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Lo que nos depara el BRICS

Un seminario en Yangzhou arrojó luces sobre el nuevo orden mundial

Por LI FANGFANG

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YANGZHOU , una ciudad china de larga data ubicada en la parte baja del río Yangtsé, es uno de los destinos turísticos primaverales más populares del país, famosa por su combinación de jardi- nes clásicos chinos y su arquitectura tradicional. Fue en esta ciudad de la provincia de Jiangsu donde el 30 y 31 de marzo se llevó a cabo el Seminario BRICS sobre Gobernanza y Foro de Intercambio Cultural, que reunió a más de 200 participantes del grupo de las cinco principales economías emergentes del mundo, es decir, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

“El viejo orden mundial dominado por Occidente, y por Estados Unidos en particular, se está desmoronando. Sin embargo, el nuevo orden mundial aún está por nacer”, indicó Sudheendra Kulkarni, un especialista indio y asistente del ex primer ministro de dicho país Atal Vajpayee, en su intervención en la ceremonia de apertura del seminario.

“Es en este período de transición y de turbulencia, agitación e incertidumbre, que necesitamos foros multilaterales como el del BRICS para alzar la voz de todas aquellas personas en Asia, África, América Latina, e incluso de los amantes de la paz en el mismo Occidente, para unirnos y apoyar el establecimiento de un nuevo orden mundial basado en la paz, el desarrollo equitativo y la seguridad global para todos”, dijo Kulkarni.

Bien común

Los participantes acordaron que el BRICS debe mejorar su sinergia no solo para el beneficio de cada país miembro, sino también para el bien común del mundo.

“Esta asociación va más allá de las relaciones entre un Gobierno y otro”, señaló a través de un enlace de video Anil Sooklal, embajador de Sudáfrica ante el BRICS, subdirector general del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación, y enviado especial para asuntos de Asia. Según Sooklal, el BRICS cubre un abanico de aspectos, desde la igualdad de género, el empoderamiento de los jóvenes, los medios de comunicación y la ley, hasta la cultura, los deportes y las artes. Sooklal comentó que algunos observadores globales “hablan de nuestras diferentes historias, culturas, religiones, patrones de desarrollo y formas de gobernanza como algo negativo. Sin embargo, la singularidad del BRICS, que es precisamente esa diversidad, nos une como una poderosa fuerza global para trabajar juntos no solo para nuestro propio beneficio, sino para el de la comunidad global”.

“Los países desarrollados jamás esperaron que naciera el BRICS. Nunca creyeron en el BRICS y lo mismo ocurre en el caso de China”, manifestó al semanario Beijing Review Mohammad Saqib, orador invitado y secretario general del Consejo Económico y Cultural de India y China.

“Dicen ‘estos son cinco países con diferentes sistemas políticos y trasfondos que están condenados al fracaso’. Pero, en realidad, ellos tienen mucho miedo”, puntualizó Saqib, quien además cree que el BRICS es la única organización actual que puede desafiar la hegemonía occidental y el dominio de las potencias occidentales a nivel internacional, así como la única organización con el potencial de traer un nuevo orden mundial que sea más igualitario, distributivo e inclusivo.

“Es natural y también de esperarse que haya algunos desequilibrios, tanto políticos como económicos, cuando se trata de la plataforma BRICS, dadas las diferentes realidades, trayectorias y experiencias de los miembros. No obstante, esto no debería verse como un problema, sino como una oportunidad”, puntualizó Pedro Steenhagen, especialista sénior de Observe China, un think tank independiente con sede en Brasil, en entrevista con Beijing Review

Kulkarni también recordó que el PIB combinado del grupo BRICS ya superó al del G7, lo que significa que este último, liderado por Estados Unidos, ya no ostenta el dominio sobre la economía mundial.

“En la historia del mundo moderno, los países occidentales fueron los primeros en lograr la modernización mediante la industrialización. Sin embargo, sus enfoques no se pueden adaptar fácilmente a la realidad de los países en vías de desarrollo”, afirmó en el seminario Du Zhanyuan, presidente del Grupo de Comunicaciones Internacionales de China (CICG, siglas en inglés).

“Desde su fundación en 2006, la participación del grupo BRICS en la economía global ha aumentado del 10 al 25 %, constituyendo una fuerza significativa en la comunidad internacional, ya que cada miembro ha seguido un camino de desarrollo acorde con su propia realidad nacional, lo cual puede servir como un ejemplo para más países en vías de desarrollo”, señaló Du.

“Cada nación tiene sus propias fortalezas y también ha enfrentado sus propias batallas nacionales e internacionales. En este contexto, se puede decir que, durante su primera década de existencia, el BRICS vino acompañado de grandes esperanzas y mostró su enorme potencial de desarrollo, especialmente a los ojos del Sur Global”, recalcó Steenhagen, quien agregó que China se ha convertido en el socio más confiable y estable del grupo.

Muchos de los asistentes presentes en el seminario elogiaron el papel de China en la negociación de un acuerdo de paz entre Arabia Saudita e Irán a principios de marzo, lo que llevó a ambos países a reanudar sus relaciones diplomáticas. “El BRICS, por lo tanto, tiene que mostrar más ejemplos de resolución de disputas y conflictos, lo que elevará su reputación”, subrayó Kulkarni.

En el encuentro también se publicó un informe titulado Encuesta Global:

Cooperación BRICS en la Nueva Era del Desarrollo Global 2022, basado en una encuesta realizada de mayo a octubre del año pasado por la Academia de China Contemporánea y Estudios Mundiales, una entidad afiliada a CICG. El sondeo involucró a personas mayores de 18 años de los cinco continentes que tienen al menos una licenciatura, centrándose en la percepción global de la eficacia de la cooperación BRICS, así como en las contribuciones del grupo al desarrollo global.

Según los resultados, un promedio del 81,9 % de los encuestados de 25 países dijo que tenía una visión positiva acerca de la capacidad de gobernanza de los países BRICS, y cree que los Estados miembros gozan de orden y estabilidad, además de estar bien preparados para promover el desarrollo global. Los encuestados de los países BRICS y otras naciones en vías de desarrollo tuvieron en general una visión más favorable que los encuestados de países desarrollados. El informe indicó, además, que en comparación con los países desarrollados y otros países en vías de desarrollo, los encuestados de los países BRICS tienen más probabilidades de llegar a un consenso en caso de que surgieran conflictos.

Impulso tecnológico

La mayoría de los panelistas del seminario compartieron sus preocupaciones sobre la recesión económica mundial y pidieron una mejor coordinación dentro del mecanismo BRICS.

“El ímpetu económico está disminuyendo, las deudas de los países se están acumulando y la red internacional de innovación en ciencia, tecnología y comercio está fragmentada”, advirtió Zhou Qiangwu, vicepresidente y director administrativo del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS (NDB, siglas en inglés), en la ceremonia de apertura del seminario. “Al mismo tiempo, la eficiencia y eficacia del G20 y otros macromecanismos internacionales de coordinación política se han reducido considerablemente. Por otro lado, hay algunos países desarrollados que han endurecido sus políticas monetarias a un ritmo sin precedentes, lo que ha tenido un fuerte impacto en varias instituciones financieras globales. La turbulencia financiera que ellos han creado continúa agravándose y ha traído serios efectos indirectos a los países en vías de desarrollo”.

Según Zhou, las organizaciones multilaterales deberían asumir más responsabilidades, particularmente en beneficio de los países en desarrollo, por lo que sugirió que los países BRICS profundizaran su cooperación en materia de innovación científica y tecnológica, lo cual también podría servir para “impulsar el progreso y dar forma al futuro”.

Uno de los proyectos al que se ha apuntado el NDB es el Centro de Innovación de Asociación BRICS sobre la Nueva Revolución Industrial, que se lanzó en la ciudad china de Xiamen, en la provincia de Fujian, en diciembre de 2020, con el fin de ayudar a los países BRICS a reunir ideas sobre cómo aplicar mejor las nuevas tecnologías, facilitar el comercio, la inversión y los intercambios culturales, y fortalecer continuamente el impulso cooperativo en el marco del BRICS. En los últimos dos años, el centro ha publicado 100 listas de tareas clave y ha lanzado más de 100 proyectos, los cuales han estimulado los intercambios dentro del mecanismo.

“Al revisar el análisis documental de las declaraciones del grupo BRICS y otros documentos sobre cooperación en ciencia y tecnología, vemos claramente un camino de evolución. Se ha establecido la forma de gobernanza de la asociación y las áreas de interés, a la vez que muchas de las propuestas que se han formulado por parte de un país individualmente, o bien de los cinco países en conjunto, ya se han hecho realidad”, destacó João Cumarú, investigador del think tank brasileño Plataforma Cipó. Cumarú ha realizado una extensa investigación sobre el sector energético y las intersecciones de la innovación tecnológica en el proceso de transición energética, especialmente en Brasil.

“Es importante recordar que la recuperación de la economía mundial se está enfrentando a dificultades y el desarrollo global está sufriendo un gran retroceso. No podemos dejar de aumentar los esfuerzos en defensa del clima y la sostenibilidad, así como en la lucha contra la pobreza y la erradicación del hambre, los cuales son temas prioritarios para el BRICS”, concluyó Cumarú.

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