Cuaderno Fradique Lizardo del Folklore 8

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CUADERNO

FRADIQUE LIZARDO DE FOLKLORE

CUADERNO FRADIQUE LIZARDO DE FOLKLORE

Año IV, Número VIII, Volumen VIII, 2022 Julio - Diciembre 2022 Centro León

Índice

Introducción. Carlos Andújar Persinal. ¡Se completa la orquesta de cuerdas dominicanas! Se ha encontrado el tiple Más sobre el tiple dominicano El tiple Instrumentos musicales cordófonos: La Gayumba Gráficas de la construcción de la Gayumba Instrumentos musicales cordófonos: El tres Instrumentos musicales cordófonos: La guitarra Instrumentos musicales cordófonos: El cuatro Instrumentos musicales cordófonos: El quinto Instrumentos musicales cordófonos: La guitarra de higüero Instrumentos musicales cordófonos: El seis El congo mayor El conguito El bombo Instrumentos musicales: El arpa El pandero cocolo La caja Instrumentos musicales cordófonos: El Banyo Palo fino y contrabajo

ISSN: 0864-2415
6. 10. 13. 16. 20. 22. 25. 28. 31. 34. 36. 38. 40. 42. 44. 46. 48. 50. 53.
4.

Introducción

Me place sobre manera comentar brevemente como texto introductorio, este seriado de artículos que muestra la importancia en la organología dominicana de las cuerdas, muchas veces minimizadas por la gente, sobre todo quienes no han hecho del estudio musical, su vocación.

Fradique Lizardo entendió ese valor como podemos descifrar en estos artículos donde llega a reflexiones muy valorativas sobre los instrumentos de cuerdas en la organología dominicana, y como afirma en su artículo donde escribe sobre el hallazgo del tiple como parte de un acontecimiento trascedente para destacar que ese hecho completaba las orquestas de cuerdas dominicanas.

Ciertamente son las cuerdas base esencial de la sonoridad dominicana, posiblemente más relacionada su presencia a la tradición hispánica, pero guardando la distancia del proceso de criollización y mestizaje que sufrió en suelo dominicano. Como es propio afirmar para otros instrumentos no membranófonos, que sufrieron por igual metamorfosis rítmicas resultantes de los procesos de hibridación que trajo consigo la colonización americana.

Es así como vemos el papel preponderante de las cuerdas en el embrionario proceso de conformación del merengue a mediados y antes del siglo XIX. Fueron las orquestas de cuerdas la base rítmica de estos primeros merengues que sufrieron luego el impacto del acordeón y por supuesto, de la tambora que lo enriquecieron.

Al final del artículo mencionado sobre las orquestas de cuerdas dominicanas, Fradique Lizardo deja claramente establecido el papel protagónico de las cuerdas en la estructuración de la musicalidad dominicana:

¨Para los interesados en la historia de la música que se sientan regocijados por el logro alcanzado por este descubrimiento (se refiere al tiple CA) y la proyección que significa el mismo en el futuro de la música folklórica dominicana y su interpretación, en la forma que era común antes que el acordeón la estrangulara¨

De inmediato el Cuaderno VIII, que reúne estos artículos selectos del productivo investigador del folklore dominicano, vemos como dedicada varios de ellos al tiple, su alegría por encontrar, no solo un tiple, sino la algarabía que muestra el artículo al comentar la familiaridad encontrada en sus formas de ejecución.

En este Cuaderno VIII que es parte de la necesaria divulgación del Fondo Fradique Lizardo del Centro León, y por supuesto, de la Declaratoria de Patrimonio de la Memoria en el 2014 por UNESCO, como Patrimonio del Folklore Latinoamericano; sabemos que toda información recogida por este investigador es de valiosísima importancia, sobre todo para quienes estudian, practican y difunden el folklore como expresión del saber popular y de la identidad de los pueblos.

Este Cuaderno VIII, registra además en su monografía especialmente dedicada a los instrumentos de cuerdas, los casos de la gayumba, del Tres, la propia guitara, el cuatro, el Quinto, la guitarra de higüero, que posee por cierto la colección etnográfica del Centro León y proveniente del Fondo Fradique Lizardo, así como el Seis, el Bombo, el Banyo y el Contrabajo, además de describir en este Cuaderno VIII, otros instrumentos membranófonos como el Congo mayor, el conguito, el pandero cocolo, la caja, y el palo fino.

Todos, trabajados con una precisión de investigador y en estos escritos cortos, Fradique Lizardo nos da una profundidad de miras, de estos instrumentos, su importancia en la organología dominicana, su significación musical, características, sonidos y formas de ejecución, con la profundidad, como un Maestro transmite su sapiencia.

Carlos Andújar Persinal Asesor Especialista en Cultura Centro León

SE COMPLETA LA ORQUESTA DE CUERDAS DOMINICANA: SE ENCUENTRA EL TIPLE

Introducción

Durante muchos años, hemos tratado de reorganizar lo que se debe de considerar como la Orquesta de Cuerdas Dominicana, tal como existía antes de la introducción del Acordeón. Ha sido un trabajo arduo, persistente, pero que ha tenido sus frutos, pues ya habíamos conseguido el Tres en su variedad triangular, que era el más típico de todos; el Cuatro, el Quinto y el Seis, los cuales, unidos a la Guitarra y el Requinto, daban la base para comenzar un trabajo de organización de la música en nueva dimensión.

Sin embargo, la búsqueda nunca ha cesado, y ahora ha tenido un éxito extraordinario con la localización del Tiple, que era el único instrumento que había desafiado la búsqueda.

Al fin hemos encontrado, entre los fondos del antiguo Museo Nacional, un hermoso Tiple, que se conserva en excelente estado de conservación, y que, según me informó personalmente el Lic. Ramón Lugo Lovatón, probablemente fue donado por Papito Rivera, en su incesante búsqueda de elementos de nuestra cultura ancestral. Desgraciadamente, el instrumento aludido, no tiene una ficha que especifique los datos pertinentes.

Medidas

Las medidas del Tiple encontrado son las siguientes:

Largo total: 61.5 cm.

Largo del clavijero: 14 cm.

Largo del cuerpo y del cuello: 48.5 cm.

Ancho de la mitad del clavijero: 6 cm.

Ancho del clavijero en su extremo distal: 7 cm.

Ancho del mástil: 5 cm.

Ancho de la caja en su extremo superior: 9 cm.

Ancho de la caja en su parte media: 8 cm.

Diámetro del agujero central: 4 cm.

Puente o base de amarrar las cuerdas: 9 cm.

Ancho máximo de la caja en su parte inferior: 15 cm.

Alto de la caja: 8 cm. Diámetro del agujero posterior: 1 cm.

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Construcción del Tiple

La construcción de este instrumento es muy particular, pues a su reducido tamaño, se añaden otras características propias, como son las siguientes:

1ro.- Los hombros o esquinas superiores de la caja son cuadrados, lo cual contrasta grandemente con las demás curvaturas de la caja y le da un aspecto muy particular.

2do.- En la parte posterior inferior, tiene un agujero de 1 cm. de diámetro, que es una innovación total en esta clase de instrumentos, y seguramente está calculado para la resonancia.

3ro. El clavijero está en un angulo de 45 grados con respecto al mástil, lo cual le coloca en una posición más pronunciada que en la Guitarra y otros instrumentos similares. Tiene dos filas de agujeros para clavijas de 5 cada una.

4to. El puente, o base de amarrar las cuerdas, tiene solamente 5 agujeros, lo cual le hace contrastar enormemente con los 10 agujeros del clavijero y nos acerca a la Mejorana de Panamá, que es exactamente del mismo tamaño, pero solo lleva 5 clavijas, 4 en cuadro y una central.

Noticias históricas

La primera mención que hemos encontrado de este instrumento es de 1812, en la cual se cita que la orquesta de Vicente Suárez, estaba compuesta de Violín, Cuatro, Mandolina, Tiple, Tambora y Güiro.

En 1855, se reporta el uso del Tiple, como instrumento de uso popular, lo cual vuelve a repetirse en 1856. En este último año, nada menos que Pedro Francisco Bonó describe la orquesta que tocaba el fandango y que dice estar compuesta de dos Cuatro, un Doce, un Tiple, tres Güiras y una Tambora.

En 1873, se reporta en Sabaneta el uso del Tiple. Vemos, pues, que en el siglo pasado, y hasta mas de la segunda mitad de dicha centuria, se encuentran reportes o crónicas del uso de este instrumento, acompañando a otros, para formar una orquesta de cuerdas. Pero desde 1873, con esos reportes se pierde el rastro de ese instrumento hasta ahora.

Dibujos históricos

Es el mismo año de 1873, se publica la obra de Samuel Hazard, Santo Domingo, past and present, y en la misma hay un grabado de un músico que trae en sus manos una copia fiel del instrumento que hoy nos ocupa, pero desde luego, por las proporciones se nota que es un poco más grande que el encontrado. Parece que, además del pequeño, los hubo más grandes, ya que el pequeño lo veremos luego citado en la literatura popular. Ese dibujo de Hazard, fue reproducido por J. M. Coopersmith en su obra Música y músicos de la República Dominicana, pero sin citar su procedencia.

Aparte del detalle del tamaño, y que en el dibujo de Hazard el instrumento luce con mayor número de cuerdas, la forma se ve exactamente igual.

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Una ligera búsqueda por grabados antiguos e historias de la música, nos hace apreciar que este instrumento se asemeja en algo a dos instrumentos muy antiguos: la Cítola y la Giga. Pero, desde luego, sus hombros cuadrados, le da una personalidad muy difícil de asimilar a cualquier otro instrumento.

El Tiple en la literatura popular dominicana:

Además de las crónicas serias y los textos históricos, hemos buscado alusiones al Tiple en la literatura popular dominicana, y aunque no hemos hecho una búsqueda exhaustiva, hemos encontrado, hasta ahora, lo siguiente:

Nochebuena en San Miguel. (Félix María del Monte, 1856)

Cantando con aire cuco al son de un Tiple rasgueado el Seis de Pepe Rosado y me voi a mi conuco.

El Guajiro predilecto (Nicolás Ureña, 1855)

Libre el pecho de cuidado de un Tiple al son acordado cantaba la media tuna.

Un guajiro de Bayaguana (Nicolás Ureña,1856)

(…) repicaba el zapateo al son del Tiple y del Güiro.

Cantos Dominicanos (Félix María del Monte, 1875)

Venga el Tiple sonoro de cuerdas rojas y azules.

El Acordeón y el Cuatro (Juan Antonio Alix, s.f.)

Lo cuatro y lo Tiplesito

Una fiesta curiosa (Juan Antonio Alix,1884)

Callaba el Tiple al momento y con arrogante acento, salió con su guitarrita

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Hay muchas otras menciones en crónicas de la época y en la literatura. Incluso Francisco Gregorio Billini menciona el Tiple en su novela Baní o Engracia y Antoñita, pero las citas dadas nos sirven para mostrar, la abundancia, en el siglo pasado, del Tiple, que era un instrumento pequeño, aunque hubiera de otros tamaños también y, sobre todo, que era el alma de la música dominicana de entonces.

Conclusiones

Estamos ante el descubrimiento de un verdadero tesoro, el instrumento que permitiría la reconstrucción total de la Orquesta de Cuerdas Dominicana, la cual hizo la delicia de nuestros abuelos y que puede darle a nuestras proyecciones musicales una personalidad propia, diferente a la de otros pueblos de nuestro mismo origen; verdadera, original, sin buscar nada exótico que nos represente.

Ojalá que los hijos de Papito Rivera estén en condiciones de informar, si tienen los datos a la mano, el origen de este instrumento, o sea, dónde y cuándo fue colectado, en caso de que él haya sido el donante del mismo.

Agradeceremos, por la presente, al Prof. Francisco Alberto Henríquez Vázquez, el permiso que nos dispensó de poder examinar el instrumento bajo su cuidado, tomar fotografías del mismo y hacer público este reporte

Para los interesados en la historia de la música dominicana, que se sientan regocijados por el logro alcanzado con este descubrimiento y la proyección que significa el mismo en el futuro de la música Folklórica dominicana y su interpretación en la forma que era común antes que el Acordeón la estrangulara.

Algún día hemos de ver una institución dominicana que se ocupe de enseñar el uso de estos instrumentos, y oiremos de conjuntos dominicanos que usando la música de cuerdas proyectan nuestra música en el exterior.

Listín Diario, 1 de abril de 1978

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MÁS SOBRE EL TIPLE DOMINICANO

Por Fradique Lizardo

El estudio de Francisco Morales Padrón sobre Colonos Canarios en Indias, nos ilustra sobre el flujo continuo de esta inmigración hacia nuestra isla. En otras fuentes, como Sánchez Valverde y Rodriguez Demorizi, se pueden completar datos, ya que Rodriguez Demorizi, por ejemplo, nos trae datos hasta fines del siglo pasado, citando nada menos que a Hostos, quien llego a escribir sobre los asentamientos canarios.

Siendo así, es lógico suponer que nuestro Tiple, sea una herencia directa de esta inmi gración, por lo abundante que es el instrumento en Canarias, por el papel importante que desempeña en su música folklórica y porque entre nosotros, hasta muy avanzado el siglo pasado, desempeñó también un papel preponderante en los conjuntos orquestales de cuerda.

Las medidas del Tiple canario, las cuales puedo aportar gracias a la gentileza del Sr. Juan Espino Placeres, son las siguientes:

Largo total: 56 cm.

Largo del clavijero: 14 cm.

Largo del cuerpo y el cuello: 42 cm.

Ancho de la mitad del clavijero: 2.25 cm.

Ancho del clavijero en su extremo distal: 2 cm.

Ancho del mástil: 2 cm.

Ancho de la caja en su extremo superior: 4 cm.

Ancho de la caja en su parte media: 3.75 cm.

Diámetro del agujero central: 1.75 cm.

Puente o base de amarrar las cuerdas: 2.25cm.

Ancho o base de amarrar las cuerdas: 2.25 cm.

Ancho máximo de la Caja en su parte inferior: 15 cm.

Alto de la caja: 1.75 cms

El Tiple es el acompañamiento básico de las Islas Canarias, el antepasado del Carabiné, y que juntos llegaron a nuestra isla, recibiendo la versión dominicana de la Isla el nombre de Carabiné y modificándose el Tiple en su estructura del original canario, pero sin cambiar el nombre.

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El Tiple en países vecinos.

En Puerto Rico, se usa el Tiple, pero no concuerda exactamente con el nuestro y el canario; caso extraordinario de cambio de nombre. Lo mismo pasa en Venezuela y en Colombia, país donde se le puede considerar como uno de los instrumentos nacionales. En Panamá, sin embargo, donde recibe el nombre de Mejorana (1) es el instrumento básico para acompañar la música de la Mejorana y conserva la forma y disposición de cuerdas del tipo canario más que en cualquier parte, como podemos ver por la fotografía adjunta, reproducida de un texto de Manuel Zárate (Tambor y Socavón). No hay duda, pues, que el Tiple se fue irradiando en América, hasta llegar a constituir uno de los instrumentos básicos para llevar la melodía de los grupos de cuerda, por su timbre excepcionalmente alto.

La forma de nuestro Tiple

El Tiple encontrado en Santo Domingo tiene una forma mucho más antigua que cualquier otro tipo reportado. Tiene un clavijero diferente, lo cual nos permite pensar que proviene de modelos más antiguos, antes de la evolución del instrumento a formas modernas. Además, según el grabado de Hazard, que nos permite comparar dimensiones, parece que tuvo parientes mayores, pues la dimensión del dibujado, en comparación con el tañedor, es mucho mayor que el guitarrillo actual. Pero esto ya requiere un estudio más minucioso.

El Tiple en nuestra literatura

Es lógico suponer que si este instrumento pasó de los colonos canarios a las grandes masas dominicanas, tiene que ser rastreado en crónicas y descripciones, lo cual hemos hecho, encontrando su reporte desde Baní hasta Puerto Plata, ambas de Fundación Canaria, o por lo menos con grandes asentamientos canarios. Asimismo, lo hemos encon trado en Medina, San Cristóbal y muchos otros lugares, lo cual permite asegurar de la gran extensión geográfica que alcanzó este instrumento, y de lo bien que se adaptó a nuestra expresión musical. En nuestro artículo anterior, dábamos varias citas del Tiple en nuestra literatura; veamos, ahora, otras que complementan aquel trabajo.

1. «Antiguamente, empleaban para acompañarse, instrumentos de cuerdas por ellos fabri cados, que no era más que la imitación rústica de la Bandurria, nombrados por el número de las cuerdas que le ponían: tenían el Cuatro", el Seis, el doce y uno especial, que llamaban Tiple». Julio Arzeno, Del folklore musical dominicano.

2. «Organizaron el fandango con que se debía dar fin, muy entrada la noche, a la función. La llegada de los músicos, requeridos de antemano, facilitó la ejecución y a las cuatro de la tarde ya estaban en pie con dos cuatro, un doce, un Tiple, tres Güiras y una Tambora» Pedro Francisco Bonó, El montero.

3. «Más allá, en el pueblo arriba, muy arriba, el Tiple, el Cuatro o el Seis, que a los acordes de sus cuerdas abre la cantina y establece competencias entre los rústicos bardos nacionales». Francisco Gregorio Billini, Baní o Engracia y Antoñita.

4. «Se les cantan décimas acompañadas de güira, pandero Tiple y cuatro». Emilio Rodríguez Demorizi, Lengua y Folklore en Santo Domingo (Reporte de Bienvenido Betances).

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5. «Existe el Baquiní, a son de Güiro, pandero, Tiple y cuatro». Emilio Rodriguez Demorizi, Lengua y Folklore en Santo Domingo (Reporte de Bienvenido Betances)

6. «El Pandero, la Gayumba, los quijongos, los palos, la bandola, el Tiple, o Guitarra». Emilio Rodriguez Demorizi, Música y baile en Santo Domingo.

7. «Tocaba Violín y su orquesta se componía de ese instrumento, cuatro, mandolina. Tiple, Tambora y Güiro». Emilio Rodriguez Demorizi, Música y baile en Santo Domingo.

8. «En los bailes populares se usaban el Cuatro, el Tiple, el Tres, el Güiro, y el atabalito o balsié». Emilio Rodriguez Demorizi, Música y baile en Santo Domingo.

9. «Una afluencia de gente divertida, al son de improvisada música campestre, irrumpió por la calle y por el patio. Los instrumentos eran: un cuatro", dos Tiples, un Violín, un pandero y un Güiro. Venían tocando y cantando en coro un merengue con este estribillo: ‘No se acabe este fandango hasta el amanecer’». Federico Henríquez y Carvajal, Baní, emociones, recuerdos y añoranzas.

Debemos, pues, estar contentos de que uno de los instrumentos más usados por los conjuntos dominicanos de cuerda, se haya podido rescatar y ahora, aunque cueste trabajo, vamos a ponerlo en uso y a darle un papel preponderante en los conjuntos de cuerda que se harán para trasladar la música dominicana.

(1) El nombre de Mejorana puede provenir de Majarero, que es el gentilicio de los nacidos en Fuerteventura, una de las islas canarias, donde precisamente se toca mucho el Tiple.

Listín Diario, 29 de abril de 1978

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EL TIPLE

Sinonimia

En algunos casos, le han llamado delante de mí para aludir a este instrumento, tanto ‘Tiplecito’ como ‘guitarrito’.

Nombre

El nombre por el cual es conocido con mayor propiedad es el de Tiple. Distribución geográfica

Encontrar el instrumento, recolectarlo y poder anotar muchos datos relativos a su construcción y manera de ejecutarlo, solamente lo hemos encontrado en San José de Ocoa y zonas aledañas. Pero tanto en los alrededores de Cotuí, como en Santiago y en zonas del sur de la provincia de Puerto Plata, con Bajabonico como centro de dispersión, hemos encontrado muchos datos como de que fue zona muy importante en la interpretación de este instrumento.

Clasificación organológica

Por ser un instrumento de caja, con el cuello añadido, le corresponde según la clasificación de Hornbostel-Sachs, el número 321.322.

Construcción

Este pequeño instrumento presenta dos vertientes muy disímiles en su construcción. Hemos colectado uno con la forma del que se ilustra, construido en maderas preciosas, y hemos colectado otro de la madera de pino más basta que se pueda imaginar en forma de una guitarrita pequeña. Por lo cual nos atrevemos a suponer, que a falta de una escuela de lutecitas en nuestro medio, nuestro hombre folk, construye el más a mano.

Es bueno consignar que, en ningún caso, los instrumentos tienen trastes, sino el mástil pelado. Tommy García tiene la teoría de que pueden haber tenido los trastes tejidos, como la Mejorana de Panamá y otros instrumentos similares, pero las versiones que hemos recogido, no nos edifican sobre el particular y el grabado de Hazard de un instrumento muy parecido aunque, a todas luces, mayor, aún habiendo un error de apreciación, no con tribuye a esclarecer nada sobre este punto.

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Forma de tocarlo

Es un instrumento ‘declarante’, o sea, que lleva la melodía, aunque a veces puede acom pañar también. Se sostiene en la mano izquierda, que pisa las cuerdas, mientras con la derecha se tañen las cuerdas con plectro o ‘uña’, o se rasgan con todos los dedos en el caso de acompañamiento.

Ocasiones en que se usa

El mayor uso del instrumento era acompañar cantos, tanto de trovadores solistas como de serenatas y, en el conjunto de cuerdas, tenía la voz cantante o declaración de la melodía.

El tráfago moderno se ha llevado el uso de este instrumento, como muchas otras cosas. Hemos trabajado para la resurrección de nuestra bella orquesta de cuerdas que le daría personalidad a nuestra música, pero lo único que hemos encontrado es apatía, desinterés e inercia para ayudar una obra tan bella y tan digna de encomio y de soporte.

Posible origen

Casi nos atrevemos a asegurar que nuestro Tiple es hijo legítimo del Tiple canario, y por esto lo damos, hasta que investigaciones más profundas que las nuestras puedan probar lo contrario.

Variantes

Además del uso de otros nombres, y de la forma del instrumento, y el uso de maderas diferentes para los instrumentos que tenemos, y de lo cual hemos hablado, no hemos encontrado ninguna otra variante.

Nota: Las cuerdas del Tiple se hacían con crin de caballo y así las tienen los que hemos colectado, a diferencia del Violín criollo, que usaba cuerdas de tripa de gato.

Isla Abierta, 28 de abril de 1984

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LA GAYUMBA

Por Fradique Lizardo

La terminología para el estudio de los instrumentos musicales los divide en cuatro grandes grupos, según sea la fuente del sonido, y son los siguientes: idiófonos, mem branófonos, cordófonos y aerófonos. Las exigencias de la nomenclatura y de ajustar las cosas a las realidades vivas y cambiantes, hizo que se agregaran, luego, dos grupos, que son los vibráfonos y los electrófonos.

Vamos ahora a estudiar los instrumentos folklóricos dominicanos, que se clasifican dentro del grupo de los cordófonos. Está de más decir que usamos básicamente la clasificación de Hornbostel-Sachs, como sistema básico, con todas las adiciones y cambios que la pru dencia ha aconsejado, sin desmeritar dicha clasificación.

Los cordófonos se dividen, para su estudio, en dos grandes grupos, que son: con mango y sin mango (para fines de clasificación se llamará en algunas ocasiones mástil al mango.)

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Sinonimia

En algunas regiones apartadas, se le llama Grayumba, pero en la generalidad de nuestro territorio, se la conoce como Gayumba. Nombre

Su nombre más generalizado es de Gayumba y, aunque algunas personas la reconocen como un Arco Musical, nosotros la incluimos entre las citaras de suelo, que es una división más generalizada, que incluye Arcos Musicales y Palos Musicales, entre otros tipos de instrumentos diferentes.

Distribución Geográfica

En nuestras investigaciones, hemos encontrado la Gayumba, en Samaná, en Puerto Plata, en la zona que circunda la ciudad de Santo Domingo hasta Haina, en los alrededores de San Cristóbal, en zonas de la Provincia de Barahona y Neiba y en los alrededores de Elías Piña, y, últimamente, aunque no aparece en el mapa de distribución, en los alrededores de Salcedo. Además, tenemos noticias de primera mano de su existencia en muchas otras regiones como Cotuí, La Vega, Sabaneta, etc.

Clasificación Organológica

Dentro de la clasificación que usamos tendríamos que incluir la Gayumba entre los cordó fonos simples o citaras, Arco Musical heterocorde y, por lo tanto, le corresponde la numeración: 311.12, pero luego tendremos que hacer ajustes a esta clasificación, ya que se puede tratar de un monoidiocorde o un poliidiocorde, y esto cambia la numeración, de lo cual hablaremos más adelante.

Construcción

Lo básico para la construcción de la Gayumba es la excavación del agujero que servirá de caja de resonancia, el cual generalmente es redondo, pero en algunas ocasiones puede resultar cuadrangular, sin que esto afecte la construcción del instrumento.

Este agujero se cubre con yaguas que se fijan a la tierra por un sistema de varitas y garabatos que la mantienen tensa y, en el centro, se abre un pequeño agujero, por donde pasará el extremo de la cuerda que tiene en su punta, atado, un pequeño palito, que se atraviesa del lado inferior del agujero y que no permite que la cuerda se suelte.

Debemos aclarar que la llamada cuerda en este instrumento es un pedazo de alambre dulce de largo variable, según sea la dimensión del instrumento.

La forma de disponer la cuerda, la forma más utilizada, la que consideramos el ‘tipo’ es la siguiente: un árbol o arbusto de ramas flexibles es el que se elige para hacer, en su proxim idad, el instrumento. Cuando ya está hecho el agujero y cubierto con la yagua, se toma una de las ramas, se le quitan las hojas y la punta, si es muy fina, y se amarra bien en el extremo un trozo de alambre dulce, que se pasa en su otro extremo por el agujero central de la yagua, y así se termina el instrumento.

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Ocasiones en que se usa

Las noticias recogidas indican que anteriormente se usó este instrumento para acompañamiento de algunos bailes y para hacer música de canto. Poco a poco, se fue perdiendo su uso, y llegó a convertirse en un juguete de niños que lo usaban para su diversión. Aunque no hemos estudiado este problema a conciencia, nos parece que esto se debió a la dificultad de su construcción y a su imposibilidad absoluta de traslado, ya que tenía que hacerse todo donde se podía construir el instrumento o no había instrumento, y esto ofrece sus limitaciones.

Últimamente, está teniendo un regreso, el uso de este instrumento y se usa como ‘bajo’ para algunas músicas de velaciones, donde hemos podido obtener muy buenas grabaciones.

Posible origen

No hay duda alguna de su origen africano, donde existe este instrumento en varias culturas, desde Sudáfrica, hasta el África Occidental, pasando por la cuenca del Congo, donde hay variantes muy interesantes del mismo. Es un instrumento que nos vino con la trata, aunque no se pueda precisar exactamente de dónde, ya que se ha adaptado a los materiales locales y esto nos deja un poco despistados sobre cuál pudo haber sido su origen dentro del África.

Variantes

Tenemos recogida dos variantes en la construcción del mismo que son las siguientes:

a) A falta de un árbol con las condiciones necesarias para su construcción, se corta una rama flexible, se entierra al lado de un tronco, al cual se ata para ponerla bien segura y, entonces, se usa la rama para la construcción del instrumento.

b) Se clavan dos estacas, bien fuerte y bien profundo, al lado del agujero donde se va a construir el instrumento y se unen con una rama lisa o un pequeño listón, y es de ahí de donde se amarrará el alambre o ‘cuerda’ de la Gayumba.

c) Hemos tenido noticias que el Grupo Convite encontró una Gayumba, con varias cuerdas, pero como no han hecho el reporte de dicho instrumento, ignoramos si cada una tendrá su agujero en la yagua o todas irán al mismo agujero, convirtiéndose así en un poliidiocorde. Esperaremos el reporte de Convite.

Isla Abierta, 4 de febrero de 1984

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Hemos encontrado variantes a esta forma de construcción, las que se exponen en los dibujos que ilustra este artículo y que se describen entre las variantes encontradas. Forma de tocarlo

Este instrumento se toca de formas variadas y vamos a enumerar las que hemos encontrado.

a) Se pulsa la ‘cuerda’, con la mano sacando de esta manera los sonidos.

b) Se golpea la ‘cuerda’ con un pequeño palito, pulsando la cuerda para hacerla más corta o más larga, modificando así el sonido producido.

c) Se coloca una piedra sobre la yagua y, mientras con una mano se golpea la ‘cuerda’, con la otra se golpea esta piedra con otra que se sostiene en la mano.

d) Se tañe con la mano izquierda la ‘cuerda’ de la Gayumba, mientras con la mano derecha se golpea la cuerda con un palito y se golpean también los palitos que sostienen la yagua para producir el acompañamiento.

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GRÁFICAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA GAYUMBA

La construcción de la Gayumba la tenemos plenamente registrada en gráficas que, paci entemente, hemos ido documentando por distintas partes de nuestro territorio. De esa colección, hemos escogido algunas de las gráficas que consideramos más representativas, para dar una idea del instrumento. Y hacemos esto porque es tan extraña la idea de un instrumento empotrado en la tierra, que algunos lectores no se conforman con la lectura, sino que desean ver cómo es el intríngulis del asunto. Para ellos esta selección de fotografías con las cuales documentamos bien este particular instrumento.

El tipo de Gayumba que vamos a documentar es el tipo que usa la rama o ‘ballesta’, enterrada al lado de un tronco que le da soporte.

Foto Núm. 1

Se coloca la rama que servirá de ‘ballesta’ al lado del tronco del cual piensa atarse para medir su longitud.

Foto Núm. 2

Después de enterrado uno de los extremos de la Ballesta, se ata al tronco, dejando la Ballesta de unos 2.50 metros de largo, aproximadamente.

Foto Núm. 3

Después de doblada la ballesta, para calcular hacia dónde queda el extremo libre, después de doblado, se procede a calcular hacia dónde quedará el centro para poner el alambre o ‘cuerda’ de la Gayumba.

Foto Núm. 4

Calculado cuál será el centro de la yagua del instrumento, se procede a cavar el agujero que será la caja de resonancia de la Gayumba.

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Foto Núm. 5

Se coloca a la yagua los palitos que le servirán de marco al instrumento y se clavan los garabatos que la sujetan a tierra, ya se ha hecho el agujero central por el cual se pasará la "cuerda".

Foto Núm. 6

Clavando el último garabato para dejar terminado el instrumento. Después de esto solo falta amarrar el alambre o "cuerda" en el extremo libre de la Ballesta, pasarlo por el aguje ro de la yagua y hacer música.

Isla Abierta, 14 de abril de 1984

Foto Núm. 1

Foto Núm. 4

Foto Núm. 2

Foto Núm. 5

Foto Núm. 3

Foto Núm. 6

INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL TRES

Por Fradique Lizardo

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento.

Nombre

En todas partes, se le conoce como tres. Distribución geográfica

Hemos encontrado este instrumento en un área de dispersión bastante grande, que describiremos a continuación, aunque el mapa esclarece qué tipo de tres se encuentra en cada sitio, ya que hay diferencias de forma y de construcción entre los tipos de este instrumento.

Las zonas de dispersión son las siguientes:

a) Neyba y regiones aledañas b) Azua a Ocoa y regiones circunvecinas c) Distrito Nacional d) San Pedro de Macorís e) Hato Mayor y una extensa área de los alrededores f) Sánchez y todo el borde costero del ángulo interior de la bahía de Samaná. g) Una gran zona cuyos puntos principales serían: Dajabón, Montecristi, Puerto Plata, Moca, La Vega y todo el territorio incluido en esta demarcación.

Clasificación organológica

Por ser instrumento de caja y de cuello, le corresponde según el método de clasificación de Hornbostel-Sachs, la numeración 321.322.

Construcción

Se prefieren para su construcción las maderas preciosas, sobre todo la caoba, el cedro y el capá. El mástil casi siempre lo hacen de caoba, aunque hemos podido examinar un tres hecho completamente de pino, pero muy bien trabajado, con un pulido que parecía una madera de otra clase, pues se hizo con un acabado totalmente profesional. En la cara anterior tiene el borde del agujero rodeado de taraceas que lo hacen muy agradable de ver.

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Forma de tocarlo

Al ser un instrumento ‘declarante’, o sea, que lleva la melodía, se pulsan o pisan las cuerdas con los dedos de la mano izquierda mientras se rasgan con la mano derecha provista de una ‘uña’ o plectro cuando se lleva una melodía o se rasgan con todos los dedos cuando se acompaña.

Ocasiones en que se usa

Es un instrumento que lleva melodía y, por lo tanto, fue instrumento básico y muy importante en todo conjunto musical hasta 1939, cuando el uso generalizado de las velloneras desplazó, para nuestro mal, los Sextetos y Tríos que amenizaban la música en nuestro país. Solo en contados casos se usaba ‘música de viento’ para amenizar un baile en zonas rurales y suburbanas; y en las zonas marginadas de los centros urbanos tampoco había con qué pagar orquestas. Eran, pues, los conjuntos de cuerdas los que transmitían y conservaban nuestra música, y dentro de estos conjuntos el Tres era muy valioso. Solamente en algunas regiones minoritarias del Norte del país, el Cuatro lo suplantaba como instrumento declarante.

Tenemos un gran empeño en revivir nuestra música de cuerdas, pero para esto se necesita el apoyo y la simpatía de todas las personas que comprenden que esta es nuestra verdadera música que define nuestra personalidad.

Posible origen

Se ha dicho mucho que el Tres es una de las Bandurrias españolas que llegaron desde la época colonial, perdió su nombre y se quedó adoptando el nombre de tres.

Nosotros damos esto por oído y repetido por muchos, pero tenemos otra teoría que el pequeño espacio de estos artículos nos impide enunciar, y sobre todo es una postura muy polémica ,que necesita de un estudio y comprobación más segura que lo que hemos podido efectuar hasta ahora. Cuando esto se recoja en un volumen, lanzaremos la polémica, ya que su discusión podría aclarar muchas cosas.

Variantes

el Tres nos ha permitido apreciar que hay dos variantes principales con una subvariante de una de ellas y es la siguiente:

a) el Tres triangular, instrumento precioso muy bien construido que, en definitiva, recibe su nombre por sus tres órdenes dobles de cuerdas afinadas a intervalos de quinta y que tiene su borde inferior recto.

b) el Tres Triangular, con las mismas medidas y especificaciones del anterior pero con el borde inferior ligeramente conexo.

c) el Tres en forma de Guitarra, que en realidad es una Guitarra a la cual las cuerdas se disponen en el mismo orden del Tres, con una ligera adaptación del instrumento.

Isla Abierta, 12 de mayo de 1984

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. LA GUITARRA

Sinonimia

No hemos encontrado ninguna sinonimia para este instrumento durante nuestras investigaciones. Nombre

El nombre de Guitarra es ampliamente conocido por todos. Distribución geográfica

Se puede decir que la Guitarra es conocida y tocada en todo el territorio nacional. Clasificación organológica

En el sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs, por ser un cordófono compuesto, cuyo cuerpo de resonancia está hecho por una caja de tablas, le corresponde la numeración siguiente: 321.312.

Construcción

Tenemos en el país varios lutecistas o constructores de instrumentos de cuerdas, que más o menos siguen el mismo patrón, para las tablas frontal y dorsal prefieren la caoba, el capá y, en algunos casos, la baitoa. El lado se prefiere de una madera más suave, aunque a veces la hacen de caoba también. El clavijero y las clavijas se hacen de caoba, pero en el mango algunas veces usan capá o cedro. Puente y tarraja se usa capá o caoba y, para los trastes, se usa indistintamente láminas metálicas o de hueso. La tapa tiene en el interior dos costillas que le sirven de refuerzo y están a la altura de las dos curvas.

Forma de tocarla

En la gran mayoría de los casos, la Guitarra entre nosotros se rasga, pues sirve para acompañar. Cuando aparece un guitarrista destacado o virtuoso, entonces ‘declara’ y, en esos casos, puede usar ‘uña’, que fabrican con un pedazo de cepillo de dientes viejo en forma de anillo o una pequeña lámina de plástico o de celuloide.

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Ocasiones en que se usa

Nuestra Guitarra está ligada, en forma indisoluble, a las serenatas, a los Tríos y al Sexteto dominicano. Como la música de las velloneras acabó con los Sextetos, y las construc ciones modernas y altas han hecho inoperantes las serenatas, en muchos sitios rurales aún quedan Tríos que deleitan con su música y cantos a quienes los escuchan.

La Guitarra es la base de nuestra música melódica folklórica, infelizmente desplazada por el Acordeón, que nos ha empobrecido musicalmente, en tal forma que, cuando oímos una melodía tocada con Guitarra y repetida con Acordeón, parecen dos mundos diferentes, por lo cual es urgente reconstruir nuestro edificio melódico de cuerdas, para tener una personalidad bien definida en nuestra música que hemos perdido.

Existe además el ‘trovador’, que se gana la vida tocando temas que canta acompañándose de la Guitarra.

Posible origen

Con la Guitarra no hay ninguna clase de confusión, pues su introducción a la América hispana por los españoles está muy bien documentada desde los primeros documentos de la conquista. Es hija directa de España.

Variantes

Lo que consideramos como variante de nuestra Guitarra, es lo que popularmente recibe el nombre de ‘Requinto’, que aunque haga un papel diferente cuando toca, no es más que una Guitarra que, en la gran mayoría de los casos, es algo más pequeña que la Guitarra tradicional.

Isla Abierta, 19 de mayo de 1984

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL CUATRO

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento y por Cuatro, se le conoce en el Cibao, en el Sur y en el Este de nuestro país.

Nombre

Su único nombre, como hemos dejado conocer, es el de Cuatro. Distribución geográfica

Es un instrumento de amplia dispersión dentro de nuestro país, pero en nuestras investi gaciones lo hemos encontrado con mayor arraigo en una amplia zona de la provincia Bar ahona y en la del Bahoruco, en Azua, en la ciudad de Santo Domingo y zonas limítrofes, en la zona comprendida entre Sánchez y Cotuí, en Santiago irradiando a una gran zona alrededor y en Puerto Plata, hasta Imbert, así como en Montecristi y lugares vecinos. Esto no es limitativo, por sitios donde le hemos encontrado con un uso más continuo.

Clasificación organológica

Dentro de la clasificación del sistema Hornbostel-Sachs, le cabe el número 321.321.

Construcción

Los lutecistas dominicanos construyen el Cuatro en forma muy similar a la Guitarra. En lo que varían es en las medidas, pues la forma de poner el cordaje que lo distingue, se hace después de construido, pero muchas veces, a falta del instrumento propio, se hace un cuatro de una Guitarra, únicamente variando el cordaje y agregando dos clavijas, lo cual es muy fácil de hacer cuando se trata de clavijas de madera.

Las maderas usadas en la construcción del Cuatro son las usadas comúnmente para la construcción de todos nuestros instrumentos de cuerda: caoba, capá, roble, cedro, y aún no hemos visto un cuatro hecho de pino.

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Forma de tocarla

El Cuatro es un instrumento ‘declarante’, como dicen nuestros músicos populares, es decir, que lleva la melodía y es muy agradable de ver un virtuoso del instrumento cuando lo ejecuta, con su "uña" o plectro, que fabrican con un pedazo de plástico o con el mango de un cepillo de dientes, para pulsar las cuerdas con cuidado. Es decir, el Cuatro casi nunca se rasga, pues lleva la voz cantante del conjunto en el cual se usa.

Ocasiones en que se usa

El Cuatro, como la Guitarra, el Tres, y otros instrumento de cuerdas, está totalmente ligado al Sexteto tradicional dominicano, al Trío y a las serenatas.

Fueron muchos los trovadores dominicanos, que se hicieron famosos tocando un cuatro, al cual le sacaban dulce y bellas melodías, que hacían el deleite de quienes las escuchaban.

Posible origen

El Cuatro es una de las Bandurrias que el uso en nuestro país ha consagrado su origen está entre los instrumentos de cuerdas que nos trajeron los españoles, pero realmente es la modificación de uno de los laúdes árabes en España, según nos ilustra Adolfo Salazar.

Cuatristas famosos

El Cuatro fue muy famoso en el siglo pasado, y hubo personas que llegaron a ser verdaderos virtuosos en el uso del instrumento. Don Rufino Martínez, en su Diccionario Biográfico, nos va relatando la vida e historia de algunos de los más famosos ‘cuatristas’ del siglo pasado. Cuando estos artículos se recojan, podremos ampliar muy bien este aspecto, ya que las limitaciones de espacio nos impiden escribir una verdadera enciclopedia de cuatristas que se han destacado en nuestro país.

Variantes

No hemos encontrado ninguna variante de nuestro cuatro tradicional, a pesar de haber rastreado bien la zona cafetalera de Barahona, donde después del ciclón de Santa Tecla, vinieron a vivir un grupo numeroso de ‘jibaros’, puertorriqueños, y trajeron con ellos su Cuatro, que no han conservado, y ha sido suplantado con la versión dominicana del mismo.

Isla Abierta, 1 de septiembre de 1984

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL QUINTO

Por Fradique Lizardo

Sinonimia

Además de llamarle Quinto, en algunos sitios le dicen ‘Cinco’; eso es lo único que hemos encontrado como sinonimia en nuestras investigaciones.

Nombre

Se le llama Cinco, y ese nombre obedece a que tiene cinco órdenes de cuerdas dobles, afinadas a intervalos de quinta.

Distribución geográfica

Lo que nosotros hemos podido constatar de la distribución de este instrumento, es lo siguiente: se encuentra en la ciudad de Santo Domingo y muchas zonas aledañas del Distrito Nacional, Bonao y en Santiago y algunas zonas rurales vecinas. Nos han informado de su existencia en otras zonas que no hemos podido visitar o que hemos visitado y no hemos encontrado el instrumento en uso.

Clasificación organológica

En la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que estamos usando, le corresponde a este instrumento el número 321.312.

Construcción

Los patrones de construcción del Quinto son similares a los de la Guitarra y otros instru mentos de cuerda nuestros, usándose las mismas maderas y el mismo proceso del armado. Varían únicamente las medidas y el clavijero, que tiene diez clavijas.

Forma de tocarlo

El Quinto es un instrumento declarante, por lo cual se puntea con ‘uña’, que es el nombre que recibe el plectro entre nosotros. A veces es instrumento acompañante y se rasga sacándole acordes muy melodiosos que producen gran deleite al escucharse.

Ocasiones en que se usa

Este al igual que toda la familia de los laúdes dominicanos, se usa para dar serenatas, en el Sexteto y, en muy raras ocasiones, se le aumenta al Trío como acompañante, para convertirlo en un Cuarteto.

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Posible origen

Es otra de las Bandurrias introducidas por los españoles y que se ha conservado entre nosotros.

La llegada y el desarrollo de estos instrumentos entre nosotros está bien documentada, pues, desde la llegada de la ‘Vuhuela’, se daban noticias de cuando venían grupos de instrumentos a nuestra isla.

Variante

Hasta ahora, no hemos encontrado ninguna variante de este instrumento en nuestras investigaciones.

Isla Abierta, 15 de septiembre de 1984

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. LA GUITARRA DE HIGÜERO

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento.

Nombre

Su nombre es Guitarra, pero como usan un higüero como caja de resonancia, la hemos denominado Guitarra de Higüero.

Distribución

Geográfica

Hasta ahora, está reportada como de Montecristi, pero ignoramos si ha podido extenderse a alguna de las zonas aledañas.

Clasificación organológica

Dentro de la clasificación usada, que es la de Hornbostel-Sachs, hay una ligera modifi cación para instrumentos que usan cáscaras vegetales como medio de resonancia y, por lo tanto, dentro de esa clasificación le corresponde el número 321.311 y recibe la denomi nación de ‘cáscara’ dentro de la clasificación.

Construcción

Respecto a la Guitarra tradicional, esta Guitarra de Higüero tiene algunas modificaciones que vamos a enumerar. Primero, veremos las medidas, que son las siguientes:

Largo total del instrumento: 76 cm.

Largo de la caja: 36 cm..

Largo clavijero: 17 cm.

Ancho de la caja: 26 cm.

Alto de la caja: 14 cm.

En este caso las medidas no serian uniformes de instrumento a instrumento, sino que varían mucho de uno a otro, según sea el higüero o calabazo que se use.

En vez de las maderas tradicionales, se usa el almácigo y le da un buen terminado al instrumento en general.

El constructor es el señor Ramón de Jesús Tull Ares (Don Chucho), quien de esta manera hace un interesante aporte a la organología dominicana.

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Esos son los rasgos sobresalientes y diferentes de esta Guitarra fabricada en Montecristi y, si se logra que su uso se extienda y suplante a nuestras Guitarras tradicionales, habre mos hecho algo muy dominicano, que es algo que debemos alentar. Todo lo demás del instrumento es igual a nuestra Guitarra tradicional.

Isla Abierta, 6 de octubre de 1984

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL SEIS

Por Fradique Lizardo

Sinonimia

En algunos lugares le dicen ‘sexto’, ya que tiene Seis órdenes dobles de cuerdas.

Nombre

El único nombre por el cual se le conoce en todas partes es el de ‘Sexto’, con la salvedad del párrafo anterior.

Clasificación organológica

En el sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs, que es el que usamos, le corresponde el número 321-312.

Construcción organológica

La construcción del Seis es muy similar al de todas nuestras otras Bandurrias, y se usa el mismo tipo de madera. Ya sabemos que, por sobre todas las cosas, preferimos la caoba, para la construcción, aunque se usan mucho el capá, el roble, cedro, y otras maderas preciosas en menor cantidad.

Se hace el mismo tipo de molde, y la armadura del instrumento es igual a la de la Guitarra, tres, cuatro y nuestras otras Bandurrias.

Ocasiones en que se usa

Como es instrumento acompañante, se usa para integrar el Sexteto y, en ocasiones, ocupa el lugar de una de las Guitarras en el Trío, pero cuando se agrega de manera adicional, entonces el Trío se convierte en Cuarteto.

Posible origen

El origen de este instrumento es el mismo de la mayoría de nuestros cordófonos y, más aún, de todos los cordófonos de mástil. La conquista y la cultura hispana lo trajeron hasta aquí donde lo hemos conservado.

Variantes

No hemos encontrado ninguna variante de este instrumento en nuestros viajes de investigación.

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Forma de tocarlo

Como instrumento acompañante, se rasga todo el tiempo y se le sacan arpegios muy melodiosos. A veces se hace con la mano directamente y, en otras ocasiones, usan la ‘uña’ o plectro, del cual hemos hablado anteriormente.

Distribución geográfica

En nuestro viaje de investigación hemos encontrado el Seis en los sitios siguientes: En San Juan de la Maguana; En el Distrito Nacional, sobre todo en su parte oriental y en la ciudad de Santo Domingo; En la zona comprendida entre Bonao y Villa Altagracia; En la zona Cotuí-Cevicos; En Santiago de los Caballeros, en Moca y La Vega. En el ángulo interior de la Bahía de Samaná a partir de Sánchez.

Isla Abierta, 22 de diciembre de 1984

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EL CONGO MAYOR

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento, aunque podría darse el caso de que exista y se nos haya pasado desapercibido.

Nombre

Su nombre es Congo Mayor y forma parte del conjunto de Los Congos del Espíritu Santo, de Villa Mella, conjuntamente con el Conguito, la Canoíta y un grupo de Maracas. Distribución geográfica

Este instrumento se encuentra desde La Victoria a Villa Mella San Lorenzo de los Minas, Mandinga y zonas aledañas.

Clasificación organológica

Dentro de la clasificación que usamos, que es la de Hornbostel-Sachs, el Congo Mayor es un instrumento membranófono, de golpe directo, tubular, cilíndrico, de un cuero cerrado y, por lo tanto, le corresponde la numeración siguiente: 211.211.2. Debemos aclarar que es de un parche, porque solamente se usa uno; el otro únicamente sirve para asegurar el parche y, por esto, según las especificaciones de esta clasificación es de un parche y cerrado.

Construcción

Se ahueca un tronco preferiblemente de javilla (Hura crepitans), caimoni, yagrumo, lana u otra madera blanda, pero que no sea estrictamente cilíndrico, sino que tenga unos 30 centímetros de diámetro en su boca superior y 24 centímetros de diámetro en su boca inferior por unos 95 centímetros de largo. Se cubren ambas bocas con cuero de vaca; pero el cuero de arriba, con el cuerpo hacia arriba atado bien al parche, mientras el cuero de la boca inferior puede tener indistintamente el cuero o el pelo hacia afuera. Agujereando a intervalo el cuero inferior, se ata el cuero inferior al superior que se asegura por el amarre en ligaduras en forma de N, En algunos casos, el cuero inferior no se usa para atar el superior, sino que se colocan unos garabatos en el borde inferior, que sirven para este propósito.

Forma de tocarlo: Al tambor se le coloca un lazo o soga, que se une a uno de los amarres en forma de N y sirve para llevarlo y también para ponérselo el tañedor alrededor de su cintura, y teniendo el tambor parado, se golpean o tañen ambas manos sobre el parche superior.

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Ocasiones en que se usa

El Congo Mayor forma parte, como ya hemos dicho, de Los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella, que se interpreta únicamente para la fiesta del Espíritu Santo. Pero, además de esa fiesta, se puede tocar en bancos, velas, rincones o cualquier otra fiesta religiosa que se ofrezca al Espíritu Santo o que se considere que amerite incluir estos toques sagrados.

Posible origen

El origen de este instrumento, así como de su nombre, no ofrece interrogantes, pues a leguas se ve que son tambores africanos de origen, conservados por nuestro pueblo y que, por un proceso de sincretismo, aunque conserva sus toques peculiares, se han dedicado y adaptado a divinidades católicas.

Variantes

No hemos encontrado variantes de este instrumento.

Isla Abierta, 23 de noviembre de 1985

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EL CONGUITO

Por Fradique Lizardo

Sinonimia

Como otros nombres para este instrumento, hemos encontrado que le dicen El Chiquitico, El Pequeño y El Muchachito, todas estas denominaciones aluden a su tamaño en relación con los demás tambores que usa nuestro pueblo. También le dicen El Gritón, pero ya en relación con su sonido y no con su tamaño; también le dicen Alcahuete de Congo.

Nombre

El nombre por el cual más se le conoce es el de Conguito y ese damos a todos como el más conocido, de las denominaciones posibles.

Distribución geográfica

Este instrumento se encuentra desde La Victoria a Villa Mella, San Lorenzo de Los Minas, Mandinga y zonas aledañas.

Clasificación organológica

Dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs y según sus características, este Conguito se puede decir que es un membranófono, tubular, cilíndrico, de dos cueros y, por lo tanto, le corresponde la numeración 211.212.

Construcción

Se ahueca un tronco de caimoni o de javilla (Hura crepitans), que son los más usados, aunque se puede usar otra madera blanda. Este cilindro hueco debe tener unos 33 centímetros de largo por unos 19 centímetros en su boca más ancha por unos 15 centímetros en su boca más pequeña. Se amarra en cada boca un cuero de chivo de preferencia macho o, si es hembra, que no haya parido, y se atan con un pedazo de bejuco de verraco, los cuales se unen con soga en amarre de Y.

Forma de tocarlo

Cuando el tañedor está parado o caminando, el Conguito se puede poner debajo del brazo izquierdo, tocando un solo parche con la mano derecha o, si el tocador se encuentra sentado, se coloca el instrumento sobre las piernas y se golpean ambos parches con las dos manos, o se puede colocar el Conguito entre las dos piernas y se toca en un solo parche con las dos manos.

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Ocasiones en que se usa

El Conguito o alcahuete de congos, forma parte, junto con el Congo Mayor, la Canoíta y las maracas de Los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella, y se interpretan o tocan en cual quiera de las fiestas en que se acostumbra tocar estos instrumentos sagrados: la Fiesta del Espíritu Santo, bancos, noches de vela, ofrecimientos, rincones y otras fiestas religiosas.

Posible Origen

De no dudar el Conguito como el Congo Mayor tiene un origen africano aunque no sepa mos exactamente de cuál de las etnias africanas pudo provenir.

Variantes

No hemos recogido variantes de este instrumento.

Isla Abierta, 4 de enero de 1986

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EL BOMBO

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento, pues, aunque algunas personas se refieren impropiamente al mismo como tambor mayor, no es cierto que se le llame de esta manera. Quienes así lo hacen, están inducidos por influencias que son com pletamente foráneas a esta subcultura.

Nombre

El nombre correcto a este instrumento es Bombo, no hay otro y nunca se ha referido a él de otra manera, por lo menos delante de mí.

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Distribución geográfica

Lo hemos encontrado en dos de los enclaves de la subcultura cocola: San Pedro de Macorís y La Romana.

Clasificación organológica

Según la clasificación de Hornbostel-Sachs, este es un membranófono, de golpe directo, tubular, de dos cueros y, por lo tanto, le corresponde la numeración 211.212.

Construcción

Se hace un cilindro con una planchuela metálica, que generalmente es una hoja de cobre, que mide unos 50 centímetros de diámetro y 51 centímetros de ancho. Se distribuyen alrededor una serie de ganchos metálicos que sirvan para apretar los cueros y se montan estos en aros metálicos que se ajustan hasta obtener la tirantez deseada. Se colocan en dos de las barras que sostienen el aparato unos dispositivos que permitan colgar dicho aparato sobre el cuello del tañedor.

Posible origen

Su origen se remonta al siglo XII o algo parecido, adaptado y adoptado por los esclavos para su uso en la reinterpretación de dramas ingleses antiguos con la adición de elementos africanos.

Variantes:

No hemos encontrado ninguna variante para este instrumento.

Isla Abierta, 11 de enero de 1986

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL ARPA

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento, que se menciona con sistentemente durante el siglo pasado.

Nombre

El nombre de Arpa reconoce este instrumento, que forma parte indisoluble de las tertulias del siglo pasado durante todas las épocas, desde la reconquista hasta la segunda república. Distribución geográfica

Hasta ahora, solamente la hemos encontrado mencionada en la ciudad de Santo Domingo, en la ciudad de Puerto Plata y en Bayaguana, pero seguramente una búsqueda más con sciente permitiría encontrarla en otras partes también.

Construcción

No tenemos idea de cómo era el Arpa que tocaban los dominicanos, y por no haber sobre vivido, desgraciadamente no podemos aventurarnos, hasta que no aparezca un documento explícito acerca de este punto. Clasificación organológica

Sería totalmente inaudito tratar de clasificar un instrumento como este que podría tener varias vertientes diferentes sin tener siquiera un dibujo o al menos una descripción detallada del mismo, por lo tanto, renunciamos a una clasificación arbitraria.

Forma de tocarlo

Por las mismas razones expuestas en el párrafo anterior, no podemos aventurar una opinión acerca de este punto.

Ocasiones en que se usa

Durante el siglo pasado, en cada mención de un sarao, baile en casa de familia o celebración festiva, en ocasiones grandes, se menciona el uso del Arpa entre los instrumentos que amenizan estas reuniones. También se menciona como parte integrante de los conjuntos de la época, lo que abunda sobre su extendido uso por entonces.

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Posible origen

Primero debemos decir algo muy claro, y es que existe el Arpa académica o clásica, que fue la que trajeron los españoles, y el Arpa folklórica, creada por el pueblo en América Latina. En ninguna de las menciones que hemos consultado durante el siglo pasado, se hace referencia a cuál de los tipos de Arpa era el que se mencionaba en cada crónica, por lo cual tenemos que abstenernos de adelantar juicios que no están avalados por datos básicos para sustentarlos, y así nos quedaremos al menos por ahora, sin saber si el Arpa folklórica se dejó sentir entre nosotros.

En Bayaguana hubo hasta una maestra de Arpa, durante el siglo pasado, pero sin saber cuál tipo de Arpa.

La Srta. Cheché Cocó tocó Arpa en Puerto Plata, pero del Arpa clásica o académica que no interesa para este estudio.

Como este es un estudio serio acerca de nuestros instrumentos no podía dejar de consignar estos datos para terminar el estudio de nuestros cordófonos.

Isla Abierta, 25 de febrero de 1989

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EL PANDERO COCOLO

Sinonimia

También se le conoce como pandero grande o pandero metálico.

Nombre

El nombre más usado para designar este instrumento es el de Pandero Cocolo, ya que es de uso exclusivo para algunos de los géneros de la música cocola Distribución geográfica

Hasta ahora, pese a nuestras muchas averiguaciones entre los diferentes segmentos de la cultura cocola, solamente hemos encontrado este instrumento en San Pedro de Macorís. Clasificación organológica

Este Pandero Cocolo, por ser un instrumento membranófono, de marco, sin mango y de un cuero, le corresponde, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, el número 211.311.

Construcción

Se hace un marco metálico, con plancha de hierro o algo similar, con un diámetro de unos 18 a 26 cm. y a veces hasta los 40 cm. y se le pone un cuero de chivo con preferencia, pero pueden usar en su lugar uno de vaca, si no hay otro disponible. Ya está listo el instrumento.

Forma de tocarlo

Se ase el instrumento con la mano izquierda y con el puño derecho se golpea el parche, nunca se arrúa (glissa). Ocasiones en que se usa

Es instrumento de uso restringido, pues solamente se usa en el toque del Baile del Buey, del Manjack, del Calipso y del Macayombi. En las demás piezas de origen cocolo no se usa este instrumento.

Origen

Este instrumento fue traído al país, por los inmigrantes de las islas inglesas del Caribe y del Atlántico, que llegaron a nuestro país a trabajar en los ingenios azucareros desde finales del siglo XIX.

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Asociaciones o menciones históricas

No hemos encontrado ningún dato histórico sobre este instrumento y desde luego lo atribuimos a su origen restringido, que está bien documentado y desde luego, no se puede encontrar en ninguna obra histórica dominicana, anterior a fines del siglo pasado.

Variantes

Hasta ahora, no hemos encontrado ninguna variante a este Instrumento.

Isla Abierta, 2 de julio de 1990

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LA CAJA

Por Fradique Lizardo

Sinonimia

También se le conoce por los nombres de tambor y de tambor batiente.

Nombre

El nombre por el cual se conoció ampliamente, y por el cual se le denomina en las crónicas coloniales, es el de Caja.

Distribución geográfica

En tiempos coloniales, llevaron la Caja a todo sitio en que hubo regimientos coloniales, pues al tratarse de un tambor esencialmente militar, anduvo mano a mano con los solda dos españoles.

Clasificación organológica

Por ser un membranófono de golpe directo, tubular, cerrado y de dos cueros, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que usamos, le corresponde el número 211.212.

Construcción

Por ser instrumento de uso colonial y no haber descripción de su construcción, desconocemos los pormenores de este. Cuando los primeros años de la República, no se trató de hacerlo aquí, sino que se trajeron de fuera, hasta que su utilización fue suplantada por el redoblante.

Ocasiones en que se usaba

Al ser instrumento de uso militar, estuvo asociado a todo el proceso y etapas de la conquista y colonización. Fue el tambor que marcó las pautas del avance de los españoles, no solamente en la isla, sino en todas las colonias de América.

Tuvo un uso muy particular en los lutos, pues cada vez que moría un rey, o familiar, y mientras durara el duelo, se aflojaban las llaves que templan el cuero y se tocaban ‘las Cajas destempladas’. Ese sonido, más que un duelo, debió ser un verdadero suplicio. Además, dio origen a la frase ‘despedir con Cajas destempladas’, que muchos no saben su verdadero significado.

A propósito de esto, me contaba Arístides Incháustegui, que en el entierro de un bombero en Nueva York, oyó tocar las Cajas destempladas. Y el compositor Mahler oyó también tocar ‘las Cajas destempladas’ en el entierro de un bombero y usó este sonido para iniciar una de sus sinfonías.

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Origen

Es instrumento europeo, y por ser tambor de origen europeo, tiene sus características, en el amarre del parche, controlado por llaves. En su construcción metálica y el uso de la madera, se diferencia totalmente de los tambores de madera africanos, hechos con troncos ahuecados.

Asociaciones o menciones históricas

Durante todo el proceso de conquista y colonización se menciona este tambor, pero nunca de una manera relevante, sino que forma parte del equipo del ejército de su época, solo o acompañado de pífanos y/o cornetas, como era la mayor parte del tiempo.

En la famosa arenga de Sánchez Ramírez, en la Batalla de Palo Hincado, cuando dice: Pena de la vida / al tambor que tocare retirada…, se refiere a la Caja, y a uno de los toques típicos de este tambor durante esa época.

Variantes

En ninguna de las revisiones de crónicas que hemos efectuado, hemos encontrado hasta ahora descripciones de variantes de este instrumento.

Forma de tocarla

Aunque no hay descripciones de época que nos digan cómo eran los toques, sí sabemos que se golpeaba el parche superior, ya que se portaba en forma horizontal, con dos bolillos. Todo lo demás es pura especulación, pero debieron sonar esos parches en diversas formas haciendo verdaderas ‘florituras’ con los bolillos, pero desgraciadamente nada de esto se consignó para la posteridad.

Isla Abierta, 8 de septiembre de 1990

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INSTRUMENTOS MUSICALES CORDÓFONOS. EL BANYO

Sinonimia

En nuestro país, en la zona que se ha reportado en la actualidad, recibe el nombre de Banyo, y, aunque muchos puedan creer que este nombre provenga del Banjo norteamericano, es bueno recordar que esto puede ser cuestión de denominación moderna, pues a principios del siglo XIX, uno de los viajeros cronistas que pasó por aquí, consigna la existencia de este instrumento y usa los nombres de ‘bania’ o ‘vania’ como nombres locales, además del ‘banjar’, que consigna como su nombre africano. Es, pues, un instrumento bastante bien documentado en nuestro país, aunque el instrumento descrito tenía solamente cuatro cuerdas en esa época, y la caja estaba cubierta con piel de serpiente.

Distribución geográfica

Hasta ahora, solamente lo hemos encontrado en la pequeña comunidad rural de Baní del Toro, perteneciente a Guerra, al nordeste de Santo Domingo.

Clasificación organológica

En la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que usamos, se debe considerar este instrumento como un cordófono de cáscara de cuello, y, por lo tanto, le corresponde el número 321.32.

Construcción

En la actualidad, la caja sonora se está haciendo con un pedazo de lata de aceite, de 1 cm. de profundidad y 5.4 cm. de diámetro. El mástil y el clavijero lo hacen de madera y las medidas totales del instrumento son las siguientes:

Largo total: 17.1 cm.

Ancho de la caja sonora: 1 cm. Diámetro de la caja sonora: 5.4 cm.

Ancho del clavijero: 1.5 cm.

Ancho del mástil: 8 mm.

Largo del mástil: 9.4 cm.

Largo del clavijero: 2.3 cm.

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Forma de tocarlo

Aunque se agarra por el mástil como los demás cordófonos, no debemos olvidar que, a pesar de rasgar las cuerdas, se golpea la caja sonora con la mano derecha, para sacar algunos sonidos extras.

Ocasiones en que se usa

Se usa como cualquier instrumento musical para producir la música de moda y cantar con los acordes acompañantes.

Posible origen

El origen africano de este instrumento está muy bien documentado a nivel mundial, y habiendo encontrado el reporte de su existencia en la época colonial con su nombre africano, no amerita mucho esfuerzo para sacar de dónde vino a esta tierra.

Variantes

No hemos encontrado ninguna variante, hasta ahora, de este instrumento.

Isla Abierta, 5 de septiembre de 1992

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PALO FINO Y CONTRABAJO

Cuando encontramos el presente instrumento, hicimos un artículo para anunciar que habíamos descubierto este elemento tan interesante. Ahora hacemos un reporte científico, como debe ser, incluyendo la Clasificación Organológica de acuerdo al sistema de Hornbostel-Sachs.

Sinonimia

No hemos encontrado ningún otro nombre, para este tambor, en la región donde éste se usa; únicamente el que damos como título del presente reporte científico.

Nombre

El nombre que le aplican, los que acostumbran usarlo, es el de Palo Fino y Contrabajo, que luego veremos con detalle que son nombres o designaciones, que se usan para señalar dos aspectos diferentes del tambor.

Distribución geográfica

Este tambor se encuentra en algunos puntos aislados al norte de la ciudad de Azua y en algunos puntos aislados al oeste de la misma ciudad, más o menos hasta el punto llamado Quita Coraza.

Construcción

Para fabricar este tambor, se usa un cilindro hueco de madera que tenga la dimensión buscada y, aunque se prefiere la madera del yagrumo (Cecropia peltata), por lo fácil de trabajar que es, no se desdeñan otras maderas.

Cabria la posibilidad de que fuera un tambor criollo, nacido aquí. Se prepara un pedazo de madera de unos 78 cm. de largo, por unos 27 cm., de ancho y se ahueca en todo su largo, dejando una pared o tabique de unos 3 a 4 cm.

En el lugar escogido como borde superior, se coloca un parche de cuero macho y aproxi madamente a unos 5 a 8 cm. de ese borde, se abre un agujero ovalado de unos 24cm. por 22 cm., que se cubrirá con un parche de cuero hembra.

Recibe el nombre de cuero macho un parche de piel de chivo o de becerro al cual se le han quitado los pelos y recibe el nombre de cuero hembra, un parche de cuero de chivo o de becerro al natural.

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Forma de tocarlo

Con la mano derecha se toca el cuero macho (superior) y con la mano izquierda se toca al cuero hembra (lateral).

Ese tambor se usa, la mayoría de las veces, acompañado de dos balsiés, con los cuales se hacen una gran variedad de combinaciones muy interesantes. Pero también se usa acom pañado de Acordeón, Guayo y Claves. Según hemos podido observar, cuando se usa el guayo para acompañar este instrumento, se cubre el guayo hasta la mitad con un pedazo de tela de saco y, de acuerdo a los usuarios, así se definen mejor los toques del tambor.

Ocasiones en que se toca

En la zona en la cual se emplea, este tambor se usa como si fuera un balsié ordinario y común, para tocar la música de la región, pero ellos hacen un gran énfasis en la inter pretación del Carabiné, ya que en ese instrumento hacen el ritmo tradicional de este baile y, al mismo tiempo, le hacen un acompañamiento muy particular.

Origen

Aunque suponemos su origen africano, que es el origen de todos nuestros tambores, hasta el día de hoy, no hemos podido comprobar ningún tipo de instrumentos que tengan un parche lateral en ninguna obra o colección de tambores africanos a nuestro alcance, por lo que cabria la posibilidad de que fuera un tambor criollo nacido aquí, pero falta mucha labor de investigación comparativa, para poder tener una conclusión sobre este raro tambor.

Variantes

No hemos encontrado hasta ahora variantes apreciables sobre este instrumento, aunque el parche lateral, puede estar a mayor o menor distancia del borde superior, pero desde luego, estos instrumentos de factura artesanal, no pueden ser exactos en sus medidas. Y el óvalo es más acentuado en unos que en otros, por las mismas razones.

Clasificación organológica

Este tambor tan especial obliga, hasta ahora a crear un espacio para su uso exclusivo, ya que no hemos encontrado similares, y, por lo tanto, usando la clasificación de Hornbostel-Sachs, hemos elaborado el siguiente espacio para este tambor: 211.322, de dos cueros 211.323, con un cuero terminal y un cuero lateral

El tambor lleva un ritmo diferente en cada cuero y uno lleva un ritmo principal y el otro el acompañamiento; algo que no es común, ya que no acostumbra hacerse en ninguno de los otros tambores dominicanos.

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Amarre del parche

Los parches del tambor Palo Fino y Contrabajo, ambos van clavados, pero el parche superior, lleva además una tira de cuero, bien clavada por el borde, que cubre los clavos y presenta un aspecto más estético en la apariencia general.

Forma de templar (afinar) el parche

En nuestro país, los tambores con parche clavado, como no se pueden halar, ni ajustar de ninguna otra manera, tienen una forma única de templarse (afinarse) y es por medio del fuego, lo que se hace de la manera siguiente:

Con papeles viejos o ramas secas, según el lugar, se hace una pequeña fogata y el tambor se va acercando y alejando del fuego, probando el sonido, hasta que adquiere la tonalidad que de sea quien va a usar el instrumento, ya que cada músico tiene sus preferencias. Así se afina este tipo de tambor.

Bibliografía

Lizardo, Fradique. Un nuevo tambor: Palo Fino y Contra bajo. Columna Guaitiao-Revista Isabela, Núm. 27, abril-mayo de 1994.

El Caribe, 28 de septiembre de 1996

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PRODUCCIÓN María Amalia León Presidente Fundación Eduardo León Jimenes Directora Centro León SUPERVISIÓN GENERAL Luis Felipe Rodríguez COORDINACIÓN Carlos Andújar ASISTENTE DE COORDINACIÓN Melissa Vásquez Batista COLABORADORES Wilfredo Padrón Iglesias, Nathalia Ramírez ESCRITOS E IMÁGENES Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano TRANSCRIPCIÓN Aurelio Polanco CUIDADO EDITORIAL Aurelio Polanco DISEÑO DE PORTADA María Isabel Tejeda DIAGRAMACIÓN Constructivo Project ISSN: 0864-2415 FRADIQUE LIZARDO DE FOLKLORE CUADERNO

Los Cuadernos Fradique Lizardo del Folklore son publicaciones semestralmente iniciadas en 2019 con insumos del Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano, declarado Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Uruguay, bajo custodia del Centro León.

Ficha extendida Guitarra de higüero Fotografía análoga blanco y negro sobre papel fotográfico 12.5 x 20.2 cm Montecristi, República Dominicana Fondo Fradique Lizardo del Folklore Dominicano Mediateca del Centro León Descripción: Guitarra de higüero, fabricada por el señor Ramón de Jesús Tull Ares, en Montecristi.

Fotografía acromática de encuadre vertical, en el que se aprecia la medida tomada con cinta métrica, el cual al magnificar la imagen se observa que mide 76 centímetros de longitud desde el clavijero hacia la parte de la caja de resonancia.

La guitarra se ha fabricado a partir de un higüero, que este a su vez le sirve de caja de resonancia. Esta vihuela junto a otros artefactos cordófonos o de cuerdas forman parte de la colección de Fradique Lizardo del folklore dominicano declarado por la UNESCO.

CENTRO CULTURAL EDUARDO LEÓN JIMENES AV. 27 DE FEBRERO NO. 146 VILLA PROGRESO SANTIAGO DE LOS CABALLEROS REPÚBLICA DOMINICANA TEL. 809 582 2315 Fax. 809 724 7644 www.centroleon.org.do

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