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Los crímenes de Charles Manson

Charles Manson tuvo una infancia dura e infeliz. Era hijo de padre desconocido y de una prostituta adolescente. Durante su juventud, paso varios años en prisión cumpliendo penas cortas por la comisión de pequeños robos y estafas. Tenía un único deseo: ser famoso y millonario. Se estableció como gurú en San Francisco durante el verano del amor de 1967, aprovechando los festivales hippies. Muy pronto tuvo su primer grupo de seguidores, quienes se hacían llamar ‘La familia Manson’. La mayoría eran jóvenes adolecentes de ambos sexos en busca de una despreocupada vida de sexo, música y drogas, con quienes se instaló en el rancho Spahn, en el desierto californiano.

Manson comenzó a mover sus contactos en la industria de la música en Hollywood. Se presentó ante el productor musical Terry Melcher, ofreciéndole un pésimo disco que fue rechazado por ser muy mediocre. Este rechazo provocó en la enfermiza mente de Charles Manson un deseo de venganza.

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El productor residía en una casa situada en Cielo Drive, al norte de Beverly Hills, en Los Ángeles, y Manson le visitó en alguna ocasión. Posteriormente esa casa se alquiló y fue en la que un año después se cometerían los asesinatos.

La noche del 8 al 9 de agosto de 1969, cuatro integrantes de ‘La familia Manson’, llamados Tex Watson, Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, se dirigieron a la casa de Cielo Drive donde vivía la famosa actriz Sharon Tate. Manson los

Por Mónica Vielba Serrano, abogada esperó fuera de la vivienda. Dentro de la mansión asesinaron brutalmente a Tate, a quien asestaron 16 puñadas, y a sus tres acompañantes, con un sanguinario ensañamiento. Apuñalaron a sus víctimas un total de 102 veces. Sharon Tate era la esposa del director de cine Roman Polanski, ausente de la vivienda esa noche, y estaba embarazada de ocho meses y medio. Al abandonar la vivienda, el grupo se encontró casualmente al joven Steven Parent, que acudía a visitar a un amigo en la casa y también lo asesinaron a tiros.

Una letal combinación de drogas, armas y violencia dejó en la memoria colectiva uno de los crímenes más sanguinarios de la historia de Hollywood.

Además del cruel ensañamiento con el que fueron apuñaladas las víctimas, aparecieron pintadas con sangre en las paredes las palabras pig (cerdo), political piggi (cerdito político) y death to pigs (muerte a los cerdos). El objetivo, según se sospechó, ya que nunca se supo con certeza, era dejar pruebas falsas para incriminar a los miembros de los ‘panteras negras’, un grupo de activistas de los derechos de los afroamericanos

Los fieles seguidores de Manson, siguiendo sus instrucciones, repetirían su sangrienta misión al día siguiente, matando al matrimonio Labianca, dueños de una cadena de comestibles, en su vivienda de Los Feliz, otro barrio de Los Ángeles. Manson maniató a la pareja y ordenó a los demás que los mataran. Asesinaron en dos días a siete personas. Charles Manson no cometió estos crímenes con sus propias manos, pero fue el autor intelectual de los mismos.

Meses después de los brutales asesinatos, Manson y varios de sus discípulos fueron arrestados por robos de vehículos. Una de sus acólitas, Susan Atkins, les contó a sus compañeras de celda, alardeando, que el robo no era el peor de sus actos, y relató detalladamente los crímenes cometidos en la vivienda de Cielo Drive. Esa confesión llevó a la policía a relacionar al grupo con los macabros asesinatos.

El

El proceso fue uno de los más atípicos de la historia judicial de Estados Unidos. Quedó claro desde el principio que aquello iba a ser un espectáculo. Durante la selección del jurado, Charles Manson solicitó formular a los potenciales miembros algunas preguntas simples e infantiles. Su petición fue denegada. Durante el juicio, Manson trató de intimidar al fiscal asignado al caso y al juez. El asesino se presentó un día ante el jurado con una esvástica marcada en la frente con un cuchillo, la sangre aún estaba fresca cuando accedió a la sala. A ratos permanecía serio y en ocasiones mantenía una sonrisa desafiante ante el juez y el jurado. Fue juzgado con tres de sus devotas seguidoras, Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, a quienes convenció de cometer los macabros crímenes. Iban vestidas de un modo infantil y sonreían todo el tiempo. Los siete hombres y las cinco mujeres que formaron el jurado pasaron 225 días dedicados al caso, más que en ningún otro juicio en la historia de Estados Unidos hasta ese momento. Entre muchas cosas, tuvieron que escuchar los argumentos delirantes sobre una guerra apocalíptica que surgiría entre la raza blanca y la negra.

El 25 de enero de 1971, dos años después de la matanza, Manson y sus tres seguidoras fueron condenados a muerte, tras 41 semanas de juicio. Charles Manson fue condenado como autor intelectual de los mismos, pero la pena de muerte le fue conmutada por cadena perpetua en 1972. Las tres integrantes de ‘La familia Manson’, Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, reaccionaron con sonrisas al veredicto de culpabilidad y a la condena de muerte. También les fueron conmutadas por cadena perpetua.

Meses más tarde, el otro autor material de los asesinatos e integrante del grupo, Tex Watson, fue condenado por esos mismos crímenes a la pena de muerte, pero posteriormente también, al igual que el resto, se sustituyó por cadena perpetua Los cuatro seguidores alegaron años más tarde que perpetraron los crímenes bajo los efectos de las drogas y mostraron su arrepentimiento, algo que nunca hizo Charles Manson.

El asesino permaneció encerrado en una celda de máxima seguridad

El 25 de enero de 1971, dos años después de la matanza, Manson y sus tres seguidoras fueron condenados a muerte, tras 41 semanas de juicio en la prisión estatal de Corcoran, en California, hasta el 19 de noviembre de 2017, día en que falleció por causas naturales. Contaba con 83 años de edad. Nunca se llegó a saber el verdadero motivo por el que cometió los asesinatos. La fascinación y las sombras sobre los atroces crímenes que cometieron perduran hoy, más de 50 años después.

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