puras Penzo, APECO: “Notas sobre historia de la fotografía dominicana”, in APECO: Fotografía, historia y vida, p. 310.
187
will try to summarize the most notable features of this
managed to embody his inner demons and, thanks to
philosophy:
that sincerity, express his society and culture in the most
^ Conception of the photography –and art in gener-
splendid and also in the most terrible intimacies. That is
al- as a creation through humanization and not by the
why his work is so different and prefigures features of the
simple description of reality.
social identities of Dominicans who until then –and even
^ Unrestricted awareness of artistic photography as a
now- had been little or poorly recognized.
special form of communication, that becomes more real
The photographic universe of APECO speaks of a time
to the extent that the artist freely expresses his privacy.
and a specific context. Thus, his work contains an add-
^ The inherent polysemy of artistic photography under-
ed value of autobiographical character, when reflecting
stood as one of its most important qualities and as a
in each of his frames a component related to his city,
perfect partner of the creator.
his friends and acquaintances, and in first instance, with
^ Relevance of experimentation based on the freedom
himself.
that every photographer has to transform reality, and technology as a means and not as an end.
The unusual ironic gaze
^ Extensive ability to narrate stories through photography
This ideological and aesthetic coherence is the first ally
trough a very able capture of time. Put in the debate of
when developing a discourse capable of presenting in
what is more difficult in photography, working with the
essence the work developed by APECO. In principle,
human figure or nature, APECO answered: “Stories are
because it results in a body of work marked by consis-
more difficult.”
tency and focused on a specific number of agendas that
^ Distinction between aesthetic beauty and the simple
the artist worked throughout his life with an obsessed
beauty inherent in reality, as “perfect” these last might
intensity. These scenarios are the creative self-portrait,
seem.
the gaze, the portrait and treatment of space, all con-
^ Conception of the portrait as a search within the por-
nected through and intimate dialogue and highly signifi-
trayed that parts of the interaction between the portrayed
cant, while transversely crossed by the experimenter and
and the photographer, and whose result depends on his
innovative daring gesture.
imagination after all.
The unusual ironic gaze of APECO has been structured
^ Preference for individual stories and fragmented per-
into five conceptual areas in pursue to promote to the
spectives that were more in accordance to his aesthetic
public a highly comprehensive dialogue with the narra-
purposes than the large collective stories and the land-
tive of Natalio Puras Penzo, so that they can reinterpret
scape panorama.
from their own experience and approach the Dominican
^ Extensive appreciation for black and white photogra-
culture thanks to the similarities but also differences be-
phy, considering that this medium could achieve greater
tween it and their own culture.
expressive depth and provide a more consistent artistic result with his objectives as a creator. At the end, little in APECO’s photographic work is by chance or by an unruly intuition. While most of his contemporaries sought in the physical and social environment the image that best represented the traditions and national culture, -laudable and desirable purpose at the time-, Natalio Puras Penzo wondered how he could express himself better, be himself in the most authentic way through photography. And he achieved it. Each street character, every building and desolated street, every tree with convoluted branches that he captured through the lens of his imagination is in many ways a self-portrait of APECO, who with a surprisingly innovative spirit
188
Thematic ^ space
Thematic ^ space
APECO by APECO
The others who inhabit me
1
2
APECO by APECO has been thought as a space for
The others who inhabit me is dedicated to the self-por-
immersion, which aims to present the figure and work
trait, creative scenario that APECO introduced since
of APECO in different dimensions. It seeks to answer
the sixties in the Dominican photography and cultivated
the question: who is this multidisciplinary artist and
throughout his career from a very personal perspective
where does he come from? To achieve this, nothing
and avant-garde aesthetic approaches. Looking to
better than to use the work Autorretrato del 78, synthe-
build of continuity with the first thematic space of the
sis of formal and conceptual features of the innovative
exhibition, it begins with a series of three images that
spirit that marked APECO’s work as a photographer
reflect the different phases of creating Autorretrato
artist, which constitutes a first notice about the creative
del 78, which also makes visible some of the work
universe that is exposed in the next spaces.
processes that this author usually used.
Complementing this first image, an infographic diagram
The self-portraits included in this area show a conscious
that shows the different facets of this multi creator is
intention of the photographer, who uses his own physi-
presented; as well as other two works, one of which
ognomy and his histrionic conditions to build personal
features a night view of Santiago –vital and creative
narratives capable to extend a reflection towards his
territory of the artist-, while the other images captures
social environment and experiment with the possibilities
him in a full photographic duty; included also, about
of narrative drawn from photography. Unlike the self-por-
thirty pieces that are part of the collection assembled by
traits that appear in the thematic space V, dedicated to
APECO in his research on the Dominican photography;
experimental photography, the pieces included in this
and a text on the social environment where the creator
nucleus have no major modifications through technical
developed. Thus, it is possible to approach the work
manipulation or editing resources, and are organized
of the artist that the exhibition unfolds later through the
from two aspects that sometimes appear to be intermin-
topics that nurtured it as well as the identification of the
gled: 1) The capture of the author in his condition of a
lines of meaning that his body of work exchanged with
photographer, whereby a metanarrative that is structured
the actions of a man of people, a collector and a com-
and dimensioned makes present the craft of photogra-
mercial photographer.
phy. 2) Images that record the author playing different
Finally, in a video, Natalio Puras Penzo walks by the city
characters, which consolidates a strong dramaturgical
of Santiago; manipulates the photographic equipment,
narrative and visual accents.
acts in a monologue and expresses his views about
Which of these characters is APECO? Probably all are
photography. Being a creator who managed to dissolve
APECO…or none is. It is in the self-portrait where the
the act of creating, understanding and living in a very
link between the personality of the photographer and
singular work, it is vital that his character and personality
his corpus of work is more obvious, but –attention!- the
receive visitors in the first space and establish with him
significant dimensions of his body of work are far from
a sensitive, emotional communication, which will be of
exhausted there. It is a provocative, very free and pow-
great importance to dialogue with the images that ap-
erful whole, signed by authenticity in the transmission of
pear in the following areas.
moods and emotions, but also by the irony of an artist who dared to say: “The photography lets you see your-
189
self as you are now and as we will be tomorrow.”10 Such
the dictatorship. However, in the case of APECO, repre-
an approach, enigmatic by the union in the same sen-
senting the collective diverges from the typical to express
tence of two forms of the verb to be with different number
through strong humanization, filtered by the complicity of
and person –you and we-, is asking us to abandon our
the artist, whose I –especially in the case of individual
position as audience, and is inviting us to ask: how much
portraits- seems to merge with the personality of the pho-
of me and my life is in the stories that these images tell?
tographed subject.
Does that somehow will also be my self-portrait?
Actually, there are two ways of expression deeply intertwined. On one hand, the ability to get inside the
Thematic ^ space
3
The transcended us The third nucleus of works revolves around the portrait,
characters portrayed and to find us all in the most intimate features of these sometimes eccentric characters.11 The other is the underlying story in the pregnant Haitian woman walking between two cars loaded with sugar cane, or the one emanating from the trapped movement in the posture of a couple, or the one that is enforced from seemingly innocuous objects located in the environment. It doesn’t matter, in all cases this apparently simple two-dimensional object that is photography is requiring us to complete the lives of these beings through our own experience.
genre of excellence in the photographic universe that APECO created. If in the previous space the reflection on society was based on self-representation, now the operation is reversed and proceeds from the collective cultural contexts to arise through the individualization of the characters portrayed and, hence, reach the expression of the author. This body or work is also developed through two aspects: 1) Individuals or collectives immersed in contexts of great historical force for the Dominican culture (carnival, baquiní, sugar cane fields, places of entertainment, etc.). 2) Popular characters from Santi-
Thematic ^ space
4
Spaces as history
ago de los Caballeros presenting distinctive peculiarities
Spaces as history, as a group of works, is also dominat-
(marginalized, destitute, disturbed, among others).
ed by photographic narrative, but in this case through
These are images that enhance a deep exploration of
the characterization and humanization of territories
identities, both individual and collective, and construct
and buildings. The images shown were chosen among
challenging narratives to sensitivity and imagination of
APECO’s urban photography, one of his favorite sub-
the audiences. This area of artistic production signed
jects, in which he employed a different perspective and
by APECO is consistent with the intentions of the Do-
a representational sense from those implemented by the
minican photography post dictatorship, which explored
urban photography of his time. Because of its ability to
environments and social groups rather neglected by most photographers who developed their work during
11 In APECO own words: “The portrait must have a purpose: to interpret the carácter of the person portrayed. As the great
190
10 Elizabeth Toribio Fermín: “Una breve mirada a la fotografía
Leonardo said, portrays what is in the mind”. Draft manuscript
dominicana”, in Ventana, Listín Diario, 24 of July of 2005,
“Reflexiones de la fotografía I”. Part of the Fondo Natalio Puras
Santo Domingo, p. 76-77.
APECO de Fotografía Dominicana, Centro León.
penetrate the represented, is a corpus of work that maintains very interesting points in common with his portraits, but in which the stories are not generally constructed from the human figure but the buildings and spaces, both indoors and outdoors. Each of this images is touched by a halo of mystery and has a strong theatrical nature, accentuated by the frequent absence of the human figure or its mass, which blurs it. The narrative in this case is set from three sources: 1) The manifestation of time through the features that give personality to a building that the photographer portrayed as if it was a person. 2) The presence of a contextual element –the tree with the bizarre form or the donkey sniffing the camera- articulates an atmosphere that gives strength and vitality to the image. 3) The loneliness of space, which immediately suggests the action of human being, whose impact is sensed in some way as part of the place. In the latter case, one of the richest contradictions of artistic discourse is manifested, that by which an element accentuate its presence and significance through its absence.
12
Whatever form it may present itself, this original repertoire of work not only provides a moving and humane outcome, but also solidifies an unusual look into some customs, habits and places characteristic of the Dominican people. At the same time, this peculiar way of working through fragmentation and isolation of elements tends to expedite a connection with the rest of the subjects worked by APECO, whose singular personality again seems to be present in each image.
Thematic ^ space
5
The unusual gaze Tending a connecting thread from the beginning –through Autorretrato del 78-, the images exhibited in this thematic space represent some of the most decidedly experimental results achieved by APECO. At this point, it is necessary to clarify that the experimental vocation, that the Dominican critics have applauded, is beyond the simple intention of being and doing things differently; it is rather the result of the quest to build a narrative through photography and becomes a point of creative synthesis, an intensification of innovative and original character that marks his work. This gives the fifth thematic space a highlight character while showing the best qualities of aesthetic and expressive research deployed by APECO during his life, which had already been seen in the above areas and traverse in different ways every repertoire of the artist. The experimental procedures used by APECO from the sixties on found a proper environment in the artistic moment unfolding inside and outside the Dominican RepubliC. marked by the breaking down of barriers between genres and the use of different elements and techniques -such as photomontage, collage and in the case of APECO, sandwich- for the construction of a new image. Thus, the Dominican photographer managed to alter and renew the gaze in order to reconstruct reality and reveal human and social essences hidden to the conventional perception, something that otherwise would fit very well with his relentless pursuit to catch and propose stories strictly from the photography space. In his case, it was an operation performed conscientiously: “sometimes I get a different view ‘taking away’ something to nature, but I also achieve something when I add a new and unexpected element. Above all is the commitment to myself”. 13 By introducing an unusual motif in the image, APECO
12 This is what Iuri Lotman has called “significant absence”, where the missing element, -or “significant zero”– achieves greater relevance if present. Vid. “El retrato”, in Gerardo Mosquera (ed.): Interfaces; retrato y comunicación. Madrid, PHEBooks y La Fábrica Editorial, 2011, p. 31.
13
Fotogrupo: Op. cit., p. 27.
191
produces a displacement of strong ironic character and
life, to strengthen the integration of the family group re-
forces us to reflect on daily life with an attitude saved
assuring the feeling of itself and its unit”. Certainly in the
from routine and therefore able to find meanings that
whole production of APECO, the photography of family
the everyday hides from us. At the same time, these in-
social events is also a ritualized form, because the pho-
tervened images and its ironic result, claim an unprec-
tographer assumed each task with the same force and
edented dialogue with bizarre shapes and spaces that
histrionics as his other body of work, because it is part
are recreated in the works of the previous areas. In both
of a ritual itself. But even in this mode, you may notice a
synthesis and summary, this area returns to the seen sub-
general change in attitude to photography, which was
jects and invites us to rethink his works, now from an
varied to gradually lose solemnity to go by more casual
unblemished perspective.
or intimate.
While the voice of APECO in the Adán en el Edén performance reminds us of the loose imaginative and pervasive irony that characterized the actions of this artist, the intervened pictures hanging on the walls warn us that there are infinite ways to view reality and understand ourselves, it challenges us to go back and review the works seen in the previus areas in order to rethink other viewpoints, whereby the curatorial discourse not onlycontinues, but also makes this the principle that animated it, the sense of wonder and questioning spirit of APECO: the free and creative man is always beginning.
Thematic ^ space
7
The Santiago of APECO This thematic area includes a cartographic look of his
Thematic ^ space
6
Social Being
CO lived. The places he frequented, spaces of interaction with his friends, his favorite spots in the city draw a cartographic space that can be called The Santiago of APECO. Thus, it is intended to show how the photographer, performance artist and human being take his environment and transforms it from his inquisitive look. This thematic space is a reflection on the way in which mapping becomes a personal speech and produces an intimate image of the territory. The emphasis on the map
Social Being is an area that includes the important role
as a discourse seeks to introduce the questions of individ-
of APECO as a favorite photographer in Santiago’s soci-
ual implications of mapping and its connections with the
ety. The importance of this area lies not only in his pop-
interpretations of the territory and spatial behavior of the
ularity as a captor of important family moments, but also
individual, in this case APECO. This approach allows us
in the fact that this significant group of photographs be-
to consider the possibilities of “cognitive maps” for mak-
comes an allegory of the context in which he lived and
ing maps from the look of the characters in our culture
worked. This is because the artist made this photograph
and our local communities. Thus, from The Santiago of
from “inside” the representational codes of the culture,
APECO, pose challenges for building a collaborative
his own social group. APECO was required by charac-
and dialogical mapping.
ter and families to capture what they thought were the most significant collective events. Pierre Bourdieu establishes an indissoluble relationship between photography as a practice and family. He mentions that some photographic practice exists for its family function, which is to “solemnize and perpetuate the great moments of family
192
city, Santiago de los Caballeros, the points where APE-
Thematic ^ space
Thematic ^ space
Performance and salvation
Genius APECO
8
9
Performance for APECO was a survival strategy, of sal-
Genius APECO, comprises the work of 18 photogra-
vation. In the performance as a manifestation, APECO
phers, that as pupils or followers, captured the artist in
was one of the pioneers in the Dominican Republic; he
his traveling and projects. These photographers were his
began to cultivate it in the sixties, when nobody in the
friends, fellow travelers and experiences’ mates. The cu-
country dared to suppose that would ever be a recog-
ratorial work of this segment is the responsibility of José
nized genre in the visual arts. Much of the monologues
Manuel Antuñano, who was always by his side. Also,
and performances developed by APECO throughout his
it highlights the figure of the important photographer of
life are mentioned, one way or another, to the photogra-
Santiago, Fonso Khouri, one of his most consequent al-
phers works. In this sense, one can say that the creator
lies and author with Danilo De los Santos of an editorial
used the theater and performance as a way to investi-
volume that critically comprises much of the author’s pho-
gate the possibilities of photography and detect multiple
tographic production. These works were part of an ex-
records from this that otherwise would have been more
hibition titled in the same way that the thematic space in
difficult to address.
the exhibit and that has toured various areas of the coun-
This link brings up the fact that since its inception, pho-
try in a well-deserved recognition from his fellow artists.
tography has always had an extended relationship
From the catalog of this exhibition we can point out what
with the practice of performance and theater, perme-
constituted a challenge to the authors: “Reinterpreting the
ating them in a permanent and systematic manner. At
figure of APECO, so important for the national art world
the same time both media are traditionally at opposite
is the issue stated and celebrated with this exhibit. This
ends, in their relation to the temporal manifestations of
project is twice a challenge, capturing portraits is a work
visual production. Within the history of theater and per-
full of technical and social complexities, which involves
formance studies (whose scope is not defined only by
insight, especially when it comes to revealing images,
contemporary forms of theatricality), photography occu-
personal assessments of the multifaceted talent and enig-
pies a privileged place: no longer considered a waste
matic figure. These provocative portraits are more than
of performance, but on the contrary, it is an integral part
visual resources; they are testimonies that reveal the sen-
of a visual history, a cultural history, which mainly focus-
sitive man who lived in APECO from multiple appraisals
es on the place of performance in society.
tinted by the admiration of professional photographers of later generations. Looking inward: See further The unusual ironic gaze of APECO proposes a dialogue with the particular aesthetic of this author and, as such, develops his discourse based on two fundamental organizational groups: artistic photography, which converge the rest of the expressive dimensions of APECO; and experimental photography, which summarizes the essential features of his work.
193
The nucleus exhibited leaves us with an artist whose sincerity, commitment to himself and compliance to the professional exercise lead to the realization of a genuine and provocative corpus of work, through which he could express himself as he was, and precisely for this, managed to show dimensions of his reality and of life that shakes us and teaches us. How was that possible? It was because of the inextricable identification that occurs between APECO and the reality he photographed. In this sense, and analyzed with contemporary tools, it could be said that all the photographic work of Natalio Puras Penzo is likely to be located within the portrait as a genre. No matter whether the object is a tree, a street, a building or a group of people, his attitude as
APECO, a Dominican, authentic and different photographer Marianne de Tolentino ^ Researcher and art critic. Member of the International Association of Art Critics
Crazy or sane? Photography can be one or the other. Roland Barthes
creator is always of a portrait artist, genre he defined as: “every portrait is the end of a process that depends on the interaction between the photographer and the photographed being. The portrait should reflect the individual personality of each person”.14 And that was basically what he did: humanize reality and personified him through this. Thus, in addition to the pioneering character that is today recognized to APECO within the performance, the photographic self-portrait and experimental photography, we would have to add his contribution to the expanding of the boundaries and reevaluation –both conceptual as aesthetical- of the portrait, genre in which he managed again to anticipate his time and prefigure our contemporary times.
“Photography belongs to the large body of cultural thought, and no one can deny the strong emotional power that this medium has as art, a medium that has become a confirmation of life”. This was written by Natalio Puras Penzo, for us: APECO, his artist name, and –may be without aspiring to do so- he perfectly defined himself: Dominican photography and APECO, in particular, stand out in the course of art and national culture, generate emotions, transmit life and identity. His true nature, sidestepping the inevitable decorative proposals, has taken over a power of strong representation –ethic and aesthetic- under the surface of the image. From the identity to the game In a commitment to himself, APECO was the Dominican photographer that dealt the most with self-portrait. In these dazzling and plural images of himself, he was not afraid of being labeled as an exhibitionist or a narcissist, and these self-portraits cause uncontrollable reactions, even responses of fear… His best-known self-portrait, which in my opinion is the climax of Centro León’s collection, does not embody an external character but “it gets inside” in the anguish of its author, silently scream, hurting himself, rubbing his cheek with a fork, like a mutant hand. The face, purposely blurred and fuzzy, questions the real vi-
14 That is, the personality of both: the photographer and the photographed. Draft manuscript by APECO where he talks
However it is not the only approach, but the culmina-
about his experience in comercial photography. Part of the Fon-
tion, or the first image of a sequence: according to our
do Natalio Puras APECO de Fotografía Dominicana, Centro
sensitivity, the eyes, the look, associates the image to the
León.
194
sion and communicates a supernatural aura.
inner drama or the retreat into introspection. Although it
ego of the model, he certainly was not afraid of triviality
didn’t extent to express hallucination, the image suggests
or degradation, and his “friends” found a new heroic
that maybe he was watching one of the ghosts inside
feature on extreme poverty and dementia as human val-
his home, then he “took pictures multiple times,” for us to
ues, without falling into the caricature.
share the anxiety inscribed on his face.
That insight was instinctive and deliberated, compelling
Hence, APECO was a performance artist, an interpreter
and profound: for him, “portraits most have a purpose:
of the monologues written by him, having said extraordi-
to interpret the character of the person portrayed”. Now,
nary things on stage: “Excuse me, but because I was an
when “portraying what is inside the mind” we find again
actor or student of the Teatro Escuela, sometimes I don’t
the phenomena of the mirror. These roving characters,
know how to discriminate whether I am acting or I am in
strange street jesters of Santiago, oddly pleased with
real life.” More than an entry into a revealing scene is
the lens –so Busuco or the Abejón de Coco-, he wanted
a confession, and in other self-portraits we will find him
them identified with their (dis)graces, more comical than
acting and we perceive a genuine mime talent.
sinister, according to the cast, apart from a curious effect
The game of the comedian intervenes; the self-portrait
of mask. Affection is palpable, as if it were looked from
becomes playful, lively, of full length, in one place, at
another I, and far from compassion: the ingredient of
one time. APECO tells (himself) stories… His monologue
self-portrait is not far, sharing the solitude of those mar-
Adán en el Edén, hero dialoguing with apple… a sin-
ginal creatures, transforming them into heroes. Despite
ner in action, is a small masterpiece: two characters,
the apparent poverty of them, we do not feel it, at least
and one that is the fruit, laughs! The artist achieves a
at first glance, as the main value that expresses and the
privileged communication based on facial expression,
picture looks for, and impacts more a contorted grimace
gestures, and movements, like a pantomime. The pho-
and histrionic mask.
tograph even projected a way of saying, a message
It is in arid and plain scenarios, in fragments of the sur-
to the viewer that is perceived without voices or words.
rounding world, in unforeseen circumstances, where we
There are other metamorphoses, voluntarily more gim-
see a more disturbing sociological theory, even indig-
micky and disturbing self-portraits, transfigured by the
nant criticism surfacing beneath the seeming banality.
chiaroscuro. Finally, serious, dignified, professional,
Necessarily, the gaze is hindered and complicated …
APECO poses camera in hand.
So Enamorados frente al carro fúnebre is a Creole version of Eros and Thanatos, and though a picturesque
Observer and mirror of his world
local image, the life instinct and leisure confronts the
Self-portraits are amongst the most compelling images of
inexorable reality of death and destruction.
APECO, but almost all his production is autobiographi-
Still more shocking are the images of Fecundidad. The
cal in nature, both commissions as professional photos
pregnant woman, a small white lump lost in space be-
–that economically allowed him to pursue his creative
tween two dark, cold, impenetrable blocks, and Funeral
vocation, as many authors in the history of photogra-
de un niño de nadie, tiny coffin weighing just over one
phy-, though they are a different category, they are in-
in six women in a row… as a sack of food: both refer
tegrated to his daily life! The observer, sedentary and
us to the status of women, marginalized, abandoned,
in permanent search, knew how to observe at human
abused, a belly that gives life, a shoulder that carries the
beings in their midst, the people in their home and daily
dead, and men absent.
life, he became a witness to the human condition around
These two pictures say more than a manifesto. Others
him. He positions his tripod, beyond of where it was
relate directly with the popular situation, overcrowd-
required, when and where he felt it: symbol of this is the
ing, gambling, workers, peasant family, and the mar-
“Apeco en acción” of author unknown… perched on the
ginal kids. As for the views and carnival experiences,
roof of the unmistakable car.
although APECO loved the Santiago’s carnival, rather
APECO is a mirror of his world? Another life arose from
than the party and the excitement, we appreciate how
the photo, and many of these portraits have the impres-
certain characters stand out: even Roba la Gallina in
sion that he was playing the role of the other, the alter
a studio take-, Nicolás Dendén or the girls/boys with
195
glasses and wigs, iconography of the grotesque and the
heritage properties or homes where the artist wanted to
travestism: how far from that ironic and full of a grind-
inhabit and install his studio. The anonymous multifamily
ing carnival mood gaze is promoting tourism in other
homes that fill the current Santiago, at that time already
Dominican photographs, which in its primary style can
erected in the peripheral wasteland… or manor houses
be excellent!
destroyed by the desire of wild profit, these images af-
APECO observes, searches, and finds images he has in
flict the last years of the medullary resident of the city of
himself (or subconsciously had), he is witness of things
Santiago.
and cases seen at any time in its existence… He doesn’t
The fact that there are virtually no humans in those habi-
radically appeals – unknowing the pamphlet-, but he
tat pictures is impressive, but the human being is present
has always shown a social dimension. Although it is
by its absence. An allusion to the cataclysm of moder-
transversal and covertly, the image suggests, provoca-
nity that has moved, voluntary exodus of former times,
tive, beyond the object detected. Roland Barthes stated,
memories locked in walls and no seers, stories without
about the photography of Kertész and his images that
beginning or end? But memory is not erased… and the
“said too much”: “basically, photography is subversive,
sumptuous breakfast of the Hotel Mercedes, a bit like
not when it frightens, becomes repulsive or even stigma-
Proust’s “madeleine” rise thanks to the photographic
tizes, but when it suggests”.
discourse, while their windows and balconies -as Alejo
Nevertheless, in times of tyranny there was a photo “pre-
Carpentier would wanted- will house the secrets of the
pared” by APECO, Presintiendo la muerte, directly polit-
bedrooms forever. APECO has treasured them…
ical, and caused his imprisonment and torture: it was the
The photographer does not limit himself to portray archi-
staging of a partner and young anti-Trujillo activist in a
tecture as a whole, but “surprises” parts of the houses,
cemetery and burial process, the fresh earth would soon
focuses on fine details; he even penetrates neatly deco-
bury him… A pleasantry, a game perhaps, but in fact
rated interiors… The process is always carefully chosen
the partner was killed a week later! And the photogra-
by APECO, who defines and lists 25 tricks for a picture
pher paid the premonition. We will notice the chromatic
to achieve its maximum aesthetic expression! It is then
contrast, white(s) versus black, light and dark, in other
when the time is encouraged, the look intimates, and
shots, that also refers to a dramatic situation occurred
the soul transparents. The doors open or closed, humble
or hovering.
and dignified, not only attract the photographer for its sensitive geometry and its own style, but they captivate
196
The landscapes of memory
him with the mysteries they contain.
“There are photographers who only commit themselves
Perhaps the climax of romanticism and the supremacy
to the lines and forms, texture and rhythm”, raised APE-
of attention to detail are staying at the balcony floor
CO referring to the design in photography. Either be-
where the lurking lens perpetuates shadows of elegant
cause of his job as a reporter or a special commission,
balustrades and merges with frills mosaics in writing har-
whether for pleasure and personal interest, or combining
monious light.
both motivations, he portrayed various spaces from San-
In photography, the essential functions of landscape are
tiago, necessarily emphasizing lines, shapes, rhythms
to describe, report, and document. APECO added an
and textures… He caught mainly monuments, houses,
introspective correspondence with moments and existen-
buildings with historical value, without reaching at an
tial concerns, sometimes being the most important the
urban archeology, which here is only exhibited a small
subjective element. In rural areas, he had a predilection
sample, a valid observation for other issues and sub-
for trees, not as a tropical vegetation and central charac-
jects. They were thousands of photographs!
ter of his friend and painter Yoryi Morel, but again as a
There aren’t new homes in these landscapes of the city,
manifestation of life, strength, and the endurance of time.
let alone the kind of real-state-deals: each individual
The artist was fascinated by the force of the shafts and
property or public building with few exceptions belongs
roots -as in the case of Santiago Bueno’s photography
to the Santiago’s living environment, traditional and/or
and starts his collection- or, on the contrary, by their deg-
secular. These images, often stale and poetiC. evoke
radation and demolition. We would induce a phenom-
enon of personal identification, where emotional power
sandwich, assembly, juxtaposition, in short, new ways
and the “I” beyond the iconographic refund of nature, a
of photographic creation, he was passionate.
way of seeing very different from the typical point of view
Not always the results corresponded to intentions, but re-
of other great Dominican photographers who gave the
search and practical experience have tremendous merit
landscape a glorious and dazzling expression.
of a local edge. And there is certainly distressing images, mainly arising from its ironic and tenderly satirical look. In
Occupation of life
this category, we placed Diseño para multiplicar risitas
However, we should not overestimate this “independent”
lúdicas I and II, overpopulation of babies metaphorized
production of images as discretionary and whimsical.
by a man who left no children and perhaps “self-portrait”
APECO lived for photography and from photography
as an infant, mischievously inserted between rows of se-
also being a professional of studio and commissions for
rial dolls. And of course, the photography, Dali-like and
official institutions and news media for many years.
baroque, allusive and allegorical, of APECO and the
Just like other masters of the lens – is almost a cliché to
collage is a realization of the fanciful, calculated and
quote Cartier-Bresson, much admired by APECO-, an el-
reflexive. The photographer looks imposing!
ement in photo-report could be a masterpiece, between
APECO crystallized his existential, professional and ar-
art and testimony, although not the most: Cartier-Bresson
tistic interests around photography but, in this context,
said metaphorically: “I photograph wound dogs [les
he did not limit himself to his own work. He recognized,
chiens écrasés], my current material”. Meanwhile, the
admired and commented the images of colleague pho-
Dominican artist, usually discreet in his observations,
tographers – his text on the exhibition of Domingo Batis-
has analyzed with acuity the difficulty of making cer-
ta at the Centro León is a critical piece-, and gathered a
tain planned or formal portraits, such as “when the sub-
testimonial collection of photographs of other Dominican
ject does cooperate in the process”. The exhibition, of
authors, excelling Federico Lithgow, who he saved from
course, does not emphasize this aspect, rather than nec-
forgetfulness or partial abandonment.
essary, essential, and with several examples to consider.
More than the complacency of a collector he had a
Certainly, a photograph of craft, forceful and archival, is
selfless and nationalistic concern. That generosity led
one that took APECO if Mario Vargas Llosa in the office
to the donation by APECO of an invaluable group of
of President Balaguer in 1974. The testimonial vision
works trough the Centro León, depository of his devo-
causes reflection on those who have read La fiesta del
tion and absolute trust, to the Colección Eduardo León
Chivo and the opinion of the Peruvian writer.
Jimenes de Artes Visuales. The material, truly historic –
As for the magnificent structure and geometry of the In-
which comprises originals and facsimile reproductions- is
vitados a la iglesia, is closer to experimentation than
essential for a comprehensive study of the Dominican
a conventional request. It is a totalizing photography,
photography and makes part of the Fondo de Fotografía
symmetrical, opens triangularly from two dark blocks to
Dominicana Natalio Puras Penzo (APECO), preserved
the small whitish structure of the couple. An overhead
and shown off by the Centro León in 2009.
lighting radiates the top and at the bottom the last step provides a contrast between the before and after sacra-
Coda
ment. Apart from exceptional composition –even in its
This extraordinary group of works, whose nucleus is con-
own author- the formal concept implements mysticism
stituted by his personal production, was donated by the
and religious ceremonial, we would still hear the wed-
living artist though different deliveries. This nucleus of
ding music! An anthology image …
works occupies a distinguished place that corresponds in the photographic collections of Centro León, one of
A photographer that knows no bounds
the most important collections of the Dominican Repub-
No doubt that APECO, in a time of shyness and inhibi-
lic. Not without unavoidable emotion, when speaking
tion of the national photographic image, dominated by
of APECO, we leave these final words: “The very good
social prettiness and dictatorial ruling, he was ahead
photographers say little with their mouth but much with
of his time and immersed in experimentation. Collage,
their images”.
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CENTRO CULTURAL EDUARDO LEON JIMENES FUNDADORES María Rosa León A. Eduardo A. León A. Fernando León A. Carmen M. León de Corrie C. Guillermo León A. Clara León de Brugal José A. León A. Fundación Eduardo León Jimenes, Inc. E. León Jimenes, C. por A. FUNDACIÓN EDUARDO LEÓN JIMENES José A. León A. Presidente
EXPOSICIÓN PRODUCCIÓN Centro León María Amalia León de Jorge, Directora General COORDINACIÓN GENERAL Luis Felipe Rodríguez INVESTIGACIÓN Y GUIÓN CURATORIA Ía Estrella, Sara Hermann, Karenia Guillarón, Pedro J. Vega V. ACOMPAÑAMIENTO CURATORIAL José Manuel Antuñano CURADURÍA PEDAGOCÍCA Maria Belissa Ramírez, Sheila Pérez, Juan Miguel Pérez
María Amalia León de Jorge. Directora General
SUPERVISIÓN MUSEOGRÁFICA Pedro J. Vega V.
CENTRO LEÓN María Amalia León de Jorge Directora General
MUSEOGRAFÍA Leticia Moronta
María Luisa Asilis Gerente Ejecutiva Luis Felipe Rodríguez Gerente de Programas Culturales María Belissa Ramírez Coordinadora General de Programas de Educación, ASC y Comunicaciones
REGISTRO DE OBRAS Iturbides Zaldívar L. CONSERVACIÓN DE OBRAS Leudy Rosario DISEÑO GRÁFICO Franklyn Sánchez, María Isabel Tejada MULTIMEDIA José E. Tavárez, Jonathan Freites, Jonatán Vila Gómez COMUNICACIONES Ana Azcona, Jesenia de Moya ILUMINACIÓN Carlos Tavárez MONTAJE Robinson A. Díaz, Leticia Moronta Leudy Rosario PINTURA DE SALA Equipo Hanzer Díaz PROCESAMIENTO DE IMÁGENES FS Taller Digital GRAFISMOS Y TEXTOS DE PARED Alfred Almonte, FS Taller Digital PRODUCCIÓN MOBILIARIO MUSEOGRÁFICO Terminación de Interiores De León APOYO: María Luisa Asilis, Awilda Reyes, Blanca Mejía, Adelma Vargas, Carolina Sánchez, Evelina Sánchez, Gloribel Betances,Cristóbal Valerio, Ronald Marte, Elbi Castaño, Manuel Díaz, Equipo de Servicios Generales
CATÁLAGO LA INSÓLITA MIRADA IRÓNICA DE APECO PRODUCCIÓN: María Amalia León de Jorge, Directora General SUPERVISIÓN GENERAL Luis Felipe Rodríguez COORDINACIÓN EDITORIAL Sara Hermann TEXTOS Maria Amalia Leon de Jorge José Manuel Fernandez Pequeño Karenia Guillarón Marianne de Tolentino Sara Hermann (Adaptación curatorial) EDICIÓN DE ESTILO ADAPTACIÓN CURATORIAL Camilo Venegas TRADUCCIONES Daniela Gaviria De Moraes COLABORACIÓN ESPECIAL EN ÁMBITO APECO GENIAL Agradecemos especialmente a Grufos y a los a los siguientes fotógrafos por el préstamo de obras con las que se ha conformado el ámbito Apeco Genial de esta exposición Abel Cruz, Abraham Khouri, Amaury Suárez, Anthony Gullón, Cesar Payamps, Félix Sepúlveda, Fonso Khouri, José Enrique Tavárez, José Manuel Antuñano, Juan Carlos Durán, Leandro Montes, María C. Sepúlveda, Olivier Flambert, Paco Salguero, Pedro Martínez, Rayner Peña, Ricardo Batista, Willy Javier APOYO Ana Azcona, Adelma Vargas, Pedro J. Vega V., María Belissa Ramírez, Carolina Sánchez, Noelia Ruzzante, Zoraya Santiago, Iturbides Zaldívar, Karina Valentín DISEÑO Y PRODUCCIÓN Lourdes Saleme y Asociados IMPRESIÓN Amigo del Hogar AUSPICIOS Fundación Eduardo León Jimenes Cervecería Nacional Dominicana
Centro Cultual Eduardo León Jimenes La insólita mirada irónica de APECO. / Textos de María Amalia León de Jorge [et al.]. / Traductora: Daniela Gaviria De Moraes. -Santiago de los Caballeros : Centro León, 2015. 200 p. : il 1. Puras Penzo, Jesús Natalio Augusto, 1933-2010 2. Fotógrafos – República Dominicana 3. Fotografía – República Dominicana 4. Fotografía artística - República Dominicana I. Título 770.92 C397i 2015 CEP/Centro León La insólita mirada irónica de APECO. Centro Cultural Eduardo León Jimenes, 2015 Santiago de los Caballeros, República Dominicana ISBN: 978-9945-8954-3-8
Centro Cultual Eduardo Le贸n Jimenes Apartado postal 799 av. 27 de Febrero NO. 146, Villa Progreso Santiago de los Caballeros Rep煤blica Dominicana tel.908 582 2315 fax. 809 724 7644 centroleon@centroleon.org.do www.centroleon.org.do