CLUB #56: Navidad Technicolor

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titina penzini AMA

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CARACTER margareth henriquez

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el objeto de mi AFECTO

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pret-a- PORTER nostalgia technicolor

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METROPOLIS angel sanchez resort 2012

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gente como UNO lomografía + hotel hesperia wtc valencia 44 futuro PERFECTO the kooples

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belleza AMERICANA vidas cruzadas + plumas

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ventana al CIELO werk

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la joya de la CORONA grace de monaco x montblanc

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la vida es BELLA

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director general GONZALO PEÑA VELOZ directora de comercialización MARIANA BENCOMO DE PEÑA diseño y montaje WILSON DESIGN C.A. editor caracas CARLOS FLORES LEÓN-MÁRQUEZ coordinadoras ejecutivas CARMEN TOVAR / Clarissa Perfetti fotografía DORIS DIAZ/ NATALIA BRAND / CARLOS FOUGUET ARON OSORIO / JULIO GAGGIA / ANIBAL MESTRE / Yee Tan Ho NATASCHA LUNA / DANIEL SCHAEFER REYNALDO ORTIZ / Pablo Costanzo / RAM / Jonathan Faría / Marcel Cifuentes redacción Ignacio Alen / Diego Alejandro García NADIA GRADECKY SANTA CRUZ / Patricia Carmona Vallenilla Adriana Herrera / Mariana Herrera Domínguez / SOFIA AGOSTINI / RAQUEL SEIJAS colaboradores TITINA PENZINI / ANGELA ORÁA / JOSÉ ROBERTO COPPOLA / LOUIS VOLTAIRE MARVA GRIFFIN WILSHIRE / ANITA CARLI / ERIK DE ALMEIDA asesoras de ventas CARMEN TOVAR/ KAREN DOMINGUEZ ANA SOFIA CARRERO / JOHANNA DE JONGH / ANNALISA LEPORE DE PEÑA fotolito DIBARI MAC PC impresión ALTOLITHO club valencia es un producto de club de editores valencia c.a. nº ISSN: 1317-2816. nº de depósito legal: pp 200002CA855 teléfono: + 58.241.8243114 móviles: +58 414.4382330/ 414.4320868/ 424.4221102 / 424.4001178 dirección: Av. Rio Orinoco, Reda Building, Torre B, Piso 3, Oficina 9 Valencia, Venezuela. Rif: J-30653852-6 email: clubmagazine@gmail.com web: www.issuu.com/clubmagazine blog: clubmagazinevenezuela.blogspot.com twitter: @clubmagazine - facebook: club magazine venezuela tumblr: clubmagazine

navidad technicolor

fotografía: aníbal mestre modelo: athina klioumi vestuario: alberto de castro maquillaje: marianne vegas brandt cabellos: francis novoa dirección creativa: carlos flores león-márquez

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“Las campanas de la Iglesia están sonando, anunciando que el Año Viejo se va, la alegría del Año Nuevo viene ya, los abrazos se confunden sin cesar...” se escucha la engolada voz de Néstor Zavarce en el aparato de radio –a todo volumen- acompañado de un coro que pareciera ser una versión tropical de las Andrews Sisters. Sube y baja el volumen. El locutor, con voz excesivamente excitada, hace contacto con el hombre de guardia en el Observatorio Cajigal. Éste, siempre neutral e imperturbable, repite dos veces el minuto que marca el reloj oficial y la cuenta regresiva comienza. Estruendo de cohetes y triquitraquis. Perros ladrando. Zavarce y las Andrew Sisters maracuchas van y vienen en el audio de la estación, mezclándose a veces con trozos de una vieja grabación de “Las uvas del tiempo” de Andrés Eloy Blanco. Hay quien alza la voz y dice que ya su reloj marca las doce. Luces multicolores de los infinitos fuegos artificiales alumbran el cielo y las caras emocionadas. Algunas alegres, otras tristes. Suenan teléfonos. Los niños no entienden tanta euforia entre adultos y observan expectantes. Comienza a sonar el Himno Nacional. Un nuevo año ha comenzado.

Atrás quedan las malas experiencias y adelante se esperan solo cosas buenas. Este ritual, año tras año, a pesar de sonar repetitivo y casi mecánico, es una delicia experimentarlo.

Es casi un performance contemporáneo en donde cada quien cumple un rol. Desde el locutor de la radio, pasando por el hombre de turno del Observatorio Cajigal hasta Zavarce y las Andrew Sisters. Cada uno busca integrarse, con la ayuda de todos esos símbolos culturales que conforman la tradición –y por ende, la nostalgia- a ese engranaje perfecto que llamamos familia. No solo los que comparten un vínculo consanguíneo con nosotros, sino todos esos seres con quienes nos relacionamos –a través de encuentros y desencuentros- a lo largo de la vida. Y así revivimos, una y otra vez, la maravilla de cerrar un ciclo e iniciar otro junto a los seres más cercanos. Así al día siguiente seamos los mismos. “La manera como eramos” surgió como título o tema central para abordar editorialmente esta edición.

Sentíamos que la nostalgia era la herramienta perfecta, el salvavidas ideal, para echar mano en estos días de fin de año. Y sin embargo, nos topamos con una realidad totalmente diferente. Si, es cierto. La nostalgia vive en cada uno de nosotros, pero hemos aprendido a echar mano de ésta, mas como una consulta del pasado o una manera de examinarlo, que como un harakiri emocional. Fue suficiente la serie de resultados espontáneos que se dieron durante la producción de esta edición, para darnos cuenta que ya la nostalgia tiene otro matiz . Ahora se ve como fenómeno cultural, como una consulta wikipedia, porque ya sabemos lo que es capaz de lograr el ser humano con una buena dosis de ganas. Nuestro destino esta, cada vez más, en nuestras manos. Y si no, que lo diga Margareth Henríquez, exquisita venezolana y presidenta de la legendaria maison de champagne Krug por lo cual quisimos que honrara la sección “Carácter” de esta edición burbujeante, por la cercanía al fin de año. Y si volteamos las páginas y vemos a la celeb Djette Titina Penzini y su maravillosa selección de obsesiones, nos damos cuenta que ella pensó de la misma manera: voltear hacia atrás, pero para ver los elementos positivos que podemos tomar hoy en pos de un mejor futuro. Igual sucedió en “Pret-a-porter” donde logramos una conjunción de lujo y creatividad inigualable con la hermosísima modelo y actriz Athina Klioumi de Marturet quien está en el país filmando la nueva película de Abraham Pulido “Hasta que la muerte nos separe” y realizó una sesión fotográfica con una muy colorida colección de nuestro admirado diseñador Alberto de Castro, en exclusiva para Club Magazine, captada por el lente del talentoso Aníbal Mestre. Una verdadera experiencia technicolor, en un año en el que la gran tendencia en moda fue el color block y es así como llegamos al título de esta edición.

Es imposible pensar en colores, neutros, oscuros e invernales, cuando nuestra Navidad se celebra con todo el color del Caribe. Y si bien, el mar y el trópico inspiran cierta nostalgia, ésta se esfuma con los primeros rayos de sol que caracterizan estos meses que vienen.

Así mismo, en “Metrópolis”, Ángel Sánchez nos muestra una hipercromática colección Resort 2012 que nosotros combinamos con espumosos de Pomar y relojes emblemáticos de Caracas y Valencia, por aquello de la identidad venezolana. Y en “Gente como uno” nos adentramos en la fiebre de la lomografía, el nuevo boom universal de cámaras vintage que utilizamos como herramienta para regodearnos en la nostalgia de los estrenos navideños de antaño. Y en “Por amor al arte”, Mariana Bencomo de Peña desmenuza la edición 54 de la Bienal de Arte en Venecia, donde lo efímero fue un tema omnipresente. Así como la cuenta regresiva que nos conducirá al fin del 2011 y a un nuevo y muy prometedor 2012. ¡Feliz Navidad y muy próspero Año Nuevo para todos!

Gonzalo y Mariana

DISTRIBUCIÓN GRATUITA VALENCIA: Guataparo C.C., Country Club de Valencia, Struktura, Centro Italo, Hermandad Gallega, Coffee Market, La Patisserie, Giglio, Malina, Paladar, Citrus, Palau Café, Fatua Valencia y La Locanda Trattoria, Hotel Hesperia WTC y Gaspard Brasserie.

CARACAS: Antigua, Aprilis LPG, Atar Creaciones Culinarias, Atelier Alejandro Ramírez, Atelier Fabiana Kübler, Atelier Roberi Parra, Café Atlantique, Calíope, Casa Curuba, Catar, Come a Casa, Corot, G7, La Guayaba Verde, Librería Kalathos, Madame Blac, Mobel, Mokambo, Mitra, No Pise La Grama, Quincalla Zoco, Tawa, Zona Verde y Rustiaco Caracas Las Mercedes.

Grace Kelly Nacida en Filadelfia, fue actriz a principios de los años 50 e ícono del glamour. Participó en películas como “Como atrapar a un ladrón” y “El Cisne”, entre otras. En 1956 casa con el Principe Rainier Grimaldi de Mónaco. El bolso que le dedicó Hermès y su estilo de peinado son referencia universal.

Arpège de Lanvin El perfume creado en 1927 por el perfumista André Fraysse era el favorito de Grace Kelly. Bergamota, durazno, flores de naranjo, rosa, jazmin, ylang-ylang, coriandro, tuberosa, violeta y geranio son los aromas que componen esta nostálgica oda al romanticismo. [lanvin.com] Labial rojo Símbolo de la belleza y lo femenino. Era el arma de seducción en los recatados años cincuenta. La casa Guerlain logró la perfección esta temporada con su línea Rouge G. [guerlain.com] Christian Dior (S/S 2012) El equipo liderado por Bill Gaytten, actualmente a cargo de la dirección creativa de esta legendaria casa francesa, decidió irse a los archivos para presentar una bella colección PrimaveraVerano 2012 inspirada en el glamour hollywoodense de los años 50. [dior.com] Sofía Loren Italiana, nacida en Roma, todo un símbolo de la exuberancia femenina de los años sesenta. De la mano de Vittorio de Sica y Marcello Mastroianni –Matrimonio a la italiana-, fue clave en el ascenso del neorrealismo en el cine italiano.

Shalimar de Guerlain Creado por Jacques Guerlain en 1925, su nombre evoca “Templo del amor” en sanscrito y está inspirado en un jardín en India.

Notas florales, vainilla y bergamota transmiten el exotismo de ésta, la primera fragancia inspirada en Oriente. Reeditado para 2011 en versión haute-luxe. [guerlain.com] Emilio Pucci (S/S 2012) La colección Primavera-Verano 2012 creada por Peter Dundas para esta casa esta plena de referencias de los sesenta y su espíritu bohemio. Una gitana luxe y muy sexy invadió las pasarelas dando un twist de sofisticación. [home.emiliopucci.com] Twiggy La modelo que hizo la transición entre los 60s y 70s, fue prototipo de imagen de la época que mezclaba delgadez, pureza, minifaldas e inocencia.

Louis Vuitton (S/S 2012) Marc Jacobs desarrolló una colección inspirada en la imagen de ingenuidad y fragilidad femenina de Twiggy.

Miss Pucci Con un envase diseñado por Ora Ito, que exhibe el clásico patrón impreso Vivara, la casa Pucci relanzó este perfume con notas florales, cítricas y de musk blanco creado por la nariz de Francois Demachy. [home.emiliopucci.com]

Miu Miu Miuccia Prada esa creadora que evoluciona y se crece con una mirada innovadora al pasado, reinterpretó para F/W 2011 el brillo de los ochenta en unos botines escarchados que a la vez fungen visualmente como sandalias. [miumiu.com] Grace Jones Diva y musa de los años ochenta. Pasó de Disco Queen con su versión de “La vie en rose” a ser la inspiración de innumerables creativos y diseñadores, entre ellos, su pareja de entonces, Jean Paul Goude, quien diseñara un famoso traje para el embarazo de la cantante que se convirtió en ícono del postmodernismo. [theworldofgracejones.com] Jean Paul Goude Nacido en Francia, este famosísimo diseñador gráfico, ilustrador, fotógrafo y director de campañas comerciales, fue referencia esencial en la estética de los ochenta. Hasta marzo 2012 hay un retrospectiva de su trabajo en el Museo de Artes Decorativas de París. [jeanpaulgoude.com] Regine’s El club nocturno emblemático del Paris de los 80s fundado por Régine Zylberberg y a quien se le atribuye la creación del concepto discothèque reabrió sus puertas recientemente con una espectacular decoración tipo “jewel box” diseñada por Laura González.

Pastel Punk Remaches, clavos, cueros que vibraron en los ochenta se reinventan para la próxima primavera desprendiéndose de la oscuridad del negro para incrustarse sobre tonos pasteles.

Veruschka Referencia inequívoca de los años 60 e inspiración para Diana Vreeland, Richard Avedon, en un foto vintage en donde encarna a la Mujer Perla que refleja la esencia de este momento de incrustaciones, adornos y excesos armónicos en la moda.

Jimmy Choo La marca de zapatos inmortalizada por Sarah Jessica Parker en la serie “Sex & the City” en los 90s, recientemente lanzó su perfume creado por Olivier Polge con notas florales de orquídea, naranja caramelizada, chypre, sándalo y patchoulí. Es la esencia de lo que somos hoy. [jimmychoo.com]

CARACTER

carlos flores león-márquez fotos: cortesía de krug champagne / producción: patricia carmona vallenilla

Margareth Henríquez

Futuro burbujeante El champagne tomado en ayuna torna todo deliciosamente ligero y fácil.

Es como si el paso de los minutos se sometiera a un libertinaje aceptado, lícito, clamoroso, en el que los sentidos se distienden, y entonces el ser humano dice a soñar, transportándose sobre una alfombra encantada, ni persa ni turca, sino mágica, con capacidad para volar. Y aunque la primera frase corresponde en autoría a la deliciosa e irrebatible Françoise Sagan en su novela Un perfil perdido, en el caso de la venezolana Margareth Henríquez Schemel sucede al revés: lo primero que hace al abrir los ojos por la mañana es tomar agua, mucha agua, y con todo siempre lleva una fértil sonrisa en su cutis de marfil. Lo que pocos saben es que este ejemplar humano de excepción ha bebido, durante toda su vida, eso que el estadista francés Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord describió como el “vino de la civilización”: desde que era niña, en Navidad, cuando sus padres levantaban una flauta rebosante al aire como símbolo de gratitud por las cortesías de su siervos, hasta la adultez, cuando aterrizó en Argentina para comandar las heredades suramericanas de Moët & Chandon; pero más ahora cuando, con apenas 55 años de edad, ostenta el privilegio de ser la estrella que puede decir de sí misma que se trata de la primera vez en la historia de la humanidad que un hispano, mujer u hombre, preside una casa de champagne. ¡Y qué casa!, blasonará emocionada “Maggie” al referirse a la maison Krug, suerte de cabeza coronada del imperio del champán cuya diadema –que lo diga la crítica especializada– es la más pesada de toda la región, ubicada al norte de Francia y llamada precisamente Champagne, que tiene a la bellísima ciudad de Reims por epicentro. En pocas palabras, Krug es el champagne más sublime del mundo, y en las de Margareth, el preferido “de los líderes

a través del amor; de gente decidida, audaz, con carácter, con personalidad muy marcada, exigentes, carismáticos y discretos, que adoran las buenas cosas de la vida y disfrutan compartirlas, pero siempre en la sana discreción de quien no se conecta con el universo por medio del poder sino a través del amor”.

Valores que se entroncan sin remilgos con los aprendidos en casa, aquí en Caracas, cuando en medio de una infancia muy tranquila y plena de amor, allá por los sesenta, creció llenándose los ojos y el corazón con las posturas de vida de sus amantísimos, globales y políglotas padres: el uno, holandés nacido en Curazao, brillante, trabajador incansable, de nombre Philip, generoso con el universo de la misma manera que su esposa Beatrice, nacida en Colombia pero de madre venezolana, educada entre Curazao y Holanda, una mujer ejemplar que invirtió muchísimo tiempo y amor en el prójimo, quien además ayudó en el desarrollo de una escuela para niños sin recursos que comenzó con 34 alumnos y hoy tiene 700. “Todos trabajábamos por esta causa: nos ponían a preparar paquetes para las verbenas, disfrazarnos para diferentes eventos, organizar viajes para recaudar fondos; en fin, San Vicente de Paúl tuvo y tiene un espacio muy importante en la vida de nuestra familia gracias a mi mamá”, contará Maggie mirando al horizonte, como buscándola en ese infinito al que por derecho pertenece.

Luego vendría una adolescencia tranquila, aunque a la vez difícil pero sin mayores complicaciones: 13 años con 1,73 m de estatura, 85 kg de peso y sobrevivir al antipático remoquete de “Magilla Gorila”, ante lo que decidió someterse a una dieta alimenticia que la dejó en 56 y a un régimen de estudio que la elevó de regular a alumna sobresaliente. Erguido el cisne, desplegó sus atributos intelectuales para estudiar Ingeniería de Sistemas

en la Universidad Metropolitana, graduándose en la segunda promoción de esa carrera en Caracas, para luego completar muchos cursos en buenas universidades, hacer el programa avanzado de gerencia en Harvard y, por último, un doctorado online en una universidad suiza cuya tesis ya está en fase de cierre. Así, con ahínco y disciplina, fue como desde 1991 se volvió presidente de empresa sin tener jefe presente: con control absoluto sobre sus fuerzas de venta y pudiendo ver los resultados de su gestión bastante rápido, además de dirigir compañías con mucha gente: 750 personas en Venezuela, 3.500 en México, 650 en Argentina. Pero en Krug ha sido un gran salto. El mundo del lujo y el champagne se mueve sobre una propia e indómita órbita. “Esto es muy diferente: en la casa matriz están todos los jefes; el francés es mi tercer idioma; y dirigir el destino de una casa para el mundo es un trabajo muy distinto a lo que hice en el pasado, además de que presidir un casa de auténtico y verdadero lujo es una nueva experiencia para mí. Chandon fue una maravillosa escuela y preámbulo extraordinario para 24

mi incorporación en Champagne y, especialmente, en Krug. En Chandon supe hacer vivir mi obsesión por la calidad, y en Krug supe valorar rápidamente la cultura de excelencia que existe desde 1843”. Y volverá con el objetivo que se trazó desde que ocupa el cetro francés de las burbujas: “En Krug hemos hecho un maravilloso trabajo de reconexión con su historia y su fundador, de allí que hoy entendamos porqué la casa existe. Krug es la estrella de los champagnes, es verdaderamente la casa más prestigiosa, pero su comunicación nunca fue buena, sus champagnes siempre lo fueron, pero en la era de la información quien no comunica no logra establecerse como corresponde, así que ahora este es mi trabajo”.

Y a tenor del énfasis con que lo dice, de la pasión con que se hinchan sus ojos de ónice pulido y del torrente perfumado que hace brotar sus venas azules, no hay siquiera una traza de duda de que así será. Antes recordará una Caracas más limpia y bonita que la de ahora, en que la gente era gentil y afectuosa, sin diferencias ni resentimientos. Sostendrá que podría escribir sin parar para contar todo los que esos dos seres del bien y del amor (sus padres) hicieron por tanta gente, incluyéndola. Brindará por sus dos hijos, uno de 31 años y otro de 27; por su queridísima nieta, incluso por estar casada por segunda vez, sólo que ahora con un francés con quien vive en París. Y a pesar de que sus días sean larguísimos, empezando muy temprano para tomar el tren y acabándose muy tarde con trabajo o atendiendo visitas guiadas en las bodegas, en ningún momento olvida las jornadas aquellas en que de chica se la pasaba metida en las estufas con la señora que cocinaba en su casa materna, y en las que se forjaría su pasión por el mundo vitivinícola “al desarrollar una capacidad para apreciar la importancia de la calidad de los componentes para llegar a un buen resultado, descubriendo aromas y sabores”. Por eso es que el vaso de agua que se toma en ayuna es como la flauta de espumas que Sagan tilda de reveladora: porque Margareth Henríquez Schemel no sólo es piel y osamenta, éxito y poder. Maggie por sí misma ya es ebullición, es soplido de niños con agua de jabón, es efervescencia.

Cuando era pequeña acostumbraba a… comer, a escondidas, pan con leche condensada y chocolate.

Siempre recuerdo… los números de teatro que montábamos en el jardín de la casa para presentárselos a los adultos.

Cuando cumplí veinte años pensaba que… ya era mayor y me podía casar, cosa que hice. Me casé a los 21, pero mi prioridad era terminar mi carrera.

Siempre me ha gustado… desde mis 14 años, el teatro, el ballet, las artes, el deporte, hacer ejercicios, y me encanta compartir con amigos, colegas y seres queridos.

Mi padre… es mi estrella, mi referente, un gran amor en mi vida.

Mi madre… fue la mujer más generosa del mundo, y su recuerdo me llena de ternura y emoción. Un ser del bien y del amor. No hay otra como ella.

Mis abuelas… increíbles, cada una en su estilo: una, la mujer global, las artes, la lectura; la otra, la sabiduría pura. Las perdí a ambas a mis 13 años.

Venezuela es… mi país, lo quiero profundamente. Y si tuviera un sueño (cosa que sale de mis competencias), sería gobernar a mi país para devolverle la paz, la verdadera democracia, el amor y el trabajo.

Caracas es… la ciudad en la que yo crecí y crecieron mis hijos, la que me educó, la que me dio tantos años felices, amigos maravillosos y tantos gratos recuerdos.

París es… la ciudad más hermosa del mundo.

Reims es… la ciudad que acogió a Joseph Krug, quien fundó la casa de champagne más extraordinaria del mundo.

El mundo es… del tamaño que queremos, intenso e inmenso. Es una fuente infinita de estímulos, conocimiento y oportunidades.

El lujo es… altísima calidad, estética, belleza, placer, libertad y, sobre todo, emociones.

Dirigir una maison de champagne significa… el privilegio de continuar la obra de su fundador, una historia de más de 167 años.

Siento que soy una de las pocas personas que… ha tenido tantas experiencias de crisis con tanto éxito en todas, gracias a la bondad de los que me han acompañado El primer gran vino que probé fue… Moët & Chandon, estando yo pequeñita, para agradecerles a todos los que ayudaban en casa, cosa que mis padres hacían Navidad tras Navidad.

El último gran sorbo que recuerdo… fue el de ayer, celebrando el bautizo de mi nieta.

Ser mujer en la industria vitivinícola significa… amar la tierra, respetarla y respetar a los hombres que la trabajan para cada día expresarla mejor a través de los vinos y los champagnes.

Entre un vino joven y excepcional y uno añejo y de guarda, prefiero… lo excepcional de un vino se mide por su capacidad de envejecer con honores, de manera que la respuesta es obvia: me gustan los vinos excepcionales, y los jóvenes no están listos, es una pena beberlos temprano.

La vida es… un regalo de Dios.

La creatividad es… lo que ha transformado positivamente el universo.

La espuma en la champaña… son las burbujas de emoción que, luego de haber estado encerradas en la botellas, quieren celebrar el momento para el que fueron creadas.

Me gustaría estudiar más sobre… el cerebro y el ser humano, la viticultura y la enología.

La fama es… un segundo de entusiasmo producido por el impacto de algo que hicimos. Lo importante es lo que queda por hacer, y la fama lo puede entorpecer.

Me inspiran… estas preguntas que me han remontado a tantos momentos inolvidables, a mis padres, a mi infancia, a mis experiencias, a las emociones y al sentimiento de agradecer la vida.

El mayor premio que uno puede recibir es… la felicidad.

Nunca he podido aprender a… ser rencorosa. Menos mal que no sé qué es eso.

A veces me gustaría volver hacia atrás para… corregir lo que hice mal, especialmente si le hice daño a alguien.

Me prohibieron… salir sola hasta los 18 años.

La vanidad es… horrible.

Un espejo es… la realidad vista enfrente.

La soberbia supone… una pobreza enorme de espíritu.

La humildad significa… el regalo más hermoso que recibí de mis padres.

Me molesta… la injusticia y la flojera.

En lo primero que me fijo de una copa servida es… que si la copa no es una flauta, no sirve para tomar buenos champagnes.

Al consumidor francés le gusta… el champagne y los buenos vinos.

Los consumidores venezolanos se diferencian de otros por… que les gusta mucho el whisky. Es increíble que un país como el nuestro, gran productor de ron, los consumidores les encante el whisky más que ningún otro licor, y en proporciones únicas en el mundo.

La celebración con champaña es particular por… las burbujas. “No hay nada que una burbuja no te pueda quitar”, me dijo una señora cuando llegué a Argentina.

Lo primero que noto en una persona es… su energía y su luz.

La obra que me gustaría realizar sería… la de devolverle la paz y el trabajo a Venezuela.

Mi mayor orgullo… son mis dos hijos.

Los enólogos que más admiro son... todos los que me han hecho vivir experiencias inolvidables con sus vinos, y aquellos que al hablar se conectan con las emociones.

Lo primero que hago al levantarme es… tomar agua.

El dinero es… muy útil, pero no es el fin.

La mayor satisfacción que puede tener un conocedor de vinos es… descubrir un buen vino.

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Un reclamo es… un llamado de atención.

Nunca salgo de casa sin llevar… mis llaves, mi celular, mis anteojos, mis tarjetas y mi cartera.

De los cinco sentidos me inclino por… la vista.

El sitio que más impacto me ha causado es… Sonoma, en Estados Unidos.

Ahorita estoy leyendo… de vuelta, “El perfume”.

La película que no olvidaré es… “Una mente brillante”.

Nunca visitaría… no sé, soy muy curiosa, así que no se me ocurre nada que no me gustaría visitar.

Moriría feliz… si me da un infarto y me quedo dormida sin dolor.

A Venezuela le sobra… talento y buena gente.

A Venezuela le faltan… autoridades brillantes, verdaderamente democráticas, honrados y generosas.

Creo en… Dios y en el Dios que llevo dentro, como me dijo mi hijo a sus 11 años.

Echaría a la basura… el odio, la envidia, el rencor, la arrogancia y la soberbia.

Si vuelvo a nacer me gustaría… ser quien soy.

La envidia es… un sentimiento triste y pobre.

La muerte es… lo único seguro, una gran banalidad.

Nunca es tarde para… aprender.

Cuando enciendo el televisor me gusta ver… las noticias de vez en cuando. No me gusta mucho la televisión.

Me deprime… ver la pobreza extrema y el sufrimiento en los chicos.

Me emociona… ver la sonrisa de alegría de un niño.

El mayor diseñador de la historia venezolana es… de moda, Ángel Sánchez.

El gran diseñador de la historia de la humanidad es… Coco Chanel.

Nunca me atrevería a… hacerle daño conscientemente a alguien.

Puedo escuchar mil veces… los cuentos, porque se me olvidan.

El soundtrack de mi vida incluiría… la ópera y la música clásica.

Nunca vacilaría en… hacer el bien.

Me gusta… la vida.

Me da miedo… la gente mala.

Sueño con… ser una vieja super activa, independiente y divertida.

Rezo por… mis seres queridos, por mi empresa, mi gente y por mi país.

La cualidad más importante que debe tener una persona es… el respeto.

Pienso que mi sueño en la vida es… ser quien soy.

Me considero una persona… afortunada.

El detalle más importante de una botella siempre va a ser… su contenido.

Todos deberíamos aprender… a aprender todo el tiempo, y a ser humildes.

Si un genio me concediera tres deseos, serían… salud, ver a mis hijos triunfar y poder hacer mi proyecto de conferencista cuando sea mayor.

Si escribiera una autobiografía, llevaría por título… “Creer es poder” o “Las crisis siempre son fuente de oportunidad” o “Mi nombre es Maggie”.

Si me levantara un día y no hubiera leyes en el mundo… haría lo mismo que hago con leyes.

Si me defino con una palabra, diría que soy… apasionada.

el objeto de mi AFECTO mito dorado colores sólidos

Vestido “Pigmentos” [durantdiego.com], zapatos [tarbay.com] y cartera [marni.com]

Eau de Parfum “Manoa” [memoparis.com]

muñeca fashion

Porcelana “Miss Lanvin 28” [lanvin.com]

fiebre vintage

Cámara Lomográfica Diana F + CMYK [colette.fr]

arbolito cool Adornos Medicom Kum@Brick

finlandia design

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Cojines Noitarumpu de Marimekko [crateandbarrel.com]

nochebuena fragante

Vela “Epinette” olor a resina de pino [diptyqueparis.com]

asiento deluxe

navidad TECHNICOLOR

muñeca colorida

Silla 100 - MY design x Michael Young [trussardi.com]

Pulsera Caribe Pop [mec.com.ve]

rayas multicolores Medias [gallospa.it]

duo navideño

Cd “A very SHE & HIM Christmas” [amazon.com]

culto constructivo

Libro “The cult of Lego” x John Baichtal y Joe Meno [colette.fr]

estilo infantil

Libro “100%Chic for kids” [titinapenzini.com]

prêt-à- PORTER

carlos flores león-márquez [@carlosfloresLM]

Athina Klioumi & Alberto de Castro @ Navidad 2011

Nostalgia technicolor

Modelada con huesos tan delicados como las espinas de un pez (Truman Capote dixit), la efigie de esta portada y de este editorial de moda a continuación es como una de esas musas que no sólo se sueñan, sino que también pueden tocarse. Lo curioso es que de pronto tus manos temen por herirla al comprobar su frágil complexión, bastante distante de la estampa de amazona que proyecta su impertérrita imagen.

Así, nacida en Berlín, “griega de origen pero venezolana de alma”, Athina Klioumi de Marturet –sí, sí, la señora de Eduardo, el aclamadísimo director de orquesta– llegó al país por la aventura paterna de andar tras la pista del petróleo, como buen geólogo, por lo que le tocó vivir en países tan disímiles como Perú, Egipto, Alemania, y muchos otros que llenarían los folios de este pequeño cuaderno impreso.

Modelo, actriz, sibarita, atleta, trotamundos inagotable, madre y esposa ejemplares, “Tina” es una amante confesa de las uvas, las manzanas, el agua a raudales, la ecología, la música tribal, árabe, griega, ésas que tanto la conectan con el alma; y jura que si tuviera que rescatar alguna de sus épocas pasadas, correría por sus vivencias en El Cairo, o los días de cuando estaba en el colegio, “las cosas de los panas”, su época de come flor. “Sí, porque de ser una sifrina en Egipto, pasé a hippie en Alemania, y todo porque era lo más cool. No sabes cómo me encantaba ir a conferencias de demostraciones antiatómicas”. Y apenas lo dice, se ríe con uno de esos esplendores que sólo pueden permitirse los que gozan de sonrisas perfectas, o los que han perdido ya todo tipo de pudor, o los que simplemente se saben admirados, con ventajas o desventajas a cuestas.

De por qué haberla escogido para encarnar el espíritu estético de este nú-

mero dedicado a la nostalgia en Navidad, quizá baste decir que sobran las razones, pero aquí no nos permitiremos ninguna mezquindad con ustedes: es guapa; tiene duende; está en pleno rodaje del prometedor filme Hasta que la muerte nos separe de Abraham Pulido, a estrenarse el año que viene en cartelera nacional; sabe qué lugar ocupa en el mundo; ha cultivado su mente, su espíritu, su cuerpo; y es dueña de una belleza clásica que sólo podía resultar en una griega de límpido linaje. De allí que estas plenas-perfectas-poéticas creaciones del couturier venezolano por excelencia, Alberto de Castro Diego, le hayan quedado como un guante, así como cuando –volvamos a Capote– las camisas de seda, mojadas por el sudor, se adhieren al cuerpo como una fina pátina de mármol. Sólo que en color block, metáfora inequívoca del sofisticado Caribe que llevamos por dentro y que, sin pruritos, debemos proyectar hacia fuera con el donaire de quien desciende de una dinastía brillante, asentada en un país tropical, que vive y respira de forma tropical, que celebra en diciembre bajo un son tropical. Pero no se diga más, porque al virar esta página se encontraran con una Athina que aceptó el reto de que sus ojos –tamizados al principio por el velo del tocado, que hacía las veces de una telaraña– miraran hacia atrás, volviendo la mirada al pasado, para constatar cuán feliz había sido y cuán inmensamente feliz seguirá siéndolo. Porque para eso existe la noción del tiempo, la que nos manda al pasado, nos pone en presente y nos empuja al futuro, para demostrarnos que la plenitud está en los viajes internos, rebosantes de ese champagne llamado melancolía, ensueño, nostalgia, cuyo tapón de salida siempre suena a cañonazo, a estallido de luminosa alegría.

Fotografía: Aníbal Mestre [mestre.anibal@gmail.com] / Dirección creativa: Carlos Flores León-Márquez / Modelo: Athina Klioumi / Estilismo y producción: Anita Carli Vestuario: Alberto de Castro [Tlf.: 0212.2622197, Twitter: @alberto02] / Maquillaje: Marianne Vegas Brandt / Cabellos: Francis Novoa [Tlf.: 0412.2061601, Twitter: @francisnovoa1] / Flores: Jardín Las Mercedes

Cuando veo un álbum familiar… me provoca regresar el tiempo, viajar a través de él. En estos días vi las fotos de cuando viví cinco años en El Cairo, Egipto: montaba a caballo en el desierto, aprendí la danza del vientre, conocí a muchos amigos queridos… Todo era muy místico, muy romántico.

Siguen como si todavía estuvieran en la antigüedad.

El lugar que nunca olvidaré… Japón. Cuando fui, yo era la única mujer que practicaba kendo en Venezuela, por lo que terminé representando al país en un campeonato. Luego me quedé por siete meses más porque me salió trabajo como modelo. Conocí a un Tokio maravilloso: dormí en un dojo, viví la vida de los samuráis, recibí clases de ellos mismos y de algunos pocos (ya octogenarios) que habían peleado frente al emperador.

El olor que me recuerda a Grecia es… ¡el jazmín! Cuando vas por las calles de Míkonos y Santorini, por la noche y en verano, huele tan rico que me vuelve como loca (por no decir otra cosa, pero quizá esta revista la lean menores de edad). El jazmín y el malabar son las dos flores que me chiflan.

El sabor que más se acerca a la cocina de mi abuela es… mi abuela era mediterránea, griega, dramática. Todo lo suyo era en grandes cantidades. Recuerdo los intestinos de cordero en Pascua, con sabores de la tierra. Ella era como muy sabia. Me llamaba “bobita”. Una abuela loca que montaba a caballo.

La pieza musical que más me eleva se llama… “Oblivion” de Astor Piazzolla, que Eduardo [Marturet, su dilecto esposo] hizo los arreglos para orquesta, y por la cual ganó una nominación al Grammy Latino. Muy romántica.

METROPOLIS

carlos flores león-márquez fotos: natalia brand, carlos fouguet y cortesía de ángel sánchez & pomar

Ángel Sánchez Resort 2012 + Pomar + Relojes Icono

Faltan cinco pa’ las doce

Hay cursilerías que conforme se instalan en el subconsciente humano ya no pueden olvidarse jamás. Terminan formando parte inseparable del sustrato emotivo que mueve a ese individuo, y de allí, a toda una sociedad. Caso singular el de las gaitas navideñas –desprendidas del regionalismo más enconado, disciplina en que los zulianos sobresalen– cuya omnipresencia en las adyacencias de octubre y el furor que toma en noviembre y diciembre figura como el sello de la temporada, dejando a un lado a la corte kitsch de arbolitos, coronas de adviento, papás Noel y flotillas de renos mal copiados, todos rezagados en sus repúblicas ficticias de bosque, nieve y kilos de oropel. Sin embargo, y deteniendo un poco el discurso para que no devenga en denuncia demasiado antipática del folclore excepcional que nos embarga, hemos querido traer a esta esquina del encuadernado el famoso estribillo “Faltan cinco pa’ las doce” del difunto compositor falconiano Néstor Zavarce, quien inmortalizó el canto de Año Nuevo con esa misma obra, entonada a coro y con vigor en cada rincón de la geografía patria como un salmo a la alegría de vivir. En lo que sí no caeremos es en la hipocresía de decir que nos inspiramos a pies juntillas en la letra y música de la canción de marras para procurar la entrega a continuación: apenas fue un punto de partida, porque lo que

aquí verán será una venezolanidad en versión sofisticada para disfrutar en Navidad. Las líneas sinuosas de un trujillano graduado de arquitecto y vuelto hércules criollo de la moda neoyorquina: el señor Ángel Sánchez, quien vuelve a la carga con estos trajes vaporosos (Campanita incluida) para esa suerte de temporada-cápsula que es el período resort. Los espumosos de Bodegas Pomar, cuyas botellas siguen guardando la fórmula secreta de los elíxires con sabor y olor al terruño larense de Altagracia, pero ahora con un lindísimo y elegante cambio de packaging. Por último, tres relojes icónicos de Caracas y uno valenciano para darle redondez al cornetazo inicial proferido por el recuerdo de Zavarce: el año que se acaba, las manecillas de un guarda tiempo cuyo rostro define inmediatamente espacios de tal o cual ciudad, las reminiscencias que se agolpan antes del último minuto, las lágrimas de la abuela, el beso de los tíos, la champaña que se derrama, los vasos en cuyos fondos anidan uvas sin exprimir, los primos que se abrazan, el choque de mejillas y perfumes, el vestido que se engarza a las yuntas, la copiosa lluvia de arroz que cae dentro de las casas más exóticas, y el grito unificado que anuncia que sí, que el año está por terminar, seguido de otro más agudo, espeluznante, que oficializa el segundo de uno que acaba de empezar.

Colección Angel Sánchez [Fotografía: Dana Meilijson - Joyas: Mauboussin - Modelo: Mila @MC2MM - Cabellos y maquillaje: Leonora Conley] Relojes [Fotos de Caracas por Natalia Brand y Valencia por Carlos Fouguet] / Espumosos [Cortesía Bodegas Pomar] Agradecimientos: Carolina Álvarez [angelsanchezusa.com] y Maria Isabel Wilson [bodegaspomar.com.ve] 38

Pomar Brut.

Reloj, Torre de la Catedral de la Plaza BolĂ­var, Valencia.

Pomar Brut Nature.

Reloj Patek Philippe, Torre La Previsora, Caracas.

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Pomar Demi-Sec. Reloj Omega, Plazoleta C.C. Paseo Las Mercedes, Caracas.

Pomar Brut RosĂŠ.

Reloj Mondaine, Plaza de Los Palos Grandes, Caracas.

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gente como UNO

erik de almeida [@erikdealmeida]

Lomografía + Hotel Hesperia WTC Valencia = Navidad 2012

Estrenos y Estrellas

Durante siglos, las fiestas decembrinas son la ocasión por excelencia para escapar de la vorágine cotidiana y reencontrarnos con la familia y los amigos en un ambiente de jolgorio. Entre placeres y emociones, euforia y nostalgia, siempre aparece el momento para repasar todas las vivencias experimentadas durante los 365 días del año que está por terminar. En estas latitudes, las tradiciones navideñas son innumerables, concentrándose muchas de estas en la Nochevieja. Para el 31 de diciembre, la mayoría de las familias venezolanas desempolvan un conjunto de costumbres y supersticiones cuyo objetivo es mejorar o mantener el bienestar y el estilo de vida. Una de éstas es el estreno de Año Nuevo.

La práctica surgió en tiempos de la Colonia, cuando las clases privilegiadas deslumbraban con sus nuevas “pintas” –expresión que se remonta a la época, donde no existía la fotografía y la única memoria visual eran las pinturas– para asistir a las ceremonias decembrinas. Esta tradición, todavía de usanza en el siglo XX, e incluso en la actualidad, instaba a las mujeres de la familia, algunas de crianza austera –como las familias bien de entonces-, a desbordar su ímpetu consumista logrando hacer de un simple hecho que ahora es casi cotidiano, una experiencia que incrementaba la emoción de las fiestas y la convertía en un autentico ritual.

Ningún detalle escapaba en este maratón de compras suntuosas y, entre regalos y provisiones propias de la temporada, los estrenos se colaban como auténticos artículos de primera necesidad, pues se sospechaba que vestirse en novedad durante las fiestas era un pasaporte para un prospero porvenir. Ya sea efectos de la madurez, la crisis mundial, un pase de

moda o una simple variación en nuestros valores, esta usanza pareciera haberse perdido, como tantas otras del pasado; sin embargo, la costumbre permanece como una imagen difusa de lo que alguna vez fue y permanece gloriosa en la memoria de quienes la vivieron, haciendo de la tradición un mito, cuya misión era desechar el pasado y recibir el futuro con las mejores galas.

En las próximas paginas, añorando ese pasado lleno de referencias pop y símbolos vintage que enriquecen nuestro presente y lo hacen más divertido, la fotógrafa Natascha Luna junto a Gonzalo Peña, editor de esta publicación, decidieron resucitar un objeto de culto que tiene fanáticos a nivel mundial en estos tiempos de imagen digital: la cámara de film tipo Lomo LC-A, cuyo origen se remonta a unos talleres de óptica en Austria que desarrollaron este artículo de visos nostálgicos en los ochenta. En plena era digital, cuya inmediatez nos lleva al registro de todos los aspectos que conforman el estilo de vida de las personas que nos rodean, Natascha y Gonzalo imaginaron una fiesta de Año Nuevo en el Hotel Hesperia World Trade Center Valencia y convocó una lista de invitados que se hospedaría en este alojamiento 5 estrellas y, tal como los espías rusos de la Guerra Fría –aquellos que en 1984 usaron las primeras y enigmáticas cámaras Lomo para registrar información confidencial– entraron en las habitaciones para dar testimonio de sus outfits de estreno. Los invitados en esta aventura vintage, son: Inés Mujica, Paco Benmamana.k.a. Dj Velazco, Cristina Sosa de Roversi, Alejandro Fajardo, Isabela Ramos Cano, Alejandra Ramos Cano, Antonietta Ferrara y José Ángel Esteban. ¡Feliz Año 2012!

Fotos con cámara Lomo: Natascha Luna [nataschaluna.blogspot.com] / Concepto y Producción: Gonzalo Peña Veloz Locación: Habitaciones del Hotel Hesperia WTC Valencia [hesperia.com] 44

jica, InĂŠs Mu r te trendset ria ta ie y prop va nda Aha ie t la de o b o Carab en Urb.

Paco Benmam an a.k.a. DJ Vela zco

Sosa Cristina rsi, de Rove Gerente de y ĂŠ t Sociali bobo am Cara h c m a Ven

Alejandro Fa jardo, DiseĂąador de moda

Isabela R amos Can o, Miss Cara bobo 201 1

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Antonietta

Ferrara, Diseñadora de Interiore s y propietari a de Decoraci ones Ferrara

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futuro PERFECTO

erik de almeida fotos: cortesía [thekooples.com]

The Kooples [Invierno 2011]

Navidad Hipster

Innumerables son las historias de negocios familiares donde los padres legan a sus vástagos una empresa, oficio o, simplemente, un nombre que garantiza una plataforma al éxito. En el caso específico de los hermanos Alexander, Laurent y Raphael Elicha, crecer dentro del negocio de la moda no fue suficiente. Hijos de Tony Elicha, fundador de la marca francesa Comptoir des Cotonniers, esa experiencia parecía haber dejado espacios en blanco dentro de las ambiciones de los hermanos Elicha, quienes en el 2008 concretan el desarrollo de una nueva marca de moda que apelara a un segmento del mercado que los identificara a ellos mismos –noctámbulos, urbanos, bohemio-burgueses y afines a la música indie-, y así vio luz en Paris por primera vez “The Kooples”.

Con una mezcla que combina estilo de vida, rock alternativo y cultura urbana, alejados de los conceptos tradicionales en los que fueron criados, pero avalados por el haber crecido usando las firmas legendarias guardadas como secreto de las familias well-to-do del set social internacional, “The Kooples” redefine el estilo chic urbano, apoyados en la perfección de los cortes de “Norton & Sons” -respingada casa de sastres ubicada en el Savile Row de Londres-con un twist de contemporaneidad impuesta por el estilo hipster de sus creadores. Digamos que la marca se nutre del look andrógino que predomina en las metrópoli 50

de estos tiempos, decantándolo hacia un esquema neo-dandie de apariencia neutra pero atenta en los detalles, de figura ajustada y entalle perfecto pero con un toque de desarreglo –supuestamente- espontáneo. Un look de último minuto –que pareciera descuidado, pero está hecho con toda la intención- como el que vemos en los habitués de locales como “Le Baron” o “Le Montana” en Paris, “The Ivy” en Londres, “Caulfield’s” en Los Angeles o “The Double Seven” o “Parlor” en Nueva York.

Durante la travesía han sido muchos los seguidores arrastrados a esta nueva tribu urbana que viene a ser como una diversificación de los bohemios burgueses que reinaron durante los 00s, siendo éste el nuevo segmento a prestar atención en estos 10s. Los hipsters emparejados –de ahí el nombre de la marca, como variación urbana al término pareja en inglés-, llenos de irreverencia, mezcla de las generaciones “X” y “Y”, con interés en pasado y presente, tradición y vanguardia, se ven reflejados en la imagen corporativa de “The Kooples”, donde se hace honor a la vida en pareja, el regocijo de la relación amorosa entre dos personas creativas, con una vida laboral y social intensa, llena de referencias globales y culturales, diluyendo los géneros, hasta permitirles compartir sus guardarropas. La marca ha desarrollado un nuevo lenguaje, que apela directamente a sus fanáticos compradores

en toda Francia y Londres –única capital fuera del país galo donde existen sucursales de la firma-; y se expresa en las campañas que capturan parejas tomadas de la vida real que hacen vida enfundados en las piezas de las colección de turno; y en el magazine de la marca, que profundiza en el perfil de la casa.

La imagen más global de “The Kooples” seria la que se halla en sus locales, donde convergen todos los criterios de la marca y se exhiben las prendas de la temporada con contundente carácter museístico, cerrando la brecha entre lo unisex y lo andrógino, destacando los cortes y texturas sobre la austeridad del blanco y negro del espacio embebido en una rigurosa selección musical que completa la experiencia junto al aroma para el hogar especialmente desarrollado por Ramdane Touhani, amigo de los hermanos Elicha y revitalizador de la ancestral casa de velas francesas “Cire Trudon”, en una vela que 52

está inspirada en los olores de una oscura y antigua biblioteca de alguna mansión convertida en local nocturno que mezcla el incienso, el cedro y el eucalipto.

El descubrimiento de parejas que interpretan rock alternativo, este año originó la creación de “The Kooples Records”, un nuevo brazo de la marca abocado a cazar dúos unidos dentro y fuera del escenario para representarlos y producirlos, volviéndolos embajadores de la marca y demostrando que el éxito de ésta se debe a las ideas que trascienden a la moda y que abarcan un concepto integral de estilo de vida que promete conquistar el resto de Europa y el mundo. Con su estilo -parte nostalgia, parte oveja negra, parte objeto de culto- como irónica tarjeta de presentación desde ya se preparan para triunfar el resto de la década. Mientras tanto, disfrutarán de unas hip y muy branché fiestas navideñas.

belleza AMERICANA

carlos flores león-márquez fotos: dale robinette @ dreamworks / ilustraciones: gina flannigan

“Criadas y Señoras” [The Help] + Estilográficas deluxe

La manera como eramos

Da tristeza caer en cuenta de que hasta la cartelera nacional luce tan paupérrima como los anaqueles de los supermercados, últimos cuyos pasillos reciben a diario una corte de agentes comerciales, digo, de personas que va en plan de visita, buscando ese artículo de primera, segunda o tercera necesidad –sépalo, el lujo también es un requisito vital– que no consiguieron en el establecimiento anterior. Sí, a la usanza más deprimente de un pueblo fantasma en que no hay ni pasa nada, apenas el rodar de unos ovillos lejanos que corren arrastrados por el viento y la imagen arcillosa de casas muertas, desteñidas por el cielo. Sólo que en lo concerniente a la oferta de la pantalla grande, aquí en esta “Tierra de Gracia”, el asunto se vuelve más conmovedor: pasillos enteros, cuadras completas, incluso tiendas secretas de “películas quemadas” que han pululado por todo el territorio nacional –a causa de la merma de divisas– como una invasión sensacional. ¿Cómo es eso, Su Señoría, si vivimos en un país donde todo marcha absolutamente normal? Que respondan los periódicos y los empolvados anclas que anuncian, diaria y estoicamente, las noticias por televisión. Como diría Francisco Suniaga en La otra isla, “La felicidad siempre ha sido un patrimonio muy frágil”. Por nuestra parte, les transmitimos la fantástica novedad de que en enero del 2012 llegará al país Criadas y Señoras –The Help-, un sentimental y edificante drama inspirado en la aclamada novela del mismo nombre de Kathryn Stockett, incluida en la lista de best-sellers del diario The New York Times. Ahora, ¿qué tiene que ver todo esto con una revista dedicada a la 54

nostalgia y la Navidad? Por favor, siga leyendo, con calma. El film fue escrito para la pantalla y dirigido por Tate Taylor, quien quiso ambientarlo en Jackson, Mississippi, durante la década de 1960 –nostalgia: sinónimo de melancolía, añoranza– en el que narra la relación entre un grupo de diferentes y extraordinarias mujeres cuyas vidas se entrelazan en un contundente proyecto literario –por eso las plumas fuentes a continuación– que romperá las reglas de esa sociedad, poniéndolas en riesgo. De esa alianza surgirá una increíble hermandad que inoculará en ellas el coraje de trascender las fronteras que las definen; incluso si esto significa poner a todos en el pueblo –y a ellas mismas- cara a cara con los nuevos tiempos que corren. Profundamente conmovedora, ahíta de humor y esperanza, se ha dicho que asistiremos a una fábula universal y atemporal acerca de la capacidad de generar cambios, misma en que divertidos y valientes personajes, al escuchar sus voces, triunfarán y se conviertarán en héroes de sus propias vidas. Sharen Davis, la dos veces nominada al Oscar, se encargó de conceptualizar el vestuario que llevaría el elenco en pleno, usando la paleta de color y las telas exactas para recrear el estilo y la moda de unos tempranos años sesenta. Aclaradas las dudas, pasen adelante, tomen nota de esta moda sesentosa y ríndanse al placer de rescatar el viejo ritual de lo manuscrito, que así tenga caligrafía “de médico” o “de colegio de monjas”, con cualquiera de estas estilográficas lucirá como una escritora honorable, de palabras fastuosas, de gustos exquisitos, una criatura del lujo.

“Piccola” de Montegrappa Fundada en 1912 a orillas del río Brenta, en uno de los rincones de Bassano del Grapa, por el ingeniero alemán Heinrich Helm y el veneciano Alessando Marzoto, Montegrappa es una empresa italiana dedicada a la fabricación de estilográficas que pertenece al grupo suizo de bienes de lujo Richemont. Y si bien es cierto que su nombre se debe al famoso macizo que domina el paisaje albanés, el de la colección al que pertenece este ejemplar en particular es “Piccola”, alusión directa a esas mujeres que sólo adoran los pequeños detalles, acentos perfectos para perpetrar eso que llaman “fineza”. En oro rosa y resina beige escarchada, ya está disponible en los espacios de su representante oficial en Venezuela: AG Joyería del C.C. Santa Fe, Caracas.

Bryce Dallas Howard como Hilly Holbrook Bryce Dallas Howard, quien aun sin ser la primera persona que viene a la mente cuando uno piensa en un villano, era la actriz perfecta para interpretar a la intimidante Hilly Holbrook según el fallo de los realizadores. En palabras del propio director, Tate Taylor, “Bryce Dallas Howard tenía el carisma que Hilly necesitaba, esa presunta actitud positiva, pero que también podía convertirse en una gélida y malvada mujer. Es como el líder de una secta”. O en versión de la misma Bryce, “Hilly piensa que sus acciones crueles están justificadas, aun cuando ella está profunda y devastadoramente equivocada”.

Emma Stone como Eugenia “Skeeter” Phelan Emma Stone como Eugenia “Skeeter” Phelan, quien en la trama se acaba de graduar en la Ole Miss y desea encontrar un trabajo como escritora. A diferencia de las jovencitas con las que creció en Mississippi, Skeeter está bastante satisfecha con la idea de poner en espera el matrimonio y los hijos (para preocupación de sus amigas casadas y de su propia familia). Cuando consigue empleo como redactora de una columna para el periódico local, Skeeter se embarca en un secreto proyecto literario, incentivada por un editor en Nueva York e inspirada por la conmovedora historia que descubre.

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“Classic Racing” de Chopard Tan sutil y preciosa como las mismas piezas de relojería de la manufactura ginebrina, la estilográfica de la colección “Classic Racing” de Chopard se desliza sobre el papel como un automóvil de carreras. Su decoración está inspirada en el célebre neumático Dunlop Racing, mientras que su línea de diseño, deportiva y elegante a partes iguales, nace del contraste de la pureza del metal precioso (oro rosa o platino), al tiempo que el confort en la mano del caucho negro seducirá a las apasionadas de los objetos distintos.

Acuñado con este sello, la pluma fuente “Classic Racing” está preparada para lanzarse con rapidez, lejos, en el universo de las palabras. De venta en Joyería Daoro del Centro San Ignacio, Caracas.

“Red Lotus” de S.T. Dupont Diseñada en exclusiva para Colette por Karl Lagerfeld, esa meca del diseño y la vanguardia asentada en el establecimiento número 213 de la rue Saint-Honoré de París, y ese emperador alemán de la moda que también dirige el destino creativo de CHANEL, Fendi y su marca homónima, esta nueva colección titulada “Red Lotus” es la maravilla de las maravillas: incluye estilográfica, bolígrafo y encendedor, y fue desarrollada por otra grandeza de los intrumentos de escritura, la maison S.T Dupont. Con laca roja y en oro rosa, sólo se vende bajo estricto pedido y directamente en www.colette.fr

Jessica Chastain como Celia Foote La “mujer y esposa perfecta” que es Celia Foote fue interpretada por la relativamente novata actriz Jessica Chastain, de quien han dicho que fue uno de los descubrimientos más satisfactorios del proceso de selección del elenco. De allí que fuera convocada para interpretar al personaje, por esa suma de sentimiento y simpatía que le imprimió a toda su belleza natural, algo realmente difícil de lograr porque cuando una mujer es tan bella y en la ficción tiene a un atractivo esposo y vive en una mansión, puede ser bastante difícil que la audiencia se identifique con ella.

ventana al CIELO

carlos flores león-márquez fotos: cortesía de werk

WERK @ NYC

Una obra maestra

Como afirmaba la galardonada película de la española Isabel Coixet, hay una vida secreta en las palabras. Gesamtkunstwerk es un vocablo alemán intrincado, una palabreja que ni la más afinada garganta criolla lograría pronunciar con sigilo, y mucho menos adivinar entre su laberinto de pesadas consonantes. Pero esas lechuzas exóticas que suelen ser los historiadores y críticos de arte, admirables en su poliglotismo y su impasible curiosidad, de seguro sabrán que significa la integración de las artes, la gran pieza que envuelve toda la obra de un artista. Por ejemplo, la Capilla Sixtina es el Gesamtkunstwerk de Miguel Ángel. No así, es una voz que sólo existe en alemán, pero que ahora luce en el cartel –de un azul punzante– que brota de la fachada de un variopinto “huequito” del Lower East Side de la ciudad de Nueva York.

Regentada por dos geniecillas que estudiaron arte y que hacen arte, Alexandra Kuzyk y la venezolana Lucía Vera Gehrenbeck, WERK (apócope de la palabrita de marras) es una tienda concepto que “nació de la necesidad de tener un sitio para todas esas cosas que hacemos los

artistas, y que no tienen lugar. Son objetos que no pertenecen ni a una galería ni a una tienda regular. Nos dimos cuenta de que como nosotras –dirá Lucía, refiriéndose a su socia y a ella misma–, había muchos artistas que no paran de crear por limitaciones de contexto, así que inventamos lo que definimos como una tienda-galería-mercado”. Allí, entre sus simpáticos estantes, reposan desde pequeñas obras de arte, como cuadros y esculturas, hasta accesorios tipo joyas y objetos decorativos, todos hechos a mano. Sin la menor modestia o falso recato, Lucía y “Allie” también exhiben y venden sus creaciones, todo con el objetivo manifiesto de mantener la mercancía fresca.

Del proceso de selección para la inclusión de tal o cual pieza, esa digna hija de la dramaturga, actriz y diseñadora de modas venezolana que es Lupe Gehrenberck, nos dirá: “Estamos abiertas a todo: con referencia o sin ella, hagan lo que hagan, estén donde estén, ¡queremos verlo todo! El proceso para aplicar es fácil; sin embargo, somos curadoras muy selectivas, así que tener referencia tampoco garantiza nada. Siempre

buscamos piezas especiales e inesperadas. Y para aplicar es tan sencillo como escribirnos a hi@cantspellit.com con una breve explicación del trabajo, el artista, e información técnica acerca de la pieza”.

Pero, ¿cómo montar una tienda en una metrópolis tan exigente y con tan altos costos de alquiler sin morir en el intento? Pues aseguran que la única forma de tener una renta baja en esta ciudad es encontrando el “huecucho” que nadie quiere. Fue así como dieron, en el Lower East Side, con un local diminuto (300sq ft), destruido y sin agua ni calefacción. “Si algo aprendimos en la universidad de arte es hacer, deshacer y conceptualizar lo que sea. Así fue como le encontramos la gracia a las tuberías y construimos, nosotras mismas, toda la tienda y todos los muebles dentro de ella”.

Sobre esta coterránea nuestra, tan espléndida y secretamente provista de una lupa de aumento que da miedo, habrá que decir que estudió en el caraqueño Colegio Humboldt, y apenas se graduó, mudó a Nueva York para estudiar, primero, diseño gráfico en FIT, y después, Artes Plásticas

en Cooper Union School of Arts. Hace año y medio abrió WERK, continua diseñando de forma freelance y no ha parado de hacer arte. ¿Las influencias de su madre? “No las sabría medir. Encuentro un poquito de ella en todas mis esquinas”, desliza nostálgica. Sobre lo que está de moda y lo que estará en la siguiente temporada, allá en la urbe donde convive lo mejor de cada parte del mundo, Lucía avisará que suele pensar en que allí todo está de moda, todo el tiempo. “La gente se pone cualquier cosa, y la camina con la actitud para que aparezca en vitrinas y revistas como por acto de magia. Con el frío están llegando las pieles, plumas y felpudos de todos los colores y formas. ¡Los pantalones de cuero también están minando la ciudad! Y cómo dejar atrás los ‘wedges’ que, aunque nieve, nadie se baja de ellos”.

En WERK, el plan inmediato es armar una colección increíble para esta Navidad, amparada en piezas únicas que hagan los regalos más memorables y especiales. Para el futuro, están comenzando a trabajar en unas líneas de joyería y papelería (bajo la marca homónima) que

aspiran vender online. Al principio, y más allá de su significado para el divino mundo del arte, les gustó la idea de tener un nombre impronunciable, aunque fuese un tanto conocido. Gesamtkunstwerk es un sonido alemán muy extraño, sí, pero al final muy poético porque –como dijimos arriba– se utiliza a menudo en Inglés para referirse a una obra de arte total. O en otras palabras, en él se describe la integración de las artes como una forma de arte unificado. Y eso mismo fue lo que lograron Lucía y Alexandra: romper las fronteras entre las nociones de hacer, exhibir y vender para que, al igual que el atelier de los parisinos,

el espacio incorporara un estudio visible mientras que el arte y la tienda de diseño (dispuestos en el frente) invitaran al visitante a entrar y descubrir nuevas obras e, incluso, su propia inspiración. Ellas creen en el arte como un cuerpo unificado y en su accesibilidad democrática. Repetimos, “Gesamtkunstwerk” es un lugar para hacer, ver y comprar arte y diseño, y si no puede recordar su nombre completo, pierda cuidado, que ésa es la idea. Por algo el nombre de su página Web traduce “no puedo pronunciarlo”. Y qué tanto, si ya Baudelaire había dicho que lo bello siempre es raro. (Raro e indecible, agregamos acá).

Dirección: 9 Clinton Street (entre Houston y Stanton), Lower East Side, Nueva York, EE.UU. Web: www.cantspellit.com / Agradecimientos: David Gómez-Villamediana

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la joya de la CORONA

carlos flores león-márquez fotos: patrick aventurier @ getty images x montblanc

Colección “Princesse Grace de Mónaco” de Montblanc

Crónica rosa

Cuando avisaron desde Hamburgo, ciudad alemana donde queda la sede de Montblanc, que le rendirían tributo a la legendaria Grace Kelly con una colección de joyas, estilográficas y relojes, nunca imaginamos que el lanzamiento fuera a escala mundial y lleno de tantas celebridades. Pero luego comprendimos que tenía que ser así porque se trataba de la madre de los Grimaldi, de la actriz hollywoodense más querida por el mundo entero, de la eterna soberana de ese brillante enclave de los ricos y famosos llamado Montecarlo. De allí el magnífico vuelo que nos llevó de Caracas a París, y de aquí a Niza. Lo mismo el silencioso helicóptero que de Niza nos condujo por los aires mediterráneos a la capital monegasca. Por eso las limosinas a la dulce espera, el archiconocido y archilujoso Hôtel de Paris, el esmoquin de 62

rigor, los perfumes de postín, las yuntas a tono, el charol más lustroso y legítimo a los pies… todo conseguiría precisa explicación al salir del palacete-hospedaje, posar las suelas sobre la mullida alfombra roja y dar no más de cuarenta pasos hasta las escaleras de la Casa de la Ópera, receptáculo con vista al mar donde el director norteamericano Robert Wilson tendría preparado a esa élite de apenas 350 invitados de excepción un performance lírico del más acá.

Lo primero que se escuchó fue la potente, melancólica y pastosa voz del no menos famoso Rufus Wainwright, quien dio “corte de cinta” al espectáculo con su bella pieza “What would I ever do with a rose”, dejando a media sala con un sabor de nostalgia y asombro entre los labios y los ojos. Y lo que vino después fue un despliegue asombroso

de danza contemporánea, ballet, canto lírico, el glamour del vestuario por Viktor & Rolf, todo amparado en escenas que no hicieron sino retratar la vida de la princesa, desde sus primeros años y hasta que se volviera soberana de Mónaco, como en un recuerdo en vivo. Y a medida que las voces entonaban sinfonías y la coreografía cobraba vida, al fondo se proyectaban imágenes en blanco y negro de forma cronológica. ¡Sublime!

Titulada “Princesse Grace de Monaco”, inspirada en la rosa como flor predilecta de la princesa, y conceptualizada por Carlo Giordanetti, director creativo de Montblanc, la colección que nos ocupa está dividida en tres series de edición limitada: alta joyería (anillos, pendientes y gargantillas en oro blanco, diamantes, zafiros rosados y “diamantes Montblanc”); relojería (sólo 8 ejemplares con diamantes baguette, zafiros rosados, oro rosa y el monograma de la princesa al dorso); estilográficas (en oro sólido, tachonadas de diamantes y rubíes con ediciones de 29 piezas, 3 piezas y una Special Edition).

Para cerrar esta noche perfumada, la maison de marras ofreció una espléndida cena en los salones imperiales del restaurante “Louis XV” del Hôtel de Paris, a cargo del star chef Alain Ducasse, y desde Naomi

Watts, Claudia Schiffer, Olivia Palermo, Elsa Pataky, hasta Su Alteza Serenísima Alberto II de Mónaco, la misma princesa Charlene, incluso la muy risueña y legendaria Carolina, abandonaron sus asientos para levantar una salva de aplausos por esta refulgente “premier” de Montblanc. Al fondo, Lutz Bethge, CEO de Montblanc, e Ingrid Roosen-Trinks, directora de las RR.PP. internacionales, agradecían el gesto; mientras Rufus Wainwright asentía ante los halagos de su fiel admiradora que cubría las líneas gastadas de su cuello con una boa de plumas negras, al tiempo que el nieto de ésta, con su estampa de efebo croata, no dejaba de ver las rosas que surcaban el cuerpo del artista, invitándolo insistentemente a tomar la comida con ellos, “allí, en la misma mesa de la princesa Carolina” (lectura de labios mediante). En dos segundos, la escena de la cena había acabado, y Grace Kelly reposaba de nuevo, feliz de saberse amada, recordada e invocada por los diamantes de los diamantes, amén.

Web: www.montblanc.com

las HORAS

carlos flores león-márquez foto de campaña: geof kern / foto del reloj: paul lepreux

“Arceau Le Temps suspendu” de Hermès

Pídele al tiempo que vuelva

Redoblantes de gloria resuenan en el reino de los cielos y en los imperios de la Tierra: por primera vez un reloj detiene el tiempo y le abre paso a las fantasías, todo desde un dispositivo de pulsera. Pues sí, casi como si hubieran escuchado las inquietudes de Enrique VIII de Inglaterra acerca de cuál era la pérdida más irrecuperable para el hombre, los genios creativos de La Montre Hermès presentaron este año el primer guarda tiempo con triple retrógrado que, asistido por un módulo que es capaz de poner el tiempo en suspenso, “congela” el paso de las horas, minutos e, incluso, de la fecha misma. ¿Que cómo? Tan simple y a la vez tan complejo como el Arceau Le Temps suspendu: el cofre de oro rosa o acero legítimo en cuyo interior habita un micro mecanismo que se activa con un botón capaz de “parar” las agujas de horas y minutos entre las 11:02 y las 12:02 (una posición del todo imposible de manera natural, definida por una especie de cono invertido), y que cuando vuelve a pulsarse, las agujas se ubican en la hora y fecha reales. Proeza mecánico-poética de ese “Eistein de la alta relojería” llamado Jean-Marc Wiederrecht, quien supo escuchar el sueño del departamento de relojería de Hermès y volverlo realidad: desarrollar una complicación relojera que afianzara la premisa de la maison por los valores familiares, ante lo que no consiguió “solución” mejor que dar con una pieza que detuviera las horas para pasarla en familia, sin preocupaciones de ningún tipo.

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Para completar la aventura, no sólo se conformaron con dejar en vilo a la crítica y a las miles de personas que asistimos este año a Baselworld (la feria más importante de relojería y joyería que anualmente se lleva a cabo en Suiza), en cuyas presentaciones siempre se mostraron orgullosos pero humildes, sino que citaron a una élite de editores a escala mundial para que viviéramos en carne propia (¡y en Beijing, China!) lo que pasaría si detuvieras el tiempo y te entregaras a la poesía de soñar despierto. Al final fue como adentrarse entre los mundos de Alicia en el país de las maravillas y los pasajes de El jardín secreto, pero con pasmoso arrobamiento. Aquí las fotos del reloj-poesía, de la campaña-obra de arte bajo el lente siempre surrealista del fotógrafo norteamericano Geof Kern, y la noticia-destello que recibimos al cierre de esta edición: el Arceau Le Temps suspendu de Hermès se alzó con el premio “Reloj Masculino” del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, lo que desde ya sitúa a la marca en el anhelado altar de la alta relojería y, sin saberlo, rebate la idea de Enrique VIII de Inglaterra a propósito de cuando dijo que “De todas las pérdidas, el tiempo es la más irrecuperable porque nunca puede ser recuperado, redimido”. La Montre Hermès, con esta confesión de partes (del estricto jurado) y con su reloj capaz de conseguir horas para gastarlas en felicidad, le ha atestado un contundente relevo de pruebas. Chapeau!

Web: www.hermes.com

por amor al ARTE

mariana bencomo de peña fotos: gonzalo peña veloz

ILLUMInazioni: 54 Bienal de Venecia

Mentes brillantes

ILLUMInazioni –ILUMInaciones–, el título y orientación temática que distinguió la muestra artística realizada este 2011 dentro de la legendaria Bienal de Venecia. Esta importante confrontación plástica, con 54 ediciones y una historia de renombre contuvo dos ideas fundamentales, por un lado la presencia de 83 artistas y 89 países incluyendo esta vez a debutantes como Bangladesh, India, el Congo e Irak; y por otro, lo que quizás sea la razón artística y espiritual de una gran muestra que es esa sensación de revelación y epifanía que ocurre por instantes en el abrumado espectador.

Este encuentro con el arte contemporáneo, fugaz y efímero como la luz misma, podría eternizarse o no en el recuerdo y se va transformando hasta inclusive desvanecerse en la mente del espectador.

Sin embargo, esta iluminación que aparece como un leit motiv conceptual a lo largo de las obras presentadas en los Jardines y el Arsenal –espacios sede de la megaexhibición oficial-, así como en palazzos y galerías dispersos por los diferentes distritos de este hermoso destino turístico, también es propia de una ciudad cuya luz cambia no solo al proyectarse esplendorosamente sobre sus

Maurizio Cattelan. Instalación en Pabellón Central, Bienal de Venecia, 2011.

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monumentos, sino también en las fluctuaciones del agua –marea alta, marea baja- que entra a la laguna sorpresivamente y en los ríos de gente que vienen y van con el paso de las horas.

La selección de obras, artistas y pabellones destacada en las páginas a seguir es producto de una mirada personal en medio de tantos ojos refinados, eruditos, noveles y puros. Esta crónica solo intenta capturar a esos videntes que, a través de sus imágenes sensoriales, construyen el arte contemporáneo.

La gran expectativa que surgió en el mundo de las artes durante los días previos a la apertura de la Bienal era la presencia de tres cuadros de Tintoretto en el hall de entrada al Pabellón Central, ubicado en los Jardines. Este gran maestro veneciano del siglo XVI y probablemente el último del Renacimiento, sería el invitado central y prácticamente el anfitrión del eje central de la exhibición. Fantásticas piezas provenientes de la Galería de la Academia veneciana y la Basílica de San Giorgio Maggiore como “La creación de los animales” y “El traslado del cuerpo de San Marcos” y “La última cena”, fueron las escogidas para crear un contexto histórico y emocional que antecediera el posterior despliegue de arte contemporáneo en el recinto. Sin duda, Tintoretto es una de las cosas más bellas de la Bienal y no necesariamente la más reveladora. Bice Curiger, quien desde 1993 es curadora en el Kunsthaus Zurich, uno de los museos más importantes de arte moderno y contemporáneo del mundo, calificó esta selección como el elemento que define a la Bienal con su gran historia e identidad, y a Tintoretto como el pintor de la luz, tema principal de la muestra.

Allí, en la gran sala principal del Pabellón Central, se desvía la mirada que estaba detenida en las telas de “Il Furioso”, hacia una amenazante invasión de palomas negras disecadas que se posan en casi todas las vigas aéreas del espacio y se muestran omnipresentes, casi invasivas a lo largo de toda la exhibición, son obra de otro italiano, Maurizio Cattelan, también del Veneto, quien ahora reside en Nueva York. Las palomas de Cattelan no es más que una presencia que se siente mientras se recorren las salas, no buscan producir emocionalidad, simplemente están ahí y están muertas, como también están vivas, avasallantes y móviles en la Piazza San Marco.

En uno de los salones de ese pabellón, coronado con palomas vigilantes, está Sigmar Polke, huraño y desprendido como lo conocemos, con sus telas translúcidas que cambian de color con nuestra presencia y con una obra especialísima que estuvo en el pabellón alemán de la Bienal en el 1996 , “Polizeischwein”, un policía poniéndole su gorra a un rollizo cerdo. La burla, la resonancia óptica y el inconformismo expresados en esta gran pieza de Sigmar Polke, justifican cualquier cansancio visual que pueda generar las horas de recorrido por los Jardines de la Bienal.

Más adelante, en el mismo Pabellón Central, las fotografías de David Goldblatt aparecen tímidamente, como si hubieran estado

escondidas para que nadie las viera. Este gran artista sudafricano, reconocido por su trabajo realizado durante los años del apartheid, muestra innumerables retratos de criminales llevados a la escena del suceso por el cual fueron sentenciados. Al acercarnos a ellos nos animan a entender la complejidad existencial de cada uno de estos convictos. La empatía puede no ser instantánea, pero va ocurriendo mientras pasamos tiempo frente a sus rostros. Detener la mirada sobre esta obra de Goldbaltt probablemente sea uno de los momentos más estremecedores de esta 54 Bienal de Venecia.

Continuando el recorrido del Pabellón Central, especie de montaña rusa para los sentidos en la que el espectador sufre los contrastes entre las obras de cada artista, una constante en toda la muestra que provoca efectos anímicos en el que se detiene en cada pieza para sobrecogerse, impactarse, opinar, reflexionar o, simplemente, observar. Es por ello que muy cerca de este encuentro con el dolor expresado en las fotos de Goldblatt, en una sala totalmente oscura de este mismo Pabellón Central, aparecen tres obras coloridas y musicales, casi una oda a la alegría y la belleza, es el caso de la artista suiza Pipilotti Rist –quien sorprendió en la Bienal 2005 por su trabajo “Homo Sapiens Sapiens”-; en esta oportunidad muestra tres videos de paisajes venecianos que conectan el pasado con el presente a través de la utilización de la luz, el color y el movimiento. Es una bellísima producción de carácter onírico que relaja, reconcilia y complace.

Seleccionar es un acto ingrato, posiblemente amoral y realmente desprovisto de toda responsabilidad, sobre todo cuando hay tanto y no se logra ver todo. Sin embargo, las circunstancias y las motivaciones siempre guían este simple relato de un paseo por la Bienal. Con este criterio, sigue nuestro periplo por los Jardines hacia el Pabellón de Alemania, reconocido con el León de Oro de Venecia como la Mejor Participación Nacional en esta edición.

Esta vez, “The Church of Fear” –La iglesia del miedo- de Christoph Schlingensief, cineasta, director de teatro y performer, quien murió de cáncer en el 2010, utilizó los padecimientos y análisis retrospectivos de su vida, durante el avance de su enfermedad a través de tres partes: el Oratorio -como recinto central- y dos pequeños espacios externos que proyectan filmes de Schlingensief, cuya temática se centra en la violencia, el miedo y los aspectos más instintivos del ser humano. El ego, el miedo y el complejo de culpa figuran como temas centrales en esta megainstalación. Aquí se comprende que nadie puede hablar mejor de si mismo que el propio autor. Esta pieza, tan salvaje y excéntrica, abarrotada de los símbolos que marcaron la tragedia de la convalecencia hacia la muerte, apela a la emoción y a una irracionalidad que desgarra y altera al espectador. Luego de la muerte del artista, la curadora Sussane Gaensheimer se encargó de realizar el montaje de esta pieza brutalmente magistral.

Christoph Schlingensief . “The Church of Fear”, instalación en Pabellón Alemania, Jardines de la Bienal de Venecia, 2011.

Christian Marclay. “The Clock”, video en el Arsenal, Bienal de Venecia, 2011.

De este drama mortal, el paso se dirige hacia la ilusión pasajera de sobrevivir, a través de la obra del artista húngaro Hajnal Németh, quien reside en Berlín desde el año 2002, representando a su país con una compleja instalación de múltiples componentes porque es pomposa, teatral, sutil y filosófica. El oído funciona, en este caso, como el sentido rector que persigue la música, la letra, las voces y el significado. Este “Crash-Passive Interview”, como se titula la obra, pudiera ser una opera en tres secuencias narrativas: un automóvil chocado y bañado por una intensa una luz roja junto al ruido con-

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tundente del impacto, posteriormente, observamos unos atriles con partituras de entrevistas a los actores del accidente y un video con la realización del cuestionario musicalizado al estilo de una ópera en donde se evidencian las consecuencias que un “si” o un “no” pueden desencadenar. El espectador llega a este espacio del país del gran Liszt para oír y crear su propia y única narrativa sobre el suceso.

El dúo de artistas puertorriqueños Allora & Calzadilla representan a los Estados Unidos en este pabellón que emula una casa del sur norteamericano. Allí, los autores plantearon su posición crítica e

irónica sobre la guerra a través de elementos explícitos, simples y rimbombantes. Un tanque de guerra volteado sobre el que corre un atleta en una máquina trotadora de gimnasio, una estatua de la Libertad en una cabina de autobronceado, unos asientos clase ejecutiva de un avión con unos bailarines acróbatas y un cajero automático bajo la estructura de un gran órgano propio de una iglesia, que no solamente te da dinero sino que te compone tu propia música. El militarismo, el atletismo y el capitalismo con humor e ironía son los grandes temas de esta muestra llamada “Gloria”.

“Cristal of Resistance”, la obra del suizo Thomas Hirschhorn encomendada para representar a su país, es quizás una de las obras más inquietantes de toda la Bienal, porque su soporte, a través de los materiales más básicos como el plástico, el aluminio, las latas de cerveza, los algodones, fotos, diapositivas, cristales, cartones que se repiten eternamente en una gruta laberíntica, logrando que el espectador se confunda y pueda pasar horas descubriendo y confrontándose con los grandes temas de la sociedad contemporánea.

Sin duda, es un acierto que este artista dejara el diseño gráfico para hacer estas instalaciones escultóricas, consiguiendo el orden y la lógica de una poética que hace referencia a la política y la filosofía con una repetición de elementos en un espacio abigarrado que tiene un croquis lógico. El espectador penetra, confronta, participa, se inquieta y reflexiona, como lo hace un comunicador ante un suceso. Con objetividad y sin emociones que intervengan.

Esta gran obra trata el conflicto bélico sin el tremendismo obvio del Pabellón de los Estados Unidos y su forma narrativa, de un barroquismo sin límites, lejos de conmocionar -como lo hace Alemania con su “Church of Fear”- más bien invita a encontrarnos con la racionalidad. Este cristal refleja lo que somos y lo que no somos, finalmente deforma e ilumina cuestionando los grandes temas de hoy y del futuro.

Alejándonos de los Jardines e ingresando a el Arsenal, podemos destacar la obra del artista suizo Urs Fisher aparece con su instalación “Sin Título”, integrada por tres esculturas de cera que se van derritiendo durante los cinco meses de duración de la muestra Bienal. En el centro una replica del “Rapto de la Sabina”, de Juan de Bolonia observada de frente por un turista y, en un extremo la silla giratoria del artista que se va consumiendo como todo el grupo escultórico. El arte contemporáneo, el arte de lo efímero. Es el gran contraste de reproducir una escultura del siglo XVI que desaparece, como su observador, con el paso del tiempo, sin la trascendencia viva del material perdurable, solamente capaz de alterar el ánimo del expectante y recordarle que su paso también es efímero.

El tiempo y sus límites también son los temas del norteamericano Christian Marclay -quien obtuvo el premio León de Oro en esta Bienal de Arte- con su obra “The Clock”. Este video de 24 horas de duración está compuesto por escenas de innumerables películas de

Oksana Mas. “Post-vs-proto-renacentista” instalación Ucrania en Iglesia San Fantin, Bienal de Venecia, 2011.

Anish Kapoor. “Ascension”, instalación en Iglesia San Giorgio Maggiore, Bienal de Venecia, 2011.

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la historia del cine a las cuales el artista le extrajo segmentos o escenas puntuales donde apareciera un reloj dando la hora –ya sea que esté el aparato en el fondo, o sobre una pared, o en una estación de tren, o en la muñeca del protagonista- para luego editarlas y ensamblar un nuevo filme que cumpliera la función de dar la hora -en tiempo real- al espectador. Es la reconstrucción de una nueva pieza de ficción, pero con la función de recordar el paso del tiempo a su público. Lo extraordinario de este trabajo no es solamente la investigación, la edición y sincronización de todas estas películas, sino destacar las limitaciones del tiempo, su carácter efímero y fugaz para el espectador y el contraste entre la ficción cinematográfica atemporal y el mundo de realidad temporal.

En otro punto de la ciudad, una galleta de la fortuna con el papelito mágico nos apunta a la iglesia de San Fantin, frente al Teatro de la Ópera “La Fenice”. Allí, el gran mural de iconografía religiosa realizado por la artista ucraniana Oksana Mas sorprende, no solo al ingresar al recinto, sino al acercarse y constatar que nos está hecho con mosaicos sino con pequeño huevitos de madera pintados minuciosamente. Inspirada en la antigua costumbre Krashenki –ucraniana- en la que estos pequeños huevos de madera se recubren de pintura con diseños tradicionales de este país –en miniatura- para celebrar la Pascua, Mas trajo esta costumbre a nuestros días para hacer una instalación que sobrecoge espiritual y artísticamente. La instalación, titulada “Post-vs-proto-renacentista”, consiste en un total de 3.640.000 huevos pintados a manos en 42 países diferentes, que se unen para formar una pieza de gran escala alegórica al Cordero Místico o Retablo de Gante, pintado por el flamenco Van Eyck. Es bella y espiritual, inspirando fertilidad y renacimiento (ver imagen en la página anterior).

Embarcando el vaporetto número dos, llegamos a la imponente Iglesia San Giorgio Maggiore, divisable desde Piazza San Marco, al otro lado del Gran Canal. Allí, el gran artista indio, Anish Kapoor instaló su obra “Ascensión”. Este templo clásico, diseñado por Andrea Palladio, recibe esta pieza que se ubica en el centro de la nave, donde está la cúpula. En el piso, el artista instala un gran recipiente circular que emana un vapor dorado –sinuoso y a ratos débil- soplado por cuatro ventiladores que hacen circular y subir en movimientos de serpentina este gas teñido de brillo metálico hasta ser succionado por un extractor ubicado en el borde superior de la cúpula. Es magia pura. Anish Kapoor es capaz de materializar la idea espiritual de la Ascensión con esta maravillosa obra, serenísima y sutil, que además se eleva en la misma Iglesia donde habitualmente está Tintoretto y su “Última Cena”, pintura que nos diera la bienvenida a esta visita. Estos dos grandes iluminados de San Giorgio podrían ser, finalmente, los grandes reveladores que marcaron y sellaron esta Bienal llena de luz y visión global. Son los artistas, entonces, los nuevos iluminados que señalan los tiempos que están por venir.

MANIQUI

fotos: cf [carlosfouguet.com] fotos: yth [yeetanho.com]

Venezuela in Moda 2011

El nuevo lujo

Candy & Roll [yth]

Nopiselagrama by Daniela Panaro [cf]

Laili Lau [cf]

Producción del evento: Recrealo C.A. / Locación: Hotel Hesperia WTC Valencia / Patrocinantes: Diario “El Carabobeño”, Calzados María Pizzola, Gama’s, Asociación de hoteles del estado Carabobo, Alcaldía de Naguanagua, Sambil Venezuela, Stratus, Bloque De Armas, Diageo, L’Oreal Paris y otros.

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Laili Lau [cf]

Atelier Fabiana Kübler [cf]

Claudia Oballos [yth]

Ignacio Alen [yth]

Efraín Mogollón [cf]

Olga Bolaños [cf]

Quintal Esboco by Emily Quintal [yth]

Inés De Tovar [cf]

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Daniel Espig [yth]

Atelier Fabiana Kübler [cf]

Intensity Gornés [yth]

Serendipity by Fabiola Sifontes [cf]

Kanomi by María Doménica Atencio [yth]

Kudzu by Ana Luisa Baptista [yth]

Daniel Espig [yth]

Alejandro Ramírez [yth]

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2 a.m. by Marﾃｭa Fernanda Pulgar [cf]

Candy & Roll [yth]

Roberi Parra [yth]

Serendipity by Fabiola Sifontes [cf]

Liliana ﾃ」ila [yth]

Adriana Marﾃｭn [cf]

Nopiselagrama by Daniela Panaro [cf]

Yenny Bastida [cf]

las mil y una NOCHES

fotos: carlos fuguet

Venezuela Moda 2011 @ Hotel Hesperia WTC

Pasarela de estrellas

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Alegría Beracasa by Daniel Espig

Yamlusi Agostini y Rubendario, organizadores del evento

Raenrra y la artista plástica, Carmen Elena Behrens con su obra “90-60-90”

Mariet González y Romano Pizzolla

Franco Miozzio y María Pizzolla

Pietro Pizzolla y Graziela Parisi de Pizzolla

Mariana Romero, Harold Huber y Gabriela Graf-Stillfried

Elda Landáez de Castellano –Fatua Valencia- y Erik De Almeida

Andrea Díaz

Aníbal Mestre, Ana Sofía Tarbay y José Roberto Coppola

Jesús Heudes y Orlando Reyes -Candy & Roll-

Fabiola Sifontes –Serendipityy Camila X Castillo

Inés De Tovar e Isabel Betancourt

María José Brito, José Ángel Esteban y Patricia Guerrero

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Pablo Costanzo y María Consuelo González

Onelises Brochero

Ignacio Alen y Regina Rincones

Javier Illa y José Rodríguez

Constantino Pacchiano y Yenny Bastidas

Inés Tejada de De Tovar y Fernando De Tovar

Francis Nani y Felisa Bolaños

José Clemente Pulido y Natascha Luna

las mil y una NOCHES Grey Goose Vodka + Club Magazine @ La Locanda

BlackOUT party

Iván Holmquist, Fabio Paolillo, Francia Rodriguez de Paolillo, Juan Manuel Robayo, Mariana Bencomo de Peña y Gonzalo Peña en la Locanda @ Nautilus Jardín Gourmet

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fotos: carlos fuguet

Dj Velazco

Isabella Arriaga

Beatriz Malpica de Schroedel y Juan José Schroedel

Gabriela Ferrari, Miss Mundo Venezuela 2011

Ileana Gómez de Giménez, Bibiana Perales y Cristina Pacheco

Ricardo De Jongh y Daniela López de De Jongh

Gerardo Barreto, Yanira de Espig y Enrique Espig

Maria Julia Álvarez y Daniel Alemán

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Antonieta Ferrara y Maria Angélica Gaggia

Loreley Videla y José Ángel Esteban

Iván Tortolero y Maria Angélica Rincones de Tortolero

Alejandro Degwitz y Marilse Vargas de Degwitz

Natascha Luna, Clarissa Perfetti y Abby Martínez

Marisabel Rincones de Sandoval y Miguel Sandoval

Rafael Fouguet y Jorge Mota

Tomas Graterol y Nubia Rico Claro

Maria Angélica Román de Bencomo y Oswaldo Bencomo

José Javier Olivo y Maria Fernanda Rincones de Olivo

Sandra Guerra de López, Verónica Bagur de Peláez y Maria José García de Escalona

José Rafael Bosque y Luisa Fernanda Viso de Bosque

Aldo Cappa y Rosalía Mazziotta de Barreto

John Paul Fontana y Gloria Stoppello de Fontana

Daniel Degwitz y Jona Maria Bjorgvinsdottir de Degwitz

Islett Candia de Tronchoni y Edén Gil

las mil y una NOCHES

fotos: carlos fuguet

Nueva Ford Explorer en Lagunita Country Club

Reinvención de lujo

Héctor Pérez –Presidente de Ford Andina- rodeado de su tren ejecutivo: Salvador Lo Cascio, Miguel Sandoval, Ricardo Tinoco, Daniela González, Irene Gimón y Antonio Perales

Alexander Arévalo, Efraín Palacios, Andrés Saaghy y César Padilla 90

El chef Sumito Estévez, autor del menú de la velada

La nueva Ford Explorer

Julio Rincón, Simón Tang y Eduardo Di Lucio

María Del Pilar Álvarez y Floro Manco

Gustavo Adolfo Herrera, John Bengoa y Karelys de Herrera

La cantante Karen Souza de Bossa’n’80s

José Victor Baptista, José Muñoz y María Alexandra Muñoz

Yesilea Salvatierra y Evelyn Brea

Fairy Rivero, Luis Constantini y Verónica Cárdenas

las mil y una NOCHES

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

13º Noche Gastronómica Damas Salesianas de Carabobo

Una obra con suerte

Carolina de Ovalles, Carmen Luisa Zuloaga, Rosana Salama de Degwitz, Rosita Acosta, María Eugenia García y María Eugenia Salama de Acosta

Fátima Faría y Jonathan Domínguez 92

Arehany Bello, Rosana Salama de Degwitz, Rosana Degwitz y Cristina Acosta

Rosana Salama, María Corina Salama de Del Valle y Gabriel Varela

Gustavo Douaihi y Marielena Viso de Douaihi

Charo Santana de Herrera, Anny De Aguiar de Santana y Cira Rodríguez de Herrera

Christian Brewer y María Alejandra Lara de Brewer

María Eugenia Azpúrua de Sosa y Claudia Ponce de Delli Colli

Héctor Pérez y María Gabriela de Pérez

Fernando Zabaleta y María Belén Bellera de Zabaleta

Teresa Rojas de Iscadar y Miguel Antonio Iscadar

Jaqueline Fernández de Monasterios y María Luisa Giménez de Heemsen

Lina Castillo e Isabel Castillo

las mil y una NOCHES

fotos: carlos fouguet

Djette Titina Penzini en Be Club Valencia

Be 100% Chic

Jacqueline Aguilera y Carlos Valedón

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Victor Dolmez y José Ángel Esteban

Lorenzo Mangogna y Andreína López de Mangogna

Djette Titina Penzini

Charles Kassadjian y Carla Fano

José Javier Olivo y María Fernanda Rincones de Olivo

Isabel Römer

Gonzalo Carnevali y Dubraska Da Cunha

la dolce VITA

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

Boda González – Guada

Enamorados en Colombia

Gloria Ecarri de Guada y María Ester Carmona Berdejo, madres de los novios

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Los novios, León Eduardo González y Marisabel Guada de González

María Carlota Cornejo de Carbonell, Ricardo Carbonell y Rosa Parada de Carbonell

Alejandro Feo La Cruz, Malimai Montoya de Feo La Cruz, Alejandro Feo La Cruz Betancourt y María Eugenia Betancourt

Víctor García, Alexandra Lemoine y Sirach Richani

Luís Felipe Ecarri, Camila Henao y José Miguel Pacheco

Cristina Sosa de Roversi y Freddy Roversi

Jessica Bagur de Guada y Gonzalo Guada

Alejandra Castillo de Berto y Korina Wolf de Saaghy

Soledad Ferrer de Wolf y Elizabeth Pérez de Castillo

Carlos Nassy y Luisana Moreno de Nassy

Josune Basterra de Berto y Janilka Pérez de Villani

Carla Douaihi de Lozada, Juliana Douaihi y Albertina Giménez

la dolce VITA

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

Boda Vitoria – Pinto

Una mañana para celebrar

Francia Filardo y Mary Álvarez de Viloria, madres de los novios

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Chichi Blanco de Antonell y Nidia Lemus

Nazareno Cannita y Andreina Dib de Cannita

Los novios, Manuel Viloria y Eleana Pinto de Vitoria

Mary Viloria de Mostafá, José Miguel Mostafá y Claudia Viloria de Capodacqua

María Auxiliadora Lara de Vargas y Elvis Vargas

Doris Domínguez , Franchesco Mastrangelo y María Elizabeth Eugui

Carlos Llanos y Katrina Blonval de Llanos

Eugenia Bosse de Pérez, Ileana Gómez y María Cecilia Raidi

Armando Henríquez, Vanessa Del Gallego y Jesús Henríquez

Gabriela Pérez de Aponte, Elizabeth Álvarez, Diana Machado

Melissa Matos, Isabella Font y Claudia De Bourg de Pulido

la dolce VITA

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

Boda Yunes-Otero

Cuando vayas a Madrid…

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Richard Crepeau y Rosalind Roystone, madre de la novia

Los novios, Alfredo Yunes y Vanesa Otero de Yunes

Fauzi Yunes y Alvina Gohl de Yunes, padres del novio

Alfredo Orozco y María Eugenia Yunes de Orozco

María Gabriela Guilliod, José Álvarez y Giselle Guilliod

Yvanoba Lorenzo y Fauzi Yunes

Nuria Otero de Martínez e Ildemaro Martínez

Jesús Pietri y Gerardine Rahn de Pietri

Luís Chataing y Ximena Otero de Chataing

Anabella Castillo de Tabares y Nayibe Warchausky de García

Guisi Genduso, Armando Romero y Verónica Llamazares

Glenda Jelambi de Suárez y Luís Alfredo Suárez

las mil y una NOCHES

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

Gala pro Seminario Valencia en Hesperia WTC

Música, amor y humor

Cristina Sosa de Roversi, Gladys Valentiner y Antonieta Ferrara

Laureano Márquez

Yordano en escena

Jesús Ganem, Pbtero. Joel Núñez, Henrique Fernando Salas y Luís Manuel Díaz 102

Andreina Yanes de Parés, Morella Arcay de Yanes y Morella Yanes

Carlos Acosta, Enzo Scarano

Luís Fernando Díaz y Meyda Labarca de Díaz

María Antonieta Storacci de Alaimo y Rosa Brandonisio de Scarano

Rafael Casal y Graciela Wadskier de Casal

María Angélica de Bencomo, Marina Giménez de Bencomo y Liliusca de Bencomo

Leopoldo Romero y Jessy Divo de Romero

Linda Palacio de Del Valle y Salomón Del Valle

Claudia Casal de Caso y Raúl Caso

Lucía Lares de Vitale y Leonardo Vitale

las mil y una NOCHES

fotos: doris díaz [doritafotos@gmail.com]

Primer Aniversario Prosein Viñedo, Valencia

Un espacio para tu hogar

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Alfredo Orozco, Rafael Cardinali y Atilano Orozco

Ambientes de la tienda

Reinaldo Martínez, Samuel Pérez y Carlos Parra

Giacomo Violante, Karina Escobar y Néstor Palacios

Néstor Velásquez y María Teresa Diaz de Velásquez

Jackie Fernández de Zambrano, Ender Zambrano y Audry Zambrano

el secreto de mi EXITO

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fotos: carlos fouguet, doris díaz y archivo

INAGURACIÓN DE “KOKIVI” Y “AHAVÁ” JUNTO A “FATUA VALENCIA”

PERNOD RICARD ESTRENA GERENTE EN VENEZUELA Y COLOMBIA

En la foto: Inés Mujica –Ahavá- y Viviana Maya de Rasetta –Kokivi- en el nuevo One-Stop Fashion Shopping en la calle 147 de la urb. Carabobo, Valencia. [kokivi.com – fatua.com.ve]

En la foto: Jean Francois Collobert, nuevo Gerente General de Pernod Ricard para Venezuela y Colombia. [pernod-ricard.com]

TORNEO COPA HOTEL HESPERIA WTC EN GUATAPARO COUNTRY CLUB

REALIZADO TALLER DE PASTELERIA FRANCESA CON CHEF THIERRY BAMAS

En la foto: Enrique Tabares –Gerente Hotel Hesperia WTC- junto a los premiados del torneo, Juan Diego Quintero, Luis Ocando y Abelardo Yépez. [hesperia.com]

En la foto: De La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura Venezolano Francesa, Federico Jiménez y Liat Choucroun junto al chef pastelero francés, Thierry Bamas en Hotel Gran Meliá Caracas. [cciavf.com.ve]

EMBASSY SUITES VALENCIA HIZO I FESTIVAL GASTRONÓMICO ESPAÑOL

CARLOS PARRA RECIBIÓ ORDEN DE CABALLERO HÍPICO

En la foto: Yony Bandres, el chef José Véliz y Gustavo Flühman. [embassysuitesvalencia.com]

En la foto: El galardonado, Carlos Parra, rodeado de su esposa Maria Luisa Malavé de Parra e hijos Carlos Ignacio, Rodrigo Parra y Gonzalo Parra en el Club Hípico de Carabobo.

el secreto de mi EXITO

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fotos: doris díaz y archivo

REGIO LANZAMIENTO DE NUEVA FORD F-250 DOBLE CABINA

GASPARD BRASSERIE ABRIO SUS PUERTAS EN NAUTILUS JARDIN GOURMET VALENCIA

En la foto: Ricardo Tinoco –Gerente de Relaciones Públicas de Ford- y Héctor Pérez –Presidente de Ford Andina- en el desayuno de lanzamiento en Hotel Hesperia WTC Valencia. [ford.com.ve]

En la foto: La hermosa imagen del nuevo brasserie francés que abrió en Nautilus Jardín Gourmet Valencia con asesoría del Chef Chaná Barrios.

TOLDOS Y EVENTOS DEL CENTRO CELEBRÓ SIETE AÑOS DE ÉXITOS

AÑEJADO DOS VECES: NUEVA CAMPAÑA DE DEWAR’S 12

En la foto: Jesús Lemoine y Rosa Piscopo de Lemoine, directivos de Toldos y Eventos del Centro, durante el almuerzo ofrecido a sus empleados y familiares. [tolvencentro.com]

En la foto: La imagen que exhibirán las vallas como parte de la campaña que busca reforzar el doble proceso de añejamiento del whisky escocés distribuido por Bacardi Venezuela. [dewars.com]

ESPECTACULAR FESTIVAL GASTRONÓMICO ESPAÑOL EN HOTEL VENETUR TACARIGUA

INAUGURADO “GALERÍA CAFÉ” EN EL VIÑEDO, VALENCIA

En la foto: Leticia Medina –Presidenta de Tacarigua C.A.- y Richard Durán –Director de Mercadeo y Ventas de Hotel Venetur Tacarigua. [venetur.gob.ve]

En la foto: Salomón Del Valle y María Corina Salama de Del Valle –propietarios de Galería Café- junto a Corina de Salama, Rossana Salama y Rafael Salama [@galeria_cafe]

la vida es BELLA

foto: [carlosfouguet.com]

El Pesebre, Nacimiento o Belén, tal y como se le conoce a la gran escenificación artesanal de usanza en los países hispanos de religión católica, es una tradición que poco a poco ha ido desapareciendo de los hogares venezolanos. Esta práctica, iniciada en por San Francisco de Asís en 1223 con una misa nocturna en una gruta, se hacía con personas y animales que escenificaban los acontecimientos que rodearon el nacimiento de Jesús. Al transcurrir el tiempo, en casas e Iglesias comenzaron a realizar estos montajes con figuras y paisaje miniatura. Pequeños o grandes, de barro, madera o exquisita porcelana napolitana, el ensamblaje del Pesebre era la oportunidad perfecta para reunir a la familia en torno a esa instalación artística de carácter efímero, pero de contundente significado. En la foto vemos uno de legendaria tradición, visitado por generaciones enteras en la calle Rondón del centro de Valencia. Su autora, Margarita Marrero de Milonas, nieta del fundador de esta laboriosa obra, se esmera año tras año en preservar el legado familiar con un montaje artesanal que le lleva días enteros de trabajo, logrando al final una colorida y muy completa escenificación del importante acontecimiento cristiano. Así, con alegría y constancia, la celebración de la Navidad, lejos de vivirla a través del recuerdo y la nostalgia, se debe festejar en grande, no solo por su trascendental significado, sino porque es la oportunidad de compartir, de reencontrarse, de estrechar vínculos y de celebrar el milagro más grande de la historia universal: la vida.

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