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La enfermera, la ética y la pandemia
La ética enfermera en tiempos de pandemia llevado las gafas, teléfono y cargador porque era lo que se necesitaba. Yo hablaba con ella por teléfono porque yo estaba confinada en ese momento. Hizo una complicación por la edad, arritmia y no superó el proceso inflamatorio. Un día hizo una insuficiencia respiratoria y murió.”
Sevillano habló sobre cómo moría la gente esos días de confinamiento. No pudo ver a su suegra, no pudo estar en la residencia, no pudo abrazar a la familia... Todo ello dificultó hacer el duelo. Según explicó, su marido tiene la sensación de que no pudo despedirse de su madre. Durante el webinar, explicó que la pandemia ha comportado situaciones muy difíciles y que ha marcado un antes y un después. Reconoció que, con la experiencia de todo lo que ha pasado, ahora “posiblemente haríamos las cosas de otra manera.”
Finalmente, dijo que la pandemia ha sido el momento en el que se han hecho más visibles los sentimientos, el trabajo en equipo, la unión de los profesionales y el cuidado de las personas. Y acabó con estas palabras: “Yo creo que se ha puesto en valor la esencia de lo que son las enfermeras.”
3. Testimonio de Ana Rodriguez Marcos: Despedida con la tablet, desde los centros sociosanitarios
Ana Rodriguez es enfermera especialista en Geriatría del Centro Fórum, del Parque de Salud Mar Barcelona, un centro que ofrece servicios de atención sociosanitaria y de salud mental. Cuando empezó la pandemia de la covid-19, le propusieron integrar un equipo especializado en enfermos de covid paliativo. Tuvieron el primer caso el día 16 de marzo de 2020, y se dieron cuenta de que era necesaria una unidad de hospitalización cerrada para controlar los casos. Inicialmente, crearon una unidad pequeña, pero después decidieron montar una unidad de atención paliativa, con una capacidad de 59 camas, porque desde el Hospital del Mar les dijeron que necesitaban trasladar a enfermos desde el Hospital, porque no se sabía si sobrevivirían o no. Sin embargo, lo que inicialmente debía ser una unidad para atender a personas en fase de final de vida y de cuidados paliativos, se convirtió en una unidad de subagudos, donde tuvieron 144 personas ingresadas, de las que murió aproximadamente el 30 %
Las compañeras le dijeron “quien vaya a estas unidades, que esté preparado, porque esto será duro.” Y lo fue. Los enfermos iban a Urgencias del Hospital del Mar, les hacían el frotis, la analítica y la placa de tórax. Pasaban las horas en Urgencias hasta que tenían los resultados de la PCR y entonces los trasladaban al Centre Fòrum.
Rodríguez explicó el caso de una persona que fue a por las pertenencias de su madre, que había muerto de covid en el centro. “Aquella señora, cuando murió, llevaba una cadenita. Todas éramos conscientes de que la llevaba, pero vas corriendo, no sabes quién la ha guardado... Después de dos meses, cuando viene el familiar de ese enfermo a buscarla, tienes que decirle, lo siento, no sé dónde está la cadena. Esa cadenita, o una radio o una foto, era algo muy importante para la hija. Le permitía poder hacer una minidespedida o tener algo que su madre tuvo en el último momento. La cadineta finalmente apareció.”
En el webinar, la enfermera del Centre Fòrum explicó que esta señora también quería saber cómo había muerto su madre, quería hablar con alguien que hubiera estado con ella en el momento en que murió. Hablaron con ella y le contaron cómo habían sido sus últimos momentos.