4 minute read

La gran apertura

Un acierto que profundizará el desarrollo de China y del mundo

Por BRASIL ACOSTA PEÑA*

Advertisement

NADIE duda del ejemplo que para el mundo ha representado la estrategia de China en la lucha contra el COVID-19. Con base en la información oficial de la Organización Mundial de la Salud, los países con mayor número de contagios por COVID-19 fueron: Estados Unidos con 102 millones, China en segundo lugar con 99 millones, India con 44 millones, Francia con 38,7 millones y Alemania con 38,3 millones. Sin embargo, el ranking de personas fallecidas fue el siguiente: Estados Unidos en primer lugar con 1,1 millones de muertes; Brasil con 700.000, India con 530.000, Rusia con 397.000 y México en quinto lugar mundial con 333.000.

China, para sorpresa del mundo, solo ha tenido 120.000 casos mortales por la enfermedad. Si ahora vemos la relación de casos contagiados contra muertes: en Estados Unidos la tasa fue de 1087 muertes por cada 100.000 contagiados; en México de 4420 por cada 100.000 contagiados; y finalmente el caso de China es revelador, con 121 muertes por cada 100.000 contagiados. Como se ve, el esfuerzo de China ha sido fundamental y exitoso, comparado con el estadounidense y el propio mexicano. Con ello se demuestra claramente el resultado de la política de cero COVID. Sin embargo, la política de contención de cero COVID llegó a un momento límite y, desde mi punto de vista, las autoridades chinas tomaron la correcta decisión de pasar a la siguiente fase: abrir la economía y eliminar las barreras impuestas por dicha política. Aunque este proceso tiene apenas cuatro meses, la tendencia preapertura nos revela lo beneficioso que va a ser para la economía de China y, por supuesto, para nuestra economía y la de América Latina.

La reactivación del turismo

En primer lugar, se reactivará el turismo interno y externo, con lo cual se fortalecerá el mercado interior e ingresarán recursos que llevarán los extranjeros al visitar el gran país oriental con sus grandes atractivos: la Gran Muralla China, la Ciudad Prohibida, los guerreros de Terracota, entre otros. Pero también, con la posibilidad de salir del país y con el aumento del nivel de ingresos en varios sectores de China, se incrementa la salida de ciudadanos chinos a países como México, pues según un artículo de la cadena CGTN, “México logró escalar de la posición número siete a la tres en el escalafón de países más visitados solo superado por Francia e Italia. La derrama económica ronda los 11.000 millones de dólares”. De hecho, la misma nota de marzo de 2022 señala que “China es el primer exportador de turistas asiáticos a México”. Qué será ahora que se aprobó la “gran apertura”.

En un artículo del diario El Economista, publicado el 23 de junio de 2022, Roberto Morales aporta datos muy importantes: en 2011, las importaciones mexicanas de mercancías desde China equivalían a 52.200 millones de dólares, pero en una década ese monto se duplicó hasta alcanzar los 101.000 millones de dólares. En términos porcentuales pasó del 14,9 % en 2011 al 19,9 % en 2021. En los meses de enero a abril de 2021 se importaron 28.000 millones de dólares y para 2022, 38.000 millones de dólares, lo cual representó un incremento del 26 %. Este comportamiento se observó todavía bajo la política de cero COVID en China, lo cual refleja que, en las nuevas condiciones de la “gran apertura”, se espera una mejoría en el terreno comercial.

Ahora bien, vientos difíciles y peligrosos enfrenta el mundo. La crisis de Ucrania es una guerra imperialista impulsada, desde luego, por Estados Unidos, país que ha considerado que: o se impone su política o ninguna otra puede sobresalir. Por eso, si no invaden militarmente a Rusia, pero sí apoyan con recursos, asesoría y armas para prolongar el combate y debilitar así a Rusia, es porque así conviene a sus intereses comerciales; en otras palabras, conviene así tener una guerra para vender sus armas y endeudar a los países como Ucrania para luego “reconstruirlo”, enviando a sus empresas y obligando a los pueblos a pagar deudas que ellos no generaron.

Ante la situación, China ha propuesto impulsar la seguridad global para la conformación de un equilibrio multipolar. China se ha pronunciado una y otra vez sobre la necesidad de arreglar pacíficamente las diferencias, ha hecho el llamado, pero, como dice una canción del cubano Silvio Rodríguez, “el señor de los cañones, no mira al cielo ni lo escucha”.

Un modelo de paz

El proceso de apertura de la política de cero COVID le ha permitido a China actuar con mayor fuerza y decisión para probar al mundo que el modelo de paz que propone es eficaz cuando existe la voluntad de quienes en él participan. El ejemplo reciente de que ello es posible fue la intermediación de China entre los viejos archienemigos: Arabia Saudita e Irán. Con ello se muestra que, cuando hay disposición, se puede avanzar. Ahora bien, la pregunta obligada que debemos hacernos es si Estados Unidos está dispuesto a hacer la diferencia, es decir, si tiene la disposición de entablar relaciones pacíficas con el mundo. Lamentablemente la respuesta nos la da la historia y su actitud guerrerista e intervencionista: no estarán dispuestos a sucumbir a sus afanes supremacistas, razón por la cual se presenta un reto para China que, en última instancia, y repito, en última instancia, deberá estar lista para defender el desarrollo propio y de la humanidad con la fuerza de un pueblo que ha sabido construir con tanto trabajo una nación próspera, desarrollada y pacífica, pero también, como dijo Silvio Rodríguez, “comprendió que la guerra, era la paz del futuro”. Esto no lo deseamos, de ninguna manera, pero los estadounidenses no tienen amigos, solo tienen intereses y los harán valer. Por ello, el pueblo chino tiene que estar listo, como creo que está, por si llegan esos extremos.

Finalmente, me parece que la gran apertura es una muy buena oportunidad, en primer lugar, para China misma, pues le permitirá fortalecer el mercado interno. Le permitirá trabajar también en la formación del desarrollo de sus propios microchips para no depender de los demás. Le permitirá incrementar aceleradamente el comercio con otros países y, particularmente, con México y con América Latina con un mercado de 662 millones de habitantes.

Pero también, a nivel internacional, la tarea de impulsar la paz ha comenzado a dar resultados, como es el caso de Arabia Saudita e Irán, y es buena señal la reunión con el presidente de Rusia, lo mismo que con el presidente de Francia y la representante de la Unión Europea, que habló del respeto del principio de una sola China. Por eso, creo que estamos en condiciones de decir que la gran apertura es un acierto que profundizará el desarrollo de China y, con ello, el desarrollo del mundo; a la vez que representa una gran esperanza para impulsar el desarrollo global, multipolar, amigable con el medio ambiente y próspero para toda la humanidad.

This article is from: