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Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos
El día 13 de mayo de 2021 se celebró un webinar que abordó la difusión y el impacto de la información referente a la pandemia durante la crisis sanitaria. Los objetivos de la sesión fueron comprender el impacto de las informaciones sobre la concienciación de la ciudadanía en relación con la gravedad de la covid-19 y verificar cómo ha sido la comunicación durante la pandemia, especialmente durante el período de confinamiento.
Durante aquella primera etapa de la pandemia, se difundió entre la ciudadanía el mensaje “quédate en casa”, para que la población no saliera a la calle, excepto el personal esencial. ¿Qué información se difundió durante esos primeros días de la crisis sanitaria? ¿Cómo se transmitió la realidad de lo que estaba ocurriendo en los centros sanitarios, sociosanitarios y residenciales?
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La enfermera, la ética y la pandémia
Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos
Ponentes
María Jiménez Herrera Enfermera. Profesora de Ética y decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
Jordi Morató Bullido
Periodista. Jefe del Área de Comunicación y Relaciones Institucionales del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona y profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Moderadora
Rosa María Escolà Pellicer Enfermera, licenciada en Antropología Social y Cultural (UB) y doctora en Bioética.
La enfermera, la ética y la pandemia Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos
Resumen del webinar
La información en tiempo de pandemia
La pandemia ha afectado la forma en que nos hemos relacionado las personas entre nosotros y también ha condicionado la manera en que se ha difundido, consumido y compartido la información pública. Durante la crisis sanitaria, especialmente en la primera ola, se han difundido muchas informaciones sobre la enfermedad y el virus que la provoca. A menudo, estas informaciones han sido contradictorias, debido al desconocimiento de un fenómeno que se ha ido explicando en tiempo real, lo que ha hecho que, a medida que la comunidad científica y sanitaria ha ido teniendo más conocimiento sobre la infección, se hayan modificado sobre la marcha algunas de las recomendaciones que se han hecho llegar a la ciudadanía. En otros casos, han circulado informaciones tendenciosas o claramente falsas con el objetivo de influir sobre la opinión pública. Estas situaciones han llegado a provocar confusión y escepticismo entre una parte de la población, que, paradójicamente, se ha sentido desinformada en un momento en el que ha circulado más información que nunca.
La incertidumbre es un rasgo característico de cualquier crisis. La pandemia ha sido la mayor crisis global que hemos sufrido en nuestra historia reciente y la incertidumbre que ha comportado este episodio en todos los ámbitos ha sido especialmente elevada. En esta situación, ha sido imprescindible que los profesionales de la comunicación y el resto de las personas encargadas de informar a la ciudadanía hayan sido muy cuidadosos con la transmisión de la información que nos afecta a todos, para evitar saturación y malentendidos.
Por otra parte, cuando se transmite una información, es necesario tener en cuenta la individualidad de las personas, pensar en la dignidad del individuo y también en el interés público, contemplando los dilemas éticos que plantea una situación como la pandemia.
Todas estas cuestiones se abordaron en el webinar, en el que una enfermera y un periodista hablaron sobre el impacto de las informaciones que se han difundido a la ciudadanía durante las primeras oleadas de la pandemia de covid-19 desde los medios de comunicación y también desde las redes sociales, así como los condicionantes éticos que ha comportado.
La moderadora de la sesión, la enfermera Rosa Maria Escolà, planteó a los ponentes diversas cuestiones. A continuación, se recogen las más relevantes, resumiendo las aportaciones de los ponentes.
Preguntas más relevantes del webinar
¿Es importante la transparencia en la difusión de los datos? ¿De qué modo podemos detectar noticias falsas?
Lo importante es comprobar la procedencia de la información, tanto el medio que la publica, como las fuentes que se citan. También debemos fijarnos en la forma en que está redactada, cuáles son las fuentes primarias, cómo está escrita y si utiliza un léxico neutro (pocos adjetivos y adverbios y utilización de verbos y sustantivos que den apariencia de objetividad). Conviene comprobar que la noticia se ha publicado en otros medios,
La enfermera, la ética y la pandemia
Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos especialmente si la información resulta sorprendente o difícil de creer. Los ponentes añaden que es necesario educar en el uso de la información. Sería importante que, ya desde la escuela, se forme en educación mediática.
¿Es ético mezclar opinión con información en las noticias que se presentan a la ciudadanía?
Los códigos deontológicos periodísticos advierten de la necesidad de dejar muy clara la separación entre información y opinión. Sin embargo, a menudo los medios disfrazan de información contenidos que son claramente opinativos. La opinión del periodista y del medio puede aparecer reflejada en la elección de las fuentes que utiliza para elaborar la noticia, en convertir una determinada información en noticia o incluso en poner juntas determinadas informaciones que no tienen nada que ver para que el receptor las relacione entre sí.
Una ciudadanía bien informada tiene capacidad para tomar decisiones libres. Es necesario educar a la ciudadanía para que sea capaz de descubrir los intereses que pueden haber escondidos detrás de determinadas informaciones.
Hay que tener en cuenta la famosa máxima de Charles P. Scott, “la opinión es libre, pero los hechos son sagrados.”
El lenguaje de la ciencia y el lenguaje del periodismo no se guían exactamente por los mismos criterios. ¿Cómo compaginar el rigor científico con la eficacia comunicativa que buscan los medios cuando informan sobre la realidad?
El lenguaje de la ciencia es un lenguaje especializado que utiliza conceptos específicos y se caracteriza por la probabilidad. Gustavo Aucar afirma que, “desde su formulación más básica, el método científico ha conseguido ofrecernos un conocimiento cada vez más profundo de lo real y, al mismo tiempo, parece distanciarse, cada vez más, de lo que nos es dado como evidente a priori por el sentido común.”
La ciencia y el periodismo tienen diferentes mecanismos de expresión. Ante el lenguaje especializado de la ciencia, el periodismo opta por la utilización de un lenguaje llano. Además, la ciencia se centra en lo particular, que es el objeto de estudio, y en la probabilidad. En cambio, el periodismo generaliza, convierte en general cuestiones que son particulares, que sólo se aplican a la realidad que se ha investigado, y convierte en ciertas e indiscutibles cuestiones que para la ciencia sólo tienen una mayor probabilidad de ocurrir.
El lenguaje periodístico se caracteriza por la claridad, la brevedad, la precisión, la utilización de palabras que transmitan apariencia de objetividad, el uso de verbos en tiempo activo, y la preferencia de los enunciados en positivo frente a los enunciados negativos.
Durante esta crisis estamos viendo que los medios de comunicación tienden a convertir en espectáculo la pandemia, lo que muchas veces crea una gran confusión entre la ciudadanía. ¿Qué lecciones podemos aprender de ello?
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La realidad es que los medios de comunicación han hecho mucho ruido y con frecuencia han generado mucha confusión. Es necesario ser categórico y saber discernir las noticias reales de aquellas que no lo son.
Carlos de Paredes Cencillo se hace eco de un editorial de The New England Journal of Medicine, una de las más prestigiosas revistas médicas, que destaca que comunicar noticias médicas es una de las grandes dificultades del periodismo, al igual que inculcar actitudes sobre el cuidado y la promoción de la salud. Los medios de comunicación juegan un papel clave en la divulgación de los temas de salud, no en vano es una herramienta muy eficaz para llegar al gran público de forma sencilla pero rigurosa.”
¿Cuáles son las consecuencias de esta sobreinformación en relación con la ética del cuidado?
Las cuidadoras y cuidadores deben saber qué necesita la persona, según su situación. La sobreinformación provoca ansiedad. Así, si una persona pasa seis horas al día expuesta a una gran cantidad de información, llega un momento que le es difícil poder procesarla. Esto puede acabar provocando ansiedad. En el contexto de una crisis como la pandemia de la covid-19, también pueden aparecer situaciones de miedo y dolor. En relación con el dolor, la ponente María Jiménez hizo referencia a un artículo suyo, donde dice que “debería ser reconocido por la bioética como un desafío, puesto que se ha visto que no son tan importantes las grandes reflexiones teóricas como lo son el diseño de nuevas estrategias en su abordaje, sobre todo si lo que queremos es preservar un principio ético por excelencia: la protección de la dignidad humana.” En este sentido, la ética del cuidado tiene mucho que ver con la dignidad humana.
¿Cómo ha afectado a la pandemia de la covid-19 la preservación de los derechos de las personas?
Con la pandemia se han radicalizado posiciones y ha circulado mucha información no contrastada. También hay que tener en cuenta que nos encontrábamos ante algo desconocido que se ha transmitido en directo. Esto ha provocado la difusión de informaciones que después la evidencia científica ha demostrado que eran poco cuidadosas o claramente falsas. De nuevo, ante esta circunstancia, es necesario apelar a la educación mediática de la ciudadanía ya fomentar su espíritu crítico.
Durante las primeras etapas de la pandemia se han producido dilemas éticos entre las enfermeras y, por lo general, entre todos los profesionales de la salud. En este sentido, conviene recordar algunos artículos del Código de Ética de las Enfermeras y Enfermeros de Catalunya. En el capítulo sobre el valor de la responsabilidad, en el apartado de competencia profesional, en el apartado de Competencia profesional, en su punto 1, se dice que “la enfermera respeta, protege y promueve la dignidad de la persona atendida y los derechos humanos que se derivan. Ante la vulneración de algún derecho, emprende medidas para que este derecho se respete y, si no logra que sea respetado, lo comunica formalmente a la instancia o autoridad responsable.” En el punto 14 se afirma que “la enfermera, en el ejercicio de su profesión, adopta normas de conducta personales que fomentan el respeto y la confianza en las personas atendidas y su entorno, así como en todos los miembros del equipo asistencial.”
La enfermera, la ética y la pandemia
Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos
El punto 28 del apartado correspondiente al final de vida determina que “la enfermera acompaña a la persona atendida en todo el proceso de fin de vida y proporciona el máximo confort y bienestar posible y procura facilitar el apoyo adecuado a la familia o personas significativas.” El punto 30 dice que “la enfermera vela, en el marco de la legislación vigente, para que se respete la planificación anticipada de decisiones sanitarias o las voluntades anticipadas, en caso de que la persona atendida así lo haya expresado o dispuesto.”
Dentro del capítulo correspondiente al “Valor justicia social”, se dice que “la enfermera no puede discriminar a nadie por razón de edad, sexo, género, orientación sexual, etnia, lugar de origen, lengua, cultura, opinión, ideología política, creencias religiosas y/o espirituales, situación social, económica o estado de salud.” (Punto 57). Más adelante, se afirma que “la enfermera procura que todas las personas tengan acceso a cuidados enfermeros, tratamientos y recursos sanitarios y sociales en función de su situación de salud, especialmente cuando se trata de personas vulnerables.” (Punto 60).
El apartado de Comunicación social, que se encuentra dentro del “Valor compromiso profesional”, en su punto 77, establece que “la enfermera no hace declaraciones falsas, fraudulentas o que induzcan a engaño, ni hace un mal uso de los medios de comunicación o de las redes sociales.” En el siguiente punto, se determina que “la enfermera se compromete a comunicar de manera honesta los procedimientos, resultados, implicaciones, limitaciones y conclusiones de los estudios de investigación y de los nuevos conocimientos profesionales.”
Es evidente que la pandemia ha hecho difícil poder cumplir con muchos de estos preceptos.
La crisis del coronavirus ha permitido implantar en el ámbito de la salud tecnologías digitales que en otras circunstancias habrían tardado mucho más en aplicarse. Estas tecnologías están caracterizadas por la atención no presencial y, en algunos casos, por la asincronía. ¿Qué impacto ético ha tenido la aplicación de estas tecnologías en el ámbito asistencial?
Se constata que el modelo digital que se ha aplicado durante la pandemia ha llegado para quedarse. Las visitas a distancia pueden conducir a la deshumanización de la atención por la carencia de contacto personal. Se hace necesario ser conscientes de las limitaciones y riesgos que comporta la aplicación de un modelo de visitas no presenciales, especialmente entre las personas de más edad y más vulnerables, así como entre personas con pocos recursos.
Ha habido medios, sobre todo al inicio de la pandemia, que han utilizado un vocabulario belicista, que incluso ha aparecido en el lenguaje oficial.
La pandemia no tuvo nada que ver con una guerra. El enemigo no son las personas ni los estados. Sin embargo, es evidente que este virus ha provocado una tragedia humana, con un gran número de muertes y de enfermos, que ha tensionado los recursos sanitarios de manera similar a cómo lo hace un conflicto bélico.
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Sea como fuere, los ponentes no consideraron positivo identificar a la pandemia con una guerra, porque comportaba el riesgo de distorsionar la realidad.
¿Convendría pedir a los medios de comunicación que no dieran voz a las personas que no tienen formación sobre los temas de salud y que lanzan mensajes negacionistas o poco rigurosos?
El hecho de poner en el mismo nivel el testimonio de un científico y el de un negacionista es hacer mal periodismo. Es necesario contrastar siempre la información y ofrecer las diversas posiciones sobre una determinada realidad siempre que sirva para ofrecer una visión veraz de la realidad y se ponga en contexto.
¿Qué papel juegan las redes sociales y los sistemas de mensajería over the top, como Whatsapp, sobre cómo se informa a la población sobre la pandemia?
Estos sistemas de mensajería permiten viralizar de forma muy efectiva información de interés público y pueden ser muy positivos en situaciones de crisis como las que hemos vivido. Sin embargo, muchas noticias falsas circulan a través de grupos de Whatsapp, que a menudo compartimos de forma acrítica. Antes de reenviar estos mensajes, conviene comprobar que sean ciertos, teniendo en cuenta la fiabilidad de la fuente y de las evidencias que están detrás de la información.
¿La comunicación de los medios periodísticos y audiovisuales ha paliado la ruptura de las relaciones sociales, sobre todo de las personas vulnerables y que viven solas?
Los ponentes coinciden en que existe un número elevado de analfabetismo digital, especialmente entre personas de edad avanzada. Además, existe una parte importante de la población que no puede acceder a los soportes tecnológicos necesarios para poder relacionarse con otras personas de forma telemática. Esto ha hecho que muchas personas hayan quedado aisladas socialmente durante las primeras fases de la pandemia.
Conclusiones
A partir de las intervenciones de los ponentes durante el webinar, podemos extraer las siguientes conclusiones:
• Es necesario promover la educación mediática para que la ciudadanía pueda detectar las noticias falsas.
• Las opiniones son libres, pero los hechos son sagrados.
• La profesión periodística se guía por el interés público. Su función se basa en interpretar la realidad social para que la ciudadanía pueda tomar decisiones libres en el ámbito público a partir de la elaboración y difusión de información referente a la realidad social.
• Las fuentes de información son esenciales para el discurso periodístico.
La enfermera, la ética y la pandemia
Información y comunicación en el ámbito periodístico durante la covid-19: Retos éticos
• Hay que tener en cuenta las características de la información científica y sanitaria en particular. Es necesario que los periodistas que tratan estos temas tengan la formación adecuada y que los profesionales que actúan como fuentes de información también tengan conocimientos sobre las funciones del periodismo y el funcionamiento de los medios.
• La ética del cuidado tiene que ver con la dignidad humana y la sobreinformación puede provocar ansiedad e incluso miedos y dolor en las personas.
• El futuro es digital. La pandemia provocada por la covid-19 ha hecho posible la aceleración de la aplicación de la tecnología telemática en muchos procesos de la atención sanitaria.
• Evitar el riesgo de deshumanización de la atención a las personas que comporta la salud digital.
• La pandemia provocada por la covid-19 es una tragedia que pasará a la historia de la humanidad.
• Contrastar la información y ofrecer las diversas posiciones sobre una determinada realidad siempre que sirva para ofrecer una visión veraz de la realidad y se contextualice. No siempre es ético ofrecer todas las posturas que existen sobre una determinada realidad.
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