Diplomado Teórico en Tanatología
Módulo 2 Sesión 2
PÉRDIDAS Y DUELO EN EL ADOLESCENTE
Tanatóloga Claudia Bolaños González.
La adolescencia es la suma total de todos los intentos para ajustarse a la etapa de la pubertad, al nuevo grupo de condiciones internas y externas (endógenas y exógenas) que confrontan al individuo. (Peter Bloss, 1971). El adolescente se muestra como alguien lleno de confusión ya que por un lado necesita su propio espacio para poder crear su identidad, pero también hay una parte que se resiste a ello, ya que implica una separación emocional con su familia, que sin duda es dolorosa. La adolescencia se divide en varias etapas:
Pubertad: 8 a 14 años Adolescencia media: 15 a 20 años Adolescencia tardía: 21 a 26 años Adolescencia patológica: 27 años
A medida que el adolescente crece y se desarrolla, cambia el modo en que piensa y expresa su dolor. A pesar de que cada adolescente es diferente, hay algunos cambios que se esperan en su modo de pensar, los cuales ocurren hacia el principio, la mitad y al final de la adolescencia. La etapa de la adolescencia está llena de pérdidas, son momentos de mucha crisis dentro del ser humano, es la etapa del “adolecer”, de los cambios físicos y hormonales que le causa un carácter muy cambiante, todo esto provoca descontrol dentro de la familia, ni él se entiende y mucho menos saben que quiere, se siente incomprendido y todo le molesta, está en un estado permanente de conflicto interior, es una etapa de nuevos retos. Como la adolescencia es un período de cambios, uno de los aspectos que puede ser considerado primordial, es el proceso de duelo que se vive ante las distintas pérdidas que debe enfrentar el adolescente durante ésta etapa. Se ha hablado del duelo por la pérdida del cuerpo infantil, por el lugar de niño y en éste sentido por el lugar que se ocupa para los padres, es decir por el duelo que implica el crecimiento. Crecer duele aunque sea un aspecto que sin duda se puede considerar positivo.
En éste etapa se plantea la necesidad de alejamiento de los padres y la propia independencia; es un estado permanente de conflicto interior. Vive grandes cambios psico-sociales, está en búsqueda de un estilo de vida propio y rechaza los modelos propuestos; su comportamiento se vuelve más arriesgado. Los adolescentes pueden aislarse de las actividades familiares y buscar soporte en sus pares. Como las pérdidas son en tan corto plazo, al adolescente no le da tiempo de procesarlas. Se centrará en el futuro inmediato, pensará en que va a estudiar, en que un día se casará, etc. CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA
Individualidad. Capacidad de razonamiento. El nivel de desarrollo biológico termina, queda por delante su desarrollo como persona. Concepto de muerte propio y personal. La búsqueda de sí mismo y de la identidad. La tendencia grupal. Necesidad de intelectualizar y fantasear. Ateísmo o misticismo. Desubicación temporal. Evolución sexual (del autoerotismo a la heterosexualidad). Tendencias anti o asociales, es decir con un posible patrón de violencia, con comportamiento impulsivo, aislamiento del entorno, elitismo y discriminación. Contradicciones en todas las manifestaciones de la conducta. Una separación progresiva de los padres. Constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo.
CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS:
Alcanza la independencia emocional. Elige vocación y se prepara para ella. Quiere conocer su misión en la vida. Preocupación por la propia imagen.
Cambios drásticos de ánimo y humor. Crisis de identidad. Inseguridad. Copia de modelos o patrones de grupos de pares. Cambia a la familia por grupos de pares. Cambia lineamientos de su grupo. Puede ser inconforme. Se cree inmune, infértil e inmortal. Teme a la crítica. Confusión ante la vida. Necesita comunicación y la rechaza. Rebeldía, oposición. Necesita aceptación y buena relación familiar. Necesita reconocimiento. Está en capacidad de elaborar un duelo con sus etapas.
CARACTERÍSTICAS SOCIALES:
Obtiene cierta independencia económica. Desarrolla habilidades cognitivas y los conceptos necesarios para la competencia social. Desarrolla conductas socialmente responsables. Adquirirá valores que armonicen con su medio ambiente. Si asume la responsabilidad de sus actos, verá sus éxitos y fracasos como resultado de ellos. Es rebelde y anárquico en general. Necesita aislamiento. Quiere probarse para autoafirmarse. Enjuicia normas. Es idealista. Se identifica con un grupo. Crítico de las injusticias sociales.
El duelo en la adolescencia determina, a veces, el paso de una etapa a otra, de la infancia a la adolescencia, de ésta a la edad adulta o de muchacho a hombre, de forma repentina o forzada, lo que origina cambios psíquicos diversos. También puede dar lugar a cierto detenimiento de la evolución o tendencias regresivas.
El adolescente ya comprende lo que significa la muerte para su vida futura, pero puede angustiarlo y obsesionarlo, provocando conductas agresivas e inadaptadas en un intento de negación de la realidad. El comportamiento riesgoso del adolescente, lo lleva a que las principales causas de muerte sean: accidentes automovilísticos causados por el exceso de velocidad, abuso en el consumo de alcohol, drogas, homicidios causados por riñas, enfermedades, lesiones deportivas; todo esto lo puede llevar a la muerte o a discapacidades físicas y/o mentales. Cuando la muerte aparece alrededor del adolescente le permite preguntarse sobre el significado de la vida. Algo cambia en el concepto de su propia mortalidad, con riesgos de desarrollar comportamientos tales como beber e ingerir drogas. El adolescente tiene la capacidad cognitiva de revisar el pasado y contemplar las consecuencias de la muerte a largo plazo. La muerte de un padre o de un hermano puede cargar al adolescente de nuevos roles familiares, responsabilidades y expectativas de que se comporte como un adulto. Su sentido de responsabilidad y el deseo de proteger a los adultos afligidos es una mezcla de mensajes. El recuerdo de la persona fallecida puede generar incomodidad o culpa. Es en éste período cuando se adquiere la conceptualización adulta de la muerte como un evento, el adolescente se hará consciente de ciertas características sobre esta: 1. 2. 3. 4.
Universalidad, es decir que es general, a todos les pasará. Irreversibilidad, una vez que sucede no hay vuelta atrás. Causalidad, que todo tiene una causa, un origen. Continuación no corpórea, ya no se estará más físicamente.
El adolescente al perder un ser querido siente que está solo, abandonado, inseguro, temeroso, la sociedad le exige que se comporte como adulto, le endosa responsabilidades, no tiene tiempo de elaborar el duelo, no le permite llorar su pena, no se siente libre de pedir ayuda. Dependiendo de en qué etapa de la adolescencia se encuentren ayudará o dificultará el proceso de duelo:
Sexo: En las mujeres el duelo es mejor visto que en los varones, en quienes la educación aun es machista. Nivel de madurez y nivel de desarrollo emocional. Personalidad: El temperamento del adolescente, su experiencia de vida y el medio sociocultural en el que se desarrolló. Reacción ante otras pérdidas.
Comunicación con los integrantes de la familia.
EL ADOLESCENTE EN DUELO
Escucha más al amigo que al padre. Tiene miedo, reacciona con enojo, gritos y groserías. Pierde su entorno social, amigos y escuela. Pierde su independencia. Necesita estar acompañado. Necesita que los adultos le den tiempo y espacio para elaborar su duelo.
UN ADOLESCENTE ANTE EL PROCESO DE DUELO NECESITA
La confirmación de que estar triste está bien (El adolescente tiene derecho a expresar su duelo de la forma que más necesite). Compartir sus emociones, para darle sentido a su pérdida. Saber que la perspectiva de género es limitante: Los hombres no lloran, las mujeres sí. Los hombres no se deprimen, se enojan. Las mujeres tienen que ser protegidas.
COMO AYUDAR AL ADOLESCENTE CON SU DOLOR El adulto puede sentirse inseguro de cómo hablar con el adolescente en duelo. Los siguientes son unos conceptos generales para tener en cuenta. 1. Permitir que el adolescente reacciones ante la pérdida a su manera: Algunos son naturalmente callados y pueden necesitar expresar su dolor en privado, otros se sienten tan frustrados y desolados que pueden llegar a tener una reacción fuerte, incluso mostrar una furia intensa. En estos casos pueden necesitar que les aseguren que sus sentimientos intensos son reacciones normales a una situación estresante. 2. Permitir que cuestionen: El adolescente que experimenta pérdidas suele cuestionar el significado de la vida, lo que pasa después de la muerte, el por qué ocurren tragedias y por qué le pasan cosas malas a las personas buenas. 3. Darle tiempo para que se adapte a la pérdida: El adolescente varía en su capacidad para ajustarse a grandes cambios, incluso las pérdidas en su vida. Es
posible que no esté listo para responder a una pérdida al mismo tiempo que un adulto. No obligarlo a hacer un duelo según el tiempo que el adulto considere razonable. 4. Asegurarle que hacer duelo es normal: Es posible que necesite que le aseguren que la tristeza y otros sentimientos de dolor disminuirán con el tiempo. Recurrir a caricias y abrazos de consuelo es adecuado para comunicarle su comprensión y amor. 5. Fijar límites razonables en su conducta: Cuando ocurre una gran pérdida, las conductas rebeldes pueden volverse más dramáticas. Esto puede ser señal de que un adolescente tiene sentimientos intensos por lo que acaba de pasar. Generalmente se sienten más cómodos cuando tienen claro lo lejos que pueden llegar con su comportamiento. Ser firmes y claros con ellos sobre las expectativas que tiene de él.
LO QUE EL ADOLESCENTE DEBE SABER ACERCA DEL DUELO
El duelo es una desviación del estado de salud. El duelo es un proceso, no un estado. Se requiere tiempo para volver a la normalidad. Hay que trabajar las emociones y el dolor para aceptar la pérdida. Recolocar emocionalmente al fallecido y seguir viviendo. Los duelos pueden durar alrededor de 2 años (el tiempo varía de acuerdo a la dimensión de la pérdida). El duelo se supera cuando podemos pensar en el objeto o persona de nuestra pérdida sin dolor. El duelo termina cuando podemos hacer planes sin incluir al ser querido que murió.
SIGNOS QUE INDICAN QUE UN ADOLESCENTE NECESITA AYUDA ESPECIALIZADA
1. Síntomas de depresión patológica. 2. Dificultad para dormir. 3. Desajustes en la alimentación: anorexia, bulimia. 4. Impaciencia e intolerancia, manifiesta en agresividad. 5. Baja autoestima. 6. Fracaso escolar o indiferencia hacia las actividades extra escolares. 7. Deterioro de las relaciones familiares o de amistad. 8. Conductas de riesgo: abuso de alcohol y otras drogas, accidentes frecuentes. 9. Conductas agresivas, peleas. 10. Relaciones sexuales promiscuas sin medidas preventivas. 11. Negación del dolor y el sufrimiento, así como alardes de fuerza y madurez, “a mí no me pasa nada”.
ALGUNAS IDEAS PARA AYUDAR A UN ADOLESCENTE CON SU DOLOR
Enseñarle al adolescente sobre el proceso normal de duelo: Normalmente tiene cambios en su estado de ánimo y sentimientos contradictorios, puede necesitar ayuda para distinguir entre sentimientos normales y sentimientos de dolor. Lo mejor es hablar con él sobre el proceso de duelo. Escucharlo: El adulto deberá estar preparado para dejar de lado lo que está haciendo y escuchar al adolescente cuando esté listo para hablar sobre sus pérdidas. Estar atentos a los sentimientos que está expresando. Es común que los adultos quieran ayudarlos aliviar su dolor, resolviendo problemas u ofreciendo consejos, resista el deseo, hay que dejarlo que use sus propias habilidades para resolver problemas. Escuchar y responder de un modo que demuestre que está tratando de entender lo que está diciendo, esto podría alentarlo para hablar más. Manejar conductas graves en forma adecuada: A veces la conducta de un adolescente no mejora cuando adultos han fijado límites razonables. Comenzar hablar con el adolescente sobre las conductas problemáticas. Buscar asesoría profesional para ellos o para el adulto si no puede manejar solo las conductas problemáticas. Hablar con otros adultos importantes en la vida del adolescente, acerca de la pérdida reciente: Es posible que maestros, consejeros escolares y entrenadores también puedan ayudarlo a manejar su dolor.
Escuchar y poner atención al comportamiento cuando un adolescente está hablando facilitará el encontrar oportunidades para ayudarlo cuando está en duelo. No habrá que obligarlo hablar de sus sentimientos, él empezará hacerlo cuando se sienta listo y con aquella persona con la que se sienta seguro y esté dispuesto a escucharlo.
ACTIVIDADES QUE SE PUEDEN HACER CON LOS ADOLESCENTES DIFERENTES EDADES, PARA AYUDARLOS A EXPRESAR SU DOLOR
DE
Primeros años de la adolescencia: Como estos adolescentes pueden sentirse ansiosos al expresar su dolor, hay que pedirles que hagan un dibujo, o un collage, o que escriba una historia o poema sobre su pérdida. Hablar sobre los sentimientos que expresan en la actividad. Años medios de la adolescencia: Como no pueden imaginarse su propia muerte y a menudo piensan que van a vivir por siempre, estos adolescentes necesitan actividades que expresen sus sentimientos de una manera saludable. Ver fotografías, películas tristes o escuchar canciones tristes con ellos, es recomendable. Usar tiempo para dejar que hable o que simplemente se siente en silencio. Últimos años de la adolescencia: A pesar de que los adolescentes mayores hacen el duelo más como los adultos, es posible que no quieran participar de las actividades asociadas con una gran pérdida. Por ejemplo: es posible que no quieran ayudar a otras personas después de un desastre natural ni atender un servicio fúnebre de un pariente fallecido. Respetar la posición del adolescente, no obligarlo a participar en actividades en las que se sienta incómodo, ya que esto puede interferir en su habilidad de hacer el duelo. Ayudarlo a encontrar actividades para expresar su propio dolor, como un servicio privado en el hogar para el ser querido que murió.
EL ADOLESCENTE ANTE LA ENFERMEDAD TERMINAL
Un inconveniente que se presenta en ésta etapa es que el adolescente generalmente no lleva una buena relación con sus padres; por tanto se tienen que buscar medios para acercarse a ellos y acompañarlos en la elaboración del duelo. COMO TRATAR A LOS ADOLESCENTES ENFERMOS TERMINALES Y/O CRÓNICOS De las etapas del duelo a la que hay que ponerle mayor atención es al enojo, ya que el adolescente se siente frustrado al ver que sus sueños poco a poco se le escapan y las posibilidades de curación no existen, lo que produce consternación al ver sus proyectos de vida truncados. Durante ésta etapa las personas que están en contacto con ellos requieren de mucha paciencia y no tomar sus enojos y desplantes como algo personal ya que está pasando por una etapa difícil en la que se le debe permitir expresar su ira. La pérdida de hermanos o amigos, con los cuales la identificación está a un nivel de igualdad, puede hacer tambalear la estabilidad en un momento cambiante y enfrentar de una forma más directa y personal, la realidad de la muerte. Se ha observado que la muerte de algunos hermanos de forma imprevista y traumática, violenta o en relación con problemas de droga, puede dar lugar a procesos patológicos o síntomas identificatorios. Los procesos de larga enfermedad, seguidos de muerte, tanto en la infancia como en la adolescencia, centran en torno a ellos una etapa de desarrollo. Para los adolescentes son muy significativos los amigos, por tanto es útil apoyarse en ellos para su tratamiento y cuidado. EL ADOLESCENTE ANTE LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE
Fluctúa entre la conciencia del hecho y la negativa de admitirlo. Vivencia la muerte como una fuerza caótica y destructiva. Necesita expresar sentimientos. Negación y represión de emociones como: la indignación y la rabia.
EL ADOLESCENTE ANTE SU ENFERMEDAD
Presenta mecanismos de defensa (negación). Preocupación por su muerte. Vitalidad y deseos intensos de vivir.
Juzga a los adultos por no poder ayudarle. Afecta su proyecto de vida. Cambios físicos, producen cambios emocionales. Enojo y rabia. Pérdida de la autoestima. Le cuesta trabajo aceptarse como persona enferma. Mantiene la esperanza de curación. La enfermedad afectará etapas del desarrollo.
EL ADOLESCENTE ENFERMO TIENE DERECHO A SER INFORMADO SOBRE:
Tiene derecho a ser informado de forma completa, honesta, clara y objetiva, de cuál es la situación real de su salud. Pronósticos. Cirugías terapéuticas. Posibilidades de tratamiento médico.
ENFERMEDAD CRÓNICA EN EL ADOLESCENTE
Se deprimen. Hay que vigilar estrechamente la alimentación, patrón de sueño y amistades. Efectos y repercusiones de enfermedad crónica. Cuidados del cuerpo. Considerar los aspectos: cognitivos, conductual, afectivo y social. Sabe que los síntomas de la enfermedad estarán por mucho tiempo
CARACTERÍSTICAS PSCOLÓGICAS EN EL DIAGNÓSTICO
Separación de su entorno y reubicación en un nuevo ambiente. Pérdida de autoestima. Si se sienten abandonados por la familia, se tornan agresivos. Temor a la muerte y a daños físicos. Se sienten agredidos.
COMO TRATARLOS
Dialogar e informar. Confirmar información sobre la enfermedad y completarla. Incluirlo en la toma de decisiones, no restringir su responsabilidad y capacidad. Informarle e involucrarlo en el tratamiento. Permitirle las visitas.
El adolescente experimenta frustración, desesperación y rabia ante una realidad que no le permite hacer muchas cosas y lo regresa al seno familiar, como si fuera un pequeño al que hay que darle toda clase de cuidados, atándolo a la dependencia, cuando lo que desea y necesita es independencia y libertad. Como ve truncada su autonomía, hace repetidos intentos por lograrla a través de la rebeldía, aún en el tratamiento médico. Trata continuamente de reafirmarse y esto hace difícil la convivencia con él, porque surgen diferencias con quien representa la autoridad. Incluirlo en la toma de decisiones en cuanto a sus tratamientos es un punto difícil, aun cuando tenga un concepto maduro de muerte. ESTRATEGIAS:
Comprender al adolescente y darle toda la información que necesite de forma clara y veraz. Establecer el plan de tratamiento uniéndose en equipo. Promover el desarrollo del adolescente, dentro de las limitaciones que enfrenta, tomando en cuenta el tipo de familia de la cual proviene. Las estrategias también dependen de la enfermedad y las fases que implica.
DERECHOS DEL ENFERMO 1. 2. 3. 4. 5.
Recibir atención médica adecuada. Recibir trato digno y respetuoso. Recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz. Decidir libremente sobre su atención. Otorgar o no su consentimiento válidamente informado.
6. Ser tratado con confidencialidad. 7. Contar con facilidades para obtener una segunda opinión. 8. Recibir información médica en caso de urgencia. 9. Contar con un expediente clínico. 10. Ser atendido cuando se inconforme con la atención médica recibida.
DUELO EN EL ADOLESCENTE POR ROMPIMIENTO AMOROSO
“Enamorarse es fácil, permanecer enamorado es un desafío, dejar ir es lo más fácil, seguir adelante, es un triunfo. La consolidación de las relaciones amorosas es de vital importancia para el ser humano, pudiendo llegar a reforzar el sentido de identidad y autovaloración. Sin embargo cuando una persona termina con su relación, se experimenta mucho dolor, generándose así un duelo. El rompimiento amoroso es una de las situaciones de duelo más difíciles, porque la persona no desaparece (como cuando existe una muerte), sigue vivo, pero ya no es más parte de su vida. Pensar que un rompimiento se supera fácilmente es una ilusión, ya que siempre hay dolor por ambas partes, pero cuando la ruptura es unilateral, es decir sólo una de las partes quiere dejar la relación, el proceso de duelo se hace más complicado para la persona abandonada, ya que no sólo va a sufrir por el rompimiento, sino que además deberá respetar la decisión de la pareja de separarse. Cualquier rompimiento implica abandonar cosas de nuestra vida, dejar atrás un pasado y reconocer alguna clase de equivocación de nuestra parte La ruptura amorosa es un tipo de duelo ambiguo, es decir confuso, ya que por un lado se experimentan estados afectivos y cognitivos negativos, como también se presentan conflictos en las relaciones sociales del entorno íntimo de la persona. (Boss, 2001). El rompimiento amoroso será una pérdida devastadora, puesto que la persona permanece en un estado sin aclarar, indeterminado, pudiendo ocasionar problemas debido a que el duelo ambiguo está sujeto a situaciones que se encuentran fuera de control de la persona o se tienen impedimentos exteriores que obstaculizan la finalización del duelo. Se experimentan sentimientos de impotencia, depresión, ansiedad y conflictos en las relaciones sociales. El duelo por un rompimiento amoroso es muy común en la vida de la gente, sin embargo su presencia ocasiona mucho estrés, dejando a su paso desconcierto. Al ser un duelo doloroso y estresante, no puede ser llevado de la misma forma, ya que esto dependerá de la experiencia que le haya tocado vivir a cada persona, de la etapa de amor en la que haya finalizado su relación amorosa, el tipo de vínculo que se haya generado con la ex-pareja y el ciclo vital por el cual se está atravesando.
Si la separación es inevitable, habrá que estar preparados para sobrellevar y superar el dolor que acarrea el sufrimiento. Reconocer que pese a las diferencias de género, el hombre y la mujer llegan a sufrir con la misma intensidad. El dolor en asuntos de fracasos amorosos, no es solo de lo femenino o de lo masculino. El tiempo que dure ésta situación de tristeza dependerá de cada caso, pero debemos aceptar que en mayor o menor grado le sucede a toda persona que se separa. Estar preparado para afrontarlo fortalece la decisión. En la ruptura amorosa la persona en duelo está físicamente presente, pero psicológicamente ausente, donde se considera a la anterior pareja como inalcanzable a pesar de estar muy presente en el mismo contexto social. Hoy en día, muchos adolescentes crean grandes expectativas alrededor del noviazgo, como son el amor, el cuidado, el apoyo y la comprensión. Los adolescentes y jóvenes experimentan por lo menos una vez un rompimiento amoroso, a partir de esa experiencia junto con otros factores externos, van a predecir la manera de afrontamiento que se tiene frente ante éstas situaciones. Esto no sólo afecta al desenvolvimiento normal de los adolescentes que estén pasando por una historia de duelo, sino que repercute en su vivencia diaria. A nivel cognitivo, se presentan pensamientos negativos, falta de interés en actividades que antes disfrutaba, olvidos frecuentes, pensamientos recurrentes sobre la persona, mientras que a nivel afectivo, existen sentimientos de tristeza, culpa, rabia, desesperanza, etc. Estos sentimientos serán los que se manifestaran externamente. La desesperanza se hace presente, el adolescente se deprime y baja su autoestima, pueden surgir ideas como “nunca voy a encontrar a nadie como él/ella”, “no me volveré a enamorar”, “¿quién me va a querer?”, la conducta más frecuente en ésta etapa es encerrarse en sí mismo, no salir de casa y dejar de realizar actividades, lo que provoca que la tristeza se alargue. Sentimientos de intenso sufrimiento son normales en las parejas de enamorados que no pueden o no quieren seguir juntos, puede llegar a complicarse tanto que en algunos casos puede llegar a causar la muerte. Si se sospecha de que podría hacerse daño, por ningún motivo debe quedarse solo y llevarlo a que reciba atención psicológica o psiquiátrica, en éstos casos extremos los amigos son muy buenos aliados para los padres.
No se debe por ningún motivo negar la situación, pensamientos de que esto es pasajero, cuando la otra persona aclaró que era definitivo resulta ser un autoengaño frecuente, afrontar la realidad ante la situación es lo mejor por hacer. La incertidumbre característica que se presenta en el caso de la ruptura es el no saber si ésta pérdida será de manera temporal o definitiva. Esto puede provocar que la persona entre en un círculo vicioso que va de la esperanza a la desesperanza, esto genera mucho estrés, junto con un malestar a nivel conductual, físico, afectivo y cognitivo, pudiendo ocasionar un aislamiento social y una posible complicación del duelo. Lo que cualquier persona que esté pasando por un rompimiento amoroso debe hacer para una buena recuperación es: no tener ningún tipo de comunicación con la ex-pareja, no mensajes, no llamadas, no frecuentar sitios donde pudieran encontrarse, esto podría resultar muy difícil al principio, pero poco a poco se logrará. Es de gran ayuda hacer un cambio de vida, como por ejemplo: hacer ejercicio, buscar un pasatiempo, hacer nuevos grupos de amigos, pasar más tiempo con la familia, incluso volver a salir con los viejos amigos. Es muy común que al estar en una relación amorosa se dejan de hacer muchas cosas y se abandona un poco o completamente a los amigos y a la familia por estar con la pareja. Se da mayor recuperación emocional cuando el adolescente cuenta con el apoyo de familiares y amigos, siempre respetando tanto cuando quiere hablar o cuando desee estar en silencio, él sabrá a quién le platica, esto sucederá cuando se sienta listo para hacerlo, de igual forma habrá momentos en el que quiera estar solo. Mientras se está dentro de una relación amorosa, probablemente la sensación de comodidad es suficiente como para no sentir la necesidad de cambiar. Cuando se experimenta el dolor por la ruptura hay dos opciones: Despreciar el dolor, desperdiciando así la invitación al cambio, o bien usarlo como motivación para conocer quién eres y qué eres capaz de hacer para crecer. Lograr esto no es fácil pues requiere de trabajo, pero es posible, útil y satisfactorio.
DUELO EN EL ADOLESCENTE POR NO PERTENECER A UN GRUPO
La vida en grupo es tan antigua como el ser humano mismo. Los grupos dieron lugar a que los seres humanos puedan resolver sus necesidades psicológicas y sociales con mayor eficacia. Algunas de las particularidades que integran los grupos de adolescentes esta por la participación, pero, ¿qué es lo que buscan y encuentran en ellos?. Cómo pueden influir grupos en los distintos adolescentes. Como ya lo he explicado con anterioridad, en la adolescencia comienza la separación de los padres y se va dando de manera paulatina. Salen de un grupo (el núcleo familiar) para pertenecer a otro, pues la idea de encontrarse solos en el mundo los aterra. Así que este es un mecanismo defensivo. Debido a que la separación produce temores, genera vulnerabilidad y buscan recuperar esa seguridad formando parte de un grupo. Esta es la explicación de la fuerza tan potente que une a los grupos de amistades en esta etapa o la razón de pertenecer a ciertos grupos sociales que los identifica como parte de una sociedad aparte de la familia. Es frecuente que además de los grupos de amigos forme parte de otros grupos como clubes, actividades artísticas y/o deportivas. En estos nuevos grupos buscan colocarse de la misma manera en la que se colocaban en el grupo familiar o de la manera opuesta. Todos los grupos tienen un líder y sus seguidores. Muchas veces harán cosas que estando solos jamás harían, pero es la fuerza del grupo y el fuerte deseo de pertenencia lo que los impulsa hacer o decir ciertas cosas. El grupo de pertenencia proporciona al adolescente una plataforma distinta para ver el mundo, es un lugar relativamente estable, por el mismo hecho de ser adolescente, le es difícil encontrar ésta estabilidad en la familia. Amor, amistad, afecto, el sentirse reconocido y valorado, son necesidades psicológicas fundamentales para el ser humano, se visten igual, escuchan la misma música, hasta se hacen los mismos tatuajes. Todo esto los hace sentir bien y les da sentido de pertenencia. Encuentran una relación simétrica, situación de igualdad, con pares que tienen sus problemas, preocupaciones, deseos y gustos. Aprenden a establecer relaciones sociales,
pueden encontrar apoyo para afrontar sus conflictos y elementos para construir su identidad. En el grupo el adolescente, a veces puede aprender a postergar intereses particulares a favor de conductas que implican participación, solidaridad y colaboración, conductas que responden a valores que son básicos para la convivencia en comunidad. El sentimiento de no pertenecer a un grupo, sentirse aislado o rechazado provoca un desarrollo “anómalo”, es decir irregular (esto se debe de tener en cuenta desde la perspectiva evolutiva), que pueden llevar a resultados de dificultades emocionales en el adolescente, cuando se dan situaciones de aislamiento. Los adolescentes aislados que no pertenecen a ningún grupo, por lo general son muy vulnerables y son blanco perfecto para compañeros agresivos. Es tarea de los padres vigilar como se desenvuelve su hijo ante una situación de abuso, ya que él podría convertirse en agresor por defenderse. El grupo constituye una especie de transición necesaria para lograr la individuación adulta.
CONCLUSIONES: ¿Qué obtienen los adolescentes de un grupo? La búsqueda de la propia identidad: El inicio de la pubertad con el que comienza la adolescencia es también el momento en el que los seres humanos empiezan a buscar su propia identidad, ya no son niños pero aún no son adultos. La familia que hasta hace poco era su mundo ahora se queda pequeña, necesitan salir al exterior, establecer nuevos contactos, crear redes de amigos, descubrir el mundo y su lugar en él; para eso es fundamental el grupo de amigos. Un grupo de semejantes: Los adolescentes suelen construir o pertenecer a un grupo de amigos con chicos y chicas parecidos a ellos, con las mismas aficiones, el mismo gusto por cierta ropa, iguales intereses, etc. En éstos grupos se encuentran cómodos y con
ellos establecen sus relaciones de confianza y lealtad; pueden hablar de todo lo que les pasa, porque a ellos les están ocurriendo las mismas cosas. Sólo eso ya sería beneficioso para nuestros hijos porque gracias a sus amigos entienden que el proceso por el que están pasando es natural y le ocurre a todo el mundo. Por supuesto es tarea de los padres estar atentos con que grupos se relacionan su hijos ya que no todos los grupos les pueden ayudar. Aceptación: En medio de los cambios que experimentan los adolescentes no basta con saber que a los otros también les ocurren las mismas cosas, es fundamental ser aceptado como ellos son y eso también lo proporciona el grupo de amigos. Independencia: Con frecuencia los padres se quejan de que sus hijos se limitan a seguir a sus amigos y son iguales a ellos en todo. Generalmente eso no es exactamente así, como el grupo se forma entre iguales, todos ellos siguen lo que hacen los demás. Pero lo más importante es que aunque a los padres les parezca que son todos iguales, ellos están aprovechando su pertenencia al grupo para crear su propia identidad. La de un chico o chica que se encamina al mundo de los adultos, y aunque a los padres les duela, hay una parte de ese proceso que es necesario que ellos hagan fuera de la familia. Los padres deben tener en cuenta que éste problema lo comparten todos los adolescentes del mundo.
REFERENCIAS Gamo, E., Pazos, P. (2009). El duelo y las etapas de la vida. Asociación Española de Neuropsiquiatría. Vol. 29, Pp. 455-469. García, D. (2014). Narración del duelo en la ruptura amorosa. Universidad Católica Boliviana "San Pablo", Pp. 4, 12 Iglesias, A., Mercado, A., Pimental, B. La adolescencia. Revista Científica electrónica de psicología, Vol. 4, Pp. 98 - 104. Matino, R. (2007). El proceso de morir en el niño y en el adolescente. Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Vol. 10, Pp. 926-934. María, A. Culturas adolescentes: Los grupos, de Centro de psicología, laboral y forense Sitio Web: www.cpcba.com.ar/grupos_adolescentes.html Poinier, A. (2014). El duelo, cómo ayudar a los adolescentes con su dolor. Sitio web: http://www.uwhealt.org/spanishhealt/topic/actionset/el-duelo-c%C3%Bmo-ayudar-a-losadolescentes-con-su-dolor/aa131190.html#.VXTm5QkMEfo.email