CRISTO REDENTOR
Visitar Río de Janeiro sin echar al menos una mirada al famoso Cristo Redentor es como comer un helado de chocolate sin chocolate. Ese fantástico monumento inaugurado en 1931 es el ícono de la capital mundial del Carnaval.
Fue construido a 710 metros de altura, y se le reconoce como una de las nuevas Siete Maravillas del mundo moderno.
Un claro ejemplo de su importancia en el imaginario co lectivo puede verse en la película norteamericana 2012, cuando una de las escenas que dramatiza el derrumbe del mundo nos aterroriza con un terremoto en Río de Janeiro y la destrucción de la enorme estatua. Sin embargo, lo cier to es que esta aún se encuentra de pie en la cima del cerro del Corcovado, donde los turistas pueden disfrutar de una hermosa panorámica de la ciudad.
El Cristo Redentor o Cristo de Corcovado nos muestra a Jesús de Nazaret con los brazos abiertos hacia Río de Ja neiro. Es considerada como una estatua art déco, y con sus 38 metros es la más grande del mundo. Fue construi da a 710 metros de altura, y es una de las nuevas Siete Maravillas del mundo moderno.
La idea de un monumento religioso para la ciudad surgió del sacerdote católico Pedro Maria Boss, quien para su construcción solicitó financiamiento a la princesa Isabel de Brasil, en el año 1859. Sin embargo, por el desinterés de la princesa, nada se hizo en todo lo que restaba del Imperio. Recién se retomaría el proyecto en 1921, cuan do se aproximaban los festejos por el centenario de la in dependencia del Brasil. El proyecto fue desarrollado por el arquitecto brasileño Héctor da Silva Costa, teniendo en cuenta los croquis del pintor carioca Carlos Oswald, mien tras que la construcción de la imagen fue encargada al es cultor francés Paul Maximilien Landowski.
La construcción de la obra comenzó en 1926 y demoró cinco años en terminarse. Las grandes piezas de la esta tua fueron trasladadas hasta la cima por medio del tren del Corcovado. Debido a las difíciles condiciones para su
construcción (una base donde apenas cabía el andamio, los fuertes vientos que corrían en la altura y el hecho de que se tratara de una estructura con brazos extendidos al vacío y cabeza inclinada), la obra fue considerada como “un verdadero desafío a la ingeniería”. Sin embargo, se considera como uno de sus logros, el hecho de que na die muriera por accidente durante los trabajos. Algo poco usual en la época tratándose de proyectos de semejante envergadura.
La construcción es de hormigón armado y pesa más de mil toneladas. El revestimiento utilizado en la obra es la “piedra-jabón”, un material en cierta medida débil, al pun to que puede ser rayado por la simple presión de las uñas, pero que, sin embargo, es extremadamente resistente al paso del tiempo, ya que no se deforma ni se raja con los cambios de temperatura.
El Cristo Redentor fue inaugurado el 12 de octubre de 1931. Estaba previsto que para ese día, la iluminación de la estatua fuese accionada desde Italia, más precisamen te desde la ciudad de Nápoles, donde el científico italiano Guillermo Marconi emitiría una señal eléctrica que, luego de pasar por una estación receptora en Inglaterra, sería retransmitida a una antena situada en el barrio de Jacare paguá, en Río de Janeiro. Debido al mal tiempo, la hazaña no fue posible y los cariocas debieron conformarse con una iluminación accionada localmente.
Entre los cientos de miles de turistas que han visitado la estatua, se encuentran algunos famosos personajes como Albert Einstein, el Papa Juan Pablo II, Diana de Gales, el rey Alberto II de Bélgica y Michael Jackson.
Roma cuenta con cientos de atractivos para satisfacer a los incontables turistas que recorren la ciudad hambrientos de historia; pero sin duda, ninguno es más emblemático que el Coliseo. Además, es un lugar reproducido hasta el cansancio en cientos de películas de distintos idiomas. Fue un escenario para todo tipo de espectáculos públicos en el antiguo Imperio romano, entre otros las luchas a muerte entre gladiadores y esclavos, o el terrible martirio de los cristianos en la época de Nerón.
Ubicado en el mismo centro de la antigua Roma, el Coliseo fue construido en el siglo I por orden del emperador Vespaciano, y fue denominado Anfiteatro Flavio, en honor a la dinastía Flavia. Más tarde pasó a ser llamado Coliseo debido a la gran estatua “el Coloso de Nerón” que fue edificada junto a este, pero des truida con el paso de los años.
El edificio es un enorme óvalo de 189 metros de largo por 156 de ancho, con una altura de 57 metros. Se lo considera un modelo para los modernos estadios deportivos, debido a su diseño apropiado para los espectáculos populares. La arena donde se desarrollaban los juegos se encontraba vertida sobre una plataforma de madera. Debajo de esta
podía abrirse un subsuelo lleno de túneles y mazmorras, donde se alojaban tanto los gladiadores y prisioneros con denados a muerte, como algunos animales salvajes. Había cuatro enormes cloacas que eran utilizadas para drenar rápidamente el agua con que se inundaba el terreno en las batallas navales (naumaquias), espectáculo que, al pare cer, se representaba para el entusiasmo del público en los primeros años del Coliseo.
El anfiteatro podía albergar a unos 50.000 espectadores, ubicados en ochenta filas de gradas. Obviamente, los lugares más cercanos a la arena, considerados de privi legio, correspondían al emperador (quien se ubicaba en un palco llamado pulvinar), los senadores, magistrados y
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El Coliseo Romano fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1980 y, desde el año 2000, el edificio es iluminado durante 48 horas cuando en algún lugar del planeta se conmuta, o aplaza, la sentencia de muerte a un condenado.
sacerdotes. Este piso (pódium), debido a su cercanía a las fieras salvajes, tenía una red metálica de protección y varios arque ros apostados para casos de emergencia. En el siguiente piso se hallaban los aris tócratas, que no pertenecían al senado. Luego los ciudadanos ricos y, por úl timo, los pobres. La parte más alta del Coliseo, una sección construi da en madera y sin comodidades, se reservaba a mujeres pobres.
El Coliseo sufrió serios daños en el año 217, a causa de un incendio provocado por una tor menta eléctrica. El suelo de madera de su interior quedó destruido, y su re paración finalizó el año 240. En el año 306, con el ascenso al poder
Shutterstock/ Iakov Kalinin Shutterstock/ Steven Bostockde Constantino, el cristianismo fue instaurado en todo el Imperio romano. A partir de entonces el anfiteatro entró en un paulatino declive, ya que la Iglesia no apoyaba esa clase de espectáculos. En el año 435 quedó registrada la última pelea de gladiadores, en tanto que el último espec táculo de lucha de fieras data del año 523. Abolidos los juegos en el siglo VI, el Coliseo pasó a tener diversos usos. En la arena se construyó una pequeña iglesia junto a un cementerio, y en otro sector se instaló una orden monástica. También se utilizó como fábrica y hasta llegaron a alquilarse parte de sus instalaciones para locales comerciales.
Durante el papado de Gregorio Magno, el Coliseo quedó bajo el control de la Iglesia, pero debido a la falta de re cursos para mantenerlo, pronto cayó en total abandono. A esto se suman los terremotos de los años 801 y 847, causantes de grandes destrozos en su estructura. Alre dedor del año 1200, la familia Frangipani se adueñó del anfiteatro y lo fortificó utilizándolo como castillo. Luego de pasar por diferentes manos, en 1312, el Coliseo volvió a manos de la iglesia.
En el año 1349 nuevamente un gran terremoto causó graves daños a la estructura de la edificación, haciendo que el lado extremo sur terminara por derrumbarse. Gran cantidad de las piedras desprendidas fueron utilizadas para construir iglesias, hospitales y palacios. A tal punto alcanzó la expo liación insensata del anfiteatro, que llegaron a arrancarse tanto la fachada de mármol, como las abrazaderas de bron ce que sostenían la mampostería, para ser usadas en otras construcciones. Recién en el año 1749, Benedicto XIV con sagró el monumento como un “lugar santo”, homenajeando a los mártires que fueron ejecutados en su arena.
El Coliseo Romano fue declarado por la Unesco como Pa trimonio de la Humanidad en el año 1980 y, desde el 2000, el edificio es iluminado durante 48 horas cuando en algún lugar del planeta se conmuta, o aplaza, la sentencia de muerte a un condenado. Cabe agregar que el día 7 de julio de 2007, el Coliseo Romano fue designado como una de las nuevas Siete Maravillas del mundo moderno.
ARAB
Construido en la hermosa ciudad de Dubái, Emiratos Árabes Unidos, el Burj Al Arab (“torre arábiga” en idioma árabe) se eleva a una altura de 321 metros, convirtiéndose en el tercer hotel más alto del mundo (lue go del Rose Rotana Hotel y el Hotel Ryug yong). Está situado sobre una isla artificial en el golfo Pérsico, que se encuentra a 270 metros de la playa, y se une a tierra firme por una carretera.
El edificio comenzó a construirse en 1994 con el diseño del arquitecto Tom Wright, y fue inaugurado oficialmente el 1 de di ciembre de 1999. Su costo final fue nada menos que 5.500 millones de dólares.
cuadrados, mientras que la más grande llega a cubrir 780 metros. Los precios van de 2.500 a 40.000 dólares por noche. Siem pre y cuando uno no escoja pasar la noche en la Suite Real, cuyo valor alcanza la mó dica suma de 137.716 dólares. Se trata de una de las quince habitaciones de hotel más caras del mundo, según un ranking elaborado por CNN Go en 2012.
El hotel cuenta con sesenta pisos y en su punto más alto contiene un helipuerto. En este fue escenificada una cancha de tenis para un corto publicitario, protagoniza do por Roger Federer y Andre Agassi. Lo cierto es que, en contra de la creencia de muchos, no existe realmente una cancha en ese lugar.
Pese a sus dimensiones, el Burj Al Arab tiene solamente 202 habitaciones en sui te. La más modesta es de 169 metros
La diseñadora china Khuan Chew dirigió la decoración interior del edificio, utili zando grandes cantidades de mármol, terciopelo y hojillas de oro. Se dice que a seis meses de la inauguración, el jeque de Dubái visitó el hotel para chequear los detalles finales de la obra y, si bien estuvo más que satisfecho con la ma jestuosidad de las habitaciones, mani festó su decepción con el atrio, ya que, según él, no transmitía el lujo y la gran deza que había proyectado para el Burj Al Arab. Fue así que Khuan Chew debió rediseñar el atrio agregando colores bri llantes, fuentes de agua danzante y acua rios enormes.
CUALQUIERA QUE TENGA LA SUERTE DE VISITAR DUBÁI PUEDE GOZAR DE SUS MAGNÍFICAS PLAYAS DE AGUAS CRISTALINAS Y SABOREAR LOS MÁS DELICIOSOS MANJARES ORIENTALES, PERO ADEMÁS, PUEDE ALOJARSE EN UNO DE LOS HOTELES DE LUJO MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO, QUE REPRODUCE EL DISEÑO DE UNA ENORME EMBARCACIÓN A VELA.
HOTEL BURJ AL ARAB
A la hora de ir a comer, hay que tener en cuenta que el hotel tiene nueve restau rantes. Uno de ellos, el Al Muntaha, se encuentra situado a 200 metros de altura y ofrece una impre sionante vista panorámica de la ciudad de Dubái. En el otro extremo se halla el restaurante Al Mahara, construido bajo el mar. Allí se puede comer pes cado mientras observa, a través de un gran vitral, los movimientos de la fauna marina, como si se encon trara en un impresionante acuario. Y algo no menos
importante, las cocinas están gobernadas por los más re conocidos chefs.
Oficialmente, el Burj Al Arab es un hotel de lujo “cinco estrellas”, pero se lo sue le reconocer como el único hotel de “siete estrellas” en el mundo. Este concepto se debe al reporte de una pe riodista británica el día de la preapertura del hotel, quien escribió en su artículo que el Burj Al Arab está “por enci ma y más allá de lo que ella había visto jamás”. De ahí su propia y justificada califica ción de siete estrellas.