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JUVENTUD ESTUDIOSA

CON el nuevo año iniciamos esta sección del periódico en la que publicaremos los retratos de esa pléyade de jóvenes puertorr.queños, que en las universidades de Europa y U.S. de América, hacen honor á su patria.

Manuel Guzmán Rodríguez es hijo de doctor Guzmán, del gran patriota puertorriqueño que soñaba, cuando la bandera de oro y grana flotaba aun en las almenas de nuestros castillos, con la indepandencia de Puerto Rico, y q. hoy, decepcionado y triste, se dedica como buen apóstol, á predicar y á practicar el amor á Dios y á sus semejantes.

De tan buen padre tenía necesariamente que salir un buen hijo.

Tiene Manuel Guzmán jr. diez y mnueve años de edad y estudia Medicina en Baltimore Medical habiendo hecho su preparanción en la High School de Mayagiez y en el Intituto Presbiteriano de la misma ciudad. Está cursando el 2% año de su carrera, habiendo obtenido buenas calificaciones en el primer curso y habiendos: distinguido en el estudio de la Balteriologia.

College

En el año 1906 dirigió la revista literaria «Palenque de la juventud». En 1907 dirigió el «School Record» y fué colaborador de «Hojas de Rosas». En 1909 fué director de <El Caribe», y colaboró, al mismo tiempo en «El Hogar», «La Voz de la Patria», «La Tribuna» y «<Unión Obrera.»

Perteneció al Comité organizador de <«Juventud Modernista,» y en el Cert¿men, que celebraró dicha Socieded, en 1909. obtuvo el primer premio con la poesía: <Amor» cavidades y repliegues que alcancen hasta los mismos polos de las camándulas consabidas.

De quién ha empezado su earrera bajo tan brillantes auspicios se pueden esperar grandes trtunfos en el porvenir.

I £' En los v.,2e=ntos en que escribo esta humorada tiene sus dedos el Tiempo en la úitima cuenta del año 111, y extiende las fa'anges del índice y del pulzar para cnger la primera cuenta del Año Nuevo.. ¡Dios ponga tino y firmeza en los dedos del gran Papá de los siglos, para q1 e acabe -de pulir las asperezas por causa de las cuales se salpica todavía de sangre la historia de la Humanidad!

M. FERNANDEZ JUNCOS.

Fernandez Mascaró

Tener entre mosotros á este distinguido puertorriqueño que puso al ssrvicio Ce Cuba su gran valor y su gran inteligencia, es motivo de verdadera satisfaccsón para todos sus compatriotas.

Pero no creemos que el ilustrado director cel Instituto Civil de Santiago de Cuba, tenga nada que aprender de nosotro:.

Hasta sería conveniente que Mr. Dexter hciera un viajecito á la vecína República y se pusiera en contacto con los intelectuales cubanos.

De t £ medos celebramos infinitamente queYe Á visita á nuestros contros de enseñanza lleve gratas impresiones.

oÑa Ruperta, no deje usted salir á Rosarito con Moncho, mire que la otra tarde los encontré besuqueándose en la orilla del rio.

Pero, ven acá, chico, si son novios. Novios....? Bueno.

Si en los Estados Unidos los novios se besan.

Se besan....? Bueno.

Tú como no conoces eso....

Eso....? Bueno.

Doña Ruperta, mire que Rosarito, cuando va por la calle se recoge el vestido de tal modo que....

Cómo se conoce que no has salido de la Isla: si tú vieras á las chicas de Bostón....

A las chicas de Bostón....? Bueno.

Doña Ruperta, mire que Rosarito, al sentarse en el trolly, monta una pierna sobre otra, como un macho, y deja ver lo que no debiera verse.

Pero, hombre, qué cándido....! En Nue. va York, eso que á tí te escandaliza es moneda corriente.

D. -- ..

corriente....? Bueno.

Doña Ruperta, mire que la otra noche ví entrar á Rosarito en un café y pedir un brandy. que se bebió como si fuera horchata.

Y tú no te bebes hasta un alambique....?

8i señora; pero yo no soy Rosarito.

En Filadelfia las señoritas refrescan en cualquier parte.

Refrescan....? Bueno.

Doña Ruperta, mire que le oido decir á Rosarito, que la emancipación social de la mujer es unhecho y que con motivo de la decidida vocación por las armas, quiere ser militar.... Sesiente artillera....!

quero. Como es tan cuácara....!

Cuáquera y artillera....? Bueno.

Han pasado tres meses.

Doña Ruperta, no se lo decía....?

Y qué....? que Moncho la sedujo y que se ha ido con Moncho',...? Yalo stiga- rán los tribunales. Ahora no es como en tiempó de España; los americanos no se c-san con nadie....

Eso si es verdad: nose casan con nadie

Por de pronto, está bajo fianza, y si mo se casa con mi hija irá á presidio

A presidio....? Bueno. -

Cómo, te figuras tú que saldrá bien....?

Cué si sale,....? Esa es cuestión del abogado.

Antes pudiera ocurrir; pero lo que es ahora, no hay ¿ (ía; si alguna cosa persiguen los americanos son los raptos.

Los raptos....? Bueno.

No hay justicia en este mundo....!

Ní en el otro, doña Ruperta.

Bien me lo decías tú: Moncho ha salido absuelto. Rosarito no pudo defenderse. El abogade se despachó á su gusto. Dijo que mi hija teuía costumbres demasiado libres, hasta el punto de obligar á Mancho á pasear con ella.... Obligar á Moncho....! Tú has visto que poca verguenza....? Qué sus maner:s eran muy provocativas; que él mismo, el abogado, la había visto tomar ron en <La Mulita»: que según confesión del propio .novio, este la pensaba abandonar por miedo que la cogió, al oirla decir que sentía gran afición por las armas, hasta el punto de querer ser artillera, que todo ello era -síntoma de una perturba- ción mental, y que su defendido no podía ser víctima de los caprichos de una ' loca: que se- gún Lombroso, una mujer así era capaz de seducir á un santo, y citó la tentación de San Antonio, á Lucrecia Borgia, á ha de Médicis, á la Ninón, á Cleopatra, % una tal Levia.... Qué sé yo.....; lo que te puedo de. cir es que Moncho salió absuelto, Bueno. No se lo decía yo, doña Reper- N-

Y qué me hago yo ahora con mi TE Con su hija....? Pues métala usted en un convento. En el infierno la metería yo....!

Bueno.....

M.GONZALEZ GARCIA.

Caricias

A un señor, más ó menos yanki se le ne. 8ó la ciudadania americana por el gra- ve delito de no conocer á Mr. Bryan.

¡Como si los americanos fueran tan fáciles de conocer!

Los que vienen á Puerto Rico y en Puerto Rico viven á expensas del tesoro Insular, po- demos asegurar que nadie los conoce hasta que no regresan á los Estados Unidos Entences se quitan la careta y se nos presentan tales como son.

Y casi todos son de encargo.

Para conocer á Mr. Bryan hay que esperar que sea Pressdente de la República.

Mr. Taft. á quíen todos conocemos, desgraciadamente, recibió el viernes en Rhode Island el pavo de navidad que pesa cuarenta libras brutas.

Todo es grande en los Estados Unidos. mismc los pavos que los abusos.

El patriarca de Lisboa, que hasta ahora había llevado una vida verdaderamente patriarcal, está amenazado de ir al cacharro, como cualquier hijo de vecino por el delito de conspiración.

Aasí, patrisfca y todo.

Pero ¿quien meterá al patriarca en ecos lios?

Se dice que las próximas sesiones de la Cámara insular van á ser un tanto bérrascosas.

Dios lo quiera.

Así demostraremos siquiera que nuestros delegados sirven para algo más que para cobrar los cinco pesos de dieta.

Y á ver si este año dice algo Mr. Marvin.

Aunque sea en inglés.

Ara Azos

Consignamus con verdadera satisfacción que fué la target- del Gobernador de Puerto Rico, la primera que recibimos en el nuevo año.

Mr. Colton nos desa muchas prosperidades en el 1g1z.

Y nosotros ¿que le desearemos á Mr Colton?

A Mr. Colton, al amigo Mr. Colton toda clase de satisfacciones.

Al Gobernadur de Puerto Rico, el traslado á cualquier parte donde no haya exposistones. I>*I'

¿Quien 'e había de decir al amigo Don Carlos Morales que iba á esperar el año nuevo en la Ciudadela de la capital dominicana que es como si dijeramos en la cárcel?

Y lo dificíl que se hace presentar allí un habeas corpus,

Yo se lo dije en el terreno amistoso: Don Carlos, no se meta usted en ese jamón. Mire que desde que usted metió los americanos en las aduanas de la República, es muy dificíl revolucionar en Santo Domingo. :

Pero él creyó que eran bramas mías y no hizo caso,

Y créalo, Don Carlos, de las garras de la Corte Fedaral, se sale aunque cueste algún trabajo; pero salir de la ciudadela es un poquito más dificíl.

Usted lo sabe, que ha sido Presidente.

Por si alguno no lo sabía, dice Edwards;

Puerto Rico hace trece años que está bajo la dominación americana, y nunca se ha puesto en duda allí ni en ninguna parte que los Estados Unidos seguirán definitivamente gobernando la isla

Donde dXe gobernando, debe de leerse vi ceverga.

Pero lo que está fuera ne duda, y esto lo el General _sabiamos nosotros, es que tenemos Tio Sam, fer omnia secula seculorum.

El Representante de Puerto Rico en Washington, nuestro amigo queridísimo don Luis Muñoz Rivera, que es, tratándose de los intereses del pais, un centinela avanzado, dió la voz de alerta en una de sus brillantes crónicas á La Democracia advirtiendo el pe ligro que amenazaba á la riqueza del país con la, ley del Congreso dominicano relacionado con la agricultura.

Y auaque nosotros no tenemos mucha caña sémbrada ni cremos, por razones que nos reservamos, que la central Guánica esté inclinada á extender su negocio hasta la vecina República, reproducimos una de las caricaturas mas intencionadas mpublicada con este motivo por uno de los grandes diarios americanos

Aparte de que el negocio sea Ó no conveniente para las centrales americanas radicadas en Puerto Rico hay otro motivo que nos induce á creer que el negocio no se va á explotar en gran escala.

Los dominicanos, y en eso no se parecen á nosotros, no son muy partidarios de ceder grandes extensiones de terreno á corpofaciones extranjeras, por entender ellos, y crro yo que están en lo cierto, que la tierra es la patria.

Es una triste verdad, pero es una verdad que hay que decir, que próximamente las tres cuartas partes de la isla de Puerto Rico pertenecen á los extranjeros y se va á dar el caso tristísimo de que cuando nos dén la ciudada nía americana, no vamos á tener un pedazo de tiorra en que levantar un pobre bohio.

Empezó esta gente por llevarnos las costumbres, agquellas sencillas costumbres criollas, por mixtificarnos el idioma, la dulce y sonora lengua crstellana ,llegaron después las sectas protestantes quebrantando la religiór de nuestros mayores, y acabarán por llevarse la tierra en que están cimentados los hogares puertorriqueños, si no oponemos á la ola de la a ón el múro resistente del patriotismo*.

Esta es la obra de los americanos en P. R.

Pero los dominicanos no fican con eso.

El encanto estaba roto. Un sueño infausto tronchador de sus más caros ideales, derrambaba en ua instante el castillo de su fé en el Amado, y se veía incon>rendida, olvidada suplantada acaso por una rival desconocida y por lo mismo invenCIble: ... -

Y no eran caprichos de su imaginación ni visiones provocadas por la pasión en un exceso de celos. No, Guido mismo lo había dicho ana y mil veces en el sueño: Batuska, Batuska ¿cuando vendrá Batuska ?

Leda inmóvil, con sus ojazos verdes desmesuradamente abiertos buscaba en el espacio una idea salva. dora para poner fin á su tormento....

Y á fuerza de pensar hablaba sola....

Y el nombre fatal al salir de sus- labios le producía una sensación consoladora como haciendo menos fuerte la prisión de aquella idea en su cerebro. Batuska. Y es raro el nombre. Y debe ser muy bella. -Pero ¿cuando, donde la ha conocido y como en tan poco tiempo así lo ha dominado?

Y así hubiera continuado haciendo conjeturas si el campanillazo que anunciaba á Guído no la hubiera hecho salir de su abstracción.

A la hora de la siesta cuando apenas Guido había cerrado les ojos, sus labios se entreabrieron y de ellos salió como una evocacion el nombre odiado :Batuska'.

Aquello fué un resorte. Leda, como una gacela, saltó del lecho y fijó sus pupilas con tal fuerza en los ojos de Guido que le obligó á abrirlos:¡Leda, que me asustas, fué el grito que se escapó de su pecho al ver aquella faz descompuesta y aquellas dos lámparas enrojecidas, como hinchadas por lágrimas que no podían salir.

Leda, repitió ¿que pasa?

Lo que pasa es que me ahogo.

Que hace días que mi vida es un martirio y las fuerzas me abandonan. Que no puedo sufrir más oirte el nombre de esa mujer que me ha robado tu cariño; de esa sueca; ó polaca ó lo que sea que ha envenenado mi existencia para siempre y Guido incorporandose en el lecho á medida que aquel torrente de dolor se desbordaba solo podía decir: Leda, Leda ¿estás loca? ¿Robarte mi cariño..... ,? Ia Sueca?...... ¡¡Gran Dios habrá perdido la razón!!..

Leda ya no hablaba, había estallado en sollozos y á las preguntas de Guidu sólo contestabaá con movimientos de cabeza. Pero el nombre, Leda, ese nombre para que pueda yo creer que no estás loca.

Y como un insulto, como un desahogo, y casi como un aspóstrofe gritó á su marido el nombre que le roía el alma, Batuska Baruska.

Una sonora carcajada respondió á Leda que no salía de su estupor ante hilaridad tan importuna.

¿Conque Batuska te ha robado mi cariño? Es muy cierto que he pensado en ella día y noche y que he tenido mom :ntos de verdadera angustia, temiendo que no viniera á tiempo. Pero tranquilízate Leda, ni viene á matar tu dicha como supones, porque es demasiado buena, ni es polaca ni sueca. ... es sencillamente rusa....

La perplejidad de Leda iba en aum=nto no sabiendo compaginar aquella naturalidad alegre y sincera de Guido con e! sentido de sus últimas palabras.

Guido calló unos instantes para hacer pensar más sus frases, y tomando luego de la mano á Leda y conduciéndola hasta su despacho le dijo: Puesto que tanto te hace sufrir la de que poseo á Batuska y mañana abría de caer necesariamente en tus manos, me anticipo á entrezartela para que la encierres píe así lo que te ha martirizado en estos días.

Y tomando de su armario un préciose estuche lo entregó á Leda que al abrirlo vio un hermoso frasco de esencia que decía en alambre dorado Batuska .

Desde hace algunos días está en San jJuan la simpática señorita Carmelita Martinez, activa representante de nuestra revista en la ciudad de Humacao.

Le déseamos grata permanencia entre nosotros.

Aunque un poco tarde, enviamos á mnuestro querido amigo y distinguido compañero en la prensa, Sebastián Da!mau Canet, la más entusiasta felicitación por haberse unido á la bellísima cuanto simpática señorita Monsita Jimenez.

Para el nuevo hogar, santificado por ua amor purísimo, deseamos toda clase de felicidades.

Están en San Juan, pasando los días de vacaciones, las distínguidas señoritas é ilustradas profesoras de Mayagiiez, Emilia y Rosario Janer, á quienes enviamos en estas lineas un saludo cariñosísimo.

Han salido para Barranquitas con el propósito de pasar algunos días, los distinguidos esposos del Toro-Guillermety, prestigiosos elem :ntos de la alta sociedad capitaleña.

Coasignamos con - verdadera satisfacción que ha eatrado en el periodo de franca convalescencia, después de una difícil operación quirúrgica, nuestro amigo y colaborador Don Conrado Asenjo.

Venga en buena hora al seno de la iglesia católica, la nueva defensora de Cristo. = * +

En estos días, que son para todos de regocijoy alegría, pasan los queridos amigos doctor Queveda Baez y Luis Samalea Iglesias, por la pena de haber perdido á dos familiares queridísimos, padre y hermano respectivamente.

Saben los buenos amigos !qne compartimos con ellos la pena que los embarga.

*++

Acompañado de su bella esposa, está en Mayagiiez, donde se propone pasar las fiestas de Año Nuevo, nuestro amigo muy querido Rafael Pietrantoni.

L<es dessam»>s gratas impresiones. *=+

De Mayagiez recibimos dos notas á cual más grata: trátase de los esponsales de las bellas señoritas Lolita Mangual, y María Anto nia López, con los distinguidos jovenes Pachin Goazález y Pedro Arau, elementos valiosísim»s de la sociedad Mayaguezana. Eterna ventura les deseamos.

Ho»y ingresó en [a iglssia católica- recibiendo el agua bautismal, la miña Susana María hija de nuestros amigos estimadísimos, Celestino Benitez y Marina Rovira, de Juncos.

Apadrinaron el acto, que revistió gran solemnidad, el amigo don Darío y su alngelical kija Alejandrina.

En el vapor Legazpi, llegó á Puerto Rico don Pedro Arsuaga acompañado de su distiaguida esposa, después de pasar una larga temporada en Enropa

ViDA ALEGRE le envia un saludo _ afectuosísimo * ==

Nuestros buenos amigos los ilustrados profesores deggyRamón Rodriguez, don Ramón Sarriera v don Juan Cuevas. Aboy, han sido premiados en el cértamen pedagógico celebrado recientemente en Cabo Rojo.

Los felicit¡mos.

OR fin habia llegado el día ce Reyes, el día luminoso esperado por los puros corazones de los niños.

Parecía que manos inv sibles habían vertido sobre la Tierra la esencia de la Esperanza y la Alegría, pues en la atmósfera fiotaba un hálito de felicidad que pocas veces se deja sentir en la vida.

El buen sol, participando sin duda de la general alegría, no quiso ser menos y envió á la Tierra sus dorados rayos, y las flores, los pájaros y los niños, las tres cosas más bellas del mundo, creyérouse que la Primavera había llegado sin prévio aviso.

Así es que todo era hermoso en aquel día. En las calles, en los bazares, en los paseos, por todas partes veíanse padres sonrientes que soñaban con la felicidad que sus hijos iban á recibir de los Magos de Oriente aquella noche venturosa.

Las únicas protestas venían de las cigarras. Los muchachos del barrio habían arrasado con las yerbas del prado y los pobres insectos pasarían la noche á la intemperie.

Eu cambio dos palomas que se acariciaban en el alero de un tejado alargaban el cuello de vez en cuando para contemplar un cajoncito de yerbas que un rapazuelo de tres años dejó olvidado en el quicío de una puerta.

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