CUADERNO
DE FOLKLORE FRADIQUE LIZARDO
FRADIQUE LIZARDO
CUADERNO DE FOLKLORE
Año V, Número X, Volumen X, 2024
Julio - Diciembre 2023
Centro León
FL
Índice
6. Introducción
Cultura africana en Santo Domingo:
8. Idiófonos, Membranófonos, Aerófonos
11. El Yon o Maraca Doble
13. Claves o Palitos
16. ADENCO O GUASDU
19. Maraca Ocoeña
21. La Canoita
23. Las Matracas Circulares
25. La Marimba Dominicana
28. Las Castañuelas
30. El Cencerro
32. La Maraca Metálica
34. El Triángulo
36. El Guayo (o Güiro)
38. Tirapó de Tallos de Plátanos
41. Los Instrumentos Idiófonos
46. El Balsié Pequeño
48. El Balsié o Pri-Prí
51. El Palito de Don Gregorio
53. El Balsié Largo
55. El Arel o Arilo
57. El Pandero Tejido
59. La Pandereta y el Pandero
61. El Mongó (Bongó)
64. La Tambora
67. Los Tambores Rituales de la Sarandunga
70. El Redoblante Cocolo
72. El Tamborcito
75. La Leyenda del Palito de la Tambora
78. La Timbaleta
80. Los Palos o Atabales
94. La Tambora Grande
97. La Botijuela o Betijuela
100. Los Instrumentos Membranófonos
Introducción
Carlos Andújar Persinal
Asesor especialista en Cultura Centro León
Siguiendo la línea de la descripción de la organología dominicana, esquematizado como todo folklorista, en una estructura organizada de componentes de cada uno de los instrumentos, este Cuaderno X dedica el número a esa organología poco conocida, aunque difundida en la musicalidad dominicana, nos referimos a la de origen africano.
Con nombres rimbombantes algunos, la rítmica dominicana goza de una instrumentalización sonora cuyos orígenes, si bien reinterpretados en su diseño y formato, siguen patrones rítmicos africanos como se describe en el texto comentado y que selecciona varios artículos de Fradique Lizardo en su tradicional manera de aportar al conocimiento de la cultura de nuestro país desde la óptica del folklore y la investigación en sentido general.
Solo el hecho de estructurar una investigación sobre una organología africana en República Dominicana es de por sí una proeza de Fradique Lizardo, un trabajo investigativo de ese tipo es de gran valor informativo. Esto demuestra la entrega y dedicación de Fradique Lizardo por escudriñar temas a veces, para muchos, insignificantes, pero como vemos, de gran valor para el conocimiento del folklore y la cultura musical dominicana.
Esta dimensión, no solo investigativa, sino educativa, prolífica en la información suministrada y de gran contenido descriptivo de cada instrumento, convierten este Cuaderno X en un documento obligado de consulta de estudiosos de la cultura dominicana, en especial de folkloristas y músicos.
Describir cada uno y hacer esta publicación con volumen informativo interior de esta naturaleza, es poco común y de ahí su importancia...Fradique Lizardo tuvo entre sus intereses acercarse a la variedad de instrumentos sonoros dominicanos para igualmente explorar los de procedencia o contenido sonoro africano, por eso el valor de este Cuaderno que es el resultado del estudio pormenorizado del Fondo Fradique Lizardo del Folklore Dominicano y Caribeño, reconocido como tal por la UNESCO en el 2014 y que se encuentra en el Centro León.
Como sabemos, la africanía ha sido tema particular de investigadores y estudiosos, por la carga de prejuicios que, sobre esa africanía, tiene y ha matizado el discurso de ciertos sectores sociales de nuestro país, y todo proyecto de divulgación acerca del valor, las características, ubicación musical, géneros musicales, contextos culturales en que se usan estos instrumentos, lo traducen igualmente, en un referente para etnomusicólogos , folkloristas, antropólogos, músicos y curiosos del folklore y la cultura popular de nuestro país.
Todo lo escrito en este Cuaderno X, redimensiona y valoriza cuán presente está la africanía en la instrumentalización musical nuestra, cuanta fuerza popular poseen estos instrumentos en el conocimiento de la música dominicana, qué papel desempeñan en la danza, cada sonido de ellos emanados de sus melódicas interpretaciones, que se expresan en danzas rítmicas que dan cadencia, elegancia danzaria, movimiento y alegría a la música dominicana, dos de ellas reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: El merengue y la bachata.
Obviamente, sin el conocimiento de la valía de estos instrumentos en la base rítmica dominicana, es difícil entender su pegajosa y contagiosa danza; por todo ello, con este volumen X del Cuaderno Fradique Lizardo del Folklore Dominicano y Caribeño, es notorio observar la calidad informativa del Fondo y su coherencia de contenido temático, y a la vez diverso, referido a los intereses de quien fuera su propietario, documentalista, mentor, custodio y organizador, hablamos de Fradique Lizardo.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: IDI ÓFONOS,MEMBRANÓFONOS, AERÓFONOS
Por Fradique Lizardo
Los africanos que vinieron a nuestro país, al provenir de tantas etnias diferentes, hicieron aportes culturales que comprenden una amplia gama de elementos. No todo lo que ellos trajeron pudo sobrevivir e integrarse a la cultura dominicana; causas muy diferentes impidieron que muchos de sus elementos pudieran ser cultivados, pero en general se puede considerar que la legislación que regulaba la conducta en general de los esclavos les impedía, en gran parte, el cultivo de sus tradiciones más queridas, entre ellas, la música y los bailes. Para disfrazar ambas, el negro recurrió al sincretismo, es decir, asoció sus cantos y bailes a cosas de blancos, conservando en cuanto pudo sus ritmos o sus instrumentos.
Si bien en la mayoría de los casos a los negros encadenados se les impedía traer sus instrumentos, no es menos cierto que sus patrones culturales venían dentro de sus pensamientos, formaban parte íntima del mismo africano y, en cuanto pudieron, fabricaron sus instrumentos e hicieron su música. Los negros que se alzaron y formaron o trataron de formar sus comunidades hicieron un gran aporte en ese sentido, ya que se sintieron más libres y más obligados a hacer su música para sus ceremonias.
Aunque en general se asocia a África con los tambores, no es menos cierto que en el continente negro se encuentran todo tipo de instrumentos, y es notable la colección de instrumentos de cuerda o cordófonos que se usan en las ceremonias africanas.
Vamos a hacer una descripción de los instrumentos de origen africano que hemos encontrado en nuestro país, cuya verificación se ha podido hacer sin ninguna dificultad, y vamos a dejar de mencionar aquellos sobre los cuales pueda haber alguna duda.
Para esto, vamos a estudiar dichos instrumentos según la gran división del método
Hornbostel-Sachs, que se considera hoy muy científico, y que clasifica a los instrumentos según las divisiones siguientes:
IDIOFÓNOS
Aunque se les llama así en la clasificación original, hoy hay quienes les denominan autófonos, pues es un sinónimo, ya que en griego “Idios" mismo, es igual o equivalente que "auto" en latín.
Reciben la denominación de Idiófonos todos los instrumentos musicales cuyo sonido se produce por la vibración del mismo material del que están hechos ellos mismos. Por el mero hecho de su designación, entran en esta clase una gama muy diferente de instrumentos que de otro modo no podrían clasificarse juntos, ya que desde las claves o palitos hasta la shakepan o maraca metálica o el Yon o maraca doble, se tienen que incluir en este grupo que es el más heterogéneo de todos.
MEMBRANÓFONOS
En este grupo se incluyen todos los instrumentos cuyo sonido se produce por la vibración de una membrana. Pero es bueno que comprendamos que no solamente los tambores tienen membranas, ya que hay membranas que vibran por una corriente de aire que las pone en movimiento y hay membranas que vibran por frotación, así que aquí se incluyen otros instrumentos que no son los tambores, pero que también vinieron de África.
CORDÓFONOS
Aquí se estudian los instrumentos cuyo sonido se produce por la vibración de una cuerda, pero también es una clasificación muy heterogénea, ya que tanto vibra la cuerda del Fufú como la de la Gayumba, y ambos son instrumentos cordófonos.
AERÓFONOS
Estos instrumentos son aquellos que producen sonido al poner en vibración una corriente de aire, pero tenemos que recordar que el aire puede ser puesto en vibración al chocar contra una arista, como en las flautas, al vibrar una lengüeta como en los oboes, o en muchas otras formas. Vamos a estudiar aquí una serie de instrumentos raros y poco conocidos entre nosotros, que nos vienen de ritos milenarios en África y que se han conservado en nuestro país.
Como en la clasificación que usamos, cada tipo posible de instrumento está clasificado según el método decimal, vamos a dar con cada instrumento no solo su clasificación, sino también su área de dispersión geográfica, su nomenclatura popular y científica, su método de construcción y materiales que se usan, su empleo en nuestro medio y cualquier detalle accesorio que sirva para su mejor identificación.
Listín Diario, 15 de julio de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL YON O MARACA DOBLE
Por Fradique Lizardo
Nombre
Recibe el nombre de Yon, pero en realidad es una maraca doble con el palo largo.
Distribución geográfica
El tipo que vamos a describir, solamente se encuentra en Elias Piña, a pesar de que existe otro tipo de Yon, con un área de dispersión mucho más extensa, pero que para los fines del presente estudio no nos interesa.
Clasificación organológica
Son idiófonos de sacudimiento o sonajas, es decir, que caen dentro de la clasificación 112.1. Pero por ser vasos, ya que los cuerpos sonoros están encerrados dentro de un vaso y chocan unos con otros y contra la pared del vaso, su número de clasificación, dentro del sistema Honrbostel-Sachs, es el 112.13.
Construcción
Son dos envases metálicos de unos 5 cm de diámetro y 7 cm de largo, para lo cual se usan latas de alimentos descartadas. Se les ponen dentro algunas piedrecitas, se asegura bien la tapa que se va a agujerear y se coloca cada una en los extremos de un palito de unos 85 cm de largo por unos 2 cm de diámetro.
Forma de tocarlo
Se toma el Yon generalmente con la mano derecha y se puede agitar moviendo el brazo con fuerza para que suenen ambos envases; sin embargo, una de las formas características de usarlos es tomando el palito por el centro y darle vuelta en la punta de los dedos, como si fuera una batuta. En esta forma se hacen muchos movimientos, y se demuestra la agilidad, destreza y buenos reflejos del que lo usa, pero siempre como si fuera una batuta.
Este instrumento se usa para acompañar a los tambores y bajos del Baile del Ga-gá, y lo usan únicamente los llamados "mayores", que tienen mucha destreza en su manejo y asombran siempre al público, pues al juntarse varios y hacer ciertos movimientos en conjunto, logran efectos de verdadera belleza. Nos referimos, desde luego, a la versión dominicana del Ga-gá, que ha creado sus formas propias. Las otras versiones no se estudian en este espacio.
Posible origen del Yon
Batutas como esta se encuentran en varios bailes españoles, pero no son maracas. Lo mismo puede decirse de las que se encuentran en algunos bailes de la costa mediterránea francesa. Maracas metálicas de diversos tipos, sencillas y dobles, se encuentran en gran parte de África.
Podría ser que se unieran elementos de diverso origen para darnos el Yon, pero resulta aventurado avanzar hipótesis antes de una verificación cuidadosa de las posibles fuentes de origen.
En lo que no hay duda alguna es que en África existen maracas metálicas dobles, aunque no hayamos encontrado aún su uso como batuta.
Listín Diario, 22 de julio de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: CLAVES O PALITOS
Por Fradique Lizardo
Nombre
Reciben el nombre de Claves o Palitos.
Distribución geográfica
En nuestros viajes de investigación, hemos podido encontrar este instrumento en casi todo el territorio nacional, a excepción de un pequeño enclave casi circular en la zona montañosa central del país, donde hasta ahora no hemos podido verificar su presencia.
Esto correspondería al sitio donde se encuentran (juntan) las provincias de Santiago Rodríguez, Estrelleta, San Juan, La Vega y Santiago.
No debemos olvidar que el desplazamiento de los sextetos de cuerda por las velloneras y otros conjuntos modernos ha desplazado en gran medida el uso de estos instrumentos, que constituían el centro rítmico de la música producida por los antes mencionados sextetos.
Clasificación organológica
Son palos de percusión, y su número dentro de la clasificación decimal de Hornbostel-Sachs es el 111.21.
Construcción
Son cilindros de madera de unos 16.5 cm a 20 cm de longitud y de un diámetro de 2 a 3 cm.
En la gran mayoría de los casos, uno de los palitos tiene mayor diámetro que el otro, y podría fijarse la diferencia entre ambos en unos 0.5 cm. Para su fabricación, se prefiere la madera del árbol llamado Tabaco o Tabacuelo (Calliandra haematostoma); pero también se usa la caoba (Swietenia mahagoni), el pino (Pinus occidentalis) y aun la guayaba (Psidium guajava).
Forma de tocarlos
Se sostiene uno de los palitos, generalmente el de mayor diámetro, con el índice y el pulgar de la mano izquierda, agarrado cerca de uno de los extremos, dejando que el otro extremo descanse en la protuberancia palmar, sobresaliendo la punta por el borde externo de la mano.
La palma se ahueca, lo cual le servirá de caja de resonancia.
El otro palito, empuñado con la mano derecha, se golpea con fuerza sobre el centro del compañero, lugar que viene a corresponder al hueco hecho por la mano izquierda. Hay casi una constante en el ritmo que estos llevan y que viene a ser algo así como AA... AAA...AA...AAA, etc., pero también existen otros esquemas.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento se usa para acompañar los conjuntos de cuerda y marimba, mejor conocidos como sextetos, que constan de marimba, claves, tres (en algunos casos cuatro), guitarra y maracas.
También se usan en tríos junto con guitarra y maracas. En ambos casos, la música que interpretan es generalmente bailable, aunque también se pueden usar para acompañar criollas al dar serenatas.
Posible origen
Según se desprende de nuestras investigaciones, este instrumento nos llegó de Cuba con los exiliados de la guerra de liberación en el último tercio del siglo pasado. Pero, desde luego, su origen primitivo es África, y fueron los esclavos quienes lo llevaron a Cuba.
Listín Diario, 29 de julio de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: ADENCO O GUASDU
Por Fradique Lizardo Nombre
Reciben el nombre de Adenco o Guasdú y no hemos podido encontrar hasta ahora ninguna otra designación que los identifique.
Distribución geográfica
En nuestros viajes de investigación, solamente hemos encontrado estos instrumentos en El Cañafistol y Juan de Herrera de San Juan de la Maguana, y no son conocidos en ningún otro sitio del país.
Clasificación organológica
Son vasos de entrechoque o percusión, pero están en juegos y, por lo tanto, dentro de la clasificación decimal de Hornbostel-Sachs, les corresponden por este doble motivo los números 111.14 y 111.232, haciendo la aclaración para un futuro que esta clasificación considera vaso la más pequeña excavación.
Construcción
Son cilindros de bambú, que ya sabemos de medidas muy desiguales, según el caso, pero los presentados en el dibujo adjunto tienen entre 41 y 43 cm de largo y 6.5 cm de diámetro. Y generalmente, se usan dentro de medidas cercanas a estas, ya que muy grandes son muy difíciles de manejar.
Uno de estos es horadado en su interior rompiendo el tabique natural si lo tiene, mientras que el otro se usa, con el tabique completo en uno de los extremos.
Forma de tocarlos
Estos instrumentos se van tocando por pares, y el tocador toma uno en cada mano, procurando que el tabique que cierra uno de los tubos quede del lado superior, golpeando entonces con ambos lados inferiores de los respectivos tubos en el suelo y luego entrechocándolos entre ellos.
Los toques pueden resumirse en esa forma, tres toques en el suelo AAA y un entrechoque B siguiendo en esta forma AAA B- AAA -B, pero desde luego este patrón rítmico, aunque muy usado, no es el único y varía según la música que vaya acompañando.
Generalmente, no se toca un solo par, sino que se usan en baterías completas de hasta seis tocadores al mismo tiempo, y algunas veces hasta más que eso.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento se usa para acompañar salves, es tocado únicamente por mujeres que lo manejan con gran destreza y un gran sentido del ritmo. A veces se acompañan de panderos o guayos, pero en ocasiones solo los adencos sirven de marco musical acompañante a las salves de la región.
Es sabido que las salves se pueden entonar con motivo de cualquier celebración, y, por lo tanto, es muy común su uso en la zona citada.
Posible origen
Estos tubos de machacar y entrechoque son conocidos en algunas áreas del Pacífico y en África. En el África occidental, son usados por coros de mujeres que se acompañan en sus cantos, por lo cual nos inclinamos a creer que ese pudo haber sido su origen de penetración en nuestra patria, dada la gran similitud del origen y el uso.
En Venezuela, se usan únicamente en baterías de cuatro, limitación que no existe en nuestro país. Allá reciben el nombre de Quitiplás y son propios del Barlovento venezolano. En Colombia también se llaman "Quitiplas", pero en Haití se llama "Gambo".
Listín Diario, 19 de agosto de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: MARACA OCOEÑA
Por Fradique Lizardo
Nombre
Recibe el nombre de Maraca. Al encontrarse únicamente en tierras cercanas a San José de Ocoa, y no haberse reportado nunca en otra parte, la hemos bautizado como Maraca Ocoeña.
Distribución geográfica
Hasta ahora se ha reportado únicamente en las secciones de El Canal y el Naranjal de San José de Ocoa, así como también en El Cacao, que si bien pertenece administrativamente a la provincia de San Cristóbal, culturalmente está ligado a San José de Ocoa por la cercanía geográfica.
Clasificación organológica
Es un idiófono de sacudimiento, de vasos y, por lo tanto, en la clasificación decimal que venimos usando, le corresponde el número 112.13.
Construcción
Se ahueca un cilindro de madera de yagrumo (Cecropia peltata) de unos 62 cm de largo y se deja aproximadamente de 1 cm o más de espesor en lo que será de ahora en adelante la pared del instrumento. Se puede fabricar también con bambú (Bambusa vulgaris), pero con esta última madera es más problemático, pues se raja muy fácilmente.
Aparte, se fabrican 24 estaquitas de guaconejo de 6.5 cm de largo, es decir, el diámetro del cilindro de yagrumo y de 0.5 cm de diámetro. Estas estaquitas se atraviesan en el cilindro, formando dos hileras perpendiculares de 12 estaquitas cada una, pero de tal forma que cada estaquita quede a 4 cm de otro de su hilera, pero a 2 cm de cada uno de la hilera perpendicular.
Cuando se han terminado de colocar las estaquitas, se introducen unos 4 a 6 cc de semillas de cigarrón dentro del cilindro, y en cada extremo se colocan como tapas dos latas vacías de conserva de unos 8 cm de largo y del mismo diámetro del cilindro. Estas servirán de tapa en cada extremo. Desde luego, antiguamente se tapaba con pedazos de higuero (Crescencia cujete).
Forma de tocarlo
El tocador, ya sea de pie o sentado, agarra con las manos ambos extremos del instrumento y lo agita, dándole un movimiento lateral a la altura de sus hombros, ladeándolo de cuando en vez, hasta ponerlo casi vertical. Mientras más lo remueve, mayor oportunidad tendrán las semillas de producir sonido en su choque contra los palitos y contra las paredes.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento forma parte de un conjunto típico compuesto de acordeón, marimba, guayo, y se toca con este conjunto la música propia de la zona, compuesta en su gran mayoría por carabinés y merengues.
Posible origen
En Senegal, se encuentra este instrumento, así como en otras partes de África Occidental. En América se ha extendido un poco y se tiene como instrumento folklórico en varios países.
En México recibe el nombre de Sonajas. En Ecuador recibe el nombre de Guasá, Guacharaca o Alfandoque. También se ha reportado en Trinidad, en Brasil, en Martinica y en Colombia, siempre como de origen negro.
Listín Diario, 25 de agosto de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA CANOÍTA
Por Fradique Lizardo
Nombre
Se le llama Canoíta, por su parecido con las antiguas canoas que se hacían de tronco. Con toda seguridad, su nombre primitivo se perdió y adquirió aquel que usaba su forma para tener una referencia por su parecido.
Distribución geográfica
Este instrumento se encuentra desde La Victoria hasta Villa Mella, San Lorenzo de Los Minas, Mandinga y zonas aledañas.
Clasificación organológica
Es un idiófono de golpe directo. Como vaso de percusión, dentro de la clasificación que venimos usando, le toca el número 111.24.
Construcción
Para este instrumento se prefiere el uso de la madera del limón agrio (Citrus limón) o de la Guayaba (Psidium guajava), aunque también se puede usar cualquier madera fuerte.
El instrumento se hace con una madera de unos 24 cm de largo por 5 cm de ancho. En un extremo se le hace un pequeño mango de unos 3.2 cm de diámetro y el resto se le hace una excavación de forma cuadrada, que es lo que le da la forma de la canoa. Se golpea con un palito de unos 12 cm de largo por unos 3 cm de diámetro.
Forma de tocarlo
Se toma el instrumento por el mango con la mano izquierda, y en la mano derecha se toma el palito, con el cual se va golpeando con fuerza el fondo o lado no excavado de la canoita.
Generalmente, siguen un patrón rítmico constante, que puede ser AA-A u otro similar, que no cambia nunca.
Ocasiones en que se toca
La Canoita es el instrumento rítmico acompañante y principal de los tambores congos, y como tal es quien inicia los toques de los mismos. El conjunto está compuesto por Canoita, Congo Mayor, Conguito y una serie de maracas en número indeterminado.
Posible origen
Con toda seguridad, no es un instrumento de origen taíno. Tampoco es de origen europeo, ni lo hemos encontrado entre los aborígenes continentales. Por lo tanto, queda como único origen África, pero hasta ahora no lo tenemos descrito en el material que tenemos a mano. Sin embargo, su asociación con tambores congos en nuestro suelo puede indicarnos su origen bantú, lo cual es probable, aunque no tiene que ser obligatoriamente de ese origen, pero con toda seguridad es de origen africano.
Listín Diario, 16 de septiembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LAS MATRACAS CIRCULARES
Por Fradique Lizardo
Nombre
Este nombre de "matracas" o "matrácalas", con que también se les conoce, debe ser un nombre dado por su parecido en el ritmo que ejecutan las otras matracas de palitos.
Distribución geográfica
Se encuentran estos instrumentos en ciertas zonas de la Línea Noroeste, aledañas a Castañuelas y regiones circunvecinas. En un área bastante grande alrededor de San Francisco de Macorís, y recientemente se han reportado en el Este, hasta cerca de Sabana de la Mar.
Clasificación organológica
Dentro de la clasificación organológica de Hornbostel-Sachs, se tienen que considerar estos instrumentos como idiófonos de entrechoque, y al ser vasos, como vasos de entrechoque le corresponde el número 111.14 (Ya hemos dicho anteriormente, que para fines de esta clasificación, se considera como vaso, la más pequeña excavación en una tabla).
Construcción
Son discos de madera de unos 6 cm de diámetro por 1.3 cm de espesor. Una de las caras es ligeramente convexa y en la opuesta hay una concavidad muy pequeña, que es la que crea o hace la caja de resonancia. Al centro tienen dos agujeros pequeños, aproximadamente a 1.5 cm de distancia. Se prefiere la caoba para su construcción, pero se pueden usar otras maderas indistintamente.
Forma de tocarlo
Por los agujeros que tienen al centro se pasan pequeños cordones o tiras y en algunos casos elásticos, y se colocan dos en cada mano, uno hacia el centro de la palma y el otro hacia el extremo de los dedos.
Se tocan de dos maneras, golpeando una mano contra la otra para que los instrumentos choquen entre sí, o doblando las manos, para que el que está en la palma, resuene contra el que está en los dedos.
Primer reporte de las matracas
El primer reporte científico de las matracas en nuestro país lo hizo Sebastian Emilio Valverde (Chan) en una sección que tenía en el periódico La Información de Santiago de los Caballeros y que se denominaba "Dicho en un tris." En uno de estos artículos titulado "Instrumentos musicales", habla de estos instrumentos por primera vez en nuestro país.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento se usa para acompañar algunas versiones del Sarambo, sobre todo en la parte en que uno de los bailadores se arrodilla y golpea ambas manos haciendo resonar las matracas.
Posible origen
La etnomusicóloga Verna Gillis, quien recientemente ha estado en África, me ha traído el reporte personal de haber encontrado este instrumento en Ghana, y que en lengua Twi-Ashanti se les llama FRIKYAWA, que se pronuncia Frichawa. La Dra. Gillis al enviarme su reporte, me dice, con un gran sentido del humor, que esas son las "matracas de Ghana."
Listín Diario, 4 de noviembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA MARIMBA DOMINICANA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Piano digital; sansa.
Nombre
En nuestro país se le llama Marimba, pero en muchos de nuestros países vecinos, donde también la hay, recibe el nombre de Marimbula, pues reservan el nombre de Marimba a los derivados del Balafón Africano, que se hace con calabazos, como la Marimba de Guatemala, que es herencia directa del África.
Distribución Geográfica
Dondequiera que hemos investigado, hemos encontrado la Marimba, pero aunque en el mapa anexo aparece una parte de la zona noroeste no investigada, hemos recibido reportes de que se encuentra en Montecristi, a pesar de que no hemos podido verificar este informe.
Clasificación organológica
Dentro de la clasificación organológica de Hornbostel-Sachs, se tiene que considerar este instrumento como idiófono de punteado, con resonador y, por lo tanto, le corresponde el número de clasificación 122.22.
Construcción
La construcción tenemos que dividirla en dos partes, el instrumento en sí y el resonador. El instrumento consta de un marco metálico, grueso, al cual se insertan 4 a 6 lengüetas de metal, hechas de fleje de acero u otro material fácil de doblar, y que se colocan en forma de peine. Generalmente, el tamaño de las lengüetas es diferente y en el dibujo anexo, vemos que tienen 11, 12, 13, 14 y 15 cm, respectivamente.
El resonador se hace con madera liviana, en forma de caja. La tabla frontal puede tener 58 x 40 cm. Los laterales son en forma curva hacia atrás y miden 19 en su parte superior y 32 en la inferior. La parte trasera se adapta a las medidas de las laterales. En el lado inferior se le da forma de escotadura, procurando que las puntas queden en forma de paticas de unos 3 cm de ancho.
Al centro de la tabla frontal, se hace una escotadura en forma de media luna o semicírculo, y del lado inferior se fija el marco con las lengüetas que ahora tendrán la caja formada como resonador.
Forma de tocarlo
El tañedor encargado de tocarla se sienta encima de la caja y con los dedos o con unas gomas que se procura, va punteando los flejes que producen un sonido grave que hace las veces de contrabajo en los conjuntos criollos más conocidos, como sextetos. Últimamente, acompaña al perico ripiao y a conjuntos de guitarras.
Ocasiones en que se toca
Como se ha dicho anteriormente, se usa para hacer música de bailes o acompañamiento de trovadores y serenatas al integrarse al Sexteto Dominicano, y al adaptarse ante la escasez de sextetos al perico ripiao.
Posible origen
Existe, con resonador más pequeño y sin resonador en gran parte del África Occidental y del África Bantú, pero la nuestra, por la forma de su resonador y por su nombre, puede provenir de la Mbira (se pronuncia Mabira), que en nuestro medio trastocó sus sílabas y convirtió en Marimba. Las fotos adjuntas nos muestran dos tipos de Mbira, con resonador pequeño y con resonador de caja, muy similar a la nuestra.
Listín Diario, 11 de noviembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LAS CASTAÑUELAS
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Matracas
Nombre
Los dominicanos les llaman matracas, y hasta ahora no hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento, aparte del de matraca.
Distribución geográfica
Hasta ahora hemos encontrado este instrumento en tres partes del país, que son, el Extremo Sudoeste, la parte Central y una zona que corresponde a una parte del litoral sur del Distrito Nacional y la región adyacente de la provincia de San Pedro de Macorís.
Clasificación organológica
En la clasificación según el método de Hornbostel-Sachs, que usamos, tienen que colocarse estos instrumentos como placas de entrechoque o castañeteo de placas, entre los idiófonos de golpe directo y, por lo tanto, le corresponde el número de clasificación 111.12.
Construcción
Generalmente, se hacen de caoba, pero se pueden hacer en otras maderas. Varían mucho los tamaños de un sitio a otro, pero como medida promedio, podemos decir que tienen 15.5 cm de largo por 5 cm de ancho con un ancho que nunca pasa de 1 cm. En algunos sitios se les hace una muesca, donde se colocan los dedos, pero en muchos otros las dejan en forma rectangular.
Forma de tocarlo
Generalmente, se usan por dos pares, uno en cada mano, pero la función es igual y la colocación también. Una de las tablillas se agarra aproximadamente al nivel de un cuarto o dos quintos de su longitud total y se coloca entre el dedo índice y el mayor y la otra, que le servirá de compañera, se agarra a la misma altura, entre los dedos anular
y mayor. En ambos casos, el dedo meñique sirve para estabilizar la tablilla que está entre anular y mayor, mientras que la otra permanece suelta. Se agitan las manos rítmicamente procurando que el golpe de la tablilla suelta sea quien acompañe la música que se trate.
Ocasiones en que se toca
Es muy usado para acompañar un juego de adolescentes que se llama "Juan Catalú", cuyos textos literarios dicen:
Juan Catalú
Juan Catalú
Prende la vela y apaga la lú.
Quién no ha oído conjuntos de varios tocadores de castañuelas acompañando este canto y muchos otros como sucede en algunas poblaciones.
Posible origen
Este instrumento se encuentra en Asia y en África. En los conjuntos filipinos que hemos visto en varias ocasiones, este instrumento juega un papel importante en la Jota y otros bailes. Se le encuentra en África desde Etiopía, donde recibe el nombre de Merewa, hasta el norte de Nigeria, donde sirve un papel preponderante en ciertas ceremonias religiosas. En África del Sur, está reportado entre los Xhosas. Romero los describe en Perú, entre los negros de la costa donde se les llama Tejoletas. Isabel Aretz también lo reporta y Carvalho lo cita entre los instrumentos de la música afro brasileira.
Listín Diario, 18 de noviembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL CENCERRO
Por Fradique Lizardo
Nombre
Los dominicanos le llaman cencerros y, donde los usan, se acostumbra ensartarlos en juegos de varios al mismo punto en donde cuelgan y suenan al menor movimiento. Deseamos aclarar que debe evitarse la confusión con el cencerro que se usa comúnmente en las orquestas, el cual apreciamos que es de introducción más reciente que el cencerro al cual tratan las presentes líneas.
Distribución geográfica
Con el uso que describimos más adelante, se usa con mucha profusión en la ciudad de Azua. Se encuentra además en Santo Domingo y en Santiago, con un uso menos acentuado, sobre todo en esta última ciudad.
Clasificación organológica
Siguiendo el método de Hornbostel-Sachs para la clasificación organológica, al cencerro dominicano podemos incluirlo entre los idiófonos de golpe directo, como un idiófono de percusión, y, por lo tanto, le corresponde el número de clasificación 111.242.122.
Construcción
Este instrumento se hace con un pedazo de plancha metálica, al cual se le da forma más o menos cuadrangular, y se le cuelga al centro un badajo de alambre con una tuerca. En el vértice se le hace un aro por donde colgará. Forma de tocarlo: Estos cencerros se atan por juegos en una correa de cuero que se lleva en la cintura y suenan con el movimiento de quien los usa.
Ocasiones en que se toca
En Azua, cuando se acercan las fiestas patronales de Ntra. Sra. de los Remedios, el 8 de septiembre, acostumbran a salir los días anteriores los diablitos que llevan algunos cencerros a la cintura. Desde el día de los Remedios hasta el 24 de septiembre aproximadamente, salen los diablos grandes que usan una gran cantidad de cencerros.
En Santo Domingo, los diablos para el carnaval usan, en algunas ocasiones, los cencerros, pero esta costumbre se ha ido perdiendo. Todavía en la década del 30, los diablos usaban una gran cantidad de cencerros para el carnaval.
En Santiago de los Caballeros se usan con mucha parsimonia, y como ha degenerado el carnaval en esa ciudad, se puede decir que prácticamente ya casi ni se usan los cencerros.
Posible origen
Nketia nos presenta este tipo de instrumentos como común a todo el África, usado en toda clase de danzas para acompañar al ritmo, mientras que Hus-Kisson nos afirma que los Bantú hacen mucho hincapié en este tipo de instrumentos. Odilio Urfé lo cita entre los instrumentos de la música afrocubana, mientras que Isabel Artez afirma que entre los instrumentos de la música de origen afro están las pequeñas campanas comunes en las Antillas y en Brasil.
En Carvalho podemos encontrar que el Gongue y el Adjá equivalen a nuestro cencerro y se usan en algunos cultos afro-brasileños.
Listín Diario, 25 de noviembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA MARACA METÁLICA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Saipan (Shake pan); Maruga
Nombre
Por cumplir funciones idénticas a las de la maraca y su construcción parecida, le llaman Maraca Metálica, pero para los Cocolos, es y será siempre el Saipan (Shake pan), imprescindible en la música de algunos de sus bailes.
Distribución geográfica
Aunque se le une mucho a la música cocola y, por lo tanto, se asocia inmediatamente a San Pedro de Macoris, donde se practican los bailes cocolos con mayor profusión, ha sido registrado en otras localidades como Valdesia y Villa Altagracia.
Clasificación organológica
Dentro del sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs que usamos, se incluyen las maracas metálicas entre los idiófonos de sacudimiento, de vasos y, por lo tanto, el número que le corresponde es el 112.13.
Construcción
La maraca cocola o Saipan (Shake pan) se hace con lámina de hierro galvanizado (Zinc) soldado en forma circular, con un mango del mismo metal redondo para asirla y agitarla, y dentro se le ponen piedrecitas pequeñas.
La maraca encontrada en Valdesia y en Villa Altagracia, por el contrario, ha sido confeccionada con una lata de conservas vacía, la cual ha sido perforada por el centro, de uno de los extremos, y por ahí es introducido un palito después de colocar piedrecitas en el interior.
Forma de tocarla
Tanto en el conjunto cocolo como en las reportadas en otros sitios, se usa una sola maraca para acompañar la música y se agita al ritmo necesario para lograr esto.
Ocasiones en que se toca
Entre los bailes Cocolos, el uso de la Saipan (Shake pan) se limita al Baile del Buey entre los elementos coreográficos, pero a veces se usa para acompañar el Good Morning, que es un villancico tradicional de los cocolos. También se usa ocasionalmente para acompañar el Calypso.
Posible origen
El Profesor Nketia nos cita varios tipos de maracas metálicas, diseminadas en un área bien extensa en África.
En América, las cita Urfé entre los instrumentos de la música afrocubana, mientras Carvalho nos cita las maracas metálicas, como de diversas variedades en Brasil, con los nombres de xéré, agogó, gongue y adjá.
Listín Diario, 2 de diciembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL TRIÁNGULO
Por Fradique Lizardo
Nombre
No hemos encontrado ninguna otra designación para este instrumento, y se le llama así por su forma, que es triangular.
Distribución geográfica
Hasta ahora, en nuestras investigaciones lo hemos encontrado únicamente en La Romana y en San Pedro de Macorís. Debió haberlo en todos los enclaves cocolos del país, pero parece que en los otros sitios pereció o dejó de usarse por causas que no hemos estudiado.
Clasificación organológica
Dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, que estamos usando, debe de colocarse este instrumento entre los idiófonos de percusión independientes, y se le hace en la misma clasificación un lugar separado, al cual le corresponde el número 111.211.
Construcción
Este instrumento se construye con una varilla metálica (de hierro) que puede llegar a tener hasta 1 cm de diámetro y la cual se dobla en forma triangular, con unos 20 a 17 cm de lado, y una varilla para percutir con unos 24 cm de largo, con un aro en uno de los extremos que tiene 4 cm de diámetro y que sirve para asir el percutor cuando se golpea el triángulo.
Forma de tocarlo
El Triángulo se toca sosteniendo el instrumento colgado de un pequeño cordel con la mano izquierda, mientras con la derecha la varilla va moviéndose dentro del triángulo, golpeando sucesivamente los tres lados del mismo.
Ocasiones en que se toca
El triángulo, instrumento indispensable en los conjuntos cocolos, acompaña toda su música, la de baile y la de canto, y la vemos, por lo tanto, en Navidades y Año Nuevo en el conjunto del Momise y los Wild Indians, en San Pedro de Macorís. También la veremos en el conjunto de los Maromeros en La Romana. En ambos sitios la veremos
acompañar el grupo que saca la parranda del Good Morning, y así volveremos a verla para el 27 de febrero, para San Pedro, y otra vez para el 16 de agosto. También se usa para acompañar villancicos durante las Navidades.
Posible origen
Isabel Aretz nos dice refiriéndose al triángulo: "Lo encuentro mencionado entre los instrumentos que acompañan los conjuntos formados por los descendientes de los negros antillanos que viven en El Callao del Estado Bolívar". Odilio Urfé trae el triángulo en una lista de instrumentos de origen negro generalmente utilizados por los Cabildos en las festividades del Día de Reyes. Roberts se refiere en general al conjunto que toca el Momise en San Pedro de Macorís y hace grandes elogios al origen africano de la música, que ha reelaborado los motivos militares europeos.
Listín Diario, 9 de diciembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL GUAYO (O GÜIRO)
Por Fradique Lizardo
Nombre
En todo el territorio nacional, se le conoce con el nombre de Guayo, aunque en algunas partes también se refieren a ese instrumento como Güiro, a pesar de que un consenso nacional nos permite afirmar que en realidad, Güiro es el de Bangaño o Calabaza, mientras que Guayo es el metálico.
Distribución geográfica
Este instrumento aparece en orquestas, conjuntos de cuerda, pericos ripiaos, conjuntos de atabales, de tambor, y hasta para acompañar cantantes de salve, para decirse con propiedad que se encuentra en todo nuestro territorio, como instrumento indispensable para el acompañamiento de la música dominicana.
Clasificación organológica
En la clasificación de Hornbostel-Sachs, que usamos, se debe incluir este instrumento entre los idiófonos de frotación, de vasos, y, por lo tanto, le corresponde el número de clasificación 133.1.
Construcción
El Guayo se fabrica con una hoja de hierro galvanizado (zinc) que se dobla hasta hacer un pequeño vaso cilíndrico al cual se le ponen dos conos en los dos extremos y un asa o agarradera en la parte central del cilindro. Cuando están viejos, se les desprenden los conos, se pierde la soldadura y queda una hoja circular que se dice es la que da mejor sonido.
Forma de tocarlo
El Guayo se raspa con un rascador de alambre completo o uno que se hace con un pequeño pedazo de madera al cual se insertan pequeños alambres metálicos de unos 4 a 5 cm.
Ocasiones en que se toca
El Guayo, como hemos señalado al principio, se toca en todo tipo de música dominicana, y a excepción de ciertos cantos de trabajo o infantiles, se puede decir que acompaña a la música dominicana en cada ocasión que se interpreta.
Posible origen
Isabel Aretz, dice refiriéndose a este instrumento en Venezuela: "Lo usan, tanto los negros y sus descendientes como los criollos". Nketia nos trae varios idiófonos de frotación de diverso tipo, extendidos en un área extensa del África. Urfé lo trae en su lista de instrumentos de origen africano.
Listín Diario, 16 de diciembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: TIRAPÓ DE TALLOS DE PLÁTANOS
Por Fradique Lizardo
Nombre
El único nombre que hemos encontrado hasta ahora es el de Tirapó, que se aplica en todos los sitios donde hemos investigado.
Distribución geográfica
Hemos entrado este instrumento en dos grandes áreas bien diferenciadas en nuestro país. El área primera la constituyen las provincias de Independencia, Baoruco, Pedernales y Barahona, en su casi totalidad. El área segunda se encontraría desde San Cristóbal en el sur, hasta la península de Samaná, tal como se puede ver en el mapa adjunto.
Clasificación organológica
En la clasificación de Hornbostel-Sachs que utilizamos, este Tirapó de Tallos de plátanos lo colocamos entre los idiófonos de entrechoque, como placas de entrechoque, y, por lo tanto, su número correspondiente es el 111.12.
Construcción
Se toma un pedúnculo de hoja de plátano de unos 32 cm de largo, el ancho varía de acuerdo a cada planta, pero no debe tener menos de 8 cm, y en uno de los extremos se hace una sección de unos 3 cm como mínimo de ancho por unos 20 cm de largo, hacia el otro extremo, pero sin separar lo seccionado.
En algunos casos, por permitirlo el grueso del pedúnculo, se hacen dos secciones o hendeduras, dejando entre ellas un pequeño tabique de unos 2 cm de ancho.
Forma de tocarlo
Se toma el tirapó con la mano por lado que no tiene el corte seccional, y se agita Se toma el tirapó con la mano por el lado que no tiene el corte seccional, y se agita con cierta violencia, para que la parte seccionada se agite y el centro por el cual se une al resto del instrumento le sirva de bisagra, y así golpee contra el cuerpo restante. Al tener por naturaleza un tejido lleno de pequeñas celdillas que le sirven de resonador, el sonido que hace es bastante fuerte, sobre todo si, como sucede en algunos casos que ya hemos descrito, tiene doble lengüeta.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento sirve a pandillas de niños que recorren la comarca entonando cantos festivos con los cuales se divierten, pero en algunas ocasiones sirven también para espantar aves que se comen las cosechas.
Posible origen
Aunque no lo hemos encontrado en ninguna de las obras consultadas hasta ahora, tenemos la firme creencia de su origen africano por tres hechos fundamentales que son:
1. Solo se encuentra en un cinturón de personas de ascendencia africana.
2. Los cantos acompañantes acusan una gran cantidad de fonemas africanos y por seguro que en tercer lugar, no es un instrumento de origen europeo, aunque haya algo muy parecido en culturas asiáticas que, desde luego, no tienen ningún punto de contacto con nuestra cultura.
Como cuarto indicio, podemos agregar que el material usado, la mata de plátanos, aunque en principio nos llegó de Canarias, no deja de ser cierto que es un cultivo africano, como son muchos de los derivados de lo que hoy se hace con ellos.
Listín Diario, 23 de diciembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO:
LOS INSTRUMENTOS IDIÓFONOS
Por Fradique Lizardo
Hasta aquí los instrumentos musicales de origen africano que hemos podido verificar en nuestro país. Esto desde luego no cierra las puertas a que nosotros mismos, u otro investigador, pueda encontrar más instrumentos en esta división. Pero hasta ahora no tenemos más en nuestros archivos.
*Estos instrumentos aún no estudiados, son dobles y se incluye aquí la clasificación que corresponde a su forma idiófona.
(1) No es que el instrumento esté repetido, sino que tiene dos formas diferentes de tocarse y cada forma requiere una clasificación.
La bibliografía que hemos consultado para estas notas, es la siguiente:
• Almeida, Renato de. L’Influence de la músique africaine au Bresil. París: UNESCO, 1972.
• Angenot, Jean-Pierre, Jean-Pierre Jacquemin, y Jacques L. Vincke. Répertoire des vocables brésiliens d`origine africaine. Centre de linguistique appliquée de Kinshasa - CELTA, 1974.
• Aretz, Isabel. Instrumentos musicales de Venezuela. Cumaná: Universidad de Oriente, 1967.
• Aretz, Isabel. “Música y danza; América Latina continental, excepto Brasil”. En África en América Latina, editado por Manuel Moreno Fraginals, 238–78. México: Siglo XXI Editores, 1977.
• Baumann, Hermann, y Diedrich Westermann. Les peuples et les civilisations de l’Afrique. París: Payot, 1957.
• Bebey, Francis. African Music. A. People’s Art: African Music - Its Forms, Musicians, Instruments and Its Place in the Life of the People. Westport: Lawrence Hill & Co., Publishers, 1978.
• Cole, Herbert M., y Doran H. Ross. The Arts of Ghana. Los Angeles: Museum of Cultural History, University of California, 1977.
• Collins, Elizabeth. “Les traditions musicales au Liberia”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 141–42. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Coopersmith, J. M. Música y músicos de la República Dominicana. Traducido por María Hazera. 2a ed. Santo Domingo: Dirección General de Cultura, 1974.
• Courlander, Harold. A Treasury of Afro-American Folklore. New York: Crown Publishers, 1976.
• Danielou, Alain. “Les langages musicaux de lAfrique noire”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 49–56. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• De Carvalho, José Jorge. “Música y danza; América Latina continental, excepto Brasil”. En África en América Latina, editado por Manuel Moreno Fraginals, 279–303. México: Siglo XXI Editores, 1977.
• Duvelle, Charles. “La musique traditionnelle de l’Afrique occidentale : genres , styles et influences”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 95–116. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Eno Belinga, Samuel-Martin. “La musique traditionnelle de l’Afrique occidentale : genres, styles et influences”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 69–74. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Escalante, Aquiles. El negro en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Sociología, 1964.
• Euba, Akin. “Évolution et diffusion de la musique africaine traditionnelle”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 117–24. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Hornbostel, Erich M. von, y Curt Sachs. Systematik der Musikinstrumente. Berlin: Walter De Gruyter, 1974.
• Huskisson, Yvonne. The Bantu Composers of Southern Africa. Johannesburgo: South African Broadcasting Corporation, 1969.
• Ismail, Mahi. “Les traditions musicales du Soudan”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 87–94. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Kakoma, George W. “Les traditions musicales de lAfrique orientale”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 75–86. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Kebede, Ashenafi. “La musique africaine dans l'hémisphère occidentale: La musique noire des Amériques”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 129–34. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Kirby, Percival Robson. The Musical Instruments of the Native Races of South Africa: By Percival R. Kirby. 2d Ed. Johannesburgo: Witwatersrand University Press, 1968.
• Laguerre, Férère. De la musique folklorique en Haïti”. Port au Prince: Imprimerie Central, 1955.
• Lamartiniere Honorat, Michel. Les Danses Folkloriques Haitiennes. Port au Prince: Imprimerie de l’Etat, 1955.
• Martí, Samuel. Instrumentos musicales precortesianos. México: Instituto Nacional de Antropología, 1968.
• Moldes, Rhyna. Música folklórica cubana: con la historia, ritmos e instrumentos de origen hispano-africano. Miami: Hialeah Editores, 1975.
• Murdock, George Peter. Africa: Its Peoples and Their Culture History. New York: McGraw-Hill, 1959.
• Nketia, J. H. Kwabena. Les Langages Musicaux de l’Afrique Subsahariene. París: UNESCO, 1972.
• Nketia, J. H. Kwabena. Les Sources de Documentation Historique Sur Les Traditions La Musique Africaine Traditionelle. París: UNESCO, 1972.
• Nketia, J. H. Kwabena. The Music of Africa. Toronto: McLeod, 1974.
• Ortiz, Fernando. La africanía de la música folklorica de Cuba. La Habana: Editora Universitaria, 1965.
• Paul, Emmanuel C. Panorama Du Folklore Haitien: Presence africaine en Haiti. Port au Prince: Panorama Du Folklore Haitien, 2014.
• Ramón y Rivera, Luis Felipe. La música afrovenezolana. Caracas: Impr. Universitaria, 1971.
• Ramón y Rivera, Luis Felipe. La música folklórica de Venezuela. Caracas: Monte Avila Editores, 1990.
• Roberts, John Storm. Black Music of Two Worlds. Londres: Praeger, 1972.
• Sowande, Fela. “La role de la musique dans la societé africaine traditionelle”. En La Musique africaine: réunion de Yaoundé (Cameroun) [sur les traditions musicales de l’Afrique subsaharienne], 23-27 février 1970, editado por UNESCO, 58–68. París: La Revue musicale; Richard-Masse, 1972.
• Thompson, Robert Farris. African Art in Motion: Icon and Act. University of California Press, 1979.
• Urfé, Odilio. “Música y danza; América Latina continental, excepto Brasil”. En África en América Latina, editado por Manuel Moreno Fraginals, 215–37. México: Siglo XXI Editores, 1977.
• Valverde, Sebastián Emilio. “Instrumentos musicales”. Revista Dominicana de Folklore, núm. 2 (1975).
Listín Diario, 30 de diciembre de 1978.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL BALSIÉ PEQUEÑO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
En algunos sitios se le llama Pri-Pri, porque, a su parecer, el sonido que emite este instrumento, le suena de esta manera: pri-pri-pri.
Nombre
Al oído suena como voz africana, pero no se puede hacer una afirmación de esta naturaleza sin estudios previos. Ninguno de los que han hecho listas de dominicanismos hace alusión al origen de esta palabra. Una vez alguien me dijo que su origen era Sieur del Balla (Señor del Baile), aunque no tengo argumentos para negarlo rotundamente, me suena un poco traído por los pelos.
Distribucion geográfica
Se encuentra este instrumento en todo el litoral sur del país, en lo que corresponde al sur político y al este, encontrándose tan lejos como Yamasá y Monte Plata.
Clasificación organológica
Es un membranófono de golpe directo, cilíndrico, de un cuero y abierto y, por lo tanto, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.211.1.
Construcción
Se hace con un tronco ahuecado de unos 32 cm de alto por unos 29 cm de diámetro. Lleva un parche de cuero de chivo, aunque algunas veces se le pone de ovejo o de res. A pesar de que dicen los constructores que el cuero de ovejo no es bueno para ser golpeado. El aro que sostiene el parche va atado con una pequeña soga a unos agujeritos o cáncamos que están a unos 3 64 cm del borde inferior. La atadura es en forma de Y.
Forma de tocarlo
Este instrumento a veces se pone entre los muslos estando el tocador sentado y se va golpeando el parche con ambas manos, mientras los muslos se suben y se bajan para modificar el tono del instrumento.
Pero este es uso ocasional para este instrumento, su uso más extendido es debajo del brazo izquierdo, con el parche hacia el frente, el cual se va golpeando con la mano derecha mientras el tocador camina.
Ocasiones en que se toca
Nos referiremos aquí a su uso más generalizado, porque el ocasional solo lo hemos mencionado como algo esporádico que puede ocurrir.
El uso de este Balsié es para acompañar salves o canciones religiosas en los Rosarios o Rogativas mientras el grupo se desplaza. Las Salves, desde luego, gran parte del tiempo se cantan de pie en un solo sitio sin desplazamiento, pero con el balsié todo momento debajo del brazo.
Posible origen
Instrumentos como este se encuentran en gran parte de África, por lo cual no es nada descabellado hablar de su origen africano.
Variantes
Hasta ahora, la única variante que hemos encontrado es la de la atadura inferior de las sogas que atan al parche, que puede ser por medio de cáncamos como la figura ilustrada o por medio de agujeros, a través de los cuales se pasa la soga.
Listín Diario, 17 de febrero de 1979.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL BALSIÉ O PRI-PRÍ
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Al igual que el Balsié Pequeño, recibe el nombre de Pri-Pri por el mismo motivo, pero como este, tiene una dispersión geográfica más amplia. Muchos solamente identifican el nombre de Pri-Pri con el Balsié Grande.
Nombre
Del nombre, nada nuevo tenemos que agregar que no se haya dicho en nuestro estudio del balsié pequeño. Sin embargo, podemos agregar que hasta ahora no tenemos este instrumento reportado en ninguna obra haitiana con este nombre, ni de construcción parecida. Lamartinière, Enmanuel Paul y Fére Laguerre, que estudian los tambores haitianos, no presentan ningún instrumento que se parezca al balsié tampoco.
Distribución geográfica
Se puede decir, a grandes rasgos, que se encuentra este instrumento en la mitad sur del país, incluyendo así todo el sur y el este políticos dominicanos.
Clasificación organólogica
Es un membranófono de golpe directo, cilíndrico, de un cuero y abierto. Es un membranófono de golpe directo, cilíndrico, de un cuero y abierto. En esta forma, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.211.1.
Construcción
Se hace con un tronco ahuecado de unos 34 cm de alto por unos 32 cm de diámetro. Lleva un parche de cuero de chivo que en algunos casos sustituyen por cuero de res. El aro que sostiene el parche puede ser atado con sogas en atadura en forma de Y por medio de agujeros o de cavado al giro también de una pequeña tira de cuero de unos 2 a 3 cm de ancho.
Forma de tocarlo
Tiene este instrumento dos formas muy típicas, ambas de ser tocado. La primera y más ampliamente usada es colocar el tambor entre las piernas y tañer el cuero con ambas manos, mientras los muslos que aprieta el Balsié van subiendo y bajando y modificando, por lo tanto, el tono del instrumento.
La otra forma es acostar el instrumento en el suelo y sentarse el tañedor encima del instrumento, tocando el parche con ambas manos y glisando al mismo tiempo con el talón del pie derecho desnudo, hasta lograr el sonido de "priii-prii" que describe para muchos al mismo instrumento.
Ocasiones en que se toca
El Balsié es el instrumento que acompaña a los bailes propios del sur del país, como son el Carabiné, la Mangulina, El baise (Vals), el Merengue, y también en muchos toques del este y centro del país como baile del Pri-Pri, Plenas de Balsié echado, plenas, salves y mucha otra música.
Posible origen
Instrumentos como este se encuentran en toda África, aunque el tejido de su soga se parece mucho a los tambores de la cuenca del Congo. Es posible que ulteriores estudios puedan descifrar el enigma del origen de este extendido tambor dominicano.
Variantes
A excepción del atado del parche, no hemos encontrado ninguna variante en el instrumento, aunque sus formas de tocarlo y los instrumentos con que se asocia son elementos muy interesantes de estudiar.
La antropóloga norteamericana Martha Ellen Davis ha reportado Balsié de forma cónica o piramidal tanto en Monte Plata como en San Cristóbal, pero no hemos podido verificar estos reportes, aunque pensamos que tal vez en esto pueda influir la forma del tronco del cual está construido el instrumento, pero desde luego sin ver el instrumento todo esto no es más que una mera hipótesis.
Listín Diario, 3 de marzo de 1979.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL PALITO DE DON GREGORIO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento.
Nombre
En realidad, el nombre que recibe en su lugar es el de "palito", pero para una mejor identificación, le agregamos el nombre del lugar donde se encuentra.
Distribución geográfica
Se encuentra este instrumento en Don Gregorio, que está en las proximidades de Nizao y administrativamente pertenece a la provincia de Peravia.
Clasificación organológica
Es un membranófono de golpe directo, tubular, cilíndrico, de un cuero, abierto y en juegos. Por lo tanto, en la clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.212.2.
Construcción
Se hacen de madera de higo, pero también se pueden hacer de roble o de aguacate. Aunque ritualmente se tocan tres, no pueden comprar más de uno, estando obligados a fabricar los otros dos. El parche es de cuero de chiva sin pelo, y el aro se hace de un palo llamado verraco, atado con soga de cabuya.
La altura del instrumento es de 70 cm, pero 20 de estos son la altura del pie, que es una depresión del cuerpo que le da su aspecto característico a este tambor. El diámetro superior es de 29 cm y el inferior tiene 11 cm de diámetro.
Forma de tocarlo
Se coloca de pie el instrumento apoyado sobre su extremo de diámetro inferior y el tañedor, sentado ol sostiene con las rodillas, mientras golpea el parche con ambas manos y de vez en cuando, el parche untado de cera de abejas, deian resbalar el codo, para “arruar” (glisado), acompañamiento que llevan algunas salves.
Ocasiones en que se toca
Se toca música en este instrumento para acompañar las veladas de La Altagracia, Las Mercedes, La Cruz, San Miguel y San Santiago Apóstol. Además, se baila con estos palitos en los velorios de los 9 días en dedicación a un muerto, tocándose en esta ocasión lo que denominan "palos de moribundo".
Como dato muy raro, debemos consignar que con estos "Palitos de Don Gregorio" se interpretan las únicas salves folklóricas bailadas que hemos encontrado en nuestras investigaciones.
Posible origen
Los tambores de pie están ampliamente reportados en el África y no hay ninguna clase de duda, por ligera que sea, sobre su origen.
Variantes
No hemos encontrado ninguna variante a este instrumento. Listín Diario, 24 de marzo de 1979.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL BALSIÉ LARGO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Hasta ahora, en ninguno de nuestros viajes de investigación, hemos encontrado otro nombre para este instrumento.
Nombre
Recibe el nombre de Balsié, pero como sus dimensiones le hacen muy diferente al Balsié común, se le agrega "largo" para diferenciarlo.
Distribución geográfica
Se encuentra en la provincia de Comendador o Elías Piña y zonas adyacentes de la provincia de San Juan de la Maguana, incluyendo Las Matas de Farfán, hasta muy cerca de la ciudad de San Juan.
Clasificación organológica
Es un membranófono de golpe directo, tubular, cilíndrico, de un cuero y abierto. Por tanto, según el sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.211.1.
Construcción
Se fabrica este instrumento con un tronco ahuecado de unos 51 cm de alto por unos 26 cm de diámetro. Lleva un parche de cuero de chivo amarrado con ataduras en forma de "N" a un aro de soga a unos 8 a 10 cm de borde superior; de ahí salen los amarres rectos hacia el borde inferior para ser tomados por una serie de sogas en "N" también que lo aseguran a unos agujeros practicados cerca del borde inferior del instrumento.
Forma de tocarlo
Este instrumento se toca parado, tañéndolo el tocador que se halla sentado en una silla o terciado sobre un hombro mientras el tocador se desplaza. Se golpea con ambas manos y muy raramente se acuesta este instrumento para glisar el parche con el talón desnudo.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento sirve para acompañar mangulinas, carabinés, merengues y, sobre todo, el Gagá en su versión fronteriza.
Posible origen
Instrumentos como este han sido reportados ampliamente en África, por lo cual es inútil tratar de su posible origen, ya que falta la documentación necesaria para saber su origen.
Variantes
No hemos encontrado ninguna variante importante de este instrumento.
Listín Diario, 17 de mayo de 1979.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL AREL O ARILO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Aunque en muchos casos se le llama Arel, hemos encontrado algunas personas que se refieren a este instrumento como Arilo.
Nombre
El nombre más conocido, y por el cual todos le conocen es Arel.
Distribución geográfica
Se encuentra este instrumento en Samaná, sobre todo en comunidades vecinas como Tessón, Clará, etc.
Clasificación organológica
Es un idiófono de sacudimiento o sonaja, de vaso, y, por tanto, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs que usamos, le corresponde el número 112.13.
Construcción
Se fabrica este instrumento con el pedazo de bambú que queda entre dos nudos, se procura que no sea muy largo, más bien corto, por lo fácil de manejar. Se abre un agujero en un extremo, por donde se deslizan semillas duras como las de cigarrón, habichuelas o pequeñas piedrecitas. Hecho esto, el agujero se tapa con un tapón de corcho que se procura que ajuste muy bien, y ya está hecho el instrumento.
Aunque por las circunstancias que hemos dicho, varía mucho el tamaño, podemos decir que se prefiere que esté entre los 25 a 30 cm de largo, con un diámetro variable.
Forma de tocarlo
Se toma el instrumento por la parte central, con la mano, y se agita. Generalmente, se tocan por pares, con un movimiento del antebrazo muy parecido al de mover las maracas.
Ocasiones en que se toca
Este instrumento se usa para acompañar las paradas navideñas que, en diciembre, comienzan a llegar a la ciudad de Samaná, desde las patronales de Santa Bárbara a principios de mes, hasta el Día de Reyes, cuando terminan las fiestas. Generalmente, a cada sección aledaña le toca un día durante la época hasta la Epifanía, en que reúnen todos los grupos.
Variantes
No hemos encontrado hasta ahora ninguna variante de este instrumento, pero si queremos hacer ver su notable parecido en cuanto a concepción con la Maraca Ocoeña, instrumento de origen africano que tiene sus similares en México, Colombia, Haití, Trinidad y Brasil, entre los más conocidos.
Listín Diario, 9 de junio de 1979.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL PANDERO TEJIDO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento.
Nombre
Entre los tocadores de este instrumento, se le llama simplemente “pandero”, pero para diferenciarlo de los demás panderos, por la particularidad de su confección, le hemos agregado lo de "tejido" para que no se confunda con ningún otro pandero.
Distribución geográfica
Se encuentra este peculiar instrumento en la zona nordeste y sudeste del Lago Enriquillo, comprendiendo Cabral, Neyba, Villa Jaragua y otras zonas limítrofes.
Clasificación organológica
Es un membranófono de golpe directo, de marco y de uso independiente. Por lo tanto, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.311.
Construcción
El marco se hace con madera de higo, de yagrumo o de lana; el cuero que se usa debe de ser chiva hembra, que no haya parido, y se teje al marco, con bejucos diversos o con soga de cabuya. El marco tiene unos 11 cm de ancho y el diámetro es variable entre 22 a 30 cm.
Forma de tocarlo
El pandero se sostiene con la mano izquierda y con la derecha se le va dando en el centro del parche o en el borde del mismo. De vez en cuando se puede deslizar el dedo medio de la mano derecha por el centro del parche, para obtener un “glissando” que en el argot de los campesinos que lo usan recibe el nombre de "arruar".
Ocasiones en que se toca
El pandero se usa para acompañar la generalidad de la música de la zona donde se usa. Así se ve solo acompañando ciertas salves o cantos religiosos, así como acompañando un conjunto de Tres, Balsié, Marimba y Maracas o a un conjunto de acordeón junto a otros instrumentos.
Variantes
Hasta ahora no hemos encontrado ningún variante en la construcción de este instrumento.
Listín Diario, 15 de marzo de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA PANDERETA Y EL PANDERO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ningún otro nombre para estos instrumentos.
Nombre
Aunque a veces se usa indistintamente uno u otro nombre para cualquiera de estos instrumentos, preferimos usar el nombre de "Pandero" para el instrumento más grande, con el parche clavado y sin sonajas, y el de "Pandereta" para el instrumento más pequeño, de parche clavado también, pero con sonajas metálicas que ayudan a la producción de sonidos. No tenemos ninguna duda acerca del origen del pandero, en los tambores de marco africanos, en cuanto a la pandereta, es obvio que es la misma pandereta española, traída por los conquistadores.
Distribución geográfica
La zona de distribución de ambos instrumentos es muy similar, pues comprende casi todo el litoral sur, parte de la península de Samaná y algunos enclaves en el centro y noroeste que se pueden ver en los mapas adjuntos.
Clasificación organológica
Ambos instrumentos son membranófonos de golpe, de golpe directo, de marco y dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, les corresponde el Núm. 211.311 por ser de un solo parche.
Construcción
El marco de ambos instrumentos se confecciona de manera similar, de una madera suave y moldeable, que puede ser lana, javilla, higo, yagrumo u otra similar, y el parche, para el cual se prefiere la piel de una chiva que no haya parido, se asegura con pequeñas tachuelas o clavitos y en el caso de la pandereta, las sonajas se hacen generalmente con tapas de refrescos las cuales se enderezan a golpes de martillo para ponerlas planas.
Forma de tocarlo
Todos los panderos y panderetas se tocan de forma similar, tomándolos con una mano y tañendo el centro del parche con la otra mano, y en el caso específico de la pandereta, se agita de vez en cuando el instrumento para que las sonajas suenen.
Ocasiones en que se tocan
El pandero está tan ligado a las salves que existen las llamadas "salves de pandero" porque este es el único instrumento que las acompaña.
Pero se usan además en el acompañamiento de "rosarios" o "penitencias," "plenas," tonadas de palos y mucha otra música ocasional a la cual acompañan.
Variantes
No tenemos reportada ninguna variante de estos instrumentos.
Listín Diario, 29 de marzo de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL MONGÓ (BONGÓ)
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Aunque en la generalidad de los casos se le llama "mongó", reconocemos que es el nombre o versión dominicana del Bongó. No hemos encontrado ninguna otra denominación para este instrumento.
Nombre
El nombre está muy bien tratado por Don Fernando Ortiz en sus "Instrumentos de la Música Afro-Cubana" y está de más que tratemos de agregar algo a tan extenso tratado sobre el mismo. No obstante, debemos aclarar la profunda raíz africana de este nombre.
Distribución geográfica
La zona de distribución de este instrumento es muy particular, pues se encuentra en dos zonas muy bien delimitadas. Una de ellas es Puerto Plata hasta Santiago y zonas limítrofes, y la otra en Santo Domingo, Villa Mella, Yamasá, La Victoria y San Pedro de Macorís y zonas limítrofes. Esto en cuanto al uso de los instrumentos diferenciados. Sin embargo, el uso de una tambora corriente, tocada como "Mongó" y que recibe este nombre se encuentra en un área mucho más amplia, de lo cual hablaremos más tarde.
Clasificación organológica
Por ser tambores tubulares, cilíndricos, de un cuero, abiertos y en juego, le corresponde, según la clasificación de Hornbostel-Sachs, la numeración 211.212.1.
Construcción
El cuerpo de ambos instrumentos se hace de una madera liviana, como Yagrumo, Lana, Javilla, aunque en algunas ocasiones emplean aguacate, cedro, etc., según las disponibilidades. La altura del mayor puede tener entre 19 y 35 cm con un diámetro que oscila entre 22 y 28 cm.
El menor puede tener una altura de 15 a 30 cm con un diámetro de 17 a 22 cm. Se usa cuero de chivo para ambos, prefiriéndose el cuero de una chiva que no haya parido. Algunas veces ambos tambores se unen con un pequeño listón de madera, pero en muchas partes se usan sueltos, lo cual le agrega cierta ventaja para tañer los mismos.
El parche se une al cuerpo del tambor con una tira de cuero, a la cual se clava una gran cantidad de pequeños clavos.
Forma de tocarlo
Cuando los tambores están unidos por el listón de madera, el tañedor se los coloca entre las piernas después de haberse sentado en una silla y toca cada uno de los tambores con una mano, llevando en el tambor mayor el ritmo y en el menor los repiques o toques acompañantes.
Sin embargo, cuando los tambores están separados, hemos visto que dos personas los tocan, cada una llevando los toques que les corresponden y obteniendo muy buen efecto, a pesar de que cada una actúa con verdadera independencia de la otra.
Ocasiones en que se toca
La gran parte de la música que se toca en estos instrumentos es música de acompañamiento de bailes. Se usa mucho para el Pri-Pri, palos, merengues campesinos y otra música de este tipo, aunque la tenemos también grabada acompañando palos en velaciones, salves cantadas y otro tipo de música religiosa no cantada.
Origen
Al parecer este instrumento llegó con los inmigrantes cubanos de mediados del siglo pasado, al parecer entró por Puerto Plata y por San Pedro de Macorís, con los negros cubanos que vinieron en esa ocasión y su radio de extensión ha sido acompañando el desplazamiento de los cubanos y luego adaptándose a las condiciones locales para sobrevivir haciéndose funcional.
Variantes
Hemos encontrado una variante de este instrumento que es digna de ser conocida. A veces en una fiesta cualquiera y en una extensión geográfica muy pronunciada, se nos dice que van a tocar el "Mongó", y como no veíamos el instrumento, nos extrañaba. Entonces aparece el tocador, toma la tambora dominicana corriente, se la coloca entre las piernas y tañendo con ambas manos el parche superior, dice que está tocando el "Mongó", o sea, el toque en esta forma le hace cambiar el nombre al instrumento, que ya en esta posición y funciones recibe otro nombre.
Listín Diario, 12 de abril de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA TAMBORA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ninguna sinonimia para este instrumento a pesar de estar extendido su uso por todo el territorio nacional.
Nombre
El nombre de este instrumento es "tambora" y no hay ningún otro. No hay equivocación en cuanto a que pueda ser "tambor", su nombre es "tambora" y todo dominicano reconoce con este nombre al instrumento básico para gran parte de su música folklórica.
Distribución geográfica
No hay equivocación con la extensión de este instrumento, pues se halla en todo el territorio nacional.
Clasificación organológica
Por ser un membranófono de golpe directo, cilíndrico y de dos cueros, le corresponde en la clasificación organológica de Hornbostel-Sachs el número 211.212.
Construcción
En líneas generales, el cilindro de la tambora se hace de un barril, como se dice que fueron las primeras tamboras, o de un tronco ahuecado, que si bien hay preferencias específicas por regiones, puede ser de cualquier madera que tenga las medidas requeridas. Los cueros deben ser de un lado de chivo macho para tocar y del otro, de chiva hembra que no haya parido para repicar.
Ambos cueros están unidos por una soga que pasa por los aros que ajustan los cueros al cilindro y después de que se unen todo alrededor, se pasa una vuelta de la soga por el medio de la unión, haciendo presión para que en vez de hacer un tejido en Z, se unan las mitades de un lado y quede el tejido en Y.
El cilindro se perfora con un pequeño agujero de 1 a 2 cm de diámetro para que cuando se golpeen los parches se sienta menos el retumbar y el sonido sea mucho más claro.
Forma de tocarla:
La tambora se puede tocar de tres formas básicas, dependiendo de la música que se va a interpretar con ella, y estas tres formas son:
• a) Usando el resto de la soga que se ha usado para unir los aros como un soporte sobre uno de los hombros y alrededor del cuello, se coloca la tambora sobre el abdomen, con uno de los cueros hacia la izquierda y otro hacia la derecha, y se golpea el cuero de la derecha con un palito, y el cuero de la izquierda con los dedos de la mano izquierda. En esta posición se acompaña el merengue y otros bailes y música dominicana.
El origen de esta forma de tocar, la hemos rastreado, por ser muy peculiar, y encontramos en el Museo del Hombre de París, precisamente el hogar de la tribu Bara, que siempre hemos dicho que es el origen de nuestro merengue: una foto de un hombre que toca la tambora en la misma posición, pero en la explicación de esto, dice la nota del Museo del Hombre de París que esta forma de tocar llegó a Madagascar, desde el Lejano Oriente. Realmente, hemos visto al Ballet Nacional de Corea, tocando la danza del Changó en esa misma forma.
• b) Poniéndose el tocador la tambora entre las piernas y tocando únicamente el parche superior que le viene quedando casi en el regazo, con ambas manos.
• c) El tocador de pie se pone la tambora bajo el brazo izquierdo y toca el parche que queda al frente con la mano derecha. Esto se usa mucho para acompañar cantos de penitencia o cualquier otro tipo de música que se haga caminando.
Ocasiones en que se usa
La tambora dominicana, y aunque sea raro que se diga, se toca siempre, acompaña a la mayoría de la música de nuestro país, y hasta los niños la tocan solo para hacer práctica en la calle en grupo de amiguitos que se preparan practicando para ser buenos tocadores cuando crezcan.
Origen
Su origen africano, posiblemente bantú, es innegable y existen variantes muy parecidas a nuestra tambora en las pequeñas antillas y entre los negros del barlovento venezolano entre otros.
Variantes
Hemos encontrado como variante de esta tambora, una muy parecida pero de dimensiones mayores, que la hace casi vez y media o dos veces más grande, y que se usa para música muy específica. Oportunamente, reportaremos esa otra versión de nuestra tambora.
Listín Diario, 19 de abril de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS TAMBORES RITUALES DE LA SARANDUNGA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
También se les llama Tambores de San Juan y tamborcitos Sanjuaneros.
Nombre
Su nombre alude a que es con estos tambores que se interpreta toda la música de la Sarandunga y no existe ningún otro instrumento que sirva para este propósito.
Distribución Geográfica
Estos tambores se encuentran en el "pueblo arriba" de la ciudad de Baní y el paraje "La Verea” (La Vereda) muy cercano a Baní. Ocasionalmente, se han tenido estos tambores en otros lugares aledaños, pero muchas veces son prestados y no responden realmente a una tradición secular.
Clasificación organológica
Por su condición de ser tambores cilíndricos, de golpe directo, con dos cueros y en juego, les corresponde el número 211.212.2 en la clasificación organológica de Hornbostel-Sachs.
Construcción
El cuerpo del tambor se procura hacer con una madera dura, como el cedro o el aguacate, luego son tambores pesados y fuertes y en esto se diferencian mucho de la tambora dominicana.
El juego es de tres tambores, uno mayor y dos pequeños de igual tamaño, que tienen las medidas siguientes: El más grande mide 26 cm de largo y de la caja y 29 cm de diámetro de los parches, los pequeños miden ambos 23 cm de alto de la caja por 25 cm de diámetro del parche.
Los cueros son de chivo, pero no tienen que ser uno de macho y otro de hembra, aunque sí cuando es de hembra, debe ser de animal sin parir. Los cueros se tensan por medio de la soga que los une, cruzando de un lado hacia el otro y dando luego varias vueltas para unir los segmentos de soga que los unen; este tejido recibe entre ellos el nombre de “tejido de pata de gallina" y se diferencia un poco del amarre de la tambora dominicana, en que dan muchos cuadriculados en los lados del cilindro de las tamboras.
Forma de tocar las tamboras de San Juan o tambores de la Sarandunga
Este juego de tambora tiene dos formas de tocar, que están muy bien delimitadas, y son las siguientes:
• a) Los tocadores se sientan en sillas de guano y se colocan las tamboras entre las piernas, con uno de los parches hacia arriba, que se golpea con ambas manos. Esa posición se usa únicamente para acompañar los bailes de la Sarandunga, que son: La Capitana, la Bomba y la Jacana.
• b) Se colocan los tambores debajo del brazo izquierdo, que lo rodea y los agarra, y con la mano derecha se bate el parche delantero. Esta posición es únicamente para tocar los moranos.
Ocasiones en que se usa
Los tambores rituales de la Sarandunga se usan únicamente para acompañar la música de la Sarandunga y, por lo tanto, se tocan únicamente en la novena de San Juan, la fiesta de San Juan que comienza el día 23 y durante todo el día 24 de junio en que la imagen del santo se pasea por las casas de los miembros de la cofradía. Aparte de esto, se pueden tocar cualquier día en que uno de los miembros haga un ofrecimiento a San Juan, con toque de tambores, pero siempre, en cualquier caso, únicamente se interpretará música ritual en esos tambores, que no se usarán jamás para otros ritmos.
Origen
Los tambores rituales de la Sarandunga llegan a nuestro conocimiento aureolados de una leyenda, que dice que Piovisco Martínez fue a vender a Haití una pesa de ganado (igual a 18 mancornas o 36 reses) y que encontró allí a un señor que le cambió las 36 reses por la imagen de San Juan y los tres tambores, con las instrucciones de los toques y demás elementos de la celebración. Eso fue a principios del siglo pasado y desde entonces conservan la fiesta y la tradición de los tambores.
Esta es la leyenda, la realidad es otra, desde luego no debemos de destruir nuestras leyendas, sino, por el contrario, darlas a conocer. Al parecer, en Baní, un enclave de blancos hasta entonces, se refugió un pequeño núcleo de negros procedentes de San Miguel de la Atalaya, y parece que estos negros y sus descendientes son los que han conservado la tradición de San Juan.
Variantes
No hemos encontrado ninguna variante de estos tambores en las investigaciones que hemos efectuado.
Listín Diario, 26 de abril de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL REDOBLANTE COCOLO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ningún otro nombre para este instrumento, que se encuentra en todos los conjuntos de la música tradicional cocola.
Nombre
El nombre que ellos le dan en su lengua es "drummer" y así hemos traducido redoblante, que es lo que más nos parece se acerca a su nombre.
Distribución geográfica
Hemos encontrado este instrumento en los conjuntos de La Romana y de San Pedro de Macorís.
Clasificación organológica
Por ser un membranófono de golpe directo, tubular, cilíndrico, de dos cueros e independiente, le toca dentro del sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs que es el que usamos el número 211.212.1.
Construcción
El cilindro se hace de metal, generalmente una hoja de cobre. Los parches se aseguran con tornillos y se le ponen dos pequeñas argollas de donde se colgará por medio de una soga. Los tornillos que aseguran los cueros sirven al mismo tiempo para apretarlos y templarlos. Se golpea por el lado superior con dos bolillos convencionales, y por el cuero inferior se le pone un resonador de hilos, que se templan con pedazos de palos de fósforos.
Forma de tocar el redoblante cocolo
Se cuelga del hombro izquierdo, para que quede del lado derecho, y con ambas manos se golpea en el cuero superior con los bolillos. Los toques son muy variados dependiendo del tipo de música que estén interpretando.
Ocasiones en que se usa
El redoblante cocolo es imprescindible para las manifestaciones de la música cocola de Navidad y Año Nuevo, para las fiestas patrias, las patronales de Santa Rosa y San Pedro y para el 16 de agosto, fechas en que acostumbran salir las manifestaciones cocolas por las calles.
Origen
Este redoblante, tiene su origen en las bandas que trajeron los cocolos de las islas inglesas y que acompañaron y siguen acompañando todas las manifestciones musicales de su cultura.
Variantes
No hemos encontrado, hasta ahora, ningúna variante de este instrumento. 17 de mayo de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: EL TAMBORCITO
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado otro nombre para este instrumento entre las personas que acostumbran a usarlo.
Nombre
Se le llama tamborcito, por su tamaño, pues no es más que la versión reducida de una tambora dominicana, con muchas de sus características, excepto el que se ponga un cuero de chivo y uno de chiva, ya que en este instrumento ambos cueros se cortan generalmente del mismo animal, y si uno se avería se reemplaza con otro, sin averiguar su procedencia.
Distribución geográfica
Hasta ahora, solamente lo hemos encontrado en la Sección de Los Cacaos, de Samaná, aunque alguien nos ha dicho que en Tesón, Clará y otras localidades intermedias, se encuentra dicho instrumento, reporte que no hemos podido verificar aún.
Clasifiación organológica
De acuerdo al método de clasificación organológica de Hornbostel-Sacha, que es el que usamos, este instrumento es un membranófono, tubular, cerrado, de dos cueros e independiente y, por lo tanto, le cabe la clasificación siguiente 211.212.1.
Construcción
Se hace con un pedazo de tronco, de madera liviana de preferencia, como lana (Ochroma pyramidale) o jabilla (Hura crepitans), pero en caso de disponibilidad que es lo que incide en muchas circunstancias, se puede usar cualquier madera como roble (Catalpa longissima), aguacate (Persea americana) o cualquier otro.
Para los parches, se usan cueros de chivo de preferencia y se atan con soga de cabuya o de pita en atadura de pata de gallina.
Forma de tocar el tamborcito
Este instrumento se lleva colgando del cuello por uno de los cordones laterales, y se toca de varias maneras.
• 1. De pie el tañedor, usa un palito en la mano derecha y toca el parche izquierdo con la mano.
• 2. De pie el tañedor, usa una mano en cada parche para tocar.
• 3. Sentado el tañedor, usa ambas manos sobre el parche superior, ya que de esta manera se agarra el instrumento con ambas piernas y solo queda un parche disponible para tañer, ya que el otro se encuentra en el extremo distal y boca abajo.
Ocasiones en que se toca
El instrumento tiene un profundo uso dentro de su comunidad y es el que lleva el ritmo en los bailes siguientes, propios de ese enclave cultural:
Chivo florete.
Pava echá.
El Arenó (Carayán).
Tano si eh.
Y cuando comienzan las navidades, es el instrumento sobre el cual descansa el acompañamiento de las parrandas navideñas tan célebres por su región.
Variantes
Hasta ahora, no hemos encontrado ninguna variante de este versatil instrumento.
Listín Diario, 21 de junio de 1980
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA LEYENDA DEL PALITO DE LA TAMBORA
Por Fradique Lizardo
De la extraordinaria vitalidad de los motivos folklóricos, el único responsable es el pueblo, que crea y recrea su cultura, adaptándola a motivos nuevos, pero sin perder el hilo de continuidad con el pasado. Y precisamente, antes de que se convierta en una leyenda, queremos aclarar algunos conceptos acerca del toque de nuestra tambora, para información de algunos y satisfacción de quienes se preocupan por saber el verdadero origen de nuestras cosas.
Desde hace mucho se dice que uno de nuestros grandes tamboreros, "Flinche", fue quien inventó el nuevo golpe de la tambora, con palito en la derecha y la izquierda vacía. Precisamente en estos días ha sido repetido, por dos personas verdaderamente autorizadas para hacer estas aclaraciones, que vamos a enunciar.
El 29 de mayo pasado, el Sr. Tin Pichardo, en declaraciones al Sol, informa que a Flinche se le rompió uno de los palitos en una fiesta en casa de Mon Cáceres, inventó el golpe y desde entonces así se toca.
El 31 de mayo pasado, el Sr. Miguel Tavarez afirma que a Flinche se le cayó el palito en la fiesta de Mon Cáceres y tocó con la "mano o el palito" y desde entonces se hizo famoso el toque y la expresión.
Escarbemos un poco a ver lo que puede haber de cierto en estas afirmaciones.
Dice Don Luis Alberti en su obra de "Música y Orquestas Bailables Dominicanas 19101959" que la tambora grande antes se tocaba con un palito en la mano derecha y una varilla en la izquierda. Es decir que es cierto que había el toque doble y nadie duda de esto, pero afirmar que Flinche fue el creador de este estilo debe ser objeto de una investigación más profunda.
En octubre de 1979, nosotros encontramos personalmente en el "Museo del Hombre de París, una foto de un tocador de la Tribu Bara, que tocando una tambora exactamente igual a la nuestra, usa la mano derecha con un palito y la izquierda sola, tal como se hace aquí, pero lo importante es que en la nota a la foto, dice el Museo del Hombre que esta forma de tocar vino a Madagascar desde el Asia, y desde ahí se extendió a otras partes.
Adjuntamos a este artículo muestras de toques de tamboras asiáticas y del Caribe, que pueden ayudarnos a dilucidar el caso del palito de nuestra tambora. Veremos que en Ceylán se toca con palito en la mano derecha y la mano izquierda sola, tal como lo hacemos nosotros hoy. En Corea se toca con palito en la mano derecha y varilla en la izquierda, tal como lo describe Don Luis Alberti. Mientras que en Grenada y San Vicente se toca con bon en la mano izquierda y varilla o palito en la derecha.
Es decir, desde muy lejos y desde muy antiguo existe esta forma de tocar las tamboras, y como siempre hemos propugnado que nuestro merengue viene de los Bara de Madagascar, esto únicamente nos da fuerza en nuestra teoría, ya que se ha podido comprobar la continuidad de un asiento o llegada de miembros de la tribu Bara desde mediados del siglo 18.
Es decir, aquí no se inventó el toque, aunque a Flinche se le rompiera o se le cayera el palito de la mano izquierda. Además, el toque de las tamboras continentales en África, cuando no se hace con las manos, se usan o dos mazos o un garabato en la gran mayoría de los casos.
Tenemos muchos ejemplos cercanos en el Caribe de tambores tocados con dos mazos o con garabatos para probar nuestra aseveración de que estos son toques de origen africano, pero continental. Cuando se trata de palito y varillas, es de origen asiático a través de Madagascar, y de esto también tenemos ejemplos.
Es muy bonito que vayamos creando nuestras leyendas, pero es mucho más útil y preciso averiguar la verdad.
Listín Diario, 5 de julio de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA TIMBALETA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Recibe también el nombre de "pailas".
Nombre
Es un diminutivo del timbal, muy apropiado al caso, pues ya sabemos que los timbales son instrumentos mucho más voluminosos que el que nos ocupa. Y debemos llamar la atención al hecho de que nunca se nombran en plural, como debiera ser, sino que siempre lo hemos visto usar en singular.
Distribución geográfica
En nuestras investigaciones, hemos encontrado este instrumento en el Distrito Nacional y áreas circunvecinas de la Provincia de San Cristóbal al norte y al oeste del D.N. En un área bien extensa alrededor de La Vega, así como entre Santiago y Puerto Plata. También se usa en los alrededores de la ciudad de Barahona y zonas circunvecinas.
Clasificación organológia
Este instrumento, de acuerdo a la clasificación de Hornbostel-Sachs que usamos para este trabajo, es un membranófono de golpe directo, en forma de plato y en juego. Por lo tanto, debe clasificarse con el número 211.12.
Construcción
Se hacen los pequeños tambores con un listón metálico soldado en forma circular de unos 10 cm de alto y 25 cm de diámetro. Ambos instrumentos se sueldan a un pie de unos 67 cm de alto, con un pie de sustentación muy variable de un instrumento a otro.
Forma de tocarlo
Este instrumento se toca con palitos que dan sobre los cueros.
Ocasiones en que se toca
Se usa para acompañar música de baile y es de uso generalizado en conjuntos de baile de la zona donde lo hemos reportado.
Origen
Tenemos reportes de su uso en tribus africanas, desde la desembocadura del Río Congo, hacia el sur hasta la región del Desierto de Kalahari. También entre tribus de Nigeria y de Ghana, así como de uso esporádico en algunas zonas de la Senegambia.
Variantes
No hemos encontrado variantes folklóricas de este instrumento. Sin embargo, en forma más sofisticada existe entre las grandes orquestas y ya esta forma evolucionada de este instrumento no la consideramos dentro del presente estudio.
Listín Diario, 12 de julio de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [1-6]
Por Fradique Lizardo
Sinonimias
Reciben, además en diferentes partes de nuestro territorio los sobrenombres siguientes: Bambú, Bambulá, Canutos, Cañutos, Juanbeses (excepción a M antes de B), Palitos, Quijombos y Quijongos y tal vez alguno más que no hayamos recogido.
Nombre
Atabal es voz de origen árabe, traída por los españoles y tal vez aplicada también a los tambores indígenas hechos de tronco, y más tarde a los tambores de los negros.
Palos es denominación criolla, por asociación con los "palos" o troncos, con que se hacen los tambores.
Distribución geográfica
Por razones muy poderosas, como son la baratura con que se hacen estos instrumentos, se encuentran prácticamente en todas partes de nuestra extensión geográfica. Pues solo basta cortar troncos, ahuecarlos y cubrir una de las bocas con un pedazo de cuero.
Tal vez influya sobre esto que, para tocarlo, no se necesita aprender música, sino únicamente tener sentido del ritmo. Unidas estas dos circunstancias, tenemos que es fácil que se encuentren en todas partes.
Clasificación organológica
Por ser instrumentos membranófonos, tubulares, cilíndricos, de un cuero, abiertos y en juego en la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que usamos, le corresponde el número 211.211.12.
Construcción
Los Palos o Atabales se hacen de troncos ahuecados, la mayor parte de las veces se usa fuego para ahuecarlos, aunque en algunos casos usan gubias u otros instrumentos de carpintería, pero lo más generalizado es usar el fuego.
Los troncos más utilizados para esta construcción son de Aguacate, Cedro, Javilla, Yagrumo o Grayumbo, Palo de Paloma o cualquier otra madera, que sea al mismo tiempo fuerte de resistencia y liviana de peso, pues así resiste los embates del mucho uso.
Los tambores se usan en juego de tres o dos cada vez y entonces cada tambor tiene diámetros diferentes y recibe nombres distintos. Los más extendidos son: Para el Tambor grande, Palo Grande, Palo Mayor, Ahullador, Pujador y otras denominaciones parecidas.
El segundo en diámetro recibe los nombres de Palo Segundo, Respondón, Palo de en medio, Adulador, Adulón, La Chivita, etc.
El más pequeño casi siempre se le llama al-cahuete, aunque en algunos sitios se les llama La Chivita, remoquete que recibe el segundo en otras localidades. También se le llama el chiquitico, palo menor y el pequeño.
Amarre del parche
El parche de los palos generalmente es de cuero de vaca, pero en algunos sitios prefieren el de chivo, aunque no dura tanto y en otros sitios prefieren el cuero de caballo.
El cuero se ata al tronco de diversas maneras que puede ser las siguientes:
• 1. Parche clavado directamente todo alrededor del borde superior del tambor.
• 2. Parche atado con Clavijas de madera a través de una soga que corre en zigzag desde la clavija al aro del cuero y viceversa.
• 3. Parche agarrado con garabatos, incrustados en el cuerpo del tambor y desde cada uno de los cuales corre una cuerda al cilindro o aro del parche.
• 4. Parche atado a través de cuerdas que pasan por agujeros practicados en el cuerpo del palo y que corren desde el aro a los agujeros en forma de Z o zig-zag.
Listín Diario, 26 de julio de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [2-6]
Por Fradique Lizardo
Formas de amarrarse los palos
Existen diversas formas de amarrarse los palos para que se puedan sostener mientras se toca, y el retumbe y los golpes no los hagan caer.
La forma más simple es recostarlos contra una pared, así el tocador no se preocupa del equilibrio mientras golpea el parche.
Otra manera es amarrarse el atabal con una soga que se usa ex profeso y forma parte del equipo necesario para tocarlos; esta es la forma más socorrida de amarre en todo el territorio nacional.
Existe la soga que está atada al palo por un pedazo de cuero que se clava al mismo, y así no hay peligro de que se olvide la soga cuando se trasladan los palos.
Por último, existe la ingeniosa forma de amarrar una pequeña tira de cuero al listón de cuero que amarra el parche en su lugar para poder mover el palo con facilidad. Este recurso se usa en las localidades donde el palo se mueve mientras se toca, desplazándose los tocadores con el atabal a cuestas, sostenido en uno de los pies, mientras una mano sostiene el pedazo de cuero para que no se caiga.
Formas de templar (afinar) los palos
En los instrumentos con clavijas, es muy fácil proceder al templado, pues solamente se estiran las sogas que atan el parche y está todo arreglado. Sin embargo, los instrumentos con el parche clavado presentan la dificultad de que el parche, que se pone húmedo, no puede estirarse para templarlo. Entonces se procede a hacerlo con fuego, arrimando los instrumentos a un pequeño fuego encendido, generalmente con un poco de papeles. Entiéndase que el parche no se quema ni se acerca demasiado al fuego, únicamente lo necesario para que se estire un poco. Listín Diario, 2 de agosto de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [3-6]
Por Fradique Lizardo
Formas de tocarlos
Los palos se golpean en el cuero con las palmas de las manos, pero en algunas ocasiones, sobre todo alrededor de Hato Mayor, hay quienes de momento los golpean con el codo.
Lo más interesante del caso, y lo que identifica su origen africano, tanto o más que la construcción del tambor en sí, es la polimetría y la polirritmia con que se tocan estos instrumentos. Las variantes serían tantas que exigirían un estudio comparativo muy extenso de los diversos sistemas en uso, explicables por los diferentes orígenes de las etnias que poblaron o fueron traídas a nuestro país.
Coexistencia de elementos diversos
Aunque se han hecho varios esfuerzos por delimitar los orígenes absolutos de los palos de una región, en la práctica hemos encontrado que coexisten palos de muy diversa construcción y, por ende, orígenes tocándose juntos. Así hemos visto palos de parche clavado junto con palos de parche tenido o palos de clavijas. Esto hace mucho más difícil la investigación de los orígenes verdaderos de los grupos que los usan. Ilustramos con un dibujo de dos palos muy desiguales que fue encontrado por nosotros, junto a los profesores Isabel Aretz y Luis Felipe Ramón y Rivera en La Higuera de El Seibo.
Ocasiones en que se tocan
Los palos son el instrumento más en uso en el pueblo dominicano, y, por lo tanto, valdría la frase que se usan siempre, lo cual en el fondo es verdad. Pero vamos a enunciar los usos principales de este instrumento en nuestro medio, que son los siguientes:
• Para acompañar ceremonias de Luases, sobre todo el acompañamiento de ciertos seres que se manifiestan ayudados por el toque de los instrumentos.
• Para acompañar salves y otros tipos de canciones religiosas.
• Para ceremonias rituales, muchas de ellas en honor al Espíritu Santo u otro patrón, a quien este dedicada la fiesta.
Para ayudar a bien morir a un miembro de la cofradía que lo solicita antes de expirar.
Para acompañar rezos por difuntos, la noche del llanto y grito (9 días) o ceremonias del "cabo de año" (aniversario) de un muerto.
Para baile de esparcimiento en algunas festividades.
Listín Diario, 9 de agosto de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [4-6]
Por Fradique Lizardo
Variantes
Hemos encontrado algunas variantes de estos instrumentos y vamos a ir exponiéndolas para su mejor conocimiento.
• 1. El Palo Atado
En la ciudad de La Vega, hemos encontrado un palo que tiene el parche atado en forma de "pata de gallinas", como ellos le llaman a ese tipo de amarre. El instrumento tiene unos 110 cm de alto por unos 32 cm de diámetro en su parte superior.
Se toca en pares y se usa mucho para las fiestas patronales en las cuales se amanece bailando (15 de agosto, Ntra. Sra. de la Antigua).
El amarre: Se usa una soga corriente que se ata a unos 30 cm del borde superior y se le dan dos vueltas al palo. De este aro o cilindro de soga, se hace otro a unos 12 cm más arriba y entre estos dos se hace una serie de ataduras en forma de "V". Luego se hacen desde el segundo aro hasta el aro que sostiene el parche una serie de amarres rectos que sirven para mejor sostener los amarres inferiores.
El par de palos que vi fue el de Mongo el Ciego, personaje popular vegano que acostumbraba tocar en las patronales durante los últimos 30 años aproximadamente y que murió hace muy poco tiempo.
Listín Diario, 16 de agosto de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [5-6]
Por Fradique Lizardo
Variantes (continuación)
• 2. Los Palos de Aros
En una zona que, según el mapa adjunto, parece una hélice y se extiende desde Pedro Brand y La Cuchilla al noreste de Santo Domingo hasta Sabana de la Mar, hemos encontrado una variante de palos muy interesante. La hemos llamado "palos de aros" por falta de un nombre propio que nos oriente, y vamos a describir el instrumento.
Se trata de un palo o atabal que tiene la particularidad de que tiene un aro o anillo de la misma madera, de unos 11 a 14 cm de ancho. En realidad, aquí lo usamos como refuerzo donde se insertan las sogas con las que se ata el parche. Es importante destacar que de este mismo palo o atabal, hemos encontrado dos variantes muy interesantes que vamos a describir.
• 2.1 Palos con aro por la mitad y sosteniendo el parche con garabatos.
• 2.2 Palos con aros en su tercio superior y sosteniendo el parche con clavijas.
Sin embargo, es mejor describir completamente ambos instrumentos para evitar cualquier confusión.
• 3. Palos con aro al centro
Se utilizan en número de dos, es decir, una batería compuesta por Palo Mayor y Alcahuete únicamente. En su parte central tienen un anillo o aro dejado al rebajar la madera cuando se construye el instrumento, que tiene entre 11.5 y 12.5 cm de ancho, mientras el anillo dejado alrededor del pie del instrumento tiene un ancho de 8.5 a 9 cm y sirve como la base. En el anillo central se colocan equidistantes los garabatos que sostienen el parche, y el amarre de los garabatos al aro que sostiene el parche se hace en forma de "N".
• 4. Palos con aro en su tercio superior:
Estos palos también se utilizan en pares, Alcahuete y Palo Mayor, y sus medidas son las siguientes: El Palo Mayor mide 104 cm de alto, 26 cm de diámetro superior y 13 cm de ancho del anillo situado a 17 cm del borde superior. El pie tiene 9 cm de ancho y 22 cm de diámetro.
En estos palos, la abertura inferior es muy estrecha, y el Palo Mayor tiene solamente 9 cm de ancho en la parte inferior. Hay 10 cm de distancia entre clavijas, y cada una mide 6 cm de largo en la parte que sobresale del palo.
El Alcahuete tiene 104 cm de largo, 19 cm de diámetro superior y el anillo tiene 14 cm de ancho y está situado a 15 cm del borde superior. Las clavijas se encuentran a 15 cm de distancia una de otra, y cada una tiene 6 cm de parte fuera del instrumento. El pie tiene 6 cm de ancho y 19 cm de diámetro. El agujero inferior tiene 7 cm, como se puede ver en el corte transversal.
Se adjuntan diez esquemas para comprender mejor la fabricación de este instrumento. Uno muestra el corte a nivel del aro para apreciar cómo van colocadas las clavijas, y el otro es un corte longitudinal para ver cómo este instrumento se vacía en forma de copa, no de cilindro como los demás palos. La cuerda que ata el aro del parche a las clavijas va en forma de "V" invertida.
Posible origen de estos instrumentos
En el primer volumen de "Cultura Africana en Santo Domingo," incluimos la etnia de los "Pámues" entre las tribus que habían llegado a Santo Domingo. Adjunto al presente trabajo, una foto de uno de los tambores llamados "ngon" entre los Pámues de la Guinea española y que tienen la misma técnica de construcción que nuestros tambores de aros. Es importante señalar que este es el primer informe sobre este instrumento, desconocido por muchos dominicanos, y que su posible origen merece un estudio más detallado que la brevedad de este espacio nos impide emprender.
Listín Diario, 23 de agosto de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS PALOS O ATABALES [6-6]
Por Fradique Lizardo
La importancia de haber encontrado estos palos, es que, poco a poco vamos encontrando pruebas fehacientes de que a nuestro país no solamente vinieron mandingas, araraces y congos, sino que muchas otras culturas o etnias arribaron a nuestras playas, y aunque su nombre no aparezca nunca en crónicas, y se trató por todos los medios de ahogar sus manifestaciones culturales, algo dejaron que sobrevivió. Buscar estas pequeñas piezas y armar el rompecabezas de nuestros origenes es tarea larga, minuciosa, y lenta, que debe consumir las energías de dos o tres generaciones de dominicanos que se ocupen de esto.
Los palos de aro, por su novedosa técnica de construcción en forma de copa, que requiere un trabajo muy especializado, nos dice que el hombre, sí conserva, aún cuando las condiciones mínimas de su cultura sean muy adversas. Siempre tendrá la categórica necesidad de preservar los elementos que recibió de sus ancestros y, en este caso específico, nos dará la clave de unos origenes que ignorábamos y nadie suponía.
Así se han encontrado otros indicios y se seguirán descubriendo más.
Las peculiaridades de la construcción de estos tambores, que no deja de tener sus complicaciones, merecen ser conocidas por todos. Listín Diario, 13 de diciembre de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA TAMBORA GRANDE
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
También se le llama Tambor de Bamboulá o Timbal.
Nombre
Se le llama tambora grande, porque esencialmente coincide en muchas cosas con la tambora dominicana, pero su gran tamaño le hace ver como una parienta más grande de la misma familia.
Distribución geográfica
Hasta ahora, solamente hemos encontrado este instrumento en Samaná, pero Luis Alberti, en su obra "De Música y Orquestas Bailables Dominicanas 1910-1959", nos cuenta que su uso era más extendido anteriormente.
Clasificación organológica
Por ser un instrumento tubular, cerrado, de dos cueros, en barril e independiente, dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, le corresponde el número 211.221.1.
Construcción
Se hace este instrumento con un barril de clavos u otro de dimensiones parecidas, al cual se le fija en cada boca un aro con los cueros respectivos, y estos aros se atan con una soga de cabuya, que se amarra en Y. Además, se le pone una soga especial en forma de lazo, que sirve para colgar el instrumento del cuello.
Las medidas finales del instrumento son las siguientes: 40 cm de diámetro en la boca por 53 cm de largo total. Recordemos que tiene una barriga o curva de boca a boca, que es muy variable de instrumento a instrumento.
Forma de tocar el Tambor Grande
El instrumento se toca estando el tañedor de pie o sentado, pero generalmente de pie, se cuelga del cuello y con la mano derecha se golpea el parche y el aro con un palito, mientras que la mano izquierda toca el parche solamente. Luis Alberti, reporta en obra
supra citada, que antiguamente la mano izquierda llevaba una pequeña varilla con la cual se le sacaban otros sonidos al parche izquierdo. Esta forma de tocar, no la hemos encontrado en uso.
Para uso exclusivo del Bamboulá, se le agrega un tocador extra, que con dos palitos, que se llaman "Maracas" o "Palos Catúa", va tocando sobre la madera del timbal, acompañando el ritmo de este baile. Es decir, en este toque el instrumento es a la vez Cordófono e Idiófono.
Instrumentos acompañantes
Para el acompañamiento del Bamboulá se le agregan a este instrumento en su doble papel, un Guayo o Güiro y un palo o Atabal, acostado, con el tañedor sentado a horcajadas, tocando con ambas manos y con el calcañal y que recibe el nombre de "Catalié".
Ocasiones en que se toca
Este instrumento se hace prominente para la víspera de San Rafael, cuando en La Aguada en casa de Bertilia Pela, se celebra la Fiesta de San Rafael y este instrumento juega el papel más importante.
Variantes
No se han reportado aún variantes de este instrumento.
Listín Diario, 28 de julio de 1980.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LA BOTIJUELA O BETIJUELA
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
Aunque el nombre más generalizado es Botijuela, hemos encontrado con alguna frecuencia la variante de Betijuela, que damos como sinónimo del nombre original.
Nombre
El nombre de Botijuela se da por el parecido de la vasija usada con las antiguas botijuelas en las cuales se acostumbraba enterrar el dinero para salvarlo de las invasiones e incursiones de piratas, revoluciones, etc.
Y esto no tiene nada que ver, ya que el nombre de la vasija es lo que le da el nombre al instrumento, como ocurre en otros instrumentos en países lejos y cerca del nuestro.
Distribución geográfica
Habría que considerar dos circunstancias, uno es el del área de fabricación y otro es el del área de dispersión. Según hemos encontrado se fabrica en Cancino, Mendoza y áreas intermedias e inmediatamente contiguas, y su área de dispersión es un poco más extendida, encontrándose en Los Minas, Villa Mella y otras regiones aledañas. Se nos ha reportado el instrumento como de uso en San Francisco de Macorís, pero hasta ahora no hemos podido verificarlo.
Clasificación organológica
Por ser un membranófono de golpe directo, de un solo cuero, y cerrado, le cabe dentro de la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que usamos el número 211.211.2.
Construcción
La Botijuela se hace con una tinaja de barro de unos 65 cm de largo total, con unos 40 cm de ancho máximo, pero el ancho de la base y de la boca son muy variables, y las medidas que ponemos aquí son muy aproximadas. También solo se consignan como algo muy aproximado.
La boca se tapa con un pedazo de cuero de chivo o de res y se ata con una soga, dándole dos vueltas bien apretadas. Antes de poner el cuero se ha echado dentro de la tinaja un poco de piedras o cascajo y algo muy ligero de arena fina.
Forma de tocarlo
Hay dos formas de tocar este instrumento. La primera es poniendo la tinaja entre las rodillas, sentado el tocador y golpeando el parche con ambas manos en sucesión.
La otra forma es puesta de pie el tocador, se coloca la tinaja debajo del brazo izquierdo que agarra la tinaja por su parte más ancha y se toca el parche con la mano derecha, pero esta última forma solo se acostumbra cuando la tinaja es pequeña y su diámetro mayor se puede rodear con el brazo, pues de otra manera es absolutamente imposible hacer esto.
Ocasiones en que se toca
Aunque no hay ocasiones totalmente específicas para tocar este instrumento, se incluye mucho en las ceremonias de la religiosidad popular, sobre todo en las veladas velaciones dedicadas a los Seres o Santos.
Origen
Instrumentos de este tipo se reportan en todas las regiones del África, sin preferencias de una región sobre otra, aunque sean más conocidos los de las tribus islámicas del norte del África.
Variantes
En nuestra investigación sobre este instrumento, hasta ahora no hemos encontrado variantes de este instrumento, salvo las diferencias muy normales del tamaño de las tinajas de un sitio a otro, que como es obvio, no pueden ser iguales.
Listín Diario, 24 de octubre de 1981.
CULTURA AFRICANA EN SANTO DOMINGO: LOS INSTRUMENTOS MEMBRANÓFONOS
Por Fradique Lizardo
Estos artículos solamente se ocupan de estudiar los instrumentos musicales cuyo origen se puede remontar a cualquier grupo cultural africano. Aunque son muy abundantes entre nosotros los instrumentos membranófonos, no existen muchas variedades de clases y, hasta ahora, en nuestros estudios solamente hemos comprobado los que se detallan en el cuadro que damos más abajo.
Es bueno hacer resaltar que existen otros membranófonos que estudiaremos en otros artículos, por no acusar el origen de los presentes.
Como podrán observar, se incluye la bibliografía consultada, para uso de los estudiosos y comprobación de los interesados.
Membranófonos de golpe directo 211.12
Semiesféricos o de plato
Tubulares abiertos
En juego
Tubulares Cerrados
Timbaleta
211.211.1 Balsié Pequeño
211.211.1 Balsié o Pri-Prií
211.211.1 Basielito Largo
211.211.1 Balsié Largo
211.211.12
Palos o Atabales
211.211.12 Palos Atados
211.211.12
211.211.12
Palos de Aros
Palos de Cuello
211.211.2 Botijuela
211.211.2 Congo Mayor
211.212 Tambora
211.212.1 Redoblante cocolo
211.212.2 Tamborcito
211.212.2 Mongó
211.212.2 Conguito
211.221.1
Tambores Rituales de la Sarandunga
De Marco
211.311
Palitode Don Gregorio
211.311 Timbal
211.311 Pandero Tejido
242 Pandereta
211.311 Pandero
Mirlitones de Tubos y Vasos 242
Trompeta de Botella
La bibliografía que se ha consultado para este trabajo, es la siguiente:
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Los Cuadernos Fradique Lizardo de Folklore son publicaciones semestralmente iniciadas en 2019 con insumos del Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano, declarado Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Uruguay, bajo custodia del Centro León.
Sobre la portada:
Presentación del Ballet Folklórico Dominicano. Pertenece al Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano, Centro León.
CUADERNO DE FOLKLORE FRADIQUE LIZARDO
PRODUCCIÓN
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Presidente Fundación Eduardo León Jimenes
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SUPERVISIÓN GENERAL
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COORDINACIÓN
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ASISTENTE DE COORDINACIÓN
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COLABORADORES
Wilfredo Padrón Iglesias, Nathalia Ramírez
ESCRITOS E IMÁGENES
Fondo Fradique Lizardo de Folklore Dominicano
TRANSCRIPCIÓN
Aurelio Polanco
CUIDADO EDITORIAL
Aurelio Polanco
ADAPTACIÓN DE PORTADA Y DIAGRAMACIÓN
Nathalia Cortorreal
ISSN: 0864-2415