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RUTH MOABITA

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BIBLIOGRAFIA

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Por los trigales blondos, en fértil crecimiento, vuela un cálido soplo de amor. Es el verano que enciende el campo y pone sobre la flor del viento perfume, llama y beso, para el festín lozano.

Ruth lleva en las pupilas la gracia del momento, los labios mieles, en la ilusión lo arcano y, el fruto que mitiga miseria y sufrimiento, en el cerrado cofre florido de su mano ...

Humilde va acopiando la espiga del desecho, mientras Booz advierte que sus menudas huellas encaminadas vienen al fondo de su pecho ...

Luego será de noche, y Ruth traerá por ellas las ánforas nupciales para el agreste lecho, ante el discreto guiño que cambien las estrellas ...

Querella

Ay, jardinero, no te ilusiones con las primicias de tu rosal; mira que el viento guarda traiciones, aun en las ráfagas del terral...!

De nada sirven las precauciones: rústicas vallas, grueso cristal... El viento burla tus intenciones y es suyo el hálito del rosal

¡Ley que se cumple, muda y secreta, para la rosa que está sujeta el fresco ramo primav·eral... !

¡Ay, jardinero, que ley temida, tu mano planta, tu mano cuida, y el viento es dueño de tu rosal!

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