Centro de Investigación Aplicada • 02 de Julio del 2014 • No. 20
LA REDUCCIÓN DE LA BRECHA EN INFRAESTRUCTURA: CAMINO HACIA EL CRECIMIENTO Ivana A. Muñoz Saldaña Universidad Nacional de Ingeniería ivanamunoz92@gmail.com nte los últimos datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en el mes de abril se ha registrado un descenso en la tasa de crecimiento del PBI, el cual sólo creció en un 2.03 por ciento. Esta caída es explicada principalmente por el descenso del sector minería e hidrocarburos y construcción. La caída en el sector minería e hidrocarburos se explica en un descenso de la producción de zinc y de oro debido a una menor demanda de China, la postergación del inicio de las operaciones comerciales del proyecto de cobre Toromocho y la culminación del proyecto Pierina en la producción de oro. En el caso del sector construcción se registró una caída de 8.89 por ciento explicado por la reducción de la inversión pública en un 15 por ciento dado la baja ejecución del gasto en inversión de los gobiernos regionales y locales. En este artículo me enfocaré en el análisis del sector construcción y su importancia para la economía.
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En realidad, el sector construcción es uno de los más dinámicos de la economía, pues sus actividades involucran a otras industrias relacionadas; es así, que muchas veces se asocia el crecimiento del sector con el desarrollo de la economía de un país. Un componente importante en el sector construcción es la infraestructura, la cual está enfocada en carreteras, agua y saneamiento, riego, electricidad, cárceles, ferrocarriles, salud y educación. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la infraestructura es el mejor medio para que los
bienes y servicios ayuden a generar prosperidad y crecimiento, lo cual se puede corroborar con el planteamiento de algunas teorías de crecimiento que señalan a la inversión en infraestructura como motor de la economía de un país. Asimismo, se debe considerar que invertir en infraestructura genera un efecto multiplicador, logrando externalidades positivas en diferentes sectores de la economía. Esto permitiría reducir la pobreza, las necesidades de educación, salud, medio ambiente y seguridad ciudadana. Por eso se concluye que el avance en la infraestructura es la manera más eficiente de hacer inclusión social.
"invertir en infraestructura genera un efecto multiplicador...el avance en la infraestructura es la manera más eficiente de hacer inclusión social." Ahora bien, conociendo la importancia de este sector hay que preguntarnos cuáles han sido los avances de nuestro país en este tema analizando la evolución en la brecha de infraestructura. Según la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), y algunas otras organizaciones, estiman que esta brecha supera los 40,000 millones de dólares. Además, el Foro Económico Mundial en su Reporte de Competitividad Global 2013-2014 señala que el Perú presenta bajos índices en calidad de infraestructura, ubicándose en el puesto 91 con un índice de 3.5, inferior al de varios países en nuestra región como Chile, Brasil y Uruguay, cuyos índices son 4.54, 4.02 y 4.31 respectiva1
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mente. Estos resultados se constatan en que nuestro país solo ha invertido un promedio de 2,500 millones de dólares anuales en la última década, lo que representa el 2.3 por ciento del PBI, por debajo del promedio registrado en la región (3 por ciento). Ante la situación descrita, el Estado está intentando cerrar la brecha existente, es así que se han dado las concesiones para proyectos como la línea de transmisión de Moyobamba − Iquitos, el primer teleférico de Kuélap y el proyecto del gasoducto del Sur Peruano que se ejecutarán a partir del 2015, con el fin de promover el dinamismo del sector construcción y que podría reducir la brecha de infraestructura. Además, desde el año pasado el gobierno ha reestructurado un equipo técnico de Pro inversión y se ha creado en el Ministerio de Economía y Finanzas un comité Especial de Proyectos de Inversión Pública, el cual reformula proyectos que no estén en etapa de ejecución, cuyo objetivo es la provisión de infraestructura y la prestación de servicios públicos prioritarios. Sin embargo, la realidad es que el camino que nos falta recorrer para alcanzar los niveles en infraestructura comparables a países desarrollados es aún muy largo, pues, como lo menciona la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), se estima que para el 2021 la actual brecha en infraestructura prácticamente se duplicará, llegando a nece-
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sitarse 88,000 millones de dólares, lo que se traduciría en invertir 8,800 millones de dólares al año; esto equivale a cerca del 5 por ciento del PBI.
"es necesario incentivar la capacitación de personal en el sector público que cuente con la formación y experiencia para diseñar y supervisar proyectos" Para alcanzar estos niveles requeridos en inversión de infraestructura, es necesario fortalecer el desarrollo de asociaciones público-privadas (APP) ya que en lugar de que el gobierno asuma todos los riesgos asociados al llevar a cabo una obra pública, estos pueden ser trasladados al sector privado o aquel que este en mejor condiciones de enfrentarlo. Además, es necesario considerar que estos riesgos involucran los costos de mantenimiento, que por lo general el Gobierno no llega a solventar después de la ejecución de la obra pública, dándose la posibilidad de llegar al punto extremo de la pérdida de todo lo invertido a causa del deterioro. Por último, es necesario incentivar la capacitación de personal en el sector público que cuente con la formación y experiencia para diseñar y supervisar proyectos, con el fin de reducir los problemas de corrupción y la mala gestión de los recursos.