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DAVILA VIRGILIO

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BIBLIOGRAFIA

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No Des Tu Tierra Al Extraro

No des tu tierra al extraño por más que te pague bien. El que su terruño vende vende la patria con él.

Dios, el mundo concluido, tiróle un beso al azar; y el beso cayó en el mar, y es la tierra en que has nacido.

En ella formas tu nido, de amor rendido al amaño; ella un año y otro año te brinda con su tesoro; ella vale más que el oro.

¡No des tu tierra al extraño!

Mira sus campos. Arriba es ornato de la loma la breve y fragante poma del café, púrpura viva.

Fruto que la men_te aviva y es del criollo sostén al par que orgullo. Si hay quien , extraño, quiera tu suelo, que no se colme su anhelo por más que te pague bien .

De sus llanos la grandeza admira la gente extraña. En ellos canta la caña la canción de la riqueza.

Como una enorme turquesa allá el tabacal se extiende.

¡La imaginación se enciende ante ese cuadro admirable!

¡Qué bajo y qu é miserable el que su terruño vende!

En la playa el cocotero, con su penacho elegante , es asombro al navegante y tentación al logrero.

No des por ningún dinero tu pedazo de verjel, que eres tú patriota fiel y de legítimo cuño , y el que vende su terruño • 1ende la patria con él.

Amor

Ama a la flor la gota de rocío; al suelo mira con amor la estrella, y en él dejando su amorosa huella, va a:l río la fuente, va a la mar el río

Ama la yedra al murallón sombrío ; a ma al doncel la púdica doncella , y un ósculo de amor es la centella, que dos nubes se dan en el vacío.

Quiere romper la cárcel que lo encierra, cuando en las noches iracundo brama , el mar, que siente amores por la tierra ; hace el éter caricias a la llama, como el árbol al sitio en que se aferra ...

¡Todo es amor. ! ¡El Universo ama!

EL TEMPLO ESTABA SOLO ...

El templo estaba solo. La luz de la mañana en coro, altar y nave sus rayos difundía. Yo penetré en el templo. Pura como Susana, tierna como Julieta , la Amada me seguía. Como entreabºiena rosa de pétalos de grana, su boca de los cielos la visión me ofrecía, Y en un ósculo ardiente, ¡oh, dicha suprahumana! subió mi alma a la suya, bajó su alma a la mía.

¿Profanación? ¿Locura? ¿Insensatez acaso?

¿Sacrílego desprecio del Dios que el mundo rige?

¡Mezquina la conciencia que tal error proclama!

¡Para el sol del espíritu no hay en el templo ocaso!

La Amada a Dios bendijo, yo también lo bendije, Y EL sonrió del cielo ... ¡porque Dios también ama!

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