Liturgia parroquial edicion navidad 2017

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Contenido Navidad 2017

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Corona de adviento

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Peregrinación a la Guadalupana

05 de 07 Mensaje Navidad 2017 09 Un imperativo pastoral 13 16 En el misal romano

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Inicio de la peregrinación

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Posada

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Hora Santa para la segunda semana de adviento

20 Misiones de caridad

79 83 88

Editorial

La Navidad como impulso misionero

23 Cantos para Navidad 26 Las celebraciones del obispo

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La tradición de los nacimientos en el seminario

33 Impulso misionero 35

Actividades pastorales de la Comisión

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El arte sacro comunica nuestra fe

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Las devociones de adviento Navidad

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Ejercitar el espiritu

Marca Registrada

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Misión por nuestros enfermos Rosario a la Virgen de Guadalupe por los migrantes Hora Santa para la primera semana de adviento

Hora Santa para la tercera semana de adviento Hora Santa para la cuarta semana de adviento Hora Santa de Navidad Hora Santa de fin de año Espacio del lector

Comisión Diocesana para la Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de Hermosillo COORDINADOR: Pbro. Isaac Urías Ibarra Dimensiones: Pbro. Luis Armando Gónzalez Torres Pbro. Marco Antonio Islas Félix Pbro. Pedro Moreno Valenzuela Pbro. Raúl E. Camarillo Blásquez Pbro. Erik Urias Ibarra Comisión Diocesana para la Pastoral Litúrgica

Eloisa Fabrett Socorrito Maya Fernando Parada Jaime Heredia Marianela González Rosaura Urquidez Ramoncita Serna Ana Silvia Valenzuela Ramón López Yolanda Zubiate Carmelita Teros Otilia Villarreal Guadalupe German

Tel. 2152696 pastoralliturgicahillo@hotmail.com Comisión de Liturgia Hillo

Diseño editorial: Arely Zagasta Diseñadora Gráfica


Editorial

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a Iglesia lleva en su “ADN” el carácter misionero de su fundador. El primer misionero, Jesucristo Verbo Eterno, fue enviado por nuestro Padre Dios para comunicar al mundo la salvación, y nos ha compartido su Espíritu Santo, nos ha hecho un Pueblo enviado a todos los pueblos para comunicar la fuerza de su Vida Divina. En efecto, todos los bautizados, fortalecidos por la acción santificante de los sacramentos, a través de la liturgia terrena que unida a la liturgia celeste donde celebra su triunfo eterno nuestro Señor Jesucristo a la derecha del Padre, somos impulsados hacia el encuentro con los hermanos para ir a compartirles las maravillas de su Amor. De este modo podemos explicarnos cómo es que ante algunas realidades difíciles, Dios mueve a quienes les participa de la acción sacramental, para que vayan a hacer algo por nuestros hermanos, desde brindar “un taco”, una palabra, incluso hasta remover escombros para salvar a una vida. A lo anterior se le llama, la vivencia de la Misión Paradigmática de la Iglesia, o sea, es el seguimiento del modelo o paradigma dado en

Jesús de Nazareth, que pasó por la vida haciendo el bien y anunciando la Buena Nueva en medio de sus hermanos, sobre todo de los que más sufrían, para animarlos, salvarlos y liberarlos. Además de la Misión Paradigmática, en la Iglesia vivimos de manera esporádica, aunque ya buscamos que sea permanentemente, la Misión Programática, es decir aquella salida de nuestros templos y capillas, pero de una manera organizada y estructurada. Así en la Misión Programática nos trazamos objetivos, acciones, tiempos, de modo que dosificamos algunos contenidos doctrinales, trabajos o incluso ayudas materiales para beneficio de los hermanos que vamos a visitar, llevando adecuada y eficazmente la alegría del Evangelio. Navidad 2017 Tiempo Ordinario 2017

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En las pastorales fundamentales, Profética, Litúrgica y Social, aún hay mucho que seguir asumiendo como realidades a las cuales Dios nos envía en cada Eucaristía y/o celebración de nuestros sacramentos. Pensemos por ejemplo para nuestra misión programática: I. En la violencia, con sus consecuencias tan dramáticas dentro y fuera de los hogares de muchos católicos y no católicos. Nuestra Misión es ir a sensibilizar, ofrecer terapias y capacitar para una nueva forma de convivencia familiar y social. II. En la práctica común de la corrupción, que impide un progreso y un bienestar auténtico en nuestras familias y sociedad. Nuestra Misión es realizar acciones específicas de denuncias comunitarias contra los actos de corrupción en las comunidades. III. En la reducción de la población católica, que abandona su Iglesia emprendiendo una búsqueda de lo religioso en otros grupos cristianos y/o de prácticas esotéricas de todo tipo. Nuestra Misión es el anuncio kerigmático, para suscitar el encuentro personal con Cristo, mismo que nos mete en un itinerario de crecimiento y madurez humana y de fe. En la edición de esta revista, hacemos un énfasis en esta característica y vocación de la Iglesia, que hemos venido redescubriendo desde hace tiempo con la ayuda del Concilio Ecuménico Vaticano II y más recientemente con el Magisterio de la Iglesia durante los últimos tres pontificados de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, el tema es: La Misión. Además así nos los exige el II Plan Diocesano de Pastoral para la Arquidiócesis de Hermosillo. En este tiempo de Adviento-Navidad en la Liturgia, recogemos todas las experiencias que, a lo largo del año, nuestro Señor nos ha permitido: Hemos vivido la Misión Paradigmática y la Misión Programática en nuestras comunidades eclesiales y al inicio del Adviento, cuando reflexionamos en la visualización escatológica, seremos capaces de recapitular nuestras acciones y omisiones. El dinamismo de este 06 Navidad 2017

IV. En la creciente demanda de atención médica por parte de la población a hospitales públicos, y a la insuficiente capacidad estructural de respuesta, que genera retrasos en la oportunidad de servicios médicos para la sociedad. Nuestra Misión es acudir a los hospitales y ofrecer ayuda solidaria y subsidiaria en coordinación con organizaciones de la sociedad civil y empresas. V. En ciudades y zonas rurales con ecosistemas convulsionados, derivado de las prácticas de consumo, falta de políticas públicas adecuadas, irresponsabilidad de empresas y sociedad a la hora de “tirar” sus desperdicios, mismos que redundan en trastorno social, nuevas enfermedades y debilitamiento de nuestra flora y fauna locales. Nuestra Misión es denunciar, limpiar calles, ríos, e impedir que esto siga pasando. tiempo litúrgico nos hará contemplar con esperanza nuestro futuro para que, de nueva cuenta, nos lancemos un año más al cumplimiento de la misión personal y comunitaria dentro de nuestra Iglesia pero, inundados por la sonrisa del Recién Nacido que es el único que hace nuevas todas las cosas. Estos materiales que ponemos a consideración de los equipos de animación litúrgica, seguirán insistiendo en la pastoral de conjunto para integrar todos los esfuerzos, en la necesidad de formarnos doctrinal y espiritualmente, pero sobre todo en el impulso misionero que hoy todos debemos buscar concretar en medio de las realidades eclesiales.


Y la paz será realidad...

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a Navidad es la celebración anual del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, el Dios hecho hombre, nuestro Salvador. Por lo tanto, el centro de las fiestas navideñas no somos nosotros sino, más bien, el Recién Nacido, el Niño Dios. Convendrá entonces dirigir nuestra mirada y, sobre todo, nuestro corazón, hacia el portal de Belén y contemplar el gran misterio que, como hombres y mujeres de fe, alcanzamos a vislumbrar a través de los signos pobres y humildes que aparecen: estamos en un pequeño pueblo llamado Belén, en las afueras, en un barrio de la periferia, en una casa cuya familia pudo acoger esa noche bendita a los santos peregrinos José y María; el lugar que les han prestado es el espacio de la casa destinado a los animales. Y allí la Virgen María “dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre...” (Lc 2,7). Las periferias y la pobreza, por consiguiente, deben ser para nosotros lugares de encuentro con Dios, lugares donde Él se manifiesta y donde nos invita a estar y a ser solidarios con quienes viven en tales espacios, o bien, experimentan situaciones difíciles en su vida: enfermos, migrantes, presos, indigentes, etc.


Los ángeles, al anunciar a los pastores el nacimiento del Redentor, entonan un precioso cántico que debemos hacer nuestro: “¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!” (Lc 2,14). Tres elementos se destacan en este bello cántico: En primer lugar, se trata, con la Navidad, de glorificar a Dios, ya que nos muestra su amor dándonos a su Hijo único, quien nace pobre entre los pobres. Glorificamos, por tanto, a Dios, con nuestros cantos y oraciones, pero sobre todo con nuestra conducta, con nuestras buenas obras (Cf. Mt 5,16). La Navidad, además, es un acontecimiento de paz. En efecto, naciendo el Salvador, automáticamente la paz llega a la tierra, ya que él es “El Príncipe de la paz” (Is 9,5); viene al mundo para reconciliar a los hombres entre sí, y a toda la humanidad con Dios (Cf. Rom 5,10-11; Col 1,20). Pidamos al Niño Dios, en su nacimiento, que nos traiga, como regalo, esa paz tan anhelada para nuestras familias, para nuestros pueblos, para nuestro país. No olvidemos, sin embargo, que la paz ciertamente es un don de Dios, pero implica una tarea nuestra: la de ser hombres y mujeres de buena voluntad. Esto quiere decir: que debemos ser personas de buen corazón, que sepamos amar y perdonar, servir y absolver, ser pacientes y amables, tener fe y esperanza. Empecemos en nuestra propia casa, escuela, trabajo y comunidad, a fortalecer estos valores cristianos. Y LA PAZ SERÁ REALIDAD...

08 Navidad 2017

Con mis mejores deseos para todos.

Arzobispo de Hermosillo


Por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro y Presidente de la Dimensión Episcopal para los Laicos.

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n el evangelio según san Mateo leemos que Jesús, antes de subir al cielo, reunió a los once discípulos en un monte de Galilea y dirigiéndose a ellos les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo» (Mt 28, 1820). Con estas palabras el evangelista refiere uno de los ‘gestos’ más programáticos y paradigmáticos en la vida y en el ser de la Iglesia, pues representa su esencia misma y el itinerario que ha de seguir si realmente desea ser fiel a la vocación que el mismo Jesús le encomendó.

Estas palabras a lo largo de los siglos, la Iglesia las ha interpretado y asumido de diferente manera, pero siempre en el espíritu en el cual el Señor Jesús las ha dicho, fruto de ello son el innumerable grupo de comunidades cristianas que dispersas en los diferentes puntos de la tierra, viven su vida como discípulos del Señor, comprometidos de manera tal que Cristo ha llegado a ser «todo en todos», fundamentados en la escucha del evangelio, en la enseñanza de los apóstoles, en la fracción del pan y en la vida en común (cf. Hch 2, 42). En muchas regiones de los cuatro puntos cardinales de la

tierra, existen innumerables formas mediante las cuales se ha anunciado el Evangelio; sin embargo, todavía no ha sido suficientemente acogida la Buena Noticia hasta transformar la vida personal, familiar y social de los cristianos. Más aún, es innegable que históricamente, los procesos y las formas de vida en numerosas ocasiones se han visto trastocados por ciertas ideologías, formas de pensamiento y corrientes contrarias al querer de Jesús, adelgazando el compromiso y la entrega de quienes han hecho una opción por Cristo, sea de manera personal o colectiva. Navidad 2017

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En este sentido la misma Iglesia, guiada por las mociones del Espíritu, en los últimos 50 años ha vivido una serie de acontecimientos que le han motivado a revitalizar los ímpetus y poder así estar en grado de hacer suyo el proyecto de Dios en fervor de todos los hombres, de tal manera «que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tim 2, 1-8). El primero de ellos fue el Concilio Ecuménico Vaticano II, el cual respondiendo a la pregunta ¿Iglesia que dices de ti misma? afirmó: «La Iglesia es en Cristo como un sacramento o un signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad con todo el género humano» (LG, 1). Afirmación que a la posteridad ella misma ha ido asimilando y entendiendo de manera paulatina según las circunstancias sociales y culturales de las diferentes comunidades dispersas por el mundo. En América Latina, la Iglesia sin apartarse del sentir de la Iglesia universal, ha buscado discernir los caminos por los cuales ha de guiarse y conducirse, fruto de ello son las cinco Asambleas, la última de ellas ha sido la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe celebrado en Aparecida (Brasil), en mayo de 2007, marcando un paradigma en

la autoconciencia misma del ser y del quehacer eclesial. A tal grado que llegó a afirmar con contundencia: «Asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero. Necesitamos desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo. La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del Continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza. Por eso se volverá imperioso asegurar cálidos espacios de oración comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de unidad “para que el mundo crea” (Jn 17, 21)». (DA 362).

¿Cómo se debe entender esto?: Un territorio: Hoy toda la Iglesia Latinoamericana requiere ponerse en estado de misión. (cf. DA 213 y 216); Una cultura: Ante el desafío de revitalizar nuestro modo de ser católico… hay que hacer que la fe arraigue como acontecimiento fundante y el Evangelio se manifiesta como novedad de Vida y de misión. (cf. DA 13) El campo de la misión se ha ampliado notablemente: no solo a los no cristianos, sino a los ámbitos socioculturales y sobre todo a los corazones. (cf. DA 375); Una geografía: Destinación universal de la misión. (cf. DA 376); Es también, y sobre todo, los valores que le dan identidad al Continente y que integran y construyen una cosmovisión.

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La misión lleva a la Santidad y la Santidad no es una fuga del mundo. (cf. DA 148). Una misión para comunicar la vida, la vida que se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. Los que más disfrutan la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de dar vida a los demás. Otra ley de la realidad: la vida se alcanza y madura a medida que se entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión. (cf. DA 360) Se trata del Reino de la vida, porque la propuesta de Jesucristo para nuestros pueblos, el contenido fundamental de esta MISIÓN es la oferta de una vida plena para todos. Por eso la doctrina, las orientaciones éticas y toda la actividad misionera de la Iglesia debe dejar transparente esta atractiva oferta de una vida más digna en Cristo, para cada hombre y para cada mujer. (cf. DA 361) Una misión en todo el Continente: objetivos de la misión: “convertir a cada creyente en un discípulo misionero” (nivel continental). Que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de “irradiación misionera de la vida en Cristo (nivel comunidad). Asegurar calidad, espacios de oración comunitaria que alimente el fuego de un ardor incontenible y haga posible un atractivo testimonio de unidad para que el mundo crea. (cf. DA 362). Estilo de la misión: con las actitudes del Maestro, con la Eucaristía como centro e invocando al Espíritu Santo, para poder dar testimonio de proximidad, de cercanía afectuosa, escucha, humildad, solidaridad, comprensión, reconciliación, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir como Jesús lo hizo. (cf. DA 363). Esta misión —como enseña el Papa Francisco— tiene dos dimensiones fundamentales: programática y paradigmática.

«La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole misionera. La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. Evidentemente aquí se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El “cambio de estructuras” (de caducas a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad. De aquí la importancia de la misión paradigmática. La Misión Continental, sea programática, sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad. El discípulo de Cristo no es una persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad, para darse a los demás. Misión Continental, por tanto, implica pertenencia eclesial» (cf. Discurso al Comité coordinador del CELAM, 28 de julio de 2013).

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Esto nos permite concluir entonces que hoy en día la misión deberá ser y representar en todo y para todos en la Iglesia el hilo rector que de manera transversal permee todas las estructuras y acciones pastorales en la vida de la iglesia, por el contrario, estaremos actuando en direcciones contrarias o diferentes a los que el Espíritu de Dios quiere para la vida de nuestros pueblos. «Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones» (EG, 120). La nueva evangelización o la misión permanente deben implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. ¡Que descubras tu ADN y lo pongas a trabajar! «Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización» (EG, 120). «Todo cristiano es misionero en la medida que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos discípulos y misioneros, sino que somos siempre discípulos-misioneros» (EG 120). La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que se involucran, que se acompañan, que fructifican y festejan. Nuestra tarea es salir al encuentro, buscar a los alejados y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos, involucrándonos, compadeciéndonos, solo así seremos evangelizadores con «olor a oveja» (cf. EG 24).

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Dios ha querido salvar al mundo a través de la necedad de la predicación (cf. 1 Cor 1,21). Por lo tanto, anunciar el Kerigma significa salvar al mundo, salvar a los hombres. De esta manera nuestros Planes Parroquiales y Decanales que tienen como referencia el Plan Diocesano de Pastoral deben tener como objetivo principal la salvación de la persona humana en comunidad. Podemos deducir que el mejor bien que podemos hacer por una persona es anunciarle el Kerigma. El anuncio implica una formación permanente y una misión permanente. Ser discípulos misioneros es más que un “slogan”, tener la audacia evangélica de salir a las calles, casa por casa, todos: obispo, sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos. Esto implicará también una formación misionera en seminarios misioneros, que dé una orientación en salida a los futuros pastores, y sea posible pasar de una pastoral de conservación a una pastoral decididamente misionera. En la base de todo este proyecto, que es el programa de Jesús, nos apoyamos en la oración: “los llamó para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar”.


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l objetivo de este artículo es presentar algunos aspectos de la Teología y Espiritualidad del Tiempo de Navidad como impulso para la evangelización, misión que compete a todo miembro del pueblo de Dios en virtud del Bautismo recibido, todos somos agentes evangelizadores. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; somos ‘discípulos misioneros’.

Partiendo del texto de San Lucas (2,8-20) que nos narra el anuncio del nacimiento de Jesús dado a los pastores, encontramos tres conceptos de la más pura teología y espiritualidad de la Navidad: paz, alegría y gloria. Es anuncio de paz, en aquél que es “Príncipe de la paz” según la profecía de Isaías. El don de la paz según el anuncio de los ángeles: “Paz en la tierra a los hombres que Dios ama”. Todo evangelizador es portador de la paz, sobre todo con su testimonio de vida auténticamente cristiana, entregada a Dios en una comunión que nada debe interrumpir y a la vez consagrada igualmente al prójimo con un celo sin límites. El

hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio y transmiten paz que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio y son portadores de paz.

El nacimiento del Señor constituye el “gozoso anuncio”, la Buena Nueva de una gran alegría. Todo grita como en una anticipación de la alegría escatológica, la de la reconciliación universal, en este sentimiento de gozo de los ángeles y de los pastores, de los cielos y de la tierra. Navidad 2017

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La Buena Noticia que manifiesta la alegría de un Padre que no quiere que se pierda ninguno de sus pequeñitos. Así brota la alegría en el Buen Pastor que encuentra la oveja perdida y la reintegra a su rebaño. El Evangelio es levadura que fermenta toda la masa y ciudad que brilla en lo alto del monte iluminando a todos los pueblos.

Nos dice Evangelii Gaudium: La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (No. 1). El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a verlos y se alegrará su corazón, y nadie les podrá quitar su alegría» (Jn 16,22). Después ellos, al verlo resucitado, «se alegraron» (Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad 14 Navidad 2017

«tomaban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban, había «una gran alegría» (8,8), y ellos, en medio de la persecución, «se llenaban de gozo» (13,52). ¿Por qué no entrar también nosotros en este ambiente de alegría? Navidad es también la fiesta de la gloria de Dios, Dios es glorificado en los cielos: “Gloria a Dios en el cielo”. Pero la gloria de Dios que es signo de su presencia está en la tierra. La gloria del Señor envuelve a los pastores, según las palabras de Lucas (2,9). Sobre el Verbo Encarnado reposa la gloria que es signo ya de la definitiva presencia de Dios en medio del mundo (Jn ,14). Es la fiesta del “Encuentro”: Sólo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos


para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros? Gran parte del rico y complejo misterio de la manifestación del Señor encuentra amplio eco y expresiones propias en la Piedad Popular que capta de un modo intuitivo: El valor de la “espiritualidad del don”, “un hijo se nos ha dado” (Is 9,5), don que es expresión del amor infinito de Dios. El mensaje de solidaridad con el hombre pecador, por el cual, en Jesús, Dios se ha hecho hombre. Solidaridad con los pobres (2 Cor 8,9). El valor sagrado de la vida. Mediante el parto de María, el Verbo de la vida ha venido a los hombres y se ha hecho visible. El valor de la alegría y de la paz mesiánicas (Lc 2,14) El clima de sencillez y pobreza, de humildad y de confianza en Dios, que envuelve los acontecimientos del nacimiento del niño Jesús. Durante este hermoso tiempo litúrgico tenemos varias oportunidades para la evangelización: La Novena de Navidad: Los días del 17 al 23 es deseable que se solemnice la celebración de las Vísperas con las “antífonas mayores”. El nacimiento: Preparación de pequeños nacimientos en casa, es una ocasión para que los miembros de la familia entren en contacto con el misterio de la Navidad y se recojan en un momento de oración y escucha de la Palabra de Dios. La Noche de Navidad El nacimiento viviente, ocasión de oración de toda la familia, con villancicos. La Cena de Navidad. La familia cristiana bendice la mesa y da gracias al Señor, se manifiesta la alegría de los vínculos familiares. La Eucaristía de media noche, tiene un gran sentido litúrgico.

Otras fiestas importantes de este Tiempo: La fiesta de la Sagrada Familia. Ofrece un ámbito celebrativo propios de la familia cristiana. Participación de toda la familia en la Eucaristía, bendición de los hijos, etc. La fiesta de los Santos Inocentes. En nuestros días los niños padecen innumerables formas de violencia, que atentan contra su vida, dignidad, moralidad y derecho a la educación. El 31 de diciembre. Suscita un doble sentimiento: agradecimiento por los beneficios recibidos y arrepentimiento y pesar por las culpas cometidas y las gracias no aprovechadas. La Epifanía del Señor. Además del intercambio de regalos, las iniciativas de solidaridad, está la ayuda a la evangelización de los pueblos, con fuerte carácter misionero, se tienen iniciativas en favor de las misiones. La fiesta del Bautismo del Señor. Nos hace memoria de nuestro bautismo. Concluyo diciendo que la alegría evangelizadora siempre brilla sobre el trasfondo de la memoria agradecida, el Tiempo de Navidad contiene lo  esencial de la misión, pues el Nacimiento de Jesús es el contenido de la Buena Nueva y además un gran impulso para la evangelización.

Hna. María Guadalupe Puente Cuevas Congregación: Misioneras de Jesús Hostia Licenciada en Liturgia, Instituto San Anselmo, Roma, Italia. Secretaria de Sociedad Mexicana de Liturgistas Navidad 2017

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n este tiempo de Adviento en que la Iglesia con alegre esperanza clama a Dios diciéndole: ¡VEN SEÑOR, NO TARDES MÁS! Tenemos el gozo de celebrar la Solemnidad de nuestra Madre Santa María de Guadalupe, quien se apareció por tres veces a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, llamándolo: “Juanito, Juan Dieguito”, “Juanito, el más pequeño de mis hijos, sabe y ten entendido que yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios por quien se vive. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en mí confíen. Ve al Obispo de México a manifestarle lo que mucho deseo, anda y pon en ello todo tu esfuerzo”. Juan Diego inmediatamente se dirigió a cumplir su misión, la cual no le fue fácil, pero fue perseverante y lo logró.

Con gratitud a Dios hacemos memoria de este hecho histórico, porque nos revela cuánto nos ama y además porque contamos con una grande intercesora, su presencia viva y materna nos motiva a ser verdaderos hijos del Dios por quien vivimos, nos movemos y existimos. En el Misal Romano de la tercera edición tenemos el formulario propio de la Solemnidad de Santa María de Guadalupe del 12 de diciembre; la gran 16 Navidad 2017

novedad que presenta esta edición es que en el calendario universal aparece como memoria libre, es decir desde cualquier nación se puede celebrar la memoria de Santa María de Guadalupe. Además nos presenta los 6 formularios que se aprobaron para las misas votivas de nuestra Señora de Guadalupe, cada formulario tiene su prefacio propio, para el tiempo de Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y dos para el tiempo Ordinario.


Es importante ver la temática que nos presentan los prefacios: para el tiempo de adviento muestra dos: una hace alusión a “Cantamos tu gloria unidos a santa María de Guadalupe y la otra da gracias porque: “Santa María de Guadalupe nos trajo a su Hijo”; El tema del prefacio de la Navidad se refiere a: “la tarea maternal de santa María de Guadalupe”; el del tiempo de Cuaresma expresa: “Santa María de Guadalupe nos acompaña en nuestra Cuaresma”; el del tiempo de Pascua dice: “Con Santa María de Guadalupe participamos de la gloria Pascual” y en los del tiempo Ordinario enuncian: “Santa María de Guadalupe, nuestra ayuda” y “Maestra en el seguimiento del Evangelio”. Cada formulario de la Misa tiene un gran contenido teológico, por ello es necesario estar muy atentos para acoger toda la riqueza que nos presenta, por ahora solo concentrémonos en el contenido de la oración colecta de la Solemnidad de santa María de Guadalupe y de san Juan Diego. Esta oración tiene cuatro elementos importantes: a) la invocación, b) la anámnesis o memorial de un acontecimiento de la salvación, c) la petición y d) la doxología. Oración colecta del 12 de diciembre: Dios, Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. La oración está dirigida a Dios, que lo llama Padre y le sigue el adjetivo calificativo “misericordioso” que significa: clemente, piadoso y compasivo, los cuales nos manifiestan quién es Dios para nosotros, la comunidad orante. En el Nuevo Testamento vemos que la misericordia es una Persona, Jesucristo, él nos revela la esencia de Dios que es amor, nos manifiesta que el Padre es

“rico en misericordia” (cfr. Ef 2,4). Jesucristo es el icono viviente del Padre misericordioso, así lo vemos manifestarse, cuando se conmueve ante las necesidades de la gente: “Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor” (Mt 9,36). Lo vemos ante un leproso: “Jesús compadecido, extendió la mano, lo tocó y le dijo: Quiero, queda limpio” (Mc1,41). Jesús nos manifestó su amor misericordioso hasta el extremo, aceptando libremente morir sobre la cruz por la redención del mundo. La anámnesis o hecho histórico es que Dios en su providencia ha puesto a este pueblo bajo la protección de Santa María de Guadalupe, la Madre de su Hijo, esto nos manifiesta que es un Dios que nos ama y cuida de nosotros. Y esta Madre es nuestra Madre, como ella lo expresa: que ha elegido a este pueblo para manifestar y prodigar su amor, compasión, auxilio y defensa en todo tiempo. Por tanto contar con una Madre común que es amorosa y solícita significa que hay que aceptar a los otros como hermanos, es necesario fraternizar. El tercer elemento es la petición, manifestamos que nos conceda profundizar en nuestra fe, y ¡cuánta falta nos hace! considero necesario que nos preocupemos de conocer cada día en lo que creemos, que nos empeñemos en profundizar nuestra fe cristiana, para que se manifieste en una participación consciente, activa y piadosa en cada acción litúrgica y también en una caridad eficaz, que despertemos la dimensión social de nuestra fe. Continúa la oración: y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz, he aquí la gran misión, pues quien se ha encontrado con Jesucristo vivo busca transformar la realidad. Quien ha contemplado la belleza de Dios busca sembrar amor, justicia, paz, es decir, busca extender el Reino de Dios en esta tierra. Concluye la oración con la glorificación a Dios por medio del Hijo y por la acción del Espíritu Santo. Navidad 2017

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Juan Diego nació hacia el año 1474, se convirtió a la fe por la predicación de los primeros misioneros. Podemos afirmar que fue un buen cristiano y temeroso de Dios, que fue elegido para ser el mensajero de la Virgen de Guadalupe. Analicemos la Oración colecta: Dios nuestro, que por medio del bienaventurado Juan Diego, manifestaste a tu pueblo el amor de la Santísima Virgen María, concédenos, por su intercesión, que obedientes a las recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe, podamos cumplir siempre tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. La oración está dirigida a Dios, quien nos manifiesta su amor al ponernos bajo la protección de María Santísima, una mujer con rostro mestizo, que hace superar las diferencias entre las razas, pues recordamos que cuando ella se aparece a Juan Diego teníamos 10 años de haber sido conquistados por los españoles, por tanto anuncia la paz y la armonía entre los pueblos. Su rostro manifiesta ternura y solicitud hacia el hijo pequeño.

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La petición se hace por intercesión de Juan Diego, quien es bienaventurado, pues en él podemos descubrir rasgos de su personalidad, de los valores y criterios cristianos que reprodujo en su vida real, fue un hombre que vivió el Evangelio, asumió su compromiso eclesial y evangelizador. Continúa la oración: que obedientes a las recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe podamos cumplir siempre tu voluntad, esto nos recuerda que en las bodas de Caná María les dice a los servidores: “hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5), esta es la gran recomendación: cumplir la voluntad de Dios. La misión que tuvo que cumplir Juan Diego no le fue fácil, pero venció todos los obstáculos, e incluso hasta el desánimo, pues pidió a la Virgen que enviara a otro que fuera más conocido y respetado para que le creyeran, pero él fue elegido, así debemos sentirnos elegidos, amados por Dios y ser tenaces, creativos para cumplir la misión encomendada en este mundo, manifestando nuestro ser de profetas, sacerdotes y reyes por el bautismo. Concluye la oración con la glorificación al Padre por Cristo en el Espíritu Santo.


Que con nuestro asentimiento “Amén”, hagamos realidad lo que oramos, que nos empeñemos como Iglesia misionera en ser constructores de paz, de justicia en nuestra nación mexicana; que anunciemos la alegría del Evangelio porque estamos llamados a ser felices, al gozo eterno, el cual ya empezamos a pregustar desde aquí. Que no nos cansemos de anunciar la Buena Nueva en nuestra familia, en los lugares donde nos encontremos cotidianamente, en la escuela, en el trabajo o con quien nos relacionemos y construyamos un mundo más fraterno. Que le demos primacía a la caridad como prueba de nuestra fe y así experimentemos el amor materno de María que nos dice: “no temas, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”

Hna. María Adriana de Jesús Romero García Congregación: Pías Discípulas del Divino Maestro Licenciada en Liturgia, Instituto San Anselmo, Roma, Italia. Secretaria de Sociedad Mexicana de Liturgistas

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s propio de la Iglesia la Misión, porque su fundador fue el primer misionero, en ese sentido, durante muchos siglos la iglesia ha salido a mostrar el amor de Dios, pero este amor es algo más que un simple “slogan”, el papa Benedicto XVI nos los recordaba: «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.»1 El papa Francisco en su mensaje de la jornada mundial de las misiones del 2017 nos sigue recordando que: Jesús es «el primero y el más grande evangelizador» (Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 7), él nos llama continuamente a anunciar el Evangelio del amor de Dios Padre con la fuerza del Espíritu Santo2. Esta invitación es para todo bautizado, por ello el servicio de cada Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión (MESC) se debe basar en el principio que mana de la seguridad de ser portadores de Aquél que nos invita a permanecer en Él. (Jn 15,1-4), su misión será siempre la de alguien que, siendo tocado por la relación amorosa de Dios, es capaz de ir a sus hermanos para trasmitir la alegre

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noticia que brota de la opción de Jesús y que se convierte en alimento salvífico. El Evangelio de san Lucas en su capítulo 15 podría resultarnos muy iluminador en la tarea de vivir plenamente el ministerio encomendado, invito a que antes de seguir la lectura de este artículo acudan a la Biblia y lean detenidamente este pasaje, meditando cada palabra y acción ahí descrita. En las tres parábolas de este capítulo Jesús se nos recuerda el principio básico para la misión: ir hacia el que está en la orilla, buscar al que está perdido, dejarse mover hacia quien envuelto en el dolor del pecado propio o de una sociedad inhumana necesita razones para creer y esperar. La Parábola de la oveja perdida, de la moneda perdida y del padre misericordioso tienen un mismo hilo conductor: el amor misericordioso de Dios que al sentir que ha perdido, busca de manera impulsiva y casi irracional encontrar lo que está extraviado. De igual forma el MESC una vez que reconoce el principio que mueve el corazón del Padre, sale en búsqueda de quien está extraviado en el dolor.


Algunos elementos a considerar en el desempeño de la misión del MESC:

El perdón. Vivir la gracia del sacramento de la reconciliación nos hace fuertes para llevar a la persona enferma (física o espiritual) una palabra de aliento, si hemos experimentado la fuerza del perdón y tratamos de ponerlo en práctica en la vida ordinaria, tendremos la capacidad de ayudar a los demás a sanar. Recordemos que la falta de perdón se convierte en ocasiones en un cáncer que destruye relaciones, impide la comunión y nos aleja de Dios y los hermanos. El Sacramento sana, restablece relaciones, impulsa a la persona a reintegrarse a la vida de la gracia.

La conmiseración. Expresa el ritmo con que debe latir el corazón del misionero, casi siempre cuando una persona está deprimida todo se vuelve más lento, es como si necesitara hacer un alto en el camino para tomar fuerza, recapitular y ver hacia donde caminar, el problema en ocasiones es que estamos sumidos en un círculo vicioso por la enfermedad, el dolor, la pérdida o el pecado, el MESC deberá bajar el ritmo, ser empático con el que se encuentra sin rumbo. Es descender para iluminar con la presencia Eucarística a quien nada espera, y recordar que en la enfermedad se encuentra muchas veces al Cristo sufriente que necesita ser ayudado a cargar con la cruz. La misericordia. Decimos que el Evangelio de San Lucas es el que muestra más claramente la ternura de Dios, convendría entonces que fuéramos al mismo corazón del Evangelio, la parábola del Hijo pródigo o Padre misericordioso (Lc 15, 11-32). Es ahí donde descubrimos que la lógica de Dios Padre es distinta a la nuestra, la justicia del padre se fundamenta en el perdón, sólo quien se siente hijo amado, sanado y restablecido puede nuevamente acceder a la casa paterna. Ese es el objetivo que hay que perseguir siempre como misionero desde éste ministerio, que a quien visitamos se sienta nuevamente hijo de Dios. Es el pecado y el dolor de la culpa lo que a veces nos impide abrirnos al amor de Dios, es ahí donde debemos ser lo suficientemente creativos para mostrar que la Eucaristía es misericordia, porque es comida que devuelve la dignidad e invita nuevamente a vivir la alegría de ser hijo. Navidad 2017

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La alegría. El elemento que nunca debe faltar en la vida del MESC es el gozo porque precisamente la raíz está en el Evangelio que es noticia alegre contenido no sólo en la Palabra escrita sino sobre todo, en esa Palabra encarnada. En la parábola del Padre Misericordioso (Lc15, 32ss) los gestos como: un vestido, un anillo, las sandalias, el becerro cebado, la fiesta… son elementos que contribuyen en la construcción para ir levantando el edificio de la alegría. Pregúntate ¿qué signos debes llevar a quien visitas para expresar la alegría del Reino?

La fiesta o celebración. La celebración Eucarística es una gran fiesta a la que somos convocados todos, sin embargo, por distintas razones hay quienes están impedidos para asistir, es entonces como el MESC deberá tener la sensibilidad para descubrir aquellos hermanos que necesitan la Eucaristía. Participar de la Fiesta es incluir a la familia del enfermo, es vincular al sacerdote con él, es trasmitir no sólo el rito frío de un esquema celebrativo, sino que, con calidez la persona llegue al gozo de sentirse integrado a la fiesta.

Esto, hermanos, no pretende ser un tratado, ni una serie de normas que hay que realizar, son sólo algunos elementos que buscan motivar, sensibilizar el actuar con los hermanos, que son los destinatarios de la misión encomendada. El regalo que portas cada vez que llevas la Eucaristía debe motivarte cada vez más a una conversión pastoral.

Benedicto XVI, Carta Enc. Deus caritas est, 1

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Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones

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La meta común de los ministerios litúrgicos no es ante todo una ceremonia donde salga perfecto cada rito, acción o palabra, sino más bien, una vida comunitaria, en unión fiel con el Pueblo de Dios y con las sagradas cosas. Por esta razón no se debe ver a los MESC haciendo cosas dentro de la liturgia que no se les ve haciendo fuera de ella, la vida litúrgica no puede desvincularse de la vida común y evangélica.

Pbro. Erik Urías Ibarra Coordinador de la Dimensión de MESC y congresos Eucarísticos.


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a liturgia nos convoca ante el portal de Belén para adorar y meditar, para bendecir y alabar, para postrarnos en humilde oración ante el misterio del Niño Dios “Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” Una noticia antigua y a la vez, siempre nueva que expresa la razón más profunda de nuestra alegría navideña. Con la celebración de la Navidad se manifiesta que el Hijo de Dios en la carne se subrayaba el realismo de la encarnación, realizándose el eterno proyecto de salvación que se revelará plenamente sólo en la muerte y resurrección del Señor. De hecho, la finalidad principal de la Navidad no es tanto conmemorar el aniversario del nacimiento de Cristo sino celebrar que el Verbo se ha hecho carne para salvar a los hombres. Por eso nuestra fe nos mueve adorar a Dios Niño, y aunque es un gesto no estrictamente

litúrgico, pero que tanto ha gozado de la estima popular, que la Iglesia lo ha adoptado como una posibilidad al final de la Misa de Nochebuena. Estrictamente, adorar (proskynein) significa hacer una reverencia: inclinarse ante el rey (como quiere hacer astutamente Herodes: Mt 2, 8). Pero el texto de Mateo implica una actitud más honda la adoración del “Niño Divino”, bien conocida en Oriente. Así, los magos paganos entienden algo que no han comprendido otros: Que se puede y se debe adorar al Niño, Hijo de Dios, que empieza a ser Navidad 2017

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ya perseguido. Lo adoramos porque Él ha querido compartir con nosotros la condición humana para comunicarnos su vida divina. Y al acercarnos en este momento de la adoración, lo acojamos en el corazón y en la vida, celebrando a través de la liturgia el Emanuel, el Dioscon-nosotros y anunciarlo a todos con entusiasmo. Lo adoramos como respuesta al anuncio que nos hacen los ángeles del cielo de correr hacia donde está el Salvador del mundo; y a la luz que brilló en aquella estrella que guiaron hasta el pesebre a los Sabios de Oriente. Postrarse ante el Niño Dios: Es hacer causa común con lo pequeño, con lo débil, con aquellos que sufren el maltrato, el abandono, colocándolo en el centro de nuestra vida a todo y a todos los que están abajo, descubriendo que nuestro Dios apuesta por los empobrecidos. Es saber que el mal de la pobreza no tiene cabida en el Reino de Dios que esperamos, dando esperanza con este nacimiento a todos aquellos que ya lo han perdido todo. Postrarse ante un Dios Niño, es reconocer que es Dios mismo quien se nos muestra. Es saber que el acercamiento a lo divino ha de ser el horizonte del caminar de todo ser humano. Así, nuestra actitud es entonar con testimonio de vida el hermoso canto del GLORIA de los ángeles y al mismo tiempo, en la acción misionera, mostrando la verdadera luz que ha brillado en las tinieblas. 24 Navidad 2017


La alegría que sentimos a través de nuestros villancicos hay que extenderla a toda la tierra, y a una sola voz en este momento de adoración y reconocer la majestad en la humildad arrodillándonos ante ella con el deseo de hacer que la tierra sea un gran Belén y que cada día pueda ser Navidad.

Conviene, pues, que nuestros cantos sean complemento importante en la liturgia de Navidad con esta gran perspectiva que, tomando toda la celebración en conjunto, nos haga cantar la obra de la redención que lleva Cristo en su persona con su aparición en este mundo y guiados por su Espíritu, anunciemos la extensión de la redención hasta los confines de la tierra.

Pbro. Marco Antonio Islas F. Coordinador de DIMUSLI.

El Papa Francisco nos invita hoy en día a no tener miedo de adorar a Dios con lealtad y paciencia. “En el rostro del Niño Jesús contemplemos el rostro de Dios. ¡Venid a adorarlo!... Eso es la gracia de la Navidad. A continuación te sugiero estos cantos para este hermoso momento de la adoración al Niño Dios y nunca olvidar que nuestra preparación es para ofrecerle lo mejor de nosotros, a ejemplo de aquellos sabios de oriente; y como aquellos pastores que con su sencillez y humildad supieron velar y adorar toda la noche para responder prestos al anuncio del ángel, y correr al encuentro del Salvador. ¡Encontrarnos con Jesús, siempre será de gran regocijo! Les recomiendo los cd´s Vol. I y II de Villancicos de Navidad del coro Infantil de Televicentro. De Armando Torres y J. S. Garrido. Aleluya, ha nacido el Salvador. (Joaquín Madurga) Duerme no llores. (J.G. Treviño.) Oh Santísimo. Oid un son. Noche de paz. Pastores venid, pastores llegad. Vamos pastores vamos. Campana sobre campana. Adeste fideles. Al filo de media noche. Los tres reyes magos. Soy un pobre pastorcillo. Puer Natus est. (Canto gregoriano) Navidad 2017

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espués de hablar de lo que es una diócesis, en el decreto Christus Dominus, del Concilio Vaticano II se nos habla de la triple función que el Obispo tiene en esta porción que el Señor les ha confiado, de la siguiente manera: “Cada uno de los Obispos a los que se ha confiado el cuidado de cada Iglesia particular, bajo la autoridad del Sumo Pontífice, como sus pastores propios, ordinarios e inmediatos, apacienten sus ovejas en el Nombre del Señor, desarrollando en ellas su oficio de enseñar, de santificar y de regir” (CHD n. 11). Las tres funciones están íntimamente unidas y no se pueden desarrollar o realizar por separado (cfr. CHD 16). Aquí para responder al título de este artículo, nos detendremos en la función de “santificar” de los Obispos, que el

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mismo decreto conciliar lo desarrolla con las siguientes palabras: “En el ejercicio de su deber de santificar, recuerden los Obispos que han sido tomados de entre los hombres, constituidos para los hombres en las cosas que se refieren a Dios para ofrecer los dones y sacrificios por los pecados. Pues, los Obispos gozan de la plenitud del Sacramento del Orden y de ellos dependen en el ejercicio de su potestad los presbíteros, que, por cierto, también ellos han sido consagrados sacerdotes del Nuevo Testamento para ser próvidos cooperadores del orden episcopal, y los diáconos, que, ordenados para el ministerio, sirven al pueblo de Dios en unión con el Obispo y su presbiterio. Los Obispos, por consiguiente, son los principales dispensadores de los misterios de Dios, los moderadores, promotores y


guardianes de toda la vida litúrgica en la Iglesia que se les ha confiado. (CHD 15). En base al Decreto Christus Dominus, la Congregación para los Obispos, publico el 22 de febrero de 2004 el Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos “Apostolorum Successores”, donde se presenta lo que debe ser la vida del Obispo en la función de apacentar al pueblo de Dios, teniendo en cuenta sobre todo el documento magisterial de todo el concilio, la Constitución Lumen Gentium. En el capítulo IV de este directorio titulado “El ministerio del Obispo en la Iglesia particular” en el apartado II, “La potestad episcopal” con el subtítulo “El Obispo centro de unidad de la Iglesia particular”; Con palabras casi parecidas al Decreto Christus Dominus dice: “A la cura pastoral del Obispo, ayudado por su presbiterio, está confiada la diócesis que preside con la sagrada potestad, cual maestro de doctrina, sacerdote del culto y ministro del gobierno” (n. 63). El directorio al hablar sobre la índole pastoral de la potestad episcopal, vuelve a señalar o repetir lo que el Decreto Christus Domunus ya menciona en el número 16 y lo hace de la siguiente manera: “Las funciones de enseñar, santificar y gobernar están íntimamente unidas y todo el ministerio del Obispo está dirigido, siguiendo el ejemplo del buen Pastor, al servicio de Dios y de los hermanos” (AS n.65). El directorio describe lo que es en el Capítulo V El “Munus Docendi” del Obispo Diocesano (nn. 118-141); Capítulo VI El “Munus Sanctificandi”del Obispo Diocesano (nn. 142-157) y el Capítulo VII El “Munus Regendi”del Obispo Diocesano (158-209).

En el “Munus Sanctificandi” el Obispo aparece como el pontífice de una comunidad cultual, responsable del culto divino, con la tarea de que a través de esta función de santificar ordene las otras tareas de maestro y de pastor. Y aunque hay una unidad en las tres funciones la de santificar se distingue por ser función específicamente de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, siendo así la cumbre de todo culto cristiano (Cfr. 142). Se recuerda además lo que el concilio señala con respecto al sacramento del Orden, la ubicación del episcopado como parte del Orden sacerdotal y plenitud del Orden sacerdotal, del cual dependen las funciones del presbítero y del diácono (Cfr. CHD 15). Por eso entre sus tareas estará siempre presente el ofrecer la Eucaristía, sobre todo especialmente el día domingo y otras fiestas de precepto (Cfr. AS 142-143). Entre otras tareas está la de celebrar la Eucaristía rodeado de su pueblo, en otras iglesias de la diócesis, administrar el Bautismo sobre todo a los adultos y la Confirmación (Cfr. AS 145). Como Pontífice responsable del culto divino en la Iglesia particular, el Obispo debe regular, promover y custodiar toda la vida litúrgica de la diócesis. “Deberá por esto vigilar para que las normas establecidas por la legítima autoridad sean atentamente observadas y, en particular, cada uno, tanto los ministros como los fieles, cumpla la función litúrgica que le corresponde y no otra, sin introducir jamás cambios en los ritos sacramentales o en las celebraciones litúrgicas según preferencias o sensibilidades personales” (AS 145). Es deber del Obispo vigilar atentamente para que la liturgia sea celebrada

con el debido decoro y orden. Su vigilancia consiste en que brille la dignidad de la misma liturgia, que exista en cada celebración una verdadera participación como lo quiere el concilio, activa, consciente y fructuosa, donde toda la asamblea desde los ministros ordenados y fieles ejerciten su función litúrgica. Deberá por tanto vigilar sobre el decoro de los ornamentos y objetos litúrgicos, para que los ministros ordenados, los acólitos y los lectores se comporten con la necesaria dignidad, y los fieles participen y toda la asamblea ejercite su función litúrgica (Cfr. AS 146). Al Obispo pues se le encomienda el vigilar el ARS CELEBRANDI, ¿Qué significa “ars celebrandi”? El Papa Benedicto XVI, al recoger las propuestas de los padres sinodales en la Exhortación Sacramentum caritatis, establece una relación entre el misterio creído (lex credendi) y su celebración (lex orandi) que se manifiesta en el valor teológico y litúrgico de la belleza. Es decir, que relaciona “el arte de celebrar” la liturgia con la belleza inherente a la propia celebración litúrgica. Dice el Papa: El ars celebrandi brota de la obediencia fiel a las normas litúrgicas en su totalidad, porque este modo de celebrar ha sido el apropiado para asegurar desde hace dos mil años la vida de fe de todos los creyentes, quienes son llamados a vivir la celebración en cuanto pueblo de Dios, sacerdocio real, nación santa (cf. 1 Pe 2, 4-5.9)” La segunda parte de este documento pontificio está dedicado al ars celebrandi y a la actuosa participatio, es decir, al modo de celebrar el Cristo total, que ha de resplandecer por su belleza. Para llegar a una actuosa participatio Navidad 2017

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adecuada es preciso antes establecer un ars celebrandi correcto, advirtiendo que la lex orandi es ley disciplinar de la Iglesia. Entonces ¿que entendemos por esta belleza de la cual el Obispo ha de estar atento en toda acción litúrgica que se realiza en su diócesis? Señalamos aquí lo que dice el documento Sacramentum caritatis: “En efecto, la liturgia, como también la Revelación cristiana, está vinculada intrínsecamente con la belleza: es veritatis splendor (Esplendor de la verdad). En la liturgia resplandece el Misterio pascual mediante el cual Cristo mismo nos atrae hacia sí y nos llama a la comunión. La belleza de la liturgia es parte de este misterio; es expresión eminente de la gloria de Dios y, en cierto sentido, un asomarse del Cielo sobre la tierra. El memorial de la acción litúrgica, especialmente el sacrificio redentor, lleva en sí mismo los rasgos de aquel resplandor de Jesús, del cual nos han dado testimonio Pedro, Santiago y Juan cuando el Maestro, de camino hacia Jerusalén, quiso transfigurarse ante ellos (cf Mc 9,2). La belleza, por tanto, no es un elemento decorativo de la acción litúrgica; es más bien un elemento constitutivo, ya que es un atributo de Dios mismo y de su revelación. Conscientes de todo esto, hemos de poner gran atención para que la acción litúrgica resplandezca según su propia naturaleza” (SC n. 35). La primera afirmación es que la revelación cristiana está vinculada intrínsecamente con la belleza; es esplendor de la Verdad, que es Dios mismo. La Liturgia, como momento presente de la historia de la salvación, actualiza el misterio central de nuestra fe, el misterio pascual de Jesucristo en el aquí y ahora de la celebración litúrgica. Y esta es la auténtica y verdadera belleza de toda celebración litúrgica. “Si en la liturgia, por tanto, se hace presente el misterio de Jesucristo, resplandece en ella la belleza del misterio de Dios, es expresión de la gloria de Dios; porque la belleza, al ser atributo del misterio divino, es también parte de la liturgia” (P. MARINI, Liturgia y Belleza. Nobilis pulchritudo, Bilbao 2005, 77-82). La segunda afirmación es que la belleza no es un elemento decorativo de la acción litúrgica, sino un elemento constitutivo. Ya hemos visto que la belleza es un atributo de Dios mismo y de su revelación, y, por tanto, de la celebración de los divinos misterios. No se trata de una mera ornamentación externa consistente en la riqueza y acumulación de objetos artísticos, sino que el fundamento de tal belleza es la grandeza del misterio celebrado. Finalmente ¿cómo entender este decoro que se pide 28 Navidad 2017

en toda acción litúrgica? Decoro, deriva de la palabra latina “decorus”, en su acepción de “conveniente”. Pero el término “decorus” también significa adornado, bello, hermoso, elegante, magnífico. Este adjetivo remite al sustantivo “decor” para indicar lo que es conveniente o decoroso; para indicar ornamento, gracia, belleza, nobleza. Analizando el desarrollo semántico del término, considerado en sus diversas acepciones, se deducen dos líneas de significado. En primer lugar, el término denota una actitud de dignidad que, en el aspecto, en los modales, en el actuar, conviene a la condición social de una persona o de una clase de personas (vivir, comportarse, vestir con decoro), como también el decoro de la lengua, del estilo, del arte. En segundo lugar, el término alude al sentimiento de la propia dignidad, a la conciencia de lo que conviene y es debido al propio grado, a la propia función o condición. Si realmente en las acciones litúrgicas

estamos celebrando, actualizando, haciendo presente el misterio pascual, con qué respeto y dignidad debemos tratar este misterio, no sólo internamente, es decir, trayendo nuestra alma en gracia, sino también externamente: cantos, lectores, guía, arte, flores, limpieza, objetos sagrados, manteles, vestimenta, fidelidad a los textos litúrgicos, sin quitar ni añadir nada. Cristo quiso que así fuera, quiso que hubiese un decoro y una dignidad.

Pbro. Pedro Moreno Valenzuela Maestro de las celebraciones diocesanas


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omo señala la enseñanza de la Iglesia, “además de las representaciones del pesebre de Belén, que existían desde la antigüedad en las iglesias, a partir del siglo XIII se difundió la costumbre de preparar pequeños nacimientos en las habitaciones de la casa, sin duda por influencia del “nacimiento” construido en Greccio por San Francisco de Asís, en el año 1223” (Directorio de la Piedad Popular y Liturgia, DPPL 104). Desde entonces los nacimientos son un espacio para que las comunidades y “los miembros de la familia entren en contacto con el misterio de la Navidad, y para que se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús”. (DPPL 104).

Nacimiento de 1949

El artículo quiere ser un reconocimiento a la trayectoria como promotor de nacimientos del Pbro. Elías Pórtela.

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En la noche de navidad de 1856, la meditación ante el pesebre en una parroquia de trabajadores transformó al padre Antonio Chevrier (1826-1879), de Lyon, Francia, al experimentar como Dios salva en la pobreza y humildad del niño Jesús; el hoy beato se decidió entonces a estudiar asiduamente el Evangelio y a seguir a Jesucristo más de cerca para permanecer al lado de los pobres. En el Seminario de Sonora, conocido como La Parcela, en Hermosillo, establecido en 1937 después de haber permanecido en la clandestinidad debido a la persecución religiosa del gobierno de Estado (1932-1937), se cultivó la tradición de los nacimientos, iniciada por el padre Hermenegildo Rangel Lugo quien, siendo seminarista, vino impresionado de los Belenes que observó en Roma durante sus estudios (1936-1938). La costumbre se desarrolló en medio de otras muestras de religiosidad popular propias del adviento como las fiestas marianas de

la Inmaculada Concepción y la Virgen de Guadalupe con el rezo del rosario y procesión; la novena de navidad con oraciones, posadas, cantos, villancicos, piñatas y convivencia. En la Noche Buena se celebraba la “Misa de Gallo”, se representaban cuadros dramáticos y algunas escenas del misterio de navidad, se contemplaba el nacimiento y se cenaba los tradicionales tamales con el postre de los buñuelos. El padre Cruz Acuña Gálvez escribió hacia 1941 unos cantos para pedir posada que llegaron a ser populares por muchos años en algunos lugares de la diócesis. Una estrofa dice: “¿Quién les da posada a estos peregrinos que vienen cansados de andar los caminos?”. El padre Cruz Acuña fotografió algunos nacimientos (1940-1942), en los cuales se muestra un proceso de mejora en la selección de las imágenes, en los efectos de luces y en el uso de diversos materiales. Uno de los seminaristas que destacó en la creatividad fue Elías Portela Félix, quien ingresó al

En La Parcela. El obispo Juan Navarrete (sentado, 4° de izq. a der.) y el P. Cruz Acuña (sentado, 3° izq. a der.)

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seminario en 1940 y recibió la ordenación sacerdotal en 1949. Aunque el obispo Juan Navarrete quería cierta reserva del Seminario, desde el inicio el nacimiento llamó la atención de las gentes de Hermosillo quienes lo empezaron a visitar. Después el prelado cambió de actitud y en los retiros hacía reflexionar a los seminaristas sobre los nacimientos que tanto les gustaban. El padre Dagoberto Quiñones recuerda que en la Noche Buena algunas familias visitaban el nacimiento. Parceleros. El P. Hermenegildo Rangel (de pie, 3° izq. a der.) y el seminarista Elías Portela (sentado, 1° izq.)

Nacimiento en 1942

Desde 1956 el nacimiento se montó en el salón de exposiciones misionales, construido rústicamente y reconstruido con concreto en 1960. Algunos nacimientos salían de lo tradicional y dialogaban con los cambió tecnológicos de la época. El padre Ramón Encinas recuerda que cuando llegó la televisión a Hermosillo en 1959, por iniciativa del seminarista Pedro Moreno Álvarez, el nacimiento tuvo como fachada una pantalla televisiva; tenía un mecanismo que lo hacía girar y aparecía otro paisaje. El Seminario de Hermosillo se cambió a las instalaciones actuales en 1961. Los nacimientos se montaban en una edificación que servía de almacén. Existió una “Comisión de nacimiento” que era dirigida por el “artista de casa” y tenía por objeto abrir el nacimiento al público. Los montaban en las horas libres y el comisionado disponía de diez ayudantes.

El Seminario Mayor en los 60’s

El padre Santiago Varela nos comparte que él ayudo con la Navidad 2017

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carpintería y la electricidad. Se cuidaba la elaboración del paisaje, la gruta, el pesebre, las casas, el caserío, la vegetación y el agua corriendo; había trucos luminosos para representar el sol desde el amanecer hasta el anochecer y la presencia de ángeles. Se utilizaba música de fondo y un seminarista narraba el pasaje bíblico a los asistentes. En una ocasión, en la parte exterior del nacimiento tradicional, con el fin de fomentar el espíritu misional, se elaboraron nacimientos que representaban gentes y culturas de los cinco continentes. El “tradicional nacimiento” se exponía desde el 25 de diciembre al 1 de enero y del 6 al 8 de enero. Se pedía una cooperación económica a los asistentes para la elaboración de los siguientes nacimientos. El montaje del nacimiento tenía un fin pastoral: “fomentar el piadoso arte de los “Belenes” entre los fieles de la ciudad”. La tradición de los nacimientos en el Seminario de Sonora y de Hermosillo alentó la formación pastoral de los futuros sacerdotes. Muchos promovieron su elaboración en las parroquias y entre las familias, destacando el padre Elías Rafael Portela Félix quien, desde su primer destino como vicario en la parroquia de Guadalupe en Cananea (1949), hasta su estancia en la capellanía de san Felipe de Jesús en Hermosillo (1997-2002), elaboró nacimientos y promovió las pastorelas con la colaboración de la comunidad. Tanto le gustaba el ambiente navideño que el padre Arturo Leal le decía que “vivía en una eterna navidad”. Los nacimientos son una manifestación de la “espiritualidad popular” o “mística popular” que expresa la fe cristiana de manera simbólica (Papa Francisco, La alegría del Evangelio 124). Contribuyen a celebrar el Nacimiento del Señor Jesús “en un clima de sobriedad y de sencillez alegre, y con una actitud de solidaridad para con los pobres y marginados” (DPPL 105). Son una experiencia de evangelización del santo pueblo fiel de Dios. 32 Navidad 2017

Nacimiento elaborado por el P. Elías Portela en la parroquia de Cananea,1949.

Vista parcial de La Parcela, 1942.

Pbro. Armando Armenta Montaño Cronista y encargado del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Hermosillo.


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omo Iglesia particular, que es capaz de discernir en comunión para ser la Iglesia que el Señor quiere: Iglesia profética, Iglesia que celebra, Iglesia que se solidariza y compromete, como quedó plasmado en el objetivo del II plan diocesano de pastoral, el cual tendrá continuidad hasta 2019 por decreto de nuestro nuevo Arzobispo Sr. Ruy Rendón, para dar un decidido impulso misionero en parroquias y organismos. Una misión que nos lleve a anunciar de palabra y de obra. Pero ¿Con qué métodos hay que proclamar el Evangelio para que su poder sea eficaz? Nos cuestiona el papa Pablo VI en Evangelii Nuntiandi, pues el magisterio universal y latinoamericano

ha buscado dar respuesta: San Juan Pablo II nos invitaba a asumir de frente el desafío de evangelizar de forma nueva: en ardor, métodos y expresiones. En septiembre de 2010 el Papa Benedicto XVI crea un Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización con el fin de ofrecer respuestas adecuadas para que la Iglesia entera se presente al mundo contemporáneo con un arrojo misionero capaz de promover una nueva evangelización. Más recientemente el Papa Francisco, con sus gestos testimoniales nos indica que la evangelización inicia en la calidez, en la cercanía, en la escucha, la importancia de poner atención al testimonio, lo que prepara la escucha de la palabra.

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¡Dejemos que el anuncio nos renueve!, seamos testigos auténticos, creíbles, alegres del Evangelio, para construir la Iglesia profética, que celebra y se compromete con todos, en especial con los más necesitados. Te invitamos a que participes activamente, acércate a tu comunidad parroquial, pide informes e involúcrate de forma activa en la misión. ¡Te esperamos!

Como Iglesia Diocesana necesitamos una impostergable conversión pastoral que posibilite convertirnos cada vez más, en una Iglesia en salida y no encerrada en sí misma, hasta lograr a ser una Iglesia en Misión permanente y que llegue a todos, especialmente a los más pobres. Por ello hemos trabajado en: La presentación de la etapa de Pre-misión, durante cuaresma-Pascua 2017 donde participaron 180 agentes de pastoral, de 48 parroquias. Una experiencia del encuentro con Jesucristo, mediante los retiros kerigmáticos, en Pascua y Tiempo Ordinario de 2017 con la participación de 820 agentes de pastoral de 47 parroquias. La presentación de los materiales de misión intensiva el 8 de noviembre de 2017 a 150 agentes de pastoral, del total de las parroquias de la diócesis. La realización de la misión intensiva en el 80% de las parroquias, donde las parroquias darán continuidad al proceso de la misión, mediante las casa de reunión.

Después de la Misión Intensiva, será necesario continuar el itinerario formativo por medio de una pastoral que dé seguimiento o acompañamiento, personal y comunitario, donde se han de cuidar los frutos de la misión. Para esto será necesario crear nuevas estructuras que realicen este acompañamiento, así como el compromiso de todos: Obispo, presbíteros, vida consagrada y laicos. 34 Navidad 2017

Pueden servirnos de inspiración unas palabras del papa Francisco para unirnos y acudir a nuestras parroquias, para sumarnos decididamente a la Iglesia misionera del Señor Jesús: “La misionariedad no es sólo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas e individuos independientes, precisamente porque los “confines” de la fe no sólo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer… En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro parece estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las realidades el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión; anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación; anuncio de que el poder del amor de Dios es capaz de vencer las tinieblas del mal y conducir hacia el camino del bien. El hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. María del Carmen Cabrera Ochoa Fraternidad Misioneros de la Cruz Responsable del III objetivo del plan diocesano de pastoral


DIMENSIÓN DE MÚSICA LITÚRGICA:

1. Encuentro de animación y formación para coros, con la participación del equipo itinerante de DEMUSLI y 80 agentes 2. Retiro cuaresmal para coros con asistencia de aproximadamente 50 agentes de pastoral 3. Continua ofreciendo formación en la escuela diocesana de música litúrgica.

DIMENSIÓN ANIMACIÓN Y FORMACIÓN LITÚRGICA: 1. Impartición de Formación y animación para celebración de Triduo Pascual, con presencia de 240 agentes de pastoral de 45 parroquias. 2. Curso de Verano: Los sacramentos de iniciación cristiana, del 19 al 23 de junio, impartido por el Pbro. Lic. Francisco Juárez de la diócesis de Culiacán, con asistencia de más de 330 agentes del 78% de las parroquias de la ciudad, más tres agentes de la diócesis de Nogales. 3. Elaboración con la participación de todas las Dimensiones de la Comisión de la Revista Ekklesiantificante en tiempos de Pascua, Ordinario y Navidad, con un tiraje 1200 alcanzando un 95% de las parroquias de Arquidiocesis.

Actividades pastorales relevantes de la comisión de liturgia

DIMENSIÓN DE CEREMONIAS LITÚRGICAS DIOCESANA:

1. Inicio de animación y formación práctica para Maestros de Celebraciones parroquiales. Tema: Triduo Pascual, los ámbitos de conocimientos de un maestro de celebraciones. 2. Elaboración de Agenda Litúrgica 2017

DIMENSIÓN DE MESC Y CONGRESOS EUCARÍSTICOS:

1. Permanente credencialización a MESC 2. Retiro espiritual para MESC el 10 de junio, en el Santuario Guadalupano, con asistencia de 500 agentes

DIMENSIÓN DE PIEDAD POPULAR Y SANTUARIOS:

1. Primera reunión de animación a 70 agentes de pastoral de grupos o cofradías devocionales con Sr. Arzobispo el 02 de marzo en Casa Diocesana. 2. Encuentro con 210 agentes de pastoral en preparación al domingo de la Divina Misericordia, en Pascua.

DIMENSIÓN DE CUIDADOS DE BIENES CULTURALES Y ARTE SACRO: 1. Nombramiento de nuevo titular: Pbro. Raúl E. Camarillo B.

Navidad 2017

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Sainte Chapelle de Paris S.XIII

VER Los católicos somos conscientes del gran reto pastoral que tenemos para trasmitir el mensaje evangélico en nuestra sociedad contemporánea. Necesitamos encontrar nuevas formas de diálogo para ser realmente la Iglesia en salida que nos pide el Papa Francisco. Tenemos el desafío de la indiferencia religiosa, el secularismo, la incredulidad, la incapacidad de mirar más allá de lo inmediato, la incapacidad de iniciar un diálogo con argumentos abstractos… Esto se da sobre todo en lo que se ha llamado el homo videns, el hombre de la era mediática, bombardeado constantemente por imágenes sin ton ni son, pero que sigue albergando en su corazón las mismas interrogantes y aspiraciones a la Trascendencia y a dar sentido de su existencia.

36 Navidad 2017

JUZGAR Consciente de ello, la Iglesia ha propuesto diferentes caminos para superar estos desafíos, viendo en el Arte Sacro, en la Via Pulchritudinis (o vía de la belleza) un camino para propiciar el encuentro del hombre con Dios. El Consejo Pontificio para la Cultura afirma: «La Vía de la belleza, a partir de la experiencia simple del encuentro con la belleza que suscita admiración, puede abrir el camino a la búsqueda de Dios y disponer el corazón y la mente al encuentro con Cristo, Belleza de la santidad encarnada, ofrecida por Dios a los hombres paras su salvación. Esta belleza sigue invitando hoy a los Agustines de nuestro tiempo, buscadores incansables de amor, de verdad y de belleza, a elevarse desde la belleza sensible a la Belleza eterna y a descubrir con fervor al Dios santo, artífice de toda belleza» .


Es por ello que desde el inicio del cristianismo el arte ha sido un instrumento siempre presente en la labor de evangelización y catequesis, desde las sencillas pinturas de las domus ecclesiae y las catacumbas, hasta las magníficas obras de arte –pinturas, esculturas, catedrales…– realizadas durante varios siglos, que constituyen una valiosísima aportación al patrimonio artístico de la humanidad. Es importante que el Arte Sacro cumpla con su cometido, ser un instrumento de unión del hombre con Dios. Por ello el Catecismo de la Iglesia recuerda: «el arte sacro es verdadero y bello cuando corresponde por su forma a su vocación propia: evocar y glorificar, en la fe y la adoración, el Misterio trascedente de Dios, Belleza sobreeminente Invisible de Verdad y de Amor, manifestado en Cristo, “resplandor de su gloria e impronta de su esencia” (Hb 1,3), “en quien “reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2,9), belleza espiritual reflejada en la Santísima Virgen Madre de Dios, los ángeles y los santos. El arte sacro verdadero lleva al hombre a la adoración, a la oración y al amor de Dios Creador y Salvador, Santo y Santificador» .

VII expresa que el arte cristiano busca lo verdaderamente digno, decoroso y bello, signo y símbolo de las realidades celestiales. Pero a la vez recalca que para promover un arte auténticamente sacro, se ha de buscar «más una noble belleza que la mera suntuosidad» .

Bernini / Extasis de Santa Teresa

A lo largo de la historia, el arte cristiano ha sido la Biblia de la gente sencilla. En el año 599 San Gregorio Magno afirmaba que «la pintura se usa en las iglesias para que los analfabetos, al menos mirando a las paredes, puedan leer lo que no son capaces de descifrar en los códices». Si en muchos siglos la catequesis fue a través de imágenes, ¿por qué no presentar a las gentes sencillas de nuestro tiempo esa gran riqueza de contenidos de fe que se encuentra en la tradición del arte cristiano? El diálogo fe-cultura puede ser suscitado así a partir del patrimonio cultural religioso. La Constitución Sacrosantum Concilium del Vaticano II sobre la Liturgia, en su capítulo CONSEJO PONTIFICIO DE LA CULTURA, La Via pulchritudinis, camino de evangelización y de diálogo, Documento Final Asamblea Plenaria 2004, II 1. 2 Catecismo de la Iglesia Católica, 2502. 1

Diego Velazquez / Coronción de la virgen Navidad 2017

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CELEBRAR Ahora que se acerca la Navidad, pidamos a Dios Padre, que al mirar junto a María y a José la imagen de Jesús en el Belén, podamos descubrir la belleza de salvación que se encierra en Él, «rostro humano de Dios y rostro divino del hombre»: Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. (Jn 1, 14.)

Rembrandt / Retorno del hijo prodigo

ACTUAR Después de reflexionar sobre lo anterior, podemos preguntarnos: ¿Invertimos tiempo y recursos en el arte sacro para comunicar los misterios de nuestra fe? En los equipos de liturgia, en los consejos económicos parroquiales, ¿Consideramos el arte sacro como un medio de evangelización y catequesis? ¿Anhelamos la mera suntuosidad, superficial y hueca o nos conformamos con la mediocridad y la ordinariez? ¿Cómo evitar la tentación de que los adornos en nuestros templos no respondan a mercantilismos frívolos, suntuosos, sin sentido evangélico?

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SC, 124.

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Andrea Della Robbia / Virgen con el niño Pbro. Raúl Eduardo Camarillo Blásquez Coordinador diocesano de arte sacro y cuidado de bienes culturales.


Catequesis: Las devociones de Adviento-Navidad

OBJETIVO El objetivo es descubrir como las devociones y piedad popular nos invitan a vivir los sacramentos en este Tiempo de Adviento y Navidad ORACIÓN Guía: Ponemos nuestro corazón en sintonía con Dios, (un breve silencio). Todos: Adviento tiempo de esperanza, pues nacerá Emmanuel, “Dios con nosotros”; haz crecer en cada uno la alegría con la cual cantamos “ven, ven, Señor no tardes”. Con María, ayúdanos Señor, a vivir generosos en la entrega, a ofrecer nuestra vida como ella, a escuchar tu Palabra en todo tiempo, a practicar sin descanso el Evangelio, ayúdanos a vivir solidarios con los que hoy, como ayer en Belén, no tiene lugar. Lector 1: Los que sueñan y esperan la Buena Nueva, abran las puertas al Niño que está cerca. Lector 2: El Señor está cerca, Él viene con la paz. El Señor cerca está y nos trae la verdad. Todos: Preparamos los caminos, ya se acerca el Salvador y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor. Ven, Señor, a liberarnos, ven, tu pueblo a redimir; purifica

nuestras vidas y cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro y a tu lado vivamos por siempre, Amen. VER LA REALIDAD: En la Iglesia, hay una inagotable fuente de opciones para vivir los tiempos litúrgicos, tenemos fiestas de santos, devociones, prácticas piadosas, rituales, liturgia de las horas, formación, catequesis entre otras riquezas; éstas, se elaboran y están pensadas para responder a las necesidades de nuestras comunidades. Sin embargo, con frecuencia vemos algunas realidades que deberán cuestionar nuestra praxis pastoral, y como grupos que fomentamos las devociones y las expresiones de piedad popular hacer algo al respecto, veamos algunos ejemplos: 1.- Producto del consumismo y la frivolidad se puede observar que, la práctica de “comprar” coronas de adviento, en muchos de los casos, se debe sólo al deseo de embellecer los hogares o capillas. A menudo se desnuda a los signos que rodean esta corona de todo su significado auténtico. Poco nos sirve para iluminar los momentos de oración comunitaria y generar la anhelada conversión. 2.- Una de las expresiones devocionales más nutridas y variadas, son las marianas. No es difícil ver como en Navidad 2017

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muchos hogares, las llamadas “velaciones a la Virgen de Guadalupe” terminan siendo una romería de comida y bebida en exceso. Por otra parte, las peregrinaciones y mandas a la Virgen Guadalupana, en ocasiones también rayan en un cumplimiento cargado de folklore que poco invita a un cambio de vida en quienes las realizan. Lejos de ayudar a interiorizar y provocar un cambio, se busca la convivencia y algarabía por ir al Cerrito.

todo de Juan Bautista: “Convertios, porque está cerca el reino de los cielos” (Mt 3,2); - esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y “nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es” (1 Jn 3,2)

3.- Algo propio de los ambientes de escuelas y trabajos, son las llamadas posadas, a partir de las primera quincena del mes de diciembre, se busca la reunión para hacer fiesta de posadas, en muchos de los casos quedan solo las prácticas de romper piñatas y darse regalos. Aquí tampoco es difícil encontrar en las posadas actuales cómo lo religioso se paganiza y se vuelve una fiesta de excesos sin Dios.

La Corona de Adviento (#98) La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78).

4.- Por último, mientras que algunos organismos de la sociedad civil en ocasiones ensalzan a la Familia y le otorgan un día ajeno a la celebración religiosa. Entre las comunidades católicas vemos cada vez menos la práctica de unir a la familia para estrecharse con la bendición de Dios. Las fiestas de navidad en casa, en ocasiones se viven juntos pero distantes por la interferencia de los aparatos eléctricos de comunicación.

La Virgen María, en Adviento y Navidad (#101) En el tiempo de Adviento, se celebra de modo particular a la Virgen María, recuerda su importancia para la historia de salvación y exalta la actitud de fe y de humildad con que se unió con su “SI” al proyecto de Dios. Por otra parte, se resaltan algunas fiestas devocionales que preceden el nacimiento de nuestro salvador. En México y algunos países latinoamericanos tiene especial reconocimiento al conmemorar a María de Guadalupe como signo de luz y se relaciona al nacimiento de la iglesia en América. La solemnidad de la Inmaculada o Purísima Concepción en 8 de diciembre es una expresión de cómo los profetas anunciaron y prepararon la llegada del Mesías.

ILUMINACIÓN DOCTRINAL: Los tiempos de Adviento y Navidad son “tiempos fuertes”, estos nos ayudan a profundizar en la vida de fe y en la práctica de los sacramentos. En nuestras parroquias hay diferentes devociones, prácticas de piedad, las cuales enriquecen la vida de comunidadfraternidad, todas ellas, son trasmitidas de generación en generación por la familia y la comunidad parroquial; otras son propias de la Iglesia. Tomando como referencia el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia. Veamos algunos números que nos hablan de la esencia de éstas prácticas devocionales: ¿Qué es el Adviento? #96 El Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza: - espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal; - conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo, mediante la voz de los profetas y sobre 40 Navidad 2017

Inicio de la novena de Navidad (#103) Novena de Navidad nació para comunicar a los fieles las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso. La novena navideña ha desempeñado una función valiosa y la puede continuar desempeñando. Sin embargo en nuestros días, en los que se ha facilitado la participación del pueblo en las celebraciones litúrgicas, sería deseable que en los días 17 al 23 de Diciembre se solemnizara la celebración de las Vísperas con las “antífonas mayores” y se invitara a participar a los fieles. Esta celebración, antes o después de la cual podrían tener lugar algunos de los elementos especialmente queridos por la piedad popular, sería una excelente “novena de Navidad” plenamente litúrgica y atenta a las exigencias de la piedad popular. En la celebración de las Vísperas se pueden desarrollar algunos elementos, tal como está


previsto (p. ej. homilía, uso del incienso, adaptación de las preces). La fiesta de la Sagrada Familia: (#112) La fiesta de la Sagrada Familia, Jesús, María y José (Domingo en la octava de Navidad) ofrece un ámbito celebrativo apropiado para el desarrollo de algunos ritos o momentos de oración, propios de la familia cristiana. El recuerdo de José, de María y del niño Jesús, que se dirigen a Jerusalén, como toda familia hebrea observante, para realizar los ritos de la Pascua (cfr. Lc 2,41-42), animará a que toda la familia acepte la invitación a participar unida, ese día, en la Eucaristía. Y resultaría muy significativo que la familia se encomendase nuevamente al patrocinio de la Sagrada Familia de Nazaret, la bendición de los hijos, prevista en el Ritual, y donde sea oportuno, la renovación de las promesas matrimoniales asumidas por los esposos, convertidos ya en padres, en el día de su matrimonio, así como las promesas de los desposorios con las que los novios formalizan su proyecto de fundar en el futuro una nueva familia. Pero más allá del día de la fiesta, a los fieles les agrada recurrir a la Sagrada Familia de Nazaret en muchas circunstancias de la vida: se inscriben con gusto en las Asociaciones de la Sagrada Familia, para configurar su propio núcleo familiar según el modelo de la Familia de Nazaret, y dirigen a la misma jaculatorias frecuentes, mediante las que se encomiendan a su patrocinio y piden la asistencia para el momento de la muerte. El tiempo de adviento y Navidad es de alguna manera un recorrido por el camino de salvación, es preparación para el seguimiento de Jesús. Qué mejor manera que alimentándonos de su Cuerpo, así, la Eucaristía nos auxilia en el deseo de vivir intensamente estas fechas. Es vivir la alegría del advenimiento del Señor, es hacer un alto para retomar fuerza e iniciar camino. El objetivo de presentar con novedad y respondiendo a nuestras realidades particulares, estas devociones y prácticas piadosas, invitaría también a los hermanos a procurar aprovechar este tiempo para renovar su vida sacramental, pues aquel que se ve rodeado de una experiencia de Dios, cercano de la comunidad inevitablemente sentirá el impulso de estar más unido al Espíritu del Señor que “Envía a renovar la faz de la tierra” (Sal 104,30).

Si bien los sacramentos son momentos sagrados en la vida de las personas y de la comunidad que se aprende a reconocer, celebrar y compartir, debemos motivar a los hermano para una mayor acercamiento a ellos. La idea de esta pequeña catequesis es la de motivar a participar activamente en la preparación de un retiro comunitario de Adviento. ¿El motivo? Aprovechar la espiritualidad que nos presenta este tiempo, con su novedad sorpresa, sencillez y desafío para integrar más hermanos a la comunidad. ACTUAR ¿Cómo participo en la comunidad? ¿Soy motivador o espectador? ¿Las posadas, velaciones, etc. son sólo reuniones sociales o fiestas de encuentro y reflexión con el Dios Niño? Cada comunidad puede añadir durante las semanas del adviento una breve charla o taller, actividades que involucren desde los adolescentes hasta los más sabios de la comunidad, vale la pena en este tiempo de misión, salir “hacer lío” como dice S.S. Francisco, es mover a la comunidad, preparar meditaciones, oraciones, retiros entre otros ejercicios pastorales para lograr la mayor participación. No es tanto enseñar una clase de escatología, lo cual se hace en la formación, es compartir las experiencias que desde el corazón de la comunidad y personal, hacen vivir el gozo y esperanza ante los conflictos y problemas que a diario afrontamos. Los sacramentos alimentan nuestra fe y mueven a la misión, ya que nadie, debe quedarse fuera de las fiestas populares de la Navidad y su preparación. CELEBRAR Oremos Señor, tú nos has buscado antes. Tú siempre eres el primero. Tú haces camino para encontrarnos, ayúdanos a responder a tú llamada, a encontrar la senda y salir a llevar Esperanza. Oh Dios, nuestro Padre, suscita en nosotros la voluntad de ir al encuentro de tu Hijo. Amén

Pbro. Luis Armando González Torres

Coordinador diocesano de piedad popular y santuarios

Cuaresma-Pascua 2017 Navidad 2017

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En otras ediciones hemos insistido que el Adviento, es un “tiempo hecho sacramento”, signo eficaz de la gracia que Dios comunica a su Iglesia y de la fe con que la comunidad eclesial acoge este don siempre novedoso de Dios. También hemos insistido en que el Adviento forma una unidad dinámica con la Navidad y la Epifanía. Se trata del Dios-con-nosotros que vino, viene y vendrá, ello, actualizándose sacramentalmente desde el primer domingo de Adviento hasta la fiesta del Bautismo del Señor; o sea tendremos seis o siete semanas para aprovechar las gracias divinas y profundizar en la vivencia cristiana sobre todo en dos actitudes fundamentales como son la fe y la esperanza. Veamos algunas posibles “fuentes” espirituales de la propuesta litúrgica, para extraer su riqueza:

I.- Del primer domingo de Adviento hasta el 16 de

diciembre las profecías mesiánicas orientan nuestra mirada hacia la venida de Cristo, pero entendiéndola además como escatológica, es decir la venida al final de los tiempos. Las dos primeras semanas nos dará la pauta el profeta Isaías con el anuncio de la salvación mesiánica, así mismo el Evangelio nos va mostrando que es en Jesús de Nazareth en quién se cumplen estas 42 Navidad 2017

promesas. Para aprovechar al máximo este tiempo, aunado a las celebraciones litúrgicas, sugerimos lo siguiente: •La estación del año y la expresión de la naturaleza (otoño-invierno) nos empuja ya a enfrentarnos con los “presentimientos del corazón”, los escenarios naturales, nos invitan a escuchar la voz del interior y a dedicar algo de tiempo para Dios. Un buen ejercicio, sería quedarnos sentados un rato sin hacer absolutamente nada intencionalmente, concentrarnos en lo que bulle dentro de cada uno de nosotros mismos y preguntarnos. ¿Qué es lo que espero en la vida? ¿Cuál es mi mayor anhelo? ¿Qué podría llenar mi vida? ¿Qué hace falta a mi vida…? Podríamos además, darnos tiempo en una noche, programarnos para media noche o madrugada, cuando hay más quietud en nuestro propio hogar, para ir al encuentro con Cristo, esperándole como dice el salmo “mi alma espera al Señor más que el centinela a la aurora” (Sal. 130)

II.- Del 17 al 24 de diciembre la mirada se centra

más en prepararnos para la Navidad, es la celebración sacramental de la venida de Cristo, que se actualiza en el “hoy” de las oraciones y textos litúrgicos. Estos nueve días, en los evangelios, se nos conduce hacia la Navidad con los pasajes de la anunciación del Bautista y de


Jesús y sus respectivos nacimientos. La Virgen María es ahora la protagonista, por ser la madre del Mesías. Ella es símbolo de la Iglesia que celebra la venida de Cristo, es la mejor Maestra en la alegría y la esperanza. En México tenemos el día 12 la solemnidad de Santa María de Guadalupe, que armoniza perfectamente con este tiempo. Para aprovechar al máximo este tiempo, aunado a las celebraciones litúrgicas, sugerimos lo siguiente: •El frío propio de la temporada y la oscuridad del sol que se oculta más temprano, hacen que nuestras vidas experimenten la frialdad y las tinieblas del corazón humano. ¡No debemos temer! Será oportuno contemplar una imagen de María Santísima al lado de una vela, dejando que en el silencio afloren nuestras nostalgias, anhelos y propósitos buenos, Ella es la portadora de la Luz que no conoce ocaso. Su sonrisa maternal puede llegar a lo hondo de nosotros si nos damos tiempo de contemplación. Experimentando “la infantilidad del alma” ante la luz y el calor de una vela, así como la mirada de María, podremos reemprender con seguridad el camino en la búsqueda del Reino del Dios con toda sencillez.

III.-

Los padres conciliares nos recuerdan a cerca de la sacramentalidad de los tiempos litúrgicos: “Conmemorando así los misterios de la Redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación.” (SC. 102). De este modo, desde la víspera, 24 de diciembre, hasta el domingo siguiente al 6 de enero, la fiesta del Bautismo del Señor, celebramos el nacimiento en el “hoy” de nuestro Señor Jesucristo. Las lecturas y oraciones nos hablan de Aquel que siendo Invisible se hace Visible, de Aquel que ya existía desde la eternidad, pero que comienza a existir en el tiempo, de Aquel cuya Luz ya brillaba en la obra de la creación, pero que ahora brilla resplandeciente para restablecer y salvar a la creación misma… Es el misterio de ser partícipes de la inmortalidad de Cristo, ya que se ha hecho mortal como nosotros. De esta manera, hasta la Epifanía asumimos esta realidad, que es para nosotros y toda la humanidad. Para aprovechar al máximo este tiempo y aunado a las celebraciones litúrgicas, sugerimos lo siguiente:

•En la medida en que nosotros celebramos el Misterio del Nacimiento de Cristo en Navidad, podemos presentir que Él quiere también nacer en cada uno de nosotros. Podemos especular espiritualmente algo de este misterio si nos sentamos tranquilamente, pero ahora, frente a un nacimiento o estampa de un pesebre, podemos grabarlo en nuestra mente e imaginarlo allí, donde no llegan ni nuestros pensamientos, ni nuestros planes, ni nuestros deseos, precisamente allí está la cuna en que se recuesta el Divino Niño Redentor sonriendo al mundo. Si el Niño Dios habita en nosotros, nos volvemos como niños, nos volvemos callados, cuidadosos, tiernos. Descubrimos en nuestro niño interior, nuestra auténtica esencia y tal vez lleguemos a sentir una paz profunda, siempre y cuando logramos llegar a ser uno con nosotros mismos. A menudo nos sentimos lejos de Dios, e incapaces de hacer espacio para Él, con la contemplación de los peregrinos José y María, de los pastores, de los reyes magos, tendremos un buen aliciente para “ver” esos rechazos y esas necesidades del corazón humano. Durante este tiempo es oportuno aprovechar ciertos momentos de silencios meditativos, así estaremos venciendo resistencias, temores y angustias que ordinariamente nos alejan física o espiritualmente de Dios y de los demás.

Dimensión de animación y formación litúrgica Navidad 2017

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CORONA DE ADVIENTO

MONICIÓN INTRODUCTORIA Hermanos: Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo así como las actitudes que debemos tener para vivir y anunciar su Evangelio. Cada vela nos ayudará a reconocer y llegar a todos nuestros hermanos como un itinerario de preparación. Su color verde significa la vida y la esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida. BENDICIÓN La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu

Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa. Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que bendigas nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo, anunciando la buena nueva con palabras y buenas obras para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Todos: Amén. Este primer domingo consideraremos LA RECONCILIACIÓN Y EL PERDÓN: Practiquemos el perdón todos los días, hasta que se vuelva una expresión perfecta y constante del amor de Dios a través de nosotros. Navidad 2017

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Señor, que seamos personas capaces de unir oración y vida, para con ello convertir a otros. Ilumina nuestra Iglesia con tu luz y guíanos con tu amor, para que nosotros, al igual que esta corona, podamos ser velas encendidas y que por medio de nuestras acciones, actitudes y servicios, anunciemos la buena nueva a todas las personas que nos rodean. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos amén Se encenderá la primer vela. SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Consideremos LA PAZ Y LA COMPRENSIÓN: Busquemos constantemente la paz del Señor, para que nos alegremos delante de Él de todo corazón. Señor, convierte nuestra comunidad en una comunidad misionera en busca de la paz y comprensión entre los hermanos, colaboradora tuya en la extensión del Reino. Ilumina nuestra Iglesia con tu luz y guíanos con tu amor, para que aumenten entre nosotros los lazos de unión y reconciliación y nos sintamos responsables los unos de los otros. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se encenderá la segunda vela. TERCER DOMINGO DE ADVIENTO Consideremos LA FE Y LA ESPERANZA: Alegrémonos de corazón y esperemos unidos como Iglesia, con fe y esperanza, el nacimiento de Jesús Nuestro Señor, que nos hará más fuertes en la construcción del Reino. Señor, que seamos católicos movidos por tu Espíritu, que irradiemos esperanza, alegría y paz, y seamos capaces de ir al encuentro de nuestros hermanos. Ilumínanos con tu luz y guíanos con tu amor, para que podamos descubrirte en todos y servirte en cada uno. Tú que vives y reinas por 46 Navidad 2017

los siglos de los siglos amén. Se encenderá la tercera vela CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO Consideremos el AMOR: Al permitir que el amor rija nuestra vida, irradiaremos ese amor, conoceremos la paz de Dios y lo compartiremos con los demás. Señor, haz que tus dones se hagan vida en nuestra comunidad. Necesitamos ser personas que sepamos escuchar; capaces de construir paz y unidad. Ilumínanos con tu luz y guíanos con tu amor, para que nuestros corazones estén abiertos al Niño Jesús, que tengamos siempre presentes tus dones, viviendo con alegría nuestro amor a los demás. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMÉN Se encenderá la cuarta vela.


PEREGRINACIÓN A LA GUADALUPANA

Peregrinación a la Guadalupana

INTRODUCCIÓN En este año en que la Iglesia Diocesana de Hermosillo emprendio una experiencia de Misión Evangelizadora en las Parroquias, y animados porque nos sentimos una Iglesia en Camino, que desea traspasar los muros de los templos para llegar a la formación de nuevas comunidades fraternas y comprometidas, rogamos a Nuestra Señora de Guadalupe acune en sus Santas Manos todos los esfuerzos y trabajos que hasta hoy se han realizado y los ofrezca a Dios Padre. “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1, 14) y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia Evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender, el espíritu de la Nueva Evangelización. Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la iglesia. Porque cada vez que miramos a

María, volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles, sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes”. (EG 284 y 288) Con el ánimo dispuesto y el corazón lleno de alegría y entusiasmo, iniciamos esta peregrinación, buscando salir de la comodidad del templo, a los caminos que, si bien son difíciles, de la mano de Santa María de Guadalupe, ¡todo se vuelve llevadero y fácil! y el encuentro con Dios y los hermanos será una realidad. “Yo soy una Misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa Misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar.” (EG 273) Navidad 2017

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¿QUÉ ES PEREGRINAR? Es hacernos conscientes de que durante toda nuestra vida somos peregrinos, siempre y cuando salgamos al encuentro del hermano más pobre, enfermo, solo, encarcelado, y es entonces y sólo entonces, cuando real y verdaderamente tendremos un encuentro con Dios, apoyados en todo momento por Nuestra Madre Santísima, haciéndolo con pasos siempre firmes a pesar de las dificultades y obstáculos que encontremos en el camino. RECOMENDACIONES • Es conveniente que quien desee peregrinar, se prepare espiritualmnente con anticipación, realizando una buena confesión. • Trazar el recorrido considerando las condiciones del lugar y las posibilidades de las familias. • Hacer invitación a los vecinos para que adornen con flores, globos, banderitas, etc., el frente de sus casas, con el fin de que se sientan incluidos en la peregrinación. • Invitar a cinco o más familias, para que coloquen y adornen un pequeño altar con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, y de esta manera marcar las estaciones del rezo del Santo Rosario. • Solicitar con tiempo, un automóvil y aparato de sonido, para los cantos y rezo del Rosario durante la peregrinación. • Imprimir hojitas con los cantos y oraciones, para facilitar la participación de todos. 48 Navidad 2017


INICIO DE LA PEREGRINACIÓN

Guía:

OREMOS

Ya que se trata de un momento de fe. Iniciamos nuestro peregrinar con la bendición de Dios, nos persignamos diciendo: En el nombre del Padre, que nos ha congregado en un solo Pueblo, para confesarlo en la Verdad y servirlo en Santidad y Justicia; En el nombre del Hijo de Dios, que se ha encarnado de María para ser Pastor y Guía de nuestro caminar hacia el Padre; En el nombre del Espíritu Santo, que alienta nuestro peregrinar hacia los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, en que liberados de la muerte, contemplaremos a Dios, cara a cara, bajo la dulce mirada de María de Guadalupe, Madre del Verdadero Dios, por quién se vive, emprendamos este peregrinar hacia el Santuario Guadalupano o el Cerrito de la Virgen, donde nuestro Pueblo contempla el Rostro misericordioso de Dios, en el Rostro mestizo de la Virgen de Guadalupe.

Señora y Madre Nuestra, bajo la luz de tu mirada y de tu mano maternal, emprendemos el camino hacia tu Casa, desde donde nos manifiestas tu amor, auxilio y defensa a todos los moradores de esta Tierra. R. Acompáñanos, Señor, en nuestro camino. Peregrinamos como miembros de nuestra Iglesia, porción amada de tu Hijo Unigénito. Queremos caminar contigo desde Cristo, contemplando su Rostro y siguiendo sus pasos por el camino de los misterios del gozo y de la gloria, de la luz y de la cruz. R. Queremos configurar nuestra Iglesia Diocesana como “Casa y escuela de la comunión misionera” en la que haya espacio de Vida, de Amistad y de Servicio para todos. R. Navidad 2017

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No queremos que nadie sea excluido, porque Tú eres Madre de los que están cerca y de los que están lejos. Ayúdanos a ser sensibles a nuestra dignidad de personas e hijos de Dios, a fin de poder reconocer la dignidad de nuestros hermanos. R. Recorre con nosotros el Camino de la Santidad y alumbra nuestros pasos como los de San Juan Diego, para que todos, Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Laicos, en comunión con nuestros Obispos, hagamos posible que el Reino de Dios, acontezca en esta región del País, donde tu amado Hijo, nos ha llamado a servir. Amén. ORACIÓN DE BENDICIÓN Dios todopoderoso, que otorgas tu misericordia a los que te aman y en ningún lugar estás lejos de los que te buscan, asiste a tus servidores que emprenden esta piadosa peregrinación y dirige su camino según tu voluntad; que de día los cubra tu sombra protectora y de noche los alumbre la luz de tu gracia, para que, acompañados por ti, puedan llegar felizmente al lugar de su destino. Por Jesucristo, nuestro Señor. CONCLUSIÓN DEL RITO El Señor dirija nuestro camino y lo haga próspero y saludable. R. Amén. E1 Señor nos asista y se digne ser nuestro acompañante. R. Amén. Que el camino que ahora confiadamente emprendemos lo terminemos felizmente con la ayuda de Dios. R. Amén.

DURANTE LA PEREGRINACIÓN ROSARIO GUADALUPANO Guía: 1er. MISTERIO: La Virgen María “Madre del Dios verdadero por quien se vive”, se le aparece a Juan Diego en el Tepeyac y lo manda ante el Obispo para que le edifique un templo. Lector 1: PRIMERA APARICIÓN. Sábado 9 de Diciembre de 1531, por la mañana. Frío estaba Diciembre, casi invierno, cuando Juan Diego al Tepeyac subía aquella mañanita de aquel día en que lo ungió tu corazón materno. Le hablaste por su nombre con el tierno acento de tu voz que es melodía, le llenaste la sangre de alegría y fuiste ¡Primavera antes de invierno! -Juanito, Juan Dieguito,- le dijiste Soy la Madre de Dios, del Dios Viviente; quiero ser el consuelo para el triste en este suelo que amorosa piso”. y entrando el indio a tu mirada ardiente, estrenó en nuestra Patria el Paraíso. Padre Nuestro 10 Ave María…. Guía: 2º. MISTERIO: Juan Diego regresa triste ante la Virgen, porque el Obispo no le hizo caso. Lector 2: SEGUNDA APARICIÓN. SÁBADO 9 DE Diciembre de 1531, por la tarde. Juan Diego, entristecido, de regreso ya tarde al Tepeyac llevó su paso. El Obispo, Fray Juan, no le hizo caso, y vino a referirte aquel suceso.

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“Yo ya te obedecí, pero confieso: soy cola de animal, soy muy escaso de dignidad, soy hojita, soy lazo. Mándale a otro mejor, que sepa de eso”. Y tú le respondiste: -”Es preciso que vayas tú, mañana, nuevamente, como un embajador, a dar mi aviso”. Juan Diego lo aceptó. Se fue a su casa, llevándose en sus ojos solamente, encendida por los tuyos, una brasa. Padre Nuestro 10 Ave María…. Guía: 3er. MISTERIO: Juan Diego le cuenta a la Virgen que el Obispo no creía en su mensaje Lector 3: TERCERA APARICIÓN Domingo 10 de Diciembre de 1531, por la tarde. Era domingo ya, Juan Diego vino a traerte las nuevas de ese día: te contó que el Obispo no creía que fuera tu verdad algo genuino. Pensó que él era un indio en desatino, sin embargo, le dijo que quería una clara señal, con que podría aceptar que el mensaje era divino. Lo consoló tu voz, tu voz bonita: -”Esta bien, hijo mío, ven mañana a llevar la señal que él necesita. Así te creerá de buena gana. Pero quiero que sepas, mientras tanto, que yo sé bien pagar:-¡TÚ SERÁS SANTO!” Padre Nuestro 10 Ave María…. Guía: 4º. MISTERIO: Juan Diego regresa ante el Obispo llevándole la señal que pidió.

Martes 12 de diciembre de 1531, de madrugada. Fue el martes 12, muy de madrugada, del más bello diciembre que haya habido, cuando el pobre de Juan Diego, compungido, te mostraba su alma desgarrada. Se le muere su tío. -¿Quién se apiada? -”No tengas pena. Ya está fortalecido. ¿No ves que soy tu Madre? ¿Has entendido? ¡Nada debe afligirte! ¡Nada, Nada! “Sube ahora a la cumbre, trae las rosas que al Obispo enviaré como evidencia de mis claras palabras amorosas”. Juan Diego fue al prelado casi en vuelo, la prueba le entregó, y en su presencia a la tilma bajaste desde el cielo. Padre Nuestro 10 Ave María…. Guía: 5º. MISTERIO: Al desplegar su tilma con las rosas, se estampa milagrosamente la Imagen de la Virgen. Lector 5: SEMILLA Y COSECHA Salió a sembrar el Sembrador Divino en una tierra para ÉL querida, aunque era roca y se encontraba herida por duras dagas que hundía el espino. Al Tepeyac determinado vino, arriba del Anáhuac, y enseguida, sembrando el Evangelio de la Vida, le quitó al panorama lo mezquino. Tú fuiste esa semilla, Hija del Padre, María de Guadalupe, en nuestro suelo: fecunda, Virgen luminosa, Madre, que ofreces diariamente, hasta la fecha, en frutos de virtudes y consuelo, una santa y espléndida cosecha. Padre Nuestro 10 Ave María….

Lector 4: CUARTA APARICIÓN Navidad 2017

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LETANIAS GUADALUPANA Respondemos: Ruega por nosotros Madre del Dios verdadero. Madre del Dios por quien se vive. Madre del Dios de la intimidad. Madre de la Iglesia en América. Madre de México. Madre de los moradores de esta tierra mexicana. Madre compasiva con el que sufre. Madre defensora contra las injusticias. Madre defensora de la vida de los niños mexicanos. Madre llena de amor a los indígenas. Madre que escucha nuestros lamentos. Madre que remedia nuestras miserias. Madre que consuela nuestras penas. Madre que alivia nuestros dolores. Morenita del Tepeyac. Guía: Contestamos: “Ayúdanos, Señora” Virgen de Guadalupe ayúdanos a dar testimonio de la fe. Virgen de Guadalupe ayúdanos a salir de la ignorancia. Virgen de Guadalupe ayúdanos a salir de la apatía. Virgen de Guadalupe ayúdanos a salir de la pobreza. Virgen de Guadalupe ayúdanos a manifestarnos como hermanos. Virgen de Guadalupe ayúdanos a desarrollarnos como personas. Virgen de Guadalupe ayúdanos a vencer la indiferencia. Virgen de Guadalupe ayúdanos a vencer la negligencia. Virgen de Guadalupe ayúdanos a construir nuestras familias. Virgen de Guadalupe ayúdanos a profundizar en nuestra fe. Virgen de Guadalupe ayúdanos a buscar el progreso de nuestra comunidad. Virgen de Guadalupe ayúdanos a construir caminos de justicia y de paz. Virgen de Guadalupe ayúdanos a servir a nuestros hermanos con profundo amor.

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ORACIÓN PARA FINALIZAR LA PEREGRINACIÓN Señor, Padre bueno, hoy queremos hacerte padre nuestro. Nos llamas a ser una sola familia en el amor. Con Jesucristo nuestro hermano llénanos de tu Espíritu Santo, para que, guiados por la palabra que lee nuestras vidas renovemos y renazcamos para construirnos y construir una nueva familia y una nueva comunidad en todo nuestro pueblo mexicano, desde esta porción de Iglesia diocesana. Tenemos Señor, todos y todas, una petición: ¡Que no nos inclinemos a ser cobardes!, para que el presente sea un desafío, que nos permita caminar y crecer en unidad, compartiendo lo que somos y tenemos en solidaridad, sin excluir a nadie. Que las periferias existenciales no nos sean indiferentes, para que la vida y el proyecto de Jesús el buen pastor, sea realidad entre nosotros, y así se extienda tu reino de vida, justicia, verdad y amor, haciendo de cada espacio donde está la vida, templos del encuentro y la comunión, a fin de que todos conozcan tu gran bondad, que construye nuestra comunidad. Con la alegría que haces brotar de los corazones sencillos, a ti la gloria, por los siglos de los siglos. AMEN


MISIÓN POR NUESTROS ENFERMOS

Hoy mucho se habla de algunos políticos que poco ayudan a solucionar problemas sociales, de escándalos de algunos artistas con sus frivolidades, y de varios temas de moda que solo provocan rabia, decepción y frustración. En nuestra Iglesia se está hablando mucho de la misión. Se nos ha venido recordando últimamente que Jesús fue el primer misionero, que vino al mundo para salvarlo con sus palabras y acciones. Es el mismo Jesús quien prepara a sus misioneros y los envía a continuar su obra salvadora. Quienes venimos a misa los domingos o entre semana somos enviados por Dios a compartir la alegría del Evangelio, la alegría de la nueva oportunidad que Jesucristo, nos da a todos reconciliados con el Padre y entre nosotros mismos, por su muerte y resurrección.

bien corporal y espiritual de los enfermos es compartida y continuada por su Iglesia, por ello debemos responder a este impulso misionero siempre. 2. Nos reunimos preferentemente en capilla o casa ante un crucifijo, para sentir el renovado “envío” de parte de Dios e ir al encuentro del Cristo sufriente en nuestros hermanos, que nos espera para reconfortarlo con nuestras oraciones, afectos y ayuda.

INSTRUCCIONES

3. Leer y meditar: “...Entonces dirán también éstos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Él entonces les responderá: En verdad les digo que cuanto dejaron de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejaron de hacerlo. “E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.” (Mt.25,44-46).

1. Lo primero es contagiar e invitar a otros hermanos de la comunidad. Debemos Debemos recordarnos mutuamente que, la preocupación que Cristo mostró por el

Oración de envío: “Oh Dios que enviaste a tu Hijo, para que, con sus heridas nos trajera la salud de cuerpo y alma. Señor nuestro Jesucristo que enviaste a tus apóstoles y Navidad 2017

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discípulos al mundo entero para aliviar los corazones y sanar toda dolencia. Te pedimos que nos ayudes en esta misión, dispón el corazón de quienes visitaremos, sana y toca la vida de tus fieles. Tu que vives y reinas con el Padre en el Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos”. Amén. 4. Después vamos a visitar casas, nos identificamos como miembros de la parroquia y preguntamos amablemente si viven allí personas enfermas y/o si gustan que hagamos un momento de oración con ellos, aunque no halla enfermos, pero por los enfermos conocidos de esa familia. (Pueden participar los de la casa si lo desean). ESQUEMA: 1. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. Amén (persignarse) 2. Oración inicial: Señor Jesucristo creemos en tu presencia entre nosotros, queremos responder a tu llamado e ir al mundo para hacer llegar tu mensaje de salvación. Prepara nuestras mentes y nuestros corazones, instrúyenos con tu Palabra. 3. Lectura solemne (llevar nuestra Biblia) Mt. 8, 14-17 4. Hacemos un momento de silencio breve para meditar (1 o 2 minutos). 5. Preces: Ya que has hecho tuyas nuestras debilidades para darnos la fortaleza de la fe y del amor te pedimos por nuestros hermanos(as) enfermos (as) que visitamos. Juntos decimos: Ayúdanos Señor. •Por nuestros hermanos y amigos que sufren enfermedad, dales tu gracia para soportar con paciencia sus padecimientos. R/ Ayúdanos Señor 54 Navidad 2017

•Por los familiares y personas que cuidan a nuestros enfermos, dales tu gracia, para que te descubran a Ti en ellos y se aligere su carga. R/ Ayúdanos Señor •Por nosotros que vamos al encuentro de nuestros hermanos enfermos, que seamos solidarios y ayudemos a alcanzar su bienestar integral. R/ Ayúdanos Señor •Por nuestros hermanos enfermos, haz que quieran unirse a Ti en sus momentos de mayor sufrimiento, para que así alcancen tu salvación, para ellos y otros hermanos suyos. R/ Ayúdanos Señor 6. Oremos confiadamente al Padre, pidiéndole que no nos deje caer en la tentación: Padre nuestro que estás en el cielo… Amén. 7. Oración final: Dios todopoderoso y fuente de vida, que le das la vida a todos los que creen en ti, escucha con tu amor vivo y activo las oraciones que te hacemos por nuestros hermanos enfermos, devuélveles la salud, para que puedan darte gracias en tu Iglesia. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. R/Amén. 8. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. Amén (persignarse)


ROSARIO A LA VIRGEN DE GUADALUPE POR LOS MIGRANTES

En la migración encontramos a hombres y mujeres, desde ancianos y niños, que se mueven animados por grandes y nobles ideales, por la gran necesidad económica que se les presenta, por las pocas o nulas oportunidades que encuentran en sus lugares de origen para una vida mejor, pero al verse desprotegidos, discriminados e incomprendidos muchas veces caen en la desesperación y frustración y son víctimas de todos los vicios que acechan en su camino. Es ahí donde nosotros debemos acudir en su ayuda, es nuestra misión apoyarlos de manera material y espiritual, mostrar nuestro rostro cristiano ayudándolos a lograr su objetivo: tener una mejor calidad de vida. Presentamos un Rosario para pedir a la Virgen de Guadalupe por los migrantes y sus familias. Oraciones iniciales. María, Señora de Guadalupe, venimos a ti para implorar tu protección para los migrantes, y, para nosotros el firme propósito de acudir a ellos y proporcionarles ayuda material y espiritual. Que seamos solidarios con ellos, que consideremos que es muy breve

el paso por este mundo, que también estamos de viaje a nuestro verdadero hogar que está en el cielo. Enséñanos a acoger a los extranjeros entre nosotros — migrantes, refugiados, personas en tránsito— hermanas y hermanos todos estamos en viaje. Una vez fuiste migrante tú también. Guíalos por senderos seguros, protégelos del mal y líbralos de todo temor. Amén. Primer Misterio: Oremos en este misterio por las innumerables personas que llegan a nuestro país y a nuestro estado en busca de refugio, huyendo de la guerra, de la violencia, de la violación de sus derechos y de sus bienes fundamentales, para que puedan encontrar acogida por parte de nuestras instituciones y sepamos recibirlos en nuestras comunidades con amistad, comprensión, solidaridad y sobre todo, esperanza, manifestándoles así tu rostro. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por ellos. Padre Nuestro 10 Ave María…. Navidad 2017

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Segundo Misterio: Oremos en este segundo misterio por todos los que trabajan en la promoción social y espiritual de los migrantes, para que, sostenidos por la gracia de Dios, sepan guiar a estos hermanos a tomar plena conciencia de su dignidad de hijos de Dios, ayudándoles a convertirse en mensajeros de la Buena Nueva del Reino, que cada uno de nosotros se sienta, al igual que las instituciones, comprometidos a acudir hasta donde están y brindarles nuestro apoyo. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por ellos. Padre Nuestro 10 Ave María…. Tercer Misterio. Oremos en este misterio para que nosotros como Iglesia cumplamos la exhortación de Jesús de velar, orar y reconocerlo a Él en el prójimo, de ver a los Migrantes como a Cristo agonizante en el Getsemaní y que junto con las organizaciones de la sociedad civil, encuentren respuestas adecuadas para mejorar la calidad de vida humana y cristiana de los migrantes. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por ellos. Padre Nuestro 10 Ave María…. Cuarto Misterio. Oremos en este cuarto Misterio para que el Señor nos ilumine y nos ayude a comprender que los graves padecimientos de que son víctimas los migrantes representan una derrota de la comunidad humana, esto a causa de nuestra indiferencia y de no aceptar una labor común para buscar formas de acabar con este drama inaceptable. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por ellos. Padre Nuestro 10 Ave María….

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Quinto Misterio Oremos en este misterio por los jóvenes que salen a estudiar fuera de sus lugares de origen, para que experimenten una acogida fraternal, que les ayude a una integración humana y cristiana, que nosotros sepamos encontrarnos con ellos y logremos que la estancia fuera de sus hogares sea de un mayor beneficio para su vida futura. Virgen Santísima de Guadalupe, ruega por ellos. Padre Nuestro 10 Ave María…. Preces: Roguemos hermanos a nuestra Madre, María de Guadalupe, que infunda en nosotros el espíritu de misión y salgamos al encuentro de nuestros hermanos migrantes que tanto nos necesitan. Respondemos: Señor ten misericordia de Nosotros. 1. Te pedimos Señor, que tu luz y misericordia nos inspire y nos lleve a practicar acciones concretas de solidaridad con los migrantes y sus familiares, a trabajar por el valor profundo del diálogo a favor de ellos, y a redescubrir el valor de su dignidad de personas constructoras de su destino. Señor, escúchanos. 2. Te pedimos Señor, por aquellas familias que viven la ausencia del papá o mamá que emigran, mientras los que permanecen, sobre todo las mujeres, quedan solas al frente de la educación de los hijos, de la administración del hogar y de los bienes, sufriendo, muchas veces, el impacto del regreso con otros valores. Señor, escúchanos. 3. Te pedimos Señor nos inspires para promover la dignidad humana de los migrantes, evitar los atropellos y las continuas agresiones que viven. Por todo eso te pedimos: Señor, escúchanos.


4. Te pedimos Señor, por la creciente migración mexicana indocumentada hacia Estados Unidos, que sufren degradación moral y religiosa, que seamos capaces de anunciarles la Buena Nueva para que sigan buscándote. Señor, escúchanos. Oración a Nuestra Señora de Guadalupe por sus hijos e hijas migrantes. Rosa fresca del Tepeyac, florecida en el crudo invierno del Anahuac semilla de Evangelio en este mundo nuevo; Madre, Salud y Regazo de quienes a ti se acogen, Mujer peregrina llena de Dios presurosa en las montañas de Judea y presente en las colinas y veredas de nuestra vida toda, atiende a nuestras suplicas. Ayer te hiciste encontradiza ante Juan Diego hoy te pedimos que vengas al encuentro de quienes han emprendido jornadas hacia la vida y habiendo dejado tierra, familia y hogar corren presurosos y desconcertados hacia el encuentro de una vida más digna. Señora y Niña nuestra, intercede ante tu Hijo para que las correrías llenas de incertidumbre de los migrantes y los refugiados, se vean protegidas por la Providencia amorosa del Verdadero Dios por quien se vive. Que tu corazón maternal alcance del Omnipotente la protección de quienes en camino experimentan la desolación, el abandono y los muchos peligros que les acechan. Que en medio de las dificultades, tu mensaje de amor y comprensión resuene lleno de esperanza en el corazón de quienes sufren las duras pruebas de la migración y el exilio, y que tus palabras confiadas, resuenen en sus corazones lastimados como un signo de esperanza: ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás por ventura en mi regazo? Que nos bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, amén.   Navidad 2017

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POSADA

Canto: Ven, ven Señor no tardes... Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos: Amén. Animador: Hermanos y hermanas, antes de recordar el caminito de José y María previo a la llegada del salvador, preparemos nuestros corazones, pidamos perdón por todas las veces que hemos sido insensibles ante la venida de nuestros hermanos y hemos dejado de hacerles el bien, sea con nuestra caridad, con nuestro consejo o consuelo. Decimos juntos: •Señor ten piedad •Cristo ten piedad •Señor ten piedad Dios misericordiosos tenga piedad de nosotros, perdone todos nuestros pecados y nos conduzca a la vida eterna. Amén. Canto: Vamos pastores, vamos, vamos a Belén...

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Oración Dios Padre de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen naciese en un pesebre para nuestra salvación. Ayuda a todos los miembros de la Iglesia a tomar conciencia que la misión de palabra y obra para con todos nuestros hermanos es una tarea permanente de aquellos que siguen a Jesús, porque hemos sido enviados a predicar el Evangelio de amor a todos los hombres de buena voluntad. Concédenos Padre, que podamos acoger a tu Hijo Jesús, con la sencillez de los pastores, con la alegría de María, con la humildad de san José, con la perseverancia de los reyes magos, con la fidelidad de los ángeles, con el gozo de los que buscan la paz, con el amor de tantos niños, jóvenes y adultos que lo han recibido a lo largo de los siglos. Te pedimos que infundas de nuevo en nosotros el Espíritu de Jesús Resucitado, para que podamos proclamar con fidelidad y alegría el Evangelio en esta Navidad, por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Todos: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


Animador: Ahora hermanos, hermanas, escuchemos la Palabra de Dios. Lector 1: Del santo Evangelio según San Lucas 2, 2-5 Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba embarazada. Silencio para meditar Lector 2: Jesús, tu Nombre dulce y poderoso, eleva el corazón a la esperanza. ¿Qué no podemos esperar de Dios, que ya nos ha dado todo en ti? ¿Qué no podemos esperar de ti, que te has dado en sacrificio por nosotros? Bien oculto en las ropas de la humildad entraste a este mundo y bien desnudo de todo orgullo saliste de él. Así nos vestiste con tus virtudes y nos desvestiste de nuestras miserias. Nos diste tu carne limpia de niño y aceptaste las llagas pavorosas de nuestro antiguo pecado.

que todos nosotros. Padeces frío pero traes el fuego; lloras pero brindas consuelo; callas pero enseñas a los sabios; sufres pero en ti reside toda alegría y todo gozo. Lector 4: Jesús Niño, con amor te suplicamos por todos los niños y niñas del mundo. Tú que bien sabes de pobreza, migración forzosa y exclusión social, compadécete de los niños y niñas que viven tu drama cada día, tal vez sin conocerte ni poder saludarte. Inspíranos también las palabras y acciones que defiendan la vida humana de camino en esta tierra y de cara a la bienaventuranza eterna. Lector 5: Jesús: grandes y sin medida son los méritos de tu infancia. Por ellos te suplicamos nuestra propia conversión así como la propagación del Evangelio a todo lo creado. ¡Que la Buena Noticia de la Navidad alcance a todos porque tú quieres que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad! Tú vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Lector 3: ¡Niño Dios, luz de pureza que has llegado en medio de la noche para vencer a fuerza de amores a las espesas tinieblas del egoísmo y la vanidad! ¡Niño Dios, candor incomparable, humildad suprema, adorable Salvador! Niño Dios, ante ti nos postramos de buen grado, siguiendo el ejemplo de los pastores humildes y de los sabios venidos de Oriente. ¡Niño del pesebre! ¡Cuántas lecciones nos das sin decir una palabra! En tu silencio eres Maestro, y en la impotencia de tu pobre cuna eres más fuerte Navidad 2017

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Procesión para pedir Posada Señor, ten Piedad de nosotros. Cristo, ten Piedad de nosotros. Señor, ten Piedad de nosotros. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Dios Padre celestial, Dios Hijo, Redentor del mundo Dios Espíritu Santo Santísima Trinidad que eres un solo Dios Santa María Santa Madre de Dios Santa Virgen de las Vírgenes

R/Señor, ten Piedad de nosotros. R/Cristo, ten Piedad de nosotros. R/Señor, ten Piedad de nosotros. R/Cristo, óyenos. R/Cristo, escúchanos. R/ten Piedad de nosotros. R/ten Piedad de nosotros R/ten Piedad de nosotros R/ten Piedad de nosotros R/ruega por nosotros R/ruega por nosotros R/ruega por nosotros

Si se cree conveniente se hacen 2 o 3 descansos durante las letanías y se entonan las siguientes estrofas: AFUERA En nombre del cielo os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada. Se concluyen las letanías

ADENTRO Aquí no es mesón sigan adelante, yo no puedo abrir no sea algún tunante.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Oremos: Soberana María, Madre de Jesús y Madre nuestra, que confiaste sin reservas en Dios nuestro Padre, ayúdanos a obtener el espíritu de disponibilidad para recibir la Palabra del Señor; y renovar la fe en tu Hijo Jesús, viviéndola en comunidad con actitudes de verdad y reconciliación para alcanzar la paz entre todos. Acompaña con tu amor maternal a la Iglesia, sigue siendo la protectora de nuestra comunidad parroquial, y en especial te encomendamos nuestros hogares, para que a ejemplo del hogar de Nazaret sean más santos y surjan en ellos vocaciones sacerdotales, religiosas y de agentes pastorales laicos para que sean enviados a predicar el Evangelio, a fin de construir juntos la paz en nuestro país. 60 Navidad 2017

R/Perdónanos, Señor R/Escúchanos, Señor R/Ten misericordia de nosotros


AFUERA 1. En nombre del cielo os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada.

ADENTRO 1. Aquí no es mesón sigan adelante, yo no puedo abrir no sea algún tunante.

2. Venimos rendidos desde Nazaret; yo soy carpintero de nombre José.

2. No me importa el nombre déjenme dormir pues ya les he dicho que no voy a abrir.

3. Posada te pide, amado casero, por solo una noche, la Reina del Cielo.

3. Pues si es una reina quien lo solicita ¿cómo es que de noche anda tan solita?

4. Mi esposa es María, es Reina del Cielo y Madre va a ser del Divino Verbo.

4. ¿Eres tú, José? ¿ Tu esposa es María? Entren peregrinos, no los conocía.

5. Dios pague Señores, su gran caridad y los colme el cielo de felicidad.

5. Dichosa la casa que alberga este día a la Virgen Pura la hermosa María.

Al llegar a la casa de la familia, templo o capilla y, concluida la petición de la posada se lee el siguiente texto. Animador: Hermanos y hermanas, contemplemos a José y a María. Él, es un buen esposo que en ningún momento abandona a su esposa y está atento de sus necesidades. Ella, con su mirada de amor y gratitud a José, su amable y cariñoso esposo. Los dos son felices porque, aunque son rechazados, están cerca del Hijo que va a nacer. Todos: Dios y Padre nuestro, concede a todos nosotros tu gracia, para que no rechacemos a nadie, que luchemos por la unidad de la familia y vayamos al encuentro de quienes nos necesitan, sabiendo que es a tu Hijo Jesucristo a quien asistimos. Que San José y Santa María nos lleven de su mano en santa paciencia ante las dificultades que se nos presentan. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén Canto Final: Ven, ven Señor no tardes… En un ambiente familiar y comunitario repartir los alimentos y romper piñatas.

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HORA SANTA

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO CANTO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Guía: Santo eres Tú, Dios y Padre, santo es tu Espíritu que refuerza nuestra debilidad, y santo es tu Hijo Jesús, que nos enseña cómo luchar. El ejemplo de Jesús, tan cercano, ilumina el camino. Jesús, has querido permanecer en el sacramento, para acompañarnos y alimentarnos en nuestras dificultades. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Se retrató, quizás sin querer, en el buen samaritano. 62 Navidad 2017

Para la primera semana de adviento

Sintió compasión por las gentes que le seguían, porque andaban como ovejas sin pastor, y se dedicó de por vida a descubrirles cómo debían ayudarse unos a otros, y cómo habrían de compartir sus panes y habilidades. Jesús, has querido permanecer en el sacramento, para acompañarnos y alimentarnos en nuestras dificultades PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. A un mundo así, más humano, generoso y compasivo, le llamó Reino de Dios y comprometió su vida en este empeño. Cuando ya estaba próxima su muerte, nos pidió ayuda y nos encargó que continuáramos su lucha por el Reino. Jesús, has querido permanecer en el sacramento, para acompañarnos y alimentarnos en nuestras dificultades PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA………….


CANTO Invocación al Espíritu Santo Aquí estamos, Padre Dios, cargados de recuerdos por la dolorosa pasión y muerte de nuestro hermano Jesús aunque nos consuela saber que ya está en tus manos amorosas de Padre. Necesitamos tu Espíritu, Señor, para superar nuestras muchas limitaciones. Reconocemos humildemente que nos hacemos los ciegos cuando se cruzan con nosotros los hermanos necesitados y fingimos ser sordos y ocupados cuando nos vienen a pedir auxilio. Agranda y ablanda nuestro corazón, Padre bueno, danos entrañas de misericordia, no podemos ser insensibles ante el dolor y el hambre que sufre más de media humanidad. Inspíranos las palabras oportunas para el hermano deprimido. Queremos mostrarnos siempre disponibles para quien nos necesite. Sabemos que no estamos solos en esta tarea, porque contamos, Padre Dios, con la fuerza de tu Espíritu y la presencia entre nosotros de tu Hijo. AMÉN. SILENCIO Lector 1: Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 33-37. Estén preparados y vigilando, porque no saben cuándo llegará ese momento. Cuando un hombre va al extranjero y deja su casa, entrega responsabilidades a sus sirvientes, cada cual recibe su tarea, y al portero le exige que esté vigilante. Lo mismo ustedes: estén vigilantes, porque no saben cuándo regresará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o de madrugada; no sea que llegue de repente y los

encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: Estén despiertos. SILENCIO MEDITATIVO Lector 2: Del documento de Aparecida. 355. Jesucristo es plenitud de vida que eleva la condición humana a condición divina para su gloria. “Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud” (Jn 10, 10). Su amistad no nos exige que renunciemos a nuestros anhelos de plenitud vital, porque Él ama nuestra felicidad también en esta tierra. Dice el Señor que Él creó todo “para que lo disfrutemos” (1 Tm 6, 17). 356. La vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana “en su dimensión personal, familiar, social y cultural”. Para ello, hace falta entrar en un proceso de cambio que transfigure los variados aspectos de la propia vida. Sólo así, se hará posible percibir que Jesucristo es nuestro salvador en todos los sentidos de la palabra. Sólo así, manifestaremos que la vida en Cristo sana, fortalece y humaniza. Porque “Él es el Viviente, que camina a nuestro lado, descubriéndonos el sentido de los acontecimientos, del dolor y de la muerte, de la alegría y de la fiesta”. La vida en Cristo incluye la alegría de comer juntos, el entusiasmo por progresar, el gusto de trabajar y de aprender, el gozo de servir a quien nos necesite, el contacto con la naturaleza, el entusiasmo de los proyectos comunitarios, el placer de una sexualidad vivida según el Evangelio, y todas las cosas que el Padre nos regala como signos de su amor sincero. Podemos encontrar al Señor en medio de las alegrías de nuestra limitada existencia y, así, brota una gratitud sincera. 357. Pero el consumismo hedonista e individualista, que pone la vida humana en Navidad 2017

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función de un placer inmediato y sin límites, oscurece el sentido de la vida y la degrada. La vitalidad que Cristo ofrece nos invita a ampliar nuestros horizontes, y a reconocer que, abrazando la cruz cotidiana, entramos en las dimensiones más profundas de la existencia. El Señor, que nos invita a valorar las cosas y a progresar, también nos previene sobre la obsesión por acumular: “No amontonen tesoros en esta tierra” (Mt 6, 19). “¿De qué le sirve a uno ganar todo el mundo, si pierde su vida?” (Mt 16, 26). Jesucristo nos ofrece mucho, incluso mucho más de lo que esperamos. A la Samaritana le da más que el agua del pozo, a la multitud hambrienta le ofrece más que el alivio del hambre. Se entrega Él mismo como la vida en abundancia. La vida nueva en Cristo es participación en la vida de amor del Dios Uno y Trino. Comienza en el bautismo y llega a su plenitud en la resurrección final. SILENCIO Lector 3. Voz del Papa Francisco. La del cristiano en el mundo es una misión estupenda y destinada a todos y ninguno está excluido; ella requiere mucha generosidad y sobre todo la mirada y el corazón dirigida a lo alto para invocar la ayuda del Señor. Hay mucha necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio cada día. Estamos llamados a aprender cada vez más el arte de estar alegres, no por motivos humanos, sino por la certeza de que ‘nuestros nombres están escritos en el cielo, es decir, que estamos predestinados a ser impregnados del amor de Jesús, ya en esta tierra, y sobre todo en la otra vida. Los ‘obreros’ de los que habla Jesús son los misioneros del Reino de Dios, que Él mismo llamaba y enviaba de dos en dos a cada ciudad. Los misioneros anuncian siempre un mensaje 64 Navidad 2017

de salvación a todos. No solo los misioneros que van lejos, también nosotros, misioneros cristianos, decimos una buena palabra de salvación. Este es el don que nos da Jesús con el Espíritu Santo. Todos: Bienaventurado el misionero que vive enamorado de Cristo, que se fía de Él como lo más necesario y absoluto, porque no quedará defraudado. Bienaventurado el misionero que cada mañana dice “Padre nuestro”, llevando en su corazón todas las razas, pueblos y lenguas, porque no se conformará con una vida mezquina. Bienaventurado el misionero que mantiene su ideal e ilusión por el Reino y no pierde el tiempo en cosas accidentales, porque Dios acompaña a los que siguen su ritmo. Bienaventurado el misionero con un corazón puro y transparente, que sabe descubrir el amor y la ternura de Dios sin complicaciones, porque Dios siempre se le revelará. Bienaventurado el misionero que reconoce y acepta sus limitaciones y debilidades y no pretende ser invencible, porque Dios se complace en los humildes. Bienaventurado el misionero que sabe discernir con sabiduría lo que conviene callar y hablar en cada circunstancia, porque nunca tendrá que arrepentirse de haber ofendido a un hermano. Bienaventurado el misionero que no puede vivir sin la oración y sin saborear las riquezas de la Palabra de Dios, porque esto dará sentido a su vida. Bienaventurado el misionero que anuncia la verdad sobre Jesucristo y denuncia las injusticias


que oprimen a los hombres, porque será llamado profeta de los signos de los tiempos. Bienaventurado el misionero que sabe asumir y valorar la cultura de los pueblos, porque habrá entendido el misterio de la Encarnación. Bienaventurado el misionero que tiene tiempo para hacer felices a los demás, que encuentra tiempo para los amigos, la lectura, el esparcimiento, porque ha comprendido el Mandamiento del Amor y se conoce humano y necesitado.

Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

COMPROMISO Concédenos Señor, que en este Adviento aumente la firmeza de nuestra esperanza, la fortaleza de espíritu, la paz y amor por la caridad con nuestro prójimo; te lo pedimos por el mismo Cristo Nuestro Señor. Guía: Confiados en que somos hijos de Dios, alabemos a nuestro Padre: Padre Nuestro… V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Navidad 2017

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HORA SANTA

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO CANTO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Guía: Recordamos con emoción, Padre Dios, a tu Hijo Jesús, toda su trayectoria de vida, esforzándose siempre por hacernos ver y sentir que eres un Padre bueno. Señor, adoramos tu presencia Eucarística R: haz que amemos nuestra misión evangelizadora. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Nos repitió de mil maneras la buena noticia de tu amor y nos explicó con sencillas parábolas 66 Navidad 2017

Para la segunda semana de adviento

cómo eres, nos contó por eso la historia de aquel padre, todo corazón, que sale al camino para perdonar y abrazar a su hijo. Señor, adoramos tu presencia eucarística R: haz que amemos nuestra misión evangelizadora. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. O la de aquel pastor que deja sus noventa y nueve ovejas y se va en busca de la oveja descarriada. Jesús fue un hombre bueno, creyó en Ti y te imitó en todo. Señor, adoramos tu presencia eucarística R: haz que amemos nuestra misión evangelizadora. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. CANTO


Invocación al Espíritu Santo Envíanos Padre tu Espíritu, el que nunca le faltó a Jesús. No permitas que sigamos dando tan pobre testimonio quienes nos presentamos ante el mundo como cristianos. Comunícanos tu fuerza para dar un paso firme adelante en el camino de conversión hacia Ti. Danos un corazón sencillo, para reconocer los errores, y un corazón generoso, para comprender a los demás. Ilumina nuestras decisiones para obrar con rectitud. Haznos conscientes de la tarea inmensa y urgente que nos aguarda y exige nuestra mejor puesta a punto. Queremos que nuestra vida sea reflejo de tu bondad, queremos allanar tus caminos, que reines en el mundo, para que todos te respeten, te quieran y te bendigan. En presencia de tu Hijo Jesús y con todas las personas de buena voluntad te prometemos fidelidad y brindamos por tu honor. Amén. SILENCIO Lector 1: Del santo Evangelio según San Marcos 1,1-8. Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios). En el libro del profeta Isaías estaba escrito: «Ya estoy para enviar a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Escuchen ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.» Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados. Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán.

Además de la piel que tenía colgada de la cintura, Juan no llevaba más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre. Juan proclamaba este mensaje: «Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.» SILENCIO MEDITATIVO Lector 2: Del documento de Aparecida 360. La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. El Evangelio nos ayuda a descubrir que un cuidado enfermizo de la propia vida atenta contra la calidad humana y cristiana de esa misma vida. Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo: “Quien aprecie su vida terrena, la perderá” (Jn 12, 25). Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se le entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión. 361. El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre. Por eso, pide a sus discípulos: “¡Proclamen que está llegando el Reino de los cielos!” (Mt 10, 7). Se trata del Reino de la vida. Porque la propuesta de Jesucristo a nuestros pueblos, el contenido fundamental de esta misión, es la oferta de una vida plena para todos. Por eso, la doctrina, las normas, las orientaciones éticas, y toda la actividad misionera de la Iglesia, debe dejar transparentar esta atractiva oferta de una vida más digna, en Cristo, para cada hombre y para cada mujer de América Latina y de El Caribe. 363. La fuerza de este anuncio de vida será Navidad 2017

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fecunda si lo hacemos con el estilo adecuado, con las actitudes del Maestro, teniendo siempre a la Eucaristía como fuente y cumbre de toda actividad misionera. Invocamos al Espíritu Santo para poder dar un testimonio de proximidad que entraña cercanía afectuosa, escucha, humildad, solidaridad, compasión, diálogo, reconciliación, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir, como Jesús lo hizo. Él sigue convocando, sigue invitando, sigue ofreciendo incesantemente una vida digna y plena para todos. Nosotros somos ahora, en América Latina y El Caribe, sus discípulos y discípulas, llamados a navegar mar adentro para una pesca abundante. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos, con valentía y confianza (parresía), a la misión de toda la Iglesia. SILENCIO Lector 3: La Voz del Papa Francisco Recordemos siempre que «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Benedicto XVI, Carta enc. Deus caritas est, 1). El Evangelio es una persona, que continuamente se ofrece y continuamente invita a los que la reciben con fe humilde y laboriosa a compartir su vida mediante la participación efectiva en su misterio pascual de muerte y resurrección. El Evangelio se convierte así, por medio del Bautismo, en fuente de vida nueva, libre del dominio del pecado, iluminada y transformada por el Espíritu Santo; por medio de la Confirmación, se hace unción fortalecedora que, gracias al mismo Espíritu, indica caminos y estrategias nuevas de testimonio y de proximidad; y por medio de la Eucaristía se convierte en el alimento del hombre nuevo, 68 Navidad 2017

«medicina de inmortalidad» (Ignacio de Antioquía, Epístola ad Ephesios, 20,2). El mundo necesita el Evangelio de Jesucristo como algo esencial. Él, a través de la Iglesia, continúa su misión de Buen Samaritano, curando las heridas sangrantes de la humanidad, y de Buen Pastor, buscando sin descanso a quienes se han perdido por caminos tortuosos y sin una meta. Gracias a Dios no faltan experiencias significativas que dan testimonio de la fuerza transformadora del Evangelio. La misión de la Iglesia está animada por una espiritualidad de éxodo continuo. Se trata de «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 20). La misión de la Iglesia estimula una actitud de continua peregrinación a través de los diversos desiertos de la vida, a través de las diferentes experiencias de hambre y sed, de verdad y de justicia. La misión de la Iglesia propone una experiencia de continuo exilio, para hacer sentir al hombre, sediento de infinito, su condición de exiliado en camino hacia la patria final, entre el «ya» y el «todavía no» del Reino de los Cielos. PRECES Guía: Señor tú que eres nuestro maestro y guía ayúdanos a cuidar y proclamar los dones que tú nos entregaste valorando toda tu bondad. Digamos juntos: AYUDANOS SEÑOR --Señor, enséñanos a Evangelizar para descubrir y cuidar el don de la creación, educando en un estilo de vida de sobrio, austero y solidario, ejercitando responsablemente el señorío humano sobre la tierra, para que rinda sus frutos en su destinación universal. R. -- Señor, ayudamos a Profundizar la presencia eclesial en las poblaciones más amenazadas y


apoyarlas en la gestión de la tierra, del agua y de los espacios urbanos. R. --Señor, guíanos a promover el desarrollo integral y responsable, basado en el evangelio de la solidaridad y el destino universal de los bienes, frente al utilitarismo individualista. R. --Señor anímanos a fomentar políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza. R.

Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

COMPROMISO Señor ayúdanos a que desde nuestra familia sepamos reconocer, agradecer y proclamar todo lo que Tú colocas a nuestra disposición en la Creación para que lo sepamos usar con una visión solidaria y responsable de modo que nuestros hijos sean buenos administradores del mundo que Tú pones en sus manos. Amén. Padre nuestro. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Navidad 2017

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HORA SANTA

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO CANTO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Padre nuestro, Dios y Señor del tiempo y la eternidad, te damos gracias por tu Hijo Jesús porque por su medio, por su buena noticia, por su evangelio, has dado pleno sentido a nuestras vidas. Porque tu presencia eucarística nos alienta en la fe, la esperanza y la caridad. R: Señor, te damos gracias PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Gracias una vez más por su testimonio. Jesús fue tu mejor profeta, un mensajero eficiente y fiel como ningún otro, que se convirtió en tu propia palabra. Porque tu presencia eucarística nos alienta en la fe, la esperanza y la caridad. R: Señor, te damos gracias PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. 70 Navidad 2017

Para la tercera semana de adviento

No solo nos marcó tus caminos sino que se hizo él mismo el camino, la puerta que nos lleva a tu casa, nuestra definitiva casa paterna, cálida y entrañable. Porque tu presencia eucarística nos alienta en la fe, la esperanza y la caridad. R: Señor, te damos gracias PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. CANTO Guía: Invocación al Espíritu Santo Señor y Dios nuestro, infúndenos tu Espíritu y haznos profetas tuyos, no solo de palabra, sino con hechos que hablen de Ti. Queremos vivir como tu Hijo Jesús nos enseñó, queremos seguir sus pasos de vida. Nuestra ambición es la de llevar a término la obra de reconstrucción de este mundo que él empezó. Haz que el testimonio de Jesús nos ilumine y guíe a todos los que componemos su Iglesia y a todo ser humano.


Pero es justo reconocer que surgen de continuo entre nosotros y bajo cualquier bandera o religión, nuevos testigos tuyos, gente sencilla y buena, que nos gritan sin palabras que otro mundo es posible y te hacen presente a los ojos de todos. Gracias, Padre, por cuantos a lo largo de la historia, han dado testimonio de Ti y nos llenan de esperanza. Uniendo nuestras voces a las de todos ellos, y en presencia de tu hijo Jesús, bendecimos tu nombre. Amén. SILENCIO Lector 1: Del santo Evangelio según San Juan 1, 6-8.19-28 Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era luz, sino el testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?». El confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías». «¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?». Juan dijo: «No». «¿Eres el Profeta?». «Tampoco», respondió. Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia». Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán donde Juan bautizaba. Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti Señor Jesús. SILENCIO MEDITATIVO

Lector 2: Del documento de Aparecida 382. “El plazo se ha cumplido. El Reino de Dios está llegando. Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15). La voz del Señor nos sigue llamando como discípulos misioneros y nos interpela a orientar toda nuestra vida desde la realidad transformadora del Reino de Dios que se hace presente en Jesús. Acogemos con mucha alegría esta buena noticia. Dios amor es Padre de todos los hombres y mujeres de todos los pueblos y razas. Jesucristo es el Reino de Dios que procura desplegar toda su fuerza transformadora en nuestra Iglesia y en nuestras sociedades. En Él, Dios nos ha elegido para que seamos sus hijos con el mismo origen y destino, con la misma dignidad, con los mismos derechos y deberes vividos en el mandamiento supremo del amor. El Espíritu ha puesto este germen del Reino en nuestro Bautismo y lo hace crecer por la gracia de la conversión permanente gracias a la Palabra y los sacramentos. 384. Ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida, nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino las tareas prioritarias que contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano. El amor de misericordia para con todos los que ven vulnerada su vida en cualquiera de sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor en todos sus gestos de misericordia, requiere que socorramos las necesidades urgentes, al mismo tiempo que colaboremos con otros organismos o instituciones para organizar estructuras más justas en los ámbitos nacionales e internacionales. SILENCIO Lector 3: La Voz del Papa Francisco ¡Hoy es tiempo de misión y es tiempo del coraje! Coraje de reforzar los pasos vacilantes, de retomar el gusto de gastarse por el Evangelio, de readquirir confianza en la fuerza que la misión trae consigo. Es tiempo del coraje, también si tener coraje no significa tener la garantía del éxito. Nos es pedido el Navidad 2017

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coraje para luchar, no necesariamente para vencer; para anunciar, no necesariamente para convertir. Nos es pedido el coraje para ser alternativos al mundo, pero sin convertirnos jamás en polémicos o agresivos. Nos es pedido el coraje para abrirnos a todos, sin disminuir jamás lo absoluto y único de Cristo, único salvador de todos. Nos es pedido el coraje para resistir a la incredulidad, sin volvernos arrogantes. Nos es pedido también el coraje del publicano del Evangelio de hoy, que con humildad no se atrevía a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo ¡Oh Señor, ten piedad de este pecador! Hoy es tiempo del coraje. ¡Hoy es necesario el coraje! COMPROMISO Generalmente el camino del Señor no se prepara solo. La mayoría de los caminos de Dios necesitan de precursores. Nosotros somos los precursores. Cada uno de nosotros tiene que tener corazón de precursor que, en primer lugar, acepte esta misión y acepte que va a ser el que logre que Cristo llegue a otros corazones. Y, en segundo lugar, un corazón de precursor que pone todos los medios necesarios para que esta misión se realice, porque de nada sirven los títulos si no los hacemos vida, si no los bajamos a la práctica, si no los ponemos en movimiento. De nada sirve que nos demos cuenta de las necesidades de los hombres. Tampoco sirve de nada que nos demos cuenta de que, además, las podemos arreglar. De poco sirven las palabras si no las bajamos a los hechos. Cuánta gente hay en el mundo que viven nada más de palabras; viven hablando de la importancia que tiene el hacer cosas, sin atreverse a realizarlas. Cuántas veces, es a cada uno de nosotros, a los que se nos olvida que más que decir, al precursor le toca hacer, le toca preparar el camino. Y cuántas veces, también, se nos olvida que el primer camino que tenemos que preparar para que llegue el Señor no es el camino ajeno, sino el propio camino. ¡Qué responsabilidad tan grande y tan seria es el hecho de que pudiéramos no ser camino suficientemente llano para que pueda pasar el Señor! Por eso, en este Adviento, cada uno de nosotros, con mucha tranquilidad y con gran exigencia, tiene que cuestionarse sobre el modo en que está siendo 72 Navidad 2017

precursor. Es decir, si está corriendo delante de Cristo, si está preparando el camino del Señor. Padre Nuestro Misionero Padre nuestro que estás en el cielo... Creemos ¡oh Dios! que eres nuestro Padre porque nos lo ha revelado Jesús. Pero hay una multitud de hombres que todavía ignoran el amor de tu corazón paternal y no saben rezarte la oración que tú mismo Hijo nos enseñó. Santificado sea tu nombre... en tu nombre está encerrado el mensaje de tu amor y la historia de nuestra salvación. Anunciando a los pueblos tu paternidad, la Iglesia misionera te hace conocer a Ti y a tu enviado Jesucristo. Venga a nosotros tu Reino... porque sólo en tu Reino, llegamos a ser hijos tuyos y hermanos entre nosotros. Tu Reino de paz, de fe y caridad implantan los misioneros en el corazón de la humanidad. Hágase tu voluntad... Conocerte a Ti, reconocerte en Cristo y amarte en el Espíritu Santo es tu voluntad. Sálvanos, Padre, para que podamos salvar a nuestros hermanos y se cumpla así el deseo de tu hijo: “que haya un sólo rebaño y un sólo pastor”. Danos hoy nuestro pan de cada día. “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” y este pan de tu palabra el mundo lo reclama. Envía predicadores de tu Evangelio para saciar a la multitud hambrienta y sedienta de justicia y amor. Perdona nuestras ofensas... porque hemos pensado poco en nuestro deber de llevar a los que no te conocen la fe que recibimos gratuitamente. Perdónanos, Señor, porque no comprendemos todavía, la grandeza de la misericordia hacia los más necesitados. No nos dejes caer en la tentación... de escandalizarnos, ni de desconfiar de tu providencia amorosa ante aquellos que no creen, después de dos mil años de la muerte en la cruz de tu hijo por nosotros. Líbranos del mal... de ser insensibles a las necesidades de los que aún no te conocen. De este


mal de la indiferencia, líbranos, Señor. Amén. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

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HORA SANTA

Para la cuarta semana de adviento

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA………….

CANTO

Porque no quiso ser servido sino servir, se hizo siervo de la humanidad y derivó todo el amor que te tenía en el cuidado de los hermanos más necesitados. Señor, que nos ofreces cada día la mesa de tu Palabra y de tu Sacramento. R: Te adoramos y te alabamos PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA………….

ESTACIONES EUCARISTICAS Gracias, Dios y Padre nuestro, por tu Hijo Jesús. nos ha enseñado que no eres un Dios a quien temer sino un Padre a quien hay que querer y serle fiel. A la luz de su vida, la vida ha cambiado su sentido. Señor, que nos ofreces cada día la mesa de tu Palabra y de tu Sacramento. R: Te adoramos y te alabamos 74 Navidad 2017

Él nos ha revelado que solo llega a su plenitud personal quien ayuda a sus prójimos y contribuye a su bienestar. Que no es mayor a tus ojos quien


domina sino quien sirve. Jesús comprometió su vida con su mensaje de liberación y aceptó una muerte de esclavos como un último servicio. Señor, que nos ofreces cada día la mesa de tu Palabra y de tu Sacramento. R: Te adoramos y te alabamos PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA………….

celebrar el gran misterio de nuestra salvación con un corazón nuevo y una inmensa alegría. Por Nuestro Señor Jesucristo… Todos: Amén.

CANTO

En aquel tiempo el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La Virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate llena de gracia, el Señor es contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba ¿Qué quería decir semejante saludo? El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”. María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contesto: “Yo soy la esclava del Señor cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti Señor Jesús.

Guía: Invocación al Espíritu Santo Te agradecemos una vez más, Padre santo, la impronta que dejó tu hijo Jesús a su paso por nuestra historia y su revolucionaria palabra, que se mantiene viva y clara a pesar del tiempo y las manipulaciones de unos y otros. Queremos imitarle, Señor, pero necesitamos tu Espíritu, para poner nuestra vida al servicio de los hermanos. Convéncenos de que no es ningún honor ser servidos, que la mayor satisfacción está en sentirse útil a los demás. Y convence también a quienes proclamándose tus siervos, enturbian tu mensaje con vanidades y ansias de poder. Bendice a cuantos dedican en silencio su vida al bien ajeno y unidos en espíritu a tantas personas sencillas y buenas, recordando a María, la que se llamó esclava del Señor, y apoyándonos en Jesús, nuestro hermano y amigo, te bendecimos Dios y Padre nuestro. AMÉN. Guía Mira Señor a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele

SILENCIO Lector 1: Del santo Evangelio según San Lucas (1, 2638).

SILENCIO MEDITATIVO

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Lector 2: Del documento de Aparecida. 106. Alabamos a Dios por el don maravilloso de la vida y por quienes la honran y la dignifican al ponerla al servicio de los demás; por el espíritu alegre de nuestros pueblos que aman la música, la danza, la poesía, el arte, el deporte y cultivan una firme esperanza en medio de problemas y luchas. Alabamos a Dios porque, siendo nosotros pecadores, nos mostró su amor reconciliándonos consigo por la muerte de su Hijo en la cruz. Lo alabamos porque ahora continúa derramando su amor en nosotros por el Espíritu Santo y alimentándonos con la Eucaristía, pan de vida (Cf. Jn 6, 35). La Encíclica “Evangelio de la Vida”, de Juan Pablo II, ilumina el gran valor de la vida humana, la cual debemos cuidar y por la cual continuamente alabamos a Dios. 107. Bendecimos al Padre por el don de su Hijo Jesucristo, “rostro humano de Dios y rostro divino del hombre”. “En realidad, tan sólo en el misterio del Verbo encarnado se aclara verdaderamente el misterio del hombre. Cristo, en la revelación misma del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre su altísima vocación”. 108. Bendecimos al Padre porque todo hombre abierto sinceramente a la verdad y al bien, aun entre dificultades e incertidumbres, puede llegar a descubrir, en la ley natural escrita en su corazón (Cf. Rm 2, 14-15), el valor sagrado de la vida humana, desde su inicio hasta su término natural, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo. En el reconocimiento de este derecho, se fundamenta “la convivencia humana y la misma comunidad política”. 109. Ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria. Es tal el amor de Dios, que hace del hombre, peregrino en este mundo, 76 Navidad 2017

su morada: “Vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23). Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de la existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos (Cf. 1 Co 15, 28). Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo: “¿De qué le sirve a uno ganar el mundo, si pierde su vida?” SILENCIO Lector 3: Voz del Papa Francisco María ha atravesado más de una noche en su camino. Desde la primera aparición en la historia de los Evangelios, su figura emerge como si fuera el personaje de un drama. No era simplemente responder con un “si” a la invitación del ángel: sin embargo, ella, mujer todavía en la flor de la juventud, responde con valentía, no obstante, no sabía nada del destino que le esperaba. María en aquel instante se presenta como una de las tantas madres de nuestro mundo, valerosa hasta el extremo cuando se trata de acoger en su propio vientre la historia de un nuevo hombre que nace. Aquel “si” es el primer paso de una larga lista de obediencias –¡larga lista de obediencias!– que acompañaran su itinerario de madre. Así María aparece en los Evangelios como una mujer silenciosa, que muchas veces no comprende todo aquello que sucede a su alrededor, pero que medita cada palabra y cada suceso en su corazón. En esta disposición hay fragmento bellísimo de la psicología de María: no es una mujer que se deprime ante las incertidumbres de la vida, especialmente cuando nada parece ir por el camino correcto. No es mucho menos una mujer que protesta con violencia, que injuria contra el destino de la vida que nos revela muchas veces un rostro hostil.


Es en cambio una mujer que escucha: no se olviden que hay siempre una gran relación entre la esperanza y la escucha, y María es una mujer que escucha, que acoge la existencia, así como esa se presenta a nosotros, con sus días felices, pero también con sus tragedias que jamás quisiéramos haber encontrado. Hasta la noche suprema de María, cuando su Hijo es clavado en el madero de la cruz. La reencontraremos el primer día de la Iglesia, ella, Madre de esperanza, en medio a aquella comunidad de discípulos así tan frágiles: uno había negado, muchos habían huido, todos habían tenido miedo (Cfr. Hech 1,14). Pero ella, simplemente estaba allí, en el más normal de los modos, como si fuera del todo natural: en la primera Iglesia envuelta por la luz de la Resurrección, pero también por las vacilaciones de los primeros pasos que debía cumplir en el mundo. Todos: Esperar gestando, no abortando. Esperar acogiendo, no reteniendo. Esperar dándonos, no reclamando. Esperar en silencio, no alborotando. Esperar compartiendo y disfrutando. Esperar aunque sea de noche y no veamos signos en el horizonte. Esperar a cualquier hora del día, aunque nos quedemos solos y se rían. Esperar en soledad... ¡y en compañía! Esperar en este tiempo de crisis y recortes. Esperar con el Evangelio en la mano. Esperar con los que vienen y con los que se van. Esperar disfrutando lo que se nos ha dado. Esperar viviendo y amándonos. Esperar trabajando y profetizando. Esperar sufriendo, pero enamorándonos. Esperar pregonando lo que nos has dado. Esperar con las entrañas listas para la acogida.

Esperar, para que no pases de largo. Esperar con mucho gozo y osadía. Esperar tu encarnación definitiva en esta tierra. ¡Esperar como María! COMPROMISO Guía: A cada una de estas peticiones contestamos: ¡ESCUCHANOS, Señor! Que siempre participemos en tu Adviento con esperanza. R. Que siempre acompañemos al Niño Jesús en Navidad con amor. R. Que siempre prediquemos tu Evangelio con nuestro testimonio de vida. R. Que siempre perdonemos a los que nos ofenden así como tú nos perdonas siempre. R. Que siempre acompañemos con mucha caridad y amor a los moribundos y enfermos. R. Que siempre defendamos la vivencia de familia y cada uno de sus miembros. R. Que siempre sepamos defender nuestra religión, fe, esperanza y tengamos más caridad. R. Guía Oremos. Virgen María, que por el anuncio del ángel recibiste la misión que el Padre te encomendó, ayúdanos a escuchar la voz de Dios que también a nosotros nos llama y nos invita a seguirlo. A través de tu “sí” generoso abriste las puertas al Misterio más grande de la historia de la humanidad: la encarnación del Hijo de Dios. Ayúdanos a que nosotros también sepamos decirle “sí” a Dios, para que Él pueda encarnarse también hoy Navidad 2017

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en los corazones de las personas a través de nuestras palabras y testimonio. Ayúdanos a ser misioneros en el mundo de hoy. Amén. Pidamos al Padre como Cristo nos enseñó: Padre Nuestro que estás en el cielo... V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios.

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Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Hora Santa

de

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO CANTO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Guía: Unidos a la alegría del mundo entero por el nacimiento del Salvador, iniciemos nuestra Hora Santa con la intención de pedir siempre al dueño de la mies, que día a día, nos ilumine para responder generosamente a su llamado. Gracias, Señor y Dios nuestro, porque en el momento elegido por Ti, tu Palabra se hizo luz entre nosotros e iluminó a todos los hombres de buena voluntad. En el solemne momento de su investidura,

siendo testigo Juan el Bautista, fue breve y conciso tu discurso: “Es mi Hijo amado, escuchadle”. Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre. Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Y Jesús de Nazaret, ungido por tu Espíritu, proclamó buenas noticias para los pobres. De tu parte anunció la libertad para los oprimidos, abrió los ojos a los que no podían ver y nos comunicó a todos los humanos un mensaje de vida plena. Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre. Que sea bendito en su encarnación Navidad 2017

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CANTO

Del Evangelio según San Lucas (2,15-20). Cuando los Ángeles los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: “Vamos hasta Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado”. Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron a sus campos alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.

Invocación al Espíritu Santo

SILENCIO MEDITATIVO

Recordando estas palabras de Jesús, damos testimonio de su vida y su mensaje, rememoramos con emoción su dolorosa muerte en cruz y proclamamos su reencuentro contigo. Querríamos oír tu palabra, Padre Dios, aun en tu silencio, y saber distinguirla de las palabras solo humanas. Contamos con tu Espíritu para que nos haga comprender tu palabra y aceptarla tal como es, sin enmiendas ni interesadas interpretaciones. No permitas, Señor, que nuestras palabras se hagan huecas. Inspira a los servidores de tu palabra, como hiciste con los profetas, para que sean auténticos mensajeros tuyos y no tergiversen la buena noticia de tu Reino. Con la fe que has depositado en nosotros, a veces insegura pero en búsqueda, elevamos a Ti, Padre, nuestra plegaria, en nombre de toda esta comunidad ofreciéndola por Jesucristo y en su presencia en tu honor y a tu mayor gloria. AMÉN.

Lector 2:

por el Espíritu Santo y la Virgen María PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. Recordamos sus palabras en la cena de despedida, cuando resumió en ellas toda su trayectoria de entrega y servicio. Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre. Que sea bendito en su nacimiento en Belén PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA………….

SILENCIO Lector 1. 80 Navidad 2017

Voz del papa Francisco La gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero. Ha venido a nuestra historia, ha compartido nuestro camino. Ha venido para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él ha aparecido la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne. No es solamente un maestro de sabiduría, no es un ideal al que tendemos y del que nos sabemos por fuerza distantes, es el sentido de la vida y de la historia que ha puesto su tienda entre nosotros. Los pastores fueron los primeros que vieron esta “tienda”, que recibieron el anuncio del nacimiento de Jesús. Fueron los primeros porque eran de los últimos, de los marginados. Y fueron los primeros porque estaban en vela aquella noche, guardando su rebaño. El peregrino hacía la vigilia, y ellos la hacían. Con ellos nos quedamos ante el Niño, nos quedamos en silencio. Con ellos damos gracias al Señor por habernos dado a Jesús, y con ellos, desde dentro de nuestro corazón, alabamos su fidelidad: Te bendecimos, Señor, Dios Altísimo, que te has despojado de


tu rango por nosotros. Tú eres inmenso, y te has hecho pequeño; eres rico, y te has hecho pobre; eres omnipotente, y te has hecho débil. Dios nos ama, nos ama tanto que nos ha dado a su Hijo como nuestro hermano, como luz para nuestras tinieblas. El Señor nos dice una vez más: “¡No teman!” (Lc 2,10). Como han dicho los ángeles a los pastores, ‘¡no teman!’. Y también yo les repito: ¡No teman!. Nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida. Él es la luz que disipa las tinieblas. Él es la misericordia. Nuestro Padre perdona siempre. Él es nuestra paz. Amén. SILENCIO Guía: Si queremos encontrar a Dios, tendremos que buscarlo donde está. Él se ha hecho ser humano, se ha metido dentro de cada uno de nosotros. Está presente en cada persona que nos rodea: en los más necesitados, en nuestros familiares, en nuestros vecinos... por eso es imposible prepararnos para la Navidad olvidándonos de todos ellos y de las cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana. Sabemos que la vida de Cristo, tuvo sentido, en cuanto fue una entrega completa a la voluntad del Padre y una donación constante a sus hermanos. Y nosotros, somos sus discípulos, por eso queremos vivir como Él: dando frutos de paz, amor, fraternidad, justicia y liberación. Varios lectores El Niño Sin Cristo no hay Navidad. Sin Él no podemos desatarnos de lo que no nos permite vivir la alegría del encuentro con el Dios de la vida. Vayamos al Niño Jesús. Lo saludamos con el corazón abierto y con gran alegría porque Él es nuestro Dios, y está en medio de nosotros, ayudándonos a crecer como cristianos, como familia, como comunidad,

como misioneros. Queremos ver en su carita la cara de todos nuestros hermanos, queremos sentir en sus manitas, las manos de todos los que sufren, queremos sentir en su corazón el propio amor de Dios. María y José Pensando en ellos, pensamos en nuestras familias. Sentimos que en nuestro caminar vale la pena vivir en familia, vale la pena luchar por los valores que nos enseñó Jesús, vale la pena decir Sí a la vida, Sí a la entrega, Sí al misión de anunciarlo con palabras y obras, para poder también después gozar la alegría, la paz y la felicidad de una comunidad-familia unida. Los pastores Representan a los marginados y excluidos de nuestra comunidad, de nuestra sociedad. No podemos llamarnos amigos de Jesús y seguir indiferentes ante el dolor y soledad de tantos hermanos. Queremos que ellos también vivan esta Navidad, con la alegría que vivieron aquellos pastores en Belén. La Biblia La Biblia, la Palabra de Dios, como símbolo de nuestro compromiso de anunciar la Buena Noticia de la que nos habló Jesús, a todos los que tienen sed y hambre de verdad, de justicia, de liberación, de felicidad. Guía: Padre nuestro Si llamamos a Dios Padre, debemos sentir hermanos a todos sus hijos. Con ese sentimiento recemos la oración en la que Jesús nos enseñó el amor inmenso de nuestro Padre. La Paz Signo de un nuevo comenzar es ofrecer la paz, porque al expresarla compartimos la alegría de saber que somos hijos de una familia que es puro amor, y que se sabe capaz de trasmitirla. (Invita a los asistentes a darse la paz con un abrazo) Navidad 2017

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Guía: Jesús Sacramentado está aquí. Él es nuestro Dios. Una muestra más del amor de Jesús fue haberse quedado en el Pan y en el Vino para compartir la alegría de saber que cuenta con nosotros para construir su Reino día a día. Todos: Si dejas a Dios entrar en tu vida, esté como esté... Si decides amar a los que te rodean, te caigan bien o mal... Si acoges a los migrantes como hermanos e iguales... Si compartes lo que eres y tienes con quienes te necesitan... Es Navidad, vives la Navidad. Si dejas a Dios desmantelar tu vida, te guste o no... Si te tomas tiempo para estar con quienes solos están... Si te abres al perdón y la reconciliación... Si aportas luz a quienes andan buscando o perdiéndose... Es Navidad, vives la Navidad. Si dejas a Dios cargar las cargas que te hunden... Si das lo mejor de ti sin hacer ruido y gratuitamente... Si te aligeras de méritos, normas y compromisos... Si eliges estar con los que nadie quiere estar... Es Navidad, vives la Navidad. Si dejas a Dios ser el sereno de la historia... Si los rostros anónimos recuperan sus rasgos y nombres... Si sabes detenerte donde señalan las estrellas... Si acoges y das toda esa ternura que te llega... 82 Navidad 2017

¡Es Navidad, vives la Navidad!. Si dejas a Dios ser Dios como a él le gusta... Si en silencio buscas luz, verdad y vida... Si ningún camino te parece definitivo, pero en los que eliges buscas su encuentro y rostro... Es Navidad, vives la Navidad. V/. Les diste el Pan del Cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión. Concédenos venerar de tal modo los misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. -Amén. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.


Hora Santa

de

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO CANTO ESTACIONES EUCARÍSTICAS Guía: Te damos gracias, Padre Dios, por regalarnos aquel niño, nacido de una gran mujer, que vino a rescatarnos de las injusticias y la opresión. Jesús es para nosotros tu perfecta encarnación, por su medio te hemos reconocido como Enmanuel, un Dios inmerso en la humanidad, próximo y cercano, un Dios bondadoso y paternal. Gracias, Señor, por este tiempo que

nos has concedido para adorarte y venerarte en el sacramento. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA De Jesús dirían luego que fue la luz y el camino. Y es que Jesús es nuestra fuerza, nos motiva, nos anima a seguirle y nos descubre la satisfacción de vivir para los demás. Dijeron de él que fue agua, y también vida. No se acaban ahí los signos que representan a tu Hijo Jesús. Gracias, Señor, por este tiempo que nos has concedido para adorarte y venerarte en el sacramento. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

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Jesús simbolizó toda su vida y hasta su muerte, en unos sencillos gestos, pidiéndonos que le siguiéramos por ese mismo camino de salvación. Jesús fue un hombre bueno, creyó en Ti y te imitó en todo. Gracias, Señor, por este tiempo que nos has concedido para adorarte y venerarte en el sacramento. PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA…………. CANTO Invocación al Espíritu Santo Inspíranos tu Espíritu renovador, ese Espíritu que recrea todas las cosas e inaugura siempre un tiempo nuevo, el que vivió en plenitud Jesús, el mismo espíritu que guió los pasos de su madre María. Ilumina nuestra toma de decisiones para que obremos siempre con rectitud. Comunícanos tu fuerza para denunciar las injusticias y danos un corazón bueno y generoso, maternal, para comprender y perdonar a todos. Pondremos nuestro mayor empeño en hacer más habitable la Tierra. Bendice, Padre Dios, a quienes durante el pasado año vinieron a este mundo. También debemos darte gracias, aunque nos duela, por quienes nos dejaron para vivir plenamente contigo. A Ti, Señor de los trabajos y del día, por Jesús, el Salvador, nacido en medio de la noche, te sea dada toda alabanza en este nuevo año y por los años futuros. Amén.

Del Evangelio según San Juan 1, 1-18. “En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron. Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz. Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo no lo conoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios. Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: A éste me refería cuando dije: El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo. De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado”. SILENCIO MEDITATIVO Lector 2:

SILENCIO

Voz del papa Francisco:

Lector1:

Al terminar otra vez un año, nos detenemos

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frente al pesebre, para dar gracias por todos los signos de la generosidad divina en nuestra vida y en nuestra historia, que se ha manifestado de mil maneras en el testimonio de tantos rostros que anónimamente han sabido arriesgar. Acción de gracias que no quiere ser nostalgia estéril o recuerdo vacío del pasado idealizado y desencarnado, sino memoria viva que ayude a despertar la creatividad personal y comunitaria porque sabemos que Dios está con nosotros. Nos detenemos frente al pesebre para contemplar cómo Dios se ha hecho presente durante todo este año y así recordarnos que cada tiempo, cada momento es portador de gracia y de bendición. El pesebre nos desafía a no dar nada ni a nadie por perdido. Mirar el pesebre es animarnos a asumir nuestro lugar en la historia sin lamentarnos ni amargarnos, sin encerrarnos o evadirnos, sin buscar atajos que nos privilegien. Mirar el pesebre entraña saber que el tiempo que nos espera requiere de iniciativas audaces y esperanzadoras, así como de renunciar a protagonismos vacíos o a luchas interminables por figurar. Mirar el pesebre es descubrir cómo Dios se involucra involucrándonos, haciéndonos parte de su obra, invitándonos a asumir el futuro que tenemos por delante con valentía y decisión. Frente al año que termina qué bien nos hace contemplar al Niño-Dios. Es una invitación a volver a las fuentes y raíces de nuestra fe. En Jesús la fe se hace esperanza, se vuelve fermento y bendición: «Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría» (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 3). Guía: MEMORIA AGRADECIDA DEL AÑO 2017 El año 2017 se nos va de las manos... no podemos aferrarnos a él, ni detenerlo. No

podemos añorarlo, ignorarlo ni manipularlo. Sólo cabe tener una ACTITUD DE ACOGIDA silenciosa de todo lo que hemos vivido y nos ha afectado más íntimamente. (En silencio recordamos y acogemos aquellas situaciones que más nos han marcado durante este año). HACEMOS MEMORIA de los sucesos más notorios que hemos escuchado en las noticias y han conmovido a la humanidad. No podemos permanecer indiferentes ante lo que sucede a nuestros hermanos en el mundo. (Nombramos algunos en voz alta) AGRADECEMOS y pedimos perdón por el día a día del 2017 Lector 3: Señor, Dios nuestro, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año queremos darte gracias por todo aquello que recibimos de TI. R: Gracias Señor, dueño del tiempo y de la eternidad. Gracias por la vida y el amor, la salud, la enfermedad y la muerte. Gracias por la creación, por el agua, el aire y el sol. Gracias por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. R. Gracias por la fe, la alegría, la esperanza y el amor. Gracias por tu Palabra, la comunidad cristiana y los sacramentos. Gracias por tu presencia en nuestra vida, que nos cuida, rodea, protege, sustenta. R. Navidad 2017

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Señor, al finalizar el año quiero pedirte perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. R: Perdón Señor, perdón Perdón por la indiferencia hacia los que peor lo pasan. Perdón por mi egocentrismo que me aísla de los hermanos. R. Guía: Estrenamos otro año. No viene vacío sino habitado por la presencia de Dios Amor y el cuidado de María, Madre. El Señor nos ofrece nueva vida, nuevas oportunidades, tiempo nuevo. Lector 4: Año nuevo, tiempo de soñar, de no dejarnos robar la esperanza. Año nuevo, camino con Jesús. Año nuevo, con la presencia de José y María. Año nuevo, con la Luz de la Palabra Año nuevo, oportunidad para crear puentes de encuentro. Año nuevo, con el don y la tarea de la paz. Año nuevo, para aventurar la vida en los caminos del Evangelio. Año nuevo, tiempo para orar: Señor, aquí está nuestra vida. Padre, nos ponemos en tus manos, haz de nosotros lo que quieras, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en cada uno de nosotros, y en todas tus criaturas.

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Todos: QUE EL AÑO QUE NACE... Que el año que nace..., Señor, demos la espalda a los miedos y abordemos de frente las dificultades; abramos el corazón a la ternura y despejemos la mente de problemas; sepamos desprendernos de lo innecesario para no cansarnos en nuestro caminar diario; y que, a pesar de nuestras diferencias, mantengamos el respeto y la flexibilidad, y el cuerpo y el espíritu gráciles. Que el año que nace..., Señor, dispongamos de ganas y tiempo para escuchar y dialogar con los amigos y, también, con los que van por otros caminos; que reciba, antes que nada, efusivamente, nuestros halagos y abrazos. Que el año que nace..., Señor, busquemos con paso firme y mucho equilibrio el camino de la felicidad de tu reino, y la felicidad que hay en el camino; que la descubramos y mantengamos, y que nada nos haga perder tesoro tan preciado. Que lo aceptemos con respeto y humor, y nos relajemos un poco más de lo habitual aunque sigamos con la perenne crisis que se ha instalado en nuestro mundo y corazón. Que el año que nace..., Señor, sea, para todos sorprendente y feliz, y el mejor regalo de tu corazón de Padre. BENDICIÓN: Adoremos, pues humildes a tan grande sacramento: en vez de la antigua alianza ya es el Nuevo Testamento, no importa que no se vea, la fe nos lo está diciendo. Honor, gloria y bendiciones a Dios Padre sin principio, y las mismas alabanzas al Hijo del Él nacido y al Espíritu de ambos: nuestro Dios, único y Trino. Amén.


Bendición con el Santísimo Guía: Nos diste el pan del cielo. Todos: Que contiene en sí todo deleite. Oremos. Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

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ESPACIO DEL LECTOR

A

la Comisión nos interesa saber tu opinión es por ellos que nos hemos acercado a algunos agentes de nuestras parroquias para realizarles las siguientes preguntas:

¿Cómo crees debería ser la pastoral litúrgica? ¿Cómo te gustaría que fuera una experiencia de misión en tu parroquia? Diana Cocoba Ruíz, Parroquia San Judas Tadeo Lo ideal sería la participación de toda la comunidad, que se pudieran utilizar todos los medios de comunicación para enviar el mensaje de la buena nueva de Jesús y así motivar a todos para que sea más eficaz la vivencia del kerigma. Paula Griselda Navarro, parroquia San Juan XXIII Como equipo de liturgia aspiramos a que todos quieran prepararse y entregarse más, para un mejor testimonio, teniendo contacto con los diferentes grupos parroquiales, frecuentemente con dinámicas diferentes y una buena organización. En lo referente a misión quisiera una misión sensible a las diferentes necesidades de la comunidad, dando un buen testimonio, preocupándonos por los demás, tanto en lo espiritual como material. 88 Navidad 2017

Manuela Matas Ramírez (Santa Isabel de Hungría) Respecto a la pastoral litúrgica lo ideal sería un equipo bien formado respecto a lo que deben hacer y sobre todo con mucha unidad. Sobre la misión creo firmemente que los frutos se empiezan a verse con entusiasmo.


Rosa María Martínez, parroquia San Judas Tadeo Dado que sufrimos mucho con la carencia de personas comprometidas y la falta de información y formación para estructurar el equipo de pastoral litúrgica, quisiéramos que más gente se involucrara, le gustara esto para tener equipos más comprometidos, con formación permanente, aunque sin embargo tratamos de organizar lo mejor posible. Alejandra Valencia, parroquia San Juan XXIII Lo ideal sería que crecieran más los grupos de la parroquia, actualmente en eso se trabaja en comunión con el párroco, ya que es una parroquia joven, de apenas 2 años. Que los diferentes centros tengan sus propios grupos con más gente comprometida y formada. Para la misión lo mejor sería salir a los centros a invitar a la gente con celebraciones continuas y haciéndolas con mayor sensibilidad.

Panchita Martínez (San Juan Bosco) En la Pastoral Litúrgica debe haber mucha participación de personas que les guste y se entreguen. Que tengan conocimiento de lo que hacen e implica la liturgia. Laicos bien formados, entregados y constantes. Respecto a la misión, Idealmente debe haber agentes formados para que se viva la misión y haya frutos.

Miguel Rafael Mendivil Daniel (Santa Isabel de Hungría) La pastoral litúrgica debe mostrar el modo de vivencia de la comunidad como parte de un todo y como parte de ser feliz y conectados con los demás. Cuando nos conectamos con los demás, nos conectamos con sus necesidades. Esto puede ser a través de la celebración. Respecto a la misión, creo que debe verse la unión de hermanos en la comunidad, que sea más evidente esta unión de hermanos.

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