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LA EVOLUCIÓN DE LA ENFERMERÍA
Hablar de Enfermería, es hablar de una profesión que lleva implícito el cambio y la evolución. Se puede decir que la enfermería es en parte vocación y arte antiguo y al mismo tiempo una profesión relativamente nueva. Podemos hablar del comienzo de la enfermería como ciencia y profesión durante la guerra de Crimea.
El cuidado es el pilar que le da sentido y razón de ser a la Enfermería como profesión y disciplina científica. Por mucho tiempo la actividad de una cuidadora (casi siempre se trataba de mujeres) no estuvo ligada a ninguna profesión ni oficio y estaba determinada por factores familiares, económicos, sociales, políticos y religiosos. Los factores que tuvieron mayor impacto fueron los factores sociales de género y religión, ya que la iglesia católica, por muchos siglos, asumió la responsabilidad de organizar la caridad individual y colectiva.
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El desarrollo de la vida en las ciudades aumentó la complejidad de la hospitalidad y las enfermerías. Los núcleos urbanos contaban con varios lugares para atender enfermos y peregrinos. A finales de la Edad Media el término “enfermera” comenzó a usarse con mayor frecuencia. La mayoría eran mujeres, ya que se asumía como inherente a su género en las actividades de cuidado y caridad y desempeñaban esos servicios de manera empírica.
Debido a las pandemias de enfermedades contagiosas , se comenzó a separar a los enfermos y a clasificar los espacios de hospedaje de acuerdo con el tipo de enfermedades e incluso por las edades de los enfermos.
En los siglos XVII y XVIII hubo grandes avances científicos en el campo de la medicina, se comenzó a ver que las enfermedades podían curarse y se empezó a planificar soluciones para mejorar la calidad de vida y el nivel de salud de la población, pero también se vio la oportunidad para reformar los hospitales y además regularizar las profesiones de salud, que englobaba cirujanos, barberos sangradores y practicantes de medicina y cirugía y farmacia, todos ellos voluntarios
El trabajo de las parteras pasó a ser custodiado por hombres médicos, que encargaron de decidir qué es lo que debían hacer y controlar lo que hacían en realidad.
Los avances científicos del siglo XIX influyeron de manera determinante en el cuidado de los enfermos y en el desarrollo de la Enfermería. El cuidado de los enfermos entonces dio un giro y pasó de ser un oficio sin consagración y menospreciado a distinguirse como una profesión reconocida gracias a la determinación de Florencia Nightingale quien sentó las bases de la Enfermería profesional.
El modelo de cuidado de Florencia tiene como objetivo principal conservar la energía vital del paciente partiendo de la acción que ejerce la naturaleza sobre los individuos y colocarlo en las mejores condiciones posibles para que la naturaleza actuara sobre él. En su teoría, ella afirma que hay 5 puntos clave para lograr su objetivo que son: agua pura, aire puro, desagües eficaces, limpieza y luz .
Posteriormente surgieron importantes teorías acerca del cuidado creadas por enfermeras destacadas que hasta nuestros días siguen siendo referencia en el actuar diario de Enfermería: Virginia Henderson (18971996) con su modelo de las “14 necesidades humanas básicas”; Dorothea Orem (1914-2007) con su “Teoría del autocuidado”; Betty Neuman (1924-) con su “modelo de sistemas”. Son solo algunas de las enfermeras que han trascendido en la historia por sus aportaciones y otras más han trascendido por sus acciones llenas de humanismo, amor y entrega hacia los demás.
En nuestro país, en la actualidad, existen enfermeras destacadas por su trayectoria profesional y sus acciones en favor de la atención con seguridad y calidad a todos los mexicanos. Quiero citar a la Dra. Juana Jiménez Sánchez , enfermera y coordinadora
General de la Comisión Permanente de Enfermería de la Secretaría de Salud, quien ha contribuido a desarrollar iniciativas de liderazgo en Enfermería y ha propiciado cambios en el sistema de salud.
Si bien la imagen y el perfil de Enfermería han ido evolucionando de la mano de la tecnología y avances en el campo de la salud, el objetivo permanece: asistir en seres complejos, entes biopsicosociales. Las enfermeras y los enfermeros del Hospital estamos orgullosas y orgullosos de contribuir con la sociedad al enfrentar los estados patológicos que sufren las personas y somos conscientes de responsabilidad que implica el hecho de que la población ponga su confianza en nosotros para cuidar de su vida y de la vida de los que aman.
Testimonio
Gloria María Martínez Rodríguez - Enfermera del Hospital General de Occidente, Zapopan
La historia de la Enfermería se enlaza con el humanismo: quien desarrolla esta profesión se compromete a ser humano, a participar e involucrarse de cuerpo y alma, a considerar a la persona y su cuerpo como el punto cero del mundo, como el centro de todo el entorno. Este involucrarse es central para poder ofrecer una asistencia y un cuidado de excelencia; últimamente, en la carrera no se insiste sobre este punto y el resultado es una menor identificación con quien sufre: se insiste en un cierto distanciamiento afectivo, que puede favorecer un trabajo técnico más esmerado, pero que empobrece la relación interpersonal. Este aspecto se nota, en particular, en el cuidado de personas con enfermedades crónicas o crónico-degenerativas, que se han convertido en la mayoría de nuestros pacientes, en particular en los departamentos de Medicina Interna.
los momentos más vulnerables. Este objetivo sigue siendo el motor que inspira a los profesionales de Enfermería para seguir con su noble labor, aun a pesar de los limitantes con los que se enfrentan.
Ocupando la mayor parte de la plantilla de personal, conociendo los procesos internos de un hospital y desarrollándolos, las enfermeras y los enfermeros son la parte medular e indispensable para que los hospitales y los pacientes recuperen su salud.
Durante la pandemia de COVID 19, en el Hospital General de Occidente – Zoquipan, las enfermeras y los enfermeros trabajamos en la lucha contra la enfermedad, no sólo con medicinas y tratamientos físicos, sino también acompañando psicológica y espiritualmente a nuestros pacientes, reconociendo que las personas no son sólo unidades biológicas, sino
Un aspecto que no siempre se enfoca en la profesión de Enfermería es el círculo virtuoso y una recíproca retroalimentación entre la práctica y la vivencia del profesionista: el cuidar a personas que sufren provoca un cuestionamiento de los aspectos fundamentales de la personalidad del profesionista; al mismo tiempo, el cuidado se va “coloreando” por la específica personalidad del profesionista.
En los hospitales ingresan personas de diferentes culturas. Como enfermeros estamos solicitados a realizar una convivencia intercultural , respetando formas particulares de vida y cuidado.
Al inicio de enfermería sólo era atender necesidades de la persona, ahora en el presente la enfermería ha evolucionado en cuestión de enseñanza. No se trata sólo de capacitar a los nuevos enfermeros, sino también a los pacientes y sus familiares: en sus hogares pueden continuar su recuperación desarrollando algunos procedimientos (sonda Foley, cuidado de la traqueotomía, cambio de apósitos).