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titina PENZINI lujo artesanal 10 CARACTER jorge pizzani
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pret-a- PORTER lujo artesanal
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DELICATTESSEN laboratorio paravicini + coffee market
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la joya de la CORONA acte v de lous vuitton
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gente como UNO
granda + lau + amengual 42
tenedores y ESTRELLAS recoveco restaurante
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el club de la buena ESTRELLA marroquineria venezolana
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futuro PERFECTO lisandro olmos
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las HORAS daniel wellington
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ventana al CIELO silla olga 70 BARFLY
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ron veroes
causa JUSTA timberland por venezuela
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la vida es BELLA
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director general GONZALO PEÑA VELOZ directora de comercialización MARIANA BENCOMO DE PEÑA diseño y montaje WILSON DESIGN C.A. editor caracas CARLOS FLORES LEÓN-MÁRQUEZ coordinadoras ejecutivas CARMEN TOVAR coordinación de sociales JENSLY RODRIGUEZ fotografía NATALIA BRAND / CARLOS FOUGUET / ISABELLA BEJARANO / DORIS DIAZ JULIO GAGGIA / OSVALDO PONTON / CONRADO VELIZ / YEE-TAN HO CRISTIAN VERA ALEMAN / ÁLVARO CAMACHO / ANIBAL MESTRE / PABLO COSTANZO / JESUS SOTO redacción JOSÉ ROBERTO COPPOLA / IGNACIO ALEN / SINDEY GARCIA / MARIANA BENCOMO DE PEÑA RAQUEL SEIJAS /GRACIELA MARTIN MELLIOR / ANDREINA RANGEL LUZ MARINA MARTINEZ GUILLÉN / SOLMARY HERNÁNDEZ / HELEN LÓPEZ VÁSQUEZ colaboradores TITINA PENZINI / ANGELA ORÁA / MARVA GRIFFIN WILSHIRE / CARLOS VALEDÓN ANUNCIATA FRAINO / RODOLFO VILLAPLANA / MILAGROS MALDONADO asesoras de ventas CARMEN TOVAR/ KAREN DOMINGUEZ JOHANNA DE JONGH / ANNALISA LEPORE DE PEÑA CLARISSA PERFETTI / LUISANA LOPEZ fotolito DIBARI MAC PC / impresión ALTOLITHO club valencia es un producto de club de editores valencia c.a. nº ISSN: 1317-2816. nº de depósito legal: pp 200002CA855 teléfono: + 58.241.8243114 móviles: +58 414.4382330/ 414.4320868 dirección: Av. Rio Orinoco, Reda Building, Torre B, Piso 3, Oficina 9 Valencia, Venezuela. Rif: J-30653852-6 email redacción: clubmagazine@gmail.com email pautas sociales e institucionales: clubsociales@gmail.com web: www.issuu.com/clubmagazine blog: clubmagazinevenezuela.blogspot.com twitter: @clubmagazine - facebook: club magazine venezuela tumblr: clubmagazine / instagram: @clubmagazine
lujo artesanal
fotografía: isabella bejarano [www.isabellabejarano.com] modelo: achok majdak @ scout models san francisco vestuario: arijana kajdić [www.arijana-kajdic.com] maquillaje & cabellos: preston nesbit [www.prestonnesbit.com]
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Único. Singular. Diferente. Limitado. No existe en el mundo contemporáneo un concepto más cercano al lujo que el del trabajo artesanal. Su nombre lo define y enmarca en un género humano en busca de la perfección, a partir de la tradición, alejado de las máquinas, de los grandes procesos industriales, de las series en masa, esta labor se destaca por la experiencia adquirida a través del aprendizaje y por el desarrollo y perfeccionamiento de técnicas aprendidas en el entorno familiar o sociocultural. Es un tópico que, incluso, viene inseminado dentro del código genético y se transmite como destreza o habilidad de una generación a otra. Es así como vemos familias o núcleos sociales que, por generaciones, se dedican a un arte u oficio muy específico, cuyo traslado o transmisión a otro escenario cambia el producto final, porque cada quien hace una variación, imprime un sello personal o lo adapta a su propia vivencia. Hablamos de un proceso aún más complejo que los conceptos del terroir francés o de denominación de origen. Es un testimonio de la evolución humana a través de los objetos. Y eso, queridos amigos, es el lujo extremo. Si algo se ha aprendido en la historia es que el ser humano busca destacarse del resto, sentirse único y diferente, por lo cual deja algo de si mismo en cada una de las cosas que hace. Eso es su huella, su deseo de trascender a través de un objeto o una experiencia que lo separe de la masa, del vulgo. Es así como los grandes emporios de lujo se han dedicado a explorar y resucitar talleres artesanales a lo largo y ancho del mundo cuya especificidad despierte el interés de un segmento de mercado cada vez más exigente. El consumidor, más allá de comprar un producto, adquiere una experiencia, una historia, algo que incluso se convierte en una transacción de información, de experticia y novedad. Todo en el mundo del diseño apunta hacia esa dirección. Desde automóviles, pasando por mobiliario, moda, gastronomía y hasta perfumes y cosméticos. No hay experiencia más única y personal que el arte, la esencia del lujo en un mundo de placeres mediáticos, es por eso que Carlos Flores Léon-Márquez quiso entrevistar a un artista integral como Jorge Pizzani para “Caracter”. Por su parte, Titina Penzini explora los placeres del lujo extremo en la Alta Joyería para su Trendllage sobre lujo artesanal. En “Pret-a-Porter”, la fotógrafa venezolana de modas Isabella Bejarano, nos muestra las piezas invernales de la diseñadora Arijana Kajdić quien realizó una colección para homenajear el trabajo de bordado y costura de su abuela. En “Delicattesen”, quisimos hacer una alianza entre dos trabajos artesanales de antología y calor humano: la panadería –Coffee Market- y la manufactura de porcelanas –Laboratorio Paravicini- . En “La Joya de la Corona”, nos adentramos en los talleres de Place Vendome de Louis Vuitton Haute Joaillerie para develar la colección “Acte V”. En “Gente como uno”, “El Club de la Buena Estrella” y “Futuro Perfecto”, ese cazatalentos venezolanos que es José Roberto Coppola nos deslumbra con el trabajo de una generación que sorprende por su talento y búsqueda de la perfección en vestuario y accesorios, no solo aquí sino también más allá de nuestras fronteras. En “Tenedores y Estrellas” descubriremos el nuevo recoveco gastronómico que se esconde en las alturas de Galipán, así como en “Barfly” haremos lo propio con el color ámbar de ron Veroes y la nueva colección de vasos y jarras “Jellies” de Patricia Urquiola para Kartell. En “Ventana al cielo”, la típica silla que vemos en las puertas de las casas de cualquier pueblo venezolano se reinventa en un versión hiperdiseño hecha por Estudio Boulevard 03. En fin, toda una serie de objetos e historias que nos inspiran por su esencia humana, única y totalmente artesanal. Gonzalo y Mariana DISTRIBUCIÓN GRATUITA VALENCIA: Guataparo C.C., Country Club de Valencia, Struktura, Centro Italo, Hermandad Gallega, Coffee Market, La Patisserie, Paladar, Rocotto, Palau Café, Fatua Valencia, Kokivi, La Locanda Trattoria, Hotel Hesperia WTC, Gaspard Brasserie, El Armario de Lola, Malva Concept Store, Gova & Friends, Kemya, Xperience, Boulevard Grill y Suomi. CARACAS: Antigua, Aprile, Aprilis LPG, Atar Creaciones Culinarias, Atelier Alejandro Ramírez, Atelier Liliana Ávila, Atelier Irma Contreras, Atelier Roberi Parra, Calíope, Catar, Come a Casa, Corot, Favola Ristorante, Galería Fernando Zubillaga, Galería G7, Greenella, La Guayaba Verde, Librería Kalathos, Madame Blac, Mansión Clement, Mobel, Mokambo, No Pise La Grama, Oficina No.1, Quincalla Zoco, Rustiaco Las Mercedes, Tres, Tarbay, Tawa, Zona Verde y Tienda Cameo LPG.
OBSIDIANA DE CARTIER 1.700 horas de trabajo son necesarias para ensamblar esta joya de la relojería realizada a mano en los talleres de Cartier. Una piedra de Obsidiana en brutoen la que se encapsula una hermosa morganita octogonal enmarcada por diamantes y zafiros. [www.cartier.com] CAMELIAS CHANEL Sobre las páginas de un cuaderno a rayas, vemos una selección de los anillos en oro blanco con onix o ágata blanca pertenecientes a la colección “Camélia” de la línea de Alta Joyería de Chanel. [www.chanel.com] J DAUPHIN La nueva maison de culto que fue fundada en 2006 por Joanna Dauphin, una joven diseñadora que venia de trabajar con casas como Fendi y Tod’s y quien se independizó para lanzar unas colecciones hipercreativas y minucioso detalle. [www.johannadauphin.com] BUCCELATTI El taller joyero fundado en Milán en 1919 por Mario Buccelatti, siempre caracterizado por su impecable trabajo a mano, acaba de lanzar el top del lujo tecnológico bajo una colección de nombre Unica: un estuche protector para iPhone. Hecho en oro, grabado a mano y brillantes. [www.buccelatti.com] TELAS ÈLITIS Dispersos en el Trendllage, vemos algunos retazos de tela para tapicería de muebles de la más reciente colección de la firma francesa Èlitis, toda una autoridad en diseño y decoración cutting-edge con textiles ultra luxe y forro de diferente tipo para paredes. Fundada por Patrice Marraud des Grottes y con un nombre que está inspirado en el poeta griego Odysseas Èlitis. [www.elitis.fr] CUIR CANNAGE DE DIOR Esta nueva fragancia recién lanzada dentro de la exclusiva Collection Privée de Christian Dior Parfums quiere introducirnos en la experiencia de olfatear el interior de un bolso femenino de pura piel, con notas florales –flor de naranjo, rosa y violeta- y un toque de tabaco. [www.dior.com] BRAZALETES DE ESLABONES El lujo absoluto para la noche son los brazaletes con eslabones de oro blanco con brillantes incrustados como éste vintage de Judith Ripka o los clásicos de Boucheron. [www.judithripka.com - www.boucheron.com] EMPRISE DE VUITTON Inspirado en el famoso baúl “Malle” de la casa Vuitton, el reloj de pulsera Emprise está fabricado en oro con un marco de 76 brillantes y correa de satén. ¡Un clásico atemporal de nuestro tiempo! [www.louisvuitton.com] ROSE PASSION DE PIAGET El nuevo reloj de pulsera Piaget de la línea Altiplano –Rose Passion- realizado con las técnicas de esmaltado tradicionales de la Joyería Francesa, oro dorado y correa de satén blanco es todo un lujo artesanal. [www.piaget.com]
MIKIMOTO X HELLO KITTY El Manga Couture se impone con la nueva línea inspirada en la gatita japonesa de Sanrio en versión luxe con perlas de la casa Mikimoto. [hellokitty.mikimoto.com] MINAUDIÈRES DE SYLVIA TOLEDANO La artista y pintora prestada al diseño de accesorios de lujo, Sylvia Toledano, ha impuesto sus exquisitos minaudières, especialmente éste inspirado en el período bizantino, hecho en metal dorado con cabochones de piedras semipreciosas. ¡Una joya al alcance de tu mano! [www.sylviatoledano.com] DEDOS MAXIMALISTAS More is More! La nueva forma de lucir las joyas: todas juntas en las dos manos, como vemos aquí en anillos de Buccelatti, Pomelatto, Boucheron. BROCHE DIPTYQUE La casa de perfumes y cosméticos fundada en el #34 de Boulevard St Germain en 1961 acaba de lanzar el último accesorio de lujo, en alianza con la casa de bordados Macon & Lesquoy, un broche tejido en forma de rosa para llevar en la solapa tu fragancia preferida. [www.diptyqueparis.com] LOUIS VUITTON HAUTE JOAILLERIE Con pocos años en el mercado de la Alta Joyería, Louis Vuitton se anota un triunfo con una colección inspirada en el período Art Déco y este anillo con una turmalina verde enmarcada en brillantes, oro blanco y laqueado negro. [www.louisvuitton.com] VAJILLAS DE MURIEL GRATEAU Muriel Grateau, es una de las expertas en design más conocidas en París. Su tienda en el Septième exhibe las vajillas hechas en su pequeño taller, casi unas joyas personalizadas y hechas artesanalmente. ¡El colmo del lujo para la mesa! [www.murielgrateau.com] RELOJ MINI D DE DIOR La nueva idea de Victoire de Castellane, Directora Creativa de Dior Joaillerie, son estos reloj de pulsera –Mini D- para mujeres con esfera de onix rodeada por brillantes y correa en cuero metalizado ¡El top! [www.dior.com] FLORES DOLCE & GABBANA La colección de lentes de sol “Almond Flowers” que lanzó el dúo de diseñadores sicilianos inspirados en los motivos florales que pueden verse en pinturas y cerámicas de esta maravillosa isla del Mediterráneo. [www.dolcegabbana.com] #trendllage @clubmagazine twitter:@titinapenzini instagram: titinapenzini pinterest: titinapenzini web: www.titinapenzini.com
CARACTER
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] fotos: marco antonio guerrero [0412.8046678]
Jorge Pizzani
En el dedo del huracán Algo pasa en Acarigua que varios de los personajes que comparten tribuna en Caracas por estos días, vieron la luz en esa porción llanera propensa a lo agroindustrial, capital del municipio Páez del estado Portuguesa. Pero será Jorge Pizzani Campins Bustillos (y pare usted de contar) el de mayor escala en el censo: pintor, escultor, muralista, poeta sin saberlo, filósofo queriendo serlo, ya siéndolo, emisor de una realidad que lo recorre por dentro y que brota por sus dedos untados por los santos óleos como si fuera el elegido. 1949 marca la cédula en el renglón nacimiento. Estado civil: artista. Y para no pecar por omisión, la pregunta: ¿Te defines expresionista? “Sí, un expresionista de estas circunstancias, de este agobio, de este tiempo. Es solo una cuestión de carácter en torno a la pintura”, desliza el representante mayor venezolano de esa corriente pictórica, quien hizo suyas las paredes del Museo de Bellas Artes, otrora Galería de Arte Nacional, lanzando tobos rebosantes de pintura ante la mirada atónita de un público de a pie, otro ilustrado, ambos sensibles al espectáculo desmitificador que ofrecía; porque al final se embadurnaba, acababa siendo parte de la obra, y entonces el arte de pintar perdía su aura colocada, de burbuja, y mostraba cercanía, pulsiones, libertad, cero rigor mortis. “Me di cuenta de que eso tocaba a la gente, gente que se conmovía, sobre todo los niños, los jóvenes; pero no todos, solo aquellos que tenían una condición adormecida. Al final quedó más como espectáculo, y me recluí en el taller”. Y reclusión, en sus términos, significa décadas: estando residenciado en Caracas, luego de estudiar en el Instituto de Diseño de la Fundación Neumann y en la Escuela de Bellas Artes Cristóbal Rojas, conoció a Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien lo animó a visitar Turgua –heredades aún rurales del municipio El Hatillo– para
que comprobara la belleza de la zona. Pues como el Des Esseintes de Huysmans, montó tienda aparte y pasó 22 años internado, pintando, creando, sin ver a más nadie sino a su familia que iba de vez en cuando a visitarlo, viviendo cual guardabosque empedernido. Terminada la lujuria tropical, como la define, aceptó invitaciones a exponer en Berlín, Kassel, Venecia, París, Barranquilla, Nueva York, Sao Paulo, Dabos... y en 1986 los señores del jurado de Villa de Niza, Francia, le concedieron el premio “Picasso de la pintura”, su artista favorito. Aun así no ha abandonado Turgua por más que Caracas insista en arrastrarlo: Diego Rísquez, cineasta mayor y amigo suyo, acaba de escoger sus obras de gran formato para reabrir los espacios del Trasnocho Lounge; un cuantioso número de compradores le insiste para que baje del cerro a compartir; Oscar Molinari, colega, amigo, casero de su hijo, hace lo propio por atraerlo al valle. Pero él se mantiene en sus treces, aislado en el atelier que da al jardín donde cosecha hasta jengibre, escuchando las aves del paraíso, el viento silbar. Algo de Gauguin hay en eso: el magneto de lo salvaje sofisticado, la belleza virgen. Algo de etimología que se repite por destino, en sufijos, también: Turgua termina en “gua”, que en aborigen significa agua; Acarigua, que desemboca igual, fue el nombre que le dieron al cacique que regía una tribu de indígenas caquetíos y cuybas, derivado de “Akare-gua”: akare, caimán (caimán del agua). En la segunda nació en el crisol de una familia maravillosa; en la primera quiere morir entre óleos, soledad creadora, remanso, solaz... cuando sus dedos de carne y hueso, siempre desprovistos de pincel, se hayan cansado de volver oro figuraciones y paisajes, esculturas y murales, y estén listos para lavarse en las aguas bautismales del infinito, de donde provienen, adonde pertenecen.
Cuando era pequeño acostumbraba a… pintar, a dibujar mucho. Siempre recuerdo… ausencias, una relación familiar muy dispersa. Cuando cumplí veinte años pensaba que… hacia dónde iba mi vida con una necesidad implacable que era el deseo de expresarme. Siempre me ha gustado… no sé, ¿será el dulce? Mi padre… (Risas). Extraordinario. Mi madre… Fabulosa. Mis abuelas… magníficas. Mis hijos… tengo tres. Conmovedores. Venezuela es… una pasión. Acarigua es… un recuerdo imborrable. Caracas es… una necesidad. Turgua es… mi paraíso personal. París es… una memoria extraordinaria. El mundo es... nuestro hábitat. 16
La pintura es… mi amante perfecta. Enfrentarse a tus zonas oscuras supone... una combustión maravillosa. Pararme a pintar un cuadro es… conseguir mi equilibrio personal. Siento que soy una de las pocas personas que… está dotada de un don maravilloso. La primera exposición a la que asistí fue… la de los grabados eróticos de Picasso en el Museo de Bellas Artes, al menos la que más me conmovió. La última propuesta pictórica que me impactó fue la de… Pipilotti Rist y la de George Condo, que es un tremendo pintor y un coño e’ madre. Hacer arte en Venezuela significa… un trabajo de mucha exigencia. Entre un lienzo y una pared en blanco, prefiero… el lienzo. La vida es… maravillosa. La creatividad es… una virtud y un privilegio. El trazo en la pintura es… fundamental. El centro de los personajes que pinto reside en… la mirada. En esas miradas está todo: sensualidad, horror, tragedia. Me gustaría estudiar más sobre… música. La fama es... una puta ramera, como dijo uno de los poetas malditos. Me inspiran… las personas. El mayor premio que uno puede recibir es... estar bien consigo mismo. Nunca he podido aprender a… mentir. A veces me gustaría volver hacia atrás para… no quiero volver atrás a nada. Como dice Edith Piaf: “Je ne regrette rien”. Me prohibieron… la rumba en exceso. La vanidad es… fútil. Un espejo es... un buen diálogo. La soberbia supone... mediocridad. La humildad significa… grandeza. Me molesta… el cinismo. En lo primero que me fijo de un personaje a retratar es… bueno, pero es que yo no retrato sino que los personajes se me meten y los expreso, y ni sé cuándo fluyen, y de repente me doy cuenta de que están allí. Retrato lo que me conmueve. Al comprador de arte venezolano le gusta… cuadros que peguen con los cojines. El público venezolano se diferencia de otros por... ¿por qué les tengo que dar tan duro? Es que no los puedo meter a todos en un saco porque sería injusto. En todo caso, por nuestra propia condición de latinos. El círculo del arte venezolano es particular por... cuando una pregunta viene en esos términos, no se puede generalizar porque estaría siendo desleal con otra gente que no compra obras para combinarlas con los cojines. En fin, lo es por los creadores que lo conforman. Lo primero que noto en una persona es... su educación. La persona a quien me gustaría retratar… los arquetipos de belleza griegos.
Mi mayor orgullo es... mis hijos. Los pintores contemporáneos que más admiro son... Picasso, pana, porque por más pintura contemporánea que conozcas, el gran maestro es Picasso. Lo primero que hago al levantarme es… escuchar a César Miguel Rondón. (Risas). Lo último que hago en el día es… rezar un Padrenuestro. El dinero es… una necesidad. La mayor satisfacción que puede tener un artista es… estar conforme con su propio destino. Nunca salgo de casa sin llevar… el celular. De los cinco sentidos me inclino por… la vista. El sitio que más impacto me ha causado es... Turgua. Ahorita estoy leyendo… un libro sobre las curadurías de Hans Ulrich Obrist. Él es uno de los más duros ahorita.
La película que no olvidaré es... Esplendor en la hierba. Me dio durísimo, chamo. Nunca visitaría… ¿será Siria? Moriría feliz… durmiendo. A Venezuela le sobra… el color rojo. A Venezuela le falta… amor entre los venezolanos. Creo en... Dios. Echaría a la basura… este régimen. Si vuelvo a nacer me gustaría… eres muy ácido, no seas malo. Bueno, fácil: ser yo mismo. La envidia es... mediocridad también. La muerte es… un tránsito de mucha benevolencia. Además la conozco: pasé el umbral, me sentí muy bien. Nunca es tarde para... recapacitar. Cuando enciendo el televisor me gusta ver... CNN.
Me deprime... lo desconocido. Me apasiona... el arte. El mayor pintor de la historia venezolana es... Reverón. El gran pintor de la historia de la humanidad es... vuelvo a caer en el mismo: Picasso, pana. Nunca me atrevería a… quemar el taller, a dejar de pintar. Nunca vacilaría en… dejar de pintar. Me gusta… mi condición humana. Me da miedo… la traición. Sueño con… no puede ser que tú lo pongas a uno en estas vainas. Me estás torturando. Bueno, sueño con mis padres. Anoche soñé con mi vieja. Rezo por... mi salvación. Me considero una persona… sincera. 18
La cualidad más importante que debe tener una persona es... la honestidad. Pienso que mi sueño en la vida es… ser lo más justo posible. Para alcanzar la felicidad hay que… ser honesto. Todos deberíamos aprender... a valorar la relación entre los seres humanos. Si un genio me concediera tres deseos, serían… ya que parece una pregunta del Miss Venezuela: la paz planetaria, el fin de la avaricia y la salud del planeta. Si escribiera una autobiografía, llevaría por título... “Desde el inconsciente”. Si me levantara un día y no hubiera leyes en el mundo... me seguiría rigiendo por mis principios. Si me defino con una palabra, diría que soy... artista. (Risas).
prêt-à- PORTER Colección Otoño-Invierno 2014-15 de Arijana Kajdićen NYFW
Lujo Artesanal
La diseñadora Arijana Kajdi, de ascendencia Bosnia, presentó su colección “Una exploración de mi hogar” en la Semana de la Moda Mercedes Benz de Nueva York el pasado mes de febrero. Quiso rendir homenaje, a través de ésta, a las mujeres de su familia, en especial a su abuela. A partir del recuerdo maternal, Kajdi, hace un tributo a todas las mujeres bosnias que trabajan minuciosamente con las manos y logran –con técnicas aprendidas de generación en generación- creaciones infinitas, llenas de humanidad y detalle, de diversidad de materiales, de dedicación y amor como verán en el excepcional trabajo realizado por la fotógrafa venezolana Isabella Bejarano con un ojo preciosista que apunta hacia esos detalles de perfección presentes en el trabajo manual, cada vez más escaso y costoso, porque proviene de ese aprendizaje de generaciones de enseñanza. De la tatarabuela a la
bisabuela, a la abuela, a la mamá y a la tía. El presente, agitado y tecnológico, en algún momento había desdeñado al pasado pero ahora lo retoma, lo venera y escucha esa voz de la experiencia que desea también trascender hacia el futuro. Las grandes firmas de lujo en el mundo entero – moda, gastronomía, diseño y artes aplicadas- se encuentran tras la pista de los grandes –y pequeños- maestros que trabajan con técnicas ancestrales o materiales cuya fabricación es supervisada y procesada por un pequeño grupo familiar. Nos encontramos en este momento en un regreso a los básicos, al ABC y la esencia de los productos que usamos o consumimos porque, si nos ponemos a pensar, el trabajo artesanal es, en estos tiempos donde el tiempo vale oro, sinónimo inequívoco de lujo porque cada pieza es única, irrepetible y absolutamente humana.
Fotografía: Isabella Bejarano [www.isabellabejarano.com] / Vestuario: Arijana Kajdi [www.arijana-kajdic.com] Modelo: Achok Majdak @ Scout Models San Francisco / Styling: Aubrey Kia [www.aubreykia.co] Asistente al Diseñador y Estilista: Flora Cervantes / Maquillaje & Cabellos: Preston Nesbit [www.prestonnesbit.com] 20
DELICATTESEN
gonzalo peña veloz [@selektorg]
Porcelanas Paravicini Milano + Pan Artesanal de Coffee Market
El poder creativo de las manos
Todavía recuerdo cuando me tocaba hacer figuras con plastilina en Preescolar. Las manos se hundían dentro de esas peloticas amorfas y coloridas, invitándonos a probar el maravilloso mundo de la creatividad manual. Casas, carros, personas, animales, árboles, toda una serie de figuras creadas por la imaginación que despertaban a una vida efímera, evolutiva, siempre cambiante, como en la búsqueda de algo novedoso, sorprendente y siempre experimental. Así es el trabajo manual. Creativo. Infinito. En constante cambio. Siempre buscando la perfección o estableciendo nuevas fronteras para la imaginación. La capacidad del hombre se potencia frente a esas masas amorfas, sean de plastilina, de barro, de arcilla o de harina. Es así como vemos una conexión inequívoca entre el arte de producir una pieza de porcelana o un bollo de pan. Ambos resultan del trabajo manual del ser humano. Ambos pasan por altos niveles de calor para alcanzar la perfección del producto final. Ambos llegan a la mesa para satisfacer las necesidades alimenticias de las personas, complementándose - cual ying-yang gastronómico- en el momento de la ingesta. Uno como bocado y el otro como utensilio en una alianza que combina las artes del fuego y las del fogón para celebrar un gran festín sensorial. Es así como se nos topamos con la muy sofisticada pero a la vez lúdica colección de edición limitada “Circus” de Laboratorio Paravicini, casa de porcelanas fundada a principios de los noventa por Benedetta Medici y Constanza
Paravicini en unos pequeños talleres ubicados en pleno centro de Milán. La intención de estas creativas italianas, cuya marca pudimos conocer durante la reciente edición del Salón del Mueble de Milán, es de devolver a la mesa un lujo exclusivo, que es el de las piezas producidas y pintadas a mano por encargo o en ediciones muy limitadas. De hecho, “Circus” es una de las primeras colecciones que lanzan como tal al público y ya están más preparadas para recibir pedidos de un público más amplio, mas nunca masivo. Siempre manteniendo la premisa de que sus piezas tengan la “perfecta imperfección” del trabajo manual. Como soy fanático convicto y confeso de los panes artesanales que hacen en “Coffee Market”, el complejo culinario fundado por la familia Faría hace 15 años en un local que ya tiene escribiendo medio siglo de gastronomía y entretenimiento en Valencia, quise proponerles el reto de hacer un matrimonio entre algunas piezas de “Circus” con parte de los ingeniosos panes que ofrece este templo del buen yantar salpicados con la nueva línea de dips, mermeladas y complementos -“Sabores de la Casa”- concebida por la chef de la familia, Fátima Faría. Por supuesto, todo hecho con el calor y la dedicación que solo se logra con el trabajo artesanal de hombres y mujeres que dan lo mejor de si en la cocina de “Coffee Market” aquí en Valencia, o en el pequeño taller de “Laboratorio Paravicini” en Milán, para crear un producto que celebra todos los días el espíritu creativo y productivo del ser humano.
Coffee Market Facebook: Coffee Market / Twitter & Instagram: @CoffeeMkt / Fotos de Panes y Sabores de la Casa: Carlos Fouguet [www.carlosfuguet.com] / Producción: Sofia Cardenas Branger Laboratorio Paravicini Milano Web: www.paravicini.it / Instagram: @LaboratorioParavicini / Fotos: Cortesía Laboratorio Paravicini Milano
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PAN MĂœESLI con MERMELADA de FRESA y VAINILLA
[Masa con Afrecho, Avena, Miel, Nueces, Pasitas, Orejones de Durazno]
PLATO “I SALTIMBANCHI” de COLECCIÓN “CIRCUS” [Laboratorio Paravicini Milano]
GRISINI o SEテ前RITAS con MAYONESA ALI OLI
[Palitos de harina de trigo con Orテゥgano o Queso Parmesano]
PLATO “I FUNAMBOLI” de COLECCIÓN “CIRCUS” [Laboratorio Paravicini Milano]
PAN ISLEテ前 con TAPENADE de ACEITUNAS NEGRAS
[Masa de miga suave y costra crocante recubierto con semillas de ajonjolテュ]
PLATO “TIGRE DEL BENGALA” de COLECCIÓN “CIRCUS” [Laboratorio Paravicini Milano]
la joya de la CORONA
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] fotos: cortesía de @bluecaracas @bps_pr
Dentro de los talleres de Alta Joyería de Louis Vuitton
Acte V: Creación Apoteósica
Ambiciosa como sus fundadores, Louis Vuitton nunca ha sido una marca asociada a la joyería, menos a la alta joyería: maletas y marroquinería. Punto. Pero de un tiempo para acá, más por razones de complacer ese voraz mercado de los nuevos actores y, por supuesto, a la clientela cautiva (los de toda la vida) que de inmediato vio sus plegarias atendidas de que la marca ampliara su fogoso portafolio, de que les sumaran quilates al estilo de vida LV. Sin embargo, y aunque el gran joyero Lorenz Bäumer colaboró hace poco en la consecución de una colección fantástica, esta última entrega es sinceramente impactante, con las dosis exacta de poesía, nostalgia, ejecución, rudeza y contemporaneidad. “Acte V de Louis Vuitton”: acto cinco, número romano para denotar la quinta colección de alta joyería presentada por la maison. “V” como la forma de este ópalo negro australiano de 87.92 quilates en forma triangular, joya pixelada y piedra angular de la colección. “V” es también el ideograma moderno que alude a la firma de la casa, bellamente estilizada por el major player Gaston-Louis Vuitton
durante el período art déco, justo en los tiempos de L’Exposition internationale des arts décoratifs et industriels modernes que tuvo lugar en París en 1925. Y sí, cada pieza de la colección está diseñada sobre la base de esa V, cuya arquitectura tipográfica reproduce la fuerza estética, la vanguardia abstracta inspirada en la estructura de los edificios, la velocidad y la mecánica, con lo que Louis Vuitton adopta el entonces nuevo lenguaje de las formas geométricas populares del momento art déco, inventado para que las mujeres se liberaran y dijeran a viajar. Líneas precisas, proporciones bien calculadas y armonía de perfiles ven la luz en anillos voluminosos que forman trazos discontinuos. O brazaletes, el elemento estrella de la joyería actual, que en Acte V se hacen a mano con curvas y planos entrelazados. El principio de una construcción rigurosa se aprecia en las líneas puras de diamantes que comulgan con el ónix negro. Y la modernidad de un collar asimétrico se hace eco en largos, fluidos zarcillos colgantes que terminan en preciosas gotas que rozan el hombro.
Web: www.louisvuitton.com / Twitter & Instagram: @LouisVuitton
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Por supuesto, en esta colección Acte V, Louis Vuitton reúne gemas extraordinarias descubiertas –como la mayoría de las marcas de alto perfil– después de una diligente búsqueda por todo el mundo. Siguiendo con las piezas, la maestría se cristaliza en un anillo con una espinela roja de Tanzania de más de 20 quilates, cuyo brillo es similar al de los diamantes. Ni hablar del peso excepcional de 20.94 quilates de un zafiro azul grisáceo de Birmania que fue extraído de la mina Pien Pyit en el valle de Mogok, en sincronía con una selección de tres esmeraldas afganas. Así, con Acte V, Louis Vuitton le rinde homenaje a estas piedras,
sus criterios de calidad y las emociones que despiertan. Ellas son el alma de la joya: en el centro de la pieza, todas están de acuerdo con el diseño aerodinámico del elegantísimo estilo art déco, al tiempo que se ganan unos cuantos puntos con la crítica esteta ya cansada de asociar la marca a las carteras fake y al mil veces repetido monograma. Es así como en las próximas páginas veremos a través de imágenes, paso a paso, la creación de la gargantilla “Apotheosis” -perteneciente a esta colección- desde su concepción, pasando por el minucioso ensamblaje hasta la gran pieza final. Verdaderamente, un sueño hecho realidad.
gente como UNO
josé roberto coppola [www.mistercoppola.blogspot.com] instagram y twitter: @mistercoppola
Granda + Lau + Amengual
Puntadas finas
En una labor de puntadas en el taller. De mucha tijera, hilo y aguja. De no pocas horas en los cuidados y esmeros sobre la tela, del rigor de las líneas y los cortes, de señas y caminos de alfileres, del pase de hilvanes finos, de pulso basta tras basta. En un oficio de muchas manos, de muchos pespuntes, de muchas horas. En los tiempos de una moda cada vez más industrial y mecanizada, de fábricas que repiten diseños en series y en números enormes, de tendencias que se multiplican vorazmente en vitrinas de lejanas equidistancias, de una moda impersonal y asequible porque está en cada esquina, están todavía quienes han apostado por un trabajo de atelier, por el valor de lo único, por costuras más artesanales. Tres jóvenes couturiers, Laili Lau, Johanna Granda y Valentina Amengual, son parte de quienes han decidido, a toda prueba, preservar en sus trabajos la valía del artesanado en el diseño. Desde sus pequeñas marcas cosen a escalas muy pequeñas piezas en las que se exigen muchas definiciones y terminaciones hechas por ellas mismas o su equipo de costura. Así cortan, hilvanan y pespuntean a mano, con la atención a los pases de aguja, al basteado y las puntadas finales. 44
Para la diseñadora de moda Johanna Granda el lujo de lo artesanal se sustenta tanto en la fineza y nobleza de los tejidos como en lo laborioso de las atenciones sobre el diseño. Su marca, que propone un prêt à porter clásico, se esmera en piezas con mucha técnica de sastrería con las que define un guardarropa de básicos atemporales con dosis de mucha femineidad. Por su parte la diseñadora de moda Laili Lau, ha hecho de los drapeados artesanales una constante en sus costuras. Todos oficiados sobre el maniquí en un trabajo de muchos ajustes de alfileres y de puntadas invisibles con los que arma sutiles volúmenes y formas en la tela con mucha sensibilidad. Desde su marca, la diseñadora de moda Valentina Amengual, se ha decidido por un estilo sartorial, en su línea de chaquetas en las que hay un respeto por las maneras punteadas, por el hilván a hilván, por los ribetes y festones. En un cuidado por los patrones trazados tanto como por las pulcras costuras a buen hilo. Son ellas una triada que representa el rescate de los modos artesanales, del trabajo de atelier, de la aguja fina, que preserva y honra el verdadero el oficio de los alfileres y las tijeras.
Johanna Granda La revisión de lo clásico. De esas piezas que resisten en el clóset bastante más que una temporada. La propuesta de la diseñadora de moda venezolana con base en París Johanna Granda no acepta las tiranías de las revistas y pasarelas, ni de las tendencias instantáneas. Su firma, con nombre propio, está claramente dedicada a crear un guardarropa con el sello de lo atemporal. Una etiqueta que ofrece verdadera solvencia sin importar la estación. Una apuesta que examina la sencillez y la simplicidad pero siempre con un mesurado romanticismo. Para una mademoiselle elegante y moderna. Para una new lady. “Para mí el lujo está representado en la calidad de un tejido y en esos pequeños detalles y aplicaciones trabajadas a mano sobre una pieza”, avisa la diseñadora formada en Fashion Marketing en el Istituto Marangoni en Milán y que cuenta con una certificación de modelismo en la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne en París. En el desarrollo de su prêt à porter se ha decidido por bastear sus diseños con textiles siempre de mucha riqueza. “Me gusta trabajar con el chifón de seda, el gazar de seda, la lana y sino con aquellas telas que donen cierto volumen y textura a mis diseños”.
En sus puntadas Granda procura renovar el chic en piezas de atelier. Esas que tienen un esmero por los detalles ejecutados a mano en el taller. “Los lazos son aplicaciones que me gusta mucho utilizar, en faldas, suéteres, camisas, vestidos y cinturones porque siempre le dan a la pieza un toque súper femenino”. Y están muy presentes en su última colección. Su marca no pierde esmeros en enriquecer los diseños con detalles hechos a pulso, hilo y aguja. “El trabajo artesanal toma un valor especial en cada pieza que hago no sólo por el tiempo que invierto en ella, sino porque además considero que es un trabajo bien personal. Trato de hacer piezas únicas con un valor único”. Desde esa premisa Johanna Granda se ha propuesto trabajar, colección a colección, con colores absolutos. Así, en la idea de diseños únicos en una tonalidad única. Ya lo ha dicho más de una vez: “Me siento cómoda trabajando un sólo color”. Esa osadía de un único valor cromático le exige ponerse a prueba en sus creaciones, en las que los textiles, de distintas densidades y texturas pero un mismo tono, funcionan como un toile. Para así crear las bases en las que el monocromo da libertad tanto como carácter a las piezas que en definitiva son un estudio de costura, alfileres, hilvanes y muchas puntadas.
Web: www.johannagranda.com / Instagram: @johannagranda_ / Twitter: @johanna_granda
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Laili Lau En su taller hay espirales de encajes, carretes de cintas de terciopelo y cintas tejidas y ovillos de borlas. Algunas de las municiones con las que a finas puntadas la diseñadora de moda Laili Lau, formada en moda en el Instituto Marangoni de París, le da riqueza a sus creaciones. Esas mismas que les permiten imaginar en total libertad composiciones en las telas siempre en una apuesta experimental, pero cargada de un bohemio romanticismo. En la creación de una moda sensible, casi reflexiva acerca de la mujer y la naturaleza de su entorno. “Me encantan las puntillas y bolillos, que son unos encajes tejidos a mano, sobre todo si son en tonos crudos, porque le dan a los diseños un valor más artesanal”, da cuentas la diseñadora. Sus collages textiles salen de retazos cortados al sesgo, a mano e individualmente y que ella en un trabajo de instinto y muchos alfileres, arma en alianzas de colores, formas y texturas. Así hilvana cortes en crudo y encajes a puro pulso. Y cada una de las superposiciones de telas y apliques no se repite. “Ninguno queda exacto al otro, el resultado siempre va a ser distinto”. Son piezas en las que la diseñadora se esmera en pespuntes hechos con mucha sutileza y en los que los deshilachados de algunas telas le dan un aporte genuino y natural al diseño.
Un trabajo sobre maniquí le permite a Laili Lau dar sentido a los drapeados artesanales que han estado en sus colecciones desde sus inicios. Con un precepto claro: “Mientras menos costuras lleven los plisados, mejor”. Así hace pruebas y marca primero, con alfileres, el pase de las bastas. “A mí me gusta que los drapeados tengan muchísima caída. En el maniquí puedo ver las caídas de la tela. En cada pieza coloco muchos alfileres, después hilvano y coso. Cada uno de los plisados es artesanal”. En diseños de costuras modernas, que son resueltas de un proceso intimista y orgánico, y que exploran con armonía y balance los volúmenes y las asimetrías. “Para mí el lujo de lo artesanal en mis piezas está en que son de muy pocas series en las que ninguna es igual a otra”. Es el valor de la pieza única que lleva muchas horas de aguja sobre un chifón, un brocado, un jersey o un paillette en las que la diseñadora experimenta con las holguras, con la docilidad y gramaje de las telas y con un patronaje simplista y a la vez vanguardista, pero de mucha femineidad, en las puntadas de una propuesta romántica, experimental y absolutamente contemporánea.
Web: wwww.lailau.com / Instagram: @bylaililau / Twitter: @laililau
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Valentina Amengual De las marcas de aguja en la tela a los hilvanes. De los tiros de tijera a las bastas. La diseñadora de moda Valentina Amengual, formada en visual merchandising y en diseño de accesorios de moda en el Istituto Europeo di Design, en Madrid, se ha propuesto crear una línea de chaquetas en textiles de mucha riqueza como sedas finamente labradas, lamés texturizados franceses, encajes planos, sedas chinas, tweed, raphias italianas, torchones, paillettes y guipur. En una selección que procura la mezcla de texturas en el diseño. “Siempre con un respeto por los tejidos, porque hay telas que se merecen que las trates siempre muy bien”, se convence Amengual. Y que el patronaje exija lo mejor del diseño y del textil de su confección. “El lujo artesanal de una pieza está en todos sus detalles y terminaciones, en sus cortes hechos a mano, en los patrones sobre la tela. La sastrería es una artesanía”, da cuentas la diseñadora que pone esmeros tanto en la costura externa como en la interna de cada una de sus piezas. “Los forros deben ser elegantes, tanto hasta hacer que la pieza sea casi reversible”. Hay un cuidado por preservar la calidad de los textiles que revisten internamente los diseños, por las impecables
costuras de vuelta, como por sus definiciones en la tela. Así la selección de los botones, en la que mezcla los de metal, algunos vintage con otros modernos, como la costura francesa que utiliza en las terminaciones de seda, así como la pequeña cadena sujetada a dos ojales que encima de la etiqueta permite colgar la chaqueta. En una suma de muchos detalles que le dan otro valor al diseño. Son los apliques recamados, las cintas delicadamente bordadas, los flecos de hilos de seda y de finos canutillos. Cada pieza, desde sus inicios, lleva muchas atenciones tanto a los pesos, texturas y volúmenes de tela como a las líneas y las siluetas. Esas ideas que del boceto en papel, van luego al patrón y más tarde al perchero. “Me gusta trabajar con muchos cortes por eso hay diseños que demandan bastantes horas de mano de obra por su patronaje. Por ser así yo misma hilvano a mano las telas cuando voy a hacer mezclas de estampados o texturas”, da señas Amengual. Todo un trabajo de alfileres y no pocos pases de costura. “Y uso mucho el hilo de seda porque es más fuerte”. Con la intención de crear piezas tailoring para una mujer cosmopolita, una mujer moderna, una mujer global.
Web: www.valentinaamengual.com / Instagram: @valentinaamengual / Twitter: @vamengual_
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tenedores y ESTRELLAS
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] fotos: patricia carmona [@patycarmona]
Recoveco en Galipán
Festín en las alturas
Al otro lado del teléfono zigzagueó la afelpada voz de la asistente personal del doctor Padula, toda cortesía, toda educación. (Primera señal promisoria). Ya en el Hotel Ávila, punto de encuentro para subir a la cúspide galipanera donde está instalado Recoveco, un chófer amable que saluda de “usted” y va en silencio por todo el camino, a no ser que uno deslice alguna pregunta sacacorchos. (Segunda señal). Se atraviesa la serpenteante vía, que sube y sube sin parar, y cuando baja los vidrios para las venias en el puesto de guardias y guardaparques, se alzan manos para que “Pasen, pasen, son gente del doctor Padula”. (Tercera señal). Y el desenlace: la todoterreno blanca desciende por un camino escabroso que le aporta turbulencia al desafío, y se posa a un costado de lo que parece un bello chalet tropical aburguesado, de espaldas a un bosque, rodeado por un huerto y frente a un gran espejo de mar Caribe, árboles, pájaros, flores, sembradíos, nubes. Cuarta señal, y mejor que última en el texto, porque el rosario de anuncios que se está frente a la excelencia no acabaría entre tantos misterios gozosos. “Este lugar no existía en mi mente. Yo monté Recoveco en El Hatillo, y por cosas
del destino, allá no se me dio. Se llamó ‘recoveco’ porque –si te vas al significado– era prácticamente una ratonera. Que el camino para llegar a esta nueva entrega se parezca a eso, es una feliz coincidencia como las que suceden a diario acá”, apunta el chef y anestesiólogo Héctor Padula, quien aun cuando había estudiado medicina, hace 15 años empezó cocinando para sus amigos y terminó (también por causalidad) en los fogones de esas maravillas llamadas Arzak y Akelarre, en San Sebastián, España. Allí empezó a fraguar la teoría de que para ser creativo –cosa que trasladó de sus conocimientos como médico–, tenía que basarse en el método científico. “Esa es, quizá, la diferencia con respecto a otros cocineros. Que lo mío está basado en el ensayo-error del método científico, y no en sacar unos platos de cocina a ver qué dice la gente”, suelta incisivo quien decidió pergeñar una cocina amparada en la neurofisiología del gusto: la parte de la fisiología que se encarga del estudio de los mecanismos mediante los cuales se recibe y percibe el gusto de los alimentos que nos llevamos a la boca. De allí que suelte frases como: “Si cocinas con cinco ingredientes, es decir: nuez moscada,
Web: www.recoveco.com
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canela, curry, clavos de olor, malojillo, al final podrás decir que es interesante pero no sabrás a qué sabe. Las hierbas están para balancear, aportar un aroma, un retrosabor, no para ser el plato predominante en un plato porque lo torna abrasivo”. U otras de este calibre: “La copa flauta me parece incómoda porque nunca llegas a apreciar el aroma de lo que estás tomando; la nariz te queda fuera. Estoy tratando de imponer la moda de que si sirves poco [en unas tulipán], puedes ver la incursión de las burbujas que es en forma de tirabuzón desde el medio, igual que en la copa flauta”. ¿Platos memorables de esa noche? La crema de zanahoria aromatizada con Ron Roble y ralladura de Chocolate El Rey; la versión miniatura de ossobuco bañado en su propia salsa; el entrecot 54
en bearnesa; el refrescante, cremoso, brillante helado de romero, último que cultivan con esmero en el enorme huerto de la propiedad. “No se compra nada en Caracas. Es diferente hacer una receta como dice el libro, y otra es ver qué se está dando en el huerto para montarla”, se ufana don Héctor Padula, el otrora estudiante de medicina que tenía a Le Club por segunda casa; el luego doctor que vivió tres años entre los Yanomami para saldar su deuda con la humanidad; el cazador de rayos que una vez se intentó quitar la vida entre tanta selva, tanto horror; el lord exquisito que nos ofreció Le Petite Agnès del Priorato como tinto, cuchillos Laguiole para cortar la carne, pero que –de tanto probar su sabrosa comida– muere por un perro caliente de la calle.
club de la buena ESTRELLA
josé roberto coppola [www.mistercoppola.blogspot.com] instagram y twitter: @mistercoppola
Martínez + Ávila + Angulo + Gamero
Marroquinería con acento venezolano
El buen trabajo en cuero exige oficio y maestría. Mucha mano en la piel. Es una sapiencia artesanal que se aprende en tenería, en curtiembre, en talabartería. De ese conocimiento de menester que dan los años. Para entender sus rangos, sus procesos de coloración y curtido, sus gramajes, sus tratados químicos, sus tipos, sus cualidades. Esos conocimientos que son imperativos para el diseño y la confección de una pieza de marroquinería. El cuero en taller amerita destreza y sensibilidad, firmeza y sutileza y sobre todo mucha técnica. Cuatro diseñadores, todos venezolanos, a saber: Adriana Martínez, Liliana Ávila, David Angulo y Eugenia Gamero, cada uno con firma con nombre propio, han creado conceptos en cuero con mucha identidad. Con el lujo de lo artesanal. Todos tienen líneas de bolsos y carteras con sello de autor y en producciones a pequeña escala con valores de verdadera exclusividad. Son ellos los creadores de marcas que se sustentan en el artesanado, en la mano de talabarteros y diestros en el arte del cuero que los ayudan crear los diseños de marroquinería que los identifican. A diferencia del resto, la diseñadora de carteras Adriana Martínez, es 56
una avezada en el tratamiento de la piel. Con los cueros que le llegan de tenerías locales, corta ella misma los patrones y los cose a pulso con un dominio de la técnica de taller, de talabartería, esos que ella ha reinterpretado del conocimiento aprendido en la convivencia con varias etnias y folcloristas latinoamericanos. Por otra parte, desde su firma, la diseñadora Liliana Ávila ha logrado crear una línea de marroquinería con atención y cuidados en los acabados con mucha sofisticación. De la mano de su maestro del cuero lleva a la realidad cada uno sus elegantes diseños. Así también, el diseñador David Ángulo, ha imaginado, aliado de diestros talabarteros, una línea de piezas en cuero que renuevan los clásicos y que se fortalece en creaciones vigorosas -de robustez y mucha fineza- pensados para los caballeros. Y con su marca, la diseñadora Eugenia Gamero se aventuró en un trabajo fundamentado en la construcción y el patronaje, y el reto de no usar costuras sino sólo remaches, para crear una propuesta moderna y cosmopolita. Cuatro marcas venezolanas que trabajan, en un lenguaje y discurso propio y con sello de taller, los conceptos de una marroquinería deluxe.
Adriana Martínez
El cuero como lienzo. El cuero como soporte del pincel, el pulso y la pintura. Las carteras de la diseñadora venezolana Adriana Martínez son un tratado de folk caribeño. Cada pincelada traduce la alegría del trópico. Son un homenaje a la magia latinoamericana desde su interpretación del naïf popular, del arte ingenuo que sale de los artistas locales de los pueblos y caseríos de nuestra región. Su propuesta viene de un estudio antropológico que resulta de sus experiencias con las étnias Yekuana y Wayuu en Venezuela, con los Tapajos y las negritas de Barreirinha en Brasil o los Wichi de La Argentina. “Lo exclusivo de mi marroquinería es lo artesanal, porque viene de una sapiencia centenaria por haber estudiado con los indígenas y folcloristas latinoamericanos”, cuenta la diseñadora. Para ello se vale de vaquetas andinas, de Rubio, pero busca aquellas naturales, en las que la piel muestre las señas genuinas de la vaca. “Utilizo vaquetas con los menores procesos químicos, que no tengan sello. Son pieles de grano superior, que son las más rústicas, las menos trabajadas”, explica Martínez. Pieles robustas y fuertes, con carácter, esas que tienen buen gramaje, que tienen un tratado más crudo, más artesanal. “Yo le pido al personal de la curtiembre, de la tenería, que no le coloque en sello final al cuero”. De ese modo consigue pieles con más pureza.
Y así hojilla al cuero en un oficio de precisión para cortar cada patrón. “Antes hago varias pruebas en papel, siempre a escala real, voy ajustando el diseño y luego lo paso a una cartulina del mismo grueso del cuero que luego coloco sobre la piel completa para cortar el molde”, da señas. Con sus propias manos taladra los agujeros para el pase del hilo, lija, pinta a color y sella los bordes y cose manualmente con la tirantez precisa cada pieza. “Uso nylon de colores y en contrastes con los bordes pintados del cuero, la costura debe resaltar dentro de la colorimetría de la cartera. Es una costura muy parecida a la costura medieval y que requiere una tensión que sólo se conoce cuando llevas tiempo de práctica”. Pincelada a pincelada, ella pinta -luego de pasar el diseño del papel a la piel- cada flor, cada hoja, cada mariposa, toda la naturaleza, el verdor y el colorido de nuestra tierra en dibujos espejo como parte de la maravilla del arte ingenuo criollo. “Mis cestas pueden tener influencias de la pannier francesa o la cesta de picnic italiana, pero en un concepto absolutamente latinoamericano”. Y lo hace con verdadera sutileza y mucho pulso en un trabajo que cuenta hasta 17 horas de taller. La de Adriana Martínez es una marroquinería que expresa el tropical chic, una apuesta con folklore en su ADN, que resalta lo vibrante, tórrido y mágico de nuestro Caribe.
Facebook: Las Martínez / Twitter: @lasmartinezccs / Instagram: @lasmartinez
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Liliana Ávila
La rigurosidad en cada patrón, en cada línea, en cada forma que reinventa los modelos clásicos con elegancia e ingenio. En la exploración de una nueva silueta que sale después de muchos ensayos y muchas pruebas. “Con las plantillas elaboradas en cartón sigo las proporciones del diseño. Una nueva plantilla se lleva hasta un mes para que la ejecución de la cartera sea óptima, para que calcen bien las piezas. Yo trato siempre de hacer varios samples de cada modelo hasta que el diseño se engrane, la costura sea perfecta. Y muchas veces el resultado puede variar a la pieza que inicialmente me imaginaba en un boceto”, cuenta la diseñadora de marroquinería Liliana Ávila. En cada uno de sus diseños procura el mejor rango de materiales: terciopelos, lanas y patentes italianos, cuero de avestruz venezolano, vaqueta argentina, pajillas tailandesas y americanas, viniles de alto nivel, batiks indonesios. “El lujo en la marroquinería tiene que ver con la calidad de los materiales y la construcción de la pieza. No existe lujo sin calidad”, lanza a manera de sentencia. Sus piezas muestran una osadía en la alianza de materiales, un riesgo en la anexión de texturas que consigue en una cacería para dar con los insumos más auténticos. “En la combinación de materiales soy muy rebelde, me gusta hacer mezclas inesperadas”. Una
apuesta irreverente en un estilo que no deja de ser clásico.“Para mí hay dos tipos de lujo: el lujo comercial y el lujo de atelier, y el segundo que es al que yo me dedico, se diferencia del otro por las cantidades. Es más exclusivo”. Desde su firma Liliana Ávila propone siempre piezas limitadas, de colección. Cada diseño en una atención a las formas, a las costuras de los fuelles, al minimalismo y la elegancia de los modelos. Todos salidos de un taller con buen oficio en el cuero. “Para mí tiene un valor muy alto el trabajo con mi maestro talabartero porque hay una labor honesta, más especial con el cuero. En la construcción y figuración es importante una comunión entre la idea, el diseño y el maestro talabartero”. La de Liliana Ávila es una marca de marroquinería que trata de exaltar la elegancia latinoamericana, en cortes minimalistas pero en diseños que apuestan a un concepto sofisticado. Todas sus piezas reinterpretan el charm latino en producciones de alta factura tanto en lo original de los materiales como en la maestría artesanal de su elaboración. “Mi intención es proponer un lujo relajado, llevar el realismo mágico latinoamericano a todas mis piezas. Se trata de la sofisticación latina, la sofisticación mantuana”. Carteras con sello del trópico, pero absolutamente cosmopolitas.
Web: www.lilianaavila.com / Twitter e Instagram: @lilianaavilaccs
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David Angulo
De los espirales de cuero. Carnaza brasilera, napa argentina, cocodrilo colombiano, nubuck italiano, gamuza venezolana. Siempre con provisiones de mucho rango y fineza. “Trato de usar pieles nobles y de calidad premium. No escatimo en materiales”, avisa el diseñador venezolano de marroquinería David Ángulo como uno de los preceptos fundamentales de su firma. Así, siempre procura tener cueros de la mejor selección, esos que hagan del diseño una pieza perdurable. “Me gustan los bolsos y carteras con carácter, hacer diseños clásicos, atemporales, que duren mucho tiempo, por eso requiero materiales de calidad y altamente resistentes”. Cada pieza de la marca David Angulo viene de un trabajo de artesanado que se esmera en tratar el cuero con las mejores terminaciones. El corte de patrones en la piel que se hace a tijera manualmente, los bordes del cuero sellados y el buen descarnado que procure los dobleces técnicos en el diseño. Para ello busca talabarteros con la mejores técnicas. “El control de calidad para mí es en gran parte tener una muy buena mano de obra, para así trabajar con confianza con tus artesanos”. Son esas manías de la mano en el cuero, la destreza de taller, la sapiencia artesanal que prodiga elegancia y delicadeza al diseño. “Para mí el lujo en la marroquinería es tener acabados impecables”,
cuenta el diseñador de su propia premisa. Sabe que no sólo basta con tener cueros exquisitos. Está claro que la nobleza de las pieles, la calidad de los herrajes -la mayoría italianos- no es suficiente si las costuras no son exactas, si los cortes no son hechos con precisión, si el tratamiento de los detalles no exhibe pulcritud. Que las cuchillas corten con rigor el patrón, que las asas prodiguen soporte, que los ribetes respeten la silueta, que el troquelado se haga con prensa a calor. En un proceso artesanal que lleva muchas horas. “Así como trato de no escatimar en materiales, no escatimo en tiempo, el tiempo de talabartería lo respeto”. Porque es un convencido de que así la confección será la mejor. Los diseños de David Angulo se expresan en piezas clásicas, de sencillez en las líneas, de siluetas renovadas, modernas y a la vez atemporales. Esos diseños que salen después de muchos ensayos en el cuero. “A veces he hecho hasta doce prototipos hasta llegar a la forma adecuada. En marroquinería, un centímetro en el patrón hace la diferencia”, sentencia el diseñador. Y en su firma la producción es de números contados. “El lujo también está en piezas limitadas. No es necesariamente que la pieza sea costosa sino aquella que es más difícil de obtener”. Piezas de autor producidas a escala de una genuina exclusividad.
Facebook: By David Angulo / Twitter e Instagram: @bydavidangulo
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Eugenia Gamero
La cuchilla al cuero. El pulso calculado en el corte. La precisión que gesta una nueva forma, una nueva cartera. Siempre desde una línea de diseño de mucha simplicidad en su silueta, pero de mucha complejidad en su construcción. Y todas fabricadas artesanalmente. “Cada una de mis carteras se corta a mano, se lija a mano”, avisa la diseñadora venezolana Eugenia Gamero que tiene a Nueva York como base de operaciones. Y en esa metrópoli de la moda que habita a diario se esmera por diseñar una marca con sello artesanal. “Todos los herrajes se colocan manualmente”. En la confección de cada cartera los artesanos del cuero que trabajan para su firma abren los agujeros en la piel y colocan los remaches uno a uno en una labor con atención a los detalles. Y es en los materiales de diseño en los que procura el mejor rango. “En los cueros es en donde quiero que esté todo el lujo de mi marca”, da cuentas de una de sus premisas la diseñadora. Para su firma ella sólo se vale de cueros italianos. “Me gustan los que tienen mucho espesor. Por eso uso el nubuck, porque es grueso, áspero y granoso, se le ven las señas naturales de la piel. Además tiene una textura que en lenguaje técnico le llaman pelaje, que es una especie de superficie gamuzada. También utilizo unos cueros que son más brillantes y tex-
turizados y otros lisos y sellados, pero todos son crudos por dentro”. Sus diseños exigen mucho tiempo e ingenio. Todas las carteras de Eugenia Gamero están construidas con remaches bañados en oro y sin ninguna costura lo que ya es su trademark. “Cada cierre, cada patrón lo diseño primero en papel y luego en cuero. Cada curva, cada pliegue tengo que pensarla bien. Mis carteras son como un origami, por eso tengo que cortar y doblar mucho cuando estoy creando el patrón”. De esas maquetas en papel que intentan traducir las primeras ideas salen luego los prototipos hasta llegar al concepto definitivo. “Me inspiran mucho las formas de los empaques, cajas y bolsas comerciales, porque su diseño se basa en los dobleces”, desliza la diseñadora. Desde cortes simples y naturales, que son la suma de muchos ensayos y de exploraciones con las formas, hasta llegar a los volúmenes y la estructura final de la pieza. “Mi marca tiene un sello rústico y crudo, es fuerte y robusta, pero a la vez es elegante y tiene sutileza y esas características cuando se juntan generan algo inesperado. Son carteras de diseños simples y bien chic”. Pieles recias, con grosor, con sello de tenería, en diseños clásicos, modernos y absolutamente cosmopolitas.
Web: www.eugeniagamero.com / Twitter e Instagram: @eugeniagamero
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futuro PERFECTO
josé roberto coppola [www.mistercoppola.blogspot.com] instagram y twitter: @mistercoppola
Colección “Hero” de Lisandro Olmos
Sastrería versión 2.1
Todo héroe tiene su propia sombra. Una sin antifaces, ni capas. Esa del hombre que es en secreto, en la oscuridad de su corazón. La del hombre anónimo, normal, no excepcional. Ese mismo que, en un dualismo altruista, exalta sus mejores deseos para la humanidad. Ese hombre corriente, que está detrás del alter ego, detrás de Spandex, detrás de los súperpoderes, ya es un héroe en sí mismo. “Un héroe puede ser un padre que trabaja todo los días por su familia, un profesor que enseña con devoción, un policía o militar que protege al desvalido, o una figura publica que lucha por los derechos humanos”, da su certeza el diseñador venezolano Lisandro Olmos. Así, “Hero”, su colección Autumn/ Winter 2015-2016 traduce en un lenguaje contemporáneo el guardarropa del hombre detrás del héroe. “De las siluetas de los súperheroes tomé el ancho a la altura de los brazos, lo que me permitió moldearlos y definirlos en mangas raglan porque esto crea una sensación de poder
y fuerza masculina. La idea era una silueta de forma triangular, ancho en la parte de arriba y luego estilizado en la parte de abajo, y crear ese efecto como cuando Batman o Superman se paran en la cima del edificio y colocan sus brazos apoyados en las caderas”. Lo hizo en mangas con cierta estructura tanto en sacos como en sobretodos, suéteres y chaquetas que buscan recrear el poder y la virilidad de los protagonistas de las historietas. En sus referentes para esta colección se valió de dos clásicos de los comics. “Siempre he sido fan de Spiderman, pero para esta colección escogí a Batman/Bruce Wayne por su dualidad de multimillonario playboy que tiene su lado oscuro. También a Superman/ Clark Kent por su aspecto de geek de oficina con traje y corbata y sus súper poderes intergalácticos de volar por la tierra y el espacio. Para la construcción tomé inspiración de la ropa de los soldados, quienes desde un punto de vista hipotético, deberían ser los héroes modernos
Web: www.lisandroolmos.com / Instagram: @LisandroOlmos / Fotografías: Aitor Santome / Asistente de cámara: Vicente Monedero / Dirección de arte: Cristina Planelles Producción: Rather Nice Projects / Modelo: Joss Haring / Cuidados de piel y cabello: Jorge Balzeretti / Máscaras en colaboración con Gustavo Ostos Joyería en colaboración con Francisco Olmos / Diseño gráfico: Oliver Jackson.
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que tienen que luchar por la justicia y por su pueblo”, desliza el diseñador formado en menswear en Central Saint Martins y ganador del Nova Awards 2014 de Lowe and Partners London como el trabajo más destacado de toda la escuela de diseño. Para el fraccionamiento de ese hombre duplicado, para el otro yo que es tan enigmático como el de súper héroe, Lisandro Olmos creó camisas con capas, abrigos-poncho y trajes monocrómaticos, en un concepto clásico, elegante y edgy del hombre moderno. “Quería añadir ese parte lujosa que es característica de Bruce Wayne”, avisa el diseñador. Lo hizo en pantalones entallados en pretinas sin trabillas y tobillos con elásticos invisibles, en sobretodos big size y chaquetas con cierres internos. “Con mis colecciones espero poder crear una conexión entre el cliente y la marca, algo que llame la atención entre el concepto, la calidad, la tecnología, el diseño, las telas y la funcionalidad”, espera el diseñador. “La sastrería moderna ha evolucionado con la tecnología, ahora con el 3D body scan se pueden hacer trajes a la medida con solo un fitting, cuando de la manera tradicional, como es en Saville Row, Londres, puede llevar
entre cuatro y seis visitas al sastre para culminar un traje. Por otro lado, la tecnología textil, permite hacer trajes para cualquier ocasión y clima”, da señas Olmos. Su propuesta intenta tomar las medidas de un hombre clásico y a la vez avant garde, en piezas de diseño innovadoras, que replantean con modernidad el armario masculino de hoy. Una firma que busca explorar y dar las bastas a la indumentaria de un hombre tradicional y audaz, clásico y urbano, sencillo y excéntrico, como en esa dualidad hombre-héroe, pero lo hizo en un mismo concepto. “Para mí el patronaje tanto plano, como en 3D (draping) es la clave para crear diseños innovadores, ahí es donde nacen los nuevos estilos y donde se crean las nuevas tendencias. Ahora quisiera desarrollar más el patrón 3D a través de drapeado y también el patrón matemático donde a través del estudio matemático de las proporciones y simetría se pueden crear nuevos volúmenes y costuras para la reinvención de los clásicos en la ropa masculina”. Se valió de textiles high tech para las piezas de clóset del hombre misterioso y un poco yuppie que está a las sombras del héroe que él mismo
es. “Usé mallas de lana elástica, textiles que mezclan algodón y nylon, algodón laminado metalizado, también utilicé cueros italianos con una técnica de arrugado artesanal realizada por mí junto al equipo que trabajó conmigo. Una técnica que se logra con el mojado y moldeado del cuero con la que quería conseguir formas inspiradas en la textura de La Tierra”. Muchas de las telas, las reforzó a puntadas en capas y las esculpió para conseguir los volúmenes en el patrón en esa búsqueda de la densidad y espesor que lo llevaron a crear los trajes del hombre tras el súper héroe. Desde imágenes de cartografías aéreas intervenidas por computadora el diseñador se proponía registrar la visión cenital de la topografía terrestre que tienen los héroes en las alturas para llevarlo a la indumentaria. “Hice impresiones digitales en algodón de imágenes de high quality de la NASA modificadas hasta llegar a las tonalidades deseadas”. Así, usó la fotogrametría de capturas espaciales de la Tierra que reprodujo en los prints de camisas y corbatas de algunos de los looks de “Hero”. “Los colores fueron inspirados en las imágenes satelitales, tal cual como Superman vería la tierra desde el espacio. Al ver el océano y los lagos surge el verde turquesa, pero al mirar a la galaxia vienen los grises. Los metalizados vienen de los destellos de la luna plateada, observada en los vuelos intergalácticos, ese toque de fantasía en medio de la sobriedad. Al ser una colección de ocho looks, quería mantener la paleta de colores simple y fácil de digerir con verde turquesa, una escala de grises y negro, y resaltar todo con los toques de plateado. Quería mantener la paleta de colores estricta y con la dosis justa de color para así poder llegar a una colección chic y moderna”, da cuentas Olmos. Un héroe sofisticado, clásico y a la vez excéntrico. Un gentleman urbano a veces con un corazón hip hop. Un hombre de calle, que combina con estilo bespoke de Savile Row con el de los chicos del Bronx. “Quería una silueta masculina exagerada, lujosa pero relajada, en donde lo deportivo y lo trendy crean una elegancia moderna”. En una apuesta de sastrería tradicional con referencias del sportwear, que va de la mano con las nuevas tendencias, que se fundamenta en textiles de alta tecnología, en cortes y líneas de costura que exploran nuevas formas en el patronaje, en las medidas sobre el cuerpo y en la manipulación de las telas. “El lujo de la sastrería es poder invertir una gran cantidad de tiempo en hacer un traje a la medida para un cliente. Y para este cliente es el lujo es tener un traje hecho escasamente a su medida, milímetro por milímetro”. Y más aún si se fusiona tradición y modernidad. En “Hero”, Lisandro Olmos, más allá de los héroes de los cómics y las historietas, hace un tributo a los jóvenes héroes de Venezuela. “Para esta colección tomé como motivo de inspiración la valentía heroica de todos los venezolanos, especialmente los jóvenes que salen a luchar por que se respeten sus derechos, porque haya justicia y un futuro para nuestro país. Para mí ellos son los súper héroes venezolanos”. Esos que claman en las calles por libertad con el tricolor de la bandera amarrado al cuello como una capa. 68
las HORAS
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] fotos: [www.danielwellington.com]
Classic York x Daniel Wellington
Abolengo solidario Uno de los 15, 20 coleccionistas empedernidos de guardatiempos que tiene Caracas me preguntó en estos días sobre una marca que fuera poco conocida, pero que estuviera a punto de estar de moda y cuyos precios fueran más bien similares a los de un reloj de venta en farmacia pero con la estampa de un reloj importante. De inmediato y entre risas lo acusé de rebuscado, de ambicioso, de incoherente; pero en el fondo lo estaba admirando: ese es el tipo de relojes que definen una personalidad distinguida, a ratos edgy, y el ideal para usar en esta tierra de desafíos donde cada vez más cuesta salir a pasear. Hice un mapa mental como si estuviera en Baselworld: Swatch, demasiado ochentoso; Hamilton, bellos, perfectos, pero superan los mil dólares; Bell & Ross, lo mismo; Nomos, muy alemán, muy elitesco, muy intelectual; Mondaine, largo tiempo siendo el reloj de los ferrocarriles suizos; Nixon, quizás. Total que el ovillo fue creciendo, y nada. Hasta que icé una bandera a distancia con el agresivo marketing en que han invertido los suecos de Daniel Wellington, con presencia en todas las revistas masculinas de moda, desde GQ hasta Esquire, y supe que era el acertado. Piezas sin ínfulas, diseño minimalista pero no simplón, con la dosis justa del estilo preppy (porque algunos señores mayores se quedan pegados allí a fuerza de parecer más jóvenes), y con la suficiente fuerza magnética para lograr que los ojos entrenados se queden viendo para detectar qué marca es: parece un… Patek, un Cartier; ¿no será más bien un…? La historia detrás de Daniel Wellington comienza con un viaje al
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otro lado del globo donde Filip Tysander, el fundador de la marca, conoció a un intrigante caballero de las Islas Británicas. El hombre tenía la habilidad inspiradora de ser gentil pero a su vez relajado y sin pretensiones. Tenía un estilo impecable y le gustaba usar sus relojes en viejas correas de nylon resistente. ¿Su nombre? Daniel Wellington, por supuesto. Una fuerte amistad surgió entre los dos, “y nuestro fundador se inspiró no solo en muchas de sus grandes historias de vida, sino también en su clase y su atemporal estilo de moda”, dirá un vocero de la marca, al tiempo que rematará: “La tendencia preppy está más fuerte que nunca, pero nos pareció que había un espacio vacío en el mercado relojero. Había algo que faltaba y el equipo de Daniel Wellington pretende llenar ese vacío. Nuestra visión es que cuando alguien piense en una persona vestida al estilo preppy, él o ella esté usando un reloj de Daniel Wellington”. Sobre el Classic York de la imagen –con correa de piel parda intercambiable (por las NATO, típicas de la armada británica en nylon), esfera en blanco traslúcido, movimiento japonés de cuarzo, caja con efecto de oro rosa de apenas 6 mm de grosor, disponible en un tamayo más pequeño para damas– parece diseñado para soportar las pruebas del paso de los años, para usarlo en un evento formal con esmoquin incluido, para jugar al tenis, al golf, para bajar sobrios al metro o para disfrutar de un día soleado en el Country Club. ¿Poco conocido, a punto de estar de moda, precios similares a los de un reloj de farmacia (149179 euros) pero con la estampa de un reloj importante? Listo.
ventana al CIELO
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La silla Olga por Estudio Boulevard 03
Folklore Deluxe
En el rescate del acervo de nuestro Caribe, de ese patrimonio de recuerdos que evocan querencias y nostalgias, en un salvamento del ayer que está intacto en las memorias hay quienes se han exigido la tarea de revisar lo autóctono, lo costumbrista, eso que forma heredad de nuestra raigambre, y lo han hecho para preservar parte del folklore venezolano de todo olvido. Con esa idea el estudio de diseño y arquitectura Boulevard 03, al mando de Humberto Pappaterra, arquitecto con especialización en arquitectura de Trópico en la Escuela Altos de Chavón, en República Dominicana y Grace Souki, arquitecto con una maestría en diseño industrial en el Pratt Institute de Nueva York, se propuso salvar del abandono lo originario, lo nuestro. Para darle amparo a los valores en desuso de nuestra identidad, es necesario reconocerlos muy bien, para sentirnos representados en ellos. Y hay que hacerlo geografía adentro, en un recorrido por el mapa de nuestra tierra. “Empezamos a buscar en Venezuela y por ejemplo en Margarita, veíamos mucho estas sillas de mimbre plástico, que antes todos tenían en el porche de su casa”, rememora Pappaterra. Esas sillas tejidas y cargadas de color que tanto en poblados como en caseríos sacaba la gente cada tarde al fresco de la fachada para sentarse en ellas a ver a la gente pasar. Esa silla de pueblo, hecha a mano por artesanos lugareños, y que
forma parte de una filiación a nuestras tradiciones más propias. De esas sillas partió la idea de la silla Olga. La intención desde el principio fue diseñar una silla que fuese tributo y homenaje a esta silla popular y rudimentaria, pero en un planteamiento más contemporáneo. Todo en un concepto que la reinterpretara con modernidad. “Queríamos que el diseño siguiera siendo cómodo, porque la silla original es bastante confortable, pero en vez de metal utilizamos madera para que así la silla pudiese usarse tanto en interiores como en exteriores”, fundamenta Souki. La ergonomía y bienestar que genera esa silla era algo que la dupla de Boulevard 03 quería conservar en el diseño. “La idea y forma de la silla sale de cómo queríamos que la gente se sentara en ella”, da señas la arquitecto. Varias maquetas y prototipos después anticipaban el concepto de la silla Olga. “Antes de hacer los planos hicimos un plano en escala real y luego de allí pasamos a los primeros modelos”, cuenta Souki. En la redefinición de lo primigenio y rural tenían el reto de crear un diseño clásico, elegante y que evocara de manera instantánea lo criollo. “Queríamos subirle el tono a la silla”, resalta Pappaterra en esa intención de honrar a la original desde la creación del concepto hasta su producción. Y con materiales autóctonos. Todo hecho en Venezuela.
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Si querían que la silla se fabricara acá debían conocer por ellos mismos a los artesanos que podían ayudarlos en esa tarea. “Siempre ha sido llegar directamente al sitio lo que nos ha permitido encontrar a los fabricantes correctos. A veces llegas a un pueblo y vas de casa en casa y empiezas a preguntar hasta dar con ellos”, asoma Pappaterra. Esa es una exploración en lugar que permite reconocer las potencialidades del artesanado criollo. “Queríamos que la silla fuese de madera y nos proponíamos rescatar la técnica de tejido de la silla que fue nuestra inspiración. Al final la estructura se realiza en Quíbor, estado Lara y el tejido se hace en Palo negro, en el estado Aragua”, cuenta el arquitecto. Todo un orgullo, pero también toda una proeza de producción que se logra en las equidistancias. Desde maderas venezolanas se crea la base que sustenta el diseño de la silla Olga. “Usamos roble, miguelito y cartán y hacemos una versión en teca para exteriores”, enumera Pappaterra. En un diseño geométrico que genera cuadrados, triángulos y polígonos que crean nuevas formas con las líneas del tejido. Un concepto moderno que tiene referencias del mobiliario de los años 50, pero que tiene mucha identidad local. “En cuanto a la madera queríamos usar poca para evitar los desperdicios. Y en el diseño usamos tarugos y tornillos. La madera es cortada con sierra de disco, de una manera muy rudimentaria, se lija bastante y sólo usamos un sellador mate”, explica Souki. Así también, el tejido de las sillas, se propone reimaginar la idea primaria de la silla popular. “Parte del diseño, era el diseño del tejido y del cruce de colores”, recuerda Souki de esa fase creativa que continuaba con el mimbre plástico elástico. Y además el tejido luego hizo repensar y ajustar el diseño para que fuese perdurable. “Porque los tejidos en mimbre pusieron a prueba la estructura de madera”, cuenta la arquitecto. Acá el artesanado local permitió, con sapiencia rudimentaria, guiar el diseño. 74
“Hay conocimientos que ellos tienen que tú no tienes como dónde poner los nudos, cómo hacer para que no se suelten”, continúa Souki. Todo en un perfecto sincretismo. En esa faena “la silla se convirtió en un telar”, como reconoce Pappaterra. En un trabajo en conjunto los arquitectos de Boulevard 03 y los artesanos locales compartieron y siguen compartiendo conocimientos en cada silla que se fabrica, de la cual ya hay varios diseños: con y sin apoyabrazos, con posa pies y en distintos tipos de combinaciones de maderas y colores. “Pretende la silla no sólo evocar la imaginaria criolla sino también rescatar este tipo de tejido de las sillas típicas de los pueblos. Es un diseño que recurre a muchos recursos del recuerdo”, avisa el arquitecto. La silla Olga es una interpretación del mobiliario de nuestro Trópico. Para Souki tiene unas alusiones de nuestra localidad e identidad, de lo criollo, de nuestra historia. “Hay también referencias al trabajo de Cornelis Zitman, al de Miguel Arroyo. Hay algo de la silla que si bien es nuevo también parece familiar”, cuenta la arquitecto. Y como tributo a lo nuestro ha estado en la muestra NoMATERIA en el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez así como en un homenaje que se le hizo al maestro en Miami en los días de Art Basel del año 2013. Con la silla Olga se honra el folklore y costumbrismo venezolano. En una apuesta que es un lujo por su diseño y por sus acabados. Esa silla que está en las añoranzas y los recuerdos, la que no falta en los pueblos en esa idea de estancia anticipada que hace la gente en las puertas de sus casas, se transforma en una revisión de diseño contemporáneo. Esa silla que ha sido parte de nuestro moblaje de patio, de porche, parte de la costumbre popular caribeña de este lado del mapa latinoamericano, que está en los anales de quienes han crecido en esta tierra, se reinventa para no olvidarla, para recordarla siempre.
BARFLY
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] agradecimiento: @gpcconsulting
Ron Veroes + Colección Jellies de Kartell
Seducción Ámbar
Pregunta uno y dos: ¿por qué será tan fértil el estado Yaracuy?, ¿quién lo bendijo con tantas bondades? Y mientras uno atraviesa haciendas como la que permitió el levantamiento del cada vez más cuidado Hotel Antigua Misión, a saber, el bellísimo Parque de la Exótica Flora Tropical Misión Nuestra Señora del Carmen, preguntas como esas tornan aun más imperiosas. Hectáreas, hectáreas de paisajismo conservado que alimentan la sensibilidad y halagan la existencia. Pues cerca de ese verdor, en pleno corazón del municipio San Javier, una familia caraqueña de ascendencia española apostó por levantar un trapiche en que se produjera un ron que fuera digno de alabanzas, y lo ha estado haciendo muy bien: nada más en el 2012 se ganaron la medalla de oro en el Congreso Internacional del Ron en Madrid.
Formulado y creado por el maestro ronero Enrique Méndez, quien cuenta con más de 55 años de experiencia, Veroes Ron Añejo es un blend de rones de cuatro años que se elabora a base de melaza de caña de azúcar, transformada con los mejores alcoholes del país en la destilería San Javier, mismo que se añeja en unas bodegas aliadas de Carúpano (en barricas de roble blanco americano) y se embotella en Maturín. Por lo que, conforme reza la descripción oficial, “su delicado sabor, bouquet caribeño y distinguida personalidad, le confieren un toque tropical con tonos de madera”. Súmesele a esto que se trata de un producto ciento por ciento natural, ajeno a aditivos químicos. Caso especial acusará la planta en que se procesa, cuyas instalaciones datan de 1975 y fueron acondicionadas a partir de su adquisición en el 2009 por la
Kartell [Web: www.kartell.it / Facebook: Kartell / Twitter: @KartellPeople / Instagram: @Kartell_Official] Ron Veroes [Facebook: Ron Veroes / Twitter & Instagram: @RonVeroes] 76
Destilería San Javier, esto para asumir el reto de aumentar la producción de dos mil litros diarios a los 11.500 que alcanza actualmente. Pregunta tres: ¿cómo llegaron a esta esquina del encuadernado la firma italiana de diseño Kartell y “las gelatinas” que creó para ella la española y diseñadora estrella Patricia Urquiola? Pues desde el mismísimo Salón del Mueble de Milán 2014, vía Marva Griffin y el director de esta revista, justo para hacer mix&match con el elixir que nos ocupa, para que juntos (vasos y ron ambarinos) propicien una experiencia de lujo a tono con el aire de la contemporaneidad. No en balde, y tras 35 años de haberse presentado la primera edición de la serie “In tavola” de Kartell, Urquiola junto con sus colegas Jean-Marie Massaud, Philippe Starck y tres chefs de alto vuelo en Italia, presentaron una nueva entrega de esta colección entonces concebida para ofrecer artículos de mesa con un enfoque altamente experimental de materiales y tecnologías, como el moldeado por inyección de policarbonato, a partir de productos oníricos, coloridos,
transparentes y seductores. De allí estos vasos y jarra que parecen labrados en ámbar bajo el patrón de los panales dulcísimos, melifluos, de las potentes abejas. Pregunta última: ¿qué nos traerá Ron Veroes para el año que viene? Pues están en planes de desarrollar Veroes Solera Premium 18 y Veroes Ultra Premium 24, fruto de un millón de litros de alcohol añejados en diferentes épocas en barricas de ron blanco americano, y el Centro Cultural Veroes, un caserón al estilo de la Colonia que servirá para el esparcimiento, recreación y conocimiento de la historia del ron en Venezuela. ¿Algo más? Sí, en conjunto con la dirección de turismo del estado Yaracuy, el Hotel Antigua Misión y su Parque de la Exótica Flora Tropical, están trabajando en la creación de la “Ruta del ron”, misma que incluirá el Parque Minas de Aroa y el Parque Arqueológico San Felipe el Fuerte, todo un reencuentro con nuestros antepasados. Bravo por Ron Veroes, empeño artesanal para hacer trepar los ánimos, el espíritu, y ponerle ámbar al paladar.
causa JUSTA
carlos flores león-márquez [twitter e instagram: @carlosfloreslm] fotos: cortesía de @timberlandvzla
Jornadas Serv-a-Palooza x Timberland Venezuela
Responsabilidad de costa a costa
Serv-a-Palooza en Isla Larga, Puerto Cabello Cual cofrades en una procesión, el entusiasta equipo de voluntarios y asociados de Timberland Venezuela abarcó las orillas de Isla Larga, en Puerto Cabello, y La Restinga, en Margarita, para celebrar el Día Mundial de las Playas (20 de septiembre) con sendas jornadas de recolección de desechos, esto en el marco de lo que desde el
2008 vienen desarrollando como servicio comunitario, amparado en las labores de la misma índole que la marca arrancó en 1998 para celebrar su aniversario con un día en que toda la compañía realizó trabajos voluntarios, llamándolo Serv-a-palooza (clara referencia al festival Lollapalooza). Pero, ¿por qué Timberland, una empresa nor-
Web: www.timberland.com / Facebook: Timberland Venezuela / Twitter & Instagram: @timberlandvzla 78
Serv-a-Palooza en Playa La Restinga, Margarita teamericana especializada en calzado para actividades al aire libre, que también fabrica ropa y accesorios, que a mediados de los 90 se convirtió en un componente de la cultura del hip-hop en Estados Unidos, ahora hace de la sustentabilidad y la responsabilidad una parte primordial de su negocio? Pues porque si bien la empresa nació en 1978, fue comprada por VF Corporation en el 2011 en parte por su acercamiento innovador a la sustentabilidad, de allí su reciente giro hacia el lifestyle. No en balde, desde hace ocho años se ufanan de un empaque más amigable con el ambiente y tienen una línea de calzado cuya suela está hecha de Green Rubber, un material de cauchos reciclados. Volviendo al capítulo Venezuela, nos dirá la señora Mawy Tamayo, gerente de la sucursal Timberland Metrópolis Valencia y responsable de las actividades de responsabilidad social corporativa: “La sede venezolana queda en Valencia porque somos los pioneros en las actividades de responsabilidad social. Desde el año 2008, y con el apoyo de Inparques Carabobo, comenzamos en la zona de Belén, Güigüe, a partir de labores de reciclaje en colaboración con la Escuela Santa Rosa, única unidad educativa que posee la certificación ISO14001 por sus prácticas ambientalistas, esto en el marco de la celebración del día de la Tierra”. A esto se le sumarán, por nombrar los más relevantes a través de los años, labores de saneamiento, de reforestación, de mantenimiento, de siembra de 100.000 semillas de especies na-
tivas de árboles para propiciar la reforestación de zonas afectadas por quemas indiscriminadas; de recolección y clasificación de desechos sólidos, de remozamiento de canchas de juegos, y la última proeza en Isla Larga y La Restinga, “la recolección de desechos sólidos que –aleccionará Tamayo– lamentablemente son los propios turistas los que los arrojan: miles de kilogramos de plástico, vidrio, bolsas, anime, cartón… que dañan el ecosistema presente en nuestras playas”. La pregunta clave es: ¿Por qué crear un departamento cuya estrategia sea el mercadeo de bajo perfil y no invertir para que esas actividades gocen de mayor alcance y difusión? “Hemos crecido lentamente pero fortalecidos en nuestros esfuerzos. Somos reconocidos por los entes gubernamentales y privados en Venezuela; por las comunidades en las que hemos trabajado y por Timberland a escala internacional, que tiene pleno conocimiento de nuestra labor a pesar del tiempo difícil del mundo en general”, enarbola Mawy Tamayo con absoluta fe. “Mientras el mundo gire, las empresas como Timberland no se rendirán. Vivimos el presente para lograr un futuro mejor libre de dióxido de carbono”. Y por el paso que van, actuales custodios oficiales de la portocabellense Isla Alcatraz, responsables de muchas de las recuperaciones ambientales que, de jornada en silencio en jornada en silencio, hacen posible un país más bonito, el territorio nacional va cediendo a su cruzada de paisajistas con las botas bien puestas.
las mil y una NOCHES
fotos: carlos fouguet
Inauguración Barloa Sushi & Grill en Hotel Guaparo Inn
Gastronomía Chic en Valencia
Teiglis Torres y Patricia Torres 80
Abdiel Hernández – sousche – y Anel Rivas – chef –
Veronique Lépinoux, Carla Fano y Patricia Li
José Fernández, Tibisay Fachín y Martina Thorogood de Fernández
Jessica Barrios, Luis Palma y Sukey Bodu
Alejandro Otero, María Virginia Parra y el Chef Armando Canelón
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Daniel Tronchoni e Islette Candia de Tronchoni
Jorge Abdou y Loly Bergoderi de Abdou
Nacho Samman y Daramiss Sakkal de Samman
Patricia Bongiorno de Pérez y Xavier Pérez
Karianna Hernández de Fachin y Nayibe Warshausky
Luisana Tronchoni de González y Luis González
Carlos Gásperi y Terri de Gásperi
Luisana Riera y Yuliana Riera
las mil y una NOCHES
fotos: cortesía de blue press service
Tarde de Moda con Rapsodia y Ciroc Vodka
Estilo con Titina y Ana María
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Ana María Khan y Titina Penzini, Expertas en Styling para Rapsodia
Ana Otero y Shirley Varnagy
Mariaco Giménez de Zuloaga y Fabiana Kübler
Mariana Valedón y Mariaga Giménez
Patricia Pérez y Marianella Morrison
María Elena Alagna
Los Bartenders de Ciroc Vodka
Djane Marité Otero
Tatiana Valor y Elira Fernández
Daniela Innecco, Dulce Álves
las mil y una NOCHES
fotos: doris díaz
Los amigos del Padre Pedro De Freitas celebran en Hesperia WTC
25 años de Ordenación
Carmen Cecilia Bello de Pinto, Gladys Valentiner, el homenajeado Padre Pedro De Freitas - Parroco de la Catedral de Valencia - y Marina Giménez de Bencomo
Monseñor Tulio Ramírez, Cardenal Jorge Urosa Savino y Monseñor Reinaldo Del Prette 86
Daniela Briceño, Eduardo Cabrera, Dulce Rodríguez de Cabrera y Rafael Fuguet
Manuel Román, Ismeyer Tapias, Georgia Pisana de Cocciola y Miguel Cocciola
Jesús Ganem y Alejandro Feo La Cruz
Miguel Hidalgo, Carolina Gasia de Hidalgo y Tulio Hidalgo
Teresa Oviedo de Bellera, Mathilde Domínguez, Consuelo González y Subdelia Páez de Sevilla
Tomás Izaguirre, Yanet Ramos de Román y José Román
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Juan Cogorno e Inés Sanoja de Cogorno
Macu Bolaños y Ruben Calvo
Nohemí Peña de Lozano y Vicente Lozano
Areanny Rodríguez de Bello, María Luisa Malavé de Parra y Desirée Varela de Parra
Ricardo Maldonado y María Luisa Aguilar de Maldonado
Egleé Isava de Sánchez y Fernando Sánchez
la dolce VITA
fotos: carlos fouguet
Boda Zambrano – Michelena
Unidos ante el Altar
Reina Parra de Michelena y Arturo Michelena Viso, padres de la novia
Los novios, Fernando Zambrano Molina y Fabiana Michelena Parra 90
Alix Molina de Zambrano y Elkys Zambrano, padres del novio
María Fernanda Zambrano y Elkys Zambrano
Paula Revilla, Laura Xarrie y Valentina Parra
Odette Bolaños, Johana De Jongh y María Fabiana Barreto
Catherine Michelena de Hertel y Rosanna Michelena de Dubuc
María Liliam Morales de Rached y Carlos Ernesto Rached
Alessandra Del Negro y Gonzalo Parra
Ricardo Michelena Viso y Delsy Blasco de Michelena
Claudia Valladares de Michelena y Arturo Michelena Parra
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Domingo Valladares y Marysai Nieto de Valladares
María Andreína Citerio y José Javier Martínez
María Fernanda Nuñez y Luzmar Núñez
Joam Andrade
Raiza Matos de Lizarraga y María Luisa Malavé de Parra
Rosandra Hidalgo de Baricelli y Ángel Baricelli
Melisse González de Zerega y Aníbal Zerega
Edith Pandares y Marco Scarano
la dolce VITA
fotos: fernando aguirre
Boda Rodríguez – Manent en Hotel Ucaima
Amor en Familia
Jacqueline Lugo de Rodríguez y Rodrigo Antonio Rodríguez Ortega, padres del novio
José Manent y Yolanda Antich de Manent, padres de la novia
Los novios, Ariana Manent de Rodríguez y Rodrigo Antonio Rodríguez
Oriana Manent y Guillermo Álvarez
Argimiro Alexopulos y Jacqueline Rodríguez Lugo
Beatriz Tortolero y Anana Gaerste
Isabel Gallegos y Gerardo Aguirre
Rosaura Piñero de García y Juan Ignacio García
Ekaterina Afanasiev y Maria Esther Barbieri
Arelys Román de Rodríguez y Manuel Rodríguez
Rosmil Piñero y Raquel Vitale
Alejandro Feo La Cruz – Alcalde de Naguanagua –, los novios y Malimai Montoya De Feo la Cruz
Leopoldo Lugo, Alejandro Feo La Cruz , Maria Eugenia De Feo La Cruz y Raúl Falcón
Elías Araujo, Nathalie Hernández, Flavia Colarusso y Jesús Tortolero
la dolce VITA
fotos: doris diaz
Boda Cetera – Rodríguez
Historias cruzadas
Alberto Rodríguez y Ana Baralt de Ulloa, padres de la novia
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Ilarione Cetera y Mirtha Quero de Cetera, padres del novio
Alberto Rodríguez Baralt y Estefanía Delli-Gatti
Los novios, Ana Rodríguez de Cetera y Miguel Cetera Quero
Hugo Lozano y Martha Benitez
María Baralt de Fuenmayor y Ender Fuenmayor
Werner Hamm y Daisy Flores de Hamm
Larissa González de Martínez y Luis Eduardo Martínez – Rector de la Unitec –
Joyce Paris de Fejervary, Ricardo Fejervary y Elsa Baralt
Marcos Ulloa, Claudia Patricia Ulloa y Marcos Ulloa
Katherine Sanz, Francisco Sanz e Irvis Nessy de Sanz
la vida es BELLA
fotos: gonzalo peña veloz [@selektorg]
Maria Volokhova, artista y diseñadora ucraniana residente en Berlín, participante en la 17ª edición del Salone Satellite supo encajar con sus porcelanas artesanales dentro del tema “Diseño, Innovación y Artesanía” elegido en esta oportunidad por los organizadores del importante evento curado desde hace 17 años, en el marco del Salón del Mueble de Milán, por la venezolana Marva Griffin Wilshire para apadrinar a jóvenes talentos del design. Los floreros “Infanta” y “Princesas”, dos de las piezas de la colección “Topgirls”, al igual que otros utensilios que fueron exhibidos por Volokhova, además de estar regidos por las minuciosas técnicas de fabricación de la porcelana fina alemana, desean transmitir un mensaje conceptual –en este caso, acerca de la fragilidad y belleza que históricamente han marcado al sexo femenino- y le dan un twist a cualquier objeto de uso doméstico, realzándolo a estatus de obra de arte y reflejando el concepto verdadero de lujo artesanal. [www.volokhova.com]
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