VOL. VI-NUM. 1
DE 1972 FEBRERO
Notas y comentarios La historia continua y la lucha por la liberación nacional de Puerto
Rico
cobra
nuevas víctimas, de todas las latitudes,
de todos los rincones del planeta. Esta vez ha sido el compañero Jorge Nogales, condenado por un tribunal
colonial a cumplir una condena máxima de 8 años de cárcel
con trabajos forzados. Como otras veces han burlado hasta la misma legalidad.burguesa; su legalidad. Y creen que de esta forma podrán detenernos, terminar nuestra esconder —porque no enterrar nuestra existencia.
lucha,
Una vez más con dolor, pero con orgullo volvemos a enviar a otro compañero nuestra solidaridad militante en estos
momentos difíciles, y a recordarle que su sacrificio no es
vano, que la lucha continúa tesoneramente... -y que victoria final es ineludiblemente nuestra.
Tras prolongada
dolencia
Doña Haydée Caballero querido
ESCALERA
amigo
y
la
falleció varias semanas atrás
de Aponte,
compafiero,
lamenta el sensible
madre
Samuel
de nuestro Aponte.
fallecimiento
LA
de Doña
Haydée y extiende el sentimiento de su pesar a los deudos de la finada, particularmente a nuestro compañero Samuel.
LA
ESCALERA VOL. VI
NUM.1
Consejo de Redacción Samuel A. Aponte (ausente)
Guillermo J. Bobonis Eugenio Cuebas Arbona
Ani Fernández Georg H. Fromm Gervasio L. Garcia Juan A. Lara
Richard
Levins (ausente)
Jorge López
(ausente)
Juan E. Mestas (ausente) Carlos Quesada José A. Quiles Carmen I. Raffucci Por la unidad patriótica (páginas 4, 6, 11 y 24)
Emplanaje Rubén Ramirez
Este Número...
Dirección Postal
Editorial
Publicaciones
La urgencia de la unidad
Apartado 22576 Estación U.P.R. Río Piedras,
Por la unidad patriótica hacia el frente amplio
Por: Eugenio Cuebas Arbona
Por la unidad de las fuerzas independentistas Por Georg Fromm De Georg Fromm a César Andreu
Geranisam
11 23
Puerto Rico
00931
32
Suscripción anual; $4.uU Por favor envie su -heaue o giro postal anombre de;
El nuevo disco de Roy Brown
42
Publicaciones Geranisam y
Lenin y la América Latina El movimiento obrero en Chile
45
Fecha de cierre de este número
»
Fidel en Chile Reseñas
Portada Rafael Rivera Rosa
LA ESCALERA
15 de febrero de 1972 ml
es una revista editada y publicada por Publicaciones Geranisam. Las opiniones expresas en los
artículos firmados son las de los colaboradores y no necesariamente las de la revista: éstas aparecen en los editoriales. Se
permite la reproducción penca! o total de los artículos originales para LA
procedencia.
A
En
ESCALERA,
mar
que se indique su
EDITORIAL La urgencia de la unidad El crecimiento a pasos agigantados del independentismo en
posibilidad
de
hacer
una
demostración
de
fuerza
en
Am
los últimos años generó un gran entusiasmo y confianza en las propias fuerzas evidenciados, sobre todo, en la marcha del 12 de septiembre contra los gobernadores norteamericanos. La
las
elecciones coloniales cobró realidad por primera vez en mucho tienpo y fue, sin duda, una de las razones que llevó al liderato
del entonces MPI (ahora PSP)a revisar su posición de huelga electoral. Ese optimismo general y otros factores no menos
4 o
(
importantes (como, por ejemplo, el que el PIP iniciara un viraje hacia la izquierda y adoptara como estrategia
fundamental la lucha diaria en torno a problemas específicos: Culebra, el rescate de tierras, etc.) propiciaron una unidad en la base de las principales organizaciones independentistas que parecía destinada a acabar con la rivalidad y el recelo de otras épocas.
Es lamentable que el entusiasmo y la genuina aspiración unitaria de los militantes del PIP y del PSP se centraran casi
exclusivamente en la posibilidad de la participación conjunta en las elecciones
de este año.
Sin quererlo, los únicos dos
partidos independentistas que pueden aspirar a convertirse en organizaciones de masas”le han adjudicado, aunque por distintas razones, una importancia que no tienen a las elecciones. En ese sentido, ambos han cultivado ilusiones electoreras.
Y es lamentable, además, porque la incapacidad de ambas organizaciones para ponerse de acuerdo sobre ese particular no
ha dejado de producir efectos desmoralizadores en muchos independentistas. Si el PIP acudiera a los-comicios sin el apoyo del PSP, o peor aún, con su ovosición activa, y los resultados
fueran insatisfactorios, cundiría el desaliento en perjuicio de la
- lucha en general.
:
Creemos, sin embargo, que todavía es posible fraguar un: frente unido que acuda a las elecciones pero que trascienda el
marco estrictamente electoral. En nuestro editorial anterior señalábamos
que
no
se
han
planteado
obstáculos
fundamentales a la formación del frente y que no hay en lo expresado por el PIP y el PSP ninguna dificultad que nó pueda salvarse con franqueza y buena fe. Desde entonces sólo una
cosa ha cambiado:
ahora se hace más urgente deponer las
actitudes intransigentes e intentar el acercamiento.
De lo contrario, el PIP y el PSP parecen abocados a una lucha
fratricida - cuyos
efectos,
demás
está decirlo,
serían
desastrosos para la lucha. Si persiste el PIP en su consigna de - “con un partido basta,” y el PSP con la suya de “Frente Unido o cero voto,” (“cero voto” a secas, dentro de poco tiempo),
será inevitable el enfrentamiento desde bandos rivales en el año
|
eleccionario de los mismos militantes que dieron la nota de
unidad, combatividad y disciplina el 12 de septiembreen Isla
Pero hay más. Un independentismo dividido no sería capaz de detenr el avance del anexionismo y liquidar las ilusiones autonomistas. Uno de los principales argumentos a favor de la participación en las elecciones de este año concibe al movimiento independentista como una corriente capaz de atraer el voto descontento que, animado por el afán de “tumbar a Ferré” iría a nutrir al desprestigiado Partido Popular Democrático en ausencia de una alternativa válida. Difícilmente
puede
pensarse
que esos votantes se sentirían
atraídos por lo que a sus ojos sería una olla de grillos. Finalmente, los resultados de una pugna entre el PIP y el
PSP
serían
sectarismo
negativos lleva,
para
las
orgnizaciones
a la larga, a la pérdida
mismas.
El
de contacto con el
pueblo debido al encerramiento de las organizaciones en sí mismas. Además, dos partidos en constante movimiento hacia posiciones más avanzadas, más útiles a la lucha, tienen mucho
que ganar del contacto constante entre sus militantes en la realización de las tareas diarias. Por si fuera poco, la diferencia entre el PIP y el PSP en cuanto a la cuestión electoral podría extenderse a otros campos, dificultando la acción conjunta en lo que después de todo es lo más importante de la lucha: las campr ñas de masas. Evitemos, pues, la confusión. Las ciertas —por lo menos
las que se celebrarán este año— no son vitales para la nueva lucha
ni
para
las
organizaciones
independentistas.
El
crecimiento del independentismo se ha debido a la labor ardua y
cotidiana
expresada
de
organización
en campañas
y
movilización
del
pueblo,
exitosas (contra el Servicio Militar
Obligatorio, contra la Marina en Culebra, por la defensa del patrimonio minero, etc.); ellas han dado su vitalidad a la nueva
lucha y no las victorias electorales, que- nunca las ha habido. Nomporta
qué
esperanzas
se
cifren
en
las elecciones de
noviembre, sus resultados no pueden ni deben afectar el ánimo. de los militantes de la nueva lucha. La tarea principal del nuevo frente unido que vislumbramos sería proseguir fomentando el crecimiento del
independentismo a través de campañas unitarias en esas áreas mencionadas y én otras, como la organización sindical y la
reivindicación de los derechos de la mujer. El PSP anunció recientemente su determinación de reanudar e intensificar la
- campaña contrá el SMO y el PIP ha iniciadg otra contra el + pulpo de la ITT. As verdadera unidad Inoepeapencias,
Fo
y
o
es
a
independentismo en los últimos años. Ello de por sí solo sería contraproducente. .
a
desarrollándose equivale a dar marcha atrás a lo que podría" haber sido uno de los logros más importantes del.
AS
Verde. Truncar el proceso de unidad por la base que venía
Por Eugenio Cuebas Arbona La lucha de independencia se enfrenta en estos momentos a dos graves problemas: 1) el fracaso de las gestiones para la formación de un acuerdo entre el Partido
Independentista. Puertorriqueño
y el Partido
Socia-
lista Puertorriqueño (MP1) con miras a la participación unida de ambas colectividades en los comicios electorales del próximo noviembre y el peligro creciente, casi inminente; de que ambos partidos se enfrasquen en una aguda lucha partidaria, casi fratricida; 2) la encerrona en que ha caído el Partido Socialista Puertorriqueño, que amenaza
frenar el continuado crecimiento de éste, aislar-
lo de sus aliados naturales inmediatos, los pipiolos, y colocarlo en una posición muy vulnerable a las embestidas represivas del imperialismo norteamericano. Aparte de lo que esta crisis tiene de negativo y omi-
noso para el desarrollo global de la lucha de independen-
cia en el futuro inmediato, la presente crisis debe ser abordada desde la perspectiva de los objetivos estratégicos que debe plantearse el patriotismo puertorriqueño en la actual coyuntura histórica y de la correspondiente línea política estratégica que debe poner en práctica para la consecución de aquellos objetivos.
La victoria en la lucha por la independencia depende, de manera decisiva y vital, de la unión de las grandes capas populares del país en torno a un programa amplio de afirmación y salvación nacional. La estructuración de este amplio frente popular anticolonial y antiimperialista debe ser,en mi apinión, el objetivo estratégico a largo plazo del independentismo puertorriqueño. Para el logro de este objetivo, es requisito previo 'indis-
pensable el acuerdo, el entendido o la alianza de las fuerzas principales del patriotismo nacional, a saber, el Partido Socialista Puertorriqueño y el Partido Independentista. Sin esta alianza no puede darse el más am-
plio frente patriótico capaz de organizar y movilizar'a las . amplias masas de la población y .conducirlas a la victo-
, ria en la luchai contra el coloniaje y el imperialismo. La AE
y formalización. de una estrecha y sólida alianza entre los
6.
sectores decisivos del patriotismo nacional debe ser, por consiguiente, el objetivo estratégico a corto plazo del independentismo puertorriqueño. He dicho que a unos objetivos estratégicos corresponde una particular línea política estratégica. Si el objetiyo estratégico a corto plazo debe ser la consolidación de una sólida alianza entre los sectores decisivos del patriotismo nacional y el objetivo estratégico a largo plazo la formación de un amplio frente popular anticolonial y anti-imperialista, ¿cuál debe ser la línea política estratégica para alcanzar el objetivo a corto plazo y cuál la línea estratégica para alcanzar el objetivo a largo plazo? Corresponde
al
Partido
Socialista
Puertorriqueño,
por su más alto desarrollo ideológico y político, la función principal en la formulación de una acertada línea política que conduzca a la estructuración de una sólida alianza entre el PSP y el PIP, que como hemos dicho, es la tarea inmediata que se le plantea al'independentismo para el logro ulterior del frente patriótico nacional. Pe. ro al elemento verdaderamente socialista, verdaderamen-
te de izquierda en el PIP, corresponde también una fun-
ción muy importante en la realización de este objetivo. Por su naturaleza pequeñoburguesa,
por
su hetero-
geneidad y composición social, por ser un partido que -en cierta manera
es una
alianza
de
clases, en el PIP
se
manifiestan tres tendencias definidas. Un ala conservadora, vacilante, inestable, refractaria al socialismo; asustadiza, propensa a caer en el anticomunismo; inclinada a la conciliación, en momentos de crisis de la lucha, con el
imperialismo y contraria a todo acuerdo o entendido con el PSP. Por otro lado tememos el sector centrista, tam- * bién vacilante e inestable, ideológicamente fluído, pero en rápido tránsito hacia posiciones ideológicas y políticas más radicales; hasta cierto punto liberado ya del anticomunismo y de las corrientes conciliatorias con el imperialismo y que vacila entre aceptar o no el acuerdo o alianza con el Partido Socialista. La tercera tendencia la representan los elementos radicales, que no rechazan la - Tucha de clases, y el socialismo verdadero, repudian toda conciliación con el imperialismo y el oportunismo y son
MO
- Una base de continuidad, mediante un trabajo sistemático, metódico ' y sin desmayos.. Esta estrecha ligazón de los militantes y. cuadros- de anchas colectividades acele. rará el proceso de radicalización en el PIP, el proceso de
aislamiento y liquidación del ala conservadora en esta colectividad y fomentará € impulsará la emergencia de la coalición radical- centrista como. Aueraa dominante
en
cuartel debe librarse en ambas colectividades contra to-
da clase de manifestaciones sectarias y dogmáticas, que
AR
dicho partido. —-' A Debe estar claro :que los exchilos principales que obstáculizan y frenan la implementación de esta conducta son el dogmatismo, el sectarismo y el estrecho y mezquino espíritu de partido, vicios que se manifiestan todavía tanto en el PIP como en el PSP. Una lucha sin
tanto daño le hacen:a la lucha de independencia en ge-
neral y a la consecución de la unidad de las fuerzas patrióticas. Otro aspecto o rasgo importante de esta línea de ac-
ción debe ser una correcta aplicación del principio de la crítica y la autocrítica en el debate ideológico. No ayu-
da en nada, a la unidad de las fuerzas patrióticas, al
E
4
$;
yeBE
desarrollo de los elementos rezagados, que la crítica, que siempre debe hacerse en un plano alto, fraterno y
cordial, no vaya acompañada de la autocrítica. A pesar de las posibilidades
. Hemos hecho una descripción, a vuelo de pájaro, de las tres corrientes o tendencias políticas que se manifiestan en el PIP porque no podría formularse una co-
rrecta línea política, para la realización del objetivo a (la estructuración de
una alianza entre el PSP y el PIP)
sin el conocimiento
de las tendencias internas que batallan en el PIP, refle-
- jo de la lucha de clases que se libra en la sociedad.
Debe ser claro, pues, para todo el mundo, que para la consecución de la alianza o el acuerdo entre el PIP y el PSP, la conducta de éste último debe estar orientada a 1) aislar el ala conservadora de esa colectividad, 2) neutralizar las vacilaciones del centro y 3), propiciar una ac_ción concertada entre este sector y el sector radical, de . suerte que sea esta coalición del sector radical con el ala
.centrista la que emerja como fuerza predominante en la
colectividad. Es evidente también que el ala radical del
PIP debe adoptar esta misma línea ¿En qué consiste esta conducta? gos principales? El fundamento, el _esta-conducta, debe y tiene que ser
que- se abren
para
el
desarrollo impetuoso en el futuro cercano de la lucha re-
partidarios de la alianza conel PSP.
corto plazo del independentismo
estupendas
de acción. ¿Cuáles son sus rásrasgo principal de la aplicación correc-
-ta del principio . de la unidad en la acción, en todos los
niveles, pero principalmente por la base, (en los muni- cipios, comunidades, fábricas, talleres' y planteles), en. torno. a issues concretos y Eee del pueblo y sobre
volucionaria bertador,
por
la independencia,
visto de conjunto,
otras, por esta razón,
el movimiento
es todavía débil.
Si no
lipor
las relaciones entre los partidos
patrióticos y entre los cuadros y militantes de las colectividades independentistas, deben estar reguladas ' por normas de cordialidad, fraternidad y respeto mutuo. Lo
cual no excluye, en forma alguna, el debate ideológico, indispensable para el continuado desarrollo de unos y otros, para la depuración constante y.el constánte fortalecimiento de la lucha de independencia. ' .Resumiendo
lo dicho sobre cuál debe ser la línea
política o conducta para el logro del objetivo a corto plazo del independentismo en estos momentos, (a saber, - el acuerdo o la alianza entre las fuerzas patrióticas decisivas), encontramos que esta. conducta debe estar orientada a aislar el ala conservadora del PIP, a neutralizar.
las vacilaciones: y las inconsecuencias del ala centrista
de esta colectividad y a propiciar una acción cóncertada entre este sector y el sector radical, a los fines: de. que sea esta coalición del séctor radical con el sector centrista la
que emerja como fuerza o corriente política .predominante en el PIP. Aislada o: reducida ala impotencia e. ala conservadora en el PIP, fortalecida el: ala radical” y :
neutralizado el sector centrista, 'se abrirían. avenidas -=mlisimmas: pi ara” la realización de la ep el. a
aEs e
a votar y del otro, el PSP, votar.
No puede haber duda
exhortándolo
a abstenerse y
de
alguna de que este dió
tendrá efectos adversos para la lucha de independencia, tanto a corto como a largo plazo. Veamos algunas de las consecuencias negativas esta lucha:
de
(a) Debe ser evidente para todos que ni el PIP ni el "PSP podrán aprovechar al máximo - ceso electoral.
(b)
el presente pro-
El pesimismo, el fatalismo y el derrotismo cobrarán incremento en el pueblo patriota y en los sectores puertorriqueñistas y antiasimilistas. Estos. sectores,
que podrían ser sacados de la órbita del reformismo
autonomista
y colocados
en la órbita
del inde-
pendentismo de cuajarse la unidad entre el PIP y el PSP, permanecerán a la cola del reformismo.
- (c) Muchos independentistas de bajo desarrollo ideoló-
gico y político votarán con el Partido Popular, porque verán en este partido una alternativa real para derrotar o debilitar el Partido Nuevo Progresista.
Otros votarán por el Partido del Puebio. (d)
y PSP. Hemos visto, asimismo, que para el logro de estos objetivos es indispensable aplicar correctamente la política de unidad en la acción; dar batalla resuelta,
La confrontación entre el PIP y el PSP producirá enconos muy hondos; ahondará la división del pueblo patriota; frenará y obstaculizará el desarrollo de un amplio programa de acciones conjuntas en torno a issues concretos tanto a nivel local como a nivel nacional; aislará al PEP de sus aliados. naturales in-
y la autocrítica en el debate ideológico, el cual deberá inantenerse en un plano alto y elevado; y fomentar unas
mediatos, los pipiolos; alimentará el sectarismo de izquierda en el PSP; fortalecerá la corriente oportunista y de derecha en el PIP; obstaculizará y retardará el proceso de neutralización de la tendencia conservadora, conciliadora y antisocialista en el PIP;
relaciones
fomentará el surgimiento de tendencias aventureras
tanto
en el
PIP
como
en el PSP,
a las influencias
dog-
máticas y sectarias y al espíritu estrecho y mezquino de
partido; aplicar correctamente el principio de la crítica
cordiales
y fraternas
entre
que luchan por la independencia. Volvamos ahora al problema
las colectividades
inmediato
que
con-
fronta el patriotismo nacional en estos momentos: el tranque en las discusiones unitarias entre el PSP y el
PIP; el rechazo por el PIP de la propuesta del. PSP, la conclusión del diálogo por parte del primero y como
contramedida a esta actitud, el replanteamiento de la posición de huelga electoral por el PSP. Á menos que 'una creciente presión por parte de la militancia y la base fuerce a las dirigencias de ambas colectividades a reexaminar con espíritu crítico y objetivo el problema y a recomenzar las conversaciones con
en los sectores ultraizquierdistas del PSP; frenará la lucha por erradicar el sectarismo y el dogmatismo tanto en el PIP como en el PSP,
(e) Hemos señalado que como resultado de la contienda que producirá el choque de las dos líneas electora-
les, el PSP quedará aislado de sus aliados naturales inmediatos, los pipiolos. Esto representa un grave peligro para el PSP, que en modo alguno debe ser
minimizado o subestimado. Pero no sólo representa un grave peligro para el PSP. A largo plazo puede representar un gran peligro para el PIP. El aislamiento del PSP lo colocaría en posición muy vul-
ánimo positivo (cosa que no parece probable), veremos
nerable a los ataques del gobierno- colonial y del
muy pronto al PIP y al PSP enfrascados en una enconada contienda. Esta lucha se agudizará y podrá alcanzar
imperialismo. Este podría verse. tentado, sacando ventaja del aislamiento del PSP, a descargar fuertes. golpes represivos contra los socialistas. La táctica
niveles insospechados a medida que se aproxime el día de las elecciones. De un lado el PIP lamando al pueblo
del imperialismo en este caso podría ser la de desa-
(1)
tar su furia represiva contra el PSP primero y volverse luego contra el PIP. Claramente se ve que el debilitamiento de un partido lleva el debilitamiento del otro. Como la corriente general de opinión es la de participar en las elecciones y no hay, en el presente, la más remota posibilidad de que la consigna de huelga electoral pueda prender en las masas, el PSP sufrirá una derrota táctica si postula la línea política de huelga electoral. Si bien es cierto que varios mi-
llares de independentistas, respondiendo
a la con-
signa
no
del
PSP,
se
abstendrán
de
votar,
menos
cierto es que la mayoría de los independentistas votará con el PIP. Este podría llevar una fracción par-
lamentaria a la legislatura colonial y emergería de las elecciones, ante lo sojos del pueblo, como el sector más fuerte del independentismo.
Esto, de por sÍ
no es malo, es bueno. Lo malo es que se realice a costa del estancamiento o el debilitamiento del PSP, ya que el fortalecimiento de ambas organizaciones, su crecimiento y desarrollo, son necesarios para el progreso de la lucha de independencia. (8) En términos de las perspectivas para la estructuración de un amplio frente patriótico en los próximos pocos años que precipite la crisis del régimen colonial y nos conduzca a la independencia (aunque sea ésta una independencia mediatizada o una república bananera), ¿cuáles serán las consecuencias de la confrontación entre el PIP y el PSP durante el actual proceso electorero colonial? ¿Cómo afectará
TRIA ES |TN oca
rar se
este choque a esas perspectivas?
Antes de dar respuesta a esta pregunta conviene que examinemos, sin adentrarnos mucho en el examen, el panorama político del país con el objeto de determinar hacia dónde apuntan los acontecimientos y qué posibilidades se presentan para la ampliación de la lucha anticolonial y libertadora. Todo tiende a indicar que mediante el máximo aprovechamiento de los aumentos en salarios obtenidos por los trabajadores agrícolas, los maestros, la burocracia
gubernamental, del bono anual, etc. y la utilización masiva de “enormes recursos monetarios, el Partido Nuevo Progresista habrá de ganar las elecciones del próximo noviembre. La ineptitud del liderato del PPD, la incapacidad lastimosa de este partido para canalizar el creciente
descontento
popular,
prácticamente
asegu-
ran la victoria electoral del PNP. Con el triunfo de este partido se producirá inevitablemente un realineamiento de fuerzas y posiciones en el reformismo autonomista, disenciones y divisiones en el Partido Popular. Algunos sectores de la gran burguesía que controla el PPD tratarán posiblemente de utilizar la táctica del Caballo de Troya e intentarán barrenar desde dentro el anexionismo novoprogresista. Consigo arrastrarán a sectores de la pequeña burguesía y de otras capas del puéblo influidas ideológicas y políticamente por el reformismo. Pero no puede subestimarse la posibilidad de que algunos sectores y estamentos de la pequeña burguesía reformista, respondiendo al estado de efervecencia de las masas y
presionados por la creciente crisis económica, pudieran salir al tablero político con un programa de algún contenido puertorriqueñista y anticolonial, reagrupándose
dial y amistosa, hacía el PIP. La campaña del PSP,
bajo la cobija del PPD o enarbolando bandera aparte.
munidades pobres. La organizaciós del partido debe tener primacía sobre la campaña electoral pero en modo alguno debe subvalorarse ésta. Y deben los socialistas tener un claro entendimiento de la importancia que tiene la participación del partido en las elecciones y lo que es más importante aún, que este realice su propia, independiente campaña electoral. Creemos que el PSP debe exhortar al pueblo patriota y a las masas en general a votar por el PIP, explicando a las masas cuidadosamente lo que deben esperar y lo que no deben esperar de la participación en los comicios y explicando que lo fundamental ahora y siempre
Muy atento al estado de ánimo de las masas y temeroso de que el independentismo pueda canalizar el descontento popular, podría un reagrupamiento de fuerzas políticas dirigido por estos sectores de la pequeña burguesía plantearse la conveniencia y la necesidad de pedir una “República Asociada” o algo por el estilo (mediatizada y sometida al imperialismo) pero con personería jurídica
internacional,
etc.
De surgir esta situación, una pujante coalición independentista podría empujar esas fuerzas políticas a posiciones más radicales e incluso a la formación de un frente amplio por la independencia, aunque esta fuera bananera. (Estoy seguro que más de un lector independentista debe estar ya echando
pestes sobre mi persona,
calificándome de vendido, traidor y otras lindezas ¿Una república bananera? ¡Increíble, escandaloso! Pierden de vista estos compañeros que en las actuales circunstancias del desarrollo de la lucha de independencia y de la lucha de clases en el país, no hay posibilidades para la república
popular
o
socialista
y
por
tanto,
no
se
la creciente
radicalización
de las masas,
particu-
larmente de la clase obrera, y por la agudización de la crisis económica, el PPD se vería plagado de disenciones y luchas internas. Si a esto se suma la evidente incapacidad de este partido, por razones de clase, para implementar y poner en práctica un programa amplio y avanzado
de
reformas
sociales y políticas,
no puede
ser otra que este partido desembocaría
la conclusión
en la
división aún cuando hubiese ganado las elecciones. A
la
luz
de
las
anteriores
conclusiones,
ma actual de organización del partido en fábricas y co-
es la lucha de masas. No debe exigir nada el PSP a cambio de su apoyo condicionado al PIP. Ni en la legislatura, ni en las asambleas municipales, ni en términos de programas, etc.” El PSP se reservará el derecho, que ejercerá con ponderación, pero con firmeza, de mantener una actitud crítica frente al PIP. Las ventajas de esta línea de acción son la siguientes:
nos
plantea, como tarea práctica inmediata la república socialista. (Lo que en modo alguno excluye la necesidad de la agitación socialista y la educación en el espíritu del socialismo de cuadros y militantes) . Por otro lado, asumiendo que triunfara el PPD en los comicios del presente año, el triunfo de esta colectividad sería por estrecho margen. En estas circunstancias, presionado por la oposición penepeísta e independentista, por
claro está, estará íntimamente entrelazada a su progra-
considera-
mos que el Partido Socialista debe adoptar la línea política que a continuación, de manera muy esquemática, esbozamos:
Participar en las elecciones de este año. Descargar los golpes principales de su acción agitativa y propagandística contra el PNP y el PPD, que son los enemigos principales del pueblo y de la independencia en estos momentos. Diferenciar el tono y la intensidad del ataque contra el PNP y el PPD del tono y el ataque contra el Partido del Pueblo. Actitud crítica firme, pero cor-
1)
Evita la guerra fratricida entre pipiolos y socialistas.
2)
Permite que continúe desarrollándose el principio de unidad en la acción, en todos los niveles, pero principalmente por la base, entre pipiolos y socialistas, 3) No se le podrá regatear al PSP parte del crédito por la votación que obtenga el PIP. 4) Los socialistas, ligados estrechamente a los pipiolos en el proceso electorero, podrán contribuir más eficazmente al desarrollo ideológico y político de centenares de cuadros y militantes
del
PIP, completando
a su vez su propio aprendizaje y desarrollo ideológico, mediante las ricas experiencias que el trabajo conjunto producirá. 5) Los socialistas aprenderán cosas útiles relativas a la mecánica del proceso electoral: funcionarios, reglamentos, colegios, listas, etc. 6) Las relaciones entre socialistas y pipiolos se consolidarán por la base. Esta relación por la base ayudará poderosamente en la tarea de neutralizar los sectores conservadores del PIP. 7) La unidad en la acción con el PIP ayuda a combatir
el desarrollo de tendencias oportunistas en el PIP
y tendencias aventureras y ultraizquierdistas en el PSP. 8) Abona el terreno para una más sólida alianza entre el PSP y el PIP después de las elecciones. Esta alianza es la base indispensable, como hemos dicho, para un posible frente amplio patriótico en los próximos años.
e
Por la unidad de las fuerzas
independentistas Por Georg H. Fromm Al comenzar el 1972, el panorama político independentista sigue dominado por el impasse-en las negociaciones entre el MPI (PSP) y el PIP en torno al frente unido electoral. Las declaraciones hechas recientemente por
tarias durante
líderes emepeístas,
A primera vista, resulta incongruente que una organización política que apenas había reconocido la conveniencia de la participación electoral en 1972 se proponga ahora desatar una campaña de huelga electoral. La incongruencia se dramatiza al plantearnos el problema: ¿cómo se podría justificar ahora un boicot electoral? No se podrían usar los argumentos tradicionales (que las elecciones son coloniales, que no deciden nada, que son meramente un carnaval publicitario, etc.) : pues el liderato emepeísta los conocía a perfección (ya que los había
tanto en actos públicos
a Hostos en Mayagúez, por ej.) CLARIDAD,
(el homenaje
como en las páginas de
constituyen un nuevo episodio en la dispa-
ratada historia del frente unido. En estas declaraciones, el MPI (PSPS no sólo reafirma la consigna, “Unidad o Cero Votos”, aprobada en su asamblea de noviembre pasado, sino que ya comienza a dar por sentado que no se logrará un acuerdo unitario y que los emepeístas llevarán a cabo una campaña de huelga electoral en 1972. Así, por ej., en su artículo, “Las Elecciones: Un Reto” (CLARIDAD,
16
enero
72),
Manuel
de
J.
González
afirma rotundamente: “Por eso el PSP a partir de febrero comenzará la campaña de “Cero Votos” . Creo que esto es un desacierto político que merece un examen detenido no sólo por ser el disparate más reciente, sino también porque su análisis permite entrever las causas reales del estancamiento de las gestiones uni-
los últimos meses.
I. Anatomía de una Consigna
usado
en ocasiones anteriores) y, a pesar
de ello, llegó
a la conclusión de que convenía participar en los comicios de 1972. Por otra parte, no ha ocurrido en los últimos meses ningún cambio fundamental en la situación
del país que pudiera justificar un viraje de 180 grados en la política del MPT (PSP) toral.
respecto a la cuestión elec-
11
Lo único que ha sucedido es que el liderato del MP1 (PSP) no ha podido llegar a un acuerdo unitario con
sus colegas
del
PIP.
Parecería
que
esto
no
ofrece
suficiente base para justificar un cambio drástico de táctica; no obstante, eso es precisamente lo que trata de hacer el MP1 (PSP), erigiendo toda su argumentación sobre el simple hecho de que se han frustrado sus gestiones unitarias. El
temor
la peculiaridad
del
razonamiento
emepeísta,
conviene examinarlo en sus textos originales. La resolución aprobada en la asamblea de noviembre pasado afirma: El
PIP,
temor al ridículo. El alegato del en esencia, a dos aseveraciones:
MPI (PSP) se reduce, sin frente unido, el
PIP —y con él, la independencia—, hará el ridículo en los próximos comicios; y el único antídoto para ello es la huelga electoral. l Fs curiosa esta argumentación.
al ridículo.
Dada
Se desprende claramente de estos textos que el razonamiento emepeísta gira fundamentalmente en torno al
por
sí solo,
no es el
instrumento
adecuado
para canalizar eficazmente el extraordinario potencial de nuestra lucha, como tampoco podría serlo
En primer lugar:
al
destacar como preocupación central el problema del ridículo, los emepeístas, sin proponérselo, están haciéndose eco en cierta medida de la propaganda del régimen, que siempre ha alegado en el pasado que los independentistas, como
no son
más
de cuatro gatos,
se abstienen
de
participar en las elecciones para no hacer el ridículo. En segundo lugar: aún si aceptamos como problema principal la necesidad de “salvar la independencia del ridículo”, parecería que una campaña de huelga electoral por parte del MPI (PSP) sería el remedio menos in-
el PSP en forma individual. Ninguna de ambas organizaciones por sí sola tiene la capacidad organi-
dicado. Veamos.
sativa
ciones de 1972 y los emepeístas no pueden evitar que lo haga, a no ser que pretendan fusilar en masa a los pipio-
para
movilizar
los
recursos
necesarios
para
dar la demostración de fuerza de que es capaz el independentismo
en este momento.
No
podemos
dar-
nos el lujo de conducir al independentismo en forma fragmentaria a las próximas elecciones y de que
hagamos el ridículo en éstas. La participación independentista en las elecciones sólo se justificaría en un frente unido. (CLARIDAD, 5 dic. 71) Abundando sobre el particular, Juan Mari Brás comenta:
Entendemos que el PIP no es un instrumento adecuado para canalizar electoralmente la pujante fuer-
za independentista
de hoy y que —de no lograrse
la creación de ese instrumento adecuado a tiempo para realizar la campaña masiva que requiere el momento— es contrario a los mejores intereses de
la independencia que participemos en las próximas elecciones. Nosotros no vamos a ayudar a que la independencia haga el ridículo en los comicios .
Como
vanguardia,
tenemos
que
garantizar
que
el
error de un partido no se convierta en revés funda-
mental
para
la lucha
de
ral. Por su parte, M. de J. González de la siguiente forma:
independencia
en gene-
sintetiza el argumento
sonancia popular, hipotecando el futuro de la lucha, con una probabilidad casi en cero de evitarlos. Por eso el PSP a partir de febrero comenzará la campendencia del ridículo.
los. El MPI (PSP) tampoco tiene la capacidad necesaria (los recursos humanos, materiales y organizativos) para
desarrollar una campaña de boicot de tal magnitud e in-
tensidad como para eclipsar totalmente la actividad electoral pipiola en 1972 (aparte de que el régimen probablemente se ocupará también —a su manera y por sus razones particulares— de destacar públicamente la participación del PIP en las elecciones) . Es decir: gústele o no a los emepeístas, la causa independentista (a través del PIP) estará involucrada, ante los ojos del pueblo, en la contienda electoral de 1972. Si ésa es la situación, y si de lo que se trata es de
“salvar la independencia
del ridículo”,
lo peor que
po-
dría hacer el MPI (PSP) es desatar uha campaña de huelga electoral, pues eso sería minar la campaña del PIP, restarle votos y, por ende,
causa
hagan
un
contribuir
a que el PIP y la
ridículo en los comicios de noviembre
próximo. Es decir: si fuéramos a tomar en serio la preocupación que se expresa en la argumentación emepeísta,
tendríamos que concluir que el MPI (PSP) debería pasar por alto las actividades tercas o intransigentes del lide-
rato del
Sin frente unido, que hasta ahora es lo más probable, participar sería correr los riesgos de quedar marginados en una campañita aparte, sin eco ni re-
paña de “Cero Votos”, tratando
El PIP está comprometido a participar en las elec-
PIP
y prestarle
su apoyo
en la campaña
elec-
toral. O de no ser esto posible —por resultarle demasiado
antipático
a los emepeístas—
abstenerse
de entorpecer o fastidiar el esfuerzo de sus
compañeros
deberían,
por
lo
menos,
Los líderes emepeístas no son
torpes,
pipiolos.
Las causas reales.
de salvar la inde-
(CLARIDAD,
16 enero AD
Ahora
bien.
das: sería aparecer desempeñando una función pura: mente negativa, de sabotaje y destrucción del trabajo de otros compañeros independentistas. Por otra parte, hacer una huelga electoral” “pasiva”
(esto es, limitarse a proclamar la posición abstencionista,
sin obstaculizar o tratar de contrarrestar la campaña elec-
toral pipiola)
implicaría para el MPI (PSP) correr. el
peligro de desvincularse, como organización política, del
pueblo independentista. Cruzarse de brazos ante la con-
por lo cual hay que suponer que están perfectamente conscientes de la fragilidad de la argumentación que han presentado. Por lo tanto, si recurren a argumentos fatu-
tienda electoral —que promete este año acaparar la atención pública como nunca antes— sería condenarse a estar al margen del cauce principal de la vida política puerto- . rriqueña durante los próximos meses, sería condenarse a tener muy poco o nada que decirle a la mayoría de los , independentistas sobre sus preocupaciones y aspiraciones del momento; en fin, sería condenarse a la irrelevancia. Esto sería particularmente desastroso para el MPI (PSP)
los, debe
en estos momentos ya que, contrario a lo que sucedía con
ser
porque
no
les ha: quedado
otro remedio:
el viejo PIP, el nuevo PIP —remozado, socialista 'y con
se habrán visto forzados a asumir la posición que han
asumido movido por razones que ellos —desde un punto
ternativa sumamente atractiva para la generalidad de los
independentistas. Quiere decir que, de. ¿quedar 'el MPI
-
La alternativa ideal — pero ivrealizable. Claro. estálen teoria) queda otra alternativa: el MPI + (PSP) podría desarrollar en torno a los, grandes, problemas del país una serie de campañas de pueblo de tal en:
vo como alternativa política han ido cambiando en años recientes; para nuestro propósito, basta mencionar dos transformaciones importantes: (a) el proceso electoral ha dejado de estar totalmente monopolizado por el partido de gobierno (como fue el caso durante el apogeo del PPD), por lo cual a muchos independentistas ya no les parece tan estéril e inútil como frente de lucha; .(b) el independentismo ya no está representado en la
vergadura y. repercusión, como para que la organización
no desapareciera de la conciencia pública
|
(particular- a
mente del pueblo patriota) a pesar de no participar activamente en la contienda electoral de 1972, Desgraciada-
mente, en la. práctica, —y no obstante lo que diga: su aparato propagandístico— el MPL(PSP) carece de los medios necesarios para realizar vina tareade tal magni-
arena electoral por el viejo PIP, carcomido y desmorali-
tud, complejidad y dificultad. El MPI(PSP) podrá ser,
zado, sino por un PIP renovado, lleno de entusiasmo y empuje, radicalizado en sus concepciones y posturas programáticas, y encabezado por un liderato joven, dinámi-
hoy por hoy, la colectividad independentista con el ni:
vel más alto de organización y conciencia patriótica y revolucionaria: no obstante, no da abasto, a mi juicio,
co y con cierto carisma.
para una empresa de la naturaleza y dimensiones :teque-
El dilema del MPI (PSP) ante inielecióne de 1972
ridas para lograr el propósito de contrarrestar. el impací to del carnaval electorero sobre la. conciencia pública.
.
es-
taban gestionándose— resultó ¡prácticamente imposible ' desarrollar un movimiento
*
(PSP) relegado durante los próximos meses a la periferia del proceso político del país, podría fácilmente ' precipitarse un éxodo considerable de sus afiliados y rEspat zantes hacia las filas pipiolas.
las condiciones que hacían al boicot plausible y atracti-
aún
;
“sex appeal” constituye una alternativa real, una al
de vista. político— no pueden reconocer públicamente; y esto los lleva a ingeniar racionalizaciones o justificaciones artificiales. ¿Cuáles son, entonces, las causas reales subyacentes? ¿Cómo se explica la posición adoptada por el MP1 (PSP)? Me parece que el factor decisivo es que el liderato emepeísta ha cobrado conciencia de que la táctica abstencionista representa para su organización, en la situación actual, una encerrona, un callejón sin salida. Muchas de
Ya en 1969. —cando estas transformaciones
lo
ciones principales que llevaron al liderato emepeísta a So
abandonara fines del verano pasado su tradicional acti-. > tud abstencionista y buscar 1un - rdo y
serio de boicot electoral y
generar entusiasmo, en torno a ¡él: de hecho, el MPI se
- circunscribió ¡a hacer una campaña pro forma. En las condiciones actuales, lanzarse a hacer una huelga elec-
,
A toral acia x militañite sería asumir a papel de fratrici-
ya
2
Estas fueron, con toda probabilidad, las comsidera-— *
PIP. Pero al PIP rechazar. de
plan
|
Y,Y emepeísta quedó arrinconado, sih un curso de viable para el inminente período eleccionario.
acción
MPI (PSP)
Un chantaje desesperado.
posición
dominante—
podría
cias actuales, es prácticamente imposible que e logre un
esclarecerse el por qué de la consigna
“Unidad
nen por delante
En suma:
los dirigentes
el camino que
del MPI(PSP)
tie-
es muy
cuesta arriba.
o Cero
Me parece que —no obstante el lenguaje y los
vaticinios
furibundos
de
los textos citados al comienzo
II. La
de este artículo. los líderes emepeístas saben muy bien que no. pueden llevar a cabo una campaña activa y mi-
lo hacen, a mi juicio, como anuncio de un proyecto realizable, sino más bien como amenaza, como forma de presión para forzar al PIP a aceptar un acuerdo unitario. En fin, se trata de un chantaje contra el liderato pipiolo. Chantaje que, claro está, no está animado por propósitos malsanos, aunque sí es resultado de una pers- pectiva estrecha y sectaria. Es, en el fondo, una medida desesperada, fruto de la situación difícil descrita anteriormente. Hay que señalar además que, aparte de su función
principal
de chantaje,
la consigna
“Unidad
gunos
peésta. Al MP1 (PSP) le costó mucho esfuerzo —y tiem-
véase
V, 5-6).
que han caracterizado al MPI a través de los años son,
ciertamente virtudes admirables; pero constituyen tam-
(PSP) aceptaron el viraje táctico a regañadientes, por disciplina, y especialmente, en aras de la unidad de las fuerzas independentistas, en torno a la cual se habían
bién —desde la perspectiva pipiola— una amenaza cons: . tante, por la influencia y poder de atracción que ejer-
cen sobre la membresía del PIP. Es natural que, al ver
venido generando expectativas muy risueñas y halagadoras. Al estrellarse las gestiones unitarias ante la intran-
al MPI(PSP)
arrinconado y en' peligro de marginarse
políticamente en los próximos méses, el liderato pipiolo ' haya experimentado un gran alivio y un impulso irrefre-
sigencia pipiola, el sentimiento abstencionista tiene que
haberse reavivado —y hasta fortalecido— entre las filas
nable a desearlea sus rivales: ¡fastídiense! ¡sigan cavan-
do:su propia fosa! No habrá faltado quien haya vislum-
se
brado en la situación actual la posibilidad de que el PIP asuma por fin el rol de vanguardia del independen- :
aún mayores que las apunta-
das anteriormente: a la vez que tienen que esforzarse
pof lograr un acuerdo con el PIP para evitar la ence-
tismo por tanto tiempo ha tenido que reconocerle y envidiarle— al MPL
rrona de la huelga electoral, tienen también que tomar
-
de considerable fuerza entre sus propios militantes y .
sóloun acuerdo unitario que claramente favoreciera al MPL(PSP) '—un arreglo unitario, por ej., en el que el
y artificiales,
El nivel más alto de capacitación política, la amplia“ experiencia organizativa, la cohesión interna y disciplina
de J. M. B. en CLARIDAD, 23 mayo '71). Es de suponer
afiliados. Esto restringe enormemente el margen de maniobra del liderato emepeísta, ya que probablemente
endebles
La actitud asumida por la dirección del PIP es comprensible. Los pipiolos siempre han sentido una mezcla de respeto y recelo frente a sus compañeros emepeístas.
que un sector no despreciable de la membresía del MPI-
en cuentala existenciade una corriente abstencionista
argumentos
Una actitud comprensible ...
(véase, por ej., el “Comentario Político”
a dificultades
de estos
el editorial de LA ESCALERA,
po— decidir abandonar su postura abstenciónista y aceptar la participación electoral para 1972. Conviene recordar que, todavía a comienzos del verano pasado, los principales dirigentes emepeístas, incluyendo a Mari Brás, eran partidarios de la abstención electoral para los pró-
enfréntan
PIP
resolver razonablemente el problema unitario llegó hasta el punto de que el liderato del PIP ni se preocupó por justificar sus posturas de “Basta cón un solo partido electoral”, y “No hay nada que discutir”, gon argumen-. tos que por lo menos fueran menos raquíticos que los empleados por el MPI (PSP) (para una discusión de:al-
o Cero
emepeístas. De ser cierto esto, los dirigentes del MP1 (PSP)
del
ción al frente unido electoral: la falta de interés por
Votos” probablemente cumple también la función complementaria de aplacar a un sector de la militancia eme-
ximos comicios
Actitud
Los líderes del PIP, por su parte, tampoco son torpes, por lo que hay que suponer que ellos tienen plena conciencia de toda la situación que hemos estado discutiendo. Esto explicaría en gran medida la intrañsigencia que ha mostrado el PIP frente al MPI (PSP), su desinterés por llegar a un acuerdo satisfactorio con rela-
litante de huelga electoral. Si invocan su posibilidad, no
:.
una
«acuerdo de tal naturaleza.
Creo que sólo a la luz de esta situación puede Votos”.
tuviera
aplacar los temores y reparos del sector anti-electóral recafcitrantede su membresía. Pero, en las circunstán-
Las últimas dudas que pudieran haber quedado entre los líderes pipiolos sobre qué actitud asumir ante el
frénte unido electoral se habrán disipado ante la deci_ sió denla asamblea del MPI(PSP) de lanzarla consig-.
na “Unidad o Cero Votos”. No se puede: aceptar un chantaje, sin
o que hay que resistirlo y repelerlo firme y pd
:
A
E
vigorosamente. Doblegarse ante la: presión sería claudicar, sería suicidarse políticamente.- Además: la truculen-
cia emepeísta favorece en cierta medida al liderato pipiolo,
pues
le
permite
justificar' retroactivamente, su
intransigencia original frente al MPI (PSP). Ahora le ' pueden decir a su militancia y a los independentistas en general: “Ya ven ustedes por qué nos riegamos a dis cutir: con los emepeístas no se puede dialogar realmen-
te, pues, en el fondo, a ellos sólo le interesa imponer su voluntad. y son capaces de usar cualquier medio para lograrlo”. . . pero equivocada.
La actitud asumida por el PIP es comprensible, “natural”, y no carece de cierta justificación; pero es políticamente desacertada. Es incorrecta porque las cosas, - desafortunadamente, no son tan sencillas como parecen
a primera vista. Vale la pena recordar el axioma clásico: la realidad es compleja y contradictoria. Si bien es cierto que el PIP no puede dejarse apabullar por el chantaje emepeísta, no es menos cierto que tampoco puede hacer caso omiso del MPI (PSP).
Y esto quiere decir que el PIP necesita —y lo necesita urgentemente—
llegar
a un
acuerdo
MPI (PSP) para los comicios de 1972.
razonable
con
el
La argumentación emepeísta ene torño al frente unido encierra una media verdad:
el PIP no. puede
alcanzar
el objetivo que se ha propuesto paa las próximas elecciones si acude a las urnas solo .. . y con la oposición abierta del MPI(PSP) (esto último constituye la segunda
mitad
de
la verdad,
la cual
no mencionan
los
emepeístas en su argumentación).
Aparentemente, el lideráto pipiolo calcula que. se puede prescindir de MPI (PSP) ya que, aún sin frente unido, los independentistas, no importa las diferencias de criterio y si les guste o no, terminarán votando por el PIP en noviembre próximo. Este cálculo no sólo es mezquino, sino que también encierra, 2 mi entender, un grave error de juicio sobre el proceso política del país, y particularmente, sobre la situación actual del independentismo. En primer lugar, no se debe subestimar la importancia del MPI (PSP). Parece que hay una tendencia entre muchos pipiolos a creer que el MPI(PSP) está en plena decadencia como organización política y que pronto quedará reducido al nivel de una secta. Consideran que la radicalización desmesurada de sus planteamientos ideológicos y programáticos, junto a una serie de errores políticos recientes, han ido desvinculando al MPI (PSP) del pueblo patriota, por lo cual ha menguado considerablemente su tradicional capacidad de movilizar masivamente a los independentistas en torno a sus consignas y actividades. En abono de esta evaluación se suele aducir la desproporción que se evidenció entre el inmenso esfuerzo publicitario y organizativo que desplegaron los cuadros emepeístas para su asamblea en noviembre pasa: * -do y la concurrencia. relativamente modesta que de hecho presenció el i acto de clausura Ñen Bayamón. El futuro del
MPI (PSP).
En mi opinión, estos juicios son muy discutibles.” En primer lugar, no es lo mismo movilizar para una asamblea de partido que para una marcha de protesta
contra el SMO o la visita de los gobernadores yanquis:
es decir, 4 o 5 mil personas en Bayamón probablemente equivalen a. varias veces ese número en términos dé una * concentración o manifestación de protesta. En ségundo
lugar, y más importante aún: en repetidas ocasiónes en ' el pasado se ha vaticinado el ocaso inminente del MPI,.
vaticinios- que siempre han resultado ser, : ando menos, prematuros —para no “decir, infundados al ajenos ada. realidad. No quiere: esto dese que el Me
ño haya a
Es
“ sar de la variedad y envergadura de los obstáculos. No me parece que las dificultades presentes —que creo que son serias, como he indicado anteriormente—
justifiquen,
sin más, hacerle presagios tétricos al MPI (PSP). Ciertamente, el camino que los emepeístas tienen por delante es muy cuesta arriba; pero no es intransitable. Y no hay nada en la trayectoria histórica del MP1 que permita concluír, a priori, que los compañeros emepeístas no podrán hacerle frente airosamente a este nuevo reto. Supongamos, sin embargo, que tengan fundamento - las profecías pesimistas y que el futuro del MPI (PSP) séa tan tenebroso como algunos le vaticinan. Aún así, no habría base para despreciar o ignorar al MPI (PSP) en el presente, en los momentos
actuales. La organización.
podrá estar en vías de desaparecer como factor significativo en el panorama político del país: pero esto es un proceso, más o menos prolongado; una colectividad política no se esfuma instantáneamente, de un día para otro, sin dejar rastro. En términos metafóricos: no se trata de un apagón, sino de un ocaso, el cual se consuma gradual y paulatinamente. Por ello, aunque estemos convencidos de que el MPI (PSP) tiene los días contados, no podemos dar por sentado que ya carece de
importancia,
que
organización
que
ya no cuenta para nada. Máxime
cuando
se trata de una
tiene tras sí trece años de vida intensa y vigorosa, que tiene un núcleo de dirigentes de prestigio y capacidad política ampliamente reconocidos (aún por sus enemigos acérrimos), y que, sin lugar a dudas, ha desempeñado un papel predominante en la llamada “nueva lucha” de independencia, Es posible que ya no sean tantos los simpatizantes que estén dispuestos a respaldar activa y militantemente las cónsignas y las campañas del MPI(PSP) pero no me cabe la menor duda de que los planteamientos y las posturas asumidas por el MPI (PSP) todavía ejercen —y seguirán ejerciendo en el futuro inmediato— una enorme influencia sobre el pueblo. patriota.
creen
efectivas
o útiles.
Es
decir,
este sector del inde-
pendentismo no respaldará automáticamente la campaña electoral del PIP, sino que lo hará sólo si se convence de la necesidad y conveniencia de ello. Ahora bien. De no lograrse un acuerdo unitario, la
oposición del MPI (PSP) —aunque sea sólo “pasiva”— a la participación electoral tendrá, seguramente, una profunda repercusión en el pueblo patriota. Claro está, el | MPI (PSP) terminará perjudicándose, como hemos señalado anteriormente; pero'se perjudicarán también las posibilidades de éxito de la campaña electoral pipiola.
Habrá, sin duda, muchos que voten por el PIP aún
ha trazado, el PIP tiene que reclutar el máximo apoyo posible entre los independentistas y simpatizantes de la independencia. Es decir, necesita obtener 'el respaldo decidido de no sólo sus propios militantes, sino también
sin frente unido y a pesar de la oposición emepeísta: votarán. los miembros activos del PIP; y votarán aquellos independentistas que, aunque hubieran preferido: un frente unido, considerarán que respaldar electoralmente al PIP constituye la menos mala de las alternativas que se les ofréce en ese momento. Pero habrá otros —y no pocos— que se solidaricárán con la posición abstencionista del MP1 (PSP). Y todavía
de
más importante: habrá un sector considerable de inde-
Condiciones para el éxito del PIP.
Esto tiene una importancia inestimable para la cam-
paña electoral del PIP. Para lograr el objetivo que se
la masa
de independentistas
(que probablemente que no €s-
pendentistas entre los cuales reinará la confusión, la in-
tán afiliados a una organización en particular y que,
_certidumbre, y junto con ello, el desaliento. De modo
por. ende, no responden a una disciplina de partido sino que actúan con criterio _propie, apoyando aquellas actividades pertiqulares que: les parecen atractivas o que
que podemos preveer que muchos independentistas op-tarán —ya sea porque estén convencidos de la corrección
constituye la mayoría. del pueblo
patriota)
" del planteamiento emepeísta,-o ya sea simplemente. por-
que estén desconcertados y desencantados por el curso que ha tomado la lucha— por quedarse en sus casas e día de elecciones. El PIP —si quiere alcanzar su ambiciosa meta de
El peligro del reformismo.
multiplicar varias veces el total de votos obtenidos en
afloren nuevamente las ilusiones reformistas en un sec-
1968— no puede darse el lujo de que se quede un solo independentista o simpatidante sin emitir su voto en los próximos comicios. Aún más: el PIP necesita que cada independentista,
además de darle sú voto, se convierta en
un activista, en un proselitista entusiasta y decidido de la causa que lleve el mensaje independentista más allá de los confines tradicionales del pueblo patriota. Sólo así —generando un entusiasmo desbordante que permita desplegar un esfuerzo ingente por irradiar la influencia del independentismo sobre nuevos sectores de la población y conquistar su apoyo— puede el PIP lograr un aumento
dramático en su total de sufragios.
Esta tarea, que es ya de sí difícil, se complica enormemente con la amenaza que representa el Partido Popular (PPD) para las aspiraciones electorales del PIP en 1972.
La nueva vitalidad del PPD afecta grandemente las posibilidades electorales del PIP, ya que propiciará que
tor del electorado puertorriqueño y se genere una tendencia muy fuerte a votar por el PPD en las próximas elecciones para “acabar con el PNP”. A pesar de que la campaña electoral apenas comienza a cobrar impulso, ya se puede palpar claramente esta tendencia entre muchos votantes: ¡¡ya hay hasta pipiolos convencidos de la necesidad de votar por el PPD en el “721! Cuando la contienda electoral alcance su apogeo y el PPD parezca tener buenas posibilidades de triunfo, la tendencia a apoyarlo como antídoto del PNP se intensificará dramáticamente. Sólo un vigoroso y pujante movimiento independentista, que reclute y encauce todo el caudal de fervor, dedicación y energía del pueblo patriota, puede aspirar a contrarrestar la propagación de esta ilusión reformista. En cambio, un independentismo dividido, desgarrado por conflictos
Un cuadro demasiado optimista.
tante reformista
Originalmente, cuando comenzaron a hacerse los estimados optimistas sobre las posibilidades del PIP en las elecciones de 1972, se partía de la premisa que el PPD,
tras el descalabro
sufrido en
1968, entraría
en un
proceso acelerado de descomposición. Se esperaba que el partido quedara desmoralizado ante ta pérdida del poder y despedazado por rivalidades y pugnas internas: todo lo cual provocaría una desbandada general de sus militantes y afiliados, de modo que sería incapaz de ser un reto para el PNP en 1972. Al desintegrarse —o por lo menos, debilitarse grandemente— el PPD, se polarizaría el espectro político del país; y en esta nueva situación, se esperaba que muchos votantes centristas, liberales y autonomistas —que ya no podrían canalizar efectivamente sus ansias e ilusiones reformistas a través del PPD, como solían hacerlo— optarían por votar por el PIP antes
que
apoyar
el
asimilismo
y
el conservadurismo
descarnado del PNP. Desgraciadamente,
internos,
no
puede
fungir
PPD.
las
próximas
que
tradicionalmente
experiencia
reciente
ha
de-
mostrado —y el propio liderato del PIP así lo reconoce véase la entrevista a los líderes del PIP en LA HORA, 3 enero 72) — que este cuadro bello y esperanzador tiene muy poca correspondencia con la realidad. Aunque el PPD todavía arrastra un sinnúmero de problemas, ofrece en la actualidad todos los indicios de poseer tanto la capacidad como la disposición de darle una buena pelea al PNP en las próximas elecciones.
ha apoyado
al
Al contrario, le parecería que, en esas circunstan-
cias, apoyar a los independentistas equivaldría a “botar” su voto: y antes que eso, preferirá dárselo a los Populares para, al menos, “tumbar a Ferré”. Es una opción seductora: por lo que no debe sorprendernos mucho si. incluso un número considerable de independentistas llegue a pensar en forma similar al grupo de pipiolos despistados mencionado en el párrafo anterior. En suma: todo lo anterior apunta hacia la urgencia de que se armonicen los intereses divergentes y cese la discordia en el seno de la familia independentista. Lo cual quiere decir, en primera instancia, que para el PIP, no menos que para el MPI (PSP), es una necesidad apremiante resolver por fin, y en forma satisfactoria, la cuestión del frente unido electoral. III.
Condiciones
y Perspectivas
Electoral. la
en
elecciones como una alternativa “realista”, como una alternativa atractiva para el espíritu pragmático del vo-
del
Frente
Unido
+?
Pero, a la altura de hoy, ¿puede todavía lograrse un frente unido para las elecciones de 1972? ¿Pueden
toda-
vía las dos organizaciones patrióticas principales llegar a un acuerdo razonable entre sí sobre este asunto? Creo que las preguntas se pueden contestar afirmativamente, siempre que se recalque el adjetivo “razonable”: no se puede aspirar, en las circunstancias presentes, a lograr un acuerdo ideal, que satisfaga total y absolutamente los
17
deseos e intereses de cada una de las partes; pero sí puede lograrse un acuerdo decoroso, que sea aceptable para ambas partes, y que permita sacar al independen-
y concreto. Para ello, no se necesita que se salven todas
tismo del atolladero en que se encuentran actualmente.
generales, compatibles entre sí y que compartan fundamentalmente el mismo interés o finalidad con relación a la cuestión específica bajo consideración. ER el caso que nos ocupa, el MPI (PSP) y el PIP coinciden en estimar que sería muy beneficioso para la lucha que el independentismo lograse hacer una dramática demostra-
Las fricciones que ha sucitado la polémica de los últimos meses entre el PIP y el MPI (PSP) pueden crear la impresión de que las dos organizaciones difícilmente pueden
ponerse
de acuerdo;
en
particular,
si fuéramos
a tomar al pie de la letra las acusaciones que cada bando a lanzado contra el otro, tendríamos que llegar a la conclusión de que las dos colectividades están separadas
por un abismo. Pero en realidad, no hay tal cosa. Hay divergencias, algunas de considerable importancipero a:
éstas no abren una brecha insalvable entre las dos or-
ganizaciones. (1)
lo que se busca en estos momentos no es
Además: una
fusión
de
organizaciones,
las dos
sino
gren ponerse de acuerdo sobre un problema ACORTAR
ATREA
que
sólo
lo-
particular
ARRANCAR
encierran
una
dosis
considerable
de
retórica
y
exagera-
que ambas
ción
de fuerza
en
los comicios
Corresponde,
entonces,
mente
que
las
menos,
la aspiración—
irremediablemente,
tienen
que
pseudo-socialistas.
pipiolos
La
implicación es clara: el MPI(PSP) es, en cambio un partido proletario, de ahí su política y programa revolucionarios.
En
realidad,
si fuéramos
a describir
seria
y desapasionada-
examinar
al MPI (PSP) desde el punto
de clase, tendríamos
ser,
y
Por
otra
parte,
ahora
cuáles
se-
ATAARA
que
planteamientos
1972.
Bases para una transacción razonable.
una
reformistas
de
para poder bregar con este asunto particular y concreto.
mente,
y
ab-
las discrepancias importantes que existen entre ambas organizaciones sobre el concepto de socialismo, los métodos de lucha, etc., no sobre la relevancia directa cuestión especifica del problema electoral, por lo cual no es necesario esperar a que se armonicen estas diferencias
ción polémica. Por ejemplo, los líderes emepeístas gustan de tildar al PIP de “pequeño-burgués”, para de esto concluir concepciones
colectividades coincidan
solutamente en todo, sino sólo que sean, en términos
ANT
(1) Los reproches que suelen hacerse mutuamente el MP1 (PSP) y el PIP
las discrepancias,
de vista de su composición
concluír que
organización
también
pequeño-burguesa.
es, fundamental-
Lo
más
que
po-
dríamos decir es que en el MPI (PSP) hay una tendencia —o al a convertirse
en un
partido de la clase
obrera. Pero, como dice el refrán: del dicho al hecho . En fin: lo que hay en el fondo —una vez se hace caso omiso del estrépito retórico— es una diferencia de grado elevada, por
motivos
polémicos,
«de diferencia cualitativa.
a la categoría
de diferencia
sustancial,
rían las condiciones indispensables para un acuerdo unitario entre el PIP y el MPI(PSP) en torno a las elecciones de 1972. Un
acuerdo
de este
tipo
tiene
que
ser, necesaria-
mente el fruto de una transacción: es decir, presupone que cada una de las partes esté dispuesta a ceder en algo, a hacer alguna concesión frente a la otra parte. Veamo s cuáles tendrían que ser las concesiones mínimas que el PIP y el MPI (PSP) tendrían que hacer para lograr un acuerdo, e indaguemos las posibilidades de que estas concesiones sean, en principio, aceptables o “tragables ” para las respectivas organizaciones. En primer lugar, resulta evidente que no hay la más remota posibilidad de llegar a un acuerdo —ni siquiera de establecer un verdadero diálogo— mientras el MP. (PSP) siga emperrado en su pretensión de imponerle su voluntad al PIP y establecer su hegemonía sobre todos los aspectos de la lucha de independencia, inclusive el electoral. Es decir: el MPI (PSP) tiene que aceptar —y asimilar— el hecho de que el PIP ha sido tradicionalmente el vehículo electoral del independentismo y que es, en la actualidad, la organización que tiene la franquicia electoral, o sea, que es la organización que puede legalmente representar la causa de independencia en las elecciones de 1972. Por consiguiente, los emepeístas tienen que reconocer que no pueden —a última hora— pretender usurparle esta función al PIP: es decir, disputarle a los pipiolos el liderato en este campo de acción patriótica. El PIP, por su parte tiene que reconocer —no sólo en abstracto, sino también en la práctica— que es políti -
camente estéril y nocivo asumir la actitud del avestruz:
el PIP tiene que reconocer que no «puede pretender ignorar la importancia del MPI (PSP)
dentro de la lucha
común por la liberación de Puerto Rico. Esto conlleva
que los pipiolos tienen que propiciar la participac ión positiva y activa del MPI (PSP) en la próxima campaña electoral. El grado de participación, claro está, tendría que fijarse por medio de negociaciones entre las dos organizaciones, y podría fluctuar desde el simple apoyo a las candidaturas pipiolas (apoyo condicionado por acuerdos específicos sobre las formas y los fines de la lucha electoral) hasta la colaboración en diferentes aspectos de la campaña misma. Lo esencial es que se reconozca el principio de que no se debe excluir al MPI (PSP) del esfuerzo electoral del independentismo en 1972. Unas realidades amargas, pero insoslayables.
Sería ingénuo pénsar que estos planteamientos sean
fácilmente aceptables, pues plantean grandes dificultades para ambas organizaciones. Sin embargo, creo que
19
A
las dificultades no son insuperables, y que los beneficios
A la luz de este estimado de la importancia de las elec-
que produciría la reorientación propuesta de las actitudes básicas del MPI (PSP) y el PIP sobrepasarían, a la larga, los sacrificios y los traumas necesarios para su realización. Para el MPI (PSP) será, sin duda, muy desagradable
ciones,
aceptar
una
limitación
a su hegemonía
tradicional
so-
bre el independentismo y resignarse a que el PIP lleve “la voz cantante” en la esfera de la lucha electoral durante
los próximos
meses.
table, no. En primer gran medida es fruto (PSP) en el pasado, visar y flexibilizar su
Un
trago amargo,
sí, insopor-
lugar, esta dura realidad —que en de las propias actitudes del MPIespecíficamente su renuencia a repostura frente al boicot electoral—
no tiene necesariamente que perpetuarse: si el MPI (PSP)
decide que, de ahora en adelante, le interesa tener una participación mayor, más adecuada, en las campañas electorales del independentismo, puede tomar las medidas necesarias con suficiente tiempo (como, por ej., inscribirse
como
partido)
y, sobre
esa
base,
negociar
un
acuerdo más favorable con sus colegas pipiolos para las ocasiones futuras. En segundo lugar, y más importante:
los emepeístas
siempre han sostenido que la lucha electoral constituye un frente secundario, subordinado, dentro de su concepción global de la lucha de liberación. Este principio —repetido innumerables veces por el liderato emepeísta— se expresa con claridad y yigor ejemplares en las siguientes palabras de su Secretario General, Juan Mari Bras:
no
veo
por
qué
los
emepeístas
pueden,
aun-
que les disguste, concederle al PIP — para 1972- el rol de vanguardia en la lucha electoral, siempre que no se pretenda excluír de la misma al MPI (PSP). Ciertamente, los emepeístas podrán creer que la lucha electoral sería llevada a cabo mucho mejor bajo el liderato del MPI (PSP) o con un frente unido al estilo emepeísta; pero la campaña electoral, a la pipiola, no tiene por qué ser un desastre (particularmente si los emepeístas colaboran en ella). Y como se trata de un mero frente secundario -hasta inocuo, como dice Mari- el hecho
de que el resultado se quede en cierta medida
por de-
bajo del ideal, que no corresponda, total y absolutamente, a los propios deseos y aspiraciones, podrá ser para los emepeístas motivo para lamentarse, pero no para desesperarse. Por consiguiente, lo razonable y sensato sería
que
el MPI
(PSP)
acepte colaborar
la contienda electoral de 1972: mo como ideal, sino como la alternativa mejor, o dentro de las circunstancias actuales. Un problema delicado. Claro está, de ser correctas nuestras anteriores (véase págs. 5-6) y existir en
con
el PIP
en
la alternativa menos mala,
especulaciones el MPI (PSP)
una tendencia abstencionista de considerable fuerza, el liderato emepeísta tendría en sus manos un difícil y delicado problema y se vería obligado a desarrollar un intenso proceso de discusión interna conducente a persuadir y ganar el apoyo de este sector de su mem-
|
2,
“no importa cuál sea la decisión que tomemos sobre las elecciones de 1972, lo que debemos tener claro es que nuestro partido no va a girar alrededor de las reglas del juego que establece el régimen. No-
acuerdo unitario que se pueda lograr en las circunstancias presentes no va a ser -con toda probabilidad- demasiado favorable a los intereses particulares emepeístas.
sotros seremos quienes decidiremos cuáles son las áreas de lucha. Y, ciertamente, las elecciones serán
En este caso extremo, los líderes del MPI (PSP) se se verían forzados a escoger entre aceptar un despren-
brecía.
Y cabe
la posibilidad
que
no lo logre,
pues
el
un campo de acción muy secundario en el conjunto
dimiento
de las acciones y trabajos del partido.
la
. en este sistema colonial en que vivimos ahora, no vemos la más remota posibilidad de que el centro de nuestro esfuerzo se desvie hacia algo tan inocuo como los comicios electorales de embuste que aquí se efectúan cada cuatro años”.
indicadas- de la huelga electoral. Sería, ciertamente, una disyuntiva horrible; pero creo que, si se evalúa el pro-
(CLARIDAD,
20
no
23 mayo
“71)
de un
aventura-
con
sector todas
de sus afiliados o persistir en las
consecuencias
negativas
ya
blema desde una perspectiva a largo plazo, tomando en cuenta cómo se afectarían las posibilidades de influencia y crecimiento de la organización en el futuro, hay que
concluír
que
la balanza
se
inclina
a favor
de
la
«
primera de las opciones. Por otro lado, la penosa situación
que
acabamos
de
describir
constituye
sólo
partidos coloniales, el PIP establece mediante este Programa la nueva tradición de presentar a la más seria consideración del pueblo un verdadero pro-,
una
posibilidad, la cual no tiene que realizarse inexorablemente: pues no debemos subestimar la capacidad del liderato emepeísta para persuadir y convencer a sus
grama cuya finalidad no sea escalar la administra-
militantes y afiliados aún frente a las situaciones y decisiones más incómodas e ingratas.
y cabal liberación de nuestro pueblo en todos los
ción de la colonia capitalista, sino lograr la plena . Órdenes de su existencia. (pág. 3) El PIP reconoce que el voto en el vigente sistema
La situación en el PIP. Por su parte, los dirigentes del PIP también ten-. drán que enfrentarse a cierta oposición interná a un acuerdo unitario con el MPI (PSP). Participar con el
es un voto incompleto y trunco, como son incómpletos y truncos todos los. derechos civiles en un régimen que además de colonial es capitalista. (pág.
MPI en una campaña o actividad siempre ha suscitado preocupación
y reservas entre los pipiolos:
15)
basta recor-
El PIP, como partido revolucionario, aspira a llevar a cabo un cambio social profundo y concibe
dar el trabajo que ha costado en el pasado conseguir el concurso del PIP en las actividades contra el S.M.O
las elecciones como un instrumento de organización
o la celebración de efemérides como el Grito de Lares. Todavía mayores tendrán «que ser los reparos pipiolos
ante la perspectiva de una colaboración emepeísta en la campaña electoral de 1972, en vista del rechazo. tradicional del MPI de ese tipo de lucha política. Habrá muchos en el PIP que teman que, en vista de que las dos organizaciones operan a partir de concepciones e intereses tan disímiles, van a estar en constante desacuerdo sobre cómo hacer las.cosas, en desmedro de la campaña electoral misma. | Los recelos pipiolos no carecen de cierta justificación, aunque a menudo se exageran hasta el punto de alcanzar el nivel de puros prejuicios. Sin embargo, no consituyen, a mi juicio, razón suficiente para negarse a tratár de llegar a un acuerdo con el MPI (PSP), sino que, a lo sumo, deben servir de acicate para el liderato
del PIP, deben estimularlo a esforzarse por fijar y definir claramente, por medio de acuerdos específicos e inequívocos, los principios, objetivos y términos 'de la
acción conjunta, de modo que se eviten en lo posible
de fuerzas para reclutar y capacitar a las personas
a fin de aumentar cada día el nivel de militancia, pero no como el único medio para lograr ese fin... (ibid.) El PIP ha enseñado la lección de que un partido pouES puede ser al mismo tiempo un “movimiento” militante todos los otros días de cada año preeleccionario. Creemos en el voto de todos los días. A esta transformación del sentido de las eléctiones añadirá la militancia continua contra todos los puntos
otra
parte,
y contrario
a lo
que
sugieren
las
apariencias, la lucha electoral es precisamente una de las áreas de trabajo patriótico donde las discrepancias entre las dos organizaciones se han ido reduciendo considerablemente en los últimos tiempos; de modo que, en”principio, no hay- obstáculos serios a que las dos. colectividades
desarrollen
en
forma
armónica
un
tra-
bajo eficaz en este campo. Ya he mencionado anteriormente que ambas organizaciones coinciden en su eva-.
* Juación de la importancia de una demostración de fuerza del independentismo én los próximos comicios. Por otra parte, el PIP ha proclamado en su Programa
que
su participación en el proceso elecotral tiene.un sentido y una finalidad diametralmente
-
opuestas a las de los
partidos coloniales: Contrario al juego político características de los
del sistema.
(ibid.)
Aparte de matices y cuestiones de énfasis -y el tono un tanto arrogante- hay una congruencia fundamental entre estos textos pipiolos sobre el valor y la función de las elecciones coloniales y las declaraciones CcOrres-pondientes del MPI (PSP). No veo por qué esta coin» : cidencia sustancial en cuantó al problema de las elecciones no pueda servir como la base sobre la que se conjuguen los esfuerzos de las dos organizaciones en el período electoral de 1972
La participación: activa de los emepeístas- no sólo
las confusiones y los malentendidos. Por
vulnerables
sería un factor aglutinante en el pueblo patriota, sinó que también contribuiría grandemente a enriquecer y fortalecer el esfuerzo electoral independentista en 1972. Por una parte, el PIP podría muy bien aprovechar la
amplia y rica expériencia que ha acumulado el-MPI
(PSP) en cuestiones de organización, movilización y propaganda. Además: dado-que la mecánica misma del proceso electoral obligará al PIP a prestarle cada vez más atención -y esfuerzo a problemás especificamente electorales
(como
reclutar
y capacitar centenares de
oficiales de mesa, por ej.), en desmedro de otras tareas, la
colaboración
emepeísta. «orientada - primordialmente
hacia precisamente otros, problemas que los. específica:
.
|
O
E
mente “electorales, puede sér un' complemento de ines-
timable valor al trabajó del PIP, de modo. que se asegure -a pesar del bárulls eleccionario- h ubicuidad del
cal
afán emancipador:
el independentismo no puede darse
el lujo de desatender
tan siquiera un sólo frente de
lucha en 1972. Nos hemos limitado a indicar las condiciones míni.mas, los requisitos indispensables para un acuerdo unitario, buscando demostrar que éste es, en principio, posible. Pero esto es, claro está, sólo'el primer paso; para los demás, no se pueden ingeniar fórmulas de antemano. Las disposiciones particulares y las medidas específicas
que viabilicen un frente unido para las próximas elecciones tendrían que surgir de las discusiones y negociaciones concretas entre las dos organizaciones.
Todo lo dicho en este ensayo apuntá hacia la con-
A iO
1
clusión de que este proceso de forjar un acuerdo unitario sería, seguramente, sumamente complicado y trabajoso. Pero también apunta hacia la conclusión de que es de vital importancia que no se perpetúe el actual estado de división y discordia del independentismo. Por ello, no debemos -aún a riesgo de parecer optimistas empecinados- cejar en el empeño unitario hasta agotar todas las posibilidades, a la vez que exhortamos a todos los independentistas a poner cada uno de su parte, con sensatez, racionalidad y buena voluntad. |
y
E
De Georg Fromm a César Andreu Esta carta fue escrita por el compa-
ñero Georg
H. Fromm
el 9 de enero de
1972. La publicamos por los importantes planteamientos políticos que contiene. .
La Redacción
Río Piedras, 9 de enero de 1972 Estimado César:
Las dos recientes ediciones especiales de LA HORA (29 dic. *71 y 3 enero “72) merecen, a mi juicio, algunos comentarios. Entre los materiales incluídos en estos dos números del semanario hay algunos que son muy valiosos e interesantes. Pienso particularmente en el análisis
de José Villamil sobre la economía de Puerto Rico, los artículos sobre los problemas de la mujer puertorriqueña, al igual que los artículos de Jorge Morales
Yordán
sobre
la situación
internacional.
Se
destaca
también
la calidad
profesional de la entrevista a los líderes del PIP (aunque es una lástima que no se entrevistaran a otros líderes independentistas también). Igualmente encomiables
me parecen los diseños gráficos de Reinaldo Ríos y la ps Martinó. Sin embargo,
hay
algunos aspectos
de Eos A. Torres
de estas ediciones que me preocupan
seriamente. 1) Resumen de los acontecimientos del 1971. Si bien hay que reconocer y
aplaudir la relativa ecuanimidad con que, en términos generales, se hace el recuen1) de los acontecimientos principales del 1971, llama la. atención la total
- ausencia de espíritu crítico al hacer el balance del año que acaba de concluir. Desde el editorial con que se presenta el número, y a lo largo de lá; mayor parte.. de los artículos, se establece un estilo homogéneo de mero recuento de sucesos y conmemoración de logros alcanzados, sin que asome por ninguna parte la-más leve nota crítica o autocrítica. Lo que podría ser úna tendencia inconsciente eb:
la mayor parte delos casos, se manifiesta explícita y conscierttemente en el artículo de Rubén Berríos, “El PIP-en el 1971”: “Es justo y provechoso. - . que miremos a los logros obtenidos durante el pasado año, pata eee, San
.--
de estímulo en la lucha que queda por delante. Los Partidos, como los hombres,
a |
necesitan de logros y victorias parciales, pues son muy pocos los que sin esperanzas fundamentadas en tales victorias logran continuar la lucha sin
;
!
detenerse...
]
Es en este espíritu de espuela de lucha y teniendo siempre en cuenta
na A A
IR
que lo que falta por alcanzar es incomparablemente mayor que lo ya alcanzado, que los miembros del Partido Independentista podemos regocijamos ante lo acontecido en el 1971.” Entusiasmar,
insuflarle
ánimo
a los
militantes
es,
sin
duda,
una
tarea
lll A
necesaria y útil; pero se desnaturaliza y llega a convertirse en algo peligroso si no
enn A
va acompañada de la preocupación por fomentar el análisis, el examen crítico de
a
los acontecimientos, y muy particularmente de las propias acciones. Ciertamente, el carácter prolongado y sacrificial de la lucha de independencia exige que se forjen militantes con una gran reserva de entusiasmo. Pero no necesitamos fanáticos, entusiastas ciegos con egos inflados por la autoalabanza: * pues quienes sólo pueden funcionar a base de estímulos artificiales, con un cuadro rosado (y por tanto ilusorio) de la situación, se desmoralizan rápidamente tan pronto chocan con una realidad dura y hostil. Necesitamos militantes con un entusiasmo templado por una actitud crítica: militantes conscientes, reflexivos; abiertos siempre al examen y re-evaluación de las concepciones, métodos y acciones;
i y
militantes
con
voluntad
de
lucha,
pero
también
con
vocación
de
comprender la naturaleza, condiciones y posibilidades de la lucha que llevan a -
cabo.
E
Son
precisamente
los
que
están
armados
no
sólo
de
entusiasmo,
sino
también de una comprensión cabal (y por ende, necesariamente crítica) de la realidad, los que no se desinflan y desbandan al primer tropiezo o contratiempo;
son los que.aprenden tanto de los reveses como de las victorias y se superan constantemente; son los de largo aliento. Sorprende particularmente que el presidente del PIP sea el autor del texto que comentamos. Un partido que proclama a los cuatro vientos que está
¿
enfrascado en un proceso de renovación radical, que aspira a convertirse en una
'
organización
política de
utilizarlo como
vanguardia,
instrumento
de
que
se
interpretación
acerca al marxismo
buscando
y análisis de la realidad:
un
partido con tales pretensiones no puede ¿emerle a la crítica sino que, todo lo contrario, tiene que propiciarla y fomentarla, tiene que convertirla en ingre diente esencial de su forma de ser y actuar.
Máxime cuando no cuesta ningún trabajo pensar en una serie de áreas de
|
trabajo
|
patriótico
en las cuales las acciones pipiolas durante
el pasado año
-Claman a gritos por análisis y evaluación crítica: el dramático decaimiento de la
(ey
campaña de Culebra, la forma increiblemente
:
torpe con que se bregó con el
problema del frente unido, la ausencia de un trabajo efectivo y consecuente en el
campo sindical, el estancamiento de la lucha universitaria (el vacío en cuanto a éste último punto se Hena en alguna medida con el artículo de Edgardo Morales
|
$
en la edición del 3 de enero). También podríamos incluir al programa del PIP
i
-
que, aunque es un documento serio y en muchos. aspectos valioso, distá mucho de ser una “bomba atómica” o cosa por el estilo. Si bien es cierto que el
programa del PIP se convirtió, desgraciadamente, en objeto de ataques frívolos e irresponsables,
no es menos
cierto que
la propaganda pipiola se ha limitado
predominantemente a defenderlo con alabanzas extravagantes. El comienzo de -
un nuevo año es quizás un momento oportuno para que los compañeros del PIP.
examinen
desa
ionadamente - su programa con'miras a extraer un balance:
_ Tigurosoy objetií o del mismo: así harían una contribución importante a levantar
el
nivel
del debate
y
la polémica
entre los independentistas,
desarrollárse y superarse como Organización política,
Ly
-
ambn: de le
De todos modos, sería muy provechoso recordar de vez en cuendo que no
fue una mera casualidad que Marx calificara sus obras principales como críticas.
2) Frente Unido. Ya he mencionado de paso que considero que el PIP
manejó muy torpemente las negociaciones con el MPI en torno al frente unido. Es muy posible (y hasta bastante probable) que las propuestas originales del MPI
fueran inaceptables para el PIP; pero esto en modo alguno justifica la postura
intransigente que asumió el PIP y su empeño de truncar bruscamente y a toda costa, la discusión y el debate
sobre
este tema.
Claro está, la actitud del PIP
respondió en gran medida a una serie de acciones no menos criticables por parte -
del liderato del MPI; pero como dice el refrán, se riecesitan dos para bailar un
tango. En otros términos:
los errores de un bando no se corrigen con errores
iguales o peores del otro bando.
Resulta todavía más lamentable disposición
a re-evaluar
que, lejos de mostrar
y posiblemente
modificar
indicios de una
la posición
asumida,
las
ediciones de fin y comienzo de año de LA HORA anuncian inequívocame nte
que el PIP se reafirma en su intransigencia. Esto se desprende claram ente de la
forma en que se brega con el problema del frente unido en los distintos artículos
que hacen alusión a él; pero para quien todavía pudiera tener dudas al respecto, el editorial de la edición del 3 de enero, “Perspectiyas del 72”; lo afirma en la forma explícita y contundente. Este editorial no sólo declara rotundamente que
*
basta con un solo partido para representar al independentismo en las elecciones de
1972, sino que trata de justificar esta postura con un razon amiento a todas
luces fatulo. " £ Reconozco que estoy empleando un término fuerte. Pero ¿cómo calificar de
Otra manera una argumentación que pretende endilgamouna s alternativa falaz y
espúrea para darle la espalda a la realidad?
El editorial argumenta que no se
puede negar la proposición, “con un partido basta”, porque eso equivaldría a sostener que dos partidos son mejor que uno, tres mejor que dos, y así ad
infinitum. Pero la alternativa real con la que se confronta el independentismo no es entre la posibilidad de un sole partido independentista y la posibilidad de un fracatán de partidos independentistas: esto es simplemente un miecode paja
elucubrado con propósitos polémicos. La realidad es que ya existen dos organizaciones independentistas importantes, y esa simple y llana realidad no va a desaparecer ni con el uso de prestidigitaciones erísticas ni desatando diluvios
retóricos
sobre
el pueblo
independentista.
Por
consiguiente,
la verdadera
disyuntiva, la disyuntiva real y concreta con la que tiene que lidiar el independentismo es: o lograr un acyerdo unitario entre las dos organizaciones ya
existentes O padecer una lucha fratricida en medio de la campaña electoral de 1972. Y no se ayuda para nada a resolver —o por lo menos, mitigar— esta lamentable y dolorosa situación pretendiendo ocultar el cielo con las manos.
El uso de una argumentación de valor tan dudoso refleja, a mi juicio, no sólo
la debilidad intrínseca de la posición defendida, sino también el hecho de que el liderato del PIP y tú, como director y editorialista de LA HORA, no están en
disposición de discutir objetiva y racionalmente la cuestión del frente unido. No puedo evitar la impresión de que en todo esto los intereses particulares del PIP
como colectividad política han prevalecido sobre el interés general de la causa de
independencia. De ser así, ha sido una decisión trágica que terminará ala larga derrotando
su propósito:
ya que, perjudicando a la lucha en su conjunto, se
perjudica también, tarde o temprano, el PIP mismo.
e
|
Sea como fuere, de lo que no me cabe duda es del carácter trágico de la decisión que tú has tomado personalmente dé abanderizarte a ultranza (y con
ello, también el periódico) con la postura adoptada por el PIP con relación al frente unido. Me duele tener que decírtelo, pero creo francamente que has
ie
SE
oi
E
a
.
E
desaprovechado una gran oportunidad para contribuir positiva y significativamente al desarrollu de la lucha de independencia. Me parece que el momento reclamaba que figuras prominentes como tú, con liderato e influencia incuestionables entre las filas independentistas, cumplieran una función orientadora, por encima de los partidismos y las perspectivas estrechas; o de no
ser esto posible, que por lo menos se dedicaran a propiciar una discusión seria y a fondo del problema, de la cual pudiera surgir a la larga la solución más acorde
con las necesidades de la lucha en general. Tú, en cambio, te has dedicado —con tu energía y tu vehemencia características— a aplastar el diálogo y fomentar la
intransigencia. Ciertamente, tú no has sido el único; y también no han faltado razones (y hasta provocaciones) para detonar tu airada y desmesurada reacción. Pero no todos son César Andreu, a quien admiramos y respetamos, y de quien nos hemos acostumbrado a exigir más.
3) Perspectivas del 72. El cuadro del futuro a corto y mediano plazo que se esboza en la edición del 3 de enero es para mí también motivo de honda preocupación. Y, al igual que en el caso del tema del frente unido, aquí
también
sucede
matizada
en
que
los
lo que
se manifiesta indirectamente
artículos,
periódico.
se
expresa
categóricamente
o en forma más en
el editorial
del
:
Así, por ejemplo, una lectura cuidadosa de la entrevista a los líderes del PIP permite detectar una tendencia peligrosa a sobreestimar el valor de las próximas
elecciones. Esto se desprende de la atención desproporcionada que se le dedica en el curso de la entrevista a los problemas de organizar la próxima
campaña
electoral: parecería que las elecciones se han convertido en la preocupación central y prácticamente exclusiva del liderato del PIP, en desmedro de las demás
actividades y áreas de trabajo del partido. Llama la atención el hecho de que es sólo hacia el final de la entrevista, y muy a la ligera, que se mencionan las campañas de Culebra y en contra del alto costo de la vidg. Esta preocupación
excesiva
con las elecciones de noviembre
próximo
se
manifiesta todavía más diáfanamente en el editorial, el cual llega incluso a concebir los comicios de 1972 como un acontecimiento trascendental, un punto de viraje decisivo en la lucha por lograr la independencia de Puerto Rico: “De conquistar [el PIP] suficiente apoyo popular en el curso de la campaña, éste puede llegara ser, después de las elecciones, la tercera fuerza decisiva capaz de actuar como agente catalítico que provoque positivas reacciones políticas. A esto
pueden
sumarse
favorables
factores
internos
y
externos, que
junto
a un
realineamiento de fuerzas, aseguren un rápido tránsito hacia la independencia.” Es triste observar el renacer de concepciones e ilusiones electoreras que parecían haberse superado definitivamente en el transcurso delos pasados dos
años. No pretendo negar el valor de la participación electoral ni la importancia que tendría el logro de una cantidad significativa de votos en los próximos comicios. Pero sería desastroso que la campaña electoral monopolizara todas las - energías y recursos de los independentistas y se desatendieran todas las demás
formas de trabajoy acción patriótica;y sería extremadamente peligroso que se perdiera todo sentido de perspectiva y se alimentaram expectativas extravagantes sobre la significación de los comicios del 1972.' “La rencilla actual entre las dos principales organizaciones patrióticas en torno
al frente unido amenaza con producir un lamentable retroceso en el nivel de comprensión
de
la
lucha
que
parecía
haber
alcanzado,
a duras. penas,
el
independentismo. La rica e intensa discusión sobre la cuestión electoral durante los. últimos “años había producido recientemente dos resultados eminentemente positivos: por una parte, el MPI logró —a regañadientes— flexibilizar su postura
frente
a la táctica de huelga electoral y teconocer la conveniencia
de la
.
participación en las elecciones de 1972; por otra parte, el PIP logró superar las
concepciones y actitudes con las que tradicionalmente había concurrido a las
urnas, hasta el punto de acercarse a una perspectiva revolucionaria de la lucha.
electoral (el artículo escrito por Carlos Gallisá para LA ESCALERA, vol. V, 1-2, . sobre el uso de las elecciones coloniales refleja claramente el grado y la calidad del desarrollo ideológico que había alcanzado el PIP respecto a esta cuestión):
Pero ahora el MPI vuelve a coquetear con el boicot electoral (aparentemente con
el propósito
mezquino
de usarlo como chantaje contra el liderato. pipiolo) -
mientras que, por su parte, el PIP se apresta a sumergirse de pies a cabeza en la contienda electoral, olvidándose de las lecciones tan reciente y trabajosamente
aprendidas
en las luchas
de los pasados
años, y desenterrando nociones Yo:
posturas atávicas. Es notable —y digno de preocupación seria— el contraste que existe entre el contenido del artículo antes mencionado de Carlos Gallisá y las actitudes y tendencias que se manifiestan en la edición del 3 de enero de LA
HORA.
po
|
Por otra parte, resulta insólito qye al esbozar el cuadro de las perspectivas del
1972 —y especialmente en el pasaje del editorial citado anteriormente— no se mencionen, ni se reconozca la existencia de otras organizaciones patrióticas, particularmente el MPI (PSP). Salta a la vista-el carácter ultra-sectario de esta manera de presentar las cosas, de esta forma de concebir el futuro de nuestra
lucha, la lucha de todos los independentistas. El editorial lograhacer lo que parecía imposible: potenciar la intransigencia de la consigna, “basta con un solo partido independentista para la lucha electoral”, hasta alcanzar la plena
aberración de creer que con un partido. basta para todo, que el PIP por sísolo puede satisfacer todas las necesidades de la lucha. En este contexto —o sea, a la luz de esta pretensión de ignorar sistemáticamente a las demás organizaciones independentistas— el llamado a “cerrar filas” con el cual concluyeel editorial no puede dejar de sonar hueco e impropio: ¡vaya peculiar exhortación “unitaria” en un texto tan profundamente anti-unitario! Tanto la concepción dei periódico como la toncepción de la lucha que se traslucen en este editorial me llenan de asombro. En cuanto a lo primero, sólo quiero recordarte que hace menos de dos años que llevamos a cabo una lucha
dentro del MPI por de-sectarizar a CLARIDAD —por convertirlo en un periódico amplio, de la independencia y no meramente
del MPI—
frente a
la Oposición
decidida de personas como Florencio Merced y Manuel de J. González, que creian que el PIP y sus actividades no podían tener cabida en las páginas de CLARIDAD.
El hecho
de
que
ahora
el sectarismo
tenga el signo político
contrario no lo hace menos nefasto, menos condenable. En cuanto a lo segundo, basta señalar que tú has sido precisamente uno de los que más tenaz y persuasivamente ha abogado por la necesidad de concebir la lucha como un proceso amplio y multiforme, como la conjunción de una
pluralidad y diversidad de frentes,niveles y modos de acción. Todavía en el ensayo, “La Lucha de Independencia en la Década del Setenta”, que escribiste durante tu “exilio” en Nueva York, hace apenas un año, combatías lo que.
liamabas la teoría de “todos los huevos en una canasta” y afirmabas: “Bajo las presentes condiciones, la lucha de independencia no puede encerrarse en ninguna
organización en particular. Por el contrario, la naturaleza de la lucha exige una diversidad de acciones. Y esto, claro está, demanda una multiplicidad de
organizaciones. ..” En. el tiempo que ha transcurrido desde que escribiste estas. palabras no ha ocurrido ningún cambio fundamental ni en la situación del paísni *
dentro del independentismo que justifique en modo alguno descartarlaso « ignorarlas. Al contrario, creo que hoy tienen'tanta o-más vigencia que un año. atrás. ó sy Lea Y As
$
En fin: la mayor parte de las críticas que he esbozado a lo largo de esta carta
giran en torno al mismo mal de fondo; y es muy irónico —además de muy triste—
que precisamente tú estés ahorpadeciendo de él. Tú siempre te has caracterizado —y te hemos admirado por ésa junto a muchas otras razones— por tu dedicación
firme y consecuente a luchar contra toda clase de dogmatismos y sectarismos, y
en defensa del análisis objetivo y científico de la realidad; por tu apertura al
debate ideológico, al confrontamiento de ideas y teorías, al examen y evaluación crítica de los supuestos y las condiciones de nuestra lucha; y —no menos
importante— por tu visión amplia del proceso histórico y, por consiguiente, tu disposición
a enfrentarte
serenamente
a los cambios,
aceptándolos
en
sus
elementos necesarios y ajustándote a ellos. El ensayo antes mencionado —con su análisis riguroso y desapasionado de las concepciones fundamentales y la estrategia
del
nacionalismo,
de
la
táctica
de
retraimiento
electoral,
de
la
conducta parlamentaria y el descalabro ulterior del viejo PIP, de la función de una organización política.de vanguardia, dél papel de la violenciaen una lucha
patriótica y revolucionaria, etc.— es un ejemplo brillante de la aplicación de estos principios, y el testimonio más elocuente de cuán valiosos y fructíferos éstos
pueden ser para la causa independentista. Es por eso que
—aún
reconociendo
las diferencias que
existen entre un
semanario y otras formas de publicación— me desconcierta tanto que el periódico que diriges exhiba cada día en forma más acentuada una tendencia a—crítica y doctrinaria, hasta el punto de convertirse, para todos los efectos
prácticos, en un Órgano exclusivamente partidista. Seguramente,
tú
tendrás
tus razones
para haberle
dado
ese rumbo
a LA
HORA, pero a mí me parece que ni el PIP mismo, y mucho menos la lucha de
independencia
en
general,
se “benefician
realmente
de
que
rivalidades de grupo a través de un pugilato sectario CLARIDAD emepeísta y un “CLARIDAD pipiolo”.
se exacerben
y estéril
entre
las
el
EA mismo modo, no creo que lo que necesita hoy el independen tismo sea un
César
Andrew
más
pipiolo
que
el propio
Rubén
Berríos, un César Andreu
reducido a mero propagandista de partido. Eso sería, a mi juicio, un lamentable
desperdicio
tanto
de talento político como de posibilidades y oportunidades
históricas. No critico el hecho de que simpatices con el PIP, que lo respaldes y
trates de ayudar; lo que critico es que lo apoyes en forma irrefle xiva, con la fe y
la pasión del converso. Al poner al servicio del PIP tu gran capaci dad política y
S Eme y
AR
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A Eoa E A e UA
+
TSea ld e ent ma
tu enorme caúdal de experiencias de lucha libertaria y patrió tica, creo que debes hacerlo —por el bien tuyo, como del PIP y de la causa— sin sacrifi car tu espíritu
independiente y crítico, sin abandonar tu perspectiva amplia y a largo plazo, sin ceder a las presiones del momento, sin dejarte seducir por logros inmediatos pero
efímeros.
. Claro que no es fácil, y a veces tendrás que decir cosas duras e incómodas, y
quizás hasta tengas que andar solo a ratos. Pero, precisámente tu ejemplo en el
pasado nos ha enseñado la virtud de atreverse a caminar solo cuando sea necesario para el bien de la causa con la cual estamos todos comprometidos. Hoy menos
que
nunca
es
el
moménto para
indispensable, vocación.
rehuir esta
ardua,
ingrata, pero
e
Huelga decir que estos comentarios críticos no están animados por _ resentimientos O propósitos destructivos de clase alguna. Hubiera sido mucho más fácil para mí —dado que he estado- fuera del país por varios meses y
próximamente
volveré a ausentarme—
desentenderme
de todo este escabroso
asunto, Pero: me ha parécido que estaría siendo irresponsable si no expresara mi
parecer y sentir en forma francay abierta, sin cortapisas. Confío que ló puedas. entender así, de modo que esta carta sirva —no obstante su contenido un tanto
áspero— como agente catalítico de un verdadero diálogo, de una discusión seria y a fondo de la situación actual de la lucha de independencia. No pretendo tener la verdad agarrada por el rabo, pero estoy plenamente convencido de que, por lo menos, las cuestiones que he levantado en esta carta no son puras elucubraciones subjetivas, sino que responden a problemas reales que el independentismo padece en la actualidad y cuya gravedad reclama que se resuelvan satisfactoriamente lo más pronto posible. Pero no podrán superarse hasta tanto no estemos dispuestos a encararlos, hasta tanto no comencemos a discutirlos y analizarlos seria y desapasionadamente, sin dogmatismos y sectarismos, anteponiendo siempre la causa de independencia a los intereses personales o de grupo. Profundamente preocupado, pero con el cariño de siempre, te saluda
tu amigo y compañero,
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43
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De la represión sólo nos defiende la combatividad del pueblo. Pero para evitar que un compañero vaya
a la cárcel
por
defender
sus derechos
nosotros,
se
requiere
también
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31
Pe gd q aaa q RAP A a a e CO
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La emocion de ver, tan cerca y tan proximas,
en todos los
ร sentidos, nuestras dos . banderas
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PES
o he oe Es difícil exagerar la im portancia que tiene para Cuba, Chile y el movimien to revolucionario lnoumabicinó la reciente visita e. del máximo líder de la revolucióión cubana, Comandante Fidel. Castro. Durante sú extenso recorrido por la' hermana nación eo Fidel tuvo la oportunidad de di rigirse a decenas de miles de chilenos de todos los estratos sociales y compartir con ellos su vasta experiencia revolucionaria. Por considerarlo de un gran valor político, a continuación reproducimos pres fragmentos de los discúrsos y diálogos de Fidel con los trabajadores y estudiantes chilenos. 3% : Fragmentos
PRESIDENTE
DE
del
diálogo
LA
sostenido
U. DEL
por
NORTE:
Fidel con
Quiero
los estudiantes
hacer
una pregunta difícil de contestar. Esta pregunta se refiere al
hecho de que para la conquista del poder de la clase trabajadora, de los explotados de cualquier país, es " necesario que exista una posición de vanguardia que es lo que
son los partidos revolucionarios. Ahora la pregunta va
en
este
sentido,
que
creo
que
interesa
tanto
a
los
úniversitarios
de Antara
el pasado
importancia que tiene la revolucionarias, no sé si son los divisa para las elecciones del 28 que “un pueblo unido jamás será
Pudiera revolucionarias
decirse se
de
1971 p
unidad de las: fuerzas uruguayos que tienen una de noviembre y que dice vencido”.
también.
dividen
12 de oviembre
serán
que
«si
vencidas.
las
fuerzas'
Las
fuerzas
revolucionarias unidas no podrá vencerlas nada ni nadie, eso
compañeros que tienen filiación política como a aquellos otros compañeros, que son la mayoría, que no tienen filiación política: La pregunta va en el sentido de lo que nosotros llamamos sectarismo, que muchas veces se produce entre compañeros de los propios partidos de izquierda, en este sentido la hago. La pregunta fue entregada por escrito y citg hechos verídicos producidos en la propia Revolución
es lo que realmente puedo decir en: relación con estos
La cuestión del sectarismo. Ha existido. (Aplausos). Iba a decir lo siguiente: el problema del sectarismo ha existido, existe y existirá en todos los procesos revolucionariós. Creemos que es un gran mal,.no hay dudas. Pero sería idealismo puro pensar que estos problemas no van a existir. Nuestro deber es combatir las manifestaciones
enfrentarlo: fue el problema de la Sierra y del Llano. Como se había producido la lucha en las montañas y sé había producido la lucha en el llano, entonces estaba el sectarismo de la Sierra Maestra, “de los que habían estado en las
del sectarismo, pero no debemos hacernos ilusiones de que
factor
por ello vaya a desaparecer el sectarismo. Nosotros hemos reunido duras experiencias en ese campo; lo vivimos en el proceso revolucionario, desde muy al principio, desde que se empezaron a organizar los jóvenes, los estudiantes para la lucha, en Cuba. Y creo que en el éxito de la Revolución, Cubana uno de los factores, (ya les mencioné otros factores) podría decir que si nosotros el sectarismo no lo
sectarismos, porque dio la casualidad que los que habíamos estado en las montañas éramos muy pocos; nuestro Ejército Rebelde llegó a tener un máximo de tres.mil hombres y las batallas decisivas las libró con 300 hombres. Calculen “si
(
Cubana.
problemas, pero. piensen ustedes: nosotros hernos vivido-esa
fiebre.
hemos vivido todo eso. los
hubiéramos superado, habría podido liquidar la revolución; no tener que esperar que surgieran el imperialismo, las invasiones, porque la propia revolución se habría podido autodestruir. Yo no sé qué tipos de problemas en el sectarismo puedan tener ustedes, pero yo creo que ustedes, los chilenos, a pesar de todo son y tienen más arte de coordinación y de trabajo en común del que teníamos en Cuba. Yo creo, sinceramente, que ustedes tienen un nivel más alto de cultura política del que tenía nuestro país, cuando comenzó la revolución. Esa es la impresión que
Además, sabemos que én estos problemás está por
delante una cosa: la honradez, la pasión con que cada cual está defendiendo un criterio, una idea, un punto de vista;
Nosotros tenemos una organización que tuvo uno de primeros sectarismos que nosotros tuvimos que
montañas,
convertir
de
que miraban con cierto-desdén y. pretendían
a Cuba
en un especial mérito, en un especial
prepotencia. “Ese
fue: uno
de
los
primeros
nosotros hubiéramos establecido Una especie de secta. de los guerrilleros de las montañas ¿dónde habría tenido cabida el. resto del país?
La historia dé nuestro país no la escribió un
grupo de hombres, la ha escrito realmente un pueblo entero. ¿Qué ocurrió al triunfo de nuestra revolución? La
a
deR:
revolución tenía un gran apoyo, apoyo entusiasta, ahora un apoyo casi universal, péro una revolución no puede tenérun.
apoyo universal, eso es imposible en un país dividido en
clases, en un país con intereses antagónicos irreconciliables
E
N
eS
de orden social. Ahora, sin-embargo, cuando la revolución triunfa, muchas personas viraban- contra el caudal de la:
revolución. La revolución tenía una fuerza enorme en e £
Sl crédito del pueblo. ¿Qué hacía much
nosotros tenemos. Claro que algún día, quizás dentro de 20 o
30 años,
puede::que
ustedes vayan
encontrando
la
uniformidad de sus objetivos políticos y revolucionarios. En _nuestro país la fuerzá de la revolución está en la unidad.
¡La fuerza de la revolución está en la unidad! Claro que nosotros no pretendemos ni mucho menos que cada cual vaya'a renunciaf a sus cfiterios, a sus ideas, a'sus Cosas, pero: É creemos A
que
ey. ye
tener
conciencia
muy
clara de la
_ por allá, exceso de la autoridad ypor otrolado, pls No se. sabe le cantidad de personas que, en un/' proceso — E revolucionario cuando comienza, emo contra slepoyo a+ Ela -y contra la fherza de:la 1
cometen. . Muchas Je
deeci
A
o
una
revolución
sacrificio,
tanta
que
ha
lucha.
costado Mucha
tanto .esfuerzo, gente
procedió,
tanto muchos
compañeros procedieron de esta forma, pero en realidad la
revolución fue nutriendo sus filas, fue ganando en profundidad, en militancia y nosotros decíamos que se producía este fenómeno: decrece en extensión el apoyo a la revolución, pero crece en profundidad.
De esta forma se fue escribiendo la historia en estos
años y no está escrita todavía toda la historia; pero unos lucharon en la Sierra Maestra, otros' se organizaron y lucharon contra los bandidos. Hubo un momento en que habían bandidos hasta en la provincia de La Habana, habían
bandidos
en
todas
las
provincias.
¿Qué
ocurrió?
Incesantemente desembarcaban, porque lo de Girón fue una
cosa espectacular. Cientos de veces los imperialistas tiraron armas
en
paracaídas
sobre
nuestro
país,
cientos
de
veces
introdujeron elementos clandestinamente, estuvieron tratando por todos los medios de alentar las bandas contrarrevolucionarias durante años. La lucha en nuestro
país contra los bandidos de la CIA duró años. Nosotros podemos decir lo siguiente, que murieron muchos más
TF
Ie
cubanos luchando contra las bandas, de los que murieron en
la guerra, en la guerra revolucionaria por el derrocamiento de Batista. Otros participaron en los combates de Girón; otros se movilizaron cuando la crisis de octubre; un pueblo entero
movilizado. En una situación tensa, en un peligro mortal E
sn
E
ENE
E
LE
Y
con quien sabe cuántas armas nucleares apuntando contr a nuestro país y aquellos obreros, aquellos campesinos, los
jóvenes los estudiantes, el pueblo entero firme, sin ninguna
vacilación. ¿Alguien podría- negar que escribiendo una página en la historia?
tener
ese
pueblo
está
Así han transcurrido estos años y la revolución debe un
objetivo:
ganar,
sumar,
fortalecerse.
Nosotros
creemos que esos son principios esenciales que no puede n violarse. Lo creemos firmemente, no significa que no creamos
que
esos
problemas
no
vayan
a existir.
Esos
problemas existirán. El problema a que se refirieron aquí es
una delación. Una delación fue el caso de un grupo de
compañerós estudiantes del Directorio; uno de los miembros de la organización había sido capturado, convertido en delator, delató a la policía a los estud iantes y
los
asesinaron.
Lo
que
nadie
lo sabía, lo que
se viene
a
descubrir ulteriormente, mucho tiempo después. Es verdad que “los problemas del sectarismo influyeron ahí, puesto que el individuo sencillame nte se hizo pasar por revolucionario, izquierdista, más comunista
que nadie y entonces esó impidió que cierto s elenentos de
sospecha pudieran permitir descubrir el papel que había
jugado en el asesinato de aquellos compañeros . Cuando en ciertos momentos hubo algunos indicios, entonces también esas circunstancias, digamos, de orden sectar io, dificultaron
eso hasta que se llegó realmente a tener evide ncia y se procedió. El otro caso que menciónaron fue el de Anibal
Escalante,
quien
fue
responsable
del
sectarismo
que
se
produjo desde antes de la revolución; porq ue Aníbal Escalante había introducido el sectarismo dentr o del
Partido Comunista; es decir, fue un fenómeno , no podemos
llamar
de
sectarismo,
personal,
de
fue
intentos
un
de
fenómeno
control
de
del
ambición
Partido
que
lógicamente, desde luego, puede ser asociadoa la polít ica
sectaria. Nosotros hemos definido el fenómeno secta rio en
nuestro país, que es diferente de las condicione s de Chile; en nuestro país los comunistas estuvieron muy perse guidos, estaban como los cristianos en las catacumbas de Roma. Era
comunista, no le daban trabajo; era comunista, no le daban
pasaporte;
era
comunista,
no
tenía
ninguna
me
recuerdo
posibilidad;
eran perseguidos, molestados incesantemente, sobre todó en
la época
del
macarthismo.
desarrollamos
de catacumbas:
Yo
una mentalidad, una especie
desconfianza
única y exclusivamente
todos
de los demás y confianza
en los compañerosde militancia.
Este fue un problema muy fenómeno
que
de mentalidad
específico y derivado de un
objetivo de persecución, de aislamiento. Porque
la verdad que en nuestro país desde el año 45 hasta el año
59, ser comunista era un mérito muy grande; los jóven es, los miembros de la juventud comunista, realmente eran perseguidos, eran maltratados por todos los medios; por el macarthismo y por toda aquella política que había. Bueno, también tenían problemas con la familia. Si yo les cuento a
ustedes
algo, ustedes no lo creen, no lo creen; pues bien,
aun en aquella época, en el 55, llegaba uno a la Universidad
de
Panamá,
de Venezuela,
de cualquier país de Am-erica
latina y había mucho más antimperialismo que en Cuba, si les cuento una-cosa; les voy a hacer una pregunta: ¿Cuántos estudiantes hay en estas tres universidades? Seis mil. ¿Cuántos estudiantes antimperialistas hay en estas tres universidades? ¿Cuántos? ¿Saben cuántos estudiantes
antimperialistas había en Cuba
el año 48, en el año
50?
Treinta estudiantes antimperialistas, en quince mil estudiantes. Esto.fue antes del proceso de lucha contra Batista. La campaña reaccionaria en Cuba había penetrado de tal manera a través de los medios de divulgación masiva: radio, televisión, prensa, revistas, cine, pero de tal manera y
de tal manera nuestra Universidad era en aquella. época
expresión, digamos, de un privilegio de clases; pero esto sólo no lo explica, porque en muchos lugares hay también -
Universidades que son de jóvenes de clase media y la mayoría son antimperialistas, tienen una posición ideológica de contradicción con la propia posición social, pero
en
nuestro
trajo como
estudiantes
país
la combinación
de los dos factores
consecuencia esta circunstancia: había treinta
antimperialistas,
no
quiero
decir treinta
comunistas, comunistas había como 15 ó 16, militantes de la juventud comunista; es que nuestro país en los.años 30
había tenido un fuerte movimiento antimperialista. Ese
movimiento
fue perdiendo
fuerza; había
un Partido
Comunista; era un Partido Comunista que tenía'“influencia en los obreros, un PC, que tenía fuerza en los obreros, que
tenía
militancia,
universitarios,
antimperialistas.
cada
100
Eso
sin
embargo
estudiantes se reflejaba
personas
habría
.en
de
los
15
medios
mil eran
en. el resto del país; de
unas
diez
personas
antimperialistas, Desde el punto de vista del desarrollo de la conciencia política, posiblemente nuestro país era uno de los más atrasados de toda la América. Por eso también dije que si la revolución traicionaba toda esa historia, porque los
burgueses
pensaban
que,
bueno,
es la posición de los
burgueses en nuestro país, erá la de pensar de allí no podría
haber ninguna revolución social ¡pues quién demonio podía
imaginar
a la revolución
Estados Unidos!
social en Cuba,
a 90 millas de
-Los burgueses de- nuestro país, desde
luego, eran unos burgueses muy acomodados, muy gastadores, muy despilfarradores, no cremos que fueran muy inteligentes y vivían; además, confiados ciento por ciento en el poderío de Estados Unidos; terratenient es, monopolistas, estaban -completamenté convencidos de que en Cuba sería imposibie una revolución social. De manera
que en nuestro país las ideas no estaban tan desarrollada s
como están ahora en Chile y todos estos' fenómenos tuvieron Jugar. Ahora hay que comprender la situación de
un
partido
marxista
en
un ambiente
como
este.
16.
comunistas entre 15 mil. Es imposible que eso no generara
un sentimiento tendencias a desconfiar del que no fuera militante del partido, Ahora, ¿fueron los únicos sectarios?
No. El sectarismo estaba en todas. partes, el sectarismo
estaba en todas las Organizaciones; eso es una cosá que les
digo aquí, una verdad histórica de que este fenómeno. desgraciadamente se desarrolló; fue la propia revolución, el desarrollode la revolución victoriosa, la que fue superando esos fenómenosy si no los hubiera superado, desde luego,
posiblemente no hubiera podido marchar adelante la
+ revolución a pesar de los demas factores. Eso se los digoa. ústedes, pero creo que ustede vans a tardar tiémpóen . entender eso. Quizás vayan un día, poco a poco, llegando a * conclusión acerca de los objetivos, pero“eso quees un
problema de ustedes, 2 mí no me pregunten
cómo y
no me afilien, quiero decif no me inscribaenn nin
las.. organizaciones. Por lo” cual todos vana que disgustados. Bie €sn, tarde ya, ¿no?
3
e
pero
treinta
70.
A
N. de R
:Fragmentos del diálogo sostenido por Fidel Castro con1 os estud iantes de la Universidad de Concepción ei = me
pasado 18 de noviembre de 1971,
LOCUTOR: representáción
A
de
continuación,
la Democracia
Martín
Cristiama
Phillips
én
Universitaria,
. hará una pregunta al Comandante Fidel Castro. PREGUNTA: Comandante Fidel Castro, los cristianos
en
América
Latina
desde hace
muchísimos años
han
comenzado una lucha frontal para liberar a sus pueblos de la dominación del imperialismo norteamericano. Nosotros sabemos que en Cuba los cristianos aportaron lo mejor de
ellos a la revolución, también sabemos que muchos de ellos
PURA Aca
ia
la traicionaron; antes de formularle la pregunta, quiero citar una frase del Che: “Déjeme decirle a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor, todos, todos los días hay que luchar por que ese amor a la humanidad viviente se
transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de
ejemplo y de movilización”. Pero, Comandante, usted sabe que son muchos en América Latina los que repiten quejumbrosamente que estos valores han sido traicionados en Cuba, después de la instauración de un régimen marxista; los cristianos han sido relegados a un segundo plano o marginados de Cuba. Nosotros, los jóvenes democratacristianos, queremos que usted nos diga cuál fue la participación de los cristianos en Sierra Maestra, en los albores de la revolución y cuál es hoy la participación de ellos, como cristianos y como cubanos en la construcción
del socialismo (gritos de “¡Puerto Montt! ” y pifias). FIDEL: ¿Qué quiere decir eso de Puerto Monit?Bueno,
yo debo decirle que, en realidad, no puedo
anat pilla
aceptar la afirmación así, que aparece en el primer párrafo, de que los cristiamos en América latina desde hace
a
clar
A
es bl
muchísimos años han comenzado una lucha frontal para liberar a sus pueblos de lá dominación del imperialismo norteamericano, (aplausos). ' En este terreno, un poco más en la cosa general,
ens
puedo hablar con toda claridad;el movimiento de lucha de
los cristianos en América latina no data de hace muchísimos
A
años, sino es más bien un fenómeno. reciente, es más bien
>
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EN
un fenómeno reciente que nosotros apreciamos y saludamos y lo vemos como un acontecimiento altamente positivo, pero es un fenómeno reciente. No podenros decir que en Cuba los cristianos aportaron lo mejor de ellos a la
7 q A oRA
ad
revolución, Hay que decir que los elementos religiosos, los factores religiosos no jugaron un rol como tal en el proceso revolucionario cubano, o digamos, en la fase de la lucha por
SATA AAA ya yo dar cad
la conquista del poder... (Ruidos)... de la nación; de apoyo
al movimiento revolucionario, entre los cuales, obviamente,
estabán los cristianos, pero estaban también los que no eran
cristianos y estaba, en general, la mayoría del pueblo; sólo
las, capas groseramente reaccionarias apoyaban al régimen
_ de- Batista, una minoría en:un régimen proimperialista,
siento por ciento sostenido por instrumentosde represión.
>
E
LE
,
A
Pital
;
, E 20
Ahora,
hubo
cristianos que
,
¿
e
aislada
e
Sardiñas, fue, se unió y estuvo-en nuestra tropa meses
enteros y nosotros le teníamos mucho respeto. Allá se presentaban los campesinos que querían quey les bautizáramos los hijos y el padre Sardiñas los bautizaba y yo era el padrino (risas). Así es que tengo muchos ahijados en la Sierra Maestra. Pero esto no era una farsa, no, era una
costumbre de los. campesinos el bautizar a los hijos, porque
ese era el tipo de cristianismo que hábía en nuestros campos. No pasaba de eso, no pasaba del hábito de bautizar a los hijos. No recibían ninguna otra enseñanza religiosa y
ellos venían con los hijos,la madre, el otro, como un gesto
de confianza, de amistad hacia nosotros, los rebeldes, pues sencillamente hemos sido padrinos de muchos campesinos
de la Sierra Maestra y el cura Sardiñas venía con nosotros.
Desde luego, no tenía tiempo de darles el catecismo, sólo el bautizo, así es que aparte de eso, en nuestro país no existía
el
tipo
de
cristianismo
latinoamericanos.
que
existe
en
otros
países
¿Por qué? , porque la religión se llama
cristiana y, en ese sentido, si nos encontramos con unos campesinos que eran de esos, no católicos, sino adventistas
O de otras religiones, sinceramente, se portaron muy bien.
Nosotros, decimos que con nosotros se portó bien el cristiano católico y el cristiano adventista, el espiritista, el
que
creía
en
las
estrellas,en el sol, en la luna,
en
los
animales, en los demonios, en los buenos, en los malos y el
que no creía en nada. (Aplausos). Esta es la realidad y tal
fue que nos apoyaron, así es que no podía sino enmarcarse
dentro de un fenómeno político nacional. —
En nuestro país: no existía el cristianismo en el sentido en que existe en muchos países latinoamericanos,
porque la religión católica no era una religión popular. ¿En
qué sentido?
Era fundamentalmente la religión de los ricos
en nuestro país. (Aplausos).
.
e
Hay otros países latinoamericanos en que la religión
católica es también religión de los pobres, y no se olviden
- que el cristianismo empezó siendo la religión de los esclavos. y perseguidos de Roma. Algo parecido a lo que sufri ó después el comunismo. od a :
Ahora bien, ¿por qué? Porque la religión más bien se predicaba a través de los colegios privados, que eran
colegios de clase media y rica y sólo por excepción, había
, un pobrecito, le daban un puestecito en la escuela y lo ponían a limpiar la escuela, en una especiede plustr abajo. y algunas instituciones religiosas que hacían siempre carida d,
y hay que: decir que, por otro lado, existian en nuestro país -
instituciones réligiosas que estaban con los leprosos, con los ..
enfermos en actitudes de carácter humano, que yo siempre
_ he admirado, extraordinariamapreci ente. able y admirable. -Monjitas que se
iban ¡2 trabajar con £
e,
ingresaron
independientemente, hubo sacerdotes que cooperaron, incluso a nuestra tropa se presentó un sacerdote, el padre
Pa,
i
leprosos a ciertas
nstituciones y hacia estas religiosas siempre sentí un gran respeto y una gran admiración, porque significa
desprendimiento, capacidad de sacrificarse por los demás,
en nombre
de una idea, de un sentimiento, de una crencia,
de un principio, pero actuar consecuentemente con ese principio, actuar consecuentemente con esa creencia; y otras trabajan en hospitales y en trabajos duros, hay que decir que cualesquiera de esas personas haciendo ese trabajo abnegado, peligroso es lo que pudiéramos considerar el ideal de la conducta de un comunista, así es que al esclarecer unas cosas, sí, tienen para mí que esclarecerse las otras... En esas actividades sí eran beneficiados los pobres, los que no tenían un enfermero que los cuidara; esto es lo que era la situación en nuestro país. Ahora surgen conflictos que no eran religiosos, entre la revolución y la iglesia, sino que entre la revolución y los burgueses, los grandes terratenientes, los grandes propietarios; ellos tenían la religión católica, no practicaban la caridad cristiana, pero se decían
católicos
y,
entonces,
utilizaron
el
problema
religioso como
un instrumento político de resistencia a la revolución, hay que ser muy claro. Ellos fueron los que utilizaron la religión como instrumento
contra
la
revolución,
basándose
en
las
circunstancias de que la clase afectada por la revolución tenía su religión oficial y acudió al procedimiento de usarla contra la revolución y esos fueron los motivos de los conflictos de la revolución
y elementos católicos, con parte
del clero y con parte de la iglesia. Pero nuestra revolución nunca
se
caracterizó
por
el
el
anticatolicismo,
anticristianismo y ninguna forma de antirreligiosidaa, nuestra revolución no se caracterizó nunca por ninguna antirreligiosidad. Es más, a nosotros nos parecía que toda aquella gran campaña obedecía al mecanismo para confundir a los pueblos latinoamericanos, también, es decir,
presentar ante toda la América latina, donde sí había países donde la relgión católica tenía amplio carácter popular, y utilizar toda esa leyenda y toda esa campaña contra el movimiento revolucionario en América latina, y nosotros nos hemos
país
cuidado
cualquier
mucho,
forma
forman religiosas y existe paz y armonía. No obstante los
siempre, de evitar en nuestro
de
persecusión
y
de
intentos que de cuando en cuando resurgen desde fuera, de
lucha
alguna campaña contrarrevolucionaria apoyándose en elementos religiosos, hay que decir que esa paz se logró, por un lado, por Ía actitud de la Revolución, por lo que explicábamos anteriormente y por algunos dirigentes religiosos que tuvieron especial interés y cuidado en buscar fórmulas de acercamiento y de solución a los problemas que habían surgido en nuestro país, de manera que la situación es de paz y de armonía. Ahora bien. En los últimos tiempos han ido surgiendo
antirreligiosa. Es más, la línea que ha seguido la revolución con los sacerdotes que han estado implicados en hechos y faltas contrarrevolucionarias, ha sido, por lo general, de la generosidad. Hemos preferido el sacrificio de la ejemplaridad a los beneficios que podía sacar el imperialismo de su política de presentar a la Revolución
Cubana contra la religión. Bien, en un período ulterior, cuando ya realmente la
en
burguesía y los imperialistas no tenían nada que perder, en que ya dejaron de ser una fuerza social, es que esta cuestión
religiosa
y los conflictos que habían
surgido en dicha
revolución, se fueron apaciguando. En nuestro país quedaron las iglesias, funcionan libremente, en nuestro país hay
un
colegio,
un
colegio
de
seminaristas,
también
se
América
Latina,
en
el seno del movimiento
cristiano,
corrientes revolucionarias, si quieren llamarlas corrientes progresistas, que van derivando hacia posiciones revolucionarias y hay un gran número de: sacerdotes y de religiosos que tienen una decidida posición en favor del
|
proceso de liberación de América Latina. Algunos
: to como son perseguidos, otros han muerto,
37
revolución es el arte de unir fuerzas, la revolución es el arte de aglutinar fuerzas para librar las batallas decisivas contra
el imperialismo (aplausos). Ninguna revolución, ninguna revolución, ningún proceso se puede dar el lujo de excluir a ninguna fuerza, menospreciar a ninguna fuerza, ninguna revolución se puede dar el lujo de excluir la palabra sumar y uno de los factores que determinó el éxito de la Revolución
Cubana,
donde
nosotros
éramos
un
pequeño
grupo,
inicialmente, un pequeño grupo que en condiciones difíciles llevó
a cabo
la lucha, fue la política de unir, unir, unir,
sumar incesantemente. Y no era fácil, miren que nosotros
RAR
teníamos grandes discusiones entre nosotros mismos. Nosotros estábamos en la Sierra, llevábamos 18 meses de guerra y de guerra violenta, sin embargo encontramos en el
seno de nuestra propia organización tendencias fuertes de
A
tipo exclusivistas; en algunas ocasiones los conservadores parecíamos los que estábamos en las montañas. Muchas veces nos pasó eso, que parecíamos conservadores; a veces habían políticos que habían mantenido su línea contra la tesis nuestra, en las condiciones de Cuba, entre elementos
que habían Batista,
de
estado
haciéndole
consolidar
su
el juego a la estrategia de poder
mediante
elecciones
fraudulentas y nosotros manteníamos la tesis de la lucha armada (aplausos). Y llevábamos 18 meses de guerra, pero
a
en determinado
momento
todas esas corrientes se iban
desmoronándo. Gentes que durante mucho tiempo habían mantenido posiciones opuestas, querían pasarse a las posiciones que habíamos defendido ¿y cuál era la tesis
nuestra?
que se sumen, que se sumen; con la tesis de otros
compañieros que no, que se les tiren las puertas a la cabeza,
:
Mi
LEA
ca abro
AURA
que no se sume; señor, si usted está defendiendo una tesis,
una idea, un principio, el día que incluso los más caracterizados voceros de la tesis contraria se pasan a sus filas, estarán señalando que su tesis, su teoría, su idea ha triunfado y fortalecerá la revolución ( aplausos). Nosotros
y ¡Pe
o
o
Y.
SB
d
dc
teníamos
bastantes
discusiones,
en
honor
de
la verdad,
como tiene que pasar en todo, pero nosotros fuimos dentro del movimiento defensores de las tesis de la amplitud y de
la suma, de la suma de fuerzas.
Y así fuimos creciendo y fuimos creciendo, y eso nos condujo a la victoria. Si nosotros, un pequeño grupo, hubiéramos realizado una política a puertas cerradas, nos
habríamos misn'a
aislado, no habríamos triunfado jamás, de la
manera
que
yo
creo
que
en
nuestro
continente
nosotros tenemos que unir, nosotros no podemos cerrar las
puertas a nadie, nosotros tenemos que abrir de par en par
las puertas para que la lucha de liberación de este continente cuyo principal fenómeno es la opresión imperialista, igual que durante toda aquella fase de la lucha nuestra en el derrocamiento de la opresión en nuestro país, en aquella lucha la política fue de amplia unión y aun después frente a cada uno de los objetivos; política de
amplia unión. En América Latina nosotros tenemos que
realizar una política de amplia unión con todas las fuerzas que tomen conciencia de la situación objetiva de
explotación, en que ha vivido nuestro continente. Que tomen conciencia... no hay que esperar que sea una conciencia avanzada O superavanzada, o marxista; una conciencia
nacionalista,
es
positiva;
una
conciencia
progresista es positiva. Ojalá estuviéramos todos de acuerdo,
por lo menos en una cosa, en una cosa:
¡En librarnos del
imperialismo! ojalá todos nuestros pueblos estuvieran ya de acuerdo en eso (aplausos). Si todos los cristia nos, si todas las religiones, si todos estuviéramos de acuerdo en que nos uniría a todos, un mínimo esencial, ¡pero no de poca
monta!
Si todos en este continente hubiéramos tomado
conciencia de la necesidad de combatir al imperialismo , si fuéramos capaces de poner un granito de arena en ese sentido, ese sería un extraordinario paso de avance en la liberación de este continente. Desde ese punto de vista, nosotros saludamos y vemos con simpatía y apreciamos extraordinariamente el movimiento que se ha desarrollado
en
los últimos
años
en
el seno
de
los
cristianos.
Y
consideramos que tiene un gran valor en el camino de la liberación de nuestros pueblos y en el cami no de la lucha revolucionaria y este movimiento debemos recibirlo cca respeto, con satisfacción, y es nuestro deber de revolucionarios, alentarlos, y así de esta manera nosotros expresamos cuál es nuestra posición, respecto de lo que pasó en Cuba, y nuestra posición respecto a esta cuestión en el ámbito latinoamericano. (Aplausos).
SNS
murió Camilo Torres (aplausos) y en realidad si nosotros analizamos las cosas objetivamente, si analizamos el futuro de todo nuestro continente, nosotros debemos saber apreciar en todo su valor la importancia que tiene esa toma de conciencia política, de amplias masas cristianas en este continente, porque —permítanme decirles algo— la
O e
N
deR
:Fragmentos del diálogo sostenido
de Chile el pasado 23 de noviembre de 1971.
por
Fidel
Castro
con
los dirigentes de la Central
Unica de Trabajadores
A
PREGUNTA:—
Yo quería hacerle una pregunta que
tiene relación con el rol de los sindicatos en el actual proceso. Me gustaría saber, teniendo presente la diferencia
entre la Revolución Cubana y el proceso que actualmente vive Chile, cuál cree el compañero Fidel Castro —Que tan bien conoce nuestra realidad— que debiera ser el papel de
los sindicatos en nuestra patria. CMDTE. FIDEL CASTRO.-— Miren, sobre lo mismo permítanme decir algo. (Aplausos). Sobre nuestro proceso en los primeros momentos ustedes me permiten decir lo siguiente: cuando se produce el golpe de Estado del 10 de marzo, y aún anteriormente, en el año 1944, se inicia en Cuba un proceso de represión
en
el
movimiento
obrero,
y
de
persecución
de
los
comunistas. Es un proceso de asesinato de numerosos líderes comunistas, un proceso de asalto a los sindicatos, de imposición de dirigentes patronales y de pandilleros gubernamentales, aun antes de Batista. Claro, todo eso tuvo su buen precio, ¿no?
una patada
una mañana
les dieron
a los gobiernos aquellos y los
botaron a toditos sin excepción, sin excluir a nadie. A todos los quitaron:
Poder
Ejecutivo, Parlamento, Poder Judicial.
Todo fue abajo, de una patada, de una patada la madrugada
del 10 de marzo de 1952: el golpe de Estado de Batista. Que hayan mantenido toda su influencia prácticamente, las Fuerzas Armadas; Fuerzas Armadas que habían sido hechura suya cuando el movimiento del 4 de septiembre frente a otra crisis anterior que había tenido el país. La historia es larga: el machadato; la intervención americana, que fue una forma de intervención sin desembarco de marinos —que no hacía falta, porque el Embajador con los barcos afuera, no tenía que desembarcar los marinos para resolver los problemas, sino simplemente los
exhibía—;
entonces
una
mediación,
un
gobierno.
Se
había creado una gran efervescencia popular frente a aquella situación de crisis, una serie de demandas en el seno del ejército, de las clases y soldados, y se produce el movimiento del 4 de septiembre de 1933. Aquel movimiento se conecta con el movimiento revolucionario en general, y surge incluso como un movimiento revolucionario en su primera fase. Claro que al poco tiempo el señor Batista y su grupo
fue inmediatamente alquilado, virtualmente, por el Embajador americano, que le parecía el procedimiento más sencillo, más expeditivo, más económico de resolver los problemas frente a un gobierno de tipo nacionalista que
empezó a realizar toda una serie de leyes que eran demanda del país en aquel momento. Al fin y al cabo Batista terminó
echando aquel gobierno nacionalista, y mantuvo su hegemonía a través del control del ejército y de la policía y demás institutos armados.
Su política fue una política de prebenda, de privilegio, de corrupción completa. Constituido en caudillo militar, mantuvo de esta forma su hegemonía.
Hay que conocer la historia de nuestro país para saber
lo que significó en Cuba la intervención norteamericana: el derecho de intervención establecido en nuestra Constitución, que le quitó toda personalidad al país y toda personalidad a sus instituciones civiles y a sus instituciones militares, porque en realidad no tenían ningún papel sino esperar que los barcos americanos desembarcaran en el momento en que consideraban que había alguna
perturbación del orden.
No hubo ningún desarrollo institucional en nuestro país. Nosotros queremos que ustedes tengan en cuenta esta circunstancia para que sepan conocer lo de Cuba. Después, en el año 1944, por fin el señor Batista, un poco cansado, bastante enriquecido —por aquella época tenía unos 50 millones de dólares robados—, junto a él
había
otras
Guerra
cuantas
decenas
Mundial, Batista
de
millonarios;
concluida
la
se había beneficiado en cierto
momento de los frentes que se hicieron antifascistas en el mundo. Y lógicamente, ese frente, que se caracterizó por la alianza de Inglaterra, Francia, EE.UU., URSS y otros países
en la guerra antifascista, toda esa circunstancia lo benefició
para aparecer en cierto momento como parte de ese frente amplio. Y por fin en 1944 se produce una elección. La pierde y se marcha. Vienen los llamados gobiernos auténticos, que fue una de las más grandes frustraciones que vivió nuestro
país, no porque
en nuestro
país hubiera una izquierda
amplia, una conciencia como la que hay en Chile; esa no era la situación de nuestro país. En nuestro país todavía el desarrollo político estaba incomparablemente por debajo
del desarrollo político de Chile en esta década, por ejemplo, o en esos tiempos.
Entonces
aquellos
gobiernos
auténticos
se
caracterizaron por el fraude, el robo, la corrupción más completa. Todo eso facilitó el camino del regreso a Batista, que el 10 de marzo, enfrentado a unas elecciones en que iba inexorablemente a ser derrotado. Se presenta un día en el cuartel de Columbia y con la confabulación de viejos amigos, que tenía de las épocas pasadas, toma los mandos militares y da el Golpe de Estado del 10 de marzo. Le
resultó fácil echar por la borda aquellos gobiernos. Aquellos
gobiernos
donde
el
movimiento
obrero
había
sido
destituido, asaltados los sindicatos y sitiados por bandidos y pandilleros de todo tipo. Esa fue la situación. No hubo
virtualmente
resistencia.
Los
partidos políticos fueron
incapaces de resistir. El movimiento obrero se pasó... no el movimiento obrero, sino todos aquellos pandilleros que
estaban al frente del movimiento obrero, parlamentaron
ese
mismo día con Batista y se pusieron a las órdenes de Batista. Eso fue el 10 de marzo de 1952, Los estudiantes hicieron resistencia, a pesar de que señores, nuestro estudiantado no era antimperialista. Para que ustedes tengan una idea del atraso en que había caído nuestro país como consecuencia del macarthismo y de la influencia ideológica de los Estados Unidos, en la mil
estudiantes
había
30
estudiantes
aci tit
concientizado, no lo teníamos.
Y
de las fuerzas
cs in
1959, el movimiento obrero estaba controlado —el movimiento obrero oficial, había, naturalmente, el
lena
movimiento distintos
revolucionarios—,
la dirección
De
oficial
sentido
A
absolutamente
un
pandilleros
luchadores
desde
se habían
pasado
con
armas
y bagaje
improvisa,
años del proceso
y la victoria ideológica del
manera que ustedes tienen una situación en ese
organizado,
a
Batista, más algunos nuevos, de su propia cosecha. ¿Está claro? de forma tal que cuando triunfa la Revolución, el primero de enero, no había ni siquiera movimiento obrero organizado ninguno. Y un movimiento obrero no se
MES
revolucionarias
de los sindicatos estaba en manos de todos aquellos viejos que
los primeros
proceso revolucionario cubano.
obrero clandestino de los comunistas y de los
luchadores
así transcurrieron
revolucionario, mientras se fue desarrollando la unificación
distinta,
movimiento hace
un
obrero
muchos
movimiento
que años,
obrero
tiene cuadros una
y
conciencia
política, una participación importantísima en el proceso. De manera que ustedes cuentan en esta fase con una fuerza que nosotros no contábamos. Nosotros contábamos con el apoyo de los obreros y los campesinos, amplísimo apoyo, pero no teníamos lo que pudiéramos decir un movimiento obrero veterano, organizado y concientizado. Esa es la realidad. Ventaja extraordinaria que ustedes tienen en estos
¡un movimiento obrero no se improvisa!
Entonces, ¿qué ocurre en Cuba si hay que improvisar todo? Y en medio de una situación de luchas ideológicas, en medio de una situación de existencia de numerosas organizaciones y corrientes dentro de las distintas
momentos. Hay una incuestionable diferencia.
ido haciendo el movimiento
obrero, pero el
A
AAA
Hemos
ES
15
antimperialistas. No digo treinta estudiantes comunistas sino treinta estudiantes antimperialistas. De manera que durante todo el proceso que fue la tiranía batistiana, desde 1952 hasta el primero de enero de
lt
de
De manera que nosotros, al triunfar la Revolución, no contábamos, desde el punto de vista de dirigencia y de cuadros, con un movimiento obrero veterano,
RES SIE
universidad,
organizaciones. De manera que en la primera fase, en nuestro movimiento obrero hay luchas ideológicas, hay fracciones, hay distintas organizaciones y corrientes dentro de las distintas organizaciones. Sobre todo hay un intento de desarrollo de corrientes reaccionarias y anticomunistas. Se promovieron ese tipo de problemas en nuestro país.
á j
4
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e
A
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boda
ki
|
EL
LIDER
A su
lado
REVOLUCIONARIO
está A
la
Luis
Figueroa,
derecha,
el
cubano
aparece
presidente
Comandante J
en su reunión con los dirigentes de la CUT.
de la organización
de los trabajadores
Ochoa, jefe del Ejército de La Habana
chilenos.
movimiento obrero en todos esos años no llegó a alcanzar
nunca
la
fuerza
del
movimiento
obrero
y sindical
de
ustedes. Hubo incluso determinadas fases —y eso se señaló públicamente— en que el proceso revolucionario cubano comete, no conscientemente, sino resultado de otras tareas
y otras luchas... Porque, como les decíamos, que en esa fase
lo principal, fundamental del país era defenderse, y los
obreros
en
jugando un
todas las fábricas y en todas partes estaban
rol importantísimo
en la defensa del país;
muchas energías de los obreros se invirtieron constituyendo unidades de combate para la defensa del país. El acento
fundamental se puso no en lo económico, no en el rol económico del sindicato, es decir, en el sentido de las tareas
productivas, sino que en toda esa fase el rol fundamental se desvió hacia la defensa del país frente a la amenaza exterior. En un período ulterior, y por otras razones, hubo descuido
de
las
organizaciones
de
masa.
Que
nosotros
tenemos potentes organizaciones de masa, pero-hubo cierta desatención por parte del Partido al movimiento obrero, y por cierto que tuvimos la oportunidad de observar las consecuencias negativas de eso.
:
alguien que represente a todo el pueblo, que esté interesado en esa fábrica y que tiene determinadas tareas. Es lo que se
pudiera considerar el administrador. Pero en los organismos de dirección
y en los
organismos que toman direcciones, mientras más amplia sea la participación del colectivo,de trabajadores de esa fábrica,
mejor. Lo creemos y estamos seguros que eso a ustedes les dará grandes frutos. Y nos alegramos de que ustedes puedan ir incluso por delante de nosotros en eso y que incluso
ustedes
puedan
enseñarnos
a nosotros
en eso
y puedan
darnos a nosotros lecciones de eso. : Tengan la seguridad que nosotros no les vamos a pedir permiso a ustedes para copiar cualquier cosa que veamos que están haciendo mejor que nosotros (Aplausos). ;
Tendrán
necesariamente
que
mantenerse
determinadas contradicciones. Y eso no excluye la organización obrera, que tiene sus funciones específicas. .. Nosotros decimos: nuestro Partido representa dentro del
colectivo
a los comunistas; no representa a todos los
obreros. Es el único de vanguardia, orienta, dirige apoya.
Quien
representa
a todos
los obreros
es el Sindicato; es
De manera que nosotros entonces, tan pronto tomamos conciencia de ese problema, iniciamos un esfuerzo de fortalecimiento del movimiento obrero, y nosotros hoy le damos una atención máxima al movimiento obrero y al desarrollo del movimiento obrero, ¡máxima! Y se está constituyendo en nuestro país, al fin y al cabo de estos años, un movimiento obrero profundo, amplio, democrático, de una potencia tremenda y que va a jugar un
decir, quien representa a la comunidad obrera que trabaja en aquel centro. Entonces, la creación de los organismos de dirección con la participación en las decisiones no es lo mismo .que el Sindicato; no vaya a confundirse. Y sería malo que se confundiera. Tienen tareas distintas. Pero nosotros sí creemos en un principio; de la misma manera en que se elige democráticamente —y es la única
papel
centros, es necesario a la vez saberles exigir. ¿Y saben
“importantísimo
en
el
futuro
ulterior
de
la
Revolución. Pero nosotros no tuvimos nada que se pueda comparar al movimiento obrero que ustedes tienen. Y nosotros hemos visto incluso con júbilo, con alegría, cómo se manifiesta el movimiento obrero en los lugares que hemos visitado. De más está decirles —claro— que no en todos los lugares existe el mismo desarrollo. Pero hemos visto incluso
los primeros esfuerzos de ustedes por hacer participar a los trabajadores orgánicamente en la dirección de las empresas y de las fábricas. Y nosotros que no tuvimos en una primera fase, oportunidad de desarrollar eso por las razones que hemos explicado —defensa del país, falta de un movimiento obrero—, les podemos decir que sigan por ese camino,
¡Sigan por ese camino!
forma de hacerlo— a los representantes de obreros en esos
ustedes qué entendemos nosotros por saber exigir? Saber
exigir disciplina, exigirles que exijan disciplina al colectivo,
exigirles que defiendan los intereses de la produceión; de manera que el proceso electivo no se convierta ni mucho
menos en lo contrario: en la debilidad, en la tolerancia, en
la falta de exigencia. Pero viendo, los comités de me resto a
Fay
o
nosotros creemos muy bien lo que estamos esfuerzos que se están haciendo por elegir los producción y la participación de los obreros. No decir si es lo óptimo. No sé si será lo mejor, si
otra forma mejor. Pero digo que es un magnífico
camino. Y como principio esencial estamos seguros que va a.
fortalecer
al
movimiento
obrero
en.
las
Nosotros creemos que lo más extraordinario que se
puede hacer es establecer la participación orgánica de los trabajadores en la dirección de los procesos productivos, tal como
se
están
haciendo
ya
los
primeros
esfuerzos
Esto no significa ausencia de administración, ausencia de la representación del Estado: Porque, ¿cómo hemos planteado nosotros este problema? . Tiene que haber un representante de todo el pueblo. Es decir, alguien que allí represente! no
el colectivo de la fábrica:
Cortesía
de-
en
muchos lugares.
tiene que haber
industrias
nacionalizadas, y que va a ayudar extraordinariamente en las funciones que tienen que desempeñar esos centros.
FARMACIA BORINQUEN
- Centro Comercial, Humacao
Co A a
enn
Reseña
a
O
e
_El nuevo disco de Roy Brown A veces la rima parece obligar al contenido, como en la popularísima **Monón”” de su primer LP: Yo protesto: “sueltan bombas en Vietnam, tiran bombas en
Roy Brown: Basta ya. .. Revolución. (Disco Libre, $3 .00) Lado A: “Antonia murió de un balazo” “Pal viejo y que adivine ” “*El negrito bonito”, “Lamento neoyorquino”, Lado
B:
“Falsos
constructores,”
“Aj:
hombre
nuevo,”
puertorriqueño,” ““Vengan mis amigos ” “Descarga Núm.. 51. ze
Nigeria, cavan tumbas en Siberia... ¿Siberia? ¿A estas alturas Siberia? ¿Qué grandes crímenes
“Soy
ie
Por Juan E. Mestas
A
algunas
personas
—pocas,
muy
pocas—-no
contra la humanidad, qué gran agresión imperialista, qué grandes injusticias u opresiones evoca hoy la mención de
les gusta:
Roy Brown (descontando, claro está-a aquellas a quienes no
Siberia? Puede que no, pero me temo que la tentación de la
puede piso
gustarles, por la misma razón que alos pájaros no pueden gustarles las escopetas). Y sus razones tienen:
rima pesó más en el autor que la precisión del mensaje. (1)
A veces, por el contrario, se conforma con rimas aproximadas (como “compai” con “calle”) o brinca de la consonancia a la asonancia al verso. libre en una misma estrofa. Veamos, por ejemplo, este fragmento de “El
ica
A
Las letras de sus canciones son desarticuladas, su timbre
AS
o
O
AAA
ro A er ieE li
es.
marcadamente
nasal
y
su
dicción
le
produciría 'tres
infartos a Maricusa Ornes. A mí sin. embargo, me tiene sin cuidado la nasalidad de
negrito bonito” de su segundo LP:
su timpre y las peculiaridades de su dicción (rr velar, sustitución de la r final por / uso de h aspirada en lugar de s en algunas ocasiones) —que corresponden al lenguaj e hablado de grandes. sectores de la población puertorriqueña— me resultan incluso simpáticas. Ambos aspectos podrán molestar a algunos espíritus puntillosos: 0 académicos; Pero, tomados en el conjunto de la interpretación, contribuyen a crear un efecto de frescur a
“Acaba en Relincho, buscando a Jacinto; encuentra al compai tirado en la calle y hablando de cosas que no se pue'n ver, diciendo entre baba 'no voy a volver a picar la caña en la llamarada, luchando con mada. sin z saber por qué.” : Aparte de lo ya mencionado, encontramos un tono
predominantemente lírico (no sólo en éste fragmento, sino en toda lá canción; y no sólo:en la letra, sino también en la melod ía) abruptamente interrumpido por expresiones como acaba en Relincho(2) y “diciendo entre baba”, Que nadie
popular.
La objeción más válida es la referente a la letra. Es terriblemente desigual. En cada Una de sus canciones
. encontramos
momentos
brillantes... . Y expresiones
pedestres. No hay nivel de calidad sostenido.
se confunda: no sostengo la desacreditada teoría de que hay
:
palabras
* “antipoéticas” —claro que no las hay. Pero sí hay
palabras inorportunas
en el. contexto de un poema.
de la
letra de una canción. En este caso —y en otros casos en otras canciones de Roy— hay expresio nes que rompen la unidad tonal, molestan, y no cumplen ninguna función
artística ñ Y
o
literaria.
Quizás
el compositor
ho:
en estas
ideales o los deseos, sino los problemas. —que para
resolverse hacen indispensable la revolución .
:
En términos generales las protestas de Roy asumen una
desigualdades una forma de “antiesc uela”, de expresión de
de estas
deficiencias
directamente, como en una consigna—, lírica —siempre con
su rebeldía “artística; pero a mí más
A
vea
Bembé”. Los temas predominantes de Roy Brow n no son los
que
para
un
bien me. parecen
individuo con su extraordinario
talento debe ser fácil corregir.
Hay" más ejemplos, pero temo dejar una impresión equivocada. Porque todos esos defectos se perciben sólo cuando se escuchan detenidamente sus canciones. Y aún
entonces no logran empequeñecer su mérito. Pero además,
cuando Roy Brown canta en público el detalle de lo que dice es lo de menos. Lo significativo es la atmósfera que
crea, el efecto que produce. Más que entendérsele , se le
percibe. Es, sin duda y por mucho, el mejo r de nuestros compositores y cantantes de protesta. Y el más eficaz. Roy no solamente gusta : estimula, envuelve, entusiasma. Cuando se le anuncia para cantar en un acto, atrae más público que Juan Mari Brás y Rubén Berríos juntos (3) (pese a que, últimamente, la excesiva frecuencia de sus presentaciones le está haci endo perder
algún impacto).
Es también el de más clara conciencia política. Expresada no sólo en su música, sino también en su vida —pero sobre todo en su música. Por la época en que apareció su primer LP, salieron al mercado de izquierda (ya considerable en Puerto Rico —tanto que los capitalista han decidido entrar y medrar en él a corto plazo, aunque a largo plazo estén cavando su propia tumba) otros dos LP con Canciones de protestao al menos patrióticas: uno de Daniel Santos y otro de Davilita.(4) 'El contraste es marcado y corresponde a épocas y perspectivas de la lucha: Daniel
Santos es nacionalistade siempre, Davilita seguidor del viejo.
PIP y Roy Brown militante de la nueva lucha. Aquello s cantan a la bandera; á los mártires, a la república, dentro de la línea tradicional del independentismo de corazón (sinque con esto se pretenda lanzar dudas sobre la sinceridad o
el compromiso de ambos);
Roy canta al pueblo:
Monón,
que mació “en el baño de un bar al fin de un callejón””; Paco
Márquez
(cualquier independentista), considerado al nivel
de Betánces,
ambos
“hombres
de un
ideal””; el “joven del
_ Caserío”; el “negrito'bonito””, que “no encuentra trabajo” y “se siente muy bajo”; el obrero que “sudando ve que su
vida va pasando y nunca nada”. Y también a los enemigos del pueblo: “míster con macana”, el ses inversionista”; la “mujer de sociedad que va mirando a
nadie, pendiente a todos”; el “político grueso” que “nos convida ál progreso, trayendo la amnesia total”: el “rico en su marquesina” con “mucha libeftad, ron y estadidad”; los
falsos constructores *“que al pasar ven su imperio” menguando, moribundo”; “el lindo dueño de la bomba
una
tres
formas:
motivación
muestra
discursiva - —el
patriótica—,
mensaje
e irónica
4
nos
llega
realidad
se
entre burla y bachata, En esta: última es que de
verdad se luce: incisivo, ingenioso, -hábil, eficaz. Este: segundo LP de Roy Brown es aún ¡mejor que el
primero, que era muy
bueno.
Las canciones son más
acabadas (incluso las deficiencias que mencionábamo s al principio son menos frecuentes aquí) él acompaña miento es más completo y cuenta con algunos efectos de sonido bien
utilizados. Es, en fin, una grabación más sofisticad a sin-que
pierda el contenido popular que lo carac teriza.
Eso -es todo.
.
Y es demasiado. Porque todo lo que he
hecho es aprovechar la ocasión para sacer unas cuant as
cosas que quería decir. Nada de experiencia de escuchar a Roy Brown. para leerlas o estudiarlas o analizarlas. disfrutarlas y usarlas como el arma que
AAA
lo dicho mejora la Sus canciones no son Son para percibirlas, pretenden ser y son.
AO
NOTAS (1)
Antes
compañero Por
de
ir para
la imprenta
esta
reseña,
la leyó el
Roy Brown y me hizo algunas observacione s.
ejemplo,
se menciona
Siberia
referencia a los crímenes stalinistas.
en
“Monón”
como
(2) Al oír 'esta canción interpreté mal el sent ido de la
palabra “Relincho”. Creí que se refería a la voz del caballo
y que pretendía (proyectar la imagen de una expresión
desarticulada, deshumanizada. imaginación.
Según
que
el
acaba
metropolitana.
Le di demasiada rienda a la
me aclara Roy-Brown,
negrito bonito
es tn
el Relincho en
arrabal
del área
(3) Roy, con humildad, objeta esta: comp aración. No he
* realizado ninguna investigación científica en ese sentido, pero
admito
que
debe ser exagerada.
exagerada.
os
Pero
no muy
|
(4) La moda de la canción de “protesta”ha entrado ' incluso en los “hit parades” y hasta- “ídolos de la juventud " como
Danny Rivera y Lucecita Benítiéz hah saca do las suyas, aunque con mensajes no muy claros. Por otra parte, el término
se ha usado con demasiada laxitud, hasta: incluir
Cualquier tontería que hable de “amor y paz" , como las
canc
iones anodinasde Carmen Mercado (“He o, tengo frío”). También han tenido bastante circulacrman ión en ciertos
sectores los discos de algunos cantantes y compositores de nuclear”; Torres Massa y Benítez, asesinos de Anto protes ta. extranjeros, como Paco. Ibáñez, “español; Daniel nia — Martínez; y —no podía faltar— “el rey del cliché: Don Luis
Viglieti, uruguayo; y Soledad Bravo, española-ven ezolana. 4
Ho
ES
de
SS
>
te
A
143.
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Lenín. Lo que está en ellas, cuando se le estudia es un método para analizar la realidad social y un ejemplo de como se hizo una revolución más difícil y compleja que
LENIN Y LA AMERICA LATINA DE JOSÉ CONSUEGRA Ediciones Cruz del Sur. Bogotá. 1971.
El
pasado
año
se conmemoró
en
todo
el mundo,
socialista y no socialista, el centenario del nacimiento de Vladimir Illich Ulianov, Lenín, el más grande teórico y
a
7 o
dirigente revolucionario de la clase obrera. Como es lógico
América Latina no podía faltar a este homenaje, una de cuyas manifestaciones más importantes, lo constituye la obra que comentamos, preparada, dirigida y escrita en parte
por
el
eminente
profesor
y
militante
revolucionario
antiimperialista José Consuegra, cuyos méritos universitarios y su constante dedicación a la lucha por la
verdadera emancipación de su Patria colombiana y de toda América
Latina, se han visto sancionados
como Rector de la Universidad bolivariana ciudad de Barranquitas. la
del
con
su elección
Atlático
en
la
La obra que comentamos está dividida en dos partes. En
primera,
Consuegra
nos
habla
de
la presencia
del
pensamiento leninista en América Latina y de sus hondas relaciones con el pensamiento emancipador y
antiimperialista 'anterior de la Región. De esta forma el autor
establece
Ingenieros,
las
Ponce,
relaciones
Mariátegui
entre
y
Martí,
Gaitán
Bolivar,
y
Lenín,
demostrando una vez más cómo el capitalismoy sus etapas
sucesivas de desarrollo, principalmente el imperialismo “ha
convertido a las revoluciones en una sola y misma revolución mundial”. Además a lo largo de esta primera parte el autor nos
demuestra como “Aunque en su voluminosa obra” ...Lenín “apenas se- refiera ligeramente a los problemas de América
Latina, la similitud de nuestros países con la Rusiade la
época y los territorios asiáticos, y la universalidad de sus teorías en el enjuiciamiento del imperialismo y de las
peculiaridades
estructurales
de
los países dependientes,
permite una vez plasmada la revolución socialista, que sus' ideas comiencen a extenderse y a percibirse en estos territorios”. Esta influencia del gran revolucionario
internacionalista es tan grande y rápida que “en'el aspecto
intelectual e ideológico, en América Latina las obras de Lenín se conocen y estudian poco tiempo después de sus apariciones en Europa”. Pero se estudian y analizan, lo contrario sería antileninismo del más pedrestre, dentro de un marxismo
vivo y creativo, sin intentar aprisionar nuestra realidad
latinóamericaña con sus diferentes y ricos matices en un
molde importado y por Ic'tanto antirevolucionario. Como dice Carlos Rafael
Rodríguez
“Ni las alianzas de clases
necesarias para la derrota del imperialismo pueden ser idénticosen todos los paíse ni slas formasde tránsito deben
encontrarse- necesariamente en
las Obras Completas
de
todas las nuestras”. Continua esta primera parte con un interesante artículo sobre “El pensamiento de Lenín y su influencia en la
ideología económica latinoamericana”. Dice Consuegra que
“los economistas latinoamericanos han sabido reconocer el
significado del aporte teórico del leninismo” y como “el escudriftamiento cronológico permite comprobar que Lenín aparece como precursor del enfoque y método de análisis estructural que caracteriza a la nueva escuela económica
latinoamericana”.
|
Nos explica más adelante Consuegra como mientras es imposible encontrar en la teoría económica capitalista nada - cuya aplicación haya sido beneficiosa o enriquezca la teoría del desarrollo del mundo explotado y dependiente, es
“diferente lo que sucede con los aportes de los teóricos marxistas”. Sigue refiriéndose a los problemas estructurales de
origen
externo
e interno
cuya
repercusión
ha
sido
negativa en América Latina, para terminar afirmando como
en todos nuestros países han surgido un gran número de científicos sociales, empeñados en superar las graves deficiencias del pasado, mediante el estudio cuidadoso de la teoría económica marxista que de lugar al enunciado de “nuestras propias teorías del subdesarrollo que han de servir de fundamento a la estrategia de lá lucha antiimperialista y revolucionaria”. En ha segunda parte. del libro algunas de las figuras más representativas de la revolución latinoamericana y del
pensamiento
socialista de la región —Lázaro Cárdenas,
Carlos Rafael Rodríguez, Alejandro Lipschutz— nos hablan
de la importancia e incidencia del pensamiento leninista en
el Continente y del gran papel que el mismo juega y seguirá jugando en la lucha definitiva de liberación nacional de
nuestros países. En el terreno puraníente intelectual, aunque también
comprometido con la lucha militante por el socialismo, encontramos a Juan Marinello, Humberto Espinoza Uriarte, Salvador de la Plaza, D.F. Maza Zavala, Carlos Maldonado, Delio Jaramillo Arbeláez, Victor O. García Costa, Sergio -Vusskovic, Victor Quifiones, Rodolfo Quintero, Victor Manuel Barceló, Darío Samper, Teodosio Varela, Eduardo
Pastrana, Hermes Darío Pérez y Saúl Osorio Paz.
En definitiva, la lectura de la obra “Lenín y la América Latina”, demuestra una vez más, el gran significado y - trascendencia que el pensamiento leninista tiene en nuestros
. países y la vigencia permanente
de las conquistas de la
Revolución Socialista de Octubre como meta de nuestras
reivindicaciones reyolucionarias nacionales,
Por CARLOS QUESADA
FAENA puede a
.
“Contra la fuerza social de las clases poseedoras, no actuar el proletariado como clase, más que
constituyéndose en partido político especial, Opuesto a todos los viejos partidos creados porlas clases posedoras; que esta organización del proletar iado en un partido polí
tico es indispensable
revolución
para asegurar el triunfo de la
social y su objetivo
final la clases; que la unión de las fuerzas del prol abolición de las etariado que ya se ha conseguido por las luchas económicas, debe servir también como palanca para la lucha contra el poder político de sus explotadores. En vista de que los
propietarios de la tierra y del capital aprove
chan siempre sus privilegios políticos para salvagua rdar y eternizar sus
monopolios económicos y para la escl avización del trabajo, la conquista del poder político se plantea como la gran tarea del proletariado.” Resolución adoptada, a propuesta de Marx, por el Congreso de La Haya de la 1lra Internacional
»
Barría S., Jorge, El movimiento obrero en Chile, Ediciones de la Universidad Técnica del Estado, Santiago, 1971.
El triunfo de la Unidad Popular así como las. conquistas parciales alcanzadas por el gobierno de Salvador Allende a lo largo de los últimos 14 meses deben servirnos de acicate para estudiar a fondo las circunstancias que los han hecho posibles. Pero, desgraciadamente, los materiales que tenemos a la mano resultan insuficientes para conocer en toda su complejidad la realidad pasada y presente de un pueblo que recién ha comenzado la ardua tarea de echar las bases del socialismo. ! La monografía de Jorge Barría S., El movimiento obrero en Chile, ha venido a llenar parcialmente ese vacío. Barría es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Técnica del Estado, especialista en el estudio del movimiento obrero chileno y militante del Partido Socialista. Sobre el movimiento obrero chileno tienetambién a su haber las siguientes obras: (1) Los movimientos sociales de Chile (1910-1926), Ed.'
(1872).
OAMI
OS
1 movimiento iio
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1/ Para una comprensión más o menos adecuada de las circunstancias que sirvieron de marco al triunfo de la Unidad Popular y de las condiciones en que se desarrolla el proceso chileno, el lector podrá consultar con provecho: (1) Eric Hobsbawm, “Chile: Year One,” The New Y ork Review of
Books, 23-1X-71; (2) Paul Sweezy y Harry Magdoff, “Peaceful Transition to Socialism? ”, Monthly Review, enero de 1971;(3) Anónimo, “Chile: September 4 to November 3,” ibidem; (4) Régis Debray, Conversac ión con Allende, Siglo XXI, 1971; (5) los números de la North American Congress on Latin America Newsletter correspondientes a marzo y septiembr e de-1971. Él número de marzo contiene una versión inglesa profusamente anotada del Programa de Gobierno de la UP y un excelente análisis crítico del mismo realizado por el Movimiento de la Izquierda . Revolucionaria (MIR). Ambos números están a la venta en La Tertulia; (6) Varios autores, Chile, hoy, Siglo XXI, 1970; (7) James Petras, “The Transition to Socialism in Chile: Problems and Perspectives,” Monthly Review, octubre de 1971; y (8) Paul Sweezy, “Chile: Advance or * Retreat? ”, Monthly Review, enero de 1972. Finalmente, la revista Punto Final es lectura obligada para todo el que quiera observar de cerca los
escollos y vicisitudes de la “vía chilena al socialismo”.
Universitaria, Santiago,
1960; (2) Trayectoria y estructura
del movimiento sindical chileno(1946-1962), Inst. de Administración, Universidad de Chile, 1963; (3) Breve historia del sindicalismo chileno, Inst. de Administración, Universidad de Chile, 1967; (4) Las relaciones colectivas de trabajo em Chile, Inst.de Administración, Universidad de Chile,
1967. Es de su pluma, además, Chile en el siglo XxX
(ensayo histórico), Ed. ILARI, Santiago, 1967.
La obra que reseñamos, calificada por el autor de “síntesis histórico-social”, dibuja a grandes trazos el desenvolvimiento del movimiento obrero chileno desde sus micios en la década de 1880-90 hasta el triunfo de la UP en septiembre de 1970. Como la historia de todos los movimientos emancipadores de raigambre proletaria en el seno de la sociedad capitalista, es una trayectoria jalonada de actos represivos de todo tipo, de persecución y encarcelamiento de líderes sindicales, de legislación anti-obrera, de pequeños triunfos y serios reveses.
El libro comprende seis capítulos, que corresponden a las seis etapas en que el autor subdivide el período histórico estudiado: a saber, (1) La Etapa Heroica (1881-1908), (2)
La
Etapa
Heroica
(1909-1925),
(3)
La
Etapa
de
la
Represión (1926-1931), (4) La Etapa del Frente Popular (1932-1945), (5) La Etapa de la División (1946-1955), (6) La Etapa de la Lucha por el Poder (1956). Cada
a«e: OSEA
pta dino a aL
5
RIO
MS
capítulo,
a su vez, está
subdividido
en dos partes:
en la
primera Barría discute las condiciones socio-económicas y políticas que carácterizan a la etapa en cuestión y en la segunda recuenta los acontecimientos sobresalientes acaecidos en el frente obrero durante esos años. Son valiosas las lecciones que la izquierda puertorriqueña —o ciertos sectores de ella-- puede extraer de la lectura de la obra de Barría. Destacan entre ellas, primero, la urgencia de organizar en sindicatos al mayor
a
“El sindicato como tal persigue como
el proletario acepta todavía el capitalismo. Esto termina
únicamente cuando empieza a pensar en la supresión completa del trabajo asalariado, en la abolición absoluta de las relaciones capitalistas de producción. Pero este fin, digan lo que quieran los sindicalistas “revolucionarios” franceses más o menos contagiados de anarquismo, es imposible alcanzarlo con ayuda exclusiva de la lucha económica de los sindicatos; es imposible alcanzarlo si el poder político, no pasa. a manos del proletariado. Al comprenderlo, el obrero
no deja, naturalmente, de ser miembro de su sindicato; pero
ya no se limita al punto de vista de éste, sino que se convierte en miembro consciente del partido socialista.” Jorge Plejánov, “El partido, los sindicatos y la huelga general” en Sindicalismo y marxismo, Ed. Grijalbo,” México, 1968, págs. 112-13. VAR
ar
e tes de A
pa ER rece ic ES cuece ie E
de
la
lucha
por
las
económicas y políticas de sus integrantes. Tercero, la necesidad
imperiosa
“Que
más partidos obreros, de corte marxista, capaces de orientar y dirigir las luchas por las reivindicaciones parciales de los trabajadores hacia el objetivo último de la soberanía NN
régimen
sin clases, en
capitalista
actual,
la que
se aseguren
humanidad su pleno desarrollo;
fundado
en
la
al hombre
y a la
“Que el Estado capitalista es una expresión de esta lucha de clases y, por lo tanto, mientras subsista el
capitalismo en cualquiera de sus formas, éste será su
Es o
el
propiedad privada de la tierra, de los instrumentos y medios de producción y en la explotación del hombre por el hombre, que divide a la sociedad en clases antagónicas: explotados y explotadores, debe ser substituido por un régimen económico-social que -liquide la propiedad privada hasta llegar a la sociedad
reivindicaciones
de constituir uno
AT
efecto, si algo resalta del bosquejo histórico trazado por Barría es el papel vanguardista desempeñado por los partidos obreros chilenos. Ni que decir tiene que este fragmento de la Declaración de Principios de la Central Unica de Trabajadores, aprobada por unanimidad en el Congreso Constituyente de febrero de 1953, no es obra del azar:
Segundo, la importancia de crear las condiciones para la unidad del movimiento obrero'y de allanar el camino para la formación de una Central Unica de Trabajadores. En Chile la primera Central de Trabajadores —la Federación Obrera de Chile— se estableció para 1917 gracias a los esfuerzos del Partido Obrero Socialista, precursor del PC chileno. Con ese u otro nombre, el máximo organismo «Sindical de la clase trabajadora chilena ha jugado un papel
en
POETA
políticay la socialización de los medios de producción. En
número posible de trabajadores.
importantísimo
fin la lucha
contra los patronos por la obtención de condiciones de trabajo más ventajosas. El limitar todo el campo visual del obrero a esta lucha significa que éste se reconcilia con el yugo del capital que le oprime y se ocupa exclusivamente de aligerar un poco esta opresión, o en otros términos, que
instrumento de explotación;” 2 fruto del trabajo perseverante
y consecuente
de los
cientos de militantes socialistas que desde fines del siglo
pasado se han esforzado por armar al proletariado chileno con la ideología que hará posible su emancipación. GJ.B. ANN
NN
a
2 El reportaje suscrito por Eliana Cea, “Clotario Blest: 52 años en la lucha sindical,” publicado en forma de suplemento a la edición núm. 143 de aporta unos datos valiosísimos sobre las experiencias de uno de los puntal es del movimiento obrero chileno y quien fuera dos veces presidente de su Central Unica de Trabajadores. De ahí he tomado el fragmento de la Declaración de Principios de la CUT.
Punto Final (9-X1-71),
j 3
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