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La enfermera, la ética y la pandemia

La ética enfermera en tiempos de pandemia

4. Testimonio de Noemi Sech Macías: ¡No se puede salir! Desde las residencias geriátricas

Noemi Sech se incorporó como directora del Centro Mutuam Collserola en mayo de 2020. Anteriormente, ocupaba el cargo de coordinadora de Enfermería. Poco después de estallar la pandemia, en el centro empezó a haber mucho personal de baja, así que los profesionales tuvieron que realizar jornadas maratonianas, sin ningún día de descanso.

Sech explicó que en su centro no hubo falta de EPIs, nunca tuvo que entrar en una habitación desprotegida, pero sí tuvieron que racionarlos, para evitar que faltaran y que todo el mundo pudiera tener uno para entrar en las habitaciones.

El Centro Mutuam Collserola está organizado en cuatro plantas, dos de psicogeriatría y dos con residentes que están bien cognitivamente, pero tienen con cierta limitación a nivel físico. A partir de los días 15 y 16 de marzo, el centro tuvo que reorganizarse por completo, porque empezaron a aparecer casos que requerían aislamiento. A los pocos días, ya tuvieron que aislarse casi todas las habitaciones del centro.

El día 21 de abril se empezaron a realizar las primeras PCR. Hasta ese día, intuían que tenían covid en el centro, pero no tenían confirmación, excepto los usuarios que derivaba el Hospital Vall d’Hebron, porque habían sufrido una caída, por una patología o por otros motivos que, en principio, no tenían que ver con la covid, a quien les hacían la prueba y, si salían positivos, tenían que aislarles.

Aparte de todo ello, a mediados de abril de 2020, antes de realizar las PCR, ingresaron en el centro veinte enfermos con covid diagnosticado, procedentes de otros centros que también tuvieron que aislarse. A mediados de junio también tuvieron que aislar a veinte usuarios de otras residencias.

Sech explicó que “había días que tal y como llegaba a la residencia decía, me voy a mi casa, porque no sé cómo gestionaré hoy todo el tema de higiene, de movilidad, de alimentación... No sabía por dónde empezar.” Los técnicos se reconvirtieron en auxiliares. “Justo cuando llegaban a las ocho de la mañana me llamaban y me preguntaban, ‘¿dónde nos necesitas?’ Al final, todos hicimos de auxiliares, de enfermeras, de trabajadoras sociales... de todo, y, vuelvo a decir, no solo en nuestro centro, sino en general en todas las residencias, dado que en las residencias el personal es muy justo y enferma, además de la dificultad [que teníamos] de contratar a gente en plena pandemia para trabajar en una residencia con unas condiciones laborales diferentes a las de otros centros más grandes.”

La directora del Centro Mutuam Collserola destaca que la implicación del personal con el que trabajó fue total, tanto de las enfermeras como de los auxiliares, como de los técnicos. “Muchas auxiliares, cuando enfermaban, me decían, ‘Noe, por favor, dile a la técnica de prevención de riesgos que me haga la PCR porque yo me encuentro bien, tengo ganas de volver, aquí se necesita gente y yo estoy preparada para volver’.” Sech afirma que “muchas de las auxiliares decían que sabían cortar el pelo, que habían hecho un curso de... y se adaptaron, porque un buen día nos dijeron, ‘cerramos centros’, independientemente de lo que pensaran los usuarios, de la necesidad que tenían de ver a su familia, que no pudieran comunicarse –no había teléfonos en todas las habitaciones.

Con quienes sí podían comunicarse, porque tenían teléfonos portátiles, la dificultad en este sentido era menor. Todo esto fue complicado.”

Sech también destacó que, cada vez que la cosa parecía calmarse, volvían a llevar a personas con covid y tenían que volver a cerrar en el centro.

En cuanto al proceso de fin de vida en las residencias, desde el primer momento que pudieron entrar a acompañar a los familiares se les dejó entrar, con la protección adecuada. “Podían estar un tiempo determinado, no todo el día, pero había usuarios que no los veías venir, que debían despedirse de la familia, porque quizás no llegarían por la tarde. Por la mañana la persona estaba perfecta, había hablado con la familia al mediodía, con mamá, con papá, estaba bien, tranquila, y la tarde decías, es que no me lo puedo creer.” Durante quince días, esa situación fue continua.

Durante el webinar, la directora del Centro Mutuam Collserola reconoció que le preocupó no poder atender las necesidades emocionales de los usuarios, porque no había tiempo para hacerlo y, en ese momento, la prioridad era otra. “Los usuarios vivían en una habitación individual y, por necesidades de reorganizar o de aislar, los pusimos con otros compañeros de habitación o los cambiamos de planta, para protegerlos, pero, al protegerlos, se dejaba de lado lo que a la persona se le pasaba por la cabeza: ‘no puedo ver a mis familiares, me cambiáis de habitación, de planta, me ponéis un compañero, cuando yo siempre he dormido en una habitación individual, y no he compartido habitación con nadie que no sea mí marido o mi mujer’.”

Las enfermeras del centro hacían videollamadas pactadas con las familias, redistribuyéndose, pero los usuarios tenían una edad avanzada y muchos sufrían deterioro cognitivo y no entendían que la imagen que veían en la tableta era su hijo que les hablaba. “El Colegio de Médicos, el Consorcio y los servicios centrales de Mutuam nos enviaron tabletas y teléfonos, pero las manos eran las que eran, y los usuarios me decían, ‘si yo no puedo abrazar a mi hijo yo no quiero verlo, no me sirve a mí verlo a través de la pantalla, yo quiero abrazarlo’. Y, aunque viniera, tampoco les dejabas abrazarlo. Podían tener cinco tablets, pero ellos necesitaban que los abrazaran, dar un beso a su nieto, tomar un café con su hija como hacían antes todos los miércoles por la tarde.”

Sech reconoció durante su intervención que todas estas medidas se tomaron para proteger a los usuarios, pero que se dejó de lado su parte más emocional y sentimental.

Bibliografía

1. Amblàs-Novellas J, Gómez-Batiste X. Recomendaciones éticas y clínicas para la toma de decisiones en el entorno residencial en contexto de la crisis de COVID-19. Med Clin (Barc). 2020; 155 (8): 356–359.

2. Bellver Capella V. Problemas bioéticos en la prestación de los cuidados enfermeros durante la pandèmia del COVID-19. Index Enferm. 2020; 29 (1-2): 46-50. Disponible a: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962020000100011&lng=es

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