Sociedad
Psicología
Sociedad
Cuando acabe la emergencia La posguerra y el mundo que se viene
Coronavirus Puedes elegir tu actitud
Trata de personas Visibilizando lo invisible
Ciudad nueva años
URUGUAY | PARAGUAY Mayo 2020 | Nº 5 | Año XL
Chiara Lubich y la Política África Covid-19
Se vende. De ¿Oésta no?salimos juntos Cuidado, solidaridad, empatía y creatividad son los remedios para superar una crisis sanitaria que mañana será socioeconómica, y que también requerirá trabajo, sacrificio y colaboración. Una crisis que puede generar algo nuevo
Sumario Nº 5 Mayo 2020 Año XL
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Editorial El qué y el cómo
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Entrevista El dibujo y el abrazo
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Ciudad nueva Revista mensual internacional editada por el Movimiento de los Focolares
Mens sana Puedes elegir tu actitud
Propiedad de la Asociación Civil Ciudad Nueva
Cultura Rafael, el príncipe de los pintores
Ciudad nueva en el mundo: 36 ediciones en 22 idiomas. Fundada en 1956 en Roma por Chiara Lubich, con la colaboración de Pasquale Foresi.
Sociedad Visibilizando lo invisible
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Sociedad “Cuestionar es el principal instrumento de libertad”
Administración y redacción - Paraguay Independencia Nacional 1076 Asunción Teléfono: (021) 45 13 68 ciudadnueva@focolar.org.uy
Mundo El antivirus de la Fraternidad
Presidente: Alejandro Poirier Director de redacción: Silvano Malini Consejo de redacción: Nelson Benítez, María Sara Corbelle, Adela Giménez, Lidia Iglesias, Santiago Mampel, Eduardo Roland y Claudio Larrique
Zona de diálogo Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo” Cultura de la unidad Ciudades para la unidad
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Especial Chiara es expresión del perfil mariano de la Iglesia
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Focolares Seamos comunidad allí donde estemos
15 Vida en pareja 28 Arte & espectáculo
Página treinta Madre de Dios
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Ciudad nueva - Mayo 2020
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Ciudad nueva
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Vida sana ¡A ordenar las cosas (y la vida)!
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Palabra de vida Mayo 2020 “Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié” Palabra vivida En el amor al cien por ciento
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Editorial
El qué y el cómo
Elaine Casap on Unsplash
Cada uno de nosotros hace lo que puede para sobrevivir a la pandemia, a las medidas de seguridad sanitaria y a las consecuencias de ambas, en un día a día que se hace cuesta arriba. Quien más, quien menos, a todos nos golpea la realidad, y nos preocupa cuánto durarán los tiempos difíciles. Probablemente sea cierto lo que se escucha por ahí: en los momentos críticos, se manifiesta la verdadera naturaleza de cada persona. Y sin embargo, como bien nos recuerda Viktor Frankl, creador de la logoterapia y autor de libro El hombre en busca de sentido (que, por cierto, recomendamos hoy más que nunca), siempre podemos elegir qué actitud asumir ante cualquier tipo de circunstancias (ver nota de pág. 5). Cortando grueso: podemos elegir si optar por el “sálvese quien pueda” o por el “de ésta sólo salimos juntos”. Como lo imaginará el lector, en Ciudad nueva estamos firmemente convencidos de la segunda opción: si hay algo que el coronavirus nos ha enseñado con
meridiana evidencia es cuán interdependientes somos, las personas y los países. Pero alguien podría objetar: ¿cómo puedo siquiera pensar en el “juntos” si tengo que concentrarme en ver cómo conservo o busco una fuente de ingresos suficientes para mí y para mi familia? Y sin embargo, si racionalizamos un instante, veremos que no podemos alcanzar ese objetivo solos. Para poder generar un ingreso necesitamos clientes o usuarios de nuestros productos o servicios, y no los vamos a tener si a esos potenciales colaboradores en la generación de nuestro sustento no les alcanza para llegar a fin de mes. Una lección incontestable nos llega de la historia. Si consideramos los ejemplos más cercanos en el tiempo de cómo una nación se levanta de la postración de una guerra, vemos que la receta incluye al menos tres remedios: trabajo, sacrificio y colaboración. Y ningún país ha salido adelante solo, sin la cooperación de otros.
Nada como la necesidad de resurgir de las cenizas puede confutar la validez de la cultura imperante del “todo ya” y del individualismo. Para conseguir algo valioso, siempre serán necesarios trabajo, sacrificio y colaboración, que requieren esfuerzo y perseverancia. Quienes salieron de una guerra saben que trabajo, sacrificio y colaboración, además de ser necesarios para lo material, pueden también ayudarnos a recuperar la serenidad e incluso la alegría. Depende -una vez más- de la actitud con que los vivamos. Tendremos necesariamente por delante meses -cuando menos- de vida más sobria. Pero eso no quiere decir que no tengamos que apuntar a una vida plena, a todo “bien-estar” que podamos permitirnos, que incluye relaciones sociales satisfactorias, esparcimiento y cultura. Tendremos que ser austeros, pero ojalá podamos ser lo suficientemente creativos también en este aspecto como para poder vivir y no meramente sobrevivir. Ciudad nueva - Mayo 2020
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La columna de Gaspar Diálogo entre personas de diferentes convicciones
Acerca de
Un pasado que ya no es
Hace un año, en la previa de nuestro encuentro mensual, escuchamos una selección de temas de Vitor Ramil, sugestivo, personal, refinado, poético. Y, después, vimos el film La mula, de Clint Eastwood, este incansable productor, director y protagonista, que aún octogenario no baja su ritmo de trabajo. Earl Stone (Eastwood) es un octogenario y honesto veterano de la guerra de Corea, que se convierte en un transportador de droga (“mula” en jerga policial), obligado a ello por apremios económicos y por sus carencias emocionales hacia su familia. Gracias a su edad y su aparente bondadosa personalidad pasa inadvertido ante la Policía y gradualmente se convierte en la mula principal de un poderoso cartel. Con el tiempo, Earl se ve prisionero de esa organización despiadada, y además es perseguido por agentes federales. Anteriormente, el veterano tenía una pequeña granja donde cultivaba y comercializaba lirios. Pero, a principios de este siglo, el negocio dejó de ser re-
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Ciudad nueva - Mayo 2020
dituable, empujándolo a una quiebra que lo llevó a perder casi todo. El pasado ya no es lo que era. Fue en ese momento que, a través de un conocido, trabó vínculos con el cartel de Sinaloa y se convirtió en uno de sus choferes estrella, distribuyendo decenas de toneladas de droga a lo largo de Estados Unidos. Apodado “El Tata” por sus 87 años, fue apresado una década después por la DEA con más de 100 kilos de cocaína en los bolsos que llevaba en la caja de su camioneta. ¿Qué motivó a un anciano de apariencia tranquila a involucrarse en una de las actividades ilegales más peligrosas del mundo? Alrededor de esa pregunta el inagotable Clint Eastwood construye este thriller con tintes dramáticos, y con sus elementos recurrentes sociales, políticos y sentimentales. Como en Gran Torino, aquí se narra el proceso retrospectivo de un hombre que, empujado al abismo de la soledad y la inminencia de la muerte, mira hacia atrás para observar cómo el mundo y su vida han dejado ser aquello que alguna vez fueron.
La primera escena muestra, por si hiciera falta, por qué el pulso clásico de Eastwood es inoxidable. Es una extensa secuencia que pinta, a través de un montaje paralelo, el comportamiento habitual de Earl Stone. Hosco, gruñón, desconfiado y autosuficiente, en él entran todos los personajes anteriores de Eastwood, como si quisiera marcar el peso de su legado a través de la autoconciencia. Esa escena tiene a su hija a punto de casarse y visiblemente nerviosa ante la ausencia paterna, al tiempo que él se pasea muy tranquilo por una convención de floricultores donde es tratado con un respeto que devuelve con caballerosidad y simpatía. Son, entonces, las dos caras de una persona que, como dirá él mismo más adelante, ha priorizado siempre las obligaciones (auto)impuestas por sobre sus responsabilidades familiares. El film muestra cómo el viejo Earl deja de lado sus convicciones, sus principios del pasado. Se ha dado cuenta que no puede vivir en un tiempo que ya no es, que ya ha quedado atrás y a su vez que los hilos del mundo contemporáneo se mueven hacia direcciones distintas a las de antaño. Pero al final -que no se trata aquí de adelantar- hay una paz y equilibrios recuperados, lo que hace que pueda ser un film muy recomendable para debatir en estas tardes de familia en cuarentena.
grupogaspar@gmail.com
*Valoración: Cinedebate
(Cinedebate del 18/05/19) Próxima columna: “El éxito”.
(4,45)
Mens sana
Psicología Recogido por la redacción
Coronavirus
Puedes elegir tu actitud
Bruno Nascimento en Unsplash
Queremos destacar en esta oportunidad las indicaciones que da el doctor José Luis Guinot, médico oncólogo y presidente de la Asociación Viktor E. Frankl de Valencia (España) cuando habla de “elegir la actitud ante la pandemia global”. Según Guinot, el shock que experimentamos frente a la crisis del Covid-19 es asimilable a un diagnóstico de cáncer, “que amenaza nuestra vida de golpe y podría acabar con ella, que rompe todos nuestros planes y produce una ruptura biográfica, un alto en el camino. Para muchos quizás por primera vez se plantea la posibilidad de morir o ver morir a un ser querido. O ver morir nuestra forma de vida, el trabajo, las ilusiones, los proyectos”. Un contexto como éste, afirma, nos pone frente a muchas posibles pérdidas. “En la salud, en primer lugar, ante el riesgo de contagiarse. A nivel emocional por la separación obligada, la falta de contacto, los abrazos, los besos, la distancia. La pér-
dida social ya se avecina, en puestos de trabajo, desempleo, desplome de la economía”. “Y, por supuesto, la pérdida del sentido, en esa dimensión espiritual que nos caracteriza como seres humanos y que necesita saber no sólo el por qué sino el para qué todo esto”, es decir, “adónde nos va a llevar esta crisis global nunca antes afrontada” porque es simultánea, mediática y no distingue las clases sociales, “qué humanidad va a surgir de esta brutal experiencia, en qué apoyamos nuestra fe y nuestra esperanza”. “Como dice Viktor Frankl, no se trata de preguntarnos qué le pido yo a la vida, sino qué nos pide la vida a cada uno de nosotros. Se nos puede privar de libertad, de salud, de medios, de tranquilidad, de proyectos, pero lo que nadie nos puede arrebatar es elegir la actitud ante la adversidad y el sufrimiento”. Cada uno de nosotros tiene en su interior “la capacidad de decidir cómo quiere vivir” este periodo de su vida. Guinot
dice que conviene evitar las siguientes reacciones: Huida. “A ratos es una actitud necesaria, hay que tener un oasis entre tanta información, hay que reír, bromear, desprenderme de noticias difíciles de digerir. Pero no nos podemos quedar ahí”. Amenaza. “El miedo se apodera y no nos deja vivir. Me atrapa el celular y sus mensajes, desconfío de cada persona que me cruzo que puede contagiarme. […] Estamos cada vez más preocupados, antes de que pasen las cosas ya imaginamos escenarios terribles y somos nosotros los que contagiamos preocupación”. Pérdida: “Estamos desbordados, hemos llegado tarde y mal, ya no hay remedio. Es una postura catastrofista que nos sume en la depresión […]. Yo voy a lo mío y me olvido de lo que pueda necesitar el de al lado. Es la peor de las actitudes porque pierde la esperanza y nubla la capacidad de decidir y actuar”. Resignación. Quien asume esta actitud “no ve solo los negros nubarrones, está dispuesto a aguantar, pero se queda parado sin hacer todo lo que sus fuerzas y sus condiciones aún le permiten”. Para combatir estos escenarios, Guinot apela a la voluntad: “Hace falta una decisión firme y convencida, la actitud de lucha. Es sin duda la mejor de las actitudes ante esta crisis. Tengo algo que hacer, debo encontrar qué, preguntarme cada día cuál es mi papel desde mi aislamiento, buscando las carencias de otros que me necesitan”. Toda situación, por difícil que sea, tiene un sentido, afirma Viktor Frankl. Su vida en los campos de concentración demostró que esto no es solo un deseo, sino una realidad. “Siempre hay un motivo para seguir luchando –concluye el profesional–. Unidos venceremos al virus, se oye estos días. Hay que alzar esa voz y que resuene cada mañana en nuestra conciencia”. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Cultura
500 años Mario Dal Bello
Rafael, el príncipe de los pintores En 2020 se celebran los 500 años de la muerte de uno de los mayores genios artísticos renacentistas, un maestro de la estética y de la armonía
La belleza eterna que se encarna en el hombre y la mujer, en la historia personal, en la historia sagrada y en el mito como armonía, una atmósfera de serenidad y compostura que el dolor no puede dañar: esto es Rafael. Amado e idolatrado durante siglos, ya no es tal en éste o, mejor dicho, ya no lo es a partir del romanticismo, que deja de interesarse por la belleza “ideal” y prefiere artistas inquietos como Lotto y Caravaggio, rebeldes y misteriosos como Leonardo o el “divino” Miguel Ángel. ¿Es Rafael impopular? Ciertamente no. Su inconfundible delicadeza todavía tranquiliza a las multitudes que observan las Madonnas, los frescos vaticanos y los fascinantes retratos. A Rafael se lo puede encontrar en museos grandes y pequeños de todo el mundo. Este año, Roma dedicará a él una exposición de más de 200 obras que incluyen pinturas, dibujos y trabajos comparados. Unos cuarenta son de Rafael, e incluyen préstamos importantes: del Louvre (el retrato de Baldassar Castiglione, El Autorretrato con un amigo), del Prado (La Madonna de la rosa), de Washington (La Madonna Alba) y luego de Londres (El sueño del caballero), Budapest, Viena, Berlín y, desde Florencia, la Madonna del Granduca y la Velata. El Vaticano se destaca con la restauración de la Sala de Constantino, donde se descubrieron dos figuras al óleo del Maestro, con las obras maestras de la Pinacoteca vaticana (Madonna de Foligno, Transfiguración) y los famosos tapices exhibidos en la Capilla Sixtina.
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Todo esto y mucho más (exposición en Londres en octubre, congreso en abril en el Vaticano) para redescubrir a un genio cuyo trabajo variado y profundo ha influido en generaciones de artistas durante siglos. Y ciertamente tiene mucho que decir también a nosotros. En busca de la perfección En el antiguo sarcófago emplazado en el Panteón hay una rosa roja, todos los días. Recuerda al hombre que está enterrado allí. Rafaelo Sanzio de Urbino o Raphael Urbinas, como él firmaba, falleció el Viernes Santo de 1520 a la edad de 37 años, el mismo día de su nacimiento (el 6 de abril de 1483). Una tragedia para el arte, tanto que hizo temblar, según la leyenda, el palacio del Papa León X. Era amable Rafael, sociable, disponible para los amigos y los poderosos, generoso con los alumnos. Fue un genio que absorbió lo mejor de los grandes -Perugino, Botticelli, Leonardo, Miguel Ángel, los venetos- y lo hacía suyo, pero con un lenguaje inconfundible, en el que todo se transforma en delicadeza, en suavidad, en belleza perfecta: armonía universal de hombres, cosas y naturaleza. Rafael llegó a Florencia siendo un magister desde sus 17 años, huérfano, procedente de la refinada corte de la familia Montefeltro, en Urbino, un ambiente abierto al arte ibérico y al de Flandes, en el que trabajaba el pintor Giovanni Santi, su padre. En su haber, entre otras cosas, tiene una obra maestra como la Boda de la Virgen (Milán,
1504). Con 21 años, posee el sentido del infinito de su tierra de Umbría, el amor por los espacios inmensos y ordenados, el color dulce como los sentimientos, el de la Virgen María en particular. Y la Virgen -la Madonna- es un personaje que atraviesa toda su trayectoria. En Florencia es rubia, idealizada; en Roma es morena y más “humana”, toda ternura por el niño, bellísimo. Se sienta con su hijo en una naturaleza floreciente (Madonna del cardellino, Madonna del Belvedere...) o en una habitación (Madonna del Granduca, Madonna de la silla ...). Esta mujer luminosa revela lo divino que entró entre nosotros como pureza y verdad, en una idea de belleza y equilibrio que va más allá del dolor. El gran salto a Roma En 1508, Rafael baja a la ciudad papal, recomendado por Bramante, el arquitecto de la nueva basílica de San Pedro que el Papa Julio II quiere construir. Julio tiene ojo para los genios. Le confía la decoración de sus habitaciones. A poca distancia, Miguel Ángel pinta los frescos de la bóveda en la Capilla Sixtina. El toscano es solitario, gruñón. Lo opuesto a Rafael. Los dos nunca serán amigos. Si Miguel Ángel pinta una
visión tremenda, Sanzio narra la historia en atmósferas sosegadas, en coros luminosos (El triunfo de la Eucaristía), en la escena de la investigación filosófica (La escuela de Atenas), en el arte (Il Parnaso) o en el derecho. Colores frescos, luces límpidas, espacios calibrados, un equilibrio clásico de cuerpos y arquitecturas. En la Habitación de Heliodoro, Rafael aborda el drama sagrado. Los colores son más jugosos, las sombras son suaves, lo que crea inventos lumínicos que harán historia. Por ejemplo, en la Liberación de San Pedro. La gran reja, a contraluz del esplendor del ángel blanco y rosa, revela el concierto de tres fuentes luminosas en la noche: la angélica, la luna en el cielo y la antorcha en la mano del soldado. Es una poesía del misterio, fascinante. Como la del mito -el fresco El triunfo de Galatea- que el artista pinta en la Villa Farnesina para su amigo banquero Chigi. Aquí la ninfa ataviada con una capa roja corre con los delfines en el mar, rubia como el ideal de perfección de las mujeres de esa época. ¿Un final necesario? Son años estresantes, los del período romano: frescos, arquitecturas, retratos de la más alta calidad. Baldassar Castiglione -sujeto del homónimo óleo- es un amigo. Sentado como la Gioconda, vestido de gris suave, expresa todo en los ojos claros. En ellos hay una luz límpida y serena que dice la dignidad del
hombre. Es la epifanía del Renacimiento. Este sublime equilibrio sin embargo, no puede durar. Hay algo que está resquebrajándose en la sociedad y Rafael lo capta. En la Transfiguración vaticana, teatral, casi pre barroca, se percibe el contraste entre la áspera agitación de la parte inferior –humana- y el éxtasis azul de Cristo en el Tabor. Su rostro es de una belleza que queda en la historia. Sin embargo,
la armonía se va ofuscando, como si el dolor del mundo la estuviera agrietando, lo revelan los colores disonantes. Rafael logra todavía fusionar en unidad lo divino y lo humano gracias a la vívida luz en la que muestra su amor por la humanidad, que es el centro de su arte. Ha tocado el extremo de la gracia y ha abierto el arte pictórico al pathos moderno. Más que eso, probablemente no era posible.
El sueño del caballero (1503-1504). London National Gallery, Londres. Página 6: Madonna del cardellino (circa 1506). Galleria degli Uffizi, Florencia.
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Sociedad
Trata de personas en Uruguay María Belén Galeano
Visibilizando lo invisible Seis estudiantes de comunicación de la Universidad de Montevideo sensibilizan con creciente interés a alumnos de liceos en prevención y detección de trata de personas, un drama invisible
El comercio ilegal de seres humanos ocurre a diario en las sombras urbanas y se lleva el tercer puesto en recaudación de dólares después del narcotráfico y la falsificación de moneda. Esta realidad que atenta contra los derechos humanos posee distintos focos en todo el mundo. Uno de esos focos es Uruguay, ya en 2010 catalogado por la ONU como un país de origen, tránsito y destino de trata de personas, un crimen del que se estima que son víctimas más de 25 millones de personas en el mundo. De entre todos los fines de esclavitud y explotación (laboral, sexual, comercio de órganos), el mayoritario en la región es el de la explotación sexual, en el que son mayormente afectadas mujeres de entre quince a treinta años. En un año y medio -desde inicios del 2018 a mediados de 2019- el Minis-
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terio de Desarrollo Social registró 125 nuevos casos de mujeres víctimas de tráfico de personas para la explotación sexual. Siete de cada 10 eran extranjeras. De todos modos, el dato representa solo la punta visible de un iceberg. En efecto ¿quiénes pueden ver este escenario? El primer obstáculo para detección y detención de este problema, es la invisibilización del delito. Una investigación En 2017, Tatiana Oviedo, Valentina Priore, Carina Machado, Manuela Silva, Luna Gil y Lucía Alonso, estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Montevideo (UM), realizaron un proyecto de investigación para la cátedra de sociología. Enfocaron su trabajo hacia los motivos, las causas y los hechos de la trata de personas con fines de explotación
sexual, cuyas víctimas son en un 93.6 % personas de sexo femenino. Realizando el trabajo pudieron observar que las víctimas uruguayas son explotadas aquí mismo o trasladadas prevalentemente a España, Italia, Argentina y Brasil. Uruguay es además un país destino de trata de personas provenientes de República Dominicana y, en menor medida, de otros países de Sudamérica. A pesar de que en el mapa de acción contra este delito se suman el Poder Judicial y el Legislativo, el Ministerio del Interior y el de Relaciones Exteriores, la Embajada de Estados Unidos, organizaciones de la sociedad civil y otras organizaciones internacionales, Uruguay aún figura como un país de “nivel 2” de responsabilidad sobre la situación, es decir, un país que toma medidas ante esta injusticia, pero insuficientes para la alar-
mante cantidad de casos que cada día de multiplican, sin poder darse cifras exactas ni estables. Más allá de que estos hallazgos le valieran la aprobación de la materia, las estudiantes decidieron llevar más allá ese proyecto, y hacerlo valer como una herramienta útil ante un delito y una problemática social. Compartir el conocimiento y la responsabilidad “Que no quede en nosotras”, fue el pensamiento de estas seis universitarias durante el verano posterior a los semestres de trabajo en clase. El disparador más fuerte fue no dejar como un mero discurso la preocupación, y ahondar el tema mediante acciones concretas. Fue entonces que decidieron volcar el proyecto hacia instituciones donde pensaron que podría ser bien recibida su propuesta de concientización sobre la problemática de trata de personas. Aprovecharon la consigna de la cátedra de crear una plataforma digital para difundirla a través de la web y de las redes sociales. Potenciadas por la afinidad entre ellas en cuestiones de interés por los derechos humanos, iniciaron las actividades en tres liceos de Montevideo y Las Piedras, mediante talleres mensuales por edad, con exposiciones, explicaciones y actividades en torno a la problemática. Mediante esos talleres lograron promover la visibilización y la discusión so-
bre el problema, el primer paso para derribar una gran corporación activa en la penumbra. ¿De qué hablamos para hacer visible lo invisible? Las estudiantes de la UM se dirigen a jóvenes. Ponen en cuestión las redes sociales, la privacidad en ellas, los perfiles falsos, el abuso de menores... a través de videos y material gráfico físico como carteleras y pegatinas, para hacer lo más cercano y palpable posible la dramática realidad que describen. “Al principio fue más un acercamiento nuestro”, cuentan. Pero desde 2019 son los liceos quienes buscan su visita, sobre todo en instituciones en las que se sospecha o conoce de un caso de riesgo. En tales casos, las talleristas deben tomar cierta preparación previa, atentas a todo tipo de posible reacción por parte de los chicos. Con impacto y por más El proyecto fue seleccionado por el Instituto Nacional de la Juventud y el Ministerio de Desarrollo Social como propuesta candidata a recibir apoyo el económico del Fondo de Iniciativas Juveniles 2019, para jóvenes de entre 14 y 29 años, enmarcadas en la perspectiva de los derechos humanos. “Este fondo nos permitirá seguir creciendo, llegar a nuevos liceos en localidades que la distancia no nos permitía alcanzar y culminar proyectos anexos para difundir información que aporte al
combate de la trata de personas”, explicaron sobre el punto. Respecto al trabajo en los liceos, contemplan la posibilidad de preparar a otros chicos, formarlos en el tema y así crear una red de educación y concienciación sobre la problemática. Más tarde, ya en 2019, se enteraron del premio Comprometidos, del movimiento del mismo nombre de jóvenes latinoamericanos que buscan generar impacto social mediante iniciativas innovadoras de desarrollo sostenible. Su proyecto fue seleccionado entre los veinticinco mejores de Uruguay de un total de 227 de todo el país. “En el encuentro de presentación, la representante de Unicef se acercó a nosotras y nos comentó el interés de trabajar en conjunto a través de propuestas anuales que Unicef abre en Uruguay y Argentina”, contaron en una entrevista para la web de la UM. A cada persona preservada o rescatada de la trata la estamos poniendo a salvo, como sociedad, psicológica y físicamente. Le estamos dando una oportunidad de vida completamente diferente y le permitimos aportar a la sociedad de manera íntegra y digna. Por eso la lucha contra la trata de personas importa y exige más políticas de prevención y control. De ahí la conveniencia de que el Estado trabaje en alianza con organizaciones vinculadas a la educación a nivel de la sociedad civil, en un contexto en el que los hechos delictivos más graves son los más sigilosos. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Sociedad
Cuando acabe la emergencia Recogido por la redacción
La posguerra y el mundo que se viene Tres docentes universitarios de distintas disciplinas imaginan posibles escenarios para el pospandemia y sugieren cómo prepararnos para la “reconstrucción”
“El mundo ya no será como antes”. Es una frase recurrente para referirse al pospandemia por Covid-19. ¿Será realmente así? ¿En qué sentido? Ensayar una respuesta a estas preguntas es interpretar qué lecciones podemos aprender y atesorar después de esta inédita experiencia. Lo intentaron, entre muchos otros, tres analistas de diferentes aspectos de la realidad actual vinculados al Movimiento de los Focolares, en una conexión online. Vincenzo Buonuomo es rector de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y profesor de Derecho Internacional. “Creo que el mundo siempre será el mismo. Lo importante es que en este período hayamos cambiado nosotros. Es decir, que la capacidad de cambiar haya producido en cada uno la capacidad de responder a situaciones nuevas. En este momento de angustia”, añade el académico, “ciertamente hay que pensar en el mañana, pero en la perspectiva de un cambio que empieza por nosotros mismos y que lue-
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go tendrá repercusiones en las instituciones y en las reglas. Se está diciendo que esto es una guerra, y al final de una guerra hay que volver a escribir las reglas. Tendremos que hacerlo cuando ésta acabe. Reescribir sobre todo los valores que debemos compartir”. Para Buonuomo, “las instituciones nacionales e internacionales nos han demostrado que son poco capaces de responder a estos problemas, porque están pensadas en un contexto completamente diferente. Si había necesidad de un mayor impulso para reformar la ONU, o la Organización Mundial de la Salud, el impulso ha llegado. Pero ahora nos toca a nosotros, porque si esperamos que alguien lo haga ‘internamente’ continuaremos esperando. Dije a mis alumnos: ‘A sus coetáneos recién graduados en medicina los enviaron al campo de batalla. A ustedes no se le pide esto, pero sí que estén preparados para tomar las riendas de una institución, de un país, de una realidad local”. Luigino Bruni, economista y coordinador de la Economía de Comunión, teme
que en la economía “cambiará poco”, pues “no es tan evidente para la gente, hoy, que esta crisis es también una crisis del capitalismo. Temo que cuando abramos nuevamente las casas y vayamos todos a hacer las compras, las empresas tendrán que producir más e incluso correr más que antes para recuperar los meses perdidos”. Bruni considera que de ahora en más “deberemos aprender a vivir con una cierta vulnerabilidad”, porque de lo contrario “los países se encerrarán en un nuevo nacionalismo, se alzarán otra vez ‘barricadas’, y eso sería lo peor que nos pueda suceder. Tendremos que volver a aprender a gestionar la vulnerabilidad y el riesgo de un modo global e inédito”. Según Amy Uelmen, docente de la Universidad Georgetown de Washington D.C., “la crisis ha puesto al desnudo los miedos, las ansias y los límites de cada uno de nosotros. Conscientes de nuestra vulnerabilidad, podemos construir comunidades en las que nos acojamos plenamente y discernir juntos el camino a seguir”.
En efecto, acota Bruni, lo más extraordinario de estos meses es que “todos estamos haciendo la misma experiencia en el mundo. Nunca había sucedido en la historia”. Uelmen apunta que “nuestra sociedad valora mucho la iniciativa individual y la libertad de realizar sueños y proyectos creativos. Esto es maravilloso, pero el riesgo de centrarse intensamente en nuestras actividades es volverse insensibles ante aquellos que tienen menos recursos y que esperan realizar sueños igualmente válidos”. “Y ¿por qué las personas con recursos deberían preocuparse por aquellos que no tienen un seguro médico, un seguro de desempleo u otro tipo de protección? El virus nos da una respuesta fuerte y clara: somos un cuerpo profundamente conectado en todo el mundo. Y si no encontramos la forma de rediseñar nuestra vida política y social para cuidar unos de otros, atendiendo concretamente a las necesidades básicas, entonces nadie puede prosperar”. La profunda igualdad intrínseca de cada ser humano es mucho más evidente que antes. En la opinión de Bruni, ahora nos damos cuenta de lo importante que es cada persona por al menos dos razones: porque vimos las consecuencias que provoca un solo individuo que respeta o que no respeta las normas, y porque “constatamos la enorme importancia de quienes realizan tareas humildes: quienes limpian los hospitales, los repartidores de alimentos, quienes recogen la basura… A todas estas personas, que ordinariamente no vemos, de improviso
Gerd Altmann en Pixabay
las comenzamos a ver como personas esenciales”. Sobre todo “hemos vuelto a comprender lo que es el bien común. Se necesitaba un mal común para volver a comprender que somos un cuerpo, que estamos vinculados. No lo olvidemos más”. “Cuando el virus pase”, exhorta el economista, “recordemos cuán interdependientes somos. Recordemos cuántas personas invisibles están detrás de un litro de leche. No olvidemos que el mercado es también un maravilloso engranaje en el que todos trabajamos para que todos podamos vivir bien”. En este clima de desorientación y vulnerabilidad, todos somos más sensibles a las posibles respuestas que podamos en-
contrar. “Lo que sucederá después”, entonces, “dependerá también de lo que hagamos ahora. El que exprese ideas distintas, puede contribuir a hacer cultura y a hacer opinión, porque hoy la gente escucha mucho más que antes de la crisis y de lo que escuchará después de la crisis”. Vincenzo Buonuomo confirma: “Ideas fuerza como el mundo unido, como el compartir y la solidaridad, debemos ser capaces de expresarlas a través de reglas distintas. Éste es el momento”. “Esta lección es para nosotros”, concuerda Luigino Bruni. “Nosotros debemos salir cambiados. Después de estos meses de cuarentena colectiva y global, tal vez el mundo volverá a correr de nuevo, pero nosotros debemos caminar de otra manera”.
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Entrevista
Una empresaria atípica Josep Bofill (desde España)
El dibujo y el abrazo Sole Alonso, española, es madre de tres hijos –uno de ellos con autismo– y empresaria, con dos proyectos de éxito bien distintos. Sin olvidar el que para ella es su proyecto principal: la relación con Javier, su marido. Y, ¿qué tiene todo esto en común? El dibujo y el abrazo -A los 17 años dejaste de estudiar y entraste en el taller familiar de costura; a los 19 ya hiciste tu primera colección, pero más tarde -recién a los 24- empezaste la carrera de diseño de moda. Trabajabas en la empresa familiar, que tenía nombre y les iba bien, pero lo dejaste y te pusiste por tu cuenta. ¿Por qué? En el 1997, yo ya estaba casada y tenía a mis dos hijos mayores, e iba con Jaime –con autismo– al hospital del Niño Jesús, donde recibía terapia diariamente junto a otros niños; allí, me encontraba con una realidad muy dura... padres y madres que tenían un niño con autismo muy profundo, como el mío, y además no tenían la suerte de tener mi nivel socio cultural y económico. Sentía que tenía que hacer algo, pero no sabía qué era. En un encuentro del Movimiento de los Focolares, me encuentro con la Economía de Comunión, y la exigencia que sentía de dar respuesta a la sociedad y mis ganas de cambiar este mundo me llevan, en el año 2000, a fundar mi propia empresa para poder unirme a este movimiento empresarial, y, así, dar un sentido más profundo a mi trabajo, que hasta entonces me parecía superficial.
Patricia Semir @patriciasemirphotography
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-Y no les va mal… Los comienzos fueron magníficos, nuestra empresa enseguida empezó a dar beneficios (hablo en plural porque todo lo he hecho con Javier, mi marido, que es mi socio en todo de esta vida) y pudimos contribuir con preciosas iniciativas en ayudar a personas muy necesitadas, además de dar trabajo a 10
mujeres. Más tarde, en el 2009-2010, en plena crisis, pasamos momentos muy agobiantes y duros: despidos, hipotecas, créditos… Pero, si bien nos hicimos más pequeños, logramos conservar la cabeza y el ánimo. En unos años, remontamos y entonces, aquello fue como un nuevo comienzo y, en el 2016, volvíamos a tener beneficios. ¡Gracias a Dios! -Lo tuyo siempre fue dibujar y Javier, tu marido, es arquitecto. ¿Cómo les sirvió el dibujo para ayudar a Jaime a poder comunicarse? En casa, todos dibujamos porque, ya se sabe, el ejemplo cunde y Javier y yo siempre estamos con un lápiz y un papel en la mano. Nos dimos cuenta de que sólo lográbamos captar la atención de Jaime con los dibujos y, cuando nos sentábamos con él a dibujar, existía una incipiente comunicación. Él me pedía que le dibujara un tren y, poco a poco, yo le iba pasando el lápiz para que lo fuese haciendo él; así, progresivamente, empezó a dibujar. Pasaba muchas horas dibujando, y sus dibujos se fueron haciendo más nítidos y con mucha personalidad. Pensamos que podíamos hacer camisetas con sus dibujos de animales y venderlas. Y eso hicimos. Empezamos en el 2017, y la primera empresa que se interesó por nosotros fue Zara, que hizo una colección que se vendió en sus tiendas de todo el mundo. Esto provocó una cascada de empresas que querían hacer sus productos con la marca “Algo de Jaime”. El Corte Inglés, Safta, Apli, Cefa Toys, Gaston y Daniela, e incluso Random House ha editado un libro para niños con sus dibujos, etcétera. Y cada mes, hay alguien más que quiere unirse a nuestro equipo; la verdad, ¡es emocionante! -Esto ya es todo un segundo proyecto empresarial para vosotros. ¿Con que objetivos? En un principio, nuestra prioridad era dotar de un futuro económico–laboral a Jaime y a sus compañeros, a cuantos más, mejor, pero gracias a las redes sociales nos dimos cuenta de
que podíamos compartir nuestras vivencias con Jaime, las alegrías y las tristezas, con todo el mundo y dar a conocer la vida de un chico adulto con autismo, algo desconocido y que asusta a la mayoría. Pensamos que muchas personas quieren ayudar pero que es imposible ayudar si no conoces cómo, y que si éramos capaces de abrirnos y mostrarlo al mundo, el mundo se abriría a nosotros, y así ha sido: Jaime y sus compañeros despiertan una ternura especial, por lo que mostrar el autismo se ha convertido en otra prioridad. -¿Hablamos de conciliación? ¿Cómo te organizas con los dos proyectos, la familia y un hijo de 24 años al que no se puede dejar solo? La verdad es que ahora nos organizamos muy bien, porque ya todos son grandes. Era peor cuando los tres eran pequeños y no podían ayudarnos. Yo llevo a Jaime por las mañanas –empiezo a trabajar a las once– y Javier sale muy temprano de casa para poder llegar por la tarde a recogerle a las cinco, y, a veces, llevarle a alguna actividad extra, y si no la hay, pasa con él toda la tarde. Yo llego hacia las ocho y media, pero si, por alguna causa, no podemos, ni Javier ni yo, atender a Jaime, Isabel, nuestra hija, se encarga de él; Juan, el mayor, también lo hizo durante mucho tiempo. Respecto a la empresa, tengo también la satisfacción de sentir que los cinco formamos un equipo: Isabel hace las fotos, Javier escribe el blog, Juan es quien diseña y programa y el que cada día sigue y mejora nuestra tienda online; yo me ocupo del diseño de los productos con mi ayudante Cristina y de la gestión de todo lo que es comunicación y de las redes sociales. Jaime elige lo que le gusta y desecha lo que no le gusta “Yo soy el jefe”, dice contento. ¡Ja ja ja ja ja! Nunca sabemos hasta qué punto sabe lo que dice. -Tú eres una persona que transmite serenidad y se te ve muy feliz. Además, tu empresa personal de alta costura para novias está muy consolidada y el proyecto Algo de
Patricia Semir @patriciasemirphotography
Jaime tiene un éxito espectacular. Sin embargo, tú siempre dices que la clave está en “abrazar los problemas”. ¿Nos lo puedes explicar? Los problemas siempre existen. Hay pequeños dolores cada día. Recuerdo aquellos momentos especialmente difíciles, cuando Jaime tenía muchísimas crisis epilépticas y además, episodios de violencia… Sentía que tenía que amar a mi hijo así como era, y toda esta situación con él. Así, cuando sucedía algo, me imaginaba a mí misma abrazando amorosamente aquello que me dolía tanto, y no pensando en mí sino en Jaime, que lo estaba pasando mal, y en Javier, que sentía lo mismo que yo, y en mis otros dos hijos… La única opción válida era abrazar mi cruz, y, como dice Chiara Lubich, el dolor, como un fantasma, se esfuma y lo que te deja es sólo una enorme paz interior. Después de esta etapa difícil, advertía en mis hijos una compresión nueva hacia nosotros y, en nosotros, una mirada nueva hacia ellos, como cuando se arriba a puerto tras una travesía tormentosa en la que cada uno ha dado lo mejor de sí mismo, con sus aciertos y sus errores: éramos más familia, nuestro amor se había fortalecido. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Otra mirada María y Raimundo Scotto
Vida en pareja
Familia a distancia Estamos casados desde hace tres años, pero vivimos en diferentes ciudades por razones laborales. Podemos encontrarnos en los fines de semana, los feriados y las vacaciones. Nos parece que no nos falta nada... Rosana y Valerio Fundar una familia a distancia es imposible. Desafortunadamente, muchos se arrastran a esta situación, a veces forzados por la necesidad, especialmente hoy, con la precariedad del trabajo. Por supuesto, hay pequeñas ventajas en historias remotas, como, por ejemplo, mantener vivo el deseo de reencontrarse. Pero se pierden muchas posibilidades y recursos en la realización del “nosotros”, porque para cada uno es más fácil mantenerse apegado a sus hábitos, a sus espacios y es más difí-
Gebé y Doblevé
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cil conservar la fidelidad. Para lograr una intimidad compartida es necesario también un espacio común, construido en conjunto, donde los gustos y los gestos de uno se mezclan con los gustos y los gestos del otro. Al vivir juntos, aprendemos más fácilmente a mirar la realidad también con los ojos del otro, lo cual es una gran ventaja, porque nos ayuda a entrar más en la profundidad de las cosas. La vida en común es también un gimnasio donde aprendemos a vencer el
individualismo, la pereza, el sentido de omnipotencia. Creemos que, para crecer como pareja, una historia a distancia tiene que ser limitada en el tiempo. Es preciso renunciar valientemente a esta situación de estancamiento, precaria y arriesgada, y buscar soluciones alternativas (¿una residencia común a mitad de camino?). Al principio les parecerá perder el equilibrio, complicarse la vida, pero pronto su relación dará un salto cualitativo.
Mundo
Pandemia Mario M. Caballero*
El antivirus de la Fraternidad Un momento de suspensión está uniendo al mundo. Se necesitó un “mal común” para decirnos qué es el “bien común”. Ante esta situación, que pone de relieve que hay sectores muchos más perjudicados que otros en esta grave crisis sanitaria y económica, son varios los gestos concretos de apoyo, comunión y esperanza que nos ayudan a difundir el “antivirus” de la fraternidad
Despertar cada mañana pensando que quizás ya se encontró la cura o la vacuna contra el coronavirus, alzar un pensamiento sobre nuestros seres queridos invocando una protección, mirar alrededor para ver quiénes son los que peor la están pasando. Rutina de muchas personas de buena voluntad que se ponen en este tiempo a reflexionar sobre las consecuencias del mundo que hemos creado y del que somos responsables. Y que esa preocupación no sea paralizante sino que promueva un accionar concreto. “El desafío de esta emergencia planetaria creada por la propagación del coronavirus es no escapar, no tratar solamente de sobrevivir para llegar sanos y salvos a la meta, sino radicarnos bien en el presente, mirando, aceptando y afrontando cada situación dolorosa —personal o de los demás— para que sea un lugar de encuentro” escribió María Voce (presidenta del Movimiento de los Focolares). Preguntas tan importantes nos acercan a la conclusión de que llegó el tiempo de discutir la riqueza extrema y la desigualdad. El autor uruguayo Raúl Zibechi resume en tres las cuestiones que hacen de esta pandemia una situación aún más compleja: “La primera es que la epidemia es reflejo de la degradación ambiental. La segunda cuestión que multiplica la epidemia son los fuertes recortes del sistema sanitario en el mundo. El tercer asunto es la epidemia de individualismo y de desigualdad”. Frente a estas epidemias, es que proponemos el antivirus de la fraternidad (antivirus no químico pero antivirus al fin, ya que frena los contagios y comba-
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te sus consecuencias), que se expresa en la actitud abierta, solidaria y “jugada” de mucha gente. Palabras cálidas "Soy médico geriatra. Trabajo en una residencia de ancianos de Madrid. Tenemos ya bastantes casos entre los ancianos y también entre los profesionales. Esto está creando gran preocupación en los familiares y mucha sobrecarga en los trabajadores que aún seguimos trabajando. Todo esto crea una situación de gran tensión por lo que procuro transmitir serenidad intentando centrarme en vivir el momento presente y pidiéndole a Dios que me ayude ante cada decisión difícil.
Son muchas las ocasiones que surgen para amar. Por ejemplo, con aquellos familiares que quieren que les mande algún mensaje a un anciano, al no poder visitarlo. Es el caso de la hija de Rosario, una de las ancianas más graves. Cuando le dije a Rosario que su hija le enviaba saludos y que la quiere mucho, intenté expresarme con palabras cálidas, que 'traspasasen' la mascarilla. Y añadí espontáneamente: 'Rosario, ¡Dios te ama inmensamente!', mientras le apretaba la mano intentando poner toda la ternura en mis manos enguantadas." Ángel Toral (Madrid, España) El otro lado "Llevo 30 años haciendo el trabajo Ciudad nueva - Mayo 2020
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Mundo
Pandemia Mario M. Caballero*
de médico de familia, y nunca he tenido que afrontar una situación tan difícil. Nosotros, los médicos de familia, somos la primera interfaz con la población. Comprenderán que ahora no hay horario de trabajo. En un momento dado, el escenario cambió para mí, porque me dijeron que una colega con la que había trabajado los días anteriores era positiva al coronavirus y estaba hospitalizada, por lo cual también para mí comenzó el aislamiento en casa. De repente yo estaba 'del otro lado de la barricada', sintiendo las mismas preocupaciones y ansiedades que mis pacientes. Afortunadamente, el resultado de los tampones fue negativo y después de unos días pude volver al trabajo. Ciertamente el espíritu era un poco diferente: había entrado más en la piel de los demás, de mis pacientes. Todos los días, trato de llamarlos por teléfono para saber cómo están, y con algunos ha nacido también un vínculo que va más allá de la simple relación médico-paciente. Uno en particular me dijo: 'Mire doctor, yo no lo voy a soltar a usted ni siquiera cuando haya terminado este período tan difícil'. Y de hecho se trata todavía de seguir viviendo de esta manera, teniendo presente la llamada regla de oro, es decir, hacer a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti. Y tal vez precisamente este período de cuarentena me ha ayudado un poco más a vivir de esta manera." Alberto Marsilio (Mira, Italia) El ayuno "El martes antes de las Cenizas, empezó a aumentar esta ansiedad generalizada a causa de la propagación del coronavirus. En la tienda vendemos todo lo necesario para bebés. Y allí hemos vivido verdaderas escenas de película. Gente que literalmente vaciaba las estanterías comprando provisiones exageradas, especialmente de desinfectante, en todos sus formatos. Por la tarde, dada la situación, nosotros y nuestros colegas compramos los últimos frascos de desinfectante que quedaban, pensando que nosotros también podíamos estar necesitados.
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Antes de cerrar se presentó en la tienda un habitual cliente nuestro, Abdel Rahim, se me acercó y me preguntó si teníamos desinfectante, porque lo necesitaba para sus hijos. Le dije que se había terminado, aunque en el fondo sabía que podía darle el mío... Cuando llegué a mi casa me sentía realmente mal conmigo mismo. Hablé de ello con mi esposa Silvia y, al compartirlo con ella, pensamos que podríamos remediarlo de alguna manera, porque Abdel Rahim tiene un taller mecánico, y pensamos que seguramente, buscando un taller mecánico que coincidiera con su nombre, podíamos localizarlo. Sin embargo, cuando fui para allá, él no estaba. Dejé el paquete a un compañero suyo y le envié un mensaje. Le explicaba que para nosotros los cristianos, ese día empezaba la Cuaresma, y por lo tanto, también un período de ayuno, y que a veces hay que empezar a ayunar de sí mismo y de los propios apegos, y que yo había decidido empezar con él este momento con Dios. El otro día, Abdel Rahim, antes de que mandaran cerrar completamente las tiendas, volvió y, desde lejos me miró, golpeó tres veces su puño sobre el corazón dándome las gracias y me dijo: 'Cuando necesites algo puedes contar conmigo'. Me alegró mucho descubrir que el ayuno puede satisfacer una necesidad y un hambre mucho mayor." Enzo Faranna (Mantua, Italia) Reconciliación "En Francia, este cese de la mayoría de las actividades económicas llega después de 18 meses de revueltas sociales: las manifestaciones de los 'chalecos amarillos' contra el aumento del costo de la vida y la huelga contra la reforma de las pensiones. El aislamiento vació repentinamente las calles, pero están floreciendo muchos actos de solidaridad y fraternidad. También es una oportunidad para ponerse en contacto con personas con las que uno no hablaba desde hacía años. Por ejemplo, una anciana madre y su hija volvieron a hablarse después de 3 años de doloroso silencio. Estar lejos unos de otros nos acerca más." Muriel Fleury (París, Francia)
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Rentabilidad "Tenemos una distribuidora de insumos médicos. Últimamente tuvimos mucha demanda de productos como alcohol en gel o barbijos, y decidimos guardarlos principalmente para las personas que realmente presentan patologías respiratorias, gástricas, o de otro tipo. Ha sido todo un desafío porque nos han ofrecido pagar precios escandalosos por el alcohol que tenemos o los barbijos, pero nos negamos, porque adherimos a los principios de Economía de Comunión y creemos que de estas situaciones extremas no hay que hacer negocios rentables en poco tiempo pero malos para la responsabilidad social que tiene una. Así que lo poco que nos queda lo estamos guardando para nuestros pacientes que realmente lo necesitan. Es un desafío, pero siempre estamos pendientes de lo que es social, moral y éticamente correcto." Regina Galli (Córdoba, Argentina) Seguir "Soy la rabina Silvina Chemen de la comunidad Bet El de Buenos Aires.
Es un señor de 83 años que vive solo y no tiene parientes cercanos. Le pregunté cómo hacía para las compras, y cuando me dijo que iba al súper y a la feria, me ofrecí para hacerlo en su lugar. Me agradeció pero me dijo amablemente que prefería salir él porque si no se sentía muy encerrado. A mis siguientes preguntas me contestó que no tenía celular, ni televisor (se le había quemado hacía tiempo), ni internet , sino solo una radio vieja. Le pregunté si le gustaría tener un aparato de TV, pensando que podía sentirse aunque sea un poco acompañado, y ante su respuesta afirmativa me puse en campaña, y pude conseguir y entregarle uno. No es 'la' solución a su aislamiento, pero es algo, al menos por el momento." Milagros Silva (Montevideo)
Kenl Brauer Flickr
Cuando en la comunidad decidimos cerrar nuestros programas y nuestras actividades, todos los voluntarios que nos dedicamos a dar de comer a la gente que vive en la calle nos negamos a suspender nuestras acciones, alegando que hoy más que nunca la gente necesita de nuestra presencia y ayuda. Así que, a pesar de todo y con mucho cuidado, nosotros los judíos, con un montón de gente del Movimiento de los Focolares -con quienes hemos hecho no solamente una amistad sino una hermandad real de acciones concretasjuntos salimos a alimentar a quienes más lo necesitan." Silvina Chemen (Buenos Aires, Argentina) Delivery "Mi amiga Betty tiene una disminución visual y una condición delicada de salud. Pero eso no le impide tejer cuadraditos para hacer mantas para recién nacidos de los hospitales. Colabora desde hace un tiempo con un emprendimiento social, y esto la llena de entu-
siasmo cada día, cuando pasa muchas horas tejiendo en forma solidaria. Un día, su cuidadora, Carolina, me manda una foto para mostrarme cuánto habían tejido juntas. Se estaban quedando sin lana y en este tiempo de cuarentena ella no podía salir a comprar. A mi amiga Alicia (que también teje para el mismo emprendimiento) se le ocurrió coordinar con un delivery para hacerles llegar lana donada y retirar los cuadraditos hechos por ellas, para que otra persona los cosiera y hacer mantitas. Es una gran alegría constatar que en estos tiempos de quietud la solidaridad sigue circulando." Analía Maezo (Salta, Argentina) Compañía "Un día, de regreso después de salir para tirar la basura, vi que un vecino mayor, conocido de mi abuela, estaba tomando mate detrás de la reja de su portón. Pensé que podía interesarme por él y, guardando la distancia social adecuada, preguntarle cómo estaba y cómo llevaba la cuarentena.
El pan nuestro "Un comerciante de la zona oeste de la ciudad de Rosario (Argentina) regala pan a personas de escasos recursos que no tengan la posibilidad de acceder al alimento o están sin trabajo. Sólo hay que llevar bolsita y respetar distancias. El primer día, se acumuló un total de 300 personas en la puerta del local. Y si bien no quiso precisar la cantidad, el comerciante deslizó que fueron muchos los kilos que donó en la primera jornada. 'Me levanté y quise regalar pan', fue la respuesta simple y lacónica de Fernando Acosta al ser consultado por el diario La Capital. La iniciativa recuerda a la de Omar, almacenero de González Catán (Gran Buenos Aires) que en mayo del año pasado comenzó a regalar pan a los vecinos de su barrio que necesitaban. A su vez, González dijo que 'copió la idea de un posteo que vio a través de la red social Facebook. En el Mercado Agrícola, en Montevideo, productores y comerciantes entregan viandas gratis a personas sin recursos, explicó la directora, María Arean.' Contempla también un balance, acompañado de verduras, carnes, granos y también una fruta diaria'." *Algunos de lo testimonios de este artículos fueron extractados de http://collegamentoch.focolare.org/ Ciudad nueva - Mayo 2020
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Zona de diálogo
Capítulo 29
Algunas maneras de iluminar la “noche del diálogo”
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Continuamos con la relación entre diálogo y verdad. La veracidad exige un compromiso con la realidad, sin embargo es esencial gestionar bien esta transmisión en los tiempos y lugares adecuados. La verdad soportable es siempre preferible a la mentira piadosa, pero está claro que hay que comunicarla de tal modo que el destinatario pueda digerirla emocionalmente y asumirla racionalmente. En ocasiones, preferimos no saber la verdad, o al menos, que no nos cuenten todos los detalles. Lo hacemos porque no tenemos garantía de poder resistir ciertas verdades. Pero vivir en la igno-
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rancia no es la solución, y se identifica como una actitud cobarde, aunque también se reconoce que hay veces que se trata de un acto de supervivencia. No es fácil asumir ciertas verdades biográficas, hechos que nos duelen profundamente y/o dañan emocionalmente. Pero en esta batalla deberíamos apostar a que venza la verdad. Un ciudadano adulto, autónomo y responsable debe afrontar la verdad por dura que sea y no escudarse en la mentira ni en las verdades a medias. Otra situación sería cuando el miedo a no saber gestionar situaciones difíciles nos provoca conductas de defensa
como “hacer oídos sordos”. Pero debemos arriesgarnos a saber la verdad, solo así podemos decidir qué hacer desde una postura justa. La psicóloga Rocío Guerra considera que todo el mundo tiene derecho a conocer la verdad, pero también a poner sus propios límites en la información recibida. “Cuando una persona está enferma y no quiere conocer su pronóstico, se encuentra en pleno derecho de no saberlo y solo ella debe decidirlo”. Existen, por tanto, ciertas mentiras o verdades a medias permitidas que la mayoría maneja y que la sociedad admite como parte de las “reglas de juego” para mantener una convivencia pacífica, agradable y educada. ¿Es correcto siempre decir la verdad? La sinceridad es un valor que está muy bien visto. Todo el mundo espera que le digan siempre la verdad, desde pequeños nos han enseñado que no hay que mentir; sin embargo, todos hemos dicho alguna mentira alguna vez. Lo cierto es que duele que a uno le mientan, pero a veces no es necesario decir toda la verdad, ya que también puede doler. Muchas personas utilizan excusas como “es que yo soy muy sincera” y creen que así pueden ofender sin más. Aprender cuándo callar la verdad y cuándo ocultarla no es fácil, va a depender de la situación, de nuestro sistema de valores, de nuestra cultura… Incluso es posible afirmar que, a veces, una mentira puede ser mejor que una verdad. Ante este tipo de situaciones dialógicas siempre es bueno meditar cuidadosamente qué se dirá y cómo. (continúa)
Cultura de la unidad
Claves para la convivencia / 24 Jesús Morán
Ciudades para la unidad Me gustaría tratar de explicar por qué las “redes comunitarias” mencionadas por el Papa Francisco en Laudato si' podría partir hoy de las ciudades. El año pasado, fui invitado a hablar durante las celebraciones de la ciudad de Matera (Italia) como la capital europea de la cultura. Esa designación ofreció a esta espléndida ciudad la oportunidad de mostrar al mundo sus tesoros arquitectónicos, sus sitios arqueológicos, su orgullosa historia y su animado presente. Pero, ¿qué significa ser la capital de la cultura de una Europa tan compleja, articulada (y a menudo dividida) como es hoy? Y la cultura misma ¿no puede llegar a ser una posibilidad de fragmentación y división, considerando el pluralismo cultural y religioso que caracteriza a nuestras sociedades? Para responder a estas preguntas, hay que partir de un dato de la realidad: la vida en la ciudad es una especie de termómetro para comprender la salud de una cultura y de una civilización. Cuando pensamos en la vida en ciudades de todo el mundo, vienen a la mente imágenes de fuerte contraste. Las bellezas artísticas y arquitectónicas conviven con áreas de degradación social y lugares de abandono medioambiental. En las ciudades se ejerce el gobierno del territorio, pero también acecha la masificación, con apatía política y desafección civil. En la ciudad se concentran las actividades productivas, pero el empleo es el principal desafío para mujeres y hombres. Estas contradicciones exigen respuestas urgentes, así como los retos de la convivencia multiétnica, pluricultural, plurilingüística y plurirreligiosa. Es un desafío también para las naciones y los continentes, si observamos los procesos migratorios que se desarrollan a escala global. ¿Pero es posible reconstruir la armonía de nuestras ciudades a partir de ciudadanos de muchas culturas diferentes? Algunos piensan que no, y trabajan para refor-
zar los muros. Sin embargo, la vocación de la ciudad siempre ha sido la unidad que se construye uniendo a las personas aisladas, dándoles seguridad, ofreciendo mejores oportunidades de vida. La antigua polis nació para hacer esto: para hacer prevalecer la ley donde reinaba la arbitrariedad, para cultivar las artes y los oficios, la política y el bien común. Esa polis se ha transformado hoy en una realidad compleja y desafiante. Sin embargo, las razones de su existencia no han cambiado: unidad entre personas distintas, cooperación, inclusión de quienes viven al margen, encuentro pacífico de diferentes culturas, tradiciones y religiones. Sin embargo, para hacer una comunidad -es decir, para tejer tramas de relación y solidaridad, de amistad y reconocimiento mutuo- espacios de reunión o eventos espléndidos como el de Matera no son suficientes. También necesitamos el espíritu correcto, es decir, una comprensión profunda de la naturaleza de la persona y del destino de la humanidad (valores, además, típicamente europeos). Este espíritu anima la experiencia del Movimiento de los Focolares. Su espiri-
tualidad comunitaria, de hecho, se centra en el valor inviolable de la persona a imagen de la Trinidad, con el objetivo de promover y facilitar, a nivel social, procesos que empujen a la humanidad hacia su vocación última: la fraternidad universal. Estos procesos tienen una raíz y una identidad claras pero, al mismo tiempo, son inclusivos y dialógicos, es decir, abiertos a compartir con personas de diferente estatus, religión o ideología. Después de todo, la misma Unión Europea se fijó este objetivo y lema ya en el año 2000: “Unidad en la diversidad”. Por lo tanto, tomando prestadas las palabras del teólogo Bruno Forte, se trata de “obrar en favor de la paz y de la prosperidad común, manteniendo al mismo tiempo intacto el patrimonio de las diferentes culturas, tradiciones e idiomas del continente, [...] superando localismos exasperados, nacionalismos obsoletos y cierres mentales y sociales perjudiciales para todos”. Deseo que Matera, como todas las ciudades, obre con pasión para recomponer en unidad el diseño de Europa y de la familia humana. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Palabra de Vida
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“Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié” ( Juan 15, 3)
Después de la última cena con los apóstoles, Jesús sale del cenáculo y se encamina hacia el huerto de los olivos. Lo acompañan los once (Judas Iscariote ya se había retirado, y pronto lo traicionará). Es un momento dramático y solemne. Jesús pronuncia un largo discurso de adiós. Quiere decirles cosas importantes y confiarles palabras que no han de olvidar. Sus apóstoles son judíos que conocen las Escrituras, y a ellos les recuerda una imagen muy familiar: la vid, que en los textos sagrados representa el pueblo judío, objeto de los cuidados de Dios, quien es su agricultor atento y experto. Ahora es el mismo Jesús quien habla de sí mismoi como de la vid que transmite la linfa vital del amor del Padre a sus discípulos. Por lo tanto, ellos deben preocuparse por seguir estando unidos a él.
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Un camino para quedar unidos a Jesús es recibir su Palabra, que permite que Dios entre en nuestro corazón para purificarlo, o sea, para que quede limpio de egoísmo y pueda dar frutos abundantes y de calidad. El Padre nos ama y sabe mejor que nosotros lo que nos hace livianos y libres para caminar sin el peso inútil de nuestros apegos, de los juicios negativos, de la búsqueda afanosa de nuestro beneficio y de la ilusión de tener todo y a todos bajo control. En nuestro corazón hay también aspiraciones y proyectos positivos que, sin embargo, podrían ocupar el lugar de Dios y hacernos perder el impulso generoso de la vida evangélica. Por eso, Él interviene en nuestra vida a través de circunstancias dolorosas, detrás de las cuales siempre está su mirada de amor. El fruto sabroso que el Evangelio promete a quien se deja inundar por el
amor de Dios es la plenitud de la alegríaii. Una alegría especial que florece también en medio de las lágrimas y desborda el corazón para inundar el terreno circundante. Un pequeño anticipo de resurrección. La Palabra vivida nos lleva fuera de nosotros mismos para encontrar con amor a los hermanos, comenzando por quienes están cerca: en nuestra ciudad, en la familia, en cada ambiente de vida. Es una amistad que crea redes de relaciones positivas y apunta a la realización del mandamiento del amor recíproco que construye la fraternidad. Meditando esta frase del evangelio de Juan, Chiara Lubich escribió: “¿Cómo vivir para merecer el elogio de Jesús? Poniendo en práctica toda palabra de Dios, nutriéndonos de ella momento tras momento, haciendo de nuestra existencia una obra de permanente re-evangelización. Así podremos llegar a tener los mismos pensamientos y sentimientos de Jesús, para revivirlo en el mundo, para mostrarle a una sociedad a menudo sumergida en el mal y en el pecado la pureza divina y la transparencia del Evangelio. Este mes, si es posible, tratemos de poner en práctica de una manera especial la palabra que expresa el mandamiento del amor recíproco. En efecto, para el evangelista Juan hay una estrecha relación entre la palabra de Cristo y el mandamiento nuevo. Para él, se vive la palabra en el amor recíproco, con sus efectos de purificación, de santidad, de frutos y cercanía con Dios. El individuo aislado es incapaz de resistir ante las demandas del mundo, mientras que en el amor recíproco encuentra el ambiente sano que es capaz de proteger su existencia cristiana auténtica”iii. Letizia Magri i
Cf. Juan 15, 1-2. Cf. Juan 15, 11 iii C. Lubich, Palabra de Vida, mayo de 1982 ii
Palabra vivida
En tiempos de cuarentena...
En el amor al cien por ciento
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Soy directora de un centro educativo que incluye un colegio de educación inicial y primaria y un proyecto de educación no formal llamado Club de Niños, en convenio con el Estado a través del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay. En ese proyecto atendemos niños y niñas del colegio y también de las escuelas públicas de la zona, y gracias al mismo almuerzan y meriendan chicos de 48 familias. Con la suspensión de las clases, se presentó el problema de la alimentación de esos chicos, ya que el comedor también quedó cerrado, agravado por el hecho que por un inconveniente en las gestiones con en Instituto Nacional de Alimentación (Inda), ya no teníamos posibilidad de comprar alimentos para el mes de marzo. Pasé muchos nervios, incluso porque las necesidades de esas familias iban en aumento. Comencé a rezar y a confiar más en Dios. La primera semana la cubrimos con fondos del proyecto -aunque se trataba de un gasto no cubierto y, por lo tanto,
más adelante íbamos a tener que reponerlos- mientras yo realizaba gestiones con el Inda, sin respuestas, porque el sistema ya había colapsado. Finalmente, una fundación se hizo cargo de todo hasta que pudo, pero a la tercera semana se me iban acabando las ideas… Pasaba horas al teléfono y enviando correos electrónicos. Por fin pude comunicarme con alguien en el Inda y llegaron recursos para poder repartir canastas de alimentos para por lo menos un mes. Un día, mientras entregábamos las canastas, aproveché para ayudar a algunas madres a bajar en sus celulares la aplicación que se utiliza para las clases a distancia en esta época de cuarentena. Al no tenerla no habían accedido a los tutoriales de como ingresar a las aulas virtuales. Comprobé cuánto tiene que “remarla de atrás” esta gente. Se ven los efectos de la pobreza en las estructuras del pensamiento. Acompañé a esas mamás paso a paso, como si estuviera con los niños. La mayoría de las madres del proyecto me contaron que entran a las aulas virtuales por el celular, lo cual hace mu-
cho más difícil para sus hijos llegar a las condiciones para poder aprender. Además, ahora se viene el frío, y en las casas de algunos hay goteras y no están bien calefaccionadas. Y, como viven de trabajos día a día, ahora que todo se complicó, si no entregamos las canastas no hay comida. Muchos de aquellos que tenían trabajos formales están ahora en seguro de desempleo, de modo que sus ingresos -que no eran altos- han disminuido. Me duele el corazón de pensar lo valientes que son estos niños al tratar de aprender. A veces siento que los abrazaría a todos para cuidarlos de tanta ausencia de amor, de cuidado y bienestar. Cuando digo a todos incluyo a las madres solas, y hasta a los padres violentos, porque muy probablemente no fueron amados ni sostenidos. Falta amor real en este mundo. Siento que se hace imprescindible volver a la experiencia que Chiara y sus compañeras hicieron en el primer Focolar. Este tiempo lo pide: estar en el amor al cien por ciento, dar todo de nosotros y confiar que nuestro Padre no nos abandona. Katya (Montevideo) Ciudad nueva - Mayo 2020
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Especial
Centenario Chiara Lubich 1920-2020 Francisco Biasin*
Chiara es expresión del perfil mariano de la Iglesia
“El bolígrafo no sabe lo que deberá escribir, el pincel no sabe lo que deberá pintar, el cincel no sabe lo que deberá esculpir. Cuando Dios toma en sus manos una criatura para hacer surgir una obra suya en la Iglesia, la persona elegida no sabe lo que deberá hacer. Es un instrumento. Creo que éste es mi caso. Cuando se inició la aventura, en Trento, yo no tenía un programa, no sabía nada. La idea del Movimiento estaba en Dios, el proyecto en el Cielo”. Esto dijo Chiara Lubich en 1977, en uno de sus primeros discursos ante un público masivo, en ocasión del Congreso Eucarístico nacional de Pescara, Italia. La simplicidad con que describe su papel en el surgimiento del Movimiento de los Focolares coloca a Chiara en la estela luminosa de los grandes fundadores que, a lo largo de los siglos, hicieron surgir en la Iglesia carismas que respondían a los desafíos del momento
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histórico que estaban atravesando. De hecho, cada carisma tiene historicidad y se contextualiza en su propio tiempo y tiene trazos característicos de un nuevo comienzo de la experiencia cristiana que revitalizan a toda la Iglesia. El contexto histórico en que Chiara vivió estuvo marcado por la Segunda Guerra Mundial, por la reconstrucción y la estructuración de un nuevo orden mundial, seguido por el Concilio Vaticano y por la entrada en el tercer milenio. El carisma de la unidad que Dios colocó en su corazón, nació y creció en ese escenario. Conmemorando el primer centenario del nacimiento de Chiara, es menester preguntarse: ¿qué significa ella para la Iglesia y para el mundo hoy?, ¿ cuál es el aporte específico que su carisma está ofreciendo a la Iglesia? No hay dudas de que el núcleo central de su originalidad está en el nom-
bre con que Chiara quiso identificar a su obra: Obra de María. No se trata de una devoción mariana ni de un movimiento mariano, se trata de una nueva mirada hacia el núcleo central de la revelación que viene de María. Chiara ve todo a partir de María. En este sentido, es muy iluminadora la sintonía que existe entre la doctrina espiritual del carisma de la unidad y las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Podríamos afirmar que no es posible entender la novedad de la doctrina espiritual y la propia vida de Chiara sin el evento del Concilio, que ella acompañó con una intensidad única, con una verdadera pasión por la Iglesia. El Papa Francisco recordó esa sintonía al visitar la ciudadela de Loppiano el 10 de mayo de 2018 diciendo: “He querido venir a visitarla porque, como subrayaba su inspiradora, la Sierva de Dios Chiara Lubich, quiere ser
una ilustración de la misión de la Iglesia hoy, así como la trazó el Concilio Vaticano II”. De la misma forma, se comprende esta nueva mirada a partir de María por las enseñanzas del magisterio. San Juan Pablo II afirmó, el 22 de diciembre de 1987: “María, la Inmaculada precede a cualquier otra persona y, obviamente al mismo Pedro y a los apósto-
les... María es la reina de los apóstoles, sin pretender los poderes apostólicos. Ella tiene otra realidad y mucho más… La Iglesia vive de este auténtico perfil mariano, de esta dimensión mariana. Este perfil mariano es tan fundamental y característico para la Iglesia como -o más – que el perfil petrino (“de Pedro”, de la jerarquía), al que está profundamente unido”.
Por lo tanto es posible decir sin dudas que el carisma de Chiara contribuye enormemente a resaltar ese aspecto coesencial en la vida de la Iglesia que son los dones carismáticos junto a los dones jerárquicos, en coherencia con las instancias pastorales y teológicas del Concilio Vaticano II. * El autor es obispo emérito de la Barra de Piraí, Volta Redonda, Brasil.
Sensibles a la vocación del amor El amor es la vocación a la cual es particularmente sensible la mujer. (…) El amor que Cristo trajo consigo posee cualidades específicas, es concreto y exige sacrificio. (...) Ahora bien, “comúnmente se piensa” -dice el Papa Juan Pablo II en Mulieris Dignitatem- “que la mujer es más capaz que el hombre de dirigir su atención hacia la persona concreta”. Además, la caridad es antes que nada sacrificio, es vivir por los demás, olvidándose de sí mismos. Y la mujer -afirma la misma Mulieris Dignitatem- “a menudo sabe soportar el sufrimiento mejor que el hombre”. Pero en nuestros días, la mujer ¿dónde puede hallar la posibilidad de encontrarse nuevamente con Jesús y su mensaje? (...) Jesús no sólo está presente (...) por medio de los canales de la jerarquía de la Iglesia. Él vive y podemos encontrarlo, por ejemplo, en las innumerables realidades eclesiales fundadas a lo largo de los siglos y renovadas y actualizadas después del Concilio Vaticano II. Las espiritualidades, las
nuevas asociaciones eclesiales poseen elementos comunes a los que las mujeres son particularmente sensibles. (...) Encontrándose con estas obras, así como en otras porciones de Iglesia renovadas, muchas mujeres, hoy, de cualquier país y raza, pueden encontrarse con Jesús vivo. Las mujeres están en los ambientes más variados de la Iglesia y de la sociedad. (…) Trabajan para que Jesús esté presente en la familia, de manera que, teniendo como base una recobrada conciencia de la paridad e igualdad entre el hombre y la mujer también en el matrimonio, permanezca vivo y constante el “vivir por el otro”, por cada miembro de la familia. Resuelvan problemas con esa capacidad pacificadora y unificadora que le es propia. Allanan dificultades, saben perdonar, reparten armónicamente tareas y responsabilidades, lo que lleva también a la familia a abrirse a la humanidad entera. En todos los campos las mujeres -justamente porque en la vida saben ocuparse generosamente del otro,
de cada ser humano- dan un nuevo impulso a las más variadas formas de participación para volver a humanizar las estructuras e impregnarlas de una nueva vitalidad. Saben comprometerse en problemas cruciales para la humanidad. (...) Por Cristo en ellas, conquistan los corazones, eliminan barreras y llevan la paz entre personas de razas diferentes, de pueblos distintos, entre ricos y pobres; llevan unidad y colaboración entre los miembros de la Iglesia. Son capaces de abrir diálogos fecundos con cristianos de otras Iglesias, con fieles de otras religiones, con los hombres de buena voluntad. (...) Y porque viven el amor, el mayor de los carismas, estas mujeres se sienten de un modo especial muy cerca de María. Y María puede ser su modelo. Chiara Lubich* * Extractos del discurso La mujer, educadora de paz pronunciado en la Municipalidad de Trento el 1° de enero de 1995.
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Focolares
Las comunidades locales Héctor Jorge Esteban*
Seamos comunidad allí donde estemos Tomando como modelo a los primeros cristianos, Chiara Lubich propuso un estilo de vida basado en las palabras del Evangelio, siempre vigentes Uno de los problemas de nuestro tiempo es la vida centrada en sí misma, en el individuo, que sólo se mira en forma egoísta. La vida de relación con los demás, la vida de donación hacia los otros, trae beneficios fundamentales para quienes están involucrados en estas relaciones. Y tiene sus efectos positivos en el entorno. Sabemos que el hombre y la mujer se realizan en sí mismos como personas en cuanto saben trascenderse y brindarse hacia sus semejantes. Si, además, estas relaciones tienen la posibilidad de realizarse en un territorio específico y de mantenerse y crecer en el tiempo, son generadoras de comunidades. Las comunidades son el fruto de relaciones continuas, capaces de generar una comunión cada vez más estrecha entre quienes las componen. Esto redunda en beneficio de todos, comenzando por cada persona que sabe ver en el otro una posibilidad de crecer juntos como personas y de irradiar esa vida a su alrededor. Consecuencias de vivir en una comunidad Cuando la comunidad en una ciudad o barrio se crea a través de vínculos que contemplan una donación recíproca de comunión fraterna, en la que intervienen los bienes espirituales y materiales, se verifica un salto de calidad en la vida de cada uno. Cada persona deja de ser lo que originariamente era y pasa a ser “algo más” en virtud del enriquecimiento dado por su relación con los demás. Por lo general, quien integra este tipo de comunidad se siente más expansivo, más contento
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de compartir, más motivado, más realizado, más impulsado a crear algo por el otro y por el conjunto, para sentirse parte de una sola familia, con vínculos de afecto fraterno que se potencian y enriquecen a todos y que además se expanden alrededor, en acciones concretas que se pueden emprender en beneficio del bien común. Las características de las comunidades en el Movimiento de los Focolares Cuando en el Movimiento de los Focolares se habla de comunidad, el pensamiento va enseguida a la primera comunidad de Trento que, a los tres meses desde que Chiara Lubich y sus primeras compañeras iniciaran su “divina aventura”, ya contaba con 500 personas de todas las edades y vocaciones. En esa comunidad de Trento se encuentra el ADN de las comunidades que con el tiempo nacerían en otras ciudades de Italia y después en los cinco continentes. A su vez, la comunidad de Trento había encontrado su caracterización, su modelo, en las primeras comunidades cristianas. Por ello siempre será necesario regresar a la fuente de la vida que ha animado a las primeras focolarinas a transmitir alrededor de ellas el “fuego” del Ideal de la unidad y a amar a todos, tratando también de que todos tuvieran lo necesario para vivir, como era en las primeras comunidades cristianas. La realidad fundamental de nuestras comunidades es la unidad de espíritu y de los corazones, así como era en las comunidades cristianas de la primera hora: “Eran un solo corazón y una sola alma” (Hechos 4, 32). Se trata de una unidad
destinada a nacer y a crecer siempre, siempre dinámica. Y no hablamos de uniformidad sino de unidad en la diversidad. Chiara concibió las comunidades animadas con un amor recíproco siempre vivo y concreto entre sus miembros, basado en la disponibilidad de los unos hacia los otros, en la donación efectiva y afectiva. Un ambiente en el que son fuertes los lazos de fraternidad, donde se tiene un corazón abierto a todos, sin distinción alguna. Chiara habló de un amor que ama a 360 grados. La motivación espiritual de las comunidades y sus frutos De vital importancia para las comunidades, según Chiara, es la vida basada en el Evangelio y por lo tanto la vivencia de la “Palabra de Vida” –el comentario mensual de una frase de las Escrituras–. Su práctica incluye el aplicarla a las realidades cotidianas y comunicar a los hermanos las experiencias hechas de este modo, que así multiplican sus frutos. De modo que el vivir el Evangelio, sirve para una edificación recíproca y tiene un sentido comunitario, como es comunitaria toda la espiritualidad que caracteriza al
Luis Young
Movimiento. Chiara siempre subrayaba que la comunidad nace alrededor de la Palabra, que la vida del Evangelio participada por amor a los demás tiene la capacidad de generar la comunidad. En una comunidad basada en el amor que Jesús nos propone, que es recíproco entre sus miembros, no sólo se respira un clima de amabilidad. También se experimentan los frutos del espíritu: esa paz, ese ardor, esa alegría típica que da la presencia de Jesús en medio de los suyos (Mateo 18, 20). Otros frutos se dan cuando la comunidad se proyecta alrededor. Las relaciones entre los componentes de la comunidad encuentran su modelo en la vida de la Santísima Trinidad. Dios en sí mismo es amor. La comunión entre las tres Personas divinas es amor. Hay una donación y compenetración recíproca entre ellas, que se unen distinguiéndose y se distinguen uniéndose. San Juan Damasceno, un padre de la Iglesia, dice: “Cada Persona habita, tiene su sede en la otra”. En estas comunidades se trata de vivir en función de los demás, de “vivir el otro” poniéndose en lugar del otro. Como dice San Pablo a los Corintios, se
busca “hacerse uno” con los demás (1 Corintios 9, 22). Por otro lado, este amor contempla la diversidad y la libertad de cada persona, en comunión. Pero para amar al hermano se requiere estar “vacíos de sí mismos”, del propio yo egoísta. Cada persona que se “despoja” de sí misma, que se “vacía” para acoger a otra por amor, puede donar todo de sí misma. Este donarse enriquece a quien da, porque es ley evangélica: “Den y se les dará” (Lucas 6, 38). Si esta actitud es vivida por parte de cada uno hacia el otro y viceversa, resulta un enriquecimiento recíproco. La verdadera relación entre las personas de la comunidad se construye y se revela, pues, en esta dimensión del don recíproco. Esta actitud de “perder” a sí mismo, de “vaciarse”, abre a la acogida al otro, a escucharlo a fondo, a abrirse a las ideas de los demás cuando fueran distintas de las propias. Estos elementos del amor son los que nos permiten “hacernos uno” con el otro. Es así que nuestras relaciones se moldean según las que se viven en la Trinidad, donde cada Persona es toda para la Otra. De este modo encarnamos, de alguna manera, la frase de Jesús “Como
tú, Padre, estas en mí y yo en ti, que ellos también sean una sola cosa”. Frase que concluye “...para que el mundo crea que tú me has mandado” (Juan 17, 21). Un amor de este tipo en nuestras comunidades conquista los corazones de los demás e irradia vida alrededor. El lema que Chiara dio al Movimiento de los Focolares hacia el final de su vida, “Ser siempre familia”, es una invitación dirigida especialmente a la comunidad. De este modo, las relaciones entre las distintas vocaciones del Movimiento (niños, adolescentes, jóvenes, adultos, familias, religiosos, laicos consagrados, sacerdotes) pueden ser fraternas, y se pueden construir allí donde estamos: en un pequeño pueblo o en una gran ciudad; en la escuela, en la facultad o el trabajo. En todos lados. Las relaciones construidas con las personas que encontramos en los ambientes de trabajo, de estudio o de esparcimiento, generalmente encuentran en la comunidad la fuerza motriz y, en cierta forma, un modelo. Se aspira a que si alguien que no conoce el espíritu del Movimiento llega a una de sus comunidades locales pueda decir, como se decía de los primeros cristianos: “Miren cómo se aman los unos a los otros”. Una comunidad viva es consciente de que, mientras mantenga su vitalidad, revitaliza el territorio donde está insertada y contribuye a revitalizar junto a las otras fuerzas de la Iglesia, a la Iglesia local y a la ciudad, porque desea llegar a todos. Si la comunidad se encerrara en sí misma, moriría. Por ello, las comunidades de los Focolares encuentran su razón de vivir cuando se proyectan hacia fuera, sabiendo que la sociedad y la Iglesia en un determinado territorio son un paso en la construcción de la fraternidad universal según el deseo de Jesús “Que todos sean una sola cosa”. *El autor fue estrecho colaborador de Chiara Lubich desde 2000 hasta la muerte de la fundadora, en 2008, ocupándose de la difusión del espíritu del Movimiento de los Focolares, tarea que continuó después por otros varios años. Esto motivó sus visitas a comunidades en los cinco continentes. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Vida sana
Una reflexión Susanne Janssen (de Estados Unidos)*
¡A ordenar las cosas (y la vida)! La serie de Netflix ¡A ordenar con Marie Kondo! nos ayuda a volver a lo esencial. Con un poco más de orden, nuestra vida espiritual también podría beneficiarse
“¿Te provoca felicidad?”. Esta pregunta me quedó dando vueltas después de mirar un episodio de ¡A ordenar con Marie Kondo! Y me puse a pensar: un momento, ¿qué hay de ese saquito escocés que me da un poco de picazón? (Siempre me dicen que me queda muy bien, pero no me lo pongo muy seguido). ¿Tengo que dárselo a alguien? ¿Y el cárdigan que sólo uso una vez al año? Y ahí me cayó la ficha: no se trata de tener más, sino de contar con cosas que nos benefician. Es hora de poner orden Poner orden libera energía y eso evoca la consigna “menos es más” que muchos están descubriendo. Ya no gastar energía en poseer cosas, sino en construir recuerdos y vivir la vida. Parece un mensaje muy oportuno,
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especialmente en Estados Unidos y en Canadá, donde los garajes desbordan al punto que casi no queda lugar para el auto y se necesita alquilar espacios para almacenar las las cosas que no caben en las casas. Las viviendas atiborradas, llenas de objetos, hablan de la necesidad del mensaje de Kondo. Ver a esta pequeña y enérgica mujer saltando entre livings desordenados, cocinas sucias y garajes repletos me hizo sentir culpable de inmediato. Los episodios de la serie muestran una variedad de “luchas” por mantener los cajones organizados, y me podía identificar claramente con las dificultades de las personas que aparecen en ella cuando intentan soltar y liberarse de “objetos de valor sentimental”. Miré el ropero y volvió a mí la pregunta: “¿Te provoca felicidad?”. Decidí regalar un pulóver que no me daba tanta fe-
licidad, para que otro pudiera disfrutarlo. Kondo sugiere agradecer a cada objeto por el servicio prestado. Pensé: “Wow, ésta es la comunión de bienes que quiero vivir”. Como los primeros cristianos, sólo necesito tomar lo que necesito y donar lo que no necesito. Si acumulo demasiado, ¡ni siquiera puedo ver todo lo que tengo! Esto es bueno para nosotros En el primer contacto con la casa en la que vive una familia que la contrata, Kondo realiza un gesto de humildad, agradeciendo a la casa por brindar refugio. Es un mensaje totalmente distinto del de los programas televisivos de casas en venta o que necesitan reparaciones, que tienen como fin remodelarlas por complemento. Marie te dice: no, no necesitas pintar paredes y comprar muebles nuevos ni decoraciones. Basta con deshacerse de las cosas de más y organizar todo mejor. Y –algo que resulta destacable para una producción televisiva– es refrescantemente amable y respetuosa, y no reta a sus clientes por los errores y por los rincones desordenados de sus casas. El sorprendente resultado que algunas familias comparten es que la nueva prolijidad también afecta su relación: menos peleas, más tiempo juntos, menos distracciones. Marie Kondo tiene un método: va paso a paso desde la ropa a
los libros, los papeles, objetos varios en la cocina, el baño y el depósito y, finalmente –por último, lo más difícil– los objetos con valor sentimental. Respeta los sentimientos de las personas con las que está trabajando y, de la misma manera en la que habla de su método en sus libros, asesora brindando apoyo y no diciendo cosas como “hicieron todo mal” -lo que podría parecer más entretenido para algunos espectadores-. Ya se está hablando del “efecto Kondo” en los aportes a las organizaciones de beneficencia. En enero de 2019, ese tipo de entidades recibieron entre un 15 – 25 % más de donaciones que lo habitual. Más allá de donar nuestros bienes para que otras personas puedan aprovecharlos, los principios de Marie Kondo están en consonancia con los de Chiara Lubich cuando aconsejaba a los adolescentes a “imitar a las plantas que toman del suelo sólo los nutrientes que necesitan”. Como seres humanos, no necesitamos acumular cosas para ser más felices. ¿Tenemos que deshacernos de las personas “tóxicas”? Un segundo pensamiento vino a mi mente: ¿qué me dice esto acerca de mis relaciones interpersonales? ¿Me provocan felicidad, como lo hacen mis queridos familiares y amigos, o la gente con la que me siento cercana
en el camino de la fe? Y la cuestión se pone más complicada. En realidad, necesito de esas personas que provocan felicidad, porque me sostienen y me ayudan cuando estoy atravesando un momento difícil. Pero ¿qué sucede con aquéllos que me presentan un desafío (los que me critican, las personas a las que no les caigo bien o que hacen mi vida más difícil)? En las redes sociales proliferan memes y mensajes que nos dicen que nos tenemos que deshacer de las “personas tóxicas” en nuestras vidas. Eso me resulta un tanto egoísta y, a la larga, evidencia una visión estrecha y cortoplacista. Si miro hacia atrás, muchas personas que podrían encajar en esta categoría me han ayudado a ser más paciente, a aceptar verdades dolorosas sobre mí misma y a ser más consciente de mis verdaderas fortalezas y, por lo tanto, a hacerme más resiliente. Esas personas me han desafiado a crecer y a madurar. Recuerdo lo que Giosi Guella, una de las pioneras de los Focolares, solía decir: “Todo conflicto con el prójimo es una oportunidad para agrandar el alma. Cada vez que choco con el otro, tengo la posibilidad de agrandar mi mente estrecha y aprender a amar más”. Un jefe poco amable sin querer me enseñó a trabajar con mayor precisión y me mostró la amistad de quienes trabajan conmigo. Los comentarios poco delicados de un colega me hicieron dar cuenta de mi impulsividad al contestar. Un amigo que siempre tomaba el camino más desconocido hizo tambalear mis hábitos y perspectivas. Marie Kondo ayuda a las personas a poner las cosas en orden, a deshacerse de las cosas innecesarias y a tener tiempo para lo que es esencial. La lección que aprendí es que si pongo en orden mi vida espiritual puedo ver qué es necesario y por qué. Y eso ensancha el alma y provoca felicidad. Va más allá de los recuerdos felices o de las crisis vividas. Una persona provoca felicidad cuando la relación con ella es auténtica. No es un sentimiento de alegría superficial. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Arte & Espectáculo
por Claudio Larrique
Libro ������������������������������������������������������������������������������������������������������������ de sorpresas. La prosa del famoso escritor austrohúngaro sabe combinar el rigor histórico con el atrapante estilo de un novelista de raza. Stefan Zweig / Editorial Claridad / Buenos Tal como señalaba Juan Luis Cebrián en el supleAires, 2019 / 256 páginas mento Babelia de El País de Madrid: “No se trata de Se cumplieron 500 años del famoso viaje del un texto erudito, sino emocional, pero es también marino portugués Magallanes financiado por el una contribución notable a la comprensión de la emperador Carlos I de España. Tres años después geopolítica de la época y la rivalidad entre las dos de partir de Sevilla, siempre navegando hacia Occipotencias entonces imperiales; clarifica también el dente, una de las cinco naves, al mando del español estúpido debate sobre qué país, si Portugal o EsJuan Sebastián Elcano (Magallanes fue muerto en paña, debe reivindicar la nacionalidad de la gesta”. Filipinas), regresó a España con la noticia de la exAl mismo tiempo sostiene que “Stefan Zweig traordinaria empresa. La celebración de 2019 fue menosprecia la figura de Elcano, casi un advenedizo también ocasión para reeditar una famosa obra del a la gloria, y pone el máximo acento en la calidad novelista y biógrafo austro-húngaro Stefan Zweig de visionario del jefe de la exploración, muerto a (quien se suicidó en Petrópolis, Brasil, en febrero lanzadas en una isla perdida de las Filipinas”. de 1942, convencido que no era posible vencer El autor señala que “en un mes Magallanes el avance nazista en el mundo) y para la elegante consiguió más de España que de su patria en 10 reedición de La Primera Vuelta al Mundo (Alianza la historia de la exploración de la Tierra: Fernando años de abnegado servicio”. Y continúa “no es un editorial), el diario del noble geógrafo y cronista de Magallanes, quien salió con cinco minúsculos guerrero en pos del triunfo, sino un emprendeitaliano Antonio Pigafetta, quien acompañó a Macúteres de pescadores de Sevilla para dar la vuelta dor y un líder, minucioso hasta el extremo en los gallanes en su aventura; en cuyos textos se basó al mundo, la odisea más espléndida en la historia preparativos del viaje, el avituallamiento y hasta Zweig. de la humanidad”. las disposiciones hereditarias para el caso —como En un viaje en barco a Sudamérica desde InglaEntusiasmado, Zweig escribirá después esta fue— de que pereciera en el empeño. terra, escribe: “Llegué a admirar la hazaña del hommagnífica biografía del marino, donde refiere los José María Poirier bre que, a mi sentir, realizó la más grande proeza en rigores de un viaje intrépido, lleno de penurias y (Excelente)
Magallanes (La aventura más audaz de la humanidad)
Música �����������������������������������������������������������������������������������������������������������
Medio siglo sin Beatles El viernes 10 de abril de 1970 se disolvían los Beatles, el conjunto que revolucionó la música y puso a todo el mundo a tararear en inglés. En realidad, el grupo logró mucho más que eso: emocionó, hizo bailar, soñar y cantar a millones de seres. Sus integrantes hicieron mejor nuestro mundo, y desencadenaron infinidad de eventos que tuvieron lugar en los inspiradores años 60 y en los 70. ¡Hasta nos siguen inspirando en medio de la “coronacuarentena”! La propuesta es sencilla: calcese un par de auriculares al telefonito o a la computadora. Abra la sesión de Spotify, Deezer o iTunes, busque en “artistas” “The Beatles”, y deje que suene la lista en forma aleatoria. Será la puerta de acceso a un mundo de sensaciones. Mientras redactaba esta nota, escuché temas de Revólver, Rubber Soul, Sargent Pepper’s.., Help!, el álbum blanco, A hard day’s night y Beatles for sale. Fue una experiencia maravillosa. Me deleité con temas como “I’ve just seen a face”, una canción que dura apenas 125 segundos, con unas preciosas maracas que le dan un sonido particular. O “The night before”, tema de dos minutos y medio con unos coros
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bien sencillos y un maravilloso acompañamiento percusivo, al igual que “I’ll follow the sun”, tema acústico que no llega a los dos minutos y plantea una atmósfera muy beatle. Nos despedimos con el tema que cierra el disco de Sargent Pepper: “A day in the life”, obra con dos partes bien diferenciadas. La primera con la voz de John y la última de Paul. La orquesta que los acompañó juega un rol fundamental, y evidencia el grado alcanzado por el conjunto en los delicados arreglos. Sobresalen las cuerdas y la nota final del tema, donde
cuatro pianos y un armonio tocan un mi mayor que dura 40 segundos. Todo esto nos da la idea que este grupo era mucho más que sus cuatro integrantes: incluía a su arreglador (George Martin), los técnicos de grabación y tantas otras figuras que están en el detrás de escena. Pasaron algunos años, pero siguen sonando tan o más vigentes que antes y acercan generaciones y naciones. Que no es poco... Quique Figueroa (Imprescindibles)
Señalamos Películas latinoamericanas liberadas Debido a las medidas de aislamiento social ante la pandemia del Covid-19, muchos realizadores latinoamericanos se han sumado a liberar algunas de sus obras para que puedan ser vistas online de forma gratuita por el público del mundo. Les presentamos tan sólo algunas. De jueves a domingo (Chile) Todo comienza un jueves cuando dos niños salen de vacaciones con sus padres hacia el norte de Chile. Todo termina un domingo. Lucía y Manuel viajan junto a sus padres Ana y Fernando por un fin de semana largo. La pareja ha decidido separarse, pero ya tenían planeado hacer este viaje con sus niños, así que deciden hacerlo de todas formas. De a poco este viaje se va convirtiendo en la despedida final. Es un largo recorrido; la soledad del paisaje y el encierro del auto van revelando la crisis de los
Stiglitz, el lecto-economista El Covid-19 nos exige reinventarnos y, al mismo tiempo, nos invita a la lectura, a la relectura o a animarnos a descubrir nuevos géneros literarios. Algo así nos sugiere Joseph Stiglitz, Nobel de Economía 2001. “Animaría a cualquiera que esté interesado en comprender la Gran Depresión o la Gran Bretaña de mediados del siglo XIX, a leer las obras de Dickens o Steinbeck”. Uno no suele asociar a un economista con afirmaciones de este tipo, pero resulta que Stiglitz es un lector voraz, a tal punto que su esposa debió comprarle una mesita de luz con espacio para más libros, que son los que lee en paralelo.
padres. Los niños sólo quieren llegar a una playa, Fernando a un sitio que le dejó su papá, y Ana a un lugar que no existe donde las cosas vuelvan a estar bien. La estrategia del Caracol (Colombia) Esta película, estrenada en la navidad de 1993, es el gran clásico del cine colombiano moderno. Cuenta la historia de un grupo de inquilinos, trabajadores, cuentapropistas, desocupados, que habitan una vieja casa cuyo dueño quiere recuperar para venderla. El desalojo es inminente, y en el medio circulan los de siempre: funcionarios, abogados y periodistas. La muerte de J.P. Cuenca (Brasil) Geométrica y caótica e Intensamente dialéctica, la película de João Paulo Cuenca parte de una maravilla burocrática. João Paulo Cuenca está vivo, pero ha muerto. Un día la policía le muestra su propio certificado de defunción. De ese giro en su propia vida, Cuenca escribió una novela autobiográfica y realizó
esta película, no como una adaptación de aquella. Ambas fueron dos formas maneras de procesar ese momento que lo conmovió. Malacrianza (El Salvador) Cuenta la historia de un humilde vendedor de piñatas en la ciudad de San Salvador, Don Cleo, quien un día recibe una nota de extorsión por quinientos dólares. Debe conseguir el dinero en menos de setenta y dos horas. Al verse obligado y sin recursos para hacerlo, decide enfrentarse a los supuestos extorsionadores. Para concluir, proponemos a tres películas que ya reseñamos en su momento, ahora disfrutables gratuitamente: Hamaca paraguaya, de Paz Encina (Paraguay), y las producciones uruguayas 25 Watts de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll y Hit, de Claudia Abend y Adriana Loeff. Fuente y enlaces para ver las obras: https://cutt.ly/2tH6vX5 y https://cutt.ly/MtJeEPP.
El último gran libro que leyó es El mundo intermedio de Vikram Lall, de M.G. Vassanji, en el que un funcionario corrupto recluido en Canadá recuerda su vida y el movimiento de independencia en Kenia. Particularmente inolvidables son sus relatos de amoríos de juventud y la movida estudiantil reinante en Dar es Salaam. El libro fue especialmente significativo para el “economista-lector” Joseph, quien trabajó en Kenia entre 1969 y 1971. Recientemente leyó Cumbres borrascosas, un libro sobre la desigualdad, la sexualidad, y las diferencias de clases. Stiglitz acostumbra leer autores de los países que visita. Ciudad nueva - Mayo 2020
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Mística / 7 Fabio Ciardi
Madre de Dios El descubrimiento de la belleza de María, toda “Palabra de Dios” A las 6 de esa tarde de verano, el sol todavía está alto. Al entrar en la iglesia de Tonadico, por un momento el ambiente le parece oscuro, por el contraste con el brillo que la había envuelto afuera. Chiara se sienta en un banco a la derecha, frente al altar de la Virgen. Lentamente, la penumbra se aclara y la estatua de la Virgen, envuelta en su vestido azul, con las manos cruzadas en actitud orante, aparece en toda su belleza. Sus amigas están sentadas a su lado. Chiara les había hecho una pequeña propuesta original: no piensen en nada, anulen cada pensamiento para que sea el Señor mismo quien ilumine. Chiara no lo sabe, pero, de una manera simple e intuitiva, está implementando una antigua “técnica” de la espiritualidad del Oriente cristiano. En el silencio de la iglesia, una vez más, se manifiesta una luz de cielo. Es la misma Chiara quien lo cuenta, en la carta del 19 de julio de 1949 dirigida a Igino Giordani: “Entonces miré frente a mí, donde había una hermosa estatua de la Madre, y comprendí que ella es exclusivamente Palabra de Dios, y la vi más hermosa de lo que las palabras pueden expresar: toda vestida de la Palabra de Dios, que es la Belleza del Padre, secreta custodia del Espíritu dentro de sí. Y, ni bien la amé, me amó y me mostró con claridad celestial toda su belleza: ¡Madre de Dios!”. Si la Palabra es el esplendor del Padre, su belleza, María, completamente vestida de la Palabra de Dios, refleja el mismo esplendor, la misma belleza de la Palabra. La idea de que María es toda Palabra de Dios no era completamente nueva. Andrés de Creta (Siglo VIII) escribe, por ejemplo, María es un “libro viviente en el que la palabra espiritual fue escrita silenciosamente por la pluma viva del Espíritu”. Un teólogo medie-
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val, Ruperto de Deutz, afirma que la Palabra de Dios se recoge en María, “en cuyo vientre Dios ha recogido la totalidad de las Escrituras, cada una de sus palabras”. Al verla completamente hecha sustancia por la Palabra, un reflejo de la belleza del Hijo, el Padre se enamora de ella y deja que su Palabra eterna descienda sobre ella: María se convierte en la Madre de la Palabra hecha carne y su belleza alcanza su máximo esplendor. “Dios”, escribirá Chiara un año más tarde, “no podía descender en el pecado y entonces inventa a María quien, resumiendo en sí misma toda la belleza de la creación, ‘engaña’ a Dios y Lo atrae a la Tierra”. A los ojos de Chiara, María ya no es la jovencita de Nazaret, la criatura más bella del mundo, sino la Madre de Dios, hecha por Dios tan grande como Dios, para poder contenerlo; es contenida en la Trinidad y contiene en ella a la Trinidad. Chiara y sus compañeras estaban seguras de que, por lógica, después del Padre y del Hijo, se manifestaría el Espíritu Santo. Pero éste, como un caballero, le da lugar a María, su esposa, y la manifiesta -escribe Chiara, con audacia- como “cuarta en la Trinidad”. Con la misma audacia, San Maximiliano Kolbe afirma que María “insertada en el amor de la Santísima Trinidad, se convierte desde el primer momento de su existencia, para siempre, eternamente, en el complemento de la Santísima Trinidad”. Cuarta “en” la Trinidad, señala Chiara, no cuarta “de” la Trinidad. No hay “cuaternidad” en la Santísima Trinidad. Sin embargo, desde que Jesús subió al cielo con su humanidad, algo nuevo ha
sucedido en la Trinidad: su carne, que es la carne de María, ahora se ha convertido en parte del misterio de la Trinidad misma. Después de él, subió al Cielo, en cuerpo y alma, también María. Con ella, la Trinidad acoge en sí misma a toda la creación, de la cual María es una suerte de síntesis y expresión. Desde las primeras basílicas marianas, el arte iconográfíco retrató a la Madre sentada junto a su Hijo, rodeada por las otras dos Personas divinas y coronada reina por las tres. Es la vocación final, expresada plásticamente, de cada cristiano, de quien María es señal y anticipación, como nos recuerda la Carta a los Efesios: Dios “con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo” (2, 6). Cuando salen de la iglesia, el cielo es de un azul nunca visto. “Entonces entendí:”, continúa Chiara, “¡el cielo contiene el sol! ¡María contiene a Dios! ¡Dios la amó tanto que la hizo Su Madre y Su Amor Lo empequeñeció frente a ella!”. (continúa)
Un hecho en fotos
“Quería sólo saber si estaba bien y, cuando tuve la oportunidad de verla, sólo tenía que echar esa sábana sobre ella”, dijo la señora Cheryl Norton al programa televisivo matutino Good Morning America. “Pensé que quería abrazarla, y que si ella tenía esa sábana alrededor de ella, quizás podía hacerlo”. De ese modo, Norton manifestó su cariño a su hija Kelsey, enfermera en centro de terapia intensiva del Hospital Christ de Cincinnati. La imagen fue capturada por una amiga de familia y fotógrafa de un periódico local, Liz Dufour, que estaba caminando por el vecindario. La madre de la joven enfermera (que llevaba barbijo) añadió: “Vi en las redes sociales que esos trabajadores de la salud se sienten muy aislados, y no quería que le pasara a mi hija”. “Ella estaba segura en mis brazos, por lo menos durante esos segundos. Se nota en la foto como ella también me abrazaba en modo apretado. Era como si estuviera de nuevo en casa”. Naturalmente, la sábana y la misma Cheryl se higienizaron con todas las precauciones.