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Premiación
LAUDO DE PREMIACIÓN
28 CONCURSO DE ARTE EDUARDO LEóN JIMENES
1 DE JuNIo, 2021
El jurado del 28 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes reconoce la complejidad de los tiempos en que se celebra esta edición; la dedicación, perseverancia y tenacidad de los artistas; el compromiso del equipo del Centro León y el empeño institucional en continuar con la celebración del evento, pese a las condiciones adversas, y promover el apoyo a las artes en momentos en los que es más necesario que nunca. La exposición de estas obras en el 28 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes permite y fomenta la reflexión sobre múltiples temas, activa el pensamiento crítico en torno a éstos y potencia el rol del arte como articulador de relaciones sociales y una política de los afectos. El jurado decidió unánimemente otorgar un premio editorial y 3 premios igualitarios.
Se entrega el premio editorial que consiste en la entrega de fondos al artista para su uso en fines editoriales a una obra que:
Crea una especie de memorabilia híbrida que hace referencia a una historia olvidada, a una identidad indígena que nunca fue y a un sustituto colonial que a través de los siglos ha determinado una estética particular cargada de dilemas políticos e ideológicos. una aproximación minuciosa le permitió a la artista acercarse a los objetos no solo desde su materialidad y simbolismo, sino también desde sus propias jerarquías en el lenguaje cultural y posibles -e imposibles- vínculos con otros objetos. Esta obra confronta el racismo práctico y el ideológico al utilizar los imaginarios usuales y confrontarlos con la extrañeza de su mezcla. Los materiales y simbologías utilizadas y combinadas son metáfora y paradigma de culturas fundacionales, pero también de clichés culturales que afianzan las desigualdades y polaridades binarias.
De una manera inteligente y lúdica la artista logra crear este sincretismo arqueológico que permite acercarnos a nuestra historia y nuestros conflictos de identidad como nación, desde una óptica holística y reconciliadora. De Julianny Ariza Vólquez: Atesoro.
que reafirma que lo personal es público y eventualmente político. un cuerpo de obra que logra conjugar de una manera poética y armoniosa grandes dilemas que vinculan lo íntimo y lo colectivo a un tiempo. Este trabajo, construido con rigor y delicadeza, logra traer al presente una microhistoria que trasciende el orden privado de la memoria para mostrar asimismo un capítulo del urbanismo residencial en Santo Domingo. La artista recupera a través de redes familiares olvidadas y emociones descartadas de espacios que desaparecieron, algunos segmentos de la cultura material y facilita un pacto y compromiso con la memoria crítica. Partiendo de lo escultórico que se corporeiza como piezas que toman forma de animales fantásticos, esta obra nos permite un atisbo hacia el ejercicio de una artesanía reparadora que se encuentra encapsulada en la historia de muchas comunidades. De Guadalupe Casasnovas: Fauna extinta del ensanche Piantini y Sitio arqueológico e histórico de la Calle 12 # 24.
Un premio igualitario se otorga a la obra:
Con la que se reflexiona sobre la construcción de la historia, la racialización de los relatos y las identidades ideológicas de los «bandos» polarizados en los conflictos sociales. El resultado es visualmente sugestivo por su juego entre ficción e historia, entre verdad e ideología. Destacamos la función descolonizadora del trabajo, y, en especial, su rescate del papel desempeñado por la población esclavizada africana en la historia de la República Dominicana. Esto resulta de gran importancia debido a la persistencia en el país de una mentalidad que niega y pretende ocultar en forma sistemática el importantísimo impacto de África en la etnogénesis y la cultura dominicanas. El artista muestra un manejo conceptual muy preciso (y pertinente) de la fuente primaria del pasado que disparó su narrativa. La operación de trasladar el episodio de un discurso histórico marginalizado y oblicuo a los relatos oficiales que sirven de marco para la pieza, generan un novedoso diálogo sobre el archivo. El artista logra, desde una técnica impecable y una investigación meticulosa, que reflexionemos no solo sobre los huecos en el pasado histórico, sino que nos replanteemos las prácticas corruptas y clientelistas en nuestro presente. De José Morbán: Monte Grande/Paramnesia.
Un premio igualitario se otorga a:
un proyecto multidisciplinario, complejo y con densidad semántica. Dar vida hoy al Hotel Mercedes es una acción subversiva y movilizadora porque vuelve evidente un patrimonio en riesgo que pone en juego la crónica afectiva de su contexto. La obra, a través de su semántica de edificio viviente, que respira, también obliga a confrontar la conservación del legado arquitectónico y a evaluar críticamente nuestro patrimonio vigente, restaurado, que favorece la forma sobre los contenidos. Muestra las preocupaciones por los espacios urbanos con carga simbólica y psicológica asociados con la vida social y comunitaria. La obra revela una edificación que en su estado actual de deterioro sugiere sentimientos de desolación, vacío o melancolía y como tal es activada a partir de recursos y efectos que evocan su historia, cambios sociales, económicos, domésticos, y habilita la empatía cívica entre quienes se interrelacionan en su entorno. Su activación no solamente suscitó una actividad inusitada en los alrededores de su emplazamiento, sino que generó un debate en relación con el patrimonio histórico, la accesibilidad y la propiedad de la memoria. El artista remueve la idea de los espacios privados donde habita la memoria pública y motiva a que sean reconocidos en su carácter colectivo. De Raúl Morilla: Agonía de la memoria.
Firmado en Santiago, República Dominicana, Madrid, España y Nueva York, Estados unidos.
GERARDo MoSquERA FERNÁNDEz GABRIELA RANGEL RAquEL PAIEWoNSkY SARA HERMANN