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AÑO 1
DISEÑO
DE INTERIORES
NÚMERO 9
ECO-LÓGICA
BIENAL
DE SAN PABLO
LA JAULA DE LOS LEONES
PROCESOS
SUMARIO LA JAULA DE LOS LEONES
ECO-LÓGICA
ARTE PROCESOS
DISEÑO DE INTERIORES Revista CLAP! no se responsabiliza por los anuncios o las opiniones expresadas en la misma. Dichas opiniones no necesariamente representan las de CLAP! Revista. Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista. CLAP! es una marca registrada ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (trámite en curso).
DIRECTOR Y DISEÑADOR: Sebastian Dumrauf COLABORADORES - Viviana Rodríguez - Gabriela Gallardo - Federico Bevionne - Ann Layman Carla Schvartz- Sofía Pollán - Florencia Sol De Chico - Natalia Ventura - Mercedes Gabin - Silvia Valeria LLoyd - Pablo Cristin - Diana Varela Federico González - Leandro Bukavec - Nadia Le Pors Federico De La Puente - Nahuel Levinton ILUSTRACIONES TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL Sofía Pollán Florencia Peralta
EDITORIAL Bienvenidos a la última edición de Revista CLAP! Llegamos al final del proyecto. El año de CLAP! ha sido un recorrido increíble. Personalmente, quiero agradecer a los lectores y colaboradores que hemos hecho posible todas y cada una de las ediciones que se han publicado. Estoy felíz de que hayamos podido llegar a un número gigante de lectores de todo el mundo, increíble para mis expectativas (las cuales han sido completamente superadas). Desde su perspectiva, cada miembro de la revista ha tenido el espacio para expresarse: este ha sido el objetivo, crear un soporte de expresión, para comunicar, informar, enseñar, mostrar que hay cosas diferentes y hacer llegar a cada lector una nueva manera de mirar. No tengo mas que palabras de agradecimiento para todos aquellos que han escrito, ilustrado, leído y compartido la revista a través de diferentes medios. Muchas gracias!
Sebastian Dumrauf Director General magazineclap@gmail.com
LA JAULA DE LOS LEONES
LA ERA DEL LIMBO “... Pasada la media noche, como seguían llegando y ya éramos casi treinta, se nos ocurrió que podía ser el momento indicado para hacer algo que hacía bastante queríamos hacer...”
É
ramos más que de costumbre, no sé de dónde salió tanta gente, pero ahí estaban, tomando con nosotros en el departamento. Nos habíamos juntado temprano con la idea de comer algo, tomar algo e irnos, pero no dejaban de llegar y la previa se estiraba cada vez más. A ninguno parecía molestarle, al contrario, era lindo ver tantas caras desconocidas, en lugar de ser siempre los mismos. Pasada la media noche, como seguían llegando y ya éramos casi treinta, se nos ocurrió que podía ser el momento indicado para hacer algo que hacía bastante queríamos hacer. -¿Me escuchan un momento?- mi amigo se paró en el centro y pidió que bajaran la música, cosa que al principio no cayó del todo bien- Ya que somos tantos, ¿no quieren jugar a algo? Yo no pensé que fueran a querer, pero el alcohol los había puesto a todos de buen humor, y la mayoría se mostró dispuesta a jugar. Mientras mi amigo iba en busca del juego, mi amiga les pidió a todos que se sentaran de espaldas a la pared, dejando el centro de la sala libre. -¿Qué es eso?- preguntaron varios cuando mi amigo volvió con dos pequeñas columnas y una varilla, la cual colocó entre ambas, formando una H. -Un Limbo- dije yo, tratando de que sonara natural.
El juego era el siguiente: iban pasando de a uno, y los que se quedaban alrededor apostaban si el jugador podría o no pasar por debajo de la varilla, inclinando el cuerpo, sin caerse hacia atrás. Los que perdían debían tomar la cantidad de sorbos equivalente a las veces que hubieran perdido, y si el jugador se caía al tratar de pasar, quedaba descalificado, y además debía tomarse un vaso entero de vodka con Sprite, o con jugo de naranja. Todo esto al ritmo de la música, lo que lo hacía muy dinámico y entretenido. Me sorprendió mucho que a todos les resultara divertido el juego. A medida que iban pasando, bajábamos un poco la varilla, y entonces volvían a pasar, quedando cada vez más jugadores en el camino, y cada vez más ebrios. Aunque muchos de los presentes habían llegado con la idea de no permanecer más de unos minutos, no hubo uno que no se quedara hasta la definición del juego, a eso de las dos de la mañana. La ganadora fue una chica que además de estudiar Medicina, practicaba gimnasia artística (nadie sabía cómo le daban los tiempos, pero así era). Cada grupo se fue a sus respectivos autos o colectivos, y cuando solo quedamos nosotros cinco, decidimos hacer lo mismo. Estábamos de muy
buen humor, no solo porque estábamos ebrios sino porque la habíamos pasado muy bien, y todavía quedaba el resto de la noche. Mi amigo, que siempre que algo salía bien trataba de explotarlo al máximo, propuso repetir el juego el fin de semana siguiente, lo que al resto nos pareció buena idea. Así lo hicimos, y nuevamente fue un éxito. No vinieron todos los del fin de semana anterior, pero vinieron otros, esta vez fuimos cuarenta, y el juego se hizo más largo, pero a nadie pareció importarle. Para el tercer fin de semana decidimos poner un tope de gente, porque si no seríamos demasiados, y como varios se
Texto: Nahuel Levinton, 22 años, estudiante de Letras. Fotografía por Sebastian Dumrauf sebadum@gmail.com
quedaron afuera, decidimos hacerlo viernes y sábado, ya que solo uno de nosotros trabajaba los sábados a la mañana. Las primeras noches de Limbo fueron increíbles. No nos cansamos de hablar con todo tipo de personas, y el juego se volvió casi adictivo para la mayoría. No todos venían a jugar, algunos solo se sentaban contra la pared y conversaban mientras apostaban, y así surgieron muchos grupos nuevos, además de algunos romances, y citas que terminaron en desgracia, pero eso siempre pasa. Mis amigos y yo jugábamos, pero además bajábamos la
LA JAULA DE LOS LEONES varilla entre ronda y ronda, cosa que al principio nos parecía lo más normal del mundo, así era el juego. O así lo fue un tiempo. Una noche particularmente concurrida, dos o tres jugadores se quejaron de que la varilla empezaba demasiado baja. Les dijimos que si empezara más arriba, el juego duraría demasiado, y los boliches cobraban mucho más cara su entrada después de las dos de la mañana. El fin de semana siguiente no vinieron a jugar. Esto no nos preocupó demasiado, ya que la gente se renovaba todo el tiempo, sin embargo, las quejas comenzaron a repetirse, y cada vez más personas estaban disconformes con lo bajo que estaba la varilla. “¿Esto es un juego o la colimba?” llegó a preguntar uno, en forma de chiste, aunque no del todo. Como no queríamos que la gente dejara de venir, y tampoco nos parecía muy grave disminuir la dificultad del juego, decidimos subir un poco la varilla, y no bajarla tanto entre ronda y ronda. Por un tiempo esto dio resultado, aceleramos un poco el juego para que no terminara tarde y todos estuvieron conformes. Sin embargo, no tardaron en llegar nuevas quejas. Una chica dejó de jugar, porque al día siguiente se despertó con contracturas. Un chico no quiso jugar más porque dijo que sufrió mareos en el boliche, cosa que nunca le había pasado, según él, mezclando alcohol con pastillas. Una chica incluso llegó a decir que dicho juego estaba prohibido en varios países por tener raíces satánicas. Más de uno
creyó en sus palabras, y esto devino en otra disminución de gente. Cuando vimos que la concurrencia se había reducido a menos de la mitad, decidimos sacar el Limbo, y mantener las previas como un evento social, donde la gente podía venir, tomar algo, conocerse y después salir a bailar. Entonces surgió otro problema: la condición era traer una botella de alcohol o un diluyente; al principio todos traían y sobraba mucho para la vez siguiente. La gente se dio cuenta de esto, y dejó de traer bebidas, especulando con que otros llevarían. Al multiplicarse la especulación, el alcohol se fue reduciendo cada vez más, hasta que fue imposible de disimular. Los que venían sin alcohol dejaron de venir, y los que traían alcohol, se quejaron de los que no traían, y también dejaron de venir. Tratamos de poner condiciones para que esto no se repitiera, pero todo fue inútil. Suspendimos nuestras previas públicas, y volvimos a ser nosotros cinco. -A mí me gustaba nuestro Limbo, pero algo le pasa a la gente- dijo mi amigo, con fastidio, ayer a la noche antes de salir. -¿No quiere poner plata?- preguntó mi amiga entre risas. -Aparte de eso- dijo muy serio- la otra vez salí con un chico, y me dijo que era cantante, entonces le pregunté quién era su artista favorito, ¿y saben qué me dijo? -¿Qué te dijo?- preguntamos todos al
Texto: Nahuel Levinton, 22 años, estudiante de Letras.
mismo tiempo. -“Katy Perry”- a todos nos causó mucha gracia, aunque ninguno supo explicar bien por qué, entonces mi amigo siguió hablando- yo no tengo nada contra ella eh, pero no entiendo, esa mina no canta en vivo, tampoco toca la flauta y ni siquiera sabe hacer playback, tampoco escribe sus canciones, no baila, no actúa, ¡no hace nada! Y todo el mundo dice que es una artista, ¿por qué? -¿Y eso qué tiene que ver con el Limbo? No entiendo- dijo mi otra amiga. -No sé, pero algo que ver tiene- sentenció mi amigo, dando paso a nuevas risas.
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Me sorprendió mucho que a todos les resultara divertido el juego. A medida que iban pasando, bajábamos un poco la varilla, y entonces volvían a pasar, quedando cada vez más jugadores en el camino, y cada vez más ebrios.
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ECO-LÓGICA
TERRAZA JARDÍN En la edición anterior de Clap! , estuvimos hablando de cómo reciclar y crear elementos para decorar nuestro hogar o espacio de trabajo. En esta edición hablaremos sobre la famosa “terraza jardín” y los llamados “techos verdes”, fenómeno que está cobrando fama en nuestro país, pero una idea que ya tiene muchos años.
A
llá por el año 1926, un señor llamado Le Corbusier (que resultó ser de los más importantes teóricos y arquitectos del siglo) publicaba un documento llamado “Los cinco puntos de una nueva arquitectura”, en el cual establecía, valga la redundancia, lo que él sostenía, eran los 5 puntos para avanzar hacia una nueva arquitectura que respondiese a las necesidades de la sociedad del momento. Uno de los famosos “cinco puntos” era, justamente, la terraza jardín. Le Corbusier planteaba que el espacio que el edificio tomaba de la naturaleza, debía ser devuelto en la cubierta del mismo, siendo aprovechado como espacio de recreación y además, las propiedades de aislación térmica beneficiosas que genera la terraza jardín.
“[...] El hormigón armado es el nuevo medio que permite la realización de la cubierta homogénea. El hormigón armado se dilata mucho. La dilatación causa el agrietado de la obra en las horas de contracción brutal. En lugar de procurar evacuar rápidamente el agua de lluvia, esforzarse por el contrario, en mantener una humedad constante en el hormigón de la terraza y por ello una temperatura regular en el hormigón armado. Medida particular de protección: arena recubierta por gruesas losas de hormigón, con juntas separadas, en las que se siembra césped. Arena y raíces solo dejan filtrar el agua lentamente. Los terrados adquieren opulencia: flores, arbustos, arboles, césped. Razones técnicas, razones de economía, razones de confort y razones sentimentales nos llevan a la adopción del terrado como cubierta. [...]” Le Corbusier. “Los cinco puntos de una nueva arquitectura” . 1926
Texto: Florencia De Chico, estudiante de arquitectura. florencia.dechico@hotmail.com
Hoy en día existen diferentes formas de obtener una terraza jardín. Si proyectamos la obra desde cero, es posible pensar en construir una cubierta que soporte el peso y que esté correctamente aislada para tener nuestra propia terraza verde. En cambio si lo que queremos es adaptar nuestra cubierta, existen en nuestro país varias empresas encargadas de realizarlas, utilizando métodos en los cuales no es necesario romper o agregar nada, simples mampuestos colocados sobre la cubierta, sobre los cuales irá el césped. Siempre es conveniente consultar con un profesional a la hora de adaptar nuestra terraza, debido al peso extra que ésta pudiese suponer para el edificio ya construido. Si bien pareciera ser muy sencillo, tener una terraza jardín puede suponer un costo elevado. Es por eso que es
recomendable pensar en ésto durante la etapa de proyecto del edificio a construir. En la Ciudad de Buenos Aires, aún no es obligatorio por norma el empleo de terrazas jardín, pero ya se ha implementado como recomendación, y se ofrece una baja en los impuestos municipales por la construcción de la misma. Es importante tomar conciencia de que la terraza jardín no es un capricho del propietario o del proyectista. Posee beneficios térmicos y acústicos, reduce el riesgo de inundaciones (no nos olvidemos que las grandes ciudades suelen sufrir inundaciones graves a causa de la pérdida de terreno absorbible generada por la construcción en masa), y reduce la contaminación del aire. Podemos ver claramente lo necesarias que son entonces las cubiertas verdes. No todos vamos a tener acceso a
ECO-LÓGICA
una, principalmente por cuestiones económicas, pero podemos adaptar nuestra azotea (o quinta fachada) para recuperar el espacio de esparcimiento que ocupa la casa. Quizá no podamos poner césped en nuestra azotea, pero podemos poner macetas por doquier. No estaremos logrando la misma cantidad de beneficios, pero si estaremos mejorando y contribuyendo, además de contar con un hermoso lugar para tomar aire, y ya que está, unos ricos mates. Lo importante y en lo que debemos enfocarnos, es en la toma de conciencia a partir de la adquisición de conocimientos sobre cómo podemos mejorar las condiciones en las que vivimos, sobre todo en las grandes ciudades, donde el crecimiento urbano está haciendo desaparecer cada vez más rápido los espacios verdes, que
no sólo son necesarios para el alma, sino para el cuerpo (no olvidemos que los árboles son productores de oxígeno, que casualmente, es lo que nos mantiene vivos). Haciendo un resumen de todo lo que hemos visto en Eco-Lógica, podemos ver que promover y colaborar con una mejor forma de vida y un mejor trato hacia nuestro planeta, es posible desde nuestro hogar. Cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para que el cambio sea posible. Colaboremos. Contagiemos. Cuidemos. Gracias a todos los lectores por estar edición tras edición.
Texto: Florencia De Chico, estudiante de arquitectura. florencia.dechico@hotmail.com
ARTE
FEITO POR BRASILEIROS, LA OTRA BIENAL EN SAN PABLO El 9 de septiembre de 2014 aterrizo San Pablo, Brasil, con motivo de experimentar por primera vez en mi vida el recorrido de una Bienal de arte. Junto a otras 11 artistas y una coordinadora general, Kekena Corvalán, con quienes recorrimos durante 4 días no solo la Bienal del Parque do Ibirapuera, sino otras interesantísimas muestras, galerías de arte, museos y barrios de San Pablo. Un poco de historia y datos generales: La Bienal de San Pablo es una exposición internacional de arte moderno creada en 1951 y celebrada cada dos años en el Pabellón Cecilio Matarazzo ubicado en el Parque do Ibirapuera de la ciudad de São Paulo, Brasil. Inspirada en la Bienal de Venecia con el objetivo inicial de difundir el arte moderno brasileño. Es la segunda Bienal de artes en importancia después de la de Venecia. Su entrada es gratuita desde 2004. Su local definitivo, el Pabellón Cecilio Matarazzo, se inaugura para la cuarta edición (1957) y fue diseñado por el equipo de arquitectos liderados por Oscar Niemeyer y Hélio Uchôa. Tiene una superficie de aprox. 30.000 metros cuadrados. Luego de recorrer el Pabellón Matarazzo durante dos agotadores días, fuimos a visitar la que sería a mi parecer (y al parecer de muchas de mis colegas) “la gran muestra de arte contemporáneo” que nos dejó casi sin aliento, “Feito por Brasileiros”. Situada en el antiguo hospital llamado
Humberto Primo, más conocido como “la maternidad Matarazzo”, donde nacieron alrededor de medio millón de paulistas, en la zona de Bela Vista, a pocos metros del MASP y de la transitada Avenida Paulista. 100 artistas de todo el mundo se apropian de un espacio de las instalaciones del Hospital prácticamente en ruinas, como fue encontrado luego de dos décadas de abandono ya que fue cerrado en 1993. (Se prevé su reestructuración para convertirlo en un espacio de atracciones, arte contemporáneo y conciertos) La exposición ocupó 5 pabellones, más los jardines, más un espacio posterior, la capilla y la maternidad propiamente dicha. Hasta aquí una breve introducción y a partir de aquí ya sobrarían las palabras. Les acerco algunas imágenes propias de las obras que más me han impactado.
La entrada al hospital: Nos recibe la instalación de Arne Quinzen (Bélgica, 1971), una suerte de tejido de maderas.
Texto y fotografías: Viviana Rodriguez www.viviro.com.ar vmrodriguez2002@hotmail.com
Dentro del Hospital nos encontramos con la particularidad de la propuesta, cada sala, habitación, espacio intervenidos tienen las marcas del deterioro de esos 20 años de encierro. Una de las instalaciones más impactantes, en la escalera central del edificio, tomada, y anulada como tal, por un gran charco de agua negra brillante y espejada, que continúa en las habitaciones posteriores, obra de Per Barclay (Noruega, 1955). Una de las instalaciones más impactantes, en la escalera central del edificio, tomada, y anulada como tal, por un gran charco de agua negra brillante y espejada, que continúa en las habitaciones posteriores, obra de Per Barclay (Noruega, 1955).
La Palmera/cámara oscura de Teruhisa Suzuki (Japón, 1956), otro punto estimulante del recorrido.
ARTE
Dibujo inspirado en el árbol emblemático Seringueira, que vive en la ciudad de Matarazzo. Charley Fez.
Una de las instalaciones más impactantes de la muestra. Más de 900 verdaderos panaderos o dientes de león pegados a luces LED’S. Studio Drift.
Texto: Viviana Rodriguez www.viviro.com.ar vmrodriguez2002@hotmail.com
Puertas y ventanas bloqueadas por centenares de revistas, diarios, libros, computadoras. Wang Du.
ARTE
LAS MUJERES DE MAURICIO
PROCESOS #4 Tres mujeres encarnadas en un solo cuerpo. La vida de un joven en sus manos. El humor como táctica para contar esta historia. Graciela Szelubsky y Juan José Decuzzi nos convidan con este unipersonal construido desde las improvisaciones.
M
enos mal que sólo tengo que escribir la introducción a este artículo. Porque hablar sobre los maestros es muy difícil, ya que son esas personas que a uno lo marcan en el sentido más profundo. Graciela (Grachu) Szelubsky es actriz nacional y profesora de teatro. Directora de elencos y profesora de improvisación teatral. Pero fundamentalmente, como decía, es maestra de actores. Disfruta enseñando y mostrando a otros el oficio del actor. Desarrolla con pasión la tarea de compartir con sus alumnos aquello que la hace feliz. Junto a Juan José Decuzzi, concibieron “Las Mujeres de Mauricio”. El unipersonal que estrenó en 2005 en la Asociación Cultural Arte y Vida. Este proyecto, brota de las ganas de trabajar juntos y de llevar a la escena las situaciones que probablemente fueron anécdotas familiares alguna vez. En las respuestas de Grachu, sobre el proceso de trabajo, vuelve todo el tiempo la necesidad del compartir cuando hablamos de hacer arte. Esto se ve también en su trabajo y, me animo a decir, es una de las lecciones que sus discípulos mejor aprendemos.
¿Cuál es la primer imagen o situación del trabajo que te viene a la cabeza? Es decir, ¿cuándo empezó todo?. La primer situación que se me viene a la cabeza es el primer ensayo. Ahi yo improvisé a los dos personajes que tenia bocetados (Sara y Conchita) y como nos reíamos, con el director, armándoles situaciones. ¿Te acordás cuál fue, de haber existido, la pregunta, reflexión o palabra que te llevaron a empezar a trabajar en la temática de la obra? Se me ocurre que debe haber empezado con las ganas que teníamos con Juan Jose Decuzzi de trabajar juntos. Yo andaba con ganas de hacer un unipersonal, y le propuse dirigirme. Le conté de dos personajes que tenía en mi cabeza. En los ensayos los personajes fueron creciendo y con ellos el relato para la historia que queríamos contar; acerca de las mujeres y sus enredados vínculos con los hombres. ¿De qué forma pensás, ahora, que esa pregunta intentó ser respondida? ¿Llegaste a alguna respuesta? Le respuesta nos la da el público. Después de cada función se nos acercan muchas mujeres y hombres para contarnos
Texto: Federico de la Puente.
Fotografía: Federico de la Puente
como se sintieron identificadas con tal o cual personaje o situación, de como esta comedia los hizo reflexionar. Durante el proceso de escritura y ensayos, suele haber cosas que se van descartando aunque fueran centrales en un inicio. ¿Es el caso? ¿te acordás de alguna? ¿Cuáles siguen en pié desde el principio y cuáles surgieron posteriormente? Desde el inicio queríamos contar una historia de mujeres, que giraran en torno a un hombre, que parece débil , pero que finalmente logra liberarse de ellas. Tanto la madre judía como la española desprejuiciada, estaban desde el principio. Luego construimos a la terapeuta. Quisimos agregar un cuarto personaje, lo buscamos en un par de ensayos , pero no terminó de
cerrarnos, entonces hicimos crecer más a la terapeuta que tenía poco texto. ¿Cuál es la última imagen que surge cuándo pensás la obra? Pienso en lo mucho que me gusta hacerlas, la imagen son estas tres mujeres que van creciendo conmigo función tras función. Más sobre Las Mujeres de Mauricio: http://lasmujeresdemauricio.tumblr. com/ Texto: Graciela Szelubsky / Federico de la Puente. Imagen: Federico de la Puente
ARTE
NATURAL
PROCESOS #5 Leticia Arbelo y Mailén Valdez formaron hace algunos años la compañía teatral “Los Obesos Monsi” adoptando el nombre de su primer espectáculo como nombre del grupo. En Natural, su segunda obra, reflexionan sobre la necesidad de pertenecer y las presiones disfrazadas de utopías.
P
ese a ya haber escrito sobre Natural*, es bueno preguntarle a las autoras y actrices de la misma obra sobre su proceso creativo. Me resultaba interesante preguntarles dónde y cuándo surgía la necesidad de trabajar sobre el tema. En Natural se ve una elaboración conceptual previa, se entiende que parten de una inquietud. Lo que se quiere decir está claro y uno abandona la sala con ganas de debatir. El tema aquí no es juzgar a quien toma una decisión u otra. Nadie quiere señalar una elección como errada o marcar una preferencia por un estilo de vida. La riqueza de Natural, el desafío cumplido, es evidenciar la naturalización, el dogma, y las presiones sociales que se dan en espacios que creemos ‘libres de humo’. Personalmente, creo que el planteo de Natural es más que necesario en nuestro tiempo. En tiempos donde todos estamos revueltos, mezclados (por suerte) y, siempre buscando respuestas, es bueno frenar y pensarse. Siempre entre risas y con la empatía a flor de piel. ¿Cuál es la primera imagen o situación del trabajo que les viene a la cabeza? Es
decir, ¿cuándo empezó todo? Nos impactaron mucho las imágenes de partos en el hogar, fuera de hospitales, exponiéndose tan públicamente, nos impacto el fanatismo desmedido por el naturismo y la sobreexposición de lo privado. ¿Se acuerdan cuál fue, de haber existido, la pregunta, reflexión o palabra que las llevaron a empezar a trabajar en la temática de la obra? Empezamos a ver la posibilidad de escribir y actuar sobre el tema cuando observamos que el naturismo era una cuestión de moda más que un genuino gusto por lo natural y, para algunas personas de nuestra generación, más que un estilo de vida una búsqueda espiritual-religiosa. ¿De qué forma pensaron, que esa pregunta intentó ser respondida? ¿Llegaron a alguna respuesta? Luego de investigar, charlar sobre lo que queríamos decir, y “terminar” el proceso de escritura de Natural nos dimos cuenta de que, en el marco de nuestro tema-punto de partida que es, sin dudas lo sectario de la moda por lo
Texto: Federico de la Puente.
Fotografía: Marcelo Piccolo
natural. Pudimos abordar los temas que queríamos tocar en lo profundo, la manipulación, la soledad y la hipocresía. Durante el proceso de escritura y ensayos, suele haber cosas que se van descartando aunque fueran centrales en un inicio. ¿Es el caso? ¿Se acuerdan de alguna? ¿Cuáles siguen en pié desde el principio y cuáles surgieron posteriormente? En el caso de natural ha quedado casi la mayoría de lo que se escribió en un comienzo. Al montar y probar el texto en escena, algunas cosas que redundaban en la idea las hemos sacado pero lo esencial ha quedado. ¿Cuál es la última imagen que surge cuándo pensas la obra? La empatía que se genera con el público,
las risas, el juego, la situación tragicómica y el hecho de estar pudiendo hacer el teatro que queremos, teatro para toda la gente.
*Natural es la última de las producciones teatrales de Los Obesos Monsi. Se presentaron en el Espacio Cultural Dinamo durante Mayo de 2014 y desde Junio hacen circular la obra recorriendo distintas salas de CABA y GBA. Para más información: https://www. facebook.com/losobesos.monsi Texto: Leticia Arbelo / Mailen Valdez / Federico de la Puente. Imagen: Marcelo Piccolo
DISEÑO DE INTERIORES
ACERCA DEL DISEÑO DE INTERIORES Somos, por naturaleza, ambivalentes y contradictorios: queremos pertenecer a un grupo con el cual identificarnos, y al mismo tiempo buscamos nuestra individualidad, nuestra esencia que nos distingue y nos hace seres únicos. En nuestra búsqueda esencial de quiénes somos y con qué nos identificamos descubrimos la posibilidad de interactuar con nuestro entorno con al afán de proyectar sobre él nuestros sentidos de pertenencia, identificación e individualidad. Nuestra capacidad creativa, entonces, se encarga de recrear el mundo a nuestro alrededor. Y así creamos pirámides, arcos de triunfo, tótems, teatros y parques. Lo que nos recibe, nos protege, nos cobija y nos tranquiliza es el espacio interior. Lejos de las amenazas, las vorágines urbanas, el yugo rural, el agobio del tránsito y las distancias, los interiores residenciales siempre nos han contenido y abrazado y —tal vez como un acto recreativo de alguna experiencia de vida intrauterina primaria— nos calman, nos relajan, nos contienen y nos conducen al descanso y al sueño. Entonces no llama la atención el descubrimiento de pinturas rupestres o demás expresiones murarias a través de la historia. Siempre quisimos interactuar con nuestros interiores de manera de reconciliarnos con sentimientos de pertenencia, identidad e individualidad. Desde mi perspectiva, ese es el objetivo del diseño de interiores, como una
especialidad de la expresión arquitectónica. Específicamente respecto de los espacios vitales, esto es, aquellos espacios donde vivimos nuestras vidas, el diseño de interiores se definiría como un ejercicio creativo cuya finalidad es restaurar en los interiores todas esas sensaciones que deseamos o añoramos o cuya vigencia ha sido amenazada por impulsos provenientes de nuestra interacción con el mundo exterior. Entiendo que el diseñador de interiores, por su lado, es el profesional que colabora y asiste a los demás en este ejercicio creativo. Pone a disposición de sus clientes todo su conocimiento, su experiencia y su mirada, de forma tal de colaborar en la búsqueda y en la materialización de esas sensaciones. Desde el diseño de iluminación, pasando por el rediseño y optimización de instalaciones eléctricas, sanitarias y climáticas; la rezonificación de espacios y sus circulaciones; texturas visuales y táctiles; el equipamiento y el binomio función-estética; los aromas provocados; los materiales y, entre ellos, el material vegetal; los colores y los elogios de los brillos y las sombras; el lenguaje de las cosas y la gramática visual; el paso del tiempo diario, la rutina y el
Texto: Federico Gonzalez.
FotografĂas: Federico Gonzalez.
DISEÑO DE INTERIORES abecé de la seducción; las proporciones, los ritmos y los silencios; es decir, los principios del diseño y sus excepciones, el diseñador de interiores ayuda a desnudar nuestro interior para proyectarlo en nuestros interiores. Como acto compartido entre cliente y diseñador, la materialidad resultante entiendo debe ser definida como una expresión artística asistida. Entonces los espacios cobran vida y significación. Nos invitan a pasar horas y horas con amigos. A compartir intimidad con la persona amada. A alimentar a los nuestros con la tranquilidad de que estamos seguros y protegidos. Nos invitan a pensar y leer, más allá de las horas esperadas. No abrazan con vapores y sales minerales, y nos convencen de relajar nuestras tensiones. Nos llevan a jugar al patio, a la vera del sol. Nos inundan con aromas a tilo o gardenias que transcienden ventanas y postigos. Controlan el fuego y el agua en los lugares indicados y con las intensidades necesarias. Nos protegen del mundo exterior. Nos ofrecen ese espacio de magia, fe, recogimiento y buenaventura. Y finalmente sentimos que pertenecemos a algo, que nos identifica y que a la vez nos proyecta como seres únicos.
Texto: Federico Gonzalez.
FotografĂas: Federico Gonzalez.
HASTA PRONTO!