EL FUTURO EN MONITOR REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DEL AGUA El agua, junto con la tierra, el aire y el fuego, conforman los cuatro elementos de la naturaleza, la base de la vida. La humanidad siempre se ha desarrollado mediante los recursos hidrológicos. Es más, el hombre mismo está compuesto aproximadamente por un 65% de agua. El agua tiene un valor económico, social y ambiental en todos los usos a los que se destina y por tanto su análisis, administración, planificación y en general la gestión integrada a este recurso debe contemplar las relaciones existentes entre economía, sociedad y medio ambiente, en el marco geográfico de las cuencas que son los espacios físicos en donde se verifica el ciclo hidrológico. En noviembre del 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas afirmó que el acceso a cantidades adecuadas de agua limpia para uso doméstico y personal es un derecho humano fundamental de toda persona. La decisión sostiene que la suficiencia de agua no debe interpretarse de manera restringida por mera referencia al volumen del agua y a las tecnologías. El agua se debe tratar como un bien cultural y social y no esencialmente como un commodity económico. Este cambio en el perfil del valor del agua coadyuva a los gobiernos y a los foros internacionales a unificar criterios y asumir compromisos para abordar con responsabilidad y eficacia el futuro mundial del agua. No es de extrañarse que pocos podrían perdonar el hecho de concluir que el vaso de la tierra está medio vacío, antes que medio lleno.
Superficie Mundial cubierta de Agua
% de Agua Salada del total de la Superficie Mundial de Agua
% de Agua Dulce del total de Superficie Mundial de Agua
70%
97.5%
2.5%
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CONTEXTO MUNDIAL DEL AGUA El 70% de la superficie mundial está cubierta por agua. De ese 100 por ciento acuático, el 97.5% es agua salada. Y del restante 2.5% que es agua dulce, casi las tres cuartas partes se encuentran congeladas en forma de capas de hielo, en los polos y las cumbres de las montañas más altas. El 30% del agua dulce mundial se encuentra en la humedad del suelo y en los acuíferos profundos. Solo el 1% del agua dulce en el mundo escurre por las cuencas hidrográficas en forma de arroyos y ríos y se deposita en lagos, lagunas y en otros cuerpos superficiales de agua y en acuíferos. Esta es el agua que se repone regularmente a través del ciclo hidrológico. Aunque nos parezca mínima la cifra de sólo 1% de agua dulce disponible para los 6,200 millones de habitantes del mundo, la verdad es que los actuales recursos de agua dulce del planeta son suficientes para satisfacer en casi todo el mundo las necesidades de agua potable, aunque existen disparidades geográficas y sociales considerables que afectan a su distribución. El problema, por lo tanto, no se plantea esencialmente en términos de cantidad, sino más bien de reparto equitativo. La distribución del agua en el mundo: América Latina 48,000 m3, Norteamérica 21,300 m3, Africa 9,400 m3, Europa 4,400 m3. Las regiones más desarrolladas, en promedio, tienen precipitaciones pluviales sustancialmente mayores que los países menos adelantados y han elaborado tecnologías para utilizar el agua más eficientemente. Los ecosistemas de agua dulce han sido severamente dañados: se han perdido cerca de la mitad de los humedales del planeta y más del 20% de las 10,000 especies conocidas de agua dulce en el mundo se han extinguido. Aproximadamente la mitad de los ríos del mundo se encuentran en condiciones de contaminación y agotamiento graves. En áreas como Estados Unidos, China e India, las aguas subterráneas se consumen mucho más rápido que lo que se vuelven a llenar y, así, estas van disminuyendo. Algunos ríos como el Río Colorado en el oeste de Estados Unidos y el Río Amarillo en China a menudo se secan antes de alcanzar el mar.
USOS Y CONSUMO DEL AGUA Cerca del 70% de toda el agua dulce disponible se utiliza para la agricultura. Sin embargo, debido a los sistemas de irrigación ineficientes, particularmente en los países en vías de desarrollo, el 60% de esta agua se pierde al evaporarse o al retornar a los ríos y acuíferos subterráneos. Mejorar el rendimiento de los cultivos, instalar 3
sistemas de drenaje y poner coto al regadío excesivo causante de auténticos desastres ecológicos, son los objetivos que debemos fijarnos. A lo largo del siglo XX las extracciones de agua se multiplicaron por siete y sus usos industriales por treinta en el mundo entero. En los países en desarrollo, entre el 90% y el 95% de los desagües cloacales y el 70% de los desechos industriales se vierten sin depurar en aguas superficiales, donde contaminan las existencias de agua. En muchos países industrializados, los efluentes químicos de fertilizantes y plaguicidas y la lluvia ácida resultante de la contaminación atmosférica requieren costosos procedimientos de filtración y depuración, que consumen mucha energía, a fin de restaurar una calidad aceptable del agua. En el siglo XX el consumo de agua aumentó a un ritmo dos veces más rápido que el crecimiento de la población mundial. Si esta aceleración continúa, dentro de veinte años el promedio de agua disponible por persona habrá disminuido en un tercio. Pese a que el acceso a agua potable y sana se considere cada vez más un derecho, hay 1.200 millones de personas en el mundo, un 20% de la población mundial que sigue sin acceder al agua potable y 2.400 millones, un 40% de la población mundial que carece de servicios de saneamiento. La seguridad alimentaria peligra, los ecosistemas se trastornan y las enfermedades provocadas por la contaminación del agua afectan seriamente a los países en desarrollo, causando la muerte de más de 3 millones de personas cada año. Esa contaminación se ha convertido ya en un vasto problema de sanidad pública. La tarea de transportar agua en muchas áreas rurales recae sobre las mujeres y los niños, quienes, a menudo, deben caminar millas cada día para obtener agua para sus familias. Las mujeres y las niñas también tienden a sufrir más como resultado de la falta de instalaciones higiénicas básicas. A cualquier hora, la mitad de las camas de los hospitales del mundo están ocupadas por pacientes que sufren de enfermedades relacionadas con el agua. El número de niños que han muerto por enfermedades diarreicas en los últimos 10 años es más elevado que el número de personas que han muerto en conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial. 30,000 personas mueren diario por agua contaminada y pobres condiciones sanitarias, esto equivale a 5 veces la tragedia del Word Trade Center de Nueva York, todos los días.
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Los habitantes de los países industrializados utilizan como promedio entre 400 y 500 litros de agua al día. En los países en desarrollo, se considera que la población tiene acceso al agua dulce si puede obtener 20 litros de agua por persona al día sin recorrer más de 1 kilómetro de distancia desde su hogar. En muchas zonas, la población tiene que vivir con una menor cantidad de agua. Esto contrata con las cifras que señalan que un estadounidense utiliza como promedio unos 1,140 litros para regar su jardín. En el espacio de un siglo, los vertidos de aguas residuales se han multiplicado por veinte y las contaminaciones dispersas ocasionadas por la agricultura (nitratos, plaguicidas, etcétera), la industria y el desarrollo urbano siguen representando una amenaza para las reservas de agua. En la descarga de un retrete en el mundo desarrollado se utiliza tanta agua como la que utiliza una persona en el mundo en desarrollo para lavar, limpiar, cocinar y beber, como promedio. Las soluciones exclusivamente tecnológicas para la escasez de agua probablemente tendrán efectos limitados. La desalación del agua de mar es costosa y actualmente representa menos de 1% del volumen de agua que consumen las personas. El costo de convertir agua de mar en agua potable se estima de $7.00 dólares por cada mil galones. Si se trata de convertir agua de río en agua potable, el costo será de $0.30 dólares por cada mil galones. Las pérdidas de agua debido a filtraciones, conexiones clandestinas y desechos suman cerca del 50% de la cantidad de agua que se usa para beber en los países en vías de desarrollo. Cuánto agua me gasto en: Tomar un baño / ducha
56 a 115 lts.
Lavar los trastes (mano o máquina)
53 a 230 lts.
Lavar la ropa
190 lts.
Lavar el coche (máquina)
400 lts.
Lavarse los dientes
4 litros
Cocinar
40 lts
Beber
2 litros
WC
7 a 28 lts.
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CONFLICTOS POR EL AGUA El centro de la negociación y elaboración de tratados en el último siglo ha cambiado de la navegación hacia el uso, desarrollo, protección y conservación de los recursos hídricos. Se han negociado acuerdos legales sobre el tema de compartir el agua incluso entre los enemigos más implacables; y aún se han mantenido cuando conflictos sobre otros temas han persistido. Pese a las posibilidades latentes de que se produzcan conflictos, durante los últimos 50 años ha habido únicamente 37 controversias graves con estallidos de violencia. En el mismo período se negociaron y firmaron 157 tratados. Las controversias se producen generalmente entre tribus, sectores que utilizan el agua o Estados y provincias. En los tiempos modernos, no ha estallado ninguna guerra por recursos hídricos en litigio. De hecho, hay que remontarse a 4.500 años atrás para encontrar el único ejemplo histórico de una verdadera "guerra del agua", la que se produjo entre las ciudades-Estado de Lagash y Umma en el TigrisÉufrates.
PROSPECTIVA DEL AGUA Los 147 líderes mundiales que asistieron a la Cumbre del Milenio de la ONU en el año 2000 y en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, en el 2002, establecieron la meta de reducir a la mitad, para el 2015, la proporción de personas sin acceso a agua potable limpia. Es decir, no sería de un 20% de la población mundial, sino de un 10% aproximadamente. Mientras en los últimos 70 años la población mundial se ha triplicado, la utilización de agua se ha multiplicado por seis. En todo el mundo, se utiliza un 54% del agua dulce disponible anualmente. Hacia 2025 esa proporción podría aumentar hasta el 70%, debido exclusivamente al crecimiento de la población o—si el consumo per cápita llegara en todos los países al nivel alcanzado en los países más desarrollados—, al 90%. En el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31 países sometidos a estrés hídrico o afectados por escasez de agua. Hacia 2025, 3,000 millones de personas estarán viviendo en 48 de esos países. Hacia 2050, 4,200 millones de personas (más del 45% del total mundial) estarán viviendo en países que no pueden satisfacer el requisito de contar con 50 litros de agua por persona y por día para atender a las necesidades humanas básicas. Mientras que existe un acuerdo sobre la necesidad apremiante de mejorar la gestión del agua, hay, de otro lado, diferencias de política en cuanto a cómo hacer esto. Algunos sostienen que el acceso al agua potable limpia y al saneamiento es un derecho humano para el cual los gobiernos están obligados a brindar servicios. Otros 6
señalan que el agua es un bien económico que debería brindarse de la manera más efectiva en cuanto a costos, lo que incluye esquemas orientados al mercado y la privatización de ciertos componentes de distribución de agua como opciones. Muchos gobiernos optaría por un enfoque híbrido. Los países que han concentrado sus esfuerzos en mejorar el acceso al agua y a los servicios de saneamiento han logrado progresos. En Sudáfrica, por ejemplo, 14 millones de personas de una población total de 42 millones, carecían de acceso a agua potable limpia en 1994. Pero en siete años, Sudáfrica ha reducido a la mitad antes de lo programado- el número de personas que no disfrutaban de este servicio. Si las metas actuales se logran, Sudáfrica logrará, para el 2008, su objetivo de abastecer a cada individuo con agua potable y con servicios de saneamiento. Actualmente, el sector privado maneja el sistema del agua para sólo el 7% de la población mundial. Se espera que esta cifra se duplique para el año 2015. En el presente, se estima que el manejo privado del agua es de 200 mil millones de dólares por año de negocios. Las proyecciones del Banco Mundial señalan que se podría alcanzar mil billones de dólares al año para el 2021. En la actualidad, cerca del 40% de la población mundial vive en áreas con problemas hídricos de un nivel moderado-alto. Se estima que para el año 2025 aproximadamente dos tercios de la población mundial, es decir 5.5 mil millones de personas, vivirán en áreas que enfrenten dichos problemas hídricos. Las mujeres masai, en Africa, se han sumado a una iniciativa pionera de lucha contra la sequía que promete reducir mucho el tiempo que dedican a buscar y reunir agua limpia y salubre suficiente. El proyecto consiste en recoger agua de lluvia usando contenedores especiales de bajo costo y excavar pequeños depósitos o bateas de tierra. De esta manera las mujeres pueden recoger agua dulce y no contaminada cerca de sus hogares, sin tener que trajinar muchos kilómetros. Hasta la fecha se han instalado depósitos con capacidad para recoger unos 520.000 litros de agua de lluvia en tres lugares de Kenya. Uno de los beneficios secundarios futuros del proyecto serán los huertos familiares, dado que la tierra húmeda alrededor de los depósitos ofrece condiciones ideales para el cultivo de pequeñas parcelas. En 1994, cuando el nuevo gobierno democrático asumió el poder en Sudáfrica, unos 14 millones de personas de los 42 millones que integran la población de ese país, carecían de agua potable. Para 2001 el número de personas sin acceso al agua potable se había reducido a 7 millones. De cumplirse los objetivos previstos -según el Ministro de Recursos Hídricos y Forestales de Sudáfrica- toda la población tendrá acceso al agua potable para 2008. Para atender a las necesidades de los 3.000 millones de personas más que se prevé que vivan en el planeta para el año 2050, es necesario proporcionar servicios de alcantarillado a 383.000 nuevos usuarios diariamente. 7
En la actualidad se reconoce que la concienciación respecto de la higiene y los cambios en las actitudes del público son elementos esenciales para prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. La iniciativa para promover el abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene para todos (WASH) es una campaña concertada de promoción y comunicaciones orientada a movilizar la concienciación política, el apoyo y la adopción de medidas para poner fin al sufrimiento de 1.200 millones de personas que carecen de acceso al agua apta para el consumo y de 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado. La iniciativa se concentra en la enseñanza de las normas básicas de saneamiento e higiene a los escolares y las comunidades, haciendo especial hincapié en la educación de las niñas, como complemento necesario para el logro de buenos resultados de los proyectos de creación de infraestructura para el abastecimiento de agua y el saneamiento. La iniciativa, que se aplica en más de 30 países, es coordinada por el Consejo de Colaboración para el Abastecimiento de Agua Potable y el Saneamiento Ambiental por conducto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría de las Naciones Unidas. Proteger las existencias de agua contra los contaminantes, restaurar los cursos naturales que alimentan los sistemas fluviales, ordenar el riego y el uso de productos químicos y poner coto a la contaminación atmosférica industrial son medidas de importancia crucial para mejorar la calidad y la disponibilidad del agua. Por más que se insista en la cultura de la previsión y prevención siempre existirán los derrochadores, por tanto hay que empezar a buscar fuentes alternas. A largo plazo, pensando en los próximos 150 años, el hombre tendrá que empezar a desarrollar tecnologías que permitan el deshielo y así aumentar ese 2.5% de agua dulce. También habrá que seguir avanzando en los procesos de desalinización del agua de mar. La posibilidad de agua en Marte, seguirá siendo explorada.
AGUA EN MÉXICO Dos terceras partes del territorio nacional son zonas áridas y semiáridas, y en ellas se concentra la mayor parte de la población y actividad económica. En estas zonas donde se concentra el 77% de la población se genera sólo un 28% del escurrimiento natural y se produce el 84% del Producto Interno Bruto. Esta situación ha propiciado una fuerte competencia por el agua, la contaminación del recurso y la sobreexplotación de acuíferos. El 70% del volumen de agua que se suministra a las ciudades proviene del subsuelo, con lo que se abastecen aproximadamente 75 millones de personas, 55 de centros urbanos y unos 20 millones del medio rural. 8
El 67% de las lluvias en el país ocurre de junio a septiembre, lo que dificulta su aprovechamiento, dado su carácter torrencial en la generalidad de los casos. La disponibilidad natural teórica per cápita es de 4,900 metros cúbicos por habitante por año, cantidad 40% inferior a los de Estados Unidos y tan sólo el 14% de la disponibilidad per cápita de Canadá. De acuerdo a la Comisión Nacional de Agua (CNA): “Alrededor del 93% de las aguas en los principales ríos, lagos y presas en México están contaminadas en algún grado”. De los 474 estaciones superficiales que se analizaron en el 2000, se encontró lo siguiente: 17.6% está “levemente contaminada”, 58.4% “contaminada”, 6.6% “fuertemente contaminada” y 10.3% ”excesivamente contaminada”. Solo en 0.2% se considera de calidad “excelente”. El consumo humano (según CNA) requiere calidad mínima de “contaminada”. Descargas de Aguas Residuales en México por sector: Agricultura 62%, Residencial Urbano 28%, Industria 10%. Descargas total por año 9.35 kilómetros cúbicos En materia de servicios, la situación es delicada. En el medio rural, existen 9 millones de habitantes que carecen de agua potable y 17 millones de alcantarillado. En México, 280 mil hectáreas son regadas todos los días con aguas negras sin tratamiento alguno. Esto nos hace el país No. 1 de Latinoamérica en este rubro. En México, en 1950 la disponibilidad del agua era de más 11,000 metros cúbicos por habitante al año. Hoy, es apenas cerca de 4,800. Para 2025 será de 2,500 metros cúbicos por habitante por año. En una ciudad "de primer mundo" el desperdicio de agua por fugas es entre un 14 y 20%. La ciudad de Saltillo pierde entre: 50 y 56%; la Ciudad de México: 40%; La ciudad de Monterrey: 37%. El promedio más bajo para América Latina es Minas Gerais, Brasil con 20%. En el mundo el porcentaje más bajo es del 10% y lo tiene París, Francia. En la Zona Metropolitana del Valle de México, los problemas para llevar el agua a sus habitantes se traducen en traerla de lugares cada día más alejados, recorrer grandes distancias y tener que subirla mediante bombeos hasta los sitios de consumo, como ejemplo tenemos el Sistema Cutzamala que se ubica en el Estado de México, en la cuenca del Río Balsas, los caudales recorren una distancia de 170 Km., y mediante un sistema de bombeo se eleva 1,200 metros, son grandes esfuerzos que nos deben obligar a usarla con responsabilidad. En la Ciudad de México, el déficit por agua es de 3 mil litros por segundo más 8 mil litros por segundo de la zona conurbada con el Estado de México (950 mil metros cúbicos cada día). Traerla no basta, hay que mantenerla en buen estado, lavar los tinacos o cisternas cada seis meses, y hacer un uso eficiente del agua. 9
TAREAS PRIORITARIAS PARA MÉXICO Reutilización de aguas residuales. El uso de aguas residuales tratadas es una práctica se ha desarrollado en países con problemas de escasez, como Sudáfrica, Arabia Saudita, Paquistán. Se apuesta a que esta práctica crezca en México, toda vez que se utilizan en la actualidad en el país en el riego agrícola. ética. Avanzar en el saneamiento integral de las cuencas e introducir patrones de utilización de agua más eficientes en riego, uso doméstico y uso industrial, a fin de preservar la disponibilidad y calidad futuras del recurso. Administrar el agua de manera más eficiente, a través de la descentralización progresiva y constante de programas y funciones a los usuarios y autoridades locales. Proteger a la población y a las área productivas de las inundaciones y sequías. Fomentar el desarrollo tecnológico para el uso eficiente del agua. Es la sabiduría para utilizar la tecnología, y así lograr que el agua contaminada sea otra vez agua limpia. Impulsar el desarrollo de la infraestructura de tratamiento de aguas residuales y el reuso de aguas residuales tratadas, con el objeto de rescatar caudales de agua potable y utilizar agua residual tratada en los procesos que no requieren dicha calidad. Capacitar técnicamente al personal en la detección y reparación de fugas y reducir en un 10% éstas a largo plazo, lo que traerá como consecuencia contar con la recuperación de caudales para abastecer a la población. Promover la sustitución de muebles y accesorios de bajo consumo y la reparación de fugas en escuelas y edificios públicos. Disminuir el consumo en litros por habitante por día, haciendo un uso más eficiente del agua. Promover el incremento de las eficiencias de los organismos operadores del servicio y fomentar una cultura de pago de los mismos; ya que de 100 m3 de agua que se dispongan, en la actualidad se pierde el 30% en fugas, con lo cual tenemos disponible 70 m3, si de éstos únicamente se paga el 50%, realmente estamos cobrando 35 m3. Crear conciencia del costo del suministro del agua, para que el usuario esté dispuesto a pagarla. Realizar campañas masivas de comunicación social sobre el tema, dirigidas a la población en general. 10
Desarrollar la Cultura del Agua: un conjunto de costumbres, valores, actitudes y hábitos que un individuo o una sociedad tienen con respecto a la importancia del agua para el desarrollo de todo ser vivo, la disponibilidad del recurso en su entorno y las acciones necesarias para obtenerla, distribuirla, desalojarla, limpiarla y reutilizarla. Esta cultura lleva consigo el compromiso de valorar y preservar el recurso, utilizándolo con responsabilidad en todas las actividades, bajo un esquema de desarrollo sustentable, además de transmitirla como parte de su interacción social. Promover en el sistema educativo estatal la cultura del agua, desarrollando en los libros de texto de primarias y secundarias, el tema del uso eficiente y ahorro del agua, fomentando la capacidad de su personal docente, así como dirigir a la población infantil campañas de concientización sobre la materia.
INVERSIONES REQUERIDAS Generalmente, la creencia popular sostiene que el agua es un bien común y una necesidad básica que puede ser mejor ofrecida por el sector público a un costo muy bajo. Como resultado, el costo total del suministro de agua rara vez se carga a los consumidores. Incluso en los lugares donde las tarifas se cargan a los usuarios industriales, éstas se basan normalmente en los costos promedio e ignoran los costos reales de externalidades como la eliminación de los residuos del agua y los "costos de oportunidades" tales como los beneficios que se pierden por no buscar usos alternativos al agua. Así como sucede con otros servicios de infraestructura como electricidad, telecomunicaciones y transporte, muchos países en vías de desarrollo dependen de los servicios públicos estatales para financiar y para operar los servicios de agua y de saneamiento. Sin embargo, debido a los recursos financieros y humanos limitados, los resultados son con frecuencia una baja productividad y un servicio y cobertura ineficientes. Esta situación de escasez de recursos públicos para la inversión hidráulica, ha generado la participación del sector privado en obras y mantenimientos relacionados con el agua. No obstante, la creciente participación del sector privado en el manejo de los recursos hidráulicos viene acompañada de duras críticas. Hay informes que hablan de servicios operados por el sector privado que se realizan con contaminantes peligrosos, tuberías que gotean y que no son reparadas por semanas y, sobretodo, con precios elevados que ponen a la gente pobre en una posición de tener que escoger entre el agua y la comida. En Cochabamba, la tercera ciudad más grande de Bolivia, los precios aumentaron en un 35% luego de que un consorcio privado se hiciera cargo del sistema de agua de la ciudad en 1999. Esto generó en prolongadas protestas callejeras. El contrato con el proveedor fue rescindido menos de un año después. 11
Los intentos de algunos gobiernos de los países en desarrollo de adoptar enfoques del sector privado han servido como lecciones dolorosas. Cuando el gobierno de Sudáfrica intentó terminar con los subsidios del agua en el 2000, el resultado fue que millones de personas pobres se vieron obligadas a usar agua de los ríos y lagos contaminados, causando uno de los brotes de cólera más grandes del país. Opositores a la privatización sostienen que el agua es un derecho humano y que se debe garantizar a todos un acceso adecuado y equitativo sobre una base no lucrativa. No obstante, se puede lograr el equilibrio. Los gobiernos podrían transformar su rol de exclusivos financieros y proveedores de servicios de infraestructura en rol de facilitadores y reguladores de los servicios ofrecidos por el sector privado. Los contratos tendrían que estar bien diseñados, con el balance correcto de las normas y penalidades mínimas, así como incentivos. En todos los casos, el gobierno debe estar comprometido con la supervisión y regulación general. Una opción que está siendo probada en algunos países es que los gobiernos paguen parte de la factura del agua que consumen los hogares pobres y que cumplen con ciertos criterios bajo un enfoque de subsidios directos. Más allá del mínimo básico, los consumidores tendrían que pagar tarifas en aumento por unidad utilizada. Esta sería una alternativa frente a la de permitir que el precio del agua caiga, en forma indiscriminada, por debajo de los costos económicos. Según el Banco Mundial, los gobiernos son responsables de casi el 75% del financiamiento y el sector privado de cerca del 11%. El restante 14% de financiamiento proviene de las agencias de ayuda externa. Las circunstancias que vive el mundo son, de hecho, propicias para la cooperación. Hay 263 cuencas internacionales que cruzan las fronteras políticas de dos o más países. Estas cuencas, en las cuales vive aproximadamente el 40% de la población mundial, cubren cerca de la mitad de la superficie de la tierra y representan un estimado del 60% del flujo global de agua dulce. Un total de 145 naciones incluyen territorio dentro de las cuencas internacionales y 21 países se encuentran ubicados totalmente dentro de cuencas internacionales.¹ El acceso al agua y al saneamiento, tan crucial para el desarrollo y bienestar humano, se ha convertido en la actualidad en una prioridad para la comunidad internacional. Para enfatizar la necesidad de una acción inmediata, Naciones Unidas ha declarado el 2003 Año Internacional del Agua Dulce. Brindar agua potable limpia y servicios de saneamiento a quienes no los tienen, requiere de una inversión masiva -estimada en 14-20 mil millones de dólares por año además de los actuales niveles de gastos anuales de 30 mil millones de dólares a nivel mundial. Se estima que el costo de mejorar el suministro de agua y el saneamiento para satisfacer las necesidades humanas básicas de los países en vías de desarrollo es de 12
aproximadamente 20 mil millones de dólares por año -en la actualidad se gasta alrededor de 10 mil millones cada año. A pesar de que existe amplio acuerdo en que se necesita incrementar sustancialmente los actuales niveles de inversión de 70-80 mil millones de dólares por año, los estimados para el nivel de inversión global que se requiere en todas las formas de infraestructura de agua varían a gran escala. De acuerdo con algunos cálculos, se necesita más de 180 mil millones de dólares anualmente.
Para suministrar los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento en México los próximos 25 años, se requieren inversiones anuales del orden de los 3,380 millones de dólares. En un escenario tendencial, de continuar los mismo patrones de consumo, y las condiciones de cobertura de agua y alcantarillado permanecen en la misma proporción que las actuales, y no se contempla la construcción de grandes obras hidráulicas, para el 2025, según la Comisión Nacional de Agua, los requerimientos en México para satisfacer las necesidades se incrementarían en 91 mil millones de metros cúbicos, y la inversión requerida sería del orden de unos 330 mil millones de pesos. En esa proyección de la demanda, de esos 91 mil millones de metros cúbicos, el 67 sería para uso agrícola, el 14% para agua potable y otro 14 par uso industrial.
CONSIDERACIONES FINALES En el futuro, el esquema económico que rige los recursos hidráulicos tenderán a flexibilizarse, toda vez que los gobiernos de los países en desarrollo no podrán hacerse cargo de las inversiones para el sector. Por tanto, le corresponderá al Estado la labor de regulador del sector, así como las campañas educativas acerca del valor que representa el agua para el presente y para el futuro. El valor cultural de agua. Mas la inversión y el mantenimiento habrá que compartirlos con el sector privado. En estas tareas de preservar el agua como recurso finito, le corresponde al Estado mejorar las condiciones de salubridad de la población. Para ello, siempre la escuela, la familia y los medios de comunicación serán los medios adecuados para educar a la población acerca del uso racional del agua y las condiciones de higiene. No obstante, los rezagos en agua potable y alcantarillado seguirán siendo básicos para disminuir el número de enfermedades producto de la carencia de agua o de aguas contaminadas. La base, para un nuevo enfoque económico y de salubridad acerca de los recursos hídricos, será la difusión de la cultura del agua.
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