La Escalera (feb. 1972)

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VOL. VI-NUM. 1

DE 1972 FEBRERO


Notas y comentarios La historia continua y la lucha por la liberación nacional de Puerto

Rico

cobra

nuevas víctimas, de todas las latitudes,

de todos los rincones del planeta. Esta vez ha sido el compañero Jorge Nogales, condenado por un tribunal

colonial a cumplir una condena máxima de 8 años de cárcel

con trabajos forzados. Como otras veces han burlado hasta la misma legalidad.burguesa; su legalidad. Y creen que de esta forma podrán detenernos, terminar nuestra esconder —porque no enterrar nuestra existencia.

lucha,

Una vez más con dolor, pero con orgullo volvemos a enviar a otro compañero nuestra solidaridad militante en estos

momentos difíciles, y a recordarle que su sacrificio no es

vano, que la lucha continúa tesoneramente... -y que victoria final es ineludiblemente nuestra.

Tras prolongada

dolencia

Doña Haydée Caballero querido

ESCALERA

amigo

y

la

falleció varias semanas atrás

de Aponte,

compafiero,

lamenta el sensible

madre

Samuel

de nuestro Aponte.

fallecimiento

LA

de Doña

Haydée y extiende el sentimiento de su pesar a los deudos de la finada, particularmente a nuestro compañero Samuel.


LA

ESCALERA VOL. VI

NUM.1

Consejo de Redacción Samuel A. Aponte (ausente)

Guillermo J. Bobonis Eugenio Cuebas Arbona

Ani Fernández Georg H. Fromm Gervasio L. Garcia Juan A. Lara

Richard

Levins (ausente)

Jorge López

(ausente)

Juan E. Mestas (ausente) Carlos Quesada José A. Quiles Carmen I. Raffucci Por la unidad patriótica (páginas 4, 6, 11 y 24)

Emplanaje Rubén Ramirez

Este Número...

Dirección Postal

Editorial

Publicaciones

La urgencia de la unidad

Apartado 22576 Estación U.P.R. Río Piedras,

Por la unidad patriótica hacia el frente amplio

Por: Eugenio Cuebas Arbona

Por la unidad de las fuerzas independentistas Por Georg Fromm De Georg Fromm a César Andreu

Geranisam

11 23

Puerto Rico

00931

32

Suscripción anual; $4.uU Por favor envie su -heaue o giro postal anombre de;

El nuevo disco de Roy Brown

42

Publicaciones Geranisam y

Lenin y la América Latina El movimiento obrero en Chile

45

Fecha de cierre de este número

»

Fidel en Chile Reseñas

Portada Rafael Rivera Rosa

LA ESCALERA

15 de febrero de 1972 ml

es una revista editada y publicada por Publicaciones Geranisam. Las opiniones expresas en los

artículos firmados son las de los colaboradores y no necesariamente las de la revista: éstas aparecen en los editoriales. Se

permite la reproducción penca! o total de los artículos originales para LA

procedencia.

A

En

ESCALERA,

mar

que se indique su


EDITORIAL La urgencia de la unidad El crecimiento a pasos agigantados del independentismo en

posibilidad

de

hacer

una

demostración

de

fuerza

en

Am

los últimos años generó un gran entusiasmo y confianza en las propias fuerzas evidenciados, sobre todo, en la marcha del 12 de septiembre contra los gobernadores norteamericanos. La

las

elecciones coloniales cobró realidad por primera vez en mucho tienpo y fue, sin duda, una de las razones que llevó al liderato

del entonces MPI (ahora PSP)a revisar su posición de huelga electoral. Ese optimismo general y otros factores no menos

4 o

(

importantes (como, por ejemplo, el que el PIP iniciara un viraje hacia la izquierda y adoptara como estrategia

fundamental la lucha diaria en torno a problemas específicos: Culebra, el rescate de tierras, etc.) propiciaron una unidad en la base de las principales organizaciones independentistas que parecía destinada a acabar con la rivalidad y el recelo de otras épocas.

Es lamentable que el entusiasmo y la genuina aspiración unitaria de los militantes del PIP y del PSP se centraran casi

exclusivamente en la posibilidad de la participación conjunta en las elecciones

de este año.

Sin quererlo, los únicos dos

partidos independentistas que pueden aspirar a convertirse en organizaciones de masas”le han adjudicado, aunque por distintas razones, una importancia que no tienen a las elecciones. En ese sentido, ambos han cultivado ilusiones electoreras.

Y es lamentable, además, porque la incapacidad de ambas organizaciones para ponerse de acuerdo sobre ese particular no

ha dejado de producir efectos desmoralizadores en muchos independentistas. Si el PIP acudiera a los-comicios sin el apoyo del PSP, o peor aún, con su ovosición activa, y los resultados

fueran insatisfactorios, cundiría el desaliento en perjuicio de la

- lucha en general.

:

Creemos, sin embargo, que todavía es posible fraguar un: frente unido que acuda a las elecciones pero que trascienda el

marco estrictamente electoral. En nuestro editorial anterior señalábamos

que

no

se

han

planteado

obstáculos

fundamentales a la formación del frente y que no hay en lo expresado por el PIP y el PSP ninguna dificultad que nó pueda salvarse con franqueza y buena fe. Desde entonces sólo una

cosa ha cambiado:

ahora se hace más urgente deponer las

actitudes intransigentes e intentar el acercamiento.

De lo contrario, el PIP y el PSP parecen abocados a una lucha

fratricida - cuyos

efectos,

demás

está decirlo,

serían

desastrosos para la lucha. Si persiste el PIP en su consigna de - “con un partido basta,” y el PSP con la suya de “Frente Unido o cero voto,” (“cero voto” a secas, dentro de poco tiempo),

será inevitable el enfrentamiento desde bandos rivales en el año

|


eleccionario de los mismos militantes que dieron la nota de

unidad, combatividad y disciplina el 12 de septiembreen Isla

Pero hay más. Un independentismo dividido no sería capaz de detenr el avance del anexionismo y liquidar las ilusiones autonomistas. Uno de los principales argumentos a favor de la participación en las elecciones de este año concibe al movimiento independentista como una corriente capaz de atraer el voto descontento que, animado por el afán de “tumbar a Ferré” iría a nutrir al desprestigiado Partido Popular Democrático en ausencia de una alternativa válida. Difícilmente

puede

pensarse

que esos votantes se sentirían

atraídos por lo que a sus ojos sería una olla de grillos. Finalmente, los resultados de una pugna entre el PIP y el

PSP

serían

sectarismo

negativos lleva,

para

las

orgnizaciones

a la larga, a la pérdida

mismas.

El

de contacto con el

pueblo debido al encerramiento de las organizaciones en sí mismas. Además, dos partidos en constante movimiento hacia posiciones más avanzadas, más útiles a la lucha, tienen mucho

que ganar del contacto constante entre sus militantes en la realización de las tareas diarias. Por si fuera poco, la diferencia entre el PIP y el PSP en cuanto a la cuestión electoral podría extenderse a otros campos, dificultando la acción conjunta en lo que después de todo es lo más importante de la lucha: las campr ñas de masas. Evitemos, pues, la confusión. Las ciertas —por lo menos

las que se celebrarán este año— no son vitales para la nueva lucha

ni

para

las

organizaciones

independentistas.

El

crecimiento del independentismo se ha debido a la labor ardua y

cotidiana

expresada

de

organización

en campañas

y

movilización

del

pueblo,

exitosas (contra el Servicio Militar

Obligatorio, contra la Marina en Culebra, por la defensa del patrimonio minero, etc.); ellas han dado su vitalidad a la nueva

lucha y no las victorias electorales, que- nunca las ha habido. Nomporta

qué

esperanzas

se

cifren

en

las elecciones de

noviembre, sus resultados no pueden ni deben afectar el ánimo. de los militantes de la nueva lucha. La tarea principal del nuevo frente unido que vislumbramos sería proseguir fomentando el crecimiento del

independentismo a través de campañas unitarias en esas áreas mencionadas y én otras, como la organización sindical y la

reivindicación de los derechos de la mujer. El PSP anunció recientemente su determinación de reanudar e intensificar la

- campaña contrá el SMO y el PIP ha iniciadg otra contra el + pulpo de la ITT. As verdadera unidad Inoepeapencias,

Fo

y

o

es

a

independentismo en los últimos años. Ello de por sí solo sería contraproducente. .

a

desarrollándose equivale a dar marcha atrás a lo que podría" haber sido uno de los logros más importantes del.

AS

Verde. Truncar el proceso de unidad por la base que venía


Por Eugenio Cuebas Arbona La lucha de independencia se enfrenta en estos momentos a dos graves problemas: 1) el fracaso de las gestiones para la formación de un acuerdo entre el Partido

Independentista. Puertorriqueño

y el Partido

Socia-

lista Puertorriqueño (MP1) con miras a la participación unida de ambas colectividades en los comicios electorales del próximo noviembre y el peligro creciente, casi inminente; de que ambos partidos se enfrasquen en una aguda lucha partidaria, casi fratricida; 2) la encerrona en que ha caído el Partido Socialista Puertorriqueño, que amenaza

frenar el continuado crecimiento de éste, aislar-

lo de sus aliados naturales inmediatos, los pipiolos, y colocarlo en una posición muy vulnerable a las embestidas represivas del imperialismo norteamericano. Aparte de lo que esta crisis tiene de negativo y omi-

noso para el desarrollo global de la lucha de independen-

cia en el futuro inmediato, la presente crisis debe ser abordada desde la perspectiva de los objetivos estratégicos que debe plantearse el patriotismo puertorriqueño en la actual coyuntura histórica y de la correspondiente línea política estratégica que debe poner en práctica para la consecución de aquellos objetivos.

La victoria en la lucha por la independencia depende, de manera decisiva y vital, de la unión de las grandes capas populares del país en torno a un programa amplio de afirmación y salvación nacional. La estructuración de este amplio frente popular anticolonial y antiimperialista debe ser,en mi apinión, el objetivo estratégico a largo plazo del independentismo puertorriqueño. Para el logro de este objetivo, es requisito previo 'indis-

pensable el acuerdo, el entendido o la alianza de las fuerzas principales del patriotismo nacional, a saber, el Partido Socialista Puertorriqueño y el Partido Independentista. Sin esta alianza no puede darse el más am-

plio frente patriótico capaz de organizar y movilizar'a las . amplias masas de la población y .conducirlas a la victo-

, ria en la luchai contra el coloniaje y el imperialismo. La AE

y formalización. de una estrecha y sólida alianza entre los

6.

sectores decisivos del patriotismo nacional debe ser, por consiguiente, el objetivo estratégico a corto plazo del independentismo puertorriqueño. He dicho que a unos objetivos estratégicos corresponde una particular línea política estratégica. Si el objetiyo estratégico a corto plazo debe ser la consolidación de una sólida alianza entre los sectores decisivos del patriotismo nacional y el objetivo estratégico a largo plazo la formación de un amplio frente popular anticolonial y anti-imperialista, ¿cuál debe ser la línea política estratégica para alcanzar el objetivo a corto plazo y cuál la línea estratégica para alcanzar el objetivo a largo plazo? Corresponde

al

Partido

Socialista

Puertorriqueño,

por su más alto desarrollo ideológico y político, la función principal en la formulación de una acertada línea política que conduzca a la estructuración de una sólida alianza entre el PSP y el PIP, que como hemos dicho, es la tarea inmediata que se le plantea al'independentismo para el logro ulterior del frente patriótico nacional. Pe. ro al elemento verdaderamente socialista, verdaderamen-

te de izquierda en el PIP, corresponde también una fun-

ción muy importante en la realización de este objetivo. Por su naturaleza pequeñoburguesa,

por

su hetero-

geneidad y composición social, por ser un partido que -en cierta manera

es una

alianza

de

clases, en el PIP

se

manifiestan tres tendencias definidas. Un ala conservadora, vacilante, inestable, refractaria al socialismo; asustadiza, propensa a caer en el anticomunismo; inclinada a la conciliación, en momentos de crisis de la lucha, con el

imperialismo y contraria a todo acuerdo o entendido con el PSP. Por otro lado tememos el sector centrista, tam- * bién vacilante e inestable, ideológicamente fluído, pero en rápido tránsito hacia posiciones ideológicas y políticas más radicales; hasta cierto punto liberado ya del anticomunismo y de las corrientes conciliatorias con el imperialismo y que vacila entre aceptar o no el acuerdo o alianza con el Partido Socialista. La tercera tendencia la representan los elementos radicales, que no rechazan la - Tucha de clases, y el socialismo verdadero, repudian toda conciliación con el imperialismo y el oportunismo y son


MO

- Una base de continuidad, mediante un trabajo sistemático, metódico ' y sin desmayos.. Esta estrecha ligazón de los militantes y. cuadros- de anchas colectividades acele. rará el proceso de radicalización en el PIP, el proceso de

aislamiento y liquidación del ala conservadora en esta colectividad y fomentará € impulsará la emergencia de la coalición radical- centrista como. Aueraa dominante

en

cuartel debe librarse en ambas colectividades contra to-

da clase de manifestaciones sectarias y dogmáticas, que

AR

dicho partido. —-' A Debe estar claro :que los exchilos principales que obstáculizan y frenan la implementación de esta conducta son el dogmatismo, el sectarismo y el estrecho y mezquino espíritu de partido, vicios que se manifiestan todavía tanto en el PIP como en el PSP. Una lucha sin

tanto daño le hacen:a la lucha de independencia en ge-

neral y a la consecución de la unidad de las fuerzas patrióticas. Otro aspecto o rasgo importante de esta línea de ac-

ción debe ser una correcta aplicación del principio de la crítica y la autocrítica en el debate ideológico. No ayu-

da en nada, a la unidad de las fuerzas patrióticas, al

E

4

$;

yeBE

desarrollo de los elementos rezagados, que la crítica, que siempre debe hacerse en un plano alto, fraterno y

cordial, no vaya acompañada de la autocrítica. A pesar de las posibilidades

. Hemos hecho una descripción, a vuelo de pájaro, de las tres corrientes o tendencias políticas que se manifiestan en el PIP porque no podría formularse una co-

rrecta línea política, para la realización del objetivo a (la estructuración de

una alianza entre el PSP y el PIP)

sin el conocimiento

de las tendencias internas que batallan en el PIP, refle-

- jo de la lucha de clases que se libra en la sociedad.

Debe ser claro, pues, para todo el mundo, que para la consecución de la alianza o el acuerdo entre el PIP y el PSP, la conducta de éste último debe estar orientada a 1) aislar el ala conservadora de esa colectividad, 2) neutralizar las vacilaciones del centro y 3), propiciar una ac_ción concertada entre este sector y el sector radical, de . suerte que sea esta coalición del sector radical con el ala

.centrista la que emerja como fuerza predominante en la

colectividad. Es evidente también que el ala radical del

PIP debe adoptar esta misma línea ¿En qué consiste esta conducta? gos principales? El fundamento, el _esta-conducta, debe y tiene que ser

que- se abren

para

el

desarrollo impetuoso en el futuro cercano de la lucha re-

partidarios de la alianza conel PSP.

corto plazo del independentismo

estupendas

de acción. ¿Cuáles son sus rásrasgo principal de la aplicación correc-

-ta del principio . de la unidad en la acción, en todos los

niveles, pero principalmente por la base, (en los muni- cipios, comunidades, fábricas, talleres' y planteles), en. torno. a issues concretos y Eee del pueblo y sobre

volucionaria bertador,

por

la independencia,

visto de conjunto,

otras, por esta razón,

el movimiento

es todavía débil.

Si no

lipor

las relaciones entre los partidos

patrióticos y entre los cuadros y militantes de las colectividades independentistas, deben estar reguladas ' por normas de cordialidad, fraternidad y respeto mutuo. Lo

cual no excluye, en forma alguna, el debate ideológico, indispensable para el continuado desarrollo de unos y otros, para la depuración constante y.el constánte fortalecimiento de la lucha de independencia. ' .Resumiendo

lo dicho sobre cuál debe ser la línea

política o conducta para el logro del objetivo a corto plazo del independentismo en estos momentos, (a saber, - el acuerdo o la alianza entre las fuerzas patrióticas decisivas), encontramos que esta. conducta debe estar orientada a aislar el ala conservadora del PIP, a neutralizar.

las vacilaciones: y las inconsecuencias del ala centrista

de esta colectividad y a propiciar una acción cóncertada entre este sector y el sector radical, a los fines: de. que sea esta coalición del séctor radical con el sector centrista la

que emerja como fuerza o corriente política .predominante en el PIP. Aislada o: reducida ala impotencia e. ala conservadora en el PIP, fortalecida el: ala radical” y :

neutralizado el sector centrista, 'se abrirían. avenidas -=mlisimmas: pi ara” la realización de la ep el. a

aEs e


a votar y del otro, el PSP, votar.

No puede haber duda

exhortándolo

a abstenerse y

de

alguna de que este dió

tendrá efectos adversos para la lucha de independencia, tanto a corto como a largo plazo. Veamos algunas de las consecuencias negativas esta lucha:

de

(a) Debe ser evidente para todos que ni el PIP ni el "PSP podrán aprovechar al máximo - ceso electoral.

(b)

el presente pro-

El pesimismo, el fatalismo y el derrotismo cobrarán incremento en el pueblo patriota y en los sectores puertorriqueñistas y antiasimilistas. Estos. sectores,

que podrían ser sacados de la órbita del reformismo

autonomista

y colocados

en la órbita

del inde-

pendentismo de cuajarse la unidad entre el PIP y el PSP, permanecerán a la cola del reformismo.

- (c) Muchos independentistas de bajo desarrollo ideoló-

gico y político votarán con el Partido Popular, porque verán en este partido una alternativa real para derrotar o debilitar el Partido Nuevo Progresista.

Otros votarán por el Partido del Puebio. (d)

y PSP. Hemos visto, asimismo, que para el logro de estos objetivos es indispensable aplicar correctamente la política de unidad en la acción; dar batalla resuelta,

La confrontación entre el PIP y el PSP producirá enconos muy hondos; ahondará la división del pueblo patriota; frenará y obstaculizará el desarrollo de un amplio programa de acciones conjuntas en torno a issues concretos tanto a nivel local como a nivel nacional; aislará al PEP de sus aliados. naturales in-

y la autocrítica en el debate ideológico, el cual deberá inantenerse en un plano alto y elevado; y fomentar unas

mediatos, los pipiolos; alimentará el sectarismo de izquierda en el PSP; fortalecerá la corriente oportunista y de derecha en el PIP; obstaculizará y retardará el proceso de neutralización de la tendencia conservadora, conciliadora y antisocialista en el PIP;

relaciones

fomentará el surgimiento de tendencias aventureras

tanto

en el

PIP

como

en el PSP,

a las influencias

dog-

máticas y sectarias y al espíritu estrecho y mezquino de

partido; aplicar correctamente el principio de la crítica

cordiales

y fraternas

entre

que luchan por la independencia. Volvamos ahora al problema

las colectividades

inmediato

que

con-

fronta el patriotismo nacional en estos momentos: el tranque en las discusiones unitarias entre el PSP y el

PIP; el rechazo por el PIP de la propuesta del. PSP, la conclusión del diálogo por parte del primero y como

contramedida a esta actitud, el replanteamiento de la posición de huelga electoral por el PSP. Á menos que 'una creciente presión por parte de la militancia y la base fuerce a las dirigencias de ambas colectividades a reexaminar con espíritu crítico y objetivo el problema y a recomenzar las conversaciones con

en los sectores ultraizquierdistas del PSP; frenará la lucha por erradicar el sectarismo y el dogmatismo tanto en el PIP como en el PSP,

(e) Hemos señalado que como resultado de la contienda que producirá el choque de las dos líneas electora-

les, el PSP quedará aislado de sus aliados naturales inmediatos, los pipiolos. Esto representa un grave peligro para el PSP, que en modo alguno debe ser

minimizado o subestimado. Pero no sólo representa un grave peligro para el PSP. A largo plazo puede representar un gran peligro para el PIP. El aislamiento del PSP lo colocaría en posición muy vul-

ánimo positivo (cosa que no parece probable), veremos

nerable a los ataques del gobierno- colonial y del

muy pronto al PIP y al PSP enfrascados en una enconada contienda. Esta lucha se agudizará y podrá alcanzar

imperialismo. Este podría verse. tentado, sacando ventaja del aislamiento del PSP, a descargar fuertes. golpes represivos contra los socialistas. La táctica

niveles insospechados a medida que se aproxime el día de las elecciones. De un lado el PIP lamando al pueblo

del imperialismo en este caso podría ser la de desa-


(1)

tar su furia represiva contra el PSP primero y volverse luego contra el PIP. Claramente se ve que el debilitamiento de un partido lleva el debilitamiento del otro. Como la corriente general de opinión es la de participar en las elecciones y no hay, en el presente, la más remota posibilidad de que la consigna de huelga electoral pueda prender en las masas, el PSP sufrirá una derrota táctica si postula la línea política de huelga electoral. Si bien es cierto que varios mi-

llares de independentistas, respondiendo

a la con-

signa

no

del

PSP,

se

abstendrán

de

votar,

menos

cierto es que la mayoría de los independentistas votará con el PIP. Este podría llevar una fracción par-

lamentaria a la legislatura colonial y emergería de las elecciones, ante lo sojos del pueblo, como el sector más fuerte del independentismo.

Esto, de por sÍ

no es malo, es bueno. Lo malo es que se realice a costa del estancamiento o el debilitamiento del PSP, ya que el fortalecimiento de ambas organizaciones, su crecimiento y desarrollo, son necesarios para el progreso de la lucha de independencia. (8) En términos de las perspectivas para la estructuración de un amplio frente patriótico en los próximos pocos años que precipite la crisis del régimen colonial y nos conduzca a la independencia (aunque sea ésta una independencia mediatizada o una república bananera), ¿cuáles serán las consecuencias de la confrontación entre el PIP y el PSP durante el actual proceso electorero colonial? ¿Cómo afectará

TRIA ES |TN oca

rar se

este choque a esas perspectivas?

Antes de dar respuesta a esta pregunta conviene que examinemos, sin adentrarnos mucho en el examen, el panorama político del país con el objeto de determinar hacia dónde apuntan los acontecimientos y qué posibilidades se presentan para la ampliación de la lucha anticolonial y libertadora. Todo tiende a indicar que mediante el máximo aprovechamiento de los aumentos en salarios obtenidos por los trabajadores agrícolas, los maestros, la burocracia

gubernamental, del bono anual, etc. y la utilización masiva de “enormes recursos monetarios, el Partido Nuevo Progresista habrá de ganar las elecciones del próximo noviembre. La ineptitud del liderato del PPD, la incapacidad lastimosa de este partido para canalizar el creciente

descontento

popular,

prácticamente

asegu-

ran la victoria electoral del PNP. Con el triunfo de este partido se producirá inevitablemente un realineamiento de fuerzas y posiciones en el reformismo autonomista, disenciones y divisiones en el Partido Popular. Algunos sectores de la gran burguesía que controla el PPD tratarán posiblemente de utilizar la táctica del Caballo de Troya e intentarán barrenar desde dentro el anexionismo novoprogresista. Consigo arrastrarán a sectores de la pequeña burguesía y de otras capas del puéblo influidas ideológicas y políticamente por el reformismo. Pero no puede subestimarse la posibilidad de que algunos sectores y estamentos de la pequeña burguesía reformista, respondiendo al estado de efervecencia de las masas y


presionados por la creciente crisis económica, pudieran salir al tablero político con un programa de algún contenido puertorriqueñista y anticolonial, reagrupándose

dial y amistosa, hacía el PIP. La campaña del PSP,

bajo la cobija del PPD o enarbolando bandera aparte.

munidades pobres. La organizaciós del partido debe tener primacía sobre la campaña electoral pero en modo alguno debe subvalorarse ésta. Y deben los socialistas tener un claro entendimiento de la importancia que tiene la participación del partido en las elecciones y lo que es más importante aún, que este realice su propia, independiente campaña electoral. Creemos que el PSP debe exhortar al pueblo patriota y a las masas en general a votar por el PIP, explicando a las masas cuidadosamente lo que deben esperar y lo que no deben esperar de la participación en los comicios y explicando que lo fundamental ahora y siempre

Muy atento al estado de ánimo de las masas y temeroso de que el independentismo pueda canalizar el descontento popular, podría un reagrupamiento de fuerzas políticas dirigido por estos sectores de la pequeña burguesía plantearse la conveniencia y la necesidad de pedir una “República Asociada” o algo por el estilo (mediatizada y sometida al imperialismo) pero con personería jurídica

internacional,

etc.

De surgir esta situación, una pujante coalición independentista podría empujar esas fuerzas políticas a posiciones más radicales e incluso a la formación de un frente amplio por la independencia, aunque esta fuera bananera. (Estoy seguro que más de un lector independentista debe estar ya echando

pestes sobre mi persona,

calificándome de vendido, traidor y otras lindezas ¿Una república bananera? ¡Increíble, escandaloso! Pierden de vista estos compañeros que en las actuales circunstancias del desarrollo de la lucha de independencia y de la lucha de clases en el país, no hay posibilidades para la república

popular

o

socialista

y

por

tanto,

no

se

la creciente

radicalización

de las masas,

particu-

larmente de la clase obrera, y por la agudización de la crisis económica, el PPD se vería plagado de disenciones y luchas internas. Si a esto se suma la evidente incapacidad de este partido, por razones de clase, para implementar y poner en práctica un programa amplio y avanzado

de

reformas

sociales y políticas,

no puede

ser otra que este partido desembocaría

la conclusión

en la

división aún cuando hubiese ganado las elecciones. A

la

luz

de

las

anteriores

conclusiones,

ma actual de organización del partido en fábricas y co-

es la lucha de masas. No debe exigir nada el PSP a cambio de su apoyo condicionado al PIP. Ni en la legislatura, ni en las asambleas municipales, ni en términos de programas, etc.” El PSP se reservará el derecho, que ejercerá con ponderación, pero con firmeza, de mantener una actitud crítica frente al PIP. Las ventajas de esta línea de acción son la siguientes:

nos

plantea, como tarea práctica inmediata la república socialista. (Lo que en modo alguno excluye la necesidad de la agitación socialista y la educación en el espíritu del socialismo de cuadros y militantes) . Por otro lado, asumiendo que triunfara el PPD en los comicios del presente año, el triunfo de esta colectividad sería por estrecho margen. En estas circunstancias, presionado por la oposición penepeísta e independentista, por

claro está, estará íntimamente entrelazada a su progra-

considera-

mos que el Partido Socialista debe adoptar la línea política que a continuación, de manera muy esquemática, esbozamos:

Participar en las elecciones de este año. Descargar los golpes principales de su acción agitativa y propagandística contra el PNP y el PPD, que son los enemigos principales del pueblo y de la independencia en estos momentos. Diferenciar el tono y la intensidad del ataque contra el PNP y el PPD del tono y el ataque contra el Partido del Pueblo. Actitud crítica firme, pero cor-

1)

Evita la guerra fratricida entre pipiolos y socialistas.

2)

Permite que continúe desarrollándose el principio de unidad en la acción, en todos los niveles, pero principalmente por la base, entre pipiolos y socialistas, 3) No se le podrá regatear al PSP parte del crédito por la votación que obtenga el PIP. 4) Los socialistas, ligados estrechamente a los pipiolos en el proceso electorero, podrán contribuir más eficazmente al desarrollo ideológico y político de centenares de cuadros y militantes

del

PIP, completando

a su vez su propio aprendizaje y desarrollo ideológico, mediante las ricas experiencias que el trabajo conjunto producirá. 5) Los socialistas aprenderán cosas útiles relativas a la mecánica del proceso electoral: funcionarios, reglamentos, colegios, listas, etc. 6) Las relaciones entre socialistas y pipiolos se consolidarán por la base. Esta relación por la base ayudará poderosamente en la tarea de neutralizar los sectores conservadores del PIP. 7) La unidad en la acción con el PIP ayuda a combatir

el desarrollo de tendencias oportunistas en el PIP

y tendencias aventureras y ultraizquierdistas en el PSP. 8) Abona el terreno para una más sólida alianza entre el PSP y el PIP después de las elecciones. Esta alianza es la base indispensable, como hemos dicho, para un posible frente amplio patriótico en los próximos años.


e

Por la unidad de las fuerzas

independentistas Por Georg H. Fromm Al comenzar el 1972, el panorama político independentista sigue dominado por el impasse-en las negociaciones entre el MPI (PSP) y el PIP en torno al frente unido electoral. Las declaraciones hechas recientemente por

tarias durante

líderes emepeístas,

A primera vista, resulta incongruente que una organización política que apenas había reconocido la conveniencia de la participación electoral en 1972 se proponga ahora desatar una campaña de huelga electoral. La incongruencia se dramatiza al plantearnos el problema: ¿cómo se podría justificar ahora un boicot electoral? No se podrían usar los argumentos tradicionales (que las elecciones son coloniales, que no deciden nada, que son meramente un carnaval publicitario, etc.) : pues el liderato emepeísta los conocía a perfección (ya que los había

tanto en actos públicos

a Hostos en Mayagúez, por ej.) CLARIDAD,

(el homenaje

como en las páginas de

constituyen un nuevo episodio en la dispa-

ratada historia del frente unido. En estas declaraciones, el MPI (PSPS no sólo reafirma la consigna, “Unidad o Cero Votos”, aprobada en su asamblea de noviembre pasado, sino que ya comienza a dar por sentado que no se logrará un acuerdo unitario y que los emepeístas llevarán a cabo una campaña de huelga electoral en 1972. Así, por ej., en su artículo, “Las Elecciones: Un Reto” (CLARIDAD,

16

enero

72),

Manuel

de

J.

González

afirma rotundamente: “Por eso el PSP a partir de febrero comenzará la campaña de “Cero Votos” . Creo que esto es un desacierto político que merece un examen detenido no sólo por ser el disparate más reciente, sino también porque su análisis permite entrever las causas reales del estancamiento de las gestiones uni-

los últimos meses.

I. Anatomía de una Consigna

usado

en ocasiones anteriores) y, a pesar

de ello, llegó

a la conclusión de que convenía participar en los comicios de 1972. Por otra parte, no ha ocurrido en los últimos meses ningún cambio fundamental en la situación

del país que pudiera justificar un viraje de 180 grados en la política del MPT (PSP) toral.

respecto a la cuestión elec-

11


Lo único que ha sucedido es que el liderato del MP1 (PSP) no ha podido llegar a un acuerdo unitario con

sus colegas

del

PIP.

Parecería

que

esto

no

ofrece

suficiente base para justificar un cambio drástico de táctica; no obstante, eso es precisamente lo que trata de hacer el MP1 (PSP), erigiendo toda su argumentación sobre el simple hecho de que se han frustrado sus gestiones unitarias. El

temor

la peculiaridad

del

razonamiento

emepeísta,

conviene examinarlo en sus textos originales. La resolución aprobada en la asamblea de noviembre pasado afirma: El

PIP,

temor al ridículo. El alegato del en esencia, a dos aseveraciones:

MPI (PSP) se reduce, sin frente unido, el

PIP —y con él, la independencia—, hará el ridículo en los próximos comicios; y el único antídoto para ello es la huelga electoral. l Fs curiosa esta argumentación.

al ridículo.

Dada

Se desprende claramente de estos textos que el razonamiento emepeísta gira fundamentalmente en torno al

por

sí solo,

no es el

instrumento

adecuado

para canalizar eficazmente el extraordinario potencial de nuestra lucha, como tampoco podría serlo

En primer lugar:

al

destacar como preocupación central el problema del ridículo, los emepeístas, sin proponérselo, están haciéndose eco en cierta medida de la propaganda del régimen, que siempre ha alegado en el pasado que los independentistas, como

no son

más

de cuatro gatos,

se abstienen

de

participar en las elecciones para no hacer el ridículo. En segundo lugar: aún si aceptamos como problema principal la necesidad de “salvar la independencia del ridículo”, parecería que una campaña de huelga electoral por parte del MPI (PSP) sería el remedio menos in-

el PSP en forma individual. Ninguna de ambas organizaciones por sí sola tiene la capacidad organi-

dicado. Veamos.

sativa

ciones de 1972 y los emepeístas no pueden evitar que lo haga, a no ser que pretendan fusilar en masa a los pipio-

para

movilizar

los

recursos

necesarios

para

dar la demostración de fuerza de que es capaz el independentismo

en este momento.

No

podemos

dar-

nos el lujo de conducir al independentismo en forma fragmentaria a las próximas elecciones y de que

hagamos el ridículo en éstas. La participación independentista en las elecciones sólo se justificaría en un frente unido. (CLARIDAD, 5 dic. 71) Abundando sobre el particular, Juan Mari Brás comenta:

Entendemos que el PIP no es un instrumento adecuado para canalizar electoralmente la pujante fuer-

za independentista

de hoy y que —de no lograrse

la creación de ese instrumento adecuado a tiempo para realizar la campaña masiva que requiere el momento— es contrario a los mejores intereses de

la independencia que participemos en las próximas elecciones. Nosotros no vamos a ayudar a que la independencia haga el ridículo en los comicios .

Como

vanguardia,

tenemos

que

garantizar

que

el

error de un partido no se convierta en revés funda-

mental

para

la lucha

de

ral. Por su parte, M. de J. González de la siguiente forma:

independencia

en gene-

sintetiza el argumento

sonancia popular, hipotecando el futuro de la lucha, con una probabilidad casi en cero de evitarlos. Por eso el PSP a partir de febrero comenzará la campendencia del ridículo.

los. El MPI (PSP) tampoco tiene la capacidad necesaria (los recursos humanos, materiales y organizativos) para

desarrollar una campaña de boicot de tal magnitud e in-

tensidad como para eclipsar totalmente la actividad electoral pipiola en 1972 (aparte de que el régimen probablemente se ocupará también —a su manera y por sus razones particulares— de destacar públicamente la participación del PIP en las elecciones) . Es decir: gústele o no a los emepeístas, la causa independentista (a través del PIP) estará involucrada, ante los ojos del pueblo, en la contienda electoral de 1972. Si ésa es la situación, y si de lo que se trata es de

“salvar la independencia

del ridículo”,

lo peor que

po-

dría hacer el MPI (PSP) es desatar uha campaña de huelga electoral, pues eso sería minar la campaña del PIP, restarle votos y, por ende,

causa

hagan

un

contribuir

a que el PIP y la

ridículo en los comicios de noviembre

próximo. Es decir: si fuéramos a tomar en serio la preocupación que se expresa en la argumentación emepeísta,

tendríamos que concluir que el MPI (PSP) debería pasar por alto las actividades tercas o intransigentes del lide-

rato del

Sin frente unido, que hasta ahora es lo más probable, participar sería correr los riesgos de quedar marginados en una campañita aparte, sin eco ni re-

paña de “Cero Votos”, tratando

El PIP está comprometido a participar en las elec-

PIP

y prestarle

su apoyo

en la campaña

elec-

toral. O de no ser esto posible —por resultarle demasiado

antipático

a los emepeístas—

abstenerse

de entorpecer o fastidiar el esfuerzo de sus

compañeros

deberían,

por

lo

menos,

Los líderes emepeístas no son

torpes,

pipiolos.

Las causas reales.

de salvar la inde-

(CLARIDAD,

16 enero AD

Ahora

bien.


das: sería aparecer desempeñando una función pura: mente negativa, de sabotaje y destrucción del trabajo de otros compañeros independentistas. Por otra parte, hacer una huelga electoral” “pasiva”

(esto es, limitarse a proclamar la posición abstencionista,

sin obstaculizar o tratar de contrarrestar la campaña elec-

toral pipiola)

implicaría para el MPI (PSP) correr. el

peligro de desvincularse, como organización política, del

pueblo independentista. Cruzarse de brazos ante la con-

por lo cual hay que suponer que están perfectamente conscientes de la fragilidad de la argumentación que han presentado. Por lo tanto, si recurren a argumentos fatu-

tienda electoral —que promete este año acaparar la atención pública como nunca antes— sería condenarse a estar al margen del cauce principal de la vida política puerto- . rriqueña durante los próximos meses, sería condenarse a tener muy poco o nada que decirle a la mayoría de los , independentistas sobre sus preocupaciones y aspiraciones del momento; en fin, sería condenarse a la irrelevancia. Esto sería particularmente desastroso para el MPI (PSP)

los, debe

en estos momentos ya que, contrario a lo que sucedía con

ser

porque

no

les ha: quedado

otro remedio:

el viejo PIP, el nuevo PIP —remozado, socialista 'y con

se habrán visto forzados a asumir la posición que han

asumido movido por razones que ellos —desde un punto

ternativa sumamente atractiva para la generalidad de los

independentistas. Quiere decir que, de. ¿quedar 'el MPI

-

La alternativa ideal — pero ivrealizable. Claro. estálen teoria) queda otra alternativa: el MPI + (PSP) podría desarrollar en torno a los, grandes, problemas del país una serie de campañas de pueblo de tal en:

vo como alternativa política han ido cambiando en años recientes; para nuestro propósito, basta mencionar dos transformaciones importantes: (a) el proceso electoral ha dejado de estar totalmente monopolizado por el partido de gobierno (como fue el caso durante el apogeo del PPD), por lo cual a muchos independentistas ya no les parece tan estéril e inútil como frente de lucha; .(b) el independentismo ya no está representado en la

vergadura y. repercusión, como para que la organización

no desapareciera de la conciencia pública

|

(particular- a

mente del pueblo patriota) a pesar de no participar activamente en la contienda electoral de 1972, Desgraciada-

mente, en la. práctica, —y no obstante lo que diga: su aparato propagandístico— el MPL(PSP) carece de los medios necesarios para realizar vina tareade tal magni-

arena electoral por el viejo PIP, carcomido y desmorali-

tud, complejidad y dificultad. El MPI(PSP) podrá ser,

zado, sino por un PIP renovado, lleno de entusiasmo y empuje, radicalizado en sus concepciones y posturas programáticas, y encabezado por un liderato joven, dinámi-

hoy por hoy, la colectividad independentista con el ni:

vel más alto de organización y conciencia patriótica y revolucionaria: no obstante, no da abasto, a mi juicio,

co y con cierto carisma.

para una empresa de la naturaleza y dimensiones :teque-

El dilema del MPI (PSP) ante inielecióne de 1972

ridas para lograr el propósito de contrarrestar. el impací to del carnaval electorero sobre la. conciencia pública.

.

es-

taban gestionándose— resultó ¡prácticamente imposible ' desarrollar un movimiento

*

(PSP) relegado durante los próximos meses a la periferia del proceso político del país, podría fácilmente ' precipitarse un éxodo considerable de sus afiliados y rEspat zantes hacia las filas pipiolas.

las condiciones que hacían al boicot plausible y atracti-

aún

;

“sex appeal” constituye una alternativa real, una al

de vista. político— no pueden reconocer públicamente; y esto los lleva a ingeniar racionalizaciones o justificaciones artificiales. ¿Cuáles son, entonces, las causas reales subyacentes? ¿Cómo se explica la posición adoptada por el MP1 (PSP)? Me parece que el factor decisivo es que el liderato emepeísta ha cobrado conciencia de que la táctica abstencionista representa para su organización, en la situación actual, una encerrona, un callejón sin salida. Muchas de

Ya en 1969. —cando estas transformaciones

lo

ciones principales que llevaron al liderato emepeísta a So

abandonara fines del verano pasado su tradicional acti-. > tud abstencionista y buscar 1un - rdo y

serio de boicot electoral y

generar entusiasmo, en torno a ¡él: de hecho, el MPI se

- circunscribió ¡a hacer una campaña pro forma. En las condiciones actuales, lanzarse a hacer una huelga elec-

,

A toral acia x militañite sería asumir a papel de fratrici-

ya

2

Estas fueron, con toda probabilidad, las comsidera-— *

PIP. Pero al PIP rechazar. de

plan

|


Y,Y emepeísta quedó arrinconado, sih un curso de viable para el inminente período eleccionario.

acción

MPI (PSP)

Un chantaje desesperado.

posición

dominante—

podría

cias actuales, es prácticamente imposible que e logre un

esclarecerse el por qué de la consigna

“Unidad

nen por delante

En suma:

los dirigentes

el camino que

del MPI(PSP)

tie-

es muy

cuesta arriba.

o Cero

Me parece que —no obstante el lenguaje y los

vaticinios

furibundos

de

los textos citados al comienzo

II. La

de este artículo. los líderes emepeístas saben muy bien que no. pueden llevar a cabo una campaña activa y mi-

lo hacen, a mi juicio, como anuncio de un proyecto realizable, sino más bien como amenaza, como forma de presión para forzar al PIP a aceptar un acuerdo unitario. En fin, se trata de un chantaje contra el liderato pipiolo. Chantaje que, claro está, no está animado por propósitos malsanos, aunque sí es resultado de una pers- pectiva estrecha y sectaria. Es, en el fondo, una medida desesperada, fruto de la situación difícil descrita anteriormente. Hay que señalar además que, aparte de su función

principal

de chantaje,

la consigna

“Unidad

gunos

peésta. Al MP1 (PSP) le costó mucho esfuerzo —y tiem-

véase

V, 5-6).

que han caracterizado al MPI a través de los años son,

ciertamente virtudes admirables; pero constituyen tam-

(PSP) aceptaron el viraje táctico a regañadientes, por disciplina, y especialmente, en aras de la unidad de las fuerzas independentistas, en torno a la cual se habían

bién —desde la perspectiva pipiola— una amenaza cons: . tante, por la influencia y poder de atracción que ejer-

cen sobre la membresía del PIP. Es natural que, al ver

venido generando expectativas muy risueñas y halagadoras. Al estrellarse las gestiones unitarias ante la intran-

al MPI(PSP)

arrinconado y en' peligro de marginarse

políticamente en los próximos méses, el liderato pipiolo ' haya experimentado un gran alivio y un impulso irrefre-

sigencia pipiola, el sentimiento abstencionista tiene que

haberse reavivado —y hasta fortalecido— entre las filas

nable a desearlea sus rivales: ¡fastídiense! ¡sigan cavan-

do:su propia fosa! No habrá faltado quien haya vislum-

se

brado en la situación actual la posibilidad de que el PIP asuma por fin el rol de vanguardia del independen- :

aún mayores que las apunta-

das anteriormente: a la vez que tienen que esforzarse

pof lograr un acuerdo con el PIP para evitar la ence-

tismo por tanto tiempo ha tenido que reconocerle y envidiarle— al MPL

rrona de la huelga electoral, tienen también que tomar

-

de considerable fuerza entre sus propios militantes y .

sóloun acuerdo unitario que claramente favoreciera al MPL(PSP) '—un arreglo unitario, por ej., en el que el

y artificiales,

El nivel más alto de capacitación política, la amplia“ experiencia organizativa, la cohesión interna y disciplina

de J. M. B. en CLARIDAD, 23 mayo '71). Es de suponer

afiliados. Esto restringe enormemente el margen de maniobra del liderato emepeísta, ya que probablemente

endebles

La actitud asumida por la dirección del PIP es comprensible. Los pipiolos siempre han sentido una mezcla de respeto y recelo frente a sus compañeros emepeístas.

que un sector no despreciable de la membresía del MPI-

en cuentala existenciade una corriente abstencionista

argumentos

Una actitud comprensible ...

(véase, por ej., el “Comentario Político”

a dificultades

de estos

el editorial de LA ESCALERA,

po— decidir abandonar su postura abstenciónista y aceptar la participación electoral para 1972. Conviene recordar que, todavía a comienzos del verano pasado, los principales dirigentes emepeístas, incluyendo a Mari Brás, eran partidarios de la abstención electoral para los pró-

enfréntan

PIP

resolver razonablemente el problema unitario llegó hasta el punto de que el liderato del PIP ni se preocupó por justificar sus posturas de “Basta cón un solo partido electoral”, y “No hay nada que discutir”, gon argumen-. tos que por lo menos fueran menos raquíticos que los empleados por el MPI (PSP) (para una discusión de:al-

o Cero

emepeístas. De ser cierto esto, los dirigentes del MP1 (PSP)

del

ción al frente unido electoral: la falta de interés por

Votos” probablemente cumple también la función complementaria de aplacar a un sector de la militancia eme-

ximos comicios

Actitud

Los líderes del PIP, por su parte, tampoco son torpes, por lo que hay que suponer que ellos tienen plena conciencia de toda la situación que hemos estado discutiendo. Esto explicaría en gran medida la intrañsigencia que ha mostrado el PIP frente al MPI (PSP), su desinterés por llegar a un acuerdo satisfactorio con rela-

litante de huelga electoral. Si invocan su posibilidad, no

:.

una

«acuerdo de tal naturaleza.

Creo que sólo a la luz de esta situación puede Votos”.

tuviera

aplacar los temores y reparos del sector anti-electóral recafcitrantede su membresía. Pero, en las circunstán-

Las últimas dudas que pudieran haber quedado entre los líderes pipiolos sobre qué actitud asumir ante el

frénte unido electoral se habrán disipado ante la deci_ sió denla asamblea del MPI(PSP) de lanzarla consig-.

na “Unidad o Cero Votos”. No se puede: aceptar un chantaje, sin

o que hay que resistirlo y repelerlo firme y pd

:


A

E

vigorosamente. Doblegarse ante la: presión sería claudicar, sería suicidarse políticamente.- Además: la truculen-

cia emepeísta favorece en cierta medida al liderato pipiolo,

pues

le

permite

justificar' retroactivamente, su

intransigencia original frente al MPI (PSP). Ahora le ' pueden decir a su militancia y a los independentistas en general: “Ya ven ustedes por qué nos riegamos a dis cutir: con los emepeístas no se puede dialogar realmen-

te, pues, en el fondo, a ellos sólo le interesa imponer su voluntad. y son capaces de usar cualquier medio para lograrlo”. . . pero equivocada.

La actitud asumida por el PIP es comprensible, “natural”, y no carece de cierta justificación; pero es políticamente desacertada. Es incorrecta porque las cosas, - desafortunadamente, no son tan sencillas como parecen

a primera vista. Vale la pena recordar el axioma clásico: la realidad es compleja y contradictoria. Si bien es cierto que el PIP no puede dejarse apabullar por el chantaje emepeísta, no es menos cierto que tampoco puede hacer caso omiso del MPI (PSP).

Y esto quiere decir que el PIP necesita —y lo necesita urgentemente—

llegar

a un

acuerdo

MPI (PSP) para los comicios de 1972.

razonable

con

el

La argumentación emepeísta ene torño al frente unido encierra una media verdad:

el PIP no. puede

alcanzar

el objetivo que se ha propuesto paa las próximas elecciones si acude a las urnas solo .. . y con la oposición abierta del MPI(PSP) (esto último constituye la segunda

mitad

de

la verdad,

la cual

no mencionan

los

emepeístas en su argumentación).

Aparentemente, el lideráto pipiolo calcula que. se puede prescindir de MPI (PSP) ya que, aún sin frente unido, los independentistas, no importa las diferencias de criterio y si les guste o no, terminarán votando por el PIP en noviembre próximo. Este cálculo no sólo es mezquino, sino que también encierra, 2 mi entender, un grave error de juicio sobre el proceso política del país, y particularmente, sobre la situación actual del independentismo. En primer lugar, no se debe subestimar la importancia del MPI (PSP). Parece que hay una tendencia entre muchos pipiolos a creer que el MPI(PSP) está en plena decadencia como organización política y que pronto quedará reducido al nivel de una secta. Consideran que la radicalización desmesurada de sus planteamientos ideológicos y programáticos, junto a una serie de errores políticos recientes, han ido desvinculando al MPI (PSP) del pueblo patriota, por lo cual ha menguado considerablemente su tradicional capacidad de movilizar masivamente a los independentistas en torno a sus consignas y actividades. En abono de esta evaluación se suele aducir la desproporción que se evidenció entre el inmenso esfuerzo publicitario y organizativo que desplegaron los cuadros emepeístas para su asamblea en noviembre pasa: * -do y la concurrencia. relativamente modesta que de hecho presenció el i acto de clausura Ñen Bayamón. El futuro del

MPI (PSP).

En mi opinión, estos juicios son muy discutibles.” En primer lugar, no es lo mismo movilizar para una asamblea de partido que para una marcha de protesta

contra el SMO o la visita de los gobernadores yanquis:

es decir, 4 o 5 mil personas en Bayamón probablemente equivalen a. varias veces ese número en términos dé una * concentración o manifestación de protesta. En ségundo

lugar, y más importante aún: en repetidas ocasiónes en ' el pasado se ha vaticinado el ocaso inminente del MPI,.

vaticinios- que siempre han resultado ser, : ando menos, prematuros —para no “decir, infundados al ajenos ada. realidad. No quiere: esto dese que el Me

ño haya a

Es


“ sar de la variedad y envergadura de los obstáculos. No me parece que las dificultades presentes —que creo que son serias, como he indicado anteriormente—

justifiquen,

sin más, hacerle presagios tétricos al MPI (PSP). Ciertamente, el camino que los emepeístas tienen por delante es muy cuesta arriba; pero no es intransitable. Y no hay nada en la trayectoria histórica del MP1 que permita concluír, a priori, que los compañeros emepeístas no podrán hacerle frente airosamente a este nuevo reto. Supongamos, sin embargo, que tengan fundamento - las profecías pesimistas y que el futuro del MPI (PSP) séa tan tenebroso como algunos le vaticinan. Aún así, no habría base para despreciar o ignorar al MPI (PSP) en el presente, en los momentos

actuales. La organización.

podrá estar en vías de desaparecer como factor significativo en el panorama político del país: pero esto es un proceso, más o menos prolongado; una colectividad política no se esfuma instantáneamente, de un día para otro, sin dejar rastro. En términos metafóricos: no se trata de un apagón, sino de un ocaso, el cual se consuma gradual y paulatinamente. Por ello, aunque estemos convencidos de que el MPI (PSP) tiene los días contados, no podemos dar por sentado que ya carece de

importancia,

que

organización

que

ya no cuenta para nada. Máxime

cuando

se trata de una

tiene tras sí trece años de vida intensa y vigorosa, que tiene un núcleo de dirigentes de prestigio y capacidad política ampliamente reconocidos (aún por sus enemigos acérrimos), y que, sin lugar a dudas, ha desempeñado un papel predominante en la llamada “nueva lucha” de independencia, Es posible que ya no sean tantos los simpatizantes que estén dispuestos a respaldar activa y militantemente las cónsignas y las campañas del MPI(PSP) pero no me cabe la menor duda de que los planteamientos y las posturas asumidas por el MPI (PSP) todavía ejercen —y seguirán ejerciendo en el futuro inmediato— una enorme influencia sobre el pueblo. patriota.

creen

efectivas

o útiles.

Es

decir,

este sector del inde-

pendentismo no respaldará automáticamente la campaña electoral del PIP, sino que lo hará sólo si se convence de la necesidad y conveniencia de ello. Ahora bien. De no lograrse un acuerdo unitario, la

oposición del MPI (PSP) —aunque sea sólo “pasiva”— a la participación electoral tendrá, seguramente, una profunda repercusión en el pueblo patriota. Claro está, el | MPI (PSP) terminará perjudicándose, como hemos señalado anteriormente; pero'se perjudicarán también las posibilidades de éxito de la campaña electoral pipiola.

Habrá, sin duda, muchos que voten por el PIP aún

ha trazado, el PIP tiene que reclutar el máximo apoyo posible entre los independentistas y simpatizantes de la independencia. Es decir, necesita obtener 'el respaldo decidido de no sólo sus propios militantes, sino también

sin frente unido y a pesar de la oposición emepeísta: votarán. los miembros activos del PIP; y votarán aquellos independentistas que, aunque hubieran preferido: un frente unido, considerarán que respaldar electoralmente al PIP constituye la menos mala de las alternativas que se les ofréce en ese momento. Pero habrá otros —y no pocos— que se solidaricárán con la posición abstencionista del MP1 (PSP). Y todavía

de

más importante: habrá un sector considerable de inde-

Condiciones para el éxito del PIP.

Esto tiene una importancia inestimable para la cam-

paña electoral del PIP. Para lograr el objetivo que se

la masa

de independentistas

(que probablemente que no €s-

pendentistas entre los cuales reinará la confusión, la in-

tán afiliados a una organización en particular y que,

_certidumbre, y junto con ello, el desaliento. De modo

por. ende, no responden a una disciplina de partido sino que actúan con criterio _propie, apoyando aquellas actividades pertiqulares que: les parecen atractivas o que

que podemos preveer que muchos independentistas op-tarán —ya sea porque estén convencidos de la corrección

constituye la mayoría. del pueblo

patriota)

" del planteamiento emepeísta,-o ya sea simplemente. por-


que estén desconcertados y desencantados por el curso que ha tomado la lucha— por quedarse en sus casas e día de elecciones. El PIP —si quiere alcanzar su ambiciosa meta de

El peligro del reformismo.

multiplicar varias veces el total de votos obtenidos en

afloren nuevamente las ilusiones reformistas en un sec-

1968— no puede darse el lujo de que se quede un solo independentista o simpatidante sin emitir su voto en los próximos comicios. Aún más: el PIP necesita que cada independentista,

además de darle sú voto, se convierta en

un activista, en un proselitista entusiasta y decidido de la causa que lleve el mensaje independentista más allá de los confines tradicionales del pueblo patriota. Sólo así —generando un entusiasmo desbordante que permita desplegar un esfuerzo ingente por irradiar la influencia del independentismo sobre nuevos sectores de la población y conquistar su apoyo— puede el PIP lograr un aumento

dramático en su total de sufragios.

Esta tarea, que es ya de sí difícil, se complica enormemente con la amenaza que representa el Partido Popular (PPD) para las aspiraciones electorales del PIP en 1972.

La nueva vitalidad del PPD afecta grandemente las posibilidades electorales del PIP, ya que propiciará que

tor del electorado puertorriqueño y se genere una tendencia muy fuerte a votar por el PPD en las próximas elecciones para “acabar con el PNP”. A pesar de que la campaña electoral apenas comienza a cobrar impulso, ya se puede palpar claramente esta tendencia entre muchos votantes: ¡¡ya hay hasta pipiolos convencidos de la necesidad de votar por el PPD en el “721! Cuando la contienda electoral alcance su apogeo y el PPD parezca tener buenas posibilidades de triunfo, la tendencia a apoyarlo como antídoto del PNP se intensificará dramáticamente. Sólo un vigoroso y pujante movimiento independentista, que reclute y encauce todo el caudal de fervor, dedicación y energía del pueblo patriota, puede aspirar a contrarrestar la propagación de esta ilusión reformista. En cambio, un independentismo dividido, desgarrado por conflictos

Un cuadro demasiado optimista.

tante reformista

Originalmente, cuando comenzaron a hacerse los estimados optimistas sobre las posibilidades del PIP en las elecciones de 1972, se partía de la premisa que el PPD,

tras el descalabro

sufrido en

1968, entraría

en un

proceso acelerado de descomposición. Se esperaba que el partido quedara desmoralizado ante ta pérdida del poder y despedazado por rivalidades y pugnas internas: todo lo cual provocaría una desbandada general de sus militantes y afiliados, de modo que sería incapaz de ser un reto para el PNP en 1972. Al desintegrarse —o por lo menos, debilitarse grandemente— el PPD, se polarizaría el espectro político del país; y en esta nueva situación, se esperaba que muchos votantes centristas, liberales y autonomistas —que ya no podrían canalizar efectivamente sus ansias e ilusiones reformistas a través del PPD, como solían hacerlo— optarían por votar por el PIP antes

que

apoyar

el

asimilismo

y

el conservadurismo

descarnado del PNP. Desgraciadamente,

internos,

no

puede

fungir

PPD.

las

próximas

que

tradicionalmente

experiencia

reciente

ha

de-

mostrado —y el propio liderato del PIP así lo reconoce véase la entrevista a los líderes del PIP en LA HORA, 3 enero 72) — que este cuadro bello y esperanzador tiene muy poca correspondencia con la realidad. Aunque el PPD todavía arrastra un sinnúmero de problemas, ofrece en la actualidad todos los indicios de poseer tanto la capacidad como la disposición de darle una buena pelea al PNP en las próximas elecciones.

ha apoyado

al

Al contrario, le parecería que, en esas circunstan-

cias, apoyar a los independentistas equivaldría a “botar” su voto: y antes que eso, preferirá dárselo a los Populares para, al menos, “tumbar a Ferré”. Es una opción seductora: por lo que no debe sorprendernos mucho si. incluso un número considerable de independentistas llegue a pensar en forma similar al grupo de pipiolos despistados mencionado en el párrafo anterior. En suma: todo lo anterior apunta hacia la urgencia de que se armonicen los intereses divergentes y cese la discordia en el seno de la familia independentista. Lo cual quiere decir, en primera instancia, que para el PIP, no menos que para el MPI (PSP), es una necesidad apremiante resolver por fin, y en forma satisfactoria, la cuestión del frente unido electoral. III.

Condiciones

y Perspectivas

Electoral. la

en

elecciones como una alternativa “realista”, como una alternativa atractiva para el espíritu pragmático del vo-

del

Frente

Unido

+?

Pero, a la altura de hoy, ¿puede todavía lograrse un frente unido para las elecciones de 1972? ¿Pueden

toda-

vía las dos organizaciones patrióticas principales llegar a un acuerdo razonable entre sí sobre este asunto? Creo que las preguntas se pueden contestar afirmativamente, siempre que se recalque el adjetivo “razonable”: no se puede aspirar, en las circunstancias presentes, a lograr un acuerdo ideal, que satisfaga total y absolutamente los

17


deseos e intereses de cada una de las partes; pero sí puede lograrse un acuerdo decoroso, que sea aceptable para ambas partes, y que permita sacar al independen-

y concreto. Para ello, no se necesita que se salven todas

tismo del atolladero en que se encuentran actualmente.

generales, compatibles entre sí y que compartan fundamentalmente el mismo interés o finalidad con relación a la cuestión específica bajo consideración. ER el caso que nos ocupa, el MPI (PSP) y el PIP coinciden en estimar que sería muy beneficioso para la lucha que el independentismo lograse hacer una dramática demostra-

Las fricciones que ha sucitado la polémica de los últimos meses entre el PIP y el MPI (PSP) pueden crear la impresión de que las dos organizaciones difícilmente pueden

ponerse

de acuerdo;

en

particular,

si fuéramos

a tomar al pie de la letra las acusaciones que cada bando a lanzado contra el otro, tendríamos que llegar a la conclusión de que las dos colectividades están separadas

por un abismo. Pero en realidad, no hay tal cosa. Hay divergencias, algunas de considerable importancipero a:

éstas no abren una brecha insalvable entre las dos or-

ganizaciones. (1)

lo que se busca en estos momentos no es

Además: una

fusión

de

organizaciones,

las dos

sino

gren ponerse de acuerdo sobre un problema ACORTAR

ATREA

que

sólo

lo-

particular

ARRANCAR

encierran

una

dosis

considerable

de

retórica

y

exagera-

que ambas

ción

de fuerza

en

los comicios

Corresponde,

entonces,

mente

que

las

menos,

la aspiración—

irremediablemente,

tienen

que

pseudo-socialistas.

pipiolos

La

implicación es clara: el MPI(PSP) es, en cambio un partido proletario, de ahí su política y programa revolucionarios.

En

realidad,

si fuéramos

a describir

seria

y desapasionada-

examinar

al MPI (PSP) desde el punto

de clase, tendríamos

ser,

y

Por

otra

parte,

ahora

cuáles

se-

ATAARA

que

planteamientos

1972.

Bases para una transacción razonable.

una

reformistas

de

para poder bregar con este asunto particular y concreto.

mente,

y

ab-

las discrepancias importantes que existen entre ambas organizaciones sobre el concepto de socialismo, los métodos de lucha, etc., no sobre la relevancia directa cuestión especifica del problema electoral, por lo cual no es necesario esperar a que se armonicen estas diferencias

ción polémica. Por ejemplo, los líderes emepeístas gustan de tildar al PIP de “pequeño-burgués”, para de esto concluir concepciones

colectividades coincidan

solutamente en todo, sino sólo que sean, en términos

ANT

(1) Los reproches que suelen hacerse mutuamente el MP1 (PSP) y el PIP

las discrepancias,

de vista de su composición

concluír que

organización

también

pequeño-burguesa.

es, fundamental-

Lo

más

que

po-

dríamos decir es que en el MPI (PSP) hay una tendencia —o al a convertirse

en un

partido de la clase

obrera. Pero, como dice el refrán: del dicho al hecho . En fin: lo que hay en el fondo —una vez se hace caso omiso del estrépito retórico— es una diferencia de grado elevada, por

motivos

polémicos,

«de diferencia cualitativa.

a la categoría

de diferencia

sustancial,


rían las condiciones indispensables para un acuerdo unitario entre el PIP y el MPI(PSP) en torno a las elecciones de 1972. Un

acuerdo

de este

tipo

tiene

que

ser, necesaria-

mente el fruto de una transacción: es decir, presupone que cada una de las partes esté dispuesta a ceder en algo, a hacer alguna concesión frente a la otra parte. Veamo s cuáles tendrían que ser las concesiones mínimas que el PIP y el MPI (PSP) tendrían que hacer para lograr un acuerdo, e indaguemos las posibilidades de que estas concesiones sean, en principio, aceptables o “tragables ” para las respectivas organizaciones. En primer lugar, resulta evidente que no hay la más remota posibilidad de llegar a un acuerdo —ni siquiera de establecer un verdadero diálogo— mientras el MP. (PSP) siga emperrado en su pretensión de imponerle su voluntad al PIP y establecer su hegemonía sobre todos los aspectos de la lucha de independencia, inclusive el electoral. Es decir: el MPI (PSP) tiene que aceptar —y asimilar— el hecho de que el PIP ha sido tradicionalmente el vehículo electoral del independentismo y que es, en la actualidad, la organización que tiene la franquicia electoral, o sea, que es la organización que puede legalmente representar la causa de independencia en las elecciones de 1972. Por consiguiente, los emepeístas tienen que reconocer que no pueden —a última hora— pretender usurparle esta función al PIP: es decir, disputarle a los pipiolos el liderato en este campo de acción patriótica. El PIP, por su parte tiene que reconocer —no sólo en abstracto, sino también en la práctica— que es políti -

camente estéril y nocivo asumir la actitud del avestruz:

el PIP tiene que reconocer que no «puede pretender ignorar la importancia del MPI (PSP)

dentro de la lucha

común por la liberación de Puerto Rico. Esto conlleva

que los pipiolos tienen que propiciar la participac ión positiva y activa del MPI (PSP) en la próxima campaña electoral. El grado de participación, claro está, tendría que fijarse por medio de negociaciones entre las dos organizaciones, y podría fluctuar desde el simple apoyo a las candidaturas pipiolas (apoyo condicionado por acuerdos específicos sobre las formas y los fines de la lucha electoral) hasta la colaboración en diferentes aspectos de la campaña misma. Lo esencial es que se reconozca el principio de que no se debe excluir al MPI (PSP) del esfuerzo electoral del independentismo en 1972. Unas realidades amargas, pero insoslayables.

Sería ingénuo pénsar que estos planteamientos sean

fácilmente aceptables, pues plantean grandes dificultades para ambas organizaciones. Sin embargo, creo que

19


A

las dificultades no son insuperables, y que los beneficios

A la luz de este estimado de la importancia de las elec-

que produciría la reorientación propuesta de las actitudes básicas del MPI (PSP) y el PIP sobrepasarían, a la larga, los sacrificios y los traumas necesarios para su realización. Para el MPI (PSP) será, sin duda, muy desagradable

ciones,

aceptar

una

limitación

a su hegemonía

tradicional

so-

bre el independentismo y resignarse a que el PIP lleve “la voz cantante” en la esfera de la lucha electoral durante

los próximos

meses.

table, no. En primer gran medida es fruto (PSP) en el pasado, visar y flexibilizar su

Un

trago amargo,

sí, insopor-

lugar, esta dura realidad —que en de las propias actitudes del MPIespecíficamente su renuencia a repostura frente al boicot electoral—

no tiene necesariamente que perpetuarse: si el MPI (PSP)

decide que, de ahora en adelante, le interesa tener una participación mayor, más adecuada, en las campañas electorales del independentismo, puede tomar las medidas necesarias con suficiente tiempo (como, por ej., inscribirse

como

partido)

y, sobre

esa

base,

negociar

un

acuerdo más favorable con sus colegas pipiolos para las ocasiones futuras. En segundo lugar, y más importante:

los emepeístas

siempre han sostenido que la lucha electoral constituye un frente secundario, subordinado, dentro de su concepción global de la lucha de liberación. Este principio —repetido innumerables veces por el liderato emepeísta— se expresa con claridad y yigor ejemplares en las siguientes palabras de su Secretario General, Juan Mari Bras:

no

veo

por

qué

los

emepeístas

pueden,

aun-

que les disguste, concederle al PIP — para 1972- el rol de vanguardia en la lucha electoral, siempre que no se pretenda excluír de la misma al MPI (PSP). Ciertamente, los emepeístas podrán creer que la lucha electoral sería llevada a cabo mucho mejor bajo el liderato del MPI (PSP) o con un frente unido al estilo emepeísta; pero la campaña electoral, a la pipiola, no tiene por qué ser un desastre (particularmente si los emepeístas colaboran en ella). Y como se trata de un mero frente secundario -hasta inocuo, como dice Mari- el hecho

de que el resultado se quede en cierta medida

por de-

bajo del ideal, que no corresponda, total y absolutamente, a los propios deseos y aspiraciones, podrá ser para los emepeístas motivo para lamentarse, pero no para desesperarse. Por consiguiente, lo razonable y sensato sería

que

el MPI

(PSP)

acepte colaborar

la contienda electoral de 1972: mo como ideal, sino como la alternativa mejor, o dentro de las circunstancias actuales. Un problema delicado. Claro está, de ser correctas nuestras anteriores (véase págs. 5-6) y existir en

con

el PIP

en

la alternativa menos mala,

especulaciones el MPI (PSP)

una tendencia abstencionista de considerable fuerza, el liderato emepeísta tendría en sus manos un difícil y delicado problema y se vería obligado a desarrollar un intenso proceso de discusión interna conducente a persuadir y ganar el apoyo de este sector de su mem-

|

2,

“no importa cuál sea la decisión que tomemos sobre las elecciones de 1972, lo que debemos tener claro es que nuestro partido no va a girar alrededor de las reglas del juego que establece el régimen. No-

acuerdo unitario que se pueda lograr en las circunstancias presentes no va a ser -con toda probabilidad- demasiado favorable a los intereses particulares emepeístas.

sotros seremos quienes decidiremos cuáles son las áreas de lucha. Y, ciertamente, las elecciones serán

En este caso extremo, los líderes del MPI (PSP) se se verían forzados a escoger entre aceptar un despren-

brecía.

Y cabe

la posibilidad

que

no lo logre,

pues

el

un campo de acción muy secundario en el conjunto

dimiento

de las acciones y trabajos del partido.

la

. en este sistema colonial en que vivimos ahora, no vemos la más remota posibilidad de que el centro de nuestro esfuerzo se desvie hacia algo tan inocuo como los comicios electorales de embuste que aquí se efectúan cada cuatro años”.

indicadas- de la huelga electoral. Sería, ciertamente, una disyuntiva horrible; pero creo que, si se evalúa el pro-

(CLARIDAD,

20

no

23 mayo

“71)

de un

aventura-

con

sector todas

de sus afiliados o persistir en las

consecuencias

negativas

ya

blema desde una perspectiva a largo plazo, tomando en cuenta cómo se afectarían las posibilidades de influencia y crecimiento de la organización en el futuro, hay que

concluír

que

la balanza

se

inclina

a favor

de

la


«

primera de las opciones. Por otro lado, la penosa situación

que

acabamos

de

describir

constituye

sólo

partidos coloniales, el PIP establece mediante este Programa la nueva tradición de presentar a la más seria consideración del pueblo un verdadero pro-,

una

posibilidad, la cual no tiene que realizarse inexorablemente: pues no debemos subestimar la capacidad del liderato emepeísta para persuadir y convencer a sus

grama cuya finalidad no sea escalar la administra-

militantes y afiliados aún frente a las situaciones y decisiones más incómodas e ingratas.

y cabal liberación de nuestro pueblo en todos los

ción de la colonia capitalista, sino lograr la plena . Órdenes de su existencia. (pág. 3) El PIP reconoce que el voto en el vigente sistema

La situación en el PIP. Por su parte, los dirigentes del PIP también ten-. drán que enfrentarse a cierta oposición interná a un acuerdo unitario con el MPI (PSP). Participar con el

es un voto incompleto y trunco, como son incómpletos y truncos todos los. derechos civiles en un régimen que además de colonial es capitalista. (pág.

MPI en una campaña o actividad siempre ha suscitado preocupación

y reservas entre los pipiolos:

15)

basta recor-

El PIP, como partido revolucionario, aspira a llevar a cabo un cambio social profundo y concibe

dar el trabajo que ha costado en el pasado conseguir el concurso del PIP en las actividades contra el S.M.O

las elecciones como un instrumento de organización

o la celebración de efemérides como el Grito de Lares. Todavía mayores tendrán «que ser los reparos pipiolos

ante la perspectiva de una colaboración emepeísta en la campaña electoral de 1972, en vista del rechazo. tradicional del MPI de ese tipo de lucha política. Habrá muchos en el PIP que teman que, en vista de que las dos organizaciones operan a partir de concepciones e intereses tan disímiles, van a estar en constante desacuerdo sobre cómo hacer las.cosas, en desmedro de la campaña electoral misma. | Los recelos pipiolos no carecen de cierta justificación, aunque a menudo se exageran hasta el punto de alcanzar el nivel de puros prejuicios. Sin embargo, no consituyen, a mi juicio, razón suficiente para negarse a tratár de llegar a un acuerdo con el MPI (PSP), sino que, a lo sumo, deben servir de acicate para el liderato

del PIP, deben estimularlo a esforzarse por fijar y definir claramente, por medio de acuerdos específicos e inequívocos, los principios, objetivos y términos 'de la

acción conjunta, de modo que se eviten en lo posible

de fuerzas para reclutar y capacitar a las personas

a fin de aumentar cada día el nivel de militancia, pero no como el único medio para lograr ese fin... (ibid.) El PIP ha enseñado la lección de que un partido pouES puede ser al mismo tiempo un “movimiento” militante todos los otros días de cada año preeleccionario. Creemos en el voto de todos los días. A esta transformación del sentido de las eléctiones añadirá la militancia continua contra todos los puntos

otra

parte,

y contrario

a lo

que

sugieren

las

apariencias, la lucha electoral es precisamente una de las áreas de trabajo patriótico donde las discrepancias entre las dos organizaciones se han ido reduciendo considerablemente en los últimos tiempos; de modo que, en”principio, no hay- obstáculos serios a que las dos. colectividades

desarrollen

en

forma

armónica

un

tra-

bajo eficaz en este campo. Ya he mencionado anteriormente que ambas organizaciones coinciden en su eva-.

* Juación de la importancia de una demostración de fuerza del independentismo én los próximos comicios. Por otra parte, el PIP ha proclamado en su Programa

que

su participación en el proceso elecotral tiene.un sentido y una finalidad diametralmente

-

opuestas a las de los

partidos coloniales: Contrario al juego político características de los

del sistema.

(ibid.)

Aparte de matices y cuestiones de énfasis -y el tono un tanto arrogante- hay una congruencia fundamental entre estos textos pipiolos sobre el valor y la función de las elecciones coloniales y las declaraciones CcOrres-pondientes del MPI (PSP). No veo por qué esta coin» : cidencia sustancial en cuantó al problema de las elecciones no pueda servir como la base sobre la que se conjuguen los esfuerzos de las dos organizaciones en el período electoral de 1972

La participación: activa de los emepeístas- no sólo

las confusiones y los malentendidos. Por

vulnerables

sería un factor aglutinante en el pueblo patriota, sinó que también contribuiría grandemente a enriquecer y fortalecer el esfuerzo electoral independentista en 1972. Por una parte, el PIP podría muy bien aprovechar la

amplia y rica expériencia que ha acumulado el-MPI

(PSP) en cuestiones de organización, movilización y propaganda. Además: dado-que la mecánica misma del proceso electoral obligará al PIP a prestarle cada vez más atención -y esfuerzo a problemás especificamente electorales

(como

reclutar

y capacitar centenares de

oficiales de mesa, por ej.), en desmedro de otras tareas, la

colaboración

emepeísta. «orientada - primordialmente

hacia precisamente otros, problemas que los. específica:

.

|

O

E

mente “electorales, puede sér un' complemento de ines-

timable valor al trabajó del PIP, de modo. que se asegure -a pesar del bárulls eleccionario- h ubicuidad del

cal


afán emancipador:

el independentismo no puede darse

el lujo de desatender

tan siquiera un sólo frente de

lucha en 1972. Nos hemos limitado a indicar las condiciones míni.mas, los requisitos indispensables para un acuerdo unitario, buscando demostrar que éste es, en principio, posible. Pero esto es, claro está, sólo'el primer paso; para los demás, no se pueden ingeniar fórmulas de antemano. Las disposiciones particulares y las medidas específicas

que viabilicen un frente unido para las próximas elecciones tendrían que surgir de las discusiones y negociaciones concretas entre las dos organizaciones.

Todo lo dicho en este ensayo apuntá hacia la con-

A iO

1

clusión de que este proceso de forjar un acuerdo unitario sería, seguramente, sumamente complicado y trabajoso. Pero también apunta hacia la conclusión de que es de vital importancia que no se perpetúe el actual estado de división y discordia del independentismo. Por ello, no debemos -aún a riesgo de parecer optimistas empecinados- cejar en el empeño unitario hasta agotar todas las posibilidades, a la vez que exhortamos a todos los independentistas a poner cada uno de su parte, con sensatez, racionalidad y buena voluntad. |

y

E


De Georg Fromm a César Andreu Esta carta fue escrita por el compa-

ñero Georg

H. Fromm

el 9 de enero de

1972. La publicamos por los importantes planteamientos políticos que contiene. .

La Redacción

Río Piedras, 9 de enero de 1972 Estimado César:

Las dos recientes ediciones especiales de LA HORA (29 dic. *71 y 3 enero “72) merecen, a mi juicio, algunos comentarios. Entre los materiales incluídos en estos dos números del semanario hay algunos que son muy valiosos e interesantes. Pienso particularmente en el análisis

de José Villamil sobre la economía de Puerto Rico, los artículos sobre los problemas de la mujer puertorriqueña, al igual que los artículos de Jorge Morales

Yordán

sobre

la situación

internacional.

Se

destaca

también

la calidad

profesional de la entrevista a los líderes del PIP (aunque es una lástima que no se entrevistaran a otros líderes independentistas también). Igualmente encomiables

me parecen los diseños gráficos de Reinaldo Ríos y la ps Martinó. Sin embargo,

hay

algunos aspectos

de Eos A. Torres

de estas ediciones que me preocupan

seriamente. 1) Resumen de los acontecimientos del 1971. Si bien hay que reconocer y

aplaudir la relativa ecuanimidad con que, en términos generales, se hace el recuen1) de los acontecimientos principales del 1971, llama la. atención la total

- ausencia de espíritu crítico al hacer el balance del año que acaba de concluir. Desde el editorial con que se presenta el número, y a lo largo de lá; mayor parte.. de los artículos, se establece un estilo homogéneo de mero recuento de sucesos y conmemoración de logros alcanzados, sin que asome por ninguna parte la-más leve nota crítica o autocrítica. Lo que podría ser úna tendencia inconsciente eb:

la mayor parte delos casos, se manifiesta explícita y conscierttemente en el artículo de Rubén Berríos, “El PIP-en el 1971”: “Es justo y provechoso. - . que miremos a los logros obtenidos durante el pasado año, pata eee, San

.--


de estímulo en la lucha que queda por delante. Los Partidos, como los hombres,

a |

necesitan de logros y victorias parciales, pues son muy pocos los que sin esperanzas fundamentadas en tales victorias logran continuar la lucha sin

;

!

detenerse...

]

Es en este espíritu de espuela de lucha y teniendo siempre en cuenta

na A A

IR

que lo que falta por alcanzar es incomparablemente mayor que lo ya alcanzado, que los miembros del Partido Independentista podemos regocijamos ante lo acontecido en el 1971.” Entusiasmar,

insuflarle

ánimo

a los

militantes

es,

sin

duda,

una

tarea

lll A

necesaria y útil; pero se desnaturaliza y llega a convertirse en algo peligroso si no

enn A

va acompañada de la preocupación por fomentar el análisis, el examen crítico de

a

los acontecimientos, y muy particularmente de las propias acciones. Ciertamente, el carácter prolongado y sacrificial de la lucha de independencia exige que se forjen militantes con una gran reserva de entusiasmo. Pero no necesitamos fanáticos, entusiastas ciegos con egos inflados por la autoalabanza: * pues quienes sólo pueden funcionar a base de estímulos artificiales, con un cuadro rosado (y por tanto ilusorio) de la situación, se desmoralizan rápidamente tan pronto chocan con una realidad dura y hostil. Necesitamos militantes con un entusiasmo templado por una actitud crítica: militantes conscientes, reflexivos; abiertos siempre al examen y re-evaluación de las concepciones, métodos y acciones;

i y

militantes

con

voluntad

de

lucha,

pero

también

con

vocación

de

comprender la naturaleza, condiciones y posibilidades de la lucha que llevan a -

cabo.

E

Son

precisamente

los

que

están

armados

no

sólo

de

entusiasmo,

sino

también de una comprensión cabal (y por ende, necesariamente crítica) de la realidad, los que no se desinflan y desbandan al primer tropiezo o contratiempo;

son los que.aprenden tanto de los reveses como de las victorias y se superan constantemente; son los de largo aliento. Sorprende particularmente que el presidente del PIP sea el autor del texto que comentamos. Un partido que proclama a los cuatro vientos que está

¿

enfrascado en un proceso de renovación radical, que aspira a convertirse en una

'

organización

política de

utilizarlo como

vanguardia,

instrumento

de

que

se

interpretación

acerca al marxismo

buscando

y análisis de la realidad:

un

partido con tales pretensiones no puede ¿emerle a la crítica sino que, todo lo contrario, tiene que propiciarla y fomentarla, tiene que convertirla en ingre diente esencial de su forma de ser y actuar.

Máxime cuando no cuesta ningún trabajo pensar en una serie de áreas de

|

trabajo

|

patriótico

en las cuales las acciones pipiolas durante

el pasado año

-Claman a gritos por análisis y evaluación crítica: el dramático decaimiento de la

(ey

campaña de Culebra, la forma increiblemente

:

torpe con que se bregó con el

problema del frente unido, la ausencia de un trabajo efectivo y consecuente en el

campo sindical, el estancamiento de la lucha universitaria (el vacío en cuanto a éste último punto se Hena en alguna medida con el artículo de Edgardo Morales

|

$

en la edición del 3 de enero). También podríamos incluir al programa del PIP

i

-

que, aunque es un documento serio y en muchos. aspectos valioso, distá mucho de ser una “bomba atómica” o cosa por el estilo. Si bien es cierto que el

programa del PIP se convirtió, desgraciadamente, en objeto de ataques frívolos e irresponsables,

no es menos

cierto que

la propaganda pipiola se ha limitado

predominantemente a defenderlo con alabanzas extravagantes. El comienzo de -

un nuevo año es quizás un momento oportuno para que los compañeros del PIP.

examinen

desa

ionadamente - su programa con'miras a extraer un balance:

_ Tigurosoy objetií o del mismo: así harían una contribución importante a levantar

el

nivel

del debate

y

la polémica

entre los independentistas,

desarrollárse y superarse como Organización política,

Ly

-

ambn: de le


De todos modos, sería muy provechoso recordar de vez en cuendo que no

fue una mera casualidad que Marx calificara sus obras principales como críticas.

2) Frente Unido. Ya he mencionado de paso que considero que el PIP

manejó muy torpemente las negociaciones con el MPI en torno al frente unido. Es muy posible (y hasta bastante probable) que las propuestas originales del MPI

fueran inaceptables para el PIP; pero esto en modo alguno justifica la postura

intransigente que asumió el PIP y su empeño de truncar bruscamente y a toda costa, la discusión y el debate

sobre

este tema.

Claro está, la actitud del PIP

respondió en gran medida a una serie de acciones no menos criticables por parte -

del liderato del MPI; pero como dice el refrán, se riecesitan dos para bailar un

tango. En otros términos:

los errores de un bando no se corrigen con errores

iguales o peores del otro bando.

Resulta todavía más lamentable disposición

a re-evaluar

que, lejos de mostrar

y posiblemente

modificar

indicios de una

la posición

asumida,

las

ediciones de fin y comienzo de año de LA HORA anuncian inequívocame nte

que el PIP se reafirma en su intransigencia. Esto se desprende claram ente de la

forma en que se brega con el problema del frente unido en los distintos artículos

que hacen alusión a él; pero para quien todavía pudiera tener dudas al respecto, el editorial de la edición del 3 de enero, “Perspectiyas del 72”; lo afirma en la forma explícita y contundente. Este editorial no sólo declara rotundamente que

*

basta con un solo partido para representar al independentismo en las elecciones de

1972, sino que trata de justificar esta postura con un razon amiento a todas

luces fatulo. " £ Reconozco que estoy empleando un término fuerte. Pero ¿cómo calificar de

Otra manera una argumentación que pretende endilgamouna s alternativa falaz y

espúrea para darle la espalda a la realidad?

El editorial argumenta que no se

puede negar la proposición, “con un partido basta”, porque eso equivaldría a sostener que dos partidos son mejor que uno, tres mejor que dos, y así ad

infinitum. Pero la alternativa real con la que se confronta el independentismo no es entre la posibilidad de un sole partido independentista y la posibilidad de un fracatán de partidos independentistas: esto es simplemente un miecode paja

elucubrado con propósitos polémicos. La realidad es que ya existen dos organizaciones independentistas importantes, y esa simple y llana realidad no va a desaparecer ni con el uso de prestidigitaciones erísticas ni desatando diluvios

retóricos

sobre

el pueblo

independentista.

Por

consiguiente,

la verdadera

disyuntiva, la disyuntiva real y concreta con la que tiene que lidiar el independentismo es: o lograr un acyerdo unitario entre las dos organizaciones ya

existentes O padecer una lucha fratricida en medio de la campaña electoral de 1972. Y no se ayuda para nada a resolver —o por lo menos, mitigar— esta lamentable y dolorosa situación pretendiendo ocultar el cielo con las manos.

El uso de una argumentación de valor tan dudoso refleja, a mi juicio, no sólo

la debilidad intrínseca de la posición defendida, sino también el hecho de que el liderato del PIP y tú, como director y editorialista de LA HORA, no están en

disposición de discutir objetiva y racionalmente la cuestión del frente unido. No puedo evitar la impresión de que en todo esto los intereses particulares del PIP

como colectividad política han prevalecido sobre el interés general de la causa de

independencia. De ser así, ha sido una decisión trágica que terminará ala larga derrotando

su propósito:

ya que, perjudicando a la lucha en su conjunto, se

perjudica también, tarde o temprano, el PIP mismo.

e

|

Sea como fuere, de lo que no me cabe duda es del carácter trágico de la decisión que tú has tomado personalmente dé abanderizarte a ultranza (y con

ello, también el periódico) con la postura adoptada por el PIP con relación al frente unido. Me duele tener que decírtelo, pero creo francamente que has


ie

SE

oi

E

a

.

E

desaprovechado una gran oportunidad para contribuir positiva y significativamente al desarrollu de la lucha de independencia. Me parece que el momento reclamaba que figuras prominentes como tú, con liderato e influencia incuestionables entre las filas independentistas, cumplieran una función orientadora, por encima de los partidismos y las perspectivas estrechas; o de no

ser esto posible, que por lo menos se dedicaran a propiciar una discusión seria y a fondo del problema, de la cual pudiera surgir a la larga la solución más acorde

con las necesidades de la lucha en general. Tú, en cambio, te has dedicado —con tu energía y tu vehemencia características— a aplastar el diálogo y fomentar la

intransigencia. Ciertamente, tú no has sido el único; y también no han faltado razones (y hasta provocaciones) para detonar tu airada y desmesurada reacción. Pero no todos son César Andreu, a quien admiramos y respetamos, y de quien nos hemos acostumbrado a exigir más.

3) Perspectivas del 72. El cuadro del futuro a corto y mediano plazo que se esboza en la edición del 3 de enero es para mí también motivo de honda preocupación. Y, al igual que en el caso del tema del frente unido, aquí

también

sucede

matizada

en

que

los

lo que

se manifiesta indirectamente

artículos,

periódico.

se

expresa

categóricamente

o en forma más en

el editorial

del

:

Así, por ejemplo, una lectura cuidadosa de la entrevista a los líderes del PIP permite detectar una tendencia peligrosa a sobreestimar el valor de las próximas

elecciones. Esto se desprende de la atención desproporcionada que se le dedica en el curso de la entrevista a los problemas de organizar la próxima

campaña

electoral: parecería que las elecciones se han convertido en la preocupación central y prácticamente exclusiva del liderato del PIP, en desmedro de las demás

actividades y áreas de trabajo del partido. Llama la atención el hecho de que es sólo hacia el final de la entrevista, y muy a la ligera, que se mencionan las campañas de Culebra y en contra del alto costo de la vidg. Esta preocupación

excesiva

con las elecciones de noviembre

próximo

se

manifiesta todavía más diáfanamente en el editorial, el cual llega incluso a concebir los comicios de 1972 como un acontecimiento trascendental, un punto de viraje decisivo en la lucha por lograr la independencia de Puerto Rico: “De conquistar [el PIP] suficiente apoyo popular en el curso de la campaña, éste puede llegara ser, después de las elecciones, la tercera fuerza decisiva capaz de actuar como agente catalítico que provoque positivas reacciones políticas. A esto

pueden

sumarse

favorables

factores

internos

y

externos, que

junto

a un

realineamiento de fuerzas, aseguren un rápido tránsito hacia la independencia.” Es triste observar el renacer de concepciones e ilusiones electoreras que parecían haberse superado definitivamente en el transcurso delos pasados dos

años. No pretendo negar el valor de la participación electoral ni la importancia que tendría el logro de una cantidad significativa de votos en los próximos comicios. Pero sería desastroso que la campaña electoral monopolizara todas las - energías y recursos de los independentistas y se desatendieran todas las demás

formas de trabajoy acción patriótica;y sería extremadamente peligroso que se perdiera todo sentido de perspectiva y se alimentaram expectativas extravagantes sobre la significación de los comicios del 1972.' “La rencilla actual entre las dos principales organizaciones patrióticas en torno

al frente unido amenaza con producir un lamentable retroceso en el nivel de comprensión

de

la

lucha

que

parecía

haber

alcanzado,

a duras. penas,

el

independentismo. La rica e intensa discusión sobre la cuestión electoral durante los. últimos “años había producido recientemente dos resultados eminentemente positivos: por una parte, el MPI logró —a regañadientes— flexibilizar su postura

frente

a la táctica de huelga electoral y teconocer la conveniencia

de la

.


participación en las elecciones de 1972; por otra parte, el PIP logró superar las

concepciones y actitudes con las que tradicionalmente había concurrido a las

urnas, hasta el punto de acercarse a una perspectiva revolucionaria de la lucha.

electoral (el artículo escrito por Carlos Gallisá para LA ESCALERA, vol. V, 1-2, . sobre el uso de las elecciones coloniales refleja claramente el grado y la calidad del desarrollo ideológico que había alcanzado el PIP respecto a esta cuestión):

Pero ahora el MPI vuelve a coquetear con el boicot electoral (aparentemente con

el propósito

mezquino

de usarlo como chantaje contra el liderato. pipiolo) -

mientras que, por su parte, el PIP se apresta a sumergirse de pies a cabeza en la contienda electoral, olvidándose de las lecciones tan reciente y trabajosamente

aprendidas

en las luchas

de los pasados

años, y desenterrando nociones Yo:

posturas atávicas. Es notable —y digno de preocupación seria— el contraste que existe entre el contenido del artículo antes mencionado de Carlos Gallisá y las actitudes y tendencias que se manifiestan en la edición del 3 de enero de LA

HORA.

po

|

Por otra parte, resulta insólito qye al esbozar el cuadro de las perspectivas del

1972 —y especialmente en el pasaje del editorial citado anteriormente— no se mencionen, ni se reconozca la existencia de otras organizaciones patrióticas, particularmente el MPI (PSP). Salta a la vista-el carácter ultra-sectario de esta manera de presentar las cosas, de esta forma de concebir el futuro de nuestra

lucha, la lucha de todos los independentistas. El editorial lograhacer lo que parecía imposible: potenciar la intransigencia de la consigna, “basta con un solo partido independentista para la lucha electoral”, hasta alcanzar la plena

aberración de creer que con un partido. basta para todo, que el PIP por sísolo puede satisfacer todas las necesidades de la lucha. En este contexto —o sea, a la luz de esta pretensión de ignorar sistemáticamente a las demás organizaciones independentistas— el llamado a “cerrar filas” con el cual concluyeel editorial no puede dejar de sonar hueco e impropio: ¡vaya peculiar exhortación “unitaria” en un texto tan profundamente anti-unitario! Tanto la concepción dei periódico como la toncepción de la lucha que se traslucen en este editorial me llenan de asombro. En cuanto a lo primero, sólo quiero recordarte que hace menos de dos años que llevamos a cabo una lucha

dentro del MPI por de-sectarizar a CLARIDAD —por convertirlo en un periódico amplio, de la independencia y no meramente

del MPI—

frente a

la Oposición

decidida de personas como Florencio Merced y Manuel de J. González, que creian que el PIP y sus actividades no podían tener cabida en las páginas de CLARIDAD.

El hecho

de

que

ahora

el sectarismo

tenga el signo político

contrario no lo hace menos nefasto, menos condenable. En cuanto a lo segundo, basta señalar que tú has sido precisamente uno de los que más tenaz y persuasivamente ha abogado por la necesidad de concebir la lucha como un proceso amplio y multiforme, como la conjunción de una

pluralidad y diversidad de frentes,niveles y modos de acción. Todavía en el ensayo, “La Lucha de Independencia en la Década del Setenta”, que escribiste durante tu “exilio” en Nueva York, hace apenas un año, combatías lo que.

liamabas la teoría de “todos los huevos en una canasta” y afirmabas: “Bajo las presentes condiciones, la lucha de independencia no puede encerrarse en ninguna

organización en particular. Por el contrario, la naturaleza de la lucha exige una diversidad de acciones. Y esto, claro está, demanda una multiplicidad de

organizaciones. ..” En. el tiempo que ha transcurrido desde que escribiste estas. palabras no ha ocurrido ningún cambio fundamental ni en la situación del paísni *

dentro del independentismo que justifique en modo alguno descartarlaso « ignorarlas. Al contrario, creo que hoy tienen'tanta o-más vigencia que un año. atrás. ó sy Lea Y As


$

En fin: la mayor parte de las críticas que he esbozado a lo largo de esta carta

giran en torno al mismo mal de fondo; y es muy irónico —además de muy triste—

que precisamente tú estés ahorpadeciendo de él. Tú siempre te has caracterizado —y te hemos admirado por ésa junto a muchas otras razones— por tu dedicación

firme y consecuente a luchar contra toda clase de dogmatismos y sectarismos, y

en defensa del análisis objetivo y científico de la realidad; por tu apertura al

debate ideológico, al confrontamiento de ideas y teorías, al examen y evaluación crítica de los supuestos y las condiciones de nuestra lucha; y —no menos

importante— por tu visión amplia del proceso histórico y, por consiguiente, tu disposición

a enfrentarte

serenamente

a los cambios,

aceptándolos

en

sus

elementos necesarios y ajustándote a ellos. El ensayo antes mencionado —con su análisis riguroso y desapasionado de las concepciones fundamentales y la estrategia

del

nacionalismo,

de

la

táctica

de

retraimiento

electoral,

de

la

conducta parlamentaria y el descalabro ulterior del viejo PIP, de la función de una organización política.de vanguardia, dél papel de la violenciaen una lucha

patriótica y revolucionaria, etc.— es un ejemplo brillante de la aplicación de estos principios, y el testimonio más elocuente de cuán valiosos y fructíferos éstos

pueden ser para la causa independentista. Es por eso que

—aún

reconociendo

las diferencias que

existen entre un

semanario y otras formas de publicación— me desconcierta tanto que el periódico que diriges exhiba cada día en forma más acentuada una tendencia a—crítica y doctrinaria, hasta el punto de convertirse, para todos los efectos

prácticos, en un Órgano exclusivamente partidista. Seguramente,

tendrás

tus razones

para haberle

dado

ese rumbo

a LA

HORA, pero a mí me parece que ni el PIP mismo, y mucho menos la lucha de

independencia

en

general,

se “benefician

realmente

de

que

rivalidades de grupo a través de un pugilato sectario CLARIDAD emepeísta y un “CLARIDAD pipiolo”.

se exacerben

y estéril

entre

las

el

EA mismo modo, no creo que lo que necesita hoy el independen tismo sea un

César

Andrew

más

pipiolo

que

el propio

Rubén

Berríos, un César Andreu

reducido a mero propagandista de partido. Eso sería, a mi juicio, un lamentable

desperdicio

tanto

de talento político como de posibilidades y oportunidades

históricas. No critico el hecho de que simpatices con el PIP, que lo respaldes y

trates de ayudar; lo que critico es que lo apoyes en forma irrefle xiva, con la fe y

la pasión del converso. Al poner al servicio del PIP tu gran capaci dad política y

S Eme y

AR

> a

OA

E

A Eoa E A e UA

+

TSea ld e ent ma

tu enorme caúdal de experiencias de lucha libertaria y patrió tica, creo que debes hacerlo —por el bien tuyo, como del PIP y de la causa— sin sacrifi car tu espíritu

independiente y crítico, sin abandonar tu perspectiva amplia y a largo plazo, sin ceder a las presiones del momento, sin dejarte seducir por logros inmediatos pero

efímeros.

. Claro que no es fácil, y a veces tendrás que decir cosas duras e incómodas, y

quizás hasta tengas que andar solo a ratos. Pero, precisámente tu ejemplo en el

pasado nos ha enseñado la virtud de atreverse a caminar solo cuando sea necesario para el bien de la causa con la cual estamos todos comprometidos. Hoy menos

que

nunca

es

el

moménto para

indispensable, vocación.

rehuir esta

ardua,

ingrata, pero

e

Huelga decir que estos comentarios críticos no están animados por _ resentimientos O propósitos destructivos de clase alguna. Hubiera sido mucho más fácil para mí —dado que he estado- fuera del país por varios meses y

próximamente

volveré a ausentarme—

desentenderme

de todo este escabroso

asunto, Pero: me ha parécido que estaría siendo irresponsable si no expresara mi

parecer y sentir en forma francay abierta, sin cortapisas. Confío que ló puedas. entender así, de modo que esta carta sirva —no obstante su contenido un tanto


áspero— como agente catalítico de un verdadero diálogo, de una discusión seria y a fondo de la situación actual de la lucha de independencia. No pretendo tener la verdad agarrada por el rabo, pero estoy plenamente convencido de que, por lo menos, las cuestiones que he levantado en esta carta no son puras elucubraciones subjetivas, sino que responden a problemas reales que el independentismo padece en la actualidad y cuya gravedad reclama que se resuelvan satisfactoriamente lo más pronto posible. Pero no podrán superarse hasta tanto no estemos dispuestos a encararlos, hasta tanto no comencemos a discutirlos y analizarlos seria y desapasionadamente, sin dogmatismos y sectarismos, anteponiendo siempre la causa de independencia a los intereses personales o de grupo. Profundamente preocupado, pero con el cariño de siempre, te saluda

tu amigo y compañero,

aria AN AU A

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NL Er ARA

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Georg Fromm

43

3

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A

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e

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CS

TONI

e! ni

A

ya

y

Ci

De la represión sólo nos defiende la combatividad del pueblo. Pero para evitar que un compañero vaya

a la cárcel

por

defender

sus derechos

nosotros,

se

requiere

también

ayuda

legal,

todos Costosa

pese

a que

y los de

ayuda

nuestros

legal.

abogados

yo

prestan sus servicios gratuitamente.

Tu contribución puede significar la diferencia entre la cárcel y la libertad para cualquier puertorriqueño --quizás tú mismo... ¿Cuánto puedes aportar para esta lucha?

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Río Piedras Tel. 764-1482

31


Pe gd q aaa q RAP A a a e CO

ER e e AOSTA

de e ARA

La emocion de ver, tan cerca y tan proximas,

en todos los

ร sentidos, nuestras dos . banderas

O

A

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riรณ

.-

A

PES


o he oe Es difícil exagerar la im portancia que tiene para Cuba, Chile y el movimien to revolucionario lnoumabicinó la reciente visita e. del máximo líder de la revolucióión cubana, Comandante Fidel. Castro. Durante sú extenso recorrido por la' hermana nación eo Fidel tuvo la oportunidad de di rigirse a decenas de miles de chilenos de todos los estratos sociales y compartir con ellos su vasta experiencia revolucionaria. Por considerarlo de un gran valor político, a continuación reproducimos pres fragmentos de los discúrsos y diálogos de Fidel con los trabajadores y estudiantes chilenos. 3% : Fragmentos

PRESIDENTE

DE

del

diálogo

LA

sostenido

U. DEL

por

NORTE:

Fidel con

Quiero

los estudiantes

hacer

una pregunta difícil de contestar. Esta pregunta se refiere al

hecho de que para la conquista del poder de la clase trabajadora, de los explotados de cualquier país, es " necesario que exista una posición de vanguardia que es lo que

son los partidos revolucionarios. Ahora la pregunta va

en

este

sentido,

que

creo

que

interesa

tanto

a

los

úniversitarios

de Antara

el pasado

importancia que tiene la revolucionarias, no sé si son los divisa para las elecciones del 28 que “un pueblo unido jamás será

Pudiera revolucionarias

decirse se

de

1971 p

unidad de las: fuerzas uruguayos que tienen una de noviembre y que dice vencido”.

también.

dividen

12 de oviembre

serán

que

«si

vencidas.

las

fuerzas'

Las

fuerzas

revolucionarias unidas no podrá vencerlas nada ni nadie, eso

compañeros que tienen filiación política como a aquellos otros compañeros, que son la mayoría, que no tienen filiación política: La pregunta va en el sentido de lo que nosotros llamamos sectarismo, que muchas veces se produce entre compañeros de los propios partidos de izquierda, en este sentido la hago. La pregunta fue entregada por escrito y citg hechos verídicos producidos en la propia Revolución

es lo que realmente puedo decir en: relación con estos

La cuestión del sectarismo. Ha existido. (Aplausos). Iba a decir lo siguiente: el problema del sectarismo ha existido, existe y existirá en todos los procesos revolucionariós. Creemos que es un gran mal,.no hay dudas. Pero sería idealismo puro pensar que estos problemas no van a existir. Nuestro deber es combatir las manifestaciones

enfrentarlo: fue el problema de la Sierra y del Llano. Como se había producido la lucha en las montañas y sé había producido la lucha en el llano, entonces estaba el sectarismo de la Sierra Maestra, “de los que habían estado en las

del sectarismo, pero no debemos hacernos ilusiones de que

factor

por ello vaya a desaparecer el sectarismo. Nosotros hemos reunido duras experiencias en ese campo; lo vivimos en el proceso revolucionario, desde muy al principio, desde que se empezaron a organizar los jóvenes, los estudiantes para la lucha, en Cuba. Y creo que en el éxito de la Revolución, Cubana uno de los factores, (ya les mencioné otros factores) podría decir que si nosotros el sectarismo no lo

sectarismos, porque dio la casualidad que los que habíamos estado en las montañas éramos muy pocos; nuestro Ejército Rebelde llegó a tener un máximo de tres.mil hombres y las batallas decisivas las libró con 300 hombres. Calculen “si

(

Cubana.

problemas, pero. piensen ustedes: nosotros hernos vivido-esa

fiebre.

hemos vivido todo eso. los

hubiéramos superado, habría podido liquidar la revolución; no tener que esperar que surgieran el imperialismo, las invasiones, porque la propia revolución se habría podido autodestruir. Yo no sé qué tipos de problemas en el sectarismo puedan tener ustedes, pero yo creo que ustedes, los chilenos, a pesar de todo son y tienen más arte de coordinación y de trabajo en común del que teníamos en Cuba. Yo creo, sinceramente, que ustedes tienen un nivel más alto de cultura política del que tenía nuestro país, cuando comenzó la revolución. Esa es la impresión que

Además, sabemos que én estos problemás está por

delante una cosa: la honradez, la pasión con que cada cual está defendiendo un criterio, una idea, un punto de vista;

Nosotros tenemos una organización que tuvo uno de primeros sectarismos que nosotros tuvimos que

montañas,

convertir

de

que miraban con cierto-desdén y. pretendían

a Cuba

en un especial mérito, en un especial

prepotencia. “Ese

fue: uno

de

los

primeros

nosotros hubiéramos establecido Una especie de secta. de los guerrilleros de las montañas ¿dónde habría tenido cabida el. resto del país?

La historia dé nuestro país no la escribió un

grupo de hombres, la ha escrito realmente un pueblo entero. ¿Qué ocurrió al triunfo de nuestra revolución? La

a

deR:

revolución tenía un gran apoyo, apoyo entusiasta, ahora un apoyo casi universal, péro una revolución no puede tenérun.

apoyo universal, eso es imposible en un país dividido en

clases, en un país con intereses antagónicos irreconciliables

E

N

eS

de orden social. Ahora, sin-embargo, cuando la revolución triunfa, muchas personas viraban- contra el caudal de la:

revolución. La revolución tenía una fuerza enorme en e £

Sl crédito del pueblo. ¿Qué hacía much

nosotros tenemos. Claro que algún día, quizás dentro de 20 o

30 años,

puede::que

ustedes vayan

encontrando

la

uniformidad de sus objetivos políticos y revolucionarios. En _nuestro país la fuerzá de la revolución está en la unidad.

¡La fuerza de la revolución está en la unidad! Claro que nosotros no pretendemos ni mucho menos que cada cual vaya'a renunciaf a sus cfiterios, a sus ideas, a'sus Cosas, pero: É creemos A

que

ey. ye

tener

conciencia

muy

clara de la

_ por allá, exceso de la autoridad ypor otrolado, pls No se. sabe le cantidad de personas que, en un/' proceso — E revolucionario cuando comienza, emo contra slepoyo a+ Ela -y contra la fherza de:la 1

cometen. . Muchas Je

deeci

A


o

una

revolución

sacrificio,

tanta

que

ha

lucha.

costado Mucha

tanto .esfuerzo, gente

procedió,

tanto muchos

compañeros procedieron de esta forma, pero en realidad la

revolución fue nutriendo sus filas, fue ganando en profundidad, en militancia y nosotros decíamos que se producía este fenómeno: decrece en extensión el apoyo a la revolución, pero crece en profundidad.

De esta forma se fue escribiendo la historia en estos

años y no está escrita todavía toda la historia; pero unos lucharon en la Sierra Maestra, otros' se organizaron y lucharon contra los bandidos. Hubo un momento en que habían bandidos hasta en la provincia de La Habana, habían

bandidos

en

todas

las

provincias.

¿Qué

ocurrió?

Incesantemente desembarcaban, porque lo de Girón fue una

cosa espectacular. Cientos de veces los imperialistas tiraron armas

en

paracaídas

sobre

nuestro

país,

cientos

de

veces

introdujeron elementos clandestinamente, estuvieron tratando por todos los medios de alentar las bandas contrarrevolucionarias durante años. La lucha en nuestro

país contra los bandidos de la CIA duró años. Nosotros podemos decir lo siguiente, que murieron muchos más

TF

Ie

cubanos luchando contra las bandas, de los que murieron en

la guerra, en la guerra revolucionaria por el derrocamiento de Batista. Otros participaron en los combates de Girón; otros se movilizaron cuando la crisis de octubre; un pueblo entero

movilizado. En una situación tensa, en un peligro mortal E

sn

E

ENE

E

LE

Y

con quien sabe cuántas armas nucleares apuntando contr a nuestro país y aquellos obreros, aquellos campesinos, los

jóvenes los estudiantes, el pueblo entero firme, sin ninguna

vacilación. ¿Alguien podría- negar que escribiendo una página en la historia?

tener

ese

pueblo

está

Así han transcurrido estos años y la revolución debe un

objetivo:

ganar,

sumar,

fortalecerse.

Nosotros

creemos que esos son principios esenciales que no puede n violarse. Lo creemos firmemente, no significa que no creamos

que

esos

problemas

no

vayan

a existir.

Esos

problemas existirán. El problema a que se refirieron aquí es

una delación. Una delación fue el caso de un grupo de

compañerós estudiantes del Directorio; uno de los miembros de la organización había sido capturado, convertido en delator, delató a la policía a los estud iantes y

los

asesinaron.

Lo

que

nadie

lo sabía, lo que

se viene

a

descubrir ulteriormente, mucho tiempo después. Es verdad que “los problemas del sectarismo influyeron ahí, puesto que el individuo sencillame nte se hizo pasar por revolucionario, izquierdista, más comunista

que nadie y entonces esó impidió que cierto s elenentos de

sospecha pudieran permitir descubrir el papel que había

jugado en el asesinato de aquellos compañeros . Cuando en ciertos momentos hubo algunos indicios, entonces también esas circunstancias, digamos, de orden sectar io, dificultaron

eso hasta que se llegó realmente a tener evide ncia y se procedió. El otro caso que menciónaron fue el de Anibal


Escalante,

quien

fue

responsable

del

sectarismo

que

se

produjo desde antes de la revolución; porq ue Aníbal Escalante había introducido el sectarismo dentr o del

Partido Comunista; es decir, fue un fenómeno , no podemos

llamar

de

sectarismo,

personal,

de

fue

intentos

un

de

fenómeno

control

de

del

ambición

Partido

que

lógicamente, desde luego, puede ser asociadoa la polít ica

sectaria. Nosotros hemos definido el fenómeno secta rio en

nuestro país, que es diferente de las condicione s de Chile; en nuestro país los comunistas estuvieron muy perse guidos, estaban como los cristianos en las catacumbas de Roma. Era

comunista, no le daban trabajo; era comunista, no le daban

pasaporte;

era

comunista,

no

tenía

ninguna

me

recuerdo

posibilidad;

eran perseguidos, molestados incesantemente, sobre todó en

la época

del

macarthismo.

desarrollamos

de catacumbas:

Yo

una mentalidad, una especie

desconfianza

única y exclusivamente

todos

de los demás y confianza

en los compañerosde militancia.

Este fue un problema muy fenómeno

que

de mentalidad

específico y derivado de un

objetivo de persecución, de aislamiento. Porque

la verdad que en nuestro país desde el año 45 hasta el año

59, ser comunista era un mérito muy grande; los jóven es, los miembros de la juventud comunista, realmente eran perseguidos, eran maltratados por todos los medios; por el macarthismo y por toda aquella política que había. Bueno, también tenían problemas con la familia. Si yo les cuento a

ustedes

algo, ustedes no lo creen, no lo creen; pues bien,

aun en aquella época, en el 55, llegaba uno a la Universidad

de

Panamá,

de Venezuela,

de cualquier país de Am-erica

latina y había mucho más antimperialismo que en Cuba, si les cuento una-cosa; les voy a hacer una pregunta: ¿Cuántos estudiantes hay en estas tres universidades? Seis mil. ¿Cuántos estudiantes antimperialistas hay en estas tres universidades? ¿Cuántos? ¿Saben cuántos estudiantes

antimperialistas había en Cuba

el año 48, en el año

50?

Treinta estudiantes antimperialistas, en quince mil estudiantes. Esto.fue antes del proceso de lucha contra Batista. La campaña reaccionaria en Cuba había penetrado de tal manera a través de los medios de divulgación masiva: radio, televisión, prensa, revistas, cine, pero de tal manera y

de tal manera nuestra Universidad era en aquella. época

expresión, digamos, de un privilegio de clases; pero esto sólo no lo explica, porque en muchos lugares hay también -

Universidades que son de jóvenes de clase media y la mayoría son antimperialistas, tienen una posición ideológica de contradicción con la propia posición social, pero

en

nuestro

trajo como

estudiantes

país

la combinación

de los dos factores

consecuencia esta circunstancia: había treinta

antimperialistas,

no

quiero

decir treinta

comunistas, comunistas había como 15 ó 16, militantes de la juventud comunista; es que nuestro país en los.años 30

había tenido un fuerte movimiento antimperialista. Ese

movimiento

fue perdiendo

fuerza; había

un Partido

Comunista; era un Partido Comunista que tenía'“influencia en los obreros, un PC, que tenía fuerza en los obreros, que

tenía

militancia,

universitarios,

antimperialistas.

cada

100

Eso

sin

embargo

estudiantes se reflejaba

personas

habría

.en

de

los

15

medios

mil eran

en. el resto del país; de

unas

diez

personas

antimperialistas, Desde el punto de vista del desarrollo de la conciencia política, posiblemente nuestro país era uno de los más atrasados de toda la América. Por eso también dije que si la revolución traicionaba toda esa historia, porque los

burgueses

pensaban

que,

bueno,

es la posición de los

burgueses en nuestro país, erá la de pensar de allí no podría

haber ninguna revolución social ¡pues quién demonio podía

imaginar

a la revolución

Estados Unidos!

social en Cuba,

a 90 millas de

-Los burgueses de- nuestro país, desde

luego, eran unos burgueses muy acomodados, muy gastadores, muy despilfarradores, no cremos que fueran muy inteligentes y vivían; además, confiados ciento por ciento en el poderío de Estados Unidos; terratenient es, monopolistas, estaban -completamenté convencidos de que en Cuba sería imposibie una revolución social. De manera

que en nuestro país las ideas no estaban tan desarrollada s

como están ahora en Chile y todos estos' fenómenos tuvieron Jugar. Ahora hay que comprender la situación de

un

partido

marxista

en

un ambiente

como

este.

16.

comunistas entre 15 mil. Es imposible que eso no generara

un sentimiento tendencias a desconfiar del que no fuera militante del partido, Ahora, ¿fueron los únicos sectarios?

No. El sectarismo estaba en todas. partes, el sectarismo

estaba en todas las Organizaciones; eso es una cosá que les

digo aquí, una verdad histórica de que este fenómeno. desgraciadamente se desarrolló; fue la propia revolución, el desarrollode la revolución victoriosa, la que fue superando esos fenómenosy si no los hubiera superado, desde luego,

posiblemente no hubiera podido marchar adelante la

+ revolución a pesar de los demas factores. Eso se los digoa. ústedes, pero creo que ustede vans a tardar tiémpóen . entender eso. Quizás vayan un día, poco a poco, llegando a * conclusión acerca de los objetivos, pero“eso quees un

problema de ustedes, 2 mí no me pregunten

cómo y

no me afilien, quiero decif no me inscribaenn nin

las.. organizaciones. Por lo” cual todos vana que disgustados. Bie €sn, tarde ya, ¿no?

3

e

pero

treinta

70.

A


N. de R

:Fragmentos del diálogo sostenido por Fidel Castro con1 os estud iantes de la Universidad de Concepción ei = me

pasado 18 de noviembre de 1971,

LOCUTOR: representáción

A

de

continuación,

la Democracia

Martín

Cristiama

Phillips

én

Universitaria,

. hará una pregunta al Comandante Fidel Castro. PREGUNTA: Comandante Fidel Castro, los cristianos

en

América

Latina

desde hace

muchísimos años

han

comenzado una lucha frontal para liberar a sus pueblos de la dominación del imperialismo norteamericano. Nosotros sabemos que en Cuba los cristianos aportaron lo mejor de

ellos a la revolución, también sabemos que muchos de ellos

PURA Aca

ia

la traicionaron; antes de formularle la pregunta, quiero citar una frase del Che: “Déjeme decirle a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor, todos, todos los días hay que luchar por que ese amor a la humanidad viviente se

transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de

ejemplo y de movilización”. Pero, Comandante, usted sabe que son muchos en América Latina los que repiten quejumbrosamente que estos valores han sido traicionados en Cuba, después de la instauración de un régimen marxista; los cristianos han sido relegados a un segundo plano o marginados de Cuba. Nosotros, los jóvenes democratacristianos, queremos que usted nos diga cuál fue la participación de los cristianos en Sierra Maestra, en los albores de la revolución y cuál es hoy la participación de ellos, como cristianos y como cubanos en la construcción

del socialismo (gritos de “¡Puerto Montt! ” y pifias). FIDEL: ¿Qué quiere decir eso de Puerto Monit?Bueno,

yo debo decirle que, en realidad, no puedo

anat pilla

aceptar la afirmación así, que aparece en el primer párrafo, de que los cristiamos en América latina desde hace

a

clar

A

es bl

muchísimos años han comenzado una lucha frontal para liberar a sus pueblos de lá dominación del imperialismo norteamericano, (aplausos). ' En este terreno, un poco más en la cosa general,

ens

puedo hablar con toda claridad;el movimiento de lucha de

los cristianos en América latina no data de hace muchísimos

A

años, sino es más bien un fenómeno. reciente, es más bien

>

as e E

a

EN

un fenómeno reciente que nosotros apreciamos y saludamos y lo vemos como un acontecimiento altamente positivo, pero es un fenómeno reciente. No podenros decir que en Cuba los cristianos aportaron lo mejor de ellos a la

7 q A oRA

ad

revolución, Hay que decir que los elementos religiosos, los factores religiosos no jugaron un rol como tal en el proceso revolucionario cubano, o digamos, en la fase de la lucha por

SATA AAA ya yo dar cad

la conquista del poder... (Ruidos)... de la nación; de apoyo

al movimiento revolucionario, entre los cuales, obviamente,

estabán los cristianos, pero estaban también los que no eran

cristianos y estaba, en general, la mayoría del pueblo; sólo

las, capas groseramente reaccionarias apoyaban al régimen

_ de- Batista, una minoría en:un régimen proimperialista,

siento por ciento sostenido por instrumentosde represión.

>

E

LE

,

A

Pital

;

, E 20

Ahora,

hubo

cristianos que

,

¿

e

aislada

e

Sardiñas, fue, se unió y estuvo-en nuestra tropa meses

enteros y nosotros le teníamos mucho respeto. Allá se presentaban los campesinos que querían quey les bautizáramos los hijos y el padre Sardiñas los bautizaba y yo era el padrino (risas). Así es que tengo muchos ahijados en la Sierra Maestra. Pero esto no era una farsa, no, era una

costumbre de los. campesinos el bautizar a los hijos, porque

ese era el tipo de cristianismo que hábía en nuestros campos. No pasaba de eso, no pasaba del hábito de bautizar a los hijos. No recibían ninguna otra enseñanza religiosa y

ellos venían con los hijos,la madre, el otro, como un gesto

de confianza, de amistad hacia nosotros, los rebeldes, pues sencillamente hemos sido padrinos de muchos campesinos

de la Sierra Maestra y el cura Sardiñas venía con nosotros.

Desde luego, no tenía tiempo de darles el catecismo, sólo el bautizo, así es que aparte de eso, en nuestro país no existía

el

tipo

de

cristianismo

latinoamericanos.

que

existe

en

otros

países

¿Por qué? , porque la religión se llama

cristiana y, en ese sentido, si nos encontramos con unos campesinos que eran de esos, no católicos, sino adventistas

O de otras religiones, sinceramente, se portaron muy bien.

Nosotros, decimos que con nosotros se portó bien el cristiano católico y el cristiano adventista, el espiritista, el

que

creía

en

las

estrellas,en el sol, en la luna,

en

los

animales, en los demonios, en los buenos, en los malos y el

que no creía en nada. (Aplausos). Esta es la realidad y tal

fue que nos apoyaron, así es que no podía sino enmarcarse

dentro de un fenómeno político nacional. —

En nuestro país: no existía el cristianismo en el sentido en que existe en muchos países latinoamericanos,

porque la religión católica no era una religión popular. ¿En

qué sentido?

Era fundamentalmente la religión de los ricos

en nuestro país. (Aplausos).

.

e

Hay otros países latinoamericanos en que la religión

católica es también religión de los pobres, y no se olviden

- que el cristianismo empezó siendo la religión de los esclavos. y perseguidos de Roma. Algo parecido a lo que sufri ó después el comunismo. od a :

Ahora bien, ¿por qué? Porque la religión más bien se predicaba a través de los colegios privados, que eran

colegios de clase media y rica y sólo por excepción, había

, un pobrecito, le daban un puestecito en la escuela y lo ponían a limpiar la escuela, en una especiede plustr abajo. y algunas instituciones religiosas que hacían siempre carida d,

y hay que: decir que, por otro lado, existian en nuestro país -

instituciones réligiosas que estaban con los leprosos, con los ..

enfermos en actitudes de carácter humano, que yo siempre

_ he admirado, extraordinariamapreci ente. able y admirable. -Monjitas que se

iban ¡2 trabajar con £

e,

ingresaron

independientemente, hubo sacerdotes que cooperaron, incluso a nuestra tropa se presentó un sacerdote, el padre

Pa,

i

leprosos a ciertas


nstituciones y hacia estas religiosas siempre sentí un gran respeto y una gran admiración, porque significa

desprendimiento, capacidad de sacrificarse por los demás,

en nombre

de una idea, de un sentimiento, de una crencia,

de un principio, pero actuar consecuentemente con ese principio, actuar consecuentemente con esa creencia; y otras trabajan en hospitales y en trabajos duros, hay que decir que cualesquiera de esas personas haciendo ese trabajo abnegado, peligroso es lo que pudiéramos considerar el ideal de la conducta de un comunista, así es que al esclarecer unas cosas, sí, tienen para mí que esclarecerse las otras... En esas actividades sí eran beneficiados los pobres, los que no tenían un enfermero que los cuidara; esto es lo que era la situación en nuestro país. Ahora surgen conflictos que no eran religiosos, entre la revolución y la iglesia, sino que entre la revolución y los burgueses, los grandes terratenientes, los grandes propietarios; ellos tenían la religión católica, no practicaban la caridad cristiana, pero se decían

católicos

y,

entonces,

utilizaron

el

problema

religioso como

un instrumento político de resistencia a la revolución, hay que ser muy claro. Ellos fueron los que utilizaron la religión como instrumento

contra

la

revolución,

basándose

en

las

circunstancias de que la clase afectada por la revolución tenía su religión oficial y acudió al procedimiento de usarla contra la revolución y esos fueron los motivos de los conflictos de la revolución

y elementos católicos, con parte

del clero y con parte de la iglesia. Pero nuestra revolución nunca

se

caracterizó

por

el

el

anticatolicismo,

anticristianismo y ninguna forma de antirreligiosidaa, nuestra revolución no se caracterizó nunca por ninguna antirreligiosidad. Es más, a nosotros nos parecía que toda aquella gran campaña obedecía al mecanismo para confundir a los pueblos latinoamericanos, también, es decir,

presentar ante toda la América latina, donde sí había países donde la relgión católica tenía amplio carácter popular, y utilizar toda esa leyenda y toda esa campaña contra el movimiento revolucionario en América latina, y nosotros nos hemos

país

cuidado

cualquier

mucho,

forma

forman religiosas y existe paz y armonía. No obstante los

siempre, de evitar en nuestro

de

persecusión

y

de

intentos que de cuando en cuando resurgen desde fuera, de

lucha

alguna campaña contrarrevolucionaria apoyándose en elementos religiosos, hay que decir que esa paz se logró, por un lado, por Ía actitud de la Revolución, por lo que explicábamos anteriormente y por algunos dirigentes religiosos que tuvieron especial interés y cuidado en buscar fórmulas de acercamiento y de solución a los problemas que habían surgido en nuestro país, de manera que la situación es de paz y de armonía. Ahora bien. En los últimos tiempos han ido surgiendo

antirreligiosa. Es más, la línea que ha seguido la revolución con los sacerdotes que han estado implicados en hechos y faltas contrarrevolucionarias, ha sido, por lo general, de la generosidad. Hemos preferido el sacrificio de la ejemplaridad a los beneficios que podía sacar el imperialismo de su política de presentar a la Revolución

Cubana contra la religión. Bien, en un período ulterior, cuando ya realmente la

en

burguesía y los imperialistas no tenían nada que perder, en que ya dejaron de ser una fuerza social, es que esta cuestión

religiosa

y los conflictos que habían

surgido en dicha

revolución, se fueron apaciguando. En nuestro país quedaron las iglesias, funcionan libremente, en nuestro país hay

un

colegio,

un

colegio

de

seminaristas,

también

se

América

Latina,

en

el seno del movimiento

cristiano,

corrientes revolucionarias, si quieren llamarlas corrientes progresistas, que van derivando hacia posiciones revolucionarias y hay un gran número de: sacerdotes y de religiosos que tienen una decidida posición en favor del

|

proceso de liberación de América Latina. Algunos

: to como son perseguidos, otros han muerto,

37


revolución es el arte de unir fuerzas, la revolución es el arte de aglutinar fuerzas para librar las batallas decisivas contra

el imperialismo (aplausos). Ninguna revolución, ninguna revolución, ningún proceso se puede dar el lujo de excluir a ninguna fuerza, menospreciar a ninguna fuerza, ninguna revolución se puede dar el lujo de excluir la palabra sumar y uno de los factores que determinó el éxito de la Revolución

Cubana,

donde

nosotros

éramos

un

pequeño

grupo,

inicialmente, un pequeño grupo que en condiciones difíciles llevó

a cabo

la lucha, fue la política de unir, unir, unir,

sumar incesantemente. Y no era fácil, miren que nosotros

RAR

teníamos grandes discusiones entre nosotros mismos. Nosotros estábamos en la Sierra, llevábamos 18 meses de guerra y de guerra violenta, sin embargo encontramos en el

seno de nuestra propia organización tendencias fuertes de

A

tipo exclusivistas; en algunas ocasiones los conservadores parecíamos los que estábamos en las montañas. Muchas veces nos pasó eso, que parecíamos conservadores; a veces habían políticos que habían mantenido su línea contra la tesis nuestra, en las condiciones de Cuba, entre elementos

que habían Batista,

de

estado

haciéndole

consolidar

su

el juego a la estrategia de poder

mediante

elecciones

fraudulentas y nosotros manteníamos la tesis de la lucha armada (aplausos). Y llevábamos 18 meses de guerra, pero

a

en determinado

momento

todas esas corrientes se iban

desmoronándo. Gentes que durante mucho tiempo habían mantenido posiciones opuestas, querían pasarse a las posiciones que habíamos defendido ¿y cuál era la tesis

nuestra?

que se sumen, que se sumen; con la tesis de otros

compañieros que no, que se les tiren las puertas a la cabeza,

:

Mi

LEA

ca abro

AURA

que no se sume; señor, si usted está defendiendo una tesis,

una idea, un principio, el día que incluso los más caracterizados voceros de la tesis contraria se pasan a sus filas, estarán señalando que su tesis, su teoría, su idea ha triunfado y fortalecerá la revolución ( aplausos). Nosotros

y ¡Pe

o

o

Y.

SB

d

dc

teníamos

bastantes

discusiones,

en

honor

de

la verdad,

como tiene que pasar en todo, pero nosotros fuimos dentro del movimiento defensores de las tesis de la amplitud y de

la suma, de la suma de fuerzas.

Y así fuimos creciendo y fuimos creciendo, y eso nos condujo a la victoria. Si nosotros, un pequeño grupo, hubiéramos realizado una política a puertas cerradas, nos

habríamos misn'a

aislado, no habríamos triunfado jamás, de la

manera

que

yo

creo

que

en

nuestro

continente

nosotros tenemos que unir, nosotros no podemos cerrar las

puertas a nadie, nosotros tenemos que abrir de par en par

las puertas para que la lucha de liberación de este continente cuyo principal fenómeno es la opresión imperialista, igual que durante toda aquella fase de la lucha nuestra en el derrocamiento de la opresión en nuestro país, en aquella lucha la política fue de amplia unión y aun después frente a cada uno de los objetivos; política de

amplia unión. En América Latina nosotros tenemos que

realizar una política de amplia unión con todas las fuerzas que tomen conciencia de la situación objetiva de

explotación, en que ha vivido nuestro continente. Que tomen conciencia... no hay que esperar que sea una conciencia avanzada O superavanzada, o marxista; una conciencia

nacionalista,

es

positiva;

una

conciencia

progresista es positiva. Ojalá estuviéramos todos de acuerdo,

por lo menos en una cosa, en una cosa:

¡En librarnos del

imperialismo! ojalá todos nuestros pueblos estuvieran ya de acuerdo en eso (aplausos). Si todos los cristia nos, si todas las religiones, si todos estuviéramos de acuerdo en que nos uniría a todos, un mínimo esencial, ¡pero no de poca

monta!

Si todos en este continente hubiéramos tomado

conciencia de la necesidad de combatir al imperialismo , si fuéramos capaces de poner un granito de arena en ese sentido, ese sería un extraordinario paso de avance en la liberación de este continente. Desde ese punto de vista, nosotros saludamos y vemos con simpatía y apreciamos extraordinariamente el movimiento que se ha desarrollado

en

los últimos

años

en

el seno

de

los

cristianos.

Y

consideramos que tiene un gran valor en el camino de la liberación de nuestros pueblos y en el cami no de la lucha revolucionaria y este movimiento debemos recibirlo cca respeto, con satisfacción, y es nuestro deber de revolucionarios, alentarlos, y así de esta manera nosotros expresamos cuál es nuestra posición, respecto de lo que pasó en Cuba, y nuestra posición respecto a esta cuestión en el ámbito latinoamericano. (Aplausos).

SNS

murió Camilo Torres (aplausos) y en realidad si nosotros analizamos las cosas objetivamente, si analizamos el futuro de todo nuestro continente, nosotros debemos saber apreciar en todo su valor la importancia que tiene esa toma de conciencia política, de amplias masas cristianas en este continente, porque —permítanme decirles algo— la


O e

N

deR

:Fragmentos del diálogo sostenido

de Chile el pasado 23 de noviembre de 1971.

por

Fidel

Castro

con

los dirigentes de la Central

Unica de Trabajadores

A

PREGUNTA:—

Yo quería hacerle una pregunta que

tiene relación con el rol de los sindicatos en el actual proceso. Me gustaría saber, teniendo presente la diferencia

entre la Revolución Cubana y el proceso que actualmente vive Chile, cuál cree el compañero Fidel Castro —Que tan bien conoce nuestra realidad— que debiera ser el papel de

los sindicatos en nuestra patria. CMDTE. FIDEL CASTRO.-— Miren, sobre lo mismo permítanme decir algo. (Aplausos). Sobre nuestro proceso en los primeros momentos ustedes me permiten decir lo siguiente: cuando se produce el golpe de Estado del 10 de marzo, y aún anteriormente, en el año 1944, se inicia en Cuba un proceso de represión

en

el

movimiento

obrero,

y

de

persecución

de

los

comunistas. Es un proceso de asesinato de numerosos líderes comunistas, un proceso de asalto a los sindicatos, de imposición de dirigentes patronales y de pandilleros gubernamentales, aun antes de Batista. Claro, todo eso tuvo su buen precio, ¿no?

una patada

una mañana

les dieron

a los gobiernos aquellos y los

botaron a toditos sin excepción, sin excluir a nadie. A todos los quitaron:

Poder

Ejecutivo, Parlamento, Poder Judicial.

Todo fue abajo, de una patada, de una patada la madrugada

del 10 de marzo de 1952: el golpe de Estado de Batista. Que hayan mantenido toda su influencia prácticamente, las Fuerzas Armadas; Fuerzas Armadas que habían sido hechura suya cuando el movimiento del 4 de septiembre frente a otra crisis anterior que había tenido el país. La historia es larga: el machadato; la intervención americana, que fue una forma de intervención sin desembarco de marinos —que no hacía falta, porque el Embajador con los barcos afuera, no tenía que desembarcar los marinos para resolver los problemas, sino simplemente los

exhibía—;

entonces

una

mediación,

un

gobierno.

Se

había creado una gran efervescencia popular frente a aquella situación de crisis, una serie de demandas en el seno del ejército, de las clases y soldados, y se produce el movimiento del 4 de septiembre de 1933. Aquel movimiento se conecta con el movimiento revolucionario en general, y surge incluso como un movimiento revolucionario en su primera fase. Claro que al poco tiempo el señor Batista y su grupo

fue inmediatamente alquilado, virtualmente, por el Embajador americano, que le parecía el procedimiento más sencillo, más expeditivo, más económico de resolver los problemas frente a un gobierno de tipo nacionalista que

empezó a realizar toda una serie de leyes que eran demanda del país en aquel momento. Al fin y al cabo Batista terminó

echando aquel gobierno nacionalista, y mantuvo su hegemonía a través del control del ejército y de la policía y demás institutos armados.

Su política fue una política de prebenda, de privilegio, de corrupción completa. Constituido en caudillo militar, mantuvo de esta forma su hegemonía.

Hay que conocer la historia de nuestro país para saber

lo que significó en Cuba la intervención norteamericana: el derecho de intervención establecido en nuestra Constitución, que le quitó toda personalidad al país y toda personalidad a sus instituciones civiles y a sus instituciones militares, porque en realidad no tenían ningún papel sino esperar que los barcos americanos desembarcaran en el momento en que consideraban que había alguna

perturbación del orden.

No hubo ningún desarrollo institucional en nuestro país. Nosotros queremos que ustedes tengan en cuenta esta circunstancia para que sepan conocer lo de Cuba. Después, en el año 1944, por fin el señor Batista, un poco cansado, bastante enriquecido —por aquella época tenía unos 50 millones de dólares robados—, junto a él

había

otras

Guerra

cuantas

decenas

Mundial, Batista

de

millonarios;

concluida

la

se había beneficiado en cierto

momento de los frentes que se hicieron antifascistas en el mundo. Y lógicamente, ese frente, que se caracterizó por la alianza de Inglaterra, Francia, EE.UU., URSS y otros países

en la guerra antifascista, toda esa circunstancia lo benefició

para aparecer en cierto momento como parte de ese frente amplio. Y por fin en 1944 se produce una elección. La pierde y se marcha. Vienen los llamados gobiernos auténticos, que fue una de las más grandes frustraciones que vivió nuestro

país, no porque

en nuestro

país hubiera una izquierda

amplia, una conciencia como la que hay en Chile; esa no era la situación de nuestro país. En nuestro país todavía el desarrollo político estaba incomparablemente por debajo

del desarrollo político de Chile en esta década, por ejemplo, o en esos tiempos.

Entonces

aquellos

gobiernos

auténticos

se

caracterizaron por el fraude, el robo, la corrupción más completa. Todo eso facilitó el camino del regreso a Batista, que el 10 de marzo, enfrentado a unas elecciones en que iba inexorablemente a ser derrotado. Se presenta un día en el cuartel de Columbia y con la confabulación de viejos amigos, que tenía de las épocas pasadas, toma los mandos militares y da el Golpe de Estado del 10 de marzo. Le

resultó fácil echar por la borda aquellos gobiernos. Aquellos

gobiernos

donde

el

movimiento

obrero

había

sido

destituido, asaltados los sindicatos y sitiados por bandidos y pandilleros de todo tipo. Esa fue la situación. No hubo

virtualmente

resistencia.

Los

partidos políticos fueron

incapaces de resistir. El movimiento obrero se pasó... no el movimiento obrero, sino todos aquellos pandilleros que

estaban al frente del movimiento obrero, parlamentaron

ese


mismo día con Batista y se pusieron a las órdenes de Batista. Eso fue el 10 de marzo de 1952, Los estudiantes hicieron resistencia, a pesar de que señores, nuestro estudiantado no era antimperialista. Para que ustedes tengan una idea del atraso en que había caído nuestro país como consecuencia del macarthismo y de la influencia ideológica de los Estados Unidos, en la mil

estudiantes

había

30

estudiantes

aci tit

concientizado, no lo teníamos.

Y

de las fuerzas

cs in

1959, el movimiento obrero estaba controlado —el movimiento obrero oficial, había, naturalmente, el

lena

movimiento distintos

revolucionarios—,

la dirección

De

oficial

sentido

A

absolutamente

un

pandilleros

luchadores

desde

se habían

pasado

con

armas

y bagaje

improvisa,

años del proceso

y la victoria ideológica del

manera que ustedes tienen una situación en ese

organizado,

a

Batista, más algunos nuevos, de su propia cosecha. ¿Está claro? de forma tal que cuando triunfa la Revolución, el primero de enero, no había ni siquiera movimiento obrero organizado ninguno. Y un movimiento obrero no se

MES

revolucionarias

de los sindicatos estaba en manos de todos aquellos viejos que

los primeros

proceso revolucionario cubano.

obrero clandestino de los comunistas y de los

luchadores

así transcurrieron

revolucionario, mientras se fue desarrollando la unificación

distinta,

movimiento hace

un

obrero

muchos

movimiento

que años,

obrero

tiene cuadros una

y

conciencia

política, una participación importantísima en el proceso. De manera que ustedes cuentan en esta fase con una fuerza que nosotros no contábamos. Nosotros contábamos con el apoyo de los obreros y los campesinos, amplísimo apoyo, pero no teníamos lo que pudiéramos decir un movimiento obrero veterano, organizado y concientizado. Esa es la realidad. Ventaja extraordinaria que ustedes tienen en estos

¡un movimiento obrero no se improvisa!

Entonces, ¿qué ocurre en Cuba si hay que improvisar todo? Y en medio de una situación de luchas ideológicas, en medio de una situación de existencia de numerosas organizaciones y corrientes dentro de las distintas

momentos. Hay una incuestionable diferencia.

ido haciendo el movimiento

obrero, pero el

A

AAA

Hemos

ES

15

antimperialistas. No digo treinta estudiantes comunistas sino treinta estudiantes antimperialistas. De manera que durante todo el proceso que fue la tiranía batistiana, desde 1952 hasta el primero de enero de

lt

de

De manera que nosotros, al triunfar la Revolución, no contábamos, desde el punto de vista de dirigencia y de cuadros, con un movimiento obrero veterano,

RES SIE

universidad,

organizaciones. De manera que en la primera fase, en nuestro movimiento obrero hay luchas ideológicas, hay fracciones, hay distintas organizaciones y corrientes dentro de las distintas organizaciones. Sobre todo hay un intento de desarrollo de corrientes reaccionarias y anticomunistas. Se promovieron ese tipo de problemas en nuestro país.

á j

4

j

od

daa eo

e

A

He an

boda

ki

|

EL

LIDER

A su

lado

REVOLUCIONARIO

está A

la

Luis

Figueroa,

derecha,

el

cubano

aparece

presidente

Comandante J

en su reunión con los dirigentes de la CUT.

de la organización

de los trabajadores

Ochoa, jefe del Ejército de La Habana

chilenos.


movimiento obrero en todos esos años no llegó a alcanzar

nunca

la

fuerza

del

movimiento

obrero

y sindical

de

ustedes. Hubo incluso determinadas fases —y eso se señaló públicamente— en que el proceso revolucionario cubano comete, no conscientemente, sino resultado de otras tareas

y otras luchas... Porque, como les decíamos, que en esa fase

lo principal, fundamental del país era defenderse, y los

obreros

en

jugando un

todas las fábricas y en todas partes estaban

rol importantísimo

en la defensa del país;

muchas energías de los obreros se invirtieron constituyendo unidades de combate para la defensa del país. El acento

fundamental se puso no en lo económico, no en el rol económico del sindicato, es decir, en el sentido de las tareas

productivas, sino que en toda esa fase el rol fundamental se desvió hacia la defensa del país frente a la amenaza exterior. En un período ulterior, y por otras razones, hubo descuido

de

las

organizaciones

de

masa.

Que

nosotros

tenemos potentes organizaciones de masa, pero-hubo cierta desatención por parte del Partido al movimiento obrero, y por cierto que tuvimos la oportunidad de observar las consecuencias negativas de eso.

:

alguien que represente a todo el pueblo, que esté interesado en esa fábrica y que tiene determinadas tareas. Es lo que se

pudiera considerar el administrador. Pero en los organismos de dirección

y en los

organismos que toman direcciones, mientras más amplia sea la participación del colectivo,de trabajadores de esa fábrica,

mejor. Lo creemos y estamos seguros que eso a ustedes les dará grandes frutos. Y nos alegramos de que ustedes puedan ir incluso por delante de nosotros en eso y que incluso

ustedes

puedan

enseñarnos

a nosotros

en eso

y puedan

darnos a nosotros lecciones de eso. : Tengan la seguridad que nosotros no les vamos a pedir permiso a ustedes para copiar cualquier cosa que veamos que están haciendo mejor que nosotros (Aplausos). ;

Tendrán

necesariamente

que

mantenerse

determinadas contradicciones. Y eso no excluye la organización obrera, que tiene sus funciones específicas. .. Nosotros decimos: nuestro Partido representa dentro del

colectivo

a los comunistas; no representa a todos los

obreros. Es el único de vanguardia, orienta, dirige apoya.

Quien

representa

a todos

los obreros

es el Sindicato; es

De manera que nosotros entonces, tan pronto tomamos conciencia de ese problema, iniciamos un esfuerzo de fortalecimiento del movimiento obrero, y nosotros hoy le damos una atención máxima al movimiento obrero y al desarrollo del movimiento obrero, ¡máxima! Y se está constituyendo en nuestro país, al fin y al cabo de estos años, un movimiento obrero profundo, amplio, democrático, de una potencia tremenda y que va a jugar un

decir, quien representa a la comunidad obrera que trabaja en aquel centro. Entonces, la creación de los organismos de dirección con la participación en las decisiones no es lo mismo .que el Sindicato; no vaya a confundirse. Y sería malo que se confundiera. Tienen tareas distintas. Pero nosotros sí creemos en un principio; de la misma manera en que se elige democráticamente —y es la única

papel

centros, es necesario a la vez saberles exigir. ¿Y saben

“importantísimo

en

el

futuro

ulterior

de

la

Revolución. Pero nosotros no tuvimos nada que se pueda comparar al movimiento obrero que ustedes tienen. Y nosotros hemos visto incluso con júbilo, con alegría, cómo se manifiesta el movimiento obrero en los lugares que hemos visitado. De más está decirles —claro— que no en todos los lugares existe el mismo desarrollo. Pero hemos visto incluso

los primeros esfuerzos de ustedes por hacer participar a los trabajadores orgánicamente en la dirección de las empresas y de las fábricas. Y nosotros que no tuvimos en una primera fase, oportunidad de desarrollar eso por las razones que hemos explicado —defensa del país, falta de un movimiento obrero—, les podemos decir que sigan por ese camino,

¡Sigan por ese camino!

forma de hacerlo— a los representantes de obreros en esos

ustedes qué entendemos nosotros por saber exigir? Saber

exigir disciplina, exigirles que exijan disciplina al colectivo,

exigirles que defiendan los intereses de la produceión; de manera que el proceso electivo no se convierta ni mucho

menos en lo contrario: en la debilidad, en la tolerancia, en

la falta de exigencia. Pero viendo, los comités de me resto a

Fay

o

nosotros creemos muy bien lo que estamos esfuerzos que se están haciendo por elegir los producción y la participación de los obreros. No decir si es lo óptimo. No sé si será lo mejor, si

otra forma mejor. Pero digo que es un magnífico

camino. Y como principio esencial estamos seguros que va a.

fortalecer

al

movimiento

obrero

en.

las

Nosotros creemos que lo más extraordinario que se

puede hacer es establecer la participación orgánica de los trabajadores en la dirección de los procesos productivos, tal como

se

están

haciendo

ya

los

primeros

esfuerzos

Esto no significa ausencia de administración, ausencia de la representación del Estado: Porque, ¿cómo hemos planteado nosotros este problema? . Tiene que haber un representante de todo el pueblo. Es decir, alguien que allí represente! no

el colectivo de la fábrica:

Cortesía

de-

en

muchos lugares.

tiene que haber

industrias

nacionalizadas, y que va a ayudar extraordinariamente en las funciones que tienen que desempeñar esos centros.

FARMACIA BORINQUEN

- Centro Comercial, Humacao


Co A a

enn

Reseña

a

O

e

_El nuevo disco de Roy Brown A veces la rima parece obligar al contenido, como en la popularísima **Monón”” de su primer LP: Yo protesto: “sueltan bombas en Vietnam, tiran bombas en

Roy Brown: Basta ya. .. Revolución. (Disco Libre, $3 .00) Lado A: “Antonia murió de un balazo” “Pal viejo y que adivine ” “*El negrito bonito”, “Lamento neoyorquino”, Lado

B:

“Falsos

constructores,”

“Aj:

hombre

nuevo,”

puertorriqueño,” ““Vengan mis amigos ” “Descarga Núm.. 51. ze

Nigeria, cavan tumbas en Siberia... ¿Siberia? ¿A estas alturas Siberia? ¿Qué grandes crímenes

“Soy

ie

Por Juan E. Mestas

A

algunas

personas

—pocas,

muy

pocas—-no

contra la humanidad, qué gran agresión imperialista, qué grandes injusticias u opresiones evoca hoy la mención de

les gusta:

Roy Brown (descontando, claro está-a aquellas a quienes no

Siberia? Puede que no, pero me temo que la tentación de la

puede piso

gustarles, por la misma razón que alos pájaros no pueden gustarles las escopetas). Y sus razones tienen:

rima pesó más en el autor que la precisión del mensaje. (1)

A veces, por el contrario, se conforma con rimas aproximadas (como “compai” con “calle”) o brinca de la consonancia a la asonancia al verso. libre en una misma estrofa. Veamos, por ejemplo, este fragmento de “El

ica

A

Las letras de sus canciones son desarticuladas, su timbre

AS

o

O

AAA

ro A er ieE li

es.

marcadamente

nasal

y

su

dicción

le

produciría 'tres

infartos a Maricusa Ornes. A mí sin. embargo, me tiene sin cuidado la nasalidad de

negrito bonito” de su segundo LP:

su timpre y las peculiaridades de su dicción (rr velar, sustitución de la r final por / uso de h aspirada en lugar de s en algunas ocasiones) —que corresponden al lenguaj e hablado de grandes. sectores de la población puertorriqueña— me resultan incluso simpáticas. Ambos aspectos podrán molestar a algunos espíritus puntillosos: 0 académicos; Pero, tomados en el conjunto de la interpretación, contribuyen a crear un efecto de frescur a

“Acaba en Relincho, buscando a Jacinto; encuentra al compai tirado en la calle y hablando de cosas que no se pue'n ver, diciendo entre baba 'no voy a volver a picar la caña en la llamarada, luchando con mada. sin z saber por qué.” : Aparte de lo ya mencionado, encontramos un tono

predominantemente lírico (no sólo en éste fragmento, sino en toda lá canción; y no sólo:en la letra, sino también en la melod ía) abruptamente interrumpido por expresiones como acaba en Relincho(2) y “diciendo entre baba”, Que nadie

popular.

La objeción más válida es la referente a la letra. Es terriblemente desigual. En cada Una de sus canciones

. encontramos

momentos

brillantes... . Y expresiones

pedestres. No hay nivel de calidad sostenido.

se confunda: no sostengo la desacreditada teoría de que hay

:

palabras

* “antipoéticas” —claro que no las hay. Pero sí hay

palabras inorportunas

en el. contexto de un poema.

de la


letra de una canción. En este caso —y en otros casos en otras canciones de Roy— hay expresio nes que rompen la unidad tonal, molestan, y no cumplen ninguna función

artística ñ Y

o

literaria.

Quizás

el compositor

ho:

en estas

ideales o los deseos, sino los problemas. —que para

resolverse hacen indispensable la revolución .

:

En términos generales las protestas de Roy asumen una

desigualdades una forma de “antiesc uela”, de expresión de

de estas

deficiencias

directamente, como en una consigna—, lírica —siempre con

su rebeldía “artística; pero a mí más

A

vea

Bembé”. Los temas predominantes de Roy Brow n no son los

que

para

un

bien me. parecen

individuo con su extraordinario

talento debe ser fácil corregir.

Hay" más ejemplos, pero temo dejar una impresión equivocada. Porque todos esos defectos se perciben sólo cuando se escuchan detenidamente sus canciones. Y aún

entonces no logran empequeñecer su mérito. Pero además,

cuando Roy Brown canta en público el detalle de lo que dice es lo de menos. Lo significativo es la atmósfera que

crea, el efecto que produce. Más que entendérsele , se le

percibe. Es, sin duda y por mucho, el mejo r de nuestros compositores y cantantes de protesta. Y el más eficaz. Roy no solamente gusta : estimula, envuelve, entusiasma. Cuando se le anuncia para cantar en un acto, atrae más público que Juan Mari Brás y Rubén Berríos juntos (3) (pese a que, últimamente, la excesiva frecuencia de sus presentaciones le está haci endo perder

algún impacto).

Es también el de más clara conciencia política. Expresada no sólo en su música, sino también en su vida —pero sobre todo en su música. Por la época en que apareció su primer LP, salieron al mercado de izquierda (ya considerable en Puerto Rico —tanto que los capitalista han decidido entrar y medrar en él a corto plazo, aunque a largo plazo estén cavando su propia tumba) otros dos LP con Canciones de protestao al menos patrióticas: uno de Daniel Santos y otro de Davilita.(4) 'El contraste es marcado y corresponde a épocas y perspectivas de la lucha: Daniel

Santos es nacionalistade siempre, Davilita seguidor del viejo.

PIP y Roy Brown militante de la nueva lucha. Aquello s cantan a la bandera; á los mártires, a la república, dentro de la línea tradicional del independentismo de corazón (sinque con esto se pretenda lanzar dudas sobre la sinceridad o

el compromiso de ambos);

Roy canta al pueblo:

Monón,

que mació “en el baño de un bar al fin de un callejón””; Paco

Márquez

(cualquier independentista), considerado al nivel

de Betánces,

ambos

“hombres

de un

ideal””; el “joven del

_ Caserío”; el “negrito'bonito””, que “no encuentra trabajo” y “se siente muy bajo”; el obrero que “sudando ve que su

vida va pasando y nunca nada”. Y también a los enemigos del pueblo: “míster con macana”, el ses inversionista”; la “mujer de sociedad que va mirando a

nadie, pendiente a todos”; el “político grueso” que “nos convida ál progreso, trayendo la amnesia total”: el “rico en su marquesina” con “mucha libeftad, ron y estadidad”; los

falsos constructores *“que al pasar ven su imperio” menguando, moribundo”; “el lindo dueño de la bomba

una

tres

formas:

motivación

muestra

discursiva - —el

patriótica—,

mensaje

e irónica

4

nos

llega

realidad

se

entre burla y bachata, En esta: última es que de

verdad se luce: incisivo, ingenioso, -hábil, eficaz. Este: segundo LP de Roy Brown es aún ¡mejor que el

primero, que era muy

bueno.

Las canciones son más

acabadas (incluso las deficiencias que mencionábamo s al principio son menos frecuentes aquí) él acompaña miento es más completo y cuenta con algunos efectos de sonido bien

utilizados. Es, en fin, una grabación más sofisticad a sin-que

pierda el contenido popular que lo carac teriza.

Eso -es todo.

.

Y es demasiado. Porque todo lo que he

hecho es aprovechar la ocasión para sacer unas cuant as

cosas que quería decir. Nada de experiencia de escuchar a Roy Brown. para leerlas o estudiarlas o analizarlas. disfrutarlas y usarlas como el arma que

AAA

lo dicho mejora la Sus canciones no son Son para percibirlas, pretenden ser y son.

AO

NOTAS (1)

Antes

compañero Por

de

ir para

la imprenta

esta

reseña,

la leyó el

Roy Brown y me hizo algunas observacione s.

ejemplo,

se menciona

Siberia

referencia a los crímenes stalinistas.

en

“Monón”

como

(2) Al oír 'esta canción interpreté mal el sent ido de la

palabra “Relincho”. Creí que se refería a la voz del caballo

y que pretendía (proyectar la imagen de una expresión

desarticulada, deshumanizada. imaginación.

Según

que

el

acaba

metropolitana.

Le di demasiada rienda a la

me aclara Roy-Brown,

negrito bonito

es tn

el Relincho en

arrabal

del área

(3) Roy, con humildad, objeta esta: comp aración. No he

* realizado ninguna investigación científica en ese sentido, pero

admito

que

debe ser exagerada.

exagerada.

os

Pero

no muy

|

(4) La moda de la canción de “protesta”ha entrado ' incluso en los “hit parades” y hasta- “ídolos de la juventud " como

Danny Rivera y Lucecita Benítiéz hah saca do las suyas, aunque con mensajes no muy claros. Por otra parte, el término

se ha usado con demasiada laxitud, hasta: incluir

Cualquier tontería que hable de “amor y paz" , como las

canc

iones anodinasde Carmen Mercado (“He o, tengo frío”). También han tenido bastante circulacrman ión en ciertos

sectores los discos de algunos cantantes y compositores de nuclear”; Torres Massa y Benítez, asesinos de Anto protes ta. extranjeros, como Paco. Ibáñez, “español; Daniel nia — Martínez; y —no podía faltar— “el rey del cliché: Don Luis

Viglieti, uruguayo; y Soledad Bravo, española-ven ezolana. 4

Ho

ES

de

SS

>

te

A

143.

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Lenín. Lo que está en ellas, cuando se le estudia es un método para analizar la realidad social y un ejemplo de como se hizo una revolución más difícil y compleja que

LENIN Y LA AMERICA LATINA DE JOSÉ CONSUEGRA Ediciones Cruz del Sur. Bogotá. 1971.

El

pasado

año

se conmemoró

en

todo

el mundo,

socialista y no socialista, el centenario del nacimiento de Vladimir Illich Ulianov, Lenín, el más grande teórico y

a

7 o

dirigente revolucionario de la clase obrera. Como es lógico

América Latina no podía faltar a este homenaje, una de cuyas manifestaciones más importantes, lo constituye la obra que comentamos, preparada, dirigida y escrita en parte

por

el

eminente

profesor

y

militante

revolucionario

antiimperialista José Consuegra, cuyos méritos universitarios y su constante dedicación a la lucha por la

verdadera emancipación de su Patria colombiana y de toda América

Latina, se han visto sancionados

como Rector de la Universidad bolivariana ciudad de Barranquitas. la

del

con

su elección

Atlático

en

la

La obra que comentamos está dividida en dos partes. En

primera,

Consuegra

nos

habla

de

la presencia

del

pensamiento leninista en América Latina y de sus hondas relaciones con el pensamiento emancipador y

antiimperialista 'anterior de la Región. De esta forma el autor

establece

Ingenieros,

las

Ponce,

relaciones

Mariátegui

entre

y

Martí,

Gaitán

Bolivar,

y

Lenín,

demostrando una vez más cómo el capitalismoy sus etapas

sucesivas de desarrollo, principalmente el imperialismo “ha

convertido a las revoluciones en una sola y misma revolución mundial”. Además a lo largo de esta primera parte el autor nos

demuestra como “Aunque en su voluminosa obra” ...Lenín “apenas se- refiera ligeramente a los problemas de América

Latina, la similitud de nuestros países con la Rusiade la

época y los territorios asiáticos, y la universalidad de sus teorías en el enjuiciamiento del imperialismo y de las

peculiaridades

estructurales

de

los países dependientes,

permite una vez plasmada la revolución socialista, que sus' ideas comiencen a extenderse y a percibirse en estos territorios”. Esta influencia del gran revolucionario

internacionalista es tan grande y rápida que “en'el aspecto

intelectual e ideológico, en América Latina las obras de Lenín se conocen y estudian poco tiempo después de sus apariciones en Europa”. Pero se estudian y analizan, lo contrario sería antileninismo del más pedrestre, dentro de un marxismo

vivo y creativo, sin intentar aprisionar nuestra realidad

latinóamericaña con sus diferentes y ricos matices en un

molde importado y por Ic'tanto antirevolucionario. Como dice Carlos Rafael

Rodríguez

“Ni las alianzas de clases

necesarias para la derrota del imperialismo pueden ser idénticosen todos los paíse ni slas formasde tránsito deben

encontrarse- necesariamente en

las Obras Completas

de

todas las nuestras”. Continua esta primera parte con un interesante artículo sobre “El pensamiento de Lenín y su influencia en la

ideología económica latinoamericana”. Dice Consuegra que

“los economistas latinoamericanos han sabido reconocer el

significado del aporte teórico del leninismo” y como “el escudriftamiento cronológico permite comprobar que Lenín aparece como precursor del enfoque y método de análisis estructural que caracteriza a la nueva escuela económica

latinoamericana”.

|

Nos explica más adelante Consuegra como mientras es imposible encontrar en la teoría económica capitalista nada - cuya aplicación haya sido beneficiosa o enriquezca la teoría del desarrollo del mundo explotado y dependiente, es

“diferente lo que sucede con los aportes de los teóricos marxistas”. Sigue refiriéndose a los problemas estructurales de

origen

externo

e interno

cuya

repercusión

ha

sido

negativa en América Latina, para terminar afirmando como

en todos nuestros países han surgido un gran número de científicos sociales, empeñados en superar las graves deficiencias del pasado, mediante el estudio cuidadoso de la teoría económica marxista que de lugar al enunciado de “nuestras propias teorías del subdesarrollo que han de servir de fundamento a la estrategia de lá lucha antiimperialista y revolucionaria”. En ha segunda parte. del libro algunas de las figuras más representativas de la revolución latinoamericana y del

pensamiento

socialista de la región —Lázaro Cárdenas,

Carlos Rafael Rodríguez, Alejandro Lipschutz— nos hablan

de la importancia e incidencia del pensamiento leninista en

el Continente y del gran papel que el mismo juega y seguirá jugando en la lucha definitiva de liberación nacional de

nuestros países. En el terreno puraníente intelectual, aunque también

comprometido con la lucha militante por el socialismo, encontramos a Juan Marinello, Humberto Espinoza Uriarte, Salvador de la Plaza, D.F. Maza Zavala, Carlos Maldonado, Delio Jaramillo Arbeláez, Victor O. García Costa, Sergio -Vusskovic, Victor Quifiones, Rodolfo Quintero, Victor Manuel Barceló, Darío Samper, Teodosio Varela, Eduardo

Pastrana, Hermes Darío Pérez y Saúl Osorio Paz.

En definitiva, la lectura de la obra “Lenín y la América Latina”, demuestra una vez más, el gran significado y - trascendencia que el pensamiento leninista tiene en nuestros

. países y la vigencia permanente

de las conquistas de la

Revolución Socialista de Octubre como meta de nuestras

reivindicaciones reyolucionarias nacionales,

Por CARLOS QUESADA


FAENA puede a

.

“Contra la fuerza social de las clases poseedoras, no actuar el proletariado como clase, más que

constituyéndose en partido político especial, Opuesto a todos los viejos partidos creados porlas clases posedoras; que esta organización del proletar iado en un partido polí

tico es indispensable

revolución

para asegurar el triunfo de la

social y su objetivo

final la clases; que la unión de las fuerzas del prol abolición de las etariado que ya se ha conseguido por las luchas económicas, debe servir también como palanca para la lucha contra el poder político de sus explotadores. En vista de que los

propietarios de la tierra y del capital aprove

chan siempre sus privilegios políticos para salvagua rdar y eternizar sus

monopolios económicos y para la escl avización del trabajo, la conquista del poder político se plantea como la gran tarea del proletariado.” Resolución adoptada, a propuesta de Marx, por el Congreso de La Haya de la 1lra Internacional

»

Barría S., Jorge, El movimiento obrero en Chile, Ediciones de la Universidad Técnica del Estado, Santiago, 1971.

El triunfo de la Unidad Popular así como las. conquistas parciales alcanzadas por el gobierno de Salvador Allende a lo largo de los últimos 14 meses deben servirnos de acicate para estudiar a fondo las circunstancias que los han hecho posibles. Pero, desgraciadamente, los materiales que tenemos a la mano resultan insuficientes para conocer en toda su complejidad la realidad pasada y presente de un pueblo que recién ha comenzado la ardua tarea de echar las bases del socialismo. ! La monografía de Jorge Barría S., El movimiento obrero en Chile, ha venido a llenar parcialmente ese vacío. Barría es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Técnica del Estado, especialista en el estudio del movimiento obrero chileno y militante del Partido Socialista. Sobre el movimiento obrero chileno tienetambién a su haber las siguientes obras: (1) Los movimientos sociales de Chile (1910-1926), Ed.'

(1872).

OAMI

OS

1 movimiento iio

eE

1/ Para una comprensión más o menos adecuada de las circunstancias que sirvieron de marco al triunfo de la Unidad Popular y de las condiciones en que se desarrolla el proceso chileno, el lector podrá consultar con provecho: (1) Eric Hobsbawm, “Chile: Year One,” The New Y ork Review of

Books, 23-1X-71; (2) Paul Sweezy y Harry Magdoff, “Peaceful Transition to Socialism? ”, Monthly Review, enero de 1971;(3) Anónimo, “Chile: September 4 to November 3,” ibidem; (4) Régis Debray, Conversac ión con Allende, Siglo XXI, 1971; (5) los números de la North American Congress on Latin America Newsletter correspondientes a marzo y septiembr e de-1971. Él número de marzo contiene una versión inglesa profusamente anotada del Programa de Gobierno de la UP y un excelente análisis crítico del mismo realizado por el Movimiento de la Izquierda . Revolucionaria (MIR). Ambos números están a la venta en La Tertulia; (6) Varios autores, Chile, hoy, Siglo XXI, 1970; (7) James Petras, “The Transition to Socialism in Chile: Problems and Perspectives,” Monthly Review, octubre de 1971; y (8) Paul Sweezy, “Chile: Advance or * Retreat? ”, Monthly Review, enero de 1972. Finalmente, la revista Punto Final es lectura obligada para todo el que quiera observar de cerca los

escollos y vicisitudes de la “vía chilena al socialismo”.


Universitaria, Santiago,

1960; (2) Trayectoria y estructura

del movimiento sindical chileno(1946-1962), Inst. de Administración, Universidad de Chile, 1963; (3) Breve historia del sindicalismo chileno, Inst. de Administración, Universidad de Chile, 1967; (4) Las relaciones colectivas de trabajo em Chile, Inst.de Administración, Universidad de Chile,

1967. Es de su pluma, además, Chile en el siglo XxX

(ensayo histórico), Ed. ILARI, Santiago, 1967.

La obra que reseñamos, calificada por el autor de “síntesis histórico-social”, dibuja a grandes trazos el desenvolvimiento del movimiento obrero chileno desde sus micios en la década de 1880-90 hasta el triunfo de la UP en septiembre de 1970. Como la historia de todos los movimientos emancipadores de raigambre proletaria en el seno de la sociedad capitalista, es una trayectoria jalonada de actos represivos de todo tipo, de persecución y encarcelamiento de líderes sindicales, de legislación anti-obrera, de pequeños triunfos y serios reveses.

El libro comprende seis capítulos, que corresponden a las seis etapas en que el autor subdivide el período histórico estudiado: a saber, (1) La Etapa Heroica (1881-1908), (2)

La

Etapa

Heroica

(1909-1925),

(3)

La

Etapa

de

la

Represión (1926-1931), (4) La Etapa del Frente Popular (1932-1945), (5) La Etapa de la División (1946-1955), (6) La Etapa de la Lucha por el Poder (1956). Cada

a«e: OSEA

pta dino a aL

5

RIO

MS

capítulo,

a su vez, está

subdividido

en dos partes:

en la

primera Barría discute las condiciones socio-económicas y políticas que carácterizan a la etapa en cuestión y en la segunda recuenta los acontecimientos sobresalientes acaecidos en el frente obrero durante esos años. Son valiosas las lecciones que la izquierda puertorriqueña —o ciertos sectores de ella-- puede extraer de la lectura de la obra de Barría. Destacan entre ellas, primero, la urgencia de organizar en sindicatos al mayor

a

“El sindicato como tal persigue como

el proletario acepta todavía el capitalismo. Esto termina

únicamente cuando empieza a pensar en la supresión completa del trabajo asalariado, en la abolición absoluta de las relaciones capitalistas de producción. Pero este fin, digan lo que quieran los sindicalistas “revolucionarios” franceses más o menos contagiados de anarquismo, es imposible alcanzarlo con ayuda exclusiva de la lucha económica de los sindicatos; es imposible alcanzarlo si el poder político, no pasa. a manos del proletariado. Al comprenderlo, el obrero

no deja, naturalmente, de ser miembro de su sindicato; pero

ya no se limita al punto de vista de éste, sino que se convierte en miembro consciente del partido socialista.” Jorge Plejánov, “El partido, los sindicatos y la huelga general” en Sindicalismo y marxismo, Ed. Grijalbo,” México, 1968, págs. 112-13. VAR

ar

e tes de A

pa ER rece ic ES cuece ie E

de

la

lucha

por

las

económicas y políticas de sus integrantes. Tercero, la necesidad

imperiosa

“Que

más partidos obreros, de corte marxista, capaces de orientar y dirigir las luchas por las reivindicaciones parciales de los trabajadores hacia el objetivo último de la soberanía NN

régimen

sin clases, en

capitalista

actual,

la que

se aseguren

humanidad su pleno desarrollo;

fundado

en

la

al hombre

y a la

“Que el Estado capitalista es una expresión de esta lucha de clases y, por lo tanto, mientras subsista el

capitalismo en cualquiera de sus formas, éste será su

Es o

el

propiedad privada de la tierra, de los instrumentos y medios de producción y en la explotación del hombre por el hombre, que divide a la sociedad en clases antagónicas: explotados y explotadores, debe ser substituido por un régimen económico-social que -liquide la propiedad privada hasta llegar a la sociedad

reivindicaciones

de constituir uno

AT

efecto, si algo resalta del bosquejo histórico trazado por Barría es el papel vanguardista desempeñado por los partidos obreros chilenos. Ni que decir tiene que este fragmento de la Declaración de Principios de la Central Unica de Trabajadores, aprobada por unanimidad en el Congreso Constituyente de febrero de 1953, no es obra del azar:

Segundo, la importancia de crear las condiciones para la unidad del movimiento obrero'y de allanar el camino para la formación de una Central Unica de Trabajadores. En Chile la primera Central de Trabajadores —la Federación Obrera de Chile— se estableció para 1917 gracias a los esfuerzos del Partido Obrero Socialista, precursor del PC chileno. Con ese u otro nombre, el máximo organismo «Sindical de la clase trabajadora chilena ha jugado un papel

en

POETA

políticay la socialización de los medios de producción. En

número posible de trabajadores.

importantísimo

fin la lucha

contra los patronos por la obtención de condiciones de trabajo más ventajosas. El limitar todo el campo visual del obrero a esta lucha significa que éste se reconcilia con el yugo del capital que le oprime y se ocupa exclusivamente de aligerar un poco esta opresión, o en otros términos, que

instrumento de explotación;” 2 fruto del trabajo perseverante

y consecuente

de los

cientos de militantes socialistas que desde fines del siglo

pasado se han esforzado por armar al proletariado chileno con la ideología que hará posible su emancipación. GJ.B. ANN

NN

a

2 El reportaje suscrito por Eliana Cea, “Clotario Blest: 52 años en la lucha sindical,” publicado en forma de suplemento a la edición núm. 143 de aporta unos datos valiosísimos sobre las experiencias de uno de los puntal es del movimiento obrero chileno y quien fuera dos veces presidente de su Central Unica de Trabajadores. De ahí he tomado el fragmento de la Declaración de Principios de la CUT.

Punto Final (9-X1-71),

j 3


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