Conoces a...? Pablo Burgué de la Cruz

¿Conoces a...?

Pablo buRGué De la cRuz

Pablo Burgué, Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Autónoma de Madrid y antiguo alumno del colegio San José del Parque (1993-1994), cuenta con más de 20 años en el mundo de la consultoría de RRHH y está especializado en la identificación y desarrollo de talento joven. Director de Factoría de Talento.

Factoría de Talento es un proyecto muy joven, ¿cómo nació?

Factoría de Talento nació hace 9 años. En esa época, además de nuestro trabajo como consultores de empresas, dábamos clase en la Universidad. Y nos dimos cuenta de que existía una brecha entre el mundo académico y el mundo profesional. Los jóvenes salían muy preparados a nivel de conocimientos, pero tenían carencias a un nivel más profundo: falta de conocimiento de sí mismos, de su talento potencial, de actitudes y habilidades básicas en el entorno laboral (autonomía, gestión de la incertidumbre, flexibilidad, etc.). Ello afectaba a su empleabilidad. Por eso creamos Factoría: un proyecto para ayudar a jóvenes de 18 a 26 años a identificar su talento y hacerlo brillar, allí donde lo necesiten.

Uno de los objetivos de Factoría de Talento es ayudar a jóvenes entre 18 y 26 años a descubrir su potencial y orientar su futuro, ¿por qué esa franja de edad?

En un principio, orientamos el proyecto a estudiantes que estuvieran terminando sus estudios académicos. Factoría, en los primeros años, tenía el objetivo claro de ayudar a los jóvenes a dar el salto al mundo laboral. De aquí que fueran en su mayoría universitarios en sus últimos años de grado o de master (23-26 años). Pero a medida que han ido pasando los años, nos hemos dado cuenta de que estudiantes más jóvenes se apuntaban a Factoría y aprovechaban igual de bien la experiencia, y su juventud les permitía sacar jugo a sus últimos años de formación académica. Por eso la media de edad ha ido bajando. ¡Y ahora hasta hacemos cosas con jóvenes de Bachillerato! En todo caso, para sacar el máximo provecho a lo que hacemos en Factoría de Talento, es necesario cierto nivel de madurez, de autonomía en el pensamiento y en la toma de decisiones. Por eso creemos que esa franja de edad es la mejor posible para estar en Factoría.

Factoría de Talento está ayudando mucho con las charlas programadas para nuestros alumnos que actualmente cursan 2º de Bachillerato y que se encuentran en un momento muy decisivo en sus vidas, pero también a familias con inquietudes no solo académicas, sino también personales. ¿Habéis observado un mayor incremento de atención emocional en jóvenes y en sus familias frente al, quizá inquietante, futuro que les espera? ¿Tenemos ahora, los adultos, menos herramientas para guiar a nuestros hijos en su camino laboral?

Sin duda la pandemia ha incrementando la atención emocional a los jóvenes y a sus familias. Creo que solo ha sido un desencadenante, porque la necesidad de apoyo emocional y no solo emocional, a alumnos y familias, ya estaba ahí de antes. Creo que los adultos no tenemos menos herramientas para guiar a nuestros hijos. Al revés: tenemos más. Quizá ese sea el problema. Tenemos tanta información y tantas posibilidades de actuación que es muy difícil decidir qué es lo que conviene. Por ello creo que podemos volvernos un poco locos y ante el caos, dejamos de hacer algo crítico: conversar de igual a igual y estimular el pensamiento propio de nuestros hijos. Eso, a la larga, genera tensiones, incomprensiones, que por supuesto puede tener un impacto en el estado emocional de los hijos y los padres.

Por otro lado, quiero decir que no tengo evidencias para pensar que los padres de ahora nos preocupamos más por nuestros hijos que antes, ni que el futuro sea más inquietante o incierto que el que nosotros vivimos cuando éramos jóvenes. Somos más viejos, pero tampoco ha pasado tanto tiempo, jajajajaja.

Uno de los aspectos que trabajáis es la comunicación. Este año, nuestro lema del colegio es “ESCUCHA”, elemento clave para el correcto desarrollo de la comunicación, pero nosotros vamos más allá del mero hecho de escuchar: trabajamos interiorizar lo escuchado, hacerlo de uno mismo hasta el punto de llegar a ponerse en el lugar del que es escuchado para comprender, para compartir, para ayudar… ¿Qué claves daría Factoría de Talento para mejorar en este aspecto, y que nos pueden ayudar a jóvenes y a adultos en el desarrollo de nuestro talento?

Me encanta el lema de este año del colegio, mi cole de niño, por cierto. Soy fan del arte de hacer preguntas, más allá de las respuestas que surjan. Las preguntas expanden el mundo, porque incentivan una actitud de escucha y de observación de la realidad. La escucha y la observación, a nivel profundo, permiten adquirir consciencia de nuestra subjetividad. De que la realidad es poliédrica y cambia desde dónde se mira. Cuanto más la conocemos, más libres somos y más grande es el patio de juego. Pero, claro, también hay más caos, más variables a tener en cuenta. Quien no quiere complicarse la vida, lo mejor es que escuche y observe poco, pero eso también tiene otras consecuencias.

Creo que Factoría nos ayuda a hacernos conscientes de que el mapa no es el territorio, es decir, vivimos en una realidad tal y como la vemos y la escuchamos, pero lo cierto es que lo que pasa es mucho más que eso. Factoría te invita a conocerte mejor, tus paradigmas, tus creencias, tus emociones. También permite que desarrolles tus habilidades y actitudes para relacionarte con este mundo cambiante y diverso y, por supuesto, para relacionarte con las personas que tanto pueden enseñarte y a las que tanto puedes ayudar.